Está en la página 1de 3

INTRODUCCIÓN

Conductor: Hoy queremos homenajear justamente, a los que nos hacen


estudiar; esas personas que nos educan todos los días, que se enfrentan con
las terribles crisis emocionales de los adolescentes, a diario y que con toda la
paciencia, nos llevan por el mejor camino. La siguiente obra está dedicada a
los profesores. Una especie humana esencial para el crecimiento de todos, que
ocupa un lugar importante en la vida de uno.

PROFESORA: Buenas tardes chicos


Alumnos: Buenas tardes profesora…………., la más buena del mundo mundial.

PROFESORA: Bue, ya veo que están muy entusiasmados hoy, por eso, como estamos en la
hora de estudio, vamos a aprovechar para repasar para los distintos exámenes que tienen estas
semanas.

Alumno: No se preocupe, no es necesario, ya sabemos todo, todo. Quédese bien tranquila.

PROFESOR: No, si yo estoy tranquila, vamos a empezar con matemáticas. A ver Sofía ¿cuánto
será si seis se divide por dos?"

SOFÍA: No se vale, siempre lo más difícil, no entiendo profe.

PROFESORA: Imaginate que tenés que repartir seis frutas entre vos y otra persona.

SOFÍA: ¿Y qué compartiremos?”

PROFESORA: Bueno, digamos seis naranjas.


SOFÍA: ¿Y entre quiénes?
PROFESOR: Entre vos y Fernanda.
SOFÍA: Entonces cinco naranjas para mí y una para Fer. Ahora, si fueran tomates los que
estuvieran divididos, entonces sería otra cosa.
PROFESOR: Bueno, ¿cuánto será si seis tomates se dividen por dos?
SOFÍA: Seis y voluntad.
PROFESORA: ¿Por qué?
SOFÍA: Porque a mí no me gustan los tomates, así que se lo regalo todos.

Entra un alumno

PROFESORA: Santiago, ¿por qué llegas tarde?


SANTIAGO: ¡Usted misma nos dijo ayer profe que nunca es demasiado tarde para aprender!

PROFESORA: (suspirando y agarrando su cabeza) Pasemos a otra materia. A ver, Yamila,


¿Quién escribió el Quijote de la Mancha?
YAMILA: (LLORANDO) Yo no fui profe, seguro que ya estaba así, para mí que fueron los de
segundo.

SOFI CHOQUE: Yami no fue profe, ahí viene el prece, pregúntele

PRECEPTOR: ¿Qué está pasando acá?

PROFESORA: Suerte que llega. Escuche esto, le pregunto a Yamila quién escribió el Quijote de
la Mancha y se pone a llorar diciendo que ella no fue.

PRECEPTOR: Mire profesora, yo conozco bien a Yamila, es una alumna muy buena, si ella dice
que no fue, es porque no fue.

PROFESORA: Yo no me lo creo (Se agarra la cabeza)

PRECEPTOR: No se preocupe, ya mismo aviso a los directivos y vamos a encontrar a ese que
escribió el Quijote. Esto no se queda así.

PROFESORA: Y bueno, esto es un día más en el AGRO.

Tal vez éste no sea tu mejor día; hay alguien enfermo en tu familia y has descansado poco.

Te amenaza un ligero dolor de cabeza. Te frotas los ojos y empiezas a hablar. El tema de hoy es
interesante y lo conoces bien: pasaste bastante tiempo preparándolo…

A medida que vas desarrollando las ideas , el entusiasmo se acentúa en tu voz y en los gestos de tus
manos. Varios de tus alumnos han comenzado a tomar nota de tus palabras; ves que uno se inclina
para escucharte mejor; la mirada alerta de otros te habla de su interés…

El tiempo pasa volando y tu dolor de cabeza ha desaparecido…

No, esto no ocurre todos los días.

Pero basta que suceda una vez para que compruebes que sigue en ti, intacta, tu profunda vocación de
enseñar…

¿Cuánto amor se necesita para intentar algo una y mil veces sin desistir…?

¿Cuánta vocación para festejar cada pequeño logro, por ínfimo que resulte …?

Muchas veces han sido: consejeros de padres angustiados, que escuchan tranquilizan y comprenden.

Transformando oscuridad y desaliento en camino y esperanza.

Poseen llaves mágicas que abren espíritus y mentes.

Dadores de una vida mejor y conquistadores incansables de metas imposibles…

También podría gustarte