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Lección 1:“Un encuentro con Jesús”

¿QUÉ ES UN ENCUENTRO?
1) Dios nos busca y desea tener un Encuentro con nosotros.

Él te está buscando. – Lucas 19:10


Dios envió a su Hijo para encontrarse con nosotros. – Juan 3:16-17

2) Los Puentes inconclusos.


 El ser religiosos no es suficiente. No alcanza para encontrar a Dios. Ro.
1:22-23
 Las buenas obras no alcanzan. Efesios 2:8-9
 Las filosofías Antiguas y modernas no alcanzan. Colosenses 2:8
 Los afanes y la mucha ocupación no alcanzan. Lc. 21:34, Ro. 13:12-14,
1Jn. 2:25-17

3) El único Puente “Jesús”.


2 Corintios 5:19-21

4) ¿Qué significa tener un verdadero Encuentro?.

a. Es invitar a Jesús en su vida. Apocalipsis 3:20.


b. Ser hijo de Dios y gozar de todos sus privilegios. Juan 1:12.
c. Es estar seguro de que Dios vive dentro nuestro. 1Corintios 3:16.
d. Es saber que ya no estamos solos en este mundo. Juan 16:13.

5) La importancia de un Encuentro.
Hay Encuentros que cambian completamente el curso de nuestras vidas.
Cuando nos encontramos con Dios ya no podemos ser los mismos.

Ej.: La mujer samaritana dejó su cántaro, para tener un encuentro con Cristo.
Juan 4:28
En este Encuentro Dios quiere hablarnos, sanarnos, restaurarnos.

Debemos preparar nuestro corazón para que Él nos hable.


Para ello debemos estar dispuestos así como lo estuvo Daniel:
Daniel 10:12: “Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el
primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la
presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus
palabras yo he venido”.
Aún en sueños. Dios va a tratar con nuestra vida.

Reflexión final:

1) Si Usted todavía no ha tenido un “Encuentro personal con Jesús como su


Salvador y Señor, ésta es su noche.
HAGA UNA ORACIÓN GENERAL DE ENTREGA QUE TODOS LA REPITAN EN VOZ
ALTA.

Pregunte: ¿Hay alguien que hoy ha entendido por primera vez que
Jesús es su Señor y Salvador y que mora en su corazón?

(Si los hubiere llámelos al altar, ore por ellos personalmente, y luego que uno
de los ayudantes les haga una breve consejería personal.)

Preparemos nuestro corazón:

Pidámosle al Señor que prepare nuestro corazón en esta noche, y nos muestre,
como en una película nuestra vida. Nuestra infancia, nuestra niñez, nuestra
juventud, hasta el día de hoy. ¿Qué cosas nos marcaron? ¿Qué cosas causaron
dolor y sufrimiento en nuestra vida?
Dejemos que el Espíritu Santo nos hable esta noche.
Vamos a hacer una noche de silencio y reflexión. Dios quiere hablarnos
mañana, mantengamos la comunión con Él. ¡PREPÁRESE!

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