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Trabajo Práctico

DERECHO Y ANCIANIDAD

Derecho I
2020
1° AÑO
Balinotti, Maria Lucia
19987

Actividad.
I. ¿Cómo está estructurado el derecho argentino en relación a la ancianidad?,
¿Qué función cumplen los fallos judiciales (jurisprudencia) dentro del
sistema normativo?
II. ¿Cuáles son las principales normas según Kemelmajer de Carlucci en el
ámbito internacional y Nacional de aplicación a nuestra realidad social?
III. Desarrolle el concepto de autonomía de la voluntad (capacidad jurídica), el
consentimiento informado de las personas ancianas dentro del marco de la
actual pandemia y cuáles son los elementos jurídicos, según Isolina Dabove,
relevantes.

Respuestas.

I. Los derechos de las personas mayores se presentan dentro de una profunda


dispersión normativa; a nivel jurisprudencial, se cumplen pocos fallos que
contemplan la situación del anciano con visión integral. Por un lado, los
derechos de las personas mayores forman parte de los derechos humanos
(derechos económicos, sociales y culturales). Por otro lado, constituyen un
grupo que, en el mejor de los casos, estos son objetos de políticas sociales
coyunturales y no de derechos subjetivos directamente operativo. En la
República Argentina, el Derecho de Ancianos es una rama que debe desarrollar
una perspectiva horizontal para enriquecer las ramas tradicionales (derecho civil,
derecho comercial, derecho administrativo, derecho penal) y poder formular
derechos que supere las limitaciones del aislamiento y la mutilación de las
personas mayores.

La sociedad tiene la obligación de priorizar y cuidar la calidad de vida de las


personas mayores y mantener la autonomía de estas, lo cual está íntimamente
relacionado con la dignidad humana. La realidad es diferente: las fuentes
normativas internacionales suelen ser pragmáticas y flexibles, mientras que las
leyes nacionales son escasas.

II. Los derechos de las personas mayores están vinculados con los derechos
humanos, y es normal que los organismos internacionales se ocupen de ellos. La
ONU han sido responsables de este problema desde la década de 1950. La
Conferencia de Copenhague se celebró en 1995, en la que se mencionaron
acciones para crear un mejor estilo de vida para las personas mayores y
garantizar la protección económica y social. También se declaró “…el
mejoramiento de la situación de las personas ancianas en casos de particulares
donde ellos no gocen de apoyo familiar” como indicando claramente el acceso
de las personas mayores a los servicios y la seguridad social.

En Argentina, con la reforma del 2004, la CN tenía una comprensión muy débil
de los derechos de las personas mayores, y se incorporan los artículos 75 inc. 23
e inc. 22, promoviendo medidas de acción donde se garantice la igualdad de
oportunidades y el goce de los derechos reconocidos por esta constitución.
Existe una norma que no figura en el texto original pero se incorpora con la
reforma de 1980 que es el artículo 33 de la CN. La reforma establece la
obligación del Estado a otorgar prestaciones de seguridad social, pero
principalmente la ley les otorga el derecho a percibir la jubilación y pensiones
móviles (artículo 14bis de la Constitución).

III. En cuanto a la capacidad de decisión, la autonomía es una característica de la


capacidad jurídica de las personas mayores, está relacionada con el principio de
dignidad que se reconoce en todo ser humano. A su vez, como los ancianos
pueden eventualmente sufrir alteraciones por la misma vejez, es necesario el
diseño de políticas de toma de decisiones junto a medidas de salvaguarda para
protegerla de potenciales abusos y aprovechamientos su vulnerabilidad. La
norma dice que las personas mayores pueden decidir su vida de forma
independiente y según sus propias elecciones, incluye todos los ámbitos y
aspectos.

Para garantizar los derechos de las personas mayores, existen mecanismos para
asegurar que la información brindada sea suficiente, clara y oportuna. Por
ejemplo, en instituciones médicas, no pueden realizar ningún tratamiento,
intervención, etc. sin el consentimiento informado de los ancianos. Este puede
aceptar o negar el tratamiento.

Es necesario enfatizar la importancia de no dejar de escuchar a las personas


mayores, que conocen sus propias preferencias y sus puntos de vista. Prestar
atención a sus opiniones sin hacer ninguna acusación.

“La autonomia es igualmente importante para poder decidir, por uno mismo, en
todo cuanto concierne a la salud: contratar seguros que le garanticen el acceso de
todas las prestaciones necesarias; establecer disposiciones anticipadamente, para
cuando ya uno no pueda hacerlo, tema que supone hablar de testamentos vitales,
designacion de representantes e, incluso, de eutanasia.” “... la ancianidad no
debe identificarse con enfermedad, pueden presentarse disminuciones en las
facultades psíquicas y/o físicas que impidan que el sujeto pueda tomar
decisiones de modo autónomo”

Bibliografía:
● Kemelmajer de Carlucci, A. (2006). Las personas ancianas en la jurisprudencia
Argentina. ¿Hacia un derecho de la ancianidad? Vol 33 Revista Chile de
Derecho.
● Dra. Davobe I, Dra. Oddone, J, Dra. Perret, C y Dra. Pochintesta, P. (2020)
Vejez en tiempos de pandemia: una cuestión de derechos. Sociedad Argentina de
Gerontología y Geriatría. http://www.sagg.org.ar/wp/wp-
content/uploads/2020/04/RAGG_04_2020-21-24.pdf
● Materian brindado por la catedra de DERECHO 1 - 2020
https://view.genial.ly/5f3aef76de28630d9e6bf25b/presentation-derecho-y-
ancianidad

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