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Escuelas intermedias

Que son las escuelas en el derecho Penal


Las escuelas del Derecho Penal son un conjunto de doctrinas y principios que
tienen por objeto investigar la filosofía del Derecho Penal, la legitimidad del JUS
PUNIENDI, la naturaleza del delito las condiciones que influyeron en su comisión y
los fines de la pena. Las escuelas del Derecho Penal tienen como finalidad
fundamental la de tratar se explicar los propósitos que guían al Estado a
establecer las penas correspondientes a los delitos cometidos.
Por intermedio de las Escuelas del Derecho Penal, podemos informarnos sobre el
estudio al que se han dedicado muchas personas, así como también sobre la
aplicación del Derecho Penal, con el devenir del tiempo.
Escuelas intermedias
es innegable que ambas escuelas aportaron grandes avances para nuestra
disciplina, como innegable es que cometieron grandes errores, así por ejemplo:
mientras la Escuela Clásica dió un carácter definitivamente científico al Derecho
Penal desde el punto de vista jurídico, hilando un sistema de acabada perfección
sobre la tesis del delito como «Ente Jurídico», buscando siempre un criterio de
justicia absoluta, alvidó o no quiso recordar que el delito antes que una fría
creación legal es un hecho del hombre, y postergó el estudio del delincuente. La
Escuela Positiva que reivindicó al delincuente exigiendo que se le estudiara más
profundamente y que se le tratara con medidas adecuadas a su personalidad,
castigando el delito no en relación al daño causado, sino en relación a la
peligrosidad social del delincuente, creando las famosas medidas de seguridad
para la prevención del delito y la rehabilitación del delincuente, postergó el estudio
del Derecho anteponiendo el estudio de las ciencias naturales o criminológicas,
negando también la libertad moral del delincuente por un crudo determinismo.
La Escuela Clásica como se ha dicho con una expresión feliz, enseñó a los
hombres el conocimiento de la justicia, en tanto que la Escuela Positiva enseñó a
la justicia el conocimiento de los hombres.
Las Llamadas escuelas intermedias plantearon sus más importantes postulados
en forma ecléctica, retomando principios fundamentales, tanto de la escuela
clásica como de la escuela positiva del derecho penal, iniciando así una nueva
etapa en el estudio de nuestra ciencia que podrían catalogarse como
antecedentes del derecho penal contemporáneo.

Escuelas Intermedias Del Derecho Penal: - Derecho Guatemalteco


El origen del Derecho Penal contemporáneo puede encontrarse en las
contradicciones que sostuvieron las corrientes clásica y positiva, toda vez que la
lucha intelectual entre ambas escuelas, no solo fue un estímulo para la realización
de nuevas concepciones en el campo jurídico-penal criminológico, sino que sirvió
de base y punto de partida para lo que después se denominó dogmática y técnica
jurídica del Derecho Penal por un lado, y la Enciclopedia de las Ciencias Penales
o Criminológicas, por otro lado.
Se considera que, siendo innegable que ambas escuelas aportaron grandes
avances al derecho penal, lo es también que cometieron importantes errores. Así,
por ejemplo, mientras la Escuela Clásica dio un carácter definitivamente científico
al Derecho Penal desde el punto de vista jurídico, hilando un sistema de acabada
perfección sobre la tesis del delito como “ente jurídico”, buscando siempre un
criterio de justicia absoluta, olvidó o no quiso recordar (como dice Cuevas del Cid),
que el delito, antes que una fría creación legal, es un hecho del hombre, y
postergó el estudio del delincuente. La Escuela Positiva, mientras reivindicaba al
delincuente, pedía que se le estudiara más profundamente y que se le tratara con
medidas adecuadas a su personalidad, castigando el delito no en relación al daño
causado, sino en relación a la peligrosidad social del delincuente, creando las
famosas medidas de seguridad para la prevención del delito y la rehabilitación del
delincuente.Si, Pero: Pero esta escuela postergó al estudio del Derecho
anteponiendo el estudio de las ciencias naturales o criminológicas, negando
también la libertad moral del delincuente.
▷ Escuelas del Derecho Penal (Explicado) ‣ Todo sobre Escuelas del Derecho

Penal ‣ 2024 😀 (leyderecho.org)

Refiriéndose a los conflictos acaecidos en la segunda mitad del siglo XIX, Juan P.
Ramos escribe:
“La hora de la polémica ha pasado, lo deleznable se ha deshecho por sí mismo.
Respetemos y seamos justos con lo que queda de la obra de ambas escuelas de
Derecho Penal y de Ciencia Criminal”.
Por otro lado, Cuevas Del Cid, al final de su obra, señala:
“La Escuela Clásica como se ha dicho con una expresión feliz, enseñó a los
hombres el conocimiento de la justicia, en tanto que la Escuela Positiva enseñó a
la justicia el conocimiento de los hombres”.
Después de aquella etapa crítica por la que atravesó el derecho penal,
aparecieron nuevas corrientes que, con el fin de conciliar los postulados de las dos
grandes escuelas, fueron tomando partido, situándose en puntos equidistantes
entre las corrientes en pugna, por tal razón se les ha denominado “Escuelas
intermedias del Derecho Penal”. Este sería el caso de la “Terza Scuola Italiana”,
representada por Manuel Carnevale y Bernardino Alimena; la “Escuela de la
Política Criminal”, que más tarde se convirtió en la “Escuela Sociológica Alemana”
representada por representada por Franz Von Liszt; y la “Escuela Sociológica
Francesa”, representada por Alejandro Lacassagne y Gabriel Tarde.
Podemos citar aquí también a la “Escuela Correccionista” que no se incluye entre
las intermedias, pero que aparece al lado de ellas representada por los alemanes
Krause y Roeder, quienes la crearon, pero, sus postulados adquieren precisión a
través del profesor de Salamanca, Pedro Dorado Montero, quien en su obra “El
Derecho Protector de los Criminales”, asienta que el delito es una concepción
“artificial” que responde a los intereses perseguidos por el ordenador del Derecho.
Consideró que lo injusto son creaciones humanas, y que no existe ningún hecho
que sea en sí mismo conveniente o inconveniente, lícito o ilícito, moral o inmoral;
no hay delito, como tampoco hay derecho, sino porque los hombres lo hacen.Entre
las Líneas En síntesis, Dorado Montero concibe el Derecho Penal como un
derecho protector de los delincuentes, desprovisto de sentido represivo y doloroso,
animado tan solo de una finalidad tutelar y protectora.
Las llamadas Escuelas Intermedias plantearon sus más importantes postulados en
forma ecléctica, retomando principios fundamentales, tanto de la escuela Clásica
como de la Escuela Positiva del Derecho Penal, iniciando así una nueva etapa en
el estudio de nuestra ciencia que podrían catalogarse como antecedentes del
Derecho Penal contemporáneo, que principia a perfilarse en los primeros años del
siglo XX.
Dice Cerezo Mir (en su Curso de Derecho Penal Español, parte general, p.99) que
a pesar de existir diferencias entre la tercera Escuela Italiana y la Sociológica o
Político Criminal de V. Liszt existen una serie de coincidencias básicas. Ambas
afirman, frente a la escuela positiva, la autonomía de la Ciencia del Derecho
Penal, como ciencia jurídica y de la Criminología, como ciencia empírica del delito
y del delincuente. Parten de una concepción determinista del hombre, pero
rechazan la teoría de la responsabilidad legal o social.

Escuela intermedias del Derecho Penal y Victimologia


Revisando los postulados de las escuelas del derecho penal, se puede afirmar que
no hay un lugar específico para la víctima del delito y las referencias que se hacen
de ella solo son incidentales o colaterales pero nunca se refieren directamente a
ella, con excepción de representantes de la Escuela Clásica y la Escuela Positiva.
Por su parte, Enrique Ferri propuso varias cosas en la materia procesal, señalando
en el año de 1881, que el procedimiento penal debía reformarse para facilitar la
reparación del Daño, planteando a la reparación del daño de varias formas:
Como sustitutivo de la pena de prisión;
Aplicando el trabajo del reo al pago;
Como pena para delitos menores;
Como obligación del delincuente a la parte dañada; y
Como función social a cargo del Estado.
También se cuenta con el antecedente de que en el año de 1901, el mismo Ferri
en sus clases en la Universidad de Nápoles, afirmo que: La victima del crimen ha
sido olvidada, aunque esta victima produce simpatía filantrópica mayor que la que
provoca el criminal que ha producido el daño.
Lo que se denota hasta aquí es que el Estado aun en la actualidad, centra sus
esfuerzos en estudiar a la enfermedad social: el delito y al virus causante: el
delincuente, pero se olvida de curar al enfermo: a la víctima, la administración de
una cura jurídica contra aquella afectación que le ha sido causada.
La victima estuvo atrás del velo que por muchos siglos se poso delante de ella, de
esa pared que puso el poder público para contener la criminalidad del ser humano
pero al centrar su atención en el hijo prodigo se olvido del hijo bueno: la victima;
motivo de ello pueden ser las extremas y crueles venganzas que se daban en el
pasado a manos de las victimas hacia los ofensores, y que la autoridad que
después de miles de años se incrusto en la figura del Estado tuvo que intervenir
para evitar un mal mayor del proferido y con ello legitimar su actuación e
intervención a través de la figura del derecho penal subjetivo o Ius Puniendi, o
derecho de castigar.
No obstante, no hay un consenso claro sobre quiénes fueron los principales exponentes de
estas escuelas. Algunos autores mencionan a Enrico Ferri y Raffaele Garofalo como los
principales representantes de la escuela positiva, mientras que otros autores mencionan
a Cesare Lombroso como el principal exponente de esta corriente 2. Por otro lado, algunos
autores mencionan a Franz von Liszt y Georg Jellinek como los principales exponentes
de la escuela intermedia 1.
Es importante mencionar que estas corrientes no son mutuamente excluyentes, y que
muchos autores han tomado elementos de ambas corrientes para desarrollar sus teorías

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