Está en la página 1de 24

1

Teatro

“El León de la montaña”


ó
“La Fábula del León que no podía tener amigos”
(Obra infantil para adultos en un acto)

Autor:

José de Jesús Salcedo Carrasco

México, D. F. Agosto del 2006.


Adaptación Abril, 2016.
2

Fábula del León que no podía tener amigos.


(Obra en acto sobre el valor de la amistad)

Personaje Valor / Antivalor


Cordelia Narradora
Leñador Humano que cae en la corrupción
Animador del circo Insta a la corrupción
Ratona Amiga integra y transparente
Burro Mal agradecido, pero buen amigo
León Fiera bondadosa, pero fiera al fin

Escena I

El escenario representa un paisaje con un castillo a lo lejos y un bosque. Entra


a escena Cordelia la narradora.

Cordelia: Hola amigos, mi nombre es Cordelia, soy una habitante de éste


pequeño pueblo al pie de la montaña, les voy a contar una historia
increíble, que a muchos de éste pueblo nos puso a pensar. Todo
empezó una tranquila tarde en que todos en el pueblo trabajaban
en sus diferentes actividades... (A alguien del público) Don
Ambrosio, vendía en su tienda... (A otro del público) Don Saturnino
remedaba los apestosos zapatos viejos de sus clientes... (A una
mujer del público) Doña Sinforosa remedaba los calzones de su
marido, mientras que el leñador vendía su atado de leña que había
cortado en el bosque... (Entra el leñador vendiendo su leña).

Leñador: ¡Leña!... Lleve su leña!... ¡Leña seca! Mire usted, no se enfríe, haga
su fogata en casa o prenda su chimenea, lleve la mejor leña del
bosque, barata, mire llévela!... ¡Leña, la leña!... Solo diez monedas
de oro, mire llévela!...

Cordelia: Como ven ustedes el leñador y todos los demás del pueblo,
trabajaban en sus diferentes transacciones comerciales y los
trámites diarios, licencias, permisos, pago de impuestos en fin, un
pueblo como todos... Cuando de pronto... (Se escucha música de
circo)... ¡Llegó el circo! (Entra a escena un animador de circo,
3
coloca un gran letrero que anuncia al circo “Marlum Brothers” y con
un altavoces anuncia la llegada del circo al pueblo).

Animador: ¡Ha llegado el circo!... ¡El circo está aquí!... ¡Venga a visitar el
circo!... ¡Venga a divertirse!... ¡Hay payasos!... ¡Hay acróbatas!...
¡Venga y vea a la mujer Barbona!... ¡Venga a ver al traga fuegos!...
¡Disfrute del malabarista!... ¡Venga, venga al circo “Marlum
Brothers”!... (El leñador lo ve y luego sigue ofreciendo su leña, las
voces de ambos se cruzan).

Leñador: ¡Leña, lleve su leña, no pase frío! ¡Leña seca, prende a la primera,
tronco seco y fino para la cocina!... ¡Lleve su leña! (Ambos suben
la intensidad de sus pregones hasta que hasta que se vuelve algo
imperceptible y el animador grita).

Animador: ¡Oye tú leñador!... ¡Ven acá!

Leñador: ¿Yo señor?

Animador: Sí tú... ¿Qué otro leñador hay aquí? ¡Ven acá! (El leñador se
acerca).

Leñador: Diga señor.

Animador: Escucha, no puedes vender tu leña al mismo tiempo que yo anunció


el circo... ¿Entiendes?... Me distraes a la gente... O compran leña o
compran un boleto para el circo.

Leñador: Con todo respeto, yo creo que comprarán leña señor.

Animador: ¿Por qué dices eso?

Leñador: Porque payasos, malabaristas y traga fuegos hay en cada esquina


de este pueblo, para mujer barbona, mi tía Bonifacia y aquí todos
la conocen, con todo respeto, si el circo no tiene alguna atracción
nueva la gente prefiere ir a casa y calentarse con el fuego. Con su
permiso... (Al público) ¡Leña, lleve su leña!...

Animador: ¡Qué te calles te digo!... Dame tu leña, te daré tres monedas por
ella.

Leñador: ¿Tres monedas señor? El riesgo de subir a la montaña donde vive


el león y bajar la leña vale más...
4

Animador: ¿Entonces es verdad que hay un león en la montaña?

Leñador: Sí, a veces sus rugidos se oyen hasta acá, en la plaza del pueblo.

Animador: (Lo jala y le habla casi al oído) La leña vale tres monedas, pero te
daré ochenta monedas si vas a la montaña y me traes al León como
principal atracción para mi circo.

Leñador: Pero, señor, está prohibido capturar animales y tenerlos en los


circos, es un delito.

Animador: Ese no es asunto tuyo, yo me sabré arreglar con las autoridades...


¿Qué dices?

Leñador: Pues no sé... Usted se puede arreglar con las autoridades, pero yo
no... y si me ven capturando al león, el riesgo es para mí...

Animador: Ochenta y cinco monedas de oro y toda tu leña... nunca has tenido
tantas monedas de oro juntas.

Cordelia: Así es como un hombre corrompe a otro... El leñador no sabía qué


decir, de pronto hubo un gran silencio, como si todo se detuviera...
El leñador estaba luchando consigo mismo, repasando sus valores
como ser humano, observando sus fortalezas... Y analizando sus
debilidades... Pensó y pensó... Pensó y pensó...

Leñador: ¿Sabe qué?... (Pausa en que parece rechazarlo) Que sean cien
monedas y hoy mismo subo a la montaña por el León.

Cordelia: Pero... ganaron sus debilidades.

Animador: ¡Está bien, cien y tu atado de leña!...

Leñador: ¡Hoy en la noche, el león es suyo! Pero necesito un anticipo.

Animador: ¿Anticipó? (Muy molesto toma al leñador del cuello) ¿Me estás
pidiendo un anticipo?

Leñador: Estoy arriesgando mi reputación de leñador, si me cachan ya nadie


va a creer en mí, nadie me va a ofrecer su amistad y nadie me va
a comprar leña. Además la gente de la plaza nos está viendo.
(Voltean a ver al público y el anunciador lo suelta).
5

Animador: Está bien... te daré veinticinco monedas que es lo que traigo... ¡Ése
León es mío! (Saca de su bolsillo una bolsa con monedas y hace
parecer que le compró la leña al leñador ante los ojos del público,
alza la voz) Toma leñador gracias y ve por más leña al bosque! (El
animador le da la bolsa con la monedas, toma su letrero y sale
llevándose el anuncio del circo y el atado de leña, no deja de
pregonar)... ¡Ha llegado el circo!... ¡El circo está aquí!... ¡Venga a
visitar el circo!... ¡Venga a divertirse!... ¡Hay payasos!... ¡Hay
acróbatas!... ¡Venga y vea a la mujer Barbona!... ¡Venga a ver al
traga fuegos!... ¡Disfrute del malabarista!... ¡Venga, venga al circo
“Marlum Brothers”!... (Sale el anunciador, el leñador esconde las
monedas).

Cordelia: El León de la montaña había sido vendido y comprado, ése fue el


sucio trato, un hombre que trabaja honradamente cortando leña
cae en un acto de indebido, por la necesidad de otro.

Leñador: Cien monedas de oro, para mí solo... Pobre León, no sabe la que
se le espera... (Ve la bolsa de las monedas) Total es un león,
todavía hay muchos más en África. (Sale el leñador por el lado
contrario del anunciador del circo).

Cordelia: Ese día, decidí salir a caminar en el espeso bosque de éste reino,
me gusta caminar brincando las raíces de los árboles, esquivando
la espesura de las enredaderas o brincando los pequeños pantanos
de lodo que se forman con las lluvias... Sí, me gusta hacerlo, me
gusta sentir la emoción de brincar y superar los obstáculos en el
camino. Mi abuelo me decía que caminar en el bosque es como
caminar en la vida, fijándote muy bien en donde pisas, pero sobre
todo teniendo muy claro en la mente hacia dónde vas, porque si
no, te puedes perder y nunca más salir. También hay que saber
caminar entre los animales, en éste bosque hay animales de todos,
pero como ya lo saben, hay uno que es muy temible, es el león que
habita la montaña, yo lo he visto desde lejos, me quedo quieta,
para que no me vea y no me olfatee. Esa es la parte más
emociónate del paseo por este gran bosque, ver al temible león de
la montaña con su majestuosidad y belleza, un hermoso león que
sin saberlo ya le esperaba un trabajo rudo y una vida de encierro
en el circo.
Escena II

Leñador: (OFF) ¡Burrooooo!... ¡Burrooooo!... ¡Burrooooo! (Silva fuerte).


6

Cordelia: Y en ese momento llegó el leñador, ya había entrado a la pa. rte


más profunda del bosque… (Entra el leñador, lleva una cuerda en
la espalda, va cargando su hacha en la otra mano, ahora lleva una
escopeta y sombrero de cazador, se detiene, descarga su cuerda
y su hacha al piso y sostiene la escopeta muy molesto, mira a lo
lejos, como buscando algo, Cordelia se acerca).

Cordelia: Señor leñador, ¿Usted por acá, tan adentro del bosque?

Leñador: (Muy desconfiado) Ya lo ves, no es fácil encontrar leña.

Cordelia: Pero en el camino hacia acá vi varios troncos muy grandes, secos
y caídos...

Leñador: Ya lo ves, son muy grandes, no es fácil cortarlos.

Cordelia: ¿Y carga usted una escopeta para cortar leña?

Leñador: Ya lo ves, es una escopeta Inofensiva, es de dardos somníferos,


por si algún animal me ataca.

Cordelia: ¡Ah, pero además está buscando a su burro! ¿Verdad?

Leñador: (Más desconfiado) Sí...

Cordelia: Claro, debe ser muy difícil buscar leña y no tener un burro para
cargarla.

Leñador: Ya lo ves, no es fácil encontrar a un burro perdido.

Cordelia: Me imagino, ojalá que encuentre a su burro señor leñador, si no


cómo va a cargar “toda la leña” que va a recolectar. Pero encontrar
un burro perdido en este bosque es difícil, porque me imagino
que...

Leñador: Bueno, bueno, ya, basta de conversación, si hacemos ruido el burro


se va a espantar y va a correr lejos de aquí. Qué te vaya bien y que
tengas buen camino de regreso... Adiós.

Cordelia: Que encuentre usted a... “su burro” señor leñador. (El leñador muy
grosero le hace señas de que se aleje, Cordelia sale de escena).
7
Leñador: ¿Quien le dijo a esta metiche que yo quiero a mi burro para ponerlo
a cargar leña? Claro que no. Lo quiero para usarlo de carnada, si el
León lo olfatea se va a acercar y entonces yo le disparo un dardo,
lo duermo y lo atrapó con esta cuerda... Pero, el problema es saber
dónde anda el burro. (Le grita y silba al burro) ¡Burroooo!
¡Burroooo! ¿Y si ya se lo comió el león y ahora solo está echado
en alguna cueva digiriendo a mi pobre burro?... No pienses eso
leñador, se optimista, pensamientos positivos antes que nada. (Le
grita y silba al burro) ¡Burooooo! ¡Burroooooo! No lo oigo rebuznar.
No me importa, con burro o sin burro tengo que atrapar al león, si
no tendré que devolver las veinticinco monedas que me dieron de
adelanto y tendré que volver a buscar leña y la verdad yo ya no
quiero ser un pobre leñador... con las cien monedas que me darán
por el león, puedo pagar mis deudas, comprar un horno y ser un
feliz alfarero y vivir más cómodamente. ¡Lo tengo que atrapar!...
Éste león, mañana estará en el circo. (Sale el leñador llevando la
cuerda, el hacha y la escopeta).

Codeína: Después de que me encontré al leñador, mi paseo por el bosque ya


no fue igual, pues yo ya sabía que el León de la montaña había sido
vendido de manera ilegal y corría peligro, estaba preocupada y
confundida, pero no sabía que el bosque me tenía otra sorpresa.
(Se escuchan voces desde lejos).

Ratona: (OFF) “¡Te digo que yo lo vi!”

Burro: (OFF) “¡No puede ser estás loca, lo soñaste!”

Ratona: (OFF) “¡No, yo lo vi, traía una cuerda, un hacha u una escopeta
muy grande!”

Burro: (OFF) “¡Qué no puede ser, la casa del leñador está muy lejos!”

Cordelia: Eran voces, como rebuznidos y chillidos de ratón. Me escondí, para


ver de qué se trataba... (Cordelia baja del escenario y se esconde
entre el público. Entran a escena la Ratona y el Burro).

Escena III

Ratona: Te digo que yo lo vi… pasó por aquí…


8
Burro: No lo creo… El leñador nunca entran a esta parte del bosque, aquí
el bosque es muy espeso y los árboles son tan grandes que no los
podría cortar.

Ratona: Te digo que lo vi… No seas necio burro.

Burro: Y tú, no seas terca ratona... Deja de pensar en el leñador y mejor


vayamos a buscar pasto verde… (Extasiado por el hambre) ¡Sí
vamos por delicioso pasto verde! ¡Por favor, por favor, por favor!

Ratona: Deja de pensar en comida todo el tiempo.

Burro: Es que no puedo pensar en otra cosa, antes era un burro encerrado
en un corral, que solo comía tortillas duras, maíz con gusanos y
frijoles con gorgojos... Pero aquí en el mundo libre hay tantos
pastizales, tantas hojas verdes y tantas plantas de calabaza que
crecen al pie de los árboles de eucalipto… (Rebuzna) Lo único que
puedo hacer es pensar en comer… ¿Tú no?...

Ratona: ¡No! (La Ratona busca con la mirada por donde salió el leñador).

Burro: Si tú no piensas en comida, entonces ya me voy…. (Se va y la


ratona lo detiene).

Ratona: Claro que yo también pienso en comida… Yo me alimento de


jugosos tallos de las hojas que tira el viento y siempre estoy
royendo alguna deliciosa nuez que cae de los árboles más altos del
bosque.

Burro: Ya está… los dos somos tragones, entonces vamos a comer… Por
acá… (Va a salir y lo detiene la ratona).

Ratona: No... Iremos después.

Burro: ¿Después?... ¡Tengo hambre! (Rebuzna).

Ratona: Deja de rebuznar que te van a oír, iremos después… Ahora tenemos
que averiguar que es lo que hace tu amo el leñador en esta parte
del reino.

Burro: Ya no es mi amo. Me escapé... ¿Qué no te acuerdas? Y aquí no


hay nadie, nadie, se te figuró verlo… (Pregunta al público)….
9
Amigos ustedes vieron algún leñador en este bosque…. (Dinámica
con los niños y el público contesta que sí).

Ratona: ¿Lo ves?.... Yo lo vi y lo olfateé con estos ojos negros y esta nariz
muy roja que tengo.

Burro: Oye el burro soy yo…. Pero de plano, tú eres más necia…. Yo ya
me voy a comer, allá de aquel lado hay unas calabazas tiernas en
flor que me están diciendo ven burro... ven… ven burro... ven y
cómeme.

Ratona: Burro te digo que yo vi pasar por aquí al leñador… Tenemos que
saber porque está aquí.

Burro: ¡Ayyy si serás!… Te digo que el burro soy yo. (Imitándola burlón)
“¿Por qué está aquí?”... ¡Ayyy de veras! Los leñadores buscan
leña…. ¿Te queda claro?

Ratona: Pues no sé…

Burro: ¡Ashhhhh!... Te lo voy a explicar… Los leñadores buscan leña… Los


burros buscan calabazas frescas… y las ratonas buscan nueces que
roer…. Ya está, esa es la cadena alimenticia. Vamos a buscar mis
calabazas.

Ratona: ¿Y si el leñador lo que busca es al León de la montaña?….

Burro: ¿Al León de la montaña?... (Presumiendo inteligencia) Bueno no


hay porque alarmarse, la cosa no cambia mucho, mira… Los
leñadores buscan Leones, los burros buscan calabazas frescas… y
las ratonas buscan nueces que roer… ¡Ya está! Esa es la cadena
alimenticia, vamos a buscar mis calabazas.

Ratona: Sí, pero si los leñadores buscan leones… Entonces los leones…
¿Que buscan?

Burro: ¡Ayyy eso es fácil!… Los leones buscan carne de burro…. (Se da
cuenta de lo que dijo) ¡Ayyyy!.... ¿Carne de burro?.. ¿Dije carne
de burro?

Ratona: Creo que sí… “Esa es la cadena alimenticia”.


10
Burro: ¡Ayyy! ¡Que burro soy! ¡Pero si yo soy un burro!... ¡Ayyy!
¡Escóndeme!... ¡Escóndeme que me come el león de la montaña!
¡Auxilio!... ¡Socorro! (Rebuzna).

Ratona: ¡Shhhhh! ¡Cállate!... Si sigues rebuznando te va a oír el leñador o


el león o los dos, y tendrás dos opciones, que te vuelvan a poner
a cargar leña o que te coma el león, crudo, como chito.

Burro: ¿Chito? ¡Ayyy no que humillación! Ratona, ayúdame, ayúdame por


favor, que el león te coma a ti.

Ratona: ¿A mí? No, yo estoy muy chiquita, soy muy poca cosa para el León.

Burro: No te menosprecies amiga ratona. Yo creo que acompañada de


un kilo de papas al horno, muchas hojas de lechuga, frijoles y
cuatro bolillos, quedas deliciosa.

Ratona: (Le grita) ¡Burro!…

Burro: (Asustado)…. ¿Queeeeé?

Ratona: ¡Deja de decir tonterias!

Burro: No puedo soy un burro.

Ratona: ¿No te das cuenta?.... Si el leñador anda por aquí a esta hora y con
una cuerda más gruesa de lo habitual, significa que busca al León
para capturarlo y llevarlo al pueblo para venderlo al circo.

Burro: ¿Y eso qué?.... Por mí que se lo lleven al circo… ¿Circo?... ¿Dijiste


circo? ¿Cuál circo?

Ratona: Muchos parientes míos, ratas y ratones, se enteraron de que llegó


el circo y se fueron al pueblo para alimentarse de todos los
desechos que deja la gente que entra al circo, porque aunque no
lo creas los seres humanos son bien cochinos.

Burro: ¡Ah eso sí! ¿Por eso te enteraste que viene el circo?

Ratona: Sí, mis parientes hicieron mucho alboroto cuando se fueron, hasta
parecía que iban siguiendo a un flautista, van a a regresar con sus
barrigas bien llenas.
11
Burro: ¿Ves? Todos piensan en comida, en el sustento, en llenar la barriga
menos tú.

Ratona: Burro... Estamos en peligro. Sí el león ya se enteró de que el circo


está aquí, ha de estar furioso, porque el circo se llevó a sus padres
hace muchos años.

Burro: ¡Ahhhh! Soy burro, pero ya entendí... el león está furioso, porque
los humanos tira basura, que recogen sus padres, mientras las
ratas y ratones se fueron al pueblo para atrapar al leñador para
venderlo en el circo...

Ratona: ¡Ashhhh! ¡Eres un burro, bien burro!...

Burro: Si soy un burro bien burro... ¿Eso quiere decir que soy pura sangre?
(Se oye el rugido del León).

Ambos: (Gritan al mismo tiempo y corren de un lado al otro sin saber que
hacer) ¡Ahhhhhh! ¡El león de la montaña!

Ratona: ¿Qué hacemos?

Burro: Comer calabazas.

Ratona: Deja de pensar en comida.

Burro: No se me ocurre otra cosa y son buenas para el susto.

Ratona: ¡Noooo! Para el susto es mejor roer una nuez.

Burro: ¿Lo ves?... Tú también solo piensas en comida… Todos en este


bosque solo piensan en comida…. (Se oye el rugido del León)…

Burro y
Ratona: ¡También el león piensa en comida!... ¡Ahhhhh!

Burro: Me quiere comer… cuídame… cuídame amiga ratona, yo sepo muy


salado.

Ratona: No cuídame tú a mí…. Yo soy muy chiquita… y estoy desabrida...


(Entra el león a escena, camina majestuoso, la ratona y el burro se
quedan helados del susto, lo miran, el león los rodea, los olfatea,
se lame las garras delante de ellos).
12

Escena IV

Cordelia: (Desde el público) ¡El León de la montaña! Yo lo estaba viendo


escondida entre un grupo de changos. (Señalando a las personas
del público) Dos mandriles, cuatro moños capuchinos y dos
chimpancés, todos estábamos viendo como un burro y una ratona
quedaron a merced del apetito del león de la montaña! Pero, un
momento, ése burro debe ser el burro del leñador, si rebuzna, lo
va a oír, va a regresar y va a cazar al león para llevarlo al circo...
Yo no sabía qué hacer, solo observar desde lejos y esperar que
todo saliera bien.

Burro: (Voz baja y temblorosa) Ratoncita... ¿Estás viendo lo que yo estoy


viendo?

Ratona: (Temblando) ¡¡Ssssssiiiií!...

Burro: ¿Y qué hacemos?... ¿Corremos?

Ratona: Sí corramos bien fuerte… como ratones… (Simulan correr, como en


cámara lenta por el miedo).

Burro: No corramos bien fuerte, como burros… (El León los olfatea, el
burro y la ratona están casi congelados del miedo, siguen
simulando correr, pero no se pueden mover).

Ratona: No… yo creo que mejor, como liebres…

Burro: No… como zorros…

Ratona: No… como avestruces….

Burro: No… como lobos…

Ratona: No… como changos…

Burro: No… como perros…

Ratona: No… corramos como Leones… (El león ruge).


13
Burro y
Ratona: (Gritan de miedo) ¡Ahhhh que miedo!... (Se abrazan)… Como León
no…. Como León no…

León: ¡Silencio!

Burro: ¿Ya ves?... Nos hubiéramos ido a comer en lugar de ser comidos....
Pero como eres bien necia…

Ratona: ¿Necia yo?... Tú, eres un burro.

Burro: Sí tú…. (Discuten ad libitum hasta que el León da otro rugido y los
dos se abrazan y se quedan muy quietos temblando de miedo).

León: ¿Quién se atreve a entrar en mi territorio e interrumpir mi sueño?

Burro: ¡Ayyy estaba dormidito! ¡Ya ves!... ¿Siga usted dormido señor león
nosotros ya nos vamos! (Van a salir).

León: ¡Quietos no se muevan o me los como de un bocado!

Burro: ¡Orale hay te hablan!

Ratona. No a ti…

Burro: ¡A ti por terca!

Ratona: ¡A ti por necio! (Otra discusión da libitum, hasta que el león


interrumpe).

León: ¿Quién es el osado animal del bosque que se atreve a


desafiarme?....

Burro: Te digo que te hablan….

Ratona: Que no a mí no es a ti…

León: ¿Quién es el impertinente animal del bosque que se atreve a


acercarse a mí?.... Con este apetito que tengo…. (Ruge)…..

Burro: Te digo que te hablan….

Ratón: Te va a comer….
14

Burro: Mejor que te coma nomás a ti, al fin eres una ratona y ni se va a
notar en el bosque…

Ratona: ¡Oye!....

Burro: No afectas al censo, total una ratona más una ratona menos…

Ratona: ¡¡Burro!!

Burro. Bueno… yo decía…

León: ¡Contesten!.... ¿Quién me desafía?....

Burro: Mire señor león de la bonita montaña... (Señala a la ratona) La


verdad es que ésta es la que organizó, todo este borlote...

Ratona: Burro somos amigos.

Burro: Ella fue la que me trajo para acá.

Ratona: Burro, somos amigos y conciudadanos de este bosque. ¿Qué


haces?

Burro: Ella fue la que empezó... (La imita en naco) “¡Qué no burrito, que
ven, que sígueme para acá, que yo no le tengo miedo al león ése,
que a de ser un león flaco y sin dientes, que ha de estar todo lleno
de piojos y garrapatas!”... ¡Qué ‘inchi” león que me hace los
mandados y esas cosas decía de usted.

Ratona: Burro... ¿Qué haces? Acuérdate que yo con mis dientecitos roí la
cuerda con que te tenían amarrado y desde entonces eres un burro
libre en el bosque.

Burro: No es cierto ni le crea, además si fuera cierto a los amigos no se


les cobran los favores… (Al León ya con más confianza) ¿Verdad
que no amigo león?

Ratona: ¡Burro!... ¿Soy tu amiga o no soy tu amiga?…

Burro: (Recargándose en el León ya con mucha confianza)... ¡Oíla carnal!


¿Quesque mi amiga?... (A la ratona) ‘ira ratona, amigo, amigo, lo
que se dice un amigo... Aquí el señor león... (Al león) ¿A poco no
15
carnal?... ¡’ira léon, te voy a decir la neta, yo soy tu amigo. Por
ésta... (Se besa la pezuña) Yo desde que era un burrito chiquito
peludito y con mis orejotas, soñaba con ser amigo de un león, acá,
galán, un león que fuera un león chido, un león influyente en esta
montaña y en otras montañas, yo soñaba con ser amigo de un león
que las pudiera todas, que donde quiera que se parara todos le
abrieran el paso, le sacaran fotos, que saliera en los periódicos, en
la tele... Un león que fuera el rey de las redes sociales. O sea un
león con poder... Y mira, lo que es la vida, ahora ya somos
amigos... (Señalando a la ratona) yo a ésta ni la conozco... (Al león)
¡Vámonos amigo león a comer pasto verde! (Abraza al león y se lo
quiere llevar, pero el León, ni se mueve).

León: Yo, no como pasto... Yo como, carne de burro...

Burro: ¡A pos sí verdad!(Cayendo en la cuenta con mucho miedo) ¿Ah ya


ves cómo eres?.. León... ¿Soy tu amigo o no soy tu amigo?

León: Y tengo mucha hambre. (Gran rugido, el burro se esconde detrás


de la ratona, quien se cruza de brazos molesta con el burro).

Burro: Amiga ratona... Gran amiga ratona, mejor dicho intima y verdadera
amiga ratona… Un favor... ¿Sí te puedes dejar comer por el León
mientras yo me hecho a correr?

Ratona: Burro, me demostraste que no eres integró, ni transparente, eres


capaz de cambiar de un momento a otro, no sigues un camino de
acuerdo a los valores, te olvidas de quién eres, desconoces tú
propia personalidad y eres capaz de cambiar de acuerdo a las
circunstancias... ¡Me decepcionaste!

Burro: ¿Qué?... O sea sí, pero no me estás respondiendo la pregunta que


te hice... ¿Te dejas comer o no te dejas comer? (Se acerca el león
más amenazador).

León: ¡Tengo hambre!

Burro: Sí como no señor León… voy por las papas y los bolillos para que...
se cocine a ésta…. (Sale corriendo el burro, se escucha un efecto
de galope con rebuznidos, queda sola la ratona ante el león).

Ratona: ¿Me va a comer señor león?


16
León: Claro, si soy un León y tengo hambre debo comerme a cualquier
animal de éste bosque que se me atraviese… ¿ O no?

Ratona: Pero yo soy una pobre ratoncita y la verdad casi ni tengo carne y
tengo los huesos bien duros y no tengo sal.

León: Un León es un animal feroz y puede comerse a cualquier animal del


bosque… tenga o no tenga sal.

Ratona: ¿No podría esperarse a que llegue el burro con las papas y los
bolillos?

León: ¿Y tú crees que el burro va a regresar?.... Él te dejó aquí para que


yo te coma.

Ratona: No señor León, ahí sí me perdona, pero usted se equivoca, el burro


es mi amigo y nunca, escúchelo muy bien nunca me dejaría en una
situación de peligro.

León: ¿El Burro tu amigo?... Pero si ya te dejó aquí, para que yo te coma,
tú misma dijiste que te decepcionó... ¿Sigues confiando en él?...
¿No te entiendo ratona?

Ratona: El Burro es mi amigo.

Cordelia: EL león no lo podía creer, la ratona había sido traicionada por el


burro delante de él mismo, y ella seguía confiando en él. Entonces
el león rodeaba con más intensidad a la ratona, la acechaba, la
olfateaba, pero no para comérsela. ¡No! Solo la estaba observando,
de hecho se le fue el apetito, nunca había visto en la montaña a un
animal que confiara ciegamente en otro animal a pesar de haber
sido ofendida y traicionada.

León: Piensas como una niña inocente.

Ratona: Cuando somos niños, no juzgamos, no condenamos y no nos


tomamos nada personal, hacemos las cosas con gusto y con
alegría, yo pienso señor león que nunca debemos dejar de ser
niños, mi amigo el burro vendrá por mí.

Cordelia: La ratona muy segura se cruzó de brazos, mientras el león la


rodeaba y meditaba sobre los enormes valores de una pequeña
ratoncita. De pronto empezó a caer la noche. Y en el pueblo el
17
leñador regresaba con las manos vacías ante el anunciador del
circo. (Entran en otra parte del escenario el animador del circo y el
leñador).

Escena V

Animador: ¿Cómo que no pudiste atrapar al león?... Tú te comprometiste.

Leñador: Sí, lo sé, pero no es fácil, tengo que esconderme de los otros
leñadores, tengo que tomarme mi tiempo para atraparlo sin hacer
mucho ruido... Nadie debe saber lo que estoy haciendo.

Animador: ¿Tomarte tu tiempo? Eso no pude ser, estoy perdiendo dinero, hay
poca gente en el circo, de lo único que se ha llenado es de ratas y
ratones... Escúchame bien tienes que traerme a ese León mañana
mismo... ¿oíste?

Leñador: ¿Sabe qué? Mejor me echó para atrás, esto es muy riesgoso para
mí...

Animador: ¿Qué dices? (Lo toma del cuello furioso) ¡Te di un adelanto,
recibiste dinero, una vez que inicias un acto indebido, lo tienes que
acabar! ¡Ya no hay para atrás en esto!

Leñador: Se lo devuelvo... (Trata de sacar la bolsa con las veinticinco


monedas y el animador lo detiene volteando a todos lados).

Animador: No, eso no lo puedes hacer, ése dinero y el compromiso ya son


tuyos, tú lo aceptaste. Quiero a mi león mañana mismo. (Sale el
animador escondiéndose en su capa).

Cordelia: Mi abuelo decía que un acto indebido comienza con la ausencia de


valores, se fragua en le mente, para luego consumarse en un
hecho, pero siempre el inicio es la ausencia de valores. El leñador
estaba en serios problemas.

Leñador: Ahora ya no sé, si es mejor seguir siendo un leñador honrado o un


alfarero al que todos van a señalar... ¿Y si no encuentro al león,
qué voy a hacer? Nunca debí aceptar. Mejor me voy lejos con estas
veinticinco monedas y que digan lo que digan de mí... Pero si me
voy, voy a estar escondiéndome del circo por el resto de mi vida...
¿Qué hago? Ahora ya entendí que un acto indebido, no se corta
con un hacha. (Se escucha al burro galopar y rebuznar a lo lejos).
18
Es mi burro galopa asustado, el león está cerca. (Mira la bolsa de
las monedas, duda no sabe qué hacer, finalmente se guarda la
bolsa) Voy por ése maldito león, total será solo esta vez.

Cordelia: Y el leñador ya totalmente convencido de que cometer un acto


indebido una sola vez no mancharía su reputación, salió en busca
del león. Mientras tanto el león seguía indagando hasta donde
podía llegar la seguridad de la ratona en los valores del burro.

Escena VI

León: ¿Entonces estás segura que el Burro es tu amigo y va a regresar


por ti?...

Ratona: Sí ya verá que pronto regresa para rescatarme de sus fauces señor
león de la Montaña.

León: Pero ya está cayendo la noche y no ha regresado.

Ratona: Vendrá... El burro es mi amigo... Creo en él, yo sé que no es malo,


es solo, un poco burro... (Se escuchan los galopes del burro y entra
como rebuznando en gran carrera entre el público).

Burro: ¡Quieto ahí León! He venido al rescate...

León: ¿Tú has venido al rescate de tu amiga?

Burro: ¡Sí!... La verdad es que tengo mucha pena con mi amiga la ratona…
Creo que no fui un buen amigo… Ella siempre está conmigo y
además ella fue la que me liberó del corral del leñador royendo la
cuerda… Vengo a ayudarla… León hoy no cenas ratona… (El burro
se coloca delante de la ratona)…

Cordelia: El Burro había reflexionado sobre el valor de la amistad… A un


amigo nunca se le deja solo en los momento difíciles… Así que el
burro galopó y galopó de regreso a donde estaba en peligro su
amiga…. Pero en ese momento el leñador siguiendo el ruido del
galope del burro ya estaba al acecho del León... (El leñador entra
sigilosamente entre el público con su laso e una mano y la escopeta
en la otra)…

León: (Conmovido) Ojalá que alguien creyera en mí, como tú creíste en


tu amigo el burro... Ojalá yo tuviera un amigo así, como tú burro
19
que regresas para rescatar a tu amiga… Anda vete Ratona no te
iba a comer…

Ratona: ¿No?

León. No, en realidad…. No pensaba hacerlo…

Burro: ¿Neta que no? ¿Ni con papas y cuatro bolillos?

León: No, ni aún así…

Burro: ¡Ah ching...!

Ratona: ¡Burro!

Cordelia: Como pueden ver, el león, no es como lo pintan, nuestro amigo era
en realidad un león de buenos sentimientos, pero él se alejaba de
todos los demás animales del bosque, no quería hacerse amigo de
ninguno porque todos le tenían miedo. Era una manera de darse a
respetar.

León: Yo camino sin parar muchos días y muchas noches. No me puedo


quedar a dormir en ningún lugar… Si me quedo dormido
seguramente algún leñador del bosque por unas cuantas monedas
me atraparía y me vendería a ése circo, como lo hicieron con mis
padres. Yo no quiero estar en una jaula por el resto de mi vida. Los
animales del bosque piensan que yo solo estoy caminando de un
lado al otro para buscarlos y comérmelos, pero en realidad siempre
estoy huyendo, cuando me encuentro a alguien prefiero rugir.
Prefiero hacerles sentir miedo, que salgan corriendo y que sigan
pensando que soy en realidad el feroz león de la montaña. Pero la
verdad me siento indefenso cuando pienso que me pueden llevar
al circo. Si ya sé que van a decir que soy un León cobarde, pero
es la historia de mi vida.

Ratona: Yo no he dicho eso.

Burro: Ni yo.

Ratona: Y no lo voy a decir, porque ahora veo que usted señor león es muy
valiente.

León: ¿Te parezco valiente?


20

Ratona: Sí, porque dice la verdad de lo que piensa, porque usted señor León
permite que hable su niño interior y eso no cualquiera lo hace, la
mayoría prefiere aparentar y actuar fuera de sí mismo. Eso es
actuar con valor y con valores.

León: Sí, tienes razón, no debo dejar de ser un niño valiente, soy fuerte
mientras sea libre, si me encierran en un circo voy a terminar con
una melena y una barba muy crecida y maltratada y muy triste.
Ningún animal al que tengan enjaulado en un circo va a ser feliz.

Burro: No irás al circo...

Cordelia: Pero el leñador esta muy cerca… Y el León, el burro y la ratona no


lo saben… (El leñador se acerca al público).

Escena VII

Leñador: (A alguien del público) ¡Oiga usted, sí usted, no ha visto por aquí a
un burro o a un león!... Es que les traigo unas croquetas para que
coman, pobrecitos no han comido. (Depende lo que responda el
público se hace una dinámica en donde el leñador pretende
extorcionarlos). ‘Ira carnal, si me dices te pasó tres monedas de
oro. La neta voy a cazar al león para venderlo al circo, pero esto es
acá entre nos, dime por donde anda y yo no digo que tú me dijiste.

León: Váyanse, yo me esconderé en una cueva, pero nunca olvidaré que


tengo a dos amigos en la montaña.

Burro y
Ratona: ¡Adiós amigo león! (Se van entre el público).

Cordelia: … Y justo cuando la Ratona y el Burro se iban alejando del León….


Entra el Leñador y dispara un dardo somnífero contra el león.
(Efecto como de cámara lenta en que el León cae adormilado).

Leñador: Aquí estás... (Lo laza con su cuerda y la aprieta) Por fin te atrapé
león tramposo, pensabas que ibas a engañarme escondiéndote en
esta parte del bosque, pero para un leñador profesional como yo
no hay imposibles… ¡Vámonos al circo!
21
León: (Adormilado) No yo no quiero ir al circo…. No quiero ir al circo….
Quiero ser un animal feliz en su habitat en su bosque…. Por favor
leñador…

Leñador: Te comiste a mi burro... Vamos al circo...

León: No me comí a tu burro, lo juro...

Leñador: No mientas... Lo oí huyendo de ti, rebuznando del miedo. (El león


no puede defenderse).

Cordelia: El leñador se llevaba por fin su tesoro, al León de la Montaña por


el que le darían cien monedas de oro… Pero el burro y la ratona
caminando entre otro grupo de changos, se enteraron de la noticia
y se conmovieron.

Ratona: Yo creo que debemos ayudar al león a pesar de que nos tuvo cerca
no nos comió, sino que al contrario nos brindó su amistad.

Burro: Sí, amiga ratona esta bien… vamos a ayudarlo.

Cordelia: Y en ese momento se unieron como equipo la ratona y el burro


para defender al León de la Montaña. (El burro y la ratona corren
entre el público y llegan hasta el leñador y el león).

Burro: (Al Leñador) ¡Hey tú!.... Leñador…. ¿No te acuerdas de mí?

Leñador: El burro, mi burro de carga, pensé que te había comido el león, oí


tus galopes y rebuznidos de miedo, por eso llegué hasta aquí.

Burro: ¿Qué me comió este león?.... Ja, ja, ja… Este león no es capaz ni
de comerse una ratona de huesos duros y sin sal… (Señala a la
ratona) Toda flaca, apestosa, mugrosa y mal oliente…

Ratona: ¡Oye Burro!...

Burro: Estamos defendiendo al León…

Leñador: ¿Defendiendo al León?... A este León ya no hay nadie que lo


defienda…. Se va directo al circo…. (Dinámica en que Cordelia y el
Burro jalan la cuerda, corretean al leñador).
22
Burro: Ratona, roe la cuerda... (Siguen en el jaloneo, mientras la ratona
roe la cuerda, para desatar al león, al final entre el burro, la Ratona
y Cordelia liberan al León y amarran al leñador).

León: Gracias, muchas gracias, nunca pensé que yo podría tener amigos
que me ayudaran… Ahora estoy seguro que nunca iré al circo con
el leñador.

Cordelia: Sí así es…. Un amigo ayuda a otro…. Pero y ahora al Leñador...


¿Quien lo ayuda?…

Leñador: Creo que me tengo que defender yo solo. La vida de un leñador


no es fácil y menos sin mi burro... Subir todos los días a la
montaña, entre el tráfico de arrieros, leñadores y hasta turistas,
luego trabajar duro y por la tarde bajar con el atado de leña y
venderla en el pueblo, la gente no quiere pagar nunca el verdadero
valor del trabajo... Si pido diez monedas de oro, me ofrecen cuatro
y sí regateo, termino vendiendo mi leña en tres monedas y con ese
dinero, a la tienda, a comprar el sustento, todo está muy caro, pan,
leche, huevos, carne y semillas para cocer... Y al final de la noche,
terminar quemando parte de mi propia leña para quitarme el frío,
cenar y calentarme un café, todo esto mientras afilo el hacha para
el siguiente día, esa es mi rutina, una vida de leñador muy difícil...
Por eso acepté vender al León por unas monedas, pero estoy
arrepentido. Ahora llévenme ante el comité de ética y transparencia
de éste pueblo, pagaré por mis culpas.

Cordelia: (Dinámica con el público) Creo que así como ayudamos al león,
debemos ayudar al leñador, está arrepentido. (Se dirige a los del
público a quienes asignó roles al inicio) Usted don Ambrosio, don
saturnino, y usted doña Sinforosa, son nuestro comité de ética y
transparencia. ¿Ustedes qué piensan?… (Se debe hacer un breve
debate sobre los valores con el público y definir el destino del
leñador, que debe ser la liberación) Liberaremos al leñador, pero
solo si se compromete cuidar este valor de la amistad que está
recibiendo como algo propio y todos los valores que conforman a
un ser humano integró, como el Respeto, el Humanismo, la
Eficacia, la Honradez, el Servicio y sobre todo el Trabajo en Equipo.

Leñador: Recuerdo la felicidad que me producía de niño salir a cortar la leña


con mi padre y mi abuelo... Recuerdo lo feliz que me sentí cuando
por primera vez me dieron a cargar una pequeña hacha para cortar
algunas ramas secas en el bosque... Hoy sé que soy un leñador
23
profesional, pero no me sentía feliz... Ahora entiendo que no hay
que dejar de ser niño, no hay que dejar de ilusionarnos, de soñar,
de salir y ver el amanecer con alegría porque ahora sé que cuando
somos niños, traemos esos valores con nosotros y los vamos
perdiendo porque nos dejamos contaminar por el entorno. Aquí
estoy atado a mis actos indebidos, ahora entiendo que la libertad
es mi capacidad de ser un leñador integró, entiendo que mi libertad
es mi capacidad de ser siempre un niño que pueda reír y
sorprenderse. Nunca más maltrataré a mi amigo el burro y nunca
más venderé algo o a alguien por unas cuantas monedas, que al
final terminarán en otras manos.

Cordelia: Y así es como termina esta historia, el cazador, resultó cazado.


(Desatan al leñador) Pero recibe una lección de un león, de su
amigo burro y de una pequeña ratona, recibe una lección que le
quita las ataduras de sí mismo. El leñador devolvió las monedas (El
animador entra por entre el público y el leñador le lanza las
monedas, éste las cacha y sale de escena molesto).

Ratona: El circo se fue, tal vez intente una vez más atrapar al león
extorcionando a otro leñador, pero ahora somos un equipo.

Burro: Sí, todos los animales del bosque y los leñadores del pueblo somos
un equipo con valores.

Leñador: ¡Viva el León de la montaña!

Todos: ¡Viva!...

Burro: ¡Tengo hambre!

Todos: ¡Burro!

Burro: ¡Es que tengo mucha, pero hambre!...

León: Yo también...

Burro: ¡Ayyy guey!

Ratona: ¡Es la cadena alimenticia!

León. (Todos ponen cara de terror, y van saliendo poco a poco, hasta
dejar a león solo)... Sí, ya lo sé, se fueron, al final les doy miedo,
24
todos los leones algún día fuimos inocentes cachorros, vivimos el
mundo en medio de un bosque de juegos y sueños, pero al final
cuando crecemos obedecemos a la naturaleza irremediablemente.
Yo cazaré y me comeré a un siervo o a un jabalí, esa e mi
naturaleza, pero a ellos mis amigos nunca me los voy a comer, aún
los animales salvajes, feroces y carnívoros sabemos ser amigos,
nos sabemos engreír y sabemos ser leales, nunca corrompemos
nuestra naturaleza. Este es el verdadero mensaje de esta historia;
Para ratones, burros, leones y seres humanos, los actos indebidos,
no son parte de la naturaleza ni de ninguna cadena alimenticia.
(Sale el león caminando despacio, solo quedan el hacha, la cuerda
y la escopeta en el escenario).

FIN

Autor:
Jesús Salcedo C.
Agosto, 2006
Adaptación al texto original del mismo autor Abril 2016

También podría gustarte