Machine Translated by Google

itI dr sCi
i ar
yo
pag
norte
y METRO

i mi
norte diC

Revista JBR de Interdisciplinariedad

mi
mi a
norte norte
d
Seriwatanachai D, et al., J Interdiscipl Med Dent Sci 2015, 3:2 DOI:
F
o D
mi

Medicina y Ciencias Dentales

ayo norte
norte

jr ISSN: 2376­032X
ayo t
10.4172/2376­032X.1000172
jBR
otu
mi
norte
Cmi
i CS

Artículo de investigación Acceso abierto

Referencia y técnicas utilizadas en la clasificación ósea alveolar

Dutmanee Seriwatanachai1 , Sirichai Kiattavorncharoen2 , Nawakamon Suriyan2 , Kiatanant Boonsiriseth2 y Natthamet Wongsirichat2 *

1Departamento de Biología Oral, Facultad de Odontología, Universidad Mahidol, Bangkok, Tailandia

2Departamento de Cirugía Oral y Maxilofacial, Facultad de Odontología, Universidad Mahidol, Bangkok, Tailandia

*Autor para correspondencia: Profesor Natthamet Wongsirichat, Departamento de Cirugía Oral y Maxilofacial, Facultad de Odontología, Universidad de Mahidol, 6 Yothi Street,
Rajathevee, Bangkok, 10400, Tailandia, Tel: +66­220078495; Fax: +66­22007844; Correo electrónico: natthamet.won@mahidol.ac.th

Fecha de recibido: 27 de enero de 2015, Fecha de aceptación: 28 de marzo de 2015, Fecha de publicación: 02 de abril de 2015

Derechos de autor: © 2015 Seriwatanachai D, et al. Este es un artículo de acceso abierto distribuido bajo los términos de la licencia de atribución de Creative Commons, que permite el uso, la
distribución y la reproducción sin restricciones en cualquier medio, siempre que se acredite al autor original y la fuente.

Abstracto

La pérdida de hueso marginal que generalmente se observa alrededor del implante dental ha sido bien documentada y
esperada. Se ha relacionado con la auto­reacción al cuerpo forense de cada paciente así como la interfase osteointegrada. La
cantidad y la calidad del hueso del sitio del implante pueden ayudar a definir la interfaz implante­hueso, lo que a su vez afecta la
estabilidad primaria de la colocación inmediata del implante. El análisis de la calidad del hueso antes de la cirugía proporciona
información vital durante la planificación del tratamiento con implantes dentales. Además, ayuda a predecir el éxito posquirúrgico.
Sin embargo, la clasificación de la calidad ósea es difícil de seguir clínicamente, ya que las evaluaciones táctiles están sujetas a
variaciones entre los cirujanos. Aunque las técnicas de imagen, como la tomografía computarizada (TC) o la tomografía
computarizada de frijol cónico (CBCT), son útiles para determinar la calidad del hueso, la exposición a la radiación y su precisión
siguen siendo motivo de preocupación. Este artículo revisa las técnicas comunes y las referencias utilizadas en la clasificación
ósea dental, así como los informes recientes del análisis histomorfométrico y los componentes moleculares. Es bien sabido que
la conciencia clínica de evaluar la cantidad de hueso que rodea el sitio del implante mediante el método apropiado es
fundamental para obtener un resultado exitoso.

Palabras clave: Aumento de reborde alveolar; Formación ósea; porción, el cuerpo y dos porciones perpendiculares. Usando una tomografía
osteointegración; Histomorfometría; Guía práctica computarizada (TC), se recolectó el valor de la unidad Hounsfield (HU) de 4
cuadrantes de la boca de más de cientos de sitios edéntulos, ambos sexos con un

Introducción rango de edad de 18 a 89. Basado en el número de HU, se ha demostrado que la

región más densa está en la mandíbula anterior>maxilar anterior>maxilar
La estructura ósea de la mandíbula humana es irregular en forma y tamaño posterior>mandíbula posterior, respectivamente [11]. Las diferencias de densidad
debido a un modelado no uniforme durante la embriogénesis y los primeros años de vida.en cada zona están asociadas a la pérdida de anclaje ya situaciones clínicas como
La mandíbula muestra una cortical más gruesa y un hueso trabecular más denso en
retracción anterior y posterior o distalización de molares. Estos problemas dieron
comparación con el maxilar, mientras que se reconoce que el trabecular en las lugar a una serie de estudios sobre la densidad trabecular y cortical en sitios
partes posteriores de ambos arcos tiene menor densidad y grosor [1­3]. particulares, es decir, áreas de incisivos, caninos, premolares bucales y palatinos y
Los estudios clínicos prospectivos revisaron que la tasa de fracaso total de la molares. Solo dentro de la mandíbula, el hueso cortical bucal en el incisivo mostró
estabilidad del implante está asociada con la calidad del hueso que rodea el sitio del la densidad más baja, mientras que el retromolar muestra la densidad más alta. Por
implante [4,5]. Estas observaciones enfatizan la promesa del análisis estructural otra parte, la tasa de fracaso de los implantes de tornillos se informó de alta en la
óseo en cada cirugía de implante dental, especialmente en el maxilar más delgado, zona posterior de la mandíbula. Posiblemente se debió a la generación excesiva de
donde la estabilidad primaria puede ser difícil de lograr. A pesar de los estudios calor del hueso cortical denso dentro del área [12].
realizados en las últimas décadas, la integración de varias herramientas utilizadas
en la clasificación del tipo de hueso seguía sin estar clara. Hasta el momento, la
Usando una escala radiográfica para determinar la calidad del hueso, las dos
tecnología dental y las guías quirúrgicas apuntan a la necesidad de conocer la
densidades más altas de corticales alveolares y bucales basales en el maxilar se
calidad ósea y el comportamiento mecánico del hueso [6­8]. La estabilidad del
ubicaron en los sitios de caninos y premolares, mientras que los sitios de incisivos y
anclaje del implante en el hueso garantiza de manera crucial el éxito del implante y,
premolares captaron un rango similar de densidad. En particular, los retromolares
por lo tanto, la calidad y la cantidad del hueso local son factores que deben tenerse
superiores en todas las regiones se clasificaron solo en tipo III o IV según la
en cuenta en la evaluación de rutina. El propósito de esta revisión fue elaborar el
clasificación de Misch, lo que implicaba que se podía esperar una gran pérdida de
sistema de clasificación, así como las técnicas utilizadas en la calificación de la
anclaje en los dientes posteriores superiores. Además, la densidad del hueso
cresta ósea alveolar.
esponjoso en el maxilar es comparable a la de la mandíbula (incisivo, premolar y
molar), excepto el retromolar y el canino, que se informó que tienen la densidad más
Información básica sobre la densidad ósea en los maxilares humanos baja de todos los sitios en el hueso maxilar [13].
La posición de los dientes mandibulares y maxilares es comúnmente divergente
a la posición del hueso basal. El hueso alveolar y la cresta basal varían entre sí, ya Referencia utilizada en la clasificación del hueso alveolar
que se ha demostrado más evidencia en los diferentes patrones de reabsorción
Lekholm y Zarb (1985): Lekholm y Zarb (L&Z) [14] proponen la referencia más
después de la pérdida de dientes [9,10].
antigua y más utilizada en el sistema de clasificación ósea, que se basa en la
La mandíbula es el hueso más grande y fuerte de la cara debido a la recepción de
radiografía convencional y el componente histológico [6,7,15]. La clasificación de
los dientes inferiores. Consiste en una curva, horizontal
cada tipo de hueso es

J Interdiscipl Med Dent Sci Volumen 3 • Número 2 • 1000172

ISSN:2376­032X JIMDS, una revista de acceso abierto
Machine Translated by Google
Cita: Seriwatanachai D, Kiattavorncharoen S, Suriyan N, Boonsiriseth K, Wongsirichat N (2015) Referencia y técnicas utilizadas en Alveolar
Clasificación ósea. J Interdiscipl Med Dent Sci 3: 172. doi:10.4172/2376­032X.1000172
descrito en imágenes esquemáticas como se presenta en la Tabla (Figura 1). Ha habido
muchos estudios que intentaron relacionar la clasificación de Lekholm y Zarb con sus
parámetros y técnicas [16]. Todavía no está claro en la evaluación radiográfica si el estudio
de Lekholm y Zarb se realizó durante la cirugía o antes de la cirugía. Además, la precisión
global de esta clasificación reportó un porcentaje bajo (<50%) cuando se compara con una
radiografía simple con y sin imagen de referencia de una morfología ósea trabecular. El
porcentaje de precisión más bajo (28%) se encontró cuando la clasificación se aplicó con
una escasa trabeculación de la mandíbula [2,17]. Todo lo mencionado anteriormente, es
plausible que el volumen trabecular visto en la mandíbula humana fuera diferente de las
imágenes de dibujo esquemático L&Z, lo que sugiere que esta característica puede no ser
relevante para la mandíbula humana que está bien compuesta de trabeculaciones densas/
escasas [18].
Figura 1: Tabla que representa técnicas y referencias utilizadas en la clasificación ósea
en odontología.
Misch (1990­2008): siguiendo la clasificación de Misch, el tipo de hueso se definió de
acuerdo con cuatro grupos de densidad (D1–D4) en todas las regiones de los maxilares
según la morfología descriptiva y el análogo táctil del clínico (Figura 2). Últimamente, estos
datos se utilizaron para comparar con la ubicación anatómica y la escala radiográfica [19].
Figura 2: Tabla que representa la clasificación de la cresta del hueso edéntulo seguida
de la cantidad tridimensional (3D) de la forma y el volumen del hueso alveolar.
J Interdiscipl Med Dent Sci
ISSN:2376­032X JIMDS, una revista de acceso abierto
Página 2 de 5
El tipo de hueso D1 representa una cortical densa homogénea, que se encuentra
principalmente en las mandíbulas anteriores con una reabsorción ósea moderada [20]. El
hueso lamelar cortical en el tipo D1 contribuye principalmente a la densidad.
Esto induce la cicatrización con poca formación de tejido óseo intermedio y garantiza una
excelente estabilidad primaria junto al implante. Además, la osteointegración más fuerte
posquirúrgica en este tipo se deriva del alto contacto hueso­implante. Sin embargo, la
menor cantidad de vasos sanguíneos y la generación de calor en la porción apical del
hueso D1 pueden causar algunos problemas con un suministro nutricional insuficiente y
una cicatrización ósea retrasada. D2 es una combinación de hueso cortical denso a poroso
en la cresta y hueso trabecular del 40% al 60% en el interior, con mayor frecuencia en la
mandíbula anterior, seguida de la mandíbula posterior. Este tipo de hueso proporciona una
excelente cicatrización de la interfaz del implante y una osteointegración predecible. El
suministro de sangre justo dentro del tejido óseo permite el sangrado durante la osteotomía,
lo que a su vez es muy útil para reducir el sobrecalentamiento durante la preparación del
lecho quirúrgico.
D3 se compone de hueso cortical poroso más delgado en la cresta y hueso trabecular fino
dentro de la cresta. Las porciones internas de las trabéculas se encuentran en menos del
50%. El hueso D3 se encuentra con frecuencia en el maxilar anterior y las regiones
posteriores de la boca en cualquiera de los arcos. Sin embargo, el maxilar anterior D3
suele tener una cresta más estrecha que su mandibular D3. No solo es más débil que el
hueso D2, el contacto hueso­implante también es menos favorable en el hueso D3, lo que
provoca un mayor riesgo de fracaso del implante. El hueso D4 tiene la menor densidad
trabecular con poco o ningún hueso cortical crestal. Es la estructura opuesta de D1 (hueso
cortical denso). Las localizaciones más comunes de este tipo de hueso son la región
posterior del maxilar. Rara vez se observa en mandíbula.
Las trabéculas óseas pueden ser hasta 10 veces más débiles que el hueso cortical de D1.
Además, el contacto hueso­implante después de la carga inicial suele ser inferior al 25 %,
ya que el hueso es escaso, la fijación inicial de cualquier diseño de implante presenta un
desafío quirúrgico. El fracaso del implante después de la carga inicial reportó la puntuación
más alta en este tipo. Además, lleva más tiempo integrarse con el implante después de la
colocación.
A menudo se requiere injerto óseo o expansión para mejorar la fijación inicial del implante,
así como también se sugirió la carga incremental de los implantes con el tiempo para
mejorar la estabilidad en este tipo.
Clasificación de la Universidad de California Los Ángeles (UCLA): La Universidad de
California Los Ángeles (UCLA) definió una clasificación del hueso alveolar edéntulo según
el volumen y la forma del hueso en tres dimensiones. El volumen óseo en las dimensiones
horizontal y vertical se evaluó mediante la observación del médico durante la colocación
del implante en la posición de conducción restauradora ideal. Por grado de volumen
deficiente de la cresta en patrones horizontales apicales, se caracterizaron hasta 8 clases
[21]. Recientemente, esta clasificación fue modificada y reagrupada en cuatro tipos, como
se muestra en la Figura 2. El tipo I es un caso con suficiente hueso en dimensiones
horizontales y verticales, lo que lo hace ideal para la colocación de implantes. El tipo II es
un caso con volumen óseo insuficiente en el lado bucal. El tipo III es un caso con hueso
alveolar en forma de cuchillo o con deficiencia importante de volumen óseo en el lado
bucal, pero con alturas suficientes. El tipo IV es un caso con alturas y anchuras alveolares
insuficientes con todos los lados del implante expuestos. El Tipo IV es completamente
opuesto al Tipo I en esta categoría [21].
Integración de técnicas utilizadas en la medición de la calidad ósea
La evaluación táctil: Las evaluaciones táctiles son las no invasivas
método para evaluar la calidad del hueso. Son los más aplicables, aunque subjetivos, para
la evaluación de la resistencia a la perforación. Estos métodos se registran durante la
cirugía o después de la cirugía (es decir, torque de inserción, periotest). Tiene que ser
tomado en la percepción temprana de que el clínico
Volumen 3 • Número 2 • 1000172
Machine Translated by Google

Cita: Seriwatanachai D, Kiattavorncharoen S, Suriyan N, Boonsiriseth K, Wongsirichat N (2015) Referencia y técnicas utilizadas en Alveolar
Clasificación ósea. J Interdiscipl Med Dent Sci 3: 172. doi:10.4172/2376­032X.1000172

Página 3 de 5

la experiencia y la forma/estructura del implante que refleje la evaluación del fresado en
cada estudio estarán involucradas en la evaluación y el resultado. Por ejemplo, la
evaluación de los pares de inserción, los dispositivos electrónicos ofrecen un programa
computarizado para leer simultáneamente el valor del par de resistencia para evaluar la
densidad ósea. Para evitar sesgos durante la prueba, se sugiere genuinamente que un
solo operador experimentado debe realizar toda la instrumentación y el juego de brocas
debe cambiarse cada 10 osteotomías o menos. El valor de los torques de inserción
normalmente se registra cada cuarto de vuelta medido por percepción táctil subjetiva
durante la preparación del implante. Hay muchos escenarios posibles que pueden ocurrir.
Por ejemplo, el par premáximo y el número de roscas supraalveolares se obtienen antes
de la inserción completa con una llave manual. Por otro lado, la inserción completa puede
completarse mientras también se alcanza el par premáximo. Por último, la inserción
completa se completa antes de que se alcance el torque premáximo, por lo tanto, el
implante cónico se puede reemplazar y volver a medir en este escenario [19,22]. El estudio
clínico retrospectivo determinó una fuerte correlación entre los valores de torsión de
inserción (ISV) y el cociente de estabilidad del implante (ISQ), así como la densidad ósea
media (P<0,001) de más de cien implantes en cuarenta y dos voluntarios [23]. Además, se
informó la correlación entre los valores de resistencia de inserción y los parámetros de
micro CT, como el número trabecular (TbN), el volumen óseo/volumen tisular (BV/TV), el
factor de patrón óseo trabecular (TbPf). Además, la correlación más alta se encontró entre
el ISV y las variables de densidad ósea como BV y BV/TV. Sin embargo, el ISQ y la
densidad ósea de hueso vivo o de cadáver no mostraron ninguna correlación [24,25].
de TC. CBCT genera haces en forma de cono y las imágenes se adquieren en una rotación
por un intensificador de imagen de detector de panel plano [31­33]. Se puede acceder al
área de interés desde varios puntos de vista diferentes, así como desde vistas
tridimensionales. Durante la rotación entre 150 y 600 imágenes de proyección planar
secuenciales del campo de visión (FOV) se adquieren en un arco completo o parcial. La
técnica más utilizada en CBCT médica es la proyección de máxima intensidad (MIP) debido
a su simplicidad y pasos fáciles de usar. Esta técnica proporciona una indicación del ancho
bucolingual máximo disponible (vista axial), por lo que es una imagen muy útil para el
implante. Los CBCT son de fácil acceso, con un costo adecuado para el paciente y están
asociados con niveles bajos de dosis de radiación. Se informó que las dosis de radiación
son 15 veces menores que las de las tomografías computarizadas convencionales. La
exposición a la radiación dramáticamente baja es preferible para los pacientes que tienen
trastornos subyacentes, ya que se cree que es la ventaja más importante de usar CBCT
en lugar de CT. Es importante señalar que aunque la colocación de implantes asistida por
computadora es una técnica común; la desviación lineal y angular debida a la posición del
arco puede ser una preocupación importante para la interpretación [33,34].
Se registró la resistencia subjetiva de la mano durante cuarenta y dos cirugías
de implantes para compararla con el valor de HU obtenido de CBCT y CT. El HU medio de
CBCT muestra un valor proporcionalmente más alto que el de CT. Las densidades óseas
se clasifican entre todos los tipos de huesos (Figura 3). Aunque la densidad media de HU
del tipo de hueso D2 y D3 obtenida de CT es un poco más clara que la de CBCT, la
dificultad para distinguir entre D2 y D3 permanece en ambos análisis. Esta superposición
también se informó cuando se asoció con la evaluación de la resistencia de la mano del
cirujano durante la perforación ósea [35].

La escala de radiografía, unidad Hounsfield (HU)

La tomografía computarizada (TC) es un método bien establecido para evaluar la
densidad ósea y proporcionar datos cuantitativos para el hueso trabecular y cortical. En
odontología, se introdujo la tomografía computarizada para la evaluación preoperatoria
de los candidatos a implantes dentales [26]. Como resultado de la imagen anatómica
tridimensional, proporciona un conjunto visual de imágenes en las dimensiones mesiodistal,
bucolingual y superioinferior juntas dentro del hueso maxilar. Esta tecnología permite a los
médicos determinar el grosor alveolar que rodea el lecho del implante. Los stents acrílicos
quirúrgicos pueden ser una herramienta útil para aplicar antes de la tomografía
computarizada para establecer la precisión [27]. El escaneo produce imágenes axiales
perpendiculares al eje largo del cuerpo que crea las imágenes. La imagen axial tiene
260.000 píxeles y la unidad de número CT, definida por la unidad Hounsfield (HU), se
relaciona con la densidad dentro del píxel. La escala HU proporciona una evaluación
cuantitativa de la densidad ósea medida por su capacidad para intensificar un haz de rayos
X.
La escala lineal se puede configurar en dos puntos, desde aire seco (menos 1000 HU)
hasta agua pura (0 HU). Varios estudios investigaron la densidad ósea en un hueso vivo o
hueso cortical de cadáver, que mostró un rango de escala de 1000 a 1600 [28]. Una de sus
limitaciones es la escala final de las muestras, ya que en su mayoría varían según el tipo Figura 3: Correlación de la densidad de perforación con análisis CT y CBCT: unidad

de especímenes, el modelo del instrumento, la configuración y la experiencia del Hounsfield (HU); D1 >1250; D2: 850­1250; D3: 350­850; D4:150­350; D5 <150.

investigador. Los datos obtenidos de la tomografía computarizada se utilizaron para

incorporarlos a la clasificación de Misch [29]. Se requería una diferencia media de al menos
180 HU por llamada clínica para discriminar un nivel de densidad radiográfica entre otros
niveles [30].
Análisis histomorfométrico
La histomorfometría ósea se ha inferido como un método estándar de oro para
La tomografía computarizada de haz cónico (CBCT) está determinada por los elementos la evaluación de la microarquitectura ósea, ya que permite el análisis bidimensional, la
de volumen individuales o vóxeles y las dimensiones dependen principalmente del tamaño
estimación inferida de la organización espacial de la configuración de la red trabecular
de píxel del área investigada. La resolución del área de dirección se da en submilimétricos
medida a partir de un conjunto de secciones histológicas [36]. Los parámetros
para la evaluación de la calidad ósea de los implantes dentales [27,31]. El bloque cúbico
histomorfométricos se obtuvieron utilizando las fórmulas propuestas por Parfitt et.al 1983
3D de datos conocido como "vóxel" representa un grado de absorción de rayos X. Los
para explicar las composiciones óseas [37,38]. De acuerdo con la clasificación ósea
valores de Voxel obtenidos de las imágenes CBCT no son valores absolutos, como los
propuesta por Lekholm
valores HU obtenidos

J Interdiscipl Med Dent Sci Volumen 3 • Número 2 • 1000172

ISSN:2376­032X JIMDS, una revista de acceso abierto
Machine Translated by Google
Cita: Seriwatanachai D, Kiattavorncharoen S, Suriyan N, Boonsiriseth K, Wongsirichat N (2015) Referencia y técnicas utilizadas en Alveolar
Clasificación ósea. J Interdiscipl Med Dent Sci 3: 172. doi:10.4172/2376­032X.1000172
y Zarb, el Tipo I indicaba un hueso cortical homogéneo con una cavidad medular pequeña,
mientras que el Tipo III o el Tipo IV son más heterogéneos, compuestos principalmente por la
porción de trabéculas con una capa delgada de hueso cortical. Por lo tanto, las correlaciones
encontradas entre BS/BV, Tb.Th, Tb.Sp y la clasificación de Lekholm y Zarb pueden no estar
armonizadas.
Pereira y sus colegas estudiaron un análisis histomorfométrico correlacionado con la clasificación
de Lekholm y Zarb en biopsia ósea de 32 sitios de implantes. Se analizaron al menos dos
campos en promedio en cada espécimen óseo. Se midieron la longitud total del hueso, el área
del hueso y el área total del tejido (blando y duro). Los resultados demostraron que los tipos I o
II se asociaron con una BS/BV más baja, una Tb.Th más alta y una Tb.Sp más baja, mientras
que los tipos III y IV se asociaron con una Tb.Th más baja, una Tb.Sp más alta y una BS/BV
[39]. ]. Sin embargo, la correlación positiva entre la clasificación de Lekholm y Zarb y el
parámetro histomorfométrico se encontró significativamente solo cuando se comparó con BV/
TV y Tb.Sp. Sugirió que una sola variable no debería usarse únicamente para definir un tipo de
hueso. Otro estudio se realizó en comparación entre los cuadrantes anatómicos de la mandíbula.
Se informó que el maxilar posterior tiene el volumen trabecular más bajo con un grosor más
delgado y un número trabecular más bajo (Tb.N) en comparación con otros cuadrantes [40]. Se
utilizó el porcentaje medio de volumen óseo histomorfométrico (BV/TV) de las biopsias para
correlacionar con la puntuación clínica basada en la clasificación de Misch, como se muestra en
la Figura 4 [35].
Figura 4: Parámetro histomorfométrico, porcentaje medio de volumen óseo (BV/TV) en
diferentes puntuaciones evaluadas a mano.
Un amplio rango de desviación demostró una superposición entre el tipo D2 y D3 según la
clasificación de Misch. Esto podría implicar que esta clasificación puede no ser práctica para
indicar la densidad ósea real y puede no ser válida para los cuatro tipos de huesos. Además de
los aspectos histomorfométricos, los eventos biológicos o moleculares también involucran el
metabolismo óseo que puede influir en la microarquitectura ósea. En este contexto, el proceso
de remodelado óseo ocurre en sitios discretos en las superficies óseas corticales y trabeculares,
e involucra acciones secuenciales de osteoclastos y osteoblastos en hueso normal y patológico
[41].
Parámetros moleculares e inmunohistoquímica
La unidad multicelular ósea que se integra en el mecanismo de remodelación ósea está
regulada por una diafonía entre osteoblastos y osteoclastos. Una vía de regulación crucial
implica el equilibrio del factor nuclear activado por receptor қB (RANK), el ligando del factor
nuclear activado por receptor қB (RANKL) y la osteoprotegerina (OPG) [41]. Estas proteínas,
así como sus expresiones de ARNm, se utilizaron en la validación de la clasificación del tipo de
hueso. Un estudio reciente reportó la correlación
J Interdiscipl Med Dent Sci
ISSN:2376­032X JIMDS, una revista de acceso abierto
Página 4 de 5
entre aspectos clínico­radiográficos y parámetros moleculares de espécimen endoóseo obtenido
del sitio de implante en población sana. RANKL, OPG y catepsina K (una cisteína proteasa
expresada en osteoclastos) y osteocalcina (una proteína no colágena que se encuentra
principalmente en osteoblastos y odontoblastos) se midieron desde la expresión de proteínas
hasta el nivel de expresión génica en muestras de mandíbula humana. También se observó una
correlación entre los parámetros histomorfométricos y variables celulares/moleculares
específicas. La combinación de parámetros relativos al hueso, como la densidad de osteocitos
positivos para osteocalcina (mm2 ), la densidad de osteocitos positivos para OPG, la densidad
de osteoblastos positivos para OPG y los osteoblastos positivos para RANKL, demostraron una
diferencia estadística en relación con la clasificación de Lekholm y Zarb. Sin embargo, ninguno
de estos parámetros por sí solo podría utilizarse para distinguir los cuatro tipos de calidad ósea
[39]. Vale la pena señalar que la clasificación de Lekholm y Zarb de cada tipo de hueso en este
estudio fue utilizada y dada por dos evaluaciones quirúrgicas durante la osteotomía, por lo que
podría ocurrir la posibilidad de error entre observaciones.
Conclusión y perspectiva futura
La medición precisa y completa de la densidad del hueso maxilar es información crucial para
respaldar la decisión del médico con respecto a la selección del paciente, la forma/estructura
del implante y la técnica quirúrgica utilizada.
Aunque muchas técnicas se usan comúnmente para determinar la calidad del hueso alveolar,
según esta revisión, la correlación entre las técnicas radiográficas y el tipo de hueso (L&Z) es la
más confiable para evaluar el tipo de hueso alveolar. Los estudios sobre un componente de la
unidad multicelular del hueso y los genes osteogénicos o los factores reguladores del crecimiento
están aumentando [42­44]. Sin embargo, no existe un único marcador de remodelación ósea
que pueda usarse para representar la calidad del tipo de hueso. Sugirió que se requieren más
estudios en análisis moleculares asociados con la calidad del hueso alveolar en este campo.
Agradecimientos
Los autores agradecen al Programa de Maestría en Ciencias en Odontología de Implantes,
Facultad de Odontología, Universidad de Mahidol, el Fondo de Investigación de Tailandia (TRF);
TRG5680022 y Mahidol University por el apoyo financiero brindado a Dutmanee Seriwatanachai.
Conflicto de intereses
Los autores declaran no tener conflicto de intereses.
Referencias
1. Lindh C (1996) Radiografía de la mandíbula antes del tratamiento con implante
endoóseo. Localización del canal mandibular y valoración del hueso trabecular.
Swed Dent J Suplemento 112: 1­45.
2. Ulm C, Kneissel M, Schedle A, Solar P, Matejka M, et al. (1999)
Rasgos característicos del hueso trabecular en maxilares desdentados.
Implantes orales Clin Res 10: 459­467.
3. Park HS, Lee YJ, Jeong SH, Kwon TG (2008) Densidad de los huesos alveolares y
basales del maxilar y la mandíbula. Am J Orthod Dentofacial Orthop 133: 30­37.
4. Jaffin RA, Berman CL (1991) La pérdida excesiva de fijaciones Branemark en
hueso tipo IV: un análisis de 5 años. J Periodontol 62: 2­4.
5. Lee JY, Kim YK, Yi YJ, Choi JH (2013) Evaluación clínica del aumento de cresta
utilizando material de injerto de hueso de diente autógeno: estudio de serie de
casos. J Korean Assoc Oral MaxillofacSurg 39: 156­160.
6. Ribeiro­Rotta RF, Lindh C, Pereira AC, Rohlin M (2011) Ambigüedad en las características
del tejido óseo tal como se presenta en los estudios sobre implantes dentales
Volumen 3 • Número 2 • 1000172
Machine Translated by Google
Cita: Seriwatanachai D, Kiattavorncharoen S, Suriyan N, Boonsiriseth K, Wongsirichat N (2015) Referencia y técnicas utilizadas en Alveolar
Clasificación ósea. J Interdiscipl Med Dent Sci 3: 172. doi:10.4172/2376­032X.1000172
planificación y colocación: una revisión sistemática. Clin Implantes Orales Res 22:
789­801.
7. Ribeiro­Rotta RF, Lindh C, Rohlin M (2007) Eficacia de los métodos clínicos para
evaluar el tejido óseo antes y durante la colocación de implantes dentales endoóseos:
una revisión sistemática de la literatura. Implantes orales maxilofaciales Int J
22: 289­300.
8. Papaspyridakos P, Chen CJ, Singh M, Weber HP, Gallucci GO (2012)
Criterios de éxito en implantología: una revisión sistemática. Revista de investigación
dental 91: 242­248.
Nevins M, Camelo M, De Paoli S, Friedland B, Schenk RK, et al. (2006) Un estudio
9.
del destino de la pared bucal de alvéolos de extracción de dientes con raíces
prominentes. Int J Periodoncia Restorative Dent 26: 19­29.
10. Schropp L, Wenzel A, Kostopoulos L, Karring T (2003) Cicatrización ósea y cambios en
el contorno del tejido blando después de la extracción de un solo diente: un estudio
prospectivo clínico y radiográfico de 12 meses. Int J Periodoncia
Restaurador Dent 23: 313­323.
11. Shapurian T, Damoulis PD, Reiser GM, Griffin TJ, Rand WM (2006)
Evaluación cuantitativa de la densidad ósea mediante el índice de Hounsfield. Int J
Oral Maxilofac Implants 21: 290­297.
12. Park GT, Morasso MI (2002) La proteína morfogenética ósea 2 (BMP­2) transactiva
Dlx3 a través de Smad1 y Smad4: modo alternativo para la inducción de Dlx3 en
queratinocitos de ratón. Ácidos nucleicos Res 30: 515­522.
13. Park MC, Chung SJ, Park YB, Lee SK (2008) Marcadores de recambio óseo y
cartilaginoso , densidad mineral ósea y daño radiográfico en hombres con espondilitis
anquilosante. Yonsei Med J 49: 288­294.
14. Lekholm U, Zarb GA (1985) Selección y preparación de pacientes. Prótesis integradas
en tejido: osteointegración en odontología clínica. Quintessence Publishing Company,
Chicago, Estados Unidos. 1985:199­209.
15. Ribeiro­Rotta RF, Pereira AC, Oliveira GH, Freire MC, Leles CR, et al.
(2010) Una encuesta exploratoria de los métodos de diagnóstico para la evaluación de la calidad
ósea utilizados por los especialistas brasileños en implantes dentales. J Rehabilitación Oral 37:
698­703.
16. Norton MR, Gamble C (2001) Clasificación ósea: una escala objetiva de densidad ósea
utilizando la tomografía computarizada. Clin Implantes Orales Res 12: 79­84.
17. Bergkvist G, Koh KJ, Sahlholm S, Klintstrom E, Lindh C (2010) Densidad ósea en los
sitios de implantes y su relación con la evaluación de la calidad ósea y el resultado
del tratamiento. Int J Oral Maxilofac Implants 25: 321­328.
18. Lindh C, Petersson A, Rohlin M (1996) Evaluación del patrón trabecular antes del tratamiento
con implantes endoóseos: resultado diagnóstico de la radiografía periapical en la
mandíbula. Cirugía Oral Oral Med Oral Patol Oral Radiol Endod 82: 335­343.
19. Lee S, Gantes B, Riggs M, Crigger M (2007) Evaluaciones de densidad ósea de sitios de
implantes dentales: 3. Evaluación de la calidad ósea durante la osteotomía y la colocación
del implante. Int J Oral Maxilofac Implants 22: 208­212.
20. Misch CE, Bidez MW (1994) Oclusión protegida por implantes: una justificación biomecánica.
Compendio 15: 1330.
21. Wakimoto M, Matsumura T, Ueno T, Mizukawa N, Yanagi Y, et al.
(2012) Calidad y cantidad ósea del hueso trabecular maxilar anterior en sitios de implantes
dentales. Clin Oral Implants Res 23: 1314­1319.
22. Johansson, Strid (1994) Evaluación de la calidad del hueso a partir de la resistencia al
corte durante la cirugía de implantes. Int J Oral Maxilofac Implants 9: 279­288.
23. Turkyilmaz I, McGlumphy EA (2008) ¿Existe un valor umbral más bajo de densidad ósea para
protocolos de carga temprana de implantes dentales? J Oral Rehabil 35: 775­781.
24. Ribeiro­Rotta RF, de Oliveira RC, Dias DR, Lindh C, Leles CR (2014)
Características de la microarquitectura del tejido óseo en los sitios de implantes dentales,
parte 2: correlación con la clasificación ósea y la estabilidad primaria. Clin Implantes
Orales Res 25: 47­53
25. Roze J, Babu S, Saffarzadeh A, Gayet­Delacroix M, Hoornaert A, et al.
(2009) Correlacionando la estabilidad del implante con la estructura ósea. Clin Oral
Implants Res 20: 1140­1145.
J Interdiscipl Med Dent Sci
ISSN:2376­032X JIMDS, una revista de acceso abierto
Página 5 de 5
26. Schwarz MS, Rothman SL, Rhodes ML, Chafetz N (1987) Tomografía computarizada:
Parte I. Evaluación preoperatoria de la mandíbula para cirugía de implante endoóseo.
Int J Oral Maxilofac Implants 2: 137­141.
27. Benson BW, Shetty V (2009) Implantes dentales, en: White SC, Principios e interpretación
de radiología oral, St. Louis, MO: Mosby Publishing Inc 597­612.
28. Katsumata A, Hirukawa A, Okumura S, Naitoh M, Fujishita M, Ariji E, et al. (2007)
Efectos de los artefactos de imagen en la densidad del valor de gris en la tomografía
computarizada de haz cónico de volumen limitado. Cirugía oral Oral Med Oral Patol
Oral Radiol Endod 104: 829­836.
29. Misch CE (2008) Implantología contemporánea. 3ra ed. San Louis,
MO: Mosby Publishing Inc 135­139.
30. Aranyarachkul P, Caruso J, Gantes B, Schulz E, Riggs M, Dus I, et al.
(2005) Evaluaciones de densidad ósea de sitios de implantes dentales: 2. Tomografía
computarizada de haz cónico cuantitativo. Implantes orales maxilofaciales Int J 20:
416­424.
31. Scarfe WC, Farman AG (2008) ¿Qué es la tomografía computarizada de haz cónico y cómo funciona?
¿Trabajar? Dent Clin North Am 52: 707­730.
32. Arai Y, Tammisalo E, Iwai K, Hashimoto K, Shinoda K (1999)
Desarrollo de un aparato compacto de tomografía computarizada para uso
odontológico. Dentomaxillofac Radiol 28: 245­248.
33. Chan HL, Misch K, Wang HL (2010) Imágenes dentales en la planificación del
tratamiento con implantes. Implante Dent 19: 288­298.
34. Ganz SD (2008) Diseño asistido por computadora/aplicaciones de fabricación asistida
por computadora usando tecnología de escaneo CT y CT de haz cónico. Dent Clin
North Am 52: 777­808.
35. Trisi P, Rao W (1999) Clasificación ósea: comparación clínico­histomorfométrica. Clin
Implantes Orales Res 10: 1­7.
36. Muller R, Van Campenhout H, Van Damme B, Van Der Perre G, Dequeker J, et al.
(1998) Análisis morfométrico de biopsias óseas humanas: una comparación
estructural cuantitativa de secciones histológicas y tomografía computarizada micro.
Hueso 23: 59­66.
37. Parfitt AM, Drezner MK, Glorieux FH, Kanis JA, Malluche H, et al.
(1987) Histomorfometría ósea: estandarización de nomenclatura, símbolos y
unidades. Informe del Comité de Nomenclatura de Histomorfometría de la ASBMR.
J Bone Miner Res 2: 595­610.
38. Parfitt AM, Mathews CH, Villanueva AR, Kleerekoper M, Frame B, Rao DS (1983)
Relaciones entre la superficie, el volumen y el grosor del hueso trabecular ilíaco en
el envejecimiento y la osteoporosis. Implicaciones para los mecanismos
microanatómicos y celulares de la pérdida ósea. J Clin Invest 72: 1396­409.
39. Pereira AC, Souza PP, Souza JA, Silva TA, Batista AC, et al. (2013)
Evaluación histomorfométrica y molecular de sitios de implantes dentales endoóseos
en humanos: correlación con aspectos clínicos y radiográficos. Clin Oral Implants
Res 24: 414­421.
40. Drage NA, Palmer RM, Blake G, Wilson R, Crane F, et al. (2007) Una comparación de
la densidad mineral ósea en la columna vertebral, la cadera y la mandíbula de
sujetos desdentados. Clin Implantes Orales Res 18: 496­500.
41. Kearns AE, Khosla S, Kostenuik PJ (2008) Activador del receptor del ligando kappaB
del factor nuclear y regulación de la osteoprotegerina de la remodelación ósea en la
salud y la enfermedad. Revisiones endocrinas 29: 155­192.
42. Wilson CG, Martín­Saavedra FM, Vilaboa N, Franceschi RT (2013)
Terapias génicas avanzadas de BMP para el control temporal y espacial de la regeneración
ósea. J Dent Res 92: 409­417.
43. Mason S, Tarle SA, Osibin W, Kinfu Y, Kaigler D (2014) Estandarización y seguridad del
aislamiento de células madre derivadas de hueso alveolar. J Dent Res 93:
55­61.
44. Lin Z, Fateh A, Salem DM, Intini G (2014) Periostio: biología y aplicaciones en la regeneración
ósea craneofacial. J Dent Res 93: 109­116.
Volumen 3 • Número 2 • 1000172