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Resumen Santo Tomás

Libro 1. Art 1

Dios, ¿Es o no es evidente por sí mismo?

Santo Tomás primero divide los modos en dos:

1. En sí mismo y no para nosotros


2. En sí mismos y para nosotros

Las proposiciones son evidentes por sí mismas cuando el predicado está incluído en
el concepto del sujeto y Tomás pone el ejemplo; El hombre es animal. El predicado
animal está incluído en la proposición en el concepto de hombre.

Si todos conocieran en qué consiste el predicado y en qué el sujeto, la proposición


sería evidente para todos. Esto pasa con los primeros principios de la demostración,
pues tiene términos como ser - no ser, todo - parte, y otros parecidos, estos son tan
comunes que nadie los ignora.

Del modo contrario, si algunos no sabemos en qué consiste el predicado y en que el


sujeto, la proposición será evidente en sí misma, pero no para los que no saben en
qué consiste el predicado y que es el sujeto de la proposición.

Termina el Doctor Angélico con lo siguiente; La proposición Dios existe, considerada


en sí misma, es evidente por sí misma, ya que en ella sujeto y predicado son lo
mismo, pues Dios es su mismo ser. Puesto que no sabemos en qué consiste Dios,
para nosotros no es evidente, sino que necesitamos demostrarlo a través de aquello
que es más evidente para nosotros y menos por su naturaleza, esto es, por los
efectos.

Art. 2 La existencia de Dios ¿Es o no es demostrable?

Las demostraciones son dobles: a) Por las causas: Que es previa a cualquier cosa
b) Por el efecto: Es lo primero con lo que nos encontramos. El efecto es lo primero
que nos presenta como más evidente que la causas y por estas conocemos las
causas.

Ahora bien; Cualquier efecto puede ser demostrada su causa; por que, como quiera
que los efectos depende de la causa, dado por el efecto, es necesario que detrás
del efecto este la causa. Ahora, Dios no se presenta evidente en sí, pero si es
demostrable por los efectos que nos encontramos.

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