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5.

BALANCES
DE ENERGÍA
Contenido
5. BALANCES DE ENERGÍA .................................................................................... 1
5.1. Introducción ..................................................................................................... 2
5.2. Formas de expresión de la energía................................................................... 5
5.3. Balances de energía macroscópicos: expresión general ................................... 7
5.4. Balances entálpicos .......................................................................................... 9
5.4.1. Cálculo de las entalpías ........................................................................ 10
5.4.2. Entalpías de reacción ............................................................................ 14
5.5. Balances macroscópicos de energía en algunos casos particulares ................ 16
5.5.1. Balances de energía en sistemas abiertos en régimen estacionario ..... 17
5.5.2. Aplicación del balance de energía a operaciones sin reacción química 17
5.5.3. Aplicación del balance macroscópico de energía a una operación con
reacción química .................................................................................. 18
BALANCES DE ENERGÍA

En este tema se estudia otra de las leyes fundamentales de la Ingeniería Química


como es la ley de conservación de la energía, base de los balances macroscópicos de
esta propiedad extensiva. En primer lugar se definen las diferentes formas de energía
que puede poseer un sistema, así como las distintas formas en que esta puede
transferirse. A continuación se deduce la ecuación general de conservación de
energía, a partir de la más general de conservación de cualquier propiedad extensiva,
que se aplicará a cada sistema concreto. Por último, se plantean los balances de
energía en sistemas abiertos y cerrados en régimen estacionario con y sin reacción
química. Los balances de energía tienen gran importancia y muy amplia utilización en
procesos y operaciones industriales donde es preciso calentar, enfriar o aislar
térmicamente, lo que ocurre en la mayoría de los casos.

5.1. Introducción

La energía es un concepto fundamental de gran aplicación en las ciencias y la


ingeniería, y al igual que la materia, sus variaciones en un sistema considerado
pueden expresarse mediante una ley de conservación. Sin embargo, mientras que no
hay más que una forma de expresar la materia, son muy variadas las formas de
energía, ya que se trata de un concepto más amplio.
En efecto, aunque de forma general la energía se puede definir como la capacidad
para producir trabajo, en realidad este concepto engloba formas de energía tan
variadas como la energía cinética, la potencial, la elástica, la electromagnética, la
nuclear, la química, la metabólica o la calorífica.
Sin embargo, a la hora de establecer una ley basada en el principio de conservación
de la energía, el cual establece que la energía ni se crea ni se destruye, sino que
únicamente se transforma, deben considerarse las formas de energía susceptibles de
transformación entre sí, como se verá en el apartado siguiente. Debe aclararse no
obstante que en este principio de conservación queda excluida, como es natural, la
energía nuclear, ya que en este caso se genera energía por desintegración de la
materia (ecuación de Einstein).
El establecimiento de las variaciones de energía que se producen en una operación o
proceso industrial, o bien el cálculo de las necesidades de energía en un determinado
caso son ejemplos claros de las tareas propias de un ingeniero químico. Algunos
ejemplos típicos pueden ser el cálculo de la energía que se necesita en una caldera de
ebullición de una columna de destilación, la que se necesita en un evaporador, o la
que ha de eliminarse en una corriente fluida que se quiere enfriar en un cambiador
de calor, en un reactor químico donde se desarrolla una reacción exotérmica en
régimen estacionario.
En cualquiera de estas situaciones es imprescindible plantear y resolver los balances

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BALANCES DE ENERGÍA

de energía, del mismo modo que se hizo con los balances de materia para determinar
variaciones de composición o caudal.
La ley que gobierna los balances de energía es el citado principio de conservación de
la energía, el cual constituye, como es sabido, la primera ley de la termodinámica.
Exceptuadas las reacciones nucleares, la aplicación de este principio a un sistema
material sometido a transformaciones físicas y químicas, que transcurren en régimen
no estacionario, permite escribir la siguiente expresión para un instante dado:
𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶 𝑑𝑑𝑑𝑑 𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶 𝑑𝑑𝑑𝑑 𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶 𝑑𝑑𝑑𝑑 𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶𝐶 𝑑𝑑𝑑𝑑
𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒í𝑎𝑎 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒í𝑎𝑎 𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒í𝑎𝑎 𝑙𝑙𝑙𝑙𝑙𝑙𝑙𝑙𝑙𝑙𝑙𝑙𝑙𝑙𝑙𝑙 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒í𝑎𝑎 𝑔𝑔𝑔𝑔𝑔𝑔𝑔𝑔𝑔𝑔𝑔𝑔𝑔𝑔𝑔𝑔
� �=� �+ � �+ � �
𝑎𝑎𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑑𝑑𝑑𝑑𝑑𝑑 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑎𝑎𝑎𝑎 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖
𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠 𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝 𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠 𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝 𝑒𝑒𝑒𝑒 𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠 𝑑𝑑𝑑𝑑𝑑𝑑 𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠
o de forma más sencilla:

[A] = [E] − [S] + [G] [5.1]

Esta ecuación, idéntica a la de conservación de materia, representa la forma más


esquematizada y general del balance de energía, y puede aplicarse a cada caso
concreto, una vez conocido el volumen del sistema o recinto considerado. Las
unidades que pueden emplearse pueden ser extensivas (J) o intensivas, es decir, por
unidad de masa (J/kg), también en el caso de corrientes fluidas, referidas a la unidad
de tiempo (W).
Como se ha visto en temas anteriores, los balances de materia permiten relacionar
los caudales y composiciones de todas las corrientes implicadas en una operación o
proceso. Sin embargo, en la mayor parte de los casos esto no es suficiente, pues
también es necesario conocer la temperatura y presión de cada una de estas
corrientes y sus posibles variaciones. Para ello es imprescindible el planteamiento de
los balances de energía y en su caso de cantidad de movimiento.
Así, por ejemplo, en el reactor de tanque agitado semicontinuo esquematizado en la
figura, los balances de materia permitirán establecer los caudales y composiciones de
las corrientes fluidas de entrada y salida y la composición del líquido en el interior del
reactor. Sin embargo, no es factible establecer la relación entre las temperaturas y
presiones de dichas corrientes y la del líquido en el reactor sin plantear los
correspondientes balances de energía y de cantidad de movimiento. El balance de
energía permitiría en este caso conocer variables como las temperaturas citadas, la
cantidad de calor que debe eliminarse (reacción exotérmica) o aportarse (reacción
endotérmica) para mantener una cierta temperatura, etc.

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Figura 5.1 Reactor de tanque agitado semicontinuo

En numerosas ocasiones deben resolverse de forma simultánea los balances de


materia y energía, ya que la temperatura influye en la velocidad de reacción química,
que está incluida en el término de generación del balance de materia. Además, este
termino de reacción química es matemáticamente no lineal (variación exponencial
con la temperatura), lo que puede complicar la resolución matemática del sistema.
Entre los problemas típicos que pueden resolverse mediante balances de energía
cabe destacar los siguientes:
• Cálculo del calor necesario para modificar la temperatura o el estado físico de
una determinada cantidad de materia (calentamiento de un sólido,
vaporización de un líquido, condensación de un vapor, enfriamiento de un gas,
etcétera).
• Cálculo del caudal de calor necesario para que una operación se realice en
condiciones isotermas (lecho catalítico, columna de absorción, etcétera).
• Cálculo del consumo de energía de una máquina (bomba, compresor, turbina,
etc.) funcionando en una planta química.
• Cálculo del consumo de combustible para producir el calor necesario en una
operación (horno, caldera de vapor, caldera de una columna de rectificación,
etc.).
• Cálculo del caudal de fluido refrigerante o de calefacción necesario para
mantener las condiciones de trabajo de una operación (líquido refrigerante en
un cambiador de calor, vapor de agua en la caldera de una columna de
rectificación, etc.).
En sucesivos apartados se establecerán las ecuaciones representativas de los
balances de energía en sistemas cerrados y abiertos en régimen estacionario, con y
sin reacción química. Para ello se partirá de la ecuación general de conservación de
energía, que se aplicará a cada sistema concreto, deducida a partir de la más general
de conservación de cualquier propiedad extensiva (ecuación [i]). Previamente se
definirán los diferentes tipos de energía que puede poseer un sistema y las formas en
que esta puede transferirse.

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𝑑𝑑
(Π 𝑉𝑉) = − � 𝜙𝜙𝑖𝑖 · 𝑆𝑆⃗𝑖𝑖 + �Π1 𝑄𝑄𝑣𝑣1 − Π2 𝑄𝑄𝑣𝑣2 � + 𝐺𝐺𝑚𝑚 𝑉𝑉 [i]
𝑑𝑑𝑑𝑑 𝑚𝑚
𝑖𝑖

Los balances de energía en régimen no estacionario, en procesos discontinuos y en


las puestas en marcha y paradas de los procesos continuos, por su mayor
complejidad, quedan fuera del alcance de esta obra.

5.2. Formas de expresión de la energía

Aunque desde el punto de vista científico la energía es única, esta puede adoptar
diferentes formas interconvertibles directa o indirectamente:
• Energía mecánica, que incluye la energía cinética acumulada por un cuerpo en
movimiento, la potencial y la elástica.
• Energía electromagnética, que incluye las distintas manifestaciones de la
energía debida a los campos electrostático y magnético y a la corriente
eléctrica.
• Energía interna; o térmica, que engloba la energía y cinética internas de las
partículas elementales de los cuerpos (moléculas, átomos, partículas
subatómicas), manifestándose al exterior en forma de temperatura.
También suelen distinguirse, a efectos de clarificación, otras formas de energía
asociadas con las transformaciones químicas y cambios de composición, y que
implican, lógicamente, a las anteriormente citadas:
• Energía química. Es la energía de los compuestos relacionada con las
reacciones químicas.
• Energía metabólica. Es la energía generada en los organismos vivos por
oxidación de los alimentos ingeridos.
• Energía nuclear. Es un caso particular de energía química, que está relacionada
con las reacciones de fusión y fisión nuclear.
Las expresiones matemáticas de cada una de estas formas de energía es diferente,
debiendo hacerse en función de las variables susceptibles de medida experimental.
Así, la energía potencial, es decir, la que tiene un cuerpo material en función de su
posición en el campo gravitatorio, referida a una masa de fluido que circula con un
caudal másico m (kg/s) será:

Φ = 𝑔𝑔 · 𝑚𝑚 · 𝑧𝑧 (𝑊𝑊) [5.2]

siendo z la altura respecto del nivel de referencia al que arbitrariamente se le asigna


una energía potencial nula, y g, la aceleración de la gravedad.

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La energía cinética es la que posee un cuerpo material en movimiento en función de


su velocidad. Para un fluido que circula con un caudal másico m (kg/s), la energía
cinética que le corresponde en una sección determinada es:
1
𝐾𝐾 = 𝑚𝑚 · 𝑣𝑣𝑒𝑒2 (𝑊𝑊) [5.3]
2
siendo ve la velocidad eficaz del fluido en la sección transversal considerada, que
como se verá en el tema dedicado al estudio del flujo de fluidos, coincide con la
velocidad media de la corriente, v, en esa sección en el caso de flujo turbulento.
El contenido de energía interna de un cuerpo, como ya se ha comentado,
corresponde a la suma de las energías potencial y cinética asociada a las partículas
elementales constitutivas del mismo, moléculas, átomos y partículas subatómicas.
Dado que la energía interna de una sustancia es función de su temperatura,
composición y estado de agregación y prácticamente independiente de la presión,
esta se puede medir en cualquier sistema material de forma aproximada en función
de la temperatura. Así, si en una transformación de un sistema no se modifica su
temperatura, su fase, ni su composición química y, además, todos sus componentes
son sólidos, líquidos o gaseosos y la presión es moderada, la variación de energía
interna asociada a dicha transformación es nula.
Por tanto, para una sección transversal del flujo de un fluido con caudal másico m
(kg/s), que se encuentra a una temperatura T; considerando como estado de
referencia la presión del sistema, la temperatura Tref y el mismo estado de agregación
en que se encuentra, la energía interna del fluido será:
𝑇𝑇
𝐸𝐸 = 𝑚𝑚 � 𝑐𝑐𝑣𝑣 𝑑𝑑𝑑𝑑 = 𝑚𝑚 · 𝑐𝑐𝑣𝑣 · �𝑇𝑇 − 𝑇𝑇𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟 � [5.4]
𝑇𝑇𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟

siendo cv el calor específico a volumen constante y Tref la temperatura de referencia


considerada, habiéndose asignado arbitrariamente un valor nulo de la energía
interna en el estado de referencia considerado.
Por otro lado, el calor y el trabajo deben considerarse como formas de energía en
tránsito, de tal manera que el aporte de calor o de trabajo a un sistema son formas
de aumentar su contenido de energía en alguna de las formas anteriores (potencial,
cinética, interna). El calor es la energía en tránsito debida a una diferencia de
temperaturas. El trabajo es energía en tránsito debido a la acción de fuerzas
mecánicas que vencen una resistencia al recorrer un espacio.
El calor siempre se transmite del foco caliente al foco frio, siendo el gradiente de
temperaturas la fuerza impulsora, como ya se vio. El mecanismo por el que se
produce esta transmisión es variable, como se verá en el siguiente tema, pero a los
efectos de un balance de energía no tiene relevancia.

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BALANCES DE ENERGÍA

En cuanto al trabajo, es una forma de energía de gran interés practico, que al igual
que el calor solo tiene sentido cuando está en tránsito, es decir, cuando se produce o
se consume en un sistema determinado (no se puede hablar de “contenido de
trabajo").
Así, el trabajo mecánico de expansión de un fluido, muy importante en Ingeniería
Química, viene expresado mediante la ecuación:
𝑃𝑃2
𝑊𝑊 = − � 𝑃𝑃 · 𝑑𝑑𝑑𝑑 [5.5]
𝑃𝑃1

siendo P la presión y V el volumen. El signo negativo corresponde al criterio de


considerar negativo el trabajo realizado por el sistema (expansión, P2 < P1).
De forma general, un sistema puede intercambiar energía con los alrededores por las
siguientes causas:
• Transferencia de materia. Dada que la materia lleva asociada una cantidad de
energía, la transferencia de aquella supone siempre un intercambio de esta
con los alrededores.
• Transferencia de energía. Siempre que existan diferencias de temperatura
entre el sistema y los alrededores, se producirá de forma espontánea un flujo
de calor desde el foco más caliente al más frío y por ello un intercambio de
energía del sistema con el medio circundante.
• Trabajo de fuerzas mecánicas. Siempre que existan fuerzas mecánicas
actuando sobre un sistema de tal manera que realizan un trabajo, se transfiere
energía al mismo si el trabajo se produce sobre el sistema, o se transfiere
energía de este al exterior si el trabajo lo realiza el sistema.

5.3. Balances de energía macroscópicos: expresión


general

La ecuación general de conservación de energía puede deducirse directamente


aplicando la expresión general [5.1], o bien obtenerse particularizando la ecuación
general de conservación de cualquier propiedad extensiva, pues en ambos casos se
llega al mismo resultado.
En el sistema de flujo se reproduce en la Figura 5.2, habrá que considerar las dos
formas de energía asociadas a la materia: energía potencial, y cinética e interna.
Además, dadas las características del sistema considerado, este podrá intercambiar
energía con el exterior mediante un flujo de calor a través de sus superficies límites
S1, S2 y S, al trabajo realizado por las fuerzas de presión sobre las superficies S1 y S2 y
al trabajo realizado por la maquina (bomba o turbina, compresor, etc.).

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Figura 5.2 Sistema de flujo a través de una conducción de sección variable.

Por lo tanto, despreciando la posible transmisión de calor debida a gradientes de


temperatura en las secciones S1 y S2 (conducción de calor) frente a los
correspondientes términos energéticos debidos a la convección forzada (circulación
del fluido), se obtiene la ecuación macroscópica de conservación de energía total:
𝑑𝑑
(Φ + 𝐸𝐸𝑇𝑇 + 𝐾𝐾𝑇𝑇 ) =
𝑑𝑑𝑑𝑑 𝑇𝑇 [5.6]
= [(ϕ1 + 𝑒𝑒1 + 𝑘𝑘1 )𝜌𝜌1 𝑄𝑄𝑣𝑣1 − (ϕ2 + 𝑒𝑒2 + 𝑘𝑘2 )𝜌𝜌2 𝑄𝑄𝑣𝑣2 ] + 𝑄𝑄 + [𝑃𝑃1 𝑄𝑄𝑣𝑣1 − 𝑃𝑃2 𝑄𝑄𝑣𝑣2 + 𝑊𝑊]

representando Ф, e y k las energías especificas medias potencial, interna y cinética,


respectivamente, en cualquier sección transversal de la conducción; ΦT, ET y KT las
correspondientes energías totales del fluido contenidas en el sistema considerado; Q
el caudal de calor comunicado al fluido desde el exterior a través de la superficie S de
la conducción: Qv el caudal volumétrico; ρ la densidad del fluido; P su presión y W el
trabajo intercambiado entre el fluido y la maquina (positivo si fuese bomba o
compresor y negativo si fuese una turbina).
Esta ecuación, en la que todos sus términos vienen expresados en watios, puede
simplificarse teniendo en cuenta la definición de caudal másico, m = ρ·Qv y
considerando el caso de régimen estacionario:
𝑃𝑃1 𝑃𝑃2
𝑚𝑚[(ϕ1 + 𝑒𝑒1 + 𝑘𝑘1 ) − (ϕ2 + 𝑒𝑒2 + 𝑘𝑘2 )] + 𝑄𝑄 + �𝑚𝑚 � − � + 𝑊𝑊� = 0 [5.7]
𝜌𝜌1 𝜌𝜌2

Teniendo en cuenta las ecuaciones [5.2] y [5.3] y dividiendo todos los términos de
esta ecuación por el caudal másico, m, se llega a la siguiente expresión:
1 2 2)
𝑃𝑃1 𝑃𝑃2
𝑔𝑔(𝑧𝑧1 − 𝑧𝑧2 ) + (𝑒𝑒1 − 𝑒𝑒2 ) + (𝑉𝑉𝑒𝑒1 − 𝑉𝑉𝑒𝑒2 + 𝑄𝑄 + � − � + 𝑊𝑊 = 0 (𝐽𝐽/𝑘𝑘𝑘𝑘) [5.8]
2 𝜌𝜌1 𝜌𝜌2

ecuación que se corresponde con el primer principio de la termodinámica para


sistemas abiertos, y en la que ahora todos sus términos, y por lo tanto también Q y
W, vienen expresados en J/kg.
Esta ecuación puede expresarse también en función de la entalpía, variable
termodinámica de gran utilidad relacionada con la energía interna:

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𝑃𝑃
𝐻𝐻 = 𝑒𝑒 + (𝐽𝐽/𝑘𝑘𝑘𝑘) [5.9]
𝜌𝜌

con lo cual la expresión [5.8] queda de la forma:


1 2
𝑔𝑔(𝑧𝑧1 − 𝑧𝑧2 ) + (𝐻𝐻1 − 𝐻𝐻2 ) + (𝑉𝑉𝑒𝑒1 2)
− 𝑉𝑉𝑒𝑒2 + 𝑄𝑄 + 𝑊𝑊 = 0 (𝐽𝐽/𝑘𝑘𝑘𝑘) [5.10]
2
Esta nueva expresión de la ecuación de conservación de energía en régimen
estacionario indica que las variaciones de energía potencial, entalpía y energía
cinética, junto a las aportaciones de trabajo y de calor (producidos o consumidos) se
han de compensar, de tal manera que la suma total de todas ellas es cero. Puede
ganarse o perderse un tipo de energía determinado, puede convertirse un tipo de
energía en otro, pero el contenido global de energía del sistema no se altera, porque
la suma neta de todas las variaciones es nula.

5.4. Balances entálpicos

Ocurre con frecuencia que en muchas operaciones y procesos de la industria química


en régimen estacionario las variaciones de energía potencial y cinética son
prácticamente despreciables frente a los restantes términos de la ecuación [5.10]. Si
además no existe máquina, esta ecuación se reduce a la siguiente:

𝐻𝐻2 − 𝐻𝐻1 = (𝐽𝐽/𝑘𝑘𝑘𝑘) [5.11]

representativa del denominado balance entálpico, que coincide en su forma con la


ecuación general [5.1], hacienda en ella nulo el termino de acumulación.
Dado que no se pueden calcular valores absolutos de la entalpía, para aplicar esta
ecuación se requiere establecer un estado de referencia. Se considera como tal el
correspondiente a los elementos libres de todas las sustancias (sin combinar) a una
presión y temperatura de referencia. En la ecuación [5.11] no aparece explícitamente
la entalpía de reacción, al estar incluidos en H2 y H1 las entalpías de formación de
todos los compuestos que entran y salen con las corrientes del sistema,
respectivamente. Además, en estos términos están incluidos los calores sensibles de
todas las sustancias que componen las distintas corrientes (variación de temperatura
y presión respecto a los de referencia), y los correspondientes calores latentes, si hay
cambio de estado de agregación.
Para poder aplicar la ecuación [5.11] a casos concretos se requiere calcular la entalpía
del sistema, es decir, la suma de entalpías de cada componente de la mezcla a la
temperatura y la presión a que se encuentre, tomando el estado de referencia citado.
Este cálculo detallado se describe a continuación.

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5.4.1. Cálculo de las entalpías


La función termodinámica que expresa la entalpía cuando se refiere a la unidad de
masa (entalpía específica) viene definida por la ecuación:
𝑃𝑃
𝐻𝐻 = 𝑒𝑒 + 𝑃𝑃 · 𝑉𝑉 = 𝑒𝑒 + (𝐽𝐽⁄𝑘𝑘𝑘𝑘) [5.12]
𝜌𝜌

siendo V el volumen específico y ρ la densidad. Al igual que la energía interna, la


entalpía de una sustancia depende casi exclusivamente de su composición química,
estado de agregación y temperatura y es prácticamente independiente de la presión
(para gases ideales es rigurosamente independiente de P), de tal manera que si en
una transformación no se produce un cambio en la temperatura, composición o en el
estado físico, se puede considerar que prácticamente la variación de entalpía es nula.
De acuerdo con la termodinámica, la entalpía puede considerarse como una variable
de estado, lo que quiere decir que en una transformación su variación depende del
estado final e inicial y no del camino recorrido.
Suponiendo despreciable la variación de entalpía específica con la presión, para un
compuesto puro, esta se podrá calcular respecto de una temperatura de referencia
mediante la ecuación:
𝑇𝑇
𝑇𝑇 𝑇𝑇
𝐻𝐻 = 𝐻𝐻𝑓𝑓 𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟 +� 𝑐𝑐𝑝𝑝 𝑑𝑑𝑑𝑑 = 𝐻𝐻𝑓𝑓 𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟 + 𝑐𝑐̅𝑝𝑝 �𝑇𝑇 − 𝑇𝑇𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟 � [5.13]
𝑇𝑇𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟

rigurosamente cierta para transformaciones a presión constante y para cualquier


transformación de un gas ideal, pero solo aproximada para transformaciones no
isobaras de gases reales, líquidos o sólidos. Si el estado de agregación de la sustancia
fuese diferente al considerado en el estado de referencia, la ecuación [5.13] se
aplicaría de la forma siguiente:
𝑇𝑇 ′
𝐻𝐻 = 𝐻𝐻𝑓𝑓 𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟 + 𝑐𝑐̅𝑝𝑝𝑝𝑝 �𝑇𝑇′ − 𝑇𝑇𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟 � + 𝜆𝜆𝑇𝑇𝑎𝑎𝑎𝑎 + 𝑐𝑐̅𝑝𝑝𝑝𝑝 (𝑇𝑇 − 𝑇𝑇′) [5.14]

siendo T' la temperatura a la que se produce el cambio de estado a → b, y λab el calor


latente de ese cambio de estado. Para más de un cambio del estado de agregación
esta ecuación se generalizaría de la forma:
𝑇𝑇
𝐻𝐻 = 𝐻𝐻𝑓𝑓 𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟 + 𝑐𝑐̅𝑃𝑃𝑃𝑃 �𝑇𝑇′ − 𝑇𝑇𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟 � + 𝜆𝜆𝑇𝑇′ 𝑇𝑇′′
𝐼𝐼 + 𝑐𝑐̅𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃 (𝑇𝑇′′ − 𝑇𝑇′) + 𝜆𝜆𝐼𝐼𝐼𝐼 + ⋯
[5.15]
+ 𝑐𝑐̅𝑃𝑃𝑃𝑃 (𝑇𝑇 − 𝑇𝑇 𝑁𝑁 )

Por otro lado, para una mezcla de C componentes, cuyas composiciones másicas son
ρi y cuyas entalpías individuales son Hi, la entalpía se podrá expresar mediante la
siguiente ecuación:

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BALANCES DE ENERGÍA

𝑐𝑐 𝑐𝑐
𝜌𝜌𝑖𝑖 𝜌𝜌𝑖𝑖
𝐻𝐻 = � 𝐻𝐻𝑖𝑖 + � Δ𝐻𝐻𝑀𝑀𝑖𝑖 [5.16]
𝜌𝜌 𝜌𝜌
𝑖𝑖=1 𝑖𝑖=1

en la que Hi corresponde, para cada componente, a la expresión [5.13] o [5.15],


según el caso, y ∆HMi, es la entalpía de mezcla correspondiente a cada componente.
Si se pueden despreciar las entalpías de mezcla, ∆HMi normalmente muy inferiores en
magnitud a los términos entálpicos Hi, la ecuación anterior se simplifica a la siguiente:
𝑐𝑐
𝜌𝜌𝑖𝑖
𝐻𝐻 = � 𝐻𝐻 ∴
𝜌𝜌 𝑖𝑖
𝑖𝑖=1
𝑐𝑐 𝑐𝑐 [5.17]
𝜌𝜌𝑖𝑖 𝑇𝑇𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟 𝜌𝜌𝑖𝑖
∴ 𝐻𝐻 = � 𝐻𝐻𝑓𝑓 + � 𝑐𝑐𝑃𝑃𝑃𝑃 �𝑇𝑇 − 𝑇𝑇𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟 �
𝜌𝜌 𝑖𝑖 𝜌𝜌
𝑖𝑖=1 𝑖𝑖=1

ecuación en la que se ha supuesto que no hay cambios de estado, para mayor


simplicidad de la expresión; en caso de haberlo, Hi tomaría la forma dada por la
ecuación [5.15]. Por otro lado, debe observarse la inclusión de los términos ρi/ρ, que
corresponden a las fracciones másicas de cada componente, ya que no podrían
sumarse directamente los calores de formación o calores latentes de los
componentes de la mezcla sin considerar la proporción en que se encuentra cada
uno. Si en esta ecuación o en cualquier otra se prefiriese utilizar fracciones molares
en vez de másicas, aparecería ci/c (concentraciones molares) en vez de ρi/ρ
(concentraciones másicas).
Expresada, pues, la entalpía de la mezcla mediante la ecuación [5.17], se puede ahora
desarrollar el balance entálpico [5.11], aplicándolo a las condiciones iniciales (1) y
finales (2):
𝐻𝐻2 − 𝐻𝐻1 = 𝑄𝑄 ∴
𝑐𝑐 𝑐𝑐
𝜌𝜌𝑖𝑖2 𝜌𝜌𝑖𝑖1
∴� 𝑐𝑐𝑃𝑃𝑃𝑃 �𝑇𝑇2 − 𝑇𝑇𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟 � − � 𝑐𝑐 �𝑇𝑇 − 𝑇𝑇𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟 � +
𝜌𝜌2 𝜌𝜌1 𝑃𝑃𝑃𝑃 12
𝑖𝑖=1 𝑖𝑖=1
𝐷𝐷𝐷𝐷𝐷𝐷𝐷𝐷𝐷𝐷𝐷𝐷𝐷𝐷𝐷𝐷𝐷𝐷𝐷𝐷 𝑑𝑑𝑑𝑑 𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐 𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠
𝑐𝑐
𝜌𝜌𝑖𝑖2 𝑇𝑇𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟
𝑐𝑐
𝜌𝜌𝑖𝑖1 𝑇𝑇𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟 [5.18]
+� 𝐻𝐻𝑓𝑓𝑓𝑓 − � 𝐻𝐻 = 𝑄𝑄
𝜌𝜌2 𝜌𝜌1 𝑓𝑓𝑓𝑓
𝑖𝑖=1 𝑖𝑖=1
𝐸𝐸𝐸𝐸𝐸𝐸𝐸𝐸𝐸𝐸𝐸𝐸í𝑎𝑎 𝑑𝑑𝑑𝑑 𝑙𝑙𝑙𝑙𝑙𝑙 𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟 𝑞𝑞𝑞𝑞í𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚
𝑇𝑇𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟
� ∆𝐻𝐻𝑅𝑅

o más simplificadamente:

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BALANCES DE ENERGÍA

𝑇𝑇
∆𝐻𝐻2 − ∆𝐻𝐻1 + � ∆𝐻𝐻𝑅𝑅 𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟 = 𝑄𝑄 [5.19]

siendo:
𝑐𝑐
𝜌𝜌𝑖𝑖1
∆𝐻𝐻1 = � 𝑐𝑐 �𝑇𝑇 − 𝑇𝑇𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟 � [5.20]
𝜌𝜌1 𝑃𝑃𝑃𝑃 1
𝑖𝑖=1
𝑐𝑐
𝜌𝜌𝑖𝑖2
∆𝐻𝐻2 = � 𝑐𝑐 �𝑇𝑇 − 𝑇𝑇𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟 � [5.21]
𝜌𝜌2 𝑃𝑃𝑃𝑃 2
𝑖𝑖=1
𝑐𝑐 𝑐𝑐
𝑇𝑇𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟 𝜌𝜌𝑖𝑖2 𝑇𝑇𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟 𝜌𝜌𝑖𝑖1 𝑇𝑇𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟
� ∆𝐻𝐻𝑅𝑅 =� 𝐻𝐻𝑅𝑅𝑓𝑓𝑓𝑓 − � 𝐻𝐻 [5.22]
𝜌𝜌2 𝜌𝜌1 𝑅𝑅𝑓𝑓𝑓𝑓
𝑖𝑖=1 𝑖𝑖=1

Respecto a la temperatura de referencia, ésta suele tomarse igual o inferior a la más


baja de las existentes en cada corriente, a fin de no manejar valores negativos en el
cálculo de los calores sensibles. En los sistemas con reacción química suele tomarse
como referencia 298 K, ya que las entalpías de reacción (entalpías de formación) se
encuentran tabuladas a esta temperatura, como entalpías de reacción normal o
estándar.
En cuanto a la presión, al ser muy pequeñas -incluso despreciables- las variaciones de
entalpía con la presión, suele considerarse como valor de referencia para los cálculos
de entalpías la presión media del sistema.
Para las sustancias que cambian de estado de agregación suele considerarse como
estado de referencia el correspondiente al más bajo nivel entálpico (generalmente,
sólido < líquido < gas).
Por último, debe señalarse que los términos de la ecuación [5.19] pueden expresarse
en J/kg, J/mol o J/s, dependiendo de la base de cálculo utilizada para el balance.
La ecuación [5.19] también puede expresarse siguiendo el sencillo diagrama de la
Figura 5.4, representativo de la ley de Hess, lo que requiere cambiar el signo del
término ∆H1, al invertir la diferencia de temperaturas, según el esquema de la figura.
Con ello, el balance entálpico [5.19] queda de la siguiente forma:
𝑇𝑇
�����⃗
∆𝐻𝐻1 + � ∆𝐻𝐻𝑅𝑅 𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟 + �����⃗
∆𝐻𝐻2 = 𝑄𝑄 [5.23]

Esta ecuación indica, de acuerdo con la Figura 5.4, que el cambio entálpico que
supone pasar de las condiciones iniciales o de entrada (1) a las condiciones finales o
de salida (2), recorriendo el itinerario en tres tramos (primer sumando de la
ecuación), es igual al intercambio de calor con el exterior. Los términos ∆H1 y ∆H2

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BALANCES DE ENERGÍA

llevan ahora una flecha para indicar que las diferencias de temperatura corresponden
con el sentido de la trayectoria en el diagrama de la Figura 5.4, es decir, del punto (1)
al punto (2). Es evidente que ∆𝐻𝐻1 = −∆𝐻𝐻�����⃗1 y ∆𝐻𝐻2 = �����⃗
∆𝐻𝐻2 .

Figura 5.3. Diagrama del balance entálpico entre los condiciones (1) y (2),

La ecuación [5.23], que no requiere memorizar signos (todos son positivos), se aplica
con independencia de que sea T1 > T2 o T1 < T2, y de que la temperatura de referencia
que se tome sea una u otra, siempre que sea la misma para todos los términos
entálpicos. El valor de Q resultará positivo si el sistema gana calor del exterior, y
negativo si lo pierde. Esta circunstancia se observa claramente en el caso de que las
entalpías ∆H1 y ∆H2 sean iguales, con lo que resultaría ∑∆HRTref = Q; es decir, que si el
conjunto de las reacciones resulta exotérmico (entalpía de reacción global negativa),
sería Q < 0, pues debe eliminarse calor del sistema para mantener la temperatura
constante, como exige el régimen estacionario. Análogamente, si el conjunto de
reacciones resulta endotérmico, será Q > 0 debiendo aportarse calor al sistema.
Para el cálculo de los calores sensibles correspondientes a las ecuaciones [5.20] y
[5.21] se requiere disponer de los calores específicos a presión constante, que son
función de la naturaleza de la sustancia, su estado de agregación y su temperatura, e
independientes de la presión cuando esta es reducida. Si las variaciones de
temperatura no son muy grandes, pueden tomarse valores medios de los calores
específicos para esos intervalos; en caso contrario, debe considerarse la función c(T)
que corresponda y calcular la integral para cada componente, según se indica en la
ecuación [5.13].
Los calores latentes de cambio de estado están igualmente tabulados para la

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BALANCES DE ENERGÍA

temperatura que corresponda, y se encuentran también en la bibliografía, variando


su magnitud en función directa del grado de desorden molecular o transformación
cristalina que se produzca en dicho cambio.
Por otro lado, la entalpía de mezcla corresponde a la cantidad de calor intercambiada
cuando se disuelve un sólido o un gas en un líquido o cuando se mezclan dos líquidos
o gases distintos. Como se sabe, en estos procesos se produce una variación entre las
fuerzas de atracción molecular, con absorción o desprendimiento neto de energía,
siendo la energía interna y la entalpía de la mezcla distintas de las de los
componentes puros que la constituyen. Esta variación se puede considerar
despreciable en el caso de mezclas gaseosas y liquidas cuando la naturaleza de los
compuestos es similar.
En la bibliografía especializada sobre propiedades termodinámicas se encuentra
información suficiente para poder calcular los mencionados calores específicos,
calores latentes y entalpías de mezcla.

5.4.2. Entalpías de reacción


Todas las reacciones químicas se desarrollan con variación de entalpía y por lo tanto
con intercambio de energía con los alrededores. Cuando una reacción química se
realiza a presión constante, como es en la mayoría de los casos, esta se desarrolla con
absorción o desprendimiento de calor, igual en magnitud a la variación de entalpía
producida.
Como ya se ha indicado, para una reacción química determinada la entalpía de
reacción, a una presión y temperatura constantes, se calcula como diferencia entre la
suma de las entalpías de formación de los productos de reacción y la de las entalpías
de formación de los reaccionantes:
𝑇𝑇 𝑇𝑇 𝑇𝑇
∆𝐻𝐻𝑅𝑅 𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟 = � 𝐻𝐻𝑓𝑓,𝑝𝑝𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟 − � 𝐻𝐻𝑓𝑓,𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟 [5.24]

o también como diferencia entre la suma de las entalpías de combustión de los


reaccionantes y la correspondiente a los productos de reacción:
𝑇𝑇 𝑇𝑇 𝑇𝑇
∆𝐻𝐻𝑅𝑅 𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟 = � 𝐻𝐻𝑐𝑐,𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟 − � 𝐻𝐻𝑐𝑐,𝑝𝑝𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟 [5.25]

Cuando esta variación de entalpía es negativa, la reacción es exotérmica, es decir se


realiza con desprendimiento de calor. Por el contrario, cuando esta variación es
positiva la reacción es endotérmica, es decir, se realiza con absorción de calor.
La entalpía de reacción a una atmósfera de presión y 298 K se denomina entalpía de
reacción normal o estándar y sus valores están tabulados en la bibliografía
especializada. Así, de acuerdo con las ecuaciones [5.24] y [5.25], se tendrá:

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BALANCES DE ENERGÍA

0 0
∆𝐻𝐻𝑅𝑅0 = � 𝐻𝐻𝑓𝑓,𝑝𝑝 − � 𝐻𝐻𝑓𝑓,𝑟𝑟 0
= � 𝐻𝐻𝑐𝑐,𝑟𝑟 0
− � 𝐻𝐻𝑐𝑐,𝑝𝑝 [5.26]

indicando los subíndices f y c, formación y combustión respectivamente, y los


subíndices r y p, reaccionantes y productos. El superíndice, 0, se refiere al estado
normal o estándar.
Para reacciones químicas a presiones moderadas la entalpía de reacción es función
solo de la temperatura, dado que la presión no influye sobre la entalpía de los gases
ideales y prácticamente no lo hace sobre la de los sólidos, líquidos y gases reales. En
este caso, la variación de la entalpía de reacción con la temperatura puede calcularse
aplicando la conocida ley de Kirchhoff, como se verá en el ejemplo expuesto a
continuación. Sin embargo, a presiones elevadas, al desviarse apreciablemente el
comportamiento de los gases del modelo ideal, no puede ignorarse la influencia de la
presión, debiendo calcularse la variación de la entalpia de reacción con la presión de
forma experimental o teórica con ayuda de la termodinámica.
En las figuras 5.6 y 5.7 se muestran esquemáticamente estas variaciones con la
temperatura y la presión, y las expresiones de cálculo correspondientes.

Figura 5.4. Calculo de la variación de la entalpía de reacción química con la presión (a temperatura
constante).

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BALANCES DE ENERGÍA

Figura 5.5. Calculo de la variación de la entalpía de reacción química con la presión (a temperatura
constante).

5.5. Balances macroscópicos de energía en algunos casos


particulares

Una operación o proceso se considera como un sistema cerrado cuando no existe


transferencia de masa a través de sus límites, en el periodo de tiempo al cual se
aplica el balance de energía. Así, las operaciones discontinuas, exceptuando los
periodos de carga y descarga, deben considerarse como sistemas cerrados y las
operaciones semicontinuas y continuas como sistemas abiertos.
En un sistema cerrado, al no existir corrientes materiales de entrada o salida y no
distinguirse las secciones 1 y 2 por las que entran o salen, la ecuación general de
conservación de energía [5.6] se reduce a la siguiente:

𝐸𝐸𝑓𝑓 − 𝐸𝐸𝑖𝑖 = 𝑄𝑄 + 𝑊𝑊 ∴ ∆𝐸𝐸 = 𝑄𝑄 + 𝑊𝑊 [5.27]

en la que Ei y Ef representan la energía interna del sistema cerrado en los momentos


inicial y final, respectivamente. Si se observa, esta diferencia se correspondería con
un término de acumulación de energía, según la ecuación [5.1], siendo (Q + W) el
correspondiente a los términos de entrada/salida de energía y de generación (caudal
neto de energía transferida). La ecuación [5.27] constituye la forma básica del primer
principio de la termodinámica para sistemas cerrados, y resulta de gran utilidad en
muchos casos.

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BALANCES DE ENERGÍA

5.5.1. Balances de energía en sistemas abiertos en régimen


estacionario
Una operación o proceso se considera como un sistema abierto cuando existe
transferencia de materia a través de su frontera. Así, por definición, las operaciones
continuas y semicontinuas deben considerarse como sistemas abiertos, como ya se
ha indicado.
La mayoría de las operaciones y procesos de la Ingeniería Química son continuos y
funcionan en régimen estacionario, y por lo tanto serán aplicables las ecuaciones
[5.7], [5.8], [5.10], [5.11] y [5.19], según proceda.
También para estos sistemas será aplicable la ecuación más general [5.1], haciendo
nulo el primer término correspondiente a la acumulación de energía en el sistema:
[E] + [G] = [S]
Generación
Entrada Salida [5.28]
� � � de energía � � �
de energía de energía
en r. químicas

El termino de entrada se refiere a la transferencia total de energía (cinética,


potencial, e interna) asociada a todas las corrientes de entrada, más la energía que se
transfiere al sistema en forma de calor y trabajo. El término de salida se refiere a la
energía total asociada a las corrientes de salida y a la transferida por el sistema en
forma de calor y trabajo.

5.5.2. Aplicación del balance de energía a operaciones sin


reacción química
Todas las operaciones básicas físicas de la industria química, como son rectificación,
absorción, secado, evaporación, intercambio de calor, filtración. etc., se realizan sin
reacción química. En estos casos será de aplicación la ecuación [5.10], en la que las
entalpías se calcularan sin tener en cuenta los calores de formación o las entalpías de
reacción química. Si los términos de energía cinética y potencial son despreciables
frente a los restantes, será aplicable el balance entálpico [5.11] (supuesto W = 0).
Dependiendo de cuál sea la operación considerada, se anularan los términos que
procedan de la ecuación [5.10], simplificándose en cada caso. Veamos algunos
ejemplos:
• En el transporte de fluidos por conducciones son numerosas las ocasiones en
las que esta ecuación se reduce a la siguiente:
1 2 2) [5.29]
𝑔𝑔(𝑧𝑧1 − 𝑧𝑧2 ) + (𝑉𝑉𝑒𝑒1 − 𝑉𝑉𝑒𝑒2 + 𝑊𝑊 = 0
2

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BALANCES DE ENERGÍA

• En los intercambiadores de calor, evaporadores, secadores, etc., esta ecuación


se simplifica a la siguiente:

𝐻𝐻1 − 𝐻𝐻2 = 𝑂𝑂 [5.30]

• En los condensadores y calderas será aplicable la ecuación:

𝐻𝐻1 − 𝐻𝐻2 = 𝑄𝑄 [5.31]

• En las toberas y difusores se tendrá:


1 2
(𝐻𝐻1 − 𝐻𝐻2 ) + (𝑉𝑉𝑒𝑒1 2)
− 𝑉𝑉𝑒𝑒2 =0 [5.32]
2
• En las turbinas de vapor o de gases será aplicable la ecuación:

𝐻𝐻1 − 𝐻𝐻2 = 𝑊𝑊 [5.33]

En definitiva, a la hora de particularizar la ecuación [5.10] a cada caso concreto es


necesario evaluar el grado de significación de los distintos términos de esta ecuación,
sin que a priori se pueda establecer una regla general.

5.5.3. Aplicación del balance macroscópico de energía a una


operación con reacción química
Generalmente en los reactores químicos las variaciones de energías potencial y
cinética son prácticamente despreciables, por lo que las ecuaciones [5.11] o [5.19]
son la base de los balances de energía en los mismos, dependiendo del estado de
referencia considerado. Para mayor facilidad en el planteamiento de estos balances
entálpicos es aconsejable utilizar la ecuación [5.19], en la que se consideran los
elementos combinados como estado de referencia, apareciendo por lo tanto
explícitamente la energía generada en las reacciones químicas.
En la mayoría de las ocasiones los reactores químicos operan en condiciones
isotermas, de tal manera que si la reacción es exotérmica (ΔHR < 0), es necesario
eliminar calor (Q < 0) para mantener las condiciones de operación o, por el contrario,
cuando ésta es endotérmica (ΔHR > 0) es necesario aportar calor (Q > 0).
De acuerdo con la ecuación [5.19], si el reactor fuese adiabático toda la energía
generada por reacción química se invertiría en modificar la entalpía de los productos
de reacción respecto a la de los reaccionantes:
𝑇𝑇
∆𝐻𝐻2 + � ∆𝐻𝐻𝑅𝑅 𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟𝑟 = ∆𝐻𝐻1 [5.34]

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