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LA DELIBERACIÓN:

Una vez terminados los alegatos finales de las partes confrontadas (adversariales) en el
juzgamiento, los vocales de la Sala Penal ingresarán a una etapa de deliberaciones por las
cuales se analizará punto por punto las incidencias у las cuestiones de hecho, que directa e
indirectamente servirán como sostén argumentativo para la exposición factual que servirá de
contenido de la resolución final.

La deliberación es el proceso de discusión y análisis de todos los elementos que permitirán


construir la solución del caso. La deliberación tiene que ser profunda, exhaustiva y en definitiva
circunscrita a los hechos que son materia de imputación criminal, esta base factual permitirá a
la Sala identificar normativamente los hechos en el tipo penal correspondiente, es decir,
corroborar el juicio de tipicidad penal y demás normas procesales aplicables al caso sub judice.

De igual manera, esta etapa permitirá a la Sala reconocer e identificar a las pruebas con que se
cuenta hasta este nivel; todo el material probatorio actuado en sede de juzgamiento será objeto
de valoración, el cual permitirá a los miembros del Tribunal contar con un conocimiento holgado
y concienzudo de thema probandum.

La valoración de la prueba implica toda una actividad intelectiva y cognoscitiva a la vez, dirigida
a tomar una determinada postura, sobre las posiciones argumentadas por las partes; al final de
su libre valoración, de común idea con el criterio de conciencia, la Sala Penal resolverá la
causa bajo un enlace argumentativo con las pruebas actuadas en el juzgamiento. Si bien existe
un sistema libre de valoración, los magistrados no podrán sustentar la sentencia final en
hechos y pruebas que no han sido objeto de actuación y de oralización en el juicio oral.

CUESTIONES DE HECHO

Las cuestiones de hecho consisten en el análisis detallado que deberá realizar cada uno de los
miembros de la Sala Penal, sobre determinados puntos controversiales, afirmándolo o en su
defecto negándolo.

Cuando el que juzga es un juez monocrático, la discusión adopta un criterio personal, que
procura ver la verdad de las partes para declarar una sola verdad, que se halle más allá de la
visión de los intereses privados del proceso.

Cuando el juez es colegiado, el problema adquiere un sesgo más complejo, siempre que
exista autonomía en los jueces. La Sala Penal para fallar en un determinado sentido planteará
y votará previamente cada una de las cuestiones de hecho, teniendo en consideración, para
formularlas, las conclusiones escritas del Fiscal, del defensor y de la parte civil. Seguidamente
se votará la pena, ambas resoluciones se harán constar en la sentencia.

La votación de las cuestiones de hecho se circunscribe exclusivamente a "reconstruir"


cognoscitivamente y con la mayor objetividad posible la realidad fáctica de la acción u omisión
materia del juzgamiento. En las cuestiones de hecho se analizará:

• Todas las circunstancias concomitantes al hecho punible.


• Las pruebas obtenidas y actuadas.
• Las características particulares del acusado.
• La relación normativa entre el resultado lesivo producido.
• La conducta infractora de la norma para descartar que la producción antijurídica no sea
consecuencia de la creación de otro riesgo no permitido distinto al generado por el
acusado.
• El tipo subjetivo del injusto (dolo o culpa).
• Los estados de inexigibilidad como causales de exención de pena (estado de
necesidad disculpante y el miedo insuperable).
• La forma de ejecución.
• El móvil, su relación con el agraviado.
• La confesión sincera.
• Las pruebas obtenidas y las que pueden en definitiva servir de base argumentativa a la
sentencia, aquellas que sirven de enlace entre la conducta infractora y la correlativa
subsunción jurídico-penal.
No olvidemos, pues, que el Proceso Penal trata en realidad sobre un juicio de imputación, la
atribución como autor y/o partícipe de un injusto penal, cuya acreditación probatoria legitima al
Estado a reaccionar con una pena.

LOS MIEMBROS DEL TRIBUNAL DEBERÁN RESPONDER A LO SIGUIENTE:

a) La existencia del hecho imputado.


b) La relación de causalidad física entre el imputado (como agente o causa de la acción) y
aquel hecho (como resultado material de esta acción).
c) La responsabilidad del acusado en los hechos materia del juzgamiento.
d) Las circunstancias del delito, eximentes, agravantes y atenuantes.
Al respecto, se pronuncia la siguiente ejecutoria, Exp. N° 2037-93-Callao: "Las cuestiones de
hecho deben comprender entre otros aspectos las circunstancias del ilícito imputado, de modo
que permitan determinar sobre la responsabilidad o inocencia del acusado, por tanto, deben
guardar concordancia con la sentencia".

La naturaleza relevante de los actos de deliberación exige que su realización discurra en un


ambiente de plena reserva, a fin de que los miembros de la Sala no sean objeto de presión por
parte de terceros y puedan ejecutar su labor en una esfera de plena libertad organizativa.

MAYORÍA DE VOTOS PARA LAS CUESTIONES DE HECHO O PARA CONDENAR

Luego de la votación de las cuestiones de hecho, los miembros de la Sala Penal


procederán a votar conforme al sentido resolutivo de la sentencia: para la resolución de las
cuestiones de hecho, así como para condenar se necesitará mayoría de votos. Cuando
hubiese disconformidad entre los tres miembros de la Sala Penal respecto de la pena, se
volverán a discutir y votar los puntos en que se haya disentido. Si en esta segunda votación
continúa la disconformidad, se impondrá la pena intermedia, esto es, la pena por la que votó el
miembro de la Sala de forma singular, con los que votaron por pena superior o inferior.
Constituyendo la pena privativa de libertad, una sanción de alta dosis de aflicción para el
condenado, la resolución del grado de pena imponible se determinará conforme a una mayoría
de votos, y en caso de divergencia, una pena intermedia entre las solicitadas por los votos
disidentes.

LA SENTENCIA

Constituye la plasmación de la decisión final a la cual arriba el Tribunal, sobre la res iudicanda;
importa una decisión de pura actividad intelectiva, donde los miembros de la Sala penal aplican
finalmente sus conocimientos de logicidad y de juridicidad para resolver la causa petendi en un
determinado sentido.

La sentencia implica una respuesta jurisdiccional que debe ser fiel reflejo de la actividad
probatoria desarrollada en el juzgamiento. El superior colegiado debe sostener su decisión, con
base en los debates contradictorios, que de forma oral han tomado lugar en la audiencia, no
pudiendo introducir hechos que no se encuentran contenidos en el escrito de acusación fiscal.

Deberá fijar para ello el valor probatorio de los medios probatorios actuados en el juicio; tanto
en lo que respecta a los hechos probados como al silogismo, en virtud del cual llega a la
conclusión de que la conducta incriminada al acusado se adecua firmemente a los alcances
normativos del tipo penal, contenido en la acusación de acuerdo a sus aspectos subjetivos y
objetivos, así como la concurrencia de circunstancias agravantes y/o atenuantes.

Conforme con lo anotado, la decisión judicial final (sentencia) debe expresar un alto grado de
razonabilidad, de objetividad y de que sus partes integrantes se encuentran vinculadas en base
a una correlación lógica-jurídica. La sentencia es toda una elaboración y raciocinio que resulta
de la comparación de todas las pruebas aportadas al proceso". No olvidemos ni por un instante
que la debida motivación de las resoluciones configura un mandato constitucional ineludible,
que recae sobre la judicatura. Máxime si de sus efectos, puede desencadenarse el mayor de
los sufrimientos para un ser humano: la pérdida de su libertad.

La sentencia es, pues, aquella resolución que pone fin al proceso resolviendo sobre la
pretensión penal y emitiendo un juicio acerca de la culpabilidad o inocencia del acusado.

REQUISITOS DE LA SENTENCIA

El artículo 394 del Código Procesal Penal establece los requisitos de la sentencia, los cuales
son:

1. La mención del Juzgado Penal, el lugar y fecha en la que se ha dictado, el nombre de


los jueces y las partes, y los datos personales del acusado.
2. La enunciación de los hechos y circunstancias objeto de la acusación, las pretensiones
penales y civiles introducidas en el juicio, y la pretensión de la defensa del acusado.
3. La motivación clara, lógica y completa de cada uno de los hechos y circunstancias que
se dan por probadas o improbadas, y la valoración de la prueba que la sustenta, con
indicación del razonamiento que la justifique.
4. Los fundamentos de derecho, con precisión de las razones legales, jurisprudenciales o
doctrinales que sirvan para calificar jurídicamente los hechos y sus circunstancias, y
para fundar el fallo.
5. La parte resolutiva, con mención expresa y clara de la condena o absolución de cada
uno de los acusados por cada uno de los delitos que la acusación les haya atribuido.
Contendrá, además, cuando corresponda el pronunciamiento relativo a las costas y lo
que proceda acerca del destino de las piezas de convicción, instrumentos o efectos del
delito.
6. La firma del Juez o Jueces.

REDACCIÓN DE LA SENTENCIA

La redacción de la sentencia significa que el juez de juicio debe escriturar o elaborar la


sentencia que va a dictar. Ello la hará inmediatamente después de la deliberación. La sentencia
será redactada por el juez o el director del debate según el caso. Los párrafos se expresarán
en orden numérico correlativo y referente a cada cuestión relevante. En la redacción de las
sentencias se pueden emplear números en la mención de normas legales y jurisprudencia, y
también notas al pie de página para la cita de doctrina, bibliografía, datos jurisprudenciales y
temas adicionales que sirvan para ampliar los conceptos o argumentos utilizados en la
motivación.

ESTRUCTURA DE LA SENTENCIA

Coexisten tres partes indispensables que le otorgan unicidad a la sentencia

PARTE EXPOSITIVA

En aquella se consignarán todos los datos relacionados con el hecho punible mediante una
narración sucinta y detallada, insertándose la fecha y lugar de los hechos materia de
imputación, el nombre y apodo del acusado, sus generales de ley (edad, lugar de nacimiento,
status civil, profesión u oficio, religión, etc.) y demás datos particulares que sean de importancia
para su debida individualización e identificación.

Se consignará un resumen de los hechos, de todas las circunstancias concomitantes al hecho


punible, de ser el caso si es un delito flagrante, de los cargos formulados en la acusación, las
incidencias ocurridas en la instrucción y en el juzgamiento, las manifestaciones del acusado y
de la parte civil en consonancia con los fundamentos esgrimidos.

En esta parte se agrega todo el material fáctico y discursivo, está constituido por el
comportamiento que es materia de acusación y objeto de la sentencia, previo esclarecimiento
durante el debate oral habido. Es de suma importancia detallar exhaustivamente el
comportamiento, objeto de imputación delictiva, pues de este se derivará la inferencia lógico-
jurídica, de la siguiente parte.

PARTE CONSIDERATIVA

Aquella implica el examen y la valoración de la prueba, de aquellos elementos u objetos que


han sido materia del debate contradictorio en el juzgamiento, que dan por desvirtuada o por
probada la pretensión acusatoria, en sentido positivo y negativo, tal como lo alegaron los
sujetos procesales en las actuaciones correspondientes. En este apartado, por tanto, se
efectúa una valoración probatoria estimatoria y una subsunción de hechos en disposiciones
jurídicas; los hechos expuestos en parte precedente son objeto de adecuación normativa, en el
tipo penal correspondiente sostenidos en posturas jurídico-dogmáticas. Asimismo, se invocarán
las demás normas jurídicas aplicables, tanto de naturaleza procesal como constitucional.

La adecuación conductiva tipificadora deberá especificar, además, el grado de aportación


delictiva (autor, coautor o partícipe), grado de desarrollo de imperfecta ejecución (iter criminis),
agravantes o atenuantes, causas impeditivas de la acción penal (prescripción), grado de
frecuencia delictiva y demás datos que permitan establecer con precisión, la debida
proporcionalidad que debe guardar el monto indemnizatorio con la afectación (daño) producida
como consecuencia de la conducta criminal. Debe existir una correlación lógica-jurídica entre la
parte expositiva y la parte considerativa.

PARTE RESOLUTIVA

En aquella se plasmará la decisión final: absolución o condena de cada uno de los acusados
en relación con cada uno de los delitos objeto de acusación fiscal. Es la cristalización de la
decisión jurisdiccional que da fin al objeto del proceso penal. La formación interna o producción
de la sentencia recibe el nombre de "génesis lógica de la sentencia". Esta génesis, se articula
como un silogismo, en el que la premisa mayor son las normas jurídico-penales (es decir, los
extremos que se hacen constar en los fundamentos de Derecho), la premisa menor son los
hechos que, alegados por las partes, se estiman probados (es decir, los extremos que constan
en el apartado de los hechos probados), y en el que la conclusión es el fallo o parte dispositiva
de la sentencia. Se habla así de un “juicio histórico" para referirse a la premisa menor o
hechos, y de un "juicio jurídico" para la premisa mayor o fundamentos de Derecho.

Sin embargo, no puede ser un silogismo puro, porque eso significaría desconocer los hechos
humanos y sociales; así como la culpabilidad que no es un concepto que pueda medirse de
forma matemática, pues requiere de una valoración racional, bajo el tamiz de que se trata de
una persona y no de un objeto, cuya medición entonces importa entrañar en aspectos
metajurídicos.

La sentencia será firmada por los tres miembros de la Sala Penal. Si hay votos singulares, se
dejará constancia a continuación. Como corolario de la audiencia o dígase del juicio oral, la
sentencia deberá ser leída con la concurrencia obligatoria de los sujetos procesales, luego de
su lectura el Director de Debates preguntará primero al acusado y posteriormente al agente
fiscal, si desean o no interponer el recurso impugnativo de Nulidad, la respuesta que diera lugar
se hará constar en el acta respectiva, ambos sujetos tienen la facultad de reservarse el
derecho, para luego tomar una decisión final en el plazo previsto por la Ley.

Es una garantía de una correcta administración de justicia la debida motivación de la sentencia,


más aún tratándose de una resolución judicial que puede significar la privación de un bien
jurídico de altísima trascendencia valorativa, como lo es la libertad personal. La Constitución
Política del Estado en su artículo 139, inc. 5, consagra la motivación escrita de las resoluciones
judiciales en todas las instancias, con mención expresa de la ley aplicable y de los
fundamentos de hecho que se sustentan, esta es la única vía para garantizar que los
justiciables puedan hacer uso correcto del derecho de defensa y de impugnación que les asiste
por ley constitucional. La ausencia de motivación de la sentencia puede acarrear posteriores
nulidades, tal como lo expone la ejecutoria siguiente, Exp. N.0319-89: "Se declara nula la
sentencia, pues los fundamentos o motivaciones no traducen lo acontecido en la secuela del
proceso".

LECTURA DE LA SENTENCIA

El juez penal, unipersonal o colegiado, según el caso, se constituirá nuevamente en la sala de


audiencias, después de ser convocadas verbalmente las partes, y la sentencia será leída ante
quienes comparezcan. Cuando por la complejidad del asunto o lo avanzado de la hora sea
necesario diferir la redacción de la sentencia, en esa oportunidad se leerá tan solo su parte
dispositiva y uno de los jueces relatará sintéticamente al público los fundamentos que
motivaron la decisión, anunciará el día y la hora para la lectura integral, la que se llevará a cabo
en el plazo máximo de los ocho días posteriores al pronunciamiento de la parte dispositiva ante
quienes comparezcan. La sentencia quedará notificada con su lectura integral en audiencia
pública. Las partes inmediatamente recibirán copia de ella.

CORRELACIÓN ENTRE ACUSACIÓN Y SENTENCIA

La sentencia no podrá tener por acreditados hechos u otras circunstancias que los descritos en
la acusación y, en su caso, en la acusación ampliatoria, salvo cuando favorezcan al imputado.
En la condena, no se podrá modificar la calificación jurídica del hecho objeto de la acusación o
su ampliatoria, salvo que el juez penal haya dado cumplimiento al numeral 1 del artículo 374. El
juez penal no podrá aplicar pena más grave que la requerida por el fiscal, salvo que se solicite
una por debajo del mínimo legal sin causa justificada de atenuación.

La vigencia del sistema acusatorio exige una determinada correlación, subjetiva y


objetiva, entre la acusación y la parte penal dispositiva de la sentencia, cuya finalidad
esencial consiste en posibilitar el ejercicio del derecho de defensa:

SUBJETIVA

El proceso penal acusatorio, a diferencia del inquisitivo, es un proceso de partes en el que el


acusado no puede ser considerado como objeto, sino como sujeto, por lo que le asiste con toda
su plenitud el derecho de defensa. Y para el logro de dicho objetivo, se hace obligado
consagrar de algún modo la regla, conforme a la cual nadie puede ser condenado sin haber
sido previamente acusado. ello se relaciona con que todos tienen derecho a ser informados de
la acusación formulada contra ellos, para luego añadirle que todo acusado tiene derecho a
disponer del tiempo y de las facilidades necesarias para la preparación de su defensa.

De la lectura de los referidos preceptos fundamentales claramente se infiere que no es


suficiente la determinación del acusado en los escritos de acusación para entender cumplida
dicha garantía, sino que se hace necesario informarle de la acusación con un tiempo suficiente
para preparar su defensa; para lo cual, el ordenamiento habrá de establecer las cautelas
suficientes a fin de que nadie se siente en el banquillo de una manera sorpresiva o, dicho en
otras palabras, se hace conveniente que el sujeto pasivo del proceso penal, con anterioridad a
la adquisición del estatus de acusado en el juicio oral, asuma, dentro de la instrucción, la de
imputado, pues nadie puede ser acusado sin haber sido con anterioridad judicialmente
declarado imputado.

OBJETIVA

El derecho del acusado a conocer la acusación formulada contra él reclama también, no solo
su determinación, sino también la información del hecho punible, cuya comisión se le atribuye,
a fin de que pueda exculparse de él, articulando la correspondiente actividad probatoria,
ejercitando, en definitiva, su derecho de defensa. Por esa razón, la referida norma fundamental,
vulneraría este derecho, si el tribunal pudiera extender su actividad cognoscitiva y decisora a
otros hechos distintos a los narrados en los escritos de acusación o a calificaciones distintas,
con respecto a los cuales no pudo el abogado articular su defensa.

El principio acusatorio garantiza, en definitiva, en todas las instancias, incluida la casación que,
en todo proceso penal el acusado pueda conocer la pretensión punitiva que se articula contra
él para que pueda defenderse de forma contradictoria, así como que el órgano judicial se
pronuncie precisamente sobre los términos del debate conforme han sido formuladas
definitivamente las pretensiones de la acusación y la defensa, sin que el juez pueda intervenir
sucesivamente como acusador y como juzgador.

La correlación o principio de congruencia exige identidad, en sus elementos esenciales, entre


el hecho objeto de la acusación y el acreditado después del debate. Las modalidades
accesorias al hecho cuya comprobación en el juicio no lo modifican de manera significativa no
violan el principio de congruencia en la medida que el imputado no haya visto disminuidas o
cercenadas sus posibilidades defensivas.

CLASES DE SENTENCIA

SENTENCIA ABSOLUTORIA

La sentencia absolutoria es aquella decisión judicial que resuelve absolver al acusado de los
cargos formulados por la fiscalía, pues no se ha podido acreditar de forma firme y fehaciente
que el acusado es responsable penalmente del delito atribuido o, en su defecto, el hecho
imputado no es constitutivo de un tipo penal. Así, la siguiente ejecutoria, Exp. N.° 775-87-La
Libertad expresa que: "Al no haberse probado que fuera el procesado, el autor de la nota
periodística, no que las hubiese mandado a publicar por interpósita persona, resulta que no se
dan los presupuestos de tipicidad que caracterizan a este tipo de infracciones legales". Aquella
resolución puede derivarse del silogismo acreditado, de que las pruebas de descargo han sido
lo suficiente convincentes e idóneas para refutar la acusación fiscal, por lo tanto, se ha
demostrado con suficiencia la inocencia del acusado, contrario sensu, las pruebas actuadas en
el juzgamiento no han podido acreditar su culpabilidad.

Por tanto, si las pruebas de cargo producidas y actuadas en el juzgamiento, no son suficientes
en su conjunto para enervar o destruir el principio de presunción de inocencia o aquellas no
ofrecen un alto grado de certeza y convicción a los miembros del Tribunal sobre la punibilidad y
la responsabilidad del acusado (in dubio pro reo) se deberá proceder a absolverlos de los
cargos fiscales imputados en su contra. La garantía de un Proceso Penal sujeto a los principios
del Estado de Derecho implica a veces sacrificios, y aquellos a veces significarán absolver al
acusado por falta o insuficiencia de pruebas de cargo. En tal sentido, se pronuncia la siguiente
ejecutoria suprema, R. N. N. 404-99-Lima: "Es evidente que no se ha desvirtuado la presunción
de inocencia que favorece al acusado, la que por ser un derecho fundamental vincula a los
poderes públicos y exige, para ser desvirtuada, una mínima actividad probatoria, por lo que
amerita absolver de la acusación fiscal en aplicación del principio universal del in dubio pro
reo".

Si el acusado al momento de expedirse la sentencia absolutoria se encontraba purgando


carcelería preventiva, deberá ordenarse en la misma sentencia, en la parte resolutiva, la
excarcelación inmediata del mismo, bajo responsabilidad. De no cumplirse la orden, dicha
detención se convertirá en una medida arbitraria e ilegal, al afectar de forma injusta su derecho
a ser excarcelado, procediendo en este extremo el absuelto a interponer la acción de garantía
correspondiente. Asimismo, en el caso de las medidas cautelares de naturaleza real, que se
adoptaron a fin de asegurar el pago de la reparación civil, dichos gravámenes deben ser
levantados de forma inmediata; del mismo modo, en el caso del tercero civil responsable.

Cabiendo precisar que el hecho de que se haya determinado la ausencia de responsabilidad


penal del acusado, no quiere decir de todos modos que tampoco exista responsabilidad civil,
pues los criterios de imputación de ambas esferas del derecho, importan la aplicación de
variables distintas. No siempre debe aplicarse la teoría de unidad del ordenamiento jurídico. En
el caso del nuevo CPP, una sentencia absolutoria o un auto de sobreseimiento que ponga fin al
proceso, no impide al juzgador pronunciarse sobre la condena civil.
LA SENTENCIA ABSOLUTORIA CONTENDRÁ LOS SIGUIENTES ELEMENTOS:

• La exposición factual del hecho imputado como delictivo, la declaración de que este no
se ha realizado, de que las pruebas debidamente compulsadas han demostrado la
inocencia del acusado, o en su defecto de que ellas no han sido lo suficientemente
convincentes para determinar su culpabilidad.

• Se dispondrá la anulación de los antecedentes policiales y judiciales del procesado, por


los hechos materia de juzgamiento. Puede darse el caso que el acusado absuelto esté
requisitoriado por otros delitos o que este siendo objeto de procesamiento por otros
hechos ajenos a la acusación fiscal.

• Ejecutoriada la sentencia, se remitirá copia de la misma a la Dirección General de la


Policía de Investigaciones del Perú y a la Dirección General de Establecimientos
Penales del Ministerio del Interior, para el cumplimiento de la ordenada anulación de
antecedentes.

SENTENCIA CONDENATORIA

La sentencia condenatoria es aquella en la cual se materializa el derecho sancionador del


Estado (ius puniendi), importa en otras palabras la concretización de una pena, sobre el
acusado, que fue declarado judicialmente culpable, habiéndose demostrado en la actuación
probatoria, su responsabilidad como autor y/o partícipe de la comisión de un injusto penal. El
juicio de atribución (imputación) delictiva, debe estar rígidamente sostenida en un acervo
probatorio de cargo, capaz de haber destruido el principio de presunción de inocencia. Para
condenar, entonces, se necesita que los medios probatorios actuados en el juzgamiento,
alcancen un alto grado de certeza y de convicción sobre el objeto del proceso, materia de
prueba.

Así, tomando en cuenta la siguiente ejecutoria, signada con el Exp. N.° 4911-99-Cuzco, la cual
refiere: “Certeza: Para dictar una sentencia condenatoria es preciso que el juzgador haya
llegado a la certeza respecto de la responsabilidad penal del encausado, lo cual solo puede ser
generada por una actuación probatoria suficiente que permita generar en él tal convicción de
culpabilidad, sin lo cual no es posible revertir la inicial condición de inocente que tiene todo
procesado”.

LA SENTENCIA CONDENATORIA CONTENDRÁ, POR TANTO:

• La designación precisa del imputado culpable.


• La exposición del hecho delictuoso.
• La apreciación de las declaraciones de los testigos o de las otras pruebas en que se funda la
culpabilidad.
• Las circunstancias del delito, y la pena principal que deba sufrir el reo.
• La fecha en que esta comienza a contarse descontándose el tiempo desde el cual el
condenado se encuentra sufriendo carcelería.
• El día de su vencimiento.
• El lugar donde debe cumplirse y las penas accesorias: pena de multa, inhabilitación en el
caso de funcionarios públicos y/o ante la infracción de ciertos deberes funcionales.
• En el caso de que el condenado, fuese sometido al proceso penal, bajo un régimen de
libertad (comparecencia), si la sentencia impone una pena efectiva de libertad, se dispondrá
su ingreso a prisión, a pesar de haber presentado recurso de nulidad, a menos que el Tribunal
considere, que su presencia está asegurada ante la instancia superior.
• En el caso de inimputables absolutos y/o relativos, se impondrá una medida de seguridad
(ambulatoria o de internamiento), como sustituto de la pena privativa de libertad,
designándose para tal efecto el nosocomio o centro hospitalario correspondiente. La medida
de seguridad no podrá sobrepasar el quantum de pena correspondiente a la infracción
normativa configurada por el agente (principio de proporcionalidad).
• Se deberá fijar la Reparación Civil expresada en un monto dinerario determinado, las
personas que deben percibirla (parte civil) así como los obligados a satisfacerla, es decir, al
ser varios los condenados, el Civil se efectivizará de forma proporcional y solidaria, de ser el
caso deberá pago de la Reparación consignarse también al tercero civil responsable como
obligado a satisfacer el pago de dicho concepto, siempre y cuando haya sido incorporado
formalmente al proceso. Para tal efecto, deberán citarse los artículos del CP pertinentes (92-
101). La ejecución de la sentencia en términos indemnizatorios, deberá seguir el
procedimiento respectivo, de haberse trabado medidas cautelares reales de naturaleza
precautoria.
• Si se tratase de pena efectiva de privación de libertad, el establecimiento penitenciario
designado será competencia del Instituto Nacional Penitenciario.

El cumplimiento efectivo de la condena despliega un efecto jurídico muy importante (post


presidium), tal como lo prescribe el artículo 69 del CP. Quien ha cumplido la pena o la medida
de seguridad que le fue impuesta, o que de otro modo ha extinguido su responsabilidad
(amnistía, indulto, prescripción de la pena), queda rehabilitado sin más trámite. La
rehabilitación produce los siguientes efectos:

1. Restituye a la persona en los derechos suspendidos o restringidos por la sentencia. No


produce el efecto de reponer en los cargos, comisiones o empleos de los que se le privó.

2. La cancelación de los antecedentes penales, judiciales y policiales. Los certificados


correspondientes no deben expresar la pena rehabilitada ni la rehabilitación. Esta prescripción
se concatena con los fines de prevención especial de la pena; la rehabilitación y recuperación
social del penado en la sociedad, significa allanar el camino de obstáculos para que el sujeto
in- fractor, esté en condiciones óptimas de desarrollar su vida comunitaria sin rotulaciones y
etiquetamientos. Se supone que él ha sufragado con creces su deuda con la sociedad, en tal
sentido tiene el derecho de retornar a la estructura social, de la que fue expulsado como
consecuencia de su conducta criminal.

LA APELACIÓN

El recurso de apelación viene a ser el medio impugnatorio por excelencia, debido a la


amplia libertad de acceso a éste. Y ello porque frente al posible error judicial por parte del
Juez Ad Quo en la emisión de sus resoluciones, surge la apelación con el propósito de
remediar dicho error, llevado a cabo ante el Juez Ad Quem, quien va a poder realizar un
análisis fáctico y jurídico sobre la resolución impugnada.

El derecho al recurso, y en este caso, la apelación, debe estar orientado, a proteger los
derechos humanos del individuo y entre ellos el derecho a no ser condenado si no se
establece suficientemente la realización del hecho punible y la responsabilidad penal del
sujeto, y no sólo de cuidar, en determinados extremos, la pulcritud del proceso o de la
sentencia.

Por lo tanto, ese recurso presentado ante juez o tribunal superior, que sería superior en
grado, dentro del orden competencial de los tribunales, debe ser uno que efectivamente
permita al superior entrar en el fondo de la controversia, examinar los hechos aducidos, las
defensas propuestas, las pruebas recibidas, la valoración de éstas, las normas invocadas y
la aplicación de ella.

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