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Análisis de la sentencia EXP.

No 1797-2002-HD/TC

Respecto al fallo del TC frente al expediente 1797-2002, en el cual el recurrente “(...) interpone
acción hábeas data contra el ex presidente de la República, Dr. Valentin Paniagua Corazao, con
objeto de que se le proporcione la información denegada mediante la carta notarial de fecha
12 de diciembre del 2000 (…) ello, sobre los gastos efectuados por el ex presidente Alberto
Fujimori Fujimori y su comitiva durante los más de 515 días en el transcurso de su mandato
presidencial”

Requiere que este sea proporcionado de forma específica, pues frente a la primera respuesta del
Primer Juzgado Especializado en Derecho Público de Lima, el cual señalo que debido a una
sustracción de la materia “(..) este no se puede pronunciar sobre el fondo y que la información
requerida fue proporcionada mediante el informe No. 001-2001-CMPR/DGADM” No obstante,
el recurrente advirtió al a quo que la información, en muchos de sus extremos, era
“incompleta, inexacta e imprecisa”. Por lo que, argumenta se vulnera su derecho de acceso a
la información, pues considera que la información requerida de ninguna manera atenta contra la
seguridad nacional, ni afecta la intimidad personal, ni está exceptuada por ley, ello porque, la
información requerida es importante para poder ejercer su libertad de investigación sobre la
diplomacia presidencial en el Perú.

ANALISIS:

De los párrafos precedentes, pareciera advertirse que existe una colisión de dos derechos
constitucionales sobre la libertad de información, sin embargo, esta tiene dos vertientes que se
reclaman y sustentan mutuamente. Por lo que, según Jessica whittingh, de ninguna manera “(…)
se limita a proteger sólo al sujeto activo, esto es, quien emite la información, sino que extiende
su protección a los sujetos pasivos, es decir, quienes la reciben, ello trae como consecuencia que
se exijan ciertas calidades a la información que se pone en circulación.” De modo que, el
derecho a la libertad de información, siendo, según los incisos 5) y 6) del artículo 2° de la
Constitución, aquel derecho de una persona de buscar y recibir información en poder de
órganos, entes y empresas públicas, exceptuando casos en que la información sea calificada
como secreto de estado o de acceso restringido por la Constitución o por alguna ley, se entiende
que, según Castillo Córdova, tiene exigencias humanas que, formuladas como bienes humanos,
son debidos a la persona por ser tal. (Pág. 93. EL CONTENIDO CONSTITUCIONAL DE LOS
DERECHOS FUNDAMENTALES)

Por lo que, ambos derechos poseen igual importancia o fundamentalidad para las personas,
merecen ser tratados con la misma validez vigente que los sustenta, pues una división entre
derechos más importantes y menos importantes, traería la técnica de jerarquización entre
derechos que menciona Castilla Córdova en su tesis, con lo cual menciona que, “(…) no será un
verdadero bien humano uno tal cuyo contenido impida la consecución de otros bienes humanos,
para la persona misma o para las demás con las que conviven” (Pág. 101. EL CONTENIDO
CONSTITUCIONAL DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES)

Ahora bien, respecto al caso, al argumentar el Primer Juzgado que “(…) no se puede
pronunciar sobre el fondo” de la información requerida por el señor Gutiérrez, pareciera que,
“(…) existe una presunción de inconstitucionalidad de la ley que lo restringe, es decir, (..) un
apremiante interés público por mantener en reserva o secreto la información pública solicitada”
(Pág. 8. Expediente. No 1797-2002-HD/TC). Una excepción que, según el artículo 2° numeral 5
de la Constitución, “permite denegar información para proteger un bien o un derecho
constitucional, como el derecho a la intimidad, la seguridad nacional, entre otros.”. No obstante,
según el TC, señalo que, si este no es justificado y solo brinda en su momento información poco
precisa, evidencia la lesión de un derecho constitucional.

De manera que, lo que se busca no es demostrar que el Derecho de Acceso a la Información es


superior a la de intimidad o la seguridad nacional, pues tal como señalo el TC, se tendrá que
determinar si “(…) el contenido del derecho en cuestión incluye también que la información
que una entidad pública proporcione deba ser cierta, actual, precisa y completa.” (Pág. 12.
Expediente. No 1797-2002-HD/TC). De esto se entiende que es preciso, ante cualquier
conflicto, revisar primero el contenido esencial del derecho invocado, no entendiéndose esto,
según Castilla Córdova, como dos partes, una esencial y otra no esencial, sino como un
contenido único, al cual es necesario “(…) mirar hacia los límites internos de cada derecho en
litigio, hacia su naturaleza, hacia el bien que protegen, hacia su finalidad y su ejercicio
funcional (..)” Este seria la correcta forma, según Castillo Córdova, de decidir frente conflictos
que atraen pretensiones diferentes.

Esta es la forma que siguió el TC, al argumentar que, por un lado, El acceso a información
pública contribuye a la formación de una opinión pública libre e informada y, por otro lado,
sirve de base para el ejercicio de otros derechos como el de libertad de información, opinión,
expresión, entre otros. Se ve que una de las pretensiones del recurrente, es utilizar esta
información para realizar una investigación sobre la diplomacia presidencial en el Perú, sin
significar ello riesgo para la integridad territorial y/o subsistencia del sistema democrático.
(Artículo 15 de la Ley 27806). Por lo que, correcto la decisión del TC, al determinar que se
“debe ordenarse que se brinde la información solicitada en los términos descritos en el
fundamento precedente, (…) tal y conforme se han requerido en la carta notarial y en la
demanda.”

Una interpretación que, según Castilla Córdova, el TC o de cualquier operador jurídico deben
interpretar y reconocer una serie de exigencias de justicia que se formulan desde y en torno a la
persona, ello al momento de revisar derechos constitucionales o fundamentales.

Finalmente, comentar que la interpretación de los derechos en conflicto, con respecto a las
diferentes pretensiones, se tornara objetiva y razonable cuando no exista duda de que el
contenido esencial contraviene una determinada exigencia de justicia, pues, según Castillo
Córdova, será esencial cuando posee contenido limitado, “(…) esto al ser la naturaleza humana
limitada y no es una esencia desbocada, sino guiada por una finalidad concreta, de manera
que sólo conformará el contenido esencial las atribuciones y facultades encaminadas a la
consecución de esa finalidad.” (Pág. 103. EL CONTENIDO CONSTITUCIONAL DE LOS
DERECHOS FUNDAMENTALES) Eso es lo que hizo al sentenciar este caso.

El 9 de febrero de 2001 el Sr. Wilo Rodríguez interpuso acción de habeas data contra el
expresidente de la República Valentin Paniagua, con el objetivo de que se le proporcione la
información denegada mediante la carta notarial de fecha 12 de diciembre del 2000. El cual
manifiesta no se le brindó la información solicitada sobrelos gastos realizados del ex presidente
Alberto Fujimori y su comitiva durante los 120 viajes al exterior del país, realizados en el
transcurso de su mandato, los cuales suman un total de 515 días.
El Sr. Rodríguez solicita que en dicha información se especifique ciertos puntos como: el
monto asignado por concepto de viáticos; monto asignado por concepto de gastos de
representación; costos de los pasajes aéreos, por cada uno de los viajes realizados; gastos de
combustible y operación del avión presidencial, monto asignado para gastos de la comitiva
presidencial, etc. A la cual el Procurador Público a cargo de la defensa judicial de la Presidencia
del consejo de ministros señaló que la información requerida está publicada casi en su
totalidad publicada en el diario oficial “El Peruano”

Por otro lado, en la sentencia del TC se menciona que el primer Juzgado Especializado en
Derecho Público de Lima declara que al haberse producido la sustracción de la materia este no
se puede pronunciar sobre el fondo y que la información requerida fue proporcionada mediante
el informe N°. 001-2001-CMPR/DGADM.

En dicho caso el recurrente alega que se está vulnerando su derecho de acceso a la información.

El TC señala los derechos protegidos por el Hábeas data, señalados en los incisos 5 y 6 del
artículo 2 de la Constitución Política del Perú. El TC menciona que el derecho a la
autodeterminación informativa, inciso 6 del artículo 2 de la Constitución Política del Perú no se
debe confundir con el derecho a la imagen y que se diferencia del derecho a la intimidad
personal.

Por otro lado, el derecho de acceso a la información pública amparado en el inciso 5 del artículo
2 de la Constitución Política del Perú indica y garantiza que toda persona puede solicitar la
información que pida y recibirla de cualquier entidad pública en un plazo determinado y con el
costo que establezca.

El TC señala que cuando el ejercicio del derecho de acceso a la información pública ayuda a
una opinión pública, informada y libre esta tiene la condición de libertad preferida.

Se menciona que esta condición no debe de ser entendida de manera errónea, pues, dentro de la
Constitución no existe algún tipo de jerarquía entre los derechos fundamentales que esta
misma reconoce, por ende, la “colisión de éste con otros derechos fundamentales se resuelva en
abstracto, haciendo prevalecer al que tiene la condición de libertad preferida. Evidentemente
ello no es así. Todos los derechos constitucionales tienen, formalmente, la misma jerarquía,
por ser derechos constitucionales.” (pág., 10)
Una solución que da el TC es resolver este tipo de controversias mediante la técnica de
ponderación y el principio de concordancia práctica.

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