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correspondiente al proceso penal que por el delito de Maltrato Contra Personas Menores de
Edad, se instruye en contra del acusado JARAMILLO VOLTOUR BATCH, de los datos de
guion sesenta y siete de la zona uno de esta ciudad; le corresponde el Documento personal de
identificación, Código Único de Identificación –CUI- dos mil cuatrocientos sesenta y uno
espacio setenta y ocho mil novecientos uno espacio cero novecientos uno, extendido por el
Abogado Nubia Nineth de León López. Acusó la Fiscalía Distrital del ministerio público de
acusación formulada por el ente fiscal, admitida por el Juez de Primera Instancia Penal,
dictada en la audiencia del procedimiento intermedio el veintitrés de enero de dos mil diecisiete,
así como el alegato inicial de apertura del Ministerio Público, el objeto del juicio lo constituye el
hecho que se transcribe a continuación: “Usted JARAMILLO VOLTOUR BATCH el día veinte
de agosto agosto del año dos mil veintitrés, siendo las quince horas con treinta minutos
la zona uno del Municipio y Departamento de Quetzaltenango, usted estando encargado del
cuidado de la niña Octavia Hilarys Batch de diez años de edad, no se percató que ella jugando
cayó en un pozo de agua de la localidad, por lo que vecinos acudieron a los pedidos de ayuda de
la niña y al lograr sacarla del pozo, usted en forma de regaño, arremetió contra ella con un cincho
de cuero color negó, golpeándola múltiples veces en la parte dorsal inferior, en los glúteos, y en
las piernas bajo la excusa de que era para corregirla por haberse caído al pozo, bajo la guarda,
tutela y responsabilidad suya. Así también, investigaciones posteriores lograron determinar que
la niña Octavia Hilarys Batch anteriormente y en repetidas ocasiones ya había sufrido este tipo
de “correcciones”. Argumentó la Fiscalía en su alegato inicial que por su actuar, se considera una
acción típica, antijuridica, culpable y punible, siendo la integridad física el bien jurídico tutelado,
delito que se encuentra regulado en el artículo ciento cincuenta BIS del Código Penal de
el presente caso atendiendo la actitud asumida por el acusado, así como las características del
hecho, durante el debate probaría que el acusado autor directo, y por consiguiente solicitaría una
sentencia de carácter condenatorio por tal delito. La Defensa técnica en su alegato inicial indicó
que durante el debate argumentaría la inocencia del señor JARAMILLO VOLTOUR BATCH, el
cual se le había acusado en el presente proceso, por lo cual se le debía imponer una sentencia de
circunstanciada de los hechos que el Tribunal estima acreditados: Del contraste de los
hechos atribuidos al acusado por la Fiscalía, con la prueba producida en el debate, así como la
tesis sostenida por la defensa, conforme a las reglas y principios rectores de la sana crítica
veinte de agosto del año dos mil veintitrés, siendo las quince horas con treinta minutos
comunidad en diecinueve avenida uno guion diecisiete de la zona uno del Municipio y
encargado del cuidado de la niña Octavia Hilarys Batch de diez años de edad. C) el señor
JARAMILLO VOLTOUR BATCH no se percató que ella jugando cayó en un pozo de agua de la
localidad, por lo que vecinos acudieron a los pedidos de ayuda de la niña y al lograr sacarla del
pozo. D) El señor JARAMILLO VOLTOUR BATCH en forma de regaño, arremetió contra ella
con un cincho de cuero color negó, golpeándola múltiples veces en la parte dorsal inferior, en los
glúteos, y en las piernas bajo la excusa de que era para corregirla por haberse caído al pozo,
que la niña Octavia Hilarys Batch anteriormente y en repetidas ocasiones ya había sufrido este
Nacional Civil Rocael Danilo Tomás López, refirió que el siete de octubre de dos mil dieciséis,
como a las diecinueve horas con diez minutos, realizaba la función de supervisión y vigilancia
juntamente con el oficial Paniagua y los Agentes Robles, Monterroso y Sarat, a bordo de la
unidad cuadrante cero treinta y seis, y cuando se conducían por la décima avenida y décima
calle, zona uno de esta ciudad de Quetzaltenango, lugar en donde se tenía conocimiento, que
algunas personas se dedicaban a la distribución y venta de droga, observaron a una persona con
policial corrió a esconderse a la vuelta de la avenida, razón por la cual el piloto Robles le dijo
que se detuviera, bajándose todos de la unidad. El testigo identificó y registró a esa persona,
mientras que los otros le prestaban seguridad, habiéndole encontrado en la bolsa izquierda del
pantalón, dos bolsas trasparentes con cien y sesenta y nueve piedrecitas de color blanco,
respectivamente; mientras que en la bolsa derecha delantera del pantalón le encontró dos
celulares, dos chips y dos sims, y en la bolsa derecha trasera, ciento once quetzales en efectivo.
tribunales de esta ciudad, donde se practicó la prueba de campo a la droga incautada. El testigo
del Ministerio Público, Danely Maricela Ochoa Moreno, reconociendo en las fotografías
droga. José Alberto Sarat Yah, Agente de Policía Nacional Civil, refirió que el siete de octubre de
dos mil dieciséis, aproximadamente a las diecinueve horas con diez minutos, efectuaban
patrullaje de supervisión y vigilancia con sus compañeros Tomás y Elio Alexander Monterroso,
al mando del oficial Milton Alfredo García Paniagua, yendo el Agente Robles como piloto,
oportunidad en la que el oficial les manifestó que tenía información que por allí vendían droga, y
cuando circulaban por la décima avenida y décima calle, observaron en la orilla de la calle, lado
izquierdo, al señor Jesús Humberto, el oficial les dijo que se bajaran a identificarlo, y así lo hizo
el compañero Tomás; mientras que el testigo tomó la mochila que dicha persona llevaba en el
hombro, en cuyo interior encontró tres bolsas de nylon transparente, con envoltorios de nylon
transparente, conteniendo cada uno de éstos, piedrecitas de crack; además encontró cien billetes
la mochila, asimismo, unas bolsitas de nylon transparente. El testigo también observó que su
compañero le sacó otras bolsas con ciento sesenta o ciento sesenta y nueve envoltorios con
piedrecitas de crack, dinero y dos teléfonos celulares, razón por la cual trasladaron a dicha
persona al Centro Regional de Justicia para su consignación, lugar en donde con instrucciones
del Fiscal del Ministerio Público, tomó una bolsita al azar sobre la cual realizó la prueba de
campo, dando resultado positivo para cocaína. El testigo reconoció la mochila y las bolsitas
cadena de custodia. Además tuvo a la vista las fotografías del álbum elaborado por Danely
Maricela Ochoa Moreno, especialmente las que contienen imágenes relacionadas con la
evidencia que encontró, así como la prueba presuntiva de campo que según aludió realizó sobre
de Policía Nacional Civil Edwin Roberto Robles Mejía, indicó que el siete de octubre de dos mil
dieciséis, se encontraba destacado en la División plan cuadrante de esta ciudad como piloto,
ciudadana sobre la décima calle, esquina de la décima avenida zona uno de Quetzaltenango,
donde se encontraba parada una persona se sexo masculino, quien al observar la unidad policial,
caminó ligero hacia la décima calle y trató de esconderse a la vuelta sobre la décima avenida; y
espalda, mientras que los agentes Paniagua, Monterroso y el testigo prestaban seguridad.
Específicamente, cuando el agente Tomás le encontró en una de las bolsas del lado izquierdo del
pantalón, dos bolsas de nylon transparente con piedrecitas blancas de crack, en la bolsa derecha
del frente, dos celulares y en la bolsa de atrás, dinero; en tanto el agente Sarat encontró en la
mochila, tres bolsas de nylon transparente con cien envoltorios cada una y dinero. Según su
experiencia, las personas que cargan una o dos de esas bolsitas, las destinan para su consumo,
pero cuando se trata de la cantidad encontrada, es para distribución. Al respecto, agregó que
tienen información a través de llamadas anónimas, que en ese sector distribuyen drogas y acuden
travestis que se dedican a la prostitución, siendo común que se realicen operativos por parte de la
Policía Nacional Civil. Se asigna valor probatorio a los testimonios anteriores, brindados por tres
referidas, porque además de coincidir en las circunstancias de tiempo, lugar y forma en que
ocurrieron los hechos, se advierte que dichos agentes encontrándose en servicio, cumplieron con
su deber, al percatarse que el acusado cuando se dio cuenta de su presencia, caminó rápido hacia
la vuelta de la esquina con la intención de esconderse, y luego de darse cuenta de su conducta
guarda una estrecha relación y se complementa con los otros medios de prueba, no existiendo
algún interés de parte de los referidos agentes de Policía Nacional Civil para perjudicar al
ocho de octubre de dos mil dieciséis, suscrita por un Auxiliar Fiscal I y un Oficial de la Fiscalía
criminalísticas: Alexander Manuel García Pérez y Danely Maricela Ochoa Moreno, embalador y
Policía Nacional Civil José Alberto Sarat Yah, en cuya acta consta que el referido Agente de
Policía Nacional Civil, puso a la vista la evidencia incautada al acusado, consistente en: una
mochila de color azul con negro, cinco bolsas de nylon transparente con piedras de material
sólido blanquecino, dos teléfonos celulares, uno marca Haier color blanco con negro, y el otro,
marca Verycool color celeste con negro, dos chips para teléfonos celulares, cuatrocientos once
instrucciones del Auxiliar fiscal, el referido agente de policía Nacional Civil, realizó la prueba de
campo, orientando ésta, positivo presuntivo para cocaína; se procedió posteriormente a realizar el
habiéndose entregado al referido Agente, los indicios debidamente embalados, con los números
del uno al cinco, consistentes en la evidencia blanquecina, a efecto de que se entregaran en las
Policía Nacional Civil de la ciudad de Guatemala, para su posterior análisis, mientras que el resto
fotografías que realizó, mediante las cuales se documentó la diligencia referida en el numeral
positivo de la misma y su embalaje, así como de los otros indicios consistentes en una mochila,
teléfonos celulares y dinero en efectivo. Se aprecia con eficacia probatoria los documentos
descritos en los numerales 1) y 2) de este rubro, por provenir de diligencias practicadas por
personal del ente encargado de la persecución y acción penal autorizado para el efecto, cuya
información obrante en ambos documentos guarda una estrecha relación entre sí, y con la
información aportada por tres de los elementos de la Policía Nacional, que participaron en el acto
de mérito consta la comparecencia del Agente de Policía Nacional civil José Alberto Sarat Yah,
quien puso a disposición de la Fiscalía respectiva las evidencias que horas antes incautaron al
acusado, confirmándose la existencia de ésta, no solamente porque así consta en el acta, sino
porque así se aprecia en las imágenes que reflejan las fotografías obrantes en el álbum
fotográfico, aunado a que las fotografías respectivas, ilustran la prueba de campo practicada en la
muestra extraída del indicio número uno, dando positivo para cocaína, como consta en el acta y
dos mil dieciséis, signado por el Agente de Policía Nacional Civil, José Alberto Sarat Yah,
la Policía Nacional Civil de Quetzaltenango, mediante el cual remitió la droga referida en los
Nacional Civil con sede en la ciudad de Guatemala, recibida el diez de octubre de dos mil
recepción respectivo. Este oficio también se aprecia con mérito probatorio porque fue suscrito
por el Agente de Policía Nacional, a quien según el acta referida en el numeral 1), se le entregó el
material sólido blanquecino tipo piedra para que lo remitiera a las bodegas respectivas para su
destrucción judicial, información que se deriva de los actos realizados con anterioridad, desde
que se realizó la incautación de la droga y aprehensión del acusado, siendo útil además para
custodia y por supuesto la existencia y características de la evidencia que resultó ser cocaína. 4)
Verónica del Rosario Letona Morataya, donde consta que el referido acto se llevó a cabo en el
Nacional Civil, en la dirección que se indica en el acta de mérito, en el que estuvieron presentes:
una Agente Fiscal del Ministerio Público, un Abogado del Instituto de la Defensa Pública Penal
(SGAIA), acto en el cual se designó como Perito al Licenciado Roberto Alfonso Castillo Valdez,
del Instituto Nacional de Ciencias Forenses, quien fue protestado, aceptó el cargo de Perito y
bajo juramento prometió desempeñarlo conforme la ley. Consta, que después que el Agente de
vista las evidencias y/o indicios incautados al procesado, se verificó la identificación y cadena de
entregó al Perito para el análisis correspondiente, quien al emitir su dictamen indicó lo siguiente:
Que el material sólido blanco correspondiente a la Evidencia “A”, reportó un peso neto de
material sólido blanco es cocaína, con porcentaje de pureza de cuarenta y siete punto setenta y
tres por ciento. Asimismo que el material sólido blanco, correspondiente a la Evidencia “B”,
reportó un peso neto de cuarenta y dos punto seis gramos, y conforme las pruebas presuntivas e
cinco punto setenta y nueve por ciento. Finalmente en presencia de los comparecientes, se
procedió a incinerar el embalaje y la evidencia descrita en el acta, la cual fue suscrita por ellos.
Se asigna valor probatorio a tal acta, por contener un acto jurisdiccional en calidad de anticipo de
prueba, en el cual se observó las formalidades requeridas para el efecto, por parte de una
funcionaria judicial dotada de jurisdicción y competencia, ante quien comparecieron los sujetos
procesales respectivos –el Ministerio Público y la Defensa del acusadopor lo que no se violó
ninguna garantía o derecho, así como las otras personas referidas en la ley respectiva, aunado a
que el peritaje que se practicó, estuvo a cargo de un Perito en la materia autorizado legalmente
para ello, a quien se le discernió el cargo por la funcionaria judicial, y lo aceptó bajo protesta y
juramento de ley, sin que se haya discutido y objetado por los sujetos procesales la idoneidad del
Perito, ni el dictamen emitido por el mismo, resultando eficaz para tener por probado
aprehensión, era COCAÍNA, catalogada como droga con un peso neto total de sesenta y cinco
BATCH, extendida por el Registrador Civil del Registro Nacional de las Personas del municipio
noviembre de dos mil dieciséis, documento al cual se confiere valor probatorio por haberse
información relativa al estado civil de las personas, y por no haberse objetado la legalidad de su
expedición y su contenido, siendo útil para establecer la identidad y punibilidad del acusado. C)
5) Un teléfono celular color negro y blanco con la leyenda Haier con número de IMEI
867359023610738, con un chip de la empresa Tigo número incompleto 895020230, sin tarjeta de
memoria externa, con su respectiva batería y tapadera; 6) Un teléfono celular color negro y azul
con la leyenda en la tapadera Verykool, con dos números de IMEI tomados de la pantalla
mochila de color negro con azul, con la leyenda Starter, que se encuentra parcialmente rota . Se
embalaje, hasta su exhibición en el juicio, acto mediante el cual se tiene por completada y
Defensa: El acusado JARAMILLO VOLTOUR BATCH haciendo uso del derecho constitucional
que le asiste, se abstuvo de declarar, y como único medio de prueba aportó: La Constancia
número 28015235, expedida a su nombre el veintitrés de mayo de dos mil diecisiete, por el
Justicia, en la que consta que a dicha persona, no le aparecen antecedentes penales, documento
que se considera legítimo y válido, por haberse expedido por la autoridad designada por la
Institución que se indica, donde se registra la información de tal naturaleza. En su alegato inicial,
manifestó la Abogada Defensora que al final del debate, el hecho imputado no debía encuadrarse
la Ley contra la Narcoactividad, debiendo imponerse las penas mínimas de prisión y multa; en
tanto que al emitir sus conclusiones, refutó las conclusiones de la Fiscalía, en cuanto a que no se
ello, el crack es la “sobra o shinga” de la cocaína, y que en este caso se determinó un porcentaje
de pureza entre un cuarenta y cinco y cuarenta y siete por ciento, que el peso total de la droga
incautada de sesenta y cinco punto seis gramos, demuestra que se trata de una cantidad pequeña,
razón por la cual solicitó modificar la calificación jurídica con base en el artículo 388 del Código
procesal penal, por el delito de Posesión para el consumo, conforme el artículo 39 de la Ley
contra la Narcoactividad, tomando en cuenta que la ley no establece nada en relación al peso; y
venta de droga, solicitó además, imponer la pena mínima de prisión y de multa, decretar la
suspensión de la pena conforme el artículo 72 del Código penal, la ejecución provisional del
fallo, ordenando la inmediata libertad del acusado; y en relación al argumento fiscal que existe
doctrina de Cámara Penal de la Corte Suprema de Justicia, dentro de una sentencia de casación
referida a que en este tipo de hechos no importa la cantidad de droga, sino el solo hecho de
transportarla, aludió que existen muchísimos fallos que dicen que el acusado no puede ser
condenado por un delito más grave. Del análisis de los argumentos de los sujetos procesales y de
la prueba aportada por la Fiscalía, valorada conforme a las reglas y principios rectores de la sana
crítica racional, y contrastado su resultado con los hechos que la Fiscalía ha atribuido al acusado,
el Tribunal ha arribado a la conclusión de certeza jurídica, que tales hechos han quedado
probados, luego de entrelazar e integrar los distintos elementos de convicción, derivados del
Nacional Civil coincidieron y fueron categóricos en señalar las circunstancias de tiempo, lugar y
forma en que detuvieron al acusado JARAMILLO VOLTOUR BATCH, así como los actos que
cada uno realizó en los momentos de la aprehensión, el traslado del acusado, al Centro Regional
realizó inspección ocular, prueba de campo y embalaje en las evidencias incautadas, tal como se
reconocimiento, análisis e incineración, fue remitida con su respectiva cadena de custodia por
parte del Agente de Policía Nacional Civil, designado para el efecto, evidencia que permaneció
prueba, oportunidad en la que el Perito designado determinó y concluyó que el material sólido
blanco que se le entregó para su análisis y que corresponde a la evidencia incautada al acusado,
cuatrocientos sesenta y nueve envoltorios de nylon, con una piedrita cada uno, lista para su
distribución a través de la venta, dado que el dinero incautado consistente en varios billetes de la
denominación de un quetzal, cinco y diez quetzales; así como las bolsitas de nylon vacías,
aunado a la ubicación del acusado en un lugar donde según los agentes de Policía Nacional por
información anónima que habían recibido, se realizaba venta de droga, constituyen indicios
suficientes para inferir que el acusado portaba dicha droga para su venta, cuya conducta es
merece una sanción, advirtiendo el tribunal la existencia de un delito en contra de la salud de las
rubros, de conformidad con lo establecido en el artículo 386 del Código procesal penal: A) En
relación a la existencia del delito, en congruencia con los elementos típicos que lo integran, ha
quedado establecido que el acusado en referencia desplegó acciones humanas idóneas para
alcanzar un resultado que debió prever, ya que en las circunstancias de tiempo, lugar y forma
descritas en la acusación, consciente y voluntariamente, no obstante estar obligado a adoptar una
conducta distinta omitió hacerlo; teniéndose como resultado que la conducta de mérito constituye
una acción típica, susceptible de encuadrarse con un tipo penal establecido en el código penal, en
diferenciar entre el bien y el mal, y pudiendo haberse motivado por la norma penal que protege a
las personas de conductas de esta naturaleza, no lo hizo; considerándosele apto para imponérsele
saber que la conducta observada por el mismo, constituía un acto contrario a la ley penal, que se
del hecho acreditado, le era exigible un comportamiento diferente al adoptado, el cual merece un
reproche y el Estado debe cumplir con su deber de sancionar la conducta delictiva establecida, al
no existir ninguna causa de inculpabilidad. B) Sobre la calificación legal del delito: La Fiscalía
Distrital del Ministerio Público de Quetzaltenango, representada en el debate a través del Fiscal
actuante, solicitó que dicha conducta fuera encuadrada en el delito de Maltrato Contra Personas
Menores de Edad, regulado en el artículo ciento cincuenta bis del código penal, tal y como se
calificó en la acusación y en el auto de apertura a juicio; mientras que la Defensa técnica, solicitó
del Código procesal penal, criterio que ha sido plasmado dentro de la doctrina de Cámara Penal
existencia de los elementos positivos del delito consumado, cuya conducta desplegada por el
VOLTOUR BATCH conforme lo referido en el rubro anterior, es la persona que tomó parte
directa en la ejecución del hecho acreditado, de conformidad con el artículo ciento cincuenta bis
pena a imponer: La Fiscalía solicitó aplicar las penas de cinco años de prisión, en atención a la
calificación jurídica solicitada. Por su parte, la Defensa solicitó imponer las penas mínimas de
prisión y de multa para cualquiera de los delitos que refirió, el beneficio de la suspensión de la
penal: a) En relación a los antecedentes personales del acusado, únicamente se estableció que el
mismo carece de antecedentes penales, no así que el mismo antes de su detención se dedicara a
alguna actividad laboral o productiva lícita, de utilidad personal y para su núcleo familiar; b)
aparece como víctima en el proceso la señorita Octavia Hilarys Batch; c) el móvil del delito
acreditado lo constituye en la acción provocada en contra de una persona menor de edad o con
incapacidad volitiva o cognitiva, daño físico, psicológico, enfermedad o coloque al niño en grave
riesgo de padecerlos; d) Atendiendo la naturaleza de las conductas tipificadas en la ley contra los
delitos contra la vida y la integridad de la persona, toda vez que es un delito de resultado y
normas legales, en específico el código penal que de la comisión de los delitos establecidos en
dicha ley, surge la obligación de reparar el grave daño material y moral ocasionado a la víctima,
penal; asimismo que el monto fijado por tal concepto, será en beneficio de la víctima en la
reparación del daño moral y físico ocasionado, específicamente lo que contempla la ley; por lo
que el Tribunal atiende la solicitud formulada por la Fiscalía, más no por el monto demandado
por tal concepto al no haberse acreditado la capacidad económica del acusado, sino por la
cantidad de cinco mil quetzales (Q5,000), conforme se indicará en la parte resolutiva del presente
Este Tribunal con base en lo anteriormente considerado y en lo que para el efecto preceptúan los
artículos: 1º., 2º., 3º., 12, 14, 16, 93, 203, 204 de la Constitución Política de la República de
Guatemala;1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 10, 11, 12, 13, 65, 150 bis del Código Penal; 3, 5, 11, 11 bis, 15, 16,
21, 43, 48, 107, del 354 al 356, 362, 363, 364, 366, 368, 375, 382, 383, 388, 389, 390, 392 y 493
VOLTOUR BATCH, es autor responsable del delito de Maltrato Contra Personas Menores de
Edad, regulado en el artículo 150 Bis del Código Penal Guatemalteco, cometido contra la
victima Octavia Hilarys Batch; II) Por el referido ilícito penal le impone las siguiente pena: a)
cinco años de prisión, con carácter conmutable a razón de cinco quetzales diarios, cuyo monto
por tal concepto deberá ingresar a la Tesorería del Organismo Judicial, con destino a los fondos
privativos de dicho Organismo, dentro del tercer día de causar firmeza la presente sentencia; en
caso contrario, el penado deberá hacer efectiva la pena de prisión en el centro de cumplimiento
de condenas que designe el Juez de Ejecución correspondiente, con abono a la que ha estado
prisión impuesta; IV) Impone al referido procesado el pago de la cantidad de Diez mil quetzales,
Octavia Hilarys Batch, con el objeto de reparar los daños físicos y psicológicos del delito
prisión preventiva en tanto la sentencia de mérito cause firmeza, oportunidad en la cual deberá
remitirse la carpeta judicial respectiva al Juzgado Segundo Pluripersonal de Ejecución Penal con