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LA ESCLAVITUD DOMESTICA EN
LA CIUDAD DE CARTAGO
1750-1820
Ama/do J. Moya Gutiérrez"
La sociedad cartaginesa de mediados del piezas de esclavos que poseen, según consta en
siglo XVIII es sumamente diferenciada. En la cúpula el Padrón de Vecinos de Cartago levantado en
de la pirámide social encontramos un grupo domi- 1778. (2) Como acto de "singular humildad" se
nante que como rasgo particular acusa la posesión desprenden de 2 de sus esclavas, que por su
de un amplio contingente de criados y esclavos. condición de inservibles no serían justipreciadas
Don José Antonio de Oreamuno y su esposa doña por los avaluadores, dejando intacto el caudal de
María Catalina de Ibarra y Moya -claros represen- los testadores. (3)
tantes de dicho grupo- expidieron su testamento En el minúsculo universo que ofrece la capital
mancomunado en el año de 1775, y en la XV colonial de Costa Rica nos hemos propuesto valo-
cláusula declararon que era su voluntad rar el significado de la esclavitud doméstica y
reivindicar las voces anónimas de aquellos que
"que a Casimira casada con Juan Antonio se como Mónica y Casimira se mantenían al margen
le de luego que fallezcamos su libertad por de la historia. La irrupción de las masas en la
ser ya de edad, y porque nos ha servido con histortanos ha permitido devolverles el prora-
mucho amor y lealtad; y así mismo a M6nica gonismo que les corresponde a campesinos, indíge-
por ser liciada de la garganta, y vivirse lo más
nas, artesanos, milicianos y esclavos domésticos.
del tiempo enferma, que se le dé después de
Ellos también tienen historia.
nuestros días la libertad"( 1)
En la educación formal costarricense de pri-
maria y secundaria. es ignorada la esclavitud
La libertad de ambas esclavas -Casimira y
doméstica que se practicó durante la colonia, o lo
Mónica-, estaría supeditada a la muerte de ambos
que es peor aún; se reconoce con el atenuante de
testadores. La disposición de los otorgantes
que por ser esclavos domésticos eran "bien trata-
obedecía a un "gesto humanitario", o bien, al
dos" por sus amos, pues privaban relaciones de
descargo de sus conciencias para aliviar el tránsito
tipo paternalista. Se recurre, entonces, a una suerte
al más allá. Pero ¿qué motivaciones subyacían en
de historia romántica según la cual, en el fuero
la decisión de los colonos cartagineses de manu-
interno de nuestros colonos existía una especial
mitir a sus esclavos?
predisposición a mantener relaciones cordiales
El caso que exponemos es elocuente, pues a
con la servidumbre. De esta manera se media-
pesar de que ambas esclavas han servido a sus tizaba el conflicto social, que de hecho generan las
amos de por vida, a Casimira se le otorga la relaciones de dominación.
libertad por vieja y a Mónica por enfermiza. En la En la versión depurada y oficial de la " Historia
sociedad en que ambas vivieron, habían dejado de Patria " el pasado colonial costarricense es cons-
desempeñar el papel que les correspondía. Los truido como el legado de los conquistadores que
amos se deshacen de los esclavos viejos, lisiados contribuyeron a echar las bases de una sociedad
e inservibles, que a fin de cuentas se han tornado cuyo desarrollo histórico particular se alejaba
en una carga para la economía familiar. Además, profundamente del concierto centroamericano. En
don Antonio de Oreamuno y su esposa liberan esta forma de historiar subyace una motivación
mediante vía testamentaria solo a 2 de las 18 fundamental: se exhibe un pasado -nuestro pasado-
Máster en Historia por la Universidad de Costa Rica, especializado en Historia Colonial, Profesor Instructor en' la Cátedra de Historia de la Cultura
de la Escuela de Estudios Generales de la Universidad de Costa Rica.
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los otorgantes de testamentos e inventariados en mos la posesión de esclavos como uno de los
los juicios de sucesión. A continuación evaluamos símbolos de máxima ostentación, no todas las
una muestra de 25 inventarios post-mortem familias de la muestra los poseen.Esto se debió
pertenecientes al grupo dominante, con el propósito principalmente a un subreqistro que utilizaban los
de determinar la represeritatividad de la mano de miembros del grupo dominante como estrategia
obra esclava en las familias principales. para conservar intacto parte del caudal. Quizá
aquella parte que se erigió en memoria de misas y
Cuadro 1 costas del funeral, o bien la que había sido cedida
en dotes y colaciones. Los esclavos fueron idóneos
ESCLAVOS INVENTARIADOS EN LOS en este tipo de transacciones por ser bienes de
JUICIOS MORTUORIOS DE 25 MIEMBROS fácil enajenación.
DEL GRUPO DOMINANTE CARTAGINES Observemos como en el Cuadro 1 la máxima
1750-1820 concentración de esclavos se da en las cotas más
elevadas del grupo dominante. En el nivel más
Nivel de fortuna Número Número Número Número Valor conspicuo de fortunas encontramos el mayor
(a) famiWas lamiNas esclavos esdavos promedio
con 99C1. sin 99C1. promedio por familia número de esclavos sirviendo a las familias princi-
por familia (a) pales. La muestra que consideramos nos permite
argumentar que en la práctica los más ricos siempre
999,71/2 gozaron del privilegio de la mano de obra esclava.
1.999,7 1/2 3 3.0 233.0
La tendencia que descubrimos en el Cuadro 1 es
2.000 avalada por los datos que hallamos en el padrón
2.999,7 1/2 2 2 2 1.0 250.0 de vecinos de Cartaqo del año de 1778. Los
vecinos más opulentos poseían un amplio contin-
3.000· gente de criados. Doña Baltasara de la Madriz
3.999.7 1/2 3 11 3.6 218.1
Linares, viuda, con ocho hijos, poseía 15 criados.
4.000 - Don Antonio de Oreamuno, mencionado anterior-
5.999,7 1/2 2 10 10.0 (b) mente, poseía nada menos que 18 criados. Doña
Joaquina López del Corral, viuda, con 7 hijos
6.000 - poseía 15 criados .. Don Pedro Aymerich casado
7.999.7 1/2 2 5 2.5 189.0
con doña Francisca López del Corral poseía 13
8.000 -
criados que servían a una familia de 3 miembros.
10.999,7 1/2 2 73 5 210.7 Don Tomás de Soto y Barahona, soltero, poseía 9
criados. El Comisario del Santo Oficio, Licdo. don
11.000 • Juan Manuel de Casasola y Córdoba poseía 12
15.999,7 1/2 7 44 6.2 178.1 criados y el Depositario General Coronel don Juan
Francisco de Bonilla -el hombre más acaudalado
Total 18 7 82 4.2 213.1
de la época-, y su esposa, la señora Coronela,
a. En pesos de ocho reales de plata. eran servidos por 11 criados.(8) Los casos anterio-
b. No hay información res ilustran el amplio contingente de criados que
Fuente: Archivo Nacional de Costa Rica, Mortuales Coloniales Caro
servían a los más opulentos, aunque en las fami-
tago, 1750-1820
lias menos pudientes los esclavos también fueron
importantes, manteniéndose por lo general de 1 a
Los datos organizados en el Cuadro 1 tienen 3 esclavos contra la media de 6 entre las familias
un valor muestral, por lo tanto no brindan evidencia más conspicuas.
concluyente con respecto del peso de la esclavitud El amplio número de criados domésticos utili-
en el seno del grupo dominante. Sin embargo, zados en el Cartago colonial contrasta con las
observamos algunas tendencias generales que cifras que estima Silvia Marina Arrom para el
ponen de manifiesto las prerrogativas de que México de principios del siglo XIX. Para dicha
gozaron la mayoría de los vecinos principales. Es autora "el número de sirvientes por casa es quizá
importante destacar que pese a que considera- el mejor indicador del status. De acuerdo con la
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medida de tres o más sirvientes fijos, la clase doña Manuela Petronila una mulatilla de 8 meses,
alta.representaba como máximo el 4 por ciento de hija de una esclava, por haber sido dádiva que a
las casas de la capital". (9) ésta [doña Tomasa] hizo un bienhechor [el Gober-
A pesar de la riqueza poseída por la élite nador don Jose Joaquín de Nava, su presunto
mexicana, en cuanto a la servidumbre doméstica, padre](11) En 1780 doña Francisca del Corral con
el grupo dominante cartaginés no quedó a la zaga, consentimiento de su hija doña Ana Josefa de
como lo analizaremos en la sección correspon- Alvarado, su única heredera y de don Juan de
diente. Alvarado, esposo de ésta, dona a su esposo de
El subregistro del número de esclavos de- segundas nupcias don Pedro Aymerich una es-
prime las cifras globales de quienes servían en las clava nombrada María de Jesús de 13 años. (12)
casas de los vecinos principales, y en nuestra En 1795 el Teniente Coronel don Juan Francisco
perspectiva, de hecho oculta la dimensión del de Sonilla, Regidor y Depositario General y Al-
problema de la esclavitud. El siguiente caso ilustra caide Ordinario dona al señor Gobernador Vázquez
nuestra argumentación. En el año de 1778 cuando y Tellez una esclava que compró a doña Joaquina
es levantado el Padrón de Vecinos de Cartago don López del Corral en 300 pesos de plata. (13).
Antonio de Oreamuno y su esposa doña María La donación de esclavos adquiría mayor sig-
Catalina de Ibarra declararon un total de 18 cri- nificado si se hacía en señal de gratitud. En 1750,
ados mulatos y negros. Un año después, a la por ejemplo,
muerte de doña María Catalina y según su memo-
ria testamentaria son declarados sólo 12 criados. "El Licenciado don Juan Francisco de
Los 6 criados faltantes no se pueden atribuir al Casasola y Córdoba y el Bachiller don Juan
"yerro de pluma", sino más bien al contubernio Manuelde Casasola y Córdoba, Presbíteros,
entre familiares y avaluadores. donan a doña Manuela Gertrudis Sancho de
La documentación consultada nos ha permi- Castañeda, mujer de don Rafael de Mier
Cevallos, una mulata, su esclava. Hacen
tido explorar las relaciones que imperan entre
esta donación en recompensa de la fineza
amos y esclavos. Las relaciones de dominación
que hizo y está haciendo con los otorgantes
que se instauran son la 'base de un régimen desde que falleció la madre de estos doña
esclavísta disfrazado bajo el nombre de criados Agueda Pérez del Muro, viniéndose a esta
domésticos. La condición de dichos criados según casa a cuidarlaa ella y a los dos otorgantes".
la evidencia que ofrecemos no es otra que la de (14)
esclavos. El tono señorial que acusa la vida del
grupo dominante se fundó en la explotación de la
mano de obra esclava. En la composición de los bienes dotales los
esclavos son piezas fundamentales. Al ponerse
en estado de matrimonio los padres aseguraban a
2. LA DONACION DE ESCLAVOS sus hijas la posesión al menos de una esclava para
"ayuda de llevar la carga del matrimonio".
En su calidad de bienes, los esclavos se
Con frecuencia se dio el hecho de que algunas
pueden heredar, vender, donar, o bien, liberar gra-
criadas mestizas y negras también actuaban como
ciosamente. Con frecuencia los vecinos princi-
pales recurrieron al expediente de la donación. En nodrizas de los niños del grupo dominante. En
el año de 1775, los ya citados don Antonio de 1812, en torno a una consulta sobre ocultación de
Oreamuno y su esposa declararon por vía tes- bienes que se hizo en casa de don Francisco
tamentaria haber puesto en estado de matrimonio Villas anta y bajo juramento
a su hijo don Joseph Francisco de Oreamuno con
doña María Encarnación Sancho de Castañeda, y "la criada Josefa Zespedes confiesa haber
para llevar las cargas del matrimonio le dieron servido en casa de Villasanta por 4 años;
entre otros bienes "una mulata esclava llamada primero como ama de leche de una niña hija
Petronila con sus 2 hijos"(10) En 1779, doña To- de Villasanta y después de cocinera y otros
masa Joaquina López del Corral dona a su hija servicios". (15)
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tos y negros. Los datos anteriores arrojan una 3.1 Los criados mestizos
media de 4,7 criados por familia. Sin embargo, al
considerar que de estas 121 f.amilias solo 61 Del total de 576 criados apuntados en sus
pertenecen al grupo dominante y que estas se respectivas castas, un 27% corresponde a la casta
encuentran servidas por 382 criados, tenemos mestiza. De la servidumbre mestiza un 64% recae
una media de 6,2 criados por familia. Sin embargo, sobre la mano de obra femenina y el otro 36%
como veremos más adelante, una tercera parte de sobre la mano de obra masculina. De la totalidad
los miembros del grupo dominante poseían 8 y del elemento femenino mestizo (101 mujeres) un
más criados. El que las cotas más altas de 75% permanecen solteras, un 8% son casadas y
servidumbre se concentren entre los negros y un 17% son párvulas. El porcentaje de casadas es
mulatos obedece quizá a que los mestizos tuvie- bajo con respecto al de solteras, máxime cuando
ron más oportunidad de participar en actividades las criadas son las encargadas de amamantar a
que a la postre resultaron mas rentables tales los niños del grupo dominante.
como la agricultura, la ganadería y las artesanías. Con respecto a los hombres, de los 57 mes-
Además, sólo los mestizos de menor rango -iguala- tizos que sirven en las casas de los españoles un
dos a los negros y mulatos-, sirvieron en las casas 58% son solteros, un 9% son casados y un 33%
de los vecinos principales como domésticos. son párvulos. El bajo porcentaje de los criados y
A continuación, en el Cuadro 3 desagrega- criadas mestizas que habían tomado estado de
mos los datos por sexo, edad y estado civil para los matrimonio (8 y 9% respectivamente) se debe a
criados mestizos y los criados mulatos y negros que "el matrimonio que implicaba la libre disposi-
que servían a la población española de Cartago, ción de sí mismo y la posibilidad de llevar una vida
incluyendo al grupo dominante. independiente, era incompatible con la condición
de doméstico[ ..~] para establecerse le era nece-
sario un pequeño capital cuya acumulación re-
Cuadro 3 quería un tienipo prolongado". (20)"
No conocemos los mecanismos a que debió
CRIADOS MESTIZOS, MULATOS Y NEGROS QUE recurrir la servidumbre doméstica para acumular
SIRVEN EN LAS CASAS ESPAAOI,.AS DE LA CIUDAD algún patrimonio. Si la condición de esta ser-
DE CARTAGO. AAO DE 1778
vidumbre es de esclavos, posiblemente, jamás
recibieron retribución alguna por su trabajo. Para
Casados Vdos. Soll. Párv. Total %
la Costa Rica de antes del café, Gudmundson
Hombres 5 33 19 57 10,0 señala que las mujeres y adolescentes que servían
Mestizos en las casas de la gente adinerada, pudieron,
Mujeres 8 76 17 101 17,5 dentro de condiciones muy estrechas de existen-
cia, recibir alguna retribución por sus trabajos.(21)
En nuestro período el ciclo descrito por el auge y
Hombres 20 97 56 173 30,0
decadencia del cultivo del cacao podría iluminar la
Mulatosy fuente de ingresos de la mano de obra esclava;
Negros pues los propietarios aussnttstas de cacaotales
Mujeres 16 193 36 245 42,5 cedieron en arrendamiento sus rozas de cacao a
mestizos, mulatos y negros. Con el patrimonio
TOTAL 49 399 128 576 100.0
acumulado por los arrendantes se procuró com-
Fuente: A.N.C.R. Complementario Colonial Exp. No. 3604 Padrón
prar la libertad de su parentela, que por lo general
de la Ciudad de Cartago Año de 1778.
conformaba el suministro de mano de obra es-
clava al servicio de las casas de los vecinos
principales. En su investigación sobre la manu-
En los siguientes apartados evaluamos la in- misión y mestizaje durante el Siglo XVIII, Gudmund-
formación para cada una de las castas que orde- son señala tres fuentes principales de capital de
namos en el cuadro anterior. los esclavos: la producción de cacao, la especula-
ción comercial y la existencia de madres, esclavas
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o libres, que aparentemente tenían conexiones los cabeza de familia) y en los términos tan usados
con benefactores pudientes. (22) tales como entenado, criado, ahijado, etc.' (25)
La diferenciación en el mundo esclavo está Los niños "expósitos" engrosarían las anteriores
en relación directa con la capacidad de acumula- categorías. Independientemente de que fuesen
ción de patrimonio-dinero y con el dinamismo que parientes periféricos o no, las condiciones de la
presenta la movilidad social. Los enlaces y las servidumbre eran de esclavitud, según lo
uniones consensuales con mulatas y mestizas aseguraba don Tomás de Acosta, casi al finalizar
permitió a los esclavos blanquear su linaje. En la el Siglo XVIII, ya que el señor Gobernador
sociedadprovincial que analizamos,el factor étnico
fue determinante. El rango de un sirviente mestizo "ha encontrado en esta provincia el extraño
uso de poner los jueces en servidumbre a las
estaba por encima de las otras .castas (mulatos y
personas libres, ya 'grandes ya pequeños;
negros). unas veces porque son pobres y (para que)
El reclutamiento de la mano de obra mestiza no se extravien, otras (veces) por quedar
provino de la descendencia, algunas veces huérfanas y otras, en fin, con el expresivo
ilegítima, de los vecinos principales y de los es- pretexto de doctrinarlas. Este inaudito dere-
pañoles pobres. El Padrón de Vecinos de Cartago cho de esclavizar al que nace libre tiene en
de 1778 revela que en algunas casas de es- este vecindario tanta extensión que no con-
pañoles se acostumbraba llevar a algunos parien- tentos con exigir de estas infelices víctimas
tes que para "ir por la vida" debieron desem- todo el servicio a que está sujeto el más
peñarse como domésticos. Para mediados del costoso esclavo, no les dejan como a estos
Siglo XIX, Gudmundson nos muestra unas rela- el triste consuelo de mudar de dominio sino
ciones patrón-sirviente normadas por el paterna- que cuando después de bien castigados y
mal asistidos de alimento y vestuario salen
lismo. Dicha actitud se manifiesta en la concentra-
de su poder, entonces los reclaman a los
ción tanto de sirvientes muy jóvenes de los dos jueces, exponiendO los unos que desde muy
sexos, como en la de las mujeres mayores de chicas las han tenido a su cargo doc-
edad. Dichas mujeres esperarían siempre un trato trinándolas y manteniéndolas de un todo;
paternal del cabeza de familia. (23) El censo de dicen los otros que si aquella quiere salir de
1844 reporta para la ciudad de Cartago al menos su casa es con el objeto de vivir libertina y
13 hogares donde hubo 3 o más sirvientas y 3 otros alegan finalmente que habiendo
hogares donde hubo 3 o más sirvientes varones quedado huérfana y muy pequeña, se han
adultos. Dicha servidumbre se limitó a los niveles tenido el trabajo de criarla, instruirla en la
"elitistas de la sociedad".(24) , religión, enseñarla a. buscar el sustento, y
El patemalismoque según Gudmundsonprivó que ahora que los puede aliviar los deja en el
caso de servirse de sí propios. Estos son en
en las relacionespatrón-sirvienteen el Valle Central,
suma, muy poderoso Señor, los razona-
a mediados del Siglo XIX no se sustenta en las
mientos de que se valen estos vecinos para
relaciones amo-esclavo de mediados del Siglo intentar tener sobre las gentes libres un
XVIII. El esclavo fue el símbolo de prestigio más derecho de propiedad, dominio y señorío,
sobresaliente que exhibieron los vecinos princi- mayor que sobre los esclavos... Si viera
pales. El número de esclavos que mantenía el Vuestro Gobernador que a estos domésticos
cabeza de familia mostraba los límites de la osten- se les daba en todo diferente trato que a los
tación e hizo que el círculo de los privilegiados esclavos; si no supiera que no se les da un
gozase de un estilo de vida señorial. maravediz de salario; y sí al menos no oyera
En cuanto al reclutamientode la servidumbre, demandar, que una persona libre haya de
L. Gudmundson también apunta que "se dieron servir perpetuamente, y contra su voluntad;
ni su conciencia sufrirá los debates que
los casos frecuentes de individuos que, siendo
padece; ni incomodaría (yo) la atención de
parientessanguíneoso no, fueron aceptadoscomo Vuestra Alteza con esta reberente represen-
miembros familiares periféricos, a cambio de la tación". (26)
ayuda que podían prestar al hogar. Ejemplos de
esta relación pueden verse en la frecuente men- Gudmundson no aclara suficientemente las
ción de sirvientes con el mismo apellido (vis vis
á condiciones que imperan entre ros amos y sus
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oficinas que se construían anexas al cuerpo prin- protocolarizados expedidos por los vecinos princi-
cipal de la casa, e incluso en la cocina (29). pales que logramos iluminar la historia de la es-
Contrario a lo propuesto por Gudmundson, la clavitud doméstica. Lamentamos, que por la natu-
servidumbre se alojó en los aposentos anexos al raleza de las fuentes utilizadas nos viéramos
cuerpo principal de la casa y no bajo el techo de imposibilitados de hurgar más profundamente en
sus amos (30). Es en este punto donde la jerarquía la vida cotidiana de la servidumbre doméstica. No
espacial se torna más relevante, pues el espacio obstante, esta contribución podría servir de punto
reservado a la servidumbre se distingue clara- de partida para futuras investigaciones.
mente del que ocupaba la familia. Un rasgo particular salta a la vista; al com-
Sirvientes, criados y esclavos son los térmi- parar la sociedad cartaginesa de 1778 con la de
nos utilizados por los vecinos principales para 1844 notamos la relativa pérdida de importancia
referirse a su abastecimiento de mano de obra que padece la servidumbre en ese lapso de 66
servil. En nuestra perspectiva, dicha terminología años. Ello apunta a la hipótesis de que la antigua
se refiere a un problema histórico que hemos capital colonial y las familias que conformaban el
alumbrado con una nueva metodología, en cuya círculo de los prebendados pierden perrogativas
virtud, la esclavitud doméstica en el Cartago diecio- que hasta entonces se habían asegurado en la
chezco abre un nuevo capitulo en cuanto a la cúspide de la pirámide social. En el ocaso de la
reinterpretación de nuestro legado colonial. vida colonial, la suerte de la esclavitud doméstica
estaba echada.
CONCLUSION
NOTAS
Con esta investigación hemos logrado tipifi-
car los rasgos que presenta la esclavitud doméstica 1. Archivo Nacional de Costa Rica ( en adelante
en la colonia costarricense. Hemos brindado sufi- A.N.C;R.) Mortuales Coloniales de Cártago
ciente evidencia para determinar que la esclavitud (en adelante MCC) Exp. 854 (1n9) f.22 Cita
fue utilizada para la reproducción material de las fiel de la cláusula XV del testamento expedido
familias principales y como símbolo de pres_tigio. en el año de 1775 por doña María Catalina de
El esclavo se puede vender, cambiar, donar Ibarra y Moya y su esposo don Antonio de
y manumitir. No obstante, los poseedores de es- Oreamuno. Al igual que en los documentos
clavos no renunciaron fácilmente al privilegio de citados posteriormente, hemos respetado la
poseerlos, puesto que junto a las "casas de mo- ortografía original.
rada", son los bienes más caros que se exhiben en
2. A.N.C.A. Complementario Colonial. Exp.3604
los inventarios. . (1778).
La posesión de criados y esclavos la hemos
considerado como uno de los rasgos definitorios 3. A.N.C.A. MCC Exp. 854 (1779). Véase en
de una sociedad aristocratizante, en la cual la especial el inventario de bienes de esta causa.
jerarquía se representaba mediante el número de
esclavos que poseían y exhibían ante el conjunto 4. Véase al respecto: Lowell Gudmundson,
social. Sólo imaginemos como hubiera transcu- Estratificación Socio-Racial y económica de
rrido la vida de la acaudalada doña María Catalina Costa Rica 1700-1850. Editorial UNED San
de Ibarra y de otras damas principales, si no hubie- José, 1978. El argumento de la sociedad
ran tenido a su servicio las esclavas que atendían colonial multirracial es sostenido por: Doriam
su casa; preparaban las viandas, lavaban la ropa, Chavarría y María de los Angeles Acuña, El
acicalaban la casa, servían de nodrizas y quizá en mestizaje en la sociedad colonial cartagi-
más de una ocasión satisfacían al señor. nesa(1738- 1821)(Tesis de Grado. Universi-
La información manejada presenta sus limi- dad de Costa Rica, 1991), y también pusimos
taciones, y tiene un rasgo hasta cierto punto pa- atención a la reciente tesis de que en la com-
radójico, pues fue a través de los inventarios de posición étnica de los costarricenses con-
bienes, de los testamentos, y de los registros tribuyen con un peso semejante los indígenas,
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los negros y los caucasoides. Nos atenemos a 9. Silvia Marina Arrom, Las mujeres de la ciuded
la información brindada por: Ramiro Barran- de México 1790-1857, Siglo XXI editores, Mé-
tes, "Flujo génico entre diferentes grupos étni- xico 1988, pp. 20-21.
cos de Costa Rica". Proyecto de investigación
auspiciado por la Universidad, de Costa Rica. 10. A.N.C.R. MCC Exp. 854 (1779) f.19 v.
Inédito.
11. A.N.C.A. Indice de Protocolos de Cartago (En
5. Nos atenemos aquí a la acepción que se le da adelante IPC). Exp. 10 Leg. VIII (1779)
en la época analizada al término casta. Para la
legislación española la casta se refiere a la 12. A.N.C.A. IPC Leg. 11Exp. 8 Leg 11(1780).
etnia más' que a la posición socioeconómica.
Véase'Magnus MOrner, La mezcla de razas en 13. A.N.C.A. IPC Exp. 11 Leg; IX (1795).
./a Historia de América Latina, Paidós, Buenos
Aires 1969 Y del mismo autor, "Economic
¡ 14. A.N.C.A. IPC Exp. 2 Leg. VII
'Factors and.Stranñcanon in, Colonial Spanish
Américai,with special Regardto Elites", en 15. A.N.C.A. MCC Exp: 1350 (1812) f. 22.
Hispanic Amerícan+ustorícat Review 63(2),
';1984 'pp~477-501.' Támbién: Patricia Seed, 16. Lowell Gudmundson.: costs Rica antes del
"Social Dímensons of Race: Mexico City¡ 1753", Café, Editorial Costa Rica San José 1990 p.
en Hispanic American Historical Review 62(4), 148.
1982, pp.569-606. Y para el caso específico
de Cartago en el siglo XVIII véase: Chavarría" 17. Gudmunson, Costa Rica, p. 150 .
. .y, ~g~ña, El mestizaje" pp. ~-51. Aunque para
esta autoras las castas deben .ser entendidas 18. Gudmunson, Costa' Rica, p~ 150;
; ·f " ,. '.' ~,
. como conñquradoras de grupos socioeconómi-
.' 00$ Y nO Como g¡'u~ élnicos emergentes. "Sin 19. A.N.C.A. IPC 1036 Exp. 6 Leg. X (1808).
"embarga: 'el q(ielos negros Y mestizos estuvie-
., 'ah exchJictos de las funciones civiles, religiosas 20. S. L. Flandrín; Orígenes de la familia moderna
. :'y Político-'ádminist'réltivas fue' más una razón Ed. Crítica, Barcelona, 1979, p. 85.
ét.~i6~que '~oq~?\-~?nÓmic~.
21. Gudmundson, Costa Rica, p. 148, 149, 150.
6. Los hijos que tuvieron los señores con 'las cria-
22. Gudmundson, ,Estratificación,p. 38 .
das no son registrados como tales, además los
esclavos por lo general toman el apellido de la 23. Gudmundson, Costa Rica, p. 149-150.
familia donde sirven. Bajo estas circunstan-
cias es' difícil conocer, la dimensión del mesti- 24. Gudmundson, Costa Rica, p. 154-155.
zaje hacia el i~teri()r del grupo dominante.
\ 25. Gudmundson, Costa Rica, p. 148-149.
7. En este-sennoo podemos apuntar los esclavos
que huían de la tiranía de sus amos y procura- 26. Gudmundson, Costa Rica, p. 149
ban servir a otros señores, las donaciones de
esclavos que se hacían entre parientes y los 27. El esclavo era un doméstico en el sentido en
esclavos de que éran abastecidos los miem- que jamás vivía en su casa propia, sino siempre
bros del grupo dominante mediante el comer- en la casa de su amo. Al tener que servir por
cio ilícito. Además, los esclavos que nacían compulsión, no podía sino vivir "en familia"
por el ciclo natural de reproducción no eran bajo una constante vigilancia. Lo mismo que el
registrados como "piezas nuevas" en los doméstico, el esclavo podía ser empleado en
Registros Notariales. toda clase de tareas, domésticas o producti-
vas, sin que se modificara por ello su condición
8. A.N.C.A. Complementario Colonial. Exp. 3604 social. Ver: Flandrín, Orígenes, p. 84.
(1778).
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historia de Costa Rica
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