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Desde hace dos semanas ya, he intentado recuperar mis hábitos de autocuidado al cocinar
mis alimentos y hacer por lo menos 15 minutos de ejercicio por lo menos 3 veces a la
semana. Esto me hace sentir muy bien. Sin embargo, no he hecho mis páginas matutinas
desde hace mucho, porque verdaderamente se me dificulta muchísimo despertarme. Para
llegar más o menos a tiempo a la escuela, requiero levantarme a las 6 de la mañana. Para
hacer las páginas matutinas, tendría que hacerlo a las 05:30; pero actualmente me está
costando mucho trabajo levantarme a las 6 y termino durmiendo después de la alarma,
despertándome nuevamente entre las 6:15 y las 07:00 dependiendo de mi nivel de
cansancio. Luego, me dedico a despertar a los demás. Con las niñas todavía entiendo que
se les dificulte un poco y tengo que despertarlas entre 1 y 3 veces dependiendo también de
su cansancio. El que me da coraje es Memo, que escucha la alarma y no se levanta, solo lo
hace hasta que yo le digo, y después de decirle, se vuelve a dormir y tengo que volver a
despertarlo, o cuando ve que ya regreso al cuarto toda enojada, ya se levanta antes de que
le diga algo. Desde ahí se me empieza a acumular el enojo con él; pero es algo de años
esto que ocurre, y aún no consigo entender como manejar la situación, me frustra mucho.
Él dice que yo solita me cargo de muchas cosas y quiere que delegue lo que no puedo
delegar. Pero si yo pudiera delegarle algo a él, eso sería que él se levantara solito cuando
suena la alarma. Ya lo hemos hablado, solo lo ha hecho, si acaso 2 veces. Después solo
son pretextos: es que me dio un calambre y me estaba estirando, es que pasé mala noche,
es que me está escribiendo el papá, la mamá, la maestra, mi hermano, etc etc etc…
Solamente cuando hay citas importantes a las 08:00 se levanta y se apura.
En el pasado lo resolví yéndonos cada quien en un vehículo, pero comenzamos a llevar
vidas diferentes, él llegaba cada vez más tarde a la escuela y a la casa; y yo, como ya
estaba cansada a la hora que él llegaba a casa, ya no quería ni platicar. Sé que la solución
más sensata sería volver a hacerlo así; cada quien en un vehículo para no comprometer la
llegada de las niñas a la escuela; pero tengo mucho miedo de que eso vuelva a pasar, y de
que él vuelva a engañarme. Y me da mucho coraje porque yo sé que aunque no soportaría
otra infidelidad, tampoco me siento lista para separarme de él.
Luego, Renata ha estado exagerando por todo. Yo sé que es su forma de expresarse y que
necesita validación; pero esta forma de expresarse es muy cansada y exasperante. Por
ejemplo, el martes tuvo práctica de soccer y voley; así que era normal que se cansara, pero
llegó diciéndome que estaba mareada, que no soportaba el dolor de su cuerpo, que se
moría de sed (todo esto entre lágrimas), y pues yo me molesté porque todas las mañanas le
recuerdo de su bote de agua y nunca me hace caso, y se lo dije. La mandé a que se
sentara y que comiera para ver si se sentía mejor; y como a los 10 minutos ya andaba como
si nada. Luego, las llevamos a la clase de pesca, ella eligió el Kindle para leer mientras
tanto, y Oihane el celular, pero Renata tenía mocos, y en vez de ir conmigo (ya lo ha hecho)
a pedirme clinex, le pidió el celular a Oihane para proceder a mandarme miles de mensajes
como si se tratara de una emergencia, le dije que fuera por los clinex, y si fue, pero no le
regresó el celular a Oihane, entonces hubo conflicto, Oihane le arrebató el teléfono, y ella
lloró a un volumen muy alto quejándose de que estaba súper herida y lastimada por Oihane.
En otra ocasión al darles el beso de las buenas noches, Oihane me pidió que encendiera su
ventilador y así lo hice; a los dos minutos de que salí de su cuarto, escuché a Renata
llorando en volumen alto; cuando entré a ver qué sucedía, me dijo que la corriente del
ventilador de Oihane desviaba la de su ventilador, y ESA ERA LA RAZÓN DE SU LLANTO.
Me enojé dije en un tono bastante feroz que todo tenía solución, entonces cambié de lugar
el ventilador de Oihane pero de modo que le diera a Oihane; antes de que terminara de
acomodarlo, Oihane se quejó y yo vociferé: AY, NADA LES PARECE, A USTEDES NO SE
LES DA GUSTO CON NADA. Y ya cuando Oihane vio cómo había quedado el ventilador,
dijo que pensaba que ya no le iba a dar y por eso se había quejado. Fui al cuarto
sintiéndome molesta y miserable; Memo preguntó la razón de tanto escándalo; le dije lo que
pasó pero no entendió que ya estaba solucionado el tema, así que dijo “A ver, deja voy.”, y
yo me exasperé, pero modulando mi voz, le dije: “no es necesario, te digo que ya lo
arreglé”. Luego, sentí mucha culpa por haber tratado así a las niñas, me fui a disculpar pero
ya estaban dormidas, así que me quedé un ratito en su cuarto viéndolas y entonces pensé
que necesito enseñar a Renata a regularse, pero que a través de perder la calma no lo voy
a lograr, recordé varias estrategias y me prometí a mi misma hacerlo así en adelante; se lo
compartí a Memo y me dijo que sonaba bien.
Actualización 2 él regresó más tranquilo, pero terminamos la jornada laboral con cierta
tensión. A la mañana siguiente me abrazó y yo lloré todo lo que me había aguantado de
llorar en la escuela, dijo que no era para que me pusiera triste, que ya había pasado, que
todo estaba bien. Me choca que me aterre perderlo.