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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

JUZGADO DE PRIMERA INSTANCIA EN FUNCIONES QUINTO DE CONTROL


DEL
CIRCUITO JUDICIAL PENAL DE LA
CIRCUNSCRIPCION JUDICIAL DEL ESTADO LARA
Barquisimeto, 21 de Enero de 2011
Años: 200° y 151°
ASUNTO PRINCIPAL: KPO1- P-2010-010964

Decisión: Entrega En Guarda y Custodia.


Estudiadas como han sido las actuaciones que conforman el presente asunto, y en atención
a la solicitud interpuesta por el ciudadano JORGE ALBERTO LUNA, titular de la cédula
de identidad Nº 3.558.863, a los fines de que le sea entregado el Vehículo Placas: 25Y
DBD. Marca FORD. Modelo BRONCO. Tipo PICK-UP. Uso CARGA. Año 1990. Color
VERDE. Clase CAMIONETA. Serial de Carrocería AJU1LR17016. Serial del Motor 6
CILINDROS., el cual se encuentra aparcado en el Estacionamiento LA CONCORDIA en
el Estado Lara, y el mismo guarda relación con la causa Nº 13-F4-311-10 de la Fiscalía
Cuarta, del Ministerio Público del Estado Lara, este Tribunal a los fines de decidir
Observa:

Se inicia la presente causa según solicitud incoada por el ciudadano JORGE ALBERTO
LUNA, titular de la cédula de identidad Nº 3.558.863, mediante escrito presentado, ante
este Tribunal de Control, siendo este ciudadano, el único que solicita la entrega de este
bien, acompañando los soportes e indicando los motivos por los que requiere la entrega.

Constan al folio (05) copia del Certificado de Registro de Vehículo Nº 26298601, expedido
por el Ministerio del Poder Popular Para la Infraestructura Instituto Nacional de Transito y
Transporte Terrestre, asimismo consta al folio (04) Acta de Negativa de Entrega de
Vehículo emanada de la Fiscalía Cuarto del Ministerio Público del Estado Lara.

Cursa a los folios (59 y 60 ) documento de venta donde el ciudadano GIOTRLIMHT


RAMON OLLARVAES, titular de la cédula de identidad Nº 9.525.801, le vende dicho
vehículo al ciudadano JORGE ALBERTO LUNA, titular de la cédula de identidad Nº
3.558.863, venta esta que queda acentada en el Nº 80, tomo 196 en fecha 02 de octubre de
2007, en la Notaría Pública Primera del Municipio Chacao del Estado Miranda

En tal sentido y a los fines de emitir pronunciamiento en cuanto a la solicitud de entrega de


vehículo se realizan las siguientes consideraciones:

La Sentencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia de fecha


13.07.2005, signada bajo el N° 1644, con ponencia del Magistrado Luís Velásquez Alvaray
trae a colación el criterio donde señala:
“Las normas que disciplinan la entrega o devolución de vehículos recuperados,
consagradas en la Ley especial sobre el Hurto y Robo de Vehículos Automotores- y en el
Código Orgánico Procesal Penal en materia de devolución de objetos incautados en el
curso de una investigación, el señalado texto adjetivo penal establece dos normas al
respecto: los artículos 311 y 312. El artículo 311 obliga al Ministerio Público a devolver, lo
antes posible, los objetos recogidos o que se incautaron y que no son imprescindibles para
la investigación. No obstante, en caso de retraso injustificado del Ministerio Público, las
partes o los terceros interesados podrán acudir ante el juez de control solicitando su
devolución, sin perjuicio de la responsabilidad civil, administrativa y disciplinaria en que
pueda incurrir el fiscal si la demora le es imputable.
El artículo 312 regula el procedimiento relativo a las reclamaciones o tercerías que las
partes o terceros entablen durante el proceso con el fin de obtener la restitución de dichos
objetos, el cual se tramitará ante el juez de control, conforme a las normas previstas por el
Código de Procedimiento Civil para las incidencias.
Por su parte, el artículo 10 de la Ley sobre el Hurto y Robo de Vehículos Automotores,
establece la entrega de los vehículos objeto de los delitos de robo o hurto, por parte del juez
de control o del Ministerio Público, a quienes acrediten ser sus propietarios. En caso de que
varias personas reclamen el vehículo, el Ministerio Público con fundamento en los artículos
108, 12 y 312 del Código Orgánico Procesal Penal, solicitará al juez de control la fijación
de una audiencia, en la cual se decidirá a quien devolver el vehículo cuya entrega se
solicitó.
Ahora bien, de lo contenido en los artículos precedentemente señalados, se observa que si
bien el legislador –en aras de la protección del derecho de propiedad- fue inflexible en el
referido procedimiento de entrega, ya que debe estar comprobada, sin que medie duda
alguna, la titularidad del derecho de propiedad que posea un ciudadano sobre el objeto
recuperado que se reclama en el proceso penal, para que pueda ordenarse su entrega; no
obstante, a juicio de la Sala, tanto el Ministerio Público como el juez de control deben ser
lo suficientemente diligentes en ordenar la práctica de todos los dictámenes periciales que
sean necesarios, según las características de cada caso en concreto, a los fines de establecer
la identificación, en este caso, del vehículo objeto del delito, el cual pudo haber sido
sometido a una alteración, incorporación, desincorporación, remoción, suplantación o
devastación de los seriales que lo individualizan, o presenten irregularidades en la
documentación.
En casos como estos, en que pueda resultar imposible determinar la propiedad del vehículo,
ya que los seriales u otras identificaciones en el motor, en la carrocería o en otro sector del
vehículo, no pueden ser cotejados con datos de los legítimos documentos de propiedad, o
tal cotejo funcione sólo parcialmente, impidiendo una plena prueba, el juez que conoce la
reclamación o la tercería debe aplicar como principio general el postulado del artículo 254
del Código de Procedimiento Civil, postulado general del derecho, el cual sostiene que en
igualdad de circunstancias, provenientes de la imposibilidad del cotejo entre los datos
identificatorios que aún quedan en el vehículo –si es que existen- y los que reproducen los
documentos presentados por quienes pretenden la propiedad sobre el mismo, favorecerán la
condición del poseedor, lo que se ve apuntalado por el artículo 775 del Código Civil, el
cual reza: En igualdad de circunstancias es mejor la condición del que posee, y el 794
eiusdem, que señala: Respecto de los bienes por su naturaleza y de los títulos al portador, la
posesión produce, a favor de los terceros de buena fe, el mismo efecto que el título …’.
Establece igualmente el artículo 772 del Código Civil que estima como legítima la
posesión cuando es continua, interrumpida, pacífica, pública, inequívoca y con intención de
tener la cosa como suya propia”
Asimismo La Sentencia de la Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia de fecha
18.07.2006, signada bajo el N° 338, Expediente Nº C06-0088 con ponencia de la
Magistrado Blanca Rosa Marmol señala: En relación con la entrega de vehículos en el
proceso penal por parte del Juzgado de Control o por la fiscalía, ha dicho la Sala
Constitucional que:

“…En casos como estos, en que pueda resultar imposible determinar la propiedad del
vehículo, ya que los seriales u otras identificaciones en el motor, en la carrocería o en otro
sector del vehículo, no pueden ser cotejados con datos de los legítimos documentos de
propiedad, o tal cotejo funcione sólo parcialmente, impidiendo una plena prueba, el juez
que conoce la reclamación o la tercería, debe aplicar como principio general el postulado
del artículo 254 del Código de Procedimiento Civil, postulado general del derecho, el cual
sostiene que en igualdad de circunstancias provenientes de la imposibilidad del cotejo entre
los datos identificatorios que aún quedan en el vehículo –si es que existen- y los que
reproducen los documentos presentados por quienes pretenden la propiedad sobre el
mismo, favorecerán la condición del poseedor, lo que se ve apuntalado por el artículo 775
del Código Civil, el cual reza: ‘En igualdad de circunstancias es mejor la condición del que
posee’, y el 794 eiusdem, que señala “Respecto de los bienes por su naturaleza y de los
títulos al portador, la posesión produce, a favor de los terceros de buena fe, el mismo efecto
que el título…’.
A juicio de la Sala, la falta de diligencia del Ministerio Público o en su caso, del Juez de
Control, o la adopción de un criterio muy restrictivo al respecto, quebranta los derechos de
acceso a la justicia y a contar con un proceso debido, que integran el derecho a la tutela
judicial efectiva enunciado en el artículo 26 de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela.
Establecida por la vía aquí señalada, a quien corresponde el vehículo, la copia certificada
del fallo servirá para la inscripción en el Registro Automotor Permanente” (Exp. N° 04-
2397, sentencia de fecha 30 de junio de 2005).
DECISIÓN
Por todo lo antes señalado este Tribunal de PRIMERA INSTANCIA EN FUNCIONES
QUINTO DE CONTROL DEL CIRCUITO JUDICIAL PENAL DEL ESTADO LARA,
ADMINISTRANDO JUSTICIA EN NOMBRE DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA
DE VENEZUELA Y POR AUTORIDAD DE LA LEY, pasa a decidir en los siguientes
términos PRIMERO: Declara procedente la entrega del vehículo Placas: 25Y DBD. Marca
FORD. Modelo BRONCO. Tipo PICK-UP. Uso CARGA. Año 1990. Color VERDE. Clase
CAMIONETA. Serial de Carrocería AJU1LR17016. Serial del Motor 6 CILINDROS, en
calidad de GUARDA Y CUSTODIA al ciudadano JORGE ALBERTO LUNA, titular de la
cédula de identidad Nº 3.558.863, con la expresa obligación que debe presentarlo ante el
Tribunal cada vez que sea requerido. SEGUNDO: Ofíciese al Jefe del Estacionamiento
Judicial “LA CONCORDIA”, para que materialice la entrega del referido vehículo, se
designa correo especial al ciudadano JORGE ALBERTO LUNA, titular de la cédula de
identidad Nº 3.558.863 a los fines de que lleve el oficio correspondiente anexando copia de
la presente decision. TERCERO: Se ordena la entrega de los documentos originales que
riela a los folios (85 al folio 62), al ciudadano JORGE ALBERTO LUNA, titular de la
cédula de identidad Nº 3.558.863, y en su lugar inserten copia certificada.
Regístrese, Publíquese y Notifíquese. Cúmplase.-

JUEZ QUINTO DE CONTROL

Abg. RUMALDO RAFAEL VARGAS

SECRETARIO (A)
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

PODER JUDICIAL
Tribunal de Control de Barquisimeto

Barquisimeto, 21 de Enero de 2011


AÑOS: 200º y 151º

ASUNTO PRINCIPAL: KP01-P-2010-010964


OFICIO Nº: 1426
CIUDADANO (A):
Jefe del Estacionamiento Judicial “LA CONCORDIA”
Su Despacho.-

Me dirijo a usted, en la oportunidad de que le sea entregado al ciudadano JORGE


ALBERTO LUNA, titular de la cédula de identidad Nº 3.558.863, quien es designado
correo especial; el Vehículo Placas: 25Y DBD. Marca FORD. Modelo BRONCO. Tipo
PICK-UP. Uso CARGA. Año 1990. Color VERDE. Clase CAMIONETA. Serial de
Carrocería AJU1LR17016. Serial del Motor 6 CILINDROS, en virtud de que el día 21-01-
2010, este digno tribunal hace entrega del referido vehiculo en calidad de GUARDA Y
CUSTODIA. Y se anexa copia de la acta
Se anexa copia certificada de la decisión.

EL JUEZ DE CONTROL Nº 05

Abg. RUMALDO RAFAEL VARGAS


SALA CONSTITUCIONAL

MAGISTRADO PONENTE: ANTONIO J. GARCÍA GARCÍA

Mediante escrito presentado en esta Sala el 23 de marzo de 2001, el ciudadano

JOSÉ LUIS MENDOZA, titular de la cédula de identidad Nº 10.914.580, asistido por el

abogado Henry José Briceño Rivera, inscrito en el Instituto de Previsión Social del

Abogado bajo el numero 56.726, ejerció acción de amparo constitucional contra la decisión

dictada el 13 de marzo de 2001, por la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del

Estado Trujillo, que declaró inadmisible el recurso de apelación interpuesto contra la

sentencia proferida por el Juzgado de Control Nº 2 de ese Circuito Judicial Penal el 25 de

enero de 2001, la cual declaró sin lugar la solicitud de entrega del vehículo propiedad del

accionante, clase automóvil, marca chevrolet, modelo cavalier, color vino tinto, año 1996,

placas Nº XAA27Z, que le fue incautado al ciudadano JOSÉ GREGORIO POCATERRA.

En esa misma ocasión se dio cuenta en esta Sala y se designó ponente al Magistrado
Antonio J. García García, quien, con tal carácter, suscribe el presente fallo.

El 1º de junio de 2001, esta Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, dictó
decisión por medio de la cual se declaró competente para conocer la presente causa y
admitió la acción de amparo. Asimismo, ordenó notificar al Presidente de la Corte de
Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Trujillo y al Fiscal General de la
República, para que concurrieran a la realización de la audiencia constitucional.

Practicadas las notificaciones antes referidas, el 6 de agosto de 2001 tuvo lugar la audiencia
constitucional, en la cual se dejó constancia de la comparecencia del abogado Rafael José
Durán Barillas, actuando con el carácter de apoderado judicial de la parte accionante, de la
ausencia del Presidente de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado
Trujillo y de la presencia de la abogada Luisa Elena Monsalve, actuando en representación
del Ministerio Público, oportunidad en la que se declaró con lugar la presente acción de
amparo constitucional.

En esta ocasión corresponde a la Sala emitir, íntegramente, su fallo sobre la presente

acción de amparo, para lo cual realiza las siguientes consideraciones:


I

ANTECEDENTES

El 23 de enero de 2001 el Juzgado de Control Nº 2 del Circuito Judicial Penal del

Estado Trujillo realizó una audiencia previa, en la que el Fiscal Auxiliar Segundo del

Ministerio Público se opuso a la solicitud de entrega del vehículo clase automóvil, marca

chevrolet, modelo cavalier, color vino tinto, año 1996, placas Nº XAA27Z, formulada por

el ciudadano JOSÉ LUIS MENDOZA. Dicha oposición tuvo como fundamento el hecho

que, en virtud de la investigación practicada en la Notaría Pública Tercera de Barquisimeto,

el Ministerio Público recibió, vía fax, copia del documento autenticado bajo el Nº 66, Tomo

78, del 30 de julio de 1999, el cual no se correspondía con el documento de propiedad

presentado por el solicitante.

El 25 de enero de 2001 el Juzgado de Control Nº 2 del Circuito Judicial Penal del

Estado Trujillo, con fundamento en el artículo 10 de la Ley Sobre Hurto y Robo de

Vehículos Automotores, negó la referida solicitud de entrega del vehículo antes

identificado, propiedad del accionante.

El 1º de febrero de 2001 el ciudadano JOSÉ LUIS MENDOZA interpuso recurso de


apelación contra la sentencia dictada el 25 de enero de 2001, por el Juzgado de Control Nº
2 del Circuito Judicial Penal del Estado Trujillo.

El 13 de marzo de 2001, la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del


Estado Trujillo declaró inadmisible el recurso de apelación interpuesto, decisión ésta que
constituye el objeto de la presente acción de amparo constitucional.

II
FUNDAMENTOS DE LA ACCIÓN DE AMPARO

La acción de amparo se fundamentó en la violación del derecho de propiedad, a la


defensa y al debido proceso, consagrados en los artículos 115 y 49 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela.

En tal sentido, señaló el accionante que, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 319
del Código Orgánico Procesal Penal y el artículo 10 de la Ley Sobre Hurto y Robo de
Vehículos Automotores, tanto en la fase de investigación como en la audiencia previa
realizada el 23 de enero de 2001, el Ministerio Público y el Juez de Control,
respectivamente, estaban facultados para entregarle el referido vehículo, una vez que los
documentos autenticados de propiedad que había presentado, demostraron que tenía la
titularidad de dicho vehículo y que, además, no se había presentado persona alguna que
hubiese reclamado el mismo.

Asimismo, alegó que la Corte de Apelaciones declaró inadmisible el recurso de

apelación interpuesto, sin haber verificado previamente el requisito exigido en el numeral 5,

del artículo 439 del Código Orgánico Procesal Penal, referente a la recurribilidad ante la

Corte de Apelaciones de las decisiones que causen un gravamen irreparable, así como el

contenido de los artículos 60, último aparte, 440, 291, 319 y 320 eiusdem.

III

DE LA DECISIÓN JUDICIAL

La sentencia objeto de la presente acción de amparo constitucional, dictada por la


Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Trujillo el 13 de marzo de
2001, declaró inadmisible el recurso de apelación interpuesto por el accionante y, en
consecuencia, confirmó el fallo del 25 de enero de 2001 emanado del Juzgado de Control
Nº 2 de ese Circuito Judicial Penal, teniendo como fundamento para ello, lo siguiente:

Consideró que la decisión impugnada no era susceptible de ser recurrida en

apelación, ya que la misma no se encontraba dentro de las decisiones recurribles enunciadas

en el artículo 439 del Código Orgánico Procesal Penal.


Asimismo, estableció que la devolución de objetos recogidos o incautados, que no

son imprescindibles para la investigación, corresponde al Fiscal del Ministerio Público o,

en su defecto, al Juez de Control, según lo dispuesto en el artículo 319 del Código Orgánico

Procesal Penal.

Por otra parte, señaló que, de conformidad con lo establecido en el artículo 426 del

referido Código, sólo las partes, en principio, tienen legitimación para recurrir y no siendo

el ciudadano JOSÉ LUIS MENDOZA parte en el juicio por adulteración de seriales, sino

una supuesta víctima, carecía de tal condición para actuar con los plenos derechos de ésta.

Finalmente, expresó que las partes o los terceros podían presentar, durante el

proceso, reclamaciones o tercerías, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 320 del

Código Orgánico Procesal Penal, para dar lugar a la apertura de la incidencia

correspondiente.

IV

MOTIVACIÓN PARA DECIDIR

Corresponde a esta Sala pronunciarse acerca de la presente acción de amparo


constitucional, por lo que analizadas como han sido las actas del expediente, así como los
argumentos expuestos por la parte accionante y la representante del Ministerio Público, se
observa:

En el presente caso, advierte esta Sala que el accionante, al momento de formular su

solicitud de amparo constitucional, le imputó a la decisión judicial objeto del mismo, la

violación del derecho a la propiedad, al debido proceso y a la defensa, consagrados en los

artículos 115 y 49 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.


En tal sentido, alegó el accionante que la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal
del Estado Trujillo al dictar su decisión, inobservó el contenido del artículo 439, numeral 5,
del Código Orgánico Procesal Penal, referente a la recurribilidad ante la Corte de
Apelaciones de las decisiones que causaren gravamen irreparable, así como el contenido de
los artículos 60, último aparte, 440, 291, 319 y 320 eiusdem. Asimismo, señaló que el
Ministerio Público y el Juez de Control estaban facultados para entregarle el vehículo
reclamado, una vez que los documentos autenticados de propiedad que había presentado,
demostraron que tenía la titularidad de dicho vehículo y que, además, no se había
presentado persona alguna distinta que hubiese reclamado el mismo.

Para fundamentar sus alegatos, el accionante consignó, en originales, documento


autenticado ante la Notaría Pública Primera del Municipio Autónomo Valera del Estado
Trujillo el 1º de febrero de 2001, bajo el Nº 52, Tomo 11 de los Libros de Autenticaciones
llevados por esa Notaría, mediante el cual el ciudadano Carlos Eduardo Romero dio en
venta al ciudadano JOSÉ LUIS MENDOZA el vehículo clase automóvil, marca chevrolet,
modelo cavalier Z-24, tipo coupe, año 1996, color vinotinto, serial de motor 1WV886180,
serial de carrocería 8Z1J12T1WV886180-1-2, placas Nº XAA27Z; y certificado de registro
del referido vehículo Nº 2504638 del 10 de octubre de 2000, expedido por el Servicio
Autónomo de Transporte y Tránsito Terrestre (SETRA) y otorgado al ciudadano Carlos
Eduardo Romero (vid. folios 12 al 14 del expediente).

Ahora bien, observa esta Sala que, en atención a lo dispuesto en el artículo 319 del Código
Orgánico Procesal Penal, el Ministerio Público debe devolver los objetos recogidos o que
se incautaron y que no sean indispensables para la investigación, a quienes habiendo
acudido ante el Juez de Control a solicitar su devolución, demuestren prima facie ser
propietarios o poseedores legítimos de los mismos. En los casos de los vehículos
automotores, resulta obligatoria su devolución a quienes exhiban la documentación
expedida por las autoridades administrativas de tránsito o que puedan probar sus derechos
por cualquier medio lícito y valorable conforme a las reglas del criterio racional. Por ello,
considera esta Sala que una vez comprobada, sin que medie duda alguna, la titularidad del
derecho de propiedad que posea un ciudadano sobre el objeto que se reclama en el proceso
penal, el Juez deberá ordenar la entrega del vehículo correspondiente.

En el presente caso, de las actas del expediente advierte esta Sala que el Juez de

Control Segundo de la Circuito Judicial Penal del Estado Trujillo negó la devolución del

vehículo reclamado por el ciudadano JOSÉ LUIS MENDOZA, con fundamento en la

oposición planteada por el Ministerio Público al presentar éste una copia simple de un

documento autenticado que no se correspondía con el presentado por el accionante. Sin

embargo, debe esta Sala observar que la duda sugerida no era motivo suficiente para

desvirtuar la propiedad alegada, dado que el accionante demostró poseer documento

autenticado que lo acreditaba como comprador del vehículo incautado, además del título

idóneo, esto es, el Certificado de Registro otorgado por el organismo público encargado del

Registro Nacional de Vehículos, denominado Servicio de Transporte y Tránsito Terrestre


(SETRA), adscrito al Ministerio de Infraestructura, cuya presentación ante el Notario

Público que autenticó la venta del vehículo, consta en la nota de autenticación respectiva

adjunta al mencionado documento de compraventa.

Al respecto, esta Sala estima oportuno reiterar el criterio sostenido en sentencia Nº

1197 del 6 de julio de 2001 (caso Carlos E. Leiva Arias), al disponer:

“...todo régimen de publicidad registral en principio, es inaplicable a los


bienes muebles corporales, en virtud de que la posesión de buena fe vale título,
pero sin embargo, el legislador ha previsto en algunos casos que determinados
bienes muebles deban cumplir con ese régimen de publicidad, dada la
´...necesidad de dotar de certeza ciertos negocios jurídicos y de hacer posible a
los terceros el conocimiento del contenido de esos negocios, en particular
aquellos que condicionan la transferencia del dominio y la constitución de
garantías y derechos reales limitados, ha alimentado la tendencia, en los
ordenamientos jurídicos actuales, de hacer extensible a ciertos bienes muebles
los sistemas de publicidad registral, reservados en las legislaciones
tradicionales a los bienes inmuebles...´. (Gert Kummerow, “Compendio de
Bienes y Derechos Reales”, 1992, Paredes Editores, pág. 67).

Entre esos bienes muebles corporales sujetos al régimen de publicidad


registral, encontramos a los vehículos automotores. Por ello, la Ley de
Tránsito Terrestre, establece lo siguiente:

´Artículo 11. A los fines de esta Ley, se considerará como propietario a


quien figure en el Registro Nacional de Vehículos como adquirente, aún
cuando haya adquirido con reserva de dominio.´ (subrayado de la Sala).

´Artículo 9. El Registro Nacional de Vehículos será público, con las


limitaciones que establece esta Ley y su Reglamento. Los actos inscritos
en él, tendrán efectos a terceros...omissis...´ (subrayado de la Sala).

Igualmente, el artículo 78 del Reglamento de la Ley de Tránsito Terrestre


establece:

´Artículo 78. El Registro Nacional de Vehículos será público y en él se


incluirán el conjunto de datos relativos a la propiedad, características y
situación jurídica de los vehículos, así como todo acto o contrato,
decisión o providencia judicial, administrativa o arbitral que implique
constitución, declaración, aclaración, adjudicación, modificación,
limitación, gravamen, medida cautelar, traslación o extinción de la
propiedad, dominio u otro hecho real principal o accesorio sobre los
vehículos, para que surtan efectos ante las autoridades y ante terceros´.
(subrayado de la Sala).
De los artículos precedentemente citados, se observa que el legislador
considera a un ciudadano propietario de un vehículo, frente a las autoridades
y ante terceros, cuando aparezca como titular de ese derecho real en el
Registro Nacional de Vehículos”. (Subrayado de ese fallo).

Por consiguiente, en atención al fallo parcialmente transcrito, esta Sala concluye que

los documentos antes aludidos presentados por el accionante, constituían prueba fehaciente

de la propiedad del vehículo reclamado, por lo que negar su devolución no resultaba

ajustado a derecho.

Siendo así, aprecia esta Sala que tal decisión emanada del Juez de Control Segundo

del Circuito Judicial Penal del Estado Trujillo comportaba un agravio para quien, alegando

ser propietario, presentó la reclamación del vehículo, por lo que mal podía la Corte de

Apelaciones del mismo Circuito Judicial Penal declarar inadmisible la apelación interpuesta

por el hoy accionante, al considerar que éste no tenía cualidad para apelar y que la decisión

del a quo no era susceptible de ser recurrida en apelación, toda vez que advierte esta Sala

que los artículos 319, 320 y 439, numeral 5, del Código Orgánico Procesal Penal, por un

lado, autorizan a las partes o a los terceros a hacer reclamaciones para obtener la restitución

de los objetos recogidos o incautados y, por otro, las decisiones que causen un gravamen

irreparable son recurribles ante la Corte de Apelaciones, cuando disponen lo siguiente:

“Artículo 319.- Devolución de objetos. El Ministerio Público devolverá lo


antes posible los objetos recogidos o que se incautaron y que no son
imprescindibles para la investigación. Las partes o los terceros podrán acudir
ante el juez solicitando su devolución.

El juez o el Ministerio Público entregarán los objetos directamente o en depósito, con la


expresa obligación de presentarlos toda vez que sean requeridos”. (Subrayado de la Sala).

“Artículo 320.- Cuestiones incidentales. Las reclamaciones o tercerías que las


partes o terceros entablen durante el proceso con el fin de obtener la
restitución de objetos recogidos o que se incautaron se tramitarán ante el juez
de control, conforme a las normas previstas por el Código de Procedimiento
Civil para las incidencias.

El tribunal devolverá los objetos, salvo que estime indispensable su conservación.

Lo anterior no se extenderá a las cosas hurtadas, robadas o estafadas, las


cuales se entregarán al propietario en cualquier estado del proceso, una vez
comprobada su condición por cualquier medio y previo avalúo”. (Subrayado
de la Sala).

“Artículo 439.- Decisiones recurribles. Son recurribles ante la Corte de


Apelaciones las siguientes decisiones:

(omissis)

5º. Las que causen un gravamen irreparable, salvo que sean declaradas
inimpugnables por este Código...”.

Con fundamento en las consideraciones expuestas, esta Sala Constitucional concluye que la
Corte de Apelaciones de Circuito Judicial Penal del Estado Trujillo, al declarar inadmisible
la apelación interpuesta contra la aludida negativa de devolución del vehículo reclamado
por el accionante, conculcó los derechos de éste a la propiedad, al debido proceso y a la
defensa, razón por la cual resulta procedente la acción de amparo constitucional interpuesta.
Así se declara.

DECISIÓN

Por las razones precedentemente expuestas, esta Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, administrando justicia, en nombre de la República por autoridad de la
ley, declara:

PRIMERO: CON LUGAR la acción de amparo constitucional interpuesta por el


ciudadano JOSÉ LUIS MENDOZA, asistido por el abogado Henry José Briceño Rivera y,
en consecuencia, se deja sin efecto la decisión recaída el 13 de marzo de 2001, dictada por
la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Trujillo.
SEGUNDO: De conformidad con el artículo 32 de la Ley Orgánica de Amparo
sobre Derechos y Garantías Constitucionales, se REPONE LA CAUSA al estado en que la
referida Corte de Apelaciones se pronuncie sobre el recurso de apelación ejercido por el
ciudadano José Luis Mendoza, contra la sentencia dictada por el Juzgado de Control
Segundo del mismo Circuito Judicial Penal el 25 de enero de 2001.

Dada la índole de la decisión, no hay condenatoria en costas.

Publíquese, regístrese y comuníquese. Cúmplase lo ordenado.

Dada, firmada y sellada en el Salón de Audiencias del Tribunal Supremo de Justicia


en Sala Constitucional, en Caracas, a los 13 días del mes de AGOSTO del año
dos mil uno (2001). Años: 191º de la Independencia y 142º de la Federación.

El Presidente,

IVÁN RINCÓN URDANETA

El Vicepresidente,

JESÚS EDUARDO CABRERA ROMERO

Magistrados,
JOSÉ M. DELGADO OCANDO ANTONIO J. GARCÍA GARCÍA

Ponente

PEDRO RAFAEL RONDÓN HAAZ

El Secretario,

JOSÉ LEONARDO REQUENA CABELLO

Exp. 01-0575.

AGG/alm.-

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