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IGNACIO PESSINO ACUÑA

3°ER AÑO – 2019


El siguiente apunte no reemplaza bajo ningún concepto a la
bibliografía sugerida por la cátedra. Como tal, no se encuentra
exento de poseer errores conceptuales.
IGNACIO PESSINO ACUÑA

Antimicrobianos
PRINCIPIOS DE ANTIBIOTICOTERAPIA
Un ANTIMICROBIANO es aquella sustancia destinada a combatir y eliminar microbios, ya sea inhibiendo su crecimiento
o destruyéndolos. El término “antimicrobiano” engloba a su vez a los antibióticos, aquellos antimicrobianos de origen
natural1 (producidos por organismos vivos como bacterias y hongos); y a los quimioterápicos, de origen sintético, no
relacionados únicamente con el cáncer.
Los antimicrobianos son utilizados de diversas formas en medicina veterinaria; como profilácticos (Ej.: en cirugías),
como metafilácticos (en tratamientos de todo un lote cuando hay un 10 o 15% de enfermos) y lo más importante, tienen
uso terapéutico (tratamiento de enfermedades infecciosas).
Los principios de la terapia antimicrobiana racional se basan en un triángulo
terapéutico (llamado triángulo de Davis), que incluye a la bacteria
responsable de la infección, el paciente enfermo, y el fármaco utilizado para
el tratamiento de la infección.
1. El microorganismo produce en el huésped la enfermedad infecciosa
2. El huésped responde frente al microorganismo (inmunidad).
3. El antimicrobiano ataca el agente causal mediante su acción
bacteriostática o bactericida (actividad o sensibilidad).
4. El patógeno reacciona frente al antimicrobiano creando resistencia.
5. El antimicrobiano puede alterar la fisiología normal del paciente, con
su toxicidad y otros efectos secundarios.
6. El huésped reacciona con el antibiótico determinando la farmacocinética de éste.
Conociendo a fondo estas interacciones podremos llegar a responder la primera pregunta que
se ha de plantear: ¿Es realmente necesaria la terapia antimicrobiana? La presencia de fiebre
o leucocitosis, enfermedades gastrointestinales en pequeños y neumonías en animales de
producción, por citar ejemplos, no necesariamente tienen un origen infeccioso. Se debe
considerar que la aplicación de una terapia inapropiada, por administración innecesaria o un
antimicrobiano incorrecto, puede provocar gastos económicos superfluos y, lo que es más
peligroso, conducir al desarrollo de resistencias y efectos secundarios en el huésped,
asociados a la alteración de la microbiota.
Una vez tomada la decisión, sobre bases fundamentadas, de llevar adelante un tratamiento
antimicrobiano, surgen nuevas preguntas a considerar y resolver: ¿Qué fármaco?, ¿Qué
formulación?, ¿Por qué vía?, ¿Qué dosis, qué intervalo y durante cuánto tiempo?, ¿Cuál es su toxicidad?, entre otras.
Para la elección del fármaco y su dosis, el veterinario debe equilibrar cuidadosamente los efectos buscados y los
indeseables del antimicrobiano seleccionado, considerándose también el bienestar del animal (evitando tratamientos
impracticables por dolor debido a dosis diarias) y el coste económico.

El objetivo fundamental de la antibioticoterapia es proveer una concentración de fármaco efectiva en el


sitio de infección durante un tiempo suficiente, para obtener tanto una cura clínica como bacteriológica,
evitando al mismo tiempo, tanto como sea posible, la aparición de efectos indeseables.
Son efectos indeseables la toxicidad directa (a nivel renal, hepático, cardíaco, nervioso,
inmunológico y hemopoyético), respuestas de hipersensibilidad, el desarrollo de
resistencia, con la consecuente pérdida de eficacia, y la presencia de residuos en
animales comestibles.
Así, la selección del fármaco más apropiado para el tratamiento depende
principalmente del CONOCIMIENTO del microorganismo infeccioso, de las acciones del
fármaco sobre este (farmacodinamia), de las acciones del fármaco sobre el paciente
(toxicidad) y de la absorción, destino y eliminación del fármaco del paciente
(farmacocinética), junto con las consideraciones de resistencia, económicas, residuos
y bienestar animal.
Respecto a los conceptos de cura clínica vs cura bacteriológica, se debe hacer mención del fenómeno Pollyanna, el
cual, partiendo desde la base que mide la eficacia de los AMB por la respuesta sintomática, advierte que:
- Drogas con excelente actividad antibacteriana pueden parecer menos eficaces de lo que realmente son.
- Drogas con pobre actividad antibacteriana pueden parecer más eficaces de lo que realmente son.
Esto nos deja la pauta de que las pruebas clínicas carecen de sensibilidad, ya que no diferencian AMB efectivos de los
que no lo son.

1
En la actualidad, muchos antibióticos pueden ser elaborados de manera sintética en el laboratorio.
CLASIFICACIÓN
Los antimicrobianos se pueden clasificar según los siguientes criterios:
1. Naturaleza química: Pueden comportarse como ácidos, bases o ser anfóteros (ácido y base a la vez).
2. Liposolubilidad: Alta, moderada y baja.
3. Espectro: En función de los microorganismos afectados, podemos tener:
AMB de espectro reducido: Actúan sólo contra un sector limitado de microorganismos (G+ o G-). Ej:
aminoglucósidos contra G-.
AMB de espectro intermedio: Pueden actuar tanto contra G+ y G- (Ej.: penicilina).
AMB de amplio espectro: Actúan sobre una amplia gama de bacterias G+ y G-, y también contra anaerobios,
chlamydias, micoplasmas, rickettsias, espiroquetas y actinomicetos (Ej.: tetraciclinas).
4. Grupo químico: Importante porque a un mismo grupo químico le corresponde similar mecanismo de acción,
espectro, resistencia bacteriana y, con algunas variaciones por cambios moleculares, farmacocinética. Se
resaltan los vistos:

:
: Fosfomicina.
: Vancomicina.

5. Según farmacodinamia: De acuerdo con su forma de actuar, un


antimicrobiano puede ser bacteriostático (inhibe crecimiento y
multiplicación, complementándose con la respuesta inmunitaria para
remover la infección) o bactericida (matan a las bacterias). Los
fármacos bactericidas son de elección en enfermos inmunodeprimidos
o en infecciones graves de curso rápido como meningitis, peritonitis,
septicemias, endocarditis, etc.
Los bacteriostáticos están destinados a actuar en la fase
exponencial de crecimiento bacteriano, caracterizada por un
exacerbado crecimiento y multiplicación, de manera que logren
detener esta fase. Los bactericidas pueden actuar en cualquiera
de las fases del crecimiento bacteriano.
De esto se desprenden dos importantes conceptos, la CMI
(concentración mínima inhibitoria) y la CMB (concentración
mínima bactericida). La CMI es la concentración más baja del
fármaco con la cual se inhibe el crecimiento bacteriano
(bacteriostasis); La CMB es la concentración mínima del AMB que
reduce en un 99,9% la población bacteriana (bactericida). Es
necesario relacionar ambos parámetros, medidos in vitro, con las
concentraciones del AMB alcanzadas en sangre tras la
administración de dosis terapéuticas. El mecanismo de acción de
cada familia de antimicrobianos determina una cinética bactericida específica (cinética de killing bacteriano),
lo cual determina que los antimicrobianos puedan tener una cinética bactericida CONCENTRACIÓN
DEPENDIENTE (es decir, su acción bactericida es más rápida a mayor concentración o Cmáx), como las
fluoroquinolonas y aminoglucósidos; o una cinética TIEMPO DEPENDIENTE (la máxima eficacia bactericida se
asocia a la obtención de tiempos prolongados de concentración del antimicrobiano), como ocurre con los β-
lactámicos, tetraciclinas, macrólidos y lincosamidas. Para los AMB concentración dependientes, se describe
el llamado efecto postantibiótico (EPA), definido como el período de tiempo, tras la exposición a altas
concentraciones del AMB, durante el cual el microorganismo no vuelve a crecer, aun cuando no se detectan
concentraciones del AMB. El EPA puede durar hasta 8 horas para algunos AMB y representa el efecto
antimicrobiano persistente después de la exposición.
6. Mecanismo de acción: Según a cómo operen los antimicrobianos, pueden clasificarse en:
Inhibidores de la síntesis de la pared bacteriana: Los fármacos de este grupo son bactericidas. Se incluyen a los
β-lactámicos, la Bacitracina, Fosfomicina y Vancomicina. Estos AMB inhiben la acción de la transpeptidasa,
encargada del entrecruzamiento de las cadenas de peptidoglucano que conforman la pared celular. No son
recomendados en infecciones del TGI (peligro de toxemia).
Alteradores de la membrana celular: Actúan alterando la permeabilidad de la membrana (esto es selectivo; las
membranas de hongos y bacterias son diferentes), como consecuencia, se pierde la selectividad de permeabilidad
a iones y diversas funciones de transporte activo que mantienen la composición interna del microorganismo.
Pertenecen a este grupo la Polimixina, Anfotericina B, etc.
Inhibidores de la síntesis proteica: Se incluyen Aminoglucósidos, Tetraciclinas, Macrólidos, Anficoles,
Lincosamidas, entre otros. Los ribosomas bacterianos difieren de los mamíferos, estando formados por una
subunidad 30S y otra 50S. Los AMB de este numeroso grupo actúan fijándose a diversos sitios, interfiriendo con
la fijación de AA a los ribosomas.
Inhibidores de la síntesis o funcionalidad de ácidos nucleicos: Pueden interferir con la replicación (inhibiendo la
ADN girasa) como es el caso de las Fluoroquinolonas; impidiendo la transcripción (inhibiendo la ARN polimerasa
ADN dependiente), como es el caso de las Rifamicinas, o inhibiendo la formación de ácido fólico (necesario para
la síntesis de bases púricas y pirimidínicas), como las Sulfamidas y Trimetoprim.

AMB QUE ACTÚAN EN LA PARED


Dentro de este grupo se incluye una gran familia de antibióticos: los
β-lactámicos. Dentro de esta familia se encuentran subfamilias con
mecanismo de acción común, pero con importantes diferencias en
cuanto a su espectro antibacteriano. Las dos subfamilias más
importantes son los derivados penicilínicos y las cefalosporinas, que
en conjunto representan el 50% del arsenal farmacológico. Todos
comparten en común una estructura básica: el anillo β-lactámico (A).
A ellos se agrega el ácido clavulánico, de pobre acción antibacteriana,
pero importante para evitar la resistencia bacteriana. Los
antibióticos β-lactámicos son de los más conocidos, numerosos y
utilizados en veterinaria; su utilidad y popularidad se debe a su
mínima toxicidad, alta eficacia, bajo coste y disponibilidad de una
amplia gama de formulaciones y espectro de acción que va de
reducido a amplio.
▪ : Son ácidos débiles formulados habitualmente como sales de sodio o potasio.
Generalmente se administran por vía parenteral, debido a su fácil desactivación por hidrólisis en el medio ácido
gástrico. No obstante, algunos permiten la administración oral (cefalosporinas, penicilina V, aminopenicilinas).
Tienen un alto % de ionización a pH fisiológico, por lo que tienen un bajo volumen de distribución (0,3 L/Kg). Todos
atraviesan la barrera placentaria, y normalmente no atraviesan BHE, pero pueden hacerlo al existir inflamación
de las meninges. La semivida de eliminación tras su administración endovenosa es corta (media hora), pero
existen formulaciones de acción prolongada que alargan la semivida ralentizando la absorción IM o SC (conocido
como efecto flip-flop); un ejemplo es la penicilina benzatínica, capaz de mantener concentraciones eficaces casi 1
día después de una sola dosis intramuscular. Pocos β-lactámicos se metabolizan, eliminándose por filtración
glomerular y preferentemente por secreción en los túbulos renales, lo cual conduce a una concentración muy alta
de los mismos en orina, algo beneficioso en el tratamiento de infecciones urinarias.
▪ : los β-lactámicos inhiben selectivamente la síntesis de la pared celular actuando sobre unas
enzimas de dicha pared conocidas como PLP (proteínas ligadas a la penicilina), de las cuales las transpeptidasas
son las más importantes. Las transpeptidasas son las responsables del entrecruzamiento de las fibras peptídicas
que confieren estabilidad a la pared bacteriana (transpeptidación). La inhibición de estas enzimas da lugar a una
pared celular débil, la cual se rompe durante el proceso de división celular. Debido a esto, si bien es bactericida,
el antibiótico es más efectivo durante la fase de crecimiento exponencial, ya que es cuando más intensamente
ocurre la división celular. La estructura particular de las formaciones entrecruzadas de la pared es característica
de cada especie bacteriana, lo cual determina la sensibilidad de dicha especie a la acción de los β-lactámicos. En
general, es más fácil para el fármaco acceder a los sitios de acción en la pared de los G+, no solo por su pared
menos estratificada sino por la mayor concentración de β-lactamasas en el espacio periplásmico de los G-.
También puede haber variación en la afinidad de las PLP, lo cual también influye en el espectro y eficacia
antibacteriana.
En cuanto a aspectos farmacodinámicos, los β-lactámicos siguen una cinética TIEMPO DEPENDIENTE; es decir
que la misma dosis diaria aplicada con mayor frecuencia es más eficaz que utilizar intervalos mayores entre dosis
sucesivas. En la práctica, no es estrictamente necesario que la concentración de los β-lactámicos esté por encima
de la CMI en todo momento, debido a su moderado efecto postantibiótico (EPA), pronunciado ante G+.
Concentraciones muy altas no conducen a una mejora terapéutica, de manera que el objetivo es optimizar la
duración de la exposición al fármaco a concentraciones por encima de la CMI.
▪ : Fundamentalmente, la producción de β-lactamasas es el mecanismo más importante. Estas enzimas
pueden hidrolizar la estructura de los β-lactámicos. Pueden ser de origen cromosómico, específicas de la especie
y el género, inducibles por la presencia del antibiótico, o derivadas de los plásmidos, que se pueden transferir
entre bacterias de misma o distinta especie, incrementando rápidamente el número de bacterias resistentes en
una colonia. Las β-lactamasas de G+ pueden volcarse al medio externo, mientras que en G- se acumulan en el
espacio periplásmico. Otros mecanismos de resistencia incluyen la modificación de las PLP (disminuyendo la
afinidad del antibiótico por estas) y la impermeabilidad de la membrana externa al antibiótico, común en G-.
Derivados penicilínicos
: Son penicilinas de primera
generación. La PENICILINA G puede presentarse como penicilina cristalina (sal
sódica o potásica) para administración IV, SC o IM; o como penicilina benzatínica
(sal procaína) para su administración IM o SC. La diferencia radica en que la
penicilina benzatínica es de acción prolongada, permitiendo dosificar a intervalos
mayores respecto a la penicilina cristalina, hidrosoluble, que alcanza
rápidamente altas concentraciones sanguíneas pero su duración es escasa.
Existe una forma de la penicilina G, conocida como penicilina V, resistente a la
hidrólisis de ácidos gástricos, pudiendo administrarse por vía oral. Son eficaces
fundamentalmente frente a G+ aerobias, aunque también pueden actuar frente a
anaerobios obligados y algunos G-. En cuanto a interacciones farmacológicas, es
bien conocida la sinergia entre penicilina + aminoglucósidos (gentamicina, amikacina, etc). Otro caso de
sinergia se da entre la penicilina e inhibidores de las β-lactamasas (ácido clavulánico). En cuanto a los efectos
secundarios, se mencionó la baja toxicidad de las penicilinas, pero es posible que se produzcan reacciones
alérgicas en animales sensibilizados. Por último, su uso clínico se aboca al tratamiento de infecciones
producidas por bacterias G+, ciertos anaerobios y algunos G- (Pasteurella); ya sean en cavidad oral, piómetra,
abscesos, infecciones urinarias en animales de compañía; tétanos y faringitis estreptocócica en equinos,
erisipela porcina, mastitis, neumonías bovinas, etc.
: Lo integran penicilinas de 2da generación como la CLOXACILINA y OXACILINA.
Son estables frente a ácidos gástricos y se pueden administrar por vía oral y parenteral. La característica
definitoria de este grupo es su resistencia a la β-lactamasa de Staphylococcus aureus, por lo que se usan en
infecciones causadas por esta bacteria (mastitis, piodermias). No tienen actividad frente a G-.
: Los más importantes son la AMOXICILINA y AMPICILINA,
penicilinas de 3ra generación. Existen diversas formulaciones para
administración tanto parenteral como oral, debido a que son estables en el
medio ácido gástrico. La amoxicilina se absorbe mejor. Un aspecto importante
de este grupo es su amplio espectro de actividad, que no solo incluye a G+, sino
que también es eficaz frente a Escherichia coli y algunas especies de Salmonella;
esto debido a que pueden atravesar la membrana externa mejor que la penicilina
G. Su combinación con ácido clavulánico aumenta su eficacia. Los efectos
secundarios podrían incluir vómitos y diarreas, estas últimas más frecuentes en
animales tratados con ampicilina por vía oral, debido a su menor absorción. Las indicaciones son similares
a las de la penicilina G; las principales diferencias radican en la posibilidad de administración oral y en su
utilidad frente a G-.
: Los más comunes son la combinación IMIPENEM+CILASTATINA y el MEROPENEM. Cuentan
con uno de los espectros más amplios, atribuido a su mayor estabilidad frente a β-lactamasas y su estructura
que les permite atravesar con facilidad la membrana externa G-. El imipenem es probablemente el antibiótico
más potente existente hoy en día. La desventaja de los carbapenémicos es su alto costo.
: El representante es el AZTREONAM. Muestra actividad frente a enterobacterias, pero
carece de actividad frente a bacterias G+, lo que limita considerablemente su uso.

Inhibidores de las β-lactamasas


Los más utilizados son el ácido clavulánico y el sulbactam; fármacos que no tienen efecto antibacteriano y cuya acción
terapéutica se debe a su alta afinidad y unión irreversible por las β-lactamasas, de manera que inhiben la acción de
estas y permiten actuar al antibiótico β-lactámico (generalmente aminopenicilinas, amoxicilina + frecuente) al que
acompañan siempre. Así, se amplía el espectro de dichas aminopenicilinas, hasta incluir ciertas bacterias resistentes
debido a la producción de β-lactamasas. La combinación amoxicilina-clavulanato presenta pocos efectos secundarios
y en animales de compañía tiene las mismas indicaciones que la amoxicilina: infecciones periodontales, dérmicas, de
tejidos blandos y urinarias. El sulbactam se combina con ampicilina en algunos países.

Cefalosporinas
Se clasifican en 5 generaciones, cuyo espectro de actividad va variando.
: Incluye a la cefalexina, cefalotina y cefazolina
(entre otras). Son de espectro reducido, teniendo una máxima
actividad entre todas las cefalosporinas frente a bacterias G+.
Existen preparaciones tanto inyectables como orales, cuya
absorción es buena.
: Las más usados en veterinaria son cefotetán y
cefoxitina. Tienen un espectro expandido; poseen similar eficacia que los de 1ra generación frente a G+ y
aumentan su eficacia frente a G- Poseen mayor resistencia a β-lactamasas y atraviesan mejor la capa
externa de los G-. En general, los antibióticos de esta generación se utilizan en el tratamiento de infecciones
resistentes a las cefalosporinas de 1ra generación.
: El único aprobado para uso veterinario es ceftiofur. Son las más eficaces frente a bacterias
G- resistentes a otros antibióticos.
: De espectro extendido, el más importante es la cefquinoma.
: Incluye fármacos de uso en medicina humana.
AMB QUE INHIBEN SÍNTESIS PROTEICA
Integran este grupo los aminoglucósidos, tetraciclinas, macrólidos, lincosamidas y anficoles.

AMINOGLUCÓSIDOS
Tienen mucha importancia histórica dado que constituyeron el primer grupo importante de antibióticos efectivos
contra G-. Se dividen en 5 grupos, todos obtenidos de Streptomyces, con excepción de la gentamicina.
1) Derivados de la estreptomicina: Estreptomicina y Dihidroestreptomicina (semisintética).
2) Derivados de la kanamicina: Kanamicina, Amikacina y Tobramicina.
3) Derivados de la gentamicina: Gentamicina y Netilmicina.
4) Derivados de la neomicina: Neomicina.
5) Derivados de la apramicina: Apramicina.
▪ : Son aminoazúcares unidos por enlaces glucosídicos a un alcohol cíclico hexagonal
(aminociclitol). Se comportan como bases débiles polares y a pH fisiológico actúan como policationes, lo que
determina su baja liposolubilidad y por ende su dificultad para absorberse o atravesar membranas, influyendo en
su espectro y propiedades farmacocinéticas. La absorción por vía oral es despreciable, por lo que solo se utiliza
en el tratamiento de infecciones entéricas localizadas. Para el tratamiento de otras infecciones se utiliza la vía
parenteral (IM, SC), con una buena absorción, siendo las sales de sulfato la formulación más empleada. Tanto la
UPP como el volumen de distribución son bajos (10% y 0,28 L/Kg, respectivamente), sin pasar al SNC, pero
pudiendo llegar a la placenta (considerar toxicidad fetal) y aparecer en pequeñas cantidades en bilis y leche. No
son metabolizados, y la eliminación se realiza exclusivamente en el riñón por filtración glomerular, siendo la vida
media del fármaco de unas 2 horas promedio con función renal normal. Aunque el VD es bajo, existe una notable
acumulación (residuos) en riñón, cóclea y aparato vestibular, donde pueden alcanzar valores 20 veces mayores a
la sangre (relación con la toxicidad) y durar hasta un año. Todos los aminoglucósidos son más efectivos a pH
alcalino, lo cual es relevante en el tratamiento de infecciones urinarias y presencia de abscesos, en donde existe
un pH ácido. También interfieren con la actividad la hiperosmolaridad, la anaerobiosis y la presencia de cationes
divalentes (quelación).
▪ Son de espectro reducido, actuando esencialmente sobre G- aerobios. No actúan sobre
agentes intracelulares por su escasa penetración. Todos los aminoglucósidos tienen un efecto sinérgico con los
β-lactámicos, ya que estos facilitan el ingreso a la bacteria. La principal indicación es para infecciones
respiratorias, urinarias, digestivas y septicémicas producidas por G-, especialmente del grupo KES (Klebsiella,
Enterobacter, Serratia), Histophilus, Salmonella, Pasteurella, E. coli y entre los G+, principalmente
Staphylococcus. La asociación penicilina-estreptomicina es de elección contra Leptospira. En afecciones de piel
y mucosas son muy empleadas pomadas, soluciones o colirios con gentamicina o neomicina; esta última es de
elección contra afecciones intestinales (nula absorción, sin peligro de toxicidad).
▪ El aminoglucósido tiene una entrada bifásica: ingresa primero por las porinas de la
membrana externa al espacio periplásmico, para luego pasar al
citoplasma por un transportador O2 dependiente; esto explica
por qué los aminoglucósidos no actúan frente a anaerobios. Se
unen fuertemente a la subunidad 30S ribosomal, induciendo una
lectura errónea del mensaje genético, al interferir en el
apareamiento correcto de las bases del codón del ARNm con las
del anticodón del ARNt. Esto inhibe el comienzo de la síntesis
proteica o interrumpe prematuramente la producción, originando
una proteína afuncional o anormal. Así, las proteínas anómalas
ALTERAN LA PERMEABILIDAD de la bacteria, lo cual la termina
destruyendo. De hecho, los aminoglucósidos son los únicos AMB inhibidores de la síntesis proteica claramente
BACTERICIDAS a concentraciones terapéuticas. Son fármacos CONCENTRACIÓN DEPENDIENTES, por lo que la
destrucción bacteriana es más rápida cuanto mayor sea la concentración del antibiótico. Además, poseen un
marcado efecto postantibiótico, producto de su gran fijación a tejidos.
La resistencia a los aminoglucósidos está muy extendida, e incluye tres mecanismos principales
Modificación enzimática: Por acción de enzimas que fosforilan, acetilan o adenilan los grupos hidroxilo o
amino libres e impiden la unión del antibiótico al ribosoma. Es el más relevante, siendo frecuente la
resistencia cruzada (transmisión por plásmidos o transposones).
Mutación de porinas: Disminuye el ingreso del aminoglucósido.
Modificación del blanco ribosomal
➢ Los aminoglucósidos son fármacos POTENCIALMENTE TÓXICOS; la ventana terapéutica no es muy
amplia, por lo que los principales efectos tóxicos están ligados a la magnitud de la dosis y la duración del
tratamiento. Deben evitarse en neonatos y con mucha precaución en gatos.
NEFROTOXICIDAD: Consiste en la lesión de los túbulos renales, reversible si se suspende el tratamiento.
Aparece sobre todo después de un tratamiento prolongado y con elevadas concentraciones plasmáticas. Se
debe procurar monitorear la función renal, midiendo el índice de creatininemia.
Dicha toxicidad se explica por la acumulación que se produce a nivel renal. Los aminoglucósidos (carga
positiva) tienen afinidad por fosfolípidos de membrana (de carga negativa; fosfatidil inositol principalmente)
de las células de los túbulos proximales. A mayor carga catiónica del fármaco, mayor afinidad (Neomicina 6
puntos2, Gentamicina 5 puntos y Estreptomicina 3 puntos) y mayor toxicidad. El AMG se internaliza por
pinocitosis, concentrándose luego en los lisosomas e interfiriendo en el reciclaje de membrana. También
producen daño mitocondrial y en el epitelio renal. El daño renal puede incrementar las concentraciones
plasmáticas del antibiótico, lo que puede conducir también a la ototoxicidad. Debido a que la acción bactericida
de los aminoglucósidos es concentración dependiente, proporcional a la toxicidad y a que tienen un efecto
postantibiótico, es preferible administrar UNA DOSIS DIARIA, con lo que se reduce su toxicidad. Esto se
explica porque el mecanismo de entrada del fármaco en el riñón es SATURABLE, de manera que es preferible
una saturación inicial, que un constante ingreso, algo que ocurriría con dosis fraccionadas cada 8 hs, por
ejemplo.
OTOTOXICIDAD: Es consecuencia de la destrucción progresiva de las neuronas sensitivas vestibulares o
cocleares, que son muy sensibles a la acción de los aminoglucósidos. Se puede producir pérdida de la
audición, vértigo, ataxia y pérdida del equilibrio.
PARÁLISIS NEUROMUSCULAR: No muy frecuente. Resulta de la inhibición del movimiento de Ca+ necesario
para la liberación presináptica de acetilcolina.

TETRACICLINAS
Son antibióticos (obtenidos de Streptomyces) de amplio espectro. Las tetraciclinas de importancia son:
Clortetraciclina
Oxitetraciclina Naturales
Tetraciclina
Doxiciclina
Semisintéticas
Minociclina

Todas tienen la misma estructura básica, formada por 4 anillos (A, B, C y D), liposolubles, unidos en línea y con
sustituciones que las diferencian entre sí.
▪ Una característica común a las tetraciclinas es su carácter anfotérico, de manera
que pueden actuar como aniones, formando sales de sodio, o como cationes, formulándose
como clorhidratos solubles. La mayoría se administra por vía oral (no en rumiantes por
destrucción de la microbiota ruminal), aunque también se puede usar la vía IV e IM; esta
última solo con tetraciclina y oxitetraciclina, ya que las demás producen abscesos estériles.
Existen preparados inyectables de absorción retardada, indicados exclusivamente para
bovinos y porcinos, que mantienen niveles sanguíneos más prolongados y eficaces hasta por
5 días. La absorción en el TGI se ve muy disminuida en presencia de cationes divalentes (Ca+,
Fe+ y Mg), debido al efecto quelante que tienen las tetraciclinas sobre estos iones. Debido a
esto, no administrar con leche u otros nutrientes ricos en calcio. La distribución es buena
(no llegan a LCR), más aún con la doxiciclina y minociclina (mayor biodisponibilidad), que son
las más liposolubles, lo cual les permite alcanzar concentraciones mayores en sitios como
el cerebro, próstata, tiroides y fluido espinal. Las tetraciclinas naturales se metabolizan muy poco, eliminándose
principalmente por excreción renal. Por su parte, las semisintéticas se metabolizan bastante, eliminándose
únicamente por la bilis, con una importante circulación enterohepática, que eleva su vida media.
▪ Son el grupo antimicrobiano de MAYOR ESPECTRO, siendo especialmente útiles para el
tratamiento de las infecciones mixtas. Son eficaces frente a bacterias G+, aerobias y anaerobias, G- e incluso
agentes intracelulares como protozoos, micoplasmas, rickettsias, chlamydias y Ehrlichia, en cuyo caso la
doxiciclina y minociclina son más efectivas por su carácter más lipófilo. Son muy usadas para tratar neumonías
bovinas (Pasteurella y Mycoplasma), infecciones respiratorias de porcinos, ehrlichiosis y rickettsiosis en perros,
leptospirosis, entre otras indicaciones. Generalmente tienen sinergia asociadas con polimixinas (se favorece el
ingreso) o con rifampicina y estreptomicina para el tratamiento de la brucelosis.
▪ Son drogas bacteriostáticas, que inhiben la síntesis proteica evitando la
asociación entre el ARNt y el ribosoma, uniéndose específicamente a la subunidad 30S del mismo. Penetran en
las células por un mecanismo dependiente de energía, aunque las semisintéticas pueden hacerlo por difusión.
Siguen una cinética de killing TIEMPO DEPENDIENTE. La resistencia está muy extendida, lo que limita su utilidad.
Generalmente está mediada por plásmidos y transposones, y consiste principalmente en 3 mecanismos: a)

2
La neomicina es el aminoglucósido más tóxico, por lo que nunca debe administrarse por vía parenteral. Solo se indica para uso
localizado.
disminución de la captación o transporte al interior, b) expulsión o aumento de la salida al exterior y c) formación
de enzimas inactivantes.
▪ : Tomando los recaudos pertinentes, las tetraciclinas son fármacos relativamente seguros. No obstante,
pueden tener ciertos efectos secundarios.
Algunos se deben a sus propiedades irritantes, provocando náuseas y vómitos al ser administrados por vía
oral o causando daños tisulares en el punto de inyección.
Otros se deben a su capacidad de alteración de la microbiota intestinal, producto de su amplio espectro, lo
cual puede ocasionar cuadros diarreicos y trastornos digestivos muy graves especialmente en el equino, al
usar tetraciclinas muy liposolubles, sobre todo.
Su capacidad de unión al calcio hace que se deposite en huesos y dientes, alterando la coloración y el esmalte
dental, lo que predispone a caries. La administración endovenosa rápida puede originar hipotensión y colapso
cardiovascular debido a la quelación del calcio.
La administración IM de cualquier tetraciclina, y especialmente en una especie muy sensible como el equino,
puede originar irritación local, dolor y hasta necrosis local.
NUNCA administrar tetraciclinas vencidas, puesto que se degradan formando compuestos nefrotóxicos
(epitetraciclina).

MACRÓLIDOS
▪ Son antibióticos producidos por diversas
especies de Streptomyces. Su estructura básica consiste en un gran anillo
lactónico macrocíclico (de 14 carbonos), al que se unen uno o varios
desoxiazúcares y/o aminoazúcares. La presencia del anillo lactónico hace que
estas sustancias se comporten como bases débiles, tengan una escasa
hidrosolubilidad (alta liposolubilidad) y sean inestables a pH ácido. La clasificación
de los macrólidos se basa en el número de carbonos que compongan al anillo.
14 carbonos: Eritromicina, Claritromicina, Oleandomicina, Troleandomicina.
15 carbonos: Azalidas (Azitromicina y Gamitromicina) y Triamilidas
(Tulatromicina).
16 carbonos: Tilosina, Tilmicosina, Espiramicina.
La mayoría se absorbe bien por vía digestiva o parenteral. La eritromicina es el más extensamente utilizado en
pequeños animales, formulado para vía oral como sales, ésteres o con cubierta entérica debido a su destrucción
en el medio ácido estomacal. Otras formulaciones para uso parenteral son el lactobionato o el gluceptato de
eritromicina, preferiblemente por vía endovenosa (la administración IM es dolorosa e irritante). En el caso de la
tilosina se usan sobre todo el tartrato, de buena absorción intestinal, y el fosfato de tilosina para su
administración IM. Debido a la alta liposolubilidad, atraviesan fácilmente las membranas, por lo que se distribuyen
ampliamente por todo el organismo (especialmente próstata, pulmón y glándula mamaria, donde sufren trampa
iónica por el pH lácteo) exceptuando cerebro y LCR. Atraviesan barrera placentaria, pero como no tienen toxicidad
no existe contraindicación en la preñez (no son teratógenos). La UPP es alta.
Los macrólidos de última generación, como azitromicina y claritromicina, son mucho más estables a pH ácido,
ofreciendo una elevada biodisponibilidad tras la administración oral, mayor semivida y concentraciones mucho
más altas en los tejidos, en parte relacionado con la concentración intracelular que ocurre en macrófagos y
neutrófilos.
La biotransformación no es relevante, siendo eliminados principalmente por bilis, con circulación enterohepática.
La vida media oscila entre 1-3 horas (azitromicina hasta 14 horas).
▪ Su espectro óptimo abarca a G+ y muy especialmente a micoplasmas, chlamydias y
rickettsias, pero tienen actividad limitada hacia G-. Las indicaciones suelen ser neumonías, infecciones del tracto
respiratorio superior, del tracto genitourinario y de los tejidos blandos. Por ejemplo, eritromicina asociada con
ampicilina o rifampicina es de elección para tratar la neumonía por Rhodococcus equi en potrillos. Por su parte,
la tilosina tiene mayor actividad contra micoplasmas. La tilmicosina es un derivado de la tilosina especialmente
efectiva contra Pasteurella, por lo que se usa ampliamente para tratar infecciones debidas a la misma en
rumiantes y porcinos (únicamente por vía oral debido a cardiotoxicidad). Por otro lado, la eritromicina puede
potenciar el efecto de otros fármacos por inhibición del metabolismo hepático mediado por el citocromo P-450
(inhibición enzimática).
▪ Inhiben la síntesis proteica al unirse reversiblemente a la subunidad 50S
ribosomal e impidiendo la translocación, actuando específicamente en la peptidiltransferasa (translocasa). Este
sitio de unión es el mismo que el de los anficoles y las lincosamidas, por lo que se interfieren entre sí
(antagonismo). El efecto reversible sobre la peptidiltransferasa hace que la mayoría de los macrólidos, a
concentraciones terapéuticas, actúen como BACTERIOSTÁTICOS. Su cinética es TIEMPO DEPENDIENTE.
La resistencia es relativamente frecuente y puede aparecer durante el tratamiento. El mecanismo más común
implica la mutación cromosómica que impide la unión del antibiótico al ribosoma. Otro frecuente es la metilación
de la diana del fármaco (codificado por plásmidos de resistencia). Es común la resistencia cruzada entre
macrólidos y entre estos y las lincosamidas.
▪ La eritromicina y tilosina son relativamente seguros, con pocos efectos secundarios. No obstante, una
característica común a todos los macrólidos es su naturaleza irritante: la mayoría provoca dolor agudo durante
su administración IM y la aparición de tromboflebitis por vía IV. Por vía oral pueden aparecer cuadros
gastrointestinales (náuseas, vómitos, diarreas; acción imitadora sobre la motilina) generalmente leves, excepto
en el equino que tienden a ser graves; por esto, en dicha especie no se recomienda su uso a no ser una indicación
muy específica (Rhodococcus equi).

LINCOSAMIDAS
▪ Son un grupo de antibióticos relacionados con los macrólidos, obtenidos también de
especies de Streptomyces. Las más importantes son la LINCOMICINA, CLINDAMICINA y PIRLIMICINA, alcalinos y
altamente liposolubles. La formulación más empleada es el clorhidrato de clindamicina, de buena absorción
gastrointestinal. El volumen de distribución es alto, llegando el fármaco a muchos líquidos y tejidos corporales,
alcanzando fácilmente la próstata, huesos y barrera placentaria, aunque no llegan mucho al LCR. Se metabolizan
en el hígado, excretándose principalmente por riñón y en menor proporción en materia fecal. También una parte
se elimina por leche. Tanto lincomicina como clindamicina provocan alteraciones de la microbiota intestinal.
▪ Su espectro se limita a G+, anaerobios y micoplasmas. Además, la clindamicina posee una
importante acción contra Toxoplasma gondii. Las indicaciones son las afecciones por G+, especialmente
estafilococos y estreptococos, cuando existe resistencia o hipersensibilidad a la penicilina G. La pirlimicina se usa
en Argentina por aplicación intramamaria para tratar mastitis por dichos agentes.
▪ Son drogas bacteriostáticas que comparten el mismo mecanismo de acción que
los macrólidos. La resistencia es lenta y producida por mutación cromosómica, aunque también puede ser
mediada por plásmidos; se altera la estructura ribosomal y no se une al antibiótico. La resistencia cruzada con
macrólidos o entre lincomicina y clindamicina es frecuente.
▪ Son drogas poco tóxicas, siendo el mayor efecto tóxico la aparición de cuadros diarreicos (más graves
con lincomicina), pudiendo desarrollar una enterocolitis grave. CONTRAINDICADAS EN EL EQUINO.

ANFICOLES
Los anficoles incluyen tres AMB: Cloranfenicol (el más característico), Tianfenicol y
Florfenicol.
▪ El cloranfenicol fue originalmente aislado de
Streptomyces venezuelae, aunque actualmente se lo elabora sintéticamente. En
su estructura, posee un grupo amida que le confiere alta liposolubilidad, al cual
se le une un anillo nitrobencénico, responsable de su toxicidad (puede formar
aminas aromáticas carcinógenas). En el tianfenicol y florfenicol el grupo nitro
unido al anillo bencénico se reemplaza por un grupo sulfometilo; además, el
florfenicol posee flúor. Estos cambios disminuyen la toxicidad y mejoran la
farmacocinética y eficacia.
En mascotas se suele administrar por vía oral, intramuscular o por inyección
intravenosa lenta. La absorción en los animales domésticos es buena; una
excepción la constituyen los rumiantes adultos, donde el fármaco es inactivado
en el rumen. Debido a la alta liposolubilidad, que le permite atravesar fácilmente
barreras celulares, y su baja UPP (35%), tienen un gran VD (+ 1 L/Kg), difundiéndose rápidamente por todo el
organismo alcanzando sitios como cerebro, LCR, estructuras internas del ojo y placenta (no se recomienda usar
en preñez ni lactancia). El cloranfenicol es metabolizado por glucuronoconjugación casi totalmente en el hígado;
únicamente el 5-15% de la droga se excreta por orina en forma inalterada. La vida media es muy variable, siendo
mayor en el gato (por deficiencia de glucuroniltransferasa).
▪ Especialmente activos contra aerobios y anaerobios, principalmente G+, y muchos G-,
rickettsias, chlamydias y micoplasmas. Es un espectro similar a las tetraciclinas, por lo que de ser posible se
procura usar anficoles por sus menores efectos adversos. Su uso se reserva casi exclusivamente para
infecciones concretas en perro y gato (no indicados en animales de producción), aunque el florfenicol, por su
menor toxicidad, se utiliza en el tratamiento de la enfermedad respiratoria bovina o neumonía porcina. El
tianfenicol tiene uso limitado, casi no se usa en Argentina.
▪ Muy similar al de los macrólidos y lincosamidas: se unen reversiblemente a la
subunidad 50S del ribosoma, inhibiendo la acción de la peptidiltransferasa. Son BACTERIOSTÁTICOS.
La resistencia al cloranfenicol está menos extendida que a otros ATB, pero existen cepas resistentes, cuyo
mecanismo más común implica la síntesis de enzimas hidrolíticas, por ejemplo, la ACETILTRANSFERASA, que
desactiva al ATB por acetilación del grupo hidroxilo, hidrólisis del grupo amida o reducción del grupo nitro. Es
frecuente la resistencia cruzada entre cloranfenicol, tianfenicol y florfenicol, aunque este último no es destruido
por la acetiltransferasa, lo que la hace más efectiva.
▪ El cloranfenicol es un AMB que, a excepción de las discrasias sanguíneas (anemia aplásica, por
inhibición de síntesis proteica en células de la médula ósea), origina pocos efectos adversos en pequeños
animales al respetar dosis y no prolongar los tratamientos más de una semana. Los gatos parecen ser más
susceptibles. Puesto que el cloranfenicol puede inhibir la síntesis proteica en células de mamíferos, no se
recomienda vacunar animales durante tratamientos con este ATB. Pueden tener efectos teratógenos y
carcinógenos.

AMB QUE AFECTAN INTEGRIDAD O SÍNTESIS DE ÁCIDOS NUCLEICOS


SULFAMIDAS Y DIAMINOPIRIMIDINAS
Las sulfamidas son drogas de origen sintético que se utilizan solas o en combinación con otros fármacos, como las
diaminopirimidinas (sulfamidas potenciadas). La vía de administración en pequeños animales es la oral y en grandes
la parenteral, sobre todo endovenosa.
▪ Todas las sulfamidas comparten en su estructura un grupo químico (p-aminobenceno
sulfonamida) de gran similitud al PABA (ácido paraaminobenzoico), precursor del ácido fólico y de los ácidos
nucleicos en las bacterias. Las modificaciones químicas de dicho grupo
dan lugar a las distintas sulfamidas, entre ellas la sulfadiazina,
sulfametazina, sulfametoxazol, sulfaquinoxalina y sulfadimetoxina, entre
tantas otras. Si bien las sulfamidas son anfotéricas, se formulan como
sales de sodio que se comportan como ácidos débiles. Por su parte, las
diaminopirimidinas más importantes incluyen al trimetoprim,
ormetoprim, aditoprim y pirimetamina. Respecto a la farmacocinética, el
rango de pKa es muy amplio entre las diferentes sulfamidas (5 a 10,5), y
suelen existir en los líquidos biológicos como moléculas neutras. Esto
les permite atravesar membranas con facilidad, de manera que su
absorción oral es extensa y rápida. La excepción a esto la constituyen
las sulfamidas gastrointestinales, tales como sulfaquinoxalina,
sulfoguanidina y ftalilsulfatiazol (no absorbibles), cuya acción es local.
Una vez absorbidas, la distribución es amplia, llegando incluso a próstata, ojo, placenta y SNC. La UPP es variable
y depende mucho de la función renal, ya que si hay una insuficiencia aumenta la fracción libre, lo que aumenta el
volumen de distribución y la vida media. Las sulfamidas se metabolizan esencialmente en el hígado (importantes
diferencias entre especies) por acetilación, glucuronidación e hidroxilación aromática, siguiendo una cinética de
orden 0.
La acetilación se da en pulmón e hígado; es nula en el perro, y genera metabolitos más insolubles, lo que
aumenta el riesgo de precipitación en los túbulos renales (cristaluria).
La glucuronidación es nula en el gato, y sus metabolitos son más solubles, eliminándose rápidamente.
La hidroxilación aromática está dada por enzimas microsomales; es predominante en rumiantes, y sus
metabolitos pueden competir con las sulfamidas como falsos sustratos en la síntesis de ácido fólico,
disminuyendo la eficacia del AMB.
La principal vía de excreción es la urinaria, mediante filtración glomerular, secreción tubular del compuesto
original (la sulfamida) y sus metabolitos y reabsorción pasiva de la molécula neutra en los túbulos renales. El %
de reabsorción tubular es considerable para la mayoría de las sulfamidas, lo cual aumenta su vida media. En
carnívoros la alcalinización de la orina facilita la eliminación, ya que a menor pH disminuye la solubilidad de la
sulfamida y viceversa. También se elimina una porción menor por bilis, leche y materia fecal.
▪ Las sulfamidas son AMB de amplio espectro, que inhiben el crecimiento de bacterias G+,
G- y ciertos protozoos, como los coccidios (primera elección). Se indican principalmente en coccidiosis en todas
las especies; en bovinos: pietín (Fusobacterium), mastitis, metritis, colibacilosis y poliartritis. Toxoplasmosis y
ciertas infecciones urinarias.
▪ Las sulfamidas y diaminopirimidinas, individualmente, son drogas
bacteriostáticas, que actúan inhibiendo la síntesis del ácido tetrahidrofólico bacteriano, precursor de las purinas
y ácidos nucleicos; de esta manera impiden la división celular. Las bacterias, a
diferencia de los mamíferos que utilizan el ácido fólico proveniente de los alimentos,
resintetizan este a partir de precursores como el PABA. A través de una serie de
reacciones, el PABA se convierte en ácido fólico (por acción de las enzimas
dihidropteroato sintetasa y dihidrofolato sintetasa). Las sulfamidas actúan en este
nivel gracias a su analogía estructural con el PABA, “engañando” a la enzima
dihidropteroato sintetasa y sintetizando metabolitos no funcionales. Este bloqueo es
competitivo, por lo que se puede revertir si aumenta el PABA. Por último, el ácido
fólico se transforma en ácido tetrahidrofólico por la enzima dihidrofolato reductasa,
y a este nivel es donde actúan las diaminopirimidinas como el Trimetoprim,
bloqueando la enzima.
La resistencia a las sulfamidas está muy extendida, posiblemente debido a su gran
uso. Dicha resistencia puede ser cromosómica o transmitida por plásmidos. Los
mecanismos principales incluyen:
Disminución de la permeabilidad bacteriana → Alteración de transportadores,
se inhibe la entrada
↑Expresión de proteínas que expulsan al fármaco.
Alteración del receptor
↑Metabolismo
▪ Las sulfamidas potenciadas tienen poca toxicidad, y en caso de haberla, se deben a las sulfamidas. En
este caso los efectos secundarios son variados y típicamente reversibles, de naturaleza tóxica o inmune, que
consisten habitualmente en alteraciones del tracto urinario (lesión renal, lo más peligroso), de la hematopoyesis
o reacciones de hipersensibilidad.
Obstrucción urinaria: Formación de cristales de sulfamidas en túbulos renales, conducentes a cristaluria,
hematuria e incluso obstrucción urinaria. Se asocia a formulaciones de escasa solubilidad o a la sulfadiazina,
la menos soluble del grupo. Es más probable cuando se forman metabolitos acetilados, que no existen en los
perros dada su baja capacidad de acetilación.
Hipersensibilidad de tipo III: Observada en perros Doberman pinscher, incluyendo glomerulopatía,
polimiositis, poliartritis, eritema, fiebre y anemia.
Queratoconjuntivitis seca: Se produce un efecto lagrimotóxico ante tratamientos prolongados con
sulfasalazina o sulfadiazina. Puede o no desaparecer al cesar la exposición al fármaco. Se desconoce si esta
reacción es idiosincrásica o depende de la dosis.
Hepatitis: Se ha reportado en perros.

FLUOROQUINOLONAS
▪ Son AMB sintéticos, originadas a partir de cambios químicos en las quinolonas (ácido
nalidíxico y pipémico), sintetizadas en la década de 1960. Dichos cambios incluyen el agregado de un átomo de
flúor en el carbono 6 y un anillo de piperazina en el carbono 7, los cuales presentaron mejoras tanto en la actividad
biológica como farmacocinética (mayor liposolubilidad). Son moléculas anfóteras, de alta liposolubilidad y baja
hidrosolubilidad. Las más usadas actualmente son la CIPROFLOXACINA, NORFLOXACINA, DANOFLOXACINA,
ENROFLOXACINA, PEFLOXACINA y MARBOFLOXACINA.
La absorción es buena por vía oral (menor en fermentadores), IM y SC. La absorción gastrointestinal se reduce
por presencia de cationes divalentes (no administrar con alimento). Una vez absorbidas, tienen baja UPP y se
distribuyen ampliamente (VD = hasta 5 L/Kg), con una excelente penetración en el interior de tejidos (pulmón,
hígado, tracto urogenital), fluidos transcelulares (leche, líquido sinovial, líquido prostático, semen, fluidos uterinos
y LCR) e incluso el medio intracelular, acumulándose en leucocitos (llegada extra al sitio de infección); todo
producto de su carácter lipófilo y baja UPP. Se metabolizan a nivel hepático, formando conjugados con glucurónico
que se excretan por orina y bilis. Algunos metabolitos tienen actividad antimicrobiana, tal es el caso de la
enrofloxacina que se transforma en ciprofloxacina (muy importante en perros), y de la pefloxacina que pasa a
norfloxacina.
▪ Principalmente, actúan contra bacterias aerobias G-, teniendo una excelente actividad
contra Actinobacillus pleuropneumoniae, Mannheimia haemolytica y Pasteurella multocida. También tienen una
actividad variable frente a G+, y muy débil contra anaerobios obligados. Una ventaja de estos fármacos es que no
destruyen la microbiota intestinal. Las fluoroquinolonas se usan ampliamente para tratar muchas infecciones,
como neumonías en lechones y terneros, infecciones urinarias y dérmicas en mascotas, e infecciones
gastrointestinales en porcinos, bovinos y aves.
▪ Ingresan en la bacteria rápidamente por las porinas, atravesando
subsecuentemente la membrana plasmática sin dificultad por su alta liposolubilidad. Los cationes bivalentes, por
quelación, antagonizan la acumulación en el interior de la bacteria. El mecanismo de acción consiste en la
inhibición de la ADN GIRASA – TOPOISOMERASA IV (previa unión a su subunidad A), una enzima esencial para el
plegamiento, desenrollamiento y replicación del ADN bacteriano, interfiriendo así con el metabolismo y función
del ADN. Las fluoroquinolonas son BACTERICIDAS, teniendo un inicio de acción rápido y una cinética de killing
bacteriano CONCENTRACIÓN DEPENDIENTE. Por esto, las dosis altas administradas con intervalos prolongados
son más eficaces que la administración frecuente de un régimen fraccionado. Al igual que los aminoglucósidos,
poseen un marcado efecto postantibiótico. La CMI para bacterias sensibles es extraordinariamente baja.
La resistencia puede darse por reducción de la penetración a través de la pared, o por modificación de la ADN
girasa por mutación. Dado que no está muy diseminada, se debe evitar el uso indiscriminado. De hecho, en algunos
países se recomienda su uso solo para infecciones graves causadas por G-, en las cuales sea necesaria una
buena penetración, por ejemplo: prostatitis canina.
▪ En general, ofrecen un amplio margen de seguridad. Lo más importante ocurre en animales en
crecimiento, donde pueden erosionar los cartílagos articulares (generalmente de articulaciones que soportan
peso), con artropatías que cursan con detención del crecimiento o cojera permanente. Así, se contraindica en
caninos menores de 1 año (razas pequeñas) o de 1,5 años (razas grandes). También por dicho motivo no se debe
administrar durante la preñez. Por otro lado, a altas dosis pueden causar convulsiones, por lo que deben usarse
con cautela en caninos y felinos epilépticos.

ANTIFÚNGICOS
Los hongos son organismos eucariotas, que pueden crecer como células únicas, levaduras, o como colonias
multicelulares filamentosas, mohos y setas. Algunas particularidades estructurales incluyen una pared celular
formada por quitina y glucanos, y una membrana celular que contiene ergosterol en lugar de colesterol. Estos
microorganismos abundan en el suelo, en la vegetación y en el agua; sus ubicuas esporas aerotransportadas son
frecuentemente contaminantes de células y tejidos de mamíferos.
Las enfermedades producidas por hongos se conocen como MICOSIS, las cuales se dividen en dos tipos: las
superficiales (dermatofitosis), que afectan a la piel constituyendo las llamadas tiñas, y las profundas, que pueden
producir neumopatías, meningitis o sepsis diversas. A continuación, se nombran los principales agentes en
veterinaria, resaltándose las que causan dermatofitosis:

El concepto de antifúngico o antimicótico engloba cualquier sustancia capaz de producir una alteración tal de las
estructuras de una célula fúngica que consiga inhibir su desarrollo, alterando su viabilidad o capacidad de
supervivencia, bien directa o indirectamente, lo que facilita el funcionamiento de los sistemas de defensa del huésped.
Se clasifican según dos criterios: el sitio de acción (ergosterol, ARN/ADN y división celular, quitina y síntesis de
glucano) o según el uso (sistémicos y tópicos). La descripción de los diferentes antimicóticos se hará atendiendo al
diferente sitio de acción que posean.
ANTIFÚNGICOS QUE ACTÚAN SOBRE EL ERGOSTEROL
POLIÉNICOS
Los principales representantes de este grupo son la anfotericina B, la nistatina y la natamicina.
: Es un macrólido aislado de Streptomyces nodosus, que recibe su nombre debido a sus
propiedades anfóteras. Es una molécula con una fracción hidrófila y otra lipófila, lo que determina una nula
absorción gastrointestinal y, por lo tanto, deba administrarse por vía ENDOVENOSA (aunque también se usa
local o intratecal). Las formulaciones disponibles incluyen la convencional (complejo micelar con
desoxicolato), en suspensión coloidal, complejos lipídicos o como liposomas encapsulados (no hay
formulaciones para animales de consumo). Una vez en sangre, hay una alta UPP (95%). La distribución es alta
en hígado, bazo, riñones, pulmones, pleura, peritoneo, membranas sinoviales inflamadas y humor acuoso,
pero baja en meninges, humor vítreo y líquido amniótico. El metabolismo ocurre de forma local en los tejidos,
dándose una lenta y escasa eliminación renal (5%).
La anfotericina B es el más eficaz para tratar micosis profundas o generalizadas de progresión rápida, como
son las blastomicosis, histoplasmosis, coccidioidomicosis, criptococosis (sinergismo con flucitosina) y
candidiasis. El mecanismo de acción implica una unión irreversible al ergosterol, generando una salida de K+,
electrolitos y nutrientes, con la consiguiente alteración del metabolismo celular. A su vez, la salida de iones
K+ da lugar a la entrada de iones H+, lo que produce una acidificación interna y la paralización de funciones
vitales del hongo. Se considera fungistático, pero a dosis elevadas puede actuar como fungicida.
El uso de la anfotericina B requiere extremo cuidado y la permanente supervisión del paciente para reducir
la gravedad de la toxicidad → SE USAN SOLO SI EL ANIMAL ESTÁ EN RIESGO. Antes de tratar, se debe hacer
hemograma, perfil bioquímico y análisis de orina. El principal efecto adverso es la NEFROTOXICIDAD, producto
de la unión del fármaco al colesterol de los túbulos, alterando su permeabilidad y pudiendo causar una grave
acidosis tubular distal con pérdida de calcio, con potencial insuficiencia renal aguda. También participa la
vasoconstricción renal que induce el mismo. Las formulaciones a base de complejos lipídicos o liposomas
encapsulados presentan menor toxicidad, pero también menor actividad terapéutica, debiendo administrarse
en dosis más elevadas. Por su parte, el uso de aminoglucósidos en pacientes tratados con este antifúngico
está totalmente contraindicado. También puede ocurrir cardiotoxicidad por hipopotasemia, con arritmias
mediante. Se recomienda diluir la anfotericina B en grandes volúmenes de soluciones de dextrosa al 5% para
reducir los efectos de irritación local.
: Debido a su alta toxicidad sistémica, se la utiliza para tratamientos localizados en intestino (vía
oral), mucosas (metritis en yeguas) y piel (mastitis en bovinos). El fármaco es eficaz frente a Candida albicans,
Cryptococcus, Prototheca, dermatofitos, entre otros. Su mecanismo de acción se basa en desorganizar la
membrana uniéndose al ergosterol, generando la salida de iones intracelulares; son fungicidas.
: Se utiliza por aplicación tópica (por toxicidad y costos), siendo el fármaco de elección para tratar
la queratomicosis por Fusarium en equinos (instilación ocular). Además, se usan para tratar las tiñas y las
mastitis por levaduras.

AZOLES
Los antifúngicos derivados de los azoles se clasifican como IMIDAZOLES (ketoconazol,
enilconazol, clotrimazol y miconazol) o TRIAZOLES (fluconazol, itraconazol, voriconazol,
posaconazol), ambos grupos estructuralmente relacionados, con similares mecanismos
de acción y espectro de actividad. Son relativamente seguros y admiten distintas vías de
administración.

Azoles de uso sistémico


: El ketoconazol es el único imidazol administrado oralmente que se ha usado ampliamente
en veterinaria. Su absorción intestinal es pobre (nula en equinos), mejorando con pequeñas cantidades de
alimento o en el pH ácido estomacal. Luego, circula asociado mayormente a albúmina y en menor medida a
eritrocitos, teniendo una buena distribución hacia piel y subcutáneo, no así en los fluidos corporales (excepto
leche). Finaliza metabolizándose en hígado y excretándose vía biliar.
Por su parte, el fluconazol se absorbe rápidamente en el TGI (independiente del pH ácido), alcanzando una
biodisponibilidad del 90%, baja UPP y distribuyéndose ampliamente, llegando al SNC. Se excreta inalterado a
nivel renal, pudiendo ocurrir una reabsorción tubular que eleve la vida media.
El itraconazol también se distribuye ampliamente, alcanzando niveles sostenidos y elevados en la piel (unión
íntima a la queratina) y mayoría de órganos profundos, exceptuando el SNC.
El voriconazol es un triazol de segunda generación, con mayor lipofilicidad que el fluconazol, que también
evidencia una buena absorción oral y posterior distribución.
Por último, el posaconazol tiene una buena absorción oral, mejor aún si se administra con el alimento.
: Interfieren en la biosíntesis del ergosterol, mediante la inhibición de la
desmetilación del lanosterol, un precursor del mismo. La acumulación de precursores altera la permeabilidad
de la membrana, provocando la salida de K+ y conduciendo a la muerte celular. En dosis bajas resultan
fungistáticos, aunque a dosis elevadas son fungicidas. El ketoconazol es efectivo para tratar una gran variedad
de infecciones micóticas como dermatofitosis (aunque la primera elección es la griseofulvina), dermatitis por
Malassezia, blastomicosis, histoplasmosis, coccidioidomicosis, candidiasis y criptococosis. Se recomienda su
uso conjuntamente con anfotericina B; esto se explica por el efecto tardío del ketoconazol, en contraparte con
la eficacia inmediata de la anfotericina B, lo que cubre el tiempo que tarda en actuar el ketoconazol. Aparte, a
altas dosis el ketoconazol puede suprimir la producción de cortisol (inhibición de precursores esteroideos),
indicándose para el tratamiento del Cushing.
El fluconazol es eficaz frente a micosis superficiales, empleándose para tratar dermatofitosis en mascotas,
criptococosis sistémica en felinos, y ciertas micosis en equinos (candidiasis diseminada en potros).
El itraconazol es mejor tolerado en gatos comparado con el ketoconazol, usándose para el tratamiento de
dermatofitosis y criptococosis. En perros se usan para tratar la blastomicosis ocular y dermatitis y otitis por
Malassezia. En equinos son utilizados para tratar rinitis, osteomielitis y guturitis micótica.
En general son bien tolerados. Algunos efectos secundarios del ketoconazol observados en perros
han sido inapetencia, prurito, alopecía y aclaramiento del pelo. Además, el ketoconazol es un potente inhibidor
enzimático (P450 mamífera), de manera que puede retardar el metabolismo de otros fármacos y prolongar
su semivida; por esto, tener precaución al administrar con otras drogas. El gato no tolera tan bien el
ketoconazol ni el voriconazol, pudiendo presentar anorexia, abatimiento, náuseas y vómitos, debiendo evitarse
su uso. El itraconazol es bien tolerado por ambos, y solo ocasionalmente se han observado anorexia
transitoria, náuseas, vómitos y lesión hepática con elevación de la ALT. Tiene cierto grado de inhibición del
bombeo de la glicoproteína P, incrementando la absorción oral y la distribución tisular de algunos fármacos.
El fluconazol raramente produce efectos gastrointestinales y en el SNC. Sea cual sea el fármaco, no se
recomienda su uso en hembras gestantes (son teratógenos).
Azoles de uso tópico
Enilconazol: Se usa para el tratamiento de la aspergilosis nasal (administración intranasal) en caninos y
gutural en equinos, aparte de dermatofitosis en ambas especies. Además, está aprobado en avicultura para
el control de Aspergillus en instalaciones y equipamiento, a través de fumigaciones. No se recomienda usarlo
en gatos por su hepatotoxicidad. Tiene un efecto residual tras su aplicación, utilizándoselo cada 3 o 4 días.
Clotrimazol: Tiene casi nula absorción al aplicarse en las mucosas, limitándose a aplicarse tópicamente
(toxicidad gastrointestinal). En solución al 1% es de elección para tratar las infecciones de la córnea por
Aspergillus, usándose asimismo para la aspergilosis nasal.
Miconazol: Se usa tópicamente para tratar dermatofitosis e infecciones por levaduras, y como segunda
elección en la terapéutica de la aspergilosis.
ALLYLAMINAS
: Es eficaz tanto por vía tópica como oral, experimentando una buena absorción entérica y una
alta distribución. Alcanza altas concentraciones en tejidos, piel, uñas y pelo, para finalizar excretándose en
orina (70%) y parte en leche. Se indica para el tratamiento de micosis superficiales, no tanto sistémicas por
su acumulación en los sitios mencionados. El mecanismo de acción se basa en la inhibición de la síntesis de
ergosterol interfiriendo con la enzima escualeno epoxidasa.
: Amplio espectro contra dermatofitos, aplicándose por vía tópica.
ANTIFÚNGICOS QUE ACTÚAN SOBRE EL ADN Y DIVISIÓN CELULAR

Es una pirimidina fluorada de origen sintético. Se absorbe bien en el TGI, circulando con una baja UPP y
distribuyéndose posteriormente de forma óptima en todos los tejidos y líquidos orgánicos, incluso en el LCR
y el humor acuoso. El 90% se excreta sin modificar por orina, con una semivida de 3 a 6 horas.
La flucitosina penetra en el hongo por permeasas. Una vez dentro,
se desamina por la enzima citosina desaminasa y se convierte en un
metabolito llamado 5-fluorouracilo3. El mismo se une al ARNm,
desnaturalizándolo e induciendo la producción de proteínas
erróneas. Otros metabolitos del fármaco inhiben la síntesis de la
enzima timidilato sintasa y, por tanto, la síntesis de ADN.
Tradicionalmente se la indicaba para la criptococosis felina con
afectación del SNC, dada su buena llegada al LCR. No obstante, su
eficacia clínica es cuestionable debido al desarrollo de resistencias,
factor que, sumado al espectro reducido, hacen de la flucitosina un
fármaco poco usado actualmente. En caso de usarse en la clínica,
generalmente se combina con anfotericina B o ketoconazol (tóxico
para el gato) con el objetivo de evitar la aparición de hongos
resistentes.

Es un benzofurano ciclohexano aislado del hongo Penicillium grisiofulvum. Es incoloro, amargo e insoluble en
agua, y toma mucha relevancia la formulación empleada, pues sus partículas deben ser muy pequeñas para
tener eficacia (micronización). Se absorbe bien en el tracto digestivo, aunque depende mucho de la
biodisponibilidad del preparado farmacéutico. Así, existen formulaciones micronizadas (4 micras;
biodisponibilidad del 25 al 70%) y ultramicronizadas (menos de 1 micra; biodisponibilidad del 100%). Además,
la absorción se favorece por la ingestión de alimentos ricos en grasas o lípidos. El fármaco se distribuye
ampliamente en los tejidos. Asimismo, se deposita selectivamente en la queratina neoformada del pelo, uñas
y piel, y lentamente pasa a la queratina superficial, lugar en que asienta la infección por hongos dermatofitos.
Se metaboliza en el hígado, excretándose por orina como glucurónido inactivo.
LA GRISEOFULVINA SOLAMENTE ES EFICAZ PARA TRATAR DERMATOFITOSIS causadas por Microsporum,
Trichophyton y Epidermophytum. Presenta buenos resultados si se administra oralmente, no así tópicamente.
Se requieren semanas de tratamiento para una distribución completa
en todas las capas celulares de la epidermis. En mascotas, se
administran comprimidos orales durante 3 a 6 semanas para las tiñas
superficiales que solo afectan a la piel y el pelo. Muchas veces, la piel
infectada mejora a los 10 días, con desaparición del picor e inflamación;
sin embargo, pueden persistir hongos viables en las capas más
externas de la piel, y no se conoce con certeza la posibilidad de
reinfección. Es indudable que es un tratamiento que se aplica si existe
dificultad para acceder al sitio afectado, ya sea por la enfermedad está
diseminada o por indocilidad del animal; en caso contrario, es de
elección el tratamiento de las dermatofitosis con fármacos que se aplican localmente. Se usa extra-marbete
en bovinos y porcinos.
Una ventaja de la griseofulvina es que rara vez se desarrollan resistencias a la misma durante la terapia.
Respecto al mecanismo de acción, este fármaco inhibe la mitosis celular fúngica mediante la desorganización
de los microtúbulos del huso y del citoplasma. Se lo considera un fungistático.
Los signos de toxicidad de la griseofulvina son casi siempre mínimos, aunque posiblemente se presenten
trastornos digestivos leves y transitorios como náuseas, vómitos o meteorismo, si se administra a animales
en ayunas, y diarrea. NO ADMINISTRAR A HEMBRAS GESTANTES DE NINGUNA ESPECIE ANIMAL, sobre todo
en el primer tercio de la gestación, ya que es potencialmente teratógeno.

3
Esta conversión puede ocurrir por parte de los microorganismos gastrointestinales, generando anemia, leucopenia y
trombocitopenia.
ANTIFÚNGICOS QUE ACTÚAN SOBRE LA SÍNTESIS DE QUITINA

Administrado por vía oral, se absorbe rápida y completamente, acumulándose en tejido adiposo por su alta
lipofilicidad. Se emplea para el tratamiento de dermatofitosis en mascotas, debiendo administrarse después de la
comida para que sea efectivo. En equinos se utiliza por vía tópica para metritis por Candida o Aspergillus. El
mecanismo de acción implica la inhibición de la síntesis de quitina, interfiriendo, por tanto, en la formación de la pared
de la célula micótica. No se han observado efectos secundarios con las concentraciones recomendadas.

Actualmente evaluados para su uso en diversas infecciones fúngicas.


ANTIFÚNGICOS QUE ACTÚAN SOBRE LA SÍNTESIS DE GLUCANO

Es una equinocandina de uso endovenoso, dada su pobre absorción oral. Se utilizan


para tratar infecciones sistémicas por Candida y Aspergillus (baja eficacia frente a
los estadíos levaduriformes → poseen otro tipo de glucano). Este fármaco inhibe la
enzima glucano sintetasa, y previenen la síntesis del β1-3 glucano, un componente
esencial de la pared, produciendo la muerte celular. También producen disrupción de
ciertas proteínas de la pared. Los signos adversos son mínimos e incluyen fiebre,
signos gastrointestinales, flebitis, entre otros.
OTROS ANTIFÚNGICOS

El yoduro sódico y el yoduro potásico actúan sistémicamente, siendo los


fármacos de elección en el tratamiento de la esporotricosis, por vía oral.
Estas sales no tienen buen sabor y son mejor aceptadas si se administran
con un jarabe, leche o helado. En bovinos se utilizan extra-marbete para
tratar enfermedades micóticas.
Los efectos secundarios más comúnmente observados son secreciones
oculonasales, piel seca, descamación excesiva, entre otros.
Algunos yodados tópicos son los yodóforos (yodopovidona) y las tinturas de yodo.

En resumen:
Para infecciones sistémicas que no afectan al SNC y/o no arriesgan la vida del animal, se puede tratar inicialmente
con fluconazol o itraconazol. Para casos de afecciones del SNC u oculares, o infecciones por C. neoformans, el
fluconazol es el tratamiento de elección.
IGNACIO PESSINO ACUÑA

Antiparasitarios
GENERALIDADES
Un parásito es un organismo que se alimenta de las sustancias que elabora un ser vivo de distinta especie, viviendo
en su interior o sobre su superficie, ocasionándole algún perjuicio. Los parásitos suelen mantenerse en equilibrio
biológico con sus hospedadores, pero cuando por alguna situación este equilibrio se altera, se desencadena la
enfermedad parasitaria o PARASITOSIS. Las parasitosis animales pueden cursar con signología muy variada,
dependiendo de la gravedad de las mismas; esto puede ir desde una pérdida del apetito hasta la muerte del individuo
parasitado. De la misma manera, las enfermedades parasitarias constituyen una de las principales causas de pérdidas
económicas en producción animal alrededor del mundo, lo que llevó a que el mercado de fármacos antihelmínticos
haya crecido enormemente desde los 70’, produciendo avances más significativos en quimioterapia antiparasitaria en
el área veterinaria que en la medicina humana. Es así que se llegó a disponer de un arsenal muy variado de fármacos
antiparasitarios, con un alto grado de eficacia. No obstante, para lograr el éxito terapéutico y clínico definitivo es
fundamental complementar el buen manejo con el USO RACIONAL de los antiparasitarios; esto implica no solo evitar
utilizarlos de forma abusiva, sino que se empleen cuando realmente son necesarios y resulten eficaces. El riesgo que
subyace al fallo de un tratamiento antiparasitario es la aparición de cepas resistentes al mismo, principalmente.
Los antiparasitarios de uso veterinario se pueden dividir en tres grandes grupos: los antiparasitarios internos, los
antiparasitarios externos y los endectocidas (internos + externos). La solubilidad del compuesto antiparasitario
determina en gran medida la vía de administración; los más insolubles se suelen administrar por vía oral como
suspensiones, pastas o granulaciones, en tanto que los más solubles pueden administrarse por vía oral (solución),
pour on, spot on o parenteral. No obstante, existen diversos factores que afectan el comportamiento farmacocinético
y, por ende, la eficacia antihelmíntica, tales como la vía de administración, la velocidad de disolución en fluidos
digestivos o en el sitio de administración parenteral, propiedades fisicoquímicas, estado nutricional, tipo de
alimentación (cambios de pH) o estados patológicos (reacciones inflamatorias que conllevan cambios de
permeabilidad, irrigación y pH). Se describen los grandes grupos de antiparasitarios y sus características.

ANTIPARASITARIOS INTERNOS
Los antiparasitarios internos se dividen en dos grupos:

Dentro de los antihelmínticos existen


antiparasitarios que se limitan a ser
nematodicidas, trematodicidas o
cestodicidas. No obstante, algunos pueden
ampliar su espectro y ser nematodicidas +
cestodicidas, por ejemplo.

BENCIMIDAZOLES (BZD)
Son antiparasitarios de gran uso debido a su bajo costo, baja toxicidad y su amplio espectro. Sobre esto último recae
que sean antihelmínticos “netos”, ya que hay compuestos dentro de esta familia que pueden actuar contra nematodos,
cestodes y/o trematodes. A continuación, se detallan los distintos tipos de bencimidazoles:

➢ : El núcleo químico de los BZD consta de un anillo bencénico fusionado en posición 4-5 con un
anillo imidazólico. De las modificaciones químicas que experimenta este núcleo en posiciones 2 y 5, es que surgen
las diferencias de eficacia, potencia y farmacocinética de los diferentes compuestos, dando origen a los
compuestos mencionados (excepto el tiabendazol, que fue el primero en descubrirse y a partir del cual surgieron
dichas modificaciones).
➢ : Generalmente son fármacos muy poco hidrosolubles, por lo que la
administración es casi siempre ORAL o intrarruminal en su defecto, en forma de suspensión, pastas o gránulos.
Cuando la suspensión se deposita en el rumen, las partículas del fármaco se mezclan y se distribuyen en el
contenido ruminal. El gran volumen del rumen, junto con la extensa permanencia del material alimenticio en el
mismo aumentan el tiempo de persistencia del fármaco en dicho órgano, de manera que actúa como un
RESERVORIO que prolonga la duración del período de absorción de los BZD y retarda el pasaje de droga al TGI
posterior. Debemos tener en cuenta también que es necesario un proceso de disolución del fármaco que permita
su posterior absorción; esta disolución se ve favorecida por el pH abomasal (1-3), de manera que cuanto mayor
sea la permanencia del fármaco en el abomaso, mayor será la absorción en intestino delgado. Una vez que los
BZD se absorben, ocurre una extensa distribución acompañada de una importante biotransformación. Antes de
proseguir, es importante aclarar la implicancia de los probencimidazoles: estos son profármacos inactivos que
actúan, tras su administración, al ser transformados en metilcarbamatos activos. Así, el netobimin se transforma
en el rumen (por microbiota) en albendazol (ABZ), el febantel en el hígado pasa a fenbendazol (FBZ) y el Tiofanato
se transforma en lobendazol.
Tomando como ejemplo al ABZ, podemos concluir sintéticamente en que: se absorbe principalmente en INTESTINO
DELGADO, para ello debe previamente disolverse en los fluidos GI, y esto se favorece principalmente con una
mayor permanencia a nivel abomasal (bajo pH), lo cual se consigue, en parte, con un lento aporte de droga desde
el rumen que actuaría como reservorio.
Una vez en el hígado, el ABZ y el FBZ (que son tioéteres) rápidamente se metabolizan dando lugar a sus
METABOLITOS sulfóxidos (activos, aunque con menor afinidad que la droga madre, por la vía enzimática de la
FMO) y sulfonas (inactivos, por la vía de la P-450), respectivamente. Estos metabolitos se distribuyen en el
organismo y son concentrados en el TGI, principalmente en el abomaso (por trampa iónica). Dichos metabolitos
se encuentran no ionizados a pH sanguíneo, lo que
favorece la mencionada distribución hacia diferentes
tejidos, especialmente los fluidos digestivos.
El albendazol sulfóxido (ABZSO), activo, alcanza la
circulación sistémica, teniendo la capacidad de llegar
a parásitos pulmonares o de localización tisular
(larvas inhibidas). Sin embargo, es esencial saber
que el ABZSO puede ser reducido por la microbiota
del intestino para volver a formar ABZ, lo cual
justamente sirve como un aporte de ABZ en el tracto
GI, y explica por qué se detecta en intestino cuando
teóricamente había sido absorbido. El ricobendazol
es el ABZSO formulado como solución, siendo el
único capaz de administrarse parenteralmente y ser
absorbido rápidamente desde su sitio de
administración.
En cuanto a la excreción, se da principalmente por vía biliar y/o urinaria de los metabolitos inactivos, que son más
polares que la droga madre (que, dicho sea de paso, tiene mayor actividad farmacológica).
El tiabendazol se absorbe con mayor rapidez que otros BZD debido a que es el más hidrosoluble.
El mebendazol se usa más en equinos y caninos; es biotransformado en metabolitos inactivos.
El febendazol tiene las mismas particularidades que el ABZ, siendo metabolizado en el hígado en
OXFENDAZOL (activo) y en una sulfona inactiva.
➢ Los BZD se unen a la β-tubulina, inhibiendo la polimerización de la
misma para formar los microtúbulos del citoesqueleto. Además, estos microtúbulos son esenciales para la
división celular, el transporte de nutrientes y la excreción de desechos metabólicos. Esta unión entre el BZD y la
β-tubulina es pseudoirreversible y de alta especificidad (no afecta células mamíferas, lo que explica su baja
toxicidad). Además, dicha unión no trae aparejados efectos instantáneos, sino que los efectos se observan
transcurrido un cierto tiempo de exposición; por esto, la administración mantenida de BZD incrementa su eficacia
antihelmíntica. Los metilcarbamatos son cestodicidas; dado que las tenias se nutren a través del tegumento, la
permeabilidad de este es elevada, y no representa un obstáculo importante para el ingreso del BZD. Aparte de
esto, ABZ y ABZSO poseen actividad trematodicida; en este caso se debe atravesar el tegumento o en su defecto
ingresar por sangre (son parásitos hematófagos). En el caso de los nemátodos, como Haemonchus, las moléculas
de BZD difunden desde el fluido abomasal al interior del nemátodo siguiendo un gradiente de concentración,
atravesando su cutícula; además, también es hematófago. RECORDAR: Solo el ABZSO se detectará en circulación
sistémica.
➢ Son antihelmínticos, por lo que, si bien su actividad es particularmente dirigida a nemátodos, algunos
BZD amplían su espectro a cestodes y trematodes. Como se dijo, los metilcarbamatos son todos nematodicidas y
cestodicidas. No obstante, ABZ y ABZSO también tienen efecto trematodicida. SON ACTIVOS CONTRA ADULTOS,
LARVAS Y TAMBIÉN SON OVICIDAS. Triclabendazole es un BZD que carece de actividad nematodicida, pero tiene
una importante actividad trematodicida, por lo que se describirá en este grupo de fármacos.
➢ Ampliamente utilizados para combatir nemátodos gastrointestinales y pulmonares.
Útiles para cestodes (especialmente en rumiantes) y trematodes (Triclabendazol).
➢ Son quizá los antihelmínticos menos tóxicos; de hecho, su seguridad es uno de los factores por lo que
se han usado extensamente en todo el mundo. Este alto margen de seguridad, sobre todo de aquellos más
potentes, se relaciona con la baja solubilidad de los mismos en los fluidos GI, y consecuentemente con una baja
absorción que les impide alcanzar elevadas concentraciones en el plasma para provocar signos de toxicidad. Sin
embargo, para algunos miembros como parbendazol, Cambendazol, ABZ y Oxfendazol se han demostrado efectos
teratógenos al ser administrados en los primeros estadios de la preñez en dosis cuatro veces por encima de la
dosis recomendada.
IMIDAZOTIAZOLES – Levamisol
➢ : El levamisol, isómero levógiro del tetramisol, es un nematodicida que se caracteriza
por su amplio espectro de actividad en un gran número de hospedadores (rumiantes, porcinos, caninos, felinos y
aves). La mayor ventaja del levamisol es su eficacia no solamente contra nemátodos gastrointestinales, sino
también contra pulmonares, permitiendo a su vez diferentes vías de administración.
➢ : Se comercializa como sales clorhidrato (polvo cristalino, blanco pálido e
inodoro) o fosfato. Es muy hidrosoluble y se formula como soluciones o suspensiones, pudiéndose administrar
por vía oral (clorhidrato), subcutánea (clorhidrato y fosfato, + utilizada) y percutánea (clorhidrato pour on). La vía
IM se contraindica por ser dolorosa y por riesgo de necrosis, mientras que la vía IV no se utiliza debido al inminente
riesgo de toxicidad. La eficacia del levamisol se asocia a mayores concentraciones en sangre, lo cual se logra tras
la administración SUBCUTÁNEA (en 30 minutos el máximo pico – SE ABSORBE Y ELIMINA MUY RÁPIDO),
comparada con la vía oral (6 hs). Esto redundaría en una mayor eficacia contra parásitos pulmonares, debido a
que el Cmáx es directamente proporcional a la concentración de fármaco que llega al pulmón. Por otro lado, la
biodisponibilidad en caninos aumenta notoriamente al someter a ayuno 12 horas antes y después de la
administración. El levamisol se distribuye ampliamente en el organismo, concentrándose principalmente en
hígado, aunque también logra altas concentraciones en grasa, músculo, riñones, sangre y orina. En leche alcanza
importantes concentraciones a las 12 horas postratamiento. Se metaboliza rápidamente en el hígado y los
metabolitos inactivos se excretan principalmente por orina.
➢ : El levamisol mata básicamente a los estadíos adultos de la gran mayoría de los
nemátodos pulmonares y gastrointestinales. NO ES OVICIDA, ni tampoco mata larvas inhibidas. No actúa contra
cestodes ni trematodes. NO SE USA EN EQUINOS, debido a la baja eficacia y estrecho margen de seguridad.
El mecanismo de acción se basa en la parálisis de los nemátodos debido a una contracción muscular permanente
(PARÁLISIS ESPÁSTICA), lo cual logra al actuar como agonista colinérgico nicotínico en los ganglios del parásito.
No mata al parásito, sino que facilita su expulsión. A dosis elevadas inhibe la enzima fumarato reductasa,
alterando el metabolismo parasitario. El desarrollo de resistencia se debe a una disminución en el número o en
la sensibilidad de los receptores colinérgicos del parásito. En especies resistentes se precisan concentraciones
5 a 6 veces mayores para lograr el efecto. La resistencia al LVM es cruzada con pirantel y morantel, dado que
comparten el mismo mecanismo de acción.
➢ : Comparados con los BZD, el levamisol tiene un índice terapéutico mucho más estrecho. Se observa
signología con la sobredosificación o en tratamientos conjuntos con organofosforados. Los signos de intoxicación
se relacionan con las manifestaciones de acción colinérgica de la ACh: constricción de pupilas y de los
bronquíolos, hipermotilidad digestiva y bradicardia. A la dosis terapéutica es común ver signos como sialorrea,
náuseas, vómitos, lagrimeo, temblores musculares o ligera excitación/depresión; los mismos desaparecen
después de una o dos horas. En caninos y felinos expuestos a dosis tóxicas pueden aparecer erupciones cutáneas
de origen inmunitario, agranulocitosis, edema pulmonar y letargo. Una sobredosis puede producir supresión
inmunitaria.

No administrar a equinos.
No administrar a animales en lactación cuya leche se destine a consumo humano.
No se debe enviar los animales tratados a faena hasta que pasen mínimo 7 días del último tratamiento.
Tratar de no usarlo por vía inyectable en animales próximos a sacrificio, debido a las frecuentes y
pronunciadas reacciones tisulares que produce.
No administrarlo simultáneamente con otros fármacos inhibidores de la colinesterasa (organofosforados).
Evitar su uso en animales debilitados, estresados o con disfunciones hepáticas/renales.
TETRAHIDROPIRIMIDINAS – Pirantel, Morantel y Oxantel
➢ El pirantel fue el primero que se desarrolló (1966); luego se obtuvo el morantel (un derivado metilado
en el carbono 3) y por otra modificación estructural se obtuvo el oxantel. Están indicados para el control de
los nemátodos gastrointestinales en todas las especies domésticas.
➢ : Estos fármacos se formulan como sales de tartrato, pamoato, citrato y
fumarato, siendo las primeras dos las más usadas por sus cualidades farmacocinéticas. Cuando se preparan
soluciones acuosas de estas sales, los fármacos son fotosensibles, por lo cual se recomienda protegerlas de
la luz solar (sino se transforman en isómeros); también son afectadas por temperaturas elevadas.
El pamoato de pirantel es un polvo amarillo prácticamente insoluble en agua o alcohol; por su parte, el tartrato
de pirantel es más hidrosoluble que el pamoato. El tartrato de morantel es un polvo inodoro, blanquecino e
hidrosoluble.
SE ADMINISTRAN POR VÍA ORAL4, observándose las mayores diferencias en la absorción de las distintas sales
empleadas. Debido a su escasa hidrosolubilidad, el pamoato de pirantel se absorbe poco, logrando así un
mayor contacto con los parásitos del IG, especialmente en caninos y equinos. Luego se metaboliza
principalmente en el hígado, eliminándose sus metabolitos principalmente por orina.
Por otro lado, la alta hidrosolubilidad del tartrato de morantel lo convierte en un compuesto ideal para ser
formulado en dispositivos de liberación sostenida, desde donde se libera directamente al medio acuoso
ruminal, teniendo acción antiparasitaria hasta por 90 días. Estudios indican que hay una relación inversa entre
biodisponibilidad y eficacia en estos fármacos, revelando que la máxima actividad antihelmíntica se da al
administrar pamoato de pirantel.
➢ Ejercen su acción antiparasitaria exclusivamente sobre nemátodos
gastrointestinales (no llegan a pulmón) ADULTOS mediante un efecto colinérgico, despolarizando la placa
neuromuscular del parásito y produciéndole una PARÁLISIS ESPÁSTICA (son 100 veces más potentes que la
ACh). El morantel es 100 veces más potente que el pirantel, pero su acción máxima tarda más tiempo en
aparecer.
➢ Son fármacos relativamente seguros, con un alto índice terapéutico (debe pasarse 20 veces la dosis
para tener efectos adversos). No se recomienda administrarlos conjuntamente con levamisol ni ningún otro
fármaco que posea acción agonista colinérgica, debido que pueden potenciar la toxicidad. Se contraindica la
administración endovenosa, dado que los animales pueden morir por bloqueo neuromuscular. NO EXISTE
PERÍODO DE RETIRO para vacas lactantes, ya que no se elimina por leche.
NUEVAS MOLÉCULAS ANTIHELMÍNTICAS
En los últimos años se han generado estudios farmacológicos que involucran nuevas moléculas con potente actividad
antiparasitaria sobre diferentes géneros, con mecanismos de acción novedosos y diferenciales, ofreciendo por tanto
promisorias posibilidades para el control parasitario futuro.

Emodepside
Es un fármaco nematodicida con características farmacocinéticas favorables como parasiticida de acción
sistémica, con buena distribución tisular, limitado metabolismo hepático y eliminación biliar, lo cual ofrece
potencial para su posible desarrollo para uso en rumiantes o en otras especies de animales domésticos.
Ha sido introducido al mercado para uso en mascotas, combinado con el tenicida praziquantel y más
recientemente con el coccidicida toltrazuril; no obstante, tiene gran potencial para ser desarrollado para
utilización en el tratamiento de nemátodos en rumiantes, siendo activo contra aquellos resistentes a todos
los grupos químicos disponibles (BZD, levamisol y endectocidas), incluyendo Cooperia (bovinos) y H.
contortus (ovinos).
Esta actividad se explica por un novedoso mecanismo de acción: Emodepside se une a un receptor específico
localizado a nivel presináptico en sinapsis neuromusculares de nemátodos, conocido como latrofilina. La
estimulación del mismo desencadena una cascada de segundos mensajeros (DAG-IP3) que en última
instancia determinan la liberación de neuropéptidos inhibidores a la hendidura sináptica, resultando en un
influjo de iones negativos en la terminal postsináptica y la consecuente hiperpolarización celular. Como
resultado ocurre una parálisis flácida, alteración de la actividad de la bomba faríngea y de la musculatura
somática, desencadenando parálisis y muerte en los nemátodos. Este efecto también se asocia a la
interacción con canales de K+ conocidos como SLO-1.

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En equinos: pasta mediante jeringa dosificadora o en polvo disuelto en agua con sonda gástrica. Porcinos: formulación premezclada
para administrar en ración. Rumiantes: Generalmente como brebaje mediante pistola dosificadora o bolo de liberación lenta. Caninos
y felinos: En forma de gotas o comprimidos.
Derquantel
Es un nematodicida de uso principal en ovinos. Tras la administración oral se absorbe, alcanzando una
biodisponibilidad del 56%. El patrón de distribución tisular es adecuado, lo que asegura la exposición de los
nemátodos a concentraciones con actividad terapéutica. En el hígado se metaboliza formando metabolitos
que se excretan muy rápidamente por materia fecal (85%) y orina (15%).
Derquantel posee excelente actividad antihelmíntica sobre los más importantes nemátodos GI de ovinos,
incluyendo H. contortus, Trichostrongylus colubriformis y Nematodirus spp. Con el fin de combatir la
resistencia y optimizar el potencial antihelmíntico, se la ha combinado con un endectocida (abamectina),
buscando ampliar el espectro nematodicida (Derquantel solo no ha mostrado demasiada eficacia contra
nemátodos del intestino grueso) y disminuir la presión de selección de cepas resistentes.
Derquantel actúa sobre la función neuromuscular bloqueando la transmisión de impulsos colinérgicos
(antagonista), lo cual altera la función neuromuscular generando parálisis flácida, expulsión y muerte, de
manera contraria a otros antihelmínticos como levamisol y morantel/pirantel, que matan por parálisis
espástica (agonismo colinérgico). Este mecanismo diferencial le otorga al Derquantel la posibilidad de actuar
sobre cepas de nemátodos resistentes a otros grupos químicos existentes en el mercado.
Monepantel
Monepantel existe como dos enantiómeros, siendo solamente el S el activo. Ha sido formulado en solución
para uso oral en ovinos, teniendo una biodisponibilidad sistémica del 31% dado el elevado efecto de primer
pasaje en hígado. Muy rápidamente aparece un metabolito sulfonado en sangre (Monepantel sulfona), que
persiste durante 14 días en sangre (a diferencia de la droga madre que solo lo hace 3 días), lo que indica una
exposición sistémica 16 veces mayor a favor de dicho metabolito. Por vía endovenosa, se produce un rápido
metabolismo al metabolito. Tanto la droga madre como el metabolito son muy liposolubles y muestran altos
volúmenes de distribución. La concentración de ambos compuestos en los sitios de localización parasitaria
gastrointestinal es sustancialmente mayor a las encontradas en plasma.
Monepantel muestra un amplio espectro de acción contra diferentes nemátodos GI ovinos, teniendo elevada
eficacia sobre géneros resistentes a otros grupos como BZD y endectocidas. Han mostrado elevada eficacia
sobre estadíos inmaduros (L4) de H. contortus y Teladorsagia spp.
Tal eficacia se explica por un novedoso mecanismo de acción, que incluye un agonismo sobre un sitio
específico dentro del receptor colinérgico de los nemátodos. Estudios indican un agonismo sobre un receptor
nicotínico específico asociado a la acetilcolina, cuya estimulación produce una contracción muscular y
faríngea de los nemátodos, produciendo parálisis espástica y muerte de los mismos.
Artemisinas
Son compuestos de origen vegetal de uso en el tratamiento de la malaria y toxoplasmosis, pero con
promisoria actividad trematodicida sobre F. hepática y F. gigántica en rumiantes.
TREMATODICIDAS
La distomatosis o fasciolasis es una parasitosis zoonótica que produce importantes pérdidas económicas en
rumiantes criados bajo condiciones extensivas. Es importante tener en cuenta que tanto las formas inmaduras como
maduras producen daños en el huésped. El ciclo inicia con la ingestión de metacercarias; posteriormente el parásito
se desenquista y penetra la pared del intestino delgado, alcanzando el hígado y penetrando en su parénquima hasta
alcanzar los canalículos biliares (a las 8 semanas de vida; hasta aquí son estadíos jóvenes), en donde adquieren hábito
hematófago, alcanzan la madurez sexual y pasan a ser fasciolas adultas (10 a 12 semanas de vida). Las drogas
efectivas contra los adultos generalmente se eliminan en forma activa por vía biliar. Así, los adultos en los conductos
biliares estarán expuestos a los fármacos o sus productos metabólicos que se eliminan por secreción biliar. La
disrupción del tegumento permite que el fármaco logre penetrar más profundamente, siendo la transferencia
transtegumental crítica para lograr una concentración suficiente de fármaco dentro del parásito, algo que se potencia
por la acción tensioactiva de la bilis y por el ingreso a través del canal alimentario en los estadíos maduros
(hematófagos).
Estadío de Fasciola Trematodicida/s indicado/s
Inmaduro (hasta la 8va semana) • Diamfenetide La mayoría de los fasciolicidas es eficaz
• Salicilanilidas frente a adultos debido a su prolongada
Adultos (8-12 semanas) • Nitroxinil residencia en la circulación sistémica,
• Clorsulón producto de su fuerte UPP (99%)
• Albendazol
Jóvenes y adultos • Triclabendazole
DIAMFENETIDE
No es muy utilizada debido a que es difícil conseguirla. No obstante, es muy eficaz para el tratamiento de las
formas inmaduras de Fasciola. Es una prodroga que se administra como suspensión por vía oral,
absorbiéndose en intestino y experimentando una desacetilación que da lugar a dos metabolitos activos: el
MAMD (monoamino-diamfenetide) y el DAMD (diamino-diamfenetide), los cuales alcanzan altas
concentraciones en el parénquima hepático. Sus bajos niveles en circulación sistémica explican su baja
eficacia frente a formas hematófagas adultas.
Se desconoce el mecanismo de acción, pero se cree que altera el tegumento y el sistema osmo-regulatorio.
Está indicada principalmente para el tratamiento de la fasciolasis aguda en ovinos.
La baja toxicidad se debe a los bajos niveles que alcanzan sus metabolitos en circulación sistémica. A su vez,
tienen una vida media corta en el parénquima hepático y se eliminan por vía biliar.
SALICILANILIDAS
Es un grupo de fasciolicidas de similar estructura química, mecanismo de acción, eficacia y
toxicidad. Los fármacos representantes son el CLOSANTEL, RAFOXANIDE, CLIOXANIDE y OXICLOZANIDA.
Closantel es la única que posee eficacia frente a algunos ectoparásitos.
: Son fármacos muy liposolubles, generalmente
administrados como suspensión acuosa por vía ORAL o intrarruminal en
rumiantes. No obstante, closantel se puede formular también para administrarse
como solución por vía PARENTERAL (SC o IM). Sin embargo, algo importante es
saber que la biodisponibilidad de closantel, al administrarse por vía oral, es un 50%
menor comparada con la obtenida luego de la administración IM. Esto se debe a
que más del 80% se asocia (adsorbe) al material particulado del contenido ruminal
y abomasal, lo que explica su menor biodisponibilidad enteral. A esto se le suma
la alta ionización del fármaco (es un ácido débil) en el intestino. Por esto, la dosis
a administrar por vía enteral (10 mg/kg) duplica a la parenteral (5 mg/kg).
Por otro lado, el ayuno aumenta la biodisponibilidad ya que ralentiza el flujo de la
ingesta y extiende la residencia del fármaco en el TGI. El Cmáx se alcanza entre
las 24 y 48 hs. Poseen una elevada UPP, lo que limita su distribución tisular; aun
así, esto es una ventaja ya que prolonga la vida media y el tiempo de contacto del
fármaco con los estadíos adultos hematófagos de Fasciola. La limitada distribución
hacia el parénquima explica la baja efectividad frente a estadíos jóvenes.
El metabolismo hepático es despreciable, lo que determina que el 90% de la dosis
se elimine como droga activa por vía biliar. Una pequeña parte se elimina por orina
y leche. Rafoxanide sigue un curso similar, mientras que clioxanide puede ser
desacetilada en el hígado y oxiclozanida eliminada por vía biliar como glucurónido.
Son efectivas frente a estadíos ADULTOS de fasciolas, siendo ineficaces
frente a estadíos jóvenes. Closantel y rafoxanide amplían su espectro frente a nemátodos hematófagos
adultos tales como Haemonchus contortus y Bunostomum spp. Además, Closantel es bastante efectivo
contra otros nemátodos gastrointestinales como Oesophagostomun spp y Ostertagia, y frente a
ectoparásitos como garrapatas, ácaros de la sarna, piojos hematófagos, Dermatobia hominis y Oestrus ovis
(¿es un endectocida?).
Son ionóforos de protones H+ que desacoplan la fosforilación oxidativa; transfieren protones H+ a través de
la membrana mitocondrial interna, lo cual determina la pérdida del gradiente de protones H+ necesario para
la fosforilación de ADP a ATP, y el consecuente desacople de la fosforilación oxidativa. Esto altera la capacidad
de generar energía del parásito.
Son drogas de estrecho margen de seguridad. La toxicidad aguda se manifiesta con midriasis,
exoftalmia, hipertermia, anorexia y diarrea. El período de retirada de closantel y rafoxanide es de 28 días para
animales destinados a producir carne. No está permitido el uso de ambas drogas en animales lactantes. Sin
embargo, oxiclozanida tiene un período de retirada de 14 días para animales destinados a producir carne, y no
requiere tiempo de espera para enviar la leche a consumo.
NITROXINIL
Es un compuesto nitrofenólico formulado como
solución acuosa en forma de sales, para ser administrado por vía SC
(principalmente) o IM. No se lo administra por vía oral porque los microorganismos
ruminales reducen su grupo nitro, haciéndole perder efectividad. También se
comercializan formulaciones de nitroxinil + ivermectina SC. Luego de la
administración parenteral, muestra una buena absorción. Posee una elevada UPP,
lo que explica su baja distribución tisular y por ende su escasa llegada al
parénquima hepático, lo que determina su espectro (adultos). La droga llega a la
Fasciola adulta principalmente por ingestión desde la sangre. Se metaboliza en el
hígado por hidrólisis del grupo ciano, dando lugar a metabolitos inactivos,
realizándose la excreción muy lentamente por orina y heces durante 31-48 días.
Nitroxinil es eficaz frente a fasciolas adultas mayores a 8 semanas, siendo
variable su efectividad frente a aquellas <8 semanas, dependiendo de la dosis. No es efectiva contra la
distomatosis ruminal (Paramphistomum). Además, en ovinos se demostró un 99% de eficacia frente a
nemátodos GI como Haemonchus contortus, Bunostomum spp y Oesophagostomun spp resistentes a BZD e
ivermectinas. En cuanto al mecanismo de acción, actúan parecido a las Salicilanilidas, desacoplando la
fosforilación oxidativa y alterando la producción de energía.
Se aconseja no sobrepasar la dosis de 20 mg/kg. A una dosis de 40 mg/kg se aprecia
toxicidad, evidenciándose por taquicardia, taquipnea, hipertermia, incremento de la presión y hasta muerte
por lesión hepática. A pesar de su practicidad, en ovinos la administración SC presenta la desventaja de teñir
de amarillo la lana, lo que le quita valor comercial. Además, dicha vía es bien tolerada, pero puede ser irritante
en el sitio de aplicación, por lo que, si por el peso del animal se debe administrar una elevada cantidad, se
recomienda repartir la dosis en varios sitios. La larga permanencia del nitroxinil en el animal determina un
largo período de retirada (2 meses). NO APLICAR A VACAS LACTANTES cuya leche se destine a consumo
humano, ya que el fármaco se elimina también por esta vía.
CLORSULÓN
Es una bencensulfonamida. Se
puede formular sola como una suspensión acuosa para
administración oral, o como una combinación Clorsulón +
Ivermectina para administración SC, lo que incrementa el espectro.
Se absorbe rápidamente luego de su administración oral; es
interesante recalcar que el 75% de la droga circula en plasma y el
restante 25% lo hace dentro de los eritrocitos (no hay UPP). Dado que
la administración oral prolonga la permanencia de la droga en
plasma comparado con la vía IV, se sugiere la existencia de un efecto
reservorio en el rumen, similar al descripto para los BZD. El
metabolismo es escaso, de manera que la eliminación se da
principalmente como droga madre por orina y glándula mamaria
(menor importancia). Las cabras eliminan con mayor facilidad el
fármaco (menor vida media de eliminación y mayor clearance), lo que
dificulta el tratamiento de la fasciolasis con clorsulón en estas
especies.
La formulación oral es eficaz frente a estadíos adultos de Fasciola mayores
a 14 semanas; en bovinos también es efectiva frente a estadíos de 6 a 8 semanas con una dosis de 15 mg/kg.
La combinación Clorsulón + Ivermectina por vía SC se comercializa para el tratamiento simultáneo de
Fasciola, nemátodos gastrointestinales, pulmonares y ectoparásitos en rumiantes. No es muy eficaz para el
tratamiento de la distomatosis del rumen.
El mecanismo de acción del Clorsulón está relacionado con su estructura química: es similar al 1,3
difosfoglicerato, producto intermediario de la glucólisis. Por lo tanto, la droga inhibe competitivamente a las
enzimas glucolíticas fosfoglicerato kinasa y fosfogliceromutasa, alterando la obtención de energía en forma
de ATP, causando la muerte del parásito.
Es una droga segura, de elevado índice terapéutico. Esto permite su uso en hembras
preñadas (no es embriotóxico ni teratogénico) y animales en crecimiento. No se debe administrar a vacas en
lactación, y en caso de hacerlo, se deben esperar 3 días (72 hs) para enviar la leche a consumo cuando se
utiliza la dosis comercial (7 mg/kg oral – 50 días para clorsulón + ivermectina). El período de retirada para
faenar animales es de 8 días.
BENCIMIDAZOLES: ABZ, TRICLABENDAZOLE y LUXABENDAZOL
Son los únicos bencimidazoles efectivos para el tratamiento de la fasciolasis.
ABZ posee elevada eficacia frente a estadios adultos al ser administrada por vía oral o intrarruminal (también
como prodroga → netobimin). Luego de haber comprendido su mecanismo de acción y cualidades
farmacocinéticas descritas anteriormente, se resalta el hecho de que las moléculas tanto de ABZ como de
ABZSO presentes en la bilis atraviesan el tegumento para llegar al interior de la Fasciola. Paralelamente, una
fracción de la cantidad de ABZSO ingresa al parásito desde el plasma, complementando a la droga que difunde
en bilis. En conclusión, ABZSO es la molécula detectada en mayor concentración en la Fasciola, y quizá la
principal responsable del efecto fasciolicida. Sumado a esto, la Fasciola también es capaz de sulfoxidar ABZ
en su interior, generando nuevamente más ABZSO.
Triclabendazole y luxabendazole son derivados bencimidazoles halogenados. TBZ es eficaz contra cualquier
estadío, mientras que luxabendazole lo es frente a estadíos mayores a 6 semanas. TBZ carece de efectividad
contra nemátodos y cestodos, administrándose generalmente como suspensión acuosa por vía oral o
intrarruminal. Una parte del fármaco se concentra en el parénquima hepático como droga madre, lo que
explica su elevada efectividad para el tratamiento de la fasciolasis aguda (estadíos jóvenes). Paralelamente,
otra fracción del fármaco se absorbe, y su posterior oxidación en el hígado también genera metabolitos
sulfóxido y sulfona (activo, a diferencia de los metilcarbamatos), detectables en circulación sistémica. Ambos
metabolitos presentan una elevada UPP (persistiendo hasta 7 días en sangre), lo cual explica su elevada
eficacia frente a estadíos adultos. Tanto TBZ droga madre como sus metabolitos pueden ser hidroxilados en
el hígado y eliminados por vía biliar sin conjugar o conjugados con ácido glucurónico o sulfato.

Se ha demostrado que TBZSO altera morfológicamente el tegumento del parásito, formando ampollas que determinan
la ruptura del mismo y la exposición de la lámina basal y los tejidos subtegumentarios. TBZSO también altera la función
de los microtúbulos, pero esto no explica la falta de efectividad frente a nemátodos ni cestodos. Estudios indican que
esta molécula es más afín por la tubulina del trematodo comparado con otros parásitos. Es decir, el sitio de unión de
los BZD a la tubulina de Fasciola es diferente al de nemátodos y cestodes, lo cual también explicaría la baja efectividad
del ABZ y sus metabolitos frente a formas juveniles de Fasciola. Largo período de retirada (28 días). No usar en vacas
lecheras.
CESTODICIDAS
Las drogas usadas para el tratamiento de las parasitosis causadas por cestodes o tenias se comportan como tenífugos
(facilitan la expulsión del parásito sin muerte necesariamente) o tenicidas (matan al cestode). El objetivo del
tratamiento es la completa eliminación del parásito, ya que, en 3 semanas, a partir de un escólex intacto, la tenia
puede regenerarse completamente. Por lo tanto, se aconseja un análisis coproparasitológico luego de este período
para corroborar la efectividad del tratamiento. Una falla en el mismo ocurre generalmente por una deficiente difusión
de la droga hacia el escólex y primeros proglótidos debido a la reacción inflamatoria de la mucosa intestinal, asociada
a la presencia de exudado inflamatorio y mucosidad, que dificultan el acceso de la droga al parásito. De ser posible,
el control de los hospedadores intermediarios en el ciclo de los cestodes es una estrategia recomendada para lograr
el éxito del tratamiento. Los principales cestodes de importancia veterinaria y en salud pública son:
ARECOLINA
Es un alcaloide natural que se administra por vía oral en forma de tabletas con cubierta entérica,
preferentemente con 12 horas de ayuno. Se absorbe en intestino y se inactiva a nivel del hígado o en plasma
por colinesterasas.
Es “útil” en caninos contra Echinococcus granulosus, Taenia hydatigena y Dipylidium caninum. Es una droga
que actúa como tenífuga, cuyo mecanismo de acción implica la estimulación colinérgica, tanto a nivel nicotínico
en la placa motora del parásito (causando PARÁLISIS ESPÁSTICA por 2 horas) como a nivel muscarínico en
el intestino del animal, estimulando la hipermotilidad que facilita la expulsión del parásito, aunque también
puede producirse diarrea. Ya no se utiliza debido a su baja eficacia clínica.
BUNAMIDINA
Se administra por vía oral en forma de sales: la sal de hidrocloruro se usa en caninos y felinos en forma de
tabletas, mientras que la sal de hidroxinaftoato se utiliza en rumiantes formulada como suspensión,
respectivamente. La eficacia de la bunamidina es mayor en monogástricos con el estómago lleno, pero
paradójicamente en rumiantes lo es si están en ayunas. La absorción intestinal es escasa (una baja absorción
mejora la actividad) y se inactiva en el hígado.
Poseen elevada actividad frente a todo tipo de tenias tanto en grandes como en pequeños; sin embargo, la
eficacia frente a Dipylidium caninum es variable y reducida para Moniezia expansa. Es una droga tenicida que
destruye el tegumento de la tenia, con la consecuente disminución en la captación de glucosa y la exposición
de tejidos subtegumentarios, fácilmente digeribles por las enzimas del hospedador.
Es una droga segura; la toxicidad aparece si se absorben cantidades elevadas en el intestino. Esto puede
ocurrir si las tabletas son disueltas, lo que conduce a irritación de la mucosa oral y predispone a una mayor
absorción intestinal. Dicha toxicidad se manifiesta frecuentemente con diarrea, fibrilación auricular, daño y
disfunción hepática (incremento en sangre de transaminasas y fosfatasa ácida). No es teratogénica, pudiendo
usarse en hembras gestantes.
NICLOSAMIDA
Es una salicilanilida que se administra solamente por vía oral en forma de suspensión (rumiantes) o tabletas
(pequeños). El inicio de la acción es rápido (1 hora) y las tenias se eliminan con las heces. Se diferencia de las
otras salicilanilidas por su pobre absorción y rápida inactivación hepática, transformándose en
aminoniclosamida, un metabolito con muy baja actividad. Se recomienda el ayuno previo, ya que eleva la
eficacia.
Son drogas tenicidas con elevada actividad frente a todo tipo de tenias de caninos y felinos, EXCEPTO PARA
EL TRATAMIENTO DEL ECHINOCOCCUS GRANULOSUS. En rumiantes se emplea para el tratamiento de
Moniezia spp y Thysanosoma spp, mientras que en equinos es eficaz para el tratamiento de Anoplocephala. El
mecanismo de acción es el mismo de las salicilanilidas: desacople de fosforilación oxidativa, disminución de
la captación y utilización de glucosa → degradación de glucógeno → incremento de la concentración de ácido
láctico → Destrucción del tegumento parasitario y muerte.
Debido a que prácticamente no se absorbe, es una droga muy segura (índice terapéutico de 40), pudiendo
usarse incluso en pacientes debilitados y hembras gestantes. Muy raramente en pequeños puede originar
náuseas y vómitos.
PRAZIQUANTEL
Muy usada en pequeños y “poco” en grandes. Se administra en forma de tabletas, suspensión o pasta por vía
oral. También puede formularse para administrarse por vía parenteral (SC o IM). Por ambas vías se absorbe
de forma rápida y completa (excepto en el ovino, cuya absorción por vía oral es pobre), alcanzando el Cmáx
entre 1/2 hora y 2 horas. A pesar de su elevada UPP, se distribuye ampliamente hacia diferentes tejidos,
incluyendo cerebro (atraviesa BHE), musculatura, cavidad peritoneal y vísceras, sitios de alojamiento de las
tenias o sus larvas. Posee un elevado metabolismo hepático, fundamentalmente por la enzima citocromo P450
3A, que lo convierte en un hidroxi-praziquantel, un metabolito activo. Se elimina principalmente por vía renal
o biliar (menos importante). La vida media de eliminación en caninos vía IV es alrededor de 30 minutos.
Es una droga de elevada eficacia frente a todas las especies de tenias en sus estadios adultos, juveniles e
incluso formas larvarias. ES LA DROGA DE ELECCIÓN PARA EL TRATAMIENTO DEL ECHINOCOCCUS
GRANULOSUS. El mecanismo de acción se basa en el aumento de la permeabilidad al Ca+ en las células
musculares y/o tegumentarias del parásito, actuando sobre los canales de Ca+ de membrana, a lo que le sigue
una rápida contracción muscular del mismo (a los 15 minutos de tratar). Sumado a esto, el incremento de Ca+
citoplásmico activaría proteínas que producen vacuolas en el tegumento, las cuales van estallando y creando
lesiones que permiten el ingreso de neutrófilos y eosinófilos hacia el citoplasma del cestode, reconocimiento
de antígenos y ulterior lisis del parásito.
Es una droga de amplio margen de seguridad. Los canales de Ca+ parasitarios difieren de los del hospedador,
lo cual explicaría esta seguridad.
Epsiprantel es un isómero del Praziquantel; se administra por vía oral y posee limitada absorción intestinal
(lo que limita su acción frente a estadios extraintestinales de cestodes), teniendo por ende baja distribución
(función localizada). No experimenta metabolismo hepático, eliminándose lógicamente por heces y apenas en
un 0,1% por orina. Mismo mecanismo de acción que Praziquantel. Se utiliza para tratar las tenias más comunes
que afectan a pequeños animales. Es una droga muy segura, pudiendo usarse en hembras preñadas.
PROTOZOODICIDAS
Los protozoos son protistas unicelulares que poseen una serie de orgánulos como lisosomas, retículo endoplásmico,
material genético organizado en cromosomas dentro de un núcleo, mitocondrias y aparato de Golgi, entre otros. La
mayoría son de vida libre o pueden encontrarse en una relación simbiótica con organismos superiores, como en los
preestómagos del rumiante. No obstante, muchos protozoos se comportan como parásitos, creando serios problemas
al afectar al hombre o a los animales domésticos. Se distinguen dos grandes phylum: uno es el
SARCOMASTIGOPHORA, que incluye a los protozoos móviles como Trichomonas, Tripanosoma, Giardia, Leishmania e
Histomona; mientras que otro es el APICOMPLEXA, que incluye protozoos con capacidad de esporular, como los
coccidios, Toxoplasma, Cryptosporidium y Babesia. De forma simple, se pueden clasificar las enfermedades
producidas por protozoos atendiendo a los órganos o tejidos afectados:
TGI: Eimeria/Isospora, Histomonas, Giardia y Cryptosporidium.
Tejido sanguíneo: Tripanosoma y Babesia.
Tracto genital: Trichomonas, Neospora.
Tejido nervioso: Toxoplasma, Sarcocystis.
FÁRMACOS MÁS USADOS CONTRA COCCIDIOS E HISTOMONAS

HIDROXIQUINOLONAS
Son fármacos utilizados para el control de los COCCIDIOS (anticoccidiósicos). Los principales referentes de
este grupo son el BUQUINOLATO, DECOQUINATO y NEQUINATO.
Son fármacos muy poco hidrosolubles, siendo administrados en el alimento, generalmente en la producción
aviar. Se absorben muy poco, y esa mínima fracción absorbida se metaboliza y elimina rápidamente, lo que
determina que no haya casi toxicidad, residuos ni período de retirada en los individuos tratados.
Incluyen en su espectro las eimerias más importantes de las aves. Actúan en las etapas tempranas del
desarrollo de los coccidios, permitiendo la penetración del esporozoíto en la célula intestinal (el fármaco no
es activo si se administra después del día de exposición a los ooquistes), pero inhibiendo su desarrollo.
Consecuentemente, detienen el progreso de la enfermedad y, dado que no eliminan el parásito, su actividad
resulta COCCIDIOSTÁTICA (El parásito no replica → No se estimula la inmunidad). Si se detiene el tratamiento
(porque los animales dejan de comer), el parásito latente puede reactivarse y causar enfermedad. El
mecanismo de acción consiste en inhibir el transporte mitocondrial de electrones en el parásito, bloqueándole
la respiración y su capacidad de generar energía.
Actualmente, la rápida aparición de coccidios resistentes y la ausencia de un control completo de la
enfermedad determinaron que las hidroxiquinolonas no sean muy usados actualmente.
IONÓFOROS
Son antibióticos extraídos de varias especies de Streptomyces. Representan el grupo de anticoccidiósicos
más efectivos y utilizados hasta el momento, e incluye a MONENSINA, LASALOCID, NARASINA,
MADURAMICINA y SEMDURAMICINA.
Se administran por vía oral, pudiendo presentar un comportamiento farmacocinético diferente en función de
la especie animal tratada. Mientras que en rumiantes aproximadamente la mitad de la dosis de monensina
alcanza la circulación general (30% de biodisponibilidad, alto metabolismo), en monogástricos la absorción es
mayor (80% de biodisponibilidad, bajo metabolismo), llegando casi la totalidad de la dosis al torrente
sanguíneo, lo cual implica mayor riesgo de toxicidad. Presentan bajo volumen de distribución, y el fármaco
absorbido es rápidamente metabolizado en el hígado por desmetilación e hidroxilación de fase 1 en varias
posiciones de la molécula. Los metabolitos generados (solo el metabolito M1 es algo activo) se eliminan en un
99% por materia fecal y en un 1% por orina.
La palabra “ionóforo” significa llevar iones, y se refiere a la acción de estos fármacos de formar complejos
lipofílicos con iones monovalentes y divalentes, y transportarlos a través de las membranas celulares. Esto
altera el equilibrio dentro de las células del parásito, lo que ocasiona un consumo elevado de energía para
corregir el desequilibrio. Este particular mecanismo de acción explica que los ionóforos puedan comportarse
como coccidiostáticos o coccidicidas, dependiendo de la concentración y el tiempo de exposición al fármaco.
La principal actividad anticoccídica se ejerce contra los estadios del coccidio ubicados en la luz intestinal,
fuera del enterocito; la falta de actividad contra estadios intracelulares se relaciona con la dificultad de estos
compuestos para atravesar las membranas. Esta característica determina que estos fármacos no sean los
más útiles para el control de la enfermedad con signos clínicos evidentes, dado que previenen la infección,
pero no atacan las fases en desarrollo dentro de la célula intestinal (no se recomiendan para tratar afecciones
ya establecidas).
Presentan un bajo índice terapéutico y pueden causar toxicidad, manifestada con anorexia, debilidad, ataxia,
diarreas y muerte por TOXICIDAD CARDÍACA, especialmente en el equino, muy susceptibles a estos fármacos,
que pueden morir a dosis que en otras especies se consideran terapéuticas. En aves se ha descrito el
síndrome de la cama mojada, dado que en ellas la manifestación tóxica se basa en trastornos
gastrointestinales, caracterizados por el aumento y la fluidificación de las deposiciones.
AMPROLIO
Es un polvo cristalino blanco, hidrosoluble e inodoro. Se absorbe poco tras la administración oral,
alcanzándose la concentración máxima en plasma en aproximadamente 30 minutos y 1 hora. Se excreta
principalmente por vía renal de forma rápida.
La molécula de amprolio se relaciona estructuralmente con la tiamina (vitamina B1), fundamental al actuar
como coenzima en diversas reacciones implicadas en la generación de energía.
La primera y segunda fase del esquizonte se caracterizan por una rápida multiplicación celular, que requiere
una gran cantidad de energía. El amprolio inhibe específicamente la incorporación de tiamina a través de la
membrana de los esquizontes (fundamentalmente de los de segunda generación), impidiendo la multiplicación
de los merozoitos. Su limitado espectro como coccidicida en aves, genera que se administre conjuntamente
con otros coccidiostáticos como etopabato y sulfaquinoxalina (antagonistas del ácido fólico). Dada la actividad
sobre esquizontes de segunda generación, este fármaco puede usarse para el tratamiento de la coccidiosis
clínica, además de ser útil como preventivo.
A dosis terapéuticas, el amprolio no tiene toxicidad alguna, ya que, si bien la droga dificulta la incorporación
de tiamina en las células mamíferas y de aves, los sistemas de transporte de tiamina del parásito son más
sensibles a la acción inhibidora del fármaco. Esto confiere la ventaja de no requerir período de retirada. Si se
sobredosifica, los signos se corresponden con los producidos por la deficiencia de tiamina, a saber: debilidad,
ataxia, paresia, anorexia, parálisis, convulsiones y muerte.
SULFAMIDAS
Son potentes agentes quimioterápicos activos frente a bacterias G+, G-, chlamydias y sobre coccidios. Las
que se usan para el tratamiento de estos últimos incluyen a la SULFADIAZINA, SULFAGUANIDINA,
SULFAMETAZINA, SULFAQUINOXALINA, SULFADIMETOXINA y SULFANITRÁN.
Todas derivan de la sulfanilamida, y se originaron a partir de sustituciones en el grupo NH del núcleo central
sulfamida. Son ácidos débiles relativamente insolubles en agua. La hidrosolubilidad mejora al formularlas
como sales sódicas, las cuales forman soluciones alcalinas. Así, se administran en el agua de bebida, aunque
también existen formulaciones para administrar por vía parenteral (en mamíferos). Exceptuando a la
sulfaguanidina y sulfaquinoxalina, se absorben bien, teniendo un alto VD. Se eliminan mayoritariamente por
riñón como droga madre o metabolitos acetilados (al revés de otros fármacos, la acetilación disminuye la
hidrosolubilidad, aumentando el riesgo de precipitación y daño tubular renal).
Actualmente son empleados para el tratamiento de la coccidiosis clínica bovina (sulfametazina,
sulfaquinoxalina) y de la coccidiosis clínica canina (sulfadimetoxina). Además, pueden usarse para el
tratamiento de otros protozoos como Toxoplasma gondii, Neospora caninum y encefalomielitis equina
producida por Sarcocystis neurona.
Las sulfamidas actúan interfiriendo en la síntesis de ácido fólico, ya que son estructuralmente similares al
PABA (ácido paraaminobenzoico), un precursor del ácido fólico microbiano. El ciclo biológico de los coccidios
se caracteriza por incluir fases de intenso desarrollo y multiplicación (esquizonte), muy susceptibles a la
deficiencia de ácido fólico. En principio son coccidiostáticos, pero esto puede cambiar con la dosis y el tiempo
de exposición. Actúan principalmente contra las fases asexuadas y en menor proporción contra los estadios
sexuales; de manera más específica bloquean la multiplicación de los merozoitos en la primera y segunda
fase del esquizonte, permitiendo al sistema inmune del animal reaccionar contra el parásito. Por lo tanto, al
actuar sobre estadíos tardíos del parásito, estos fármacos son útiles para el tratamiento de la coccidiosis
clínica.
Los períodos de retirada oscilan de 3 a 6 días, y los huevos no deben destinarse al consumo humano. Algunas
manifestaciones tóxicas incluyen queratoconjuntivitis seca, hipoprotrombinemia y anemia aplásica.
HALOFUGINONA
Es un alcaloide muy estable y resistente, insoluble en agua y extraído de la hortensia. Presenta un amplio
espectro de actividad frente a las diferentes eimerias de aves, sumado a Cryptosporidium, Theileria y
Plasmodium. Actúa en diferentes estadíos sexuales y asexuales del ciclo del coccidio: esporozoíto, primera y
segunda fases de esquizonte. El mecanismo de acción no está muy dilucidado: se cree que es un potente
inhibidor de la expresión de los genes que codifican para las enzimas “Colágeno alpha 1” y “matrix
metalloproteinase II”.
No se debe administrar a aves de puesta debido a la presencia de residuos en los huevos por encima del nivel
de tolerancia. El período de retirada en aves es de 4 días. La administración continua en aves se asocia a
alteraciones cutáneas, debido a la interferencia en la síntesis de colágeno, ocasionando una disminución de
la tensión cutánea. Sumado a esto, ejerce un importante impacto ambiental afectando principalmente a los
peces.
TOLTRAZURIL
Es un compuesto hidrosoluble, lo cual permite su administración en el agua de bebida. La absorción oral es
buena, distribuyéndose y fijándose a los tejidos de los animales tratados, principalmente en riñón e hígado,
donde se metaboliza formando metabolito sulfóxido y sulfona (activo).
Es una molécula de amplio espectro anticoccídico y antiprotozoario, que incluye Eimeria, Isospora,
Toxoplasma, Neospora y Sarcocystis. Si bien el mecanismo de acción no está completamente dilucidado, se
cree que inhibe el transporte de electrones y la síntesis de pirimidinas en el parásito. Posee la ventaja sobre
otros fármacos clásicos de que su actividad se ejerce sobre diferentes fases del desarrollo del coccidio,
incluyendo tanto fases asexuales como sexuales (trofozoíto, esquizonte temprano, esquizonte tardío,
microgametos, macrogametos, esporulación del ooquiste), lo cual hace de esta molécula una herramienta
eficaz para el tratamiento de brotes de coccidiosis, con excelente actividad después de una única aplicación.
El fármaco no interfiere en el desarrollo de inmunidad por parte del animal afectado.
Dada la mayor susceptibilidad de las enzimas de los coccidios, el toltrazuril es poco tóxico en animales
domésticos.
FÁRMACOS MÁS USADOS CONTRA GIARDIA
NITROIMIDAZOLES
Los más utilizados en medicina veterinaria son el METRONIDAZOL, RONIDAZOL e IPRONIDAZOL5. Tienen un
pequeño tamaño molecular y están formados por la asociación de un grupo nitro y una estructura cíclica
nitrogenada. Se formulan generalmente como comprimidos o suspensiones, siendo administrada en
monogástricos generalmente por la vía oral, con una rápida y completa absorción. En rumiantes no se da por
vía oral porque la microbiota ruminal reduce el grupo nitro, desactivando la molécula; por ende, se utiliza la
vía IV o en lavajes locales (prepuciales), con buenos resultados. Son relativamente liposolubles y tienen baja
UPP, por lo que una vez absorbidos presentan alto VD, alcanzando tejidos y fluidos orgánicos (LCR, sinovial,
peritoneal) e incluso abscesos. Se metaboliza extensamente en hígado, generando metabolitos que se
eliminan por orina principalmente.
El espectro de los nitroimidazoles incluye Giardias, Trichomonas y amebas ( Entamoeba). En Trichomonas no
se recomienda el tratamiento. Adicionalmente, es activo contra bacterias anaerobias. El mecanismo de acción
es relativamente “inespecífico”: el fármaco alcanza el citosol del protozoo, siendo atacado por enzimas
citosólicas, mitocondriales o microsomales. Es esencial el grupo nitro de la molécula, ya que la principal

5
ABZ y FBZ también es efectivo contra Giardia, teniendo una toxicidad mucho menor.
reacción metabólica es la reducción de este grupo, generando metabolitos reactivos inestables que
reaccionan con los constituyentes celulares (ADN, membranas, enzimas). Los mecanismos para neutralizar
los metabolitos se ven sobrepasados, lo que determina la muerte del protozoo o la bacteria.
No son frecuentes las reacciones adversas; la toxicidad asociada a estos fármacos se debe a su mecanismo
de acción en células hepáticas, por lo que, si bien no son extremadamente tóxicos, tampoco son inocuos. Se
propone toxicidad debida a antagonismo del GABA por parte de algunos de los metabolitos.
FÁRMACOS MÁS USADOS CONTRA BABESIA y TRICHOMONAS
DIAMIDINAS: Diminazeno e Imidocarb
Son moléculas liposolubles que duran mucho tiempo en el organismo. Ambos comparten mecanismo de
acción: hacen depósito en el hígado y riñón, llegan al glóbulo rojo, integrándose en el parásito e inhibiendo la
síntesis de ADN, no destruyéndolo, pero impidiendo su replicación y permitiendo el desarrollo de inmunidad.
Como tal, ninguno elimina completamente las Babesias, aunque reducen drásticamente su presencia en la
circulación, por lo que pueden usarse con dos fines diferentes: tratamiento clínico o profilaxis.
El Diminazeno se administra vía SC e IM en bovinos y equinos, NUNCA IV porque es tóxica (ataxia,
convulsiones, hipotensión). Además de su eficacia contra Babesias, es eficaz contra tripanosomas.
El Imidocarb es menos tóxico, pudiendo usarse por vía IV o SC. También forma un depósito en los tejidos,
prolongando su permanencia en el individuo, lo cual es favorable desde el punto de vista inmunológico pero
contraproducente desde el punto de vista de los residuos (prohibido en EEUU). El espectro se limita a Babesia.
SURAMINA
Es un derivado de la urea de compleja estructura química, elevado peso molecular y naturaleza hidrosoluble,
utilizada para el control de la tripanosomiasis en animales domésticos. Se administra preferentemente por
vía IV dado que por vía parenteral es irritante y doloroso. Se distribuye por el organismo y se une a diferentes
tejidos quedando como un depósito tisular. Tienen elevadísima UPP, lo cual determina su mecanismo de
acción, ya que las proteínas plasmáticas son el alimento del Tripanosoma, que ingiere así el fármaco y sufre
una interferencia a nivel energético, viéndose impedida su replicación y permitiendo el control inmunitario.
Sufre escaso metabolismo y se elimina por vía renal y fecal.
FÁRMACOS USADOS CONTRA LEISHMANIA
La leishmaniasis es una enfermedad muy relevante en el mundo, zoonótica, transmitida por mosquitos entre animales
y el humano.
ANTIMONIALES PENTAVALENTES: Incluyen al STIBOGLUCONATO DE SODIO y TIBOGLUCONATO DE SODIO por
vía IV o intralesional y al ANTIMONIATO DE MEGLUMINA, que se le suma la vía IM. No se absorben nada por
vía oral. Son prodrogas, reduciéndose por la Leishmania y uniéndose a diversas proteínas (mecanismo
inespecífico). Los tratamientos pueden durar hasta 1 mes, llegando a inyectar hasta una vez por día, evaluando
el curso de la lesión. Son frecuentes las recidivas. Puede tener nefrotoxicidad, desórdenes GI e irritación
cutánea. Para mejorar la eficacia se puede utilizar asociada con alopurinol.
MILTEFOSINA: es un fármaco que se puede utilizar por vía oral, aunque el tratamiento también es prolongado,
dependiendo de la respuesta. Interfiere en la síntesis de fosfolípidos del mastigota (que se replica dentro del
macrófago). Es mucho menos tóxico que los derivados del antimonio. Es marcadamente teratogénico en
humanos.
El alopurinol no se usa solo, sino más bien combinado, mejorando la eficacia de los fármacos mencionados
anteriormente. Producen inhibición de la xantinooxidasa en el mamífero. En la Leishmania los metabolitos se
integran al ADN e inhiben la síntesis de proteína. La administración puede ser oral, dos o tres veces por día
durante 1-3 meses.
ANTIPARASITARIOS EXTERNOS
El control de los ectoparásitos es importante tanto desde el punto de vista estético como económico y sanitario; esto
confiere mayor relevancia a las sustancias destinadas a combatir a los ectoparásitos, conocidas como
ECTOPARASITICIDAS. Los mismos se clasifican en grandes rasgos como insecticidas, acaricidas e ixodicidas
(garrapatas) en función del parásito que ataquen.
En la elección de un correcto antiparasitario externo participan muchas variables, tales como el género del
ectoparásito, la especie, el número de animales a tratar, las prácticas de manejo del establecimiento y el costo del
tratamiento. Se describen someramente los principales métodos de aplicación de estos fármacos:

DERIVADOS BOTÁNICOS
ROTENONA
- Es un compuesto de origen natural extraído de la planta Derris ellíptica, con actividad ante ácaros, garrapatas
y pulgas. Es tóxico para peces, cerdos y serpientes.
- El mecanismo de acción implica el bloqueo de las vías energéticas del parásito.
D-LIMONENO
- Derivado de cítricos, son utilizados en collares antipulgas, teniendo un efecto “disecante” sobre el parásito.
Carece de poder residual.
ORGANOFOSFORADOS
- Son ésteres sintéticos del ácido fosfórico, ampliamente utilizados. Los más importantes en veterinaria
son el Triclorfón, Diclorvós, Clorpirifós, Coumafós, Diazinón, Etión y Naftalofós. Se comercializan en diferentes
formulaciones para baños de inmersión y aspersión, preparados pour on y spot on, collares, caravanas,
aerosoles y cremas. Diclorvós y Triclorfón se formulan por vía oral para el control de gasterófilos en equinos.
- Debido a su liposolubilidad son absorbidos por todas las vías, difunden
por el organismo y se acumulan en aquellos tejidos ricos en lípidos, especialmente en tejido adiposo. Pueden
ser hidrolizados parcialmente en medios alcalinos, como el intestino delgado, lo que genera variaciones en la
fracción absorbida y puede disminuir la biodisponibilidad; es el caso del Triclorfón por vía oral. Se metabolizan
en el hígado por oxidación, generando metabolitos de mayor o menor actividad respecto al compuesto original.
Son eliminados principalmente por orina y en menor proporción por leche. Tienen vida media corta.
Generalmente son efectivos contra piojos, pulgas y ácaros de la sarna. Actúan inhibiendo irreversiblemente
a la enzima acetilcolinesterasa (AChe), lo que conduce al bloqueo de la hidrólisis de ACh en sitios de
transmisión colinérgica. Suelen reaccionar más específicamente en el sitio esteárico. De esta manera, la ACh
no degradada provoca la excitación en las sinapsis dependientes de estimulación colinérgica, donde el
neurotransmisor liberado provoca hiperexcitabilidad neuromuscular seguida de incoordinación y muerte.
- El índice terapéutico en mamíferos es estrecho, y los cuadros de toxicidad se asocian con efectos
muscarínicos, nicotínicos y en el SNC. Los principales signos muscarínicos incluyen sialorrea, hipersecreción
y broncoespasmo, bradicardia, miosis, cólico abdominal, vómitos y diarrea. Por su parte los efectos nicotínicos
radican en fibrilaciones y contracciones musculares irregulares. Sobre el SNC se pueden presentar signos
de ansiedad, inquietud e hiperexcitabilidad, que en el caso de caninos y felinos puede progresar hasta provocar
contracciones convulsivas. El tratamiento de la intoxicación aguda se basa en la administración de atropina,
que en dosis suficientes antagoniza eficazmente los efectos a nivel de los receptores muscarínicos, no así
contra la activación neuromuscular periférica y la parálisis subsecuente. También pueden usarse “oximas”
como la pralidoxima por vía endovenosa (sí o sí antes de las 12 horas de intoxicación), que actúa uniéndose al
fármaco y liberándolo de la enzima (no atraviesa BHE, limitando su accionar a los receptores nicotínicos de
la placa muscular). También pueden usarse anticonvulsivantes si aparecen los cuadros de convulsión.
CARBAMATOS
- : Son compuestos sintéticos derivados del ácido carbámico, siendo el CARBARIL y el PROPOXUR los
más utilizados.
- : Se formulan como polvos, champús, aerosoles y collares para administrarse por vía tópica,
ya que administrados por vía general se metabolizan rápidamente, con una semivida muy corta. Tras su
absorción (pobre, por cierto), son biotransformados por hidrólisis a ácido carbámico, eliminándose
principalmente por orina. No son muy usados en grandes animales debido a que en los baños de inmersión
pierden eficacia progresivamente tras el pasaje de muchos animales; su uso en estos se restringe al control
de las miasis.
- : Son efectivos frente a pulgas, piojos, garrapatas, moscas, miasis y diferentes
insectos ambientales. Actúan inhibiendo reversiblemente a la enzima acetilcolinesterasa, lo cual los
diferencia con los organofosforados. Se unen tanto al sitio aniónico como esteárico.
- Dada la rápida regeneración enzimática, los carbamatos poseen menor toxicidad, siendo menos
nocivos para el ambiente, fotodegradables y metabolizables por microbios, plantas y animales. En casos de
intoxicación, la signología es similar a la de los organofosforados, pero de menor intensidad. El tratamiento
de la misma se realiza administrando sulfato de atropina. No se utilizan las oximas (pralidoxima), puesto que
son ineficaces.
AMITRAZ
- El amitraz pertenece al grupo de las formamidinas. Es un compuesto ligeramente
hidrosoluble y muy soluble en solventes orgánicos, cuya formulación más habitual es como aceite miscible
para su dilución en agua dulce o salobre, usándose posteriormente en baños de aspersión o inmersión. La
desventaja de estas formulaciones es su inestabilidad, lo que obliga a su uso inmediato una vez preparado el
baño. Dada su inestabilidad en medios ácidos, no se aconseja su administración oral; aparte, puede existir
absorción percutánea, directamente proporcional a las lesiones que existan en la piel. Tras su administración,
es rápidamente biotransformado por hidrólisis y oxidación en el hígado, generando metabolitos que se
excretan por orina y bilis.
- Es usado para el control de piojos, garrapatas y ácaros de la sarna en
rumiantes y pequeños animales. Es destacable su efectividad contra la demodicosis canina (indicada como
garrapaticida o sarnicida), careciendo de efectividad contra las miasis. La gran solubilidad en solventes
orgánicos favorece el ingreso al parásito y la acción antiparasitaria; la misma se basa en el agonismo de los
receptores octopaminérgicos, tanto a nivel central como periférico, modulando la excitabilidad muscular. La
octopamina es un neurotransmisor primario en artrópodos, similar a la noradrenalina. Así, la gran afinidad
del amitraz (mayor que la octopamina) por los receptores octopaminérgicos conduce a una marcada
hiperexcitabilidad, incoordinación muscular, parálisis y muerte del parásito. La acción letal del amitraz es
potenciada por la aparición de un metabolito desmetilado mucho más potente que el fármaco madre.
Complementariamente, el amitraz inhibe la síntesis de prostaglandinas que intervienen en el proceso de la
alimentación por iniciación y mantenimiento de la lesión en el huésped. También interfieren en la oviposición
y eclosión, lo que potencia su acción letal.
- El margen de seguridad es amplio; sin embargo, está contraindicado en el equino por el efecto
depresor de la motilidad intestinal, lo cual predispone a cólicos. Las manifestaciones tóxicas más comunes
incluyen sedación, hipotensión, bradicardia e hipotermia. Este cuadro se trata con fármacos bloqueantes α2,
tales como atipamezol o yohimbina asociada a terapéutica sintomática. La atropina se contraindica ya que
agrava la atonía digestiva. No se recomienda su uso en pequeños durante la gestación y lactación. El amitraz
tiene un poder residual aproximado de 7 a 9 días.
PIRETRINAS y PIRETROIDES
- A partir de las plantas de crisantemo se obtuvieron las piretrinas, caracterizadas
químicamente por tener una unión éster fácilmente degradable, tanto por el medio ambiente (luz y oxígeno)
como por los sistemas enzimáticos (P450) de insectos y parásitos. Esto último explica la alta eficacia, pero
baja letalidad contra insectos, los cuales se recuperan al degradar el compuesto. Esto motivó la búsqueda de
derivados sintéticos conocidos como piretroides, de inmediata actividad insecticida, al tiempo que se mejoró
la estabilidad a la luz solar y temperatura. Los piretroides se clasifican en tres grandes grupos:
- Tipo 1: Son los primeros piretroides sintéticos.
- Tipo 2: Molécula más estable por agregado de
grupos ciano y sustituciones de halógenos.
- Tipo 3: Son isómeros alfa, que han demostrado
ser los de mayor eficacia.

Se los aplica en baños de inmersión, aspersión, pour on y spot on, aerosoles, collares, champúes, polvos, cremas,
pomadas y gel. Existen preparados comerciales a base de piretrinas, comúnmente asociadas a butóxido de piperonilo,
debido a que este último inhibe la P450 responsable de su degradación. Tras su administración, la absorción cutánea
es poco importante, ya que prácticamente no atraviesa la piel intacta.
- : Son utilizados como insecticidas (moscas y piojos) y acaricidas (garrapatas
y ácaros en mascotas), generalmente en forma de baños. Un efecto relevante es su acción como repelente.
Al ser aplicados sobre el animal, los piretroides difunden por la superficie corporal mezclados íntimamente
con las secreciones de la piel, entrando así en contacto con ectoparásitos y viéndose favorecido su ingreso al
artrópodo (fundamentalmente por la cutícula) debido a su liposolubilidad. Sobre los ectoparásitos sensibles
se comportan como potentes agentes neurotóxicos, interrumpiendo la función del sistema nervioso por la
alteración de la conductancia iónica a través de la membrana, siendo el blanco específico de su accionar los
canales de Na+ voltajes dependientes, generando hiperexcitación, incoordinación, volteo, seguida de parálisis
y muerte.
- : Son relativamente poco tóxicos debido a su pobre absorción cutánea. De haber toxicidad, puede
presentarse hipersalivación, diarrea, vómitos, hiperexcitabilidad o depresión. El tratamiento se realiza de
forma sintómatica, ya que no existe antídoto. Es importante remarcar el impacto ambiental sobre los peces,
dado que se vuelven más activos a bajas temperaturas (en el agua).
FIPRONIL
- Pertenece al grupo fenilpirazoles. Se encuentra disponible en dos formulaciones:
spot on para mascotas (pipeta), indicándose contra garrapatas y pulgas, o spray (pulverización) para bovinos,
indicándose contra garrapatas, vermes, moscas y piojos. Una vez que el animal está seco, el fármaco resiste
a los baños y a los champúes. Una vez aplicado por vía tópica, se distribuye a través de la epidermis,
depositándose en las glándulas sebáceas del animal (efecto reservorio), desde donde se va liberando
gradualmente con la secreción glandular para recubrir progresivamente piel y pelo, consiguiendo un efecto
prolongado en el tiempo. No se detecta en hipodermis, lo que confirma su limitado ingreso percutáneo.
- El fipronil, lipofílico, penetra rápidamente a través del exoesqueleto del parásito para
alcanzar su punto de acción. Dicho fármaco actúa a nivel del SNC invertebrado, comportándose como
antagonista o inhibidor del GABA y anulando el flujo intracelular de cloro (neuromodulador), lo cual provoca
la muerte rápida del parásito por hiperexcitación. El fipronil elimina una gran proporción de las pulgas antes
de las 12 horas de aplicado, evitando la puesta de huevos e interrumpiendo el ciclo de vida. Este efecto se
prolonga 2 meses en perros y 1 en gatos. En el caso de las garrapatas, se mantiene por 1 mes.
- Presentan un alto margen de seguridad debido a las diferencias entre el receptor GABA vertebrado
e invertebrado. Puede aplicarse en perros a partir del mes de vida, en tanto que en los gatos a partir de los 3
meses. Su uso está contraindicado en bovinos en lactación o durante el primer tercio de la gestación.
Presentan un prolongado período de retiro.
CLORONICOTÍNICOS (Imidacloprid y Nitenpiram)
- Son insecticidas originalmente usados en agricultura y aprobados hace pocos años
para el tratamiento y control de las pulgas en pequeños animales. El imidacloprid se aplica por vía tópica,
generalmente en preparados spot on (pipetas), distribuyéndose uniformemente por toda la superficie corporal
y prácticamente sin absorción sistémica. Por su parte, el Nitenpiram se aplica por vía oral (comprimidos),
distribuyéndose y depositándose en tejido adiposo, desde donde se libera gradualmente.
- Excelente efectividad contra pulgas, pero carecen de propiedades acaricidas
e ixodicidas. Destruyen el 98% de las pulgas adultas dentro de las 12 horas de administrados; las larvas que
contacten con el animal tratado también son afectadas. Mantienen libres de pulgas al animal por 1 mes
aproximadamente. El mecanismo de acción se basa en un ago-antagonismo del receptor nicotínico en la
neurona postsináptica de la pulga adulta: primero se comportan como agonistas nicotínicos (son
neonicotinoides → Tienen mucha mayor afinidad que la nicotina), induciendo en un primer momento a
contracciones. Luego, inducen una inhibición de la transmisión colinérgica (desensibilización) resultando en
parálisis flácida y muerte. No son afectados por la acetilcolinesterasa, lo que determina su lenta degradación
y larga duración.
- Son drogas seguras, pudiendo ser aplicadas a hembras gestantes y en lactación por la ausencia de
efectos teratógenos. Imidacloprid puede aplicarse en mascotas a partir de la 7ma y 8va semana de vida, en
tanto que el Nitenpiram a partir de la 4ta semana.
OTROS ECTOPARASITICIDAS
: Dentro de su espectro se incluyen las miasis y las pulgas. Es un agonista nicotínico, de alto índice
terapéutico, administrado normalmente por el alimento.
: Se incluyen al fluralaner, afoxolaner y sarolaner, formulados como tabletas palatables. Su
administración oral evita fallos de eficacia asociados a baños frecuentes, requeridos en los tratamientos de
las enfermedades dermatológicas. Dentro del espectro se incluyen pulgas, garrapatas y ácaros de la sarna
(incluso Demodex). Han demostrado gran eficacia en el tratamiento de la demodicosis canina (efectos en
menos de 3 meses), cuyo tratamiento consistía en el empleo de antiparasitarios tóxicos como la ivermectina
(curación en más de 8 meses), constituyendo una “revolución” en el tratamiento de esta enfermedad.
El mecanismo de acción se basa en el bloqueo funcional de los canales de cloro activados por unión a ligando
(receptores iónicos de GABA y glutamato), conduciendo a un aumento en la estimulación nerviosa y
posteriormente, muerte. El mecanismo de acción selectivo les confiere un elevado índice terapéutico.

▪ Inhibidores de la síntesis de quitina: El principal representante es el lufenurón, aunque también se


incluyen al diflubenzurón, triflumurón y fluazurón. El lufenurón se comercializa en tabletas para
caninos y en suspensión para felinos, administrándose por vía oral junto al
alimento o luego de la ingesta, ya que esto incrementa su biodisponibilidad. Se
absorbe paulatinamente llegando al tejido adiposo, donde se deposita y libera
progresivamente, llegando a durar hasta 1 mes. Se elimina principalmente por
heces y en menor proporción por orina. Dicho fármaco es utilizado para el control
de las pulgas; su mecanismo de acción se basa en la inhibición de la formación
de quitina, e interrumpiendo efectivamente la evolución de los huevos y larvas.
Esta acción es posible por la ingestión de sangre con lufenurón por parte de la
pulga adulta, llegando la droga por vía transovárica a los huevos e
imposibilitando la emergencia de embriones. Las pocas larvas que puedan salir,
morirán después al no poder queratinizarse. No tienen actividad frente a pulgas adultas. Por su parte,
fluazurón es el único garrapaticida, usado en bovinos en forma pour on (protección por 45 – 60 días).
Son fármacos muy seguros, que carecen de toxicidad aguda y no presentan contraindicaciones.
▪ Análogos de la hormona larval o juvenil: Representado por metoprene, fenoxicarb y piriproxifen. La
hormona larval, como su nombre lo dice, mantiene el estado larval o previene la metamorfosis,
impidiendo el pasaje a pupa. En esto se basa el mecanismo de acción. La aplicación de metoprene en
pulverización reduce considerablemente la emergencia de pulgas. En bovinos, se la utiliza para el
control de la mosca Haematobia irritans (mosca de los cuernos), siendo administrado por bolos
intrarruminales; el metoprene se elimina por heces y ejerce su efecto sobre las larvas presentes en
la bosta. El piriproxifen se usa para el control de las pulgas, siendo más potente que el metoprene; se
lo usa en spray para el control ambiental y en preparados pour on, collares y champúes sobre el
animal. Son fármacos poco tóxicos, tanto para animales como para hombre y ambiente.
ENDECTOCIDAS
El descubrimiento de los endectocidas en la década de 1980 resultó de la intensa búsqueda de productos naturales
con actividad antihelmíntica. Esto revolucionó al mercado farmacéutico veterinario, marcando una notoria diferencia
con el resto de los antiparasitarios hasta el momento, principalmente por su eficacia contra parásitos tanto internos
como externos, permitiendo varias formas de administración, con baja toxicidad y dosificaciones en el orden de
microgramos / kilo.
Los endectocidas incluyen una variedad de sustancias naturales o semisintéticas, originándose como productos de la
fermentación de un hongo, el Streptomyces spp. Así, químicamente se dividen en dos grandes grupos: las
AVERMECTINAS y las MILBEMICINAS. La compleja estructura química de estos fármacos corresponde a una lactona
macrocíclica de 16 miembros, siendo moléculas de gran tamaño (900 kd para avermectinas y 600 kd para
milbemicinas).

Las propiedades farmacocinéticas varían con el tipo de lactona, el preparado farmacéutico, la vía de administración y
la especie animal, existiendo una importante variabilidad individual. El comportamiento farmacocinético difiere del
resto de los antiparasitarios en la prolongada permanencia de concentraciones detectables luego del tratamiento.
- Las formulaciones orales pueden administrarse directamente o por el agua/alimento. Comúnmente se usan
comprimidos, soluciones, pastas y geles. En rumiantes destacan los bolos intrarruminales de ivermectina; no
obstante, esta vía solo se usa para el tratamiento de parasitosis gastrointestinales, dada la pobre
biodisponibilidad de la misma (lo que dificulta la llegada a ectoparásitos). Por otro lado, las elevadas
concentraciones de ivermectina eliminada por materia fecal son un problema para el medio ambiente. Para
el resto de los procesos sistémicos o de ectoparasitosis, la vía de elección es la SC, con la que se consiguen
concentraciones plasmáticas más elevadas y mantenidas en el tiempo.
- Todas las formulaciones inyectables, excepto el moxidectin, poseen un excipiente no acuoso / oleoso. Dicho
excipiente determina cualidades farmacocinéticas. Luego de una administración subcutánea, la IVM no acuosa
y la DRM oleosa se depositan en el sitio de administración, retardándose su absorción (más en DRM) y
favoreciéndose una mayor permanencia del fármaco en el organismo, cuya utilidad práctica se traduce en la
exposición prolongada del parásito al fármaco, por un período de 20 a 40 días (persistencia antiparasitaria).
Por otro lado, la moxidectina de excipiente acuoso se absorbe más rápido, reflejándose en un Tmáx más
temprano y un tiempo de absorción más corto.
IVM, DRM y MXD son moléculas muy liposolubles (no confundir con excipiente), de manera que una vez
absorbidas se distribuyen ampliamente, siendo MXD la lactona con mayor volumen de distribución. El
metabolismo es casi nulo, siendo la excreción por vía biliar y fecal (90%) mayoritariamente. Dada su elevada
lipofilicidad, los endectocidas son también excretados por leche (5,5%); teniendo en cuenta esto, no están
indicadas para ser utilizadas en animales productores de leche. El único endectocida aplicable a bovinos
lecheros es el EPRINOMECTIN (no tiene período de retirada), formulada para aplicación pour on.
- Existen formulaciones de doramectina e ivermectina para aplicación transdérmica (pour on o spot on).

Las avermectinas y milbemicinas poseen un amplio espectro de acción sobre parásitos internos y externos de
rumiantes, equinos y cerdos. Sin embargo, carecen de actividad contra cestodes y trematodes. Aunque las drogas
endectocidas tienen espectro de actividad similar, cada compuesto tiene su propio espectro y sus propias especies
dosis limitantes.
- IVM, DRM y MXD por vía SC son eficaces contra todos aquellos nemátodos gastrointestinales y pulmonares
de importancia económica, incluidos estadios adultos y larvarios inmaduros. Actúan también sobre la larva
inhibida de Ostertagia, pero no tienen efecto ovicida. Son también activos sobre piojos chupadores y
masticadores, ácaros de sarna, garrapatas y larvas de moscas productoras de miasis cutáneas y subcutáneas
como Cochliomya hominivorax y Dermatobia hominis.
- La eprinomectina destinada a bovinos, se administra pour on.
- La selamectina es utilizada en mascotas vía spot on (pipeta) para el control de endo y ectoparásitos. La
milbemicina oxima también se usa en mascotas per os.
La entrada en el parásito puede darse por la vía
transcuticular (relevante en parásitos no
hematófagos) y oral (íntimamente relacionada con
su eficacia terapéutica).
Los endectocidas interactúan con canales de cloro
ligados a un receptor de glutamato en el parásito
blanco, incrementando la permeabilidad de la
membrana celular para los iones cloruro (Cl-), con
la resultante hiperpolarización y parálisis a nivel de
la musculatura faríngea y somática de los parásitos,
sumado al desprendimiento del parásito susceptible
por parálisis flácida. A bajas concentraciones, las
AVM potencian la acción del glutamato y a elevadas
concentraciones directamente producen la apertura
del canal de cloro. La falta de actividad sobre
trematodes y cestodes se explica por la ausencia de
la transmisión mediada por este tipo de canales en
la coordinación neuromuscular de estos parásitos.
Por otro lado, la localización del receptor difiere de acuerdo al tipo de parásito: en nemátodos se encuentra en la
sinapsis ubicada entre la neurona motora y la interneurona inhibitoria de la faringe y en la pared muscular, mientras
que en los artrópodos lo hace a nivel de la placa neuromuscular; independientemente el resultado es el mismo.

El uso intensivo de endectocidas (sobre todo IVM) resultó en un importante aumento en la presión de selección y en
la aparición de los primeros reportes de resistencia en bovinos, generalmente asociados a mecanismos tales como:
a) mutación de los canales de cloro ligados al glutamato y b) aumento en la expresión de glicoproteína P.
Respecto a la toxicidad, son drogas de amplio margen terapéutico. Su elevada potencia determina que se indiquen en
microgramos por kilo, siendo necesarias dosis de miligramos por kilo para producir toxicidad. A su vez, la presencia
de una glucoproteína P en la BHE actúa como “bomba extractora” de este tipo de sustancias en las células del SNC.
Los signos de toxicidad aguda son similares en las diferentes especies y se atribuyen a intoxicación a nivel del SNC,
justamente. Ataxia, temblores, midriasis y depresión seguidas de muerte son los signos clínicos más comunes tras la
intoxicación aguda con IVM. La raza Collie es especialmente susceptible, dada la falta de funcionalidad de la
glucoproteína P. En estos casos, la selamectina presenta un índice terapéutico mayor. También se reporta una mayor
sensibilidad en animales jóvenes, dado su menor desarrollo de la BHE.
A su vez, dada la gran eliminación de avermectinas por las heces, se afecta la reproducción y crecimiento de insectos
que se desarrollan en la materia fecal (escarabajos, moscas, lombrices), por ello, el uso de estas drogas puede
impedir la correcta degradación del estiércol.
Por último, respecto al período de retirada, la carne de animales tratados no debe ir a consumo humano por períodos
de entre 35 y 50 días cuando se administra IVM, MXD y DRM. Recordar que en bovinos lecheros la única apta es la
eprinomectina.
IGNACIO PESSINO ACUÑA

Antiinflamatorios
El proceso inflamatorio es una de las situaciones patológicas básicas, cuyos signos cardinales incluyen al calor, rubor,
dolor, tumor y pérdida de la función. La base de la aparición de estos signos se asocia a la dilatación arteriolar,
aceleración del flujo sanguíneo (seguida de enlentecimiento) y migración por diapédesis de leucocitos hacia el espacio
extravascular. Aplicamos el término de fármaco antiinflamatorio a un medicamento habitualmente empleado para
evitar o disminuir la inflamación de los tejidos. De extremado uso en la medicina veterinaria, se clasifican en dos
grandes familias: AINES (No esteroides) y GLUCOCORTICOIDES (Esteroides).

AINES
MECANISMO DE ACCIÓN
Los fármacos AINES (antiinflamatorios no esteroides) se constituyen por una serie de compuestos de estructura
química muy diversa, que comparten un mecanismo de acción común. Para comprender dicho mecanismo de acción
es necesario recordar el papel en la inflamación de mediadores químicos como las prostaglandinas.
En respuesta a varios estímulos, la enzima fosfolipasa A2 hidroliza los fosfolípidos de membrana, liberando ácido
araquidónico en el citoplasma. A continuación, dicho ácido se puede transformar a través de 4 rutas diferentes en un
eicosanoide determinado, adquiriendo átomos de oxígeno independientemente de la ruta que tome.

La ruta que tiene lugar y, por lo tanto,


determina el tipo de eicosanoide que se
sintetiza está condicionado por diversos
factores, principalmente el estímulo
(inflamatorio o no), pero también a la
especie animal, el genotipo y fenotipo
celular y el ácido graso inicial
(araquidónico, linoleico, etc).

Como se ve, las prostaglandinas y tromboxanos son producidas por la acción de las enzimas ciclooxigenasas (COX)
sobre el ácido araquidónico. Existen dos isoformas de dichas enzimas: la y la . Estas enzimas tienen
estructuras similares; catalizan la oxigenación y el cierre en forma de anillo cíclico del ácido araquidónico, dando
como producto final a diferentes tipos de prostaglandinas y tromboxanos.
La COX 1, fisiológica, se expresa de manera constitutiva (es decir, siempre). Los productos principales de su acción
son prostaglandinas y tromboxanos que ejercen una acción citoprotectora de la mucosa gastrointestinal, aumentan
el flujo sanguíneo renal y promueven la agregación plaquetaria y la hemostasia.
Por su parte, la COX 2 es inducible, es decir que se expresa en las células de los tejidos inflamados como respuesta
al estímulo de endotoxinas y citoquinas provenientes de neutrófilos y macrófagos (TNF-α e IL-1). Los productos
resultantes cumplen importantes papeles en las diferentes fases de la reacción inflamatoria, a la vez que estimulan
terminaciones nerviosas nociceptivas causando dolor, ya sea directamente o sensibilizando a la acción de otros
mediadores (hiperalgesia), como la bradicinina. Se describen algunas de las funciones fisiológicas de las PG y TX.

Comprendido esto, se puede describir el mecanismo de acción de los AINES. Estos antiinflamatorios son inhibidores
de ambas isoenzimas, aunque varían en el grado de inhibición de cada una, respectivamente. El efecto terapéutico
está claramente relacionado con la inhibición de la COX-2, y es probable que, al utilizarse como antiinflamatorios, sus
efectos indeseados se deban mayoritariamente a la inhibición de la COX-1.
Atendiendo a dicho grado de inhibición es que, a grandes rasgos, se
distingue entre AINES no selectivos y selectivos. Los AINES no
selectivos (inhiben COX 1 y COX 2 en similar proporción) son los más
antiguos, designados como convencionales o tradicionales. Por su
parte, los inhibidores selectivos de la COX 2 manifiestan menor
toxicidad.
- + selectividad por COX 1: ácido acetilsalicílico, Indometacina,
Piroxicam.
- Acción sobre COX 1 y COX 2: Ibuprofeno, Naproxeno,
Diclofenaco, Fenamatos, Pirazolonas, Flunixin.
- + selectividad por COX 2: Carprofeno, Meloxicam,
Nabumetona, Nimesulida.
- Inhibidores selectivos de COX 2: Celecoxib, Rofecoxib,
Valdecoxib.

CLASIFICACIÓN
Los AINES convencionales pueden clasificarse químicamente en tres grandes grupos: ácidos carboxílicos, ácidos
enólicos y no acídicos.
FARMACOCINÉTICA
• Electroquímicamente, todos los AINES son ácidos débiles, con un pKa menor de 4,5, lo que les proporciona
una escasa hidrosolubilidad. Es por esto que se formulan habitualmente como sales de sodio, con el fin de
aumentar dicha hidrosolubilidad.
• La vía de administración influye en el ritmo de absorción, en la distribución y eliminación del AINE. La vía oral
es de las más utilizadas, disponiéndose de diversos preparados en forma de gránulos, polvos o pastas, para
su administración aislada o mezclados con el alimento de los animales. Por su parte, fármacos como
fenilbutazona, dipirona, flunixin y ketoprofeno están disponibles como inyectables para la administración
endovenosa. Dichas soluciones inyectables suelen tener pH alcalino, por lo que si se extravasan
accidentalmente pueden causar irritación y dolor. De la misma manera, fenilbutazona no se recomienda
administrarla intramuscular dado que produce irritación y necrosis local. El flunixin tiene la cualidad de ser
uno de los menos irritantes, admitiendo la administración intramuscular.
• Por vía oral, los AINES se absorben fácil y perfectamente, con una biodisponibilidad cercana al 100%. La
absorción comienza en el estómago, en donde el bajo pH no favorece su ionización dado que son ácidos
débiles. No obstante, se absorben en mayor proporción en el intestino delgado. El contenido de alimento en
el tubo digestivo puede retrasar la absorción y viceversa.
• A pesar de su gran liposolubilidad, los AINES tienen un bajo volumen de distribución (0,1 L/Kg), lo cual se
explica principalmente por su elevada UPP (albúmina). Cualquier circunstancia que produzca hipoproteinemia
dará lugar a una mayor disponibilidad de la forma activa del fármaco, lo que influye transitoriamente en la
eficacia y toxicidad del mismo. Dado el reducido VD, la semivida de eliminación en el plasma es habitualmente
corta; la excepción la constituyen el Piroxicam y Naproxeno, con semividas más largas (48 y 72 hs,
respectivamente). Sin embargo, a pesar de su corta semivida, el carácter ácido débil propicia la penetración
en el foco inflamatorio con mayor facilidad que en el tejido sano; esto da lugar a una acumulación del fármaco
en el lugar de acción. Por otra parte, la unión a las ciclooxigenasas es persistente y en ciertos casos
irreversible (ácido acetilsalicílico), lo que prolonga aún más el efecto clínico. A todo esto, también debe
considerarse la extensa circulación enterohepática (Ej: naproxeno en perros), lo que también influye en la
persistencia del fármaco en sangre y tejidos, como en el grado de exposición de la mucosa intestinal al
fármaco y así, en el grado de toxicidad. Por último, la concentración del fármaco puede aumentar en el lugar
de acción si se produce extravasación de las proteínas plasmáticas hacia el foco inflamatorio (por mayor
permeabilidad vascular). Todo esto hace que resulte complejo establecer dosis adecuadas basándose solo en
el perfil farmacocinético, ya que incluso fármacos con una semivida muy corta (1 hora) obtienen eficacia clínica
adecuada administrados tan solo una vez por día.
• Todos los AINES se metabolizan a compuestos farmacológicamente inactivos en el hígado. La excepción la
constituyen la fenilbutazona, que da lugar al metabolito oxifenbutazona (con potencia algo menor al
compuesto original) y el ácido acetilsalicílico, que se metaboliza al compuesto activo salicilato. La vía de
eliminación más importante es la renal; el ritmo de excreción tiende a aumentar cuando la orina es
ligeramente alcalina (como la de los herbívoros). Esto se explica por la tendencia a ionizarse, adquiriendo
mayor hidrosolubilidad. Algunos conjugados glucurónidos se eliminan parcialmente por bilis y pueden sufrir
circulación enterohepática.
EFECTOS, INDICACIONES TERAPÉUTICAS Y USOS CLÍNICOS
Las principales acciones farmacológicas de los AINES son:

La acción antiinflamatoria es de origen periférico. Estos fármacos reducen, no eliminan, los procesos inflamatorios,
proporcionando un beneficio sintomático. Los distintos fármacos muestran diferente potencia antiinflamatoria, lo cual
no representa una ventaja ya que la eficacia se iguala simplemente ajustando la dosis.

Los AINES son más eficaces en el tratamiento del dolor leve o moderado que en el de alta intensidad, siendo
frecuentemente combinados a nivel perioperatorio y postoperatorio para el tratamiento del dolor. Producen analgesia
principalmente frente al dolor de origen músculo-esquelético, vascular, dental y relacionado con el parto, teniendo un
sitio de acción preferentemente periférico, a diferencia de los opioides (central). Actúan disminuyendo la producción
de prostaglandinas en el tejido lesionado, que sensibilizan a los nociceptores a otros mediadores algésicos, como las
cininas, histamina y serotonina. Los mejores analgésicos de este grupo son el Ketorolaco (al cual se le asocia un
efecto analgésico central), Naproxeno, Metamizol y Nimesulida.
AINES Opioides analgésicos
Lugar de acción Preferentemente periferia Preferentemente central
Eficacia Moderada Intensa
Usos clínicos Cefaleas, artralgias, mialgias, dolores moderados Dolores viscerales o dolores intensos
Otras acciones Antitérmica, antiinflamatoria, antiagregante Narcosis, sueño, dependencia y tolerancia.
Estos fármacos no tienen efecto sobre la temperatura corporal normal, pero disminuyen la temperatura en la fiebre.
Este efecto es de origen central, al inhibir la liberación de PGE2 en el hipotálamo, suprimiendo la hipertermia producida
por pirógenos exógenos (bacterianos) o endógenos (citoquinas), pero no la ocasionada por el ejercicio. El incremento
en la pérdida de calor se produce por la vasodilatación cutánea y la evaporación de agua.

Este efecto se logra a dosis más bajas que las necesarias para la acción antiinflamatoria, analgésica o antipirética. La
aspirina (ácido acetilsalicílico) se une irreversiblemente a la COX de las plaquetas, permaneciendo persistentemente
durante la “vida” de la misma. Esto da lugar a la producción de una acción tóxica de la aspirina (hemorragias), pero
como para que se produzca ello se necesita una menor dosis que para su acción analgésica y antiinflamatoria, se
constituye como una droga para el tratamiento y la prevención de la tromboembolia y el infarto de miocardio.
Droga Antiinflamatorio Antipirético Analgésico Antiespasmódico Antiagregante
DIPIRONA Sí

FLUNIXIN
ASPIRINA


KETOPROFENO
IBUPROFENO

NO
CARPROFENO
DICLOFENACO
FENILBUTAZONA
NO
PIROXICAM
MELOXICAM
NAPROXENO

Se resaltan ciertas características de los principales AINES:


• : Por su acción irreversible, la aspirina inhibe el 75% de la actividad plaquetaria
al cabo de 24 días. Si existe riesgo de complicaciones hemorrágicas asociadas a un determinado proceso
quirúrgico, su administración debería interrumpirse al menos una semana antes de la operación. En la
práctica clínica de pequeños animales es preciso considerar la enorme diferencia en semivida de eliminación
entre caninos y felinos; en estos últimos la semivida es mucho más larga, debido a la deficiencia de la enzima
glucuroniltransferasa, responsable de la conjugación del salicilato con el ácido glucurónico. Los neonatos
carecen de las enzimas microsomales necesarias para la biotransformación del salicilato y tienen una menor
capacidad para eliminarlo. En rumiantes se elimina rápido, mientras que en equinos la semivida es muy corta,
sobre todo por su orina alcalina. El uso principal de los salicilatos en medicina veterinaria es el manejo de los
desórdenes inflamatorios y en particular para el tratamiento de la artritis reumatoidea, casos leves de lupus
eritematoso, espondilitis, osteoartritis, dolores musculares y cervicales, etc. En el caballo, se le recomienda
por su efecto antiagregante en enfermedades con trombosis arterial como laminitis, arteritis verminosa y
cólico tromboembólico.
• : Muy usado en caninos y equinos para tratar procesos inflamatorios y del dolor. El índice
terapéutico es estrecho, lo que condiciona su utilización en las diversas especies. En caninos es eficaz para
el tratamiento sintomático de la osteopatía degenerativa. En equinos, el fármaco persiste en los exudados, lo
que explica la larga duración del efecto farmacológico; no obstante, la acumulación predispone a sufrir
episodios tóxicos, habiéndose demostrado la mayor toxicidad de la fenilbutazona comparada con el flunixin y
el ketoprofeno. No obstante, sigue siendo uno de los AINES más prescritos en el tratamiento de procesos
osteoarticulares. En bovinos se utiliza para el tratamiento analgésico y antiinflamatorio a largo plazo de
procesos osteoarticulares variados. En resumen, se usa principalmente como antiinflamatorio en tendinitis,
miositis, laminitis, osteoartritis, espondilitis, enfermedad navicular, trauma postquirúrgico, etc.
• : La meglumina de flunixino se trata de uno de los analgésicos más potentes, usado incluso para
producir analgesia visceral, siendo especialmente útil para el tratamiento del cólico equino. Otro posible uso
potencial del flunixin es el tratamiento del shock endotóxico.
• : No se recomienda en caninos, dado su bajo índice terapéutico. Se pueden observar signos tóxicos
a los 2-6 días de iniciado el tratamiento.
• : El canino muestra una semivida muy larga, debido a una extensa circulación enterohepática, lo
cual permite el uso de una dosis diaria. Se usa como sustituto de otros AINE o cuando se quiere dosificar solo
una vez al día, pero el perro es muy sensible a la toxicidad, por lo que solo debe usarse como última opción
si otro antiinflamatorio no fue eficaz. El equino es más resistente a la toxicidad, siendo especialmente eficaz
en procesos inflamatorios de tejidos blandos.
• : Potente antiinflamatorio, antipirético y analgésico. Se usa en perros para el tratamiento del dolor
postoperatorio y la fiebre. En equinos se administra diariamente hasta 5 días máximo para procesos
musculoesqueléticos (artritis traumática, sinovitis, tendinitis/desmitis, inflamación de tejidos blandos e
inflamación postquirúrgica), o para el tratamiento del dolor cólico, habiendo mostrado menor toxicidad
comparado con fenilbutazona y flunixin.
• : Manifiesta una falta aparente de toxicidad, ejerciendo una acción prioritaria de inhibición
reversible sobre la COX 2.
• : Su eficacia analgésica en perros es comparable a la del butorfanol o el flunixin. No se recomienda
su uso durante más de tres días consecutivos.

- Control del proceso inflamatorio: Neumonía de los terneros y lechones, inflamación de tejidos blandos
(miositis, tendinitis, laminitis) o inflamaciones óseas (osteopatía degenerativa, síndrome navicular equino). Es
importante recordar que el AINE no trata la causa de la inflamación, sino que alivia los síntomas. Por ejemplo,
en el caso de inflamación septicémica, es necesario utilizar antibióticos para combatir la etiología primaria.
- Control del dolor agudo: Los más usados para esto son la aspirina, ketoprofeno, flunixin, Carprofeno, etodolac,
ácido meclofenámico, naproxeno y fenilbutazona. Los dolores traumático, visceral, postoperatorio y a veces
el neoplásico se tratan habitualmente con AINES.
- Dolor traumático: Producto de caídas, accidentes de tráfico o ataques entre animales. Es esencial en pacientes
politraumatizados instaurar un tratamiento inmediato luego del traumatismo, siendo los AINES útiles como
tratamiento primario.
- Dolor cólico: La dipirona, el flunixin, la fenilbutazona y el ketoprofeno son los más utilizados en el tratamiento
analgésico del dolor abdominal en equinos. El flunixin es el más eficaz, brindando una analgesia de entre 1 a
24 hs.
- Dolor postoperatorio: Se debe considerar que la primera medida para un adecuado control del dolor
postoperatorio es una técnica operatoria adecuada, que minimice el traumatismo tisular; por otro lado, la
ausencia de conciencia no significa analgesia. La utilización de AINES para el tratamiento del dolor agudo
postoperatorio aumentó con la aparición del carprofeno, que proporciona una analgesia adecuada para el
dolor de tipo moderado y tiene un aceptable índice terapéutico. Los AINES alivian moderadamente el dolor de
procesos quirúrgicos simples, como castraciones, sutura de heridas, cortes de orejas y rabos o cirugías
menores. No se utilizan en el tratamiento analgésico de procesos quirúrgicos mayores (cirugía torácica,
abdominal u ortopédica), pero, incluso en tales intervenciones, la utilización prequirúrgica de AINES reduce
las necesidades de analgésicos más potentes (opioides) entre un 20 y 50%. El inconveniente de esto radica en
el momento adecuado para la administración del AINE, pudiendo tardar hasta 4 horas en desarrollar su
capacidad de disminuir la necesidad de opioides.
- Dolor crónico: Los principales procesos patológicos que cursan con dolor crónico son las osteopatías
degenerativas (artrosis) y el cáncer.
▪ Artrosis: En caninos, la aspirina y la fenilbutazona son los más utilizados como primera opción
terapéutica. Con el agravamiento, se recurre al piroxicam, naproxeno o ácido meclofenámico. Es
aconsejable, en tratamientos prolongados, administrar protectores de la mucosa gastrointestinal. En
rumiantes se recomienda la aspirina en aquellas afecciones músculo esqueléticas. Respecto a
equinos, la fenilbutazona es de elección para el tratamiento de afecciones osteomusculares, pero
también se utilizan aspirina, flunixin, ácido meclofenámico y ketoprofeno.
▪ Cáncer: Los AINES pueden utilizarse en aquellos casos en que el animal padece dolor leve a
moderado. Se indican generalmente aspirina, fenilbutazona, naproxeno, piroxicam y ácido
meclofenámico.

Las indicaciones de los AINES son todas las afecciones que cursan con dolor o en inflamación; así, se los indica en cirugía para
aumentar la acción analgésica de los anestésicos, durante la anestesia o en el período postquirúrgico y en afecciones
músculo-esqueléticas como osteoartritis y miositis. También son fundamentales contra el cólico equino, siendo el flunixin y la
dipirona los más usados. En bovinos se los indica, además de las causas comunes a todas las especies, en el shock endotóxico
y en diversos procesos respiratorios, asociados con antimicrobianos.
- AINES más usados en caninos: carprofeno, ketoprofeno, etodolac y meloxicam.
- AINES más usados en felinos: El más seguro es el ketoprofeno.
- AINES más usados en equinos y bovinos: flunixin, ketoprofeno, fenilbutazona, ácido meclofenámico y meclofenamato
sódico.
TOXICIDAD
 : Es el efecto secundario más común y grave del tratamiento con AINES. El espectro
de patologías incluye gastritis, úlcera gástrica, duodenal, yeyunal, del colon y colitis. La inhibición de la síntesis
de prostaglandinas fisiológicas disminuye la resistencia de la mucosa, a la vez que se incrementa la
producción de leucotrienos, que disminuyen también la resistencia de la misma. El resultado es una atracción
de neutrófilos, reducción del flujo sanguíneo y la consiguiente liberación de radicales que lesionan la mucosa.
Los efectos gastrointestinales generalmente se producen por la administración ya sea oral o parenteral,
aunque principalmente con la aspirina puede observarse un efecto local. Las colitis y las úlceras de colon son
infrecuentes en perros, pero comunes en equinos (más frecuentes con fenilbutazona). En el equino, se
consideran al ketoprofeno y al flunixin como los más seguros. En caninos, los más seguros son el etodolac,
carprofeno y meloxicam; los más tóxicos son el ibuprofeno, indometacina y piroxicam.
 : El uso de AINES en pacientes con SICC, shock, hipovolemia o hipotensión pueden ocasionar
una disminución en el flujo sanguíneo renal y en la TFG, lo que puede precipitar la aparición de insuficiencia
renal aguda. Una lesión más grave es la necrosis papilar relacionada con dosis elevadas y tratamientos
prolongados. La droga implicada en esta lesión en equinos es la fenilbutazona, principalmente.
 : La aparición de hemorragias quirúrgicas pueden ser problemas serios, sobre todo
donde no puede llevarse a cabo la hemostasia por medio de presión directa. Especialmente la aspirina, por
su unión irreversible, pueden dar lugar a hemorragias. El carprofeno es quizá el de menor efecto en la función
plaquetaria, en tanto que el flunixin en equinos durante intervenciones quirúrgicas también es seguro.
 : La lesión más grave es producida por dosis elevadas de paracetamol, consistente en
necrosis hepática. Este AINE produce en el perro y especialmente en el gato metahemoglobinemia mortal,
por lo que está contraindicado. El paracetamol es un analgésico, no antiinflamatorio, que se describe por el
uso irresponsable de propietarios sobre sus mascotas.
 : En estos casos el hallazgo tóxico más importante son las alteraciones
metabólicas. La sobredosis canina por aspirina ocasiona vómitos, diarrea, depresión del SNC y alteraciones
vasculares. Se alcanza una acidosis metabólica grave, responsable de los signos clínicos.
INTERACCIONES MEDICAMENTOSAS
Es importante recordar la alta UPP, por lo que la asociación con otro fármaco de similares características desplazará
al de menor afinidad, con aumento de su efecto. Algunas interacciones importantes son:
Interacción con Consecuencia
Warfarina Aumento del efecto anticoagulante, hemorragia.
Furosemida – Tiazidas Disminución del efecto diurético
Glucocorticoides Mayor posibilidad de lesión gastrointestinal
Aminoglucósidos Mayor posibilidad de lesión renal
A su vez, son factores predisponentes o agravantes de lesiones las úlceras intestinales, dosis elevadas a intervalos
breves, dosis elevadas en neonatos y gerontes, dificultad metabólica o de eliminación y animales deshidratados o
hipotensos.

GLUCOCORTICOIDES
FISIOLOGÍA
También llamados corticoides o corticoesteroides, son hormonas esteroideas
derivadas del colesterol, que se sintetizan en la corteza de las glándulas adrenales.
Los principales corticoides naturales sintetizados en el organismo son el cortisol y
la corticosterona. Estos corticoides no se encuentran preformados, sino que se
sintetizan y liberan según los requerimientos del organismo. En dicha formación
interviene lo que se conoce como el eje hipotálamo-hipófisis-adrenal; en dicho eje,
la CRH hipotalámica (hormona liberadora de corticotropina) estimula la síntesis y
secreción de ACTH adenohipofisiaria (corticotropina), que estimula a la corteza
adrenal para producir y liberar los denominados glucocorticoides. Así, en las
situaciones de alarma o estrés (hemorragia, hipoglucemia, hipertermia, enfermedad,
dolor, emoción, cirugías, traumatismos, etc) hay un aumento de la secreción de
glucocorticoides por estímulo de la liberación de CRH. A su vez, el aumento de los
glucocorticoides, tanto endógenos como exógenos, retroalimenta negativamente el
eje, disminuyendo la secreción de CRH. Otro mecanismo modulador de la secreción es el ritmo circadiano;
considerando ausencia de estado de alarma, en especies diurnas (humanos, equinos y porcinos) la secreción aumenta
por las noches y alcanza un máximo poco antes de iniciarse la actividad, para luego disminuir gradualmente hasta
alcanzar un mínimo a últimas horas de la tarde. En especies con actividad nocturna (felinos), este ritmo se invierte.
ESTRUCTURA Y MECANISMO DE ACCIÓN
Químicamente, los glucocorticoides son derivados del colesterol, de tal manera que su anillo básico lo constituye el
núcleo ciclopentanofenantreno. Se distinguen dos tipos de glucocorticoides: los naturales o endógenos, y los sintéticos
o exógenos. Esto surge de las modificaciones estructurales introducidas en el cortisol, un glucocorticoide natural,
para obtener los glucocorticoides sintéticos. Así, por deshidrogenación se obtienen la PREDNISONA y la
PREDNISOLONA, por metilación la MEPREDNISONA y la
METILPREDNISOLONA, y por fluoración la TRIAMCINOLONA,
DEXAMETASONA, BETAMETASONA y FLUMETASONA.
Respecto al mecanismo de acción, se describe uno génico y otro no
génico. En el mecanismo génico, los glucocorticoides difunden
pasivamente en las células, uniéndose a receptores de glucocorticoides
citoplasmáticos e induciendo en ellos un cambio de conformación que
expone un lugar de unión al ADN. Así, el complejo esteroide-receptor
forma un dímero que se dirige al núcleo, donde interactúa con
secuencias de ADN específicas, induciendo o inhibiendo la transcripción
de determinados genes. La inducción consiste en la formación de ARNm
que activan la síntesis y la liberación de proteínas específicas, cuyas
acciones median gran parte de los efectos de los glucocorticoides. De
esta manera, los glucocorticoides inducen la formación de proteínas
antiinflamatorias, fundamentalmente la lipocortina, una glicoproteína
que antagoniza la acción de la fosfolipasa A2. La represión da lugar a la
inhibición de la expresión de múltiples genes inflamatorios, entre ellos,
los que codifican citoquinas, colagenasa, receptores y moléculas de
adhesión. Las acciones mediadas por este mecanismo tardan tiempo en expresarse.
Por otro lado, existe un mecanismo no génico que explica las acciones rápidas de los glucocorticoides. El mismo se
basa en la interacción de los glucocorticoides con receptores de membrana asociados a proteína G, cuya activación
produce cambios en el potencial de membrana, en el flujo iónico, en la movilización de segundos mensajeros o en la
activación de proteinkinasas, de forma parecida a como lo hacen los neurotransmisores y hormonas peptídicas.
FARMACOCINÉTICA
Los glucocorticoides naturales o sintéticos se absorben por cualquier vía, tanto oral como parenteral. Generalmente,
la vía tópica permite alcanzar altas concentraciones en el lugar de administración y reducir los riesgos de efectos
secundarios sistémicos. Sin embargo, la mayoría se absorben fácilmente, por lo que el animal puede ingerirlo
mediante el lamido, lo que implica vigilar al animal con tratamiento tópico. En general, tanto el cortisol como sus
derivados sintéticos se absorben bien por vía oral, por lo que es una vía muy utilizada. Además, la velocidad de
absorción puede modificarse de acuerdo a la solubilidad del preparado.

En casos de urgencia se puede recurrir a la administración IV de ésteres de


succinato o sales de fosfato sódico. Otros ésteres, como el acetato, acetonida y
pivalato, se absorben más lentamente, proporcionando concentraciones eficaces
durante varios días e incluso semanas.
Tras su absorción, los glucocorticoides se unen reversiblemente a proteínas plasmáticas siendo la fracción libre la
fisiológicamente activa, que puede extravasarse, difundir en las células y ejercer su acción. La prednisolona, como el
cortisol, es muy afín por la transcortina y esta última (no así otros GCC sintéticos que se unen en menor proporción o
directamente no se unen, haciéndolo con la albúmina). Individuos con deficiencias en proteínas plasmáticas pueden
ser más susceptibles a los efectos de los GCC.
Los GCC se distribuyen amplia y rápidamente a músculo, hígado, piel, intestino y riñón (alto VD). Son capaces de
atravesar la barrera fetoplacentaria y pueden eliminarse por leche. La cortisona, prednisona y meprednisona deben
sufrir inicialmente una reducción hepática para ser farmacológicamente activos.
La vida media de eliminación varía de acuerdo al fármaco y a la especie animal, variando entre 1 y 5 horas, pero es
importante reconocer que existe otro parámetro que tiene importancia en cuanto al uso clínico, y es la llamada
semivida biológica o tisular, que nos indica la duración de la acción, describiéndose tres grupos:

Debido al carácter marcadamente liposoluble de los GCC, deben ser intensamente metabolizados para ser eliminados.
Principalmente en el hígado, aunque también en diversos tejidos, son transformados por oxidación, reducción y
posterior conjugación, dando lugar a derivados glucurónidos y ésteres sulfúricos que se eliminan principalmente por
orina (75%) y en parte por materia fecal (25%). Cortisona y prednisona son prodrogas, por lo que su metabolismo
representa transformarse en cortisol y prednisolona, respectivamente.
ACCIONES FARMACOLÓGICAS
Podemos considerar dos tipos de acciones farmacológicas: el efecto antiinflamatorio y el efecto sobre el metabolismo
y los sistemas orgánicos.

Los GCC poseen una importante acción antiinflamatoria (independiente de la causa) e inmunosupresora sobre las
manifestaciones inmediatas y tardías de la inflamación. Las primeras (calor, edema, dolor) son el motivo principal del
uso de estos fármacos, pero al actuar también sobre las manifestaciones tardías retardan las reacciones de
cicatrización de las heridas y procesos de reparación de los tejidos. Este efecto antiinflamatorio es consecuencia de,
entre otras cosas, la inhibición de la fosfolipasa A2, la inhibición de la inducción de la COX 2, de la producción de
citoquinas, de la formación de óxido nítrico (hipertensores) e inmunoglobulinas, de fibroblastos, etc. Es importante la
disminución de la actividad de los macrófagos pues, como consecuencia de ello, se inhibe la propiedad de eliminar
microorganismos patógenos, lo que debe ser contemplado cuando se utilizan en presencia de infecciones o lesiones
tisulares, ya que ello puede generar septicemia o agravar una enfermedad crónica. En este caso, SIEMPRE deben
administrarse con antibióticos BACTERICIDAS.

Los GCC ejercen un papel “permisivo” para ciertas hormonas como el glucagón, adrenalina y hormona del crecimiento,
traduciéndose en fenómenos metabólicos a distintos niveles:
Sobre los carbohidratos
Aumento de la gluconeogénesis
Disminución de la captación y utilización de la glucosa
Hiperglucemia
Sobre las proteínas
Aumento del catabolismo proteico, especialmente muscular (gluconeogénesis) → Atrofia muscular.
Disminución de la síntesis proteica
Sobre los lípidos
Lipólisis
Redistribución centrípeta de las grasas
Aparte de esto, se distinguen:
• Acciones mineralocorticoideas
▪ Reabsorción de sodio + agua
▪ Pérdida de potasio
▪ Disminución de la absorción intestinal y aumento de la excreción renal de calcio.
• Otras acciones
▪ Cardiovasculares: Papel permisivo para la adrenalina, inotropismo positivo (indirecto) y vasoconstricción,
favoreciendo la hipertensión (incrementan la presión arterial).
▪ SNC: Disminuyen el umbral para las convulsiones y producen sensación de bienestar, euforia e incremento de
la motilidad; esto debe tenerse en cuenta ante cambios conductuales o cuando el dueño del perro manifiesta
que está como “loco”. Por un efecto hipotalámico (excepto triamcinolona) estimulan el apetito, lo que da lugar a
que el animal mejore mucho aparentemente, ya que come, se muestra más activo, se mueve más y su estado
general es satisfactorio. No debe dejarse engañar por la aparente mejoría ya que solo es sintomática.
▪ Sanguíneas: Inmunosupresión en leucocitos, aumento de volemia, eritrocitosis.
▪ Digestivas: Aumento de la absorción de lípidos y de las secreciones gastrointestinales, a la vez que se inhibe la
síntesis de prostaglandinas mucoprotectoras; inhibición de la absorción de calcio.
▪ Endócrinas: Depresión de la secreción endógena de CRH y ACTH, inhibiendo la secreción endógena de
glucocorticoides e induciendo la atrofia de la corteza adrenal (en tratamientos prolongados).
Todos los GCC van a ocasionar efectos cualitativamente semejantes, pero existen importantes diferencias en cuanto
a su intensidad y potencia. La diversa potencia no es un obstáculo para el uso de algunos de estos fármacos, ya que
a menor potencia se emplea una dosis más elevada.

A mayor potencia antiinflamatoria, disminuye


la retención de sodio. Por esto se prefiere a las
últimas del cuadro, ya que la potencia es
modificable con la dosis empleada.
INDICACIONES TERAPÉUTICAS
Los principios a observar en la terapia con glucocorticoides son los siguientes:
▪ Debe tenerse en cuenta que, en general, la acción de los GCC es supresora, por lo que desaparecen los signos
asociados con la respuesta inmune y se observa una mejora sintomática. No obstante, si persisten las causas
que originaron la enfermedad, esta volverá a manifestarse. También es importante recordar el lento efecto, que
tarda hasta horas en presentarse. Por lo tanto, si está en peligro la vida del animal por broncoconstricción
anafiláctica o alérgica, el fármaco de elección es la ADRENALINA.
▪ La indicación corriente de los GCC es en la inflamación del aparato locomotor (artritis, tenositis, sinovitis,
bursitis), procesos de hipersensibilidad (edema angioneurótico, asma bronquial, picaduras de insectos,
reacciones farmacológicas, dermatitis alérgica y urticaria) y enfermedades autoinmunitarias (anemia hemolítica,
trombocitopenia, lupus eritematoso, miastenia grave y pénfigo). Otra indicación como inmunosupresores es para
evitar el rechazo de injertos o trasplantes.
▪ Son muy utilizados en patología ocular, generalmente asociados a antibióticos (conjuntivitis catarral aguda y
crónica) y midriáticos. Otra aplicación importante es en el tratamiento de la cetosis bovina, debido a su actividad
gluconeogénica.
▪ La vía de administración dependerá del tipo de preparado: los solubles (fosfato y succinato) se administran por
cualquier vía, siendo la intravenosa la indicada para lograr altas concentraciones plasmáticas y un acceso rápido
a los tejidos, como en el caso del shock anafiláctico. Esta última vía está contraindicada en los preparados
insolubles o depot. Estas últimas preparaciones (generalmente de metilprednisolona o triamcinolona) se utilizan
en terapia sostenida, por ejemplo, en casos de administración intraarticular e intralesional, teniendo una
duración de efecto por aproximadamente un mes.
▪ EL TRATAMIENTO CON GCC POR POCOS DÍAS NO OCASIONA NINGÚN PROBLEMA, AUNQUE LA DOSIS SEA
ELEVADA (excepto en hipertensión). Contrariamente, cuando se trata de una medicación prolongada, se
aconseja hacerlo durante días alternos y de acuerdo al ritmo circadiano. La terapia prolongada puede producir
atrofia adrenal y supresión de la secreción endógena; incluso en solo 3-4 días puede producirse supresión del
eje HHA. Para evitar esto, la terapia por días alternos se basa en administrar una sola dosis al día (la dosis
mínima efectiva) de un corticoide de duración corta o intermedia (generalmente prednisolona) y después,
continuar dicha terapia administrando en días alternos. De acuerdo al ritmo circadiano se debe administrar el
corticoide a la mañana en diurnos (caninos) y a última hora de la tarde en nocturnos (felinos), coincidiendo con
el momento de la secreción natural de cortisol, porque en ese momento el hipotálamo es menos sensible. La
interrupción de un tratamiento prolongado se debe realizar disminuyendo la dosis de forma progresiva o
decreciente durante 2 o más semanas, hasta la suspensión definitiva.
TOXICIDAD
Los GCC son fármacos que tienen numerosos efectos adversos sistémicos, que deben ser contemplados cuando se
decide su empleo. Fuera de la acción antiinflamatoria, los demás efectos se consideran acciones colaterales
indeseables y la toxicidad no es más que una extensión de las mismas, agravadas por las altas dosis y la duración del
tratamiento, especialmente. La toxicidad aguda puede provocar:
▪ HIPERTENSIÓN, debida a la retención de agua y sodio, por lo que no se administrarán a individuos hipertensos
o con cardiopatías, a menos que vayan acompañados de diuréticos o se reduzca la ingestión de sal. La pérdida
de potasio produce debilidad muscular y alteraciones cardíacas.
▪ ÚLCERAS PÉPTICAS, debido a la inhibición de prostanoides, produciendo un aumento de la acidez del jugo
gástrico. Por el efecto del corticoide, la patología probablemente pase inadvertida en cuanto a signología, no
diagnosticarse y culminar con hemorragia y hasta la perforación.
▪ ACTIVIDAD DIABETÓGENA, desenmascarando una diabetes latente o agravando la ya existente; se controla
corrigiendo la dieta o con insulina.
▪ ACTIVIDAD HIPERLIPIDEMINATE, por lo que no conviene su uso en cardiópatas.
Por su parte, la toxicidad crónica incluye todo lo anterior y, además:
▪ CUSHING IATROGÉNICO: Producido como consecuencia de un tratamiento prolongado por más de tres meses.
▪ INSUFICIENCIA ADRENAL AGUDA (hipoadrenocorticismo), al retirar bruscamente el fármaco después de un
tratamiento prolongado; por ello se debe seguir estrictamente la retirada progresiva.
▪ ALTERACIONES ORGÁNICAS: Atrofia muscular, adelgazamiento de la piel, retardo en la cicatrización,
inmunodepresión, redistribución centrípeta de las grasas. Se facilita la aparición de infecciones, especialmente
por hongos.
▪ ALTERACIONES INORGÁNICAS: La pérdida de calcio, inhibición de osteoblastos y activación de osteoclastos
llevan a osteoporosis, fragilidad ósea y riesgo de fracturas. No usarlos más allá del quinto día en que se haya
producido una fractura ósea (formación del callo óseo que precisa de calcio).
▪ Glaucoma (por obstrucción del drenaje de la cámara anterior), hepatopatías, alteraciones conductuales.
De esta manera, consideramos que las principales CONTRAINDICACIONES de los GCC incluyen:
▪ Hembras gestantes: pueden provocar anomalías fetales en el primer tercio de la gestación. En el último tercio
inducen aborto.
▪ Cualquier tipo de infección fúngica, vírica o bacteriana, ya que éstas pueden extenderse provocando sepsis. En
infecciones bacterianas se debe realizar un tratamiento simultáneo SIEMPRE con bactericidas.
▪ No administrar en períodos próximos a intervenciones quirúrgicas (retraso en la cicatrización) ni en
vacunaciones (inmunosupresión).
▪ En la úlcera gastrointestinal, la osteoporosis, úlceras corneales / glaucoma / herpes, insuficiencia cardíaca e
hipertensión.
Interacciones farmacológicas:
DROGA EFECTO
AINES Aumento de la acción ulcerógena
Furosemida – Tiazidas Aumento de la pérdida de potasio
Insulina Antagonismo
Tetraciclinas Infecciones agregadas
Inductores enzimáticos (P450) Aumento del metabolismo y reducción de la semivida.
IGNACIO PESSINO ACUÑA

Farmacología de
los sistemas
DIURÉTICOS
INTRODUCCIÓN
Los diuréticos son fármacos que al actuar sobre el riñón estimulan la función renal, produciendo un aumento del
volumen de orina. Como favorecen la eliminación de agua secundariamente a la eliminación de sodio, también reciben
el nombre de saluréticos o natriuréticos. De esta manera, si bien la diuresis se logra mediante diversos mecanismos
de acción, el objetivo común es el bloqueo de la reabsorción de Na+. La interferencia en el transporte del Na+ puede
alterar la excreción de otros iones (K+, H+, HCO3-, H2PO4, Ca++, Mg++), ya sea por acción directa o indirecta.
La porción de la nefrona en donde actúa el diurético es determinante de su acción, dado que las diferentes porciones
cumplen diversas funciones (dilución, concentración, intercambio con K+, etc), aspecto importante a tener en cuenta
según el objetivo de la terapéutica. Por otro lado, toda modificación de la función renal de una porción repercutirá
sobre la función de las porciones más distales.
En los tratamientos con diuréticos, es fundamental evaluar el estado de hidratación, existencia de desequilibrios
hidroelectrolíticos y edad del animal, así como la necesidad de velocidad, intensidad, y duración de la respuesta que
la situación exige para instaurar una dosificación adecuada. Asimismo, la elección de un diurético implica considerar
el objetivo de la terapéutica:
Si se desea la eliminación de un edema cardíaco, hepático o de ubre postparto, entre otros, se buscará
principalmente la eliminación de Na+ (diuréticos natriuréticos).
Si el edema arriesga la vida del animal, se elegirá la vía endovenosa y se administrará un diurético de gran
potencia natriurética (furosemida).
Si contrariamente, se requiere un tratamiento prolongado, será ideal la administración oral de un diurético
con menor potencia (tiazidas).
Si se desea asegurar un flujo de orina tal que diluya sustancias potencialmente tóxicas para el epitelio renal,
o evitar una disminución importante de la filtración renal (restituir funcionalidad del glomérulo), la elección
recaerá sobre un diurético osmótico.
Algunos diuréticos están indicados en situaciones clínicas específicas (hemorragia pulmonar inducida por el
ejercicio en el equino, hipercalcemia, hiperaldosteronismo, aumento de la presión intraocular que necesita
resolución inmediata, etc).
CLASIFICACIÓN
Los principales criterios de clasificación de los diuréticos son según su EFICACIA (grado de natriuresis) y su
MECANISMO DE ACCIÓN.

Eliminan más del 25% de la carga de Furosemida


EFICACIA ALTA Na+ filtrado. Actúan sobre el asa de Bumetanida
Henle (diuréticos de asa). Ácido etacrínico

Eliminan del 5 al 10% de la carga de Na+


• Clorotiazida
EFICACIA MEDIANA filtrado. Son las Tiazidas. • Hidroclorotiazida
• Benzotiazida
EFICACIA BAJA Inhibidores de la anhidrasa carbónica • Acetazolamida, Metazolamida
(Eliminan menos del Osmóticos • Manitol, Glucosa, Urea y Glicerina
5% de la carga de
• Antagonistas de la aldosterona (Espironolactona)
Na+ filtrado)
Ahorradores de potasio (antikaluréticos) • Amilorida, Triamtereno

Inespecífico: Diuréticos osmóticos


Específico: Involucra un receptor, que puede ser una enzima (inhibidores de la anhidrasa carbónica), un
transportador (diuréticos de asa, tiazidas, amilorida y triamtereno) o un receptor hormonal (espironolactona).
DIURÉTICOS DE ALTA EFICACIA
También denominados diuréticos de asa o de “techo alto”, sus representantes son la FUROSEMIDA, la
BUMETANIDA y el ÁCIDO ETACRÍNICO.
: La administración es oral o parenteral (IV o IM). Son bien absorbidos por el TGI, si bien la
bumetanida es la más liposoluble. Respecto a la distribución, tienen una alta UPP (95%), lo cual genera que
tengan más tiempo de acción por ser más lento su mecanismo de excreción. Sufren poca metabolización,
filtrándose poco por el glomérulo debido a su UPP; mayor importancia reviste el mecanismo de secreción
activa, dado que la acción de estos diuréticos depende de su concentración en la membrana luminal del asa
de Henle. La vida media es de aproximadamente 1-2 horas. La furosemida se excreta por leche, lo cual debe
contemplarse al hacer tratamientos en bovinos lecheros (edema de ubre). Cuando se administra furosemida
IV, la acción es rápida y comienza a los 2-5 minutos, manteniéndose durante 2-
4 horas. Por vía oral, los tiempos respectivos son 10-30 minutos y 6 horas,
aproximadamente.
: Actúan en la porción ascendente gruesa del asa de Henle,
más precisamente a nivel de la proteína cotransportadora 2Cl-Na+ y K+ ubicada
en la membrana luminal, interfiriendo en el sitio en que se fija el Cl-. En
condiciones fisiológicas, en el asa ascendente se reabsorbe parte del sodio,
calcio, magnesio y bicarbonato filtrado, además de producirse la secreción de
protones. Al ser un cotransporte, la interferencia en el transporte del Cl- afecta
también al K+ y al Na+, disminuyendo la reabsorción de iones y
consecuentemente la hipertonía del intersticio. Lo que se obtiene es una
formación de orina ácida de baja densidad, abundante en cloro, sodio, potasio,
calcio y magnesio.
: A nivel renal, la función diluyente de la rama ascendente del asa se afecta por la
persistencia de iones en el líquido tubular, mientras que la disminución de iones en el intersticio afecta al
mecanismo de contracorriente e interfiere en la capacidad de concentrar la orina de los segmentos distales.
A su vez, la furosemida incrementa el flujo sanguíneo renal. Respecto a los efectos extrarrenales, la
furosemida actúa sobre el tono vascular, produciendo vasodilatación venosa, llevando esto a una disminución
de la presión venosa central, de la presión arterial pulmonar, y en la presión de llenado del ventrículo
izquierdo, con reducción en la precarga.
: Por su acción rápida e intensa con gran natriuresis, son de elección para movilizar edemas
localizados en casos de urgencia (pulmonar, de ubre, ocular) o edemas generalizados ocasionados por
enfermedades cardíacas, renales, hepáticas o enteropatías con pérdida de proteínas. En tratamientos
prolongados debería considerarse otro diurético dado que la intensidad de su acción complicaría la situación.
Las indicaciones de la furosemida incluyen:
▪ INSUFICIENCIA CARDÍACA (SICC), con edema pulmonar que debe removerse urgentemente.
▪ Edema de ubre en los bovinos
▪ Hipercalcemias (convenientemente con solución fisiológica, a fin de evitar desequilibrios
hidroelectrolíticos y aportar el Na+ que favorece la excreción de calcio).
▪ Prevención de la HPIE equina (hemorragia pulmonar inducida por el ejercicio).
▪ Edemas resistentes a otros tratamientos.
▪ Hipertensión (los tiazídicos son de elección, pero en urgencias y con cautela la furosemida puede
usarse).
▪ IRA e IRC: La furosemida aumenta el flujo sanguíneo renal pero no aumenta significativamente la TFG,
por lo que sería más eficaz su uso en casos de isquemia. En caninos oligúricos con insuficiencia renal,
se han obtenido mejores resultados combinándola con dopamina (diurética a bajas dosis por
vasodilatación que aumenta el flujo renal); esta combinación es ineficaz en gatos. En bovinos con IRA,
la combinación furosemida + manitol restablece el flujo renal. En equinos oligúricos se utiliza
furosemida + manitol + dopamina con el mismo fin.
Si bien no son muy tóxicos, en tratamientos prolongados la pérdida de electrolitos
y agua puede originar efectos secundarios, tales como deshidratación, hipocalcemia, hipopotasemia,
hipomagnesemia y alcalosis hipoclorémica. Al generar hipopotasemia aumenta el riesgo de toxicidad de los
digitálicos. La combinación con gentamicina, anfotericina B, cefaloridina y rifampicina aumenta la
nefrotoxicidad. A su vez, los AINES disminuyen los efectos diuréticos por disminución de la síntesis de
prostaglandinas. El ácido etacrínico es el más tóxico, por lo que su empleo es más restringido. La furosemida
está contraindicada en animales con diabetes mellitus, anuria, insuficiencia hepática (la posible
deshidratación y desequilibrio electrolítico podría agravar la situación) y pancreatitis.
DIURÉTICOS DE MEDIANA EFICACIA
Son fármacos que poseen una estructura básica, diferenciándose entre ellos por los diferentes sustituyentes.
Los más usados en veterinaria son la CLOROTIAZIDA, HIDROCLOROTIAZIDA y BENZOTIAZIDA.
Se administran por vía oral, con buena absorción en el TGI. La clorotiazida es la menos
liposoluble y puede tener menor absorción. La UPP de las distintas tiazidas es variable, excretándose
principalmente en el riñón, sin metabolizarse, por filtración y secreción (se excretan por leche). Las semividas
son muy variables, dándose en mascotas la respuesta diurética entre las 2-3 hs de administrado, con una
duración de 6-12 hs.
Se fijan selectivamente al cotransportador de
Na+ y Cl- de la membrana luminal de la célula epitelial en la porción
inicial del túbulo contorneado distal, inhibiendo la reabsorción activa
de sodio y cloro, aumentando la eliminación de estos iones. Por un
mecanismo no muy conocido, en tratamientos prolongados
disminuyen la eliminación de calcio y ácido úrico, y aumentan la de
magnesio. A su vez las tiazidas aumentan también la excreción de K+,
lo cual puede producir hipopotasemia severa en tratamientos
crónicos (efecto indeseable).
Al llegar el filtrado al TCD, ya se ha
reabsorbido un 90% del sodio filtrado, de manera que la acción
natriurética no es muy potente; el resultado es una diuresis moderada
con modesta natriuresis (5% del sodio filtrado). El efecto diurético es similar en todos los miembros del grupo,
difiriendo solo en cuanto a potencia. La clorotiazida es diez veces menos potente que la hidroclorotiazida, lo
cual influye en la dosis.
Son los diuréticos de elección para tratamientos prolongados, por su efecto leve y sostenido.
Debido a este uso, es importante identificar la dosis mínima efectiva en cada paciente, y contemplar incluso
un régimen de días alternos. Se indican en:
▪ Edema por enfermedad cardíaca, hepática o renal.
▪ Edema por corticoterapia.
▪ Hipertensión arterial; de primera elección, solos o combinados. La fase inicial de la acción
antihipertensiva está relacionada con hipovolemia que ocurre por el incremento de la diuresis. Con el
uso crónico el volumen plasmático se recupera y el efecto antihipertensivo persiste. Esta segunda
fase se debería a una acción vasodilatadora, sobre el músculo liso arteriolar que trae aparejada una
disminución directa de la resistencia periférica.
▪ Diabetes insípida (inhiben pasaje de proinsulina a insulina).
▪ Intoxicación por bromo, flúor o yodo, ya que se excretan parecido al cloro.
▪ Edema de ubre (hidroclorotiazida).
En administraciones prolongadas pueden producir los mismos trastornos
hidroelectrolíticos que la furosemida, pero con menor intensidad por su menor efecto. Se contraindican en
cirrosis hepática (para evitar depleción de K+), animales con hipersensibilidad a las sulfamidas o furosemida
(por su grupo sulfamilo), anuria, diabetes mellitus, hipercalcemia y pancreatitis. La hipopotasemia es el efecto
indeseable más importante, motivo por el cual se combinan frecuentemente con ahorradores de potasio.
La probenecida disminuye la respuesta diurética a las tiazidas, ya que inhibe la secreción activa
del diurético. Esta disminución de la acción varía según el grado de UPP, el cual es distinto en las distintas
tiazidas. Por otro lado, y al igual que otros diuréticos, por la hipopotasemia que producen aumentan el riesgo
de toxicidad de los digitálicos, la anfotericina B y la tubocurarina. Administradas conjuntamente con AINES,
pueden aumentar el riesgo de insuficiencia renal, secundaria a una disminución en el flujo renal por la
inhibición de la síntesis de prostaglandinas vasodilatadoras; asimismo, los AINES pueden contrarrestar los
efectos natriuréticos y antihipertensivos. Por último, las tiazidas pueden potenciar los fármacos que producen
hipopotasemia e hipotensión.
DIURÉTICOS DE BAJA EFICACIA

Son fármacos que tienen un grupo sulfamilo, necesario para su acción diurética; carecen de actividad
antimicrobiana. Los más empleados son ACETAZOLAMIDA y METAZOLAMIDA.
Se administran por vía oral, parenteral (acetazolamida IV) o tópica (dorzolamida,
brinzolamida). Se absorben bien (de modo pasivo) en el TGI, distribuyéndose por todo el organismo unidos en
gran parte a las proteínas plasmáticas (90% UPP para acetazolamida). La acetazolamida se excreta inalterada
por el riñón, tanto por filtración como por secreción. La metazolamida aparece sin cambios en orina en menor
proporción; la acción diurética depende de la presencia de los fármacos en la luz tubular.
El anión bicarbonato (HCO3-) es
filtrado por el glomérulo; en el túbulo contorneado
proximal se reabsorbe un 85% del mismo. En la
membrana apical de las células de esta porción existe un
intercambio Na+ / H+ que aporta protones a la luz tubular,
los cuales actúan sobre el bicarbonato filtrado para
producir ácido carbónico (H2CO3), en una reacción
catalizada por la ANHIDRASA CARBÓNICA (AC). El ácido
carbónico se desdobla en CO2 y agua, para luego
reingresar a la célula epitelial. En el citoplasma,
nuevamente la AC cataliza la formación de ácido
carbónico, que se disocia en bicarbonato y protones. El
bicarbonato pasa al plasma, mientras que los protones se vuelven a intercambiar con sodio, perpetuando el
ciclo. Estos diuréticos inhiben reversiblemente en el TCP a la enzima AC, interfiriendo indirectamente con la
reabsorción de bicarbonato y sodio, resultando en una acción diurética dependiente del bicarbonato filtrado,
con una orina alcalina (rica en bicarbonato, sodio y potasio) y generando una acidosis metabólica. La inhibición
de la AC se produce también en otros sitios, como eritrocitos, globo ocular o SNC, sin relación con su acción
diurética.
Actualmente poseen poca utilidad como diuréticos debido a su acción poco duradera y baja
eficacia; en general, se los indica por sus efectos extrarrenales. Las indicaciones de estos diuréticos incluyen:
o : Se usan principalmente los de acción tópica, desarrollados para este fin
(dorzolamida, brinzolamida). En el globo ocular, el bloqueo de la AC en los procesos ciliares afecta a
la producción de bicarbonato, con disminución de la producción del humor acuoso y una menor
presión intraocular.
o La acción sobre los plexos coroideos disminuye la producción de LCR.
o Este efecto interfiere en la excreción de fármacos que se reabsorban en el
riñón, favoreciendo la excreción de ácidos débiles por aumentar su ionización en el túbulo renal y
disminuyendo la de bases débiles por un mecanismo inverso.
o Por la gran excreción de bicarbonato que producen.
o Aumentan la solubilidad de ciertas sustancias, previniendo la formación de
cálculos (urolitos de cistina, ácido úrico).
La acetazolamida produce acidosis metabólica, pudiendo producirse
hiponatremia e hipopotasemia. La hipopotasemia puede aumentar la posibilidad de toxicidad asociada al uso
de digitálicos o bloqueantes neuromusculares no despolarizantes. En caninos se ha descrito anorexia, vómitos
y diarrea. Además, por su grupo sulfamilo pueden producir reacciones de hipersensibilidad. Se contraindican
en hembras preñadas (acetazolamida a altas dosis es teratogénica), desequilibrios hidroelectrolíticos
(agravan hipopotasemia e hiponatremia) y animales alérgicos al grupo sulfamilo (sulfamidas antimicrobianas,
tiazidas, furosemida).

Son sustancias de bajo peso molecular, osmóticamente activas y farmacológicamente inertes. El MANITOL es
el prototipo y el más usado; otros son la GLUCOSA (soluciones hipertónicas), UREA, GLICERINA (o glicerol) e
ISOSORBIDA.
El manitol, la urea y la glicerina, como diuréticos, deben administrarse por vía IV (SC e IM
producen irritación, edema y necrosis de piel), ya que no se absorben por vía oral y en este caso ejercen
acción laxante. Se utilizan soluciones al 5-25%, dependiendo del estado de hidratación del animal y el objetivo
de la terapéutica. Respecto a la excreción, el manitol se metaboliza muy poco, eliminándose inalterado por el
riñón, exclusivamente por filtración. La isosorbida y la urea se eliminan por vía renal, mientras que la glicerina
y la glucosa sufren metabolismo hepático.
Actúan de manera inespecífica (por su sola presencia, sin receptor). En primer lugar,
existe una acción expansora del volumen plasmático, que precede a la acción diurética. La acción expansora
se explica porque producen el desplazamiento del líquido intracelular de los tejidos hacia el plasma (son
osmóticamente activos), produciendo un brusco aumento del volumen plasmático, que va acompañado de la
disminución en la viscosidad sanguínea, disminución de la liberación de renina y aumento del flujo sanguíneo
renal. Este aumento brusco del volumen plasmático se normaliza a medida que el manitol se va filtrando por
el riñón. Respecto a la acción diurética, estos fármacos se filtran por el glomérulo, sufriendo poca o nula
reabsorción, y teniendo la capacidad de retener agua a lo largo de la nefrona. El consiguiente aumento de
volumen en el líquido tubular compromete la reabsorción de Na+, principalmente por la mayor velocidad de
paso del filtrado por el túbulo. El efecto diurético es más evidente para el agua que para los solutos,
obteniéndose orinas diluidas, si bien aumenta la excreción de la mayoría de los electrolitos (Na+ y Cl-), y esto
es característico por la rapidez con que se produce. Un caso especial ocurre con la glucosa, la cual se
reabsorbe totalmente en el TCP; para lograr acción diurética, debe administrarse en cantidades altas de
soluciones concentradas (25%, 50%), a fin de superar el transporte máximo renal y producir una glucosuria
capaz de retener agua en la luz tubular.
El manitol como diurético se utiliza cuando no prima la necesidad de eliminación de sodio, sino
más bien captar rápidamente el agua de los tejidos en el lecho vascular; es útil también cuando se desea
realizar una protección preventiva del riñón, previniendo la reducción de la TFG. Las principales indicaciones
son:
o El manitol es de elección. Se debe tener certeza de la integridad de los capilares, ya
que, de existir lesiones en los mismos, podría difundir a los tejidos y agravar el cuadro. Además, al
disminuir la viscosidad sanguínea aumenta la perfusión cerebral. En mascotas, la disminución de la
presión intracraneal aparece ya en 5-10 minutos, observándose el máximo efecto a los 10-20 minutos.
Se aconseja la administración lenta, ya que la infusión rápida puede aumentar levemente la presión
intracraneal.
o Como prevención y tratamiento de la oliguria, el manitol es útil acompañado de
una rehidratación adecuada.
o A fin de disminuir la presión intraocular, en tratamientos cortos o previamente a la cirugía.
o Aumentan la velocidad de excreción de un fármaco; en este caso se administran junto con una
adecuada hidratación del animal.
El efecto secundario más grave es el desequilibrio hidroelectrolítico; si se
administran rápidamente altas dosis se puede producir una intensa expansión del volumen plasmático,
hiponatremia de dilución y sobrecarga circulatoria; esta situación es más probable y más riesgosa en
animales con insuficiencia renal o cardíaca. Si el animal no está bien hidratado como para soportar la acción
diurética, el manitol puede producir deshidratación tisular y hemoconcentración, o agravar estas condiciones
preexistentes. Así, el manitol se contraindica en hemorragias cerebrales (peligro de paso del manitol al tejido
nervioso), deshidratación grave, congestión o edema pulmonar (la expansión del LEC puede exacerbar el
edema) o situaciones en las cuales la sobrecarga del sistema circulatorio puede ser peligrosa (SICC).

Son la ESPIRONOLACTONA, la AMILORIDA y el TRIAMTERENO. La espironolactona es un esteroide sintético,


similar a la aldosterona, con un radical tioacetilo (la pérdida por metabolismo del mismo produce el
canrenonato, con menor actividad farmacológica). El triamtereno y la amilorida son bases orgánicas. El efecto
de todos es el mismo, pero difieren en el mecanismo de acción.
: Se administran por vía oral, absorbiéndose bien en el TGI; la espironolactona presenta la
mayor biodisponibilidad (90%). La amilorida se absorbe de forma incompleta, y el triamtereno ocupa un lugar
intermedio. Tienen una UPP variable (alta para espironolactona y canrenonato, baja para la amilorida).
Respecto al metabolismo, la espironolactona se metaboliza casi totalmente, mientras que la amilorida y el
triamtereno lo hacen en menor proporción. Se excretan por las heces y el riñón. La eliminación de la
espironolactona no se vincula tanto con su acción, ya que no actúa sobre la luz tubular, sino en el interior de
la célula, a la cual accede por la membrana basolateral merced a su liposolubilidad.
: Dada su semejanza con la aldosterona, la espironolactona y canrenonato son
antagonistas de dicha hormona. Se unen competitiva y reversiblemente al receptor citoplásmico en las células
del TCD y del túbulo colector, impidiendo la translocación al núcleo y luego la síntesis de proteínas. Por su
parte, la amilorida y el triamtereno bloquean los canales de Na+ localizados en la membrana luminal. Ambos
tipos de diuréticos disminuyen la reabsorción de sodio y la secreción de potasio (de ahí el nombre).
: A nivel renal, dado que actúan en una porción de la nefrona a la cual llega sólo el 2%
del Na+ filtrado, la capacidad de producir natriuresis es escasa (baja eficacia). La diferencia de efectos entre
estos diuréticos está en que la espironolactona y canrenona dependen de la presencia de la aldosterona para
actuar, no así la amilorida y triamtereno. La aparición del efecto de la espironolactona demora de 2 a 3 días,
ya que deben desaparecer las proteínas inducidas por la aldosterona ya formada.
: Más que por su acción diurética, se utilizan combinados con tiazidas y furosemida para potenciar
la acción natriurética y antihipertensiva, además de contrarrestar la hipopotasemia en tratamientos
prolongados con dichos diuréticos. La espironolactona se indica en casos de hiperaldosteronismo primario y
secundario. Además, es el diurético de elección en la cirrosis.
: Son poco tóxicos. Se contraindican en situaciones en que constituya un riesgo
la retención de potasio (insuficiencia renal, diabetes mellitus). No se deben combinar entre sí los diferentes
ahorradores de potasio.

FARMACOLOGÍA CARDIOVASCULAR
La capacidad del corazón para ejercer sus funciones fisiológicas depende de una adecuada actividad contráctil de los
miocitos cardíacos. Dicha contractilidad, o inotropismo, es una de las propiedades cardíacas; las otras son la
excitabilidad (badmotropismo), automatismo (cronotropismo), conductibilidad (dromotropismo) y relajación
(lusitropismo). Las células musculares cardíacas son excitables y responden a los estímulos eléctricos generando
potenciales de acción. Además, hay células autoexcitables que marcan el ritmo cardíaco, representadas por las del
nodo SA. Este nodo genera potenciales de acción con mayor
frecuencia, y los propaga rápidamente por el sistema de
conducción al resto del corazón.
El potencial de acción cardíaco se divide en 5 fases. La primera
corresponde a la fase de despolarización en espiga,
principalmente por una corriente de Na+. Luego, sigue una fase
de repolarización transitoria por salida de K+, y a continuación
se produce la entrada de Ca+ que produce la meseta (período
refractario: incapaz de generar otro potencial de acción).
Finalmente, ocurre la repolarización completa por salida de K+,
quedando el miocito más electronegativo de lo normal; es aquí
cuando participa la bomba de Na+/K+ con la finalidad de
restablecer el equilibrio eléctrico y retomar la fase de reposo.
La contracción cardíaca se produce durante el ingreso de Ca+;
dicho catión, proveniente del medio extracelular y del retículo,
al unirse, desplaza a la tropomiosina, exponiendo los sitios de unión de la miosina a la actina, permitiendo la
contracción.
Aunque la actividad eléctrica y contráctil del corazón están íntimamente relacionadas, en la práctica clínica se
distinguen procesos en los que se altera primariamente la función contráctil del corazón (insuficiencia cardíaca) o su
actividad eléctrica (arritmias), por lo que su corrección implica objetivos terapéuticos diferentes y alcanzables con
grupos de fármacos distintos. Estos mismos sirven para corregir el problema, no para solucionarlo.
Los fármacos pueden actuar de forma directa en el corazón, ya sea para incrementar su contractilidad (inotrópicos
positivos) o bien para suprimir las arritmias (antiarrítmicos), pero también pueden modificar la función cardíaca
indirectamente al actuar sobre el volumen de sangre circulante (diuréticos) o modificando las resistencias vasculares
(vasodilatadores).
INOTRÓPICOS POSITIVOS

También llamados glucósidos cardiotónicos, los más usados


en veterinaria son la DIGOXINA, DIGITOXINA y OUABAÍNA. En su estructura química
hay que reconocer tres componentes: un azúcar, un esteroide y una lactona. La
parte glucídica está formada por una cadena de monosacáridos (digitoxosas), que
contribuye a modificar la potencia y propiedades farmacocinéticas del compuesto
(penetrabilidad y fijación). Por su parte, la asociación entre el esteroide y la lactona
forma la genina o aglucona, que es el complejo con actividad biológica,
farmacológicamente activo.
La digoxina se puede administrar por vía oral (común en caninos)
o IV. La mayor liposolubilidad la tiene la digitoxina, seguida por la digoxina y luego
la ouabaína. Estas diferencias explican sus diferentes propiedades farmacocinéticas. La ouabaína apenas se
absorbe oralmente, mientras que la digoxina y la digitoxina lo hacen en un 70-90%, con una alta
biodisponibilidad y VD (6 L/Kg). La UPP es de un 90% para la digitoxina, un 25% para digoxina y casi nula para
la ouabaína. La digitoxina se elimina principalmente por vía hepática, en tanto que la digoxina lo hace por la
vía renal (filtración y secreción); ambos sufren circulación enterohepática que prolonga su semivida. Estas
semividas varían de individuo a individuo, por lo que conviene individualizar la dosificación.
El mecanismo
de acción de los digitálicos implica la inhibición del
cotransportador Na+/K+, lo que conduce al incremento de la
concentración intracelular de Na+ (por menor salida) y a la
disminución de la de K+. Ello implica la despolarización de la
membrana celular, ya que la ATPasa expulsa 3 iones Na+ por 2
de K+. A su vez, para contrarrestar la acumulación intracelular
de Na+, se produce una disminución de la expulsión de Ca+ por
el intercambiador Na+/Ca+, incrementándose su
almacenamiento en el retículo sarcoplásmico.
o El inotropismo positivo es la acción básica y
fundamental de los digitálicos, incrementando la fuerza
de contracción (merced a un aumento de la
concentración citosólica de Ca+ durante la sístole) y,
por ello, hay un mayor vaciamiento, con aumento del
volumen minuto, disminución del volumen residual y en
consecuencia descenso de la presión venosa.
o Por otro lado, se observan otros efectos, como la disminución de la frecuencia cardíaca
(cronotropismo negativo), dado por el aumento de la actividad vagal y la disminución del tono
simpático. Retardan la conductibilidad AV y prolongan el período refractario en el nodo AV y el haz de
His (dromotropismo negativo).
o También presentan efectos indirectos sobre el riñón, aumentando la presión de filtración y trayendo
aparejado un incremento de la diuresis.
La principal indicación clínica de los digitálicos es la insuficiencia cardíaca
congestiva; también son el tratamiento de elección del aleteo y la fibrilación auricular, por disminuir la
frecuencia ventricular y, consiguientemente, incrementar el rendimiento hemodinámico del corazón.
Poseen un margen terapéutico estrecho, por lo que es frecuente la aparición de
efectos adversos, en relación a los niveles circulantes en plasma. Los vómitos y la diarrea son efectos
secundarios frecuentes a medida que se realiza el tratamiento. En el perro, y especialmente en el gato, la
signología tóxica digestiva es siempre anterior a la cardíaca, por lo que al aparecer vómitos y diarrea se debe
suspender la administración y luego continuar con una dosis menor. La aparición de arritmias es uno de los
principales efectos adversos de los digitálicos; los mismos pueden producir bloqueo de la conducción en el
nodo AV, que predispone también a la aparición de taquicardias. Por su parte, la hipopotasemia favorece la
unión de los digitálicos a la ATPasa (El K+ inhibe la unión a la bomba ATPasa), lo que incrementa su potencial
arritmógeno. Esta hipopotasemia suele ser resultado de la administración de corticoides o diuréticos no
ahorradores de potasio, que conllevan a la eliminación del ion. Además, el exceso de Ca+ en plasma también
se asocia a un aumento de la toxicidad.

La dobutamina es un agonista adrenérgico β1 y β2, dotado también de cierta actividad α1. La unión a los receptores β
estimula a la enzima adenilato ciclasa, y el aparejado incremento del AMPc determina la movilización de calcio, que
aumenta la contractilidad cardíaca y el volumen minuto (inotropismo positivo), pero apenas modifica la frecuencia
cardíaca y la presión arterial, probablemente porque los efectos vasculares adrenérgicos β2 (vasodilatador) y α1
(vasoconstrictor) se contrarrestan. Está indicada principalmente para emergencias (vida media corta), mediante
infusión intravenosa continua, dado que a las 48-72 hs de tratamiento ocurre internalización de los receptores.

Los inodilatadores incluyen al PIMOBENDAN, INAMRINONA y MILRINONA.


Pueden administrarse por vía oral y parenteral, habiéndose propuesto para tratar la insuficiencia cardíaca
resistente a los digitálicos. Se usan cápsulas de gelatina por vía oral con 1 hora de ayuno pre o post
administración, absorbiéndose rápidamente. La biodisponibilidad oral es del 70%, con una alta UPP y bajo VD.
El metabolismo se produce en el hígado por desmetilación formando un metabolito más activo.
Pimobendan es el más utilizado, a la vez que tiene el mayor efecto inotrópico positivo. Dicho efecto ocurre por
dos mecanismos diferentes: uno es el bloqueo de la enzima fosfodiesterasa III, encargada de degradar el
AMPc. El incremento del AMPc favorece el ingreso de Ca+ extracelular, la salida del Ca+ desde el retículo y el
realmacenamiento del mismo para que esté disponible en la siguiente contracción. A su vez, aumentan la
interacción entre la troponina C y el Ca+ (sensibilizadores del Ca+). Todo esto ocurre a nivel del corazón. Si
bien estimulan la contractilidad cardíaca, su efecto principal es VASODILATADOR. En los vasos sanguíneos, el
aumento del AMPc inhibe a la miosina quinasa (enzima que fosforila a la miosina, causando vasoconstricción),
favoreciendo la vasodilatación. Así, con estos fármacos se logra inotropismo positivo y vasodilatación, siendo
fármacos útiles para la miocardiopatía dilatada y la EMC. No incrementan la demanda ni el consumo de O2, no
son arritmogénicos, producen una vasodilatación balanceada (arterial-venosa) y no causan hipotensión ni
alteran la funcionalidad renal: más bien estimulan indirectamente la diuresis al mejorar la hemodinamia.
ANTIARRÍTMICOS
Entendemos por arritmia a toda anomalía en la frecuencia, regularidad o lugar de origen del impulso cardíaco,
producidas por disturbios o fallas en los marcapasos, en la transmisión o una conjunción de ambas. Las causas
incluyen isquemia, hipoxia, anormalidades eléctricas, acidosis o alcalosis, catecolaminas o fármacos. Los fármacos
antiarrítmicos se clasifican en cuatro grupos:
▪ Grupo 1A: Quinidina, Procainamida
Grupo 1 Bloqueantes de los canales de Na+
▪ Grupo 1B: Lidocaína, Fenitoína
Grupo 2 Bloqueantes adrenérgicos Propanolol, Metoprolol, Atenolol
Grupo 3 Bloqueantes de los canales de K+ Amiodarona, Sotalol.
Grupo 4 Bloqueantes de los canales de Ca++ Verapamilo

La quinidina es el D-enantiómero de la quinina, un fármaco usado como antipalúdico. La procainamida es un


derivado de la procaína, con efectos cualitativamente similares a los de la quinidina. Respecto a los del grupo
B, la lidocaína es un anestésico local, en tanto que la fenitoína es un antiepiléptico dotado de acción
antiarrítmica.
Los fármacos de este grupo son bloqueantes de los canales de Na+, por lo que su principal efecto consiste en
la disminución de la velocidad de despolarización y de la velocidad de conducción. El bloqueo de dichos
canales también supone la reducción de la excitabilidad celular. Los fármacos de este grupo difieren sobre la
duración del potencial de acción; los del subgrupo A la prolongan, en tanto que los del subgrupo B la acortan.
Los canales de Na+ pueden encontrarse, a lo largo del potencial de acción, en un estado de reposo, abierto e
inactivado. Los del subgrupo A son más afines por el estado abierto, deprimiendo más la corriente de Na+
cuanto más frecuentemente se activen los canales (bloqueo dependiente de la frecuencia), y serán más
eficaces cuanto mayor sea la frecuencia cardíaca. Por esto, serán igualmente efectivos para tratar arritmias
supraventriculares o ventriculares, ya que la frecuencia con la que se activan los canales y el tiempo que
permanecen abiertos es similar en todas las regiones cardíacas. Por su parte, los del subgrupo B tienen más
afinidad por el estado inactivado, siendo más eficaces en despolarizaciones prolongadas y frecuentes; por
ello, y al tener el potencial de acción ventricular más duración que el auricular, son más efectivos para tratar
arritmias ventriculares que supraventriculares.
La quinidina está indicada en el tratamiento arritmias supraventriculares asociadas al síndrome de WPW, de
la fibrilación auricular y de arritmias ventriculares en equinos y pequeños. En perros puede ocurrir diarrea,
anorexia y vómitos. La procainamida es más eficaz para controlar las arritmias ventriculares.
La lidocaína se usa por vía intravenosa para tratar inmediatamente las arritmias ventriculares agudas; no
puede indicarse en tratamientos prolongados porque por vía oral sufre un marcado metabolismo hepático.
Produce toxicidad en el SNC que consiste en depresión, ataxia, temblores y convulsiones. El empleo de
fenitoína se limita al tratamiento de toda clase de arritmias producidas por los digitálicos.

Este grupo comprende a los antagonistas competitivos y reversibles de los receptores β-adrenérgicos, tales
como el propanolol, el metoprolol y atenolol. El propanolol sufre un importante metabolismo de primer pasaje,
por lo que la dosis oral es de 6 a 10 veces mayor a la intravenosa.
Estos fármacos se consideran como un grupo aparte por el papel que tiene la hiperactividad simpática en la
generación de diferentes arritmias, particularmente las relacionadas con la aparición de marcapasos
ectópicos. El propanolol reduce la frecuencia de descarga de potenciales de acción del nodo SA y de los dichos
marcapasos ectópicos, siendo útiles para tratar arritmias relacionadas con alteraciones del automatismo.
También son efectivas para tratar la taquicardia supraventricular y para reducir la frecuencia ventricular en
pacientes con fibrilación auricular. Por último, se indica en arritmias causadas por digitálicos.

Los fármacos de este grupo (amiodarona, Sotalol) prolongan la duración del potencial de acción, lo cual se
detecta clínicamente por el aumento del intervalo QT del ECG. Esto se debe al bloqueo de los canales de K+
responsables de la repolarización, lo que conlleva a un aumento del período refractario y determina su utilidad
para limitar la respuesta del corazón a ritmos cardíacos rápidos, dependientes de marcapasos ectópicos.
La amiodarona puede administrarse por vía oral o parenteral, teniendo una larga semivida plasmática. Debido
a su elevada toxicidad (muerte súbita, alteraciones digestivas, etc), su uso está restringido en perros al
tratamiento de arritmias ventriculares resistentes a otros antiarrítmicos.

Representado por el verapamilo, este fármaco bloquea los canales de Ca+ voltajes dependientes. Bloquea la
contractilidad, enlentece la despolarización y retarda la velocidad de conducción, a la vez que aumenta el
período refractario del nodo AV, por lo que es empleado para suprimir taquicardias supraventriculares por
reentrada. Las arritmias ventriculares suelen ser resistentes.
El verapamilo potencia la bradicardia y depresión de la contractilidad producida por los del grupo 1 y 2.
Además, su asociación con estas últimas y con los digitálicos incrementa el riesgo de bloqueo AV.

SISTEMA VASCULAR - VASODILATADORES


Las células musculares lisas de los vasos sanguíneos se localizan en la capa media, entremezcladas con fibras
colágenas, elásticas y dispuestas circularmente. Normalmente, todos los vasos sanguíneos mantienen una
contracción parcial e involuntaria de su musculatura lisa, conocida como tono vasomotor. El tono vasomotor y por lo
tanto el calibre de los vasos sanguíneos se regula a través de hormonas circulantes y mediadores secretados por los
nervios simpáticos y el endotelio vascular. A su vez, la contracción del músculo liso depende fundamentalmente del
Ca+, por lo que tanto los vasoconstrictores como los vasodilatadores actúan incrementando o disminuyendo la
concentración de Ca+ libre intracelular.
El incremento del Ca+ intracelular, y, por lo tanto, el aumento del tono vascular se produce principalmente por dos
mecanismos: la despolarización por cualquier estímulo (con apertura de canales de Ca+ voltajes dependientes) y la
activación de un receptor por el agonista fisiológico correspondiente (noradrenalina, angiotensina II, ATP, etc). A
continuación, la contracción se da de la siguiente manera: Los iones Ca+ se combinan con la calmodulina, formando
un complejo que se une a otra proteína (CCLM), y cuya función es la de fosforilar a la miosina, fosforilación que
estimulará la actividad ATPasa actinomiosínica, produciéndose hidrólisis del ATP. La energía química liberada provoca
el deslizamiento de los filamentos de miosina sobre los de actina, formándose puentes cruzados y originándose la
contracción muscular.
Los fármacos vasodilatadores producen relajación del músculo liso vascular por una disminución de la concentración
de Ca+ intracelular, por un incremento del óxido nítrico (NO) o inhibiendo la CCLM. De gran uso clínico, se utilizan para
el tratamiento de patologías comunes y crónicas tales como la hipertensión y la insuficiencia cardíaca. Al disminuirse
la presión sanguínea se logra una sucesión de efectos que culminan en una mejor eficiencia de contracción
miocárdica, mejora del trabajo cardíaco y disminución del consumo de oxígeno por las fibras miocárdicas. Por ejemplo,
al existir hipotensión en la circulación sistémica, el corazón disminuye su trabajo mecánico, ya que la resistencia del
circuito es menor. Los beneficios generados por los vasodilatadores, hace que el riesgo de toxicidad cardíaca por el
uso de inotrópicos positivos sea menor.
No obstante, la vasodilatación no siempre es un beneficio; si la presión arterial experimenta un descenso crítico,
puede comprometerse el flujo coronario y renal. La taquicardia refleja acompañada de una mayor demanda de oxígeno
por el miocardio, es otro problema potencial asociado a la hipotensión.

Los representantes son HIDRALAZINA y los NITROVASODILATADORES (Nitroglicerina y Nitroprusiato sódico).


La hidralazina se absorbe rápidamente por vía oral, iniciando el efecto al cabo de 30-60 minutos. Sufre un
importante metabolismo intestinal y hepático, eliminándose principalmente por vía renal. Produce
vasodilatación principalmente a nivel arterial (reduce la postcarga), no tanto a nivel venoso. El mecanismo de
acción implica un incremento en la producción de prostaciclinas (otra bibliografía dice que producen ON). Así,
disminuye la resistencia vascular a nivel renal, coronario, cerebral y mesentérico. Se indica principalmente
para el tratamiento de la insuficiencia cardíaca debida a un soplo grave resistente a la terapia convencional.
La nitroglicerina es un vasodilatador venoso con una vida media muy corta (2 a 3 minutos), que se convierte
en NO cerca de la membrana plasmática de las células de músculo liso por un proceso enzimático complejo.
La vía transdérmica es la más usada en caninos, particularmente en individuos grandes con cardiomiopatías
dilatadas. La nitroglicerina inyectable se usa para el tratamiento del infarto agudo de miocardio, insuficiencia
ventricular izquierda y crisis hipertensivas con descompensación cardíaca. La vía sublingual se aplica en la
prevención o tratamiento de cardiopatías isquémicas.
El nitroprusiato sódico es un vasodilatador venoso y arterial, que reduce la precarga y la postcarga
ventricular. Se convierte por reducción espontánea en NO, a diferencia de la nitroglicerina. Se utiliza en
caninos para tratar crisis hipertensivas e insuficiencias cardíacas descompensadas. No se absorbe por vía
oral, debiendo usarse por vía endovenosa. Es rápidamente metabolizado, dando lugar a tiocianato en el hígado,
metabolito responsable de la toxicidad crónica.

Los más usados en veterinaria son el ENALAPRIL y CAPTOPRIL (otros son el lisinopril y benazepril). Estos fármacos
producen un bloqueo competitivo de la ECA, que transforma la angiotensina I en angiotensina II, un potente
vasoconstrictor. Se produce así una vasodilatación mixta arteriovenosa, con reducción de las resistencias vasculares
periféricas y presión arterial. Se indican en caninos y felinos asociados a diuréticos y cardiotónicos, en el tratamiento
del SICC. Permiten la vía oral.

Constituyen un grupo heterogéneo de fármacos que incluyen dihidropiridinas (Nifedipino y Amlodipino),


verapamilo y dialtazem (los más importantes). Todos producen relajación arteriolar, vasodilatación y aumento
del flujo sanguíneo coronario. Tienen características farmacocinéticas semejantes, siendo bien absorbidos
por vía digestiva, con considerable efecto de primer pasaje, lo que genera una baja biodisponibilidad. A
excepción de las dihidropiridinas, la semivida es muy corta.

El PRAZOSIM bloquea selectiva y reversiblemente a los receptores α1 postsinápticos, dando lugar a una
vasodilatación mixta sin aumentar la frecuencia cardíaca. Pueden causar hipotensión e hipoperfusión renal
(azotemia).

Inhibidores de la fosfodiesterasa 3: El representante es el PIMOBENDÁN, el cual tiene una acción combinada


de inotropismo positivo + vasodilatación = INODILATADORES.
Inhibidores de la fosfodiesterasa 5: Sildenafil. Es más efectivo para prevenir o tratar la vasoconstricción
pulmonar (hipertensión pulmonar).
FARMACOLOGÍA DIGESTIVA
El TGI es una importante vía de administración de medicamentos, que pueden actuar localmente en la luz del mismo
o ser absorbidos y distribuidos por el organismo. A su vez, el aparato digestivo presenta grandes diferencias según
la especie, lo cual debe considerarse al momento de administrar cualquier fármaco ya que, por ese motivo, puede
estar indicado en una especie y contraindicado en otra.
ESTIMULANTES DEL APETITO
El apetito está regulado por los centros del hambre y de la saciedad del hipotálamo. Existen diversos mediadores que
participan en la estimulación e inhibición del mismo, respectivamente:
Mediadores estimulantes Mediadores inhibidores
• Noradrenalina (receptores α2) • Serotonina (estimula centro de la saciedad)
• Dopamina (receptores D1) • Calcitonina
• GABA (inhibe centro de la saciedad) • Colecistoquinina (CCK)
• Opioides y endorfinas • CRH (factor liberador de corticotropina)
• Polipéptidos pancreáticos
Fármacos estimulantes del apetito:
Por vía oral o parenteral, estimulan el apetito en animales debilitados, especialmente
caballos.
Estimulan el apetito inespecíficamente; no obstante, su uso continuado tiene efectos
catabólicos porque promueve la movilización de proteínas.
Como el diazepam (más eficaz pero más sedante) y el oxazepam, muy exitosos en el gato.
Cuando responden al tratamiento intravenoso con diazepam, comienzan a comer segundos después de la
administración; en perros no son tan eficaces. El elfazepam es muy eficaz en rumiantes. Su efecto se debe a
que aumentan la afinidad del GABA por su receptor y a que inhiben el centro de la saciedad.
Antagoniza receptores de serotonina, siendo eficaz en gatos por vía oral.
Como la nuez vómica o la genciana, que son fármacos sialogogos con buenos resultados
en rumiantes.
EMÉTICOS
Se denomina “vómito” o “emesis” a la expulsión violenta y espasmódica del contenido del tubo digestivo superior a
través de la boca. En el vómito participan la contracción de la musculatura gastrointestinal, la pared toracoabdominal
y la relajación del esfínter esofágico inferior. Clínicamente, el vómito se induce farmacológicamente con la finalidad
de vaciar la porción anterior del tracto digestivo, por ejemplo, cuando el animal ha ingerido venenos no corrosivos o
en la inducción de la anestesia general.
El vómito se produce por la activación del CENTRO DEL VÓMITO, el cual está situado en la formación reticular lateral
del bulbo raquídeo, protegido por la barrera hematoencefálica. Dicho centro recibe estímulos aferentes de diferentes
vías, tales como:
La zona quimiorreceptora gatillo (ZQG): Esta zona no cuenta con la protección de la BHE, por lo cual es mucho
más sensible a los compuestos que se encuentran
en el torrente sanguíneo. Posee quimiorreceptores
sensibles a dopamina, serotonina, histamina,
acetilcolina, opioides, sustancia P, fármacos α2
adrenérgicos o anticancerígenos.
Nervio vago: Actúa cuando la faringe es irritada o
estimulada, por ejemplo, al inducir el vómito con los
dedos.
Sistema nervioso vagal y entérico: Transmite las
alteraciones de la mucosa gastrointestinal y
también los estímulos originados por la
manipulación quirúrgica de los mesos abdominales.
Sistema vestibular: Se comunica con el centro del
vómito por el nervio vestibulococlear. Esta vía es la
implicada en la cinetosis, que es el mareo producido por el movimiento, a través de mediadores como la
histamina (receptores histaminérgicos en el centro del vómito).
Corteza cerebral: Es la responsable del vómito psicogénico, que proviene de estímulos olfatorios y visuales
desagradables.
El aumento de la presión intracraneana y los traumas craneanos producen el vómito por estimulación del
sistema límbico.
Los fármacos eméticos se clasifican según su lugar de acción en periféricos o centrales.

Estimulan directamente la faringe o los nervios aferentes viscerales del estómago y el intestino provocando irritación,
inflamación o distensión. Caben destacar:
• Soluciones sobresaturadas: Como NaCl, que induce el vómito provocando una distensión de la faringe, el
esófago, el estómago y el duodeno.
• H2O2: Su eficacia y seguridad es cuestionable.
• Jarabe de Ipecacuana: Sus principios activos son la emetina y cefelina, que actúan provocando la irritación de
la mucosa gástrica. Administrado por vía oral, induce el vómito en 15-30 minutos.

El vómito se puede iniciar centralmente por estímulos intracraneales o estimulación del aparato vestibular, con la
acetilcolina como mediador principal. Aquellos fármacos que no atraviesan la BHE y, por ende, no pueden llegar al
centro del vómito, pueden activar indirectamente el centro del vómito por estimulación de la ZQG.
• APOMORFINA: Es un derivado semisintético de la morfina que activa el centro emético, estimulando los
receptores de dopamina en la ZQG (agonista dopaminérgico). Administrado por vía parenteral (SC, conjuntival,
IV), el vómito aparece en 2-10 minutos. La vía oral ofrece escasa biodisponibilidad. A reiteradas
administraciones, se pierde la eficacia emética; esto ocurre porque si bien estimulan la ZQG, deprimen el
centro del vómito. Por otro lado, una sobredosis puede deprimir el centro respiratorio; por este motivo se
contraindican de existir depresión central previa. Se indican sobre todo en caninos, no tanto en felinos.
• XILAZINA: Es un sedante, agonista α2 de la ZQG, de elección en gatos cuando se administra en dosis bajas que
no producen sedación. Se puede administrar IV o IM. Se lo utiliza para producir el vaciado gástrico
prequirúrgico o cuando hay una ingestión reciente de tóxicos.
La indicación de los eméticos es principalmente en intoxicaciones agudas. No deben administrarse en animales
inconscientes, con convulsiones o estado de shock, tampoco en aquellos que hayan ingerido sustancias corrosivas,
punzantes o kerosene.
ANTIEMÉTICOS
Se usan para controlar el vómito excesivo una vez conocido su origen y causa, ya que pueden causar problemas de
deshidratación, alteraciones electrolíticas y desequilibrios ácido-básicos. Estos fármacos controlan el vómito por una
acción central, periférica o mixta.

Bloquean la estimulación de la ZQG o del centro del vómito; pueden tener un efecto limitado o amplio dependiendo del
centro que se deprima.

Se incluyen a la DIFENHIDRAMINA, CICLIZINA y MECLIZINA, como las más importantes. Se diferencian en la


duración del efecto y el grado de sedación que producen. Se administran vía oral o IM, teniendo un efecto que
dura de 4 a 6 horas y eliminándose por vía renal.
Son inhibidores competitivos y reversibles de la interacción de la histamina con los
receptores H1; la eficacia de dichos fármacos depende del efecto directo del bloqueo
de los H1 del aparato vestibular y, secundariamente, del centro del vómito y ZQG. Por
esto, están indicados para el tratamiento del vómito por cinetosis (viajes en auto,
barco o avión). Como el efecto tarda unas 4 horas en aparecer, se los debe
administrar antes de viajar, logrando un efecto prolongado de hasta 12 horas.
El principal efecto adverso es la sedación, cuya potencia es independiente del vómito.
No son muy frecuentes. La ciclizina y meclizina se contraindican en hembras
preñadas porque son potencialmente teratógenas.

Los más representativos son la ATROPINA, ESCOPOLAMINA (SC o IM) e ISOPROPAMIDA (oral). Todos
atraviesan la barrera hematoencefálica. La duración de la acción es corta (menos de 6 horas).
Estos fármacos bloquean las vías aferentes colinérgicas que van desde el TGI y el sistema vestibular hacia el
centro del vómito, y cuya estimulación desencadena la emesis. El efecto se da por un antagonismo colinérgico
de los receptores M1. No son eficaces contra sustancias que actúan directamente sobre la ZQG.
Están especialmente indicados para el tratamiento del espasmo abdominal agudo asociado con náuseas,
vómitos y diarrea. No se usan tanto en clínica por su menor eficacia comparada con otros antieméticos.
No son muy usados en gatos porque pueden producir excitación. No deben asociarse con metoclopramida,
cisaprida u opioides, ya que estos precisan de que exista actividad colinérgica ganglionar o en el músculo liso.
Se reconocen 3 grupos, estructuralmente distintos: las benzamidas, las fenotiazinas y las butirofenonas.
: El más importante es la METOCLOPRAMIDA. Este es un derivado de la procainamida que tiene
efectos antieméticos centrales y periféricos, por lo que se lo considera un antiemético mixto. La
farmacocinética varía individualmente: se absorbe bien por vía oral, pero sufre un importante metabolismo de
primer pasaje, formando conjugados glucurónidos. La distribución tisular es rápida y la excreción es renal y
hepática; la semivida va de 90 a 190 minutos, lo que obliga a administrar frecuentemente en caso de vómitos
graves. A bajas dosis, el fármaco inhibe la transmisión dopaminérgica en el SNC, en tanto que a altas dosis
bloquea los receptores de serotonina (efecto mixto); el uso de altas dosis o la vía IV rápida produce excitación
del SNC por el antagonismo de la dopamina. Se lo emplea para el tratamiento del vómito provocado por
fármacos, el asociado con la demora en el vaciado gástrico, el reflujo gastroesofágico, la gastritis por reflujo
y las úlceras pépticas. Se inhibe la emesis mediada por la ZQG. Se contraindican si hay obstrucción o
perforación, ya que estimulan la motilidad gastrointestinal superior; los efectos adversos son comunes en los
caballos (nerviosismo, insomnio, temblores y dolor abdominal). En pequeños puede aparecer excitación.
: Los más usados son ACEPROMAZINA (IM, SC, oral) y CLORPROMAZINA (IM o IV). Se
metabolizan por oxidación hepática y su eliminación es renal, con efectos que persisten durante 24 horas, por
lo que la pauta de administración es diaria. A bajas dosis, actúan antagonizando a los receptores D2 de la ZQG.
A altas dosis, antagonizan además a los receptores α2 del centro del vómito (acción anticolinérgica). Como
efectos secundarios frecuentes se incluyen sedación, hipotensión y disminución del umbral convulsivo.
: Los más relevantes son la DOMPERIDONA, DROPERIDOL y HALOPERIDOL. Se administran
oral o IV, con un efecto de hasta 4 días en el caso del haloperidol. Se diferencian de la metoclopramida y las
fenotiazinas en que el mecanismo de acción es solamente antidopaminérgico, y además no penetran la BHE
(excepto droperidol), por lo que carecen de acciones colaterales sedantes. Su uso no es muy frecuente por
los efectos secundarios similares a los de las fenotiazinas.

El prototipo es el ONDANSETRÓN. Se administra por vía oral, con una biodisponibilidad del 60% y con un
extenso metabolismo hepático y una semivida de 3-4 horas.
Este fármaco actúa a nivel de la ZQG antagonizando a los receptores 5-HT3, inhibiendo el vómito producido
por fármacos citotóxicos y radiaciones, ya que estos producen la liberación de serotonina por el daño de la
mucosa gastrointestinal. Por lo tanto, se indican especialmente cuando la emesis es inducida por fármacos.
Tiene elevado índice terapéutico.

Los antieméticos pueden actuar periféricamente inhibiendo o el componente aferente procedente de los receptores o
inhibiendo el componente eferente de la respuesta refleja del vómito. Otros antieméticos que actúan periféricamente
son aquellos que afectan a la motilidad gastrointestinal, como:
Antimuscarínicos que no atraviesan la BHE, como el glicopirrolato, que inhiben el vómito por bloqueo de los
impulsos vagales aferentes, reduciendo los espasmos del músculo liso e inhibiendo las secreciones
gastroentéricas.
Los fármacos prokinéticos, como el cisapride, que incrementan la motilidad esofágica, gástrica e intestinal. El
vómito no ocurre por la movilización del contenido gástrico al intestino.
CARMINATIVOS O ANTIESPUMANTES
La forma más común de timpanismo se debe a la formación de espuma en el contenido ruminal, que atrapa gas de
manera que no puede ser eructado. En este caso, se administran antiespumantes o carminativos como al
POLOXALENO y la SIMETICONA. Ambos son agentes inespecíficos (no tienen receptor). El poloxaleno se puede
administrar por vía oral mediante sondaje o por inyección intrarruminal. Las siliconas aumentan la tensión superficial
y desestabilizan la espuma, permitiendo la liberación del gas.
ANTIÁCIDOS
Los antiácidos son sustancias destinadas a neutralizar o inhibir la producción y secreción del ácido gástrico (HCL). La
secreción ácida por parte de las células parietales del estómago está estimulada por tres receptores: el receptor de
la gastrina, el receptor H2 de la histamina y los receptores colinérgicos muscarínicos. La secreción normal ocurre
por una interrelación de los tres receptores, pero la inhibición de uno de ellos puede inhibir eficazmente toda la
secreción ácida. Se distinguen 3 grupos de fármacos antiácidos: aquellos que neutralizan el HCL inespecíficamente,
los que inhiben la producción específicamente y los que protegen la mucosa gástrica.
Integran este grupo el BICARBONATO DE SODIO, el HIDRÓXIDO DE ALUMINIO, el HIDRÓXIDO DE MAGNESIO y
el CARBONATO DE CALCIO. A excepción del bicarbonato de sodio, que es el único absorbible y sistémico, el
resto ejerce un efecto local no sistémico, dado que no se absorben. El bicarbonato de sodio es el menos
prescripto por ser su efecto de muy corta duración.
Estos fármacos neutralizan la acidez del estómago dando lugar a agua y sales neutras, de forma que el pH
estomacal aumenta hasta un nivel aceptable. La acción es transitoria, con una duración de 1-2 horas. Deben
administrarse entre comidas, puesto que la alimentación actúa como un amortiguador ácido. Por otro lado, la
administración debe ser frecuente, ya que la neutralización del ácido y el aumento del pH suprime la
retroalimentación negativa sobre la gastrina, favoreciendo su liberación e incrementando la producción de
ácido, generando un efecto rebote.
Se indican por vía oral para el tratamiento de la hiperacidez gástrica, las úlceras, la gastritis y el reflujo
esofágico. También se utilizan para prevenir la acidosis ruminal provocada por una sobrecarga de grano en
rumiantes.
No suelen tener efectos secundarios. El bicarbonato de sodio, por ser absorbible, su uso reiterado o
sobredosis puede generar alcalosis. Pueden interferir en la absorción oral de otros fármacos si se
administran simultáneamente.

Los más importantes son la RANITIDINA y la CIMETIDINA. En mascotas,


se administran por vía oral, IM o IV. Se absorben rápidamente en
intestino, siendo menor la biodisponibilidad para la ranitidina (50%) por
su gran metabolismo de primer pasaje; además, tiene una semivida
mayor, lo cual requiere una pauta de administración menos frecuente
que la cimetidina (12 hs vs 8 hs). Esta última tiene una biodisponibilidad
del 70% en perros, pero del 10-30% en caballos, lo cual implica dosis
más elevadas en dicha especie. La eliminación es por vía renal, como
droga activa y metabolitos.
Son antagonistas competitivos de la histamina, actuando sobre los
receptores H2 de las células parietales. La ranitidina es de 3 a 12 veces
más potente, pero la cimetidina tiene como ventaja cierto efecto
citoprotector. Ambos se usan para el tratamiento de las úlceras
pépticas, la erosión gástrica, la gastritis, el reflujo gastroesofágico y la
esofagitis. La cimetidina se usa para la úlcera de abomaso bovina.
Son drogas que carecen de efectos secundarios tóxicos; no obstante,
la cimetidina actúa como inhibidor enzimático (P450), de manera que puede inhibir o retrasar el metabolismo
de otros fármacos como el diazepam, lidocaína, metronidazol, teofilina, propanolol, fenitoína. Esto puede ser
útil para tratar una intoxicación con paracetamol. Por último, también puede ocurrir efecto rebote.

El OMEPRAZOL y PANTOPRAZOL, derivados del benzimidazol, son los más representativos. El omeprazol es
un profármaco, que químicamente es una base liposoluble e inestable en el medio ácido del estómago. Por
esto, se administra por vía oral en cápsulas de liberación sostenida, las cuales liberan el fármaco después de
abandonar el estómago. El omeprazol se absorbe entonces rápidamente en el TGI, pasando desde la
circulación sistémica a las células parietales gástricas, quedando atrapado y acumulado dentro de ellas unido
a un protón. A continuación, se transforma en ácido sulfénico y una sulfenamida, que son los verdaderos
principios activos. Los principios activos se unen covalentemente con grupos sulfhidrilo del dominio
extracelular de la bomba de protones, inhibiéndola irreversiblemente. Esto se traduce en una inhibición de la
secreción de H+ a la luz gástrica. El LANSOPRAZOL es un fármaco nuevo y más eficaz.
El omeprazol es un supresor de la secreción ácida 30 veces más potente que la cimetidina; a su vez, debido
al mecanismo de acción la eficacia es superior a los antihistamínicos H2, y a pesar de tener una semivida
corta (30 minutos), como se acumula en las células parietales el efecto antisecretor se mantiene 2 o 3 días.
El metabolismo de la fracción circulante es hepático y los metabolitos se excretan mayormente por orina.
Se emplea en gastritis, úlcera duodenal y esofagitis de reflujo en caninos y equinos con muy buen resultado;
se los utiliza sobre todo en pacientes que no han respondido a los antihistamínicos H2 (tumores de mastocitos,
hiperacidez por gastrinomas). En perros se usan frecuentemente para el tratamiento de úlceras por AINES.
Los efectos secundarios son limitados, puesto que el fármaco es selectivo para la bomba de protones. Se
contraindica en tratamientos prolongados, ya que puede originar una hipergastrinemia como respuesta, dado
que el organismo trata de restituir la secreción ácida disminuida.
Se utilizan para curar o prevenir aquellas lesiones de la mucosa gastrointestinal derivadas de diversos
factores, tales como una infección por Helicobacter pylori, aumento del ácido, disminución del espesor de la
capa mucosa, reducción de bicarbonato, disminución del riego sanguíneo o una erosión por AINES.
Los más importantes son las SALES DE BISMUTO, el SUCRALFATO y el MISOPROSTOL.
SALES DE BISMUTO: En contacto con las proteínas de las úlceras, y a pH ácido, forman quelatos que actúan
como una barrera y protegen el cráter del ácido y la pepsina. Esto promueve la cicatrización de la úlcera. Se
administra con el régimen triple clásico (bismuto + metronidazol + tetraciclina o amoxicilina) para tratar las
úlceras asociadas a la infección por H. pylori. Carece de efectos adversos, salvo que puede acumularse en IR.
SUCRALFATO: A pH ácido se polimeriza formando una pasta o gel, que se une firmemente al cráter de la
úlcera, tapizándola en una unión muy firme que no es desplazada por los alimentos. Es el de uso más común.
Se une a la cimetidina, por lo que no se deben administrar juntos.
MISOPROSTOL: Análogo sintético de la PGE1, que aumenta la producción de mucus, la secreción de
bicarbonato, la epitelización de la mucosa y el flujo sanguíneo de la mucosa.
LAXANTES Y PURGANTES
Usados para tratar la constipación. Por lo general, la diferencia entre la acción laxante y la purgante viene dada por
la dosis: los laxantes promueven la eliminación de heces blandas y consistentes (acción suave), mientras que los
purgantes logran evacuaciones más liquidas (acción intensa), debiendo proveer de agua al animal.
Los más utilizados son la vaselina líquida y la
simeticona (carminativo), sobre todo en equinos y bovinos. Como prácticamente no se absorben, ablandan las
heces y lubrican la mucosa intestinal, facilitando su expulsión y evidenciando el efecto laxante en 2 a 3 días.
La principal indicación es en postoperatorios donde se procura que las heces sean blandas. Los efectos
secundarios se asocian a su uso prolongado, siendo importante la interferencia en la absorción de vitaminas
liposolubles. Por otro lado, en mascotas se usa el docusato sódico, un tensioactivo con una acción laxante
débil, que permite la penetración del agua en las heces.
Lo integran numerosos polisacáridos hidrófilos como la celulosa,
metilcelulosa, agar y pectina. No son hidrolizados en el TGI, reteniendo agua en la luz, hinchándose y
aumentando su volumen, produciendo una distensión intestinal. Esto estimula los receptores de distensión,
lo cual genera una contracción refleja y la activación del peristaltismo, con producción de heces blandas e
hidratadas. El efecto tarda días en aparecer, siendo indicado para el tratamiento del estreñimiento crónico.
No tienen contraindicaciones ni efectos secundarios relevantes, salvo meteorismo y heces blandas.
Los más empleados son el sulfato de magnesio y azúcares como manitol, sorbitol y lactulosa.
En el equino se lo administra generalmente por sonda nasoesofágica. Son sustancias de escasa o nula
absorción, que se retienen mucho tiempo en intestino y hacen que pase líquido desde el plasma a la luz
intestinal. El volumen anormalmente alto pasa al colon, y provoca una distensión que conduce a la purgación.
Según la dosis se puede obtener un efecto laxante o purgante. Es el purgante de elección en las intoxicaciones
de cualquier tipo.; no obstante, NO DEBEN ADMINISTRARSE A ANIMALES DESHIDRATADOS, debiendo por otro
lado brindar libre acceso al agua en los animales tratados.
El más importante es el aceite de ricino. Para actuar, debe sufrir hidrólisis en presencia
de bilis y lipasa pancreática para transformarse en ácido ricinoleico, un ácido graso, que es el que posee el
efecto purgante; por esto, en animales con obstrucción hepática no son efectivos. El ácido ricinoleico forma
en el intestino jabones de Na+ y K+, los cuales son irritantes. El estímulo irritante genera una respuesta refleja
que se transmite por medio de los plexos intramurales hasta la musculatura lisa del intestino, con el
consiguiente aumento del peristaltismo y la rápida y total evacuación del ID. Se emplean cuando se quiere
producir la eliminación de la materia fecal de todo el intestino para una operación o alguna maniobra
semiológica o de diagnóstico. No utilizar reiteradamente o en constipación crónica porque puede producir
lesiones en la mucosa intestinal y cólicos.
Esta denominación se basa en que se consideraba que su acción era debida a la irritación
de la mucosa del IG. Tenemos a la fenolftaleína y al bisacodilo. El primero se administra por vía oral en
porcinos, y su mecanismo se basa en la interferencia de la absorción de Na+ y glucosa en el intestino delgado.
Como la acción es a nivel del colon, el efecto puede producirse luego de varias horas (latencia: 6-8 horas). El
bisacodilo puede administrarse por vía oral o enema, inhibiendo también la absorción de glucosa y agua en el
ID y el colon, a la vez que estimula el peristaltismo en el ID.
Son los derivados de la antraquinona (cáscara sagrada, sen, dihidroxiantroquinona).
El sen y la cáscara sagrada son glucósidos que llegan intactos al colon, en donde el enlace glucosídico es
hidrolizado por bacterias y liberan emodinas; estas últimas son absorbidas y tienen un efecto irritante directo
sobre los plexos mientéricos, activando la musculatura lisa intestinal y provocando así la defecación. Las
emodinas se excretan por orina y leche; se debe evitar repetir las dosis porque tienen un período de latencia
prolongado y la sobredosificación puede producir superpurgación.
Son fármacos que incrementan la motilidad gastrointestinal, especialmente los
movimientos propulsivos. Son las drogas colinérgicas (prokinéticos: arecolina, neostigmina, fisostigmina,
betanecol). La contraindicación absoluta es si existe impedimento mecánico para la evacuación del contenido
intestinal, por ejemplo, en caso de formación de un bolo intestinal o en cualquier tipo de obstrucción intestinal.
ANTIDIARREICOS
La diarrea se caracteriza por un aumento en la frecuencia, el volumen y la fluidez de las evacuaciones intestinales.
Las diarreas agudas son generalmente infecciosas, aunque también pueden estar causadas por fármacos,
sobrecargas e intoxicaciones alimentarias. Por su parte, la diarrea crónica es de causas múltiples, ya sea secundaria
a otras enfermedades, intervenciones quirúrgicas, excesivas cantidades de hormonas y ácidos biliares, o situaciones
de estrés. Los antidiarreicos son fármacos empleados para el tratamiento inespecífico de la diarrea; el tratamiento
específico está dirigido a combatir las causas que la producen, utilizando antibióticos o antiinflamatorios más el
antidiarreico.

Antagonistas colinérgicos (parasimpaticolíticos): tales como la BENCETAMIDA, ESCOPOLAMINA y ATROPINA.


Al inhibir la acción de la acetilcolina, producen una disminución del tono muscular (espasmolíticos), de la
frecuencia de las contracciones y de las secreciones, lo que lleva a una disminución del tránsito intestinal y,
especialmente, del dolor que acompaña frecuentemente a las diarreas.
Derivados opioides: Los más utilizados actualmente son los agonistas opiáceos sintéticos DIFENOXILATO y
LOPERAMIDA, que son más seguros y carecen de los efectos centrales de los opioides naturales como la
codeína y la morfina. Dichos opioides actúan selectivamente sobre los receptores δ y μ del tubo digestivo,
alterando su motilidad y secreción. La activación de los δ aumenta el tono del esfínter rectal, reduce las
secreciones y favorece la reabsorción de NaCl y agua, consiguiendo un efecto neto de reducción de la cantidad
de líquido que llega al intestino grueso desde el ID. El difenoxilato se formula generalmente asociado con
atropina, administrándose por vía oral y absorbiéndose bien, para dar lugar en el hígado a su metabolito activo
que es la difenoxina. Por su parte, la loperamida es más potente; se absorbe por vía oral y presenta una
marcada circulación enterohepática. No atraviesa la BHE, siendo efectiva para controlar la diarrea aguda, y
en la crónica inespecífica, puede considerarse de elección.
Tanto los antagonistas colinérgicos como los derivados opioides están contraindicados en las diarreas de origen
infeccioso con bacterias que penetran la mucosa (Ej: Salmonella, Shigella), ya que, al aumentar el tiempo de tránsito
intestinal, se facilita la absorción de toxinas bacterianas.

Son sustancias que no se absorben y que actúan recubriendo la superficie mucosa, adsorbiendo compuestos tóxicos,
bacterias y toxinas que luego son eliminadas por la materia fecal. El más importante es el carbón activado. Este tiene
un gran espectro de adsorción (fármacos, endotoxinas y enterotoxinas, tóxicos), siendo el más utilizado en las
urgencias por intoxicaciones o envenenamientos, en cuyo caso se lo administra oralmente antes o durante el lavaje
de estómago y debe ser seguido por un purgante.

FARMACOLOGÍA RESPIRATORIA
Las drogas empleadas en el sistema respiratorio, además de los antimicrobianos específicos, están dirigidas al
control farmacológico de la tos, las secreciones bronquiales y la broncoconstricción.
ANTITUSÍGENOS
Se debe tener presente que la tos es un mecanismo de defensa ante excesivas secreciones, bacterias o sustancias
extrañas (tos productiva o húmeda), por lo que se debe analizar si es conveniente suprimirla o si es mejor fluidificar
las secreciones para facilitar su expulsión. Es importante que se identifique la causa subyacente y se realice el
tratamiento etiológico; no obstante, el tratamiento sintomático de la tos puede ser conveniente e incluso necesario,
ya que a veces la tos se torna improductiva (tos seca) y resulta molesta para el animal y el propietario. El reflejo de
la tos puede iniciar por estímulos de contracción, obstrucción o mediante receptores de irritación y estiramiento, que
envían impulsos parasimpáticos aferentes (nervio vago) al CENTRO DE LA TOS, localizado en el bulbo raquídeo. Desde
aquí parten las vías eferentes motoras del mismo nervio, que producen la contracción del músculo liso de las vías
aéreas.
El reflejo tusígeno puede inhibirse centralmente actuando sobre el centro de la tos, o periféricamente si se facilita la
salida del agente irritante, usando mucolíticos o expectorantes, o por bloqueo periférico de los receptores al inducir
una broncodilatación.
Inhiben el reflejo tusígeno actuando sobre el centro de la tos, disminuyendo su sensibilidad a los estímulos aferentes.
CODEÍNA: Opioide natural, formulado como sales de fosfato y sulfato para administración oral e inyectable.
Se absorbe rápidamente por vía digestiva, metabolizándose en hígado por desmetilación y excretándose por
orina. Es empleado casi exclusivamente en cánidos, contraindicándose en felinos porque puede provocar
hiperexcitabilidad del SNC, con temblores y hasta convulsiones. Usar con precaución en animales con
enfermedades cuyo signo importante para el diagnóstico es el dolor (hipotiroidismo, insuficiencia renal), ya
que se puede enmascarar el mismo. En caninos puede producir estreñimiento, íleo paralítico, vómitos, etc.
BUTORFANOL: Es un derivado opioide sintético, administrado por vía oral (baja biodisponibilidad) o parenteral
(mayor biodisponibilidad), con buena distribución (incluyendo BHE y BFP) y metabolización hepática, para
finalizar con excreción biliar y urinaria. En caninos es un excelente antitusígeno, 100 veces más potente que
la codeína, indicándose para suprimir la tos improductiva asociada a faringitis, laringitis, tonsilitis, traqueítis
y traqueobronquitis. Ejerce un agonismo principalmente con los receptores kappa. Los efectos adversos
incluyen sedación (a veces deseable), ligera depresión cardíaca y respiratoria, náuseas, diarrea y supresión
del apetito.
HIDROCODONA: Derivado opiáceo, algo más potente que la codeína y causa menor depresión respiratoria. Se
emplea en forma de sal (bitartrato). Sus características son muy similares a la codeína y también se usa casi
exclusivamente en caninos.
DEXTROMETORFANO: Derivado semisintético del opio, formulado como sal (bromhidrato). El comienzo de la
acción es rápido, alcanzando su mayor eficacia a los 30 minutos de la administración oral. Carece de
propiedades analgésicas y narcóticas, por lo que no es frecuente la sedación tras su uso. Se usa
preferentemente en caninos y, por no tener acciones excitantes, puede usarse en el felino.

La broncoconstricción es una de las posibles causas de la tos, por lo que los broncodilatadores, explicados a
continuación, sirven como potentes antitusígenos cuando la tos es por dicha causa.
BRONCODILATADORES
Los mediadores del proceso inflamatorio producen una serie de efectos adversos que tienden a disminuir la luz de
las vías respiratorias: aumento de la permeabilidad vascular y de la mucosa, edema, quimiotaxis e incremento de la
producción de moco, por lo que su papel en la patogenia de las enfermedades bronquiales es muy importante.
Este grupo se constituye de diferentes subgrupos farmacológicos, que difieren en su mecanismo de acción.
Estrictamente, son broncodilatadores aquellos fármacos que producen la relajación de la fibra lisa bronquial (β-
adrenérgicos, derivados de metilxantinas y antagonistas colinérgicos). No obstante, se consideran también
antiinflamatorios, ya que la contracción de la fibra lisa bronquial es consecuencia frecuentemente de la liberación de
diferentes mediadores por parte de las células inflamatorias. De igual manera, aquellos fármacos que actúan sobre
las secreciones bronquiales (mucocinéticos) también comparten la ventaja de favorecer la permeabilidad de las vías
respiratorias al paso del aire.

Al interactuar con su receptor adrenérgico β2, el cual se localiza en diversas células relacionadas con el aparato
respiratorio (incluyendo fibras musculares lisas y células proinflamatorias), incrementan las concentraciones
intracelulares de AMPc, lo que se traduce en una relajación de la fibra muscular lisa y en una inhibición de la liberación
de mediadores químicos inflamatorios, respectivamente. Por su parte, son de los broncodilatadores más eficaces,
porque son antagonistas funcionales de la contracción de la fibra lisa con independencia del estímulo que la cause.
Los agonistas β pueden ser selectivos (β2) o no selectivos (β1 y β2), con mayores riesgos de efectos cardíacos. Esta
selectividad nunca es absoluta, por lo que a dosis elevadas se observarán efectos secundarios.
: Es un alcaloide no selectivo, preparado en forma de sulfato y apto para administrarse por cualquier
vía, con una absorción rápida. Se distribuye ampliamente (incluido BHE y BFP), para metabolizarse en hígado
y excretarse inalterado por orina. Estimula directa o indirectamente todos los receptores adrenérgicos,
incluyendo los α, produciendo también taquifilaxia. Dada su inespecificidad, sus efectos: vasoconstricción,
taquicardia, aumento del flujo coronario, estimulación central, hipertonía de esfínteres, broncodilatación y
anorexia entre otros. Usar con precaución en animales con afecciones cardíacas, hipertiroidismo, glaucoma,
retención urinaria, etc.
: Es un agonista β2 selectivo, capaz de administrarse por vía oral o parenteral, con una buena
absorción, biodisponibilidad y distribución (alcanza el feto). Se elimina inalterado por orina (80%) y también
por heces. Sus efectos incluyen la relajación de la fibra lisa bronquial, uterina y vascular, aunque en dosis
mayores puede estimular los β1 cardíacos y producir taquicardia. Los signos de toxicidad se presentan además
como temblores musculares, sudoración, intranquilidad, etc. Una de sus principales indicaciones es el
tratamiento de la EPOC equina, o como relajante uterino en bovinos también.
: Tales como el salbutamol, terbutalina, la isoetarina (más seguros), la isoprenalina y el metaproterenol
(actúan también sobre β1), que se han usado en pequeños animales. Finalmente, la propia adrenalina se usa
como broncodilatadora para casos de urgencia como el shock anafiláctico.

De las 3 metilxantinas naturales (cafeína, teobromina y teofilina) se emplea la TEOFILINA, que, debido a que es
insoluble en agua, se la asocia con etilendiamina en una proporción 2:1 para formar un derivado conocido como
AMINOFILINA. Estas cualidades determinan que la teofilina solo pueda administrarse por vía oral (aminofilina puede
por vía oral y parenteral), alcanzando un buen volumen de distribución,
metabolismo hepático (desacetilación) y excreción renal escasa, con
semivida variable según la especie (6 hs en caninos, 15 en los equinos).
El mecanismo de acción no está muy claro: clásicamente se le atribuía
la inhibición de las fosfodiesterasas, con el consiguiente aumento del
AMPc. Otro posible mecanismo es su antagonismo con la adenosina,
neurotransmisor que induce broncoconstricción en la hipoxia. No
obstante, el mecanismo más ampliamente aceptado es que induce la
broncodilatación por interferencia sobre el calcio, aunque
probablemente intervengan distintas acciones para lograr el efecto
neto.
La teofilina es eficaz tanto en los grandes bronquios como en los
pequeños, y además de su efecto broncodilatador, inhibe la
desgranulación de los mastocitos y la liberación de sus mediadores,
incrementa el mecanismo de limpieza mucociliar y previene la pérdida
microvascular. Su ventaja respecto de otros broncodilatadores es que
incrementa la longitud de la fibra de los músculos respiratorios y disminuye el trabajo necesario asociado a la
respiración, algo sumamente importante en animales con enfermedades broncopulmonares crónicas.
Desafortunadamente posee acciones sobre otros sistemas, tales como el SNC (excitación, inquietud, temblores y
convulsiones), cardíaco (taquicardia), gastrointestinales (náuseas, vómitos y diarrea) y diuresis. Hay una importante
sinergia con los β-adrenérgicos, lo cual puede incrementar su toxicidad.

ATROPINA: El prototipo del grupo, es un alcaloide que se formula como sulfato, tanto para administración oral
como en inyectables para administración parenteral. Hay buena absorción por vía oral, intramuscular,
inhalatoria o endotraqueal; la distribución es amplia, atravesando BHE y BFP, metabolizándose en el hígado
(hidrólisis del enlace éster) y eliminándose por orina en un 30-50% inalterada. La semivida llega a 2 hs. La
atropina antagoniza a la acetilcolina en los receptores muscarínicos, fundamentalmente en los M3, que son
los localizados en las fibras musculares lisas y células secretoras del tracto respiratorio, siendo el objetivo
fundamental del bloqueo por este fármaco. Sin embargo, también se pueden bloquear los M2, localizados en
la membrana presináptica y encargados de limitar la secreción de ACh, pudiendo darse una contraposición de
efectos. La finalidad es reducir el arco reflejo vagal broncoconstrictor iniciado por la estimulación de los
receptores de irritación. Los efectos son variables y extensos: además de la broncodilatación (variable según
especie y patología subyacente), incrementan la sequedad de las secreciones, efecto que a veces no se desea.
A su vez, se reducen los movimientos ciliares, la secreción de moco y el flujo de agua y electrolitos hacia la
tráquea, por lo que, a pesar de los efectos a nivel bronquial, no demuestra gran eficacia clínica en el
tratamiento de las enfermedades a este nivel. Por otro lado, los efectos secundarios también son variados,
incluyendo taquicardia, midriasis, sequedad de mucosas, disminución de la motilidad y de las secreciones del
aparato digestivo, etc. La administración inhalatoria reduce relativamente estos efectos.
GLICOPIRROLATO: Usado como broncodilatador en pequeños animales, tiene una mayor semivida (4-6 hs) y
menores efectos secundarios, dado que no atraviesa la BHE.
IPRATROPIO: Se lo considera específico sobre las vías aéreas debido a que se suele administrar por vía
inhalatoria, casi sin absorberse. Esta vía en equinos no se usa ya que la longitud de las vías de conducción
aéreas provoca el depósito de las gotitas de la disolución en tramos proximales, haciéndolo ineficaz. No
obstante, se puede administrar por vía IM, SC o IV, sin efectos centrales ya que no atraviesa la BHE. En perros
genera una broncodilatación 2 veces mayor a la atropina, con menor modificación de la salivación y sin
modificar la velocidad de transporte mucociliar. Su combinación con salbutamol potencia su efecto.
El prototipo de este grupo es el CROMOGLICATO SÓDICO, administrado por inhalación. Su principal acción es inhibir
la exocitosis de los mastocitos, impidiendo la desgranulación y liberación de mediadores químicos. Se le asocian
pocos efectos secundarios. Su eficacia terapéutica depende de la frecuencia de la nebulización, por lo que en animales
pequeños es reducida.

Estos fármacos actúan bloqueando al receptor H1 de histamina, pero en general no impiden ni su liberación ni la de
otros mediadores de ninguna célula inflamatoria, lo que hace de su eficacia un tema discutible. Su uso de hecho puede
ser contraproducente en animales con afecciones crónicas por su efecto sobre las secreciones, haciéndolas muy
secas y adheridas a la mucosa. No obstante, la CIPROHEPTADINA tiene especial relevancia en gatos, ya que además
de su actividad antihistamínica se le agrega su actividad antiserotoninérgica; la serotonina causa contracción de las
vías respiratorias de los felinos, por lo que puede ser útil en el tratamiento del asma felino.

Los más utilizados son la BETAMETASONA, DEXAMETASONA y PREDNISOLONA, cuyo uso se justifica mayormente en
procesos agudos, aunque se debe recordar que su efecto se produce más lentamente que la adrenalina (por el
mecanismo de acción), droga de elección si existe peligro de muerte por asfixia. Dada la gran diversidad de efectos
de los glucocorticoides, siempre se prefiere su aplicación tópica antes que sistémica; en este caso, en el árbol
respiratorio. La BECLOMETASONA es un corticoide no sistémico, usado mediante inhalación en equinos.

Ante agresiones de diverso origen, las células caliciformes secretan una excesiva cantidad de moco, cuya expulsión,
asociada con partículas y gérmenes, se ve facilitada por la actividad ciliar y la tos. Por su parte, la irritación puede
favorecerse por desecación o espesamiento de las secreciones, por lo que el objetivo será facilitar su expulsión.
Los mucocinéticos son aquellos fármacos que actúan sobre las secreciones bronquiales aumentando la secreción
fluida (expectorantes) o modificando su viscosidad (mucolíticos), aunque estrictamente no produzcan
broncodilatación.
AUMENTAN las secreciones y las fluidifican al aumentar el componente acuoso, facilitando
la expectoración que, de esa manera, revierte el proceso irritante producido por el moco espeso o seco. El
GUAYACOL y su derivado la GUAIFENESINA se usan asociados frecuentemente con antimicrobianos para el
tratamiento de procesos bronquiales y de la tos asociada a las enfermedades bronquiales crónicas. Por su
parte, los YODUROS SÓDICO y POTÁSICO también son utilizados.
Facilitan la eliminación de moco disminuyendo su viscosidad o fluidificándolo SIN AUMENTAR
su producción. La ACETILCISTEÍNA es uno de los más empleados; empleado sobre todo por vía oral, su
mecanismo de acción se basa en la destrucción de los puentes disulfuro de las mucoproteínas mediante su
grupo sulfhidrilo libre. Así, las moléculas son más pequeñas y menos viscosas. Tiene un olor desagradable, y
en caso de nebulización puede ser irritante sobre el bronquio y provocar un espasmo, siendo indicado aplicar
previamente un broncodilatador.
Por otro lado, la BROMHEXINA y su metabolito activo, el ambroxol, poseen la doble cualidad de expectorante
y mucolítico. La bromhexina se asocia frecuentemente a antimicrobianos para el tratamiento de enfermedades
respiratorias, usándose la vía oral, IM o inhalatoria. In vitro, produce despolimerización de sialomucinas. Su
margen terapéutico es amplio.
IGNACIO PESSINO ACUÑA

Antineoplásicos
(Citostáticos)
GENERALIDADES
El cáncer, un complejo proceso de origen multifactorial caracterizado por un desorden en la proliferación celular,
constituye la segunda causa de muerte en pacientes gerontes. En este contexto, la oncología veterinaria se asienta
como una disciplina reciente, cuyos primeros trabajos datan de la década del 80.
Históricamente, el cáncer fue considerado como una enfermedad de resolución quirúrgica. Actualmente, y según el
tipo de tumor, comportamiento biológico y estadío clínico, se recomienda la combinación de distintas modalidades
terapéuticas, entre ellas la inmunoterapia, radioterapia, crioterapia, cirugía y quimioterapia.
La quimioterapia es una modalidad terapéutica que exige la utilización de fármacos quimioterápicos citotóxicos
(citostáticos), caracterizados por dirigirse a poblaciones de células en fase de división rápida. De esto se desprende
que los efectos secundarios frecuentemente observados sean producto de lesiones en células con dicha
característica, como las de la médula ósea y el epitelio gastrointestinal. Otra preocupación añadida es que estos
fármacos tienen un potencial mutágeno y teratógeno muy riesgoso para el personal que administra los compuestos y
también para los clientes expuestos a los animales tratados. Es por esto que es imperante conocer las propiedades
farmacológicas y toxicidad de dichos agentes, ya que son drogas con un índice terapéutico muy bajo y los efectos
tóxicos comienzan a manifestarse a dosis terapéuticas.
Existen diversas formas de emplear el tratamiento quimioterápico. Entre ellos:
▪ Quimioterapia de inducción: Utilizada como tratamiento primario a pacientes que presentan enfermedad
avanzada, para inducir una remisión.
▪ Quimioterapia neoadyuvante: El citostático se aplica previamente al acto quirúrgico, con la finalidad de reducir
o aislar a la neoplasia del tejido sano, permitiendo la obtención de unos márgenes limpios.
▪ Quimioterapia adyuvante: Quizás la de mayor utilización; los citostáticos se emplean como complemento o apoyo
a la cirugía, ya que disminuyen o previenen la posibilidad de recurrencias.
▪ Quimioterapia de rescate: Consiste en administrar nuevos fármacos cuando la neoplasia ha pasado a un estado
de enfermedad progresiva (aumento del tamaño o la aparición de nuevas lesiones), con el objetivo de volver a
conseguir una remisión parcial o completa y revertir el cuadro a una enfermedad estable.
▪ Quimioterapia paliativa: se administra específicamente para controlar los signos sin esperar que reduzca el
cáncer de manera significativa.
Los fármacos quimioterápicos se clasifican según su mecanismo de acción en seis grupos principales: alquilantes,
análogos del platino, los que interactúan con la topoisomerasa, antimetabolitos, antimicrotúbulos y una clase variada
de productos. Para comprender las diferentes formas por las cuales estos agentes destruyen a las células tumorales
es necesario hacer una revisión de algunos aspectos relacionados con la fisiopatología del cáncer:
Normalmente las células crecen, se desarrollan y dividen en una
secuencia de sucesos conocidos como CICLO CELULAR, el cual consta de
varias fases: La G1 es una fase de crecimiento y síntesis de nuevos
componentes, como ARNm y proteínas a través del metabolismo normal.
La S es una fase de duplicación del genoma. La G2 es una fase de síntesis
de proteínas involucradas en la mitosis, tal como microtúbulos, por
ejemplo. La mitosis es la secuencia de sucesos que terminan con la
generación de dos células hijas. Luego de la mitosis, y dependiendo del
ambiente o entorno celular (nutrientes, señales externas, daños en el
ADN, etc), las células pueden seguir distintos caminos, ya sea reingresar
al ciclo, morir por apoptosis/necrosis o entrar en fase G0. En esta última
no existe desarrollo ni crecimiento celular, y las células en dicha fase
pueden reingresar al ciclo en cualquier momento. Las células tumorales se caracterizan porque el control ambiental
sobre el ciclo celular se pierde y comienzan a replicarse de forma descontrolada.
Los distintos antineoplásicos actúan en diferentes etapas del ciclo celular. Con este criterio, se los clasifica en 3
grupos:
▪ Aquellos que no son específicos del ciclo celular, y por lo tanto son tóxicos para todas las células.
▪ Aquellos específicos del ciclo celular, activos por lo tanto solo en células en proliferación.
▪ Aquellos específicos de una fase dentro del ciclo, siendo activos solo contra aquellas células que se encuentren
en dicha fase determinada (vincristina en fase M, doxorrubicina en fase G1, antimetabolitos en fase S).
El conocimiento sobre la acción de los citostáticos en las diferentes etapas del ciclo celular es necesario para
comprender el por qué los tumores de rápido crecimiento responden mejor a la quimioterapia y por qué algunos
antineoplásicos específicos de fase no dan buenos resultados en tumores con fracciones de crecimiento bajas.
ALQUILANTES
Los agentes alquilantes son profármacos que necesitan ser activados para
ejercer su actividad antineoplásica; una vez concretado esto, son moléculas
altamente reactivas. Sus propiedades citotóxicas se atribuyen a la capacidad
que poseen de aportar o contribuir con grupos alquilo (R-CH2) a
macromoléculas biológicamente importantes (ADN y proteínas), por un
fenómeno denominado alquilación, formando enlaces covalentes estables,
lesionando el ADN y comprometiendo su capacidad replicativa.
El séptimo átomo de nitrógeno de la base de guanina es especialmente
sensible a este proceso; no obstante, otros átomos de las bases de ADN
también son sensibles, como los átomos de nitrógeno 1 y 3 de la adenina, el
nitrógeno 3 de la citosina y el oxígeno 6 de la guanina. Asimismo, se producen
reacciones también con los fosfatos y proteínas asociados al ADN.
Los fármacos alquilantes se clasifican como monofuncionales o
bifuncionales, según el número de puntos reactivos disponibles. Mientras que
los primeros forman un único enlace covalente con el punto diana, los
bivalentes, que son la mayoría, reaccionan con un átomo en cada una de las
dos cadenas de ADN, formando enlaces cruzados entre hebras o en el seno
del mismo filamento de ADN. Estas aproximaciones y enlaces cruzados del
ADN impiden su replicación y terminan provocando la muerte de la célula.
Por lo tanto, los efectos de los alquilantes dependen de la replicación del ADN,
PERO NO SON ESPECÍFICOS DE NINGUNA FASE DEL CICLO CELULAR. La
citotoxicidad generalmente se evidencia cuando la célula ingresa en la fase S
del ciclo y es incapaz de completar la replicación del ADN.
En el grupo de los agentes alquilantes se encuentran las MOSTAZAS NITROGENADAS (derivados de la clormetina) y
las NITROSOUREAS.

Mostazas nitrogenadas

Es el más utilizado mundialmente, tanto en medicina humana como


veterinaria. Este citostático se utiliza ampliamente para el tratamiento de
linfomas, leucemias, carcinomas y sarcomas en pequeños animales,
generalmente en tratamientos combinados. También se puede prescribir para
el tratamiento de enfermedades autoinmunes agudas o resistentes al
tratamiento.
Puede administrarse por vía oral (comprimidos 50 mg) o endovenosa; la vía
oral ofrece una biodisponibilidad variable, en tanto que por vía endovenosa se
alcanzan concentraciones plasmáticas máximas en 2-3 horas. Como se
mencionó, es un profármaco, cuya hidrólisis hepática genera un metabolito
denominado 4-hidroxiciclofosfamida, muy liposoluble. Dicho metabolito entra
en circulación y migra principalmente a los tejidos en fase de división rápida,
ingresando a sus células por transporte activo y/o difusión pasiva. En el
interior celular, el metabolito, que está en equilibrio con la aldofosfamida, se
convierte rápidamente en metabolitos inactivos. Por su parte, la
aldofosfamida se convierte espontáneamente en fosforamida y acroleína. La
fosforamida es el agente anticanceroso activo, en tanto que la acroleína es
responsable de un efecto adverso, la cistitis hemorrágica. La ciclofosfamida es un agente alquilante bifuncional, siendo
el N7 de la guanina especialmente sensible al ataque por alquilación de este fármaco. La principal vía de excreción de
la ciclofosfamida y sus metabolitos es la excreción renal.
Dentro de los efectos tóxicos más importantes, cabe resaltar la mielosupresión (caracterizada por leucopenia y
trombocitopenia; exige retrasar la administración), cistitis hemorrágica estéril, efectos gastrointestinales, alopecía en
razas susceptibles, esterilidad, etc. Evaluar el uso del fármaco en pacientes con insuficiencia renal.
De los alquilantes usados habitualmente, es el de acción más lenta y por lo general el menos tóxico. Tiene gran utilidad
en diversas enfermedades inmunomediadas y neoplásicas, como leucemia linfocítica crónica, y como fármaco de
mantenimiento en el tratamiento de linfosarcoma canino y felino. A su vez, puede sustituir a la ciclofosfamida en
pacientes con linfoma que presentan cistitis hemorrágica estéril, o cuando los efectos secundarios gastrointestinales
o la mielosupresión impiden continuar con el uso de dicho fármaco.
El clorambucilo se absorbe fácilmente después de la administración oral, alcanzándose valores plasmáticos máximos
al cabo de 2-4 horas; los alimentos pueden interferir en la absorción. El fármaco se transforma a nivel hepático en un
metabolito alquilante: la mostaza de ácido fenilacético, que se descompone antes de ser excretado por los riñones.
Sólo un 1% de la dosis experimenta excreción renal, dada la extensa UPP del clorambucilo y sus metabolitos.
Dentro de la célula, el clorambucilo se une preferentemente en la posición N7 de la guanina. A su vez, es un alquilante
bifuncional, pudiéndose unir a dos hebras de ADN, así como al ADN y a una macromolécula. La lesión puede consistir
en un emparejamiento defectuoso de bases, una lectura errónea de la plantilla de ADN, etc.
Respecto a la toxicidad, el efecto secundario más relevante es una mielosupresión, pero menos grave que la
ciclofosfamida.

Nitrosoureas

Formulado para administrarse por vía oral, se metaboliza ampliamente en el hígado, generando metabolitos tanto
activos como inactivos. La gran liposolubilidad de estos componentes determina una excelente distribución tisular,
llegando al SNC y detectándose metabolitos activos en leche. Ambos tipos de metabolitos se excretan principalmente
en la orina. Algunas indicaciones incluyen el tratamiento del linfosarcoma resistente, tumores en el SNC, mastocitoma
y linfosarcomas cutáneos.
El principal efecto tóxico es la mielosupresión diferida (4-6 semanas después de la administración, manifestada por
leucopenia y trombocitopenia). Cuando se tratan neoplasias intracraneales, es posible observar convulsiones e
indicios de aumento de la presión intracraneal, posiblemente debido a la muerte de células tumorales con la
consiguiente respuesta inflamatoria. Por otro lado, se ha comprobado que induce toxicidad hepática importante, por
lo que su utilización estará contraindicada en pacientes con disfunción hepática clínica. Asimismo, se contraindica
durante la gestación por efectos embriotóxicos y teratógenos.
ANÁLOGOS DEL PLATINO
Descubiertos en la década del 60, los más importantes son el cisplatino y el carboplatino. Se los considera agentes
independientes de ciclo, por lo que poseen un espectro de acción muy amplio. No administrar con agujas de aluminio.

Químicamente, es un complejo inorgánico formado por un átomo de platino rodeado por átomos
de cloro y amoníaco, existiendo generalmente en forma de solución inyectable. Su uso se limita
exclusivamente al perro (dada la serie de efectos adversos que tiene en el gato), indicándose
para una serie de neoplasias tales como carcinomas diversos (epidermoide, vesicales, de ovario,
mediastínicos, nasales y de tiroides), osteosarcomas, adenocarcinomas pleurales y melanomas
malignos.
Antes de hacer un abordaje integral farmacocinético-farmacodinámico, es importante conocer la
NEFROTOXICIDAD que tiene este fármaco, ya que esto, además de limitar la dosis, obliga a
someter a los pacientes a una diuresis forzada (suero salino, manitol, suero salino hipertónico
con o sin furosemida) con fines preventivos. A su vez, también es un potente EMETÓGENO, de
manera que es fundamental la premedicación con antieméticos; el más utilizado es el butorfanol,
aunque también se puede utilizar metoclopramida.
Cuando el cisplatino se encuentra en plasma, rico en cloro, es desionizado. Una vez que el
fármaco penetra al citosol pobre en cloro, el agua desplaza y hace perder al cisplatino sus átomos de cloro, de manera
que el complejo de platino se ioniza positivamente, y se torna altamente reactivo.
Así, el platino forma enlaces covalentes con el ADN, atacando especialmente el N7 de la guanina; esto provoca enlaces
cruzados intra e intercatenarios, con aproximaciones que provocan el fracaso replicativo y de síntesis de proteínas,
produciendo la muerte celular.
La toxicidad se evidencia principalmente a nivel renal, observándose necrosis tubular aguda potencialmente
reversible; la administración concomitante de agentes nefrotóxicos debe evitarse, contraindicándose totalmente en
pacientes con insuficiencia renal previa. Ocurre una mínima mielosupresión. Se contraindica en gatos porque en ellos
produce disnea, hidrotórax, edema pulmonar, edema mediastínico y muerte.
Es un análogo del cisplatino, utilizado para tratar el mismo espectro de tumores que el
cisplatino (aunque con menor efectividad para el carcinoma vesical), y con la característica
de ser bien tolerado por los gatos. Es administrado por vía endovenosa en embolada lenta.
Una vez que atraviesa fácilmente la membrana celular, los grupos OH del agua sustituyen
la estructura en anillo. Una vez combinado con el agua, el carboplatino se une a todos los
ácidos nucleicos o estructuras proteicas disponibles, compartiendo el mecanismo de acción
del cisplatino. Más del 60% de la droga se excreta inalterada por orina.
El carboplatino es muy similar al cisplatino, pero con un potencial tóxico menor. La
mielosupresión relacionada con la dosis es el efecto tóxico más significativo. Se
contraindica en casos de hipersensibilidad, mielosupresión, y en caso de insuficiencia renal
considerar una reducción de la dosis.
FÁRMACOS QUE INTERACTÚAN CON LA TOPOISOMERASA
Son antibióticos antineoplásicos potentes de amplio espectro. La doxorrubicina, antibiótico aislado de Streptomyces
peucetium, es el más utilizado en veterinaria. Sin embargo, la cardiotoxicidad asociada a la administración crónica
llevó a buscar nuevas moléculas más seguras. Es así como se descubrieron los derivados de las antraquinolonas
como la mitoxantrona, con menor toxicidad y buena eficacia.

La doxorrubicina, de gran uso, tiene uno de los espectros de actividad más amplios,
siendo indicado para el tratamiento de leucemias, linfomas, sarcomas y carcinomas.
Este citostático se administra exclusivamente por vía endovenosa. Es fundamental
evitar la extravasación de contenido al hacerlo, ya que se puede generar una necrosis
tisular severa, producto de su gran citotoxicidad, que a veces llega a hacer necesaria
la amputación o la cirugía de reconstrucción. El volumen de distribución es amplio,
aunque no atraviesa significativamente la BHE. En el hígado ocurre una extensa
biotransformación a metabolitos activos e inactivos; la UPP es alta y termina
excretándose casi exclusivamente en la bilis.
El mecanismo de acción citotóxico es variado: por un lado, se intercala entre las
cadenas de ADN formando enlaces cruzados covalentes (por la presencia de cadenas
laterales quinona e hidroquinona), de manera que interfiere o inhibe la función de la
topoisomerasa y de la helicasa. También existe un mecanismo de formación de
radicales libres mediado por hierro (provocando peroxidación lipídica) y la activación de enzimas Ca+ dependientes.
Además de poseer el espectro de actividad más amplio, la gama de efectos tóxicos también es extensa.
Mielosupresión, toxicidad gastrointestinal leve-grave, alopecía, a veces anorexia y uno de los más relevantes, la
CARDIOTOXICIDAD a dosis acumulativas, que limita la misma y se evidencia de forma aguda (arritmias, taquicardia
sinusal, extrasístoles) o crónica (SICC, descompensación cardiorrespiratoria con dilatación cardíaca, derrame pleural
y congestión venosa que puede ser irreversible). Para disminuir la toxicidad cardíaca se dispone del dexrazoxano. Se
contraindica el fármaco en casos de hipersensibilidad, enfermedad cardíaca previa e IR previa en gatos.
Es una aminoantraquinona sintética desarrollada para disminuir la cardiotoxicidad sin perder la eficacia antitumoral.
Se indica en protocolos para el tratamiento de linfomas en mascotas, y para ciertos carcinomas y sarcomas, usándose
en aquellos casos que la doxorrubicina está contraindicada.
Este fármaco se administra en infusión intravenosa. No se conoce muy bien su metabolismo y excreción. El
mecanismo de acción es el mismo que el de la doxorrubicina, excepto que la mitoxantrona provoca una formación
mínima de radicales libres y peroxidación lipídica.
Respecto a la toxicidad, el efecto adverso más importante es la mielosupresión. La teratogenicidad es un efecto
adverso que limita su uso en hembras gestantes.
ANTIMETABOLITOS
Este grupo de citostáticos actúa específicamente en la fase S del ciclo celular, haciéndose pasar por las purinas y las
pirimidinas normales, o inhibiendo las vías de producción de los desoxinucleótidos que conforman el ADN.

Es un análogo de los nucleósidos pirimídicos (desoxicitidina), indicándose para tratar leucemias agudas y meningitis
linfomatosa (tumores en SNC), formando parte de varios protocolos de combinación que contienen fármacos como
ciclofosfamida, doxorrubicina, prednisona y vincristina. Se administra generalmente por vía endovenosa o en su
defecto intratecal. Los niveles en sangre son determinados por los valores de citidina desaminasa en la mucosa
gastrointestinal, hígado y granulocitos.
Una vez que ingresa a la célula tumoral, la citarabina debe ser metabolizada a Ara-citidina trifosfato, que es el
metabolito activo. Este metabolito se incorpora a las hebras de ADN en crecimiento como un sustrato “impostor”,
compitiendo con la desoxicitidina, el nucleósido (base nitrogenada + pentosa) normal. Esta incorporación altera la
función de la ADN polimerasa y puede provocar la fragmentación del ADN y la terminación de la cadena. Por tanto, la
citarabina es muy específica de la fase S. El principal efecto tóxico es la mielosupresión, especialmente sobre los
granulocitos.

Es un análogo estructural de la timina, diferenciado por una sustitución en posición 5 de un átomo de


hidrógeno por uno de flúor en el anillo pirimidínico. Se lo indica principalmente para el tratamiento de
diversos carcinomas, como los de mama y los de origen gastrointestinal, en cuyo caso la
administración es endovenosa. Después de la inyección endovenosa rápida,
el fluorouracilo difunde rápidamente a todos los compartimentos del
organismo, incluso el SNC. Si bien la semivida es de 10-20 minutos, el
fármaco puede persistir en la médula ósea y células tumorales días después
de la administración. El metabolismo ocurre principalmente a nivel hepático.
Por otro lado, el fluorouracilo se usa tópicamente en el tratamiento de
cánceres superficiales de la piel. En estos casos puede aparecer irritación
y erupciones en la zona de tratamiento.
El ingreso a las células tumorales es mediado por transportadores. A
continuación, se produce una fosforilación que da lugar a una serie de
metabolitos que alteran la síntesis de ADN y ARN. Uno de ellos es el FdUMP
(5-fluorodesoxiurodilato), que se une a la timidilato sintasa, inhibiéndola y
evitando la producción de la base precursora del ADN normal. El otro
metabolito es la fluorouridina trifosfato, que inhibe el metabolismo del ARN.
Este citostático está CONTRAINDICADO EN GATOS, debido a la inducción de
toxicidad neurológica mortal que limita la dosis. También se observan mielosupresión y signos gastrointestinales.
ANTIMICROTÚBULOS
Los más representativos son los alcaloides de la vinca (derivados de la Vinca rosea), siendo la vincristina la más
utilizada. Otras son la vinblastina y la vinorelbina. El mecanismo de acción de estos alcaloides consiste en su unión
a proteínas microtubulares esenciales de la célula, lo que provoca la disolución del haz mitótico con detención de la
mitosis. Se consigue un efecto citotóxico por interferencia en la segregación de los cromosomas.

Es uno de los antineoplásicos más utilizados en veterinaria, indicándose


frecuentemente en protocolos de combinación para el tratamiento de
linfomas, leucemias y mastocitomas en mascotas; su combinación con
ciclofosfamida y doxorrubicina se usa para tratar sarcomas de tejidos
blandos. Empleado individualmente, es eficaz y de elección frente al TVT.
Como también puede inducir trombocitosis y tiene cierta actividad
inmunosupresora, se usa en el tratamiento de la trombocitopenia de origen
inmunitario.
Se administra esencialmente por vía endovenosa (SC produce necrosis -
vesicante), con una distribución rápida y amplia, sobre todo en bilis, aunque
casi no penetra en SNC ni se detecta en LCR. Probablemente el metabolismo
sea hepático, por su parte, la principal vía de eliminación son las heces, a
través de la excreción biliar.
La inhibición del ensamblaje de los microtúbulos en las células tumorales se
produce debido a la unión a subunidades de tubulina, deteniendo a las células
en fase G2/M del ciclo celular. Debido a los efectos sobre las células en fase
de división rápida, la vincristina puede provocar mielosupresión y resultar
neurotóxico debido a la interrupción del transporte axonal (parestesias,
estreñimiento, íleo paralítico).
Usar con precaución en pacientes con hepatopatías (reducir dosis),
leucopenia, infecciones o enfermedad neuromuscular previa. Se le atribuyen también efectos teratógenos y
embriotóxicos. Tener en cuenta que es un IRRITANTE CUTÁNEO, por lo que se deben utilizar guantes y ropa protectora
para preparar o administrar este medicamento.
OTROS CITOSTÁTICOS

Es un antibiótico complejo aislado de Streptomyces verticillus. Rara vez utilizado en veterinaria, pero tiene una posible
utilidad en el tratamiento del carcinoma de células escamosas, cáncer testicular, linfomas y carcinoma epidermoide,
administrándose por vía intramuscular o subcutánea.
La bleomicina es un compuesto bifuncional que contiene una zona de unión al ADN y otra zona oxidorreductora activa,
que fija la forma ferrosa del hierro (Fe+2). El ADN se escinde cuando el Fe+2 dona un electrón al oxígeno en la hebra
de ADN. Así, la lesión del ADN inducida por la bleomicina depende de la concentración de hierro y de los niveles de
oxígeno en el interior de la célula.
El efecto adverso más significativo es la toxicidad pulmonar (fibrosis pulmonar mortal). Los signos iniciales son
edema intersticial pulmonar e hiperplasia de neumocitos tipo II.
TRATAMIENTOS ALTERNATIVOS

Una de las familias de moléculas en las que se ha puesto gran atención especialmente por su potencial como diana
de nuevas terapias contra el cáncer es la familia de receptores de la tirosina kinasa (RTK). Casi todas las células
tumorales expresan un abanico de diferentes RTK, que juegan papeles diferentes e importantes en la patogénesis
neoplásica.
En la oncología veterinaria, hay varios ejemplos en donde la presencia, activación y función de los RTK están bien
documentadas y terapias de bloqueo de RTK han sido desarrolladas con éxito. El mejor ejemplo es el receptor “KIT”,
el cual está presente en todos los mastocitos y en la mayoría de mastocitomas caninos. La mutación del receptor KIT
en el mastocitoma canino da lugar a una activación permanente del receptor en ausencia de su factor de crecimiento,
induciendo la proliferación descontrolada y aumentando la supervivencia celular.
Actualmente se encuentran disponibles en el mercado dos pequeñas moléculas, TOCERANIB (Palladia®) y MASITINIB
(Masivet®) que inhiben KIT y consecuentemente tienen el potencial de parar el crecimiento de los mastocitomas.
IMATINIB es de mayor uso en medicina humana.
Otros RTK involucrados en procesos neoplásicos son el PDGFR, VEGFR, etc.
Es un novedoso tratamiento utilizado para el tratamiento de
tumores cutáneos y subcutáneos de cualquier histología,
que consiste en la administración por vía sistémica de un
agente antineoplásico con baja permeabilidad celular,
seguido de la aplicación de un campo eléctrico sobre la
superficie del tumor. Este campo provoca la apertura de
poros en la membrana celular que permiten el ingreso de
dicho agente y de esta forma aumentar su toxicidad en el
interior del tumor unas 1000 veces. El agente más utilizado
es bleomicina en primer lugar, aunque existen estudios con
cisplatino y doxorrubicina.
Este tratamiento se utiliza cuando la posibilidad de
resección quirúrgica completa resulta inviable o cuando el
margen de resección realizado resultó incompleto o
mínimo. Esta situación se da frecuentemente en neoplasias
de la cavidad oral o cavidad nasal en donde la obtención de
un margen de seguridad puede resultar dificultosa o incluso
imposible

La inmunoterapia es el uso de medicamentos para estimular


el sistema inmunitario del animal, con el fin de que
reconozca y destruya a las células cancerosas con mayor
eficacia.
El imiquimod al 5% es un medicamento que se aplica a la piel
como una crema. Estimula la respuesta inmunitaria local
contra las células cancerosas de la piel. Para los
melanomas en etapa muy temprana, algunos clínicos
pueden utilizar imiquimod si la cirugía pudiera causar
desfiguración. También puede ser una opción para algunos melanomas que se han propagado por la piel.
IGNACIO PESSINO ACUÑA

Desinfectantes
y antisépticos
(biocidas)
GENERALIDADES
Si bien en el último tiempo con la medicación y la vacunación se ha mejorado notablemente la prevención de
enfermedades de importancia económica, la inexistencia de vacunas para otras enfermedades de gran importancia
hace de la higiene y la desinfección aspectos importantes como piedras angulares de la bioseguridad.
Dentro de los esquemas de bioseguridad se incluyen diversas acciones como la vacunación, la selección genética, etc;
pero uno de los puntos clave en estas estrategias es la desinfección a través del uso de agentes que brinden seguridad
en la destrucción de microorganismos, sin afectar la salud de los operarios, los animales ni el entorno ecológico.
Es importante diferenciar los siguientes conceptos:
▪ DESINFECTANTE: Agente que produce la muerte de los microorganismos en superficies inanimadas tales como
suelos, pisos, corrales, boxes o incubadoras.
▪ ANTISÉPTICO: Agente que controla (inhibe el desarrollo) y reduce la presencia de microorganismos
potencialmente patógenos sobre piel, mucosas o ambos.
▪ ESTERILIZACIÓN: Eliminación o muerte de todos los microorganismos que contiene un objeto o sustancia y
acondicionamiento de éstos, de tal forma que no puedan contaminarse nuevamente.
Se procura que los antisépticos y desinfectantes cumplan con una serie de requisitos en su totalidad, algo que
evidentemente no ocurre. Por esto, la elección del agente químico a utilizar dependerá de la circunstancia. Dichos
requisitos son:
✓ Deben ser activos y eficaces para inactivar los microorganismos o los componentes subcelulares, incluso en
presencia de materia orgánica (sangre, pus).
✓ Espectro lo más amplio posible.
✓ Escasa o nula toxicidad, con escasa formación de subproductos tóxicos.
✓ Seguridad para operarios, animales, equipo (no deben ser corrosivos para el instrumental quirúrgico),
consumidor y ambiente.
✓ Facilidad de manejo y aplicación.
✓ Deben ser económicos.
La acción deletérea de los agentes antisépticos y desinfectantes sobre los microorganismos depende de diversos
factores, entre ellos:
1) Concentración del agente y tiempo de exposición: Existe una estrecha correlación entre la concentración del
agente y el tiempo necesario para matar una determinada fracción de la población bacteriana. Si se modifica
la concentración se provocan cambios en el tiempo para lograr un mismo efecto
2) Efecto de la formulación
3) Tipo de superficie y presencia de suciedad → Limpieza
4) Susceptibilidad del microorganismo: Según la especie, fase de cultivo, presencia de cápsula o de esporas y
número de microorganismos se afecta la potencia
5) Temperatura y pH: Normalmente, al aumentar la temperatura aumenta la potencia de los desinfectantes. En
cuanto al pH, en general las formas ionizadas de los agentes disociables pasan mejor a través de las
membranas biológicas y por lo tanto son más efectivos.
Los agentes desinfectantes tradicionalmente se distinguen en dos grandes grupos: los físicos y los químicos. Entre
los desinfectantes físicos empleados con mayor frecuencia se distingue al calor (seco, húmedo, llama directa,
incineración), la radiación y los medios mecánicos (filtración y sedimentación).
Los agentes químicos utilizados con fines antisépticos o desinfectantes son más variados.
HALOGENADOS

El yodo y sus compuestos (Lugol, tintura de yodo, yodopovidona) han sido usados ampliamente para la prevención de
las infecciones y el tratamiento de heridas. Hay varios tipos de preparaciones, según la zona que haya que desinfectar.
Estas preparaciones liberan yodo en su forma libre, que es el determinante de la actividad antiséptica. Entre estas
preparaciones tenemos:
▪ Solución tópica de yodo: Solución acuosa.
▪ Solución reforzada de yodo (Lugol): solución acuosa con 5% de yodo y 10% de yoduro de K+. Poderoso
desinfectante, cuya desventaja radica en que tiñe los tejidos.
▪ Tintura de yodo + etanol: El contenido de alcohol aumenta la penetración en la piel y el poder germicida, aunque
es también mayor la irritación, impidiendo, además, su empleo en heridas.
▪ Yodóforos: Son la combinación de yodo con agentes tensoactivos (detergentes), formando así un complejo que
libera lentamente yodo orgánico. Tienen 3 funciones: aumentar la solubilidad del yodo, proporcionar un
reservorio de liberación sostenida del yodo en forma libre, y reducir la concentración del yodo molecular libre,
evitando su efecto corrosivo. El más conocido de los yodóforos es la yodopovidona (unión con polivinil-
pirrolidona), existiendo soluciones acuosas que contienen de 1 a 10% del mismo. Los usos se amplían, pudiendo
utilizarse para desinfectar instalaciones, equipos, industrias, vehículos de transporte. Por no ser irritante, está
indicado para el lavado de manos e instrumental, como así también del campo operatorio.
El yodo, en su forma libre, es capaz de penetrar rápidamente la pared celular bacteriana, actuando bien contra G+ y
G-, también hongos, algunos virus y a determinadas concentraciones contra esporas. Su mecanismo de acción se
basa en la alteración de las proteínas bacterianas, interfiriendo procesos celulares vitales (oxidación del grupo SH de
la cisteína, interacción con tirosina y doble enlace C=C de los ácidos grasos insaturados, que induce cambios celulares
letales). El yodo es uno de los germicidas más eficaces, además de ser el antiséptico de mejor acción bactericida para
la piel intacta, atributo que lo hace de primera elección para las cirugías.
Respecto a los efectos adversos, el yodo por vía oral es extremadamente tóxico; puede causar disfunción tiroidea con
dosis pequeñas y uso crónico. Los compuestos a base de yodo pueden irritar la piel y mucosas (aunque los yodóforos
lo hacen rara vez). Puede ocurrir absorción si contacta con una herida o quemadura. El antídoto es el tiosulfato de
sodio.

El cloro es un elemento gaseoso de color verde amarillento, con olor característico irritante y
penetrante, que no se emplea como tal, sino en forma líquida o sólida. Las principales
formulaciones a base de cloro son el cloro líquido y el hipoclorito. El cloro líquido se transforma
en su fase gaseosa. En cuanto a los hipocloritos, el más utilizado en desinfección es el popular
hipoclorito de sodio (agua lavandina), cuya actividad bactericida se debe al ácido hipocloroso y
al Cl2 formados al diluirse el hipoclorito en agua. Los hipocloritos constituyen el grupo de
desinfectantes más utilizados porque son poderosos germicidas (amplio espectro vs bacterias,
esporas, virus y hongos), son desodorizantes, poco tóxicos a las concentraciones indicadas, no
manchan, son fáciles de manejar, económicos y los residuos tóxicos a las dosis indicadas
presentan un impacto moderado en el ambiente.
Aunque el cloro se encuentre en pequeñas cantidades en solución acuosa, produce un rápido
efecto bactericida. El mecanismo de acción implica la transformación del cloro en el
protoplasma bacteriano para formar cloraminas, produciendo oxidación. A su vez, producen
reacciones oxidantes irreversibles sobre grupos SH, produciendo la inhibición de varios
sistemas enzimáticos y alterando la permeabilidad de la pared bacteriana. Cabe resaltar que la acción bactericida del
cloro se ve reducida en presencia de materia orgánica, a la vez que aumenta conforme disminuye el pH.
El cloro y sus compuestos deben usarse en espacios que puedan ventilarse, para evitar efectos irritantes en el árbol
respiratorio. Mínimamente se lo debe dejar actuar 10-20 minutos. Respecto a la toxicidad, muchas personas y a veces
animales manifiestan hipersensibilidad al contactar con piel, mucosas o vías respiratorias. Es conocida la extrema
toxicidad del cloro por vía oral, causando excoriaciones graves en mucosa oral, esófago y estómago.
OXIDANTES

El agua oxigenada empleada en terapéutica como antiséptica es una solución de


peróxido de hidrógeno al 3%, con una acción germicida de nivel intermedio. También
existe una formulación al 58% de gas plasma, considerado un desinfectante de alto nivel.
La principal indicación como antiséptico es en heridas recientes, poco contaminadas.
También se emplea en la desinfección de materiales inanimados.
El peróxido de hidrógeno se destruye con facilidad con calor o por acción de enzimas
como catalasa y peroxidasa de la sangre o los tejidos. Así, se produce un
desprendimiento de agua y oxígeno que origina la formación de espuma, acción útil pues
realiza un lavado mecánico de las heridas, eliminando detritus celulares, bacterias y
tejidos desvitalizados, pero pudiendo también afectar o dañar tejidos sanos (es irritante).
El problema radica en que su actividad se mantiene mientras libera oxígeno, y como lo
hace muy rápidamente, su poder antiséptico se agota en minutos (corta acción).
El peróxido de hidrógeno es activo contra una gran variedad de microorganismos, como
bacterias (especialmente contra anaerobios como clostridios6, indicándose en heridas
donde es de temer la contaminación por los mismos), virus (rinovirus), levaduras,
hongos y esporas (al 10-20%). El mecanismo se acción se basa en la oxidación por producir OH y radicales libres, los
cuales atacan a los componentes esenciales de los microorganismos como lípidos, proteínas y ADN.
Respecto a la toxicidad, no se debe administrar en cavidades cerradas por el riesgo de embolia gaseosa, no debe
aplicarse en los ojos, y aquellas soluciones con concentraciones mayores al 10% pueden causar quemaduras.

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Esto se debe a la liberación de O2 por las catalasas tisulares, impidiendo la germinación de esporas de anaerobios.
FENOLES
El fenol, también llamado ácido fénico, es sólido, en forma de cristales incoloros. Tienen baja solubilidad en agua, lo
que hace que se formulen emulsionados como jabones para el lavado de manos y desinfectantes
de superficies, tienen un efecto residual persistente y un olor notablemente característico. Se ha
empleado a distintas dosis como antiséptico cutáneo, uso que hoy día se ha abandonado debido a
su toxicidad y sustituido por derivados bien tolerados, como los halofenoles y bisfenoles.
Dentro de los halofenoles el más usado es el CLOROXILENOL o también llamado
paraclorometaxilenol, y el HEXACLOROFENO. Son los más usados del grupo, de amplio uso en
cirugía, antisepsia de manos y esterilización de instrumental, lavaje de heridas y abscesos,
dermatitis infecciosas, aunque actualmente se prefieren otros antisépticos menos tóxicos. Por su
parte, el representante de los bisfenoles es el TRICLORSAN.
El fenol y sus derivados presentan varios tipos de efecto bactericida: en concentraciones elevadas
actúan como un veneno protoplásmico que penetra y rompe la pared celular, precipitando las
proteínas celulares. Son desinfectantes que provocan lesiones en la membrana citoplásmica
porque desordenan la disposición de proteínas y fosfolípidos. A su vez, producen cambios
importantes en la permeabilidad de la membrana celular, provocando salida de elementos
celulares, filtración, inactivación de enzimas y lisis microbiana. Inactivan los sistemas enzimáticos
esenciales a bajas concentraciones.
Los fenoles se absorben por la piel, por lo que aplicaciones sobre superficies extensas pueden
conducir a toxicidad sistémica, presentándose signos predominantemente nerviosos, consistentes en estimulación,
temblores, convulsiones, terminando en depresión y muerte por parálisis del centro respiratorio. Los felinos tienen
una particular sensibilidad, probablemente debido al metabolismo.
BIGUANIDINAS
El representante más característico de este grupo es la CLORHEXIDINA. Es prácticamente insoluble en agua, aunque
esta cualidad puede variar dependiendo de la sal que se trate. Así, el gluconato de clorhexidina, soluble en agua y
alcohol, es en la práctica el producto más utilizado. Estas soluciones acuosas tienen una actividad antimicrobiana pH
dependiente: el rango de actividad óptimo se encuentra entre 5,5 – 7, que corresponde al de las superficies corporales.
Clínicamente, la clorhexidina se ha utilizado ampliamente para la desinfección de manos de cirujanos y para la
antisepsia de todo el cuerpo del paciente quirúrgico. Después de la aplicación tópica, la clorhexidina persiste durante
una semana, ya que se adsorbe a la piel, sin absorberse, manteniendo su actividad y reduciendo significativamente la
microbiota de la piel. La actividad es poco o no reducida en presencia de materia orgánica.
La clorhexidina posee una gran actividad antibacteriana, teniendo un espectro que incluye G+, G-, hongos y a bajas
concentraciones es esporicida, aparte de que inhibe la germinación de las mismas. Además, tienen eficacia sobre
virus envueltos principalmente (virus respiratorios, herpes), siendo el gluconato de clorhexidina particularmente
eficaz contra los virus que causan anemia infecciosa equina, influenza equina, cólera porcino, diarrea viral bovina,
parainfluenza, moquillo canino, Newcastle, etc.
A bajas concentraciones, la clorhexidina es bacteriostática, produciendo una alteración de la permeabilidad osmótica
de la membrana y una inhibición de las enzimas del espacio periplásmico. Por otro lado, a altas concentraciones actúa
como bactericida, originando la precipitación de proteínas y ácidos nucleicos.
Las ventajas que justifican el empleo de la clorhexidina son la acción germicida rápida y su duración prolongada,
gracias a que ésta sustancia tiene gran adhesividad a la piel y buen índice terapéutico. Su uso es seguro incluso en la
piel de los recién nacidos y la absorción a través de la misma es mínima.
SURFACTANTES
También llamados agentes tensoactivos, son sustancias detergentes que tienen la propiedad de emulsionar la grasa
superficial, formando gotas con los gérmenes incluidos, que son eliminados durante el enjuague. Además, tienen como
ventajas que son inodoros, estables, económicos, no tiñen, no son corrosivos para los metales y no son tóxicos. El
mecanismo de acción consiste en la lesión de la membrana celular, ya que desordenan la disposición de las proteínas
y de los fosfolípidos, por lo que se pierde la permeabilidad selectiva de la célula y se interfiere en el metabolismo
energético y en el transporte activo.
Las moléculas de los surfactantes poseen un grupo hidrofílico y otro lipofílico; de acuerdo a la carga eléctrica del
grupo hidrofílico, surge la siguiente clasificación: aniónicos y catiónicos.

Dentro de este grupo se encuentran los jabones y ácidos grasos, obtenidos a través de la saponificación de las grasas
mediante una base fuerte. En solución acuosa, el jabón se disocia para formar iones Na+ más iones de ácidos grasos.
Si el agua contiene gran cantidad de sales cálcicas, el ion Ca+ libre reaccionará con dos iones de ácido graso para
formar un precipitado en la superficie del agua. Por otro lado, los cationes de los surfactantes catiónicos pueden
neutralizar los aniones de los jabones comunes, al unirse químicamente.
Ejercen su principal efecto por emulsificación de las grasas. Al enjuagarse a fondo se eliminan gérmenes y grasa por
efecto mecánico. Tienen un rápido efecto microbicida, atribuido a la desorganización o disrupción de la membrana
celular, inhibiendo la actividad de enzimas clave, interrumpiendo el transporte celular y desnaturalizando proteínas
celulares. Son activos sobre todo a pH ácido, preferentemente sobre bacterias G+ y poco sobre bacterias G- por tener
una barrera lipopolisacárida en la membrana externa

Este importante grupo de antisépticos está representado genéricamente por los llamados “amonios cuaternarios”,
entre los que se encuentra el de primera generación CLORURO DE BENZALCONIO. Se usan principalmente para la
limpieza y desinfección de superficies y artículos no críticos7 (bajo nivel germicida). El mecanismo de acción implica
una alteración de la permeabilidad de la membrana (previa adsorción), con pérdida de componentes citoplasmáticos
y la formación de esferoblastos. Tienen estrecho margen terapéutico, pudiendo causar desde irritación cutánea hasta
quemaduras químicas. Además, su acción es antagonizada por jabones, por lo que NO SE DEBEN EMPLEAR
SIMULTÁNEAMENTE.
ÁCIDOS / ÁLCALIS

Diversos ácidos orgánicos e inorgánicos se emplean como antisépticos, alterando la membrana celular.
▪ Ácido clorhídrico al 4%: Utilizado para la desinfección de ambientes.
▪ Ácido bórico al 2%: No es irritante para piel ni mucosas, usándose para lavajes oculares, del oído externo o
formando parte de varios preparados de uso dermatológico. No obstante, puede absorberse por heridas, en cuyo
caso puede producir efectos adversos. Es usado también para la desinfección de ambientes.
▪ Ácido salicílico: Utilizado como fungicida para la piel.
▪ Ácido mandélico: A diferencia de los otros antisépticos, se utiliza por vía oral, para que al eliminarse por riñón
actúe como antibacteriano de vías urinarias. Si bien para esta finalidad se prefieren los antimicrobianos
quimioterápicos, puede ser un complemento de los mismos a fin de evitar las frecuentes recidivas.
▪ Ácido acético al 5%: Es bactericida. En concentraciones del 0,5 al 2% se usa para lavado de oído externo.
▪ Ácido peracético: Posee actividad contra bacterias, hongos y virus, indicándose para la desinfección de corrales,
tambos, equipos de ordeñe; o como antiséptico para manos, piel intacta y heridas. Es irritante para las vías
respiratorias.
▪ Ácido cítrico al 5%.

▪ Hidróxido de sodio (sosa o lejía): Conocido también como soda cáustica, es un desinfectante sumamente irritante
en contacto con los tejidos (sobre todo piel, pezuñas y cascos), por lo que debe manejarse con mucho cuidado y
BAJO NINGÚN CONCEPTO aplicarlo sobre seres vivos. Al 2-5% es útil contra la mayoría de las bacterias
(incluyendo esporas de Bacillus), parásitos y virus, usándose para la desinfección de corrales, cercas, fosas,
edificios, comederos y diversos objetos inanimados.
▪ Óxido de calcio (cal viva): El óxido de calcio es un polvo blanco, conocido como cal viva, que al combinarlo con
agua se “apaga”, desprendiendo calor y constituyendo el hidróxido de calcio o “cal apagada”, lo que incrementa
notablemente su acción desinfectante por la liberación del calor. Es un desinfectante común y económico muy
usado en el campo, en corrales, ferias, gallineros, etc, dando a la superficie aplicada un color blanco
característico. También se recomienda para desinfectar pisos, paredes, excretas, cercas, fosas con restos
orgánicos, etc.
DERIVADOS DE METALES PESADOS
Los más empleados son los compuestos de plata, siendo el NITRATO DE PLATA el representativo. En concentración
1:100.000 se utiliza como antiséptico local y para desinfección de instrumentos y equipo; en solución 1:4000 es
bactericida contra salmonelas. La eficacia bactericida se debe a la inhibición de grupos sulfhidrilos y precipitación de
proteínas.
Las sales de plata tienen acción corrosiva e irritante para los tejidos, por lo que deben utilizarse muy diluidas cuando
se usan sobre piel con quemaduras, para evitar infecciones. En su defecto, se puede utilizar un sucedáneo como la
sulfadiazina argéntica, que tiene gran espectro y es de uso tópico.

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El instrumental no crítico o de bajo riesgo es aquel que puede tratarse con desinfectantes de nivel bajo-intermedio o detergentes.
Por su parte, el semicrítico requiere de desinfectantes de alto nivel, y el crítico directamente requiere esterilización.
ALCOHOLES
El más utilizado es el alcohol etílico, aunque también se han utilizado el propílico y el isopropílico, generalmente como
antisépticos de piel y como desinfectantes de instrumentos y agujas.
El alcohol etílico, de amplio uso, está disponible comercialmente al 96%; es recomendable
agregarle a 1 litro de alcohol al 96% casi 250 ml de agua para diluirlo al 70%, ya que a esta
concentración es el antiséptico más utilizado para lograr antisepsia en la piel antes de
aplicar una inyección, para la desinfección de las manos de los cirujanos y en general para
limpiar la grasa de la piel. En el caso de inyecciones, se recomienda aplicar un algodón
empapado, pero no chorreando, y dejar secar (sin soplar) antes de inyectar, pues de otra
manera se contaminará más el área con las bacterias provenientes de la exhalación humana.
El alcohol etílico tiene un nivel germicida intermedio, actuando contra bacterias, virus y
hongos, pero no esporas. Ejerce sobre las bacterias una acción disecante, por lo cual se
debe evaporar para tener la seguridad de que ha completado su actividad; mientras la
superficie tratada se encuentra aún húmeda con restos de alcohol, no se puede considerar
aséptica. Hay afinidad por estructuras lipídicas, por lo que actúa destruyendo la cubierta
lipídica de la membrana celular. A su vez, altera los sistemas enzimáticos y puede precipitar
proteínas.
El poder germicida aumenta si la piel se limpió previamente con agua o jabón, o en su defecto
si se combina con halógenos, fenoles, clorhexidina y amonios cuaternarios.
No se debe aplicar sobre mucosas ni heridas abiertas, ya que es irritante y produce dolor. Además de empeorar el
daño, causa un coágulo bajo el cual pueden crecer bacterias. Si se ingiere es sumamente tóxico, al grado de causar
ceguera, narcosis del SNC, lesiones neurológicas y muerte.
ALDEHÍDOS
Son compuestos que resultan de la oxidación simple de los alcoholes. Los aldehídos más conocidos y utilizados son
el formaldehído y el glutaraldehído, cuyo mecanismo de acción implica la alquilación de proteínas y ácidos nucleicos
de los microorganismos, provocando modificaciones irreversibles de las enzimas, su inhibición y precipitación de
proteínas. Son bactericidas, fungicidas, viricidas y en concentraciones adecuadas, esporicidas.
El formaldehído es un gas incoloro de olor picante, disponible en solución acuosa al 40% (formol o formalina). En
contacto directo con la piel es muy corrosivo e irritante, lo cual limita su uso clínico a desinfección y esterilización.
Por su parte, el glutaraldehído se emplea en solución acuosa al 2% para la desinfección del instrumental quirúrgico,
siendo menos tóxico y más potente que el formaldehído, destruyendo rápidamente todos los microorganismos,
especialmente virus y esporas. Es el único esterilizante eficaz a temperaturas bajo cero.
La desventaja de los aldehídos radica en su efecto genotóxico y cancerígeno tanto por contacto, por vía oral y por vía
aérea; no deben aplicarse sin equipo protector para los operarios.
ÓXIDO DE ETILENO
Es un desinfectante de alto nivel, cuyo espectro incluye bacterias, virus y esporas. Es un agente alquilante, que se une
a compuestos que tienen hidrógenos lábiles.
Se utiliza en la esterilización gaseosa sin deterioro, generalmente en la industria farmacéutica, de materiales
termosensibles, artículos de goma, plástico y material desechable, metal, madera, lana, piel, papel y productos
farmacéuticos. Es muy peligroso por ser tóxico, mutagénico, carcinógeno e irritante para ojos y mucosas. Además, es
muy flamable y explosivo, por lo cual se mezcla con CO2 para reducir dicho riesgo.
COEFICIENTE FENÓLICO
Se desarrolló con el objetivo de hallar una cifra que expresara la eficacia de un desinfectante, comparada y probada
en condiciones idénticas con la del fenol.
Las muestras de prueba se diluyen, agregándose a cada dilución una determinada cantidad de un microorganismo de
prueba cultivado en caldo; luego, se transfiere una pequeña cantidad de la mezcla desinfectante-microorganismo a
un medio nutritivo y se incuba a 37°C. La falta de crecimiento de colonias en el medio indica que los microorganismos
han muerto por la acción del desinfectante.
Determinado esto, el coeficiente fenólico es el número que se obtiene al dividir el valor numérico de la mayor dilución
(menor concentración) capaz de matar a Salmonella typhosa en 10 minutos, entre la mayor dilución del fenol que
produce el mismo resultado.

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