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Ismael Murillo Torres 2ºBach A

Contexto Filosófico-Cultural Descartes


Contexto Cultural
Desde el punto de vista cultural su tiempo histórico es el Barroco, época con un tono general
pesimista debido a la confrontación teológica entre católicos y protestantes que Descartes participó.
Otro rasgo cultural interesante de esta época es la invención y desarrollo de la imprenta, que permite
que el ámbito de la cultura salga de los círculos eclesiásticos haciéndose accesible a personas ajenas
a la religión. De ahí también que el latín comience a no ser la lengua culta en exclusiva y se publiquen
muchos libros en las lenguas nacionales.
Bertrand Russell trata en su Historia de la Filosofía occidental que el cansancio intelectual que la
Guerra de los Treinta Años tuvo el efecto de desviar la atención de las mentes más brillantes (entre
ellas la de Descartes) hacia temas no religiosos, especialmente la ciencia y las matemáticas.
Un hecho tuvo singular importancia en la vida intelectual de Descartes: su conocimiento de la
condena de Galileo por el tribunal de la inquisición en Roma. Descartes tuvo miedo de que algunas
de sus ideas pudiesen ser objeto de un juicio parecido y, por ello, decidió no publicar su Tratado del
mundo y publicar varias obras de forma anónima. Sólo unos años más tarde, en 1637, publicó una
parte de su obra científica, Dióptrica, Meteoros y Geometría, precedida, como introducción
metodológica, por el Discurso del Método. Todas estas “precauciones” le sirvieron de poco, ya que
en 1643 el Consejo de la Universidad de Utrecht condena a Descartes por ateísmo y tras su muerte
serán condenadas algunas de sus principales obras por la Iglesia.
Contexto filosófico
Desde el punto de vista filosófico, podemos decir que ya hacía algún tiempo que Dios había dejado
de ser el centro de la preocupación filosófica convirtiéndose el hombre en el objeto principal de la
filosofía dando lugar al antropocentrismo. La escolástica medieval basada en el realismo aristotélico
entra en crisis principalmente por causa del Nominalismo de Ockham que supone la ruptura entre fe
y razón. Este es el terreno en el que Descartes es considerado el fundador y principal representante
de la corriente racionalista. La pérdida de autoridad de Aristóteles y de la Biblia, y la situación de
crisis llevaron a la filosofía a centrar su interés en el conocimiento. El problema del método pasa al
primer plano, ya que investiga sobre los conocimientos verdaderos. Se proponen soluciones que
dieron lugar a tres líneas de pensamientos: el racionalismo (Descartes), el empirismo y el
escepticismo.
Esta corriente racionalista toma como referencia la ciencia moderna (Galileo, Bacon, Kepler) y como
modelo el método matemático. Además, como el propio nombre indica, conceden a la razón, el
conocimiento teórico, una importancia radical, aceptando el innatismo de los principios esenciales
del conocimiento y despreciando el conocimiento sensorial como fuente fiable. Leibniz, Spinoza y,
por supuesto el propio Descartes son los principales representantes del Racionalismo.
Históricamente, el Racionalismo encuentra su oposición en el Empirismo británico de Locke y Hume,
que representan la oposición radical fomentando la información sensorial, la fuente y el límite del
conocimiento humano.
También se desarrollaron otras ciencias como la física y la astronomía habían estado dominadas por
Aristóteles y Ptolomeo. Copérnico, Kepler y Galileo gestaron una revolución científica que provocó la
caída del modelo geocéntrico y la consolidación del heliocentrismo. Todos los avances, tanto
científicos como geográficos, fueron posibles gracias a la matematización de las ciencias. Así con lo
matemático como modelo y frente al escepticismo, Descartes afronta un proyecto metodológico que
le permita superar la crisis, ya que solo las matemáticas proponían demostraciones indudables.
El escepticismo sostuvo la imposibilidad de encontrar nuevos referentes sólidos para alcanzar la
verdad. Montaigne, fue el representante en Francia, del que Descartes copia expresiones literales y
las añade en la “Segunda Parte” del Discurso del método. La estrategia cartesiana empezará por
vencer el escepticismo con sus propias armas, transformando la duda escéptica en metódica.
El modelo de Francis Bacon pretende conseguir una inducción para establecer una afirmación
universal. Al científico le interesa conocer y expresar en leyes las propiedades físicas de los cuerpos.
El método para hallar dichas leyes es la realización de tablas en las que se anota la presencia,
ausencia y el grado de frecuencia de un fenómeno.
El método resolutivo-compositivo de Galileo permite expresar los fenómenos en lenguaje
matemático. Galileo defiende que la naturaleza está “escrita” en lenguaje matemático, por lo que su
conocimiento sólo será posible descifrando sus relaciones y expresándolas en fórmulas. Para ello
propone tres pasos: resolución, composición y resolución experimental. El mundo físico de Descartes
también será un mundo matematizado. Asimismo, resolución y composición estarán presentes en el
análisis y la síntesis en el Discurso del Método.

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