Está en la página 1de 3

El sistema acusatorio.

Según el Maestro Eugene Florián en su obra Elementos del Derecho Procesal, de


la serie de clásicos del Derecho Procesal Penal nos indica lo siguiente: la base del
sistema acusatorio griego y romano descansaba sobre la acción popular en poder
de los ciudadanos, con limitaciones para aquellas personas que no ostentaban tal
calidad en su organización política: el acusador por su parte, asumía
responsabilidad al ejercer la acción penal, es decir, al presentar la acusación, que
es la base indispensable del proceso que no se concibe sino “instanti ampartis”. El
Maestro Eugene no señala algo importante lo cual dice “la base del sistema griego
y romano descansaba sobre la acción popular en poder de los ciudadanos” esto nos
quiere decir que quienes ostentaban del poder del sistema acusatorio griego y
romano era el pueblo y no privadamente, era dirigido por decisión popular y no por
decisión de la acción privada.
Al contrario de lo anterior el derecho germánico de la Edad Media adoptó un
sistema que se fundaba en la acción privada.
Ahora bien, en el juicio oral, público y contradictorio que tiene lugar en virtud de la
actividad acusatoria, ambas partes -actor y acusado- se enfrentan en base a la
igualdad. Esto quiere decir que el tribunal solo puede actuar como un árbitro para
regular el procedimiento y decidir sobre las distintas pretensiones originadas en los
intereses enfrentados que generan el juicio entre ambas partes, esto quiere decir
que el tribunal no puede estar a favor del actor o del acusado, algo importante a
resaltar es que el tribunal no participa en la investigación del hecho que genera el
juicio.
Al imputado se le reconoce como titular de derechos que se opone al acusador en
un juicio oral, público y contradictorio. Como se puede apreciar, el modelo, y sus
presupuestos resultan mucho mas respetuosos de los derechos de los individuos
que el sistema inquisitivo, los Estados actuales mantienen el sistema inquisitivo de
la persecución penal pública, reconocen la necesidad de adoptar las formas
acusatorias.
El reconocimiento de estos presupuestos valorativos resulta de suma utilidad para,
ya en la práctica guiar la interpretación y la aplicación de las normas del
procedimiento con el objeto de lograr una utilización coherente de las disposiciones
del texto legal a través de criterios interpretativos sistemáticos, racionales y
respetuosos de las garantías fundamentales contenidas en la Constitución y en los
pactos de Derechos Humanos.
La mayor parte de artículos del Código Procesal Penal contiene disposiciones de
un sistema acusatorio. Así también encontramos artículos de corte inquisitivo y que
en su interpretación suele aplicarse a un sistema acusatorio, aunque el código
vigente contiene algunas normativas donde se faculta al juez a realizar ciertos
procedimientos de oficio, el juez o tribunal deben procurar darle viabilidad al sistema
acusatorio para ir prescindiendo del sistema inquisitivo.
El sistema acusatorio se divide en tres funciones: la de juzgar, la de acusar y la de
defensa.
Al juez le corresponde únicamente la dirección del debate y valorar la prueba y emitir
su veredicto, el Ministerio Público es el encargado de destruir la presunción de
inocencia de su ofendido, el abogado defensor debe actuar buscando defender a
su patrocinado, pedir lo que sea necesario, que sea factible, según las
circunstancias del juicio, de lo contrario sería equivocada su denominación como tal
si no cumple con esta noble función.
Un dato importante es que no es aconsejable que el juez intervenga en un
interrogatorio, pueden interrogarlo el Ministerio Público, el defensor y las partes
civiles, pero también faculta a los miembros del tribunal si lo consideran pertinente,
los jueces si lo desean pueden interrogar al acusado porque la normativa así lo
permite, pero es mejor no hacerlo.
El juez o tribunal al actuar de oficio y realizar esta función quedaría en desacredito
ante el Ministerio Público, el acusado y su defensa, depende del resultado de esa
valoración probatoria, puesto que en ese instante esta realizando tres funciones, la
de acusar, defender y la de juzgar porque definitivamente promueve prueba para
lograr un veredicto.
El sistema mixto ha sido como tercer sistema, las características de este sistema se
resumen en las siguientes: a) que el juez cumple una función pública y permanente
pero le está vedada, salvo casos excepcionales, apoderarse de oficio; b) El
Ministerio Público es el cuerpo constituido cuya finalidad es ser el ente encargado
de la persecución penal; c) El sistema de la prueba legal fue abolido y la prueba se
rige por el principio de intima convicción.
El juez no puede proceder más que a instancia de parte, no hay juez sin actor, el
juez no debe conceder más de lo que le pidan las partes, el juez debe juzgar según
lo alegado y probado por las partes.
El proceso moderno tiende a conservar y desarrollar la organización acusatoria,
pero también, al mismo tiempo, a investir al juez de poderes autónomos y dotarlos
de iniciativas procesales.
Además, por regla general, el juez no puede resolver sino después de hacer al
Ministerio Público, salvo excepciones y en el debate sólo tras haber oído además
de éste, a las partes privadas.
Sistema acusatorio adversarial.
El sistema inquisitivo, el cual se funda en el primitivo de que el proceso no es otra
cosa que un duelo entre dos rivales, a uno de los cuales el juez debe finalmente
darle la razón.

También podría gustarte