Lista a pedido.

Ya llevo algún tiempo intentando escribir alguna lista, pero no se ni de que quiero hacer la
lista; le doy vueltas a mis ideas pero ninguna me conforma. Primero pensé en hacer una
lista de los objetos que tengo en mi casa, las historias que los rodean y porque creo que los
tengo, pero como dije en el escrito de los recuerdos cuando se trata de los objetos que he
recogido no me gusta pensar mucho en el cómo y en el porque. Así que esa no va a ser la
lista, aunque tal vez sería las más fácil, y tal vez conformaría a muchxs que querían saber
más sobre los objetos; pero no, esa no va a ser la lista.
La segunda lista que pensé fue una lista de todas las casas en las que he vivido y todo lo
que recuerdo sobre ellas, no tanto sobre quienes vivían en ellas, sino sobre cómo eran esas
casas. Pero la verdad he vivido en demasiadas casas como para hacer una lista completa y
no aburrirme haciéndola; además quien quiere saber cuántas fueron o donde estaban, o en
cuantas compartí cuarto y en cuantas no. La tercera idea creo que fue la más vaga de las
tres: Hacer una lista de todas las personas con las que viví en cada casa. Ni siquiera voy a
explicar porque no la hice porque creo que las razones para no hacer la segunda se aplican
también a la tercera. En realidad no se si era una idea vaga, tal vez solo era tarde y ya no
quería pensar en más listas.
Al día siguiente seguí pensando en más listas posibles. La primera del día, la cuarta en
general, sonaba prometedora pero no logró serlo; necesitaba comprar algunas cosas y
pensé que podría escribir algo a partir de eso, pero no. Me aburrí tanto haciendo las
compras que la idea de sentarme y pensar más tiempo en ellas era inconcebible. Así que
decidí pasar a la siguiente idea. Solo había un problema, no tenía otra idea. Por un
momento pensé en darle una segunda oportunidad a una de las ideas que ya había
pensado, menos a la primera. Comencé a escribir la segunda, la de las casas, pero me
aburrí bastante rápido. La tercera ni intenté escribirla porque se me había mezclado con la
segunda en el intento de escribirla; así que otra vez la opción que tenía era hablar de mi
lista de compras ,pero por segunda vez, y como era esperable decidí no terminarla.
Pensé en muchas más ideas para hacer listas pero ninguna me convencía. Eran tan malas
que ni siquiera voy a escribirlas aquí, prefiero fingir que no las pensé y que no tuve nada
que ver en que casi existan. En un acto un poco desesperado comencé a escribir esto, un
poco para distraerme y otro poco para dejar de pensar que puedo hacer una lista con
cualquier cosa que me pase en el día; porque a decir verdad odio hacer listas y peor una
lista a pedido.