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Entre los impactos que buscamos generar está que los estudiantes adquieran un

conocimiento en praxis de la geografía de su territorio y de la importancia de los ecosistemas

naturales del lugar que habitan, a su vez como hay una conexión directa entre estudiantes y

padres de familia, puede que estos últimos se involucren en la educación geográfica y ambiental

de sus hijos, acción que vendría a promover la preservación de los ecosistemas en el entorno

familiar y comunitario. En consecuencia, es fundamental ir y reconocer a través de las TIC,

elementos que no se pueden divisar en el marco de lo analógico.

La investigación se desarrolla en la Institución Educativa Llano Grande, ubicada en la

vereda Chocoa, en el municipio de Girón Santander (Ver imagen 1). La sede principal es una

sede que alberga población estudiantil de prescolar, primaria, educación básica y media. Esa

institución cuenta con siete sedes a parte de la principal. En este caso, la institución educativa

Llano Grande sede Chocoa sede c, qué es la sede de la que se desprende la investigación, cuenta

con una matrícula de 110 estudiantes en el año 2023, según el Sistema Integrado de Matrícula –

SIMAT.

Imagen 1.
Fuente: Google Earth

El territorio al que pertenece la esculea está conformado por paisajes montañosos,

rocosos y de tierras fértiles contrasta con su agricultura y actividades relacionadas con la vida

rural. Es meritorio, desde allí, llevar al aula la comprensión teórica de la geografía de los

entornos naturales de los ecosistemas que habitan más allá de los meros mapas geográficos para

comprender que son la base de la vida. En este contexto, el Cañón de las Iguanas es la fuente

hídrica del territorio de la vereda de Chocoa, y a través de la enseñanza aprendizaje de este

objeto es que se puede dimensionar su vitalidad y su carácter de imprescindible, por ende es

necesario comprenderle para preservarle. (Ver imagen 2).

Castañeda y Cadena (2022) teoriza que:

“El contacto del medio escolar con la realidad natural se produce en nuestra experiencia

de forma dialéctica, dando lugar a un refuerzo social de la figura del docente, ya que los

resultados del trabajo de aula revierten en el entorno”.

Dialéctica en tanto que práctica ya sea a través de lo tecnológico como de lo vivenciado

en la propia comunidad. Desde hace años se vienen dando luchas por el territorio en el que la

comunidad de la vereda de Chocoa apela a que no se adecue un sitio de disposición final de

residuos sólidos para varios municipios del departamento de Santander, Colombia. Este proyecto

lo ha estado queriendo construir la transnacional francesa Veolia. Si se llegara a dar marcha a

este tipo de proyecto se afectaría de manera directa y tajante el ecosistema hídrico de la vereda y

no sólo de esta sino también del rio Sogamoso y su represa (Hidrosogamoso) una central

hidroeléctrica de la región.
Imagen 2.

Fuente: Vanguardia liberal

Lo paradójico en este caso es que cómo dice Merlensky (2021) haya “versiones

tecnocráticas que suponen que el problema ambiental se soluciona con la intervención de los

expertos o a través de la mediación de intereses corporativos que agregan un barniz verde a

prácticas económicas que son profundamente depredadoras del ambiente”.

Es espectacular que en la comunidad a miles de kilómetros de Francia, precisamente una

trasnacional de este país quiera depredar el recurso principal de la vida de Chocoa en las

montañas de Colombia, y que precisamente hayan intenciones a nivel local de grupos políticos

que apoyen la propia destrucción de los ecosistemas naturales nacionales y regionales.


Es natural que la escuela desde lo pedagógico, lo tecnológico, y lo investigativo tiene el

deber de crear fuertes bases teóricas, desde lo geográfico, lo político y lo ambiental, para la

construcción del análisis crítico en los estudiantes que mañana podrán tener el debate con fuerzas

trasnacionales que quieran venir por sus recursos naturales y de manera alternativa se pueda

crear parámetros de cuidados y análisis para la preservación de los ecosistemas naturales del

territorio.

Merlensky (2021) expone que:

Lo cierto es que en diferentes regiones de América Latina los conflictos ambientales han

sido y continúan siendo violentamente reprimidos, en especial allí donde los Estados

autoritarios apuntalan su proyecto político en la criminalización de los movimientos

indígenas, el acaparamiento de tierras campesinas, el crimen político de mujeres

defensoras del entorno natural y líderes ambientalistas. (p.27)

La comunidad de Chocoa ha tenido que mantener diferentes protestas a nivel político

para defender el río de la región, hay videos en Youtube (ver imagen 3), columnas de opinión en

Vanguardia Liberal, periódico principal de la región, e información en general que documenta la

lucha por el territorio. No es por nada que en este trabajo de investigación se requiera ser

metodológico con franquenza, en la enseñanza de la geografía para la preservación de los

ecosistemas naturales de la región, y esto no sólo desde un enfoque de la ciencia, sino a su vez

desde el pensamiento crítico. Si bien la comunidad demuestra en su ejercicio de la política estar

centrada y sólida en la medida en que han logrado organizarse frente a quiénes quieren depredar

sus ecosistemas hídricos, la pregunta es cómo desde la escuela se puede dar bases a nuevas

epistemologías del aprendizaje de la geografía y del pensamiento coentífico.


El objetivo principal de esta investigación es, por tanto, trascender el ámbito meramente

académico y abrazar la responsabilidad social de empoderar a los estudiantes de Chocoa. Se

busca proporcionar las bases epistemológicas necesarias para cultivar en ellos una conciencia

arraigada en la preservación ecológica y la participación política informada. A través de un

currículo educativo que integre no solo conocimientos geográficos, sino también un

entendimiento crítico de las dinámicas socioecológicas, que pretendan fomentar la formación de

futuras generaciones capaces de liderar iniciativas sostenibles y resistir las amenazas a sus

territorios.

En este contexto, la educación se posiciona como un catalizador de cambio, desafiando

no solo la manera convencional forma de enseñar la geografía, sino también de concebir la

relación entre los individuos y sus entornos. Al fortalecer la conexión entre la educación

geográfica y el compromiso ciudadano, se aspira a crear un tejido social consciente, activo y

resistente, capaz de enfrentar los desafíos ambientales y políticos con conocimiento, ética y

determinación.

Imagen 3.
Fuente: YouTuBe

Bibliografía
Castañeda, K., & Cadena, M. (2022). Conservación de los murciélagos del jardín botánico San Jorge
basado en un modelo de educación ambiental. Latin American Journal of Development, Curitiba,
11.

Merlinsky, G. (2021). Toda ecología es política. Buenos Aires: XXI siglo 21 editores.

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