Está en la página 1de 17

UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO

ESCUELA DE POSGRADO

UNIDAD DE POSGRADO EN DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

“DERECHO A LA INTIMIDAD”

Autores:
 Genara Elizabeth Fernandez Arroyo
 Paula Marilyn Moreno Gupioc

Docente: Ms. Christian Donayre Montesinos

Curso: “Derecho Procesal Constitucional”

Maestría: Derecho Constitucional y Administrativo

Trujillo- Perú
2022
DERECHO A LA INTIMIDAD
I. Introducción

El presente trabajo de investigación tiene como objetivo abordar sobre el


derecho a la intimidad desde el punto de vista de la regulación y aplicación en
el sistema jurídico peruano, así como también a nivel de la legislación
comparada y la protección legal que brinda los organismos internacionales.

El derecho a la intimidad, es un derecho fundamental consagrado en nuestra


Constitución Política del Perú en el artículo 2° inciso 7, la cual prescribe que
“Toda persona tiene derecho a la Intimidad personal y familiar”. De igual
manera se puede mencionar al Código Civil, en el artículo 14 que hace
referencia al Derecho a la Intimidad personal y familiar y además, también en
el Código Penal se ha establecido sanciones para quienes vulneren el derecho
a la intimidad conforme lo señala los artículos 154° y 156° respecto a la
intimidad personal y familiar.

Por otro lado, el derecho a la intimidad ha sido un tema de bastante


preocupación por parte de los organismos internacionales, por la gravedad que
implica la transgresión de tal derecho, por ello, ha sido reconocido en el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos (ONU), la Convención
Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de San José (OEA) y en la
Convención Europea para la protección de los Derechos Humanos y
Libertades Fundamentales (Consejo de Europa).

De lo expuesto, se puede evidenciar que el Derecho a la Intimidad cuenta con


un marco legal de protección, sin embargo, se ha visto vulnerado por la
libertad de prensa, el derecho a la información y los avances tecnológicos y
con el efecto multiplicador de las redes sociales.
II. Derecho a la Intimidad

2.1.Concepto
El autor MORALES (1995), menciona que el derecho a la intimidad o a la
vida privada gira en torno a la protección de la esfera de la existencia que tiene
la persona para reservar para sí misma, sin intromisiones, ya sea de
particulares como del Estado, así como el control de la información que tiene
en su vida. (pág. 305)
Por su parte, el Tribunal Constitucional de nuestro país, en el EXPEDIENTE
N° 01839-2012-PHC/TC (2014), ha mencionado en su fundamento 10 que el
derecho a la intimidad reconocido en nuestra Constitución Política en el
artículo 2 inciso 7, es el poder jurídico de impedir intromisiones ilegítimas en
la vida íntima o familiar. Por lo tanto, presupone este derecho que toda
información o actuación que concierna algún aspecto íntimo de la persona,
que este direccionado a la difusión, requiere de la autorización o permiso de
la persona. (Fto 10 )

Asimismo, en el EXPEDIENTE N° 04168-2006-PA/TC (2008), en el


fundamento 11, señala que con respecto a la supuesta lesión del derecho a la
intimidad, se debe tener en cuenta que la intimidad es una manifestación de la
vida privada, que tiene parte de su concreción del aspecto económico en el
secreto bancario y la reserva tributaria. Este derecho se encuentra reconocido
en el artículo 2, inciso 7 de la Constitución Política del Perú, que consiste en
la posibilidad de excluir a los demás, con la finalidad de proteger su ámbito
estrictamente personal, y como tal, resulta indispensable para la realización
del ser humano, mediante el libre desarrollo de su personalidad conforme lo
prescribe el artículo 2° inciso 1 de la Constitución. De esta forma, no solo se
hace referencia en un ámbito negativo de su configuración, sino también en el
positivo. (Fto 11 )

Ahora bien, en la SENTENCIA 00009-2014-PI/TC (2016), el Tribunal


Constitucional recordó que tanto el secreto bancario como la reserva tributaria
son manifestaciones del derecho a la intimidad, del que también son titulares
las personas jurídicas, pues al igual que las personas naturales disponen de
cierta información que no tiene por qué ser conocida por terceros. Así, la
intimidad despliega sus efectos en una doble vertiente, negativa y positiva. En
su dimensión negativa las personas jurídicas tienen el derecho de no ser
perturbadas a través de la exigencia de información que corresponden a su
secreto bancario y/o reserva tributaria, mientras que en la positiva tienen el
derecho de controlar el flujo de la información o de los datos que les
conciernen. Así, los estados financieros se encuentran también protegidos por
el secreto bancario y la reserva tributaria. (Fto 12 y 13)

Finalmente, en el EXPEDIENTE N° 1797-2002-HD/TC (2003), en su


fundamento 3, establece que el derecho a la autodeterminación informativa no
puede identificarse con el derecho a la intimidad, personal o familiar
consagrado en el artículo 7 inciso 2 en nuestra Constitución Política. Eso se
debe que mientras este protege el derecho a la vida privada considerado como
el poder jurídico de rechazar intromisiones ilegitimas en la vida íntima o
familiar de las personas, aquel garantiza la facultad que posee todo persona de
poder preservarla, controlando el registro, uso y revelación de los datos que
les atañe. (Fto 3 )

2.2. Contenido: La intimidad como derecho subjetivo implica dos facultades


básicas:
a) La posibilidad de excluir del conocimiento de terceros aquellos
actos, hechos o ámbitos reservados a nuestra propia persona, en
los cuales estando solos o con nuestro entorno más cercano
desarrollamos libremente nuestra personalidad.
b) La posibilidad de controlar que aspectos de nuestra privacidad o
intimidad pueden ser objeto de conocimiento por parte de los
demás, así como la forma en que la misma es expuesta y los
límites de dicha exposición, ya que los titulares del derecho,
somos los autorizados a establecer que se difunde o hace de
conocimiento de terceros y que no.

2.3.Derecho a la intimidad personal y familiar


En el EXPEDIENTE N° 01839-2012-PHC/TC-LIMA (2014), en el
fundamento 12, se menciona que el derecho a la intimidad presenta dos
ámbitos de defensa bien marcados. El primero de ellos se refiere con la
DEFENSA DE LA INTIMIDAD PERSONAL, la cual consiste el aislamiento
de la intromisión de terceros de aquellos aspectos de la persona que integran
su desarrollo interno, entendido como el desarrollo de su personalidad física
y espiritual que se encuentran reservada para sí misma, entre ellos tenemos el
desarrollo de los procesos de pensamiento y opinión, de la salud física y
emocional, de la sexualidad humana, entre otros aspectos exclusivamente de
interés personal. Es decir, la concepción de intimidad humana resulta
personalísima, subjetiva, psicológica y además, cultural y corporal. EL
SEGUNDO ÁMBITO DE DEFENSA DE ESTE DERECHO ES SOBRE LA
INTIMIDAD FAMILIAR, que alcanza a mantener solo para el grupo familiar
aquellos aspectos del desarrollo de la familia que solo le incumbe a ella. (Fto
12 )
Mientras que, en el EXPEDIENTE N° 6712-2005-HC/TC (2005), en el
fundamento 37, sostiene que este derecho ha sido reconocida en el
ordenamiento jurídico. En la Constitución, como derecho- regla en el artículo
2°, inciso 7, prescribe que toda persona tiene derecho a la intimidad personal
y familiar. También, existen otros dispositivos que se refieren al tema dentro
del mismo artículo 2°, los cuales son: el impedimento de que los servicios
informáticos no suministren informaciones que afecten a intimidad personal y
familiar (inciso 6); la inviolabilidad del domicilio (inciso 9); el secreto e
inviolabilidad de comunicaciones y documentos privados (inciso 10), entre
otros. A pesar que el desarrollo constitucional de la materia es disperso, sin
embargo, la Declaración Universal de los Derechos Humanos le da cierta
coherencia y unidad. Tenemos el artículo 12° que sostiene que nadie será
objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o
su correspondencia, razón por lo cual se expresa el derecho a la protección
legal contras las intromisiones o ataques. Lo cual, se puede encontrar en el
artículo 17° del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, así como
en la Convención Americana sobre Derechos Humanos en el artículo 11 inciso
2 y 3. Menos amplio es el reconocimiento que otorga la Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre en el artículo V, que se
restringe a indicar que toda persona tiene derecho a la protección legal contra
ataques abusivos a su vida privada y familiar. Como se advierte, existe
disimilitud de conceptos entre la normativa nacional e internacional, que por
ello exige su reconducción hacia un criterio unitario, planteado básicamente a
partir de la Cuarta Disposición Final y Transitoria de la Constitución, así
como, del artículo V del Código Procesal Constitucional. Planteando
básicamente que el derecho - principio reconocido es la vida privada, y la
intimidad, uno de sus derechos- reglas. (Fto 37 )
2.4. Límites: El derecho a la intimidad encuentra límites, pues no es un
derecho absoluto, estos límites viene prefigurados frente al ejercicio
abusivo del mismo derecho o frente a otros derechos fundamentales o
bienes fundamentales, LANDA ( 2017):

- Ejemplo: No se podría amparar por el derecho a la intimidad, el


realizar una fiesta en horas de la noche con excesivo sonido y que
perturban el derecho de los vecinos a descansar.
- Ejemplo: No puede estar bajo la protección de la intimidad personal o
familiar la comisión de delitos, como violencia familiar, violación
sexual, etc.

III. Diferencia entre intimidad y privacidad


Según el EXPEDIENTE N° 02481-2019-HD/TC (2021) en los fundamentos
18 al 20, señala que el derecho a la vida privada se encuentra constituida por
los datos, hechos o situaciones desconocidas para la sociedad que, siendo
verídicos, están reservados al conocimiento de la persona para sí misma y de
un reducido grupo de personas y cuya divulgación o conocimiento por otros
trae aparejado algún daño. En esta línea de ideas, conviene precisar que en
reiteradas ocasiones, este Tribunal ha indicado que el derecho a la vida privada
se manifiesta, en el derecho a la intimidad, entre otros. Con respecto, al
Derecho a la intimidad personal, se encuentra reconocido en el inciso 7 del
artículo 2 de la Constitución, según el cual la persona puede realizar actos que
crea convenientes para dedicarlos al recogimiento, por tratarse de una zona
ajena a los demás en que tiene derecho a impedir intromisiones y donde queda
vedada toda invasión alteradora del derecho individual a la reserva, a la
soledad o el aislamiento, para así permitir el libre ejercicio de la personalidad
moral que tiene el hombre al margen y antes de lo social. De lo expuesto, se
puede advertir que una transgresión a la esfera personalísima, solo
cognoscibles por el titular y /o familia, conllevaría a una afectación al derecho
a la intimidad personal o familiar; en cambio, una intromisión en un ámbito
más amplio de su persona, como es el aspecto social, político, económico,
cultural, religioso, operaciones comerciales, desempeño laboral, afiliación
política, entre otros, de la persona afectaría su derecho a la vida privada. (Ftos
18 al 20 )
Mientras que en el EXPEDIENTE N° 0072-2004-AA/TC (2005), en el
fundamento 15, menciona que entra las disimilitudes existentes entre la
intimidad y la privacidad, puede señalarse que a diferencia de esta última, la
primera consiste necesariamente en la posibilidad de excluir a los demás en la
medida que protege un ámbito estrictamente personal, y que como tal, resulta
importante para la realización del ser humano, a través del libre desarrollo de
su personalidad. Las personas jurídicas, prima facie, no son titulares del
derecho a la intimidad, en la medida que no se pretenden el desarrollo de su
personalidad, sino el cumplimiento de sus fines. Además, sostiene que por su
propia naturaleza, la intimidad se presenta como un derecho fundamental con
un ámbito más restringido, mientras que el derecho a la privacidad constituye
un bien constitucionalmente tutelado y, como tal, menos protegido. (Fto 15)
Por otro lado, en el EXPEDIENTE N° 01839-2012-PHC/TC-LIMA (2014),
indica que el derecho a la vida privada, refleja un bien jurídico protegido por
la Constitución de difícil compresión, considerado incluso por algunos como
un concepto jurídico indeterminado. No obstante, este Tribunal en la STC N°
6712-2005-HC planteo, sobre la base del right to be alone (derecho a estar en
soledad), un concepto preliminar e inicial afirmando que es el ámbito personal
en el cual un ser humano posee la capacidad de desarrollar y fomentar
libremente su personalidad. Por ende, la vida privada es un derecho
fundamental en primordial relación con la intimidad donde esta queda
subsumida por aquella, sin embargo, también guarda relación con otros
derechos como son al secreto bancario y la reserva tributaria y el derecho a
guardar el secreto profesional. (Ftos 13 y 14 )
Finalmente, en el EXPEDIENTE N° 1797-2002-HD/TC (2003), indica que,
el ámbito de la vida privada que estaría siendo objeto de violación es la
intimidad personal, zona que también merece protección superlativa a través
del tipo penal descrito en el artículo 154 º del Código Penal. En ella, la Persona
puede realizar los actos que crea convenientes para dedicarlos al recogimiento,
por ser una zona ajena a los demás en que tiene uno derecho a impedir,
intrusiones y donde queda vedada toda invasión alteradora del derecho
individual a la reserva, la soledad o el aislamiento, para permitir el libre
ejercicio de la personalidad moral que tiene el hombre al margen y antes de lo
social. Como lo señala este Colegiado en su sentencia del Expediente N.º
1797-2002-HD/TC, es el poder jurídico de rechazar intromisiones ilegítimas
en la vida íntima o familiar de las personas. De esta forma, la intimidad
protegía todo acto dentro de un espacio personal de la querellante, como puede
ser las relaciones sexuales que practique, con prescindencia de la motivación
o la causa de dicho hecho. Queda claro, entonces, que su derecho a la vida
privada sí protegía la posibilidad de evitar que otros se inmiscuyan y
reproduzcan en un canal de televisión los actos sexuales que realizó. Sin
embargo, esto no quiere decir que, si se presenta un ilícito, la investigación
periodística que se realice no puede estar también protegida, haciendo
disminuir la protección del contenido accidental del derecho a la vida privada
de la persona. (Fto 3)
IV. Derecho a la Intimidad en el Perú

4.1.Marco Constitucional

La Constitución de 1993, en el inciso 7° de su artículo 2°, reitera el


reconocimiento del derecho a la intimidad personal y familiar. Establece dicha
norma como derecho de toda persona: “Al honor y a la buena reputación, a la
intimidad personal y familiar así como a la voz y a la imagen propias. Toda
persona afectada por afirmaciones inexactas o agraviada en cualquier medio
de comunicación social tiene derecho a que éste se rectifique en forma
gratuita, inmediata y proporcional, sin perjuicio de las responsabilidades de
ley”

Cabe señalar que el debate constituyente que dio lugar a la Carta Peruana de
1993, no supuso mayor avance en torno a la precisión de los alcances y el
contenido concreto del derecho a la intimidad y a la vida privada.

4.2.Legislación Nacional

4.1. Derecho Civil


En nuestro derecho positivo, es necesario acudir al Código Civil de 1984, en
el artículo 14, que establece textualmente: “La intimidad de la vida personal
y familiar no pude ser puesta de manifiesto sin el asentimiento de la persona
o si ésta ha muerto, sin el de su cónyuge, descendientes, ascendientes o
hermanos, excluyentes y en este orden”.
Como se puede advertir, que esta citada norma no contiene un mayor aporte
sustantivo en cuanto a la delimitación del contenido y alcances del derecho a
la intimidad y a la vida privada, ya que solo menciona la necesidad de que se
cuente con el consentimiento del titular para la divulgación a terceras
personas de aspectos propios de este derecho, la omisión conlleva a la
violación de tal derecho.
Siendo que, en la vía civil se puede acceder a una indemnización por daños y
perjuicios cuando se acredite a existencia del daño derivado de la vulneración
del derecho a la intimidad.

4.3.Derecho Penal

4.3.1. Código Penal: El Código Penal de 1991, cuyo Libro II, en el Título
IV de Delitos contra la Libertad, contempla un Capítulo II sobre
violación de la intimidad, que contempla como delitos (perseguibles
por acción privada) las conductas ilícitas consignadas en los
artículos siguientes: “Art. 154°.- “El que viola la intimidad de la
vida personal o familiar ya sea observando, escuchando o
registrando un hecho, palabra, escrito o imagen, valiéndose de
instrumentos, procesos técnicos u otros medios, será reprimido con
pena privativa de libertad no mayor de dos años. La pena será no
menor de uno ni mayor de tres años y de treinta a ciento veinte días-
multa, cuando el agente revela la intimidad conocida de la manera
antes prevista. Si utiliza algún medio de comunicación social, la
pena privativa de libertad será no menor de dos ni mayor de cuatro
años y de sesenta a ciento ochenta días-multa”.

Si bien la norma involucra una protección al derecho a la intimidad


y la vida privada concurrentemente con el derecho a la propia voz e
imagen, contempla diversos actos o modalidades a través de los que
puede ejercitar su perturbación o vulneración. Y considera como
agravantes el hecho que la captación indebida sea revelada o
divulgada a terceros, más aún si se realiza a través de un medio de
comunicación social.

Por su parte, el artículo 156° tipifica, de manera específica, la


violación del derecho a la intimidad personal o familiar realizada por
quien tuvo ocasión de conocer tales hechos en virtud de los servicios
o relación de trabajo que mantuvo con el afectado, sancionándose la
infracción a un deber de lealtad y de resguardo a la confianza que
resulta exigible en relaciones de este tipo. Establece esta norma:
“Art. 156°, señala que: El que revela aspectos de la intimidad
personal o familiar que conociera con motivo del trabajo que prestó
al agraviado o a la persona o a la persona a quien éste se lo confió
será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de un año”.

Si bien no existe dentro de nuestro derecho positivo una delimitación


precisa, exhaustiva o uniforme del conjunto de diversos aspectos
inmersos o involucrados dentro del contenido del derecho a la
intimidad y a la vida privada, se acepta ampliamente que comprenda
aspectos relacionados con la sexualidad, incluyendo la vida
conyugal, la procreación, las relaciones sentimentales, las relaciones
paterno-filiales y familiares, la salud y enfermedades, muerte, los
hechos traumáticos, las aficiones y temores. Según esta
enumeración, ciertamente no taxativa, conviene admitir que dentro
de este derecho se involucran hechos, aspectos, informaciones y
datos tanto de tipo estrictamente intimo (considerados en el ámbito
interno de la vida personal o familiar) como aquellos que sin tener
carácter íntimo igualmente son y deben ser objeto de privacidad y
reserva para sí garantizar la calidad de vida y la dignidad de la
persona en una sociedad democrática, libre y civilizada.

4.3.2. Ley N° 30096: Ley de delitos informáticos

En su artículo 6, señala: “El que crea, ingresa o utiliza


indebidamente una base de datos sobre una persona natural o
jurídica, identificada o identificable, para comercializar, traficar,
vender, promover, favorecer o facilitar información relativa a
cualquier ámbito de la esfera personal, familiar, patrimonial,
laboral, financiera u otro de naturaleza análoga, creando o no
perjuicio, será reprimido con pena privativa de libertad no menor
de tres ni mayor de cinco años”.
Los delitos informáticos, actualmente constituyen una nueva
modalidad de cometer ilícitos, a través del uso de las tecnologías de
la información o comunicación, más conocidas como TIC, es frente
a esta problemática social, que el Estado ha emitido una ley penal
especial, la Ley N° 30096 “Ley de delitos informativos”,
promulgada el 21 de octubre del 2013, modificada por ley N° 30171
en el 2014, la cual en el capítulo IV, hace referencia a los delitos
informáticos contra la

Para Villavicencio (2014), el bien jurídico en esta clase de delitos se


debe entender desde dos perspectivas: conjunta y concatenada, la
primera referida a la información, y de manera concatenada, hace
referencia a los demás bienes jurídicos afectados a través de este
delito como son la indemnidad sexual, intimidad, etc.

4.4. El derecho a la intimidad en la legislación comparada:

4.4.1. Constitución Política de Colombia: Señala en su Artículo 15°:


“Todas las personas tienen derecho a su intimidad personal y
familiar y a su buen nombre, y el Estado debe respetarlos y hacerlos
respetar. De igual modo, tienen derecho a conocer, actualizar y
rectificar las informaciones que se hayan recogido sobre ellas en
bancos de datos y en archivos de entidades públicas y privadas. En
la recolección, tratamiento y circulación de datos se respetarán la
libertad y demás garantías consagradas en la Constitución. La
correspondencia y demás formas de comunicación privada son
inviolables. Sólo pueden ser interceptadas o registradas mediante
orden judicial, en los casos y con las formalidades que establezca la
ley. Para efectos tributarios o judiciales y para los casos de
inspección, vigilancia e intervención del Estado podrá exigirse la
presentación de libros de contabilidad y demás documentos
privados, en los términos que señale la ley.”

Es así que, en la Sentencia C-094 (2020) señala en el fundamento


64. “El derecho a la intimidad se encuentra reconocido en el artículo
15 de la Constitución, conforme al cual, en lo pertinente: (i) todas
las personas tienen derecho a su intimidad personal y familiar y a su
buen nombre, y el Estado debe respetarlos y hacerlos respetar; (ii) la
correspondencia y demás formas de comunicación privada son
inviolables y sólo pueden ser interceptadas o registradas mediante
orden judicial, en los casos y con las formalidades que establezca la
ley; y (iii) para efectos tributarios o judiciales y para los casos de
inspección, vigilancia e intervención del Estado podrá exigirse la
presentación de libros de contabilidad y demás documentos
privados, en los términos que señale la ley. 65.La Corte
Constitucional ha definido el derecho a la intimidad como aquel
derecho que “garantiza en los asociados, el poder contar con una
esfera o espacio de vida privada no susceptible de la interferencia
arbitraria de las demás personas”. Igualmente, ha señalado que la
intimidad comprende “el espacio exclusivo de cada uno, (…)
aquella órbita reservada para cada persona y de que toda persona
debe gozar, que busca el aislamiento o inmunidad del individuo
frente a la necesaria injerencia de los demás, dada la sociabilidad
natural del ser humano”. Adicionalmente, ha destacado que el
derecho a la intimidad tiene dos dimensiones: (i) la negativa, como
secreto de la vida privada; y (ii) la positiva, como libertad. En su
dimensión negativa, prohíbe cualquier injerencia arbitraria en la vida
privada e impide la divulgación ilegítima de hechos o documentos
privados En su dimensión positiva, protege el derecho de toda
persona a tomar las decisiones que conciernen a la esfera de su vida
privada. (Fto 64 )

4.4.2. Código Civil de Argentina: En su Artículo 1071 bis, señala “El que
arbitrariamente se entrometiere en la vida ajena, publicando retratos,
difundiendo correspondencia, mortificando a otros en sus
costumbres o sentimientos, o perturbando de cualquier modo su
intimidad, y el hecho no fuere un delito penal, será obligado a cesar
en tales actividades, si antes no hubieren cesado, y a pagar una
indemnización que fijará equitativamente el juez, de acuerdo con las
circunstancias; además, podrá éste, a pedido del agraviado, ordenar
la publicación de la sentencia en un diario o periódico del lugar, si
esta medida fuese procedente para una adecuada reparación. (pág.
222)

4.4.3. Constitución de Brasil (1988): En su Artículo 5°, señala: “Todos


son iguales ante la ley, sin distinción de cualquier naturaliza,
garantizándose a los brasileños y a los extranjeros residentes en el
País la inviolabilidad del derecho a la vida, a la libertad, a la
igualdad, a la seguridad y a la prioridad, en los siguientes términos:
X. Son inviolables la intimidad, la vida privada, el honor y la imagen
de las personas, asegurándose el derecho a indemnización por el
daño material o moral derivado de su violación. LX. la ley sólo podrá
restringir la publicidad de los actos procesales cuando lo exigieran
la defensa de la intimidad o el interés social. (pág. 3 y 4 )

4.4.4. Constitución de España: Señala, “Artículo 18. 1. Se garantiza el


derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia
imagen. (…) 4. La ley limitará el uso de la informática para
garantizar el honor y la intimidad personal y familiar de los
ciudadanos y el pleno ejercicio de sus derechos. Artículo 20. 4. Estas
libertades tienen su límite en el respeto a los derechos reconocidos
en este Título, en los preceptos de las leyes que lo desarrollen y,
especialmente, en el derecho al honor, a la intimidad, a la propia
imagen y a la protección de la juventud y de la infancia. Artículo
105. La ley regulará: b) El acceso de los ciudadanos a los archivos
y registros administrativos, salvo en lo que afecte a la seguridad y
defensa del Estado, la averiguación de los delitos y la intimidad de
las personas.”

Así, el Tribunal Constitucional Español, en su sentencia STC


110/1984 del 26 de noviembre, “la noción de intimidad parte de la
idea originaria del respeto a la vida privada personal y familiar que
debe quedar excluida del conocimiento ajeno y de las intromisiones
de los demás, salvo autorización del interesado”.

Lo que se complementa al señalar “el derecho a la intimidad


constitucionalmente garantizado por el art. 18° en relación con un
área especial o funcional de la persona precisamente a favor de la
salvaguarda de su privacidad, que ha de quedar inmune a las
agresiones exteriores de otras personas o de la Administración
Pública” (ATC 642/1986) también cuando afirma que “los derechos
a la propia imagen y a la intimidad personal y familiar, aparecen
como derechos fundamentales estrictamente vinculados a la propia
personalidad, derivados sin duda de la dignidad de la persona que
reconoce el art. 10° CE, y que implica la existencia de un ámbito
propio y reservado frente a la acción y conocimiento de los demás,
necesario -según las pautas de nuestra cultura- para mantener una
calidad mínima de la vida humana” (STC 231/1988).

Estas resoluciones confirman que la vulneración de la intimidad


personal y familiar se produce por la sola intromisión externa o
perturbación no autorizadas en las áreas privadas o reservadas (actos,
hechos, hábitos, datos) que comprende, así como con la divulgación
de su contenido sin contar con el consentimiento de su titular. Son
estas acciones las que configuran la violación del derecho, sin
necesidad de que con ellas se produzca ningún daño o perjuicio
adicional a la persona afectada, bastando la simple molestia
ocasionada por la intromisión en la esfera íntima o privada, o por la
comunicación no deseada ni autorizada a terceros de aspectos que
forman parte de ésta y que su titular desea mantener en reserva.
De la comparación de estas legislaciones, se puede apreciar que la
Constitución de España tiene un mayor desarrollo constitucional sobre el
derecho a la intimidad, estableciendo en su propia norma constitucional sus
alcances.

V. Derecho a la intimidad en las Normas Internacionales

5.1.La Declaración Universal de Derechos Humanos (de 1948): En su


artículo 12° establece: “Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su
vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques
a su honra o a su reputación. Toda persona tiene derecho a la protección
de la ley contra tales injerencias o ataques”.

5.2.La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre: En


su artículo V, dispone que “toda persona tiene derecho a la protección de
la Ley contra los ataques abusivos a su honra, a su reputación y a su vida
privada y familiar”.

5.3.El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (1966):


Establece en su artículo 17°: 1. “Nadie será objeto de injerencias
arbitrarias o ilegales en su vida privada, su familia, su domicilio o su
correspondencia, ni de ataques ilegales a su honra y reputación. 2. Toda
persona tiene derecho a la protección de la ley contra esas injerencias o
esos ataques”

5.4.La Convención Americana de Derechos Humanos: En su artículo 11,


inciso 2: “Nadie puede ser objeto de injerencias arbitrarias o abusivas en
su vida privada, en la de su familia, en su domicilio o en su
correspondencia”.

Así tenemos que la Corte Interamericana de Derechos Humanos, respecto


al derecho a la intimidad ha resuelto lo siguiente:

5.4.1. ESCHER Y OTROS VS. BRASIL (2008)

Asunto: La vida privada


Los hechos del presente caso se producen en un contexto de
conflicto social relacionado con la reforma agraria en varios
estados de Brasil, entre ellos Paraná. Arlei José Escher, Dalton
Luciano de Vargas, Delfino José Becker, Pedro Alves Cabral
y Celso Aghinoni eran miembros de dos organizaciones
sociales, ADECON y COANA. La primera tenía como
objetivo el desarrollo comunitario y la integración de sus
asociados a través de actividades culturales, deportivas y
económicas, mientras que la segunda buscaba integrar a los
agricultores en la promoción de las actividades económicas
comunes y en la venta de los productos.

Miembros de la policía presentaron a una autoridad judicial


una solicitud de interceptación y monitoreo de una línea
telefónica, instalada en la sede de COANA, en tanto presumían
que en dicho lugar se estarían realizando prácticas delictivas.
La solicitud fue otorgada de manera expedita. Arlei José
Escher, Dalton Luciano de Vargas, Delfino José Becker, Pedro
Alves Cabral y Celso Aghinoni interpusieron una serie de
recursos judiciales a nivel nacional para que destruyesen las
cintas grabadas. Sin embargo, las solicitudes fueron rechazadas
por las autoridades judiciales de Brasil.

Siendo los fundamentos más relevantes para resolver el


presente caso, que: 129. “Como las conversaciones telefónicas
de las presuntas víctimas eran de carácter privado y dichas
personas no autorizaron que fueran conocidas por terceros, su
interceptación por parte de agentes del Estado constituyó
una injerencia en su vida privada. Por tanto, la Corte debe
examinar si dicha injerencia resulta arbitraria o abusiva en
los términos del artículo 11.2 de la Convención o si es
compatible con dicho tratado. Como ya se indicó (…),
para que resulte conforme a la Convención Americana una
injerencia debe cumplir con los siguientes requisitos: a) estar
prevista en ley; b) perseguir un fin legítimo, y c) ser idónea,
necesaria y proporcional. En consecuencia, la falta de alguno
de dichos requisitos implica que la injerencia es contraria a
la Convención. 131. En cuanto a la interceptación
telefónica, teniendo en cuenta que puede representar una seria
interferencia en la vida privada, dicha medida debe estar
fundada en la ley, que debe ser precisa e indicar reglas claras
y detalladas sobre la materia, tales como las circunstancias en
que dicha medida puede ser adoptada; las personas
autorizadas a solicitarla, a ordenarla y a llevarla a cabo; el
procedimiento a seguir, entre otros elementos.” (FTO. 129 y
131 )
5.4.2. FONTEVECCHIA Y D’AMICO VS. ARGENTINA
(2011)

Asunto: Derecho a la Intimidad e Interés Público

El presente caso se relaciona con dos publicaciones


consignadas en una revista el 5 y 12 de noviembre de 1995,
donde se vinculaba al entonces Presidente de Argentina, Carlos
Menem, con la existencia de un presunto hijo no reconocido
por él. Jorge Fontevecchia y Hector D’Amico son periodistas
que se desempeñaban como editores en dicha revista.

El señor Menem demandó civilmente a la editorial de la revista


así como a Jorge Fontevecchia y Hector D’Amico. El objeto de
dicha acción era obtener un resarcimiento económico por el
alegado daño moral causado por la supuesta violación del
derecho a la intimidad, consecuencia de las publicaciones de la
revista.
Adicionalmente, se solicitó la publicación íntegra de la
sentencia a cargo de los demandados. En 1997 un juez de
primera instancia en lo civil rechazó la demanda interpuesta
por el señor Menem. La sentencia fue apelada y en 1998, la
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil de la Capital
Federal revirtió la decisión y condenó a la editorial y a Jorge
Fontevecchia y Hector D’Amico a pagar la suma de la suma de
$150.000,00.

Los demandados interpusieron un recurso extraordinario


federal. En el año 2001 la Corte Suprema confirmó la sentencia
recurrida aunque modificó el monto indemnizatorio,
reduciéndolo a la suma de $60.000,00.
Los principales fundamentos que utilizó la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, son los siguientes:

47. “..El Tribunal recuerda que las expresiones concernientes


a la idoneidad de una persona para el desempeño de
un cargo público o a los actos realizados por funcionarios
públicos en el desempeño de sus labores, entre otras, gozan
de mayor protección, de manera tal que se propicie el debate
democrático. La Corte ha señalado que en una
sociedad democrática los funcionarios públicos están más
expuestos al escrutinio y a la crítica del público. Este diferente
umbral de protección se explica porque se han expuesto
voluntariamente a un escrutinio más exigente. Sus
actividades salen del dominio de la esfera privada para
insertarse en la esfera del debate público. Este umbral no solo
se asienta en la calidad del sujeto, sino en el interés público de
las actividades que realiza.
48. Por su parte, el artículo 11 de la Convención
Americana reconoce que toda persona tiene, entre
otros, derecho a la vida privada y prohíbe toda injerencia
arbitraria o abusiva en ella, enunciando diversos ámbitos de
la misma como la vida privada de sus familias, sus domicilios
o sus correspondencias. El ámbito de la privacidad se
caracteriza por quedar exento e inmune a las invasiones o
agresiones abusivas o arbitrarias por parte de terceros o de la
autoridad pública y comprende, entre otras dimensiones,
tomar decisiones relacionadas con diversas áreas de la propia
vida libremente, tener un espacio de tranquilidad personal,
mantener reservados ciertos aspectos de la vida privada y
controlar la difusión de información personal hacia el público.
71. Este Tribunal considera que las publicaciones realizadas
por la revista Noticias respecto del funcionario público
electivo de más alto rango del país trataban sobre asuntos de
interés público, que los hechos al momento de ser difundidos
se encontraban en el dominio público y que el presunto
afectado con su conducta no había contribuido a resguardar
la información cuya difusión luego objetó. Por ello, no hubo
una injerencia arbitraria en el derecho a la vida privada del
señor Menem. De tal modo, la medida de
responsabilidad ulterior impuesta, que excluyó cualquier
ponderación en el caso concreto de los aspectos de interés
público de la información, fue innecesaria en relación con la
alegada finalidad de proteger el derecho a la vida privada.
(FTO. 47 y 71 )
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

1. Argentina, C. C. (s.f.). Código Civil de la República Argentina. Recuperado el 17


de Agosto de 2022, de
https://www.oas.org/dil/esp/codigo_civil_de_la_republica_argentina.pdf
2. Brasil, C. P. (1988). Recuperado el 16 de Agosto de 2022, de Constitución Política
de la Republica Federativa del Brasil:
https://www.acnur.org/fileadmin/Documentos/BDL/2001/0507.pdf
3. Escher y otros Vs. Brasil, Escher y otros Vs. Brasil (CORTE INTERAMERICANA DE
DERECHOS HUMANOS 3 de DICIEMBRE de 2008). Obtenido de
https://www.corteidh.or.cr/cf/jurisprudencia2/ficha_tecnica.cfm?nId_Ficha=27
7&lang=es
4. EXPEDIENTE N° 0072-2004-AA/TC, (EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL 7 de Abril de
2005). Obtenido de https://tc.gob.pe/jurisprudencia/2005/00072-2004-AA.pdf
5. EXPEDIENTE N° 01839-2012-PHC/TC-LIMA-MARGARITA DEL CAMPO VEGAS ,
1839-2012 (EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL 9 de Diciembre de 2014). Obtenido
de https://tc.gob.pe/jurisprudencia/2016/01839-2012-HD.pdf
6. EXPEDIENTE N° 02481-2019-HD/TC, (EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL 2 de
FEBRERO de 2021). Obtenido de https://tc.gob.pe/jurisprudencia/2021/02481-
2019-HD.pdf
7. EXPEDIENTE N° 04168-2006-PA/TC- LAMBAYEQUE, (EL TRIBUNAL
CONSTITUCIONAL 24 de SETIEMBRE de 2008). Obtenido de
https://tc.gob.pe/jurisprudencia/2008/04168-2006-AA.pdf
8. EXPEDIENTE N°00009-2014-PI/TC (EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL 04 de
Marzo de 2016). Obtenido de
https://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2016/00009-2014-AI.pdf
9. EXPEDIENTE N° 1797-2002-HD/TC, (EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL 29 de Enero
de 2003). Obtenido de https://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2003/01797-
2002-HD.html
10. EXPEDIENTE N° 6712-2005-HC/TC, (EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL 17 de
Octubre de 2005). Obtenido de
https://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2006/06712-2005-HC.pdf
11. Fontevecchia y D’amico Vs. Argentina, Fontevecchia y D’amico Vs. Argentina
(CORTE INTERAMERICAANA DE DERECHOS HUMANOS 29 de NOVIEMBRE de
2011). Obtenido de
https://www.corteidh.or.cr/CF/jurisprudencia2/ficha_tecnica.cfm?nId_Ficha=1
91
12. LANDA ARROYO, C. (2017). Los Derechos Fundamentales. . Lima: Pontificia
Universidad Católica del Perú.
13. MORALES GODO, J. (1995). El derecho a la vida privada y el conflicto con la
libertad de información. Lima: GRIJLEY.
14. Sentencia C-094/20, Sentencia C-094/20 (CORTE CONSTITUCIONAL REPÚBLICA
DE COLOMBIA 3 de Marzo de 2020). Obtenido de
https://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2020/C-094-20.htm

También podría gustarte