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DIAGNÓSTICO

DIFERENCIAL
UNIDAD DE
APRENDIZAJE N°4
Diagnóstico por especialidad y etapa de vida
(Niños, adolescentes, adulto y adulto mayor)
TEMA:
Diagnóstico por especialidades de la
psicología
Estudio de casos – Área Clínica.
SEMANA 9
LOGRO DE LA SESIÓN
Al terminar la clase, el alumno logrará
reconocer el procedimiento para
diagnosticar un caso clínico e
intervenir de manera profesional,
teniendo en cuenta el proceso
psicodiagnóstico.
SABERES PREVIOS:

¿Qué importancia tiene el diagnóstico clínico en un


programa de intervención?

¿Qué esperas obtener si logras un buen diagnóstico e iniciar


una intervención?
OBSERVEMOS EL SIGUIENTRE VIDEO

https://www.youtube.com/watch?v=kGAu1Al6oZc
EVALUACIÓN y DIAGNÓSTICO CLÍNICO

OBJETIVOS GENERALES:
a. Establecer un diagnóstico
b. Evaluar su seriedad y riesgo
c. Evaluar las causas, factores de riesgo y protección
d. Establecer el plan de manejo
e. Estimar un pronóstico
ASPECTOS A CONSIDERAR

a. Motivo de consulta
b. Motivación
c. Conducta y apariencia
d. Primer contacto
e. Empatía con el paciente
f. Ética
g. Lugar de evaluación
h. Movilización del paciente
i. Prejuicios diagnósticos
COMO EVALUAR

a. Anamnesis

b. Entrevistas breves

c. Calidad de las preguntas

d. Observación de conductas

e. Pruebas proyectivas

f. Pruebas psicométricas
PROCESO DIAGNÓSTICO
1. Saludo . Invitar a sentarse y hacer sentir comodidad
2. Reducir la tensión . Romper el hielo
3. Obtener el motivo de consulta. Facilitar el relato del problema
4. Primera hipótesis diagnostica. Escucha activa del relato
5. Contextualizar al paciente. Obtener datos de filiación
6. Clarificar el problema . Que, como , cuando
7. Comprobar la primera hipótesis diagnostica. Exploración de signos y síntomas. Forma de inicio,
tiempo de enfermedad, duración, intensidad, frecuencia y limitaciones
8. Explorar el diagnostico diferencial.
9. Determinar los estresores desencadenantes. Valoración de la proporción del trastorno y el evento
desencadenante
10. Explorar antecedentes personales y familiares. Determinar causas orgánicas o patológicas
11. Elaboración del informe
12. Propuesta de tratamiento
13.Pronóstico . En que tiempo se obtiene los resultados esperados
Entrevista clínica psicológica como herramienta para la
evaluación y diagnóstico
• La entrevista es la herramienta principal del psicólogo clínico, pues tiene la cualidad de ser
versátil y flexible, se moldea según la finalidad, se adapta a las necesidades del
entrevistado y al estilo personal del entrevistador.
• La entrevista clínica psicológica conjuga herencias divergentes y se nutre de múltiples
fuentes.
• El rastreo bibliográfico da cuenta de que los objetivos con los cuales se utiliza la
entrevista desde el año 2000 siguen siendo afines a aquellos que dieron lugar a su
origen: evaluación, diagnóstico y tratamiento. Pero su campo de aplicación no solo se ha
multiplicado en cantidad, sino también en multiplicidad, requiriendo desarrollos ajustados
a las especificidades conquistadas de acuerdo a las problemáticas y los ámbitos de
inserción de la clínica psicológica. La entrevista aparece como una herramienta para
conocer quién es ese sujeto que consulta: qué le pasa (diagnóstico) y a qué se debe su
sufrimiento (etiopatogenia), pero también se la plantea como un instrumento que permite
discernir qué tipo de intervención es la más ajustada.
La entrevista de juego

• La entrevista de juego es la técnica privilegiada en la


clínica con niños para la comprensión del psiquismo
infantil, usada tanto en diagnóstico como en
tratamientos psicológicos. Es una herramienta valiosa
tanto para psicólogos, psiquiatras infantiles y
psicoanalistas. Se complementa con las entrevistas
de padres, y con otras técnicas cuando se trata de un
proceso diagnóstico.
• La entrevista de juego, es la técnica que valora el
juego como forma de comunicación, así como la
palabra en el adulto. El juego y el accionar del niño
es un lenguaje, hacer es una manera de decir.
• El niño expresa sus vivencias, su sentir, sus
conflictos, fantasías y deseos a través del lenguaje
gestual, de los actos o de los juegos. El juego le
permite repetir a voluntad situaciones penosas o
difíciles, hacer activo aquello que vivió pasivamente,
a la vez que intentar elaborarlo.
• El niño habla con su jugar, pero no sabe qué está
diciendo, es por eso que, en el encuentro con el otro,
en un encuadre clínico, es donde se van dando
sentidos y donde se van poniendo palabras a esos
juegos. La privilegiada vía para atisbar el sentido
inconsciente que hay detrás del síntoma. En la
entrevista, el niño va a estructurar el campo de
acuerdo a sus variables internas, y a través del
vínculo transferencial, se va aproximando a la
comprensión de la conflictiva.
En la entrevista de juego debemos tener en cuenta
aspectos como el encuadre, la consigna, los
materiales, y la interpretación.
o El encuadre, es el dispositivo formal en el cual se desarrolla la
intervención, donde están las variables del tiempo y el espacio, la
asociación libre (el juego libre), la abstinencia del psicólogo. El
consultorio debe ser un espacio seguro, donde el niño pueda
desplazarse sin temor al peligro. Es conveniente contar con una
mesa y sillas acordes a la edad del niño, una pileta, así como una
caja donde se coloquen juguetes y materiales que faciliten el
despliegue del juego.
o La consigna propuesta sería: “Traje esta caja con algunos juguetes y
materiales para que tú puedas usarlos como quieras, mientras yo observaré
para tratar de entender lo que te pasa y poder ayudarte” Y la técnica implicaría
dejar que el guión lo realice el niño, acompañarlo en el juego, no imponer ni
proponer juegos, intervenir si éste lo solicita, preguntar cuando no está claro,
señalar, interpretar, escuchar lo transferencial.
o Acerca de los juguetes a incluir, es conveniente brindar por un lado material
poco figurativo, como las maderitas de Esther Bick, y elementos de expresión:
hojas, lápices negros, de colores, goma de borrar, tijera de punta roma,
plastilina, goma de pegar, sacapuntas, papel glacé, cuerda, trapito. A su vez,
contar con elementos más estructurados como dos o tres muñecos, familia de
animales salvajes, domésticos, autitos, avioncitos, elementos de cocina
(platitos, tacitas, cucharitas, cuchillitos), pelota, maso de cartas. Los materiales
deben estar en buen estado y calidad, para que el niño pueda utilizarlos con
confianza y evitar el “sentimiento de culpa” que produce si rompen alguno de
ellos.
o Los diferentes juegos y juguetes que usa el niño
van cambiando con la edad, acompañando el
desarrollo del mismo, las necesidades de cada
momento y las fantasías predominantes en cada
período de la vida del niño. Pero estos juegos no
están desprendidos del contexto cultural en donde
está inserto el mismo. En la actualidad, internet, los
juegos interactivos y otros medios electrónicos,
constituyen una parte esencial de la cotidianeidad
en niños y adolescentes. Es por eso que se pueden
incluir como material de juego en el contexto de la
entrevista, ampliando de esta manera el abordaje
diagnóstico-terapéutico adaptado al universo lúdico
más actual.
Recomendaciones generales para realizar la entrevista con
adolescentes
1. El acto social. Salvo en aquellos casos en los que el adolescente conoce al clínico por
haberlo visto en anteriores consultas, se deberá iniciar la entrevista con su presentación, así
como la de otros profesionales que estén en la consulta, luego se
presentara el adolescente, recabando información acerca del nombre o apodo con el que quiere
que se le trate.

2. Comunicación no verbal. Se atenderá a su comportamiento desde que entra en la


consulta, forma de sentarse, ropa, gestos, etc.

3. Escuchar cuidadosa y atentamente todo lo que nos cuenta, aunque los problemas que
refiera parezcan poco importantes.
4. Ser cuidadoso con el lenguaje que se usa, a veces puede ser contraproducente utilizar el
“argot” al uso y de moda entre los adolescentes.

5. El proceso de atender a un adolescente debe realizarse de forma integral, que tiene en


cuenta tanto los aspectos personales como los familiares y sociales. Es interesante, para seguir
este caminos usar el acrónimo F.A.C.T.O.R.ES, propuesto por García Tornel:
Familia: interacción con padres, hermanos y miembros de las familias de origen.
Amistades: relaciones escolares y con los pares, actividades lúdicas y deportivas.
Colegio-trabajo: rendimiento escolar o en el trabajo.
Tóxicos: abuso de alcohol, drogas, tabaco.
Objetivos: plantear metas en el trabajo, estudio con la familia y los amigos.
Riesgos: de accidentes, de regímenes dietéticos, violencia, abuso sexual.
Estima: valoración
positiva de la propia imagen, autoestima.
Sexualidad: actividades, información, identidad
6. Realizar connotaciones positivas, siempre que se pueda, recalcando sus habilidades, sus
acciones positivas, su generosidad, etc.

7. Tener en consideración las conductas de riesgo, entendiéndolas como aquellas


actividades que pueden afectar o comprometer el desarrollo psicosocial normal durante este
periodo del desarrollo.

8. Escuchar y observar más que hablar, se deberá atender de forma receptiva todas las
demandas, observaciones y preocupaciones que comunique el adolescente, al mismo tiempo
que observaremos su conducta en la consulta, forma de vestirse, forma de comportarse y su
estado de ánimo.
La evaluación del caso y del tratamiento
• Evaluar el caso es evaluar a una persona con un problema psicológico. No
se trata solo de evaluar la importancia, gravedad o características de un
problema. La evaluación con el objetivo de tratamiento es un tipo de
evaluación especial que exige determinar el tipo problema (si es que se
ajusta a una tipología clara de los sistemas diagnósticos al uso) las
variables que pudieron determinar su origen y las variables que
actualmente lo mantienen.
• Evaluar un caso con el objetivo de tratarlo es identificar los objetivos del
tratamiento y las variables que pueden facilitar alcanzarlos. Dado que la
intervención se plantea habitualmente como un proceso de aprendizaje que
puede resultar costoso es imprescindible plantearse la evaluación de la
motivación para lograr el cambio de comportamiento.
• De hecho, se supone un alto nivel de motivación en todos los casos de
personas adultas, por el hecho de que pidan ayuda y, frecuentemente,
pagan por la consulta. En algunos procedimientos terapéuticos se exige
una demostración del nivel de motivación que pasa por un reconocimiento
de la incapacidad para resolver el problema por si mismo y del sufrimiento
que causa al propio paciente.
• El proceso de tratamiento implica tomar decisiones sobre como fijar
objetivos y priorizarlos. La mayoría de los autores aceptan que el conjunto
de objetivos de un tratamiento se puede alcanzar de muy diversas
maneras, un buen número de los cuales, llevan al éxito en el tratamiento.
Por ello es importante que el psicólogo se plantee también la evaluación del
programa de tratamiento: su eficacia, eficiencia y efectividad.
• Tanto la evaluación del caso como la del tratamiento implican, en
consecuencia, la evaluación de un amplio número de variables de muy
distintas características que exigen una instrumentación variada y
específica en cada caso.
• El proceso de intervención exige la evaluación previa del caso, es decir, la
descripción del caso y una explicación psicológica del mismo que permita
finalmente fijar objetivos de tratamiento. Para ello es necesario:
A. Un análisis funcional de los comportamientos clínicamente relevantes;
B. El listado de reglas, creencias, atribuciones (cogniciones) que guían la
actuación de la persona y su proceso de reflexión, especialmente, aquellas
que, potencialmente, impiden su ajuste a la realidad, a las contingencias
del contexto y en definitiva su adaptación al contexto actual.
• El caso clínico en adultos se pone de manifiesto mediante quejas, bien
por la falta de logro (títulos, ascensos, amigos, placer en una relación
sexual, etc.) o bien por sufrimiento (dolor, irritación, tristeza, enfado, miedo,
cansancio, agresión, malestar). Ambos tipos de manifestaciones suelen
estar ligados y la eliminación de estas quejas se constituye en el objetivo
final del tratamiento y, en alguna medida, estas quejas se constituyen como
variables dependientes del tratamiento. Esto es así porque se supone que
el cambio en la frecuencia de algunos comportamientos críticos y/o
conjunto de reglas, modificara la intensidad del malestar del paciente y
reducirá sus quejas.
• Para lograr un cambio en el comportamiento,
es necesario, en primer lugar, conocer cómo
operan en el caso, las contingencias del
contexto en el presente para generar
propuestas de actuación apropiadas y, en
segundo lugar, identificar aquellas
proposiciones ilógicas, inútiles e incoherentes
con la presente realidad que pudieran impedir
el aprendizaje de nuevos comportamientos.
En definitiva, el proceso de aprendizaje y, por
tanto, de tratamiento consiste en someterse a
experiencias controladas de aprendizaje,
reflexionando sobre las mismas, generando
nuevas reglas de actuación.
• Si sólo se tratara de aprender una nueva forma de comportarse (lo es en
muchos de los casos clínicos, pero no en todos) habría que evaluar de una
parte, el nivel de competencias y conocimientos previos y, de otra, el grado
de motivación. Estos dos conjuntos de variables determinan la eficacia y
eficiencia del individuo en su proceso de aprendizaje. Aunque la situación
clínica no es el caso de la enseñanza reglada, comparte los elementos
propios de una situación de aprendizaje. En ambos casos se pretende que
el cliente (estudiante) aprenda lo máximo en el menor tiempo posible, con
el objetivo adicional de que no interfiera con futuros aprendizajes. Por ello
es imprescindible evaluar el nivel de competencia y la motivación, tanto en
lo que respecta al problema planteado como al conjunto de técnicas que
vayamos a implementar. Desconocer el nivel de conocimientos y
competencias previo nos llevará a mayor ineficiencia, sin embargo, la falta
de motivación para llevar a cabo el tratamiento planteado lleva a la pérdida
de tiempo y al posterior fracaso.
• Los problemas psicológicos, al menos en adultos, se presentan
verbalmente al terapeuta como sorprendentes, ansiógenos o estresantes y,
en ocasiones, esta alteración emocional que acompaña al problema
identificado por el paciente es independiente de la alteración definitoria del
propio problema. Resulta imprescindible valorar el impacto de esta
alteración en la persona, no solo respecto a la evolución del problema (su
gravedad) sino también respecto al potencial de cambio y aprendizaje.
ACTIVIDAD PRÁCTICA

En grupos analizaran dos casos clínicos y


realizaran lo siguiente:

1. Detallar los problemas que presenta él o la


paciente

2. Escribe la hipótesis diagnóstica (Código del


70 min
CIE 10) y los criterios que cumple

3. ¿Cómo abordarías el caso?

4. ¿Qué recomendaciones darían?

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