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MONTERO Entre el asistencialismo y la

autogestión: La psicología comunitaria en la


encrucijada (6261)
Hoy hablamos de la psicología comunitaria como una rama de la psicología confortablemente establecida. Para América
Latina la subdisciplina surge independientemente y no por impulso de una psicología clínica insatisfecha con su pobre
repercusión social (como en EEUU), sino de una psicología social afectada del mismo mal.
En efecto, en nuestro ámbito se planteaba la necesidad de responder a la crisis que afectaba a esa rama de la psicología:
razón por la cual comienza a generarse una praxis en función de la realidad social, destinada a redefinir el objeto,
método, y teoría, así como la propia identidad profesional de los psicólogos/as. Influenciada por el pensamiento de
Marx y Engels, el cosntruccionismo de Berger y Luckman, la educación popular de Freire y la sociología militante de Fals
Borda.

La psicología comunitaria para 1970-1980 presentaba las siguientes características:


a. orientación hacia el cambio social en función del desarrollo individual y social,
b. orientación hacia la solución de problemas psicosociales (relacionados con salud, vivienda, educación, etc.)
c. tener una visión histórica de la psicología y de su objeto
d. desarrollar un marco teórico y metodológico heterogéneo, a la vez tendiente a alimentar ideas e hipótesis y
explicaciones surgidas en contacto con la realidad
e. considerar que la relación de investigación es entre dos actores sociales en interacción dialógica
f. ser interdisciplinaria.

Todas estas características pueden resumirse en una sola: ser una psicología para el cambio social
Este cambio afecta toda la concepción de la relación de la ciencia psicológica con su O de estudio  el ser humano

Ruptura con la psicología tradicional y su relación jerárquica entre psicólogo y cliente, q percibía a los sujetos como seres
carenciados  contra esto busca incidir la PC, entendiendo q la mayoría de las personas están sanas, q los seres ho
poseen innumerables recursos y potencialidades y q la solución no esta en adaptar las personas al sistema sino en crear
sistemas adaptados a las personas

El cambio en el objeto de estudio desplazamiento del centro de estudio del individuo a la comunidad. El viraje es hacia
un objeto que supera la concepción de los grupos restringidos sin caer en el ámbito de la masa de la multitud. Se
estudiarán los procesos psicosociales generados por la influencia de la comunidad sobre los grupos e individuos y la
conducta de esas personas que la integran, que se produce en función de tal pertenencia.
Con esta psicología aparece la comunidad como objeto-sujeto de estudio y ello plantea uno de los primeros problemas
en la delimitación del campo, pues bajo el concepto de comunidad se han incluido diferentes nociones.
El concepto es polisémico, pero la psicología comunitaria la entiende como: proceso activo de participación y de
comunicación libre y no coercitiva. Esta psicología se ocupa de comunidades que pueden variar en tamaño, llegando a
incluir múltiples grupos primarios dentro de sí y que preexisten al investigador. Esta es una característica distintiva
respecto de la investigación psicológica tradicional, en la cual es el investigador quien suele determinar la conformación
de los grupos, queda a su arbitrio decidir las características de las personas sobre las cuales se llevará a cabo el trabajo.
En tanto que para la psicología comunitaria la comunidad tiene su faz propia, está compuesta por personas de muy
variada descripción que a la vez comparten entre sí unas características especificas.
Cambios en la concepción del ser humano Para la psicología aplicada tradicional, el objeto de estudio se centraba en el
individuo en estado carencial, en desequilibrio, en desventaja. La psicología social del 60, ponía el énfasis de sus
estudios en el encauzamiento de los desviantes, en su “recuperación” y en la evitación de nuevas formas de desviación.
Los procesos de influencia social eran vistos desde la perspectiva de la mayoría, ignorando las formas inconscientes de
influencia social y los recursos de poder en los más débiles, en una relación asimétrica sin salida.
Desde el surgimiento de la PC los autores plantean que la relación entre individuo-medio ambiente no puede ser
ignorada: la diversidad cultural y con ella la relatividad valorativa deben ser tomadas en cuenta. Por tal razón la
psicología que se plantea va a la realidad intersubjetiva, a ese espacio intermedio de las comunidades.

Cambios en la concepción del sujeto: La PC plantea la existencia y relación de tres tipos de sujetos
1. un investigador/a externo/a que se aproxima a la comunidad desde afuera, con intereses determinados por
objetivos académicos o institucionales orientados hacia el cambio social.
2. Otro que deja de ser visto como un sujeto sujetado a las instrucciones del investigador externo, y pasa a ser
considerado como participante y como investigador/a interno/a que pertenece a la comunidad y que participa
junto con el anterior en el proceso de producción de conocimientos y de transformación de sus propias
condiciones de vida.
3. la comunidad, como entidad definida por sus miembros, cuyas necesidades y problemas surgen en referencia a
ese ambiente a la vez físico, histórico, psicológico, cultural y social cuyas acciones responden a decisiones
colectivas y son motivadas por la pertenencia a esa comunidad.
Entre el segundo y el tercero hay una relación de identidad. Es importante definir al sujeto intermedio, colectivo,
presente en la intersubjetividad, porque si bien no desaparece la individualidad, se configura una identidad per se y en él
se unen la comunidad y la sociedad en la búsqueda del desarrollo tanto individual cuanto social: objetivo planteado por
la psicología comunitaria latinoamericana desde sus inicios.

Cambios en el rol del psicólogo : La concepción diferente del objeto y del sujeto, implica una reestructuración del rol de
los psicólogos/as involucrados en la investigación y acción comunitaria. La existencia de un doble sujeto investigador,
supone el reconocimiento de otras formas del saber que pueden enriquecer conocimiento académico. Una tercera
forma de conocimiento se producirá, síntesis de ambas, cuya aplicación hará sentir sus efectos en dos ámbitos, el del
saber científico y el del saber popular.
El psicólogo/a tiene la obligación de producir resultado para ambos ámbitos que devuelvan a la comunidad con la cual se
la ha producido, la información obtenida en el trabajo comunitario y a la comunidad científica de donde provienen
muchos conceptos de base con los cuales se enfrento el proceso.
La base de esta relación entre investigadores externos e interno es el dialogo y la horizontalidad, no se establecen
jerarquías en función del conocimiento de unos y el desconocimiento de otros, sino que se reconoce que a la vez las
comunidades poseen otras formas de saber igualmente valiosas. La acción psicológica comunitaria no es de carácter
extractivo sino productivo, y el del psicólogo no es un experto sino un agente de cambio social.

Cambios en la aproximación metodológica Una psicología dirigida al cambio social no puede trabajar sobre lo que
pasaba sino sobre lo que está sucediendo, por tanto esta psicología exige una doble acción: investigación e intervención.
Como el sujeto de investigación es esencialmente activo, la distancia entre investigador e investigado debe ser
eliminada, al igual que la fragmentación del objeto de estudio. A la vez debe reconocerse el derecho de los sujetos a
recibir los resultados de la investigación, ya que aportan en ella. Es con la investigación acción participativa (IAP) que la
psicología comunitaria ha desarrollado su mejor forma de acción.
Esta concepción metodológica concibe a la investigación como un proceso continuo de totalizaciones y retotalizaciones,
en las cuales a medida que se va produciendo y procesando el conocimiento, se van dando acciones en la práctica que
modifican ese conocimiento. Se acompañaría de un proceso continuo de reflexión fundamental para generar
conciencia.

Cambios en la fundamentación y objetivos de la disciplina Al proponer una rotación del centro del control y del poder,
de los psicólogos externos a las comunidades y al plantear el reconocimiento de sus formas de saber, se establece una
diferencia entre la psicología que va a la comunidad, aplica, extrae y retorna a la academia o institución de donde partió
y esta psicología cuyo centro está en la comunidad. La diferencia radica en la distinción entre asistencialismo y
autogestión.
En el primero, una institución decide intervenir en zonas o grupos carenciados para remediar la situación. Las decisiones
parten de las instituciones, quién decide qué, cómo, cuándo, así como sobre quienes recaerá la obligación de hacer la
aplicación. Este modelo suele ser paternalista y se presta al desarrollo del clientelismo político.

La autogestión parece unida a la concepción misma de la psicología comunitaria adoptada en América Latina, la cual
posee principios (definidos por Fals Borda)
autonomía de grupo: es necesario que lo esencial de la acción lo realicen personas pertenecientes a la misma
comunidad
prioridades: reconoce que las comunidades deben declarar cuales son las necesidades que tienen y señalar la prioridad
de los problemas que deben solucionarse
realizaciones: para que avance el proceso de desarrollo de conciencia en los miembros de la comunidad, es
indispensable ir mostrando realizaciones tangibles a la gente
estímulos: para que ese proceso avance necesita de gratificaciones.

A estos principios, la psicología comunitaria latinoamericana ha agregado los siguientes:

1. La transformación individual y social como meta: transformación que se produce en el ambiente, en los grupos y en
las personas que participan en su logro, supone pasar de la apatía a la acción. Para lograr esto se necesita la
cooperación, el establecimiento de normas, una comunicación abierta, un liderazgo democrático y la fijación por el
grupo de metas comunes. Este principio parte de otro dos: el principio de realidad (necesidad de evaluar las carencias y
objetivos a lograr, en función de la realidad vivida) y el principio de posibilidad (establece la accesibilidad de la meta y
objetivo, a partir de las potencialidades y medios existentes).
2. Autogestión: implica que el grupo asume la conducción de sus decisiones, la determinación de sus prioridades,
erradicando la pasividad y desarrollando iniciativa y discusión critica –Problematización de la naturalización
3. Concientización: movimiento de la conciencia que permita la comprensión y relación entre causa y efecto, revelando
los ocultamientos en que la vida cotidiana es naturalizada en situaciones problemáticas.
4. Socialización: se va a producir un proceso de generación de nuevas pautas de conducta y de nuevos modelos que
permitan la acción transformadora.
5. Poder y control deben residir en la comunidad: supone la autonomía, realizaciones y prioridades de la comunidad.
Supone conceptualizar una manera diferente al poder visto como una relación y no como un objeto.
6. Unión entre teoría y praxis: ya que en el proceso de investigación y acción en la comunidad, se produce la revisión de
conceptos y teorías a la luz de los hechos y de las aplicaciones cotidiana del saber psicológico.
7. Recuperación crítica y devolución sistemática: del saber preexistente y del saber producido en el proceso, lo cual
supone el desarrollo de la conciencia histórica de la comunidad.
8. El carácter político de la acción comunitaria: en tanto que problematizadora, concientizadora y transformadora y al
central el poder y el control en la comunidad, se trata de una actividad que se desarrolla a la sociedad civil, y en este
sentido es política.

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