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El documento describe los esfuerzos de la Dirección de Patrimonio Arqueológico de Yucatán (DPANM) para regular los cambios de uso de suelo y proteger vestigios arqueológicos en la zona urbana de Mérida. Esto incluye establecer zonificación arqueológica, realizar estudios de impacto, y rehabilitar sitios como Xoclán para convertirlos en parques. La DPANM también supervisa obras urbanas para preservar sitios como T'Hó en el centro histórico. Ha
El documento describe los esfuerzos de la Dirección de Patrimonio Arqueológico de Yucatán (DPANM) para regular los cambios de uso de suelo y proteger vestigios arqueológicos en la zona urbana de Mérida. Esto incluye establecer zonificación arqueológica, realizar estudios de impacto, y rehabilitar sitios como Xoclán para convertirlos en parques. La DPANM también supervisa obras urbanas para preservar sitios como T'Hó en el centro histórico. Ha
El documento describe los esfuerzos de la Dirección de Patrimonio Arqueológico de Yucatán (DPANM) para regular los cambios de uso de suelo y proteger vestigios arqueológicos en la zona urbana de Mérida. Esto incluye establecer zonificación arqueológica, realizar estudios de impacto, y rehabilitar sitios como Xoclán para convertirlos en parques. La DPANM también supervisa obras urbanas para preservar sitios como T'Hó en el centro histórico. Ha
Caso: Gestión de Patrimonio Arqueológico en Zona Urbana
G.P.A. Mérida Se enfoca en un ejercer un control con la finalidad de regular los cambios de uso del suelo en áreas con vestigios prehispánicos, además de establecer la zonificación arqueológica del municipio. “Antes de la fundación del DPANM el Ayuntamiento de Mérida otorgaba los permisos de uso del suelo sin considerar el factor de la presencia de tales vestigios y, desde luego, sin llevar a cabo estudios de impacto.” (Calasanz, 2013). Por ejemplo, el sitio arqueológico de Xoclán que desde 1998 cuenta con mantenimiento mínimo constante, “permitió cierto control y vigilancia en las áreas más críticas que rodean a los dos conjuntos arqueológicos principales, y se gestionaron diversos proyectos que presentaremos a continuación.” (Calasanz, 2013). En el año 2004 “DPANM gestionó recursos del programa federal Hábitat de la SEDESOL para una primera fase de rehabilitación de Xoclán como futuro parque arqueo-ecológico” (Calasanz, 2013), el cual contó con una limpieza, delimitación del conjunto norte, establecimiento de redes peatonales-ecológicos de dos metros de ancho; además de agregaron una cilcopista, un muro perimétrico, estacionamiento, pozos, miradores, baños públicos, zona de juegos infantiles, iluminación para los senderos, acceso de riego para áreas reforestadas. “el financiamiento no permitió llevar a cabo su realización en esa etapa, colocar del lado interior del sendero que circunda la zona de protección arqueológica (ZPA) una herreria de acero de diseño orgánico que tendría cuatro portones de entrada al conjunto arqueológico desde las cuatro plazoletas del sendero perimetral.” (Calasanz, 2013). La finalidad de este muro perimétrico era controlar el ingreso y las actividades dentro de la parte central del sitio arqueológico, para poder ser restaurado con mayor facilidad, rapidez y eficacia, así podría ser abierto a los visitantes. Otro ejemplo dentro del estado de Mérida realizó programas de seguimiento a las obras urbanas para cuidar y preservar mediante prospección geofísica el Centro Histórico de Mérida del DPANM, las consecuencias positivas fueron que el sitio arqueológico de THó ubicado en el centro histórico, fuera mencionado en los documentos históricos como parte de la cultura Maya. Gabriela Prieto Arista
“La construcción de "cerros" en T'Hó del tamaño que se describen en los
documentos históricos denota la presencia de un control político que permitió gran concentración de mano de obra y abundante producción de materiales constructivos. Este tipo de estructuras arquitectónicas de gran volumen se dieron en los sitios mayas del Preclásico Tardio (300 a.C.- 300 d.C.) y Clásico Temprano (300-550 d.C.). La mayor cantidad de cerámica recuperada en el subsuelo del Centro Histórico de Mérida nos refiere precisamente a estos periodos, por lo que podemos afirmar que THó gozó de una preeminencia política en la región noroeste peninsular durante esos tiempos” (Calasanz, 2013) Como dato interesante tenemos que mediante DPANM se creó la primera aproximación “al ordenamiento territorial del patrimonio arqueológico del municipio de Mérida” (Calasanz, 2013) por lo que se pudo gestionar su protección, estudio e integración al momento de ser incorporado al programa de Desarrollo Urbano 2003; así mismo la ya mencionada entidad, está avocada a una constante actualización en la base de datos arqueológicos de Yucatán, dentro del municipio de Mérida. La dirección de Desarrollo Urbano del Municipio es la encargada de normar el crecimiento urbano de la ciudad, además de ser la encargada de tramitar los permisos del uso del suelo y construcción. Por su parte DPANM propuso en 2003 normas para el uso del suelo, con la principal finalidad de proteger el patrimonio arqueológico y ecológico de Mérida. Finalmente se entienden todas estas gestiones como políticas y acciones en función de la protección del patrimonio arqueológico, sustentadas desde el área municipal y en conjunto con la norma Gabriela Prieto Arista
federal de prevenir afectaciones, a su vez favorecer a la integración urbana en
colaboración del INAH. “En el DPANM se han establecido procedimientos y se han elaborado programas para darle eficiencia y agilidad a los procedimientos, en las solicitudes de factibilidad o permiso de uso del suelo. La información disponible, adquirida a partir de los programas de ordenamiento arqueo-territorial, y los diagnósticos particulares cuando resultan pertinentes, permiten condicionar el permiso de uso del suelo de los terrenos en los que se encuentran vestigios” (Calasanz, 2013). Es mediante el mismo organismo, se mandó una solicitud de propietarios y constructoras para solicitar propuestas con medidas enfocadas a destinar “espacios arqueológicos del terreno a las áreas de donación en su proyecto de urbanización, como parques públicos y zonas de protección arqueológica, o incluso como reserva arqueológica de investigación futura” (Calasanz, 2013) de las cuales 130 H. con esas características han sido otorgadas entre el 2003 al 2013.
ALONSO OLVERA, Alejandra y Patricia MEEHAN HERMANSON. Hacia Una Conservación Arqueológica Social El Proyecto de Conservación de La Zona Arqueológica de Ek'Balam, Yucatán