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Derecho Privado Parte General: Restricciones a la capacidad de ejercicio

Liliana del Valle Abdala

UNIDAD Nº6

RESTRICCIONES A LA CAPACIDAD DE EJERCICIO- INCAPACIDAD

1. Personas afectadas en su salud mental


Antecedentes
Para que se pueda comprender acabadamente la magnitud y trascendencia
de las modificaciones introducidas en esta temática en el campo del derecho,
debemos comenzar explicando que, a lo largo del tiempo se han desarrollado distintas
respuestas sociales y jurídicas respecto a la discapacidad. El papel desempeñado por
la persona con discapacidad en un determinado contexto social no ha dependido de
la naturaleza, tipo o grado de discapacidad, ni de sus condiciones o características
personales, sino más bien de la concepción y actitudes sociales imperantes hacia dicho
fenómeno1.
Podemos distinguir tres modelos de tratamiento que se han dispensado a las
personas con discapacidad, los que en alguna medida coexisten aun en algunos
ámbitos.
➢ El primero se enmarca en la tradición demonológica, que supone que la
discapacidad se origina en el pecado o en un castigo de los dioses y por tanto es una
situación que no se puede controlar, inmodificable. Este modelo se ha denominado de
prescindencia o eugenésico y se ubica históricamente en la Antigüedad y en la Edad
Media. En este modelo las personas con discapacidad se consideran innecesarias
puesto que no contribuyen a las necesidades de la comunidad, albergan mensajes
diabólicos que son la consecuencia del enojo de los dioses, sus vidas no merecen ser
vividas. Como corolario, la sociedad decide prescindir de ellas con la aplicación de
prácticas eugenésicas o ubicándolas en espacios destinados para anormales. El
denominador común es la dependencia y el sometimiento y las personas son tratadas
como objeto de caridad y sujetos de asistencia.
➢ En segundo ensambla en la tradición natural, aborda la discapacidad
como una enfermedad, fruto de causas naturales y/o biológicas, y/o ambientales. En
este caso la situación puede ser modificada a través de tratamiento de prevención, de
cura, estrategias de integración, etc.. Se lo denomina modelo rehabilitador. Las
personas no son consideradas inútiles e innecesarias, siempre en la medida en que
puedan ser rehabilitadas, aunque ello implique el ocultamiento de la diferencia que la
misma discapacidad representa.
➢ El tercer modelo aparece en las últimas décadas del siglo XX, encuadrado en la
tradición social, que concibe a la discapacidad como un fenómeno complejo,
integrado fundamentalmente por factores sociales. Se entiende que la misma es el

1
Palacios Agustina, Las personas con discapacidad mental en el sistema universal e interamericano de
Derechos Humanos. Derecho y Salud Mental, Tomo I, p187.Ed. Rubinzal Culzoni, 2020-Santa Fe.

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resultado de la interacción entre la persona y su entorno, encontrando muchas veces


diversas barreras (arquitectónicas, sociales, actitudinales y/o comunicacionales) que la
discapacitan y le impiden tener una vida plena en sociedad. Las personas con
discapacidad pueden aportar a la sociedad en la misma medida que las demás
personas, desde la valoración y el respeto de la diferencia. Este modelo se relaciona
con la asunción de valores intrínsecos a los derecho humanos: respeto por la dignidad
de la persona, igualdad y libertad personal, propiciando la inclusión social sobre la base
de los principios de vida independiente, no discriminación, accesibilidad universal,
normalización del entorno, diálogo civil, entre otros. Parte de la premisa de que la
discapacidad, de algún modo es una construcción y un modo de social y el resultado
de una sociedad que no considera ni tiene presente a las personas con discapacidad.
Reconoce la autonomía de la persona para decidir sobre su propia vida y para ello se
centra en la eliminación de cualquier barrera, a los fines de la equiparación adecuada
de oportunidades. Este modelo es la consecuencia de la lucha de las mismas personas
con discapacidad que obtenido sus frutos en distintos ámbitos, entre ellos en el del
derecho internacional de los derechos humanos.2

El tratamiento de la enfermedad mental en la legislación:


Analizaremos brevemente los antecedentes tanto en el orden interno como en el
internacional, encontrando en éstos últimos el fundamento del nuevo régimen
establecido.
El en orden interno, Código de Vélez, en su redacción original, prevé la posibilidad
de declarar incapaz de hecho absoluto a la persona que, a causa de una enfermedad
mental, puede realizar actos perjudiciales para su persona o patrimonio, y para su
protección la ley le otorga un representante legal, denominado curador, quien ejerce
en nombre del insano todos los derechos de éste. EL código derogado, se refería a estas
personas denominándolas “dementes”3.
En 1969, cuando se aprueba la Ley General de Reformas Nº 17.711, se introduce en
el art. 152 bis, la figura de la inhabilitación judicial y del curador asistente, que actúa en
forma conjunta con el inhabilitado para la realización de determinados actos.
En el orden internacional, en el año 1999, en Guatemala se suscribe la “Convención
Interamericana para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra las
Personas con Discapacidad”, aprobada por la ley 25.280, cuyos objetivos son la
prevención y eliminación de todas las formas de discriminación contra las personas con
discapacidad y propiciar su plena integración en la sociedad4. Es de destacar que esta
Convención, de orden regional, registra a su vez como antecedentes, numerosos
convenios y declaraciones aprobados en por la comunidad internacional sobre

2
Palacios Agustina. “El modelo social de la discapacidad: orígenes, caracterización y plasmación en la
Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad”, Grupo Editorial CINCA,
Madrid, 2008
3
ARTICULO 54.- Tienen incapacidad absoluta: ……….3. Los dementes; 4. Los sordomudos que no saben
darse a entender por escrito;
4 “Convención Interamericana para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra las

Personas con Discapacidad”, Articulo II

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discapacidad desde el año 1971 y que son detallados en los considerandos de la


Convención.
El 13 de diciembre de 2006, en la Sede de Naciones Unidas en Nueva York, se
aprueba la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidad5 (CDPD)y su Protocolo Facultativo. Esta fue la primera vez que el mismo
día, 82 países firmaron una Convención Internacional y es considerada como el primer
instrumento amplio de derechos humanos del siglo XXI introduciendo un cambio
paradigmático en las actitudes y enfoques respecto de las personas con discapacidad,
puesto que adopta el modelo social de discapacidad. Esta Convención (ratificada por
Argentina por ley N°26.378 en junio de 2008) tiene como propósito promover, proteger
y asegurar el goce pleno y en condiciones de igualdad de todos los derechos humanos
y libertades fundamentales por todas las personas con discapacidad, y promover el
respeto de su dignidad inherente.

La ley 26.657
La doctrina reclamaba la construcción de un nuevo sistema de capacidad para las
personas con enfermedades o alteraciones mentales, más flexible y que tuviera como
finalidad principal la recuperación de la persona, todo en consonancia con el nuevo
paradigma a partir del cual se elaboran las convenciones internacionales. Es en este
contexto, que en el año 2010 se sanciona la Ley N°26.657, conocida como Ley de Salud
Mental 6 , que tiene por objeto “… asegurar el derecho a la protección de la salud
mental de todas las personas, y el pleno goce de los derechos humanos de aquellas
con padecimiento mental que se encuentran en el territorio nacional, reconocidos en
los instrumentos internacionales de derechos humanos, con jerarquía constitucional...”
(art.1).
Por el art. 2 de la ley, expresamente integra “… los Principios de Naciones Unidas para
la Protección de los Enfermos Mentales y para el Mejoramiento de la Atención de Salud
Mental, adoptado por la Asamblea General en su resolución 46/119 del 17 de diciembre
de 1991…la Declaración de Caracas de la Organización Panamericana de la Salud y
de la Organización Mundial de la Salud, para la Reestructuración de la Atención
Psiquiátrica dentro de los Sistemas Locales de Salud, del 14 de noviembre de 1990, y los
Principios de Brasilia Rectores…”.
Asimismo, incorpora en el Código Civil Argentino el art. 152 ter, como un intento de
introducir disposiciones acordes a la nueva normativa, pero que planteaba numerosos
interrogantes sobre la implementación de las medidas en materia de capacidad.

Reglas generales expresadas en el CCYCN


El Código Civil y Comercial, propone en el art 31 una serie de reglas generales para
la restricción de la capacidad:

5
https://www.un.org/esa/socdev/enable/documents/tccconvs.pdf
6 http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/175000-179999/175977/norma.htm

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“…a) la capacidad general de ejercicio de la persona humana se presume, aun


cuando se encuentre internada en un establecimiento asistencial;
b) las limitaciones a la capacidad son de carácter excepcional y se imponen
siempre en beneficio de la persona;
c) la intervención estatal tiene siempre carácter interdisciplinario, tanto en el
tratamiento como en el proceso judicial;
d) la persona tiene derecho a recibir información a través de medios y tecnologías
adecuadas para su comprensión;
e) la persona tiene derecho a participar en el proceso judicial con asistencia
letrada, que debe ser proporcionada por el Estado si carece de medios;
f) deben priorizarse las alternativas terapéuticas menos restrictivas de los derechos
y libertades….”

La regla del inciso a) tiene como antecedente el art. 3 de la Ley 26.657 y se diferencia
en tanto que expresamente aclara que se refiere a la capacidad de ejercicio. Esta
presunción de capacidad se aplica aun cuando la persona estuviere internada en un
establecimiento asistencial. Resulta entonces necesario diferenciar dos dimensiones del
problema que resulta de la particular vulnerabilidad de la persona enferma y su
desenvolvimiento en la vida civil. Por un lado, las decisiones administrativas o judiciales
de internación y por otro las restricciones a la capacidad de ejercicio, ambas con
fundamentos fácticos y jurídicos distintos.
La decisión de internación es principalmente una alternativa terapéutica, se debe
tomar en interés de la persona enferma y como última medida, solo cuando esta
medida resulte necesaria por representar un peligro para sí mismo o para terceros.
La restricción de la capacidad civil tiene como fundamento la protección de la
persona y su patrimonio, cuando éste estuviera en riesgo por el ejercicio en forma
personal de los sus derechos.

2. Categorías
El Código prevé dos categorías, según el grado de extensión de la limitación:
a) Personas con capacidad restringida.
b) Personas con incapacidad de ejercicio.

Requisitos de fondo y de forma para la restricción de capacidad o declaración de


incapacidad:
El art. 32 establece que el juez puede restringir la capacidad de una persona cuando
se reúnen ciertos requisitos y excepcionalmente y cuando la persona esté
absolutamente imposibilitada de interaccionar con su entorno, puede declarar su
incapacidad.
A continuación, analizaremos los requisitos de fondo y de forma exigidos.
Requisitos de fondo:
En general, en ambos casos se requiere:

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a) Que la persona padezca una adicción o una alteración mental permanente o


prolongada, de suficiente gravedad. El CCyCN adopta una formula amplia al referirse a
“alteraciones mentales” y no a enfermedad, permitiendo incorporar otras situaciones
que no califican propiamente como tales, como por ejemplo el Síndrome de Down,
personalidades psicopáticas (epileptoides, esquizoides, paranoides, etc.) o deterioros
cognitivos por causas orgánicas, entre otros.
La novedad es la incorporación en este supuesto de las adicciones. En el código
derogado, el art. 152 bis, al referirse a los inhabilitados, mencionaba únicamente a los
“toxicómanos y ebrios consuetudinarios”. La expresión adicción es más amplia y permite
incorporar a los ludópatas, el tabaquismo u otras.
b) Esta enfermedad tiene que afectarlo en el cuidado de su persona o bienes. La
alteración mental o adicción por si solas no dan lugar a la restricción de la capacidad,
salvo que sean la causa de un peligro que expone a la persona que las padece a sufrir
un daño en si misma o en sus bienes
c) La persona tiene que ser mayor de 13 años, considerando que a partir de esta
edad se produce una flexibilización significativa de la incapacidad de la persona. En
efecto, resulta innecesaria una declaración de incapacidad respecto de quien ya lo es
por su edad y se encuentra sujeto a representación para todos sus actos.
Procederá la declaración de incapacidad solo cuando la persona se encuentre
absolutamente imposibilitada de interaccionar con su entorno y expresar su voluntad
por cualquier modo, medio o formato adecuado y el sistema de apoyo resulte ineficaz.

Requisitos de forma:
Reunidos los requisitos de fondo, se puede promover la acción judicial con los
siguientes requisitos:
a) Instancia de parte legitima: el art. 33 establece que pueden promover la
declaración de incapacidad o de capacidad restringida:
I) el propio interesado;
II) el cónyuge no separado de hecho y el conviviente mientras la convivencia
no haya cesado;
III) los parientes dentro del cuarto grado; si fueran por afinidad, dentro del
segundo grado;
IV) el Ministerio Público.

b) Presentación de dos certificados médicos: En este punto, analizamos las


disposiciones del Código de Procedimientos Civil y Comercial de la Provincia, que prevé
un trámite especial para este tipo de juicio a partir del art. 631. En éste se establece que
las personas legitimadas para iniciar la acción “…se presentarán ante el juez
competente exponiendo los hechos y acompañando certificados de dos médicos,
relativos al estado mental del presunto incapaz y su peligrosidad actual…”. Cabe
aclarar que el CPCC data del año 2009 y se encuentran en curso proyectos de
modificación para su adecuación a la normativa nacional.

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c) La acción debe promoverse ante el Juez del domicilio de la persona en cuyo


interés se lleva adelante el proceso o el del lugar de su internación (art.36)
d) Sentencia de juez competente que declare la restricción o la incapacidad de
la persona.

Cuestiones procesales

a) Participación de la persona en el proceso:


Una de las innovaciones más importantes, en relación al Código anterior, es que
expresamente se prevé la intervención de la persona durante todo el proceso.
• Como ya lo hemos visto, en primer lugar, está legitimado para iniciar el
proceso de restricción de su capacidad.
• Tiene derecho a participar del proceso judicial con asistencia letrada,
que debe ser proporcionada por el Estado si carece de medios. Se garantiza que la
persona enferma contará con un abogado que lo representará y prestará asistencia
letrada. Este abogado deberá defender la voluntad y los intereses de la persona.
• Es parte y puede aportar todas las pruebas que hacen a su defensa (art.
36)
• El juez debe entrevistarse personalmente con la persona enferma antes
de dictar resolución alguna.

b) Actuación del juez:


Como medio de garantizar el acceso a la justicia de la persona, durante el proceso
el juez debe asegurar la inmediatez, la accesibilidad y la adopción de los ajustes
razonables que exija el procedimiento en función de las necesidades de la persona
(art 35).
El acceso a la justicia supone el respeto a los derechos humanos a la luz del principio
de la no discriminación; en particular debe recibir una perspectiva diferenciada de
protección los casos de personas en situación de vulnerabilidad en el acceso y ejercicio
de sus derechos.
Las 100 Reglas de Brasilia sobre Acceso a Justicia de las Personas en Condición de
Vulnerabilidad 7 considera tales a” …aquellas personas que, por razón de su edad,
género, estado físico o mental, o por circunstancias sociales, económicas, étnicas y/o
culturales, encuentran especiales dificultades ejercitar con plenitud ante el sistema de
justicia los derechos reconocidos por el ordenamiento jurídico. (4) Podrán constituir
causas de vulnerabilidad, entre otras, las siguientes: la edad, la discapacidad, la
pertenencia a comunidades indígenas o a minorías, la victimización, la migración y el
desplazamiento interno, la pobreza, el género y la privación de libertad”.

7
https://www.mpd.gov.ar/index.php/marconormativo-diversidad-cultural/instrumentos-internacionales/3158-
las-100-reglas-de-brasilia-sobre-el-acceso-a-la-justicia-de-las-personas-en-condicion-de-vulnerabilidad

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Por su parte, la CDPD en el art. 13 establece que “ Los Estados Partes asegurarán que
las personas con discapacidad tengan acceso a la justicia en igualdad de condiciones
con las demás, incluso mediante ajustes de procedimiento y adecuados a la edad, para
facilitar el desempeño de las funciones efectivas de esas personas como participantes
directos e indirectos, incluida la declaración como testigos, en todos los procedimientos
judiciales, …”
✓ Inmediatez: Este principio se materializa a través de la obligación del juez
de tomar contacto directo con la persona. No se agota con el conocimiento formal de
la persona, previsto en el art. 35, que prevé la entrevista del juez con la persona en cuyo
interés se ha promovido la acción, sino que debe ser una constante en todo el proceso
de determinación de capacidad. El juez debe contar con diferentes medios de prueba
que puedan aportar las partes en el proceso, con los informes y/o dictámenes
interdisciplinarios pertinentes, así como cualquier otra herramienta que permita valorar
y determinar la capacidad de la persona; comprender su situación, sus habilidades y
necesidades. Pero también que la persona pueda ser oída, desde una escucha directa,
sin intermediarios.
✓ Obligación de garantizar la accesibilidad y los ajustes razonables
La accesibilidad universal es una condición que se encuentra implícita y es
necesaria para el ejercicio de cualquier derecho.
La Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad
y las Reglas de Brasilia, establecen la necesidad de garantizar la accesibilidad a
personas con discapacidad al sistema de justicia, incluyendo todas las medidas
conducentes para utilizar los servicios judiciales requeridos, disponiendo de todos los
recursos necesarios que garanticen su seguridad, movilidad, comodidad, comprensión
y comunicación.
En la práctica implica, por ejemplo, que para la asistencia legal y la defensa pública
de personas con discapacidad, se deben prever medios de comunicación alternativos
(lenguaje de señas, nuevas tecnologías, Braille, etc.) , además de un entorno físico o
edilicio que garantice la utilización de formas alternativas de movilidad ( sillas de ruedas,
perros guías, etc.) o formas alternativas de acceso a la información ( lenguaje sencillo,
tiempo para el procesamiento de la información, etc.).
Para alcanzar esta accesibilidad se cuenta con dos estrategias: el diseño universal y
los ajustes razonables.
El diseño universal consiste en proyectar, entornos, procesos, instrumentos,
dispositivos, etc., que puedan ser utilizados por todas las personas.
Los ajustes razonables son medidas que están destinadas a adaptar el entorno a las
necesidades específicas de ciertas personas, que por distintas causas se encuentran en
una situación especial que no ha podido ser prevista por el diseño universal. Son
medidas que tienden a facilitar la participación en igualdad de condiciones. Por
ejemplo, el juez podría tomar medidas que podrían consistir en explicaciones en
lenguaje sencillo, realizar los actos procesales en tiempos acordes a la persona, con
tiempos de descanso, utilizar imágenes para mejorar la comunicación, o contar con la

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presencia de auxiliares para la comunicación. En general, cualquier medida que sea


idónea para que la persona comprensa y se exprese en la medida de sus posibilidades.
En el Código, encontramos estas garantías en diversos artículos:
- Art. 31 inc d) …la persona tiene derecho a recibir información a través de medios
y tecnologías adecuadas para su comprensión;
- Art. 32 segundo párrafo: En relación con dichos actos, el juez debe designar el
o los apoyos necesarios que prevé el artículo 43, especificando las funciones con
los ajustes razonables en función de las necesidades y circunstancias de la
persona
- Art. 32 último párrafo: cuando requiere, para la declaración de incapacidad,
que la persona esté absolutamente imposibilitada de accionar con su entorno
y de expresar su voluntad por cualquier medio y el sistema de apoyo resulte
ineficaz. Para llegar a esta conclusión y declarar la incapacidad, el juez
necesariamente deberá agotar todas las posibilidades de comunicación.
- Art. 43 cuando se refiere a las medidas de apoyo, que se centra en la
accesibilidad comunicacional expresa que éstas tienen como función “….
facilitar la comunicación, la comprensión y la manifestación de voluntad de la
persona para el ejercicio de sus derechos…”

c) Participación de un equipo interdisciplinario:


La existencia de un historial de tratamiento psiquiátrico no es suficiente para justificar
una restricción o declaración de incapacidad. Tal como ya lo había previsto la Ley de
Salud Mental, es necesaria una mirada integral de la persona, lo que requiere la
coexistencia de distintos saberes. Si bien el Código no expresa cómo debe conformarse
ese equipo interdisciplinario, sí es obligatorio para el juez requerir el dictamen antes de
dictar sentencia. Podrá entonces recurrir al auxilio de profesionales especialistas en
psicología, trabajo social, terapia ocupacional, comunicación y otros, además de los
médicos psiquiatras o neurólogos. En este punto, al art. 8 de la Ley de Salud Mental,
marca una pauta cuando establece que la atención de la salud mental tiene que estar
a cargo de un equipo interdisciplinario integrado por profesionales, técnicos y otros
trabajadores capacitados, incluyendo áreas de psicología, psiquiatría, trabajo social,
enfermería, terapia ocupacional y otras disciplinas o campos pertinentes.

d) Medidas cautelares:
Durante el proceso el juez tiene que ordenar las medidas necesarias para resguardar
los derechos personales y patrimoniales de la persona. Así podrá designar un curador
provisional ad-litem para defender los intereses de la persona en el proceso; y otro
curador provisional ad-bona, para proteger los derechos patrimoniales a través de la
representación en determinados actos de administración y/o disposición, cuando éstos
fueran imprescindibles.

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El juez tiene amplia libertad para seleccionar la persona que se desempeñará en este
cargo, pero, en los supuesto de directivas anticipadas, si la persona ya ha designado a
quien va a ser su curador, deberá respetar dicha elección.
En los procesos de declaración de capacidad restringida o de inhabilitación, como
nos encontramos en supuestos donde la persona no está imposibilitada de
interaccionar con su entorno, el juez determinará qué actos requieren de asistencia o
de uno o varios apoyos.

e) La sentencia: (art 37)


“La sentencia se debe pronunciar sobre los siguientes aspectos vinculados a la
persona en cuyo interés se sigue el proceso:
a) diagnóstico y pronóstico;
b) época en que la situación se manifestó;
c) recursos personales, familiares y sociales existentes;
d) régimen para la protección, asistencia y promoción de la mayor autonomía
posible. Para expedirse, es imprescindible el dictamen de un equipo interdisciplinario. “
Este artículo combina normas de tipo procesal, que ya estaban presentes en el
Código de Vélez con requisitos de fondo que se traducen en exigencias concretas, y
que son propias del modelo de capacidad jurídica que se plasma en el CCyCN. (punto
d): interdisciplinariedad y promoción de la autonomía de la persona)
El art. 638 del Código de Procedimientos Civil y Comercial de la Provincia, por su
parte, establece los puntos sobre los cuales deberán pronunciarse los médicos: “… 1)
Diagnóstico; 2) Fecha aproximada en que la enfermedad se manifestó; 3) Pronóstico;
4) Régimen aconsejable para la protección y asistencia del presunto insano; 5)
Necesidad de su internación.”. Conjugando este artículo con el art. 37 del CCyCN, se
advierte que éste último no contempla el supuesto de “necesidad de internación”.

En el art. 38 el Código determina los alcances de la sentencia y establece:


“La sentencia debe determinar la extensión y alcance de la restricción y especificar
las funciones y actos que se limitan, procurando que la afectación de la autonomía
personal sea la menor posible. Asimismo, debe designar una o más personas de apoyo
o curadores de acuerdo a lo establecido en el artículo 32 de este Código y señalar las
condiciones de validez de los actos específicos sujetos a la restricción con indicación
de la o las personas intervinientes y la modalidad de su actuación”
Aparece expresado claramente en el artículo el principio de respeto a la autonomía
de voluntad de la persona. Ello implica que la sentencia deberá consignar
expresamente todos los actos, decisiones o derechos restringidos o limitados, rigiendo
para los demás la presunción de plena capacidad establecida por el Código como
regla general.
Respecto de cuál será el criterio para fijar el alcance o extensión de la restricción el
art. 43, cuando se refiere a las funciones de las personas de apoyo, distingue tres esferas
distintas de actos: los actos personales, los actos de administración y los actos de

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disposición. No habría mayores inconvenientes con la mención de una fórmula genérica


en los dos últimos supuestos, pero no resulta lo mismo en los actos personales. La
introducción de una formulación genérica tal como “se declara que X no puede ejercer
por sí mismo ninguno de sus derechos personalísimos”, resultaría violatoria de los
estándares universales de los derechos humanos 8 . Por tanto, el juez deberá considerar
en forma autónoma cada uno de estos derechos (integridad física, libertad, ejercicio
de derechos políticos o derechos de familia, entre otros). Además, no debemos perder
de vista que estos derechos no admiten ejercicio a través de representantes legales.

✓ Registración
Conforme establece el art. 39, “La sentencia debe ser inscripta en el Registro de
Estado Civil y Capacidad de las Personas y se debe dejar constancia al margen del acta
de nacimiento. Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 45, los actos mencionados en
este Capítulo producen efectos contra terceros recién a partir de la fecha de inscripción
en el registro. Desaparecidas las restricciones, se procede a la inmediata cancelación
registral. “

f) Revisión de la sentencia declarativa:


El CCyCN, en este punto introduce aquí una importante modificación respecto del
régimen establecido en el Código derogado, ya que éste solamente habilitaba la
revisión de la sentencia en los procesos de rehabilitación.
El artículo 40 establece: “La revisión de la sentencia declarativa puede tener lugar en
cualquier momento, a instancias del interesado. En el supuesto previsto en el artículo 32,
la sentencia debe ser revisada por el juez en un plazo no superior a tres años, sobre la
base de nuevos dictámenes interdisciplinarios y mediando la audiencia personal con el
interesado…”
La exigencia de revisión es coherente con la concepción interdisciplinaria de la salud
mental, así como con el modelo social de la discapacidad (CDPD), al tiempo que se
erige
contraria a la regulación civil tradicional, que ha entendido a la incapacidad desde un
concepto biológico-jurídico, consecuencia del cual la modificación de la sentencia
originaria solo podía habilitarse en caso de “recuperación”: con la rehabilitación. 9
En efecto, se realiza un nuevo examen interdisciplinario y se revisan las
consideraciones y fundamentes de la sentencia originaria a fin de determinar si se
mantiene la restricción o se debe modificar la situación, derivando ésta en l
rehabilitación de la persona.
De su texto se advierte que el CCyCN regula la revisión de la sentencia como un
derecho y como un deber.

8 Código Civil y Comercial Comentado-Ed. Rubinzal Culzoni, Santa Fe ,2014. T I, p.184


9 Herrera Marisa, Caramelo Gustavo, Picasso Sebastián. Código Civil y Comercial de la Nación Comentado,
TI, p 105.Infojus, 1° edición, 2015

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Como derecho de la persona, que, en cualquier momento, puede solicitar la revisión


de la sentencia. Es el reconocimiento del ejercicio real y efectivo del derecho de acceso
a la justicia del propio interesado.
Como deber del juez, que tiene que revisar la sentencia en un plazo no mayor a tres
años, sobre la base de nuevos dictámenes del equipo interdisciplinario y mediando una
entrevista personal con el interesado. También deben instar esta revisión el curador y el
Ministerio Público

4.- Sistemas de apoyo al ejercicio de la capacidad (Art. 43)


El art. 102 del CCyCN establece que “las personas con capacidad restringida y las
inhabilitadas son asistidas por los apoyos designados en la sentencia respectiva y en
otras leyes especiales”. La introducción de esta nueva figura, que no existía en el anterior
Código, es una consecuencia del nuevo paradigma en materia de personas con
enfermedades mentales que ha adoptado el CCyCN, basado principalmente en el
respeto de la autonomía personal del sujeto en la mayor medida posible.

Definición
El artículo 43 establece que “Se entiende por apoyo cualquier medida de carácter
judicial o extrajudicial que facilite a la persona que lo necesite la toma de decisiones
para dirigir su persona, administrar sus bienes y celebrar actos jurídicos en general...”.
Esta es una de las mayores innovaciones introducidas por el legislador y su fuente
inmediata es la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidad. La prestación del apoyo es un mecanismo integral perfilado por la CDPD
para hacer efectivo el ejercicio de los derechos de las personas en todos los aspectos
de su vida.

Función
El mismo art. 43 expresa en el segundo párrafo que “…Las medidas de apoyo tienen
como función la de promover la autonomía y facilitar la comunicación, la comprensión
y la manifestación de voluntad de la persona para el ejercicio de sus derechos. …”
Los apoyos se deben designar para asegurar que la persona cuente con el
discernimiento necesario para dar validez al acto jurídico. De este modo se vuelve
imposible considerar a las personas con discapacidades sensoriales (ciegos y/o sordos)
o físicas (parálisis cerebral, etc.) como incapaces o carenes de discernimiento, por
cuanto el apoyo complementa y suple las barreras comunicacionales que dificultan o
impiden la manifestación de voluntad.
Este sistema se diseña en cada caso en particular; puede tratarse de una o varias
personas; puede ser un asistente personal, un familiar o red de familiares o allegados,
una asociación, una institución oficial, o cualquiera otra opción que se considere
apropiada a los fines de promover la autonomía y la protección y el ejercicio de los
derechos de la persona.

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El foco se centra en procurar dotar a la persona de las herramientas y los apoyos


necesarios para que ella misma pueda tomar la decisión y ejercer sus derechos desde
parámetros propios10.
Las medidas de apoyo de van a ir adecuando a las necesidades de la persona, de
acuerdo al tipo de actos a celebrar o derechos implicados. En algunos casos el apoyo
solamente asiste a la persona para que se pueda realizar el acto, en otros deberá
participar necesariamente en la conformación del acto jurídico, en otros, incluso puede
participar en calidad de codecisor, o en calidad de representante, pero sin perder de
vista su función y propósito.

Solicitud y designación. Salvaguardias

“…El interesado puede proponer al juez la designación de una o más personas de su


confianza para que le presten apoyo. El juez debe evaluar los alcances de la
designación y procurar la protección de la persona respecto de eventuales conflictos
de intereses o influencia indebida…”(art. 43, 3°párrafo).
Las personas que están legitimadas para promover la acción pueden solicitar la
conformación de un sistema de apoyo, incluido el interesado.
La solicitud debería contener, como mínimo:
✓ Justificación de la necesidad de la medida y explicación respecto de los
beneficios que ello importa para la persona.
✓ Propuesta de un diseño específico de apoyos, adecuado a la persona.
Se deben tener en cuenta las habilidades y necesidades de la persona. Incluso podría
contener mecanismos de revisión y contralor.
✓ Propuesta de la/las persona sobre la que recaerá la designación
✓ Justificación de que se ha garantizado o solicitud para que el juez
garantice la accesibilidad universal, los ajustes razonables y los apoyos necesarios en el
proceso de conformación de la propuesta, para que la misma refleje la voluntad de la
persona
A los fines de resguardar la seguridad jurídica, en el art. 38 y en el último párrafo del
art 43, se deja claramente expresada la obligación del juez de señalar las condiciones
de validez de los actos específicos sujetos a restricción, así como de establecer la
condición y calidad de las medidas de apoyo, debiéndolas incluso inscribirlas en el
Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas.
Tal como se observa en la segunda parte del segundo párrafo del art. 43, el juez debe
establecer medidas de protección de la persona respecto de eventuales conflictos de
intereses o influencia indebida.
La CDPD establece una serie de salvaguardias judiciales que deben proyectarse
sobre los mecanismos de apoyo destinadas a asegurar “..que las medidas relativas al

10
Cuenca Gómez, Patricia. La capacidad jurídica de las personas con discapacidad: el artículo 12 de la
Convención de la ONU y su impacto en el ordenamiento jurídico español, en Revista Derechos y Libertades,
N° 24, Epoca II, enero de 201, págs. 221-225. Citado por Lorenzetti, Ricardo Luis. Código Civil y Comercial de
la Nación Comentado. T. I. Art. 32. Ed. Rubinzal Culzoni. Bs. As. 2014.. Pág. 248 nota 277

12
Derecho Privado Parte General: Restricciones a la capacidad de ejercicio

Liliana del Valle Abdala

ejercicio de la capacidad jurídica respeten los derechos, la voluntad y las preferencias


de la persona, que no haya conflicto de intereses ni influencia indebida, que sean
proporcionales y adaptadas a las circunstancias de la persona, que se apliquen en el
plazo más corto posible y que estén sujetas a exámenes periódicos por parte de una
autoridad o un órgano judicial competente, independiente e imparcial. Las
salvaguardias serán proporcionales al grado en que dichas medidas afecten a los
derechos e intereses de las personas11
Atento a las disposiciones de la Convención y del Código, el juez deberá garantizar:
✓ Inexistencia de abuso, conflictos de intereses ni influencia indebida.
✓ Que se respeten los derechos, la voluntad y las preferencias de la persona
✓ Proporcionalidad y revisión de las medidas de apoyo

La curatela de las personas incapaces

Para los casos excepcionales, en los que el juez no puede restringir la capacidad y
se hace necesario declarar la incapacidad de la persona, en la misma sentencia el juez
designa un curador. Conforme lo establece el art. 138, “la principal función del curador
es la de cuidar a la persona y los bienes de la persona incapaz, y tratar de que recupere
su salud. Las rentas de los bienes de la persona protegida deben ser destinadas
preferentemente a ese fin”.
Varias novedades en este punto:
✓ la curatela puede ser ejercida por una o varias personas.
✓ Si bien siempre se requiere aprobación judicial, el curador puede ser designado
mediante una directiva anticipada por la misma persona; los padres-siempre
que estén ejerciendo la responsabilidad parental- pueden designar curadores
y apoyos para sus hijos incapaces o con capacidad restringida, por testamento
o por escritura pública
✓ El art. 139 en su último párrafo enumera a las personas que pueden ser
designadas como curadores por el juez: cónyuge no separado de hecho, hijos,
padres o hermanos de la persona a proteger, según quien tenga mayor aptitud
y la novedad del CCyCN es que incorpora al conviviente.

5. Régimen de los actos realizados por la persona incapaz o con capacidad restringida

Como ya lo hemos expresado precedentemente, el principio general es el de la


plena capacidad (art. 31 del CCyCN), por tanto, las restricciones impuestas por
sentencia judicial afectan únicamente a los actos individualizados por el juez en dicha
sentencia.

11CDPD art. 12 inc. 4

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Derecho Privado Parte General: Restricciones a la capacidad de ejercicio

Liliana del Valle Abdala

Si la sentencia judicial declara la incapacidad de la persona, en los términos previstos


en el último párrafo del art. 32, la persona es un incapaz de ejercicio (art 24 inc. c) y
queda sujeta a representación.
Vamos a analizar ahora los efectos de la sentencia sobre los actos jurídicos de la
persona con capacidad restringida y del incapaz:

a) Actos jurídico-posteriores a la inscripción de la sentencia: El art. 44 establece


que “son nulos los actos que contrarían lo dispuesto en la sentencia, realizados con
posterioridad a su inscripción en el Registro de Estado Civil y Capacidad de las
Personas”.
Se aplica para ambos casos. Si el acto ha sido realizado por una persona incapaz,
cualquiera que fuere, el mismo será nulo. En cambio, se trata de una persona con
capacidad restringida, habrá que analizar la sentencia a fin de e determinar si se trata
de alguno de los actos prohibido expresamente en la misma.

b) Actos jurídicos anteriores a la inscripción: El art. 45 prevé que “Los actos


anteriores a la inscripción de la sentencia pueden ser declarados nulos, si perjudican a
la persona, siempre que se cumpla alguno de los siguientes extremos:
a) la enfermedad mental era ostensible a la época de la celebración del acto;
b) quien contrató con él era de mala fe;
c) el acto es a título gratuito.”
Respecto de los requisitos: la enfermedad mental debió haber existido al momento
de la realización del acto y además haber sido notoria, manifiesta, de modo que el
cocontratante debió conocerla o advertirla al momento de la suscripción de este. La
doctrina interpreta que, el legislador expresamente se refiere a “enfermedad mental” y
no adicción, ya que lo que se presume para la anulación del acto es la falta de
discernimiento.

c) Persona fallecida que no ha sido declarada incapaz o con capacidad


restringida: El art. 46 establece que, después de fallecida la persona “…los, los actos
entre vivos anteriores a la inscripción de la sentencia no pueden impugnarse…”, es decir
en principio son válidos.
Sin embargo, el mismo artículo prevé excepciones. Así, se podrá impugnar el acto y
pedir su nulidad:
I. si la enfermedad mental resulta del acto mismo: éste es la prueba de la
irrazonabilidad invocada, por ejemplo, por disposiciones absurdas, incoherentes u
otro indicio similar que permite salvar la imposibilidad probatoria que representa la
muerte del insano.12
II. si la muerte ocurre después de promovida la acción para la declaración de
incapacidad o capacidad restringida, En este caso, si se ha iniciado la acción

12
Rivera, Julio César. Instituciones de Derecho Civil Parte General, T1, pag.895. Séptima Edición Actualizada.
Abeledo Perrot, 2020

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Derecho Privado Parte General: Restricciones a la capacidad de ejercicio

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declarativa, se crea una presunción que justifica la revisión de los actos celebrados
por la persona fallecida. Y cabe aclarar que se aplicaría a todos los actos que haya
realizado el sujeto, independientemente que haya sido anteriores o posteriores a la
presentación de la acción.
III. cuando el acto sea a título gratuito,
IV. cuando se pruebe que quien contrató con ella actuó de mala fe.
Esta enumeración es taxativa.13

d) Actos de última voluntad: El art. 2467 declara nulas las disposiciones


testamentarias, en el inc. c, otorgadas por una persona privada de la razón, y en el inc.
d otorgadas por una persona declarada incapaz.
Una crítica que la doctrina realiza a este artículo es la falta de adecuación al nuevo
paradigma adoptado por el CCyCN, tanto porque omite a las personas con capacidad
restringida, como por la referencia a “los intervalos lúcidos”, expresión del código
derogado que no ha sido receptada por la reforma. Respecto de estos últimos, Rivera
afirma que “no existe intervalo lúcido cuando la lucidez coexiste con la enfermedad,
como sucede en algunas patologías mentales en las que el sujeto conserva- de modo
habitual- su lucidez” En todos los casos” el juez deberá valorar las particularidades del
acto mismo, de su racionalidad, de sus diversos antecedentes, de las demás
circunstancias comprobadas, etc. Cundo de todo ello aparezca el acto como
conforme con la probable yo verosímil voluntad sana del otorgante, el acto deberá
juzgarse, en el sentido de la ley, como realizado durante un intervalo lúcido14”.
No hay dudas que, declarada incapaz la persona, el testamento que dicte con
posterioridad será nulo. En el caso de la restricción de capacidad, el testamento será
válido, salvo que expresamente se le haya prohibido el ejercicio de este derecho en la
sentencia.
Si la disposición testamentaria fue anterior a la sentencia que declara la
incapacidad, en ese caso, quien pretenda la nulidad deberá probar que la persona
estaba privada de razón al momento de testar.

En todos los casos, dispuesta la nulidad por sentencia judicial, la misma es de


carácter relativa y admite la confirmación del acto jurídico.
La acción de nulidad puede ser interpuesta por el mismo sujeto; si ha sido declarado
incapaz, por su representante legal; si se trata del acto realizado por una persona
fallecida, podrán interponer la acción sus herederos. NO puede demandar la nulidad el
sujeto que ha contratado con el incapaz.
La acción de nulidad causada por la incapacidad el sujeto prescribe a los dos años
contados desde que cesó la incapacidad (art 2563).

13 Rivera, Julio César. Ob.cit. p.896.


14 Rivera, Julio César. Ob.cit. p.899

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Derecho Privado Parte General: Restricciones a la capacidad de ejercicio

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Actos ilícitos: Si bien desarrollaremos este punto con mayor extensión al analizar las
condiciones internas del acto voluntario, cabe incluirlo en esta unidad. En efecto, si bien
este tema se vincula con el discernimiento cuando analizamos la responsabilidad por
los actos lícitos e ilícitos, se plantea el caso de las consecuencias que emanan del acto
realizado por una persona privada de éste.
Son los denominados actos involuntarios, entre cuyos supuestos están los obrados por
quien al momento de su realización estaban privados de la razón. SI la persona ha sido
declara incapaz por sentencia, no hay dudas de que no se podrá imputar
responsabilidad por el ilícito. Por el contrario, y aunque se haya declarado la restricción
de la capacidad, en estos casos habrá que probar la falta de razón para eximir de
responsabilidad al sujeto.
Finalmente, adelantamos que el juez, por razones de equidad, igualmente podrá
ordenar la reparación del daño por razones de equidad, en los término y condiciones
de los art. 1742 y 1750, que analizaremos oportunamente.

6. La libertad personal de la persona con padecimiento mental o adicciones.

En sintonía con la CDPD, la Ley 26.657 adopta el modelo de la desinstitucionalización


de las personas con padecimientos mentales teniendo en cuenta los efectos que la
misma puede producir sobre la persona y su entorno.
En efecto, la internación por un padecimiento mental compromete gravemente a la
persona tanto en su individualidad como en el orden familiar y social que integra. En
muchos casos sus derechos se encuentran en riesgo de ser desconocidos o
menoscabados tanto, se por algunas concepciones médico-sociales erróneas o
superadas, como por intereses mezquinos de terceros que actúan en tiempos de la
internación.
E art. 7 inc. d) de la Ley de salud Mental reconoce como derecho del paciente “…. a
recibir tratamiento y a ser tratado con la alternativa terapéutica más conveniente, que
menos restrinja sus derechos y libertades, promoviendo la integración familiar, laboral y
comunitaria”.
Este principio concuerda con lo dispuesto por el art. 14 de la CDPD: “"Libertad y
seguridad de la persona: 1. Los Estados partes asegurarán que las personas con
discapacidad, en igualdad de condiciones con las demás: a) Disfruten del derecho a
la libertad y seguridad de la persona; b) No se vean privadas de su libertad ilegal o
arbitrariamente y que cualquier privación de libertad sea de conformidad con la ley, y
que la existencia de una discapacidad no justifique en ningún caso una privación de la
libertad.
2. Los Estados Partes asegurarán que las personas con discapacidad que se vean
privadas de su libertad en razón de un proceso tengan, en igualdad de condiciones
con las demás, derecho a garantías de conformidad con el derecho internacional de

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Derecho Privado Parte General: Restricciones a la capacidad de ejercicio

Liliana del Valle Abdala

los derechos humanos y a ser tratadas de conformidad con los objetivos y principios de
la presente Convención, incluida la realización de ajustes razonables”.
El CCyCN establece entre los principios que imperan en este tema, en al art. 31, que
se deben utilizar las alternativas terapéuticas menos restrictivas de los derechos y
libertades de la persona. Se debe recurrir a la internación solo en situaciones de extrema
vulnerabilidad y cuando otros recursos resulten ineficaces. Es por ello que establece un
mínimo de garantías que deben complementarse con la legislación especial en la
materia.
En el art. 41 el Código regula los supuestos de internación sin consentimiento de la
persona y establece los requisitos que se deben reunir, a más de lo establecido en la
Ley 26.657, aclarando en el último párrafo que “…toda persona con padecimientos
mentales se encuentre o no internada, goza de los derechos fundamentales y sus
extensiones…”
Esos requisitos son:
a) La internación debe estar fundada en una evaluación de un equipo
interdisciplinario, que señale los motivos que la justifican y la ausencia de una alternativa
eficaz menos restrictiva de su libertad;
b) sólo procede ante la existencia de riesgo cierto e inminente de un daño de
entidad para la persona protegida o para terceros;
c) es considerada un recurso terapéutico de carácter restrictivo y por el tiempo más
breve posible; debe ser supervisada periódicamente;
d) debe garantizarse el debido proceso, el control judicial inmediato y el derecho de
defensa mediante asistencia jurídica;
e) la sentencia que aprueba la internación debe especificar su finalidad, duración y
periodicidad de la revisión.
En el art. 42, el Código contempla el traslado a un centro de salud, dispuesto por
autoridad pública, admitiéndolo únicamente para los casos en los que la persona se
encuentra expuesta a un riesgo cierto e inminente de daño para sí o para terceros y
hay lugar para las demoras. Si se admite la internación, se debe cumplir dentro del plazo
de 48 hs con los requisitos de:
a) Evaluación, diagnóstico interdisciplinario e integral y motivos que justifican la
internación, con la firma de al menos dos profesionales del servicio asistencial donde se
realice la internación, uno de los cuales debe ser necesariamente psicólogo o médico
psiquiatra;
b) Búsqueda de datos disponibles acerca de la identidad y el entorno familiar;
c) Consentimiento informado de la persona o del representante legal cuando
corresponda. Sólo se considera válido el consentimiento cuando se presta en
estado de lucidez y con comprensión de la situación, y se considerará invalidado
si durante el transcurso de la internación dicho estado se pierde, ya sea por el
estado de salud de la persona o por efecto de los medicamentos o terapéuticas
aplicadas. En tal caso deberá procederse como si se tratase de una internación
involuntaria.

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Derecho Privado Parte General: Restricciones a la capacidad de ejercicio

Liliana del Valle Abdala

7. Cese de la incapacidad y de las restricciones a la capacidad

En este punto no ha variado del régimen anterior. El Código prevé en el art. 47 que
el procedimiento para el cese de la incapacidad o de la restricción de capacidad,
debe ser resuelto por el mismo juez que la declaró. Impone en este caso la exigencia de
requerir el dictamen previo de un equipo interdisciplinario que dictamine sobre el
restablecimiento de la persona.
La única diferencia está dada en que, dado el caso y según los dictámenes
producidos, el juez puede ampliar la nómina de actos que la persona puede realizar por
sí o mediando asistencia del curador o apoyo.

8.- Inhabilitados

La inhabilitación judicial es una figura que fue introducida en el Código Civil


Argentino por la Reforma Integral introducida por la Ley 1771 en 1968, que la incorporó
el art. 152 bis. Este artículo permitía declarar inhábiles a las personas disminuidas en sus
facultades mentales, ebrios habituales o consumidores de estupefacientes. También
incluía entre las causas que daban lugar a la inhabilitación a la prodigalidad. Respecto
de los primeros, para protegerlos de la realización de actos que pudieren ser
perjudiciales para su persona o patrimonio; respecto de la última, amparando al grupo
familiar.
En todos los casos quedaba perfectamente determinado que el inhabilitado judicial
no era una persona incapaz, sino que, conservando la capacidad, para la realización
de determinados actos, requería de asistencia.
Dadas las modificaciones introducidas en CCyCN y la recepción de la figura de la
restricción de la capacidad, en el nuevo Código subsiste la inhabilitación judicial
únicamente para el caso de los pródigos.

El art. 48 del CCyCN:


Con Código regula la inhabilitación judicial en el art. 48 que establece:” Pródigos.
Pueden ser inhabilitados quienes por la prodigalidad en la gestión de sus bienes
expongan a su cónyuge, conviviente o a sus hijos menores de edad o con discapacidad
a la pérdida del patrimonio. A estos fines, se considera persona con discapacidad, a
toda persona que padece una alteración funcional permanente o prolongada, física o
mental, que en relación a su edad y medio social implica desventajas considerables
para su integración familiar, social, educacional o laboral. La acción sólo corresponde
al cónyuge, conviviente y a los ascendientes y descendientes.”

El pródigo es aquel individuo que “por desorden del espíritu o de las costumbres
disipa su fortuna en gastos sin sentido”15.

15 Rivera, Julio César. Ob.cit. p. 927

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Requisitos para la inhabilitación del pródigo:


Los requisitos que exige la ley para la inhabilitación del pródigo son los siguientes:
a) Prodigalidad en la gestión de sus bienes: La persona deberá haber realizado
negocios jurídicos que constituyan dilapidación o despilfarros innecesarios o
injustificados de sus bienes; negocios ruinosos, excesivos, irracionales o caprichosos. En
general se trata de actos de disposición, ya que como la jurisprudencia a sostenido, la
prodigalidad no puede apreciarse exclusivamente a través de actos de administración
o meramente conservatorios (Voto Dr. Catalayud CNCiv., Sala E, 23/09/1987).16
Esta es una condición de carácter objetivo, ya que se prescinden de los motivos por
los cuales se produce esta conducta: enfermedad mental, adicción, etc. Además,
debe tratarse de una conducta habitual y no de u hecho aislado.

b) Que exponga a la pérdida del patrimonio: EL pródigo debe haber dilapidado


gran parte del patrimonio; gastos desproporcionados en relación con la situación de
fortuna del sujeto, que provocan un perjuicio grave al grupo familiar afectado.

c) Debe existir habitualidad: La pérdida accidental del patrimonio no autoriza la


inhabilitación.

d) Existencia del cónyuge, conviviente, hijos menores de edad o hijos mayores de


edad con discapacidad: El interés jurídico protegido por esta norma es la protección
de la familia respecto de la conservación del patrimonio. Debe existir riesgo de que la
familia quede desamparada.

Procedimiento para la inhabilitación


El Código de Procedimientos Civil y Comercial de la Provincia establece el trámite
sumario para la inhabilitación judicial del pródigo (art. 646 CPCyC).
Respecto de la legitimación activa, el CCyCN establece de modo taxativo quienes
pueden promover la acción: el cónyuge o conviviente, los ascendientes y los
descendientes.

Efectos: La inhabilitación no modifica la condición de capacidad de la persona.


Conforme establece el art. 49, en la sentencia el juez designará un apoyo que asistirá a
la persona en el otorgamiento de actos de disposición entre vivos y otros actos que el
juez pueda fijar conforme el dictamen del equipo interdisciplinario que intervenga en
el proceso, en los términos del art. 43.
Cese de la inhabilitación: se aplica el mismo procedimiento que para el cese de las
restricciones a la capacidad

16 Rivera, Julio César, Ob.cit. p.930

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8. Concursados y fallidos

Producida la cesación de pagos y ante la imposibilidad de afrontar deudas


contraídas, una persona puede iniciar un proceso de concurso o quiebra, según cual
sea la situación en la que se encuentra, en el marco de lo dispuesto por la ley de
Concursos y Quiebras N°24.522, que prevé entre sus disposiciones, la inhabilitación del
sujeto.
La inhabilitación en estos casos constituye la limitación al ejercicio de ciertos
derechos del concursado o fallido, que no podrá ejercer o adquirir libremente ciertos
derechos, en virtud de que le son impedidos o prohibidos por determinadas leyes, como,
como la Ley General de Sociedades, el CCyCN, el Código Penal de la Nación y otras
disposiciones y leyes que regulan actividades profesionales, además, obviamente, de lo
prescripto por la Ley de Concursos y Quiebras en su parte pertinente.
Si bien este tema forma parte de los contenidos de una asignatura de la carrera,
corresponde incluir aquí una breve síntesis a fin de espejar dudas sobre la situación
jurídica del concursado o fallido en lo que respecta al la capacidad de ejercicio y sus
limitaciones.
Declarado el concurso, el concursado conserva la administración de su patrimonio,
bajo vigilancia del síndico y con la asistencia del juez. Los actos ordinarios del negocio
y actos ordinarios de la administración del patrimonio o que se hallen implícitos en las
operaciones ordinarias de su comercio o industria pueden ser realizados tal como lo
venía haciendo antes de su presentación: ventas y cobros corrientes, adquisición de
mercaderías, gastos que demande la administración y conservación del patrimonio,
etc.
Respecto de los actos que exceden el giro ordinario de la administración, éstos
requerirán la autorización judicial, previa vista al síndico y acreedores, la que se
concederá si es de evidente necesidad, por ejemplo, la venta de algún bien.
Actos de disposición: El concursado pierde la disposición de su bienes, que son los
que conforman la masa activa del concurso.
Actos prohibidos: Quedan comprendidos entre los actos a título gratuito las
donaciones, las remisiones de deudas, los pagos de deudas ajenas, las fianzas en
cualquier forma que se presten y, en general, todos aquellos actos por los que el deudor
se prive –sin contraprestación- de algún bien o de algún derecho patrimonial, o se
obligue sin causa en favor de otros. No estarán comprendidos en la prohibición los
simples regalos de costumbre, sin mayor significación económica y proporcionada al
patrimonio del deudor.
El concursado, el administrador y los socios con responsabilidad ilimitada, no pueden
viajar al exterior, sin previa comunicación al juez del concurso. Le deberán informar el
plazo de su ausencia, la que no podrá ser mayor a cuarenta días corridos. Si debe
ausentarse por un plazo mayor, requiere de autorización judicial.

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Derecho Privado Parte General: Restricciones a la capacidad de ejercicio

Liliana del Valle Abdala

Declarada la quiebra, la administración de los bienes queda en manos del síndico y


los actos que pueda haber realizado el fallido sobre los bienes, los pagos hechos o
recibidos por él, son ineficaces.
El fallido también pierde la legitimación procesal para actuar sobre los bienes de la
quiebra.

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