Está en la página 1de 4

Junio 2023

Alteraciones del lenguaje y la comunicación en el niño

Tema: Dislexia.

Base neurológica de la dislexia

Estudios realizados con técnicas que registran los campos electromagnéticos generados en el
cerebro:

Los estudios con técnicas de Electroencefalograma (EEG) han mostrado que, al realizar tareas
léxicas, el patrón de actividad eléctrica que muestran los disléxicos es diferente al que
muestra el grupo control. Sobre todo se aprecia una falta de activación de regiones
perisilvianas izquierdas y una sobreactivación de otras regiones que no parecen estar
implicadas con el procesamiento lingüístico, las cuales podrían actuar por compensación.
(Klimesch, Doppelmayr, Wimmer, Gruber, Röhm, Schwaiger y Hutzler, 2001).

Los estudios realizados con Magnetoencefalografía, (EEG), indican que cuando los sujetos
disléxicos son expuestos a tareas fonológicas, como la lectura de palabras y pseudopalabras,
muestran una menor activación en las regiones témporoparietales del hemisferio izquierdo.
(Simos, Breier, Fletcher, Foorman, Bergman, Fishbeck y Papanicolau, 2000).

Estudios realizados con técnicas de neuroimagen funcional que registran el flujo sanguíneo o
metabolismo cerebral.

Los estudios realizados con técnicas de neuroimagen funcional como la Tomografía por
Emisión de Positrones (TEP) o la Resonancia Magnética Funcional, (RMF), han dado resultados
similares a los demás estudios, ya que en ellos se aprecia menor actividad en las regiones
perisilvianas posteriores del hemisferio izquierdo en sujetos disléxicos cuando realizan
actividades que demandan procesamiento fonológico. (Shaywitz, Pugh, Mencl, Fulbright,
Skudlarski, Constable, Marchione, Fletcher, Lyon y Gore, 2002).

Esta falta de actividad se da especialmente en las regiones más próximas a la circunvolución


angular, área fundamental para el procesamiento fonológico, cuya lesión asoció el neurólogo
Norman Geschwind con la aparición del síndrome aléxico, en la década de los setenta.
(Poldrack, Wagner, Prull, Desmond, Glover y Gabrieli, 1999).
El patrón topográfico que muestran la mayoría de estudios neurofisiológicos, ha sido
observado en disléxicos de distintas lenguas, lo que nos lleva a defender la existencia de una
base biológica de la dislexia que parece ser independiente de las ortografías utilizadas.
(Paulesu, Demonet, Fazio, Macrory, Chanoine, Brunswick, Cappa, Cossu, Habib y Frith, 2001).
Para buscar una base neurológica de la dislexia se han llevado a cabo dos tipos de estudios, los
estudios con cerebros de pacientes disléxicos fallecidos y los de neuroimagen.

Los estudios necrópsicos han constatado asimetrías atípicas en el Planun Temporale,


(Galaburda, Sherman, Rosen, Aboitiz y Gescwind, 1985; Humphreys, Kaufmann y Galaburda,
1990), así como la existencia de malformaciones corticales específicas en las región frontal
izquierda y en la perisilviana, que estarían debidas a perturbaciones en la migración neuronal y
a alteraciones vasculares ocurridas durante el periodo embrionario, (Galaburda y cols., 1985;
Kaufmann y Galaburda, 1989; Humphreys y cols., 1990).

Con los estudios de neuroimagen se han encontrado diferencias cuantitativas en áreas


cerebrales involucradas en las destrezas lectoras y en las funciones cognitivas y conductuales
influyentes, (Yitzchak y Pavlakis, 2001).

Por ejemplo, con técnicas de Resonancia Magnética, se ha observado que sólo el 10% de los
niños disléxicos muestran la habitual asimetría interhemisférica del Planun Temporale mayor
en el hemisferio izquierdo que en el derecho, mientras que esta se encuentra en un 70% de la
población general, (Hynd, Semrud-Clikeman, Lorys, Novey y Eliopoulos, 1990; Larsen, Hoien,
Lundberg y Odegaard, 1990). Datos que han sido replicados por otros estudios posteriores que
hipotetizan sobre la presencia de anomalías estructurales en otras regiones, más relacionadas
con la habilidad lectora que el Planun Temporale, como el opérculo parietal, más pequeño en
disléxicos que en controles, (Habib y Robinchon, 1996), la aparición de un surco extra en la
región frontal inferior, (Clark y Plante, 1998) o anomalías en el cerebelo y en las comisuras
cerebrales, especialmente en el cuerpo calloso.
El equipo de investigación de Eraldo Paulesu, de la Universidad de Milán, ha observado que la
actividad cerebral de los disléxicos es muy débil en tres áreas del hemisferio izquierdo; en la
circunvolución frontal inferior, en el área occipital y en el área parieto-temporal, todas ellas
implicadas en los procesos lectores.

La circunvolución temporal superior, ubicada en el área parieto-temporal, es la cuna de las


representaciones fonológicas y le permite al sujeto descomponer mentalmente una palabra
en fonemas y sílabas y vincular esos símbolos abstractos o grafemas con representaciones
fonológicas o sonidos.

El área de Broca, ubicada en la circunvolución frontal inferior izquierda, interviene en la


articulación de de las palabras tanto en habla externa como interna, por lo que participa en el
procesamiento de las palabras en la Memoria a Corto Plazo.

La circunvolución fusiforme, ubicada en el área occipito-temporal izquierda, almacena las


representaciones ortográficas, activándose cuando observamos las palabras escritas.

La reducción de la actividad cerebral que se observa en estas zonas de los cerebros de sujetos
disléxicos, especialmente en las áreas parieto-temporal y circunvolución frontal inferior
izquierdas, ubicadas en torno a la cisura de Silvio izquierda, estaría provocada porque las
ectopias causan un subdesarrollo de la sustancia gris, reduciendose el volumen de la misma, lo
que ha llevado a postular que las perturbaciones durante la migración neuronal provocarían
tanto las ectopias de la capa superficial de la corteza como una inferior densidad de sustancia
gris, lo que se traduciría en una menor conectividad de la sustancia blanca, aunque a pesar de
estas hipótesis aún no se han confirmado ninguna teoría concreta, y en el caso de ser así
habría que plantearse el por qué se produce la perturbación neuronal, por lo que tendríamos
que volver a la base genética de la dislexia.

También podría gustarte