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LA IMPORTANCIA DE CERRAR CICLOS

¿Qué es un ciclo?: Es el compilado de momentos vividos, impregnados de sentimientos,


agradables o no, a los cuales nos apegamos.

Ponerle fin a una etapa y ‘cerrar el ciclo’ es un proceso largo y, a veces, doloroso pero
necesario; no cerrarlo es seguir atada al pasado. A veces, nos apegamos tanto al pasado
que vamos por la vida sin cerrar ciclos, eso sólo trunca nuestro presente y nos quita la
oportunidad de vivir nuevas y mejores cosas.

Cerrar un ciclo no se trata de olvidar todo, sino de evolucionar, perdonar, aceptar y seguir
adelante. Cuando ponemos fin a una etapa, podemos recordar con cariño y sin dolor;
podemos agradecer por lo que vivimos y ya no tener la necesidad de seguir ahí;
entendemos la pérdida como una lección que nos está ayudando a crecer y a madurar;
sabemos que haber terminado esa etapa no fue un fracaso que nos hizo débiles, sino una
experiencia que nos fortaleció.

¿Por qué no podemos cerrar ciclos?: El problema es que nuestra mente se queda
atrapada en momentos pasados que conforman ciclos a los que ya no deberíamos
pertenecer frenando nuestro propio avance y truncando el presente. A todo esto se le llama
apego, que es el vínculo afectivo que nos ata a cosas o personas, en muchas ocasiones
sin sentido alguno.

¿Cuándo logramos cerrar un ciclo?: No se trata de olvidar, sino de descubrir la evolución


dentro de uno mismo para poder seguir avanzando a pesar de la pérdida sufrida. Cuando
esto ocurre comenzamos a recordar con cariño, pero no con necesidad, podemos
agradecer por lo que fue y no sufrir por lo que ya no es, logramos asimilar la pérdida como
una experiencia para crecer y aprender, no como una caída que nos volvió más débiles.

¿Cuándo confundimos cerrar un ciclo con evadirlo?: Al comenzar a pensar en la


persona o situación perdida como algo ajeno a nosotros, algo que ya no es parte de este
mundo o que ya no existirá nunca más, se trata de una evasión, a través de la cual no
podremos avanzar ni ser, sólo nos hará creer que al pensar que aquello murió y que hoy
somos nuevas personas sin necesidad de llorar o reflexionar, estaremos bien otra vez,
cuando no es así.

Para la psicología, aunque se trate de un estudio científico del comportamiento


humano, también es importante el efecto que otro tipo de influencias tienen sobre la mente,
por ejemplo, los rituales, técnicas, procedimientos o creencias sobre los ciclos y su cierre.
Es por eso que en ocasiones, una serie de pasos que implican recordar y sufrir, ayudan
mucho a perdonar, desapegarse y sanar; la mente es muy poderosa y si uno piensa en
sanidad, obtendrá sanidad.

¿Cómo hago para cerrar ciclos? – 6 formas de cerrar ciclos


1. Recuerda: Sigmund Freud decía: “recordar es la mejor forma de olvidar.” Aunque
parezca una idea descabellada, hay que recordar todo lo que hemos vivido. Aunque no
todo haya sido malo, recordar los aspectos negativos nos permite mantenernos firmes
y no volver a caer en el pasado. Si todo el tiempo nos dedicamos a tratar de olvidar lo
que paso, la ansiedad se apoderará de nosotros y junto con ella llegará el dolor y el
sufrimiento. Recordar puede doler, pero sólo será al principio, poco a poco irás soltando
y el dolor comenzará a desaparecer.

2. Perdónate: Antes de perdonar a cualquier persona, perdónate a ti misma. Dicen que


no hay peor enemigo que nosotros mismos. Nuestra mente suele jugar en nuestra
contra en situaciones difíciles. La mayoría de nosotros somos expertos en
autosabotearnos, nos culpamos por cosas que no nos corresponden y nos castigamos
de manera muy injusta. Debes aprender a ser empática contigo misma así como con
los demás. Perdónate por las cosas que hiciste mal y deja ir todas aquellas culpas de
cosas que no te corresponden.

3. Perdona: Perdonar puede ser difícil, sobretodo cuando no recibes una disculpa de la
que te lastimó. Para perdonar no necesitas que la otra persona se arrepienta y llegue a
ti para ofrecerte un perdón; perdonar es una cuestión personal. Perdonar te libera a ti,
no lo hagas pensando que le haces un bien a la otra persona, hazlo por ti y por tu
bienestar emocional.Trata de comprender a la persona que te lastimó y perdónala por
haberlo hecho, suelta todo rencor que sientes hacia ella. No es un proceso fácil, tal vez
te costará mucho trabajo, pero entiende que el primer paso para cerrar un ciclo es
perdonar y dejar atrás todo sentimiento que te ata a esa persona.

4. Ríndete: No quiere decir que te rindas ante la vida y vivas en el hoyo, nos referimos a
que te rindas ante esa situación. No trates de entender por qué las cosas pasaron de
cierta manera o pensando cómo sería si las cosas hubieran sucedido de otro modo. No
busques explicaciones que no existen, ni pierdas tu tiempo cuestionándote cosas sin
respuesta.A veces las cosas suceden de una manera porque así era lo mejor. No tiene
lógica y tal vez no sea justo, así que sólo te queda aprender de la situación, soltar y
seguir tu camino. Aferrarte a entender las cosas sólo te desgastará. Déjalo ir y sigue tu
camino.

5. Acepta: Hay cosas que no podemos controlar y mucho menos cambiar, intentarlo sólo
crea frustración. Aceptar que las cosas sucedieron así y no hay vuelta atrás es muy
importante para cerrar el ciclo. Deja de pensar en las diferentes posibilidades, sobre
cómo pudieron haber ocurrido las cosas, pasaron así y punto, acéptalo.

6. Vívelo: Para cerrar un ciclo por completo, primero debes vivir cada etapa. Cuando una
relación termina o sufrimos alguna pérdida, debemos pasar por una etapa que se
conoce como ‘duelo’. El duelo involucra varias fases: negación, ira, negociación,
depresión, aceptación; estas fases no tienen un orden específico, ni un tiempo
determinado de duración, cada persona lo vive a su manera. Date la oportunidad de
vivir cada etapa de tu duelo al máximo, deja que tus emociones fluyan, no las detengas.
Vacíate y acepta que estás en una situación de duelo. Recuerda que a veces se gana
más cuando se pierde. Al terminar tu duelo, verás que cerrar el ciclo era mucho más
sencillo de lo que pensabas.

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