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Programa de Neuro rehabilitación pediátrica especifica en el Trastorno por

Déficit de Atención.

Aumentar los procesos de Atención:


1. Contacto visual: las instrucciones tendrán que ser a los ojos, a su
mismo nivel y siempre preguntando o pidiendo respuesta de la
instrucción mencionada.
2. Seguimiento de instrucciones: Hacerlo participe de las
actividades de la vida cotidiana, mostrarle responsabilidades de
manera visual y que el menor cumpla las mismas.
3. Generar estructura: secuencias de actividades, necesitamos
apoyar al menor con todas las estrategias visuales posibles para
mostrarle sus actividades diarias, así como las consecuencias que
obtendrá si no se cumplen las mismas. El objetivo es que el menor
comprenda una rutina establecida sin tener que recordarle todo
el tiempo lo que debe de hacer.
4. Consecuencias a sus actos: Crear y generar conciencia en el
menor acerca de las consecuencias positivas y negativas de sus
actos. Si es posible establecer de manera visual, con imágenes
establecidas en algún espacio de la casa, las reglas del hogar y
cuáles serán las consecuencias al no cumplirlas, así como las
consecuencias al cumplirlas. Es importante mantener al niño
motivado con consignas o estímulos externos para lograr objetivos
en común y mejorar sus procesos de atención y recepción de la
información.
5. Juegos de mesa: Es importante jugar al menos 15 minutos al día
con juegos de mesa que puedan apoyar al menor a mejorar sus
procesos de atención. Estos pueden ser algunos y algunas
actividades.
6. Juegos de memoria.
 Domino.
 Lotería.
 Juegos con letras. (Juego el ahorcado, adivinanzas, sopa de letras).
 Cuentos. ( análisis y comprensión lectora)
 Trazos con materiales sensoriales. (espuma, sal, arena).

Manejo de la Impulsividad

1. Actividad corporal: Al menos 15 minutos al día, estimular al menor


para generar actividades del movimiento de su cuerpo, y que logre
canalizar su actividad mental, mediante su cuerpo.
2. Control de sus pensamientos: Describir el lugar en el que se
encuentra, antes de iniciar cualquier actividad pedir al niño que nos
describa el lugar y lo que observa a su alrededor, los objetos, los
colores, de manera detallada.
3. Juego de la tortuga: Esta pequeña y sencilla actividad puede
permitir fortalecer la gestión de la conducta y reducir la impulsividad.
Se trata de jugar con el niño y enseñarle a convertirse en
tortuga, aprendiendo a actuar poco a poco y a refugiarse en el
caparazón cuando perciban alguna amenaza, de cara a
tranquilizarse.
4. Historias sociales: que el menor pueda redactar con dibujos una
historia de la conducta que realizo que no es adecuada y de la
consecuencia que tuvo, el objetivo es generar conciencia acerca
de sus acciones y sus consecuencias.
5. A cámara lenta: Entrenar la capacidad de atención, la inhibición y
gestión de la conducta es a través de la realización de diversas
acciones a cámara lenta.

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