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Tema

Acústica Física:
7 ondas sonoras

1. Introducción

Una onda se define como una perturbación del estado de equilibrio de un sistema físico que se
propaga de un punto a otro del mismo. La onda es generada en un punto (foco) por algo externo
al sistema que provoca en ese punto la variación forzada de alguna de sus propiedades físicas
que tomaba un valor constante durante el estado de equilibrio. Luego esa variación se propaga
debido a la interacción existente entre un punto del medio y sus adyacentes.
Como ejemplo típico pensemos en el caso de un estanque inicialmente en reposo. Como pro‐
piedad física elijamos el desplazamiento vertical de los puntos de la superficie del agua, que to‐
ma valor nulo en el estado de equilibrio inicial. Al arrojar una piedra al estanque (agente externo
generador de la onda), observamos que se forma una ola (el desplazamiento vertical deja de ser
nulo) que se aleja paulatinamente del punto donde
cayó la piedra (foco de la onda) (Fig. 1).
En todo fenómeno ondulatorio la velocidad de
propagación de la onda, sea de la naturaleza que
sea, (que genéricamente denominaremos aquí c)
es una propiedad del medio por el que se propaga
y no del agente generador de la onda. Hemos de
destacar también que cuando se propaga la per‐
turbación no existe un transporte global de masa,
pues, como ocurre en el caso descrito en el párrafo
anterior, las partículas de la superficie del agua os‐
cilan en torno a su posición de equilibrio, siendo Figura 1.‐ Propagación de ondas en un estanque
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nulo, en promedio, su desplazamiento. Lo que real‐ c


mente hace la onda es transportar la energía y la
cantidad de movimiento que el agente causante ha
F
gastado en generarla.
GAS (aire)
En este tema nos ocuparemos especialmente
Figura 2.‐ Onda sonora en el interior de un tubo.
de las ondas sonoras. Consideremos por tanto un
orador en una sala de conferencias. En este caso el
sistema es el aire que ocupa el recinto. La presión en todos los puntos del recinto puede conside‐
rarse constante e igual a la presión atmosférica si despreciamos el efecto gravitatorio. Cuando el
conferenciante habla, lo que físicamente provoca es una variación de la presión atmosférica que
se transmite por la interacción de las moléculas del aire. Cuando esa variación de presión llega al
oído del oyente, hace vibrar su tímpano y esta vibración es interpretada por el sistema nervioso
como un sonido. En la Fig. 2 se muestra cómo se puede generar una onda sonora en el interior de
un tubo lleno de aire sin más que ejercer una fuerza sobre el émbolo existente en uno de sus ex‐
tremos. Al mover el émbolo hacia la derecha, las partículas de aire adyacentes se comprimen ge‐
nerándose una onda de presión. Es necesario señalar que al variar la presión en un punto del
medio, también lo hacen otras magnitudes físicas relacionadas con la misma (densidad, despla‐
zamiento de las partículas, velocidad de vibración de las partículas), por lo que una onda sonora
también puede ser entendida como una propagación de una variación de cualquiera de estas
propiedades.
Las ondas sonoras entran dentro de una categoría más general que se denomina ondas me‐
cánicas, que son aquellas en las que la perturbación física que se propaga es de naturaleza me‐
cánica y por tanto necesitan la presencia de un medio material para poder transmitirse. La otra
gran categoría son las ondas electromagnéticas (la perturbación que se transmite es un campo
electromagnético), que pueden propagarse en ausencia de medio material y que cubren el espec‐
tro desde las ondas de radio hasta los rayos γ pasando por la luz visible.
Las ondas se pueden clasificar en ondas longitudinales y en ondas transversales. En parti‐
cular las ondas mecánicas son longitudinales si la dirección de propagación de la onda es parale‐
la a la de vibración de las partículas del medio, mientras que son transversales si las partículas
vibran en la dirección perpendicular a la de la propagación. Ejemplo: una onda sonora que se
propaga en el seno de un fluido ideal (como aproximadamente puede considerarse al aire) es
una onda mecánica longitudinal, pues la ausencia de esfuerzos cortantes evita que haya interac‐
ción entre las partículas de fluido (y por tanto propagación de la onda) que no sea en la dirección
de vibración de dichas partículas. En un sólido, sin embargo, pueden generarse ondas sonoras
tanto longitudinales como transversales, o, incluso, combinación de ambas.
Por último, las ondas también pueden clasificarse en función de la forma geométrica del
frente de ondas, que puede definirse como el lugar geométrico de los puntos del medio alcanza‐
dos simultáneamente por la perturbación. Su forma depende generalmente de la naturaleza del
foco. Así, un foco puntual, (por ejemplo una persona hablando) da lugar a una onda sonora esfé‐
rica; un foco lineal (por ejemplo el ruido del tráfico de una autopista) genera una onda sonora
cilíndrica; por último, si fuésemos capaces de generar una onda sonora simultáneamente en to‐
dos los puntos de un plano, resultaría una onda plana. Observe que a grandes distancias del fo‐
co, tanto las ondas esféricas como las cilíndricas pueden aproximarse como ondas planas.
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2. Ecuación de ondas (x,0)

Las ondas en una cuerda son fáciles de visuali‐


zar al tiempo que presentan la mayoría de las pro‐
piedades generales comunes a todas las ondas. Ima‐ (a)
ginemos por ello una cuerda larga fija por un extre‐ O x
mo, si damos al otro extremo una sacudida brusca se
genera un pulso que se propaga por la cuerda con (x,t)
velocidad constante. El pulso constituye una región
limitada de la cuerda que se encuentra perturbada
con relación a su posición normal de equilibrio. En la
Fig. 3(a) se representa una curva arbitraria que re‐
presenta el pulso en el instante t=0, y cómo, tras pa‐ O’
(b)
sar un tiempo t, la curva es la misma pero desplaza‐ O ct x’ x
da una distancia ct (Fig. 3(b)).
Figura 3.‐ Pulso en una cuerda, (a) para t=0
Las formas funcionales que cumplen esa pro‐ y (b) para un instante t.
piedad son del tipo ( x  ct ) cuando la curva se des‐
plaza en el sentido de las x positivas, y ( x  ct )
cuando se desplazan hacia las x negativas.
Basta entender cómo ambas funciones permanecen acotadas cuando x y t crecen positiva‐
mente en la primera y cuando lo hacen x negativamente y t positivamente en la segunda.
Se puede demostrar aplicando la regla de la cadena para derivar una función de dos variables x y
t que la función φ verifica (ver Apéndice 1):
 2 1 2
 0 , (1)
x 2 c 2 t 2
Se trata de una ecuación diferencial lineal de segundo orden con coeficientes constantes.
Uno de los aspectos más interesantes relacionados con el movimiento ondulatorio es el pro‐
blema de plantearse qué ocurre en una región del espacio en la que coinciden varias ondas, lo
que se conoce con el nombre de interferencia. La ecuación diferencial que se ha obtenido en (1)
es lineal (no hay productos de derivadas), lo que implica que si φ1 y φ2 son dos ondas que se pro‐
pagan en un medio y satisfacen la ecuación (1) entonces su suma φ1+φ2 también la satisface, lo
que nos lleva a enunciar el principio de superposición de ondas: la perturbación que experimen‐
ta una magnitud física en un punto es la suma algebraica de las perturbaciones que puedan llegar
a ese punto. El principio de superposición permite expresar una onda compleja en forma de su‐
ma de varias ondas de perfiles más sencillos, este hecho se tratará en los apartados siguientes.

3. Ondas armónicas
Según se ha visto en el apartado anterior, la forma genérica de una onda unidimensional
viene dada por las expresiones ( x  ct ) . Cuando esta función φ es de la forma de un seno o un
coseno, decimos que se trata de una onda armónica. Como veremos en el apartado siguiente,
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cualquier perfil de onda se puede sintetizar por una superposición de ondas armónicas, por lo
que estudiar éstas toma un significado especial.
Una onda armónica que se propaga en el sentido positivo del eje x tomará la expresión ge‐
neral:
( x , t )  osen(k( x  ct )) , (2)
en la que 0 es la amplitud de la onda y la constante k se denomina número de ondas. Al argu‐
mento del seno en (2) se le conoce con el nombre de fase de la onda1. Como la fase debe estar en
radianes, las dimensiones de k en el SI son rad/m. Es habitual definir la frecuencia angular 
como:
  kc (3)
que llevada a (2) nos proporciona para la onda armónica la expresión más habitual:
  0sen(kx  t ) (4)
La frecuencia angular  se mide en rad/s. En la Fig. 4.a se ha representado el valor de la fun‐
ción de (4) frente a la distancia x en el instante inicial t=0. Como era de esperar por las propie‐
dades de la función seno se obtiene una función periódica. A la distancia entre dos puntos en los
que la función toma el mismo valor se la denomina periodo espacial o longitud de onda y la deno‐
taremos como . En el SI la longitud de onda se mide en m. La relación entre la longitud de onda
 y el número de ondas k puede obtenerse fácilmente sabiendo que el seno es una función perió‐
dica de periodo 2, por lo que:
2
k( x   )  kx  2  k  (5)

Por su parte, en la Fig. 4.b hemos representado la dependencia temporal de la función de (4)
en el punto x=0. Obviamente de nuevo se obtiene una función periódica. El periodo temporal se
corresponde con el intervalo de tiempo que transcurre entre dos instantes en los que la función
alcanza el mismo valor, lo que simplemente denominaremos periodo, que denotaremos como T y
se mide en s. La relación entre el periodo T y la frecuencia angular  puede obtenerse de forma
análoga a (5):
2
(t  T )  t  2    (6)
T
Por tanto, una onda armónica como la dada por la expresión (4) presenta una doble perio‐

(x,0) (0, t)




x t

(a) (b)

Figura 4.‐ Onda armónica: (a) variación con la distancia para t=0 y (b) variación con el tiempo para x=0.

1 Una expresión aún más general que (2) sería ( x , t )  osen k( x  ct )  0 , donde 0 es la fase inicial. En la discusión
posterior asumiremos que 0=0.
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Plano de fase constante

(x, t=cte)

Figura 5.‐ Onda armónica plana.

dicidad, una espacial de periodo y otra temporal de periodo T. En función de la longitud de on‐
da y el periodo la ecuación (4) puede también escribirse como:
 x t 
( x , t )  0sen 2     (7)
   T 
Para el caso de las ondas que progresen en el sentido negativo del eje x, basta con sustituir
el signo – por el signo + en las ecuaciones (2), (4) y (7).
La ecuación (3) nos proporciona la relación existente entre la longitud de onda y el periodo,
pues sustituyendo los valores de  y k por los obtenidos en las expresiones (5) y (6):
 
  c  (8)
k T
En (8) hemos introducido la frecuencia   1 T que se mide en s‐1 o Hertzios (1 Hz= 1s‐1), y
nos dice que el periodo puede definirse como el tiempo que tarda la onda en recorrer una longi‐
tud de onda.
Si extendemos nuestro análisis al espacio tridimensional, las superficies en las que la per‐
turbación definida por la ecuación (4) toma el mismo valor, en un instante dado, serán aquellas
de fase constante, en este caso los planos x=cte (véase Fig. 5), por lo que la ecuación (4) está de‐
finiendo una onda armónica plana.
Un sistema de ondas de gran interés es el formado cuando se superponen dos ondas armó‐
nicas de igual amplitud y frecuencia que se propagan en sentidos opuestos lo que da lugar a una
onda estacionaria y que no trataremos aquí.

4. Análisis de Fourier
El teorema de Fourier establece que cualquier función2 f(t) periódica de periodo3 T0, puede
expresarse de manera única como superposición de ondas armónicas de frecuencia angular múl‐
tiplos de la frecuencia angular de la función de partida y amplitudes definidas:

2 Aquí t es una variable genérica, no tiene porqué denotar al tiempo.


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 
f (t )  a0   ansen(n0t )   bn cos(n0t ) , (9)
n 1 n 1

Siendo n un numero entero, 0=2/T0 se denomina frecuencia o armónico fundamental y a sus


múltiplos armónicos superiores. Las amplitudes de los armónicos, o coeficientes de la serie de
Fourier, se calculan mediante las expresiones:
1 T0 2 T0 2 T0
a0   f (t )dt ; an   f (t )sen(n0t )dt ; bn   f (t )cos  n0t  dt (10)
T0 0 T0 0 T0 0

La representación de las amplitudes y frecuencias de las componentes o armónicos de una


onda periódica se denomina espectro o representación de la onda en el dominio de la frecuencia.
En el caso de una función periódica, este espectro es discreto puesto que los coeficientes sólo
existen para un conjunto discreto de frecuencias. En el caso límite (T0   ) , que corresponde a
una señal no periódica, obtendríamos un espectro continuo que viene representado por una fun‐
ción de la frecuencia que se denomina transformada de Fourier.
A continuación se presentan varios ejemplos de este teorema. La onda compleja de la Figura
6(a) (trazo grueso) es el resultado de la superposición de las tres ondas sinusoidales de diferen‐
te amplitud y frecuencia (trazo fino), y cuyo espectro se muestra en la Fig. 6(b). También en la
Fig. 7 se muestran algunas ondas complejas y sus espectros (a) y (b) son ondas periódicas y (c)
es una onda aperiódica.
Para el tren periódico de pulsos cuadrados de periodo T0, que se muestra en trazo grueso en
la Fig. 8(a), aparecen superpuestos (con sus expresiones debajo): su armónico fundamental (1),
la suma de éste y el tercer armónico (2), la suma del primero tercer y quinto (3), y la suma del
primero tercer quinto y séptimo (4), respectivamente. Se observa cómo a medida que sumamos
más términos el resultado se va pareciendo más a la función original. Conseguiríamos sintetizar
exactamente dicha función si fuésemos capaces de sumar los infinitos términos correspondien‐
tes a todos los armónicos impares. En la Figura 8(b) se representa su espectro (observe que se
ha añadido también el noveno armónico y seguiría por la derecha pues hay infinitos armónicos).

1,6
2
1,4

1,2
1
Desplazamiento

1,0
Amplitud

0 0,8
0 2 4 6 8 10 12 14
0,6
‐1 Tiempo
0,4

‐2 0,2

0,0
(a) (b) 0,0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6

Frecuencia
Figura 6.‐ (a) Onda periódica compleja (trazo grueso) y sus componentes (trazo fino) en el dominio
del tiempo. (a) Representación de la onda compleja en el dominio de la frecuencia (espectro).

3 f (t  T0 )  f (t ) ; muchas veces se confunden los términos periódico y armónico. Un seno o un coseno es un caso par‐
ticular de función periódica.
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Evolución temporal 25 Espectro


4
Período: T 20
2

Amplitud
15
Amplitud

(a) 0
10

‐2 5

0
‐4
100 200 300 400 500 600
0 20 40 60 80 100
Frecuencia
Tiempo (ms)
30
4
3 Período: T 25
2 20

Amplitud
Amplitud

1
15
(b) 0
‐1 10
‐2 5
‐3
0
‐4
1000 1200 1400 1600 1800 2000 2200
0 5 10 15 20 25 30 35 40
Frecuencia
3 Tiempo (ms)
10000
2
1000
1
Amplitud

Amplitud

100
(c) 0

‐1 10

‐2 1

‐3 0,1
0 50 100 150 200 250 300 350 400 450 500
0 100 200 300 400 500
Tiempo (ms)
Frequencia

Figura 7.‐ A la izquierda ondas complejas en el dominio del tiempo y a la derecha sus espectros. Las ondas
(a) y (b) son periódicas con espectro discreto y (c) es no periódica (aperiódica) con espectro continuo.

5. Ondas sonoras planas en un fluido


Como se estableció en la introducción del tema, las ondas sonoras que percibimos pueden en‐
tenderse como una propagación de una perturbación de la presión en el aire (o, en general, en
un fluido) contenido en el recinto por el que se propaga. Sabemos también que si éste fenómeno
responde al concepto de onda, esta perturbación debe satisfacer una ecuación de ondas como la
mostrada en (1), donde aparece denotada por c la velocidad de propagación de la onda. Se va a
deducir a partir de la fenomenología física del problema que, efectivamente, esta perturbación
de la presión en un fluido satisface una ecuación de ondas y, finalmente, se obtendrá una expre‐
sión para c.
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1 2 3 4 5

Amplitud 0
0 T/4 T/2 3T/4 T 5T/4 6T/4
Tiempo

‐A

(a)
4A
4A/ 1 sen 0t 

4A 4A
2 sen 0t  
sen 30t 
 3
4A 4A 4A
3 sen 0t   sen 30t   sen 50t 
 3 5
Amplitud

4A 4A 4A 4A
4  sen 0t   sen 30t   sen 50t   sen 70t 
 3 5 7
4A 4A 4A 4A 4A
5 sen 0t   sen 30t   sen 50t   sen 70t   sen  90t 
4A/3  3 5 7 9

4A/5
4A/7 4A/9

(b)
1 0 30 5 70 90

Frecuecnia
Figura 8.‐ (a) Tren periódico de pulsos y su sintetización sumando los términos de la correspondiente serie
de Fourier. (b) Representación espectral del tren periódico.

Para simplificar las cosas, el estudio va a limitarse al caso de ondas planas, que son una
buena aproximación para describir la realidad en Acústica Arquitectónica. Para generar y pro‐
pagar sólo ondas planas en una única dirección, vamos a encerrar el gas en un conducto suficien‐
temente largo como para poderlo considerar indefinido, estando uno de sus extremos cerrado
por un pistón como se muestra en la Figura 2. Si el pistón se mueve hacia la derecha, el fluido en
contacto con él se comprime originándose una onda de compresión que se propaga a lo largo del
tubo; por el contrario, cuando se mueve hacia la izquierda lo que se propaga es una onda de dila‐
tación. Este mecanismo es semejante a la forma en que un altavoz genera las ondas sonoras por
desplazamiento de la membrana del mismo.
Las moléculas de un fluido que está en reposo se desplazan con direcciones y velocidades
distribuidas al azar de modo que la velocidad (o el desplazamiento) promedio de un grupo mo‐
lecular4 es nula. De este modo, en un fluido en equilibrio, sin perturbar, estadísticamente la den‐
sidad, la presión o cualquier otra magnitud macroscópica toma valores constantes correspon‐
dientes al valor del equilibrio.
La propagación de una onda elástica supone la aparición de una dirección privilegiada: la de
propagación de la onda, lo cual implica que, para un grupo molecular, podremos hablar de un
desplazamiento, velocidad y aceleración de un elemento de volumen. Consideraremos que el
fluido es continuo, y para encontrar la ecuación de propagación de las ondas planas en el interior

4Por grupo molecular entendemos un volumen muy pequeño comparado con las dimensiones del sistema total, pero
suficientemente grande como para que contenga muchas moléculas para hacer los promedios estadísticos significati‐
vos. Por tanto, trataremos al fluido como un medio continuo.
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del tubo de la Figura 2 a lo largo de la dirección longitudinal (dirección x). Emplearemos los si‐
guientes símbolos:
 , densidad instantánea en un punto,
 0, densidad del fluido en estado de equilibrio,
 d, variaciones de densidad provocadas por el paso de la onda, d =  ‐ 0;
 P, presión instantánea en un punto,
 P0, presión del fluido en estado de equilibrio,
 p, presión acústica en un punto, es decir, las variaciones de presión provocadas por el paso
de la onda, p = P ‐ P0.
Así mismo, admitiremos las siguientes hipótesis razonables:
1ª) Considerar despreciable las variaciones de la gravedad y que por tanto P0 y 0 son cons‐
tantes en todo el medio;
2ª) Suponer el medio homogéneo, isótropo y perfectamente elástico, es decir despreciare‐
mos cualquier efecto disipativo (tales como los debidos a la viscosidad)
3ª) La amplitud de las ondas es pequeña, por tanto, los cambios de densidad son pequeños
comparados con el valor en el equilibrio.
En base a lo anterior, se trata de resolver un problema de dinámica de fluidos ideales para
pequeños movimientos; por ello se linealizarán la ecuación constitutiva característica del medio,
que relaciona la presión y la densidad en cada punto, la ecuación de la continuidad, que establece
el principio de conservación de la masa y la ecuación de la segunda ley de Newton, que nos pro‐
porciona la ley dinámica de evolución. Combinando esas tres ecuaciones debidamente linealiza‐
das (ver Apéndice 2), se puede llegar a demostrar que la presión acústica p verifica la ecuación
de ondas:
2 p 1 2 p
 , (11)
x 2 K t 2
siendo la velocidad de propagación de la perturbación (compare con la ecuación de ondas gené‐
rica que se reflejaba en (1):

P
c K  (12)
   0

Para realizar la derivada que aparece en el radicando de la ecuación (12) se va a suponer


que el aire es un gas ideal y que la interacción de un elemento de fluido con otro al paso de la
onda de presión es tan rápida, que puede considerarse un proceso sin transferencia de calor
(adiabático). Teniendo en cuenta la ecuación de la transformación adiabática de un gas ideal y su
ecuación de estado (Tema 2) se obtiene:
R  para t  0º C (273 K )  c  331.5 m/s
c K  T0   (13)
M  para t  20º C (293 K )  c  343.4 m/s
Donde el parámetro  es el cociente entre los calores específicos a presión y volumen constante,
=cp/cv, que para el aire vale aproximadamente 1.4; M es el peso molecular (para el aire 0.029
Kg/mol); R=8.31 J/mol 0C la constante universal de los gases perfectos y T0 la temperatura
absoluta (en K). Estos resultados calculados se corresponden con las medidas experimentales de
la velocidad del sonido a diferentes temperaturas, validando así las hipótesis de partida.
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6. Estudio energético de las ondas sonoras


Como hemos comentado en la introducción del tema, lo que realmente se propaga en el mo‐
vimiento ondulatorio es energía. En el caso de las ondas sonoras, que sabemos son ondas mecá‐
nicas, podemos calcular la energía que adquiere un elemento fluido al paso de la onda como la
suma de la energía cinética y la energía potencial.
Si en el equilibrio ese elemento de fluido ocupa un volumen V0 su masa total será 0V0; si al
paso de la onda adquiere una velocidad v, entonces su energía cinética vendrá dada por:
1
 0V0  v 2
Ec  (14)
2
Asumiendo que la energía potencial debido al trabajo de las fuerzas de presión es (ver
Apéndice 3):
1 p2
E p  V0 (15)
2 0c 2
La energía mecánica será:
1 1 1 2
E  E c  E p  V0 0v 2  V0 p (16)
2 2  0c 2
Cuando analizamos un campo acústico estaremos interesados en la energía por unidad de
volumen, E/V0, que denominaremos densidad de energía,  (en el SI se mide en J/m3), que viene
determinada por la expresión:
1 1 p2
  0v 2  (17)
2 2 0c 2
La expresión (17) puede simplificarse en el caso de las ondas planas, pues para ellas puede
demostrarse que los términos correspondientes a la energía cinética y a la energía potencial
coinciden. Así, para una onda plana se verifica, (ver Apéndice 4):
p   0cv (18)
El signo + cuando la onda viaja en el sentido de las x positivas y – cuando lo hace en sentido de
las x negativas.
Sustituyendo en (17) se obtiene para la densidad de energía de una onda plana la expresión:
1  1 2 1 2  p2
 ( x , t )  0  p  p  . (19)
 0 c 02c 2  0c 2
2 2
2
En (19) hemos puesto explícitamente de manifiesto que la densidad de energía, al igual que la
presión acústica p, es función del punto en que nos situemos (variable espacial, x) y del instante
en el que nos encontremos (variable temporal, t). Para el caso de una onda armónica plana sa‐
bemos que la onda de presión tomará la forma:
p( x , t )  p0sen(kx  t ) (20)
Podemos en este caso promediar fácilmente en un periodo T la ecuación (19) para encontrar la
densidad de energía media  :
1 T p( x , t )2 1 1 T 1 p02

T  0 0c 2
dt 
T 0c 2  0
p02 sen2 (kx  t )dt 
2 0 c 2
(21)
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o bien, en términos de la presión eficaz5 pef  p0 / 2 :

pef2
 (22)
0c 2 c

Nótese que en este caso particular la densidad de ener‐


gía media es la misma en todos los puntos del espacio A B
(no depende de la variable x).
Figura 9. La energía que atraviesa la uni‐
Si bien la densidad de energía  nos proporciona la dad de área en la unidad de tiempo es la
contenida en el volumen de un cilindro de
información de cómo se distribuye la energía sonora área unidad y altura c.
en el espacio y el tiempo, la magnitud energética que
cuantifica qué cantidad de energía se transporta y en qué dirección es la intensidad acústica, I,
que se define como la energía que atraviesa la unidad de superficie, perpendicular a la dirección
de propagación, en la unidad de tiempo.
Para una onda plana esta puede evaluarse como la energía contenida en el volumen del ci‐
lindro de la Figura 9, de base la unidad de área y altura c:
p2
I( x , t )   c  (23)
0c
Su unidad en el SI es el J/(m2s) o W/m2 (se trata, por tanto, de una potencia por unidad de super‐
ficie). En el caso de las ondas armónicas planas, el promedio temporal nos proporciona la inten‐
sidad media I que vendrá dada por:
1 p02 pef2
I  (24)
2 0 c 0 c
Para que nos hagamos una idea del orden de magnitud de la energía acústica, una persona
con oído normal es capaz de percibir una presión acústica (eficaz) tan baja como 20 Pa que su‐
pone una intensidad del orden de 10‐12 W/m2 en condiciones normales en el aire. En el límite su‐
perior del rango, el umbral del dolor (sensación sonora intolerable) se produce para una presión
eficaz del orden6 de 100 Pa, a los que corresponden una intensidad de aproximadamente 10
W/m2, la misma que produce una simple bombilla de 50 W a 0.6 m. Observe que el rango de va‐
riación de presiones eficaces e intensidades audibles es de varios órdenes de magnitud; como
veremos en el siguiente capítulo, este hecho unido a la forma característica que tiene nuestro oí‐
do de percibir el sonido, aconsejan, tanto para la presión eficaz como para la intensidad, el esta‐
blecimiento de escalas logarítmicas en las que ambas magnitudes se medirán en decibelios (dB).

5Si calculáramos el valor medio de la presión en un periodo, este sería nulo, mientras que como vemos la energía tie‐
ne un valor distinto de cero. Por ello, es usual utilizar el valor eficaz de la presión, definido de la siguiente forma:
1 1 p0

T


T
p0 sen ( kx  t )dt 
2 2 2
pef  p( x , t ) dt  .
T 0
T 0
2
Precisamente esta presión eficaz es la que proporcionan los equipos de medida.
6 Recuerde que la presión atmosférica es del orden de 100 kPa.
FFIA: Acústica Física. Ondas Sonoras 7‐12

7. Impedancia acústica

La impedancia acústica Z en un punto se Tabla 1.‐ Impedancia característica de varios medios.


define como el cociente entre la presión c (m/s) 0(kg/m3) Z (Rayls)
acústica en ese punto y la velocidad que ad‐ AIRE 340 1.2 408
AGUA 1480 1000 148·104
quiere el elemento de fluido debida a esa HORMIGÓN 3160 2300 7·106
presión acústica. Por tanto, responde a la LADRILLO 3000 1800 5·106
MADERA 700 600 0.4·106
expresión:
ACERO 5900 7800 46·106
p
Z (25)
v
La impedancia acústica nos da una medida de la resistencia que presenta el medio al paso
de la onda, puesto que un valor muy elevado implicaría que grandes presiones acústicas provo‐
can una velocidad de vibración pequeña en el correspondiente elemento fluido.
En el caso de las ondas planas, es fácil comprobar que la impedancia es constante y no de‐
pende ni del punto ni del instante en que nos encontremos. Efectivamente, en la ecuación (18)
encontramos que presión acústica y velocidad del elemento fluido eran magnitudes proporcio‐
nales, p  0cv , siendo por tanto en este caso la impedancia acústica:
Z ondas  0c (26)
planas

De acuerdo con (26), en el SI la impedancia se mide en kg/(m2s), unidad que se conoce como
Rayl. En la Tabla 1 mostramos las impedancias características de diversos medios (siempre bajo
el supuesto de propagación de una onda plana, y para el caso de los materiales sólidos ondas
longitudinales).

8. Reflexión, absorción y transmisión


Otro de los aspectos fundamentales en el estudio de las ondas en general y de las ondas so‐
noras en particular, es el estudio de las modificaciones que experimentan cuando inciden en la
superficie de separación entre dos medios. En general, cuando una onda sonora incide en la in‐
terfase entre dos medios, se generan dos nuevas ondas: una reflejada, que se propaga en el pri‐
mer medio pero en sentido contrario al de la incidente, y otra transmitida, que lo hace por el
segundo medio. En la Fig. 10 hemos puesto de manifiesto esta circunstancia. Por simplicidad nos
vamos a limitar al caso de incidencia normal7 de ondas planas. Cada medio de la figura se ha ca‐
racterizado por su impedancia característica, Zi=0i ci (i=1,2). La condición de contorno que he‐
mos de exigir en este caso es que para cualquier punto de la superficie de separación entre los
dos medios, tanto la presión sonora que soportan como la velocidad que adquieren estén unívo‐
camente definidas, lo que implica que si calculamos por la izquierda (medio 1), o por la derecha
(medio 2), cualquiera de estas dos magnitudes, el resultado ha de coincidir. Como por el primer
medio se propagan dos ondas, la incidente y la reflejada, el principio de superposición me permi‐
te decir que la presión o la velocidad en cualquier punto de la interfase, calculada por la izquier‐

7 La dirección de propagación de la onda es perpendicular a la superficie de separación de ambos medios.


FFIA: Acústica Física. Ondas Sonoras 7‐13

da, será la suma de la producida por la onda incidente y MEDIO 1 MEDIO 2


la producida por la onda reflejada. Por su parte, al cal‐ Impedancia Z1 Impedancia Z2
cularla por la derecha, la presión o la velocidad será so‐
lamente la producida por la onda que se transmite. Por
tanto, en los puntos de la interfase hemos de exigir que:
Onda incidente
pi  pr  pt (27)
Onda transmitida
vi  vr  vt (28)
Onda reflejada
En función de las velocidades que adquieren los puntos
de la interfase, la ecuación (27) puede ser rescrita co‐ x
mo:
Figura 10. Incidencia normal de una onda
Z1 (vi  vr )  Z 2vt . (29) plana en la superficie de separación entre
dos medios de impedancias Z1 y Z2.
Observe que en la ecuación (29) el signo negativo
de esta expresión proviene del hecho de que la onda re‐
flejada progresa en el sentido negativo del eje x (Apéndice 4). El coeficiente de reflexión, definido
en términos de las velocidades, se define como la razón:
vr
r , (30)
vi
que puede calcularse a partir de las ecuaciones (28) y (29) para obtener:
Z1  Z 2
r (31)
Z1  Z2
Por su parte, el coeficiente de transmisión, en términos de las velocidades se expresa como:
vt vi  vr 2Z1

 1r  (32)
vi vi Z1  Z 2
A partir de la ecuación (31) podemos concluir que mientras menor sea la diferencia de impedan‐
cias entre los dos medios menor será la reflexión producida. En particular, si las impedancias
coinciden8 no existirá onda reflejada. Esto es lo que se pretende cuando se construye una cámara
anecoica (ver tema 9).
Resulta también de gran interés realizar un balance energético del fenómeno que estamos
considerando. El principio de conservación de la energía implica que parte de la energía que
transporta la onda incidente se reflejará y parte se transmitirá, es decir, en términos de las in‐
tensidades ha de cumplirse:
I i  I r  It (33)
Podemos entonces definir un coeficiente de reflexión energético en función de las intensidades de
la onda incidente y reflejada como:
Ir pr2 vr2 ( Z  Z 2 )2
r 
 2  2  r2  1 (34)
Ii pi vi ( Z1  Z 2 )2
El correspondiente coeficiente de transmisión energético vendrá definido por:
It pt2 Z 2 Z 2 vt2 Z 2 2 4Z1 Z 2
t   2     (35)
Ii pi Z1 Z1 vi Z12
( Z1  Z 2 )2

8Este caso no tiene porqué reducirse al trivial en el que el medio 1 y el medio 2 son el mismo (entonces obviamente
no hay onda reflejada porque no hay interfase de separación). Basta que el producto de la densidad del material y la
velocidad de propagación de la onda en él coincida para ambos medios.
FFIA: Acústica Física. Ondas Sonoras 7‐14

Observe que de acuerdo con (33) se verifica que: RECINTO 1 RECINTO 2


1  r  t (36)
Por último, queremos resaltar que el problema que he‐
mos estudiado aquí es mucho más simple que el que puede
plantearse al estudiar la incidencia de una onda sonora en
una pared, pues en este caso son dos las interfases de separa‐
ción entre medios distintos, lo que provoca que en el interior
del mismo se produzca un fenómeno de múltiples reflexiones
como el que se ilustra en la Fig. 11. Así, la onda reflejada es la
Figura 11. Incidencia de una on‐
suma de la procedente de la primera reflexión de la onda in‐ da sonora en un paramento.
cidente y de las transmitidas al recinto 1 después de cada re‐
flexión en la cara adyacente a este recinto en el interior de la
pared. Por su parte, la onda transmitida será la suma de las que se transmiten hacia el recinto 2
después de cada reflexión en la cara adyacente al recinto 2. En este caso, además, es normal que
parte de la energía se disipe o pierda en el interior de la pared, de tal manera que el balance
energético sería:
Ii  Ir  It  Idisipada (37)
A efectos prácticos, podemos decir que la energía sonora que pierde el recinto 1 al incidir la
onda sobre la pared es la suma de la transmitida al recinto 2 y la pérdida por disipación en el in‐
terior de la pared, lo que nos permite definir el coeficiente de absorción de la pared como el co‐
ciente entre la energía no reflejada y la incidente, es decir:
It  Idisipada
 ABS  (38)
Ii
Así mismo definiremos en esta situación el coeficiente de transmisión de la pared como el cocien‐
te entre la energía transmitida al recinto receptor y la incidente sobre el cerramiento desde el
recinto emisor:
It
 (39)
Ii
FFIA: Acústica Física. Ondas Sonoras 7‐15

Apéndice 1: Deducción de la ecuación de ondas

Consideramos la forma funcional de la magnitud  que, como hemos visto, es  ( x , t )   ( x  ct ) ; utilizado la cono‐
cida regla de la cadena9, podemos escribir:
 d u d 
 
x du x du   
   c (40)
 d u d  t x
  c
t du t du 
Tomando las segundas derivadas en las expresiones anteriores se obtiene que:
 2       d  d  d  u d 2
   
x 2 x  x  x  du  du  du  x du2
(41)
 2       d  d  d  u 2 d 2
    c    c  c
t 2
t  t  t  du  u  du  t du2
de donde concluimos que:

 2 1  2
 0 , (42)
x 2 c 2 t 2

Apéndice 2: Deducción de la ecuación de ondas para la presión acústica

La ecuación constitutiva

Los desplazamientos de los grupos moleculares, al paso de la onda, dependen de la posición y del tiempo. Como
consecuencia de estos desplazamientos, se producen unos cambios de densidad en el medio y por tanto también en la
presión. La relación entre los cambios de presión (la presión acústica, p) y los de densidad d dependen de la ecuación
característica del medio, es decir, de la ecuación que relaciona la presión y la densidad, P=P().
P0  p  P( 0  d ) (43)
Si hacemos un desarrollo en serie del segundo miembro, truncando la serie en los términos lineales, y tenemos en
cuenta que P0= P(0):
P
P(  0   d )  P( 0 )  d (44)
   0

La derivada que aparece, calculada para el valor de 0, es una constante característica del medio que denotamos por K:
P
K (45)
   0

Sustituyendo (43) en (44) y simplificando obtenemos:


p  K d (46)
Es decir, la presión acústica es proporcional a la variación de densidad.

La ecuación de continuidad

El principio de conservación de la masa nos va a permitir establecer la relación existente entre los desplaza‐
mientos provocados por el paso de la onda y los cambios de la densidad. En el tubo de sección S (Fig. 12) considere‐
mos un pequeño elemento de volumen de longitud dx. En el estado de equilibrio, la presión valdrá P0, y la densidad 0.
Cuando pasa la onda se producirá una deformación del elemento al aparecer los desplazamientos netos, de modo que
la longitud de la rebanada anterior se modificará10 en dq y supondremos que dq<<dx (recuérdese que hemos dicho
que admitíamos que la amplitud de los movimientos era pequeña). La conservación de la masa exigirá que la masa

df df dy
9 Si una función f es de la forma f=f(y) y la variable y a su vez depende de x como y=y(x), entonces se tiene 
dx dy dx
10Al ser dq el desplazamiento del elemento de fluido, la velocidad de éste será v  q / t y su aceleración a   q / t . Es importante
2 2

no confundir la velocidad con la que se mueve el elemento fluido, v, con la velocidad a la que se propaga la onda, c.
FFIA: Acústica Física. Ondas Sonoras 7‐16

Condiciones de equilibrio Condiciones de NO equilibrio

m0 m0
S S
x P0+p; x
P0; 0 0+d

x dx x dx dq

Figura 12. Desplazamiento de un elemento de fluido al paso de la onda

contenida en la rebanada sin deformar debe ser igual a la que hay una vez que ésta se deforma:
S 0dx  S ( 0  d )(dx  dq)  S 0(dx  dq )  S d (dx  dq ) (47)
Simplificando la ecuación anterior y despreciando el infinitésimo de segundo orden d dq (recuérdese que d repre‐
sentaba las variaciones de densidad provocadas por el paso de la onda), nos quedará:
q
0  0dq  d dx  d   0 (48)
x

La segunda ley de Newton

La presión acústica es la responsable de las fuerzas que deforman el volumen al que no hemos referido antes
que, lógicamente, depende de la posición y del tiempo, tal y como se muestra en la Fig. 13. La fuerza neta sobre la re‐
banada será:
p
dF  S ( p( x , t )  p( x  dx , t ))   S dx (49)
x
Aplicando la 2ª ley de Newton:
p   2q  p   2q 
dF  dm  a   S dx  S 0dx  2     0  2  (50)
x  t  x  t 
Si derivamos la ecuación anterior respecto de x y tenemos en cuenta las ecs. (46) y (48) se obtiene:
2p   2   q  2  1 2p
  0  2      2d   . (51)
x 2
 t   x  t K t 2
Es decir, se verifica la ecuación de ondas:
2p 1 2p
 , (52)
x 2 K t 2
siendo la velocidad de propagación de la perturbación (compare con la ecuación de ondas genérica de(1)):
P
c K  (53)
   0

Para comprobar si las aproximaciones realizadas son o no correctas, podemos intentar calcular la derivada que
aparece en el radicando de (53) para obtener un valor teórico de c y comparar este valor con los valores experimenta‐
les medidos para la velocidad del sonido. Para ello, en primer lugar hay que considerar que la interacción de un ele‐
mento de fluido con otro al paso de la onda de presión es tan rápida que no da tiempo a que se produzca transferencia
de calor entre ambos, es decir, se trata de un proceso adiabático.
Cuando un gas perfecto sufre una transformación adiabática la
presión y el volumen verifican que PV=P0V0, donde el parámetro 
es el cociente entre los calores específicos a presión y volumen Sp(x,t) Sp(x+dx,t)
conste: =cp/cv. Para el aire vale aproximadamente 1.4. La relación x
anterior implica que, en función de la densidad, se podrá escribir:
 
m m P  dx
P    P0    P   0    (54)
  0   0 
Figura 13. Fuerzas sobre el elemento de
Diferenciando la ecuación anterior podemos buscar el valor fluido al paso de la onda.
de K:
FFIA: Acústica Física. Ondas Sonoras 7‐17

P   1 P  P0
dP   0   d    K (55)
 0     0
0
Por otra parte, la razón P0/0 para cada temperatura puede extraerse de la ecuación de estado de los gases ideales:
m P R
P0V0  nRT0  RT0  0  T0 , (56)
M 0 M
donde M es el peso molecular (para el aire 0.029 Kg/mol) y R=8.31 J/mol 0C es la constante universal de los gases. Con
ello, podemos escribir para la velocidad de propagación:
 para t  0º C (273 K )  c  331.5 m/s
R
c K T0   (57)
M  para t  20º C (293 K )  c  343.4 m/s
valores que se corresponden con los experimentales, validando así las hipótesis de partida.

Apéndice 3: Cálculo de la energía potencial correspondiente al trabajo realizado


por las fuerzas de presión

Al mismo tiempo el volumen en el equilibrio V0 se deforma (comprime o dilata) hasta un valor V a causa del tra‐
bajo realizado por las fuerzas de la presión acústica (ver Fig. 12), de modo que la energía potencial se podrá escribir11:
q V
E p    (    V0 pdV
pS ) dq (58)
0
fuerza desplaza‐
miento

El signo – de (58) indica que al disminuir el volumen (se comprime) aumenta Ep y al aumentar (se dilata) disminuye la
Ep. Observe también que se ha elegido el nivel de energía potencial cero en el equilibrio (cuando V=V0 la ec. (58) es
nula). Para integrar vamos a expresar dV en función de dp:
m V V 0V0
   0 0  V  0 0  dV   d , (59)
V V  ( 0  d )2
pero como d<<0, en el denominador puedo despreciar d y recordando que p=Kd =c2d podemos escribir:
V V V 1
dV   0 d( 0  d )   0 d d   0 2 dp (60)
0 0 0 c
Sustituyendo en (58) y teniendo en cuenta que cuando el volumen es V0 la presión acústica es 0 y cuando se deforma
hasta V vale p, se obtiene para la energía potencial la expresión:
p  V 1 1 p2
E p    p   0 2  dp  V0 . (61)
 0 c  2 0c 2
0

Apéndice 4: Relación entre la presión acústica y la velocidad de las partículas en


una onda plana.

Aplicando la ecuación (40) del Apéndice 1 a la onda plana de presión acústica p=p(x‐ct),
p 1 p
 , (62)
x c dt
Y combinándola con la (50) de la ley de Newton del Apéndice 2, nos proporciona la siguiente relación de proporciona‐
lidad entre la presión acústica que experimenta el elemento fluido y la velocidad que adquiere (insistimos de nuevo en
que una cosa es velocidad del elemento fluido, v, y otra la de propagación de la onda, c):
1 p  2q   p   q  p
  0 2       0        0v   p   0cv . (63)
c t dt t  c  t  t  c
El signo + cuando la onda viaja en el sentido de las x positivas y – cuando lo hace en el sentido de las x negativas.

11 A toda fuerza conservativa F se le asocia una energía potencial que viene dada por dE p  Fdx
FFIA: Acústica Física. Ondas Sonoras 7‐18

PROBLEMAS
NOTA: Para resolver estos problemas es necesario tener en cuenta los contenidos del tema 8.

1. La figura representa, en el dominio de la frecuencia, una 120

onda plana que se propaga en el aire (c1=340 m/s,

Nivel de presión sonora (dB)


100

1=1.22 kg/m3). a) Determine razonadamente la expre‐ 80

sión de la onda en el dominio del tiempo. b) ¿Cuál es la 60


amplitud de la velocidad de la vibración de las partículas
40
del aire? c) Obtenga razonadamente su nivel de sonori‐
dad expresado en fones. 20

Esta onda incide perpendicularmente sobre la superficie 0


0 1000 2000 3000 4000 5000
libre del agua de una piscina (c2 =1480 m/s, 2 =1000 Frecuencia (Hz)

kg/m3). d) ¿Cuál es la amplitud de la velocidad de la vi‐


bración de las partículas del agua? e) ¿Cuál será la presión acústica eficaz en el agua? f) Deter‐
minar el cociente entre las intensidades de la onda transmitida al agua y la de la onda incidente.
vt 2Z1
¿Qué ha sucedido con la energía que no se transmite al agua de la piscina?. NOTA:   
vi Z 1  Z 2

Solución

a) Se trata de una onda armónica de frecuencia f=1000 Hz y nivel de presión sonora LP=120 dB.
A partir de éste podemos determinar la presión eficaz de la onda:
pef2 1 LP 1
LP 1  10log
p 2
 pef2 1  pref
2
10 10 
 pef 1  20  106  1012  20 Pa ,
ref

lo que significa que la amplitud de la onda de presión es:


pmax 1
pef 1 
 pmax 1  pef 1 2  20 2  28.3 Pa .
2
La expresión de la onda en el dominio del tiempo será:
 2   2 
p1 ( x , t )  pmax1 cos(t  kx )  pmax1 cos 2 ft  x   pmax1 cos 2 ft  x 
 1   c1T 
 2000 
 20 2 cos 2000 t  x   20 2 cos 2000  t  0.003x 
 340 
b) La amplitud de la velocidad de vibración se puede obtener si tenemos en cuenta que:
pmax1 p p 28.3
Z1   vmax1  max1  max1   0.068 m / s ,
vmax1 Z1 1c1 1.22  340
c) El nivel de sonoridad en fones, al ser f=1 kHz, coincide numericamente con el nivel de presión,
luego es 120 fones
d) Para determinar la velocidad de vibración de la onda transmitida al agua, tenemos en cuenta
la definición del coeficiente de transmisión dada en la nota:
vt 2Z1 2Z1 2  1.22  340
   vt  vi   0.068  3.8  105 m / s
vi Z 1  Z 2 Z1  Z2 1.22  340  1000  1480
e) La presión acústica eficaz de la onda en el agua vale:
FFIA: Acústica Física. Ondas Sonoras 7‐19

pmax2 p Zv 1000  1480  3.8  105


Z2   pef 2  max2  2 max2   39.8 Pa ,
vmax2 2 2 2
f) La razón de las intensidades es:
pef2 2
2
I2 2c2 pef 2 1c1 39.82 1.22  340
 2  2   0.001 ,
I1 pef 1 pef 1 2c2 202 1000  1480
 1 c1
es decir la intensidad transmitida es aproximadamente la milésima parte de la incidente. El resto
de la energía, logicamente, es reflejada de nuevo al primer medio (el aire) en lo que constituye la
onda reflejada.

2. En un conducto de aire acondicionado existe


un ruido de fondo que tiene un nivel LpRF=30 L (dB)
dB en todas las frecuencias del rango audi‐
ble. En el mismo conducto, un motor produ‐ 85 dB
ce una señal acústica armónica cuya presión
eficaz es 0.36 Pa y cuyo número de onda es 50 dB
K= 0.74 rad/m.
a) Escriba la expresión de la presión acústica
30 dB
para la onda generada por el motor en fun‐
ción del tiempo y de la coordenada de posi‐
ción. 40.7 Hz 100 Hz f (Hz)
b) Represente, y justifique, el espectro de fre‐
cuencias (Lp frente a f) medido en el inte‐
rior del conducto.
c) Escriba la ecuación que describe el despla‐
zamiento de las moléculas de aire produci‐
do por el paso de la onda acústica del apar‐
tado a).
d) Se mantiene funcionando el motor anterior,
y el ruido de fondo permanece inalterable.
Además se pone en funcionamiento en el
conducto un ventilador que produce una
onda acústica armónica cuya frecuencia es
100 Hz y su nivel de sonoridad 40 fonios.
Represente y justifique el espectro de fre‐
cuencias resultante. DATOS: caire=340 m/s, Zaire=415 Rayls.

Solución

a) La expresión general es p( x , t )  pMAX cos  kx  t ) . La amplitud de la onda será:


pMAX
pef   pMAX  2pef  0.36 2  0.509 Pa
2
a partir del valor de K, obtenemos la frecuencia angular y la frecuencia:
FFIA: Acústica Física. Ondas Sonoras 7‐20

22 
K     Kc  0.74·340  251.6 

 cT c
2  256
    2 f  f    40.7 Hz
T 2 2
Luego la expresión para la presión sonora es:
p( x , t )  0.509cos  0.74 x  251.6t )
b) La figura muestra (trazo continuo) el espectro, sobre el ruido de fondo horizontal (a todas las
frecuencias 30 dB) aparece el pico representativo de la componente tonal del motor a 40.7 Hz y
nivel:
2
 pef   0.36 
2

LP  10log    10log  20·106   85 dB


p  
 ref 
c) Para calcular el desplazamiento primero hallamos la velocidad de vibración:
p p 0.509
Z  vmax  max   0.0012 m / s
v Z 415
v( x , t )  0.0012cos  0.74 x  251.6t )
El desplazamiento se obtiene integrando respecto del tiempo la expresión anterior:
de
v( x , t )   e( x , t )   v( x , t )dt  0.0012 cos  0.74 x  251.6t ) dt 
dt
0.0012
 sen  0.74 x  251.6t )  0.00005sen  0.74 x  251.6t )
251.6
d) En la figura vemos que para obtener un nivel de sonoridad de 40 fones a 100 Hz, es necesario
un nivel de presión de 50 dB. El nuevo espectro seria idéntico al anterior pero añadiendo un
nuevo tono de 50 dB a 100 Hz (trazo discontinuo).

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