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Estudios de Teoría Literaria

Revista digital, Año 4, Nro. 7, 2015


Facultad de Humanidades / UNMDP, ISSN 2313-9676

Paula Bertúa
La cámara en el umbral de lo sensible. Grete Stern
y la revista Idilio (1948-1951)
Buenos Aires
Biblos
2012
196 pp.

Rosalía Baltar1

Recibido: 29/01/2015
Aceptado: 10/02/2015

Pensó en Grete, que se había Con esta cita de La ciudad ausente a


convertido en una inglesa refugiada modo de epígrafe –los epígrafes:
que vendía fotos en un local del umbrales, el vano de una puerta, el
segundo subsuelo. Había sido objetivo de una cámara, constituyen un
infiltrada y sepultó su pasado y adoptó buen punto de partida para leer este libro-
una historia ficticia. Nunca más pudo
Paula Bertúa inicia su trayectoria por el
volver a recordar quién había sido. A
veces amaba en sueños a un hombre mundo de la fotógrafa alemana Grete
que no conocía. Su identidad Stern y la serie de fotomontajes que
verdadera se había convertido en un realizara a modo de ilustración para una
material inconsciente, episodios de sección, “El psicoanálisis le ayudará”, de
una vida de una mujer olvidada. Era la la revista Idilio, entre 1948 y 1951. La
mejor fotógrafa del Museo: miraba el serie se llamó Sueños y el pasaje de Piglia
mundo con ojos que no eran de ella y condensa magistralmente el mundo
esa lejanía salía en las fotos. conquistado por el ojo distante de Stern.
1
Ricardo Piglia, La ciudad ausente La columna fue redactada por
Gino Germani y Eduardo Butelman,
sociólogo y psicólogo, respectivamente, y
constituyó una actividad, para ellos, fuera
1
Dra en Letras (UNMdP). Contacto: del ámbito prestigioso de la academia.
rosalia.baltar@gmail.com Este carácter alternativo dio lugar a cierta

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Rosalía Baltar

invisibilidad a la participación de ambos del mensaje verbal sino que informa de


allí, toda vez que reconstruyeron sus otras interpretaciones y otros sentidos.
biografías intelectuales: por la vía del Una lectora lee la interpretación de la
humor (Butelman) o del silencio columna de un sueño propio o ajeno (pero
(Germani) el reconocimiento de sus suyo al fin) y se detiene ante una estampa
conversiones en Richard Rest, el que revela su posición incómoda frente al
seudónimo que adoptaron para interpretar estereotipo de mujer moderna instalada
los sueños de las lectoras, fue, en todo desde los años veinte o aprecia cómo hay
caso, tardío y desplazado. una subversión del mandato que relaciona
Richard Rest, nuestra Miss mujer con naturaleza, por ejemplo.
Lonelyhearts, interpreta los sueños de las ¿Pudo, una lectora cualquiera, leer así?
lectoras, mediatizados por distintos Tal vez no directamente como sí lo hace
filtros. Rest: ¿dormir?, ¿descansar?, Bertúa, en un análisis de filigrana de estas
¿resto? El apellido del seudónimo da una escenas. Sin embargo, algo de eso
pista del enfoque y la operación de llegaría, porque la verdad es que las
traducción puede extenderse a las formas lectoras de Idilio a través de las
en que los saberes psicoanalíticos y ilustraciones de Stern salían de su casa, y
sociológicos de Germani y Butelman su cultura interactuaba con retazos de
trasvasaban el marco académico otras: en Stern está el minimalismo de El
disciplinar, se reutilizaban en un espacio Bosco, las sombras irreales de de Chirico,
dominado por la expansión masiva y la parodia de Magritte. Es decir, los
convertían a sus mentores en fotomontajes exponen en primer plano un
“traductores culturales”, “intelectuales modo de ver lo real que se aleja del
versátiles”. Interesante aquí la apuesta de mandato propuesto y que era refrendado
Bertúa de leer el contexto, la génesis de de algún modo por la estética oficial del
este proyecto, cómo fue su formación y primer peronismo; fueron, en concreto, la
lograr sintetizar en un concepto las posibilidad de recepcionar, en medio de
estrategias discursivas, intelectuales y mensajes conservadores, otros de apertura
estéticas. y de nuevas consideraciones respecto del
Del mismo modo, en los género, la vida doméstica, el mundo
fotomontajes de Grete utilizados para privado.
ilustrar aquella columna se desarrollan Grete Stern vivió casi un siglo,
dinámicas de traducción, selección y intensamente: nacida en la Alemania de
mixturas de tradiciones diversas y se Weimar, es corrida como tantos de
logra una imagen susceptible de ser leída ascendencia judía y opciones políticas de
como interpretación de un desafío izquierda de la Alemania nazi y se
onírico. En cada uno de los fotomontajes instalará por un tiempo en Londres hasta
las prácticas de lo surreal se ven llegar a Ramos Mejía, con su compañero,
reapropiadas y manipuladas por una el fotógrafo argentino Horacio Coppola,
subjetividad especialmente sensible a donde, al decir de su hija, escandalizará
exponer la singularidad de su mirada más con su peinado varonil, sus pantalones y,
que la adhesión a movimientos o me imagino, esas cejas y esos ojos de
programas. gestos inteligentes y desafiantes. Había
Y como si esto fuera poco, cada heredado tanto el equipo fotográfico de
fotomontaje rompe con la mera su maestro, Walter Peterhans, uno de los
posibilidad de complemento y decoración hacedores de la Bauhaus, como las ideas

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La cámara en el umbral de lo sensible. Grete Stern y la revista Idilio (1948-1951)

respecto del mundo gráfico, publicitario y Puedo recrear la experiencia de


fotográfico de aquel episodio llevar adelante un trabajo de
fundamental del arte del siglo XX; había investigación sobre este material como
puesto un estudio fotográfico con Ellen una situación gozosa. Habrá tenido,
Auerbach; más adelante, la fotógrafa se Bertúa, como todos, sus momentos de
hallará muy ligada a círculos artísticos agobio y crisis, pero no es lo que
como el grupo Madí o Asociación Arte transmite el texto en su conjunto. Por lo
Concreto-Invención, fotografiará a los contrario, se trata de un trabajo que
niños y a las niñas, a los jóvenes y viejos desmiente la fraseología de ciertos
del Chaco, de un modo limpio, sin sectores que dicen “el placer con la
concesiones ni lástimas, jerarquizando, academia no va”. No siempre, pero a
allí también, como en los fotomontajes, el veces sí, y arriesgo que este ha sido un
extrañamiento, cierto acercamiento y la caso.
risa. El trabajo de Stern que releva Bertúa
es el escaque de un tablero visual extenso
y, a su vez, con sus dobles, espejos,
sombras, con sus maniquíes y muñecos,
con sus restos, es un epítome de sus
posibilidades expresivas y estéticas.
Paula Bertúa organiza con
exquisito equilibro las interrogantes
teóricas y su práctica crítica: no nos
abruma con extensas notas eruditas, pero
tampoco pasa de la teoría como algo
prescindible. En muchos momentos de la
lectura se aprecia la reflexión previa (me
interesó particularmente la apenas
enunciada conexión entre la voz del
intérprete de sueños en una publicación
impensable sin el desarrollo de la cultura
de masas y su carácter adorniano frente a
la literatura “barata”, de amplia Anexo
circulación en ese contexto; es la punta de En el libro se encuentran reproducidos
un iceberg funcionando como basamento muchos de los fotomontajes analizados,
teórico en todo el texto) y, en otros, las una condición elemental para apreciar
síntesis explicativas de conceptos de este tipo de estudios. Precisamente, por el
raigambre metodológica, estética, carácter del libro que hemos reseñado,
psicoanalítica, cultural. En este sentido, el reproduzco aquí, a modo de cita, una
libro sirve para pensar problemas más portada de la revista Idilio y remito al
amplios, como el de la modernización, siguiente link en el que se pueden ver
por ejemplo, sus límites y posibilidades imágenes de los Sueños de la fotógrafa
en ese contexto de medio siglo y la (segunda exposición en el Malba, 2013):
constante tensión que suscitará lo http://www.malba.org.ar/evento/grete-
moderno, su intromisión en la vida stern-los-suenos-1948-%C2%96-1951/
cotidiana, sus lados oscuros, sus vibrantes
escenarios.

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