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Los objetivos de la información financiera

buscan que esta sea útil, a partir de la satisfacción de las necesidades de sus
usuarios. En ese sentido, los objetivos de la información financiera de las entidades
de gobierno son: Rendición de cuentas, Toma de decisiones y Control. El objetivo
de Rendición de cuentas implica que la información financiera sirve a los gestores
públicos para suministrar información, a los destinatarios de los servicios y a
quienes proveen los recursos, sobre el uso y gestión de estos y el cumplimiento de
las disposiciones legales vigentes que regulan la actividad de la entidad. Marco
normativo para entidades de gobierno Marco Conceptual para la Preparación y
Presentación de Información Financiera Contaduría General de la Nación
3. El objetivo de Toma de decisiones implica que la información financiera sirve a
la entidad que la produce para la gestión eficiente de sus recursos y a los usuarios
externos, para la definición de la política pública, la asignación de recursos y el
otorgamiento de financiación. El objetivo de Control implica que la información
financiera sirve para el ejercicio del control en dos niveles: interno y externo. A
nivel interno, el control se ejerce mediante el sistema de control interno y a nivel
externo, a través de diferentes instancias tales como la ciudadanía, las
corporaciones públicas, el Ministerio Público y los órganos de control, inspección y
vigilancia. La información financiera contribuye a obtener información
relacionada con lo siguiente:
a) la medida en que la administración ha cumplido con su responsabilidad de
gestionar y salvaguardar los recursos de la entidad;
b) la capacidad que tiene la entidad para continuar financiando sus actividades y
cumplir sus objetivos operativos en el futuro;
c) la medida en que los recursos están disponibles para mantener las actividades
futuras de prestación de servicios y los cambios, que se presenten durante el
periodo contable, en el valor y composición de los recursos y en los derechos sobre
estos;
d) la determinación de la producción y distribución de los bienes y recursos
explotados por el sector público, y su impacto en la economía, lo cual facilita el
seguimiento de comportamientos agregados a través de subsistemas estadísticos;
e) los importes de los flujos de efectivo futuros necesarios para pagar los intereses
y reembolsar derechos existentes sobre los recursos de la entidad;
f) los costos de la prestación de servicios y su financiación a través de impuestos,
cargos a usuarios, contribuciones y transferencias, o por medio de endeudamiento
de la entidad;
g) la determinación de la situación del endeudamiento y la capacidad de pago de la
entidad;
h) la liquidez y grado de solvencia de la entidad;
i) la forma en que la entidad obtuvo y utilizó el efectivo durante el periodo;
j) el cumplimiento, por parte de la entidad, de los mandatos de gasto expresados en
términos de flujos de efectivo y de los flujos de efectivo necesarios para lograr los
niveles de prestación de servicios previstos;
k) el origen de las variaciones en las partidas patrimoniales; y
l) la capacidad de la entidad para proveer bienes y prestar servicios a corto,
mediano y largo plazo.

En conclusión a riqueza personal está determinada por cada individuo, sin


embargo, si podemos evaluarla con parámetros generales y determinar el éxito
financiero alcanzado, dependerá del nivel de vida que logremos mantener en un
periodo de tiempo con el fin de buscar maximizar el rendimiento económico. Los
beneficios de los recursos son limitados, por lo que el llamado progreso económico
no puede basarse en la acumulación de propiedad, que solo nos lleva a acumular
deuda.

Poder mantener un nivel de vida adecuado es producto de una variedad de


variables, por lo que equilibrar los bienes adeudados que generan satisfacción con
inversiones que logran la sostenibilidad es un desafío personal, ayudado por la
planificación financiera.
Tradicionalmente, las finanzas personales o finanzas en el seno de nuestras
familias han ido generando paradigmas, pero estos paradigmas han sido mal
entendidos, por lo que el tema del ahorro, la inversión y el nivel de vida no
dependen directamente de nuestros ingresos, posesiones o buena fortuna.
La planificación financiera es una poderosa herramienta que brindan las finanzas
para realizar plenamente nuestras metas y sueños en el entorno en el que nos
desenvolvemos, para lograr una situación financiera saludable a través de un
manejo adecuado de los gastos, especialmente aquellos gastos que consideramos
extravagantes o provienen del cuarto cuadrante.
En la planificación financiera, un presupuesto es una herramienta que inicialmente
nos organiza en nuestra mente y luego nos lleva a consolidar acciones que resultan
en el control del día a día sobre nuestras finanzas.
Detallando los informes que estamos realizando, son útiles para nuestra gestión de
ingresos y gastos. Se esfuerzan constantemente como la exactitud de la información
y los datos que incluimos en ella, tratamos de anticiparnos a todas las
circunstancias relacionadas con los movimientos financieros que nos afectan,
mantener un equilibrio entre lo que recibimos y lo que gastamos, prepararnos
regularmente para un control confiable de realidad y flexibilidad a los cambios o
modificaciones de nuestro entorno o metas, y su correspondiente asociación con el
tiempo y dimensión de cada meta. Además, al hacer un presupuesto, tenemos que
determinar la cantidad de ahorro que necesitamos para lograr nuestras metas. Los
presupuestos tienen que lidiar con una variedad de variables, todas reflejan la
realidad.

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