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INSTITUTO IACC
La Nueva Gestión Pública es el paradigma que ha inspirado las reformas de modernización del
Estado a nivel mundial. En 1998 el gobierno de Chile instauró el uso de instrumentos de
evaluación de desempeño vinculados a incentivos económicos, y en 2004 creó un sistema de
selección de altos directivos públicos, que permitiría que los servicios públicos tuviesen en la
jefatura a personas con las capacidades profesionales apropiadas para desempeñar sus cargos.
DESARROLLO
Hemos visto una primera aproximación al concepto de participación ciudadana. Ahora bien, la
participación puede ser entendida y analizada desde diferentes enfoques, según sean los aspectos
que destaquemos en cada caso. Cada uno de estos enfoques implica diferentes desafíos que
deberán asumir los gerentes públicos.
Proceso conflictivo: Los procesos participativos involucra múltiples actores con intereses
diversos.
Proceso argumentativo: Los procesos de participación no son ajenos a las necesidades de
argumentación a fin de generar los consensos que tornen sustentables los acuerdos
emergentes.
Práctica instituyente. El desarrollo de los procesos participativos está regulado por reglas
de juego y, a la vez, instituye reglas de juego.
Enfoque de derechos
La participación como derecho
Derecho de la ciudadanía a la información pública
Fortalecimiento de la Sociedad Civil
La inclusión
Lo anterior se materializa a través de los siguientes mecanismos de participación:
Consultas ciudadanas.
Tras el análisis de constituciones, leyes y reglamentos del parlamento de los 35 países de las
Américas y el Caribe, se identificaron los siguientes mecanismos en orden:
El derecho a la información.
El derecho a la asociación.
El derecho a la participación.
El derecho a la expresión sobre lo público.
Para los Jefes de Estado y de Gobierno Iberoamericanos, en esos 4 derechos, debe reposar las
bases para lograr construir una democracia plena. Y para nosotros, deben servir de herramientas
para recuperar la democracia, la institucionalidad política y la ciudadanía.
Ese proceso de construcción social de políticas públicas, es el producto de un proceso de doble vía
que requiere dos condiciones:
a. Que los entes y órganos públicos y aquellos particulares a quienes se han transferido
competencias públicas sean receptivos a las opiniones y propuestas de la sociedad.
b. Que los ciudadanos y las ciudadanas, las comunidades, los pueblos indígenas y los
colectivos sociales que integren conozcan, dialoguen, deliberen e incidan sobre las
competencias de las instituciones estatales.
Para lograr una efectiva participación, los Jefes de Estado y de Gobierno Iberoamericanos,
recomiendan en la Carta Iberoamericana que la participación en la gestión pública debe ser:
Un elemento transversal y continuo en la actuación de los poderes públicos, que velarán para que
pueda ser ejercida a lo largo del proceso de formación de las políticas públicas, los programas
sociales y los servicios públicos.
Un proceso de formación de las políticas públicas que tiene que preverse tanto en su fase de
formulación como en las de planificación, ejecución, seguimiento, evaluación y control, mediante
mecanismos apropiados.
Un proceso amplio e incluyente que por sobre todo resguarde la facultad de dirección general de
políticas que los gobiernos nacionales, regionales o locales poseen con respecto a su ámbito
territorial, como consecuencia de la legitimidad otorgada por la elección democrática de los
ciudadanos y las ciudadanas.
Un proceso que la propia Administración Pública, en este caso local, en la etapa de diseño y
formulación de una política pública garantice para la creación de valor y legitimidad de las mismas:
Puede adoptar o desarrollarse a través de distintas formas según si se ejerce sobre la toma de
decisiones públicas, sobre la actividad administrativa o sobre la evaluación de sus resultados, si se
realiza individual o colectivamente o se institucionaliza a través de procedimientos, instancias o
ambos y, por último, según los tipos de sujetos sociales concernidos.
Las Alcaldías para facilitar la participación, sea individual o colectiva de los ciudadanos, deberán
garantizar:
b. La difusión pública de los canales de comunicación abierta y permanente con cada área de la
Administración.
c. La invitación pública a la ciudadanía a vincularse con la Administración sin otro requisito que su
condición de ciudadano y ciudadana.
f. Instrumentar mecanismos de colaboración adecuados para que los pueblos indígenas, las
comunidades o colectivos de ciudadanos, se estructuren y definan sus propias fórmulas de
representación interna a fin de hacer viable el diálogo con las Administraciones Públicas.
Así la Ley Orgánica del Poder Público Municipal obliga crear y mantener programas de formación
ciudadana dirigidos a fortalecer las comunidades. Por lo tanto es importante como lo dice la Ley,
que los municipios como espacios primarios para la participación ciudadana, creen mecanismos
para garantizarlo, a tal fin la ordenanza de participación ciudadana debe ser el instrumento
fundamental.
Las llamadas Juntas de vecinos , diligénciales y comunales son precisamente espacios para la
desconcentración de la gestión municipal y para la promoción de la participación, así como
también, lo es el Consejo Local de Planificación Pública, en la elaboración del Plan redesarrollo
Local.
La ley obliga que todos los órganos del poder público municipal, en el ejercicio de sus funciones
incorporen la participación ciudadana en el proceso de definición y ejecución de la gestión pública
y en el control y evaluación de sus resultados, en forma efectiva, suficiente y oportuna, para lo
cual deberán crear los mecanismos que la garanticen.
CONCUSION.
https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-090X2014000200004
http://participacionciudadana.ministeriodesarrollosocial.gob.cl/que-es-participacion-ciudadana