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TRIBUNAL DE ORIGEN: TERCER JUZGADO CIVIL DE CONCEPCION

ROL : C 5464-2019
PROCEDIMIENTO: ORDINARIO
MATERIA : JUICIO DE HACIENDA CUANTIA SUPERIOR
PARTES : REYES/CDE_____________________

REPLICA.

S. J. L. TERCER JUZGADO CIVIL DE CONCEPCION

CLAUDIA ROJAS CABRERA, abogado, por el demandante, en


autos sobre procedimiento ordinario, juicio de hacienda, caratulados
“REYES/CDE”, causa rol C 5464-2019, a SSA., con respeto, digo:

Que por este acto y dentro de plazo, vengo en evacuar el trámite


de la réplica en los siguientes términos:

En primer lugar, ratifico la demanda en todas sus partes, reproduciendo


íntegramente todos los antecedentes de hecho y derecho vertidos en dicho
libelo, con expresa condena en costas.
En segundo término, haré algunas precisiones sobre las ALEGACIONES,
EXCEPCIONES y/o DEFENSAS hechas valer por el demandado:

I.- EN CUANTO A LA RESPONSABILIDAD DEL ESTADO:


1. Análisis de la infracción del Estado en materia de Derechos Humanos:
En el caso sublite y respecto de mi representado, se estarían vulnerando
todos aquellos instrumentos de carácter internacional que consagran el derecho
a la vida y a la integridad personal, principalmente el art. 4.1 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos (1978), el art. 1 de la Declaración
Americana de Derechos y Deberes del Hombre (1948), el art. 1 y 14 N° 1 de la
Convención Internacional contra la Tortura y otros tratos Penales Crueles
Inhumanos y Degradantes.
2. Análisis de la infracción atribuible al Estado de acuerdo a las reglas de
imputación de responsabilidad del Derecho Internacional de los Derechos
Humanos:
a) Que, en este caso, cabe señalar que “el Estado puede ser responsable por
las violaciones convencionales cometidas en forma directa por sus agentes (de
cualquier órgano del Estado), o bien dicha responsabilidad puede emanar de
una comisión del Estado de actuar en aquellos casos en que particulares
afectan los derechos convencionales. En este caso, son los agentes del Estado
los que han cometido la infracción a las normas contenidas en tratados
internacionales;
b) Que, al comento, la responsabilidad nace al momento de la comisión del
ilícito atribuible al Estado y, por ello, se hacen aplicables al acto en cuestión
todos los criterios internacionales sobre obligaciones del Estado por violación de
derechos humanos, dentro de las cuales se encuentra la obligación de reparar
el daño causado;
c) Que, siguiendo la misma línea, la responsabilidad deriva del incumplimiento
de obligaciones internacionales del Estado, y de ello, nace la obligación de
reparar íntegramente el daño. Así también se establece en el art. 63 N° 1 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos: “Cuando decida que hubo
violación de un derecho o libertad protegidos en esta Convención, la Corte
dispondrá que se garantice al lesionado en el goce de su derecho o libertad
conculcados. Dispondrá asimismo, si ello fuera procedente, que se reparen las
consecuencias de la medida o situación que ha configurado la vulneración de
esos derechos y el pago de una justa indemnización a la parte lesionada”. Por
lo tanto, el Fisco está obligado a resarcir el daño causado;
d) Que, mismo derecho establece el art. 14-N° 1 de la Convención
Internacional contra la Tortura y otros Tratos Penales Crueles, Inhumanos o
Degradantes: “Todo Estado Parte velará porque su legislación garantice a la
víctima de un acto de tortura la reparación y el derecho a una indemnización
justa y adecuada, incluidos los medios para su rehabilitación lo más completa
posible. En caso de muerte de la víctima como resultado de un acto de tortura,
las personas a su cargo tendrán derecho a indemnización”;
e) Que, la Ilustrísima Corte de Apelaciones de Santiago se ha pronunciado al
respecto, en autos caratulados “Prats Cuthbert Sofía- Prats Cuthbert María-
Prats Cuthbert Hilda/Contreras Sepúlveda Juan- Espinoza Bravo Pedro-Iturriaga
Neuman Rau”, señalando que la responsabilidad del Estado “tiene por causa el
actuar de sus autoridades y por objeto la reparación integral del daño
ocasionado. De acuerdo a la teoría general de la responsabilidad, tan
importante como la anterior es determinar el factor de imputación, puesto que
será resarcible la lesión de derechos, en la medida que no deba soportarla
quien la ha sufrido, por existir una causa de exención, justificación o extinción
de responsabilidad. Conforme a este principio de protección y garantía de la
persona y del patrimonio del administrado, del que parte la cláusula general de
responsabilidad de la Administración, corresponde precisamente a ésta, la
autoridad, acreditar dichas causas de exclusión. De otra manera, resulta
ineludible disponer todas las medidas tendientes a la restauración, entre las que
se encuentra la reparación indemnizatoria, pero con caracteres generales, que
incluya todo daño, al que corresponderá precisamente determinar, mediante la
individualización correspondiente. Al haber sido determinada la acción que se
reclama sea reparada, la lesión está precisada, por lo que solamente
corresponde determinar o individualizar el daño y su valoración, que en el
presente caso se ha dejado indicada en plena claridad, como, además, se la ha
cuantificado por el juez de primera instancia. Ante tales antecedentes procede
la plena indemnización del daño ocasionado, sin perjuicio de dejar a salvo toda
otra forma de reparación que se desee impetrar de la Administración”. (Corte
de Apelaciones de Santiago, en autos caratulados “Prats Cuthbert
Sofía- Prats Cuthbert María- Prats Cuthbert Hilda/Contreras
Sepúlveda Juan- Espinoza Bravo Pedro-Iturriaga Neuman Rau, con
fecha 26 de mayo de 2014, considerando N° 2);
f) Que, de otra forma, se reconoce por la jurisprudencia chilena el hecho de
que una vez determinada la responsabilidad del Estado por una lesión sufrida
por un particular, esta responsabilidad genera un deber de reparación TOTAL,
cuestión que se tratará en el apartado siguiente.

II.- EN CUANTO A LA PRESCRIPCIÓN EXTINTIVA ALEGADA:


Que dada la especial naturaleza del ilícito cometido, no controvertido por el
demandado, constituyen un crimen de lesa humanidad y, por ende, una
violación grave a las normas internacionales sobre Derechos
Humanos, por lo que resulta improcedente declarar la prescripción de
la acción indemnizatoria ejercida. En efecto, en esta clase de delitos, en
que la acción penal persecutoria es imprescriptible, no resultaría coherente
entender que la acción civil que de ellos deriva esté sujeta a las normas sobre
prescripción establecidas en la ley civil interna, ya que ello contraría la voluntad
expresa manifestada por la normativa internacional sobre Derechos Humanos,
integrante del ordenamiento jurídico nacional por disposición del inciso segundo
del artículo 5º de la Carta Fundamental, la que consagra el derecho de las
víctimas y otros legítimos titulares a obtener la debida reparación de todos los
perjuicios sufridos a consecuencia del acto ilícito, e incluso por el propio
derecho interno, que en virtud de la Ley N° 19.123 reconoció de manera
explícita la innegable existencia de los daños y concedió también a los
familiares de las víctimas calificadas como detenidos desaparecidos y
ejecutados políticos, por violación a los derechos humanos en el período 1973-
1990, reconocidos por los informes de la Comisión Nacional de Verdad y
Reconciliación y la Corporación Nacional de Reparación y Reconciliación,
beneficios de carácter económico o pecuniario.
Por consiguiente, cualquier diferenciación entre ambas acciones y
otorgarles un tratamiento desigual es discriminatoria y no permite al
ordenamiento jurídico guardar la coherencia y unidad que se le reclama.
Entonces, pretender aplicar las normas del Código Civil a la
responsabilidad derivada de crímenes como el de la especie, posibles de
cometer con la activa colaboración del Estado, como derecho común supletorio
a todo el ordenamiento jurídico, resultaría improcedente, puesto que debe
darse integra aplicación a lo dispuesto en el artículo 4° del estatuto jurídico ya
referido, que expresa, que las disposiciones especiales se aplicarán con
preferencia a las de este Código, lo que es pertinente a los hechos planteados
en esta demanda, al tratarse de una materia con postulados diversos y a veces
en pugna con los del derecho privado regulador de las relaciones en un plano
de igualdad y de autonomía de las personas para obligarse, apartándose de los
postulados que son propios del derecho privado. Por ello, en esta materia debe
aplicarse el artículo 38 letra c) del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia,
esto es, resolver este asunto conforme al derecho internacional, aplicando los
principios generales de derecho reconocidos por las naciones civilizadas,
principios generales del derecho que reconocen la imprescriptibilidad de las
acciones reparatorias derivadas de violaciones a los derechos humanos. Debe
tenerse en consideración que la reparación integral del daño no se discute en el
ámbito internacional y no sólo se limita a los autores de los crímenes, sino
también al mismo Estado en atención a la naturaleza de la violación y del
derecho quebrantado.
Que, la acción civil aquí deducida en contra del Fisco, tendiente a
obtener la reparación íntegra de los perjuicios ocasionados, encuentra su
fundamento en los principios generales del Derecho Internacional de los
Derechos Humanos y su consagración normativa en los tratados internacionales
ratificados por Chile, los cuales obligan al Estado chileno a reconocer y proteger
este derecho a la reparación íntegra, en virtud de lo dispuesto en el inciso
segundo del artículo 5° y en el artículo 6° de la Constitución Política de la
República.
Los artículos 1.1 y 63.1 de la Convención Americana de Derechos
Humanos, consagran que la responsabilidad del Estado por esta clase de ilícitos
queda sujeta a reglas de Derecho Internacional, las que no pueden ser
incumplidas a pretexto de hacer primar otros preceptos de derecho interno,
pues si se verifica un hecho ilícito imputable a un Estado, surge de inmediato la
responsabilidad internacional de éste por la violación de una norma de esta
índole, con el consecuente deber de reparación y de hacer cesar las
consecuencias de la violación.
Por esta razón no resultan aplicables las disposiciones del Código Civil
sobre prescripción de las acciones civiles comunes de indemnización de
perjuicios, como lo pretende la demandada, pues ellas contradicen lo dispuesto
en la normativa internacional, en cuanto a disponer la ineficacia de normas
internas que hagan ilusorio el derecho a la reparación de los daños ocasionados
por crímenes de lesa humanidad. Además debe tenerse en consideración lo
dispuesto en el artículo 5° de la Constitución Política de la República, en el
sentido que deben primar las normas internacionales que regulan estas
materias, por sobre aquellas disposiciones de orden jurídico nacional que
posibilitarían eludir las responsabilidades en que ha incurrido el Estado chileno,
a través de la actuación penalmente culpable de sus funcionarios, dando
cumplimiento de este modo a la Convención de Viena sobre Derecho de los
Tratados. Asimismo debe tenerse en consideración que el sistema de
responsabilidad del Estado deriva también de los artículos 6 inciso tercero de la
Constitución Política de la República y 3º de la Ley Nº 18.575, Orgánica
Constitucional de Bases Generales de la Administración del Estado, las que, de
aceptarse la tesis del demandado, serían derechamente letra muerta.
Que, la Exma. Corte Suprema también se pronunció al respecto, en el
fallo de la causa rol N° 3058-14, señalando en el número cuarto “que la acción
civil deducida contra el Fisco tiene por objeto obtener la reparación íntegra de
los perjuicios ocasionados por el actuar de un agente del Estado, conforme
fluye de los tratados internacionales ratificados por Chile y de la interpretación
del derecho en conformidad a la Constitución Política de la República”. En
cuanto a la prescripción, en su número quinto señala que, “no resultaría
coherente entender que la acción civil indemnizatoria está sujeta a las normas
sobre prescripción establecidas en la ley civil interna, ya que ello contraría la
voluntad expresa manifestada por la normativa internacional sobre derechos
humanos”;

III.- EN CUANTO A LA PROCEDENCIA DE LA INDEMNIZACIÓN:


Que la pretensión de la demandada de regular la indemnización por el daño
padecido por mi representado, considerando los pagos ya recibidos del Estado,
contradice lo dispuesto en la normativa internacional y porque el derecho
común interno sólo es aplicable si no está en contradicción con esos preceptos,
de modo que la responsabilidad del Estado por esta clase de ilícitos siempre
queda sujeta a reglas de Derecho Internacional, las que no pueden ser
incumplidas en función de preceptos de derecho interno.
La normativa invocada por el Fisco -que sólo establece un sistema de
pensiones asistenciales- no contempla incompatibilidad alguna con la
indemnización que aquí se persiguen y no es procedente suponer que ella se
dictó para reparar todo daño moral inferido a las víctimas de atentados a los
derechos humanos, ya que se trata de formas distintas de reparación, y que las
asuma el Estado voluntariamente, como es el caso de la legislación en que se
asila el demandado, no importa la renuncia de una de las partes o la prohibición
para que el sistema jurisdiccional declare la procedencia de una indemnización
por daño moral por los medios que autoriza la ley, atendida la situación
personal de mi representado, por sus padecimientos, torturas y todo tipo de
vejámenes que atentan contra la dignidad humana, por lo daños irreparables
causados por las brutalidades cometidas en su contra por agentes del Estado,
los que en ningún caso alcanzan para reparar la atención médica psicológica
que requiere mi representado si tuviere que iniciar una terapia post trauma.
Debo hacer presente SSa. que los beneficios recibidos por mi
representado, constituyen un beneficio de carácter social, que apenas alcanzan
para su subsistencia, mas no una indemnización por el daño moral, pues no
aparece en la determinación de su monto de los beneficios, que se hayan
considerado los elementos propios y personales de quienes han debido soportar
injustas y vejatorias privaciones de libertad, acompañadas de apremios físicos
ilegítimos, requisito fundamental a la hora de fijar una indemnización que no
puede ser entendida sino con la finalidad de reparar o compensar un daño
cierto y determinado. En esta demanda en cambio, la acción ejercida es de
carácter patrimonial, porque se demanda una suma de dinero a título de daño
moral y la obligación del Estado proviene de un acto ilícito cometido por sus
agentes, es decir se trata de un caso de culpa aquiliana o responsabilidad
extracontractual.
Reparación integral de las víctimas en caso de violación de derechos humanos:
1. Que, Aguilar Cavallo señala que la “reparación integral en caso de violación a
los derechos humanos tiene múltiples funciones: disuadir, sancionar,
ejemplificar y, sobre todo, restablecer la situación al estado anterior de su
comisión o perpetración, ya sea en términos reales –restitutio in integrum- o en
términos sustitutivos –la indemnización por equivalencia” (Aguilar, Gonzalo:
Crímenes internacionales y la imprescriptibilidad de la acción penal y
civil);
2. Que, el término de indemnización es el que cobra relevancia en este caso,
pues ésta se divide en indemnización por daño material e indemnización por
daño moral, y es esta última la solicitada por mi representado;
3. Que, la indemnización por daño moral y la acción para obtener tal
indemnización están comprendidas en la reparación integral del daño causado a
las víctimas de delitos de lesa humanidad;
4. Que, respecto a la extensión del derecho a la reparación integral, el art. 63.1
de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, “distingue entre la
conducta que el Estado responsable de una violación debe observar desde el
momento de la sentencia de la Corte y las consecuencias de la actitud del
mismo Estado mientras duró la violación. A futuro, busca garantizar al lesionado
el goce del derecho o la libertad conculcados, y en caso de no ser así, faculta a
la Corte a imponer una reparación”. (Rodríguez, Víctor. Las reparaciones
en el Sistema Interamericano de Protección de Derechos Humanos);
5. Que, en este caso, corresponde una reparación a mi representado como
consecuencia del accionar del Estado en delitos de lesa humanidad perpetrados
por el Estado;
6. Que, más aún, en el voto de disidencia de don Sergio Muñoz Gajardo, en la
sentencia dictada en los autos rol N° 672/2016 de la Tercera Sala de la Corte
Suprema, señaló: “14° (….) La restitución consiste en restablecer a la víctima a
la situación anterior a la comisión de las violaciones; la compensación es una
indemnización por daños, físicos o mentales, por pérdida de oportunidades
económicas, laborales, educativas o sociales, y por gastos; la rehabilitación
incluye el cuidado médico y psicológico, y servicios legales y sociales; la
satisfacción comprende medidas dirigidas a que cesen las violaciones, se
establezcan los hechos y se reconozca públicamente tales sucesos, como el
castigo de los delincuentes, las garantías de no reincidencia residen en
reformas democráticas de inclusión, a las instituciones democráticas y a los
poderes públicos y sociales, el establecimiento de mecanismos para prevenir y
resolver conflictos sociales y la adopción de planes educacionales de promoción
de los derechos humanos” (Exma. Corte Suprema: “Quiñones Reyes,
Marcela/Quiñones Reyes, Mauricio con Fisco de Chile/Rol
672/2011/noviembre 2012/voto disidente);
7. Que, en este caso, no se puede volver a la situación anterior a la violación
de derechos humanos, pero se puede compensar a mi representado por todo el
sufrimiento físico, que hasta hoy persiste, producto de haber sido torturado por
agentes del Estado, sufrimiento que se refleja hasta el día de hoy, en diversas
patologías crónicas que se darán a conocer en su oportunidad, a través de
informes médicos pertinentes;
8. Que, en definitiva, el derecho a una reparación integral es un derecho
reconocido por el derecho internacional y derivado del bloque constitucional de
derechos humanos chileno;
9. Que, en tal sentido, al no poder volver las cosas al estado anterior a la
vulneración de los derechos, queda opción de repararla;
10. Que, la legislación interna no puede vulnerar el derecho a una reparación
íntegra de mi representado. Lo anterior se ve reforzado por el principio pro
homine, es decir, implica que se debe interpretar el ordenamiento jurídico
interno de manera tal que se amplíe el crisol referido a este derecho y, por lo
tanto, se debe garantizar por todos los órganos del Estado.
POR TANTO,
PIDO A SU SEÑORIA, tener por evacuado el trámite de la réplica en los
términos aquí expuestos, confiriendo traslado para la duplica.

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