HERNANDEZ La incorporación de México al Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) en 1986 marcó un hito en la historia económica del país. Este acuerdo, firmado por 118 países en 1947, buscaba promover el comercio internacional y la cooperación económica entre sus miembros. México, que en esa época estaba experimentando una crisis económica, vio en el GATT la oportunidad de abrirse a nuevos mercados y fortalecer su economía.
Desde su adhesión al GATT, México experimentó un aumento
significativo en sus exportaciones, principalmente en sectores como la industria automotriz, la agricultura y la manufactura. Al eliminar barreras arancelarias y facilitar el acceso a nuevos mercados, el país pudo diversificar su base exportadora y fortalecer su posición en el comercio internacional. Además, la competencia que impuso el GATT llevó a una mayor eficiencia y calidad en la producción, lo que benefició a los consumidores mexicanos al ofrecerles una mayor variedad de productos a precios competitivos.
Por otro lado, la apertura comercial también trajo consigo desafíos
para México. La eliminación de aranceles y la liberalización de su economía expusieron a la industria nacional a la competencia extranjera, lo que provocó la desaparición de empresas locales y la pérdida de empleos en ciertos sectores. Además, la dependencia de las exportaciones como motor de crecimiento económico hizo a México vulnerable a las fluctuaciones del mercado internacional y a las crisis económicas globales.
Una figura clave en el proceso de incorporación de México al GATT
fue el entonces presidente Miguel de la Madrid, quien impulsó las reformas económicas necesarias para cumplir con los requisitos del acuerdo. Su política de apertura comercial y de liberalización económica sentó las bases para la transformación de la economía mexicana y su integración en el mercado internacional.
Otra figura influyente en este proceso fue Carlos Salinas de Gortari,
quien sucedió a de la Madrid en la presidencia y continuó con las reformas económicas iniciadas por su antecesor. Bajo su gobierno, México firmó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1994, expandiendo aún más sus horizontes comerciales y fortaleciendo su posición en el mercado global. En cuanto a las perspectivas futuras, la reciente renegociación del TLCAN bajo el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T- MEC) ha planteado nuevos retos y oportunidades para México en el ámbito del comercio internacional. Si bien este acuerdo ha modernizado ciertos aspectos del TLCAN y ha fortalecido la relación comercial entre los tres países, también ha generado controversias en sectores como la agricultura y la industria automotriz.
En conclusión, la incorporación de México al GATT ha tenido
beneficios significativos para su economía, como el aumento de las exportaciones y la diversificación de su base productiva. Sin embargo, también ha enfrentado desafíos, como la exposición a la competencia extranjera y la dependencia de las exportaciones como motor de crecimiento. A través de figuras clave como de la Madrid y Salinas de Gortari, México ha logrado integrarse en el mercado internacional, sentando las bases para un futuro económico más próspero y competitivo.
El TLC y la formación de una región / NAFTA and the Building of a Region: Un ensayo desde la prespectiva mexicana / An Essay from the Mexican Perspective