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Jezi Zuri
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ESCUELA SECUNDARIA TÉCNICA INDUSTRIAL N° 134
TEMA
ASIGNATURA
HISTORIA
DOCENTE
INTEGRANTES DE EQUIPO
1
INDICE
INTRODUCCIÓN ……………………….............. 3
OBJETIVO GENERAL ……………………….............. 5
HISTORIA DE LA MINERÍA EN MÉXICO ……………………….............. 6
ÉPOCA PREHISPÁNICA ……………………….............. 6
ÉPOCA COLONIAL ……………………….............. 8
SIGLO XVI ……………………….............. 8
SIGLO XVII ……………………….............. 11
SIGLO XVIII ……………………….............. 12
SIGLO XIX ……………………….............. 14
MÉXICO INDEPENDIENTE ……………………….............. 16
PORFIRIATO (1876-1880) (1884-1911) ……………………….............. 18
SIGLO XX ……………………….............. 20
SIGLO XXI ……………………….............. 24
CONCLUSIONES ……………………….............. 30
BIBLIOGRAFIA ……………………….............. 31
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INTRODUCCIÓN
Se tiene noticia que hace 900 años, la población precolombina de México explotaba recursos
naturales, en especial oro. Es legendaria la riqueza en oro del Imperio Azteca. Para muchos mexicanos,
la historia de la minería es la historia de México. Para los españoles, las riquezas minerales fueron el
motor de la conquista de Nueva España. Al consumarse la conquista española, el territorio mexicano se
convirtió en uno de los proveedores principales de minerales para la Corona, pues al contar con
yacimientos ricos en metales, la explotación de éstos coadyuvó en la propia economía novohispana con
la extracción y exportación de los metales, creando rutas comerciales importantes para el dominio
novohispano.
Las ciudades de Durango, Chihuahua, Guanajuato, Monterrey, Pachuca, San Luís Potosí y
Zacatecas, capitales de siete estados de la República Mexicana, fueron fundadas y construidas gracias a
su riqueza y actividad minera y metalúrgica. De 1534 a 1553, en tan sólo 19 años, los españoles
descubrieron y desarrollaron cinco grandes centros mineros: Guanajuato, Real del Monte Pachuca,
Taxco, Santa Bárbara y Fresnillo. Sumadas las distancias por vía terrestre a que se encuentran estas
ciudades del Distrito Federal, los españoles recorrieron a pie o a caballo, más de 2,600 Km. Para 1775,
Guanajuato era la tercera ciudad en importancia en el Nuevo Mundo; Ciudad de México la primera y
Lima, Perú, la segunda. En México, se estima que Guanajuato produjo dos tercios de la producción
mundial de plata y buena cantidad de oro.
El México independiente también tuvo auge como resultado de la minería, ya que los recursos
económicos obtenidos se invirtieron en otros rubros para el desarrollo del país.
Por la guerra de Independencia (1810-1821) y por la inestabilidad política del siglo XIX, la
producción minera decayó. Para finales del siglo XIX, principalmente intereses americanos, alemanes,
belgas, ingleses y franceses, poseían la casi totalidad de la minería mexicana.
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En 1910 se desata la devastadora revolución mexicana. El crecimiento y desarrollo de México
se detiene y con ello el de la minería.
Si bien esta industria ha contribuido en gran medida a la prosperidad de la nación, también fue
aprovechada por empresas extranjeras y capitales privados, lo cual significó un desplazamiento en la
atención por parte del Estado mexicano, que no favoreció a éste.
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OBJETIVO GENERAL
El presente trabajo tiene como objetivo principal conocer lo importante que fue y es el sector
minero a lo largo de la historia de nuestro país, por cuanto provee a gran parte de los otros sectores de
materias primas y recursos económicos, por ser uno de los de mayores exportaciones, de aportes de
regalías, generación de empleo e inversión; por estas razones es de primordial interés el que como
estudiantes de nivel secundaria tengamos un panorama general del desarrollo de la minería.
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HISTORIA DE LA MINERÍA EN MÉXICO
ÉPOCA PREHISPÁNICA
Ante los regalos ofrecidos a Cortés, al conquistador le interesó saber la calidad de los yacimientos y de
los ríos donde se encontraban los minerales, por lo que envío exploradores. De acuerdo con Bernal
Díaz del Castillo, el primero que volvió con la información requerida fue el piloto español Gonzalo de
Umbría; él y sus compañeros…
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flecha, así como herramientas para la construcción. Mayormente, destacaba la destreza de los orfebres,
quienes empleaban el oro con diferentes técnicas: martillado, repujado, filigrana, chapeado y moldeado
por medio de la cera perdida (conocida ahora también como fundición).
Derivado de que los mensajeros de Cortés continuaban recibiendo presentes en oro, éste demandó a
Moctezuma que todos los caciques enviaran tributos, por lo que el tlatoani azteca ordenó que fueran de
ese material. Grandes eran las cantidades reunidas de regalos, destacando tejuelos, granos y planchas,
entre otros.
ÉPOCA COLONIAL
SIGLO XVI
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Con el transcurso de los años y concluida la resistencia indígena, los españoles enfocaron gran
parte de sus planes al fomento de la minería. De acuerdo con el historiador tabasqueño Agustín Cué
Cánovas, Se sabe que en 1532 se descubrieron las primeras minas, según informe de oficiales reales.
Pronto surgió el primer gran distrito minero: Taxco, Zacualpan, Sultepec, Zumpango del Río, Espíritu
Santo y Tlalpujahua.
Después de explotar el oro (a cargo de los nativos de las arenas auríferas), se fueron encontrando
grandes minas de plata, principalmente en la zona que comprende los actuales estados de Zacatecas,
Guanajuato y San Luis Potosí.
Zacatecas destacó porque para 1548 tenía ya unas 50 minas en explotación, y se convirtió en la segunda
ciudad más importante de Nueva España, poblada de mineros y comerciantes. El proceso de
modernización de los recursos técnicos traídos a territorio novohispano, probablemente coadyuvó en el
auge de la industria minera.
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uno de los factores que contribuyó a la disminución de la sociedad indígena, principalmente por los
extenuantes trabajos en el interior de los yacimientos y por los efectos a la salud que provocaba el
mercurio (empleado en el sistema llamado beneficio de patio). Asimismo, eran comunidades flotantes,
pues cuando terminaba la bonanza de los minerales se desplazaban a otro lugar.
Con el transcurso de los años se crearon las haciendas ganaderas y agrícolas, así como los ranchos, que
aportaban recursos económicos para la explotación de las minas, y que crecieron de manera
independiente de la capital, en virtud de su autosuficiencia (comúnmente sustentada por esta actividad
primaria).
La plata proveniente de las minas se gravaba en la Casa de Moneda establecida en 1535 en la Ciudad
de México, en donde las monedas se acuñaban manualmente a golpe de martillo.
A mediados del siglo XVI, el desarrollo en gran escala de la minería se inicia en 1550 con la
explotación de minas en el norte: Zacatecas, Real del Monte, Pachuca y Guanajuato. Estos
descubrimientos impulsaron la transformación acelerada del norte de Nueva España, ya que poseían
grandes cantidades de minerales.
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Durante el reinado de Felipe II se realizó una expedición al tornaviaje; la ruta marina que permitiera
regresar de las Islas Molucas a las costas de la Nueva España a través del Mar del Sur o Gran Golfo,
como entonces se llamaba al Océano Pacífico. La encomienda fue dada al vizcaíno Miguel López de
Legazpi y al fraile agustino Andrés de Urdaneta. Esta excursión terminó incorporando las Islas
Filipinas (nombradas así en honor del rey)25 a los dominios de la Corona española.
Durante este contexto, la minería fue de las actividades más importantes para la Corona, ya que sus
ingresos procedían de los diezmos y derechos que se le imponían a tal labor. Por tal motivo, las
autoridades se empeñaron en favorecer a este sector otorgando prerrogativas a la explotación.
SIGLO XVII
Entre los problemas que enfrentó la actividad minera en el siglo XVII destaca la escasez de la
mano de obra indígena (al principio fue la más barata), la cual comenzó a disminuir en gran medida por
las epidemias que se presentaron en el territorio, así como debido a las condiciones laborales arduas y
extenuantes que padecía la población nativa.
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trámites burocráticos que detenían el cruce del Atlántico) y la búsqueda de rutas poco frecuentadas, con
el fin de evitar a los piratas y corsarios, con gran auge en el siglo XVII, provocando la suspensión de
las flotas.
A lo largo de la época colonial, la explotación minera tuvo periodos en que aumentó o decreció,
esencialmente por los asuntos políticos que se suscitaban en la monarquía. Por ejemplo, cuando las
guerras de España contra reinos europeos hacían peligrosa la comunicación con el virreinato, la Nueva
España apoyaba el fomento de las minas de mercurio, relegando progresivamente la de los demás
minerales.
Por ello en 1609 se ordenó propiciar los descubrimientos y explotación de ellas; en 1665 fue aprobada
la iniciativa del virrey [Juan de Mendoza y Luna] sobre su búsqueda y extracción. Pero, pasado el
peligro, las autorizaciones eran canceladas y volvía a imperar el exclusivismo. Estas situaciones
coadyuvaron a las problemáticas que enfrentó la actividad minera durante ese periodo.
SIGLO XVIII
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El siglo XVIII inició con una baja considerable en la producción, pues durante este periodo, la
Nueva España dejó de ser el principal mercado minero de la Corona. No obstante, esta crisis no era
exclusiva del territorio novohispano, ya que la monarquía comenzó a perder el control de la economía
en otras colonias, lo que reforzó la necesidad de
buscar nuevas formas para cubrir las exigencias
internas, destacando la reducción en la
exportación de plata.
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régimen y gobierno del cuerpo de la Minería, comprehendidas en Real Cédula dada en Aranjuez a 22
de mayo de 1783, decretada por el rey Carlos III. Esta disposición otorgaba a la Corona española el
principio de dominio eminente.
En cuanto al comercio exterior, se presentó una balanza comercial deficitaria por la exportación de
materias primas, así como la importación de manufacturas. Sin embargo, el producto que pretendía
enmendar esta situación fue la plata amonedada pues con su exportación le funcionaba a España y sus
colonias para atender el déficit con Europa, además de cubrir los gastos administrativos y de defensa.
Desde la conquista, tanto la Nueva España como el virreinato peruano habían sido los principales
productores de plata. Sin embargo, durante el siglo XVIII el territorio novohispano fue el primer
productor americano de ese metal. Aunado a esto un gremio de mineros se convirtió en un grupo
económico importante, derivado de sus grandes ganancias y de la creación de bancos y fondos
privados, los cuales invertían únicamente en esta actividad.
En tal contexto, la minería tenía gran auge pues, con la ayuda de una clase trabajadora con experiencia
en la materia y el descubrimiento de nuevos filones en minas abandonadas (que se hallaban dispersadas
en algunos territorios como Álamos, Parral, Bolaños, Catorce, la Valenciana, Real del Monte y
Zacatecas), las inversiones para seguir la explotación de minerales no se redujeron, al contrario,
aumentaron.
De acuerdo con Isabel Gil Sánchez y Enrique Florescano, la Nueva España logró convertirse en el
mayor productor de plata en el mundo (hacia 1800 aportaba el 66 por ciento de la producción mundial),
[sin embargo] no debe olvidarse que la mayor parte de ella iba a España.
Según cálculos del Consulado de Comerciantes de México, entre 1784 y 1805 se acuñaron cerca de 477
millones de pesos en la Casa de Moneda.
Pero durante esos años salieron del país, por concepto de exportaciones anuales regulares, envíos a la
Corona no manifestados y contrabando, 342 174 051 pesos. Así que en 1805 sólo quedaban 134 637
966 pesos, de los cuales 30 millones y medio eran del rey y de fundaciones piadosas, 25 del comercio y
sólo 79 millones pertenecían a los habitantes del virreinato.
SIGLO XIX
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A inicios del siglo XIX, la Nueva España se hallaba dividida territorialmente en doce
intendencias (Guanajuato, Zacatecas, San Luis Potosí, México, Guadalajara, Durango, Sonora,
Valladolid, Oaxaca, Puebla, Veracruz y Antigua California), y cada una contaba con sus propios
yacimientos minerales, los cuales eran explotados económicamente.
Las principales minas se encontraban en Guanajuato, Catorce (San Luis Potosí), Zacatecas, Real del
Monte (México), Bolaños (Guadalajara), Guarisamey (Durango), Sombrerete (Zacatecas), Taxco
(México), Batopilas (Durango), Zimapán (México), Fresnillo (Zacatecas), Ramos (San Luis Potosí),
Parral (Durango), entre otras ubicaciones.
Por aquel entonces arribó al territorio novohispano el barón y científico alemán Alexander von
Humboldt, quien realizó un amplio estudio sobre la minería, por lo que se convirtió en un referente
para los trabajos dedicados a este ámbito. En sus investigaciones, Humboldt describe que los pueblos
aztecas sacaban antes de la conquista el plomo y el estaño de las vetas de Tasco al norte de
Chilpancingo é Izmiquilpan, así como hierro, níquel y cobre.
Los distritos de minas más importantes en esos años eran los de Guanajuato, Catorce y Zacatecas, ya
que brindaban por sí solos mas de la mitad de toda la plata de Nueva-España, y que casi la cuarta parte
se obtenía de la sola veta de Guanajuato. La mina de la Valenciana había dado algunas veces ella sola,
en un año, tanta plata como todo el reino del Perú.
Las considerables sumas que llegaron a la Corona entre octubre de 1808 y febrero de 1811 alcanzaron
casi 30 000 000 de pesos plata, de los cuales 24 000 000 de pesos, provinieron de Nueva España. Estas
campañas se extendieron a lo largo del territorio. En Guanajuato, la Diputación de Minería ofreció un
donativo sobre cada quintal de azogue que consumían las labores de las minas de plata, por el tiempo
que durara la Guerra.
La situación política en España comenzó a tener consecuencias en las colonias americanas, en vista de
que el transporte marítimo se detuvo, causando acumulación de oro y plata en los puertos; además, los
trabajos en las minas pararon a raíz de la falta de acero, hierro y mercurio.
MÉXICO INDEPENDIENTE
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Por lo que se refiere a las organizaciones, el 20 de mayo de 1826, el Tribunal General de Minería
perdió su vigencia en cuanto a la administración de justicia que ejerciera hasta entonces. Cabe decir lo
mismo de sus atribuciones gubernativas, económicas y directivas.
Para 1842, durante la administración de Antonio López de Santa Anna, se declaró un lapso de diez años
libre de impuestos en la explotación del hierro. Además, se publicó el reglamento que constituyó la
Junta de Fomento y Administración el Cuerpo de Minería.
Al siguiente año se aprobaron los ordenamientos que favorecieron la producción de las minas de
mercurio. A mediados del siglo, el capital nacional no se reflejó del todo en este rubro, en
consecuencia, la apertura a recursos económicos extranjeros para esta actividad comenzó a llegar. El
capital inglés fue de los primeros en ser invertidos en la explotación de los minerales; además, el
avance tecnológico empezaba a tener resultados en la extracción.
Con el propósito de fomentar los conocimientos y técnicas en minería, el presidente Santa Anna decretó
el 20 de julio de 1853 lo siguiente: Se establece una escuela práctica de minas y metalurgia, que por
ahora se situará en el mineral de Fresnillo, bajo la inmediata dirección del Colegio del mismo ramo de
la capital.
Un año más tarde, presentó la ley para el arreglo de lo judicial, legislativo y administrativo de los
negocios de minería, a fin de reorganizar las diputaciones territoriales para su reubicación (o
supresión), de acuerdo con los gobernadores de los respectivos departamentos y jefes políticos de los
territorios.
Tiempo después, en el país se suscitaron enfrentamientos entre las principales facciones políticas que
pretendían derrocar a Santa Anna, y aquellas que
deseaban que continuara gobernando. La disputa
finalizó con la llegada de Benito Juárez a la Presidencia
de la República.
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Sin embargo, este incremento no duró mucho pues, a decir del propio presidente, para conciliar los
intereses de los particulares con los de la actual situación de la República. Se reducen al seis por ciento
los derechos de quinto y ensaye sobre las platas que por decreto de 22 del próximo pasado enero se
mandaron aumentar al diez en lugar del tres que estaban pagando.
Ante el fallecimiento del presidente Juárez, surgió la incertidumbre de la producción minera, ya que la
titularidad del Ejecutivo federal fue ejercida por Sebastián Lerdo de Tejada. No obstante, durante la
administración de éste, la actividad se continuó realizando. Al final de su interinato, Lerdo intentó
mantenerse para el siguiente periodo, pero fue Porfirio Díaz quien, el 23 de noviembre de 1876, asumió
el cargo de presidente de la República.
Durante los tres siglos del periodo colonial, así como en los gobiernos del México
independiente, la propiedad inmueble se limitó a la superficie, reteniendo así el dominio del subsuelo,
desligándolo de la propiedad privada. Los
individuos deseosos de explotar minerales, podían
hacerlo, si previamente lograban la concesión
correspondiente otorgada por el estado. Para
remediar esto, el presidente Díaz inició la
enajenación del subsuelo, otorgándola
principalmente a inversores del exterior.
En el artículo 128 se estableció su vigencia en toda la República, a partir del 1 de enero de 1885, por lo
que desde entonces quedaron derogadas las Ordenanzas de Minería de 22 de mayo de 1783, así como
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las demás leyes, decretos y disposiciones de la época colonial, de la Federación de los Estados, sobre el
ramo de minería, aún en la parte en que no fuesen contrarias.
Días después se expidió el Reglamento para la Organización de las Diputaciones de Minería y Arancel
para el Cobro de Derechos y Honorarios. En su artículo primero señala que se consideran mineros en
cada localidad a quienes supieran leer y escribir, por lo cual, tenían la prerrogativa de votar en la
elección de los diputados de ese sector.
En ese mismo año, Porfirio Díaz retomó la presidencia de la República, y así como durante sus
posteriores periodos ininterrumpidos en el cargo, otorgó beneficios, concesiones, permisos y derechos a
la actividad minera.
En este tenor, aunque el secretario de Fomento, Colonización e Industria, Carlos Pacheco Villalobos,
reconocía a la minería como uno de los sectores de la riqueza nacional, afirmó: en general, el ramo de
Minería [sic] en la República se halla abatido, y las causas eficientes de este abatimiento reconocen por
origen la falta de capital para una basta [sic] explotación, la falta de brazos para el trabajo, y en muchos
casos los abrumadores gravámenes que reporta.
También consideraba que el atraso de las minas se debía a que comúnmente eran descubiertas por gente
de recursos insuficientes, quienes debían invertir sus pequeñas fortunas o acceder a créditos, pero que
no de manera infrecuente terminaban optando por venderlas o solicitar avío.
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de extranjeros. Además, especificaba los minerales que requerían de concesión para su explotación,
tales como oro, platino, plata, mercurio, hierro , plomo, cobre, estaño , zinc, antimonio, níquel, cobalto,
manganeso, bismuto y arsénico67, así como la gema, el azufre, la sal y los combustibles minerales.
Mientras tanto, los aceites y aguas minerales no necesitaban de permisos. Adicionalmente, el artículo 5
estableció que: La propiedad minera legalmente adquirida, y la que en lo sucesivo se adquiera con
arreglo á esta ley será irrevocable y perpetua.
En relación con las compañías metalúrgicas estadounidenses que fueron de las primeras que se
establecieron en México, se encuentra la de los Guggenheim, la cual percibía grandes beneficios,
especialmente en la disminución de impuestos y por las nuevas disposiciones de la Ley Minera.
SIGLO XX
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En 1904, con dos décadas ininterrumpidas en la Presidencia de la República, Porfirio Díaz
continuó promoviendo una legislación minera dirigida principalmente a la protección y el fomento del
capital extranjero, al igual que a la expansión de las vías de comunicación y los adelantos tecnológicos.
Este panorama se debía a la normatividad de la Ley Minera de 1892, además de las facilidades
administrativas para la tramitación de solicitudes de fondos mineros.
El levantamiento armado conocido como Revolución mexicana terminó con el prolongado periodo
presidencial de Porfirio Díaz. Años después de iniciado el movimiento y debido a la necesidad de
estabilizar la economía de la nación, así como la apertura paulatina de la industria minera, el primer
jefe del Ejército Constitucionalista, Venustiano Carranza, el 8 de diciembre de 1916 decretó lo
siguiente: Desde el día 10 de diciembre de 1916 hasta el 31 del mismo mes del año de 1917, quedará en
suspenso la aplicación de las cuotas de impuestos a los metales de exportación. En su lugar, propuso
cuotas que debían pagar las industrias de acuerdo con el valor de los minerales, principalmente oro,
plata y cobre.
A finales de 1916, el gobierno constitucionalista enfrentó la problemática del lucro en los metales que
se presentaba por los cambios en el valor de la plata, además del saqueo en las exportaciones
clandestinas de aquéllos. Por esta razón, se ordenó que las oficinas y aduanas marítimas y fronterizas
decomisaran los metales cuya procedencia no fuera demostrada.
El 5 de febrero de 1917 se promulgó la nueva (y vigente) Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos. Con respecto al sector de la minería, el artículo 27 menciona lo siguiente: Corresponde a la
Nación el dominio directo de todos los minerales o substancias que en vetas, mantos, masas o
yacimientos, constituyan depósitos cuya naturaleza sea distinta de los componentes de los terrenos tales
como los minerales de los que se extraigan metales y metaloides utilizados en la industria; los
yacimientos de piedras preciosas, de sal de gema y las salinas formadas directamente por las aguas
marinas.
En las décadas de los veinte y los treinta se acentuó un carácter más nacionalista de la propiedad,
teniendo como consecuencia la disminución del capital extranjero. No obstante, la explotación de las
minas continuaba produciendo grandes cantidades de metal.
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estén contenidas en ellas…. Exceptuándose, entre otros, las tierras para explotación agrícola o forestal;
corrientes de aguas subterráneas (con excepción de las que aparecieran en el laborío de las minas);
todas las rocas, y los materiales usados en la construcción.
Posteriormente, el 7 de agosto de 1930, se promulgó la Ley Minera de los Estados Unidos Mexicanos,
que blindó (en parte) los minerales. De acuerdo con el artículo 6: Sólo los mexicanos y las sociedades
mexicanas tienen derecho a obtener concesiones de cateo y de explotación. Puede concederse a los
extranjeros el mismo derecho, siempre que cumplan previamente con lo prescrito por el artículo 27 de
la Constitución General de la República y en sus leyes reglamentarias. Las sociedades, Gobiernos y
Soberanos extranjeros, por ningún motivo pueden obtener éstas concesiones.
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A partir del final de la Segunda Guerra Mundial, cambia radicalmente el papel de la minería dentro de
la economía nacional.
Un nuevo impulso a la minería se suscitó durante el gobierno del presidente Adolfo López Mateos, ya
que, si bien se promovió la inversión extranjera, se fomentó la industria nacional mediante reformas
legales.
Por ejemplo, el 6 de febrero de 1961 se publicó la Ley Reglamentaria del Artículo 27 constitucional, en
materia de explotación y aprovechamiento de recursos minerales, la cual establecía que cualquier
concesión debía ser otorgada por el Ejecutivo federal. Además, blindó la participación nacional, pues
limitaba la contribución de sociedades mexicanas que tuvieran más del 49 por ciento de participación
extranjera en su capital social.
La Ley Reglamentaria del artículo 27 constitucional en materia minera, que entró en vigor en 1976 [y
sustituyó a la anterior que regulaba este sector], provocó un nuevo cambio en la actividad.
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reducción del 75 por ciento a los impuestos de importación de maquinaria y equipo, además de
suspenderse temporalmente los de exportación.
Para el 26 de junio de 1992 se promulgó de nueva cuenta otra Ley Minera reglamentaria al artículo 27
constitucional. En esa ocasión, la normativa cedía la mayor parte de la producción del sector a las
grandes compañías extranjeras y nacionales, relegando a las pequeñas y medianas empresas. De esta
manera, se modificó la participación estatal en este sector.
La industria minera dejó de pertenecer en gran medida a los factores que contribuían a la riqueza del
país, en virtud de que su participación en la generación del producto interno bruto representó en 1950 el
10% del total; en el año 2000 apenas llegó al 1.1%.
SIGLO XXI
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en manganeso, antimonio, feldespato y barita; noveno en la producción de oro, decimoprimer lugar en
cobre y decimotercer lugar en hierro, fosforita y azufre.
En ese lapso, las entidades que más contribuyeron a la producción minera nacional fueron Sonora,
Coahuila, Chihuahua y Zacatecas; en menor medida, pero de gran importancia, también se encontraban
San Luis Potosí, Durango y Michoacán. En cuanto a la inversión extranjera directa entre enero de 1994
y junio de 2001 se registraron 723 millones de dólares de IED [Inversión Extranjera Directa] en la
minería, de los cuales Canadá había realizado 52.7% (381 millones), Reino Unido 14.6% (106
millones), la India poco menos de 100 millones (13.8%) y Estados Unidos apenas 7% (50.5 millones de
dólares).
Para ese entonces, la industria minera se encontraba mayormente controlada por grupos privados junto con
otros consorcios y las empresas de capital extranjero. Estos grandes consorcios [eran] Peñoles, Grupo México,
Corporación Industrial San Luis, Carso, Grupo Acereros del Norte e Hylsa.85 A finales del año 2000 había 504
empresas registradas con inversión extranjera directa en minería, de las cuales 42.2% eran canadienses y 39.5%
estadounidenses.
Al igual que ocurrió durante la presidencia de Porfirio Díaz, las exportaciones mexicanas de minerales
se seguían dirigiendo al mercado norteamericano.
Cabe destacar que los pequeños mineros no lograban cubrir gastos altos para este rubro, por lo que se
dedicaban principalmente a explotar los metales que requerían menos tecnologías, en tanto que las
grandes corporaciones continuaban con la extracción de oro y plata, además de manganeso, fosforita,
cadmio, cobre, carbón, zinc, plomo, hierro, entre otros.
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realizando trabajos de minería, concentrándose el mayor número de proyectos en Sonora con 180,
Chihuahua con 112, Durango con 82, Sinaloa con 80, Zacatecas con 62, Jalisco 46, Oaxaca 32,
Guerrero con 21, Baja California con 16, Nayarit con 16, Guanajuato 12, Michoacán 15, San Luis
Potosí con 12, Chiapas y Coahuila con 9, Baja California Sur tiene 7 y Colima cuenta con 9; el Estado
de México, Puebla y Querétaro, con 7, Nuevo León con 5, Veracruz con 5 y finalmente con 2 proyectos
para cada uno de los estados de Hidalgo, Morelos, Tamaulipas.
Del total de empresas con capital extranjero operando en nuestro país, el 73% (210) [tenían] sus
oficinas centrales en Canadá, 44 en Estados Unidos (15%),
-8 empresas de Australia (3%), el Reino Unido 6 (Inglaterra) representando el 2%, Japón con el 2% que
corresponde a 4 empresas, la República Popular China con 3 empresas, Corea del Sur e India con 2
empresas al igual que Perú con poco más del 1%; y Luxemburgo, Chile, Italia, Bélgica y Holanda
[poseían] una empresa cada uno, sumando menos del 1% del total.
Derivado de los beneficios que puede representar el litio para una nación y su desarrollo, el 20 de abril
del presente año se publicó el Decreto por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la
Ley Minera. En el artículo 5 Bis se establece lo siguiente: …se reconoce que el litio es patrimonio de la
Nación y su exploración, explotación, beneficio y aprovechamiento se reserva en favor del pueblo de
México.
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CONCLUSIONES
Con la elaboración del siguiente trabajo pudimos aprender que desde la época prehispánica, el
descubrimiento de yacimientos se reflejó en la obtención de minerales que funcionaron para la creación
de intercambios entre pueblos. Tiempo después, en la conquista española en territorio nacional, la
minería se convirtió en una de las principales actividades durante la colonia, generando grandes
riquezas para la Corona y la propia Nueva España.
El periodo posrevolucionario también dependió de la industria minera; sin embargo, otras actividades
primarias comenzaron a posicionarse como esenciales para el crecimiento económico.
En la actualidad, el sector minero tuvo una inversión de 4 mil 246 millones de dólares en 2021, lo que
significó un aumento del 16.8% en comparación con lo invertido en 2020; el sector continúa
manteniéndose como una de las ramas productivas que atrae mayor inversión al país. Apenas en el año
2023 se estima que hubo una inversión en el sector de 5 mil 210 millones 600 mil dólares.
No se debe dejar de lado la relación entre la industria minera y el medio ambiente en el país, este sector
debe cumplir con la normativa vigente que garantice una relación armónica para el aprovechamiento y
cuidado de los recursos naturales. Las personas, las empresas y los gobiernos deben trabajar sin pausa
para que esas leyes y normas se cumplan, cambien y se perfeccionen con el tiempo en beneficio de
todas y todos.
Como hemos constatado la minería actual sigue siendo un motor económico importante para el
desarrollo de nuestro país que si es bien aprovechado puede mejorar las condiciones de vida de todos
los mexicanos.
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BIBLIOGRAFIA
A. Brading, David, Mineros y comerciantes en el México borbónico (1763-1810). Fondo de Cultura Económica,
México, 6.a reimpresión, 1997.
https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/581439/
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https://www.casadelibrosabiertos.uam.mx/contenido/contenido/Libroelectronico/
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https://fundar.org.mx/wp-content/uploads/2023/04/Resumen-estadistico-de-la-mineria-en-
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