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AUTONOMÍA Y ABORTO ¿QUÉ?

, TIPOS, 5 PROS Y 5 CONTRAS


Se entiende por autonomía a la capacidad de decidir de manera propia, independiente, sin la coerción o la influencia
de terceros. Este término se aplica dentro del pensamiento filosófico (ética), psicológico (psicología evolutiva) e
incluso legal y político (soberanía), pero siempre con significados semejantes, vinculados con la capacidad de
autogestión y la independencia, cuando no la libertad.

En el desarrollo cognitivo y emocional de las personas, la autonomía se convierte en una cualidad cada vez más
marcada y esperada del individuo. Quizá porque de niños (y aún de adolescentes) somos seres vulnerables, que en
gran medida dependen de las decisiones de sus padres (lo que en materia jurídica consagra la patria potestad) tanto
para lo logístico como lo afectivo. Esta última forma de dependencia es la última en desaparecer, a medida que nos
hacemos más autónomos y empezamos a tomar nuestras propias decisiones.

Los individuos adultos, así, poseen una capacidad de autonomía que los convierte en sujetos de derecho, o sea, en
personas capaces de tomar sus propias decisiones sin consultar antes a nadie (aunque puedan elegir hacerlo). En este
sentido es lo contrario de la heteronomía o la dependencia. Desde luego, con la autonomía, como con la libertad,
también se adquieren obligaciones y responsabilidades. En ese sentido es un rasgo de madurez o adultez. En materia
política, similarmente, es un rasgo de soberanía de las naciones como tales: un país que tenga autonomía en materia
legal, económica y cultural será un país independiente, por ende un país más libre y más capaz de hacer frente a la
comunidad internacional.

tipos

1. Autonomía moral
En la autonomía convergen, desde un punto de vista filosófico, tanto la visión del individuo ante los demás, como
ante sí mismo. Algo vinculado a la noción psicoanalítica del superyo o superego: el conjunto de normas a las que
el individuo decide ceñirse más o menos conscientemente. Esto se hace particularmente cierto en asuntos
morales, en los que el individuo responde a una tradición cultural que ha recibido de sus progenitores y su
entorno.
La autonomía moral, por ende, será la capacidad de juzgar moralmente una acción, una situación o un evento,
determinando así si se trata de algo aceptable o no. La moralidad es susceptible a la presión de los pares, claro
está, pero en la medida en que los individuos poseen criterios bien formados y están conscientes de su capacidad
de toma de decisiones, se esperaría de ellos una fuerte autonomía moral. Lo cual no significa, claro está, que no
se pueda cambiar de opiniones.
2. Autonomía de la voluntad
La autonomía de la voluntad es un principio básico y primordial del derecho contractual y de las relaciones entre
particulares: el deseo expreso, manifiesto, sin presencia alguna de coacción u obligación, de decidir por la propia
persona o los propios bienes, y para suscribir los contratos que se deseen, o de negociar sus contenidos y efectos.
Su fundamento proviene de las legislaciones liberales nacidas de la Revolución Francesa (1789), que planteaban la
libertad e igualdad entre los seres humanos, bajo ciertos límites impuestos por la mutua consideración. Dichas
limitaciones suelen ser:
2.1. Los términos suscritos de un contrato no pueden firmarse, so pena de romper o hacer nulo el documento.
2.2. Ninguna cláusula del contrato puede contradecir el ordenamiento legal o la jurisprudencia del Estado de
derecho.
3. Autonomía personal
La autonomía personal es un concepto propio de disciplinas como la Filosofía, la Pedagogía y la Psicología. Se
puede definir de un modo genérico como la capacidad de tomar decisiones y actuar en cuestiones relativas a uno
mismo. La autonomía personal se trabaja en distintos ámbitos, como la educación infantil y la educación para
personas con discapacidades.
4. Autonomía universitaria
La autonomía universitaria es uno de los principios por los que se rigen muchas universidades. Expresa que los
aspectos organizativos y de gestión se llevan a cabo de manera independiente de otros organismos y entidades,
por ejemplo, el poder político.

Ventajas

1. Gestiona tu propio tiempo


2. Trabaja a tu mando
3. Trámites sencillos
4. Ser efectivo, aumentar tus beneficios.
5. Trabaja en lo que quieres, cumple tu sueño.

Desventajas

1. Combinar vida y trabajo


2. Trato con los clientes
3. Impuestos
4. Encontrar hueco en el mercado
5. Inercia en abarcarlo todo

Aborto

La palabra aborto deriva del latín abortus y su principal significado es cortar con la continuidad de una actividad en
particular. Ejemplo de esto último es la frase «Abortar la operación», frecuentemente utilizada en actividades de
carácter militar. En su uso más común, el aborto refiere a la interrupción forzada de un embarazo. Ésta interrupción
puede ser producida por diversas causas.

Tipos

1. Aborto espontáneo
El aborto espontáneo es cuando se interrumpe el embarazo antes de las 26 semanas de gestión. En este lapso
de tiempo, el feto aún no desarrolló la mayoría de sus órganos, por lo cual no está en condiciones de
permanecer con vida fuera del útero de la madre. Este tipo de abortos, como su nombre lo indica, ocurre
cuando se pierde el embarazo de manera muy repentina. Según diversas fuentes, entre un 8% y 15% de los
embarazos dan fin al embarazo por causas de abortos espontáneos, sin tener en cuenta a un gran número de
personas que no ha participado en la recolección de datos.
2. Aborto inducido
El aborto inducido, según la definición de la OMS, es el que resulta de varias tácticas que se realizan sobre la
mujer embarazada con el objetivo de dar fin a su período de gestación, es decir, a su embarazo. Estas acciones
o tácticas pueden ser realizadas por una persona ajena a la embarazada o por la madre misma. Las leyes del
aborto inducido fueron despenalizadas en muchos países, incluso desde las primeras leyes que se empezaron
a formular a principios del siglo anterior. El aborto provocado está despenalizado en países del primer,
segundo y tercer mundo, es decir, tanto desarrollados como subdesarrollados.
3. Aborto legal
El aborto legal recibe este nombre cuando se realiza bajo las leyes despenalizadas del país en el cual se aplica.
Por ejemplo, en España se lo considera legal cuando se practica con el consentimiento de la embarazada y en
un centro médico especializado, siempre y cuando no haya riesgo para la salud de la embarazada o la vida de
la misma, también por causas de violaciones y malformaciones.
4. Aborto ilegal
El aborto ilegal o clandestino se realiza en contra de las leyes del país en el cual se practica. En general, este
tipo de aborto se practica en muy malas condiciones higiénicas y con pocas posibilidades de recurrir a una
inmediata asistencia médica profesional en caso de una urgencia.

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