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Uno de los procesos naturales más importantes de las plantas y las flores es el de la

polinización. Gracias al transporte de polen tiene lugar un factor esencial en la


reproducción de las plantas: su fecundación, el surgimiento de semillas y frutos. En este
proceso pueden intervenir muchos actores, todos ellos importantes para llevar a cabo la
polinización.

Las acciones del viento o del agua, los mamíferos, las aves y los insectos intervienen en
la polinización trasladando los granos de polen del estambre (órgano floral masculino)
al estigma (órgano floral femenino). ¿Cómo lo hacen? Para descubrir qué es la
polinización y cómo se produce, los insectos que intervienen en el proceso y los tipos de
polinización, en unCOMO te recomendamos que sigas leyendo este artículo.
Qué es la polinización
La polinización es un proceso de transporte del polen de una flor hacia otra flor. Este
traslado de polen se produce desde los órganos florales masculinos, también conocidos
como estambres, de una flor hacia los órganos florales femeninos, es decir, los estigmas
de otra flor.

En los estigmas de la segunda flor, tiene lugar la germinación y fecundación que hace
posible la producción de nuevas semillas y frutos. En este proceso, los polinizadores son
los agentes encargados de que la polinización se produzca con éxito.

Para reconocer qué es la polinización y su importancia, debes saber que este proceso es
vital para la supervivencia del ser humano ya que una gran parte de los alimentos que
consume no existirían sin este proceso natural. Además, la ausencia de polinizadores
afectaría directamente a la producción agrícola, llegándola a reducir considerablemente.
Cómo se produce la polinización
Dentro de la reproducción de las plantas, la polinización es necesaria para llevar a cabo
la fecundación. En este proceso, existen diferentes estrategias desarrolladas por los
polinizadores y las propias plantas para que la polinización se produzca.

Por tanto, existen diferentes formas respecto a cómo se produce la polinización:

Polinización hidrófila: se produce por la acción del agua.


Polinización anemófila: es la producida por la acción del viento.
Polinización zoófila: se produce por los animales, especialmente de insectos
polinizadores.
Respecto a la polinización zoófila, destaca sobre todo el subgrupo conocido como
polinización entomófila, es decir, la realizada por insectos. Existen miles de insectos
capaces de llevar a cabo la polinización en miles de plantas alrededor de los diferentes
ecosistemas del planeta.

Insectos polinizadores
Algunos de los principales insectos polinizadores son los siguientes:

Abejorro (género Bombus): son polinizadores importantes. La Tribu Bombini es


perteneciente al grupo de abejas sociales y en Argentina se localizan hasta 8 especies
originarias del Neotrópico, mientras que una es introducida.
Abeja europea: son polinizadores predominantes en la mayoría de plantas. Son
fundamentales en la polinización de forrajes, frutales, oleaginosas y hortícolas.
Abejorro (Xylocopa frontalis): son los denominados como abejorros carpinteros porque
hacen sus nidos de madera. Son especies solitarias con hábitos generalistas respecto a la
fuente de polen y néctar. En ocasiones se confunden con especies del género Bombus.
Tribu Eucerini: estas abejas de la Familia Apidae están presentes en el mundo con 550
especies de 38 géneros. Se tratan de especies solitarias que hacen nidos en el suelo y
polinizan una flora variada. Los machos se distinguen por sus largas antenas.
Abejorro Mangangá Negro (Bombus atratus): estas especies de Bombus corresponden a
agentes polinizadores trascendentales en plantas silvestres y cultivadas.Cuáles son los 4
tipos de polinización
Existen principalmente 4 tipos de polinización de las plantas: natural, artificial, directa y
cruzada.

Polinización natural
Se trata de un tipo de polinización producida sin la intervención del ser humano. La
polinización anemófila, entomófila, hidrófila y directa son claros ejemplos de
polinización natural. Tras años y años de evolución, las especies han hallado
necesidades específicas para transportar el polen de manera natural y así se reproducen.

Todos estos tipos de polinización tienen el mismo denominador común: su desarrollo


natural, es decir, sin ninguna intervención humana, lo contrario a la polinización
artificial.
Polinización artificial
Es el tipo de polinización en el que el ser humano sustituye a la naturaleza durante el
proceso de polinización, controlando la reproducción.

Para conseguirlo, las flores se embolsan para evitar la llegada de otros agentes, se
recoge el polen presente en el estambre y se transporta hacia el estigma. Después, las
flores vuelven a cubrirse hasta que la fecundación se haya efectuado. La polinización
artificial se lleva a cabo por dos motivos:

Por la escasez de agentes polinizadores naturales en los cultivos agrícolas.


Para evitar alteraciones en características concretas de una planta.
Polinización directa
Se produce cuando el polen se transporta solo desde el estambre hasta el estigma de la
misma flor. Estas especies son conocidas como autógamas. Su gran ventaja de este tipo
de polinización es que no requiere de agentes polinizadores para reproducirse. La
arveja, el maní, el mango y el frijol son ejemplos de plantas autógamas.

Polinización cruzada
La polinización cruzada es otro tipo de polinización que sucede cuando el polen es
transportado por un vector externo de una planta a otra. Este tipo de polinización se
produce con la intervención de polinizadores, ya sea insectos (abejas, avispas y
mariposas), aves (murciélagos o colibrís), el viento o el agua.

Esta polinización es necesaria cuando los órganos florales masculinos y femeninos no


están presentes en la misma especie. También es importante cuando aparecen en
instantes diferentes del crecimiento. Los melones, los almendros y los girasoles son
ejemplos de especies que requieren de polinización cruzada para reproducirse.

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