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Guía de Trabajos
Prácticos de Fisiología
(con Biofísica)
OBJETIVOS GENERALES
1) Facilitar, por medio de una dedicación personal al análisis y estudio de los temas propuestos en
la materia, la plena integración en los distintos aspectos o facetas necesarios para conseguir una
buena formación profesional y una adecuada formación científica, además de una sólida base
para las materias específicas de la carrera.
2) Alcanzar los aspectos formativos de la asignatura, procurando que el estudiante sea capaz de
conocer y comprender como funciona cada aparato o sistema y relacionarlos entre sí; “cuándo”
se ponen en marcha los mecanismos pertinentes para mantener en un estado constante las
funciones corporales y “por qué” se producen alteraciones de la fisiología cuando estos
mecanismos fallan.
3) Aplicar los conocimientos adquiridos en Anatomía Humana; Histología, Embriología y
Genética; Biología y Bioquímica Humana a los efectos de poder incorporar la nueva información
del presente curso y poder integrarla con las materias de los años superiores.
4) Posibilitar que el alumno esté en condiciones de poder generar hipótesis que permitan una
explicación lógica de los fenómenos fisiológicos y discutirlos abiertamente en el marco de las
actividades de clase o tareas extra-clase. Así mismo, deberá comprender los fenómenos
fisiológicos en un marco de generalidad como partes de la homeostasis del organismo y no como
hechos aislados, aplicando los conocimientos teóricos a la resolución de situaciones fisiológicas
que se plantean como demostraciones prácticas, problemas o casos clínicos.
5) Al finalizar el cursado, el alumno deberá estar en condiciones de poder integrar los
conocimientos morfológicos y bioquímicos del organismo, fundamentar las acciones
farmacológicas y poder así establecer la base para el mejor entendimiento de la patología.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
1) Desarrollar y ejercitar la destreza manual.
2) Adquirir y aplicar los conocimientos básicos del funcionamiento normal de los sistemas del
organismo.
3) Introducir al alumno en el manejo de la bibliografía general y específica.
4) Ilustrar, ampliar o completar los diversos aspectos de la fisiología presentados en las clases
teóricas o mencionadas en los libros de texto. iii
5) Desarrollar el conocimiento del método experimental.
6) Introducir al alumno en los conceptos básicos de anamnesis y exploración del individuo sano.
7) Interpretar resultados de la anamnesis, exploración física y estudios complementarios
(principalmente laboratorio), integrándolos a los conocimientos adquiridos en las demás
materias, para comprender las situaciones fisiológicas.
8) Favorecer la participación de los alumnos durante el proceso de aprendizaje.
9) Estimular el trabajo en grupo, tendiente a que, en el futuro, el alumno se desarrolle en el medio
constituyendo equipos de investigación y salud.
Como ocurre con otros tipos de experiencias, los trabajos prácticos tienen poca
utilidad si no van precedidos de una adecuada preparación teórica. Por lo tanto, el
alumno debe tener al día sus conocimientos teóricos, repasando las notas de clase y
estudiando los libros de texto correspondientes.
Para propiciar y facilitar el ejercicio de lo aprendido, se dispone al final de
cada tema de trabajos prácticos, actividades que deben ser cumplimentadas previo
a la realización del correspondiente trabajo práctico.
CRONOGRAMA DE TRABAJOS PRÁCTICOS 2023
Los TP se desarrollan en los laboratorios de Fisiología (planta baja o primer piso) en los horarios
distribuidos para cada comisión.
FECHA TEMARIO
TP N° 1: Bioseguridad – Introducción al examen físico normal – Obtención y
manejo adecuado de muestras biológicas – Animales de experimentación
Lu 20/03 a sáb 25/03
Viernes 24/03: feriado, los TP de esa fecha se recuperan en día y horario a
confirmar en cartelera, por cada docente a cargo de los mismos
Lu 27/03 a sáb 01/04 TP N°2: Tipo corporal y su relación con la salud y la enfermedad
No habrá TP por orales de examen final.
Lu 03/04 a sáb 08/04
Jueves 06/04 y viernes 07/04: feriado
Problemas de aplicación TP N°1 y TP N°2
Lu 10/04 a sáb 15/04
Evaluación de los TP N°1 y N°2
TP N° 3: Compartimientos líquidos del organismo – Medición – ROE –
Lu 17/04 a sáb 22/04
Alteraciones del agua y electrolitos
TP N° 4: Propiedades electromecánicas del músculo esquelético -
Lu 24/04 a sáb 29/04 Electrología – Dinamometría - Fenómenos musculares provocados por
drogas.
Problemas de aplicación TP N°3 y TP N°4
Evaluación de los TP N°3 y N°4
Lu 01/05 a sáb 06/05
Lunes 01/05: feriado, los TP de esa fecha se recuperan en día y horario a
confirmar en cartelera, por cada docente a cargo de los mismos.
TP N° 5: Sangre – GR – Hemograma – Procesamiento de la muestra –
Lu 08/05 a sáb 13/05
Anemia.
Problemas de aplicación TP N° 5
Lu 15/05 a sáb 20/05
Evaluación del TP N°5
Tener el 80% de asistencia a clase (como serán 8 clases, solo se puede
tener 1 falta)
iv
Condiciones para Tener el 60% de aprobación en exámenes diarios (serán 3
regularizar el área de exámenes, por lo que se puede tener solo 1 desaprobado)
TP de 1°ERA Obtener promedio 4 o más en los exámenes diarios (como serán 3
exámenes, se debe sumar 12 puntos como mínimo, para que el promedio
sea 4)
Primer EIH de la 1° ERA (escrito). Los días restantes serán los
Lu 22/05 exámenes orales.
Jueves 25/05 y viernes 26/05: feriado
Lu 29/05 a sáb 03/06 Exámenes orales del Primer EIH de la 1° ERA
TP N° 6: Leucocitos - Inflamación – Determinación de fórmula leucocitaria.
Lu 05/06 a sáb 10/06 Grupo y factor sanguíneo – Determinación de grupo y factor sanguíneo –
Transfusiones de hemoderivados
TP N° 7: Hemostasia y Trombosis – Exploración de la hemostasia –
Lu 12/06 a sáb 17/06
Trastornos de la hemostasia – Estudios básicos de la coagulación
Problemas de aplicación TP N°6 y TP N°7
Evaluación de los TP N°6 y N°7
Lu 19/06 a sáb 24/06 Lunes 19/06 y martes 20/06: feriado. Los TP de esas fechas se
recuperarán el lunes 26/06 y el martes 27/06, cada comisión en su horario
correspondiente.
Los días lunes 26 y martes 27/06; habrá Problemas de aplicación
TP N°6 y TP N°7– Evaluación de los TP N°6 y N°7, para las
Lu 26/06 a sáb 01/07 comisiones que no tuvieron la semana anterior por los feriados
No habrá TP (miér 28/06, jue 29/06, vie 30/06, sáb 01/07) por
examen oral del final.
Lu 03/07 a sáb 08/07 TP N°8: Propiedades fisiológicas del corazón.
TP N° 9: Ciclo Cardíaco – Ruidos cardíacos – Exploración clínica del corazón
Lu 10/07 a sáb 15/07
– Valores hemodinámicos normales
Lun 17/07 a sáb 29/07 Receso Invernal
Problemas de aplicación TP N°8 y TP N°9
Lu 31/07 a sáb 05/08
Evaluación de los TP N°8 y N°9
Lu 07/08 a sáb 12/08 TP N° 10: Fisiología circulatoria
Problemas de aplicación TP N°10
Lu 14/08 a sáb 19/08
Evaluación del TP N°10
Tener el 80% de asistencia a clase (como serán 8 clases, solo se puede
tener 1 falta)
Condiciones para Tener el 60% de aprobación en exámenes diarios (serán 3
regularizar el área de exámenes, por lo que se puede tener solo 1 desaprobado)
TP de 2°ERA Obtener promedio 4 o más en los exámenes diarios (como serán 3
exámenes, se debe sumar 12 puntos como mínimo, para que el promedio
sea 4)
Segundo EIH de la 2ª ERA (escrito). Los días restantes serán los
Mar 22/08
exámenes orales.
Lu 28/08 a sáb 02/09 TP N° 11: ECG
Problemas de aplicación TP N°11
Lu 04/09 a sáb 09/09
Evaluación del TP N°11
Lu 11/09 a sáb 16/09 TP N° 12: Fisiología Respiratoria: Examen básico del tórax y pulmón
Lu 18/09 a sáb 23/09 TP N° 13: Fisiología Respiratoria: Espirometría
Problemas de aplicación TP N° 12 y TP N°13
Lu 25/09 a sáb 30/09
Evaluación de los TP N°12 y N°13
Lu 02/10 a sáb 07/10 TP N° 14: Fisiología Renal
TP N° 15: Fisiología del aparato digestivo
Viernes 13/10 y sáb 14/10: feriado. Los TP de esa fecha se recuperan en
Lu 09/10 a sáb 14/10
día y horario a confirmar en cartelera, por cada docente a cargo de los
mismos.
Problemas de aplicación TP N°14 y TP N°15
Evaluación de los TP N°14 y N°15
Lu 16/10 a sáb 21/10
Lunes 16/10: feriado. Los TP de esa fecha se recuperan en día y horario a
confirmar en cartelera, por cada docente a cargo de los mismos.
Lu 23/10 a sáb 28/10 TP N° 16: Glándulas suprarrenales. Estrés.
v
Lu 30/10 a sáb 04/11 TP N° 17: Sistema Nervioso. Exploración general.
Tener el 80% de asistencia a clase (como serán 10 clases, solo se
pueden tener 2 faltas)
Condiciones para Tener el 60% de aprobación en exámenes diarios (serán 3
regularizar el área de exámenes, por lo que se puede tener solo 1 desaprobado)
TP de 3°ERA Obtener promedio 4 o más en los exámenes diarios (como serán 3
exámenes, se debe sumar 12 puntos como mínimo, para que el promedio
sea 4)
Tercer EIH de la 3° ERA (escrito).
Mar 07/11
Los días restantes serán los exámenes orales.
Mar 21/11 Recuperatorio 1° ERA (escrito)
Jue 23/11 Recuperatorio 2ª ERA (escrito)
Lu 27/11 Recuperatorio 3ª ERA (escrito)
Lu 11/12 EXAMEN FINAL (Escrito)
EVALUACIONES DE LOS TRABAJOS PRÁCTICOS
Evaluaciones del desempeño durante el desarrollo de cada uno de los Trabajos Prácticos.
3) El promedio de todas las notas de cada clase de TP deberá dar, como mínimo, una nota de 4
(cuatro) o más para tener aprobado el área de TP. Cualquier nota por debajo de 4 (cuatro),
independientemente de las notas de las demás áreas (teoría o seminarios) implicará tener
que recuperar la ERA correspondiente.
4) Al finalizar el periodo correspondiente a cada ERA, cada alumno estará incluido en una de
las siguientes categorías solamente en la parte de TP:
a) REGULAR: aquellos alumnos que hayan asistido a no menos del 80% de los Trabajos
Prácticos y hayan obtenido como mínimo una nota promedio de 4 (cuatro) o superior. vi
b) IRREGULAR: aquellos alumnos que no hayan asistido al 80% de los TP y/o hayan
obtenido un promedio menor a 4 (cuatro) en las evaluaciones.
5) Las notas de promedio de los TP al finalizar el periodo de cada ERA forman parte de dicha
Evaluación del Rendimiento del Alumno (ERA) (junto con las áreas de teoría y seminario),
por lo cual, si alcanzó la categoría de regular en TP, al igual que en las áreas de teoría y
seminarios, entonces podrá acceder al Examen Integrador Horizontal (EIH) de la ERA
correspondiente.
7) Tanto los Alumnos en condición de irregular (en TP, Teoría y/o Seminarios), como aquellos
que reprueben la instancia escrita u oral del EIH de la ERA correspondiente, podrán
recuperar dicha ERA en dos instancias extraordinarias (noviembre y/o febrero).
8) La revisión de los exámenes se realizará en los días y horarios que la Cátedra disponga. En
caso de evaluaciones continuas serán los JTP o docentes a cargo quienes dispondrán de los
días y horarios, mientras que las revisiones de exámenes escritos de las ERAs se realizarán al
finalizar las instancias orales.
SIEMPRE VERIFIQUE CON SU JTP O DOCENTE, ANTES DEL FINAL DE LA ERA
CORRESPONDIENTE, SU CONDICIÓN EN ASISTENCIAS Y NOTAS.
REGLAMENTO
a) Los Alumnos serán informados con la debida antelación de los días, horarios y temarios de
trabajos prácticos, a través de la cartelera de Tercer Año en la facultad, y eventualmente de
contar con aula virtual, se les informará también por ese medio.
c) Los Alumnos deberán concurrir con guardapolvo, material de lectura y escritura propios,
habiendo estudiado el tema del TP en cuestión el cual será evaluado.
h) Ningún profesor ni JTP está autorizado a recibir ningún tipo de certificado ni justificativo,
debiendo enviar los mismos, dentro de las 48 horas del suceso, a la Secretaría
Académica para que se contemple la eventual reincorporación en caso de que al finalizar la
cursada haya quedado libre en la materia.
k) Si el Alumno NO desea participar en el Trabajo Práctico, por los motivos que sean, significará
AUSENTE.
b) La Cátedra determinará los días y horarios en los cuales cada Alumno podrá revisar su
examen de TP, de ERA o de Final, en caso de que lo requiera. viii
c) La Cátedra pone a disposición los materiales de estudio y guías para el desarrollo de las clases,
así como los nombres de los libros autorizados para los mismos fines, no responsabilizándose
de cualquier otro material, como ser apuntes personales o de compañeros, materiales
audiovisuales, desgrabaciones o libros que no estén en las listas provistas; quedando bajo
responsabilidad de los propios Alumnos, reconocer la calidad de tales contenidos de dichos
materiales.
c) En caso de solicitar algún tipo de ayuda, los Alumnos deberán concurrir personalmente con
el docente a cargo del área sobre el cual solicita ayuda o por vía mail indicando su identidad,
grupo/comisión e indicando el motivo de la consulta.
ADVERTENCIA
El desarrollo de los temas teóricos que se presentan en cada uno de los trabajos prácticos pretende
aportar una visión básica de los temas, y de ninguna manera suplanta a la bibliografía obligatoria de
la materia a la cual se debe recurrir para completar los conceptos generales y específicos que cada
tema desarrollado necesita para cumplir con los objetivos de aprendizaje y la adquisición de las
competencias fundamentales.
ix
ÍNDICE
I. Bioseguridad
II. Introducción al examen físico del normal
III. Obtención y manejo adecuado de muestras biológicas
IV. Animales de experimentación
V. Actividades
Objetivos del capítulo
1) Reconocer las normas básicas de bioseguridad para el laboratorio de Fisiología.
6) Describir los materiales biológicos y explicar las técnicas de obtención de estos, ya sea para la
experimentación fisiológica como para el diagnóstico, tratamiento o prevención de las
enfermedades.
7) Correlacionar los signos y síntomas (semiología) con los valores hallados en las muestras
biológicas (laboratorio).
8) Desarrollar los pasos para llegar a una conclusión diagnóstica para implementar un
tratamiento, hacer el seguimiento o realizar un pronóstico de la situación.
9) Reconocer las bases del uso de animales de experimentación, sus ventajas y desventajas. 2
I. Bioseguridad
Áreas de circulación
La circulación indiscriminada constituye a menudo un factor importante de propagación de agentes
infecciosos, se deben diagramar zonas según los riesgos de las tareas que se desarrollen.
3
Material de protección
Ropa: toda persona debe llevar ropa protectora (guardapolvo) durante su permanencia en
el laboratorio, la que será para uso exclusivo de esta área.
Guantes: usar siempre guantes descartables que se adaptan perfectamente a las manos
(látex), a fin de no perder tacto ni maniobrabilidad, pero recordar que éstos evitan las
salpicaduras, pero no los pinchazos.
Anteojos: en caso de trabajar con material que puede ser dañino para los ojos al salpicar,
es aconsejable utilizar anteojos para el desarrollo de la actividad.
Material de bioseguridad
Accesorios para pipetas: depende del trabajo a realizar pudiendo tratarse de propipetas
de goma, boquillas descartables, dispensador, pipetas automáticas, etc. ¡Nunca se debe
pipetear con la boca!
Derrames.
Formación de aerosoles.
Inyección accidental
Formación de aerosoles
Derrames
Una vez realizada la extracción nunca se intentará volver a poner el capuchón protector.
No se debe separar la aguja de la jeringa con las manos, usar los descartadores.
Una vez usadas las jeringas se las debe colocar en recipientes con lavandina al 1%, se debe
llenar la jeringa con el mismo, sacar el émbolo y dejarlos 30 minutos en el líquido.
Uso de centrifugas
Riesgos:
Aerosoles.
Movimientos fuera de lugar del instrumento.
Se deben equilibrar los tubos antes de centrifugar.
Se iniciará la rotación lentamente, y se irá aumentando la velocidad poco a poco.
No se debe abrir la centrífuga en movimiento y menos aún detenerla con las manos.
Manejo de residuos biológicos
Se recomienda:
Colocar en bolsa gruesa de color rojo todo material no punzante ni reciclable con riesgo
biológico (por ejemplo, algodón con sangre) para su posterior incineración.
1.1. Todos los trabajadores de la salud deben utilizar rutinariamente los métodos de barrera
apropiados cuando deban intervenir en maniobras que los pongan en contacto directo con
la sangre o los fluidos corporales de los pacientes. Dicho contacto puede darse tanto en
forma directa, atendiendo a un paciente, como durante la manipulación de instrumental o
de materiales extraídos para fines diagnósticos como en la realización de procedimientos
invasivos, incluyendo en ellos a las venopunturas y extracciones de sangre. En todos los casos
es necesario el uso de guantes o manoplas.
1.2. En los casos en los que, por la índole del procedimiento a realizar pueda preverse la
producción de salpicaduras de sangre u otros fluidos que afecten las mucosas de los ojos, boca
o nariz, deben utilizarse barbijos y protectores oculares.
1.3. Los delantales impermeables deben utilizarse en las situaciones en las que puede darse un
contacto con la sangre u otros líquidos orgánicos del paciente, que puedan afectar las
propias vestimentas.
1.4. El lavado de manos luego del contacto con cada paciente se haya usado o no guantes es una
medida de uso universal para prevenir cualquier tipo de transmisión de infecciones y debe
ser mantenido también para el caso de la infección por el HIV.
1.5. Se deben tomar todas las precauciones para disminuir al mínimo las lesiones producidas en
el personal de salud por pinchaduras y cortes. Para ello es necesario:
b) Luego de su uso, los instrumentos punzo cortantes, las agujas y jeringas, deben ser
colocados en recipientes para su descontaminación previa al descarte, o al lavado en caso
de instrumentos reutilizables. Estos recipientes deben ser preferentemente amplios,
de paredes rígidas o semirrígidas, con tapa asegurada para su posterior descarte y
contener en su interior, una solución de hipoclorito de sodio al 1%; preparada
diariamente y estar ubicados lo más cerca posible del lugar de uso de los instrumentos.
En el caso particular de las jeringas y agujas, no se debe intentar la extracción de éstas:
se debe aspirar la solución y, manteniendo armado el equipo, se lo debe sumergir en la 6
solución. No se debe reintroducir la aguja descartable en su capuchón o tratar de romperla
o doblarla. El material descartable podrá ser desechado luego de permanecer 30 minutos
en la solución, siguiendo los procedimientos habituales. El material no descartable
también permanecerá 30 minutos en la solución y recién entonces podrá ser manipulado,
lavado y esterilizado sin riesgo alguno para el operador.
1.6. Se debe reducir al máximo la respiración directa boca a boca, ya que en este procedimiento
puede existir el contacto con sangre. En las áreas donde pueda preverse su ocurrencia (Salas
de emergencias, internación o de procedimientos) debe existir disponibilidad de bolsas de
reanimación y accesorios.
1.7. Los trabajadores de la salud que presenten heridas no cicatrizadas o lesiones dérmicas
exudativas o rezumantes deben cubrirlas convenientemente antes de tomar contacto directo
con pacientes o manipular instrumental destinado a la atención.
1.8. El embarazo no aumenta el riesgo de contagio por lo que no es necesario una interrupción
anticipada de las tareas. Solo se recomienda extremar las precauciones enunciadas y no
transgredirlas bajo ningún concepto.
2. Precauciones para procedimientos invasivos
A los fines de la aplicación de estas normas entendemos como procedimiento invasivo a las
intervenciones quirúrgicas, canalizaciones, partos, punciones, endoscopías, prácticas odontológicas
y cualquier otro procedimiento diagnóstico o terapéutico que implique en su desarrollo lesión de
tejidos o contacto con sangre.
2.1. En todos estos procedimientos son de aplicación las precauciones universales ya expuestas.
Uso de GUANTES, de BARBIJO y PROTECTORES OCULARES si se prevén salpicaduras en
cara y DELANTALES IMPERMEABLES si es posible que la sangre atraviese las vestiduras
normales (partos, cesáreas y ciertas intervenciones quirúrgicas).
2.2. En los partos vaginales o por cesárea, las precauciones deben mantenerse mientras dure la
manipulación de la placenta y en el caso del recién nacido, hasta que de su piel haya sido
eliminada la sangre y el líquido amniótico.
2.4. Deben extremarse los cuidados para mantener la mejor técnica operatoria y evitar remover
hojas de bisturí o re-enhebrar agujas. Para ello es conveniente tener la suficiente cantidad
de agujas enhebradas y más de una hoja de bisturí ya montada. Se debe utilizar doble mesa
quirúrgica o receptáculo intermedio para evitar el contacto mano a mano.
7
2.5. Si un guante se rompe o es pinchado durante un procedimiento debe ser reemplazado de
inmediato, previo lavado de manos. La aguja o el instrumento causante del daño, debe ser
eliminado del campo estéril.
4. Esterilización y desinfección
La esterilización es la destrucción de todos los gérmenes, incluidos esporos bacterianos, que pueda
contener un material, en tanto que la desinfección, que también destruye a los gérmenes, puede
respetar a los esporos.
Los instrumentos médicos que tocan las mucosas pero que no penetran los tejidos (ej.
fibroscopios, espéculos, etc.) deben ser esterilizados, si esto no fuera posible deben ser sometidos a
una desinfección cuidadosa y adecuada.
Se debe recordar que, en ciertos casos, los instrumentos son sometidos a la acción de
soluciones detergentes o antisépticas para diluir las sustancias orgánicas o evitar que se sequen.
Dado que este paso no es una verdadera desinfección, los instrumentos no deberán ser manipulados
ni reutilizados hasta tanto no se efectúe una verdadera esterilización o desinfección suficiente.
El HIV es muy lábil y es destruido por los métodos habituales de desinfección y esterilización
que se aplican a los instrumentos médicos antes de su utilización.
El calor es el método más eficaz para inactivar el HIV; por lo tanto, la esterilización y la 8
desinfección basadas en la acción del calor son los métodos de elección.
La acción descontaminante de los productos que liberan cloro (solución de hipoclorito de
sodio (agua lavandina) se aprovecha para tratar los instrumentos inmediatamente después de su uso
y permitir, luego, su manipulación sin riesgos hasta llegar a la esterilización o desinfección adecuada.
5. Lavadero
Las ropas sucias deben ser colocadas en bolsas plásticas, tratando de manipular lo menos posible. El
personal que recoge la ropa debe usar guantes.
Antes del lavado deben descontaminarse por inmersión en solución de hipoclorito de sodio al
1% durante 30 minutos, luego se procederá al lavado según técnica habitual. El personal que cuenta
y clasifica la ropa deberá usar guantes y barbijo (No por el HIV sino por otros gérmenes que se
transmiten por vía aérea).
6. Basura hospitalaria
Debe ser descartada siguiendo las normas higiénicas recomendadas para el tratamiento de material
hospitalario. Hay que recordar que para entonces el material descartable (en general los objetos
punzo cortantes) ya habrán sido tratados como corresponde.
7. Sanciones penales a la mala praxis médica
Existirá mala praxis en el área de la salud, cuando se provoque un daño en el cuerpo o en la salud de
la persona humana, sea este daño parcial o total, limitado en el tiempo o permanente, como
consecuencias de un accionar profesional realizado con imprudencia o negligencia, impericia en su
profesión o arte de curar o por inobservancia de los reglamentos o deberes a su cargo con
apartamiento de la normativa legal aplicable.
En primer lugar, debe existir un daño constatable en el cuerpo, entendido como organismo, o
en la salud, extendiéndose el concepto tanto a la salud física como a la mental, siendo ésta
comprensiva de todas las afecciones y trastornos de orden psiquiátrico, psicológico, laborales,
individuales y de relación, con incidencia en las demás personas. La amplitud del concepto abarca
no solo el daño directo al individuo, sino que, por extensión, se proyecta inclusive sobre
prácticamente la totalidad de las actividades del afectado.
En segundo lugar, el daño causado debe necesariamente originarse en un acto imprudente o
negligente o fruto de la impericia o por el apartamiento de las normas y deberes a cargo del causante
del daño o apartamiento de la normativa vigente aplicable. De acuerdo con la normativa del art. 902
del Código Civil, la calidad de profesional de la salud en el agente involucrado en el daño agrava
cualquiera de las conductas negativas descriptas. Veamos:
10
II. Introducción al examen físico del normal
Siempre que se realiza el examen de un paciente se debe, mediante la observación, formarse una idea
de la salud global del mismo para poder concluir: sano o enfermo y poder confirmar o descartar
mediante los métodos de exploración apropiados, esta apreciación.
Comunicación
La comunicación es la base de las relaciones entre las personas y puede definirse como el proceso de
interacción e intercambio de información entre los hombres, donde unos pretenden influir en las
costumbres, las ideas y las actitudes de los otros. Es decir, que toda comunicación es, al mismo
tiempo, una intención consciente o inconsciente, de modificar al otro. Por tal motivo, influye
decisivamente en la calidad de la atención médica y es el elemento más importante en la relación
médico-paciente-familia-comunidad.
La comunicación puede ser directa (persona a persona) o indirecta (a través de los medios de
comunicación masiva, como el periódico, la radio, la televisión y el cine).
El que emite el mensaje es considerado la “fuente” (paciente), quien debe elaborar y trasmitir
la información, de forma tal que el “receptor” (médico) sea capaz de recibirlo y “descifrarlo”; es decir,
comprenderlo y, a su vez, actuar entonces como “fuente” para el paciente.
La comunicación puede desarrollarse de forma verbal o no verbal. La comunicación verbal es
la manera en que se entienden dos o más personas mediante el lenguaje, que consiste en un sistema
de señales, oral o escrito; y para que exista una buena comunicación es necesario que el receptor
entienda e interprete el significado del mensaje que emite el otro. Cuando esto ocurre, se dice que
existe una buena comunicación. La comunicación no verbal es la que se establece mediante
expresiones o exteriorización gesticulares.
La entrevista es la técnica de comunicación más utilizada en la práctica médica y se dice que
si no se emplea, no ha comenzado siquiera el acto médico.
El examen físico
El examen físico puede realizarse según los síntomas que refiera un enfermo, ya sea de urgencia o
disponiendo de tiempo suficiente para un examen físico más completo, o para detectar la existencia de
enfermedades asintomáticas, como sucede en los exámenes médicos periódicos a trabajadores,
estudiantes o grupos en riesgo.
Siempre que se realice el examen de un paciente, mediante la observación, debemos
formarnos una idea de la salud global del mismo para poder concluir si se encuentra sano o enfermo y
poder confirmar o descartar mediante un examen más detallado, esta apreciación. Para lo anterior se
debe hacer una observación de: 1) Aspecto general y 2) Estado nutricional:
1. Aspecto general: hace referencia a la apariencia que ofrece el paciente durante toda la
entrevista, desde que hace su entrada, como camina, como saluda, el apretón de manos,
como se sienta, discurso, ademanes, expresión de la cara, gestos, postura, estado de
conciencia, entre otros. En la medida en que se ejercite la agudeza para observar, se adquirirá
las destrezas para apreciar rápidamente el aspecto general de un paciente; denominado a
veces “ojo clínico”.
2. Estado nutricional: una primera mirada al paciente (después de cierta experiencia) 12
informará acerca del estado nutricional de un paciente simplemente con observar aspectos
tan sencillos como el pelo, la piel, el peso en proporción a la estatura (de una manera
subjetiva), las uñas. El individuo bien nutrido es el eutrófico. El que tiene déficit nutricional
es hipotrófico; y al obeso se lo denomina hipertrófico.
El examen del paciente se lleva a cabo mediante “maniobras semiológicas”
(Semiotecnia 1 o Propedéutica2) que consisten en procedimientos efectuados directamente o con
instrumentos simples, y se basan en la sensopercepción que permiten reconocer en el paciente,
elementos que orientan al diagnóstico.
El examen físico se divide en inspección, palpación, percusión y auscultación, que se
realizan en un ambiente adecuado con iluminación suficiente, temperatura agradable, y silencioso.
La inspección comienza con la entrevista, continúa durante el interrogatorio y se completa
en el examen físico. Se evalúa espontáneamente (a simple vista) la marcha, actitudes y movimientos
anormales del paciente; aporta datos en cuanto a forma, tamaño, simetría, protrusiones,
depresiones, estado de la piel, movimientos circulatorios, respiratorios, digestivos, neurológicos,
nutricionales, facies, etcétera.
La palpación utiliza la percepción sensorial a través de las manos del examinador y puede
ser digital, monomanual o bimanual; obteniéndose forma, tamaño, ubicación, resistencia,
1
Semiotecnia es la parte de la semiología que se encarga del cómo buscar las manifestaciones de las enfermedades.
2
Propedéutica es la enseñanza de las técnicas de exploración clínica.
movilidad, consistencia, elasticidad, temperatura y dolor. Asimismo, puede ser superficial o
profunda, de acuerdo con la presión que se ejerza con las manos.
La percusión es el proceso por el cual se genera sonidos perceptibles al oído mediante
vibraciones de los tejidos y puede realizarse digitalmente, con la palma de la mano, con el borde
cubital, o interponiendo un dedo de plano sobre la superficie por explorar (dedo plesímetro) y
percutiendo sobre el mismo.
La auscultación es la apreciación de los ruidos espontáneos del paciente, y de aquéllos
provocados por éste o por el examinador. Puede explorarse mediante el apoyo directo del oído sobre
la superficie a explorar interponiendo una tela delgada o a través de un estetoscopio. Este
procedimiento exige un ambiente silencioso.
El estetoscopio es el
instrumento que se utiliza para
escuchar (auscultar) ruidos
espontáneos del cuerpo de un
individuo y puede ser monoauricular,
como los que se emplean en
obstetricia para auscultar el foco fetal,
o biauricular, como los que se utilizan
en la auscultación de los diferentes
sistemas. Las partes que lo componen son: 13
1. Auriculares. Para que el sonido se trasmita por el estetoscopio, el sistema debe ser
hermético, ya que cualquier solución de continuidad atenúa mucho los sonidos. Por lo tanto,
es importante que las piezas auriculares sean de tamaño y forma adecuados y que ajusten
bien al oído.
2. Tubos de goma. Cuanto más corto sea el sistema de tubos, tanto más eficiente será el
estetoscopio. Al aumentar la longitud de aquellos disminuye la fidelidad del estetoscopio para
trasmitir los sonidos de alta frecuencia (por encima de los 100 ciclos por segundo).
Presión arterial
Cuando medimos la presión arterial, estamos observando la presión que ejerce la sangre sobre la
pared de la arteria y la reacción de dicha arteria ante la citada presión en mmHg. Por tanto, teniendo
en cuenta estos dos factores, la presión de la sangre y la presión de los vasos, se pueden considerar
distintas variables:
Presión arterial sistólica (PAS): la que ejerce el corazón en su movimiento de sístole
y transmite a la sangre que circula por las arterias.
Presión arterial diastólica (PAD): presión mínima del movimiento de sístole
cardíaco. También representa la resistencia que ofrecen los vasos al paso de la sangre.
Presión diferencial o de pulso (PD O PP): diferencia entre la presión sistólica y
diastólica. Cuando disminuye esta diferencia representa una dificultad circulatoria al paso de la
sangre por las arterias.
Presión arterial media (PAM): media de ambas presiones, sistólica y diastólica, 14
aunque su cifra no es una media aritmética auténtica, sino que se representa como:
PAM = 1/3 PAS + 2/3 PAD.
Cada una de estas presiones tiene un significado para el mantenimiento de la homeostasis
del organismo. Así, por ejemplo, un aumento desmesurado de la presión sistólica puede romper una
arteria y provocar una hemorragia.
Los requisitos para una correcta toma de presión arterial son:
Valores de referencia
Clasificación de hipertensión arterial según el JNC-VII
CLASIFICACIÓN PAS (mmHg) PAD (mmHg)
Normal < 120 < 80
Prehipertenso 120 - 139 80 - 89
Hipertensión estadio 1 140 - 159 90 - 99
Hipertensión estadio 2 > 160 > 100
d) Tensión. Surge de la presión digital necesaria para colapsar la onda pulsátil; depende de la
dureza de la pared arterial y de la presión arterial sistólica. Puede ser muy tenso, de tensión
normal o poco tenso.
e) Amplitud. Depende de la distensión de la pared arterial en cada onda pulsátil. Puede ser
muy amplio (pulso saltón), amplio o poco amplio (pulso parvus).
Temperatura corporal
Es una medida de la capacidad del organismo de generar y eliminar calor. El cuerpo es muy eficiente
para mantener su temperatura dentro de límites seguros, incluso cuando la temperatura exterior
cambia mucho.
La temperatura corporal normal, varía de un individuo a otro y en un mismo individuo varía
durante el día determinando el ciclo circadiano de la temperatura. De lo anterior se desprende que
la temperatura corporal normal, varía dentro de un rango el cual está entre 0,5 a 1,5 °C, siendo
mínima durante el periodo de reposo nocturno (36 °C) y máxima hacia el mediodía y la tarde cuando
se da la máxima actividad (37,5 °C).
La temperatura corporal se puede medir a nivel de las axilas (inexacta), oral y rectal, siendo
esta última la más fidedigna y puede ser hasta 0,5 °C mayor que la oral (no se recomienda en niños
menores de 2 años por la posibilidad de perforación rectal).
La temperatura corporal se mide con el termómetro clínico digital, de alcohol o de
galinstan (mezcla de galio, indio y estaño) ya que está prohibido el uso de termómetros que
contienen mercurio debido a su alta toxicidad (ya no se usa más).
Los termómetros digitales son los más fáciles de usar y son precisos porque utilizan sensores
de temperatura, son rápidos porque bastan en general un minuto para obtener la medida y seguro
porque cuentan con una punta flexible, donde se ubica el sensor, lo que les da menor probabilidad a
romperse y no contienen mercurio. Son de fácil lectura porque cuentan con una pantalla digital que
muestra la temperatura obtenida de la medición.
Debe tenerse el cuidado de colocarlo dentro del recto
(en los niños mayores de 2 años) o en la boca debajo de la
lengua en los adultos o en las axilas, ya que la temperatura
corporal normal posee un rango de valores que dependen del
sitio de medición:
La temperatura bucal de una persona sana es de 16
37° C.
La temperatura inguinal o axilar de una persona
sana es de 0,4 a 0,6° C menor; es decir, alrededor
de 36,5° C.
La temperatura rectal o vaginal de una persona sana es de 0,4 a 0,5° C mayor que la
bucal; es decir, alrededor de 37,5° C.
La temperatura axilar no debe sobrepasar los 37° C, siendo la bucal hasta de 37,3° C y la
rectal de hasta 37,5° C.
En un cierto número de sujetos sanos la temperatura axilar excede los 37° C.
Cuando existe un proceso febril, la temperatura debe tomarse cada 4 h.
Respiración
Consiste en la frecuencia respiratoria que es el número de ciclos inspiratorios- espiratorios normales
por minuto. Generalmente se mide con el paciente en reposo y sin percatarse de estar respirando con
lo cual suele observarse normalmente entre 16 y 18 respiraciones por minuto (12 a 20 normalmente
en adultos) pudiendo variar según la edad y el estado físico.
Es regular, tranquila y la fase inspiratoria es más corta que la espiratoria. Se observa el
movimiento del abdomen o los hombros del paciente en forma discreta, como si se tomara el pulso,
para la medición de las respiraciones por minuto. Si el paciente nota que se mide su frecuencia
respiratoria suele modificarla. Otra técnica es la auscultación respiratoria con el estetoscopio por
detrás del paciente.
Procedimiento
19
Para proceder al pesaje se deben seguir las siguientes consideraciones:
3. Un peso mayor del 10%, por encima o por debajo del peso ideal se asocia a disfunción
nutricional.
4. Registrar junto al peso actual, el peso habitual que refiere la persona y el peso ideal, de
acuerdo con la talla.
5. Estandarizar el proceder lo más posible. El pesaje seriado, tales como el diario, en los
ingresos hospitalarios, debe obtenerse a la misma hora cada día y usando la misma cantidad
de ropa.
Piel y anexos
Su evaluación se hace fundamentalmente mediante la inspección. Se debe evaluar el color de la piel,
textura, el pelo y las uñas.
Color: es una característica cutánea que depende de la vascularización subcutánea que hace
que varíe la piel de blanco (palidez) a rojo (eritema) o violáceo (cianosis) en una misma
persona; la melanina que varía del color blanco (poca melanina) al negro (máxima melanina)
siendo un parámetro más constante en un individuo que el anterior; el tejido colágeno y
carotenos. Se debe observar el color predominante (el fondo) y las variaciones locales
(manchas, máculas).
Textura: hace relación a la humedad dada por las glándulas sudoríparas, lubricación dada
por las glándulas sebáceas, queratinización dado por el grado de descamación epidérmica. La
textura varía con la edad, sexo, diferentes áreas corporales, y se examina simplemente
mediante el tacto.
Pelo: se aprecia mediante el tacto las características (textura, brillo, fragilidad) del pelo en
las diferentes áreas pilosas del cuerpo y mediante una tracción firme sin brusquedad
verifique si está bien implantado. Se debe observar la distribución del pelo corporal y se debe
recordar que existen variaciones según edad y sexo.
Procedimiento
Llevar a cabo la exploración básica al compañero de tareas y completar el siguiente formato de informe
para ser entregado en la clase siguiente:
MODELO DE REGISTRO
DATOS PERSONALES
DNI: ………………………………………
1. Líquidos corporales: Constituyen la base del análisis del Laboratorio Clínico y Biomédico e
incluyen orina, sangre total, plasma, suero, líquido cefalorraquídeo, líquido sinovial, líquido
ascítico, líquido pleural o líquido pericárdico.
2. Exudados: Líquidos anormales liberados por el organismo debido a patologías. Pueden ser 25
exudados purulentos, serosos, sanguinolentos y proceder de la uretra, de la faringe, de la
vagina, etc.
3. Tejidos: Este tipo de muestra constituye la base del análisis del Laboratorio de Anatomía
Patológica principalmente. Pequeñas muestras de tejido, como raspados de piel, pueden ser
empleados en el laboratorio de microbiología.
4. Secreciones: Sustancias que el organismo segrega para acometer diversas funciones. Estas
secreciones pueden verse alteradas por patologías, tanto en cantidad como en aspecto. Una
secreción muy típica empleada en el laboratorio de microbiología es el esputo.
Muestra de sangre
La extracción de sangre se realiza en diferentes lugares según la especie considerada. En la especie
humana las muestras pueden ser capilar, venosa o arterial.
La sangre capilar consiste en la punción cutánea del pulpejo del dedo, del borde libre de la
oreja, del dedo gordo del pie o del talón.
Procedimiento
1. Previamente desinfectada con alcohol y una vez seca, se pincha la piel con la lanceta de Franke
descartable, haciendo una incisión de 2 a 3 mm.
2. Si fuera necesario puede hacerse una ligera presión, desechando la primera gota, puesto que esta
suele mezclarse con líquido hístico.
3. La sangre se recoge mediante un tubo capilar o con el canto de un portaobjeto para extensión
sanguínea. 26
4. Una vez obtenida la cantidad de muestra necesaria se aplica al lugar del pinchazo un algodón
seco, apretando ligeramente.
Procedimiento
Para el procedimiento debe utilizarse material estéril. El tamaño de las jeringas debe ser de acuerdo
al volumen necesario, son comunes las de 5, 10 y 20 ml. La aguja más apropiada es de 25 mm de largo
y 0,8 mm de calibre, con bisel corto.
1. El paciente debe ponerse cómodo y con el brazo en la posición conveniente para facilitar la
punción.
3. Se desinfecta la región con una torunda de algodón empapada en alcohol u otro desinfectante
adecuado y se deja secar.
4. Se sostiene el brazo del paciente con una mano estirando y comprimiendo los tejidos blandos,
para fijar en posición la vena, con la otra mano se sujeta la jeringa entre el pulgar y los tres
últimos dedos. El dedo índice descansa sobre el casquillo de la aguja y sirve de guía.
5. Se atraviesa la piel con la aguja (esta debe formar un ángulo agudo con el brazo y mantener el
bisel hacia arriba).
7. Una vez lograda la cantidad necesaria de sangre, se afloja la ligadura y se pide al paciente que
abra la mano, se saca inmediatamente la aguja aplicando una torunda de algodón seco y se le
indica al paciente que comprima con la otra mano.
8. Se retira la aguja de la jeringa y la sangre se vierte por las paredes de los tubos
correspondientes.
9. Una vez realizada esta operación debe aspirarse una solución de agua lavandina al 5% y
27
dejarlo como mínimo 30 minutos antes de desecharlo y llevarlo a incineración.
La sangre venosa en niños puede extraerse también de las venas yugular externa o
femoral, en caso de ser necesario.
La sangre arterial puede obtenerse por punción de la arteria radial (a nivel del túnel
carpiano), humeral (por encima del pliegue del codo) y femoral (en la zona inguinal). No hace falta
ligar. Se puede utilizar para cualquier prueba, pero, generalmente, solo se lo utiliza para el examen
ácido-base.
Procesamiento de la muestra
Una vez extraída la muestra se puede conservar de dos maneras:
1. Sangre no coagulada
a) Sangre entera: disponer de una jeringa con aguja (heparinizadas) o colocar el
anticoagulante elegido en el fondo del tubo. Una vez obtenida la muestra, en el primer
caso, rotar la jeringa entre las manos para mezclar la sangre con el anticoagulante y en el
segundo caso transvasar la sangre, tapar e invertir el tubo suavemente varias veces para
homogenizar. Conservar refrigerado (no congelado).
b) Plasma: una vez obtenida y anticoagulada la sangre se la somete a centrifugación de 5
minutos a 3.000 rpm. Al retirar el tubo, veremos sedimentados los elementos globulares y
un líquido sobrenadante que es el plasma. Puede extraerse éste, con una pipeta Pasteur
cuidando no agitar el líquido ni tocar el sedimento. Conservar refrigerado (o congelado).
2. Sangre coagulada (suero)
a) Se extrae sangre sin anticoagulante y se coloca en un tubo que se deja reposar en baño
maría (37 ºC para acelerar el proceso) hasta que se retraiga el coágulo formado y luego se
afloja éste con cuidado por la parte superior rodeándolo con una varilla de vidrio.
b) Centrifugar 5 minutos a 3.000 rpm, aspirar con cuidado mediante pipeta Pasteur y
transferir a otro tubo. Conservar refrigerado o congelado.
Anticoagulantes
Son agentes que impiden o retardan la coagulación de la sangre.
EDTA. Sales sódicas y potásicas del ácido etilen-di-
amino-tetra- acético. Se utiliza una gota (50 microlitros) cada 6
ml de sangre. Funciona mediante la quelación del calcio por ser
un agente quelante 3(figura de la derecha).
CITRATO DE SODIO. Se presenta en polvo o diluido en
28
solución acuosa al 3,8%. Para el estudio de trastornos de coagulación
se utiliza una parte de citrato y nueve de sangre (0,5 ml de citrato al
3,8 % + 4,5 ml de sangre). Para velocidad de sedimentación una parte
de anticoagulante y 4 de sangre (0,5 ml de citrato al 3,8 % + 2 ml de
sangre). Este anticoagulante precipita el calcio al igual que el oxalato
de amonio.
HEPARINA. Se extrae de mastocitos de hígado, pulmón o mucosa intestinal de bovinos. Es
un ácido mucoitín-polisulfúrico (ácido glucurónico y glucosamina esterificados con ácido
sulfúrico).
a) In vitro, se utiliza 1 a 2 gotas por cada 5 ml de sangre. Puede colocarse la gota en el fondo
de tubo o bien “heparinizarse” la jeringa y la aguja. La heparina es cofactor de la
antitrombina III (ATIII) y su interacción produce un cambio conformacional en la
ATIII, que acelera su capacidad para inactivar las enzimas de coagulación de trombina
(Factor IIa), el factor Xa y el factor IXa. De estas enzimas, la trombina es la más
sensible a la inhibición por ATIII/heparina.
b) In vivo (en el paciente) alarga el tiempo de coagulación para prevenir obstrucciones de los
vasos sanguíneos (trombosis).
3
Un quelante (del griego, “chēlē”, pinza, secuestrante) es una sustancia que forma complejos con iones. A estos
complejos se los conoce como quelatos.
IV. Animales de experimentación
Procedimiento
1. Se coloca al sapo en una campana de vidrio con algodón embebido en éter o cloroformo para 29
tranquilizarlo.
2. Se sujeta al animal por la columna vertebral, mediante una pinza formada por el dedo
pulgar, el índice y el medio.
Procedimiento
1. Se toma con una mano la base de la cola (nunca por el extremo de esta ya que la piel suele
desprenderse y además puede girar y morder al operador) y se lo sujeta con los dedos pulgar
e índice de la otra mano (se rodea con ellos la cabeza); se dobla esta mano para que el cuerpo
del roedor quede acostado en la palma. La cola debe rodear el meñique.
a) Riesgos inherentes a los animales: Los animales pueden ser portadores de enfermedades
infecciosas, que pueden transmitir al personal de la unidad animal. 31
b) Riesgos resultantes de la investigación realizada con estos animales (aplicación de
vacunas, investigación de fármacos, etc.) que terminan en lesiones y muerte de los
animales.
c) Riesgos generados por los animales transgénicos. Estos animales son susceptibles de
presentar patologías infecciosas muy particulares y estados inmunológicos modificados.
Existe poca información al respecto, aunque por lo general los laboratorios o empresas
que manipulan estos animales suelen partir de niveles de seguridad biológica elevados.
V. Actividades
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2. ¿Cómo se debe usar correctamente el guardapolvo?
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5. ¿Cuáles son las condiciones necesarias para preservar las muestras biológicas
humanas?
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………………………………………………………………………………………………………………………………………….
………………………………………………………………………………………………………………………………………….
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34
35
I. Tipo corporal y su relación con la salud y la enfermedad
Representación
A través del estudio minucioso de la composición corporal de una gran cantidad de personas,
se ha descubierto que los componentes básicos que condicionan las distintas categorías del físico
aparecen en distinto grado en cada persona, tanto en el hombre como en la mujer. Tan solo de
manera muy infrecuente se observa la dominancia absoluta de un único componente del somatotipo
en un sujeto.
El concepto de somatotipo se ha considerado en gran medida “histórico” y apenas se le ha
concedido importancia práctica hasta hace poco tiempo. No obstante, algunos hallazgos recientes
han reavivado el interés en esta área. Ahora sabemos, que la identificación del tipo de físico puede
aportar información clave desde el punto de vista sanitario, puesto que es factible identificar a los
sujetos con riesgo de padecer ciertas enfermedades y predecir cierta capacidad de rendimiento en
algunos programas de entrenamiento deportivo.
Por ejemplo, se ha constatado que los sujetos (en especial, los endomorfos) con cinturas
amplias y “forma de manzana” o mayor cantidad de grasa corporal en el abdomen, presentan un
riesgo mayor de padecer síndrome metabólico, cardiopatías, accidentes cardiovasculares,
hipertensión arterial y diabetes, a diferencia de aquellos que poseen una distribución más baja de
grasa corporal en las caderas, los muslos y las nalgas (“forma de pera”). Asimismo, existe amplia
evidencia que el cáncer de mama, en mujeres posmenopáusicas, se vincula con la acumulación de
grasa en el abdomen y el tronco (forma de manzana).
En ambos sexos, los individuos endomorfos del mismo peso y altura, pero con un patrón
inferior, o en forma de pera, de la grasa corporal se vieron afectados por estas enfermedades más a
menudo que los mesomorfos y los ectomorfos, aunque con una frecuencia menor que los endomorfos
con un patrón de distribución superior de la grasa corporal o en forma de manzana.
37
II. Estado nutricional
El estado nutricional refleja la forma en que se cubren las necesidades fisiológicas de los nutrientes
en un momento específico de la vida. Asimismo, refleja las influencias de factores económicos,
culturales y religiosos, además de factores alimentarios.
En este sentido, es importante comprender que las necesidades nutricionales, no solo
dependen de la constitución física y la etapa de ciclo biológico en el cual se encuentre la persona (por
ejemplo, en crecimiento por la adolescencia o en el embarazo), sino también por el sedentarismo o
el nivel de actividad física que se desarrolle.
El estado de nutrición de un individuo, debe valorarse en forma periódica, para lo cual se
aplican diferentes técnicas de obtención de datos, como información sobre la dieta (encuestas
alimentarias), tamaño y composición corporal (antropometría), signos clínicos relacionados con
deficiencias nutricionales y estudios bioquímicos de sangre, orina y componentes del organismo que
indican si se han cubierto las necesidades de nutrientes y si éstos han sido empleados de manera
adecuada por el organismo.
Cuando no se cubren de modo apropiado las necesidades de energía y nutrientes, se producen
desequilibrios que tarde o temprano dan lugar a estados patológicos. Por ello es imprescindible
38
conocer la historia ponderal del paciente, es decir, cuál es su peso habitual, su peso actual, así como
las variaciones del peso en el tiempo y el porcentaje de variación del peso respecto al habitual.
Tanto si hay ganancia como si hay pérdida de peso no intencional, suele haber un
condicionante que se debe averiguar.
Otros datos de interés son las medidas antropométricas, como la talla, el cálculo del índice
de masa corporal (IMC), los pliegues cutáneos (pueden orientar sobre las reservas grasas del
organismo), la medición del cociente cintura-cadera (Cci/ca) y la circunferencia del brazo
(CB) (puede orientar sobre el compartimento muscular del organismo). La impedancia bioeléctrica
nos puede ayudar a determinar la composición corporal (agua corporal total, masa grasa y masa libre
de grasa).
Por ello, la valoración del estado nutricional es un aspecto importante en la atención de
todo paciente. Es bien conocida la estrecha relación entre una nutrición inadecuada, por exceso o
defecto, y un aumento de la morbimortalidad. En todos los pacientes es posible realizar valoración
nutricional preliminar que permita identificar estados tempranos de obesidad o deficiencia
nutricional.
La valoración nutricional utiliza principalmente datos que se obtienen mediante examen
físico, análisis de la composición corporal y valoración de la función inmunitaria (no realizado en
este TP).
El examen físico proporciona datos fundamentales respecto de la aportación de
macronutrientes y micronutrientes. Es importante saber que el paciente con desnutrición por lo
general tiene varias deficiencias. Desafortunadamente, los signos y síntomas de la mayor parte de
las deficiencias nutricionales no aparecen sino hasta que existe un estado avanzado de desnutrición.
Para realizar la valoración nutricional se considera que el cuerpo humano está constituido
por seis compartimientos: grasa, músculo esquelético, proteínas viscerales, proteínas plasmáticas,
espacio extracelular y esqueleto. Algunos de estos compartimientos se valoran por métodos
antropométricos y otros por métodos bioquímicos.
El peso y la estatura proporcionan datos referentes a grasa corporal, esqueleto, masa
muscular y estado de hidratación. Aunque carecen de la sensibilidad suficiente para revelar pequeñas
variaciones en el estado nutricional, son útiles como primera aproximación, sobre todo si pueden
compararse con valores previos o bien servir como punto de comparación para determinaciones
posteriores.
La relación o cociente cintura-cadera (Cci/ca) han sido ampliamente utilizados para
conocer el nivel de grasa intraabdominal. El cociente se obtiene midiendo con cinta métrica flexible
e inextensible, con el sujeto colocado de pie, en espiración y, para la cintura se traza el punto medio
entre las últimas costillas y el punto superior inmediato de las crestas ilíacas, mientras que para la
cadera se considera su punto más ancho alrededor de las nalgas. En los casos de personas que
presenten abdomen péndulo, la medición se debe realizar en decúbito supino, en el punto más
prominente del abdomen. Posteriormente se realiza el cociente entre estos dos valores obtenidos en
cm. 39
El Cci/ca no tiene unidades y como punto de corte se toma un valor < 0,95 para el sexo
masculino y < 0,85 para el sexo femenino. Por encima de estos valores, existe un alto riesgo de
enfermedad cardiovascular en ambos sexos. De este modo, el Cci/ca es una medida antropométrica
específica para medir (indirectamente) los niveles de grasa abdominal. Cuanto más alto sea el
cociente, mayor será la proporción de adiposidad abdominal del sujeto y, por tanto, aumenta el
riesgo para su salud, dado que, un aumento de 0,01 se asocia con un incremento del 5% en el riesgo.
El tejido adiposo puede almacenar 145000 calorías que se utilizan durante los períodos de
bajo ingreso calórico, dando como resultado disminución del peso corporal. Si embargo, esta
reducción de peso puede ser ocultada por aumento del líquido corporal, y a causa de esto la cantidad
de grasa debe valorarse técnicamente junto con el peso corporal total.
Una forma sencilla de estimar el contenido corporal de grasa es mediante la medición de los
pliegues cutáneos; los más utilizados son tricipital, bicipital, subescapular y suprailíaco.
Asimismo, se puede obtener el nivel de grasa corporal y grasa visceral mediante técnicas de
bioimpedancia con balanzas especiales.
El índice de masa corporal (IMC) es útil para estimar el compartimiento graso cuando
no puede hacerse la medición de los pliegues cutáneos. El índice de masa corporal no mide de manera
directa el compartimiento graso, pero sí correlaciona peso y estatura y de esta manera lo estima.
Debe tenerse en cuenta que el estado de hidratación puede alterarlo y que su utilidad es mayor
cuando se emplea junto con la medición de los pliegues cutáneos. La fórmula para calcularlo es la
siguiente:
IMC = peso (kg)/(altura × altura) (m2)
Al igual que la grasa, el tejido muscular puede utilizarse como fuente de energía durante
los períodos de ingesta energética insuficiente; asimismo, su masa puede aumentar, como ocurre en
la hipertrofia por ejercicio. En ambos casos el peso corporal resulta afectado.
El tejido magro o masa libre de grasa (MLG) corresponde al 80% del organismo
implicado en los procesos metabólicamente activos y su contenido es muy heterogéneo: huesos,
músculos, agua extracelular, tejido nervioso y todas las demás células que no son adipocitos o células
grasas. La masa muscular o músculo esquelético corresponde al 40% del peso corporal total y
es el componente más importante de la MLG (50%), por lo cual es el reflejo del estado nutricional de
la proteína, mientras que la masa ósea constituye un 14% del peso corporal total y 18% de la MLG.
Los métodos que se emplean para determinar la masa muscular comprenden mediciones
40
antropométricas, bioquímicas y por bioimpedancia.
Entre los métodos antropométricos se incluye la medición de la circunferencia del brazo
(CB) y de los músculos del brazo (CMB). La medición de la CB mide varios compartimientos (óseo,
adiposo y muscular) y se usa junto con la medición del pliegue tricipital para determinar la CMB de
acuerdo con la siguiente fórmula:
CMB = CB en mm – (3,14 × pliegue tricipital en mm)
Los valores obtenidos con esta fórmula se comparan con los valores de referencia de la
siguiente tabla:
Circunferencia muscular del brazo (mm)*
Edad (años) Varones Mujeres
18 a 18,9 226 - 324 174 - 245
19 a 24,9 238 - 321 179 - 249
25 a 34,9 243 - 326 183 - 264
35 – 44,9 247 - 327 186 - 272
45 – 54,9 239 - 326 187 - 274
* Los datos corresponden al rango entre el percentil 5 y 95 considerado normal.
1Frisancho, A. R. (1981). New norms of upper limb fat and muscle areas for assesment of nutritional status. Am J Clin Nutr; 34; pp.
2540-2545. https://doi.org/10.1093/ajcn/34.11.2540
Los métodos bioquímicos incluyen determinación de la excreción renal de creatinina y de 3-
metilhistidina, ambos metabolitos producto del catabolismo de las proteínas musculares, que
aparecen en la orina en una cantidad constante y predecible. La excreción de creatinina en 24 h se
considera un indicador confiable de la cantidad de masa muscular, siempre y cuando la actividad
muscular se mantenga constante y la función renal sea normal. La cantidad de creatinina eliminada
en orina por kg de peso corporal se conoce como índice de creatinina y su valor es de 20 a 26 mg/kg
para el varón y de 14 a 22 mg/kg para la mujer.
41
III. Métodos de valoración de la composición corporal
Las medidas antropométricas sirven como base para la estimación de la composición corporal. Sin
embargo, actualmente existen otros métodos de valoración.
De todas maneras, salvo la impedancia bioeléctrica (BIA), los métodos de composición
corporal más sofisticados suelen utilizarse más en el contexto de estudios clínicos. Sin embargo, los
costos de algunas de estas técnicas hacen que no sean de aplicación universal. Por lo tanto, la elección
de un método de composición corporal u otro dependerá del compartimento que se quiera medir, la
fiabilidad que se quiera obtener, el equipamiento del cual disponga cada centro y el nivel de costo
asumible.
La absorciometría de rayos X (DXA) es, por ahora, la técnica más adecuada en cuestión de
fiabilidad-precio, pero el dispositivo tiene un costo elevado, además que se necesita un técnico
especializado.
La BIA es una técnica relativamente barata y sencilla, pero también la menos precisa. El
análisis de impedancia corporal es un método para predecir la composición corporal sobre la base
de las propiedades conductoras del cuerpo humano. La conductividad eléctrica en el organismo se
debe a la presencia de iones libres o electrolitos en el agua corporal y, por tanto, será proporcional al
42
Agua Corporal Total (ACT) y a los tejidos con alta concentración de agua, la Masa Magra (MM).
El análisis de la BIA nos permitirá predecir la MM que, restada del peso corporal total, nos
dará una estimación de la grasa corporal total. Estos cálculos los realiza el mismo aparato, teniendo
que introducir únicamente los datos necesarios para las ecuaciones de predicción: edad, sexo y talla.
Hay que tener en cuenta que la BIA no mide la composición corporal, sino que mide una propiedad
eléctrica del organismo y, a partir de esta, infiere la composición corporal aplicando unas ecuaciones
que proceden de una población de referencia determinada.
La bioimpedancia presenta una serie de ventajas como método de determinación de la
composición corporal que la convierte en una técnica muy utilizada:
Se trata de una técnica relativamente barata y fácil de realizar en la consulta. El aparato
no es caro en comparación con las demás técnicas, no ocupa mucho lugar y no genera un
gasto económico cada vez que se utiliza.
Es un aparato transportable, por lo que es apto para usar en diferentes lugares.
Su manejo no requiere un técnico especialista.
De todas maneras, esta técnica también presenta una serie de limitaciones:
De fiabilidad según la ecuación de predicción que emplee el aparato. La razón reside en el
hecho de que cada ecuación ha sido desarrollada tomando una muestra de población con
unas características concretas. Si el sujeto procede de una población muy diferente a la
muestra, el análisis pierde fiabilidad.
Otro inconveniente es que la conductividad eléctrica puede estar influida por múltiples
factores, aparte del ACT, como la temperatura corporal, la distribución del líquido en los
espacios intracelular y extracelular, y diferentes cantidades y estructuras de tejidos
conductores y no conductores. Por esta razón los resultados de la BIA no se pueden
considerar válidos en individuos con estados de hidratación alterados.
Existen una serie de condiciones estandarizadas que deberían respetarse para la medición;
estas hacen referencia a aspectos como la posición corporal o la ingesta dietética. Las principales
condiciones se presentan a continuación:
Dado que el consumo de comida o bebida puede disminuir la impedancia hasta 4 horas
después de la comida, se recomienda estar en ayunas o no haber consumido alimentos
durante las 8 h previas.
El ejercicio puede tener un efecto de disminución de la resistencia, por lo que se
recomienda no haber realizado ejercicio 8 h antes de la medida.
El sujeto debe vaciar la vejiga antes de realizar la medida.
Es importante que el paciente no sienta ni frío ni calor, la temperatura de la habitación
debe mantenerse entre 22 y 25 °C, dado que puede influir en la conductividad eléctrica.
Habitualmente el aparato solicitará la entrada de los datos del paciente (talla, edad y sexo).
La talla debería determinarse en el momento de la medición.
El paciente no debe estar en contacto con objetos metálicos. 43
Dado que las extremidades representan la mayor contribución a la impedancia corporal total,
se han hecho extrapolaciones a partir de la medición del arco inferior (método pierna-pierna): el
equipo incorpora cuatro electrodos sobre una báscula, que funciona por el contacto del individuo al
pesarse. Este método ha sido validado en población sana. Existe actualmente un equipo específico
para la estimación del área adiposa visceral.
Procedimiento
Con el sujeto de pie y los brazos colgando a lo largo del cuerpo, ubíquese detrás del brazo derecho,
tome el panículo en dirección al eje longitudinal del miembro y realice la medición en milímetros.
Pliegue cutáneo subescapular 45
El punto de medición es señalado justo por debajo del ángulo inferior del omóplato.
Procedimiento
Con el sujeto de pie adoptando una postura relajada, con los brazos colgando a los lados del cuerpo,
sitúese detrás y después de palpar la escápula, tome el panículo por debajo del ángulo inferior de
ésta, en dirección diagonal e inclinada ínfero-lateralmente unos 45°, siguiendo las líneas de clivaje
de la piel, coloque el plicómetro en posición y efectúe la medición en milímetros.
Pliegue cutáneo supraespinal
Panículo localizado en el punto de intersección de la línea que une el borde axilar anterior con la
espina ilíaca anterosuperior y la proyección horizontal del nivel superior de la cresta ilíaca. En
dirección diagonal unos 45° con respecto a la horizontal, siguiendo la línea de clivaje de la piel.
Procedimiento
Ubique al sujeto de pie con el brazo derecho separado del cuerpo. Sitúese lateralmente con respecto
al individuo, localice el punto anatómico de referencia y realice la medición, en milímetros.
46
Pliegue cutáneo de pantorrilla
El punto de la pantorrilla debe señalarse en la parte
interna de la pierna, al nivel del perímetro máximo de la
pantorrilla.
Para señalar este punto, el paciente debe estar de
pie, con los brazos relajados al largo del cuerpo, los pies
separados y el peso uniformemente distribuido entre
ambos pies.
El examinador debe posicionarse delante del
paciente y buscar el perímetro máximo usando una cinta
antropométrica. Esta línea horizontal debe ser
interceptada por una línea vertical localizada en la parte
media de la pierna.
El paciente debe asegurar un ángulo de 90º entre la
pierna y el muslo anterior. El pliegue debe medirse en el
punto de la pantorrilla, verticalmente a la longitud de la pierna.
Medición de Perímetros
Los perímetros son medidos con una cinta métrica flexible pero inextensible. Algunas cintas tienen
una porción de varios centímetros antes de comenzar con la marca 0 (cero) y otras directamente
comienzan con la marca 0 (cero).
Son cintas fáciles de manipular, pesan
pocos gramos y tienen un sistema de resorte
de recuperación automática.
La caja es sostenida solo por el cuarto
y quinto dedo de la mano derecha durante
todas las mediciones y ello permite que los
pulgares e índices de ambas manos controlen
el grado de tensión y alineamiento de la cinta
sobre la piel.
La técnica más utilizada es la llamada
técnica cruzada, donde con la mano izquierda se toma el extremo de la cinta y se lo pasa alrededor
del segmento a medir, luego de contorneado el perímetro, la cinta es yuxtapuesta (una parte arriba
de la otra, en general la parte del extremo por encima), produciéndose la lectura donde la marca 0
interseca al valor de la cinta yuxtapuesta.
La mano izquierda controla la ubicación de la cinta en el lugar específico de medición, que la 47
cinta no quede floja con partes fuera de contacto con la piel o que no comprima y deprima el contorno
a medir.
Se debe tener especial cuidado a evitar la compresión de la piel y tejido celular subcutáneo
por parte de la cinta, para una correcta medición.
48
Perímetro de pantorrilla
El sujeto debe estar sentado con los pies apoyados en el piso y la rodilla en posición de 90°. Se debe
buscar el máximo perímetro de la pantorrilla, tensando la cinta y cuidando de no dejar vacíos o
comprimir el contorno y controlar la perpendicularidad de la cinta al eje longitudinal de la
pantorrilla.
Perímetro de pantorrilla corregido (PPc)
Se calcula de la siguiente manera:
PPc = Perímetro de pantorrilla (cm) – Pliegue de la pantorrilla (cm)
Diámetros
Para los diámetros corporales se usa un antropómetro o regla centimetrada con longitud horizontal
y dos ramas verticales perpendiculares a la regla horizontal, obviamente una fija y una móvil.
La forma de sostener el antropómetro consiste en utilizar la mano izquierda para tomar la
rama vertical fija y la mano derecha conduce la rama vertical deslizante.
El antropómetro se toma por las ramas verticales con el dedo pulgar e índice de cada mano y
el cuerpo del antropómetro o calibre descansa sobre el dorso de la mano y muñeca.
Una presión firme es aplicada a las ramas por los índices, mientras los pulgares sostienen las ramas.
49
Las medidas antropométricas serán utilizadas para determinar el somatotipo del individuo.
El componente endomorfo (CEn) del somatotipo se calcula como:
Donde:
A = (pliegue tricipital + pliegue subescapular + pliegue supraespinal) × 170,18
estatura
Donde, DH es Diámetro del húmero (cm); DF es Diámetro del fémur (cm); PBc es Perímetro
del brazo corregido para la bicapa grasa subcutánea-piel; y PPc es Perímetro de pantorrilla corregido
para la bicapa grasa subcutánea-piel.
51
Igual que ocurre con el componente endomorfo, el componente mesomorfo es un número
que recorre cualquier valor entre 1 – 14.
Finalmente, el componente ectomorfo (CEc) del somatotipo se obtiene según el índice
ponderal (IP):
IP = Estatura (cm)
𝟑𝟑
�𝐏𝐏𝐏𝐏𝐏𝐏𝐏𝐏 (𝐤𝐤𝐤𝐤)
Donde:
Si IP > 40,75 ⇒ CEc = (0,732 × IP) – 28,58
Si 38,28 ≤ IP ≤ 40,75 ⇒ CEc = (0,463 × IP) – 17,63
Si IP < 38,28 ⇒ CEc = 0,1
El componente ectomorfo es un número que recorre cualquier valor entre 0,1 – 14.
Luego, el somatotipo del individuo, se establece de la dominancia de uno de los componentes
estimados respecto de los otros dos, y la relación existente entre los dos restantes.
Por ejemplo, si el componente endomorfo = 5, el mesomorfo = 3 y el ectomorfo = 1, entonces
el somatotipo resultante sería endomorfo-mesomórfico. Por lo tanto, mientras menor sea el valor
estimado del componente correspondiente, menor es el aporte del mismo al somatotipo del
individuo.
Somatocarta
La somatocarta es una representación gráfica con la cual se puede clasificar la forma del cuerpo de
cualquier persona, el cual permite, además, comparar su evolución en periodos de tiempo específicos
si este realiza algún cambio en su estilo de vida (plan de alimentación orientado, actividad física,
etc.).
Los tres componentes del somatotipo del individuo, se pueden ubicar en la somatocarta que
consiste en un par ordenado (X, Y), sobre el cual, para ubicar el punto X, se debe hacer:
X = CEc - CEn
Para ubicar el punto Y, se debe hacer:
Y = 2 × CM – (CEn + CEc)
Para nuestro ejemplo anterior, sería:
X=1–5=−4
Y = 2 x 3 – (5 + 1) = 0
Luego se debe ubicar el par ordenado (-4; 0) en la somatocarta.
52
Procedimiento
Llevar a cabo la exploración básica al compañero de tareas y completar el siguiente formato de
informe para ser entregado en la clase siguiente.
MODELO DE REGISTRO DEL TIPO CORPORAL DEL PACIENTE
DATOS PERSONALES
Fecha: / /
Sexo: ……………………………………………
Edad: ………………………………………….
1. ESTATURA (cm):…………………………..……………………………………………………………….……………………….
Conclusión/es:…………………………………………………………………………………………….……………….…………………
…………………………………………………………………………………………………………………………………………………….…
…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………
SOMATOCARTA
54
V. Actividades
………………………………………………………………………………………………………………………………………….
………………………………………………………………………………………………………………………………………….
………………………………………………………………………………………………………………………………………….
………………………………………………………………………………………………………………………………………….
………………………………………………………………………………………………………………………………………….
………………………………………………………………………………………………………………………………………….
………………………………………………………………………………………………………………………………………….
…………………………………………………………………………………………………………………………………………. 55
………………………………………………………………………………………………………………………………………….
………………………………………………………………………………………………………………………………………….
………………………………………………………………………………………………………………………………………….
4. ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de utilizar el IMC para valorar el estado
nutricional?
………………………………………………………………………………………………………………………………………….
………………………………………………………………………………………………………………………………………….
………………………………………………………………………………………………………………………………………….
………………………………………………………………………………………………………………………………………….
………………………………………………………………………………………………………………………………………….
………………………………………………………………………………………………………………………………………….
………………………………………………………………………………………………………………………………………….
………………………………………………………………………………………………………………………………………….
CASO PROBLEMA 2
Paciente de sexo femenino de 53 años; que acude a la consulta, para un control de rutina. Al
evaluarla, usted obtiene los siguientes datos: Peso: 74 kg; Estatura: 1.66 m; Circunferencia de la
cintura: 87 cm; Circunferencia de la cadera: 107 cm.
Discusión
56
57
El organismo humano está compuesto en un 40 a 60% de su peso corporal por agua (agua corporal
total = ACT) que difunde libremente a través de dos grandes compartimientos en los que se
distribuye. Estos grandes compartimientos lo componen el intracelular (ocupado por el agua
intracelular y las sustancias disueltas) y el compartimiento extracelular (ocupado por el agua
intersticial y el agua plasmática junto con los solutos disueltos en estos).
El líquido intracelular (LIC) corresponde a un 40% del ACT mientras que el líquido extracelular
corresponde a un 20% del ACT, donde un 15% representa al líquido intersticial (LI) y un 5% al agua
plasmática (LP).
59
Los límites anatómicos están dados por las membranas celulares formadas por proteínas,
lípidos y polisacáridos. Dichas membranas tienen permeabilidad selectiva, lo cual da origen a las
notables diferencias en la composición que tienen los líquidos dentro y fuera de la célula y que
requieren mecanismos activos energéticos para su conservación.
El agua y los solutos corporales se intercambian constantemente entre los distintos
compartimentos corporales. Esto ocurre a través de mecanismos activos y pasivos. El movimiento
de las partículas es pasivo si ocurre espontáneamente y a favor de un gradiente de difusión
electroquímico u osmótico. Por el contrario, el movimiento de partículas es activo si depende de
energía y habitualmente ocurre en contra de un gradiente químico, eléctrico u osmótico o una mezcla
de ellos.
La primera barrera al movimiento de solutos en el cuerpo son las membranas celulares. Aun
cuando la mayoría de los solutos pequeños penetran a través de las membranas celulares, esta
movilidad es mucho más lenta que en el agua. Por ejemplo, la permeabilidad al K+ de la membrana
celular del músculo esquelético es 10-7 menos permeable que una capa de agua de igual grosor. La
habilidad de un soluto para cruzar la membrana depende de su solubilidad en la matriz lipoproteica
de la membrana. Substancias muy liposolubles como el O2, el CO2 y la urea, atraviesan libremente
todas las membranas, pero los iones y la glucosa que son altamente hidrosolubles cruzan la
membrana a través de poros hidrofílicos y transportadores de membrana respectivamente.
El transporte activo es un componente muy importante de la función celular. El Na+
normalmente difunde en forma pasiva al interior de las células y el K+ difunde hacia el exterior; para
que la célula mantenga la concentración intracelular normal de estos iones, debe extruir Na+ e 61
introducir K+ por medio de la bomba Na+/K+ ATPasa.
Asimismo, la membrana es aproximadamente 100 veces más permeable al K+ que al Na+; la
concentración de K+ en el interior de la célula es de 150 mEq/L y de sólo 4 mEq/L en el exterior. El
K+ difunde hacia el exterior de la célula a favor de un gradiente de concentración y como resultado
el lado extracelular de la membrana se carga en forma positiva con respecto al interior de la célula.
Este efecto del K+ en el potencial de membrana es muy importante clínicamente ya que tanto la
hiperkalemia como la hipokalemia ponen en peligro la vida por cambios en el potencial de
membrana, tanto en el músculo esquelético como en el cardíaco.
Como existen diferencias en la proporción de grasa en el organismo que dependen de la edad, el sexo
y del estado metabólico de cada individuo, no es posible establecer una fórmula igualmente simple
para calcular el ACT a partir de la masa corporal. Para personas normales pueden utilizarse los
siguientes valores como una aproximación cuando no es posible o no está indicado realizar una
medida del ACT.
radiosulfato, inulina marcada con 14C. Con fines clínicos se usa la aproximación de que el líquido
extracelular contiene una tercera (1/3) parte del líquido corporal total.
63
Líquido plasmático (LP)
Corresponde al agua contenida en la sangre. Para la determinación de su volumen se utilizan
sustancias que se combinan con la albúmina plasmática: azul de Evans o Albúmina con 131I. También
puede medirse el volumen de agua plasmática indirectamente determinando el volumen sanguíneo
con hematíes marcados con 51Cr o 59Fe. Se debe conocer además el hematocrito. Su valor promedio
es de aproximadamente 5% del peso corporal.
Liquido intersticial
Corresponde al líquido contenido en los tejidos. Se calcula indirectamente. Valor aproximado: 15%
del peso corporal.
Osm = n × g × C
Es una medida de la concentración de los líquidos corporales (la relación entre solutos y
agua). Se expresa en mOsmol/Kg de H2O y se caracteriza por no ser afectado por la temperatura;
mientras que la osmolaridad es el número de partículas osmóticamente activas presente en un litro
de solución; se mide en mOsmol/L de solución y es afectado por la temperatura (En la ecuación; n =
número de partículas disueltas en solución; g = coeficiente osmótico; C = concentración expresada
en molar o molal).
Como los solutos se encuentran disueltos en agua, cuya densidad es igual a 1,000 (aunque
esto es cierto a 4 °C) y los líquidos corporales se encuentran muy diluidos, con fines clínicos los
términos osmolaridad y osmolalidad se toman indistintamente. Sin embargo, estos no son iguales
cuando el paciente se encuentra en un estado de enfermedad.
π = Osm × σ × R × T
Los valores obtenidos con esta fórmula difieren en 1 a 2% de los valores obtenidos por
osmometría. Cabe la aclaración de que el osmómetro mide la osmolalidad de los líquidos biológicos
mientras que mediante el cálculo, se obtiene la osmolaridad; además, se debe tener en cuenta el
coeficiente osmótico, cuyo valor depende de la separación completa de los iones en solución, como
ocurre con el NaCl en soluciones muy diluidas siendo igual a 1 ya que se separan completamente
dando 2 partículas osmóticamente activas, pero en soluciones concentradas, este coeficiente es
menor a 1 ya que el NaCl no se separa completamente: en este caso, se tiene en cuenta que el número
de partículas no es 2 sino de 1,86 y el coeficiente osmótico es de 0,9295. Esto es importante
cuando se deben realizar estudios experimentales.
Los valores de referencia de la osmolalidad del plasma obtenidos por osmómetro son:
Recién nacidos: hasta 265 mOsm/kg de H2O.
Adultos (hasta 60 años): 285 a 295 mOsm/kg de H2O.
Mayores de 60 años: 275 a 300 mOsm/kg de H2O.
La utilidad clínica de la medición de la osmolaridad plasmática es la de evaluar el balance
hídrico y de electrolitos, el estado hiperosmolar y el grado de hidratación, deshidratación o balance
ácido-base. También evalúa la función de la hormona antidiurética (ADH), enfermedad hepática,
coma hiperosmolar; siendo de gran utilidad como screening de toxinas de bajo peso molecular como
el etanol, etilenglicol, isopropanol y metanol, especialmente como una aproximación rápida en
situación de emergencia.
También se suele medir la osmolaridad urinaria para correlacionar con el valor obtenido en
el plasma y la semiología del paciente mediante osmometría o bien por cálculo, previa obtención de
la densidad urinaria:
Alteraciones de la osmolaridad
a) La osmolaridad plasmática aumenta en la depleción hídrica, diabetes hiperosmolar no
cetósica, cetoacidosis diabética, diabetes insípida, alcoholismo, hipercalcemia, lesiones
cerebrales.
b) En orina aumenta frecuentemente en el síndrome nefrótico, insuficiencia cardíaca,
deshidratación.
c) Disminuye en el plasma en la insuficiencia corticosuprarrenal, panhipopituitarismo,
intoxicación hídrica postoperatoria.
d) En la orina suele encontrarse disminuido en la diabetes insípida, polidipsia primaria.
Procedimiento 1
a) Obtener sangre en dos tubos con anticoagulante (heparina)
b) Centrifugar 10 minutos a 3.000 rpm.
c) Extraer el plasma con pipeta Pasteur y agregar solución Ringer hasta completar el volumen
inicial.
d) Resuspender los glóbulos rojos y volver a centrifugar.
e) Separar el sobrenadante obteniendo un residuo de glóbulos rojos lavados.
f) Colocar en tres tubos 0,2 ml de glóbulos rojos lavados y agregar 1 a 2 ml de distintas
soluciones de NaCl según el cuadro.
g) Con cada una de estas suspensiones cargar un capilar de hematocrito, centrifugando a 12.000
rpm durante 5 minutos.
h) Leer los hematocritos mediante un ábaco e interpretar los resultados.
TUBO 1 2 3
HEMATOCRITO
Procedimiento 2
a) Preparar una batería de tubos conteniendo 1 ml de las siguientes soluciones según el cuadro. 67
b) Agregar a cada tubo 2 gotas de glóbulos rojos lavados.
c) Centrifugar 5 minutos a 3000 rpm.
d) Observar el efecto producido macroscópica y microscópicamente colocando una gota del
preparado entre porta y cubreobjetos.
e) Interpretar los resultados y complete el siguiente cuadro.
TUBO 1 2 3 4 5 6 7
NaCl NaCl NaCl Urea Urea Dextrosa Éter
Solución
0,9% 0,45% 1,2% 1,8% 8,6% 5%
Osmolaridad
Presión osmótica
Efecto observado
sobre las células
Procedimiento 3
Llevar a cabo la exploración básica al compañero de tareas y completar el siguiente formato de
informe para ser entregado en la clase siguiente.
MODELO DE REGISTRO DEL EXAMEN HIDROELECTROLÍTICO DEL PACIENTE
DATOS PERSONALES
OBSERVACIONES:…………………………………………………………………………………………….………………………………………….
……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………
II. Resistencia osmótica eritrocitaria (ROE)
Si los hematíes se incuban en un medio escasamente hipotónico, tiende a producirse entrada de agua
a la célula y el equilibrio se alcanza a expensas de un aumento del diámetro transversal o grosor del
hematíe, transformándose en un estomatocito o esferocito. Por el contrario, si la hipotonía del medio
supera ciertos límites, se alteran la permeabilidad de la membrana y el contenido macromolecular
eritrocitario, por lo que sobreviene la hemólisis del eritrocito.
Cuando el medio posee una hipotonía absoluta (agua destilada), se observa la hemólisis de la
totalidad de los hematíes, pero cuando es relativa, existe siempre un determinado número de
hematíes capaces de resistir el efecto osmótico. La medida de la capacidad de una población de
hematíes para resistir el efecto hipotónico del medio se denomina resistencia osmótica globular
o eritrocitaria (ROE).
Debido a su forma de disco bicóncavo (discocito), el hematíe puede aceptar sin hemolizarse
una entrada de agua capaz de aumentar su volumen hasta un 70%. Si se sobrepasa este límite
sobreviene la hemólisis. Cuando existe una alteración de la forma, como, por ejemplo, en la
esferocitosis hereditaria, este límite disminuye y la hemólisis ocurre en presencia de soluciones
salinas más concentradas.
69
Lo normal es que los eritrocitos de una persona sana soporten hasta una concentración de
0,45% de solución salina en el cual empiezan a hemolizarse, siendo completa al 0,30%
aproximadamente; mientras que en los casos de esferocitosis hereditaria empiezan a hemolizarse a
concentraciones de 0,65%, siendo máxima al 0,45% generalmente.
DDiscocito
ISCOCITO ESTOMATOCITO
Estomatocito ESFERO CITO
Esferocito
Todos los líquidos corporales, intracelulares o extracelulares son soluciones diluidas constituidas
principalmente por electrólitos. El mantenimiento de un volumen apropiado de estos líquidos en los
diversos compartimientos corporales tiene una enorme trascendencia para la vida. Las complejas
actividades enzimáticas y electrofisiológicas necesarias para mantener la homeostasis requieren un
control estricto de la concentración iónica del medio interno.
Debido a las diferencias en la composición de los compartimientos, el sodio desempeña un
papel fundamental en el mantenimiento de la osmolalidad y del estado de hidratación en el LEC,
mientras que otros electrólitos, como el potasio, el calcio y el magnesio, tienen una importancia vital
en la fisiología neuromuscular y hormonal, así como la concentración de hidrogeniones es crucial
para diversas funciones enzimáticas celulares.
El cuerpo recibe agua BALANCE DIARIO DE AGUA
mediante la ingesta de líquido, de INGESTIÓN ELIMINACIÓN
Ruta Cantidad Ruta Cantidad
los alimentos ingeridos y del (ml) (ml)
metabolismo de los nutrientes y Agua de alimentos 1000 Piel 500
Agua de la oxidación 300 Pulmones 350
de los tejidos corporales. Los Agua por ingestión oral 1200 Heces 150
Deshidratación
Es el estado corporal que resulta de la pérdida excesiva de líquidos. El trastorno de una o más vías
por las cuales se ingieren o se pierden líquidos suele conducir a la deshidratación. Las causas pueden
ser:
a) Ingreso hídrico insuficiente: falta de agua.
b) Absorción insuficiente: diarrea.
c) Pérdidas por el aparato gastrointestinal: vómito, fístula, etc.
d) Excreción renal excesiva: alteraciones en la reabsorción tubular.
e) Pérdidas por heridas y quemaduras.
Severidad de la
Signos y síntomas
deshidratación
Ligera Cuando hay pérdidas del 2% del peso corporal y los síntomas son escasos, solamente hay sed.
Cuando ocurren pérdida del 6 a 30% del peso corporal; hay sed, sequedad de la piel y mucosas,
Moderada
hipotensión postural, oliguria, pérdida de la turgencia cutánea, obnubilación, náuseas y vómitos.
Severa Pérdida de más del 30% del peso corporal, hay intensificación de síntomas previos.
Sobrehidratación
Estado corporal que resulta de la ganancia excesiva de líquidos o electrólitos, secundaria a un
aumento en los ingresos o a una disminución en las pérdidas, lo que conlleva a un balance hídrico
positivo. Las causas pueden ser:
a) Ingestión compulsiva de agua.
b) Ingreso aumentado: Iatrogénico o accidental.
c) Excreción renal disminuida: Trabajo de parto, postoperatorio, etc.
Hiponatremia
Se define como una concentración de sodio en sangre por debajo de 135 mEq/L. Se considera un
trastorno fisiológicamente significativo cuando indica un estado de hipoosmolaridad y una tendencia
del agua a ir desde el LEC al LIC. Las causas son:
a) Pérdidas de sodio: diuréticos (especialmente de tiazídico); diuresis osmótica,
hipoaldosteronismo, nefropatía perdedora de sal, pérdidas de sodio a nivel digestivo (diarrea
y vómitos) y cutáneo (quemaduras, sudoración excesiva, etc.).
b) Aumento de agua: polidipsia primaria, potomanía de cerveza, Síndrome de Secreción
Inadecuada de la Hormona Antidiurética (SIADH), Hipotiroidismo.
c) Pseudo hiponatremia por Aumento de sodio y agua: insuficiencia cardíaca
congestiva, cirrosis hepática.
d) Otros: Fármacos, alteraciones del sistema nervioso central (hemorragia subaracnoidea,
astrocitoma, hipopituitarismo, etc.).
Hipernatremia
Es un desequilibrio electrolítico que consiste en un elevado nivel de sodio en la sangre por encima
de 145 mEq/L. La causa más común de la hipernatremia no es un exceso de sodio, sino un
relacionado déficit de agua libre en el cuerpo. Por esta razón, la hipernatremia es a menudo sinónimo
de deshidratación. Por ello, las causas incluyen:
a) Inadecuada ingesta de agua (típicamente lactantes, ancianos o pacientes lisiados).
b) Inadecuada excreción de agua (diuréticos o litio), diabetes insípida.
c) Ingesta de líquidos hipertónicos (es relativamente infrecuente, aunque puede ocurrir después
de una resucitación vigorosa donde un paciente recibe un gran volumen de solución
concentrada de bicarbonato de sodio).
d) Exceso de glucocorticoides o mineralocorticoides debido a un estado de enfermedad como el
Síndrome de Cushing o de Conn.
Hipopotasemia
Se define como la presencia de una concentración de K+ en plasma inferior a 3,5 mEq/l. También se
denomina hipokalemia. Las causas son:
a) Disminución de la Ingesta: es una causa muy poco frecuente ya que el riñón tiene capacidad
de reabsorber el K+, que está presente en la mayoría de los alimentos.
74
b) Redistribución: el K+ plasmático disminuye sin hacerlo el corporal total por aumento del K+
intracelular a costa del extracelular. Puede deberse a múltiples causas como aumento del pH
sanguíneo, insulina, hipotermia, etc.
c) Aumento de las pérdidas: la causa más importante es la pérdida renal, también se pierde por
el tubo digestivo (diarreas, vómitos) o bien a través de la piel (sudoración abundante).
d) Hiperaldosteronismo: presencia de cifras elevadas de aldosterona en sangre, que favorece la
reabsorción de Na+ y eliminación de K+ a nivel del túbulo distal renal.
e) Otros: alteraciones congénitas, fármacos, etc.
Los signos y síntomas se presentan habitualmente a partir de valores inferiores a 3 mEq/L y
dependen de la rapidez de instauración y de la magnitud de la hipopotasemia. Incluyen cansancio,
anorexia, mialgias, calambres, debilidad muscular, parálisis arrefléxica, rabdomiólisis,
mioglobinuria, alteraciones en el ECG (aplanamiento o inversión de la onda T, aparición de onda U,
intervalo PR largo, disminución voltaje QRS, ensanchamiento de QRS, arritmias ventriculares (paro
cardíaco en diástole), arritmias auriculares, intoxicación digitálica), estreñimiento, íleo paralítico,
alteraciones del equilibrio ácido-base, polidipsia, somnolencia, irritabilidad, coma y muerte según la
gravedad.
Hiperpotasemia
Se define la hiperpotasemia (o hiperkalemia) como la presencia de una concentración de K+
plasmático superior a 5,0 mEq/l. Es una alteración electrolítica importante por su potencial
gravedad. El potasio es un tóxico cardíaco y puede originar arritmias potencialmente letales cuya
aparición no se correlaciona exactamente con los niveles plasmáticos de K+. Las causas incluyen:
a) Balance positivo de K+: exceso de aporte o defecto de eliminación.
b) Salida rápida de K+ del interior celular: hemólisis, rabdomiólisis, quemaduras,
ejercicio intenso, hematomas, lisis tumoral.
c) Seudohiperpotasemia: elevación artificial de K+ en suero. Se sospecha ante la existencia
de una hiperpotasemia en un paciente asintomático y con electrocardiograma (ECG) normal;
se confirmará con una determinación normal de K+ en plasma.
Los signos y síntomas se presentan con parestesias, debilidad muscular, parálisis flácida,
parada respiratoria, calambres abdominales, náuseas, diarrea, alteraciones ECG (ondas T altas y
picudas en derivaciones precordiales con valores mayor o igual a 6,5 mEq/l, prolongación espacio
PR con K+ entre 7 y 8 mEq/l, pérdida de onda P con K+ entre 7,5 y 8 mEq/l, ensanchamiento QRS
con K+ entre 7,5 a 8 mEq/l, QRS converge con onda T cuando el K+ > 8 mEq/l, fibrilación ventricular,
paro cardiaco y arritmias ventriculares a cualquier concentración). Este aumento del potasio lleva, a
su vez, a la estimulación de aldosterona, inhibición de renina, estimulación de insulina, estimulación
de glucagón y oliguria. 75
IV. Actividades
………………………………………………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………………………………………………
CASO PROBLEMA 3 77
Pablo de 63 años, portador de una cirrosis hepática alcohólica, con hipertensión portal, ingresa al hospital
por estupor; en el cuarto día de internación, un laboratorio de control reveló una natremia de 119 mEq/L.
El examen clínico muestra un paciente con ascitis y edemas en miembros inferiores Godet (++). La historia
clínica consigna una natremia de ingreso de 129 mEq/L, y la decisión médica es reponer sodio en forma de
solución fisiológica, 150 mEq/L dentro de un plan de hidratación de 3000 ml/día.
Discusión
1. ¿Cuál es el trastorno hidroelectrolítico del paciente?
2. ¿El antecedente de enfermedad crónica hepática es un condicionante de su trastorno?
3. ¿El problema principal es la natremia baja?
4. ¿Cómo fue la valoración semiológica del estado de hidratación al ingreso?
5. ¿Cuál es su volemia?
6. ¿Una hiponatremia inicial y un plan de hidratación con un aporte diario rico en Na+, responden a
interpretar que el paciente está deplecionado de Na+, le sobra agua, le falta más agua que Na+, más Na+
que agua?
7. ¿Es posible que haya existido algún error de valoración o conductas? ¿Cuáles serían las consecuencias?
78
79
I. Propiedades electromecánicas del músculo esquelético
El músculo estriado es el mayor componente tisular del cuerpo humano. Cada músculo está envuelto
de forma individual, por una cubierta de tejido conjuntivo llamada epimisio. Está cubierta presenta
prolongaciones que penetran hacia el interior del músculo dando lugar al perimisio y a la división
del músculo en fascículos de diverso tamaño.
Finalmente, cada una de las fibras musculares está envuelta, a su vez, por una fina lámina de
tejido conjuntivo, el endomisio.
De forma individual, las fibras musculares son células sincitiales multinucleadas, con los
núcleos dispuestos por debajo de la membrana celular o sarcolema. En las secciones longitudinales,
vistas al microscopio óptico, son características dos estructuras: las miofibrillas, de disposición
longitudinal y las estriaciones, de disposición perpendicular. Ambas son el resultado de la particular
distribución de las proteínas contráctiles del músculo estriado.
La longitud de las fibras musculares en el adulto es variable, pudiendo alcanzar los 50 cm en
el músculo sartorio. Los diámetros transversales son asimismo variables.
Con microscopía electrónica, las miofibrillas aparecen constituidas por filamentos
perfectamente ordenados: unos gruesos, de 110 a 120 Å de diámetro que se identifican como
filamentos de miosina y otros delgados, de unos 60 a 70 Å de diámetro que se identifican como 80
filamentos de actina. Los filamentos de actina se disponen paralelamente y se anclan en unas
estructuras transversales gruesas de 340 a 1300 Å de espesor denominadas bandas Z.
Los filamentos de miosina se disponen centralmente, alternando con los filamentos de
actina. Las zonas más mediales de los filamentos de miosina presentan uniones de refuerzo con una
estructura reticular que en los cortes longitudinales aparecen como bandas densas o bandas M. La
estructura limitada por dos bandas Z se denomina sarcómero y constituye la unidad funcional
contráctil del músculo estriado.
La disposición aditiva de sarcómeras longitudinalmente da lugar al aspecto de las
miofibrillas obtenido con microscopía óptica. La disposición en paralelo de las miofibrillas y la
perfecta correspondencia de las respectivas bandas iguales en cada miofibrilla da lugar a la
característica estriación que presenta este tipo de músculo, en la cual se observan bandas oscuras
y claras alternantes; con microscopía de luz polarizada las bandas oscuras son anisótropas y se
llaman bandas A, mientras que las bandas claras son isótropas y se llaman banda I.
La banda I está dividida por una línea delgada y densa que se colorea de rojo con la
hematoxilina denominada banda Z.
La banda A (oscura) presenta en su centro una banda clara, la banda H, que a su vez está
dividida por una banda oscura denominada banda M.
Funciones del músculo
Produce movimientos voluntarios.
Genera energía mecánica por la transformación de la energía química (biotransformadores).
Da estabilidad articular.
Mantiene la postura y el balance (subconsciente).
Produce movimientos estereotipados (subconscientes).
Sirve como protección.
Participa en la regulación de la temperatura corporal.
Unidad motora
Una motoneurona concreta constituye junto con todas las fibras musculares que inerva una unidad
motora (UM). La motoneurona garantiza su inervación mediante ramas colaterales y ramas
terminales. El número de fibras musculares inervadas por una motoneurona oscila desde 25
(músculos de la mímica) hasta más de 1.000 (músculo temporal).
Se puede graduar la actividad muscular, porque a veces se activan más unidades motoras y
otras menos (reclutamiento distinto de UM).
Cuantas más UM tenga un músculo, con más delicadeza se puede regular su contracción, lo
que justifica que la regulación de la musculatura externa de los ojos (con 2.000 UM) sea más fina
que la de los músculos lumbricales (con 100 UM). Además, cuantas más UM se activen, más potente 81
será la contracción.
El tipo de movimiento determina si se reclutan más o menos UM y si son lentas o rápidas
(delicado o grosero, contracción intermitente o duradera, actividad refleja, esfuerzo voluntario, etc.
La potencia de cada UM se puede aumentar elevando la frecuencia de los impulsos neuronales
(tetanización del músculo esquelético).
Aparato contráctil
La célula muscular es una fibra de 10 a 100 mm de diámetro y hasta 15 cm de longitud en el músculo
esquelético. La membrana celular de la fibra muscular se denomina sarcolema y rodea al
sarcoplasma, los núcleos celulares, las mitocondrias (sarcosomas) y algunos cientos de
miofibrillas. Cada miofibrilla está dividida por las denominadas bandas Z en unidades de unos 2 mm
de longitud, denominadas sarcómeras. Con el microscopio se pueden reconocer bandas y líneas
claras y oscuras definidas (por lo que se denomina músculo estriado), producidas por la distribución
ordenada de los filamentos de miosina (gruesos) y actina (finos).
Un sarcómero se localiza entre dos líneas Z o, si se considera la estructura tridimensional,
dos bandas Z (proteína en forma de disco). Los aproximadamente 2.000 filamentos de actina están
fijados en el centro de la banda Z, por lo que la mitad de la cadena se extiende a dos sarcómeras
vecinas. En las proximidades de la banda Z el sarcómero sólo está constituido por filamentos de
actina (banda I). La región en la que se solapan los filamentos de actina y miosina se reconoce como
banda A. La zona H contiene sólo filamentos de miosina (unos 1.000/sarcómero), que se engrosan
en el centro (centro del sarcómero) formando una línea (o banda) M. Los filamentos de actina se
anclan al sarcolema a través de la proteína distrofina. 83
Un filamento de miosina está constituido por un haz de unas 300 moléculas de miosina, cada
uno comprende dos cabezas globulares, que se unen a través de un segmento de cuello flexible con
la cola de la molécula en forma de hilo. Cada una de las cabezas tiene un dominio motor con un
bolsillo nucleótido (ATP o ADP + Pi) y lugar de unión de la actina. En el cuello de esta molécula
pesada (220 kDa) se unen dos cadenas de proteínas ligeras, una reguladora (20 kDa) y otra esencial
(17 kDa).
Las modificaciones conformacionales del segmento cabeza-cuello permiten que la cabeza
traccione durante su interacción con la actina.
La actina es una molécula proteica globular (actina G) y 400 forman un polímero en forma
de cordón, la actina F. Dos protofilamentos enfrentados entre sí constituyen el filamento de actina,
que se coloca por la larga proteína nebulina.
En la molécula de tropomiosina (40 nm) están confinados los filamentos de actina, de
forma que cada 40 nm se ancla a ellos una molécula de troponina (TN), que se compone de tres
unidades: la TN-C tiene en su extremo amino dos sitios de unión reguladores para cuatro moléculas
de Ca2+, la TN-I que impide en reposo el deslizamiento de los filamentos, y la TN-T que interacciona
con TN-C, TN-I y actina.
El sarcómero contiene otro sistema de filamentos, la proteína titina de más de 1.000 nm de
longitud en forma de filamentos (conectina), y se ancla en su extremo carboxilo a la banda M y en
su extremo amino a la banda Z. En muchos puntos el sarcolema es cruzado por unos tubos verticales
a las fibrillas musculares denominados túbulos transversales o sistema T.
84
Organización del músculo esquelético, desde el nivel macroscópico hasta el nivel molecular. F, G, H e I son
cortes transversales (Hall y Hall, 2021).
El retículo endoplásmico está muy desarrollado en la célula muscular y se denomina retículo
sarcoplasmático (RS), que constituyen cámaras cerradas (sin conexión con el espacio intra ni
extracelular), que se distribuyen a lo largo de las fibrillas musculares mediante los túbulos
longitudinales. El sistema T se localiza en proximidad entre los extremos de dos túbulos
longitudinales (tríada).
Las cabezas de miosina (M) se unen con un ATP en el bolsillo de unión de nucleótidos. En
este momento el complejo M-ATP forma un ángulo de 90º con el resto del filamento de miosina y la
unión con la actina es débil. La entrada de Ca2+ en el complejo TN-TM hace que la actina active la
ATPasa de la miosina de forma que se disocia el ATP ligado a la miosina y se forma un complejo A-
M-ADP-Pi. Si el Pi se suelta de este complejo, aumenta la constante de asociación entre la actina y la
miosina a la cuarta potencia por un cambio de conformación (unión más fuerte) y las cabezas de
miosina se inclinan 40°, lo que determina que los filamentos de actina y miosina se deslicen entre sí.
La eliminación del ADP coloca a las cabezas de miosina en su posición final (45°). El complejo
A-M restante es estable (complejo rígido) y sólo se puede convertir de nuevo en un enlace débil
mediante la unión de otro ATP a las cabezas de miosina (efecto debilitador del ATP).
La fácil distensibilidad del músculo en reposo resulta fundamental, por ejemplo, para la
respuesta de los músculos extensores en una flexión rápida. Si el ATP se une a la miosina, las cabezas
de la miosina se vuelvan a poner rectas (45° a 90°), disposición adecuada del complejo M-ATP. No
todas las cabezas de miosina que interaccionan con los filamentos de actina están en acción al mismo
tiempo, lo que impide una contracción retrógrada. Como el Ca2+ liberado del RS se vuelve a bombear
gastando ATP, la [Ca2+] citoplasmático disminuye con rapidez y se interrumpe el deslizamiento de
filamentos (posición de reposo).
El ciclo de deslizamiento descrito es aplicable sobre todo a una contracción isotónica, es
decir, cuando existe un acortamiento del músculo, mientras que, cuando se trata de una
contracción isométrica potente (aumento de la tensión muscular sin acortamiento evidente),
interviene en el proceso de deslizamiento el componente elástico en serie del musculo.
En el músculo que no produce ATP, no se puede bombear de nuevo el Ca2+ hacia los túbulos
longitudinales ni disponer de ATP para separar el complejo A-M estable y se produce rigidez
cadavérica.
88
La electroestimulación tiene por objetivo el efecto motor, para obtener datos informativos que
van a orientar hacia un diagnóstico, o el aprovechamiento de ese mismo efecto dirigido a una
terapéutica en patología con lesión motora.
De las aplicaciones con efecto motor primordial se deriva el electrodiagnóstico, la
electromiografía en varias de sus facetas y la estimulación neuromuscular.
La electroestimulación sobre los nervios sensibles tiene efectos activos en las fibras nerviosas
que transmiten las sensaciones nociceptivas. De las aplicaciones con efecto sensitivo,
primordialmente, aparecen de forma sucesiva todas aquellas aplicaciones que, de un modo u otro,
proporcionan analgesia. Con frecuencia, se utilizan en electroestimulación:
1. Electroestimulación transcutánea. Es aquella que se realiza a través de la piel, por medio
de electrodos de contacto. Los electrodos son los elementos que se utilizan para suministrar a
los tejidos biológicos los estímulos de tipo eléctrico producidos por un estimulador. Los
electrodos pueden aplicarse directamente sobre la piel (electrodos de contacto) o insertarse en
los tejidos (electrodos percutáneos). La mayoría de las aplicaciones realizadas en medicina física
se efectúan mediante electrodos de contacto. 89
2. Estimulación eléctrica nerviosa transcutánea (Transcutaneous Electrical Nerve
Stimulation - TENS). Es toda estimulación transcutánea de fibras nerviosas (sensibles,
motoras y autónomas).
3. Estimulación eléctrica neuromuscular (Neuromuscular Electrical Stimulation -
NMES). En condiciones normales, toda estimulación transcutánea es neuromuscular, dado que
el efecto motor deriva de la excitación de las fibras nerviosas motoras. Generalmente se emplea
este término cuando se analiza la acción excito-motora o efecto motor; quedan excluidos los
efectos sensibles y sensoriales.
4. Estimulación eléctrica muscular (Muscular Electrical Stimulation - MES). La
activación directa de las fibras musculares solamente resulta posible en el músculo desnervado.
5. Estimulación eléctrica funcional (Functional Electrical Stimulation - FES). Es la
utilización de la estimulación neuromuscular con finalidad de sustitución ortésica (suplencia de
una función perdida).
Electromiografía
La electromiografía (EMG) es una técnica de diagnóstico que, basándose en las manifestaciones
eléctricas de la actividad muscular, es capaz de indicar la presencia de alteraciones propias del
músculo y de su inervación El estudio se fundamenta en la variación de la actividad de la unidad
motora. Su registro de obtiene generalmente en forma cruenta introduciendo una aguja en el
músculo a explorar.
La activación de una unidad motora lleva a la contracción muscular previo desarrollo de un
potencial de acción. La contracción de un músculo lleva a la aparición de los denominados
potenciales de unidad motora, cuyas características permiten la diferenciación entre procesos
anormales de afectación neuropática o miopática.
Indicaciones de la electromiografía
1. Diferenciación entre debilidad de origen central o periférico.
2. Diferenciación entre debilidad de origen neurógeno o miógeno.
3. Diferenciación entre lesión preganglionar (radicular) o postganglionar (plexular/troncular).
4. Localización de la lesión en las mononeuropatías compresivas o traumáticas y determinación
del grado de afectación (desmielinización focal frente a degeneración axonal).
5. Diferenciación entre neuropatías multifocales y polineuropatías; grado de afectación de las
fibras motoras y sensitivas.
6. Diferenciación entre neuropatías desmielinizantes y axonales.
7. Determinación del pronóstico en las neuropatías.
8. Caracterización de los trastornos de la unión neuromuscular (pre o postsinápticos).
9. Identificación de signos de denervación, fasciculaciones, miotonía y neuromiotonía en músculos
“normales”.
10. Diferenciación entre calambre y contractura. 90
síndrome febril, procesos infecciosos, pacientes epilépticos, sobre órganos de los sentidos y zona
genitourinaria en caso que la paciente tenga colocado un dispositivo intrauterino (DIU).
DATOS PERSONALES
1. Programa utilizado………………………………………………………………………………………………………………………..………
2. Intensidad…………………………………………………………………………………………………………………………….……………… 92
3. Músculo trabajado…………………………………………………………………………………………………………………………………
4. Efecto Observado………………………………………………………………………………………………………………………..…………
5. Sensación experimentada………………………………………………………………………………………………………………………
………………………….…………………………………………………………………………………………………………………………………
6. OBSERVACIONES…………………………………………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………………………………………………………….……
……………….……………………………………………………………………………………………………………………………………………
REGISTRO EN DINAMOMETRÍA
Derecha
Izquierda
1 Un kilopondio o kilogramo-fuerza es la fuerza ejercida sobre un cuerpo de 1 kg de masa (según se define en el SI) por
la gravedad estándar en la superficie terrestre, que es de 9,80665 m/s². 1kp = 1 kgf = 1 kg × 9,80665 m/s² = 9,80665 N.
Quimografía aplicada a animales de experimentación
Serán utilizados batracios como modelos experimentales. Se sujeta un sapo por la columna vertebral
por medio de una pinza formada de un lado por el pulgar y del otro lado por el índice y el medio. A
continuación, se introduce un objeto punzante en el canal vertebral (a través de la articulación
occipito-atloidea) destruyendo la médula para insensibilizarlos “desmedulación”. Se reconoce que
la destrucción medular es completa porque al pellizcar la pata, el animal no reacciona, y porque no
tiene movimientos voluntarios o involuntarios.
Se coloca el sapo sobre una tabla, de manera que la superficie ventral quede en la parte
superior, sujetar las patas por medio de sendos alfileres y cortar su piel un centímetro por delante de
la pelvis. Tomando la parte anterior del animal, se procede a retirar la piel hacia las extremidades
posteriores, desnudando dichos miembros.
93
La dinamometría de presión manual es un parámetro que mide la fuerza muscular estática máxima,
reflejando el componente magro y el contenido mineral óseo, permitiendo con ello, estimar la
condición física y el estado nutricional del individuo.
Se ve afectada en diversas patologías de origen musculoesquelético, neurológico o
cardiorrespiratorio y puede ser predictor de morbimortalidad. Por todo ello, es importante
conocer la fuerza manual, para evaluar el rendimiento, y el estado de salud del individuo.
Los patrones que describen la variabilidad dinamométrica normal durante la ontogenia se
construyen por lo general en función de la edad. A su vez, la fuerza de agarre de la mano medida por
dinamometría, es una técnica adecuada para predecir independencia y movilidad en los adultos
mayores y puede ser directamente determinada por la cantidad de masa muscular.
La disminución en la fuerza muscular también se ha asociado con la fuerza en general, por lo
tanto, la medición de fuerza muscular puede ser usada para visualizar la capacidad de los adultos
mayores para ser autónomos. Ya que, la disminución de la fuerza muscular impacta negativamente
sobre el desempeño físico y limita la movilidad, lo que se asocia con dependencia funcional y
aumento de morbilidad y mortalidad.
La dinamometría se correlaciona con parámetros tales como masa muscular, porcentaje de 95
grasa corporal y densidad mineral ósea, asociándose con la capacidad de caminar en ancianos
frágiles hospitalizados. Por lo tanto, es una técnica útil para evaluar el pronóstico del paciente y el
estado nutricional.
A su vez, el estado funcional se ve deteriorado en presencia de enfermedad, principalmente
en aquellos pacientes que cursan con poco apetito o con un consumo de alimentos disminuido,
situaciones que se asocian a la pérdida de masa muscular y disminución de la síntesis proteica.
Siendo, la técnica más práctica para evaluar el estado funcional, la fuerza de empuñadura (FE) o
apretón de mano, mediante esta técnica, mide la fuerza del paciente en kilogramo fuerza (Kgf), lo
que representa la contracción de los músculos de la mano.
En personas sanas, esta medida se ha asociado con la edad, el género y la estatura. En
pacientes hospitalizados, la FE se asocia con el estado cognitivo, la funcionalidad del paciente, la
severidad de la enfermedad, el número de medicamentos prescritos, con el resultado de la valoración
global subjetiva (VGS), además de algunos parámetros antropométricos, entre ellos el peso, la talla,
y la circunferencia de brazo.
Valores de Referencia
Existen diversos estudios que han sugerido valores de referencia para la FE. El más utilizado es el
planteado por Schlüssel et al., realizado en una población de 3050 adultos mayores de 20 años en
Brasil, utilizando un equipo Jamar. La tabla percentilar propuesta por este equipo de investigadores
se muestra en la tabla siguiente.
Postura para la medición
No existe un consenso sobre que postura es la más adecuada para realizar la medición de la fuerza
de empuñadura. 96
Puesto que existen diferentes equipos y protocolos para realizar la medición. Hillman et al.,
(2005) evaluaron 3 técnicas distintas:
a) con el paciente acostado, cabecera levantada formando un ángulo de 30° y apoyando los
codos en la colchoneta,
b) sentado en una silla con reposabrazos, los codos apoyados en esta y
c) el paciente sentado sin reposar los codos.
En sus resultados reportan una medición mayor cuando el paciente no tiene los codos
reposados en la silla, comparándolos con las mediciones con codos en reposo, esto debido a la acción
directa de otros músculos, concluyendo que, en el ámbito hospitalario, la medición se realice con
cualquiera de las mediciones que requieren reposo de codos.
2Schaap, L. A. Fox, B. Henwood, T. Bruyère, O. Reginster, J. Y. Beaudart, C. ... & Volpato, S. (2016). Grip strength
measurement: towards a standardized approach in sarcopenia research and practice. European Geriatric Medicine; 7(3);
pp. 247-255. https://doi.org/10.1016/j.eurger.2015.11.012
4. Iniciar la medición con la mano derecha.
5. Colocar el dinamómetro en una posición cómoda en la mano. Poner en un lado del
dinamómetro el dedo pulgar y los otros cuatro dedos en el otro lado.
6. Al colocar el dinamómetro en la mano del paciente, tomar la base de este con la palma de la
mano para sostener el peso del equipo.
7. Pedirle al paciente que apriete con la mayor fuerza posible el dinamómetro hasta que se
estabilice la medición en un mismo valor. Luego pedirle al paciente que deje de hacer presión.
8. Hacer la lectura de la fuerza ejercida en Kgf y registrar el resultado.
9. Repetir la medición en la mano izquierda.
10. Realizar otras 2 mediciones en cada mano, alternando los lados hasta completar 3 mediciones
en cada una.
11. Se registra la mano dominante del paciente (zurdo, diestro o ambidiestro)
97
V. Fenómenos musculares provocados por drogas
3. Ordenar:
Se contrae el músculo.
7. La sustancia “Y” se une al receptor de acetilcolina y abre los canales iónicos, pero
no es hidrolizado por la acetilcolinesterasa. ¿Qué efectos producirá esta 101
sustancia?
a) Efectos similares al curare.
b) Efectos similares a la sustancia “X”.
c) Efectos tanto del curare como de la sustancia “X”.
d) Ninguno de los efectos tanto del curare como de “X”.
8. Ordenar:
Remoción de Ca2+.
Influjo de Ca2+.
CASO PROBLEMA 4
Pablo de 6 años le dio a su madre el susto de su vida. En un momento estaba jugando en el patio 102
cuando luego de sentarse para descansar, no podía mover sus piernas. En respuesta a sus gritos,
su madre llegó corriendo y encontró que su hijo no podía caminar. Con temor, lo levanta y lo lleva
a la casa llamando a una ambulancia. Cuando cuelga el teléfono el niño se para y camina hacia ella.
Ya había experimentado ataques leves de debilidad muscular en sus piernas habitualmente por las
mañanas. En dos ocasiones se había producido por exposición al frío. Todos los ataques
desaparecieron en pocos minutos sin efectos posteriores. Un especialista en trastornos musculares
le diagnostica parálisis periódica.
Discusión
1. ¿Qué función fisiológica es la que se afecta en esta enfermedad?
2. Existen dos formas de parálisis periódica ¿Cuáles son?
3. ¿Por qué un canal de sodio que no se inactiva desencadena parálisis?
4. Explique por qué la glucosa vía oral podría ayudar a Pablo a salir de la parálisis.
103
I. La sangre.
II. El eritrocito.
III. El hemograma.
IV. Procesamiento de la muestra.
V. Anemia.
VI. Actividades.
Objetivos del capítulo
1) Aplicar los valores normales de los principales parámetros hematológicos (hematíes,
leucocitos, plaquetas, hematocrito y fórmula leucocitaria, volumen corpuscular medio,
hemoglobina corpuscular media y concentración de la hemoglobina corpuscular media,
hemoglobina y porcentaje de hemoglobinas normales).
2) Calcular los índices hematimétricos.
3) Aplicar los valores normales de los principales parámetros bioquímicos de la sangre: glucosa,
urea, colesterol, creatinina, triglicéridos y proteínas plasmáticas.
4) Iniciarse en la técnica de la punción venosa en maniquí para obtener una muestra de sangre.
5) Valorar el tipo de anticoagulante más adecuado para conservar una muestra de sangre.
6) Realizar correctamente un frotis de sangre periférica, utilizando la coloración de Giemsa.
7) Identificar los elementos formes de la sangre en una extensión de esta de un paciente normal
y un paciente enfermo (tamaño, forma, color de los eritrocitos).
8) Interpretar correctamente los principales datos bioquímicos de una muestra de sangre.
9) Definir anemia y su correlato clínico según los datos de los pacientes.
10) Correlacionar los datos semiológicos (historia clínica) con los parámetros de laboratorio
clínico e interpretar los resultados mediante un diagnóstico presuntivo y la posibilidad de
continuar con los estudios de ser necesario. 104
I. La sangre
La sangre es esencialmente un tejido líquido, perteneciente al tejido conectivo y que presenta dos
fases (dispersión coloidal) constituidos por elementos celulares suspendidos en un medio líquido
denominado plasma. Esta sangre circula unidireccionalmente por el árbol vascular, desde el corazón
que lo impulsa, pasa a las arterias y retorna al corazón por las venas, manteniendo constante su
composición química y sus propiedades físicas. Esta homeostasis se logra por mecanismos propios,
neutralizando ácidos o bases, por la regulación a cargo de distintos órganos, tejidos o sistemas
(glándulas, SNC) y por la velocidad con que las sustancias ingresan o egresan de la sangre según sus
niveles (glucosa, urea, etc.).
Todos sus componentes son destruidos y renovados de forma continua o bien existe un
intercambio con los líquidos de los tejidos o intracelulares.
La concentración y distribución de las células presentes en la sangre periférica cambian en
relación con una gran variedad de situaciones fisiológicas y de procesos patológicos. Por ello, el
conocimiento de la naturaleza e intensidad de la respuesta hematológica a un determinado proceso
es de gran importancia para el diagnóstico de las enfermedades, así como para el control de su
evolución. 105
La sangre es de color rojo brillante (o escarlata) cuando ha sido oxigenada en los pulmones y
pasa a las arterias; adquiere una tonalidad más azulada cuando cedió su oxigeno (O2) para nutrir los
tejidos del organismo y regresa a los pulmones a través de las venas y de los pequeños vasos capilares.
En los pulmones, la sangre cede el dióxido de carbono (CO2) que ha captado procedente de
los tejidos, recibe un nuevo aporte de oxígeno e inicia un nuevo ciclo. Esta circulación de sangre tiene
lugar gracias a la actividad coordinada del corazón, los pulmones y las paredes de los vasos
sanguíneos.
Composición de la sangre
Un milímetro cúbico (mm3) de sangre humana contiene unos cinco millones de corpúsculos o
glóbulos rojos, llamados rubrocitos, eritrocitos o hematíes; entre 4.000 y 10.000 corpúsculos o
glóbulos blancos que reciben el nombre de leucocitos y entre 150.000 y 400.000 plaquetas o
trombocitos.
La sangre está formada por un líquido amarillento denominado plasma, en el que se
encuentran en suspensión millones de células que suponen cerca del 45% del volumen de sangre
total. El 90 a 92% del plasma es agua, que facilita la circulación de muchas sustancias indispensables
que forman la sangre.
Las sustancias inorgánicas del plasma constituyen más o menos el 0,9% entre las que se
encuentran el sodio, potasio, calcio, hierro, yodo, cloro y el bicarbonato. Estos elementos,
principalmente el sodio, le dan la osmolaridad al plasma.
Las sustancias orgánicas lo constituyen la glucosa, ácidos grasos, colesterol, aminoácidos y
también materiales de desecho procedentes del metabolismo celular como la urea, el ácido ureico y
la creatinina, éstos se eliminan principalmente por la orina, aunque también lo pueden hacer por la
piel u otras vías en menor cuantía.
El plasma posee proteínas que constituyen el componente más abundante, siendo el 60% del
total de las proteínas albúmina y el 40% restante globulinas incluyendo al fibrinógeno. La albúmina
se encuentra en una concentración de aproximadamente 3,5 a 5 g/dl, las globulinas con uno 2 g/dl
más o menos y el fibrinógeno, el resto de los factores abarcan más o menos unos 0,5 g/dl. La mayoría
de las proteínas se forman en el hígado a excepción las γ-globulinas que son el producto de la síntesis
y secreción de los plasmocitos y el factor VIII de la coagulación que se sintetiza y secreta
principalmente en el endotelio vascular.
Las proteínas son las encargadas de:
El mantenimiento de la presión oncótica o coloidosmótica.
El mantenimiento del pH sanguíneo.
El transporte de fármacos, hormonas, ácidos grasos.
Servir como fuente nutritiva para los tejidos.
La defensa frente a infecciones.
La hemostasia.
Las proteínas se dividen en fracciones, CONCENTRACIÓN DE LAS FRACCIONES
106
siendo la albúmina la que más concentración posee PROTÉICAS DEL PLASMA
Albúmina 3,5 - 5,0 g/dl (50-60%)
y cumple funciones importantes en el Globulina 2,0 - 3,5 g/dl (40-50%)
mantenimiento de la presión oncótica o Alfa1 0,2 - 0,4 g/dl (4,2-7,2%)
Alfa2 0,5 - 0,9 g/dl (6,8-12%)
coloidosmótica. También transporta fármacos Beta 0,6 - 1,1 g/dl (9,3-15%)
(como antibióticos, barbitúricos, aspirina, etc.), Gamma 0,7-1,7 g/dl (13-23%)
Proteínas Totales 6,0 – 8,0 g/dl
aniones y cationes y sustancias endógenas como la
bilirrubina desconjugada (bilirrubina indirecta). Las globulinas comprenden a las fracciones:
Alfa (α): poseen diversas funciones y su representante es la α1-antitripsina (serpina o
inhibidora de las proteasas séricas). De la porción α2 se encuentra la α2-macroglobulina (con
funciones como la de inactivar a la trombina y a los factores IXa, Xa, XIa y XIIa). También
influye en la presión oncótica, pero en menor proporción.
Beta (β): proteínas que transportan hierro, cobre. La proteína transferrina es la más
representativa de este grupo y transporta el hierro procedente de la alimentación o hemólisis
de los glóbulos rojos a los depósitos de almacenamiento.
Gamma (γ): las gammaglobulinas son los denominados anticuerpos (inmunoglobulinas), que
sirven para la defensa específica (IgG, IgA, IgM, IgD, IgE).
Características de la sangre
La sangre es un fluido no-newtoniano con movimiento perpetuo y pulsátil, que circula
unidireccionalmente contenida en el espacio vascular (las propiedades del flujo son adaptadas a la
arquitectura de los vasos sanguíneos). El impulso hemodinámico es proporcionado por el corazón
en colaboración con los grandes vasos elásticos.
La sangre es un líquido rojizo debido al elevado contenido en glóbulos rojos que a su vez
contienen a la hemoglobina, siendo esta última la que determina en gran medida el color de la sangre.
La volemia de un individuo adulto VOLEMIA
es de unos 5 litros, dependiendo del peso y (volumen sanguíneo total: 7 a 8% del PCT)
del sexo. Los hombres tienen entre 5 y 6 HOMBRE MUJER
Volumen plasmático 40 ml/kg 39 ml/kg
litros y la mujer entre 4 y 5 litros.
Volumen eritrocitario 30 ml/kg 26 ml/kg
La densidad de la sangre se debe TOTAL 70 mL/kg 65 ml/kg
principalmente a los glóbulos rojos, está
entre 1,052 y 1,060 g/cm3 para el hombre y, 1,050 y 1,056 g/cm3 para la mujer.
La viscosidad de la sangre es de 4 a 5 veces superior a la del agua, siendo la de la sangre
total de unos 4 a 5 cp (centipoise) y 1,6 cp para el suero mientras que el plasma tiene una viscosidad
de 1,8 cp. La viscosidad de la sangre depende de la cantidad de células, la agregación celular (efecto
rouleaux), la velocidad del flujo sanguíneo y la deformabilidad de los eritrocitos. También influyen
las proteínas. 107
La concentración de hidrogeniones debe mantenerse dentro de ciertos valores como
para que el pH de la sangre se encuentre entre 7,35 y 7,45.
La presión osmótica se debe a los iones que contiene la sangre, principalmente al NaCl.
También depende de la concentración de proteínas, principalmente de la albúmina que es la
encargada de mantener la presión oncótica del plasma (la presión oncótica es la suma de la presión
ejercida por las proteínas y los solutos juntos).
El plasma se obtiene mediante una extracción de sangre, la cual es colocada en un tubo de
ensayo con algún tipo de anticoagulante ya que de otro modo coagularía (ver trabajo práctico 1).
Posteriormente se centrifuga y a continuación se obtiene la fracción globular que precipita en el
fondo del tubo y el sobrenadante que corresponde al plasma.
Si se extrae sangre y se lo coloca en un tubo de vidrio sin anticoagulante, se obtiene suero ya
que se produce la activación de la cascada de la coagulación. Tanto el suero como el plasma
corresponden a la fracción líquida de la sangre.
Funciones de la sangre
Respiratoria: la sangre transporta gases, cede O2 hacia los tejidos, recoge CO2 de los tejidos,
producto del metabolismo.
Nutritiva: la sangre transporta sustancias alimenticias que cede a los tejidos como la glucosa
para obtener energía rápida, ácidos grasos y aminoácidos para la reconstrucción tisular,
vitaminas y minerales.
Excretora: a través de la sangre se transportan productos de desechos procedente del
metabolismo celular (urea, ácido úrico, creatinina) que en su mayoría son excretados por los
riñones con la orina.
Homeostática e integración sistémica: interviene en el mantenimiento del medio interno
en equilibrio estacionario, regulando el pH y el volumen de agua del organismo. Mediante la
circulación, integra a todos los órganos y sistemas del cuerpo transportando hormonas y otras
sustancias de un lugar a otro que desencadenara una respuesta frente a un estímulo dado.
Regulación de la temperatura corporal: la sangre transporta calor e interviene en la
regulación de la temperatura del cuerpo.
Protección frente a las infecciones: circulan proteínas con funciones protectoras
denominadas anticuerpos (inmunidad humoral) y otras con funciones potenciadoras de la
inmunidad como las proteínas del complemento, la proteína C reactiva (PCR) que participa en
el proceso de inflamación, glóbulos blancos (inmunidad celular).
Hemostática: posee proteínas que actúan formando una malla junto con las plaquetas para
detener las hemorragias. En este proceso están implicados los vasos sanguíneos mediante la
respuesta vasoconstrictora refleja por la lesión y la segregación de sustancias vasoactivas.
108
Eritropoyesis
Los eritrocitos derivan de las células madre
pluripotenciales que, frente a estímulos
adecuados provenientes de otras células en
forma de citoquinas, da lugar a una célula
madre comprometida con la estirpe
mieloide del cual pertenecen los eritrocitos.
Esta célula madre da lugar a los
granulocitos, monocitos, megacariocitos y
eritrocitos (GEMM) la cual, a su vez, da
lugar a las unidades formadoras blásticas
eritroides (UFB-E) y posteriormente a las
unidades formadoras de colonias eritroides (UFC-E).
La eritropoyetina (EPO), una hormona glucoproteica proveniente de las células epiteliales
de los capilares peritubulares de los riñones, estimula a la eritropoyesis y es responsable de mantener
una masa eritrocitaria (eritrón) en un estado constante. Los efectos de la EPO comprenden:
Aumento de la permeabilidad al calcio.
Internalización de la EPO.
Aumento en la síntesis total de ARN.
Entrada de glucosa a la célula.
Aumento en la transcripción de los genes α y β.
Aumento de los receptores para transferrina.
Aumento de síntesis de hemoglobina.
Aumento de banda 3 y proteína 4,1.
Los eritrocitos, al igual que los leucocitos, tienen su origen en la médula ósea roja, que en
adulto se lleva a cabo en los huesos axiales y la epífisis de los huesos largos.
Las etapas de desarrollo morfológico de la célula eritroide incluyen (en orden de
madurez creciente):
Proeritroblasto
Eritroblasto basófilo
Eritroblasto policromatófilo
Eritroblasto ortocromático
Reticulocito
Hematíe.
110
El hematocrito
Es la relación entre el volumen ocupado por los glóbulos rojos y el
correspondiente a la sangre total, determinado mediante la
centrifugación de sangre entera o bien por métodos automatizados; y
PLASMA
depende principalmente de la concentración de Hb. 54,5%
Valores de referencia
Recién nacido:…………………..54 ± 10%
Mujer adulta:……………….…..42 ± 5%
Mujer embarazada:………...…..39 ± 5%
Hombres:……………………..…45 ± 5%
RETICULOCITOS
Son hematíes jóvenes, inmaduros y de tamaño
superior a los eritrocitos maduros
(macrocitos).
La sustancia gránulofilamentosa que se
pone de relieve en forma de fina red
citoplasmática, corresponde a restos de
organelas, principalmente ARN de ribosomas
alterados, reconocidas en la extensión de sangre
por tinción especial (coloración vital con Azul
Brillante de Cresilo) y por su tono violáceo (macrocitos policromáticos) en la preparación teñida con
el método de Giemsa.
Normalmente existen de 5 a 15 reticulocitos por cada 1000 hematíes (0,5 a 1,5%), o bien, de
25.000 a 70.000/mm3.
Se observa un incremento en el número de reticulocitos en todos los estados
hiperregenerativos de la eritropoyesis. Se observan en las anemias hemorrágicas o hemolíticas,
siempre que exista buena respuesta hematopoyética y, especialmente, como crisis reticulocitaria
luego de la administración de hierro en todo estado ferropénico o tras la administración de vitamina
B12 o ácido fólico en la anemia perniciosa y anemias sensibles a estos medicamentos. Esta
reticulocitosis por la terapéutica constituye una corroboración del diagnóstico.
Disminuye su número en las anemias arregenerativas como son las aplásicas, carenciales
(ferropénicas no hemorrágicas o megaloblásticas) no tratadas, las debidas a procesos crónicos
(inflamatorios o neoplásicos) y las diseritropoyéticas (hereditarias o adquiridas).
Inclusiones eritrocitarias
Normalmente, los hematíes solo contienen Hb, por lo que su interior es homogéneo; sin embargo,
en algunas ocasiones se pueden encontrar elementos extraños en su interior o inclusiones.
Los reticulocitos son eritrocitos inmaduros que presentan inclusiones granulo-filamentosas
o retículo-filamentosas, procedentes, fundamentalmente, de restos ribosómicos agregados. Consiste
en una trama granulosa visible mediante la coloración con azul brillante de cresilo (con Giemsa se
ven como policromatófilos).
Los cuerpos de Heinz son precipitados de Hb que dan lugar a una serie de pequeñas
granulaciones que se sitúan en la periferia de los hematíes y que se tiñen de color púrpura con
Giemsa. Se producen en enfermedades congénitas que producen inestabilidad de la Hb, que hace 114
que esta se desnaturalice y precipite en presencia de algunos medicamentos.
Los cuerpos de Howell-Jolly son pequeños residuos nucleares. Consiste en un grumo
visible en el interior de los hematíes y que se tiñe, de un color que oscila entre el rojo oscuro y el
negro, con los colorantes habituales. Aparece en sujetos esplenectomizados y en los que padecen
anemias hemolíticas.
Los cuerpos de Pappenheimer, también se llaman gránulos sideróticos, son cúmulos
de hemosiderina unida a proteínas. Consisten en gránulos basófilos, con las tinciones habituales que,
además, se tiñen también de azul con el colorante de Perl. Se producen en los enfermos
esplenectomizados y en la anemia sideroacréstica o sideroblástica.
Los punteados basófilos pueden ser agregados ribosómicos originados por una
degeneración vacuolar del citoplasma o precipitados de cadenas globínicas libres. Consiste en puntos
basófilos, con las tinciones habituales, de tamaño variable y dispersos por toda la superficie del
hematíe. Se produce en las intoxicaciones por plomo (saturnismo), en las talasemias y en las
leucemias.
Los anillos de Cabot están formados por restos de la membrana nuclear o de microtúbulos.
Consisten en una especie de hilos basófilos, con las tinciones habituales, que adoptan una forma de
anillo o de ocho y que pueden ocupar toda la periferia celular. Pueden presentarse en cualquier tipo
de anemia.
Las inclusiones parasitarias se producen por presencia de parásitos dentro de los
hematíes, como ocurre con las distintas formas evolutivas del plasmodium (paludismo).
La hemoglobina
La Hb es una proteína de unos 64.000 Da constituida por cuatro polipéptidos de tamaño, forma y
pesos aproximadamente iguales. Dos se denominan cadenas alfa y las otras dos betas.
En el interior de cada cadena se encuentra un
grupo hemo, que está formado por un tetrapirrol con
cadenas laterales (protoporfirina), aprisiona en el
centro un átomo de Fe2+ (ferroso) que posee 4 uniones
con el anillo tetrapirrólico, otra con el imidazol de una
molécula de histidina del polipéptido respectivo y la
última queda disponible para fijar una molécula de O2.
Además de ser el principal transportador del
O2 en la sangre, la Hb actúa como amortiguador ácido-
base de la sangre, y le provee color. El O2 unido a la Hb
se denomina OxiHb, y adquiere un color rojo brillante.
El CO desplaza al O2 de su sitio puesto que tiene mayor afinidad por el hierro que el O2 y se
forma la CarboxiHb dando un color rojo cereza a la sangre y un compuesto tóxico que provoca anoxia
y muerte a valores de tan solo 1% de CO en el ambiente.
Asimismo, un 23% del CO2 se combina con la Hb en los tejidos y se denomina CarbaminoHb,
dando un color rojo azulado; sin embargo, este no se une al hierro sino a los restos amino e imino de 115
las cadenas de globina.
Cuando la concentración de Hb se encuentra por debajo de los valores normales según el sexo
y la edad, existe anemia, alteración que desencadena una serie de signos y síntomas dando lugar al
denominado “síndrome anémico” que representa a una enfermedad subyacente que debe ser
investigada.
Existen, además, distintos tipos de Hb donde cada una se caracteriza por poseer una afinidad
distinta por el O2 y de acuerdo con el tipo de cadenas que la componen, se denomina:
Hb fetal (HbF): posee dos cadenas alfa y dos gammas. Es la principal Hb en la edad
fetal por lo cual se encuentra ausente en el adulto. Sin embargo, en algunas alteraciones
puede aumentar de manera anormal.
HbA1 (del adulto): posee dos cadenas alfa y dos cadenas beta (95 al 98% de la Hb
normal).
HbA2 (del adulto): posee dos cadenas alfa y dos cadenas delta (el 2 al 5% restante).
Hb glicosilada: la glucosa puede unirse a la Hb (a los NH-terminales de las cadenas
beta) en condiciones fisiológicas formando la Hb glicosilada que corresponde a una
pequeña cantidad. Lo niveles aumentados de la glucemia favorecen la glicosilación de la
Hb con lo cual es buen índice para el control metabólico de los pacientes diabéticos. La
HbA o HbA1 es la que predomina en el adulto, pero a su vez se dividen en HbA1a, A1b y A1c
siendo esta última la que posee mayor grado de glicosilación por la cual su determinación
es más específica.
El organismo requiere, para su actividad, energía que obtiene de la metabolización de los
alimentos ingeridos, y para ello requiere de O2, el cual es transportado y entregado a los tejidos por
la Hb contenida en los eritrocitos. Si existe un déficit en este aporte de O2, los órganos se verán
afectados por dicho fenómeno por lo que el trabajo tisular será menor.
Generalmente, el aporte deficiente de O2 se debe a un descenso en la concentración de Hb sin
que se produzca un descenso en el número de eritrocitos o del porcentaje del hematocrito, al menos
en los inicios de ciertos trastornos. Es por ello por lo que el recuento de los glóbulos rojos, o el
Hematocrito, sin el dato de la concentración de Hb, no refleja la funcionalidad de la sangre, que se
mide por el contenido arterial de O2 (CaO2), que tiene en cuenta, no solo la concentración de
hemoglobina, sino también el porcentaje de saturación de la Hb con el O2 y la presión de O2
sanguíneo disuelto en el agua plasmática.
La Hb se sintetiza en los eritrocitos en el estadío de eritroblasto basófilo, en un proceso de
requiere de etapas que se desarrollan en el citoplasma celular y otras en el interior de las
mitocondrias. Para ello, requiere de hierro, vitaminas B12 y ácido fólico (B9) y otros minerales como
el cobre y el cobalto.
El paso fundamental es el de la formación de ácido aminolevulínico a partir de la unión de la
succinil-CoA y la glicina mediante la acción de la enzima ALA-Sintasa, que se desarrolla en la
mitocondria. El otro paso importante es el de la formación de Hemo mediante la adición del hierro
a la protoporfirina IX mediante la actividad de la Ferroquelatasa. Si no hay hierro, se acumula 116
protoporfirina libre en el eritrocito por lo que es un indicio de anemia ferropénica.
120
III. El hemograma
Es el conjunto de determinaciones que se realizan para explorar la calidad de la sangre, que por sí
mismo o acompañado a otros perfiles bioquímicos, brindan un estado global del paciente. Los
elementos que componen un hemograma son:
Hematocrito (Hto)
Recuento de glóbulos rojos
Concentración de hemoglobina
Índices hematimétricos (VCM, HCM, CHCM, RDW)
Recuento de glóbulos blancos
Fórmula leucocitaria (absoluta y relativa)
Microscopia del frotis sanguíneo.
La VSG, el recuento de plaquetas y el recuento de los reticulocitos, no se encuentran incluidos
en el estudio de un hemograma básico, y se suelen solicitar por separado según el diagnóstico
presuntivo del caso.
El hemograma es un estudio de laboratorio que actualmente se realiza con contadores
automáticos de células y partículas que hay en la sangre. Da información acerca de las poblaciones
de leucocitos, eritrocitos y plaquetas existentes en la sangre. Esta información incluye la 121
concentración, el tipo, el tamaño, la forma, y algunas de las características físicas de dichas células o
partículas. En pocos minutos, el analizador hematológico mide miles de eritrocitos, leucocitos y
plaquetas y los compara con los valores de referencia establecidos. Se anota cualquier anomalía
detectada, y posteriormente el especialista de laboratorio responsable de este instrumento aplica sus
conocimientos y experiencia para interpretar y validar estas medidas automatizadas o
eventualmente realizar más análisis a esa muestra.
A pesar de que estos instrumentos son muy exactos, se requiere realizar una extensión o
frotis de sangre periférica para observar la morfología celular. El especialista de laboratorio mira
la extensión teñida al microscopio y puede valorar las células presentes. Cualquier información
adicional se añade a la proporcionada por el analizador automático, y los hallazgos se informan al
médico solicitante.
Procedimiento
1. Se observa el lugar de punción en busca de la vena (o arteria) para realizar la operación, ya
sea por observación o por palpación.
2. Asepsia y antisepsia: aunque es un procedimiento sencillo se debe tener en cuenta que con
la venopunción se producen fenómenos importantes que pueden afectar al paciente o al
operador mismo. Por un lado, se rompe la barrera cutánea favoreciendo a las infecciones
así que se debe impedir la exposición del paciente a cualquier invasor por medio de la
desinfección del área de punción. El operador también se expone a infecciones potenciales
del paciente por lo que se debe utilizar todas las normas de bioseguridad estudiadas.
3. Mientras se seca el alcohol (o cualquier otro antiséptico) se aplica el brazalete o torniquete.
4. No es recomendable abrir y cerrar el puño varias veces ya que, en principio, el ejercicio
muscular causa alteraciones del pH y desplazamientos del agua y electrolitos entre los
espacios intra y extracelulares, alterando los parámetros que serán analizados.
5. Se debe evitar la estasis venosa durante más de 60 segundos ya que se alteran los valores de
los parámetros a medir. En la punción arterial no se coloca torniquete (recuérdese que solo
el médico, el bioquímico o el enfermero están habilitados para obtener sangre por punción
arterial, no así el practicante de ninguna rama del arte de curar).
6. La punción venosa no es dolorosa y es un procedimiento relativamente fácil si se hace
rápidamente, manteniendo el bisel de la aguja hacia arriba y con un ángulo de inclinación
aproximado de 15°. No hay que introducir profundamente la aguja ni mover de un lado al
otro ya que la aguja corta el tejido subyacente, simplemente seguir el trayecto de la vena y
esperar a que salga sangre en el embolo.
7. Luego de penetrar la vena no se recomienda quitar el torniquete porque esto puede generar
un flujo de metabolitos desde los lechos estáticos y el flujo sanguíneo puede disminuir. 123
8. El torniquete se puede aflojar luego que el flujo sanguíneo es continuo o soltar
definitivamente.
9. Retirar la aguja rápidamente y cubrir con una torunda de algodón seco humedecida en
antiséptico (alcohol).
10. Se verifica el estado del paciente y luego se continúa con el marcado y análisis de la muestra.
Consideraciones
Se debe tener en cuenta la posición del paciente, ya que las concentraciones de hemoglobina
y proteínas son mayores en la posición ortostática o en sedestación que en decúbito, puesto
que el agua del plasma tiende a salir de los vasos en las zonas de declives. En pacientes
ambulatorios se recomienda la sedestación en una silla con apoyabrazos.
El paciente puede variar en su contextura física (obesidad, caquexia). Si las venas no se ven
se pueden palpar debajo de la piel (recordar reparos anatómicos).
No se debe punzar una zona donde existe alguna herida o indicios de inflamación, al igual
que en una vena con flebitis.
IV. Procesamiento de la muestra
Interpretación
En el frotis de sangre periférica se pretende evaluar morfológica y cuantitativamente los elementos
formes de la sangre. En individuos normales se observan glóbulos rojos normocrómicos, con forma
redondeada bicóncava, de tamaño uniforme, anucleados. Cualquier morfología que se salga de estos
parámetros podría considerarse anormal.
Se debe evaluar, entonces, la forma y el tamaño de los eritrocitos, además de la cromía. Si la
alteración que se observa es la de un paciente anémico, se deberá clasificar de acuerdo con su
morfología (macrocitosis, normocitosis, microcitosis y a la coloración de los mismos como
normocromía e hipocromía).
El tamaño se evalúa cualitativamente mediante la comparación con un linfocito mediano en
el frotis. Posteriormente, se correlacionarán los datos mediante los índices hematimétricos.
Procedimiento
Llenar hasta un máximo de ¾ de la capacidad del tubo capilar con sangre total obtenida con
anticoagulante EDTA, y sellar un extremo de este con plastilina. 125
Centrifugar el capilar durante 5 minutos a 12000 rpm.
Finalizada la centrifugación, comprobar que no se
haya producido salida de sangre del capilar y
extraerlo de la centrífuga.
Para leer el resultado puede emplearse un ABACO
de hematocritos (figura de la derecha), colocando el
extremo inferior de la columna de sangre en la línea
correspondiente a 0 y el extremo superior en la
línea correspondiente al 100. El valor del
hematocrito corresponderá al correspondiente del
extremo superior de la capa de hematíes.
Índices hematimétricos
Son índices secundarios que relacionan el hematocrito, el número de hematíes y la concentración de
Hb, estos son el volumen corpuscular medio (VCM), hemoglobina corpuscular media (HCM), la
concentración de hemoglobina corpuscular media (CHCM) y el índice de distribución eritrocitaria
(IDE). Son muy útiles en la valoración y orientación diagnóstica de las anemias.
El Volumen Corpuscular Medio (VCM) es el valor medio del volumen de cada hematíe.
Se expresa en femtolitros (fL = 10-15 L). Este parámetro evalúa el tamaño medio de los eritrocitos por
lo cual permite clasificarlos, según sus valores, en normocitos, macrocitos o microcitos.
Procedimiento
1. Extraer sangre total, mantenida incoagulada con citrato de
sodio al 3,8% en una relación 1 + 4 (1 parte de
anticoagulante + 4 partes de sangre). Es importante
respetar esta dilución ya que los valores de referencia se
basan en esta técnica.
2. Llenar la pipeta de Westergreen mediante una propipeta
hasta la marca de 0 mm.
3. Colocar la pipeta en un soporte procurando que la pipeta quede estrictamente de forma
vertical; la cual debe permanecer en esa posición durante exactamente 60 minutos.
4. Una vez transcurrido el tiempo, se lee la distancia existente entre la superficie del menisco
correspondiente a la columna eritrocitaria y la parte superior de la columna de sangre situada
a nivel de la marca 0 (cero) de la escala graduada. El valor de esta distancia, expresado en 127
mm, corresponde al de la VSG durante la hora (mm/hora). No se utiliza más la determinación
de la segunda hora ni el índice de Katz (promedio de los valores de la VSG en la 1ª y la 2ª
hora) ya que no aportan información importante por lo cual es solo pérdida de tiempo para
el abordaje diagnóstico del paciente.
Recuento de reticulocitos
El recuento de reticulocitos permite diferenciar anemias por falla medular de las producidas por
hemorragias o hemólisis, además, se utiliza para chequear la efectividad del tratamiento en las
anemias nutricionales (ver antes). Para su observación se necesita una coloración supravital.
Para lograr una medida más exacta de la eritropoyesis, se realiza la corrección del recuento
de reticulocitos por la fórmula siguiente:
Reticulocitos % = Retículos contados (%) x Hto del paciente
Hto normal
DATOS PERSONALES
Sexo:……………………………………….…………………………………………………………………………………………………………..………
Edad:…………………………………………………………………………………………………………………………………………..……………….
Alumno Evaluador:……….…………………..…………………………………………………………………………………………………….……
Hematocrito:…….…….%
………………………….…………………………………………………………….…………………………………………………………………………
………………………….…………………………………………………………………………………………………………………….…………………
128
DIAGRAMA DEL FROTIS
V. Anemias
Se considera que hay anemia cuando existe un descenso de la masa eritrocitaria, que resulta
insuficiente para aportar el oxígeno necesario a las células. En la práctica, se acepta que existe anemia
cuando la cifra de Hb es inferior a 13 g/dl en el varón y 12 g/dl en la mujer.
En ciertas circunstancias (insuficiencia cardiaca congestiva, esplenomegalia masiva,
mieloma múltiple, macroglobulinemia, gestación) existe un aumento del volumen plasmático que
puede originar una pseudoanemia dilucional. Por ello en el embarazo se acepta como cifra inferior
de normalidad hasta 11 g/dl de Hb.
Cuando existe anemia se producen varios efectos, algunos debidos a la hipoxia en sí, pero la
mayoría a causa de diversos mecanismos compensadores. El principal efecto compensador consiste
en la mayor capacidad de la Hb para ceder oxígeno a los tejidos.
El siguiente mecanismo compensador en importancia consiste en la redistribución del flujo
sanguíneo, objetivado por la palidez de piel y mucosas. Dado que ciertos órganos, como el cerebro y
el miocardio, requieren para su funcionamiento una concentración de oxígeno mantenida en límites
estrechos, se produce una disminución del flujo sanguíneo en órganos con menores requerimientos
de oxígeno, como la piel y el riñón.
Cuando la Hb es inferior a 7,5 g/dl entra en acción otro mecanismo de compensación, el 129
aumento del gasto cardíaco a expensas de la disminución de la poscarga (disminución de las
resistencias periféricas y de la viscosidad sanguínea). El mecanismo compensador más apropiado
sería el aumento de la producción de hematíes, pero éste es lento y sólo efectivo si la médula ósea es
capaz de responder adecuadamente, como en la anemia post-hemorrágica aguda.
En otros casos, la médula no es capaz de responder de forma apropiada, como ocurre en la
anemia ferropénica o en la perniciosa. El aumento de la eritropoyesis se debe al incremento de
Eritropoyetina que se produce como respuesta a la hipoxia renal y, posiblemente, también
extrarrenal.
Manifestaciones clínicas
En la mayoría de los casos los pacientes son diagnosticados por análisis de laboratorio realizados de
forma sistemática, rutinario o por otras causas, en una minoría de pacientes estarán presentes
síntomas o signos atribuibles al síndrome anémico.
La anemia es una alteración que pone en riesgo el aporte de oxígeno a los tejidos y, por ello
es que se ponen en marcha una serie de mecanismos compensadores siendo el más eficaz el aumento
del gasto cardiaco y la extracción tisular de oxígeno. Existen manifestaciones clínicas comunes a
todos los tipos de anemia:
1. Generales: astenia, anorexia, pérdida de la libido.
2. Cardiorrespiratorias: palpitaciones, disnea ante el esfuerzo al inicio que luego
progresa a la disnea en reposo (más grave). Si la anemia es severa aparece angina,
claudicación intermitente 1, manifestaciones de insuficiencia cardíaca congestiva., soplo
sistólico funcional.
3. Neurológicas: cefalea, mareos, vértigos, somnolencia, confusión, irritabilidad,
tinnitus, pérdida de la concentración, debilidad muscular, trastornos visuales.
4. Otras: amenorrea, trastornos gastrointestinales.
Los factores que más influyen en la sintomatología del paciente son la intensidad de la
anemia, edad, la capacidad funcional, la presencia de enfermedad cardiorrespiratoria y la rapidez en
el desarrollo de la anemia que puede sobrepasar la capacidad de respuesta de los mecanismos
compensadores.
El aumento de la extracción tisular de oxígeno permite que el paciente compense, siempre y
cuando no existan enfermedades cardiorrespiratorias, valores de Hb de hasta 8 a 9 g/dl sin presentar
clínica en reposo.
Si la anemia se desarrolla y los mecanismos permiten mantener el volumen intravascular
normal la compensación cardiocirculatoria con elevación del gasto cardiaco permite que jóvenes
puedan permanecer asintomáticos en reposo con cifras tan bajas como 5 g/dl. Si el paciente realiza
ejercicio o presenta cardiopatía los síntomas aparecen con cifras más elevadas de Hb.
En el caso de pérdida hemática aguda el paciente manifiesta síntomas añadidos por
contracción del volumen intravascular desde hipotensión, ortostatismo, síncope hasta shock
hipovolémico. 130
1 La claudicación intermitente consiste en un dolor muscular intenso, que aparece en las piernas a nivel de la pantorrilla o del
muslo, durante un paseo o tras un ejercicio físico leve y que desaparece al descansar.
reticulocitos y estudio del hierro, que comprende sideremia, capacidad total de fijación del hierro,
índice de saturación de la transferrina y ferritinemia.
131
Fe: hierro; N: Normal; ↓: disminuido; ↑: aumentado; vit: vitamina; ác.: ácido; enf.: enfermedad; an.:
anemia; MO: médula ósea; déf.: déficit; VSG: velocidad de sedimentación globular.
VI. Actividades
CASO PROBLEMA 6
Paciente de 38 años, sexo femenino, que cursa su tercer trimestre de embarazo con tres gestas
previas y consulta al Servicio de Maternidad para su control prenatal y por presentar ulceraciones
en la cavidad oral, glositis y diarrea desde hace algunos días. La paciente remite haber llevado
133
hasta el momento una dieta a base de torta frita y mate debido a su condición humilde. Ante el
examen clínico presenta palidez de piel y mucosas, presión arterial de 100/60 y frecuencia
cardiaca de 100/minuto. Se solicita un examen de laboratorio el cual arroja los siguientes
resultados: Hto: 20%; Hb: 6,8 g/dl; Recuento de glóbulos rojos: 2.220.000/mm3; VCM: 99 Fl;
HCM: 30,6 pg; CHCM: 34 g/dl. Frotis sanguíneo: Anisocitosis ++ (macrocitos / microcitos).
Poiquilocitosis: abundantes macroovalocitos, eliptocitos.
Discusión
1. ¿Qué diagnóstico presuntivo le merece?
2. ¿Cuáles son las causas del trastorno que presenta la paciente?
3. ¿Cuál es el tratamiento que indicaría usted para tal caso?
134
I. Los leucocitos.
II. Granulocitos.
III. Agranulocitos.
IV. Inflamación.
V. Procesamiento de la muestra.
VI. Grupos sanguíneos.
VII. Determinación de los grupos sanguíneos y factor Rh.
VIII. Transfusión de hemoderivados.
IX. Actividades.
Objetivos del capítulo
1) Identificar los elementos formes de la sangre en una extendido de la misma.
2) Describir la clasificación funcional de los leucocitos o glóbulos blancos destacando sus
principales características.
3) Explicar las funciones fagocíticas de los neutrófilos y monocito-macrófagos, explicando su
contribución a la formación de la primera y segunda línea defensiva durante la inflamación.
4) Explicar el ciclo vital de los monocito-macrófagos, destacando la distribución y alcance del
sistema monocítico-fagocitario y su eficacia en la defensa del organismo.
5) Explicar las funciones de los eosinófilos explicando los mecanismos de ataque a parásitos
mediante enzimas hidrolíticas, formas reactivas del oxígeno y proteínas larvicidas y su
contribución a la reacción alérgica.
6) Explicar las funciones de los basófilos y en especial su implicación en la respuesta alérgica
mediante la liberación entre otras de histamina, bradicinina, serotonina, heparina y sustancia
de reacción lenta de la anafilaxia.
7) Explicar la formula leucocitaria con sus valores normales y oscilaciones fisiológicas y del
desarrollo, a fin de poder interpretar sus modificaciones en distintas situaciones patológicas.
8) Describir el origen, transmisión y características de los antígenos y anticuerpos del sistema
ABO. Identificar este sistema como primera causa de incompatibilidad transfusional.
135
9) Describir el origen, transmisión y características de los antígenos y anticuerpos del sistema
Rh. Identificar este sistema como la principal causa de incompatibilidad materno-fetal.
10) Deducir a qué individuos puede donar sangre y de qué individuos puede recibirla, conociendo
el fenotipo de los sistemas ABO y Rh de un individuo y de sus progenitores.
11) Enumerar otros sistemas de antígenos eritrocitarios que puedan dar problemas en la clínica
o que sean importantes para la clasificación fenotípica del individuo.
12) Analizar los grupos sanguíneos A, B, O y Rh de una muestra de sangre.
I. Los leucocitos
Los glóbulos blancos, también denominados leucocitos, son células que provienen de las stem
cells de la médula ósea (MO) y cuya función general es la de defensa del cuerpo contra agentes
dañinos externos (bacterias, virus, parásitos, hongos y partículas inertes como el asbesto, sustancias
del humo del cigarrillo, materia fecal de los ácaros, polen, etc.) o internos (como las células
neoplásicas) aumentando su número y su actividad como respuesta a los estímulos.
Los glóbulos blancos se clasifican en granulocitos (neutrófilos, eosinófilos y basófilos)
puesto que poseen gránulos citoplasmáticos evidentes al microscopio óptico y agranulocitos
(monocitos y linfocitos) ya que, a pesar de poseer gránulos citoplasmáticos, éstos no son visibles al
microscopio óptico.
Leucopoyesis
Se llama leucopoyesis o mielopoyesis al proceso de producción de granulocitos y monocitos,
la cual requiere factores estimulantes de colonias (como ligando de c-Kit, factor Steel), FEC-GM e
interleuquina 3 (IL-3). Estas citoquinas actúan sobre las stem cells, sobre las células GEMM y
sobre los progenitores más diferenciados. 136
Adicionalmente, cada línea de leucocitos es estimulada por citoquinas más específicas. Así,
las unidades formadoras de colonias de monocitos son estimuladas por FEC-G, las unidades
formadoras de colonias de neutrófilos por FEC-G, las de eosinófilos por la IL-5, y las de basófilos
por IL-4.
En ausencia de estímulos, el endotelio, los fibroblastos y células mesenquimales de la MO
producen pequeñas cantidades de las citoquinas mencionadas que mantienen una leucopoyesis
basal, necesaria para suplir los leucocitos que reemplacen a los que normalmente mueren en la
periferia. Por ejemplo, la producción diaria de neutrófilos se estima en 1,2 x 1011.
No obstante, la producción de leucocitos puede incrementarse hasta 8 veces en respuesta
a una mayor demanda. Las endotoxinas bacterianas actúan sobre los monocitos circulantes,
que en respuesta liberan IL-1 y FNTα. Estas citoquinas estimulan la producción de factores
leucopoyéticos por parte del endotelio y los fibroblastos.
Por su parte, los linfocitos T pueden producir también factores leucopoyéticos en
respuesta a la estimulación por un antígeno específico, como asimismo por efecto de las
citoquinas liberadas por los monocitos. De este modo, la leucopoyesis puede adaptarse
rápidamente a una mayor demanda.
Las etapas de desarrollo morfológico de los leucocitos incluyen (en orden de madurez
creciente):
Mieloblasto. 137
Promielocito.
Mielocito.
Metamielocito.
Granulocito en banda o en
cayado (neutrófilo, eosinófilo,
basófilo)
Granulocitos segmentados
(neutrófilo, eosinófilo,
basófilo)
II. Granulocitos
142
Célula progenitora linfoide
MÉDULA
ÓSEA
Protimocito Precursor pre-B
Cuando se produce una pérdida de la integridad de la piel o de las mucosas, los microorganismos
pueden introducirse desde el exterior. En respuesta a este proceso, se produce una compleja
reacción en el tejido conectivo vascularizado que se denomina inflamación (del latín
“inflammatio”, encender), en el cual se desencadena una acumulación de fluidos y leucocitos en
el espacio extravascular.
Aunque la inflamación es un fenómeno fisiológico que tiende a proteger a los tejidos
mediante el aislamiento del agente agresor y trata de restablecer su funcionalidad, en algunos casos
puede ser dañino como ocurre en casos de hipersensibilidad.
La inflamación puede ser originada por factores endógenos (necrosis tisular o fractura ósea)
o factores exógenos como lesiones por agentes mecánicos (corte), físicos (quemaduras), químicos
(corrosivos), biológicos (microorganismos) e inmunológicos (reacciones de hipersensibilidad).
La respuesta inflamatoria se considera parte de la inmunidad innata porque se desarrolla de
forma estereotipada (siempre de la misma manera) y está constituida por el plasma, células
circulantes, vasos sanguíneos y constituyentes celulares y extracelulares del tejido conectivo.
Entre las células circulantes se encuentran los neutrófilos, monocitos, eosinófilos, linfocitos,
basófilos y plaquetas. 144
Las células del tejido conectivo son los mastocitos, que rodean los vasos sanguíneos y los
fibroblastos. La matriz extracelular, que juega un rol muy importante, consiste en proteínas
fibrosas estructurales (colágeno y elastina), glicoproteínas de adhesión (fibronectina, laminina,
entactina, tenascina y otras) y proteoglicanos; muchos de estos componentes de la membrana basal,
componente especializado de la matriz extracelular.
Células de la inflamación
aguda y tejido conectivo
Los “cuatro signos cardinales” de la inflamación descritos por el escritor romano Celsus
(siglo I) son:
Tumefacción (Aumento del líquido intersticial y formación de edema).
Rubor (Enrojecimiento, debido principalmente a los fenómenos de aumento de
presión por vasodilatación).
Calor (Aumento de la temperatura de la zona inflamada por la vasodilatación inducida
por kininas, histamina y otros).
Dolor (Aparece como consecuencia de la liberación de sustancias capaces de provocar
la activación de los nociceptores, como las prostaglandinas, las kininas y otros, además
de la presión local de la zona inflamada).
Posteriormente, Galeno (130-200 d.C.) añadió un quinto signo, “pérdida de función”
(functio laesa), aunque algunos autores atribuyen este hecho al médico alemán Rudolf Virchow
(siglo XIX).
Tipos de inflamación
La inflamación puede clasificarse, según su duración, en aguda y crónica. La inflamación aguda
es de duración relativamente corta (minutos, horas o, incluso, unos pocos días), se inicia muy
rápidamente y se caracteriza por el exudado de fluidos plasmáticos y la migración de leucocitos,
principalmente neutrófilos. 145
Los cambios que se producen tras la lesión tisular se deben a:
a) Vasodilatación y aumento en el flujo sanguíneo.
b) Aumento en la permeabilidad vascular y formación de exudado inflamatorio, que
es un acumulo de un fluido rico en proteínas, fibrina y leucocitos.
c) Paso de los leucocitos del vaso sanguíneo al tejido extravascular alcanzando así el
foco de las lesiones mediante diapédesis y migración.
En los primeros 10 a 15 minutos se produce una hiperemia y tras esta fase, aumenta la
viscosidad de la sangre lo que reduce la velocidad del flujo sanguíneo. Al disminuir la presión
hidrostática en los capilares, la presión osmótica del plasma aumenta y, en consecuencia, se forma
el exudado inflamatorio.
La inflamación crónica dura semanas, meses o incluso años y se caracteriza
histológicamente por el infiltrado se caracteriza por la presencia de macrófagos y sus derivados
(células epitelioides y gigantes), linfocitos, células plasmáticas, neutrófilos, eosinófilos y fibroblastos,
siendo la reacción inflamatoria más productiva que exudativa, es decir, que la formación de tejido
fibroso prevalece sobre el exudado de líquidos.
Puede producirse por diversas causas como:
a) progresión de una inflamación aguda,
b) episodios recurrentes de inflamación aguda;
c) inflamación crónica desde el comienzo asociada frecuentemente a infecciones
intracelulares (tuberculosis, lepra, etc.).
Algunas formas de inflamación crónica presentan acumulo de células epiteloides (porque
se asemejan a células epiteliales) que son macrófagos tisulares y que forman los denominados
“granulomas”. Las células epiteloides poseen un núcleo vesicular y abundante citoplasma
eosinófilo y secretan enzima convertidora de angiotensina (Kininasa II), fosfatasa ácida y
mucopolisacáridos (son más secretoras que fagocíticas).
En varios granulomas se presentan células gigantes histiocitarias multinucleadas. El
citoplasma y los núcleos presentan en general caracteres similares a los de los macrófagos. Las
células gigantes se forman, según la concepción clásica que prevalece, por división sucesiva de
núcleos sin división del citoplasma (plasmodio). Algunos creen que se producen por fusión de
macrófagos (y representarían por tanto un sincitio). Las dos células gigantes más frecuentes son las
de Langhans y las de reacción a cuerpo extraño.
146
Mecanismos de la inflamación
Inicialmente, en la inflamación aguda se acumulan predominantemente neutrófilos y en las fases
tardías, los monocitos y macrófagos. En una primera etapa, normalmente las células ocupan la
parte central del torrente sanguíneo teniendo muy poco contacto con el endotelio y, al aumentar
la permeabilidad vascular, el flujo sanguíneo se enlentece por la extravasación de líquido, lo que
permite a los leucocitos acercarse al endotelio del vaso. Este proceso se denomina marginación.
Posteriormente, los leucocitos escapan del torrente circulatorio mediante un movimiento
ameboide activo. Cuando los leucocitos entran en contacto con la célula endotelial, proyectan
pseudópodos y migran por la superficie hasta que detectan una unión celular inter-endotelial, la
cual es destruida por el leucocito y rompe la membrana basal, probablemente mediante la secreción
de colagenasa y atravesando la pared mediante diapédesis.
En la inflamación aguda, los neutrófilos son las células predominantes durante las primeras
24 horas, que se acumulan en los primeros minutos tras la lesión, mientras que los monocitos y
macrófagos se acumulan más tarde, tras 24 horas. Después de la extravasación, los leucocitos
migran en los tejidos a los lugares donde se ha producido la lesión mediante el proceso de
quimiotaxis.
147
148
Además, en la sangre periférica se puede observar una leucocitosis, sobre todo por parte de
los neutrófilos, entre los que aparecen algunas formas inmaduras (cayados) por lo que se suele
denominar desviación a la izquierda.
Reparación de la inflamación
En la inflamación se produce una destrucción de las células del parénquima y de las células del
estroma.
El tejido lesionado se repara mediante el tejido conectivo que va a producir la fibrosis y la
escarificación. En este proceso intervienen: a) neoformación vascular (angiogénesis), b) migración y
proliferación de fibroblastos, c) depósito de matriz extracelular y, d) maduración y organización del
tejido fibroso (remodelación). El proceso de reparación empieza a las 24 horas tras la lesión. Los
fibroblastos y las células del endotelio vascular comienzan a proliferar formando el tejido de
granulación en el cual se forman nuevos vasos (angiogénesis).
149
V. Procesamiento de la muestra
Procedimiento 150
Dilución empleada: 1/20 (20 microlitros de sangre entera + 0,38 ml de líquido de dilución)
Colocar el cubreobjeto.
Carga de la cámara con un tubo capilar, evitando la formación de burbujas.
Se cuentan los leucocitos depositados sobre los cuatro cuadrados angulares grandes
empleando objetivo de 10X.
Cálculos: (N x 20 x 10) /4 = 50 x N, donde N es la cantidad de leucocitos en los 4 cuadrados,
20 = título de la dilución empleada, 10 = corrección de profundidad de la cámara para llevar
a 1 mm3 y 4 = Nº de cuadrados contados.
Valores de referencia
Recién nacidos:……………….......10000 a 25000/mm3
Niños (hasta 5 años):……….……..6000 a 15000/mm3
Adultos:……………………..….………4000 a 10000/mm3
Embarazada: puede tener valores por encima de 10000/mm3, principalmente alrededor
de la semana 36 de gestación. Durante el puerperio puede haber un aumento de hasta
25000/mm3.
Formula leucocitaria
Con los objetivos de bajo y mediano aumento y con el de inmersión, examinar la extensión e
identificar los distintos tipos celulares. Desplazando lentamente el portaobjetos, contar hasta 100
leucocitos clasificando y anotando los distintos tipos observados.
La preparación se desplaza progresivamente por delante del objetivo en zigzag para no contar
el mismo elemento varias veces.
Las zonas ideales para realizar el recuento son aquellas en que los hematíes aparecen
relativamente individualizados sin formar cúmulos o pilas de monedas.
La fórmula leucocitaria indica el porcentaje de distribución de cada tipo leucocitario en la
sangre periférica. Las variaciones observadas en la distribución de los leucocitos, así como en el Nº
total de células por mm3 reflejan desviaciones del estado fisiológico y pueden ayudar a establecer el
diagnóstico adecuado.
Tanto el porcentaje como el Nº total de los diferentes leucocitos son importantes cuando hay
que evaluar pacientes con sospechas de infecciones.
En los individuos sanos, el número de los distintos leucocitos circulantes es muy estable por
lo cual una cuenta diferencial y absoluta de los mismos, típicamente produce los siguientes valores:
CONSIDERACIONES CLÍNICAS
1. Se denomina leucocitosis a cifras de leucocitos mayores a 10000/mm3.
2. Desviación a la izquierda de los neutrófilos: se define como un aumento en la proporción
de sus formas inmaduras (en banda o en cayado y otros inmaduros).
3. Se considera leucopenia a cifras de leucocitos menores de 4000/mm3. Casi siempre se debe a
un descenso de los neutrófilos.
4. Neutropenia: recuento de neutrófilos en sangre inferior a 1500/mm3.
5. Linfocitosis: se define como el aumento del número de linfocitos mayor a 3500/mm3.
6. Linfopenia: cifra de linfocitos menor de 1000/mm3 o al 15% de la fórmula leucocitaria.
7. La monocitosis (monocitos mayores a 800/mm3) aparece preferentemente en procesos
subagudos o crónicos y en la fase de defensa de los procesos agudos. Las falsas monocitosis se
ven en la mononucleosis infecciosa, las infecciones por citomegalovirus (CMV) y la
toxoplasmosis. En la mononucleosis infecciosa (MNI) no aparecen verdaderos monocitos, sino
linfomonocitos o linfocitos T reactivos atípicos.
8. Monocitopenia: cifra de monocitos menor de 200/mm3 o del 3% de la fórmula leucocitaria.
9. Eosinofilia: cifras de eosinófilos mayores de 500/mm3. Suele indicar parasitosis,
hipersensibilidad o vagotonía.
10. La basofilia es un hallazgo que aparece sobre todo en estados hiperlipidémicos, y en mixedema.
Más importante es su frecuente significado como signo precoz en las leucemias mieloides
crónicas.
11. Las reacciones leucemoides son aquellos cuadros que cursan con cifras de leucocitos
mayores de 30000/mm3 y que plantean un diagnóstico diferencial con una leucemia. En las
reacciones leucemoides pueden presentarse formas inmaduras, pero nunca blastos.
152
VI. Grupos sanguíneos
Los antígenos, también llamados “aglutinógenos”, están presente en la membrana de las diversas
células de la sangre y constituyen los grupos sanguíneos, que se agrupan siguiendo la transmisión
hereditaria independiente. Todos los antígenos se definen serológicamente por la reacción con su
anticuerpo específico, denominado “aglutinina”.
En inmunohematología tienen especial interés los grupos sanguíneos de los hematíes, de
las plaquetas, de los leucocitos y de las proteínas séricas. En general, cuando se habla de grupos
sanguíneos se hace referencia a los eritrocitarios, porque fueron los primeros conocidos y son los
más importantes en la transfusión sanguínea.
Los anticuerpos frente a los antígenos de las células sanguíneas pueden ser naturales o
inmunes, regulares o irregulares.
Variante DU
El DU es una variante débil del antígeno D, poco frecuente entre los individuos caucásicos, pero
común entre los individuos afroamericanos (22%). En esta variante, los hematíes DU generalmente
dan reacciones débiles o negativas con el anti-D, siendo detectados mediante la prueba de Coombs
indirecta (prueba con antigammaglobulina humana).
Estos individuos se comportan como Rh positivos cuando son dadores y como Rh negativos
cuando son aceptores de sangre.
Anticuerpos del sistema Rhesus
Son importantes en clínica por su antigenicidad. Los anticuerpos del sistema Rhesus se producen en
forma de anticuerpos completos (IgM o incluso IgA), o lo que es más común, como anticuerpos
incompletos (IgG) siendo estimulada su producción por transfusión o por embarazo.
No activan al complemento debido a que la situación de los antígenos Rhesus en la membrana
de los hematíes no permite la formación de dobletes de IgG necesarios para la activación de este. Es
por ello por lo que los anticuerpos del sistema Rh pueden causar reacciones transfusionales y
enfermedad hemolítica del recién nacido.
Los anticuerpos completos son anticuerpos salinos porque aglomeran los hematíes
suspendidos en una solución de NaCl o en un medio con alta concentración proteica y también
reciben el nombre de anticuerpos bivalentes, aglutinantes o inmunes tempranos, porque son los
primeros en aparecer; son detenidos por la placenta intacta y el papel que desempeñan en la
enfermedad hemolítica del recién nacido es secundario; mientras que los anticuerpos incompletos
son también llamados de bloqueo, monovalentes, de albúmina, conglutinantes e hiperinmunes;
producen aglomeración solamente cuando en lugar de una solución salina, se emplea un medio
adecuado de proteína. Son de aparición tardía, pasan fácilmente a través de la placenta intacta y
desempeñan un papel muy importante en la enfermedad hemolítica del recién nacido.
Los anticuerpos del tipo IgG se combinan con los sitios del antígeno en la superficie del
eritrocito, pero son demasiado pequeños como para causar aglutinación a menos que el estado 156
normal de repulsión entre los eritrocitos (potencial zeta), se encuentre reducido por descenso de
la carga negativa. Esto puede lograrse si se trata a las células con ciertas enzimas proteolíticas (como
tripsina o papaína) o si se suspenden las células en albúmina bovina al 20 o 30%. Esta última actúa
elevando la constante dieléctrica del medio eritrocitario.
Sin embargo, el medio estándar para demostrar la presencia de los anticuerpos incompletos es
la prueba de Coombs.
VII. Determinación de los grupos sanguíneos y factor Rh
Cualquiera sea el sistema que investigar, se debe tener en cuenta que toda técnica de determinación
consiste en poner en evidencia los antígenos de ese sistema presentes en la membrana de los
eritrocitos. A esta se denomina técnica directa, y en la misma se utilizan suero con actividad de
anticuerpo conocido.
Sexo:……………………… Edad:………………
Alumno Evaluador:…….…………………..………………………………………………………………………………………
ESQUEMA DE TRABAJO
GRUPO SANGUÍNEO:…………………
OBSERVACIONES:………………………………………………………………………………………………………..………..
159
……………………………………………………………………………………………………………………………………………..
……………………………………………………………………………………………………………………………………………..
VIII. Transfusión de hemoderivados
Indicaciones
Anemia aguda: está indicada la transfusión de concentrados de hematíes cuando la
concentración de hemoglobina sea menor a 7 u 8 g/dl, aunque en pacientes con peor tolerancia
a la anemia hay que mantener cifras superiores de hemoglobina (por ejemplo, pacientes
mayores de 65 años, enfermedad respiratoria o cardiovascular).
Anemia crónica: la transfusión está indicada cuando la anemia sea sintomática o refractaria
al tratamiento etiológico. En pacientes asintomáticos y sin factores de riesgo no está indicada
la transfusión si la Hb es mayor a 7 u 8 g/dl. En estos casos hay que dar tratamiento para
corregir la anemia (hierro oral).
Pruebas postransfusionales
Tienen como finalidad detectar anticuerpos en el plasma del receptor para los glóbulos rojos del
dador, o viceversa. Esta prueba incluye la detección de dos anticuerpos: a) capaces de aglutinar
glóbulos rojos en medio salino (anticuerpos naturales completos); b) incapaces de hacerlo
(anticuerpos incompletos inmunes).
La detección se realiza mediante las pruebas de compatibilidad que se efectúan antes de
transfundir la sangre para asegurarse de que los hematíes del donante sean compatibles con el
receptor.
Procedimiento
En un tubo se colocan 2 gotas del suero del receptor, más 2 gotas de suspensión de glóbulos
rojos lavados del dador.
Se agregan 2 gotas de solución fisiológica.
Incubar a 37º C durante 15 minutos.
Centrifugar a 1500 rpm durante 1 minuto.
Los resultados se interpretan según lo indicado en el siguiente cuadro:
162
IX. Actividades
2. ¿Qué tipo de antígenos y anticuerpos posee en su sangre de acuerdo con su grupo y factor?
………………………………………………………………………………………………………………………………………………
3. ¿Qué grupo y factor sanguíneo puede recibir de ser necesario y a quien puede donar sangre?
………………………………………………………………………………………………………………………………………………
CASO PROBLEMA 8
Ernesto de 17 años, ingresa al Servicio de Emergencia por presentar una angina ulcero-necrótica
con hemorragias de la cavidad bucal y una púrpura difusa; adenopatías cervicales e inguinales y
discreta esplenomegalia. Se solicita un examen de laboratorio que arroja los siguientes resultados:
Hematocrito: 24 %; Recuento de glóbulos rojos: 2.700.000/mm3; Hemoglobina: 8,5 g/dl; VCM:
89 fl; HCM: 31,4 pg; CHCM: 35 g/dl; Recuento de glóbulos blancos: 14.100/mm3; VSG: 92 mm/h;
Recuento de reticulocitos: 14.000/mm3; Recuento de plaquetas: 10.000/mm3. Formula
leucocitaria: Neutrófilos segmentados: 10 %; Eosinófilos: 0 %; Basófilos: 0 %; Linfocitos: 40 %;
Monocitos: 5 %; Observaciones: 45 % de células blásticas. Anisocitosis (+).
Discusión
1. ¿El cuadro clínico y hematológico sugieren una enfermedad grave?
2. De acuerdo con estos hallazgos ¿qué enfermedad puede estar cursando el paciente?
3. Indique qué otros estudios puede ser necesario para confirmar el diagnóstico.
165
I. Hemostasia y Trombosis.
II. Exploración de la hemostasia y sus alteraciones.
III. Trastornos de la hemostasia.
IV. Estudios básicos de la coagulación.
V. Actividades.
Objetivos del capítulo
1) Describir la participación de la vasculatura en el proceso de hemostasia.
2) Describir el origen y propiedades estructurales de las plaquetas. Distinguir activación y
adhesión plaquetaria como dos procesos consecutivos y simultáneos. Enumerar los procesos
que intervienen en la activación plaquetaria. Identificar el papel en la hemostasia de la
síntesis de derivados del ácido araquidónico y explicar los efectos del ácido acetilsalicílico y
sus beneficios para la fisiología circulatoria.
3) Esquematizar en un diagrama general los procesos de la hemostasia, incluyendo los
diferentes pasos de la coagulación. Conocer los factores que participan e identificar los pasos
que son favorecidos por la activación plaquetaria.
4) Identificar al hígado como el órgano encargado de la síntesis de la mayoría de los factores de
la coagulación. Enumerar los factores dependientes de vitamina K. Relacionar la síntesis de
factores de la coagulación con los trastornos de la coagulación en las hepatopatías, la
deficiencia de vitamina K y con el tratamiento con antagonistas de la vitamina K.
5) Describir el mecanismo de control de la formación de fibrina, enumerando los factores, sus
precursores y los posibles activadores e inhibidores. Destacar el papel de la antitrombina,
detallando su mecanismo de acción a diferentes niveles de la hemostasia. Explicar por qué
una vez iniciada localmente la coagulación no se extiende por todo el sistema circulatorio.
6) Describir las proteínas que participan en la degradación del coágulo de fibrina, la secuencia 166
de sus precursores y los posibles activadores e inhibidores de la fibrinólisis.
7) Distinguir entre trombo blanco y trombo rojo y relacionar las características del flujo
sanguíneo en arterias y venas con la predisposición a formar un tipo u otro, y las
consecuencias clínicas derivadas.
8) Explicar las bases fisiológicas en las que se fundamenta la regulación farmacológica de la
hemostasia (anticoagulación).
9) Aplicar los valores normales del recuento de plaquetas en sangre periférica.
10) Realizar las pruebas básicas de la hemostasia y conocer los valores normales de las mismas:
Prueba del lazo, tiempo de sangría, tiempo de coagulación en tubo, tiempo de tromboplastina
parcial activado (TTPA o APTT) y tiempo de protrombina (tiempo de Quick o TP).
11) Identificar el estado funcional del sistema hemostático, deduciendo los factores que pueden
estar alterados a partir de los valores de las principales pruebas funcionales de la hemostasia.
I. Hemostasia y Trombosis
Cuando no se ha producido ningún daño a nivel de los vasos sanguíneos, el endotelio vascular
se encuentra en un estado antitrombogénico (anticoagulante) ya que produce sustancia como la
Prostaciclina (prostaglandina I2 o PGI2), un potente inhibidor plaquetario y potente vasodilatador,
al igual que el óxido nítrico (ON). Además, en su superficie externa membranosa, se encuentran
estructuras como la trombomodulina (glucoproteína de membrana y anticoagulante natural) y el
heparán sulfato (glucosaminoglucanos similares a la heparina secretada por los mastocitos) que
inhiben a la trombina y a otros factores de la coagulación. Asimismo, también produce sustancias
reguladoras de la fibrinólisis mediante la secreción de activador tisular del plasminógeno (t-
PA) que disuelve el coágulo formado. También posee inhibidor del activador tisular del
plasminógeno tipo 1 (PAI-1) que se encuentra en equilibrio con el t-PA.
Cuando se produce una lesión tisular, por ejemplo, el pinchazo de un tejido con una aguja se
estimula al músculo liso vascular desencadenando una vasoconstricción refleja que dura unos
10 a 30 segundos, principalmente mediado por el sistema nervioso simpático. Esta vasoconstricción
favorece el acercamiento de las células (principalmente plaquetas) a la pared dañada y su adhesión
mediante estructuras de la propia plaqueta y del subendotelio vascular (principalmente colágeno).
Al mismo tiempo, el daño tisular provocó la liberación de sustancias por parte del endotelio
dañado, como las endotelinas (ETs) que son potentes vasoconstrictores y estimulantes de la
replicación y crecimiento del músculo liso. La trombina, la angiotensina II (ATII), el factor
transformador del crecimiento β (TGFβ), la interleucina 1 (IL1) y situaciones como hipoxia, isquemia,
hiperglucemia o hiperlipidemia y las fuerzas de rozamiento de la sangre con el endotelio vascular
estimulan la síntesis y liberación de ETs. Esto produce un efecto vasoconstrictor más duradero,
ayudado por otras sustancias vasoactivas provenientes de las plaquetas activadas en el proceso como 168
ser la serotonina y el tromboxano A2 (TxA2) provenientes de las plaquetas. Esta vasoconstricción
puede durar unos 60 minutos.
Asimismo, en el subendotelio se expone el factor tisular (FT o factor III) que es el principal
iniciador de la coagulación in vivo y un componente integral de la membrana celular se expresa en
numerosos tipos celulares, y está presente en monocitos circulantes y en células endoteliales en
respuesta a procesos inflamatorios. Cuando la sangre tiene contacto con el subendotelio, se activa el
factor VII en presencia de calcio (antes denominado vía extrínseca). El complejo FT/VIIa activa a los
factores IX y X. El factor Xa se combina, en la superficie celular, con el factor Va para producir
pequeñas cantidades de trombina, que jugarán un papel importante en la activación de plaquetas y
factor VIII.
Una vez que las plaquetas se han adherido a la matriz subendotelial, las pequeñas cantidades de
trombina generadas amplifican la señal procoagulante inicial activando los factores V, VIII y XI, que
se ensamblan en la superficie plaquetaria para promover ulteriores reacciones en la siguiente fase.
Las plaquetas son vitales para la coagulación sanguínea. Se crean en la médula ósea y
circulan por la sangre hasta que son necesarias o son destruidas principalmente en el bazo.
La serie megacariocítica está formada por un conjunto de células originadas en la médula
ósea. El proceso de Trombopoyesis (formación de plaquetas) que se lleva a cabo a partir de las Stem
cell, se produce una célula progenitora común con el resto de las células mieloides (CFU-GEMM) y
da origen a las plaquetas de sangre periférica. En el proceso, la GEMM se transforma una célula
comprometida hacia la serie plaquetaria dando lugar al megacarioblasto, luego al
promegacariocito, megacariocito granular y el más maduro el megacariocito “liberador
de plaquetas”. Este megacariocito, al desprender partes citoplasmáticas delimitadas por las
membranas de demarcación, origina a las plaquetas de la sangre periférica.
Las plaquetas se forman a partir de vesículas que se desprenden en grandes cantidades de las
membranas externas de los megacariocitos. Circulan en la sangre en forma de disco biconvexo
(discocitos) de aproximadamente 3 a 5 µm de diámetro y 2 a 20 fL de volumen. Poseen carga eléctrica
negativa en su superficie. Su concentración normal en la sangre es de 150.000 a 400.000/mm3 y su 169
tiempo de vida media en sangre es de 7 a 10 días. Su forma fisiológica discoide se modifica con
facilidad por las maniobras de extensión o centrifugación, adquiriendo un aspecto redondeado y
emitiendo finas prolongaciones.
Las plaquetas poseen una bicapa lipoproteica con glicoproteínas que funcionan como
receptores de los agonistas fisiológicos de las plaquetas (ADP, TxA2, trombina), proteínas adhesivas
(fibrinógeno, fibronectina, laminina, trombospondina, vitronectina, factor de von Willebrand (FvW)
y para ligandos fibrosos como el colágeno, además, posee enzimas importantes para el
funcionamiento celular y fosfolípidos.
CO L A G E N O
FvW
PLAQUETARIA SECRECION
PLAQUETARIA
P47P
ACIDO
PKC ARAQUIDONICO
FOSFOLIPIDOS
P47 COX
FLA2
DAG IP3 PGG2-H2
Ca2+
FLC FLC
TXA2
FOSFATIDIL
INOSITOL STD VIIIa
MIOSINA-P Ca2+
KINASA
TXA2 G IXa
FAP R MIOSINA Ca2+ Va
IIa Xa
ADP TR
COLAGENO
Ad GP IIb-IIIa
AGREGACION X
PLAQUETARIA
FIBRINOGENO FIBRONECTINA
II
GP IIb-IIIa
FIBRINÓLISIS
La producción excesiva de trombos puede ocluir a los vasos sanguíneos y causar trombosis. En
muchos casos, los trombos formados se rompen y se liberan desencadenando una embolia. Para
evitar este suceso que puede ser grave y mortal en ciertos casos, se produce la fibrinólisis mediante
la activación de una proteína plasmática denominada plasminógeno.
El plasminógeno, en presencia de un activador tisular (t-PA) proveniente principalmente del
endotelio vascular, se transforma en plasmina que tiene gran afinidad por la fibrina (y en menor
medida por el fibrinógeno) y lo degrada. Como producto de dicha degradación se producen dímeros 172
D, provenientes de la malla de fibrina estabilizada (más específico de fibrinólisis) y péptidos
derivados del fibrinógeno/fibrina (PDF) que son degradados posteriormente en el hígado y los
riñones. La uroquinasa (también denominado u-PA o activador del plasminógeno tipo urokinasa),
proveniente de células del sistema urinario es otro activador del plasminógeno.
Otro importante activador del plasminógeno es el FXII, que activa a la precalicreína para que
se produzca calicreína, siendo este último el activador directo. Asimismo, otras sustancias también
pueden activar al plasminógeno y que son de uso terapéutico (exógeno) como la estreptoquinasa o
la estafilocinasa. La estreptoquinasa se une al plasminógeno y activa más plasminógeno generando
plasmina lo cual degrada el trombo formado recientemente en una arteria, como las coronarias, por
ejemplo, disminuyendo así el daño al miocardio (infarto del miocardio).
Existe un inhibidor de la plasmina, llamado α2-antiplasmina que se opone a una fibrinólisis
exagerada de forma fisiológica y a nivel terapéutico se puede emplear el ácido tranexámico que inhibe
a los activadores plasmáticos del plasminógeno.
Anamnesis
La existencia de antecedentes familiares de enfermedades hemorrágicas (Hemofilia, Enfermedad de
von Willebrand), puede orientar hacia trastornos hereditarios.
Se debe preguntar acerca de los antecedentes personales de otros fenómenos hemorrágicos
relacionados con intervenciones quirúrgicas, extracciones dentarias, partos, hemorragias
espontáneas de las mucosas, existencia de hematomas o equimosis frecuentes, etc. La edad de
presentación del trastorno y su relación con otras enfermedades (infecciones, enfermedades
autoinmunes, enfermedades hematológicas), tratamientos farmacológicos (aspirina, cumarina),
también puede ayudar en la búsqueda de la etiología.
Generalmente, los trastornos vasculares y plaquetarios (antes denominada hemostasia
primaria), presentan formas clínicas diferentes a las que se desarrollan por alteraciones de las
proteínas plasmáticas de la coagulación (antes denominada hemostasia secundaria).
Por ejemplo, en los trastornos plaquetarios, la hemorragia suele ser inmediata (pocos
minutos) y su localización más frecuente es en la piel y mucosas (púrpuras, equimosis, epistaxis,
174
gingivorragias, hematuria); mientras que, cuando se trata de coagulopatías por déficit de factores
hemostáticos, la hemorragia puede tardar horas o incluso días en aparecer, afectando a las
articulaciones, músculos y órganos internos, siendo la misma de mayor cantidad.
Exploración física
La exploración física detallada ya que permite observar el lugar y el grado de sangrado. En estos
casos se puede encontrar:
Púrpura: hemorragia cutánea denominada petequias si son puntiformes y de pocos
milímetros de diámetro, y equimosis si son de mayor tamaño. Los hematomas son
colecciones cutáneas palpables que afectan al tejido celular subcutáneo. Éstas no
desaparecen con la vitropresión.
Telangiectasias: dilataciones vasculares cutáneas en forma de pequeñas arañas con
vitropresión positiva.
Hemartrosis: hemorragia articular, siempre de carácter patológico y que indica gravedad.
Mucosas: gingivorragias (encías), epistaxis (nariz), menorragia (uterina), hematuria
(orina), rectorragias (sangre roja en las heces), hematemesis (vomitar sangre), hemoptisis
(esputo con sangre). Estas hemorragias pueden obedecer a trastornos locales como la
presencia de cálculos (como los cálculos renales), infecciones, úlceras pépticas, tumores, etc.,
con lo que siempre hay que descartar estos diagnósticos en primer lugar.
Estudios generales orientativos
En la primera etapa de las pruebas de orientación, se puede comprobar la integridad de la hemostasia
u orientar hacia un tipo de trastorno hemorrágico, mientras que en la segunda etapa se realiza el
diagnóstico mediante pruebas analíticas más específicas.
Sin embargo, es importante destacar que no todas las enfermedades alteran alguna de las
pruebas de orientación.
175
III. Trastornos de la hemostasia
El delicado equilibrio constituido por el mecanismo hemostático puede romperse por defecto, en
cuyo caso aparecen las diátesis 1 hemorrágicas o, por exceso, en cuyas circunstancias se instauran las
trombosis.
Las alteraciones de la hemostasia con diátesis hemorrágica pueden dividirse para su estudio
en:
1. Alteración vascular (púrpuras angiopáticas)
2. Alteraciones en el número de plaquetas (trombocitopenias)
3. Alteraciones en la funcionalidad plaquetaria independientemente del número
(trombocitopatías)
4. Alteraciones en las proteínas plasmáticas de la coagulación (coagulopatías).
Alteraciones vasculares
Dentro de las alteraciones vasculares de origen genético se encuentra la enfermedad de Rendu-
Osler o telangiectasia hemorrágica hereditaria autosómica dominante, que es una
176
angiopatía neoformativa de telangiectasias circunscritas que, al romperse, determinan síndromes
hemorrágicos locales. Los pacientes presentan al nacer múltiples telangiectasias 2 en piel y mucosas
(múltiples dilataciones venulares y capilares), facilidad a hemorragias localizadas (nasales, urinarias,
digestivas y respiratorias); sin embargo, la presentación clínica frecuentemente se produce en la
adultez.
Dentro de las alteraciones vasculares adquiridas se encuentra la enfermedad de
Schönlein-Henoch de origen desconocido (idiopático) que se caracteriza por presentarse luego
de alteraciones inflamatorias difusas del sistema capilar, principalmente del endotelio (endotelitis
alérgica o inmunológica). Las hemorragias (púrpura) se deben a una inflamación de los vasos que
causa hiperfragilidad capilar local vinculada a la flogosis 3 de la pared del vaso. La enfermedad cursa
a brotes, separados por cortos intervalos de tiempo, los exámenes hematológicos son normales pero
la VSG está acelerada.
Las púrpuras angiopáticas más frecuentes son las que se producen por disminución en el
tejido de soporte e incluyen a la púrpura senil, la púrpura caquéctica y la púrpura debida a
1 Diátesis (del griego “diátesis”, arreglo, disposición) es la predisposición orgánica para padecer una enfermedad, predisposición que puede
ser heredada (genética) o adquirida por factores ambientales. Sin embargo, sólo puede hablarse de diátesis cuando un elemento no sea la
causa suficiente (aunque sí necesaria) para padecer una enfermedad. Por ello, la diátesis hemorrágica se refiere a una condición
congénita o adquirida que predispone a sangrar de forma anómala, debido a una alteración en la hemostasia.
2 Las telangiectasias o arañas vasculares son dilataciones de capilares pequeños y de los vasos superficiales de color rojo brillante de 1
a 4 mm de diámetro que palidecen a la presión. Pueden observarse en tórax, cuello, cabeza, zona facial, mucosas nasofaríngea y bucal, y
en extremidades superiores.
3 Enrojecimiento y calor que caracteriza a la inflamación.
exceso de glucocorticoides, en los cuales los elementos purpúricos aparecen en forma de
manchas en el dorso de las manos o en las piernas con color violáceo y bordes irregulares.
Alteraciones plaquetarias
La trombocitopenia se caracteriza por presentar hemorragias cuando el número de plaquetas se
encuentra por debajo de 100.000/mm3, y se dividen en centrales (si la producción de plaquetas es
defectuosa) y periféricas (si la destrucción es excesiva).
La entidad más común es la púrpura trombocitopénica idiopática (PTI) o
enfermedad de Werlhof que se define por trombocitopenia aislada, con número normal o
aumentado de megacariocitos en la médula ósea, sin otra enfermedad o alteración subyacente y, en
cuyo caso, se debe a una eliminación acelerada por la presencia de anticuerpos contra las plaquetas
y que son captadas por los macrófagos del bazo.
Se suele presentar con brotes hemorrágicos cutáneos (petequias y equimosis) y mucosos, con
un recuento plaquetario menor a 50.000/mm3 (en ocasiones menor a 10.000/mm3), seguidos de
períodos de remisión, que frecuentemente se presenta con plaquetas superiores a 50.000/mm3. En
el extendido de sangre periférica, suele observarse macroplaquetas (megatrombocitos) con
microplaquetas (microtrombocitos), dando lugar a una anisocitosis plaquetaria y con menor
vida media con la presencia de anticuerpos antiplaquetarios.
Las trombocitopatías se subdividen, en cambio, se dividen en congénitas y adquiridas. La 177
más frecuente en aparición es la trombocitopatías asociada a la ingesta de ácido acetil salicílico
(Aspirina®).
Consecuencias de la trombosis
La trombosis venosa profunda (TVP) y el tromboembolismo pulmonar (TEP) son dos
manifestaciones de una misma enfermedad denominada tromboembolia venosa (TEV),
pudiendo aparecer aislada o conjuntamente.
Aunque las localizaciones afectadas con mayor frecuencia son las extremidades inferiores y
las arterias pulmonares, también pueden verse implicadas otras regiones como las venas de las 179
extremidades superiores, los senos venosos cerebrales, el sistema venoso mesentérico y portal o la
vena central de la retina.
La TEV es una enfermedad aguda cuyo desarrollo es el resultado de la conjunción de
múltiples factores sobre un paciente en un momento concreto. Los factores de riesgo clásicos
incluyen la inmovilización, cirugía, embarazo, puerperio, parálisis y empleo de anticonceptivos
orales. Se trata de situaciones cuya fisiopatología es compleja y multifactorial, ya que pueden
participar simultáneamente diferentes factores del sistema hemostático, así como anomalías
vasculares y reológicas.
En otros casos la TEV tiene un claro componente hereditario, aparece en individuos de
familias concretas con historia previa de trombosis, en sujetos jóvenes y sin causa aparente.
El primer paso ante un paciente con trombosis es realizar una anamnesis lo más completa
posible, incluyendo fecha y localización del episodio trombótico, edad del paciente, factores
desencadenantes, situaciones previas de riesgo trombótico que ha presentado y que no
desencadenaron trombosis, antecedentes de tromboembolismo venoso y/o arterial o de otros
trastornos con posible relación con hipercoagulabilidad (p. ej., complicaciones obstétricas), así como
antecedentes familiares de trombosis.
Otra consecuencia, muy frecuente y grave, comprenden al infarto de miocardio (IM) y al
accidente cerebrovascular (ACV) isquémico (trombótico o embólico).
Las trombosis pueden clasificarse según el grado de oclusión en ocluyentes, si los vasos
sanguíneos quedan completamente obstruidos, y murales, si la obstrucción es parcial.
Según la ubicación, la trombosis puede ser por precipitación, hialina o por coagulación. En la
trombosis por precipitación o aposición (trombos blancos), que se observa principalmente
en arterias y el corazón, se forma un trombo blanco a partir de un tapón plaquetario que se produce
en la parte en que la membrana basal ha quedado expuesta a la sangre (las plaquetas se adhieren al
colágeno y liberan substancias que provocan la agregación de nuevas plaquetas y la formación de
fibrina; a esta masa se adhieren nuevas plaquetas y así sucesivamente se forma el trombo por
aposición, conglutinación o precipitación) y son principalmente de carácter mural relacionadas con
placas ateroscleróticas ulceradas.
En la trombosis por coagulación (trombos rojos), se produce por un mecanismo
similar al de la coagulación normal de la sangre (trombo de coagulación), se observa principalmente
en las venas y suelen ser de naturaleza oclusiva. También suele observarse en la aurícula izquierda
en la estenosis mitral.
En las trombosis obstructivas, se desarrolla un cuadro hipóxico grave en la zona más allá
del trombo, ya que se deja de recibir irrigación sanguínea, produciéndose inicialmente isquemia y
luego muerte de las estructuras (infarto).
180
IV. Estudios básicos de la coagulación
No existen estudios de laboratorio que evalúen, de manera integral, todo el proceso de la hemostasia.
En los estudios básicos de la coagulación, comúnmente conocido como coagulograma, se realizan:
1) Recuento de plaquetas. Los trombocitos pueden contarse por microscopia en cámara de
Neubauer o mediante un contador electrónico de partículas. La primera es menos práctica que
la segunda, pero es más exacta, porque evita los errores debidos al tamaño anómalo de las
plaquetas (macrotrombocitos o microtrombocitos) o a la presencia de agregados.
Materiales
Equipo para extracción de sangre
Pipetas de 1 mL.
Tubos de Khan
Cámara cuenta glóbulos de Neubauer
Caja de Petri
Diluyente oxalato de amonio 0,1 M.
181
Procedimiento
Se obtiene sangre venosa con EDTA
En un tubo de Khan se colocan 0,9 ml de diluyente
Se colocan 20 microlitros de sangre lavando por aspiración repetida.
Se deja reposar 15 min.
Se homogeneiza por agitación y se carga la cámara
Se coloca en ambiente húmedo durante 15 minutos (Cámara húmeda en la caja de Petri)
Se cuenta al microscopio en 40X, utilizando el retículo central de la cámara.
Procedimiento
Se coloca 2 ml de sangre en un tubo limpio y seco.
Se coloca a 37° C en baño termostático.
Se mide el tiempo que tarda en aparecer el coágulo.
Materiales
Manguito de esfigmomanómetro
Cronómetro
Procedimiento
Elegir el brazo del paciente que no presente ningún tipo de mancha que pueda confundirse
con petequias.
Aplicar el manguito de presión en la parte superior del brazo e insuflar hasta una presión de
100 mmHg y mantener 5 minutos.
Descomprimir y contar las petequias debajo del manguito.
Valor de referencia: hasta 10 petequias en un área de 5 cm. Se suele usar una escala para el
número de petequias:
0 a 10 = + (una cruz)
10 a 20 = ++ (dos cruces)
20 a 50 = +++ (tres cruces)
50 o más petequias = ++++ (cuatro cruces)
4) Tiempo de hemorragia (Tiempo de sangría). Los métodos más empleados son los de
Duke y el de Ivy. Más exacto y reproducible es el método de Ivy, que consiste en colocar un
esfigmomanómetro en el brazo a una presión constante de 40 mmHg y, a continuación, se
practica una incisión de 1 cm. de largo y 1 mm de profundidad en la cara anterior del antebrazo,
5 cm. por debajo de la flexura del codo. La sangre que mana es recogida de la misma forma que
con el método de Duke. El tiempo de sangría normal es de 1 a 7 min (siempre menor a 10
minutos). Se prolonga en las trombocitopenias y trombocitopatías, así como en la enfermedad
de von Willebrand y, en general, en todas las alteraciones de la hemostasia primaria.
Materiales
Manguito de esfigmomanómetro
Lanceta
Cronómetro
Papel de filtro
183
Procedimiento
Colocar el brazal del esfigmomanómetro en el brazo y llevar la presión a 40 mmHg.
Limpiar con alcohol la cara anterior del brazo.
Realizar 3 punciones y poner en marcha el cronómetro.
Cada 30 segundos recoger la sangre con el papel de filtro hasta que ninguna de las punciones
sangre.
Materiales
Tubos de hemólisis limpios y secos.
Baño termostatizado a 37º C
Cloruro de calcio precalentado a 37º C
Micropipeta de 100 microlitros
Cronómetro
Procedimiento
Se obtiene 1,8 ml de sangre venosa en tubo plástico con 0,2 ml de citrato de sodio al 3,8%.
Centrifugar a 3000 rpm durante 15 minutos.
Continuar según técnica del reactivo.
Materiales
IDEM anterior (5)
Procedimiento
IDEM anterior (5)
185
Pruebas específicas
Permiten un diagnóstico preciso al detectar los componentes de las distintas fases de la hemostasia
que están alterados. Comprenden:
Pruebas de adherencia plaquetaria.
Pruebas de agregación plaquetaria.
Determinación del tamaño plaquetario.
Valoración de la supervivencia plaquetaria.
Valoración de los activadores y de los inhibidores de la coagulación.
MODELO DE INFORME DEL COAGULOGRAMA
DATOS PERSONALES
Sexo:……………………………………….…………..……… Edad:………………..………………
Alumno Evaluador:.……………………………………..……………………………………………………………
Normal
TIEMPO DE SANGRÍA
Método: ……………………………………………………………………………………………………………….
Tiempo:…………………….. minutos
Normal 186
Alterado. Causas posibles:………………………………………………………………………
CONCLUSIONES:…………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………………………….……….
…………………………………………………………………………………………………………………………………..
ESTUDIO DE LA FIBRINÓLISIS
La fibrinólisis puede evaluarse de una manera global por medio de la medición de la capacidad del
plasma del paciente de destruir la fibrina ya constituida, lo que se realiza por las pruebas de la lisis
de las placas de fibrina y de la lisis de las euglobulinas (von Kaulla), cuyo inconveniente es su
reducida especificidad.
Otro modo de cuantificar la fibrinólisis de forma global es la identificación de los metabolitos
resultantes de la acción de la plasmina, como los productos de degradación del fibrinógeno
(PDF). Esta prueba puede efectuarse de modo cuantitativo por un método ELISA o semicuantitativa
por floculación de partículas de látex. La prueba resulta útil para la valoración global, en especial en
situaciones como la coagulación intravascular diseminada. Sin embargo, presenta problemas de
especificidad dado que identifica también fibrinógeno y fibrina no degradados.
En la actualidad se dispone del análisis de los dímeros D mediante los anticuerpos
monoclonales. Los dímeros D se forman por la acción de la plasmina sobre la fibrina estabilizada
por el factor XIII.
La cuantificación de los componentes de la fibrinólisis, en la actualidad, se puede llevar a
cabo tanto para su sustrato (plasminógeno) como sus activadores e inhibidores [inhibidor del
activador tisular del plasminógeno 1 (PAI-1), alfa-2-antiplasmina (α2-AP), alfa-2-macroglobulina
(α2-MG), glucoproteína rica en histidina].
187
V. Actividades
El corazón es el principal órgano del sistema circulatorio por la función fisiológica que desempeña,
el de bombeo de la sangre. Este órgano pesa 200 a 425 gramos y posee el tamaño similar al de un
puño, con dimensiones de 12 cm de longitud, 9 cm de anchura y 6 cm de espesor.
Se ubica en la caja torácica protegido por la parrilla costal y el esternón en el mediastino,
ocupando una posición más a la izquierda del esternón (2/3 hacia la izquierda). La punta o “ápex”
se encuentra normalmente en el quinto espacio intercostal izquierdo y en la línea media de la
clavícula.
192
Cronotropismo
En el surco terminal de la aurícula derecha hay una acumulación de células del miocardio específico
que forman el llamado nódulo sinusal o sinoauricular de Keith-Flack, que constituye la porción
inicial del sistema excito-conductor.
Se encuentra ubicado en el subepicardio anterolateral en los 2/3 superiores del surco
terminal (sulcus terminalis) en la unión de la aurícula derecha, bajo la desembocadura de la vena
cava superior. Es una estructura fusiforme desde el punto de vista morfológico siendo su tamaño
proporcional al tamaño del corazón variando entre 5 mm a 30 mm con una media de 15 mm de
extensión por 5 mm de grosor aproximadamente.
195
Batmotropismo
Se denomina así a la facilidad con la que puede ser activada una célula cardíaca. Se puede cuantificar
midiendo la cantidad de corriente eléctrica necesaria para generar un potencial de acción y su
importancia radica en que los cambios en la excitabilidad de las células cardíacas son el origen de
muchas arritmias cardíacas.
El batmotropismo está determinado por el valor del PU y el tiempo en que durante el PA
donde ningún estímulo puede generar un nuevo PA; es decir, la refractariedad.
La generación de impulsos eléctricos y la conducción de estos requieren de la presencia de
canales iónicos en la membrana plasmática que son proteínas transmembranosas que presentan un
poro a través del cual permiten el paso a un ion determinado. Éstas se presentan por todo el
miocardio (específico y contráctil) por lo cual todo el órgano es excitable.
En situación de reposo están cerrados. Su activación (apertura) viene determinada por un
cambio en su conformación proteica en respuesta a estímulos específicos como el cambio en el
voltaje transmembrana (voltaje-dependientes), ciertos ligandos (como adenosina, acetilcolina,
catecolaminas, etc.). Tras permanecer abiertos un tiempo determinado sufren un nuevo cambio de 197
conformación que los inactiva (cierra el poro), pero aún tardarán un tiempo en recuperar su
conformación original de reposo, tal que hasta que lo hagan el canal no puede volver a activarse
(abrirse) y por tanto a despolarizar la célula (período refractario absoluto).
El periodo refractario absoluto es el tiempo del ciclo de excitación de una célula cardíaca
durante el cual un nuevo estimulo no produce ninguna respuesta por no haberse completado los
ciclos de apertura/cierre (activación/inactivación) de las compuertas de los canales iónicos
dependientes de voltaje. Esto ocurre durante las fases 0, 1, 2 y mitad de la fase 3, lo cual explica por
qué no puede haber una contracción hasta que la membrana celular no se ha recuperado del estímulo
anterior. Por la misma razón, las fibras cardíacas no pueden tetanizarse.
También existe un período refractario relativo, al final de la fase de repolarización,
durante el cual es posible despolarizar nuevamente la célula siempre y cuando el estímulo sea lo
suficientemente intenso.
La duración de los períodos refractarios está directamente relacionada con la duración del
ciclo de excitación. Esta relación permite explicar el fenómeno de Ashman que consiste en que la
súbita prolongación de la duración de un ciclo prolonga el período refractario para el siguiente
impulso que, si llega demasiado pronto, se encuentra con un tejido refractario, produciendo una
ralentización de la conducción en esta área.
Los periodos refractarios, sin embargo, no son solo afectados por la frecuencia de la
estimulación sino también por factores que influyen sobre el medio iónico, fármacos y estados
patológicos como la isquemia o la hipoxia.
En la figura de la derecha, sobre
el PARL, se observan los efectos de la
excitación en diversos momentos tras el
inicio de un potencial de acción en una
fibra de respuesta lenta. En esta fibra, la
excitación muy al final de la fase 3 (o a
principios de la fase 4) induce una
respuesta pequeña no propagada (local) (a). Cuando se produce más tarde dentro de la fase 4, puede 198
conseguirse una respuesta propagada (b), pero de pequeña amplitud y poca pendiente en la fase
ascendente; esta respuesta se conduce muy lentamente. Cuando todavía se produce más tarde
dentro de la fase 4, se recupera la excitabilidad completa, y la respuesta (c) muestra características
normales.
Para el PARR es posible observar el
efecto de la refractariedad sobre los
cambios en la amplitud y pendiente de la
fase ascendente de los potenciales de acción
cuando éstos se inician en distintos
momentos del período refractario relativo
correspondiente a la excitación previa.
El estímulo que llega al músculo
cardíaco genera una despolarización y un
potencial de acción para poder generar así una contracción (acoplamiento excitación-contracción).
Debido a que el miocardio presenta canales de Nav, se generará frente al estímulo eléctrico
desencadenado por el NSA, un potencial de acción denominado de respuesta rápida (PARR).
Las diversas fases del PARR en el músculo cardíaco presentan fenómenos que se describen a
continuación:
La fase 0 es la etapa de despolarización inicial del potencial de acción cardíaco rápido, debido
a la apertura de canales del Na+ dependientes del voltaje y sensibles a la tetrodotoxina. Estos
canales son inactivados rápidamente por voltaje, con
lo cual se interrumpe el flujo de entrada del Na+.
La fase 1 es el período de repolarización transitoria;
esta es mediada por una salida transitoria de K+ que,
ayudada por la interrupción de la corriente rápida de
Na+ da lugar a la repolarización inicial.
La fase 2 es la etapa de meseta del potencial de
acción, mediada por una corriente de entrada de Ca2+
que fluye por sus canales tipo L (o canales lentos). El
ingreso de estos iones contribuye al acoplamiento de
excitación-contracción y a la liberación de Ca2+ del
retículo sarcoplásmico, inducida por el Ca2+. Otro
factor que mantiene la despolarización durante la fase
de meseta del potencial de acción es la baja
conductancia de K+ que permite la corriente de
entrada para conservar dicha despolarización. Este
descenso de la conductancia de K+ se debe a la
rectificación para flujo de entrada por los canales del
potasio (KIR), la cual hace que el ingreso de este ion a 199
la célula sea mucho más fácil que su salida. Además
de facilitar la despolarización durante la fase de
meseta del potencial de acción, la baja en la conductancia de los canales KIR al principio del
potencial de acción constituye un factor importante para evitar pérdidas excesivas de K+ hacia
el exterior de las células durante el periodo que persista dicho potencial.
La fase 3 es el período de repolarización de las células al final de la meseta, la cual es mediada
por flujo de K+ abundante y lento por los canales rectificadores de la corriente de K+ que se
activan en la etapa inicial del potencial de acción, aunque tienen cinética de activación lenta. El
proceso de repolarización también es facilitado por el aumento en el flujo de K+ por los canales
rectificadores de la corriente de K+ que se activan tardíamente en fase avanzada del potencial
de acción.
La fase 4 es la de reposo del potencial, cuyo valor es de unos -85 a -90 mV.
Dromotropismo
Una vez que el NSA produjo un PARL, el estímulo viaja por los haces internodales a una velocidad
de aproximadamente 1 m/s hacia el nódulo de Aschoff-Tawara o NAV, el cual se encuentra irrigado
por vasos de la arteria coronaria descendente posterior (90% de los casos) y se sitúa en la base del
tabique interauricular, justo encima del anillo de la válvula tricúspide y delante del seno coronario
próximo al septo membranoso interventricular, en el vértice superior del triángulo de Koch (espacio
entre el seno coronario, la valva septal tricuspídea y el tendón de Todaro).
Es en el NAV donde se produce un retraso en la conducción puesto que las células de
transición presentan mayor resistencia al flujo de iones con una velocidad aproximada de 0,05 m/s.
El NAV presenta una estructura con bordes difusos, con otras dos zonas que se extienden a
la zona transicional que son la porción compacta y la porción penetrante, continuándose hacia el
Haz de His que atraviesa el trígono fibroso derecho y la pars membranosa del septo, para dividirse
después en dos ramas (izquierda y derecha).
La rama derecha discurre por la trabécula septomarginal y la rama izquierda discurre por la
pared del ventrículo izquierdo dividiéndose a su vez en una rama anterior y otra posterior. Cada
rama desciende por el lado correspondiente del tabique interventricular con una velocidad promedio
de 3 a 5 m/s y se ramifica finalmente para formar la llamada red de Purkinje que penetra en el
miocardio ventricular cuya velocidad de conducción es similar al del Haz de His.
200
Cuando los impulsos normales no pueden propagarse hacia los ventrículos por algún
trastorno de la conducción (daño del sistema de conducción por embolia, infarto u otras causas), los
ventrículos se detienen transitoriamente, en tanto que las aurículas siguen contrayéndose con ritmo
sinusal. Los ventrículos reanudan casi de inmediato sus contracciones, pero éstas son ahora
inducidas por los impulsos generados en otro punto del miocardio específico.
La frecuencia de las contracciones es tanto menor cuanto más alejado del NSA está el punto
generador de los impulsos que las producen. Si el estímulo es generado en el NAV habrá una
frecuencia de disparo de 40 a 60 veces/minuto, lo cual puede mantener la función ventricular hasta
cierto punto con un gasto cardíaco aceptable en reposo, mientras que, si el estímulo se desencadena
en el Haz de His o en las fibras de Purkinje, la frecuencia de descarga será de unos 20 a 40
veces/minuto por lo que no se podrá mantener un gasto cardíaco adecuado lo cual pone en riesgo la
vida de la persona.
Los ritmos anormales también pueden ser generados en cualquier punto del tejido muscular
(tanto específico como contráctil).
Inotropismo y lusitropismo
Como el miocardio está formado por células musculares estriadas, al llegar el potencial de acción
conducido por las vías específicas, se produce el PARR que desencadena la entrada de Ca2+ del
líquido extracelular y la salida del Ca2+ acumulado en el retículo sarcoplásmico. Este proceso
representa una diferencia con el del músculo esquelético ya que depende del Ca2+ extracelular para
la contracción miocárdica.
Es por ello que la fuerza o tensión de contracción con acortamiento o no de su longitud, va a
depender de la disponibilidad de calcio iónico libre intracelular, independientemente de la longitud
de la sarcómera, condición que da la propiedad inotrópica.
Como los canales de Ca2+ dependientes de voltaje se encuentran en el sarcolema y, por ende,
en los túbulos T, éstos son más desarrollados que los del músculo esquelético. Por lo demás, el
proceso de contracción es similar al del músculo esquelético, ya que contiene todas las estructuras
contráctiles que se necesitan (miofilamentos delgados y gruesos).
El músculo cardíaco sigue la “ley del todo o nada” de forma que ante un estímulo
supraumbral se contrae toda la masa muscular, no existiendo el fenómeno de reclutamiento típico
del músculo esquelético, dadas sus
características sincitiales en cuanto a la
propagación del potencial de acción entre las
células y su respuesta mecánica conjunta. 201
Durante la fase 0, 1 y 2 del potencial de
acción las células miocárdicas se encuentran en
período refractario absoluto (PRA). A partir de
un Vm de -40 mV, entran en la fase de PRR
(periodo refractario relativo), en el que los
potenciales de acción deben ser muy intensos
para que se produzcan potenciales de acción de
baja amplitud y no propagables.
Los mecanismos que incrementan el Ca2+ citosólica aumentan la fuerza generada, y los que
la reducen, disminuyen la fuerza generada. Por ejemplo, las catecolaminas aumentan la entrada de
Ca2+ en la célula por fosforilación de los canales del Ca2+ del sarcolema a través de una proteincinasa
dependiente del AMPc. Esto, a su vez, libera más Ca2+ del RS y, en consecuencia, la fuerza contráctil
aumenta. El aumento de Ca2+ extracelular incrementará la cantidad de calcio que entra a la célula a
través de los canales del Ca2+ y ello aumentará la fuerza contráctil.
Una reducción de los gradientes de Na+ a través del sarcolema aumenta también la fuerza
contráctil, un efecto mediado por el sistema de transporte inverso 3Na+/1Ca2+ (NCX) que se encarga
en condiciones normales de sacar calcio de la célula.
Por ejemplo, una reducción de la concentración extracelular de sodio condiciona que entre
menos Na+ en la célula intercambiado por calcio, lo que se traduce en un incremento de Ca2+
intracelular y de la fuerza de contracción. Un incremento de la concentración de Na+ intracelular
tendrá un efecto similar. De hecho, éste es el mecanismo mediante el cual los glucósidos cardíacos
aumentan la fuerza contráctil. Los glucósidos cardíacos inhiben la bomba de Na+/K+-ATPasa y, de
este modo, incrementan la concentración de Na+ intracelular en estas células.
El sodio citosólico elevado invierte la dirección del sistema de transporte inverso NCX y esto
saca menos Ca2+ de las células. El incremento de Ca2+ intracelular se traduce en un incremento de
la fuerza contráctil.
Por último, la fuerza de contracción se reduce cuando lo hace el Ca2+ intracelular por una
reducción del Ca2+ extracelular, por un aumento del gradiente de Na+ a través del sarcolema o por
la administración de un antagonista del calcio que impide que el calcio entre en las células
miocárdicas.
La propiedad lusitrópica es la capacidad que presenta el músculo para culminar la
contracción y en este sentido permitir el llenado de sangre para luego generar nuevamente otra
contracción con el consecuente impulso de sangre hacia los vasos arteriales correspondientes a cada
ventrículo. Este proceso es activo puesto que se gasta una molécula de ATP por cada bomba de Ca2+
que actúa para extruir este ion del citosol hacia el LEC y el interior del RS.
La contracción y relajación cardíacas se aceleran ambas por las catecolaminas. Cuando las
catecolaminas se unen a sus receptores (receptores β1), se activa la adenilato ciclasa, de forma que
aumenta la concentración intracelular de AMPc y esto condiciona la activación de la proteincinasa
A dependiente de AMPc (PKA). La PKA fosforila los canales del Ca2+ del sarcolema y condiciona la
entrada de calcio en la célula, de forma que aumenta la fuerza de contracción. Además, la PKA
fosforila también otras proteínas que facilitan la relajación. Una de estas proteínas es el fosfolamban.
El fosfolamban normalmente inhibe a la ATPasa de Ca2+ del RS. Sin embargo, cuando se fosforila,
esta acción inhibidora del fosfolamban se reduce, y se potencia la captación de Ca2+ hacia el RS. Este
aumento de la actividad de la ATPasa de Ca2+ del RS reduce la concentración de Ca2+ intracelular,
provocando relajación. La PKA también fosforila la troponina I, que a su vez inhibe la unión de calcio
a la troponina C. En consecuencia, la tropomiosina recupera su posición de bloqueo de los sitios de
unión de la miosina en los filamentos de actina y se consigue la relajación.
203
Fármacos que afectan propiedades cardíacas
Los antiarrítmicos son el conjunto de drogas utilizadas en el tratamiento de diferentes arritmias
cardiacas (extrasístol0es, taquicardias, fibrilación, flúter). En general actúan modificando el
automatismo, los períodos refractarios y la velocidad de conducción de las células cardiacas. Se
indican para:
a) Terminar o controlar un episodio de arritmia.
b) Prevenir la recurrencia de una arritmia.
c) Prevenir la aparición de arritmias graves, en situaciones específicas.
En general la acción antiarrítmica de las distintas drogas se debe a la supresión de una
actividad automática anormal o la abolición de un circuito de reentrada, mediante la modificación
de períodos refractarios o de velocidades de conducción.
De acuerdo al efecto que producen en el potencial de acción de las células cardiacas “in vitro”,
los fármacos antiarrítmicos se clasifican en clases (I, II, III, y IV).
Clase I: corresponden a los fármacos que interaccionan con canales iónicos Nav inhibiéndolos, de
manera tal que disminuyen la velocidad de ascenso de la fase 0 (cero) del potencial de acción
(dV/dtmax.). Se subdividen en 3 categorías de acuerdo a su efecto sobre la duración del potencial de
acción:
Clase I-A: Prolongan la duración del potencial de acción. (Ej.: Quinidina).
Clase I-B: Acortan la duración del potencial de acción. (Ej.: Lidocaína).
Clase I-C: No modifican sustancialmente la duración del potencial de acción. (Ej.:
Flecainida).
Clase II: constituida por los beta-bloqueadores, que básicamente disminuyen la velocidad de
despolarización diastólica (fase 4) de las fibras de conducción lenta, disminuyendo el automatismo
sinusal, aumentando el período refractario y disminuyendo la velocidad de conducción del nodo
AV. Estas se subdividen en:
Agentes no selectivos que actúan sobre receptores Beta1 y Beta2 (Alprenolol, Carvedilol
con actividad de alfa bloqueador adicional y actividad simpaticomimética intrínseca;
Labetalol con actividad de alfa bloqueador adicional; Nadolol; Propranolol; etc.)
Beta bloqueadores 1 selectivos o cardioselectivos que actúan preferentemente sobre
receptores Beta1 (Acebutolol que tiene actividad simpaticomimética intrínseca; Atenolol;
Betaxolol; Bisoprolol; Metoprolol, etc.).
Clase III: Los antiarrítmicos de esta clase prolongan la duración del potencial de acción, sin efectos
sobre el canal sódico (Amiodarona, Sotalol).
Clase IV: corresponde a los bloqueadores de calcio que actúan sobre los potenciales de acción,
disminuyendo su velocidad de conducción y aumentando sus períodos refractarios (Verapamilo,
Diltiazem).
La ley del calcio expresa que cuanto más Ca2+ se encuentre en el citosol por más tiempo,
con mayor fuerza se producirá la contracción, es por ello que los agentes bloqueadores del calcio 204
afectan el movimiento del calcio en la membrana plasmática sobre los canales de Ca2+ lentos (fase 2
o meseta) produciendo, un descenso en la contracción muscular.
Debe recordarse que en el músculo esquelético el calcio está ampliamente almacenado en el
retículo sarcoplásmico, el que provee suficiente calcio para iniciar y mantener la contracción, no
necesitando, por lo tanto, el músculo esquelético de la entrada de Ca2+ extracelular para cada
contracción. Por ello, los antagonistas cálcicos no ejercen acción sobre el músculo esquelético y sí lo
hacen sobre el músculo liso y cardíaco.
Los principales efectos de los bloqueantes de los canales de Ca2+ son la disminución del latido
(cronotrópico negativo), la disminución en la contractilidad (inotrópico negativo) y la
vasodilatación, principalmente la Nifedipina, produciendo como consecuencia una caída en la
tensión arterial.
El Verapamilo y el Diltiazem son cronotrópicos negativos y se usan comúnmente para la
angina y los ataques cardíacos y también para controlar arritmias cardíacas. La Nifedipina es un
vasodilatador potente y es muy útil en el tratamiento de la hipertensión arterial. Pero al contrario
de los otros dos, la Nifedipina es un cronotrópico positivo y es útil en el tratamiento de pacientes
que además de necesitar los agentes bloqueantes de los canales de calcio, también padecen de
bradiarritmias.
ACCIÓN DE FÁRMACOS BLOQUEANTES DEL CALCIO
Benzotiazepinas Dihidropiridinas Fenilalquilaminas
Diltiazem Nifedipina Verapamilo
Vasodilatación
+++ +++ ++
coronaria
Vasodilatación
+ +++ ++
periférica
Contractilidad ↑ acción refleja del
↓ ↓
SNS
Frecuencia ↑ acción refleja del
cardíaca ↓ ↓
SNS
Nódulo AV
↓ --- ↓↓
(conducción)
205
II. Demostración práctica en corazón de batracio
A un sapo inmovilizado por desmedulación y descerebración se lo fija en decúbito supino sobre una
planchuela de corcho sujetando las patas en posición divergente por medio de sendos alfileres.
Por medio de pinzas finas levantar la piel del abdomen y practicar un corte en la línea media,
prolongándolo hasta la caja torácica. Levantar la parte correspondiente al apéndice xifoides y
seccionar la pared a ambos lados del esternón dirigiendo la incisión hacia arriba y ligeramente hacia
fuera.
Seccionar ambas clavículas y doblar sobre ellas el bloque esternal obtenido. Se percibe el
corazón que late envuelto en el pericardio. Con cuidado, practicar una pequeña abertura a nivel de
dicha envoltura y completarla luego de manera que se extienda desde la punta hasta la base del
corazón.
206
Descubierto el corazón, reclinar el ventrículo con pinzas de manera que la punta quede hacia
arriba. Humedecer el órgano con una pequeña cantidad de solución de Ringer. El corazón de sapo,
a diferencia del de los mamíferos posee: solamente tres cámaras dos aurículas y un ventrículo. La
sangre venosa procedente de la circulación periférica es vertida, por medio de las venas cavas, al
denominado seno venoso que comunica directamente con la aurícula derecha. La sangre
oxigenada procedente de los pulmones es vertida a la aurícula izquierda a través de las venas
pulmonares. El seno venoso y la aurícula derecha, donde llega solamente sangre venosa, muestran
un color más oscuro que la aurícula izquierda donde fluye sangre oxigenada.
Los impulsos se originan a nivel del seno venoso, donde se encuentra el marcapaso,
propagándose luego al resto del corazón. En primer lugar, se contraen las dos aurículas, y después
el ventrículo que propulsa sangre hacia el cono arterial que se divide enseguida en dos grandes
troncos arteriales, la aorta derecha y la aorta izquierda.
El ventrículo único se presenta ancho y rojo durante la diástole y mucho más estrecho
durante la sístole. Cuando ocurre la relajación puede observarse en el ventrículo dos zonas, una de
color oscuro y la otra de color rojo claro (distinto grado de oxigenación de la hemoglobina), que
dependen respectivamente de la sangre venosa y arterial, las cuales circulan sin mezclarse.
Procedimiento
Determinar la frecuencia cardiaca contando el número de contracciones que realiza el 207
corazón durante un minuto.
Objetivos
Se demostrarán las propiedades fundamentales del miocardio:
1. EXCITABILIDAD (batmotropismo)
2. CONDUCTIBILIDAD (dromotropismo)
3. AUTOMATISMO (cronotropismo)
4. CONTRACTILIDAD (inotropismo)
5. RELAJACIÓN (lusitropismo)
1. Batmotropismo
a) Estímulos térmicos. Si disminuye o aumenta la temperatura del corazón (a nivel del seno
venoso o el ventrículo), se observará la disminución o el aumento de la frecuencia cardiaca,
respectivamente. Esto se debe a aumentos o disminuciones de la permeabilidad de la membrana
para los diferentes iones. Añadir líquido de Ringer mantenido a 0º C a la preparación,
empleando un cuentagotas, comprobar la frecuencia cardiaca y anotar el valor obtenido en la
tabla adjunta. Dejar que la temperatura del corazón se equilibre con la del ambiente y
determinar de nuevo la frecuencia cardiaca. A continuación, agregar líquido de Ringer
mantenido a 37º C observar la frecuencia cardiaca y anotar en la columna correspondiente.
Temperatura 0 ºC Ambiente 37 ºC
Frecuencia
b) Estímulos eléctricos. Se coloca bajo el sapo una plancha metálica unida al polo negativo de
un carrete o bovina de inducción (bovina de Harvard). El otro polo del carrete se une a cualquier
parte metálica del soporte en el que está sujeta la aguja inscriptora. Se registra en el quimógrafo
durante un momento la actividad del corazón. Se envían corrientes buscando que los estímulos
caigan durante la sístole normal. Se observa que el corazón sigue contrayéndose igual que antes 208
(despolarización) “periodo refractario absoluto”. Se envían estímulos que caigan lejos de
la sístole normal (segunda mitad de la diástole). Se observan contracciones cardíacas fuera de
ritmo que se denomina extrasístoles.
c) Estímulos humorales. Se instila el corazón con gotas de Acetilcolina al 1% y se observa la
disminución de la frecuencia cardiaca (el efecto es más rápido si se inyecta vía intrahepática).
Si se inyecta o instila solución de Adrenalina al 1% el corazón vuelve a latir o aumentar su
frecuencia.
2. Cronotropismo
a) Se trabaja con corazón de sapo aislado. Se seccionan los vasos sanguíneos a 1 cm de distancia
del órgano.
b) Se lo coloca sobre una cápsula de Petri que contiene líquido de Ringer, y se esperan unos
minutos para que el órgano se recupere.
c) Determinar la frecuencia cardiaca.
3. Cronotropismo y dromotropismo
a) Se efectúan las denominadas ligaduras de Stannius, que tienen por objeto bloquear los
impulsos que viajan a través del sistema excito-conductor (mediante presión ejercida por un
hilo).
b) En un corazón de sapo aislado y mantenido en una cápsula de Petri con solución Ringer se
llevan a cabo tres ligaduras. La primera ligadura se realiza a nivel del límite entre el seno
venoso y las aurículas, separa funcionalmente el seno venoso con sus contracciones normales,
de las aurículas y ventrículo que cesan de contraerse. La segunda, entre aurículas y
ventrículo, disocia las contracciones de seno venoso y aurículas (frecuencia normal) de las de
ventrículo (frecuencia baja). Las dos anteriores efectuadas simultáneamente, constituyen la
tercera; se observan contracciones rítmicas en el seno venoso y el ventrículo, en tanto que las
aurículas continúan detenidas.
4. Inotropismo
a) A un corazón de sapo con la primera ligadura de Stannius, se lo excita (cada 30 s a 1 min)
con choques de corriente inducida cuya intensidad se va aumentando cada vez a partir de un
estímulo muy débil. Se observa respuesta contráctil cuando se ha alcanzado el umbral de
excitabilidad (contracción máxima).
b) Si se aplican estímulos supraumbrales el corazón responde con iguales contracciones máximas 209
“ley de todo o nada”.
Ligaduras de Stannius.
5. Lusitropismo
a) No evaluable.
III. Actividades
3. Explique por qué se dice que las células especializadas del nodo sinusal presentan
despolarización diastólica espontánea.
………………………………………………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………………………………………………
CASO PROBLEMA 10
Luna de 11 años de edad, fue referida al servicio de cardiología del Hospital de Niños por tener
serología positiva para la enfermedad de Chagas (EC) y fue tratada con benznidazol en una dosis 211
de 5 mg/kg/día por 60 días, sin presentar eventos adversos. En la valoración cardiológica inicial
se encontraba asintomática, con peso de 31 kg y talla de 136 cm. Los ruidos cardiacos eran
irregulares, sin soplos y los pulsos periféricos eran normales; el abdomen era blando, depresible,
sin organomegalias. El electrocardiograma (ECG) de 12 derivaciones mostró un flúter auricular
con frecuencia atrial de 300 por minuto y conducción AV variable. Los exámenes de
laboratorio estaban dentro de límites normales. El ecocardiograma de 2 dimensiones evidenció
leve dilatación del ventrículo izquierdo (43 mm en telediástole) con fracción de
acortamiento del ventrículo izquierdo normal (32%). Se le realizó cardioversión
eléctrica sincronizada transtorácica sin complicaciones, que reestableció el ritmo sinusal;
además había bloqueo AV de primer grado y disminución del voltaje de los complejos QRS
en las derivaciones de los miembros. La paciente continuó en control ambulatorio y 2 meses
después de la cardioversión presentó nuevamente flúter auricular, con dolor toráxico asociado a
palpitaciones y “cansancio fácil”, por lo que se indicó digoxina 0,25 mg al día vía oral y atenolol
50 mg al día vía oral. Debido a que el flúter auricular persistió con un mayor grado de
bloqueo AV y frecuencias ventriculares de 40 latidos por minuto, se suspendió el
atenolol y la digoxina y se estableció el diagnóstico de disfunción del nodo sinusal y síndrome
bradicardia-taquicardia.
Discusión
1. ¿Cuál era el problema del NSA de Luna?
2. ¿A qué se denomina flúter auricular o atrial y cuáles son sus consecuencias
fisiológicas/fisiopatológicas?
3. ¿Qué es la cardioversión eléctrica sincronizada transtorácica y para que se usa?
4. ¿A que se denomina bloqueo AV y cuáles son sus consecuencias?
5. ¿Por qué Luna presentó una frecuencia ventricular de 40 lpm?
6. ¿Cómo se ve afectado la contractilidad cardíaca?
7. ¿Cuáles son las acciones de la digoxina y el atenolol en la función cardíaca?
212
213
I. El ciclo cardíaco.
II. Ruidos cardíacos.
III. Exploración clínica del corazón.
IV. Valores hemodinámicos normales.
V. Actividades.
Objetivos del capítulo
1) Definir el ciclo cardíaco y las distintas fases de la sístole y la diástole.
2) Explicar la correlación temporal entre la presión y el volumen de las cavidades cardíacas y el
flujo en las arterias aorta y pulmonar para cada fase del ciclo cardíaco.
3) Describir los sonidos cardíacos y sus zonas de auscultación en una persona.
4) Explicar mediante una gráfica, la correlación temporal entre las fases del ciclo cardíaco, un
fonocardiograma y un electrocardiograma.
5) Describir cómo y por qué los eventos tienen una cronología distinta en el lado izquierdo y en
el derecho del corazón.
6) Explicar la duración de las fases del ciclo cardíaco y su modificación con los cambios de
frecuencia cardíaca.
7) Correlacionar las características celulares de longitud, tensión y velocidad de acortamiento
con las características, en el ventrículo, de volumen diastólico final, presión y capacidad de
aumentar la presión intraventricular.
8) Definir la precarga y explicar por qué la presión ventricular al final de la diástole, la presión
auricular y la presión venosa son indicadores de la misma.
9) Definir la poscarga y explicar por qué la presión arterial es un indicador de la misma.
10) Definir la contractilidad y explicar por qué el ratio dP/dt es un índice útil de la contractilidad.
11) Definir el trabajo cardíaco y analizar su modificación con cambios en la precarga, poscarga, y
contractilidad.
12) Explicar cómo los cambios en la actividad simpática alteran el trabajo, el metabolismo y el
consumo de oxígeno en el corazón. 214
13) Explicar la Ley de Laplace. Describir cómo se aplica a la función ventricular normal y con
sobrecarga de volumen.
14) Definir la fracción de eyección. Explicar su modificación con cambios en la precarga, poscarga
y contractilidad cardíaca.
15) Definir el gasto cardíaco y el índice cardíaco, y describir los métodos para cuantificarlos.
16) Describir los factores que regulan el gasto cardíaco: volumen sistólico y frecuencia cardiaca.
17) Exponer las curvas de función cardíaca y cómo se modifican con diversos factores, como el
gasto sistólico, la resistencia periférica o la presión en la aurícula derecha.
18) Explicar la modificación del gasto cardíaco, por la estimulación del sistema nervioso
autónomo y en el ejercicio.
19) Definir el retorno venoso y explicar los factores que determinan su cuantía.
20) Definir la presión venosa central y explicar los métodos de medida.
I. El ciclo cardíaco
La principal función del sistema circulatorio es la de mantener un aporte adecuado de sangre a los
tejidos del cuerpo para el intercambio de gases, aporte de nutrientes, hormonas y otros. Este proceso
se lleva a cabo mediante la acción de bomba del corazón, el transporte de la sangre por los vasos
sanguíneos y la sangre que lleva los nutrientes, sustancias de desecho y otros.
Un ciclo cardíaco es el período que abarca desde el comienzo de la contracción del miocardio
hasta el final de la relajación.
Este ciclo empieza con la generación espontánea del potencial de acción en el NSA, el cual se
propaga por ambas aurículas y produce la contracción de éstas. Al diseminarse la despolarización
por el haz AV a los ventrículos, éstos se contraen con una demora de casi 100 ms, después de la
contracción auricular.
La contracción de los ventrículos da por resultado un aumento de la presión en las cámaras 215
ventriculares y, en última instancia, la expulsión (eyección) de la sangre hacia la aorta y arteria
pulmonar, desde los hemicardios izquierdo y derecho, respectivamente.
Después de tal fenómeno, se inicia la relajación del músculo cardíaco y disminuye la presión
en las cámaras para el latido siguiente.
Diástole: período en que tiene lugar la relajación y el llenado. El volumen cardíaco es máximo
al final de dicho período.
e. Relajación isovolumétrica.
f. Fase de llenado rápido.
La aurícula derecha es una cavidad que recibe la sangre de la circulación general y la regresa
al corazón. Dado su alto grado de distensibilidad y la poca fuerza de su contracción, la presión en la
aurícula derecha no se modifica mucho. Al llenarse esta cámara, la presión aumenta desde 0 hasta
casi 6 mmHg, con una media de 4 mmHg, aproximadamente.
El ventrículo derecho, que bombea sangre a la arteria pulmonar tiene presión de pulso más
alta. Las presiones en el tronco de la arteria pulmonar van desde casi 4 a 8 mmHg durante la diástole
hasta un máximo de 25 a 28 mmHg en la sístole.
La sangre que regresa de la circulación pulmonar entra al corazón por la aurícula izquierda.
A semejanza de la derecha, la presión del pulso auricular izquierda es pequeña, con valor medio de
casi 8 mmHg.
El grosor de las paredes de las cámaras cardíacas es indicativo del trabajo que deben realizar
para bombear la sangre a las circulaciones respectivas. La presión en la circulación general
(sistémica) es mucho mayor que en la circulación pulmonar, pese a que el flujo sanguíneo que pasa
por ambas es igual. Así pues, el ventrículo izquierdo necesita masa muscular mayor para
contrarrestar las presiones altas de la circulación general.
La presión que hay en las venas yugulares (PVY) equivale a la presión auricular derecha (presión
venosa central o PVC). Su equivalente en el lado izquierdo es la presión de enclavamiento pulmonar
o presión wedge (PW equivalente a la presión en aurícula izquierda) que se mide con el catéter de
Swan-Ganz. A su vez, la presión de las aurículas durante la diástole en ausencia de obstrucción en
las valvas aurículoventriculares es igual que la presión del ventrículo correspondiente.
Los cambios de presión que ocurren en las aurículas durante el ciclo cardíaco se transmiten
a las venas yugulares y se genera un pulso venoso con dos ondas positivas (“a” y “v”) y dos
depresiones negativas (senos o descendentes “x” e “y”).
La onda “a” (onda presistólica) se debe a la contracción auricular que tiene lugar al final de
la diástole, ocurre antes del primer ruido y del pulso arterial.
La onda “c” que interrumpe el descenso del seno “x”, se debe al abombamiento protosistólico
de la tricúspide hacia la AD y la compresión yugular producida por el pulso carotideo.
Las válvulas del corazón separan a las aurículas de los ventrículos y a estos últimos de la circulación
hacia la cual bombean sangre. Las válvulas se abren en una sola dirección, de modo que fuerzan el
flujo de sangre que sale del corazón durante la contracción. Los defectos o daños valvulares pueden
causar reflujo de sangre de los vasos hacia el corazón o de una cámara a otra, lo que produce el
bombeo ineficaz de sangre a la circulación.
Los músculos papilares, que nacen de la pared interna del ventrículo, se conectan con las
hojuelas o cúspides valvulares por medio de estructuras tendinosas, las cuerdas tendinosas. Durante
la contracción cardíaca, a medida que los ventrículos disminuyen de tamaño, la contracción de estos
músculos ayuda a mantener las cúspides valvulares en la posición adecuada.
CURVA DE PRESIÓN-VOLUMEN
El asa de presión volumen es una gráfica de los cambios de la presión y volumen ventriculares a lo
largo de un latido del ciclo cardíaco. En ella no se considera el tiempo. Si se comienza en el punto “c”
y se procede en sentido contrario a las manecillas del reloj, por el asa, se pasa primero por la fase en
que se llena el ventrículo izquierdo, sin aumento de la presión ventricular de forma sustancial. Esta
es la fase de llenado (E).
En el punto “d”, se cierra la válvula mitral y el ventrículo izquierdo empieza a contraerse, sin
embargo, todavía no se ha abierto la válvula aórtica, de tal modo que el periodo entre “d” y “a” es la
fase de contracción isovolumétrica (B). En estas contracciones isométricas no se modifica la
longitud de los músculos. En el corazón, tal proceso sucede durante la sístole, cuando el músculo
cardíaco se contrae sin que cambie el tamaño de las cámaras.
En el punto “a”, se abre la válvula aórtica y se bombea sangre del ventrículo a la aorta. El
periodo entre los puntos “a” y “b” es la fase de expulsión o eyección (C).
En el punto “b”, se ha iniciado la relajación del ventrículo ya que la presión ha caído lo que
produce el cierre de la válvula aórtica. Así pues, la fase entre “b” y “c” es la fase de relajación
isovolumétrica (D).
Los segmentos d-a y a-b corresponden a la sístole, y los segmentos b-c y c-d, a la diástole.
218
CURVA DE STARLING
120
b: CIERRE DE LA C: EYECCION
VALVULA AORTICA
a: APERTURAS DE LA
80 VALVULA AORTICA
VOLUMEN SISTOLICO
D: RELAJACION B: CONTRACCION
ISOVOLUMETRICA ISOVOLUMETRICA
CURVA DE PRESION
60
PASIVA-VOLUMEN DEL
VENTRICULO RELAJADO
c: APERTURA DE LA
VALVULA MITRAL
d: CIERRE DE LA
VALVULA MITRAL
E: LLENADO
A: CONTRACCION AURICULAR
0 VENTRICULAR
El gasto cardíaco o volumen minuto cardíaco (GC) se define como el volumen de sangre expulsado
por cada ventrículo en un minuto y corresponde al producto del volumen sistólico (VS) por la
frecuencia cardíaca (FC), siendo de unos 4500 a 6000 ml/min en reposo:
GC = VS x FC
VS = VFD – VFS
La FC es el número ciclos cardíacos por minuto (60 a 100 lpm) y puede estar aumentada
(taquicardia) o disminuida (bradicardia) por causas fisiológicas o patológicas. Las disminuciones
fisiológicas pueden ser por: sueño, inanición, gran talla, maratonistas; las de causas patológicas
pueden ser por aumento de la presión sanguínea, trastornos en la conducción cardiaca, excitación
vagal, administración de simpaticolíticos o parasimpaticomiméticos, compresión cerebral o bulbar; 219
etc.
Los aumentos fisiológicos pueden deberse a: edad joven, talla pequeña, gestación, excitación
o fatiga, aumento de la temperatura exterior, digestión; mientras que las patológicas pueden ser por:
hipertermia, anemia, hemodilución, dolores muy intensos (por excitación del sistema simpático),
administración de simpaticomiméticos o parasimpaticolíticos, afecciones agudas del corazón,
pericarditis, compresión de los grandes troncos venosos, enfermedades septicémicas, colapso, etc.
En general, a medida que aumenta la frecuencia cardíaca, lo hace también el GC. Cuando
dicha frecuencia empieza a volverse alta (mayor a 150 latidos/min.), disminuye significativamente
el VS. Esta reducción, con el incremento de la frecuencia de latidos hace que el GC empiece a
descender. Ello se debe a la disminución del tiempo que dura la diástole y, por ende, del tiempo
disponible para el llenado cardíaco.
El retorno venoso (RV) es el volumen de sangre que llega desde las venas a la aurícula derecha
por minuto. En condiciones normales este volumen es igual al del gasto cardíaco. Es indispensable
para el buen funcionamiento miocárdico pues si por cualquier motivo la sangre no vuelve al corazón,
aun siendo óptimo el estado de aquel, se contraerá en vacío.
FACTORES FACTORES DE
CARDÍACOS ACOPLAMIENTO
FRECUENCIA CARDÍACA
Sistema nervioso simpático. PRECARGA
Sistema nervioso parasimpático.
(Volumen telediastólico)
Drogas. Frank-Starling Frecuencia cardíaca.
Temperatura.
Retorno venoso.
Retorno venoso (Reflejo de Bainbridge).
Volemia.
Función auricular.
Distensibilidad ventricular.
VMC
CONTRACTILIDAD
(Inotropismo) POSTCARGA
Masa contráctil. (Tensión parietal)
pH. Radio.
Ca2+ Laplace Grosor.
Inotropos + y - Resistencia periférica.
Insuficiencia
Contractilidad
disminuida
221
Existen dos situaciones en las que se produce una obstrucción directa al flujo de salida de
sangre, una a nivel de la válvula aórtica en casos de estenosis aórtica, y otra a nivel de la circulación
pulmonar en casos de tromboembolismo pulmonar.
Un ciclo cardíaco en que no se expulsa sangre del corazón se conoce como latido
isovolumétrico. Esto puede ocurrir si la presión acumulada en el ventrículo no es mayor que el de la
aorta, la válvula aórtica no se abre y el latido es isovolumétrico. Este también puede originarse por
obstrucción a la vía de salida del ventrículo izquierdo, como la estenosis aórtica completa.
120 PA
AUMENTADA
80
NORMAL
60
0
50 120 VOLUMEN VENTRICULAR (ml)
CONTRACTILIDAD
La contractilidad es un índice que mide la capacidad del corazón para bombear sangre y no
debe confundirse con la medición directa de la fuerza de la contracción cardíaca ya que esta última
depende considerablemente de la precarga. 223
Los factores que pueden afectar a la contractilidad son la activación simpática endógena, la
acidosis, la isquemia, los mediadores inflamatorios y los agentes vasoactivos.
FRACCIÓN DE EYECCIÓN
El porcentaje de sangre que bombea el corazón en cada latido se conoce como fracción de eyección y
se obtiene mediante el cociente entre el volumen sistólico y el volumen final diastólico (por 100).
En personas sanas la FE suele ser mayor al 50% y oscila en el 52% al 72% en los hombres y
en el 54% al 74% en las mujeres.
224
EL TRABAJO CARDÍACO
El corazón bombea unos 70 mL de sangre con cada latido. Cada día debe bombear un mínimo de
10.000 L de sangre, que pesan casi 20 toneladas. En promedio, un adulto tiene 70 a 75 latidos por
minuto. En general, cuanto menor sea esta víscera, mayor será la frecuencia de sus latidos; por ello,
las mujeres tienen de seis a ocho veces más latidos cardíacos por minuto que los varones.
La cantidad de trabajo que realiza el corazón con cada latido, es proporcional al área del asa
de presión-volumen. Puede obtenerse una aproximación de este parámetro al multiplicar el VS por
la presión arterial media (PAM). Cuanto mayor sea la PAM o el VS, superior será el trabajo que
realiza el corazón.
El trabajo sistólico también está en función de la precarga, dado que se incrementa conforme
lo hace esta última, de hecho, la cantidad de trabajo que realizan los ventrículos derecho e izquierdo
es distinta, no porque difieran sus volúmenes sistólicos, sino porque son diferentes las cargas contra
las cuales bombea cada ventrículo.
Por su parte, en caso de aumento de la poscarga, se precisará mayor trabajo para vencer dicha
resistencia a igualdad de volumen sistólico.
El ventrículo derecho bombea contra la presión baja de la arteria pulmonar, lo que genera
poco trabajo, aproximadamente de 9 g-m (0,088 J) el hemicardio izquierdo bombea contra una
carga aórtica mucho mayor, por lo que su trabajo aumenta a casi 30 g-m (0,29 J), con el mismo VS.
Así, aunque el gasto de ambos hemicardios es igual, el trabajo sistólico es mayor en el izquierdo
porque la poscarga es mayor.
Ambos ventrículos son sensibles a los cambios de la poscarga. Los aumentos de ésta, reducen el VS
y, con ello, el GC. Con GC limitado, haya poscarga alta o función cardíaca disminuida, una de las
formas más eficaces de incrementar el GC es reducir la poscarga.
Una característica interesante del corazón es que, aunque ambos ventrículos son sensibles a
la poscarga de manera independiente, el complejo cardiopulmonar en su totalidad es muy resistente
a las disminuciones del VS causadas por el aumento de la PA. Tal resistencia se debe a que conforme
aumenta la poscarga para el ventrículo izquierdo, continúa el bombeo de sangre del ventrículo
derecho por la circulación pulmonar, lo que aumenta la precarga del ventrículo izquierdo y así,
compensa el incremento de la poscarga en dicha cavidad. Esta compensación hace que se normalice
el flujo sanguíneo por el corazón.
225
Asimismo, el gasto de los hemicardios izquierdo y derecho está acoplado, o sea que es igual.
El hemicardio izquierdo opera con presiones de llenado significativamente altas porque la poscarga
del ventrículo izquierdo (presión arterial de la circulación general) es mayor que la del derecho
(presión arterial pulmonar).
Aunque es frecuente suponer que si el cuerpo necesita más sangre (p. ej., con el ejercicio)
basta que el corazón la bombee con mayor fuerza, este supuesto es falso, ya que los vasos venosos de
la circulación son muy distensibles y colapsables, además el gradiente de presión de los capilares a
la aurícula derecha es bajo, cuando el corazón intenta aumentar el flujo sanguíneo, estos vasos se
colapsan y el volumen de sangre que regresa al corazón disminuye. Por tal razón, el GC depende en
gran parte del retorno venoso, o sea del volumen de sangre que regresa al corazón.
El ejercicio físico aumenta el tamaño del corazón, o sea que produce su hipertrofia. En tal
adiestramiento, la hipertrofia tiene lugar de manera que se incrementa el tamaño de las cámaras
cardíacas. Las necesidades metabólicas del cuerpo en reposo no se modifican considerablemente,
por lo que el GC en dicho estado permanece constante. Como el corazón es más grande, aumenta su
VS y, por ende, el producto de éste por la FC es constante, es decir que, si el VS es mayor, la frecuencia
disminuye.
226
Al practicar ejercicio, el GC debe aumentar de casi 5 L/min a cerca de 35 L/min, o sea que
casi al séptuplo. La aceleración de la FC desde valores bajos, de 50 latidos/min, hasta otros altos, de
200 latidos/min, solo cuadriplica el GC. Así, únicamente se precisa duplicar el VS para que se tengan
un factor adicional de 2. Si no se redujera la FC en reposo, el individuo llegaría con rapidez al punto
en que la aceleración de dicho ritmo reduciría el VS y sería difícil aumentar el GC a los valores
necesarios.
Los valores normales de IC van de 2,5 a 4 L/min/m2. Existen muchas maneras de medir el
GC. Las de uso habitual se basan en el Principio de Fick o en las Curvas de Dilución.
Esta ecuación del contenido arterial de oxígeno es válida para el contenido venoso de oxígeno,
teniéndose en cuenta que la SatO2 arterial es de unos 97% y la PaO2 es de unos 95 mmHg, mientras
que el %SatO2 venoso es de 70% y la PvO2 es de 40 mmHg en un individuo con hemoglobina normal
de 15 g/dl en promedio. Con estos valores, el CaO2 es de 200 ml/L y el CvO2 es de 150 ml/L.
229
II. Ruidos cardíacos
Las válvulas cardiacas producen sonidos audibles al cerrarse. Cuando se aplica un estetoscopio sobre
el tórax, en un corazón normal se perciben ruidos que suelen representarse como “lub-dup”. El lub
coincide con el cierre de las válvulas AV al comenzar la sístole y recibe el nombre de primer ruido
cardiaco (S1) formado por la contribución de la válvula mitral (M1) y tricúspide (T1) (ver gráfico del
ciclo cardíaco). La actividad del corazón izquierdo antecede ligeramente la del derecho. El
componente mitral es más intenso que el tricuspídeo. Habitualmente se escucha un sólo ruido, pero
auscultando en el borde esternal izquierdo bajo, en algunos casos se logra identificar un
desdoblamiento.
Entre el primero y el segundo ruido hay un silencio, que por su duración se conoce como
“pequeño silencio” entre el segundo ruido y el primero subsiguiente hay otro silencio (más
prolongado que el anterior) que recibe el nombre de “gran silencio”. 230
Puede auscultarse un tercer y un cuarto ruidos (S3 y S4), que no siempre están presentes. El
tercer ruido (S3) es producido por vibraciones que se generan al comienzo del llenado ventricular,
cuando la sangre entra desde las aurículas; se ausculta después del segundo ruido, al comenzar la
diástole. El cuarto ruido (S4), se atribuye a vibraciones que se generan por la contracción de las
aurículas al final de la diástole; se ausculta inmediatamente antes del primer ruido.
El primer ruido (S1) corresponde al cierre de las válvulas mitral y tricúspide. Se ausculta mejor
hacia el ápex, pero se identifica en toda el área precordial. Se identifica como el ruido que da
comienzo a la sístole, al final de la diástole que es más larga. Cuando existe taquicardia, la diástole
se acorta y se asemeja a la duración de la sístole; en estos casos, conviene palpar el ápex cardíaco o
un pulso periférico al mismo tiempo. Habitualmente se escucha como un ruido único, pero en
ocasiones se percibe un desdoblamiento, especialmente en el foco tricúspide y en inspiración
profunda. En el ápex, el S1 se escucha más intenso que el S2; en cambio en la base del corazón, el S2
se escucha más intenso.
El segundo ruido S2 se produce por el cierre de las válvulas aórtica (A2) y pulmonar (P2). El
componente aórtico (A2) es más fuerte y se ausculta en todo el precordio, desde el 2º espacio
paraesternal derecho hasta el ápex. El componente pulmonar (P2) es más débil y, en condiciones
normales, se ausculta en el 2º o 3er espacio paraesternal izquierdo; no se escucha en el ápex o el foco
aórtico. El desdoblamiento fisiológico del segundo ruido ocurre en la inspiración ya que P2 se retrasa
(por la mayor llegada de sangre al corazón derecho) y se produce un desdoblamiento del segundo
ruido. Se ausculta en el 2º o 3er espacio paraesternal izquierdo. En el ápex y el foco aórtico sólo se
escucha el componente aórtico (A2).
El tercer ruido S3 se relaciona con el llenado rápido de los ventrículos (fase de llenado
ventricular pasivo) después que se han abierto las válvulas aurículo-ventriculares; se produce por
distensión de las paredes ventriculares. Es de tono bajo y se ausculta mejor con la campana del
estetoscopio aplicada con una presión suave. Cuando se origina en el ventrículo izquierdo se escucha
mejor en el ápex, en decúbito lateral izquierdo; si se origina en el ventrículo derecho conviene
buscarlo en el borde esternal izquierdo bajo, con el paciente en decúbito supino y con la inspiración
puede aumentar. Se encuentra en cuadros de insuficiencia cardíaca y en regurgitación mitral o
tricuspídea. En estos casos, y especialmente si se asocia a taquicardia, adquiere un ritmo de galope.
Se puede encontrar en condiciones fisiológicas en muchos niños, en adultos jóvenes y en el tercer
trimestre de un embarazo.
SOPLOS CARDÍACOS
Son ruidos producidos por un flujo turbulento que se genera por el paso de sangre en zonas estrechas
(estenosis), en condiciones hiperdinámicas (anemia, tirotoxicosis, embarazo, etc.), por reflujo de
sangre en válvulas incompetentes, en comunicaciones anormales (defecto interventricular, ductus
arterial persistente). Existen soplos que se auscultan en la sístole y otros, en la diástole. Aunque la
mayoría de los soplos representan alguna alteración orgánica, existen algunos, especialmente en
niños y adultos jóvenes, que se consideran funcionales, y sin mayor importancia. Estos son los
llamados “soplos inocentes” que se caracterizan porque ocurren en la sístole, no dan frémitos, nunca
ocurren en la diástole y no se asocian a una alteración orgánica.
INSPECCIÓN Y PALPACIÓN
A continuación, se trata de palpar. La ubicación del choque de la punta da una idea del
tamaño del corazón. Si no se siente en decúbito supino, puede ser más evidente en decúbito lateral
izquierdo. Conviene buscarlo con el pulpejo de los dedos. Si es necesario, se le solicita al paciente
sostener la respiración en espiración por algunos segundos.
Cuando el corazón está dilatado, el ápex se encuentra por fuera de la línea medioclavicular y
por debajo del quinto espacio intercostal. Se dificulta su detección en pacientes obesos, con mucha
masa muscular, enfisematosos, etc.
232
PERCUSIÓN
Cuando el choque de la punta del corazón no es posible ver ni palpar, se puede efectuar una percusión
para delimitar el tamaño del corazón. Sin embargo, este procedimiento es muy limitado. Se percute
a nivel del 3º, 4º y 5º espacio intercostal (eventualmente el 6º), de lateral a medial, en el lado
izquierdo, tratando de identificar el momento que el sonido pasa de sonoro a mate.
AUSCULTACIÓN
La auscultación de los ruidos cardíacos se debe realizar en un ambiente silencioso y cómodo para el
paciente. El estetoscopio se aplica directamente sobre la región precordial y se puede utilizar el
diafragma o la campana. La mayoría de los ruidos se escuchan bien con el diafragma del estetoscopio,
que se apoya ejerciendo algo de presión, sin embargo, la campana identifica mejor los ruidos de tono
bajo, como el tercer (S3) y cuarto ruidos (S4), y el soplo de una estenosis mitral.
Se debe aplicar el estetoscopio ejerciendo una presión suficiente que evite los ruidos del
ambiente, pero sin ejercer mucha presión ya que en esas condiciones la piel se estira y actúa como
membrana, pudiéndose dejar de escuchar ruidos como S3 y S4. El diafragma se usa para auscultar
toda el área cardíaca, y la campana se usa, de preferencia, para el ápex y el borde esternal izquierdo
en su porción baja.
Conviene comenzar la auscultación con el paciente en decúbito supino para después pasar a
una posición lateral izquierda en la cual se detectan mejor S3, S4 y soplos mitrales (auscultar con
diafragma y campana). Después conviene auscultar estando el paciente sentado e inclinado hacia
adelante, solicitándole que sostenga la respiración unos segundos en espiración.
Se debe examinar el corazón siguiendo un orden determinado de modo de identificar bien los
distintos ruidos y soplos, y seguir su trayectoria (dónde se escuchan mejor y hacia dónde se irradian).
Se parte del reconocimiento del primer y segundo ruido, luego los ruidos y soplos que ocurran en la
sístole y luego en la diástole. Existen cinco focos de auscultación tradicionales:
Tricúspide: cuarto espacio intercostal izquierdo, en la parte inferior del borde esternal
izquierdo.
Suele existir sobreposición de los sitios de auscultación, y muchas veces, para reconocer la
causa de un soplo, es necesario recurrir a otros elementos (p.ej.: características del pulso arterial o
venoso, modificaciones con la respiración o con los cambios de posición).
Se comienza identificando el primer y segundo ruido. S1 da comienzo a la sístole y S2, a la
diástole. La onomatopeya es lub-dup. Si la frecuencia cardíaca es normal, en general, es fácil
identificar cuál es el primero y cuál es el segundo. En caso de duda, especialmente si existe
taquicardia, conviene palpar concomitantemente algún pulso arterial, como el carotideo o el radial
(S1 coincide con el comienzo del latido).
El tercer ruido (S3) y cuarto ruido (S4) pueden estar o no presentes. Su interpretación, como
ruido normal o patológico, depende del contexto clínico del paciente. En hipertensión arterial,
234
frecuentemente se ausculta un cuarto ruido (S4); en insuficiencia cardíaca, un tercer ruido (S3). En
ocasiones, estos ruidos juntos con S1 y S2 dan a la auscultación un ritmo de galope (como el ruido de
un caballo galopando). El galope auricular tiene una secuencia S4-S1-S2 y el galope ventricular tiene
una secuencia S1-S2-S3.
Existen otros ruidos que se pueden escuchar. Las válvulas cardíacas habitualmente al abrirse
no producen ruidos, excepto cuando están engrosadas o alteradas en su estructura. Si esto ocurre en
una válvula mitral con estenosis y valvas engrosadas como consecuencia de una enfermedad
reumática, al momento de abrirse la válvula se produce un ruido seco y de tono alto, llamado
“chasquido de apertura”. Esto ocurre después del segundo ruido, al comienzo de la diástole. Si la
válvula afectada es la aórtica que presenta una estenosis y velos engrosados, al abrirse se produce un
ruido de tono alto llamado “clic aórtico”. Se escucha después del primer ruido, al comienzo de la
sístole.
Otro ruido que puede auscultarse es el “frote pericárdico” debido a que las capas del
pericardio se encuentran inflamadas en una pericarditis. El roce entre ambas es capaz de generar un
ruido que se sobrepone a los normales del corazón y que se llama “frote pericárdico”, el cual, si es
intenso, puede dar un “frémito pericárdico” (se palpa la vibración). Los frotes se pueden auscultar
en la sístole y la diástole, o en sólo una fase del ciclo.
Protocolo de informe: Exploración Clínica del Corazón
Comisión: …………………………………………………………………………………………………………………………………………
INSPECCIÓN
Cicatrices.……………………………………………………………..…………………………………………….…….…….….
Choque de punta…………………………………………………..………………….………………………………….….……
Observaciones……………………………………………………………………………………………………….
PALPACIÓN
Choque de punta…………………………………………………………………….……………….……………………
PERCUSIÓN
AUSCULTACIÓN
Foco tricúspideo………………………………………………………………………….……………………..………………
Foco mitral………………………………………………………………………………………………………….…………..
En Inspiración………………………………………………………………………………………………….……………….
En Espiración…………………………………………………………………………………………….…………………..….
IV. Valores hemodinámicos normales
PAS = 15 a 30 mmHg
Presión de arteria pulmonar (PAP)
PAD = 5 a 10 mmHg
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6. Por cansancio progresivo y cardiomegalia moderada a un hombre de 50 años se le
miden sus parámetros hemodinámicos. Es hipertenso sin tratamiento
antihipertensivo y los valores obtenidos se muestran en la tabla siguiente.
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7. Paciente de 25 años que estando en pabellón por una cirugía cardiaca, se presenta
con los siguientes valores hemodinámicos:
Contenido de O2 en Aurícula Derecha: 133,28 ml/L
Contenido de O2 en arteria radial: 180,08 ml/L
Talla: 1,70 m
Peso: 70 kilos
Superficie corporal = 1,81 m2
Consumo de O2: 175 ml/min
¿Cómo se encuentra su función cardiaca? ¿Por qué?
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CASO PROBLEMA 11
Noemí de 62 años de edad, de sexo masculino, que ingresa al hospital a causa de un dolor recurrente en el
tórax y disnea, 5 días después de padecer un infarto de miocardio. El día del ingreso no presenta dolor en
el tórax, pero aún respira con moderada dificultad. Se realiza radiografía de tórax que confirma un aumento
y distensión de la vascularización pulmonar, líneas septales y cardiomegalia. El ecocardiograma muestra
cardiomegalia y una fracción de eyección del 30% con mínimo movimiento sistólico de las porciones
anterior y apical del corazón. El paciente presenta un ritmo sinusal normal con una FC de 110 latidos/min.
La TA es de 96/68 mmHg, media de 82 mmHg y la FR de 25/min. En la auscultación cardiaca se aprecia
un galope S3, un galope S4 con S1 y S2 normales y un soplo suave que abarca la sístole (holosistólico) de
una intensidad uniforme que se aprecia en el ápice e irradia hacia la axila izquierda. Se oyen crepitantes
finos teleinspiratorios en aproximadamente el tercio superior de los campos pulmonares. Los gases
arteriales revelan una pO2 de 60 mmHg, pCO2 de 30 mmHg y pH de 7,37.
Discusión
1. ¿Cuál será probablemente la presión telediastólica en el ventrículo izquierdo de este paciente y por qué?
2. ¿Cuál es el significado de los sonidos de galope S3 y S4?
3. ¿Cuál es la causa probable de cardiomegalia?
4. Las presiones arteriales son bajas. ¿Cómo estará, probablemente, la resistencia periférica vascular en
este caso?
5. Se coloca un catéter en el corazón derecho para valorar mejor la hemodinámica y se descubre que el
gasto cardíaco es 3 L/min y que la presión auricular derecha presenta un valor medio de 10 mmHg.
¿Cuál es la resistencia vascular periférica? ¿Es normal? 239
6. ¿Qué papel desempeñan en el problema actual del paciente las anormalidades en la función contráctil
y en la resistencia en la precarga y poscarga?
7. ¿Qué ocurriría si se administra a este paciente un vasodilatador arterial?
8. ¿Sería útil alterar la contractilidad de este paciente? ¿En qué dirección? ¿Cuál es la posible desventaja?
240
El sistema cardiovascular está constituido por el corazón, los vasos sanguíneos y la sangre. Consiste
básicamente en un circuito cerrado y continuo, formado por la pequeña y la gran circulación. En
ambos casos, las cavidades venosas son más distensibles que las arteriales y, aunque ofrecen poca
resistencia a la circulación, la mayor resistencia estará dada por las zonas precapilares y los capilares
que son más pequeños.
Transportar el dióxido de carbono y de los productos de desecho desde los tejidos a los
pulmones y a los órganos excretores.
La sangre circula unidireccionalmente por el sistema circulatorio, dado que la sangre ingresa
a la aurícula derecha y pasa al ventrículo derecho gracias a la apertura y cierre de la válvula tricúspide
por diferencia de presión (en la aurícula se encuentra una presión 2 a 4 mmHg siendo similar para
el ventrículo derecho), para luego impulsar la sangre carboxigenada hacia los pulmones por la arteria
pulmonar que presenta una presión arterial sistólica de unos 24 mmHg y una presión diastólica de
unos 10 mmHg.
Asimismo, ocurre con la sangre oxigenada que retorna a la aurícula izquierda con una presión
de 6 a 8 mmHg y pasando hacia el ventrículo izquierdo, a través de la válvula mitral, donde la presión
diastólica es similar. Cuando se contrae el ventrículo, la presión asciende de 6 a 8 mmHg hasta unos
80 mmHg donde abre la válvula aórtica y aumenta hasta 120 mmHg de presión arterial sistólica (se
considera que la presión atmosférica es igual a 0).
La presión sistólica sirve para impulsar la sangre a lo largo de la aorta y para que éste se
distienda. Durante la diástole, el flujo sanguíneo y la presión en la aorta disminuyen, pero no caen a
cero, dado que el retroceso elástico de la aorta sigue produciendo presión (presión arterial diastólica)
siendo de unos 80 mmHg.
La diferencia entre la presión arterial sistólica y la presión arterial diastólica se conoce como
presión diferencial o presión de pulso. La presión aórtica media corresponde al promedio de las
presiones durante el ciclo cardíaco. Dado que el 60% del ciclo cardíaco en reposo corresponde a la
diástole, la presión arterial media (PAM) no corresponde exactamente a la media aritmética de las
presiones sistólica y diastólica, sino que es aproximadamente igual a la presión arterial diastólica
(PAD) más un tercio de la presión diferencial.
La sangre fluye desde la aorta a las arterias principales donde cada una de ellas irriga un
órgano o región corporal. Estas arterias se dividen y subdividen en arterias musculares de menor
calibre, que posteriormente dan lugar a las arteriolas (con diámetros de menos de 100 µm). La sangre
entra a las arteriolas con una presión media de 60 o 70 mmHg.
La capa interna de la pared del vaso posee fibras de elastina, constituyendo las láminas
elásticas, que tienen una estructura fenestrada. Estas fenestraciones tienen importancia porque se
modifican en los procesos de remodelamiento vascular. Entre las láminas elásticas interna y externa,
se disponen células musculares lisas y fibras colágenas. Las células musculares lisas, en su fase
secretoria (distintos fenotipos que puede presentar la célula muscular lisa), fabrican fibras de
colágeno y elastina que se dispone en forma de láminas.
Cubriendo a las láminas elásticas se dispone la membrana basal, y sobre ella la capa de células
endoteliales. El endotelio vascular de los vasos participa de forma activa en la regulación de la
constricción y dilatación de este mediante la síntesis y secreción de sustancias “vasoactivas” que
actúan sobre el músculo liso, además de servir de barrera, restringiendo y controlando el pasaje de 243
líquidos, moléculas y células dentro y fuera de los vasos.
Las arteriolas se ramifican en vasos más pequeños denominados capilares, que forman una
densa red dentro de los tejidos, aumentando la superficie de intercambio por el área que ocupan. A
medida que aumenta el número de células, aumenta el número de ramificaciones del sistema, y por
lo tanto, también aumenta la resistencia del mismo.
La presión en los capilares oscila desde unos 25 mmHg en el lado arterial hasta 15 mmHg en
el lado venoso. Los capilares convergen en vénulas, que se reúnen en vénulas mayores con un
contenido creciente de músculo liso a medida que se hacen más gruesas. Estas vénulas convergen
para formar venas para dar lugar a las venas cavas superior e inferior, a lo largo de las cuales
devuelven la sangre al corazón. Las venas poseen un diámetro superior al de las arterias y ofrecen
una escasa resistencia al flujo, por lo cual, el escaso gradiente de presión que existe entre las venas y
la aurícula derecha es suficiente para permitir un retorno venoso adecuado.
El gasto del ventrículo derecho es en realidad ligeramente menor que el del izquierdo debido
a que un 1 o 2% del flujo sanguíneo sistémico no llega a la aurícula derecha, sino que es derivado al
lado izquierdo del corazón por la circulación bronquial y por la pequeña fracción del flujo sanguíneo
coronario que drena en las venas de Tebesio.
Funciones de los vasos sanguíneos
Las arterias de menor calibre y las arteriolas (arterias de menos de 10 mm) regulan la
cantidad de sangre a los tejidos mediante la vasoconstricción o vasodilatación, controlado por el
sistema nervioso simpático y factores producidos localmente en los tejidos, por lo cual toman el
nombre de “vasos de resistencia”. Los capilares y las pequeñas vénulas se conocen como “vasos de
intercambio” puesto que a través de sus paredes se intercambian gases, líquidos y sustancias diversas
entre la sangre y los tejidos. Los leucocitos pueden atravesar las paredes de las vénulas para ir a los
tejidos en respuesta a un proceso inflamatorio en camino.
El endotelio vascular es el órgano más grande del cuerpo, por ejemplo, en un hombre de 70
kg su peso aproximado es de 1.800 g y tiene más o menos un trillón de células. Es un órgano que está
situado entre la sangre y el músculo liso vascular, está constituido por una fina capa de células
endoteliales que recubren internamente los vasos, tanto arteriales como venosas, y funciona como
244
órgano endocrino y paracrino que tiene numerosas funciones reguladoras.
Las células endoteliales perciben los cambios de las fuerzas hemodinámicas de rozamiento y
de presión y las del ambiente hormonal de la vasculatura (sustancias vasoactivas circulantes o
producidas localmente y mediadores liberados por las células sanguíneas). Como respuesta a estos
estímulos se sintetizan y liberan sustancias biológicamente activas, las cuales modulan el tono y la
estructura vascular.
El endotelio modula además otras funciones como el remodelamiento vascular, por medio de
la producción de sustancias promotoras e inhibidoras del crecimiento; la hemostasia y la trombosis,
a través de las funciones antiplaquetarias, anticoagulantes y fibrinolíticas; y la inflamación, mediante
la expresión de moléculas quimiotácticas y de adhesión sobre la membrana celular.
Una de las sustancias más importantes producidas por el endotelio es el óxido nítrico, el cual
tiene una potente acción vasodilatadora y es además un mediador biológico que interviene en los
procesos de inmunidad e inflamación, neurotransmisión central y periférica y en la modulación para
la liberación de hormonas. También mantiene el tono y la estructura vascular, regula la adhesión de
los leucocitos y de las plaquetas a la superficie, modula la oxidación lipídica y la permeabilidad
vascular.
Las vénulas son capaces de contraerse para ofrecer resistencia al flujo sanguíneo, lo cual
ejerce efecto sobre el movimiento de líquidos entre los capilares y los tejidos, lo cual influye, a su vez,
sobre el volumen sanguíneo.
Las venas tienen paredes delgadas y son muy distensibles, lo cual le permite contener entre
60 y 70% del volumen sanguíneo total del sistema circulatorio, en contraposición con las arterias
que contienen unos 17% del volumen total sanguíneo. Esto permite a las venas aumentar el gasto
cardíaco cuando sufren constricción (venoconstricción) ya que aumenta el retorno venoso,
manteniendo así la presión arterial y la perfusión de los tejidos en los órganos esenciales cuando se
produce hemorragia.
Las venas pueden distenderse unas 6 o 10 veces sin que su sistema valvular se torne
incompetente, como ocurre en las pacientes embarazadas en las cuales un aumento importante de la
presión en el sistema venoso no hace que las venas se dilaten, efecto de la producción de algunas
hormonas como la progesterona. En general, las venas de la circulación general son 8 veces más
distensibles que las arterias y tienen 3 veces mayor volumen. Aunque hay ciertas diferencias en la
distensibilidad de las arterias y venas en las distintas partes del aparato circulatorio, en casi todos
los niveles las venas son más grandes y distensibles que las arterias acompañantes.
Hemodinámica
La bomba cardíaca genera un flujo pulsátil, pero los tejidos periféricos, como por ejemplo el
cerebro, necesitan un flujo continuo.
Se define al flujo pulsátil como aquel que presenta variaciones periódicas de su caudal.
Considerando cualquier sector del circuito, las variaciones de caudal sin modificaciones de la
geometría dependen básicamente del gradiente de presión impuesto a ese nivel en cada instante y
por lo tanto se acompañará de variaciones de velocidad.
Para amortiguar esa extrema pulsatilidad que produce el corazón, el primer componente
involucrado es la válvula aórtica, que le resta dos tercios a esa pulsatilidad, generando un descenso
de la amplitud de presión de 8 - 120 mmHg a 80 - 120 mmHg. Asimismo, la resistencia inercial
participa como un factor de disipación energética independientemente de la existencia o no de
estrechez. Esto se debe a que, por las propias características del flujo, la masa líquida se ve
modificada en su velocidad a cada instante y, por lo tanto, la resistencia inercial se verifica
permanentemente.
C = ∆V/∆P
Edad avanzada.
246
Como se vio anteriormente, el flujo sanguíneo en arterias de gran y mediano calibre presenta
un carácter pulsátil sincrónico con la contracción cardíaca. Sin embargo, este efecto sufre un proceso
de amortiguación a lo largo del lecho capilar hasta hacerse prácticamente inapreciable en el territorio
venoso poscapilar, donde se transforma en un flujo continuo o estacionario, entendiéndose este
último como aquel en el que la velocidad con que circula el fluido en cada punto de la conducción se
mantiene constante en el tiempo (aunque ésta pueda variar de un punto a otro de la misma).
La contracción cardíaca genera una onda de pulso (onda de presión) que se transmite a lo
largo de las arterias a una velocidad entre 4 y 10 m/s, gracias a su consistencia elástica. La velocidad
de la onda de pulso en la raíz de la aorta es de alrededor de 5 m/s. La propagación de la onda de pulso
desde el corazón a la periferia somete a estos componentes a una serie de cambios:
El flujo sanguíneo a través de un vaso depende de la diferencia de presión, que tiende a impulsar la
sangre a lo largo del vaso, y la dificultad ofrecida al paso de la sangre a través de él, que se denomina
resistencia vascular. La circulación constituye un circuito cerrado, es decir, que un volumen
determinado de sangre es impulsado por el corazón; este mismo volumen debe pasar por cada una
de las divisiones de la circulación y después regresar hacia el corazón.
El sistema arterial puede dividirse en un sistema de baja, intermedia y alta resistencia. Los
de baja resistencia se encuentran en tejidos con alta actividad metabólica (cerebro, riñón, hígado);
resistencia intermedia, en la cual existen frecuentes cambios durante el día y se observan en el
intestino y músculo esquelético; y en zonas de alta resistencia, en donde la actividad metabólica es
baja y constante, por ejemplo, en la piel.
Para que la sangre pueda atravesar los pequeños vasos de resistencia, el corazón la impulsa
hacia las arterias a una presión elevada, de unos 120 mmHg en la sístole, para la gran circulación, y
24 mmHg durante la sístole en la circulación pulmonar. 247
Se puede decir que la presión depende del impulso cardíaco y de la resistencia del vaso. Esto
se expresa según la ley de Darcy (relativa a la ley de Ohm), que muestra la relación que tiene el flujo
sanguíneo con la presión de la sangre en un vaso sanguíneo y la resistencia que se ofrece al paso de
ella, así:
Q = ∆P/R
∆P = gradiente de presión entre los dos extremos del vaso (en el circuito sanguíneo se
considera a la presión arterial media –PAM- obtenida principalmente en la arteria aorta
y la presión venosa central –PVC- obtenida principalmente en la aurícula derecha).
La resistencia vascular es la fuerza que se opone al flujo de la sangre por la vasculatura. La resistencia
(R) de un vaso específico depende de su longitud (l) y de la viscosidad (η) de la sangre que fluye por
él, e inversamente del radio a la cuarta potencia (r4). Esta relación se expresa en la ley de Poiseuille:
R = (8 η L) / π r4
R = resistencia (mmHg/mL/min).
π = constante pi (3,14)
Dado que en esta ecuación el flujo depende de la cuarta potencia del radio tubular, pequeños
cambios en el radio producen grandes cambios en el flujo sanguíneo; por ejemplo, si el radio
disminuye en un 20%, el flujo lo hace también, pero en un 60%.
248
Si se considera que el sistema cardiovascular en conjunto posee distintos tipos t tamaños de
vasos sanguíneos, éstos se hallan dispuestos secuencialmente en serie. En este caso, la resistencia
total del sistema es la suma de todas las resistencias ejercidas por cada tipo de vaso:
Aunque los diversos tamaños de vaso sanguíneo están dispuestos en serie, cada órgano o
región del cuerpo es irrigado por sus arterias principales originadas en la aorta. Por ello, los lechos
vasculares de cada órgano están dispuestos en paralelo con los demás.
Una consecuencia de esta relación es que el flujo sanguíneo de un órgano determinado puede
alterarse (mediante ajustes de las resistencias de las arteriolas en este órgano) sin afectar
notablemente la presión total o el flujo en el resto del sistema circulatorio.
La sangre se comporta como un líquido real, que son aquellos que ofrecen cierta resistencia
al desplazamiento de unas láminas sobre otras. Estas se desplazan de forma similar a como se
extiende una baraja de naipes sobre la mesa por lo cual se dice que presentan viscosidad, donde el
flujo se produce a distinta velocidad en cada una de las capas siendo máxima en las centrales y
prácticamente cero en las periféricas en contacto con la pared vascular, régimen de flujo denominado
de Poiseuille o flujo laminar.
La viscosidad, se define como la fuerza necesaria para desplazar una capa de líquido con una
cierta velocidad y condiciona un perfil de flujo parabólico característico. La viscosidad de la sangre
depende de varios factores como ser el número de células, forma y tamaño (hematocrito), la
concentración de proteínas y otros, por lo cual se observa que la sangre total posee una viscosidad
aproximada de 4,7 cp (centipoise), el plasma posee unos 1,8 cp y el suero unos 1,6 cp.
El flujo puede ser laminar o turbulento. Es laminar cuando la sangre fluye con intensidad
constante a través de un vaso y lo hace en corrientes continuas y cada capa permanece a la misma
distancia de la pared del vaso. En el flujo laminar la velocidad en el centro del vaso es mucho mayor
que en la parte externa, lo que determina de esta manera un perfil de velocidad parabólico. Cuando
la velocidad se hace muy intensa el flujo puede volverse turbulento donde el curso de la sangre se
realiza en diferentes direcciones en el interior del vaso.
Re = (v x d x ρ)/η
ρ = densidad de la sangre.
Según la ecuación de Re, el flujo es laminar cuando el valor que se obtiene experimentalmente
es menor a 2000, y por encima de 3000 el flujo es turbulento (entre 2000 y 3000 el flujo es variable).
El flujo turbulento existe en condiciones normales solamente en el interior de las cámaras cardíacas
y en la aorta proximal durante la fase rápida del vaciamiento ventricular. En condiciones anormales
existe un incremento en la velocidad del flujo cuando existe una estenosis en el trayecto de un vaso.
La tendencia a la turbulencia es un factor que contribuye al daño vascular.
Debido al elevado número de vasos sanguíneos pequeños que existen, a medida que los vasos
arteriales se van bifurcando aumenta el área de sección transversal llegando a su máximo a nivel de
la microcirculación. Esto produce un marcado efecto sobre la velocidad de la sangre dado que puede
observarse que la velocidad de esta es alta en los grandes vasos como en la aorta (de unos 30 cm/s)
y las venas cavas, mientras que, en los pequeños vasos, dado por la gran superficie transversal que
ocupan, la velocidad es muy baja (de unos 0,3 a 0,5 cm/s).
v = GC/A
Además de la diferencia de presión a lo largo de los vasos sanguíneos, existe una diferencia de presión
a través de la pared de dichos vasos. Esta presión transmural ejerce una tensión circunferencial en
la pared del vaso sanguíneo que tiende a distenderlo de forma muy parecida a la que ocurre dentro
de un globo. Según la ley de Laplace-Frank:
Pt = (2 T µ)/r 250
Pt = presión transmural (P dentro del vaso menos P intersticial).
T = tensión de la pared.
r = radio interno.
µ = grosor de la pared.
En la aorta, la presión transmural y el radio son grandes por lo que cualquier adelgazamiento
de la pared, como ocurre en la aterosclerosis, puede favorecer al desarrollo de una protuberancia o
aneurisma. Esto hace que aumente el radio y disminuye el grosor de la pared, creando un círculo
vicioso de aumento de la tensión parietal el cual, si no se trata, producirá ruptura de la pared con la
consiguiente hemorragia.
II. Regulación de la presión sanguínea
La presión arterial (PA) o tensión arterial (TA) es la presión que ejerce la sangre contra la pared de
las arterias. Esta presión es imprescindible para que circule la sangre por los vasos sanguíneos y
aporte el oxígeno y los nutrientes a todos los órganos del cuerpo para que puedan funcionar
adecuadamente.
La diferencia entre las presiones sistólicas y diastólicas se denomina “presión de pulso”. Este
251
depende del volumen de sangre que bombea el corazón con cada latido, o volumen sistólico, así como
de la elasticidad del árbol arteriolar. Esta presión de pulso aumenta a medida que aumenta la rigidez
de las arterias, como ocurre fisiológicamente con el envejecimiento.
Las presiones venosas son mucho menores que las arteriales y van desde 15 mmHg en las
vénulas justo después de los capilares hasta cerca de 0 mmHg en la vena cava superior, que drena en
la aurícula derecha.
La regulación de la presión arterial media es necesaria para que los órganos tengan presión
de flujo constante, de modo que cada sistema orgánico pueda modificar su resistencia para lograr el
flujo que se requiere durante los cambios de las necesidades metabólicas, desestabilización
hidrostática y modificaciones de la volemia. También es importante la regulación para optimizar el
trabajo cardiovascular y minimizar el daño al corazón, vasos y riñones.
Barorreceptores.
Quimiorreceptores.
Ondas respiratorias.
Control Renal.
Barorreceptores
Existen dos sitios principales del sistema cardiovascular a los cuales se considera los centros más
importantes de un sistema regulador de la presión sanguínea de acción rápida: los barorreceptores
del seno carotideo y los localizados en el cayado aórtico. Estas regiones sensibles a la presión envían
impulsos nerviosos eferentes por los pares craneales IX y X al núcleo del fascículo solitario, donde
las interneuronas inhibidoras afectan la estimulación simpática eferente.
Los aumentos de la presión sanguínea causan el incremento de los impulsos de los nervios
aferentes de los barorreceptores, lo que disminuye el predominio de los impulsos simpáticos de
estos. La reducción en los impulsos de las fibras eferentes disminuye el tono vasomotor, lo que
ocasiona la dilatación de los vasos sanguíneos. El descenso de la actividad simpática y el aumento de
la actividad parasimpática al corazón, disminuyen la contractilidad y frecuencia cardíaca. Este efecto
combinado en el corazón y vasos sanguíneos disminuye la presión sanguínea. Tal reflejo de
barorreceptores es muy eficaz en el control rápido de la tensión sanguínea durante modificaciones a
corto plazo, como los cambios posturales. Una característica importante de dicho mecanismo de
control es su rápida adaptación, de modo que puede normalizar la presión incluso si se modifica el
valor de esta a largo plazo.
En situaciones normales, el reflejo neural sirve para aumentar la PA cuando baja y reducirla
cuando sube. No se conoce el mecanismo, pero hay evidencia de que los barorreceptores no
responden adecuadamente en algunos casos de HTA. Los mecanismos efectores más importantes de
la regulación de la presión arterial incluyen:
Mecanismos extrínsecos
• Reguladores hormonales
Mecanismos intrínsecos
• Respuesta miógena
• Respuesta metabólica
Reguladores hormonales
Las neuronas simpáticas que descienden por la médula espinal en el fascículo bulboespinal y
establecen sinapsis en la columna intermediolateral terminan finalmente como fibras simpáticas en
las arteriolas, vénulas y corazón. Estas fibras causan vasoconstricción simpática tónica de arterias y
venas mediante la liberación del neurotransmisor noradrenalina. Dicha constricción a veces se
denomina tono vascular o vasomotor. Mantiene a los vasos en constricción parcial, de modo que se
puede dilatar y constreñir alrededor de este “tono de reposo”.
Un claro ejemplo de la función de los barorreceptores lo dan los cambios de postura. Cuando
una persona se pone de pie se produce una caída de la PA en la cabeza y parte alta del cuerpo lo cual
puede causar pérdida del conocimiento. Para evitar este proceso, se estimulan los barorreceptores
que desencadenan un reflejo inmediato que produce una fuerte descarga simpática a todo el
organismo, reduciendo al mínimo la presión en la cabeza y parte superior del cuerpo sin que exista
un cambio sustancial en la PA.
Como el sistema barorreceptor se opone a la disminución o aumento de la PA, muchas veces
recibe el nombre de sistema amortiguador de la presión. El sistema barorreceptor tiene poca o
ninguna importancia en el mecanismo a largo plazo porque se adaptan de 1 a 2 días.
En el ejercicio, se produce vasodilatación local de los vasos musculares por aumento del
metabolismo celular, con aumento concomitante del flujo sanguíneo y de la PA por activación
también de las áreas motoras del sistema nervioso, sistema reticular activador del tronco encefálico
y áreas vasoconstrictora y cardioaceleradora del centro vasomotor.
Quimiorreceptores
Tanto las aurículas como las arterias pulmonares tienen receptores de estiramiento llamados
receptores de baja presión. Detectan cambios de presión por aumento de volumen en las zonas de
baja presión, desencadenando reflejos paralelos a los barorreceptores: reflejos auriculares hacia los
riñones o reflejo de volumen.
a) El aumento de volumen en las aurículas provoca dilatación refleja de las arteriolas aferentes
de los riñones y otras arteriolas periféricas.
b) El aumento de volumen de las aurículas transmite señales al hipotálamo, lo que disminuye
la ADH (vasopresina), hay disminución de la reabsorción de agua.
d) El estiramiento de la aurícula derecha por aumento del retorno venoso produce una respuesta
refleja con aumento de la frecuencia cardíaca. Este efecto se conoce como reflejo de
Bainbridge.
Normalmente la mayor parte del control nervioso de la PA se lleva a cabo por reflejos que se originan
en los barorreceptores, quimiorreceptores y receptores de baja presión. Sin embargo, cuando el flujo
sanguíneo en el centro vasomotor disminuye lo bastante para causar carencia nutricional; es decir,
para producir isquemia cerebral, estas neuronas se estimulan provocando vasoconstricción intensa
y la PA sistémica aumenta rápidamente. Se estimula con cifras de presión menores de 60 mmHg; su
mayor grado de estimulación se produce con PA de 15 a 20 mmHg.
Con cada ciclo respiratorio, la PA aumenta y disminuye unos 4 a 6 mmHg de forma ondulatoria lo
que origina las llamadas ondas respiratorias de la PA. Son el resultado de diferentes efectos, algunos
de ellos de naturaleza refleja.
1. Impulsos provenientes en el centro respiratorio pasan al centro vasomotor con cada ciclo
respiratorio.
2. En la inspiración, la presión intratorácica es más negativa y los vasos sanguíneos del tórax se
dilatan. Esto disminuye el volumen de sangre que regresa al corazón izquierdo y de la PA por
disminución del GC.
3. Los cambios de presión en los vasos del tórax estimulan los receptores auriculares y vasculares
de estiramiento. El resultado neto durante la respiración normal suele ser:
Efecto sobre el SNC: aumento del consumo de agua y mayor secreción de vasopresina.
Estimula al corazón.
Cuando la PA es demasiado alta los vasos se distienden, por lo tanto, la PA en los vasos tiende a
normalizarse, puede servir como un sistema tampón, que funciona a plazo medio para regular la PA.
Cuando la PA disminuye, entra líquido del espacio intersticial a la circulación, aumenta el VS por
aumento del retorno venoso y la PA.
Este mecanismo tiene la importancia de que ambas hormonas pueden llegar por la
circulación a diferentes vasos muy pequeños que carecen de inervación simpática, como las
metaarteriolas y provocan su efecto vasoconstrictor con aumento de la RPT que produce aumento
de la PA.
257
Se cree que este mecanismo puede compensar el breve período de latencia del mecanismo
barorreceptor ya que, en ausencia de éste, el efecto vasoconstrictor de esta hormona es tan potente
que puede incrementar las cifras de la presión media entre 30-35 mmHg por lo que su efecto
aumenta la RPT. La vasopresina no solo tiene este efecto, sino que además tiene una acción directa
sobre los riñones para disminuir la excreción de agua por lo que recibe el nombre de hormona
antidiurética (ADH) y participa en la regulación a largo plazo de la PA.
Los aumentos de la volemia incrementan la presión sanguínea a través del GC. La volemia es
controlada principalmente por mecanismos de excreción renal, de modo que los riñones constituyen
el regulador primario de la presión sanguínea en el cuerpo. Esta regulación por los riñones se llama
natriuresis y diuresis de presión.
La capacidad de los riñones para eliminar sodio y agua depende directamente de la presión
arterial. Al aumentar esta última, lo hace la excreción urinaria de sodio y agua, lo que disminuye la
volemia. A su vez, tal reducción hace que sea menor el GC y, por ende, la presión sanguínea. Al
disminuir esta, es menor la capacidad excretora de los riñones, con lo que se restaura el estado
estable. Este mecanismo también opera cuando aumenta la presión arterial. La consecuencia de la
teoría de la diuresis de presión es que a largo plazo la tensión arterial está regulada por la capacidad
excretora de los riñones y que la resistencia periférica total determina la presión sanguínea solo en
el corto plazo. Lo más importante es que esta teoría afirma que los cambios de la resistencia vascular
renal o la filtración y reabsorción renales son las únicas formas en que se modifica la presión
sanguínea a largo plazo.
Puede emplearse un método gráfico para analizar el control de la PA por el sistema renal
denominado “curva de excreción renal o función renal”. Este se basa en dos curvas separadas que
hacen intersección entre sí:
Aunque el mecanismo renal de los líquidos corporales tiene una respuesta potente a las
variaciones de la PA, nunca transcurre aisladamente, sino que se acompañan de otros factores que
potencializan su acción.
El SRAA participa en la regulación del balance hidroelectrolítico, volumen plasmático y RPT,
y se encuentra en la patogénesis de la HTA; sin embargo, no parece tener un papel importante en el
control de PA en condiciones normales.
Las células del AJG responden aumentando o disminuyendo la liberación de renina según el
tono de la arteriola aferente, la activación de terminaciones nerviosas propias o por catecolaminas
circulantes; o según fluctuaciones de iones como el sodio, cloro y calcio. La estimulación β-
adrenérgica es el principal responsable de la secreción de renina. La parathormona y el glucagón
estimulan la liberación de renina, la ANG II, PNA y la somatostatina, la inhiben.
Actualmente se conoce que el SRA tiene un componente sistémico (circulante) y otro tisular
(local); esto significa que los diferentes componentes del SRA pueden sintetizarse a nivel local,
interaccionando con el sistémico. La ANG II tisular se produce por la existencia y acción de uno o
más componentes del SRA en diferentes órganos. Las múltiples acciones de la ANG II conducen a
minimizar las pérdidas de sodio y agua a nivel renal y mantener la PA. A largo plazo, la ANG II ejerce
efecto proliferativo y lesivo vascular a través de su interacción con factores de crecimiento como el
factor de crecimiento fibroblástico (β-FGF) y factor de crecimiento derivado de las plaquetas
(PDGF).
Angiotensina II
Existen dos SCC, uno plasmático y otro glandular y difieren tanto en sus propiedades fisicoquímicas 260
como en el tipo de cininas que liberan, así como también en la susceptibilidad a su inhibidor natural.
El primero tiene un rol fundamental en la coagulación sanguínea y la fibrinólisis, y una acción
despreciable en el control de la presión sanguínea, el otro sistema es SCC renal.
El rol fisiológico incluye la modulación del flujo sanguíneo renal (FSR) y la regulación de la
excreción de sodio, es por tanto que incremento o disminuciones de la PA, desencadenarían
respuestas de activación o inhibición de este sistema.
El ácido araquidónico es separado de los fosfolípidos de la membrana celular por la fosfolipasa A2, y
se convierte en un eicosanoide por la acción de la lipooxigenasa o en un prostanoide por la acción de
la ciclooxigenasa. Seguidamente a la formación del endoperóxido cíclico PGG2, se sintetiza la
prostaglandina H2 las cuales darán lugar a las PG clásicas D2, E2, F2α, I2 y al tromboxano A2.
Las PG tienen una acción muy abundante en el organismo, pero la más relacionada con el
control de la PA son los efectos vasodilatadores de la PGE2 y la PGI2 y las vasoconstrictoras de la
PGF2α y el TxA2. Además, la PGI2 aumenta el flujo renal y la PGE2 es natriurética e impide el
transporte de agua estimulado por la vasopresina.
Lo más importante es la interrelación que existe entre los SRAA, SCC, y PG, como sistemas
de contrabalanceo en la homeostasis del organismo.
261
III. Hipertensión arterial
La hipertensión arterial (HTA) es una elevación sostenida de la presión arterial sistólica y/o
diastólica que representa la enfermedad crónica más frecuente. Su importancia reside en el hecho de
que cuantos mayores sean las cifras de presión, tanto sistólica como diastólica, más elevadas son la
morbilidad y la mortalidad de los individuos. Esto es así en todas las poblaciones estudiadas, en
todos los grupos de edad y en ambos sexos.
Los niveles absolutos de presión arterial varían no sólo con la edad, sino también con el sexo,
la raza y muchos otros factores. Así, aumenta con el ejercicio físico y psíquico, el frío, la digestión y
la carga emocional. Además, la presión arterial no es constante a lo largo de las 24 horas, sino que
varía mucho durante el día y la noche, tanto en normotensos como en hipertensos.
Patrón hemodinámico
La retención de sodio podría estar en relación con la disminución de filtración por reducción,
numérica o funcional, de nefronas, inadecuada respuesta natriurética a la elevación de PA
(secundaria a secreción de renina por nefronas isquémicas), inhibición de la bomba de sodio
(aumento de sodio intracelular por trastorno de transporte celular) y, por último, inadecuada
respuesta a PNA. Variaciones en la sensibilidad al sodio explicaría la HTA y la diferente respuesta al
exceso de sodio en algunos casos.
Los hipertensos jóvenes tienden a tener niveles altos de catecolaminas circulantes, aumento de
actividad simpática, mayor FC y aumento de reactividad vascular a la NA. Estos factores podrían
aumentar la PA por sí solos o junto a liberación de renina por las catecolaminas. La elevación
transitoria de la adrenalina con estrés puede provocar mayor respuesta tensional por la liberación
de NA desde las neuronas simpáticas.
En la apnea de sueño, la HTA parece relacionarse con aumento de actividad simpática por
hipoxia durante las fases de apnea. En el tabaquismo habría aumento de liberación de NA
265
presináptica inducida por la nicotina. También en la HTA asociada a la ingesta de alcohol hay
aumento de actividad simpática, además de aumento del GC y alteración de membrana celular.
En la HTA se induce expresión génica de la ECA y otros componentes del SRAA tisular
produciendo aumento local de Ang II. Por ejemplo, la ECA se expresa ampliamente en el endotelio
de todos los vasos sanguíneos, lo que permite la conversión de Ang I en Ang II en el lecho vascular
independientemente del SRAA sistémico.
El SRAA tisular ejerce función autocrina (en las propias células que la producen) y paracrina
(en las células vecinas). La síntesis local de Ang II está implicada en la hipertrofia e hiperplasia
vascular y cardiaca, por estimulación de factores de crecimiento (βFGF, PDGF), lo que determina el
mantenimiento de la HTA y la enfermedad vascular y miocárdica secundarias (es la responsable de
la hipertrofia cardiaca como respuesta a la sobrecarga de presión).
Hipertrofia vascular
Disfunción endotelial
Las células endoteliales son capaces de responder a diferentes estímulos (hemodinámicos y 266
humorales), sintetizando o activando sustancias vasoactivas y factores de crecimiento celular. De
esta forma, el endotelio regula el tono vascular, interviene en el remodelado vascular, en la
hemostasia local (adhesión y agregación plaquetaria y fibrinólisis) y participa en la inflamación por
mediadores pro y antinflamatorios.
En el control del tono vascular, las células endoteliales liberan o responden a diversas
sustancias vasodilatadoras y vasoconstrictoras. Entre las vasodilatadoras se encuentran el óxido
nítrico (NO) y la Prostaciclina. Las vasoconstrictoras incluyen factores derivados de la ciclooxigenasa
(tromboxano A y prostaglandina H2), endotelina y ANG II (local o circulante).
Por el contrario, las endotelinas son potentes vasoconstrictoras, pero no parecen tener un
papel importante en la regulación del tono vascular en condiciones fisiológicas.
Resistencia a la insulina
La insulina tiene un efecto presor relacionado con aumento de actividad simpática, hipertrofia
vascular y aumento de reabsorción de sodio que es contrarrestado por efecto vasodilatador mediado
por la síntesis de NO. En la resistencia a la insulina falla esta respuesta vasodilatadora y podría ser
causa de HTA o potenciarla. Este síndrome tiene importancia pronóstica al estar asociado, además,
con diabetes e hiperlipidemia, que junto a la HTA son los principales factores de riesgo coronario.
Otros mecanismos
267
Otras hormonas podrían participar en la fisiopatología de la HTA, si bien su papel no está bien
definido. El péptido natriurético atrial (PNA) se libera en las células cardiacas como respuesta a la
distensión auricular por aumento de volumen intravascular. Produce vasodilatación, por acción
directa, y natriuresis, inhibe la liberación de renina, la secreción de aldosterona, la liberación de
endotelina y la proliferación celular, de manera que participa en la regulación de la PA disminuyendo
el GC y las RPT. Se ha detectado su aumento en la HTA como respuesta a hormonas vasoactivas.
La HTA se asocia con alta morbilidad y mortalidad relacionadas con la afectación de los órganos
diana (arterias, corazón, cerebro y riñón).
A nivel aórtico puede dar lugar a aneurismas y disección. La afectación cardiaca en la HTA es
secundaria a hipertrofia ventricular y anomalías del flujo coronario (aterosclerosis coronaria y
enfermedad de pequeño vaso). La hipertrofia se asocia con alto riesgo de mortalidad y morbilidad
cardiovascular. Se desencadena por la sobrecarga de presión y su mantenimiento acaba produciendo
insuficiencia cardiaca por disfunción sistólica y/o diastólica, isquemia por la combinación de
aumento de consumo de O2 (VO2) y enfermedad coronaria, arritmias y muerte súbita.
La mayor parte de las muertes en HTA son por insuficiencia cardiaca o infarto de miocardio.
La disfunción diastólica cardiaca está relacionada con rigidez por la hipertrofia, pero también por
fibrosis y alteración de la cinética del calcio.
El pulso normal se palpa como una onda cuya fase ascendente es más rápida y el descenso
más suave. Normalmente tiene una amplitud que permite palparlo fácilmente y una ritmicidad
regular.
El pulso arterial se puede palpar en distintas partes del cuerpo. Los más buscados son los
siguientes:
Pulso pedio, en el dorso de los pies. Habitualmente se palpa medial al tendón extensor del
ortejo mayor, pero en algunos casos es necesario abarcar un área un poco más lateral.
Para examinar el pulso se busca un lugar donde el latido se palpe en forma nítida. Cuando se
palpa el pulso arterial, se deben precisar son los siguientes aspectos:
Características del pulso arterial
AMPLITUD Ocurre en estados hiperdinámicos, como embarazo, anemias, estados febriles, fístulas
Amplio (Magnus)
Depende de la arteriovenosas, etc. Es de mayor amplitud.
distensión de la Mediano
pared arterial en
cada onda Pulso filiforme (pulso rápido, débil, de poca amplitud, que se encuentra en pacientes con
Pequeño
pulsátil. hipotensión arterial, deshidratados, o en colapso circulatorio por shock).
PULSO En amplitud,
Aneurisma del tronco braquiocefálico, de la aorta antes del nacimiento de la subclavia
DIFERENTE tensión y tiempo
izquierda, etc.
Diferencia entre (asincronismo)
pulso radial En amplitud y
Anomalías de una radial.
derecho e tensión, pero
Procesos obstructivos de las arterias de un brazo.
izquierdo sincrónicos
Palpación del pulso y su representación gráfica
La palpación del pulso permite conocer las condiciones de la pared arterial, tales como la superficie
(lisa o irregular), consistencia (elástica o dura), así como la frecuencia, forma y amplitud. Además,
es conveniente comparar la amplitud del pulso de la arteria derecha con su homóloga la izquierda
para determinar diferencias en el flujo arterial.
Para presentar en forma resumida el resultado del examen de los distintos pulsos, en lo que
se refiere a su amplitud, se recurre a un dibujo esquemático de la figura humana o un esquema lineal.
Estas representaciones tienen la ventaja que comparan la intensidad de los pulsos en los distintos
sectores y de un lado del cuerpo respecto a su homólogo. La escala usada es la siguiente:
No se palpan = 0 (ausentes)
Se palpan disminuidos = +
Procedimiento 271
1. Se coloca el borde antecubital del antebrazo del paciente sobre un plano fijo.
2. Se toma la muñeca con el dedo pulgar, y con el pulpejo de los tres dedos medios se palpa la
arteria en el canal radial.
Algunos vasos arteriales (pulsos) deben ser auscultados por la posibilidad de encontrar soplos
debidos a un flujo turbulento, habitualmente secundarios a una estenosis.
En la región del cuello, donde se proyectan las arterias carótidas, se pueden auscultar dos
tipos de soplos. En la base del cuello, aquellos que vienen irradiados desde la válvula aórtica del
corazón. En la región del ángulo de la mandíbula, donde la carótida se bifurca en su rama interna y
externa, se pueden auscultar soplos debidos a una estenosis de la arteria.
También la auscultación ayuda para identificar otros soplos por estenosis o flujos turbulentos
como el de arterias renales (en el epigastrio, a ambos lados de la línea media), ilíacas (en las fosas
ilíaca), femorales (por debajo de los ligamentos inguinales).
272
VI. Métodos de medición de la presión arterial
La presión arterial (PA) puede ser definida como la fuerza ejercida por la sangre sobre las paredes
de las arterias. La misma varía continuamente a lo largo del ciclo cardíaco donde el máximo valor se
alcanza durante el período de expulsión sistólica y el mínimo, al final del período de diástole; al
primero se lo denomina presión arterial sistólica (PAS) o máxima y al segundo presión arterial
diastólica (PAD) o mínima.
Una lectura típica de la PA se expresa, por ejemplo, 120/80 mmHg. La diferencia numérica
entre los valores de la presión sistólica y la diastólica constituyen la presión del pulso o presión
diferencial (PP), la cual es una variable asociada a la presión arterial y una de las expresiones del
componente pulsátil. Diferentes estudios han demostrado que el aumento de la PP a partir de los 60
años está relacionado a la progresiva rigidez del sistema arterial. Por lo tanto, se toma como valor
óptimo de PP, inferior a 50 o 60 mmHg.
Un individuo con cifras de 120/80 mmHg posee una PAM de 100 mmHg y una PAMF de 93
mmHg.
Tamaño del manguito: la cámara debe circundar y cubrir 2/3 de la longitud del brazo. Si la
cámara es demasiado pequeña se pueden obtener lecturas falsamente altas. En los sujetos
extremadamente obesos, se puede tener una lectura más exacta ubicando el manguito en el
antebrazo y auscultando sobre la arteria radial.
Manómetro: los indicadores aneroides se deben calibrar cada 6 meses tomando como patrón un
manómetro de mercurio.
Se pueden obtener lecturas después de que el paciente permanece en decúbito supino por, al
menos, 5 minutos.
El paciente debe estar sentado tranquilamente (relajado) con la espalda apoyada durante, al
menos, 5 minutos y el brazo debe estar apoyado sobre una mesa, a nivel del corazón. Se debe
constatar que ninguna vestimenta ajustada comprima el brazo.
274
Preferentemente debe estar en ayunas, en caso contrario no haber ingerido café por lo menos
una hora previa al examen ni fumar los 15 minutos previos al mismo. Tampoco debe recibir
estimulantes adrenérgicos exógenos como fenilefrina en descongestivos nasales o gotas
oculares para dilatación pupilar (si no es posible dejar de usarlos, se debe informar de que los
valores obtenidos fueron en bajo esas condiciones).
El paciente debe estar en condiciones previstas. Es conveniente realizar por lo menos dos lecturas,
separadas por el mayor intervalo posible en la práctica. Si las lecturas varían en más de 5 mmHg, se
deben efectuar otras determinaciones hasta obtener dos similares. Con fines diagnósticos, se deben
obtener tres series de lecturas con no menos de una semana de diferencia entre cada una.
Inicialmente se debe tomar la presión en ambos brazos; si los valores difieren, se utiliza el brazo con
presión más alta. Si la presión braquial es alta, se debe determinar la presión en una pierna,
especialmente en los individuos menores de 30 años.
1. Por palpación, localizar la arteria braquial (encima del pliegue del codo).
3. Colocar la membrana del estetoscopio sobre la arteria localizada. Esta no debe estar en
contacto con el manguito de compresión ni con el vestido del sujeto.
4. Insuflar aire en el manguito hasta alcanzar una presión de 20 mmHg por encima de la
sistólica, que se reconoce por la desaparición del pulso radial.
6. Registrar la presión (observada en el manómetro) en la que se oyen por primera vez los
sonidos (fase 1 de Korotkoff) como PAS.
7. Registrar la desaparición de los ruidos (fase 5 o desaparición) como PAD, excepto en niños,
en los que se usa la fase 4 (amortiguación).
9. Si los ruidos de Korotkoff son débiles, indicar al paciente que eleve el brazo, que abra y cierre
la mano 5 a 10 veces, después de lo cual se debe insuflar el manguito rápidamente.
Fase 1: Ruido moderadamente
intenso, golpeante.
Fase 5: Silencio.
1. Equipo defectuoso:
b. Manómetro defectuoso.
276
2. Lectura imprecisa:
II. Confusión entre el uso del debilitamiento y la desaparición del sonido como
criterio de presión diastólica (usar último criterio).
Este método proporciona valores de PAS de 5 a 10 mmHg más bajos y no es adecuado para
determinar la PAD.
1. Ídem A.1
4. No se utiliza estetoscopio.
5. Insuflar aire en el manguito hasta que la presión en su interior alcance los 170 o 180 mmHg
o, en general, un valor de aproximadamente 20 mmHg superior a aquel en el que se observa
la desaparición del pulso.
6. Ídem A.6.
Procedimiento
277
DETERMINACIÓN POR PALPACIÓN POR AUSCULTACIÓN
Presión sistólica
Presión diastólica
Frecuencia de pulso
Presión diferencial
1. Efectos de la postura:
Presión sistólica
Presión diastólica
Frecuencia de pulso
Presión diferencial
Repetir la determinación después de que el sujeto ha realizado unos veinte ejercicios de flexión
del tronco sobre el abdomen.
Presión sistólica
Presión diastólica
Frecuencia de pulso
Presión diferencial
En las personas normales la PA varía por múltiples factores y esta constituye una magnitud compleja
que va desde los estímulos externos que repercuten en el organismo, el estrés físico y mental, los
componentes del entorno hasta los cíclicos endógenos que son oscilaciones periódicas de la PA
mediadas por quimiorreceptores.
Se ha comprobado que puede descender más de 20 mmHg con respecto a valores basales
durante el reposo e incrementarse por diferentes estímulos como leer (7 mmHg), estrés mental (14
mmHg), ejercicios (40 mmHg), hablar (17 mmHg), fumar 30 minutos antes (10 mmHg), café 2 horas
antes (10 mmHg) y el dolor 27 mmHg.
279
VII. Actividades
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2. ¿Cuáles son las condiciones necesarias que debe guardar el paciente para realizar
una correcta medición de la tensión arterial?
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4. ¿Cuáles son los errores más comunes que se pueden cometer al medir la tensión
arterial a un paciente?
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6. ¿Cuáles son las diferencias entre la hipertensión arterial primaria y secundaria?
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7. ¿Por qué es perjudicial convivir con una hipertensión arterial sin tratamiento
médico?
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281
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CASO PROBLEMA 12
María de 58 años que consulta por mareos y cefalea occipital. Como antecedentes familiares presenta padre
muerto tras ACV a los 80 años, hermano con infarto de miocardio a los 56 años. La paciente es ama de casa,
lleva una vida sedentaria, no fuma, pero bebe 20 g de alcohol/día y ocasionalmente consume
antiinflamatorios no esteroideos por dolores articulares (rodillas) y de espalda. En los últimos meses ha
presentado sensación de mareo y cefalea, sobre todo occipital de moderada intensidad (no le impide realizar
sus actividades habituales). Al examen físico se presenta obesa con peso 83 kg y talla 1,56 m, TA 175/105
mmHg, FC de 65 por min. Buen estado general. Presenta ruidos cardíacos rítmicos sin soplos. No presenta
edemas. Pulsos periféricos presentes. En el ECG se observa ritmo sinusal, desviación eje QRS hacia la
izquierda. Hemibloqueo anterior izquierdo. En la Rx de tórax se observa elongación aórtica, sin
cardiomegalia significativa y con un patrón de flujo pulmonar normal. En el examen de laboratorio presenta
Hemograma y coagulación normal. Glucemia de 97 mg/dl, función renal (creatinina plasmática de 0,9
mg/dl y urea de 37 mg/dl) y hepáticas normales. Colesterol total 238 mg/dl, Triglicéridos de 90mg/dl,
HDL-Colesterol 45 mg/dl, LDL-Colesterol 177 mg/dl y Albuminuria 70 mg/en orina de 24 h (30 a 300
mg/en orina de 24 h).
Discusión
1. ¿Cuál es el diagnóstico probable de la paciente?
2. ¿Cuáles son los factores de riesgo cardiovasculares que presenta? Explique cómo influyen cada uno de
éstos sobre la HTA.
3. ¿Qué indica el ECG de la paciente? ¿Cuáles serían las causas probables de tales alteraciones?
4. Investigue cuál sería el tratamiento aconsejable para esta paciente. 282
283
I. El electrocardiograma.
II. Derivaciones electrocardiográficas.
III. Ondas del electrocardiograma.
IV. Lectura e interpretación del electrocardiograma.
V. El electrocardiograma normal.
VI. Actividades.
Objetivos del capítulo
1) Definir el término dipolo.
2) Describir las características que definen un vector.
3) Describir cómo va cambiando la dirección y el módulo del vector instantáneo medio del
corazón.
4) Describir la estandarización de las determinaciones del ECG, así como el posicionamiento de
los electrodos y las polaridades prestablecidas.
5) Explicar el ECG como una gráfica de diferencia de potencial en función del tiempo,
identificando todos los componentes del trazado y su relación con el estado eléctrico del
corazón.
6) Explicar por qué el trazado del ECG es diferente en cada una de las 12 derivaciones.
7) Relacionar el trazado eléctrico con la actividad mecánica producida.
8) Definir el vector eléctrico promedio (eje) del corazón y dar el rango normal.
9) Obtener el eje eléctrico medio a partir del conocimiento de la amplitud del complejo QRS en
las derivaciones estándar de extremidades.
10) Reconocer un trazado electrocardiográfico normal y justificar por qué un electrocardiograma
dado no lo es.
284
I. El electrocardiograma
La utilidad clínica del ECG resulta de su inmediata disponibilidad como técnica no invasiva
y económica; además de la identificación de arritmias, trastornos de conducción e isquemia
miocárdica, el ECG muestra otros datos relacionados con alteraciones metabólicas que ponen en
peligro la vida (como en la hiperpotasemia) o aumentan la predisposición a la muerte súbita (como
en el síndrome de QT prolongado).
Es importante recordar que el interior de las células miocárdicas en reposo es negativo. En el nodo
sinoauricular (NSA) y nodo aurículo-ventricular (NAV) es de –60 mV y en las células de Purkinje de
–90 mV debido principalmente a que la membrana de las células miocárdicas es impermeable a
todos los iones salvo el potasio (K+). Sin embargo, la concentración intracelular de este catión es 30
veces más elevada que la extracelular debido a la bomba de Na+/K+-ATPasa. El gradiente entre las
concentraciones intra y extracelular de K+ es el responsable del potencial de membrana en reposo,
principalmente en las células musculares de aurículas, ventrículos y de las células especializadas del
sistema de conducción.
El grupo celular con una despolarización diastólica espontánea más rápida se encuentra en
el NSA, que actúa como marcapasos primario. La despolarización de cada fibra origina cambios de
voltaje en fibras vecinas, que eventualmente alcanzan el potencial umbral y se despolarizan
posteriormente. La activación eléctrica se conduce a las fibras vecinas y así sucesivamente a todo el
corazón (conductibilidad o propiedad dromotrópica). El principal determinante de la velocidad de
conducción es la pendiente de la fase 0 (Vmáx) que a su vez depende de la magnitud del potencial de
reposo en el momento de la estimulación. Si la velocidad de ascenso de la fase 0 es reducida
disminuirá la amplitud del potencial, lo que llevará a una disminución de la velocidad a los tejidos
adyacentes. Esta disminución de la propagación del estímulo puede llegar a un nivel crítico en el que
la célula es inexcitable y el estímulo no se propaga.
El estímulo eléctrico se origina en el NSA, cerca de la desembocadura de la vena cava superior, desde
ahí progresa por la aurícula derecha seguido de la aurícula izquierda, llegando al nodo aurículo
ventricular, donde sufre el retraso fisiológico de la conducción, que permite que primero se
contraigan ambas aurículas y posteriormente llegue el impulso a ambos ventrículos. La
despolarización continúa por el haz de His, progresando por el septum, pared libre de ambos
ventrículos y bases secuencialmente.
Este instrumento posee una perilla para ubicar la aguja inscriptora, una llave para regular la
velocidad del papel (0,25 o 50 mm/s), un pulsador para calibrar el voltaje (1 mV), un amplificador
de la altura de las ondas y un selector de derivaciones (calibración, I, II, III, aVR, aVL, aVF, y
torácicas). El papel donde se registra el ECG es termosensible (la aguja inscriptora es termogénica)
y está dividido de forma tal que cada centímetro vertical (10 mm) equivale a un milivoltio (1 mV) y
corresponde a dos cuadrados grandes; por lo tanto, un cuadrado grande representa 0,5 mV. Cada
centímetro horizontal representa una velocidad dada, generalmente 25 mm/s y cada cuadrado
pequeño representa 0,04 s (un cuadrado grande horizontal representa 0,20 s).
289
Las partes de las que consta un electrocardiógrafo se enumeran a continuación, donde las
primeras cinco etapas corresponden a un amplificador de biopotenciales:
1. Circuito de protección.
2. Señal de calibración.
3. Preamplificador.
4. Circuito de aislamiento.
5. Amplificador.
6. Circuito de pierna derecha. Este circuito es capaz de crear una descarga a tierra o referencia
virtual para la pierna derecha del paciente, con el propósito de reducir los voltajes en modo
común. La disminución de los voltajes comunes provocados por una corriente filtrada al
paciente se obtiene al reducir la impedancia (resistencia) del electrodo de tierra.
7. Selector de derivaciones. El selector de derivaciones es un módulo que puede acoplarse
fácilmente a un sistema de amplificación de biopotenciales. Este módulo consiste en un arreglo
de resistencias que obtiene el contenido de las señales de cada electrodo, ponderando la
contribución de cada uno por medio de resistencias y obteniendo de esta manera la derivación
de interés.
290
II. Derivaciones electrocardiográficas
Las derivaciones de referencia no utilizan puntos ubicados sobre la superficie cardíaca sino
derivaciones indirectas. De acuerdo con la ubicación y con el tipo de electrodo, hay dos sistemas de
derivaciones indirectas:
Las derivaciones bipolares de los miembros solo permiten obtener valores relativos, pues ambos
electrodos están influidos por igual por los potenciales del corazón (ambos recogen las variaciones
del potencial). Solo se usan tres derivaciones clásicas (estándar), que son DI, DII y DIII.
DI: electrodo negativo en el brazo derecho y el electrodo positivo en el brazo izquierdo y mide
la corriente entre los ángulos 0º y 180º.
DII: electrodo negativo en el brazo derecho y electrodo positivo en la pierna izquierda y mide la
291
corriente entre los ángulos +60º y -120º.
El triángulo de Einthoven representa una silueta con las tres derivaciones bipolares: DI, DII y DIII.
Desplazando los tres lados del triángulo (derivaciones bipolares) al centro (corazón) se obtiene el
sistema triaxial de Bailey, que divide el plano frontal en 6 áreas o ángulos de 60º cada uno (sextantes
de Bailey).
292
Se considera que la parte positiva de DI corresponde a 0º, la parte positiva de DII a +60º y la
parte positiva de DIII a +120º. Las partes negativas de las tres derivaciones bipolares se sitúan a +/-
180º, -120º y –60º para DI, DII y DIII, respectivamente. Cada sextante de Bailey comprende, por
tanto, 60º.
Las derivaciones unipolares o monopolares, creadas por Frank Wilson en 1934 para medir la fuerza
eléctrica absoluta de un electrodo positivo y denominado V, suministran valores absolutos del
electrodo explorador, que es el que recoge las variaciones del potencial del ciclo donde es aplicado.
Wilson, uniendo los 3 vértices del triángulo de Einthoven (por medio de resistencias de 5.000
ohm cada una) a una central terminal y obtuvo en dicha central un potencial cero. Conectando el
electrodo explorador al brazo derecho (R), brazo izquierdo (L) y pierna izquierda (F), obtuvo los
potenciales absolutos monopolares de las extremidades denominados derivaciones VR, VL, y VF.
Goldberger modificó el sistema de Wilson haciendo que los electrodos indiferentes se
coloquen en cortocircuito, pero sin resistencia en el electrodo indiferente con respecto al electrodo
explorador que mide el potencial en ese mismo momento, y amplificó el voltaje de estas derivaciones
en un 50%, obteniendo las derivaciones aVR, aVL y aVF.
293
El sistema hexaxial de Bailey se obtiene añadiendo al sistema triaxial los ejes de las derivaciones
aVR, aVL y aVF, de manera que los 6 ejes se crucen en el centro del corazón, obteniéndose en una
sola figura las 6 derivaciones del plano frontal.
La parte positiva de DI está situada a 0º, la parte positiva de DII a +60º, la parte positiva de
DIII a +120º, la parte positiva de aVR a –150º, la parte positiva de aVL a –30º y la parte positiva de
aVF a +90º. En el sistema hexaxial de Bailey, las seis derivaciones del plano frontal (DI, DII, DIII,
aVR, aVL, aVF) están separadas entre sí por ángulos de 30º.
A partir de lo expuesto, surge la tercera ley de la electrocardiografía que dice que, a toda
derivación bipolar, le cruza perpendicularmente una derivación unipolar aumentada (aVF a DI, aVL
a DII y aVR a DIII).
294
Derivaciones unipolares precordiales
V1: En el 4° espacio intercostal, en el borde derecho del esternón. Este espacio se localiza
buscando el ángulo de Louis (que corresponde al segundo espacio intercostal y luego se continúa
contando hacia abajo).
295
Las doce derivaciones descritas (DI, DII, DIII, aVR, aVL, aVF, V1, V2, V3, V4, V5, V6) son las
empleadas sistemáticamente en la electrocardiografía clínica convencional.
Otras derivaciones
Existen precordiales derechas denominadas V3R a V6R, que son imágenes en espejo de los
electrodos de V3 a V6, se emplean en caso de infarto del ventrículo derecho, para precisar
dextrocardia o en caso de hipertrofia ventricular derecha.
La derivación esofágica es útil para evaluar las estructuras posteriores del corazón, puesto
que la aurícula izquierda queda cercana al electrodo. Este electrodo consiste en una sonda
nasogástrica que contiene un alambre unido a un pequeño cilindro mecánico que se recubre con una
cápsula de gelatina la cual es deglutida por el paciente con facilidad.
Las torácicas posteriores son V7, V8 y V9. Se sitúan en el 5º espacio intercostal izquierdo,
en la línea axilar posterior, 5º espacio intercostal izquierdo (en la línea del ángulo escapular inferior)
y en el 5º espacio intercostal izquierdo (en la línea paravertebral izquierda), respectivamente y se
usan cuando no se observan bien las fuerzas eléctricas del ventrículo izquierdo.
296
III. Ondas del electrocardiograma
La propagación de las descargas originadas en el NSA, a través del músculo cardíaco, produce su
despolarización. La dirección en la cual se propaga y la posición del electrodo con respecto al vector
de despolarización, determina el sentido de la deflexión que se registra en el ECG (positiva si se
acerca al electrodo y negativa si se aleja de éste). La amplitud de la deflexión va a ser determinada
por la cantidad de masa despolarizada, la distancia a la que se encuentra del electrodo y por el ángulo
que forma el vector con el electrodo (coseno del ángulo).
Lo anterior, determina la cuarta ley de la electrocardiografía (suele dividirse en dos) que dice
que “un vector se proyecta tanto más en una derivación, cuanto más paralelo a la misma se
encuentre; por ende, un vector se proyecta tanto menos en una derivación, cuanto más perpendicular
a la misma se encuentre”.
El ECG presenta, por cada ciclo cardiaco, tres ondas positivas; es decir, hacia arriba de la
línea de base o de reposo eléctrico, y dos ondas negativas por debajo de dicha línea. Esto sucede en
cualquiera de las tres derivaciones bipolares de los miembros.
297
Onda P: representa la propagación del estímulo por las aurículas (despolarización). En estado
normal es positiva en las tres derivaciones estándar. Dura 0,08 a 0,10 s y posee una morfología
redondeada normalmente y en algunos casos puede observarse una onda P con pequeñas
muescas relacionadas con la transición entre la aurícula derecha e izquierda y se considera
normal cuando el nivel más alto entre los picos no excede los 0,03 s. Se puede hacer negativa
cuando el estímulo parte del NAV. Su altura es menor a 2,5 mm (menor a 0,25 mV); si es mayor
indica dilatación e hipertrofia auricular. Su eje en el plano frontal es alrededor de +30° o +70°
con media de +50°; encontrándose en algunos casos hasta +90°. La mejor derivación para ver
la onda P es la derivación DII.
Onda R: es positiva, aguda o picuda y cambia de voltaje según la derivación explorada. Los
límites superiores son: DI <1,5mV, aVL <1 mV, DII-III y aVF <1,9 mV. En las derivaciones
precordiales la onda R aumenta su voltaje de V1 a V5 dando lugar a la denominada progresión
del complejo QRS; la R de V6 es de menor voltaje por la interposición del pulmón. El voltaje de
las R o S, no deben superar los 1,5 mV.
Segmento ST: es la porción de línea isoeléctrica comprendida entre dos ondas, que se
extiende desde el final de la onda S hasta el comienzo de la onda T. El punto de unión entre
la onda S y el segmento ST se denomina punto J (junction). Normalmente debe estar nivelado 299
a la altura de la línea isoeléctrica. Los desniveles del segmento ST son muy importantes. El
ascenso del ST se produce por Lesión subepicárdica, Angina vasoespástica, Repolarización
precoz, Pericarditis aguda, Hiperpotasemia, Hipocalcemia, Miocardiopatía, Aneurisma
ventricular, Anomalías torácicas, Astenia; mientras que el descenso del ST puede deberse a
Lesión subendocárdica, Hipopotasemia, Prolapso mitral, Bloqueos de rama, Sobrecargas
ventriculares.
Intervalo QT: es una porción de línea isoeléctrica más por lo menos una onda, se mide
desde el comienzo del complejo QRS hasta el final de la onda T. Representa la totalidad de la
actividad eléctrica ventricular (despolarización y repolarización). Varía de acuerdo a la
frecuencia cardíaca. Para poder hacer comparables las mediciones del QT en las diferentes
frecuencias cardíacas es necesario corregirlo para una frecuencia cardíaca, mediante la
fórmula de Bazet; donde QTc es el intervalo QT corregido, QTm es el
intervalo QT medido y R – R es el tiempo del ciclo R - R expresado en
milisegundos.
La duración normal del QTc en el hombre es de hasta 0,44 s y en la mujer de hasta 0,46 s.
Las mejores derivaciones para medir el QT son V2 y V3 debido a que en estas derivaciones se
ve mejor la onda U (si existe) lo cual evita los errores derivados de medir equivocadamente
un intervalo QU. Si el QTc se halla prolongado puede ser peligroso en ciertas ocasiones como
en el síndrome QT prolongado, otros como el sueño, insuficiencia cardíaca, infarto agudo de
miocardio, miocarditis, hipopotasemia, hipomagnesemia, hipocalcemia, hipotermia,
accidente vascular cerebral, quinidina, procainamida, QT largo congénito, etc.; mientras que
el QT corto se halla en bloqueo A-V completo, hipertermia, hipercalcemia, vagotomía, digital,
etc.
Onda U: aparece a veces en el intervalo TP, se cree que representa la repolarización lenta de
los músculos papilares. Las mejores derivaciones para poner de manifiesto la onda U son V2
y V3. Posee escasa significación fisiopatológica. Si aparece una onda U negativa puede
deberse a una isquemia ya que tiene, generalmente, una polaridad igual a la onda T con una
amplitud 5 a 25% de la misma. Las causas de ondas U prominentes pueden ser: hipokalemia,
isquemia miocárdica aguda grave (en derivaciones precordiales).
Es importante efectuar todas las derivaciones electrocardiográficas. Para las arritmias no tiene 300
mucha importancia el tipo de derivación empleada, ya que interesan especialmente las relaciones
cronológicas; pero para diagnosticar el grado y tipo de lesión ocurridos en aurículas o ventrículos,
tiene gran importancia la derivación empleada, ya que una lesión miocárdica puede cambiar
profundamente el trazado en una derivación y no afectar en absoluto a otra.
Clínicamente, el voltaje aumentado del complejo QRS puede indicar hipertrofia cardiaca, en
tanto que su disminución ocurre en el infarto miocárdico y otras afecciones como en el taponamiento
cardíaco.
La inversión de la onda T puede significar isquemia por oclusión coronaria en tanto que una
onda T difásica ocurre en las intoxicaciones (digitales). La disminución del segmento PR indica
taquicardia y su aumento bradicardia. La desaparición de la onda P centra la atención hacia un
bloqueo sinoauricular. La prolongación del intervalo PQ (PR) puede deberse a un bloqueo
aurículoventricular.
301
Se debe preparar la piel donde se colocarán los electrodos. La preparación se efectúa limpiando
la piel con una torunda de algodón embebida en alcohol. Esto se realiza para eliminar los ácidos
grasos de la piel y de este modo mejorar la transmisión eléctrica. Es aconsejable untar los
electrodos con un poco de gel a los fines de mejorar la transmisión eléctrica desde la piel a los
electrodos.
Seleccionar la velocidad a la cual correrá el papel a través del selector de velocidad del
electrocardiógrafo. La velocidad estándar es de 25 mm/s. En ocasiones que se quiere magnificar
algún fenómeno del electrocardiograma para observarlo mejor, se puede utilizar doble
velocidad; esto es, 50 mm/s.
Para hacer las derivaciones precordiales, el electrocardiógrafo posee un conjunto de 6 cables que
culminan cada uno de ellos en un electrodo. Cada electrodo tiene una denominación que es: C1,
C2, C3, C4, C5, C6. Cuando se selecciona la derivación V1 en el electrocardiógrafo, se le está
302
dando entrada al electrodo designado como C1. Cuando se selecciona la derivación V2 en el
electrocardiógrafo, se le está dando entrada al electrodo designado como C2 y así sucesivamente.
De modo que se pueden realizar todas las derivaciones precordiales con el selector colocado en
V1 y con el cable electrodo C1, simplemente cambiando el sitio precordial en que colocamos el
electrodo.
La ubicación del trazo es importante, por tanto, se debe colocar la aguja en la parte central del
papel, puesto que algunas veces se olvida este detalle. Al graficar contra el borde superior del
papel, las ondas y en especial los complejos QRS, quedan incompletos.
El ECG se debe registrar siempre en orden, con la siguiente secuencia: DI, DII, DIII, aVR, aVL,
aVF, V1, V2, V3, V4, V5 y V6. Se recomienda registrar cada derivación al menos durante 3 s; a
su vez se recomienda tomar al final un DII largo, de por lo menos 6 a 8 s., esto permitirá precisar
características de arritmia, duración o cambios del intervalo PR, entre otros.
Cuando se observe presencia de una onda Q en la derivación DIII, que sugiera necrosis de cara
inferior, en ese caso se sugiere tomar un DIII con una inspiración profunda. Si existe infarto la
onda Q permanecerá, mientras que una onda Q normal desaparecerá.
Errores comunes
Trazos incompletos.
Inversión de cables del brazo derecho, con el brazo izquierdo: esto produce inversión de las
ondas en DI, es decir, se registra una onda P, QRS y T negativos. No se debe confundir con una
dextrocardia. Las derivaciones precordiales no presentan alteración.
Inversión de cables de la pierna izquierda con el brazo derecho: Esto produce una onda P
negativa en DI, DII y DIII. 303
Colocación del electrodo de V1 en el tercer espacio intercostal derecho en vez del 4° espacio
intercostal: se producirá una positividad terminal en (R').
Exceso de gel conductor en el área precordial: este exceso produce una comunicación entre todos
los electrodos torácicos, por lo cual se obtendrá un trazado similar en todas las derivaciones
precordiales, puesto que se forma un electrodo común.
Verificación de la técnica
Que esté la estandarización del voltaje, que es la marca que precede a las derivaciones, sea de
diez cuadritos en sentido vertical que equivalen a 1mV.
Que estén todas las derivaciones. Si han sido recortadas verificar que estén bien ubicadas.
Que aVR sea negativa, puesto que es una derivación de referencia (siempre debe ser negativa).
Posibles artefactos.
IV. Lectura e interpretación del electrocardiograma
1. Ritmo.
2. Frecuencia.
3. Eje eléctrico.
4. Onda P.
5. Intervalo PR.
6. Complejo QRS.
304
7. Intervalo QT.
8. Segmento ST.
9. Onda T.
10. Onda U.
Para considerar que un registro posee ritmo sinusal (el estímulo parte del nodo sinusal) y es éste el
que hace de marcapasos, se deben cumplir ciertos criterios:
3. Onda P positiva en DII y aVF, negativa en aVR (que indica una despolarización auricular en
sentido descendente) y plus-minus (más-menos) en V1, es sinusal.
Contar el número de cuadraditos chicos que hay entre dos ondas (picos) R sucesivos (o dos
ondas QS sucesivas en caso de que exista). Luego dividir 1500/número de cuadraditos chicos
obtenidos. Esta es la frecuencia cardíaca. (Si en 1 segundo pasan 25 cuadraditos chicos, en 1
minuto pasarán 25 x 60 = 1500 cuadraditos).
En presencia de ritmos irregulares la diferente longitud de los ciclos R-R hace que la
determinación de la frecuencia no pueda llevarse a cabo a través de los métodos antes descritos. En
estas circunstancias se utilizan las señales de 3 segundos.
En la parte superior del papel electrocardiográfico existen unas señales que pueden ser
rayitas, redondeles o triángulos y se denominan señales de 3 segundos, puesto que entre ellos quedan
comprendidos 3 segundos.
Teniendo en cuenta las derivaciones del plano frontal podemos calcular el eje eléctrico del corazón
de la siguiente forma:
1. Observe el QRS en DI. Si es positivo, el vector se dirige hacia la izquierda. Si es negativo, el vector
se dirige a la derecha.
2. Observe el QRS en aVF. Si es positivo, el vector se dirige hacia abajo. Si es negativo, el vector se
dirige hacia arriba. Superponiendo la información aportada por los pasos anteriores se localiza
el cuadrante.
Lo normal es que el eje eléctrico se encuentre entre 0 y 90° (primer cuadrante); sin embargo,
puede encontrarse un ángulo entre –30º y 90º, considerándose como desviado a la izquierda si está
entre –30º y –90º y desviado a la derecha si está entre +90º y +180º.
Se considerará como indeterminado (tierra de nadie) si está entre –90º y –180º. Según
algunos autores (Vélez, 2006), el ángulo normal puede considerarse entre -30 a +110° (entre 0 y - 306
30° suele encontrarse en personas ancianas indicando una posición horizontal del corazón; mientras
que entre +75 y +110° puede observarse en niños sanos y jóvenes longilíneos, inclusive hasta +120°).
Por lo expuesto anteriormente, es importante tener en cuenta que, aunque el eje eléctrico del
corazón se encuentre un poco alejado de los valores habituales, puede no entrañar alteración alguna
considerándose a dicho suceso como variación de la condición normal si el paciente no evidencia
otros cambios clínicos.
Una interpretación precisa del ECG exige que los electrodos estén correctamente colocados en la
superficie corporal. Obsérvese que DI y aVL inscriben deflexiones del QRS positivas, en tanto que
aVR inscribe deflexión negativa en un ECG normal. También las ondas P son positivas en DII y
negativas en aVR. La siguiente tabla muestra los valores normales de los parámetros más comunes
y en la página siguiente se observa un ECG normal.
2. El segmento ST corresponde a:
a) la despolarización ventricular
b) la repolarización ventricular
c) la conducción por los haces internodales
d) repolarización auricular
e) la fase 2 (meseta) del potencial de acción.
3. Las derivaciones precordiales (V1 a V6) registran la actividad eléctrica del corazón: 309
a) desde la superficie anterior del tórax (plano transverso)
b) desde las extremidades (plano frontal)
c) por los cambios eléctricos en el nódulo sinusal
d) por el movimiento de iones en el líquido extracelular
e) porque corresponden a las derivaciones unipolares aumentadas
4. Las ondas del ECG de la derivación aVR miran hacia la cavidad ventricular y, por
lo tanto:
a) las ondas P, QRS y T son negativas
b) la onda P es negativa pero el complejo QRS y la onda T son positivas
c) las ondas P, QRS y T son positivas
d) la onda P y la onda T son positivas pero el complejo QRS es negativo.
5. Sobre el eje vertical del papel milimetrado del ECG se mide el:
a) Voltaje en milímetros (mm).
b) Lapso de 0,04 s con una velocidad del papel normal de 25 mm/s.
c) Voltaje en milímetros (mm) y el tiempo en segundos.
d) Ninguna opción de las anteriores.
6. CASO PROBLEMA 13: paciente masculino de 23 años que asiste a la consulta con el cardiólogo
para un control. El paciente mide 165 m y pesa 65 kg. Comenzará a tomar clases de natación.
Evalúe el ECG del paciente.
310
7. CASO PROBLEMA 14: paciente masculino de 27 años que asiste a la consulta por debilidad
generalizada en los últimos tres días. Se realiza un ECG de control. El paciente mide 1,90 m y
pesa 76 kg. Evalúe el ECG del paciente.
311
8. CASO PROBLEMA 15: paciente masculino de 67 años de edad con antecedentes de enfisema
pulmonar de larga data. Se presenta por presentar un cuadro de descompensación. Evalúe el
ECG del paciente obtenido al ingreso en la guardia.
312
9. CASO PROBLEMA 16:
313
10. CASO PROBLEMA 17:
315
I. Conceptos básicos de fisiología respiratoria.
El aparato respiratorio está relacionado con el complejo proceso de la “respiración” del cuerpo
humano. Asimismo, está implicado de manera indirecta en otros procesos fisiológicos del cuerpo.
Está compuesto por las vías respiratorias superiores conformadas por las fosas nasales y anexos, la
faringe y la laringe. Las vías inferiores lo constituyen la tráquea, bronquios principales y
segmentarios, los bronquiolos terminales y respiratorios y los bronquiolos alveolares.
Su función más importante es la de proveer a la sangre el oxígeno proveniente de la atmósfera
a la vez que permite la eliminación del dióxido de carbono, producto del metabolismo celular. Esto
lo logra mediante un ciclo que se repite entre 12 y 20 veces por minuto en dos etapas denominadas
inspiración y espiración, en la cual se introducen unos 500 ml de aire a los pulmones denominado
volumen corriente con lo cual se logra movilizar unos 18925 litros de aire al día. Sin embargo, este
volumen corriente solo representa el 12% de la capacidad respiratoria máxima en reposo,
aumentando más de cinco veces durante el esfuerzo.
Mediante el eritrón circulante y el sistema circulatorio, el oxígeno puede ser transportado
hacia los tejidos y desde éstos hacia los pulmones para el dióxido de carbono que será eliminado
316
hacia el exterior.
Otras de las importantes funciones fisiológicas del sistema respiratorio tienen que ver con el
metabolismo puesto que forma parte del sistema renina-angiotensina-aldosterona y extrae
sustancias como la serotonina de la sangre.
También funciona como un filtro para los émbolos que se forman en el sistema venoso antes
de que puedan producir daños en la circulación arterial de tejidos como el cerebro o el corazón.
La fisiología de la respiración es un intrincado proceso por lo que para su estudio se lo suele
dividir en cuatro procesos:
1. Ventilación. Que implica el estudio de los procesos de movilización del aire entre el
organismo y la atmósfera, con la consecuente distribución dentro del árbol
traqueobronquial hasta los alvéolos.
2. Hematosis. Procesos implicados en el intercambio gaseoso por la membrana alvéolo-
capilar para que el oxígeno alcance la sangre en la circulación pulmonar y el dióxido de
carbono pueda ser eliminado al aire alveolar en un proceso inverso y sea expelido en la
espiración.
3. Transporte de gases en la sangre. Estudia los procesos que permiten la movilización
del oxígeno y del dióxido de carbono en el sistema circulatorio.
4. Control de la ventilación alveolar. Implica procesos de regulación neuromuscular y
química de la ventilación para mantener un adecuado aporte de oxígeno a los tejidos y una
correcta eliminación del dióxido de carbono.
VENTILACIÓN
La ventilación es un proceso mecánico de movilización del aire hacia el interior y el exterior de los
pulmones para introducir el O2 en los alvéolos, en donde ocurre la hematosis, y para expeler el CO2.
Los músculos respiratorios deben ejercer la suficiente fuerza como para superar la resistencia del
sistema respiratorio, movilizar la caja torácica y expandir los pulmones. El volumen de aire que
ingresa depende de la estructura física de la pared torácica, las vías aéreas superiores e inferiores.
La estructura ósea del tórax está formada por la jaula expandible, protectora, alrededor del
corazón y de los pulmones. Las costillas se unen al esternón por medio de cartílago costal, lo que
permite la expansión de la jaula y proporciona un grado sustancial de distensibilidad a la pared.
La caja torácica está formada por 12 pares de costillas que articulan por detrás con las
vértebras. Por delante, las siete primeras articulan con el esternón; las costillas 8, 9 y 10 se van
uniendo entre ellas y forman el reborde costal, mientras que las 11 y 12 son flotantes.
En los adultos, el diámetro transverso del tórax es, en general, mayor que el diámetro
anteroposterior. Al nacer, estas dos medidas son casi iguales, lo que da al tórax del recién nacido una
apariencia redondeada. Los perímetros cefálico y torácico son prácticamente similares hasta la edad
de dos años. La pared torácica es más cartilaginosa en los lactantes y niños pequeños y muestra, a
menudo, unos apéndices xifoides más prominentes. El diámetro anteroposterior de la pared torácica
se encuentra aumentado, con frecuencia, en los adultos ancianos, incluso en quienes presentan una 317
función ventilatoria normal. Este cambio implica una pérdida de potencia muscular en el tórax y el
diafragma, y un incremento de la curva dorsal del segmento torácico de la columna vertebral.
La inspiración es la fase activa de la ventilación, iniciándose por la contracción de los
músculos ventilatorios (diafragma y músculos intercostales). Cuando se incrementa el trabajo
ventilatorio, los músculos accesorios (escalenos, esternocleidomastoideos y abdominales) colaboran
de forma activa en la ventilación.
La espiración durante el reposo es un acto pasivo que resulta de la elasticidad pulmonar.
Cuando la movilización del aire hacia el exterior de los pulmones esta obstaculizada (por ejemplo,
broncoespasmo), la espiración se vuelve activa.
A menudo, el distrés respiratorio es evidente de forma inmediata por la apariencia de la
pared torácica y la exageración o la aberración de los patrones respiratorios. La hiperinsuflación
crónica produce un tórax con aspecto en tonel caracterizado por un diámetro anteroposterior
aumentado, un ángulo costal más horizontal, un ángulo esternal más prominente y una columna
vertebral cifótica. Es la marca patognomónica de las enfermedades pulmonares de larga evolución,
en especial del asma, el enfisema y la fibrosis quística y se acompaña de una espiración prolongada
y depresión diafragmática.
La utilización de los músculos accesorios durante el reposo, se asocia con diversas
enfermedades pulmonares agudas y crónicas. Con frecuencia, en el distrés respiratorio agudo se
observa una marcada retracción de los músculos intercostales y una prominente contracción de los
músculos esternocleidomastoideos.
La cavidad torácica está dividida en las cavidades pleurales izquierda y derecha, separadas
por el mediastino. El mediastino es el área localizada en el centro que contiene al corazón, la aorta,
los grandes vasos sanguíneos, la parte inferior de la tráquea, los bronquios principales, parte del
esófago, el timo ganglios linfáticos y diversos grandes nervios, incluido el nervio frénico, las ramas
cardíacas y esplácnicas del sistema nervioso simpático, de las ramas laríngeas y del vago del sistema
nervioso parasimpático. En el centro del mediastino se encuentran los hilios izquierdo y derecho por
donde ingresan a los pulmones los bronquios principales y los grandes vasos pulmonares.
Recubre cada una de las cavidades pleurales una membrana de dos capas denominada pleura,
que forma un saco protector cerrado que envuelve a cada pulmón. La capa visceral o pulmonar,
recubre la cara externa de cada pulmón y la pleura parietal reviste la pared torácica y la superficie
superior del diafragma. La pleura visceral y parietal, se unen en el hilio para formar una vaina
alrededor de los bronquios. Una película lubricante serosa que se encuentra en el espacio entre
ambas capas, permite su deslizamiento continuo sin fricción lo que facilita la movilización pulmonar.
Los pulmones llenan las cavidades pleurales y se extienden a unos 4 cm por encima de la
primar costilla por delante y hasta la altura de la primera vértebra torácica T1 por detrás. Su
superficie medial es cóncava y forma una cuna alrededor del mediastino. En una inspiración
profunda, los límites inferiores de los pulmones descienden, aproximadamente hasta T12 y en la
espiración forzada se eleva, aproximadamente, hasta T10.
Un incremento de la presión en el interior de la cavidad torácica puede interferir en la 318
expansión pulmonar. Esto puede deberse a un derrame pleural, un hemotórax o neumotórax, un
empiema, un edema pleural, o de lesiones que ocupan un espacio dentro de la cavidad torácica.
321
TRANSPORTE DE GASES
Una vez que los gases respiratorios han difundido por la membrana alveolar, deben ser
transportados a los tejidos. Aproximadamente el 98% de la sangre que entra en la aurícula izquierda
desde los pulmones acaba de atravesar los capilares alveolares y se ha oxigenado hasta una pO2 de
aproximadamente 104 mmHg.
Otro 2% de la sangre ha pasado desde la aorta a través de la circulación bronquial, que
vasculariza principalmente los tejidos profundos de los pulmones y no está expuesta al aire
pulmonar. Este flujo sanguíneo se denomina “flujo de derivación”, lo que significa que la sangre se
deriva y no atraviesa las zonas de intercambio gaseoso.
Cuando sale de los pulmones, la pO2 de la sangre que pasa por la derivación es
aproximadamente la de la sangre venosa sistémica normal, de alrededor de 40 mmHg. Cuando esta
sangre se combina en las venas pulmonares con la sangre oxigenada procedente de los capilares
alveolares, esta denominada mezcla venosa de sangre hace que la pO2 de la sangre que entra en
el corazón izquierdo y que es bombeada hacia la aorta disminuya hasta aproximadamente 95 mmHg.
El O2 es transportado por la sangre de forma disuelta en el agua plasmática en baja
proporción, pero la mayor parte se combina de forma química con la Hb y sirve de reserva. La
cantidad de O2 disuelto en el plasma es directamente proporcional a la presión parcial de O2. En
cifras exactas, 0,003 ml de O2 se encuentran disueltos en 100 ml de plasma sanguíneo por cada 1
mmHg de presión parcial.
Por lo tanto, a la presión arterial de O2 ideal de 100 mmHg, solo 0,3 ml de O2 se encuentran 325
presentes en 100 ml de plasma. La provisión de O2 de reserva transportado por la hemoglobina,
provee de manera continua, el aporte de O2 plasmático que es utilizado para satisfacer las demandas
metabólicas.
Por el contrario, 60 veces más O2 es transportado por la Hb normal. La unión O2-Hb es lábil
y reversible. Cuando la PO2 es alta como en los capilares pulmonares, el O2 se combina fácilmente
con la Hb. A una PO2 baja, como en los capilares tisulares, el O2 es liberado con facilidad por la Hb y
difunde a los tejidos.
La cantidad de O2 transportado por la Hb depende de la concentración de Hb. Una persona
normal tiene unos 15 g de Hb por cada 100 ml de sangre y 1 g de Hb tiene una capacidad máxima de
O2 (100% de saturación) de 1,34 ml de O2. Así pues, una Hb de 15 g/dl tiene una saturación del 100%
con 20,1 ml de O2, que es el contenido arterial de oxígeno (CaO2).
La saturación actual varía, de acuerdo con la presión parcial. La curva de disociación de la
oxi-Hb, muestra la facilidad con que el O2 se disocia o abandona la sangre a diferentes presiones
parciales. A lo largo de esta curva, cuando la sangre abandona los pulmones, la PaO2 es de 100 mmHg
y la saturación es del 97,5% aproximadamente. En el punto medio de la curva, donde la PaO2 es de
50 mmHg la saturación es del 84% aproximadamente. En la sangre normal de la mezcla venosa
(PvO2) es de unos 40 mmHg con un 75% de saturación.
La curva de disociación refleja la extracción de O2 de la sangre. Así pues, modificaciones en
el pH, en la PaCO2, en la temperatura corporal o en el 2,3 difosfoglicerato (2,3-DPG) producen
desplazamientos en la curva de disociación de la oxi-Hb.
Curva de disociación oxígeno-hemoglobina.
326
Efecto de los cambios de temperatura sobre la curva de
disociación de la Hb-O2.
CONTROL DE LA VENTILACIÓN
La contracción de los músculos respiratorios se debe a impulsos nerviosos originados en las
motoneuronas correspondientes de la médula espinal. La contracción de los músculos inspiratorios
determina simultáneamente la disminución del tono de los espiratorios y viceversa.
La sección de la médula por encima de la segunda vértebra cervical, suprime total y
definitivamente los movimientos respiratorios, ya que las motoneuronas medulares carecen de
actividad espontánea y a que los estímulos que regulan su actividad provienen de centros
respiratorios superiores. Asimismo, la sección de la médula por encima del bulbo raquídeo no
suprime sino sólo modifica el ritmo de la respiración dado que las neuronas generadoras de los
impulsos que producen las contracciones rítmicas de los músculos inspiratorios, están ubicadas en
el bulbo.
Existen en ambos lados de la línea media del bulbo, centros inspiratorios y espiratorios. Estos
centros bilaterales ubicados en la formación reticular del bulbo, no están bien delimitados,
encontrándose las neuronas que los integran dispersas.
Los centros respiratorios bulbares reciben aferencias de regiones superiores del sistema
nervioso central. Su actividad es, sin embargo, rítmica y automática, es decir, conservan esta
actividad aun cuando se suprime la influencia de los centros superiores. La sección de la
protuberancia o puente de Varolio, a nivel de su tercio inferior, detiene transitoriamente la
respiración en posición inspiratoria (parada inspiratoria), que se alterna con espiraciones profundas,
resultando así un tipo de respiración cuya frecuencia es menor, pero su profundidad es mayor que la
normal (respiración apnéustica o apneusis).
Al seccionar el bulbo, por debajo de la sección anterior, la respiración apnéustica desaparece
para dar lugar paulatinamente a una respiración normal, dado que al nivel protuberancial existen
neuronas que regulan rítmicamente, directa o indirectamente, los centros bulbares responsables de
la inspiración.
La interrelación funcional normal entre los centros bulbares y protuberanciales es, por
consiguiente, indispensable para que la respiración sea rítmica y normal. Las células neuronales en
la parte superior de la protuberancia, cuya exclusión origina la respiración apnéustica, constituyen
el centro neumotáxico. Para explicar la apneusis se postula la existencia de neuronas facilitadoras de
la respiración, ubicadas en el tercio inferior de la protuberancia. El conjunto de estas neuronas
facilitadoras forma el centro apnéustico.
El centro neumotáxico ejerce a nivel de los centros de inspiración una acción inhibidora
rítmica sobre los impulsos facilitadores provenientes del centro apnéustico. Al excluir el centro
neumotáxico, por sección transversal a nivel del tercio superior de la protuberancia y siempre que se
hayan seccionado ambos nervios vagos, los impulsos provenientes del centro apnéustico prevalecen
y estimulan el centro inspiratorio, produciéndose la respiración de tipo apnéustica. Es importante
señalar que el centro apnéustico es inhibido en su efecto por la estimulación de fibras aferentes del 329
nervio vago.
Los centros inspiratorios bulbares, liberados de las influencias de los centros superiores,
producen una respiración rítmica, pero “jadeante”, producida por la contracción tanto del diafragma
y de los músculos intercostales externos, como de los músculos inspiratorios accesorios.
Cabe además señalar que, si bien las neuronas del centro neumotáxico descargan impulsos
inhibidores durante la inspiración, la intensidad (frecuencia) de estos impulsos no es suficiente para
suprimir la actividad del centro inspiratorio bulbar. Sólo afecta la intensidad de la respiración en
grado mínimo. La ritmicidad de la respiración se debe, fundamentalmente, a la actividad intrínseca
de los centros bulbares. Si se separan los centros bulbares de sus conexiones superiores, no se altera
la ritmicidad de respiración, hecho que demuestra la naturaleza básicamente bulbar de los
mecanismos que la condicionan.
El centro inspiratorio envía impulsos a los músculos inspiratorios, produciendo su
contracción, y al mismo tiempo impulsos activadores al centro espiratorio. Como el umbral de las
neuronas del centro espiratorio es alto, los estímulos que parten del centro inspiratorio alcanzan sólo
después de un cierto tiempo la intensidad necesaria para excitar al centro espiratorio.
El centro espiratorio, a su vez, genera impulsos inhibidores del centro inspiratorio que
detienen transitoriamente la inspiración y se produce la espiración que es pasiva. El centro
inspiratorio así inhibido deja de enviar impulsos estimulantes en virtud de su automatismo, vuelve
a generar impulsos inspiratorios. Este ciclo de interacciones entre los centros inspiratorio y
espiratorio se repite rítmicamente, dando lugar al ciclo respiratorio normal.
Además de los centros respiratorios bulbares, el centro neumotáxico, de carácter inhibitorio,
recibe impulsos tanto del centro inspiratorio como del apnéustico y su acción específica consiste en
la inhibición del efecto estimulante del centro apnéustico sobre el centro inspiratorio y en la
estimulación del centro espiratorio. Este, a su vez, inhibe rítmicamente la actividad del centro
inspiratorio.
Mesencéfalo
CENTRO
NEUMOTÁXICO
+ - Protuberancia
CENTRO
APNÉUSTICO
+ + +
+ CENTRO
INSPIRATORIO
- + -
Bulbo
CENTRO
+ ESPIRATORIO
+
Nervios
vagos
+ Médula espinal
GRUPO DE
330
Receptores pulmonares
de estiramiento
MOTORNEURONAS
RESPIRATORIAS
Nervio frénico e
intercostales +
Diafragma y músculos
intercostales
332
Efecto del aumento de la pCO2 sanguínea y de la disminución del pH arterial (aumento de la concentración de iones
hidrógeno) sobre la ventilación alveolar.
El efecto del aumento de la concentración del CO2 en el aire inspirado y, por lo tanto, en la
sangre arterial, se puede demostrar haciendo respirar a un individuo en un recipiente cerrado, lo
cual provoca un aumento de la frecuencia e intensidad de los movimientos respiratorios. Pero no
sólo el aumento del PCO2, la hipercapnia, estimula los centros respiratorios bulbares, ya que la
actividad respiratoria se aumenta aun cuando se evite la hipercapnia mediante la absorción de CO2
en el recipiente.
Este hecho revela que, además del CO2, intervienen en la regulación de la frecuencia
respiratoria otros factores químicos. Entre éstos, la disminución de la pO2 en el aire inspirado y
consecuentemente en la sangre arterial, es de gran importancia. La disminución de pO2 alveolar
reduce la saturación de la Hb con O2. En consecuencia, la sangre entregará menos O2 a los tejidos, lo
que produce en éstos una condición de hipoxia tisular.
Se acepta en general, que la relación entre el efecto estimulador de la disminución de pO2 de
la sangre y el estado hipóxico de los tejidos es lineal.
333
Efecto de la pO2 arterial sobre la frecuencia de los impulsos procedentes del cuerpo carotídeo.
La hipoxia, además de la disminución del O2 en el aire alveolar, puede producirse por los
siguientes mecanismos:
Disminución del paso de O2 del alvéolo a la sangre (hipoxia anóxica).
Disminución del número de los eritrocitos transportadores de O2 (hipoxia anémica).
Disminución de la velocidad de la circulación. Al permanecer la sangre por mayor tiempo
en contacto con los tejidos entregará más O2 a éstos. Decrece en último término la pO2
sanguínea y tisular (hipoxia por estasis).
Paralización a nivel tisular de enzimas indispensables para la utilización del oxígeno,
mediante sustancias tóxicas como las sales de cianuro (KCN o NaCN) y el monóxido de
carbono (CO) (hipoxia histotóxica).
Cuando la presión parcial del O2 en el aire inspirado es inferior al 14%, que es el caso cuando
la presión atmosférica cae por debajo de 500 mm de Hg (ascensión a una altura de 3000 m, por
ejemplo), se produce hipoxia anóxica que puede ser compensada, hasta cierto límite, por la elevación
de la frecuencia respiratoria.
El aumento de la actividad respiratoria, inducido por disminución de PO2 en el aire alveolar,
es sólo aproximadamente el 50% del producido por un aumento equivalente del PCO2 en la sangre.
Es importante destacar que la hiperventilación causada por disminución de PO2 alveolar,
tiene como consecuencia una mayor eliminación de CO2 y la disminución de su presión parcial tanto
en la sangre como en el aire alveolar. A pesar de esto persiste el incremento de la frecuencia y
amplitud de los movimientos respiratorios. Este hecho demuestra claramente que este efecto se debe
a la disminución de pO2 en la sangre y en los tejidos.
Hay que tener presente, además, que la disminución de pCO2 de la sangre, produce un
descenso de la sensibilidad de los centros respiratorios bulbares frente al mismo CO2. Este fenómeno
tiene importancia en la hiperventilación con O2 puro, como es el caso, por ejemplo, en la
oxigenoterapia. Los centros respiratorios bulbares requerirán, al suspender la oxigenoterapia,
niveles de CO2 considerablemente más altos que los normales para ser estimulados. Puede 334
producirse, en este caso, una paralización respiratoria (apnea), a veces fatal.
Además del aumento de pCO2 y la disminución de pO2 sanguínea, también el descenso del
pH sanguíneo (acidosis) es capaz de modificar la actividad respiratoria. Todos estos factores
químicos ejercen sus efectos no sólo sobre los centros respiratorios bulbares, sino también sobre los
QRP ubicados en la bifurcación de la carótida y en el cayado aórtico (con mucha menor actividad).
Estos receptores responden principalmente a la disminución del PO2 sanguíneo y no como los QRC
que lo hacen también al aumento de PCO2.
Es importante diferenciar a los QRP de los barorreceptores que se encuentran en la misma
región. Los quimiorreceptores estimulados por la disminución de PO2 de la sangre arterial, elevan la
frecuencia y amplitud respiratoria por vía refleja. El efecto final de los factores químicos sobre la
respiración es, por lo tanto, la suma algebraica de su acción central y periférica.
Asimismo, la movilización activa o pasiva de las articulaciones incrementa también la
frecuencia y amplitud respiratorias, aun cuando el trabajo realizado no modifique la PCO2 o la PO2
sanguíneas. Se trata en realidad de un efecto reflejo mediado por impulsos generados en
mecanorreceptores de las articulaciones y tendones. Estos impulsos son transmitidos por fibras
nerviosas aferentes hasta los centros respiratorios.
Muchos otros factores influyen sobre la respiración, entre ellos el dolor, los cambios bruscos
de la temperatura ambiental (ducha fría, por ejemplo) la deglución, el estornudo, la tos, etc. La vía
aferente de estos estímulos son generalmente el nervio glosofaríngeo y/o el vago.
La regulación de la respiración, como en general la actividad de cualquier órgano, no depende
de un centro único e independiente, sino está estrechamente relacionada con la regulación de la
actividad de otros órganos y sistemas, y realmente con la actividad de todo el organismo.
Durante el trabajo muscular intervienen varios factores en la regulación de la respiración:
Impulsos aferentes, ya mencionados, que parten de las articulaciones y de los tendones de
los músculos en actividad y que por vía refleja son capaces de incrementar la frecuencia
respiratoria.
Impulsos corticales que se originan en neuronas de la corteza cerebral y van a actuar sobre
los centros respiratorios bulbares. Es de conocimiento general que la respiración puede
ser disminuida, detenida o incrementada voluntariamente. En el hecho, la ventilación
pulmonar puede aumentarse voluntariamente hasta unos 250 litros/minuto
aproximadamente, o sea, al doble de la que puede requerir un trabajo muscular de
intensidad máxima.
335
II. Examen básico del tórax y pulmón del normal
Para la realización de un examen físico pulmonar se debe tener en cuenta la proyección topográfica
sobre el tórax de los pulmones, tráquea, bronquios, etc., para poder entender los hallazgos y cuál es
su origen. Desde la superficie del tórax se localizan algunas referencias anatómicas que convienen
recordar.
Por detrás del tórax, la apófisis transversa de la 7ª vértebra cervical (C7) es habitualmente la
más prominente (especialmente al flexionar el cuello). Desde esta se comienzan a contar las
vértebras dorsales. Si se palpan dos vértebras prominentes, la de más arriba es C7 y luego viene T1.
Las puntas de las apófisis espinosas de las vértebras quedan, por su inclinación, más abajo que el
cuerpo vertebral. Cuando se palpa una determinada apófisis (como el T10), el cuerpo de la vértebra
estaría aproximadamente a la altura de la apófisis inmediatamente superior (en este caso la apófisis
T9).
Las bases de los pulmones en espiración normal llegan hasta T10 (en espiración forzada
puede ser T9), y en inspiración, hasta T12. La incursión respiratoria es de 4 a 6 cm. La base derecha
es más alta que la izquierda por la ubicación del hígado.
336
La punta de la escápula, con los brazos colgando a los lados del cuerpo, llega a T7 (entre T7 y
T8). La línea vertebral se traza a nivel de las apófisis espinosas. Las líneas escapulares (derecha e
izquierda) son paralelas a la línea vertebral y pasan por la punta de las escápulas (con los brazos
colgando a los lados).
En la espalda, se proyectan especialmente los lóbulos inferiores (se extienden desde T3 o T4,
que es donde nace la fisura oblicua, hasta las bases). La fisura oblicua sigue un curso hacia abajo y
hacia adelante, hasta terminar en la línea medioclavicular.
Por delante se destaca el ángulo esternal (o ángulo de Louis), entre el manubrio y el cuerpo
del esternón. Este es un punto de referencia donde llega la 2ª costilla. Los espacios intercostales
adquieren el nombre de la costilla que está sobre ellos (p.ej.: el 2º espacio intercostal queda debajo
de la 2ª costilla). El apéndice xifoides corresponde a la punta del esternón y se palpa como una
prominencia. La 7ª costilla es la última que se articula con el esternón. El ángulo costal está formado
por las costillas 7, 8 y 9, en su unión anterior. Los espacios intercostales son fáciles de palpar del
segundo al sexto; más abajo, las costillas están muy juntas.
La línea medioesternal pasa vertical por la mitad del esternón. La línea medioclavicular
(derecha e izquierda) es vertical a la línea medioesternal y pasa por la mitad de las clavículas.
Las bases de los pulmones, por delante, llegan a la 6ª costilla, a nivel de la línea
medioclavicular. El lóbulo medio del pulmón derecho se proyecta desde la 4ª costilla hasta la base.
Por los lados del tórax, se distingue la línea axilar anterior, que corre verticalmente y pasa
por la parte anterior del pliegue axilar; la línea axilar posterior, es paralela a la anterior y pasa por la
parte posterior del pliegue axilar; la línea axilar media, es paralela a las anteriores y pasa por la parte
media del pliegue axilar.
Cada pulmón se divide en mitades aproximadamente iguales por la fisura oblicua (mayor)
que se extiende desde T3 o T4, por detrás, y corre en forma oblicua hacia delante y abajo, hasta la 6ª
costilla en la línea medioclavicular. El pulmón derecho es además dividido por la fisura horizontal
(menor), que por delante va a la altura de la 4ª costilla y más lateral llega a la fisura oblicua, en la 5ª
costilla a nivel de la línea axilar media. De esta forma, el pulmón derecho tiene tres lóbulos (superior,
medio e inferior) y el izquierdo sólo dos (superior e inferior).
En definitiva, que gran parte de la proyección de los pulmones en la espalda corresponde a
los lóbulos inferiores (desde T3 a las bases); el lóbulo medio del pulmón derecho se proyecta en un
sector anterior del hemitórax derecho (desde la 4ª costilla a la base); los lóbulos superiores se
proyectan en la región anterior del tórax (teniendo presente la proyección del lóbulo medio) y el
sector más alto de la espalda.
El tórax presenta normalmente un diámetro anteroposterior inferior que el transversal. Se
conoce como “tórax en tonel” cuando ambos diámetros son aproximadamente iguales (pacientes
enfisematosos). Se llama “cifosis” si la columna está desviada hacia adelante y “escoliosis” si la
desviación es hacia los lados (la “cifoscoliosis” es la combinación de los anteriores). Un tórax en el
que el esternón presenta una prominencia como quilla de barco se llama “pectum carinatum”; si la
deformación es un hundimiento del esternón, “pectum excavatum”. 337
INSPECCIÓN
Se debe examinar la forma del tórax, el tipo de respiración, la frecuencia respiratoria. Se debe realizar
una observación comparativa de los hemitórax siguiendo siempre un orden (por ejemplo, adelante,
a los lados, por detrás).
El paciente debe estar sentado y el explorador debe rotar alrededor de mismo. El tórax debe
presentar simetría (hemitórax derecho es similar al izquierdo) y un diámetro anteroposterior (DAP)
menor al transverso (DT).
El tórax normal muestra una amplia variación, pero siempre debe ser simétrico. En cuadros
de obstrucción de las vías aéreas se puede observar, en cada inspiración, una retracción del hueco
supraesternal que se conoce como “tiraje”; también puede ocurrir una retracción de los espacios
intercostales y la línea subcostal. En niños con dificultad respiratoria se observa una elevación de las
alas de la nariz que se conoce como “aleteo nasal”.
TIPOS DE RESPIRACIÓN
El movimiento de aire hacia el interior y el exterior de los pulmones en el movimiento respiratorio
pueden adoptar distintos patrones que se identifican y designan con diferentes nombres.
EUPNEA. Es un término utilizado para describir la respiración normal en reposo. Durante
la misma, se lleva a cabo el intercambio entre el oxígeno (O2) y el dióxido de carbono (CO2) y el
individuo no es consciente del patrón respiratorio. Se ventila a un ritmo de 12 a 20 respiraciones por
minuto.
HIPERVENTILACIÓN. Respiración rápida, profunda o trabajosa que aparece
normalmente durante el ejercicio; también acompaña cuadros patológicos como dolor, fiebre,
histeria y cualquier trastorno en el que el aporte de oxígeno sea insuficiente.
TAQUIPNEA. Se refiere a una aceleración anómala de la frecuencia respiratoria que se
observa, por ejemplo, en la hiperpirexia.
HIPOVENTILACIÓN. Es una disminución en la ventilación pulmonar que conduce a
niveles sanguíneos elevados de CO2.
DISNEA. Se relaciona con la dificultad para respirar y suele asociarse con hipoventilación. 338
La persona que la sufre es consciente de su patrón respiratorio, lo que origina una situación de estrés.
ORTOPNEA. Es la disnea que aparece al estar tumbado. Se alivia al sentarse o al ponerse
de pie. Es típica en pacientes con enfermedades cardíacas.
APNEA. Se refiere a la interrupción temporal de la respiración al final de una espiración
normal. Puede producirse durante el sueño o al tragar.
APNEUSIS. Es el cese de la respiración en la fase inspiratoria. Si se produce incapacidad
para continuar con la respiración tras un período de apnea o apneusis, se habla de una PARADA
RESPIRATORIA.
RESPIRACIÓN DE CHEYNE-STOKES. Consiste en un tipo periódico de respiración
anormal que se ve con frecuencia en los pacientes terminales o con lesión cerebral. Se caracteriza por
la presencia de ciclos de aumento progresivo del volumen corriente durante varias respiraciones,
seguida por varias respiraciones en las que el volumen corriente va disminuyendo progresivamente.
Se presenta como un patrón en crescendo-decrescendo.
RESPIRACIÓN DE BIOT. Se caracteriza por la presencia de secuencias repetidas de apnea
y boqueo profundo. Este tipo de respiración anormal es típico de pacientes con hipertensión
intracraneal.
Determinación de la frecuencia respiratoria
Se define como frecuencia respiratoria al número de movimientos respiratorios en la unidad de
tiempo; aproximadamente 12 a 20 respiraciones por minuto.
El paciente debe estar en reposo sin decirle que “respire tranquilamente” porque ya no lo
podría hacer de manera inconsciente.
El paciente (o alumno) se ubica en decúbito supino.
Se cuenta el número de movimientos respiratorios durante 1 minuto mediante la 339
utilización de un cronómetro.
Observe que la respiración es regular, tranquila con expansión simétrica de ambos
hemitórax.
PALPACIÓN
Mediante la palpación se pueden sentir vibraciones que se generan en el interior del tórax (p.ej.:
cuando el paciente habla). Se siente una discreta cosquilla en la mano (habitualmente se usa toda la
palma de la mano o el borde cubital).
Se le solicita al paciente que repita números o palabras (p.ej.: treinta y tres). Conviene palpar
comparativamente zonas simétricas de ambos hemitórax.
La sensación táctil que se logre depende de la intensidad y las características del ruido (p.ej.:
el tono de la voz), la zona que se palpa (p.ej.: cerca de la tráquea se siente más fuerte), el grosor de la
grasa subcutánea, la integridad del tejido pulmonar, y elementos que se interpongan entre los
grandes bronquios y la pared del tórax (p.ej.: si hay aire o líquido en la cavidad pleural, la vibración
se siente débil o ausente; si existe una condensación neumónica, se palpa más claramente). Se llama
“frémito” a las vibraciones que se logran palpar, y que, en términos generales, pueden tener distinto
origen como la transmisión de la voz, algunos ruidos pulmonares, el roce de pleuras inflamadas o
soplos cardíacos.
Otro aspecto que se puede evaluar es la expansión del tórax durante la inspiración. Se apoyan
las manos en la espalda, una a cada lado, dejando el pulgar a la altura de la apófisis T10 y se le pide
al paciente que respire profundo. Debe apreciarse la separación entre los pulgares (en cm) a partir
de la posición inicial (normalmente 3 a 4 cm). También da una idea de la capacidad vital y la simetría
de movimiento. Este procedimiento se puede aplicar en la cara posterior como en la anterior de
ambos hemitórax.
Ocasionalmente al apoyar las manos sobre el tórax se sienten unos crujidos que se deben al
aire que ha infiltrado el tejido subcutáneo, y que habitualmente se debe a una ruptura de la pleura.
Esto se conoce como enfisema subcutáneo (no confundirse con el enfisema pulmonar).
PERCUSIÓN
Cuando se examinan los pulmones se usa principalmente el método de la percusión indirecta.
Dependiendo del grado de insuflación de los pulmones podrá escucharse una distinta sonoridad.
Se recomienda percutir desde zonas de mayor sonoridad hacia aquellas con sonido mate. De
esta forma se delimita la base de los pulmones. La base derecha es más alta que la izquierda. La
incursión del diafragma y el descenso de las bases pulmonares se comprueban pidiendo al paciente
que inspire profundo y aguante el aire; mediante la percusión, se detecta que las bases se movilizan
unos 4 a 6 cm.
En la región paraesternal izquierda, entre el 3er y 5º espacio intercostal se percute un área de 340
matidez que corresponde al corazón. Cuando existe una condensación pulmonar o un derrame
pleural se escucha un sonido mate al percutir la zona comprometida.
Si el paciente tiene un derrame pleural, y se examina sentado, presenta una matidez en la
base del pulmón afectado, que hacia la línea axilar asciende, determinando una curva parabólica de
convexidad superior (curva de Damoiseau). Si el paciente cambia de posición, la matidez se desplaza
en la medida que el líquido no esté tabicado. El sonido mate de un derrame pleural se ha llamado
también matidez hídrica por el carácter seco o duro del sonido.
Si existe un neumotórax, el ruido que se obtiene al percutir es de una hipersonoridad. Si el
neumotórax es un “neumotórax a tensión”, el ruido podrá adquirir una tonalidad más timpánica y el
mediastino encontrarse un poco desplazado hacia el lado opuesto.
En pacientes asmáticos, que atrapan aire y tienen un tórax hiperinsuflado, o en enfermos
enfisematosos, la percusión de los pulmones es sonora o hipersonora. El carácter hipersonoro se
capta bastante bien con la percusión directa. Las bases de los pulmones habitualmente están
descendidas y la incursión de los diafragmas es limitada.
La espiración es prolongada por la dificultad para expeler el aire. Algunos pacientes
enfisematosos fruncen los labios durante la espiración de modo de ejercer un efecto de válvula que
mantenga la vía aérea más distendida.
AUSCULTACIÓN
Consiste en escuchar tres tipos de ruidos: (1) los normales que se generan con la respiración, (2) los
agregados (o adventicios) que se agregan en condiciones anormales, y (3) la forma como se transmite
la voz normal y la que es pronunciada en forma de susurro o cuchicheo.
Los ruidos pulmonares se originan debido al paso de aire por las vías aéreas en la medida que
se generen flujos turbulentos. Esto depende de la velocidad del flujo y de condiciones que impiden
un flujo laminar, como ocurre en la laringe y la bifurcación de los bronquios mayores, lobares y
segmentarios. A medida que los bronquios se dividen, el área de sección va aumentando, y como
consecuencia, la velocidad del flujo disminuye. Cerca de los alvéolos el flujo es laminar y no genera
ruidos.
En general, los ruidos que se auscultan en la superficie de la pared torácica se generan en los
bronquios mayores, principalmente lobares y segmentarios. Los ruidos que llegan a la periferia son
de baja frecuencia ya que el pulmón sirve de filtro para los sonidos de alta frecuencia. Aparentemente
los ruidos que se generan en la laringe no llegan a auscultarse en la pared torácica.
Conviene tener un orden para auscultar los pulmones de modo de cubrir todos los sectores,
sin olvidar de auscultar debajo de las axilas. Se van comparando sectores homólogos para descubrir
diferencias entre un lado y el otro. A veces ocurre una cierta dificultad para saber si los ruidos están
aumentados a un lado, o disminuidos al otro. Para desplazar las escápulas hacia los lados se le pide
al paciente que cruce los brazos por delante. 341
El examen se puede efectuar estando el paciente de pie, sentado o acostado, pero sentándolo
al momento de examinar la espalda. Al examinar al paciente acostado se hacen más notorias las
sibilancias y en la mujer la interferencia de las mamas es menor.
Habitualmente se ausculta con la membrana del estetoscopio; se le solicita al paciente que
respire por la boca, efectuando inspiraciones lentas y de mayor profundidad que lo normal. Esto
puede llevar a una hiperventilación y alcalosis respiratoria y el paciente sentir mareos o parestesias,
por lo que, a ratos, conviene dejarlo descansar.
En pacientes varones con mucho vello se pueden generar ruidos agregados por esta
condición. Si llegara a interferir, se puede recurrir a presionar más con el estetoscopio, o mojar los
vellos, o auscultar al paciente sobre una camiseta o camisa delgada. Nunca debe auscultarse a través
de ropa muy gruesa.
Los patrones de los sonidos respiratorios pueden caracterizarse por su intensidad, tono y
duración relativa en la inspiración y la espiración. Las áreas de percusión y auscultación de los
pulmones derecho e izquierdo se destacan en la siguiente figura.
342
Consideraciones
Realice la exploración en un medio lo más tranquilo posible; los ruidos extraños, así como
músculos que se contraen, ropas, pelo y piel húmeda que se mueven debajo del diafragma del
estetoscopio pueden causar ruidos desorientadores.
Disponga de tiempo para evaluar y correlacionar lo que está escuchando. El oído tiene que
entrenarse para diferenciar los diversos sonidos.
Antes de poder distinguir sonidos anormales, es necesaria experiencia en escuchar una
amplia gama de sonidos normales.
Escuche una sola cosa a la vez. Desarrolle un programa sistemático de auscultación.
En el individuo normal, los únicos ruidos respiratorios que se escuchan son los del murmullo
vesicular; suelen ser apenas audibles, a menos que se pida al paciente que respire
profundamente con la boca abierta para acentuar los ruidos que se escuchan.
Métodos 344
Auscultación directa o inmediata: se aplica el oído contra el tórax del paciente con la sola
interposición de un paño fino de algodón.
Auscultación indirecta o mediata: a través del estetoscopio.
Ambas tienen ventajas y desventajas recíprocas, por lo que es aconsejable combinarlas.
Procedimiento
Se realiza con el paciente en posición preferentemente sentada, respirando con la boca
entreabierta sin hacer ruido alguno y en forma algo más profunda y rápida que lo habitual.
Se auscultarán metódicamente uno y otro hemitórax de arriba hacia abajo, por sus caras
anteriores, dorsales y axilares, es imprescindible la comparación de regiones simétricas. Se
debe prestar atención, ante todo, al murmullo vesicular: intensidad, duración de las fases,
continuidad, tono y timbre. En circunstancias patológicas, el murmullo vesicular se
acompañará de ruidos agregados o adventicios (estertores de distintos tipos, frotes) o será
reemplazado por soplos. En cualquier caso, deberá establecerse, cuidadosamente, la fase
(inspiración o espiración) en que recaen, y los caracteres acústicos de tales fenómenos, se
terminará con la auscultación de las voces alta y cuchicheada (mientras el paciente pronuncia
la palabra treinta y tres) y la auscultación de la tos.
La actividad refleja sobre la respiración
La movilización pasiva de las extremidades determina un aumento reflejo de la ventilación pulmonar
fundamentalmente a expensas de la frecuencia respiratoria. Los impulsos que inician la respuesta
refleja parecen originarse en mecanorreceptores situados al nivel de la cápsula y de los ligamentos
articulares. La estimulación de dichos receptores en respuesta al movimiento de la extremidad
determina un incremento inmediato de la frecuencia respiratoria, mucho antes de que los factores
de tipo químico se acumulen en cantidad suficiente y lleguen a estimular a los quimiorreceptores
correspondientes. Los mecanorreceptores perciben la extensión y frecuencia de los movimientos
realizados, pero no pueden detectar la fuerza con que éstos se llevan a cabo.
Procedimiento
Para comprobar el efecto de la estimulación pasiva de los mecanorreceptores sobre la
respiración, un alumno se sienta sobre la mesa con las piernas colgando.
A continuación, se le hace respirar tranquilamente, determinando la frecuencia respiratoria.
Seguidamente se le hace movilizar pasivamente las extremidades inferiores, practicando una
extensión de la pierna sobre el muslo.
Se determina la frecuencia e intensidad de los movimientos respiratorios en éstas. Es
aconsejable que la movilización pasiva se realice con una periodicidad no superior a la mitad
de la frecuencia respiratoria habitual. 345
Protocolo de informe
INSPECCIÓN
Forma del tórax:………………………………………………………………………………..………………………….……….
Color:……………………………………………………………………..…………………………………………….…….…….….
Facies:…………………………………………………………………..………………….………………………………….….……
OBSERVACIONES:…………………………………………………………………………………………………………..……………..…
…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………
Número de respiraciones por minuto:………………………….………………………….………………………...…….
Tipo de respiración:…………………………………..…………………………………………………..……………………….
Amplitud:………………………………………………………………………………..…………………………………………….
PALPACIÓN
Elasticidad/resistencia:…………………………………………………………………….……………….……………………
Expansión de las bases: …………………………………………………………………………………….……………………
Vibraciones vocales: ………………………………………………………………………………………………………………
Sensibilidad: ……………………………………………..……………………………………………………………………….…
Temperatura: ………………………………………………………………………………………………………………….…….
Adenopatías: ……………………………………………………………..…………………………………………………….……
PERCUSIÓN
Matidez hepática:…………………………………………………………….…………………………………………………….
Matidez cardíaca: ……………………………………………………………………….………………………………………….
Espacio de Traube: ………………………………………………………………………………………………….……………..
Campos de Krönig: ………………………………….…………………………………………………………………..…………
Columna: ……………………………………………..……………………………………………………………………..………..
Clavícula: …………………………………………………………………………………………………………………….………..
AUSCULTACIÓN DE LA RESPIRACIÓN
Murmullo Vesicular: ……………………………………………………………………………………….……………………
Ruido Bronquial: ………………………………………………………………..………………………….…………………….
Ruido Broncovesicular: ………………………………………………………………….……………………..………………
Estertores: ……………………………………………………………………………………………………………….…………..
Crepitantes: ……………………………………………………………………………………………………….…………………
Frote pleural: ……………………………………………………………………………………………………….……………….
Soplos: ………………………………………………………………………………………………………….…………………..….
Sibilancias: ………………………………………………………………………………………………………………………..….
AUSCULTACIÓN DE LA VOZ
Pectoriloquia: …………………………………………………………………………….………………………………………….
Pectoriloquia áfona: ……………………………………………………….………………….………………………………….. 346
Egofonía: ………………………………………………………………………………………………………………………………
Broncofonía: ………………………………………………………..….…………………………………………………….………
AUSCULTACIÓN DE LA TOS
Presenta variaciones: ……………………………………………..………………………………………………………………
No presenta variaciones: …………………………………………………………………………..……………………………
ACTIVIDAD REFLEJA SOBRE LA RESPIRACIÓN
Frecuencia respiratoria pos prueba: …………………………………………………………..…………………..………
SATURACIÓN DE O2
Valor: ………………………………………………..………………………………………………………………………..………
Frecuencia cardíaca: ……………………….………..…………………………………………………………………..………
III. Actividades
I. Mecánica ventilatoria.
II. Resistencia ventilatoria.
III. Espirometría.
IV. Pletismografía corporal.
V. Transferencia de monóxido de carbono (DLCO).
VI. Actividades.
Objetivos del capítulo
351
I. Mecánica ventilatoria
Volúmenes y capacidades
Las dimensiones del fuelle (o neumático) toracopulmonar se miden a través de su contenido aéreo,
la cual se realiza mediante un espirómetro donde el individuo en estudio respira a través de una
boquilla dentro de una campana calibrada y sellada por agua o por aire dependiendo del dispositivo
utilizado.
Volumen de Capacidad
reserva vital Capacidad
inspiratoria inspiratoria
Capacidad
352
pulmonar total
Volumen
tidal Capacidad
residual
Volumen Volumen de funcional
residual reserva
espiratoria
Los desplazamientos de esta campana producidos por la entrada y salida de aire, se transmiten a un
elemento inscriptor que traza una curva en un papel que corre a una velocidad conocida y regulable.
Sin embargo, en la actualidad la mayoría de los espirómetros miden los volúmenes integrándolos a
partir de los flujos respiratorios, que se miden con un neumotacógrafo y entregan los valores
calculados por un software.
La curva obtenida en un espirómetro durante la respiración espontánea, en reposo y en
maniobras de inspiración y espiración máximas, permite diferenciar varios niveles y volúmenes. Este
procedimiento se denomina espirometría simple con la cual se pueden obtener volúmenes y
capacidades (suma de 2 o más volúmenes).
Se distinguen 4 volúmenes:
1. Volumen corriente o tidal (VC): cantidad de aire que entra en una inspiración o sale en
una espiración, en las condiciones de actividad que se especifiquen (reposo, ejercicio). En los
adultos, en la respiración espontánea en reposo se inspiran y espiran en cada ciclo
respiratorio entre 400 y 600 ml, cantidad que se repite en forma bastante regular y se
denomina volumen corriente. Esta cantidad es aproximadamente sólo una décima parte de
lo que el pulmón puede movilizar, existiendo, por lo tanto, importantes reservas de
inspiración y espiración, a las cuales se recurre cuando aumentan las demandas por ejercicio
físico, fonación, risa, llanto, etc.
2. Volumen de reserva inspiratoria (VRI): cantidad máxima de aire que se puede inspirar
por sobre el nivel de inspiración espontánea de reposo.
3. Volumen de reserva espiratoria (VRE): máxima cantidad de aire que se puede expulsar
a partir del nivel espiratorio espontáneo normal.
4. Volumen residual (VR): cantidad de aire que queda en el pulmón después de una
espiración forzada máxima. (Este volumen no puede medirse con el espirómetro y se usan
otros métodos). Para llegar al VR, la espiración forzada tiene que vencer la elasticidad
torácica, siendo limitada por reflejos propioceptivos toracopulmonares y por el cierre de las
pequeñas vías aéreas. Este último fenómeno se debe a que la disminución del volumen
pulmonar reduce la tracción elástica que el parénquima pulmonar ejerce sobre los
bronquíolos, manteniéndolos abiertos. Por el envejecimiento normal de los elementos
elásticos del pulmón, este fenómeno de cierre se acentúa con la edad, con lo que el VR
aumenta, representando una fracción progresivamente mayor de la capacidad pulmonar total 353
(30% hasta los 35 años y 40% sobre los 50 años). En cifras absolutas, el VR de un hombre de
20 años de 1,70 m de estatura y con una CPT de 6 L, es de aproximadamente 1,8 L.
Las capacidades son:
1. Capacidad pulmonar total (CPT): cantidad de aire contenido en el pulmón en
inspiración máxima. Corresponde a la suma de los cuatro volúmenes.
2. Capacidad vital (CV): cantidad total de aire movilizado entre una inspiración y espiración
máximas. Incluye el volumen corriente y los volúmenes de reserva inspiratoria y espiratoria.
La capacidad vital se mide directamente en un espirómetro, y los valores encontrados se
expresan directamente en litros o mililitros y como porcentaje de un valor teórico
predeterminado o de referencia, que depende de la talla, edad y sexo del individuo. Es
importante tener presente que el valor de referencia es un promedio con márgenes de
variación de 20 a 25%. Los valores teóricos se expresan en las condiciones físicas dentro del
aparato respiratorio, a 37ºC, a la presión ambiental y saturados de vapor de agua; condición
que se denomina BTPS (temperatura corporal, presión ambiental y saturado de vapor de
agua). Como las mediciones clínicas se realizan en un espirómetro a una temperatura muy
inferior a 37ºC, el volumen de aire espirado se reduce a uno menor que el que ocupaba dentro
del pulmón, por lo que es necesario corregirlo. Para ello el volumen medido a la temperatura,
presión ambiental y saturada de vapor de agua (ATPS) se multiplica por un factor de
corrección, que lo convierte a BTPS. Este valor es el que se compara con el valor teórico,
expresándose como porcentaje de éste. Los espirómetros actuales entregan los valores
corregidos a BTPS. La CV depende de la correcta integración entre la generación y la
conducción de los estímulos respiratorios, de la capacidad muscular respiratoria, de la
mecánica esquelética y del estado del pulmón. El nivel de inspiración máxima, límite superior
de la CV, no está determinado por impedimentos mecánicos sino por reflejos propioceptivos
generados en el pulmón distendido, que frenan la contracción muscular. Dada la amplia
reserva del fuelle, las alteraciones leves de los factores mencionados suelen pasar
inadvertidas para el paciente, pero pueden ser medidas en la medición de la CV. Esta puede
disminuir por trastornos obstructivos debido al aumento del volumen residual atrapado en
el pulmón y los trastornos restrictivos que limitan el volumen del pulmón utilizable, debido
a ocupación o colapso de alvéolos, infiltración del intersticio, ocupación del espacio pleural,
restricciones a la movilidad del tórax, debilidad muscular, etc.
3. Capacidad inspiratoria (CI): máximo volumen de aire que puede inspirarse a partir de
una espiración normal. Comprende los volúmenes corrientes y de reserva inspiratoria.
4. Capacidad residual funcional (CRF): volumen de aire que permanece en el pulmón al
término de la espiración normal; representa la suma del volumen residual y volumen de
reserva espiratoria. Esta CRF cumple diversas funciones como la de: a) permitir que la
composición del aire alveolar oscile muy levemente, ya que los 2 a 3 litros de gas que
permanecen en el pulmón diluyen el aire inspirado, impidiendo cambios bruscos en la
composición del aire alveolar. Si el aire alveolar se recambiara totalmente por aire 354
atmosférico, el CO2 de la sangre venosa al llegar al alvéolo se liberaría explosivamente en
forma de burbujas y se producirían cambios bruscos y violentos en el equilibrio ácido base;
b) servir como reservorio de oxígeno, lo que permite que la sangre siga removiendo este gas
del pulmón en forma continua durante la espiración y en períodos cortos de apnea y c)
mantener un volumen alveolar mínimo que da estabilidad a los alvéolos, impidiendo su
colapso, situación que exigiría generar grandes presiones para volver a expandirlos. La CRF
está determinada por la interacción de las fuerzas elásticas del pulmón, que tienden al
colapso, y las del tórax, que tienden a la expansión. Su posición de equilibrio corresponde al
finalizar la espiración en reposo (simple).
II. Resistencia ventilatoria
Para lograr la movilización del aire, los músculos respiratorios deben vencer dos tipos de fuerzas que
se oponen a ello: la elasticidad pulmón-tórax y las resistencias friccionales.
355
356
La curva también varía por alteración patológica de las propiedades elásticas del pulmón en
estudio. En el enfisema pulmonar, que se caracteriza por la destrucción de tabiques alveolares
elásticos, la curva es más vertical y está desplazada hacia la izquierda. Esto significa que para un
determinado cambio de presión el cambio de volumen producido es mayor y que las presiones
transpulmonares que son necesarios desarrollar son bajos. Existe, por lo tanto, una distensibilidad
pulmonar aumentada que, si bien facilita la inspiración, significa una disminución de la retracción
elástica, necesaria para la espiración y para evitar el colapso de las pequeñas vías aéreas que carecen
de cartílago. En cambio, en la fibrosis pulmonar, en que hay remplazo del tejido pulmonar elástico
por tejido colágeno rígido, esta curva se hace más horizontal y se desplaza hacia la derecha, lo que
significa que para alcanzar un volumen determinado la magnitud de la presión transpulmonar que
se deberá generar será mucho mayor.
Medida en esta forma, la distensibilidad del pulmón es menor en niños y personas pequeñas.
Ello no se debe a que sus pulmones sean más rígidos, sino a que un determinado cambio de volumen
puede significar una distensión muy importante para un pulmón pequeño, mientras que sólo
representa una fracción de la distensión potencial para un pulmón grande. Este factor de distorsión
se corrige calculando el cambio por litro de volumen pulmonar, o sea, dividiendo la distensibilidad
absoluta por la CRF del pulmón. Se obtiene así la distensibilidad específica, que es independiente del
tamaño pulmonar. Su valor, tanto en niños y adultos normales, es de 50 a 60 ml/cmH2O por cada
litro de CRF.
Los músculos respiratorios también tienen que vencer la elasticidad y la resistencia friccional
de los tejidos del tórax., que representan alrededor de un 40% de las resistencias totales del aparato
respiratorio. Una curva P-V del aparato respiratorio (tórax y pulmón en conjunto) tiene forma
sigmoidea con su punto de reposo al nivel de capacidad residual funcional y que, a volúmenes altos,
el conjunto tórax-pulmón ejerce una presión positiva tendiente a disminuir el volumen del sistema
y volver a la posición de reposo. Al nivel de inspiración máxima o capacidad pulmonar total, esta
presión es de alrededor de 40 cmH2O. A volúmenes inferiores a la CRF el sistema ejerce una presión
negativa que tiende a aumentar el volumen pulmonar hasta llegar a la posición intermedia de reposo.
Al nivel de volumen residual esta presión es de -40 cmH2O. 357
La medición de la curva P-V del sistema exige relajación muscular total, por lo cual, en clínica,
sólo se usa en pacientes con ventilación mecánica, durante la cual los músculos del mismo pueden
estar inactivos. En estos pacientes, con el respirador se puede producir un cambio de volumen
determinado y relacionarlo con el cambio de presión que lo produjo. Este índice es muy útil para
seguir la evolución de enfermedades que aumentan en forma aguda la rigidez pulmonar.
Curva flujo-volumen
La relación entre volumen pulmonar y flujos espiratorios e inspiratorios máximos puede 362
representarse gráficamente mediante una curva flujo-volumen. Esta se obtiene registrando en un
gráfico de coordenadas el volumen pulmonar (eje x) y el flujo aéreo (eje Y) durante una espiración
forzada desde CPT hasta VR, y desde allí una inspiración forzada hasta CPT. Los cambios de volumen
pulmonar se inscriben en el eje horizontal, y se expresan como porcentaje de la CV, mientras que los
flujos aéreos inspiratorio y espiratorio se representan en el eje vertical.
En la gráfica siguiente, la curva espiratoria es aproximadamente triangular y que el máximo
flujo espiratorio se alcanza a volúmenes pulmonares altos (entre 75 y 100% de la CV). Este flujo
espiratorio máximo (FEM) depende del esfuerzo efectuado y de la resistencia de las vías aérea
mayores y se mide frecuentemente en clínica en forma simplificada con la denominación de PEF
(peak expiratory flow) o pico-flujo espiratorio.
Después de alcanzado este máximo, los flujos espiratorios van disminuyendo gradualmente
a medida que se reduce el volumen pulmonar. Una vez que se ha sobrepasado un esfuerzo mínimo,
los flujos espiratorios máximos medidos al 50 y 25% de la CV (FEM50 y FEM25) son independientes
del esfuerzo desarrollado y sólo dependen de la presión de retracción elástica y de la resistencia de
la vía aérea entre el alvéolo y el punto de igual presión.
La curva inspiratoria es aproximadamente semicircular y el flujo inspiratorio máximo se 363
produce cuando el volumen pulmonar es aproximadamente del 50% de la CV (FIM50). Este índice
depende del esfuerzo y de la resistencia de la vía aérea central, especialmente de la extratorácica que
se estrecha durante la inspiración forzada. Esta parte de la curva flujo-volumen se usa en clínica para
el estudio de la vía aérea alta.
Volúmenes dinámicos
Usualmente se registran los flujos mediante maniobras forzadas ya que así se determina la máxima
potencialidad ventilatoria del sistema tóraco-pulmonar. Los índices más usados en clínica son:
a) Comparación capacidad vital lenta y forzada. En un individuo normal o con una
limitación restrictiva pura sin obstrucción bronquial, la capacidad vital realizada en forma lenta,
a la velocidad espontáneamente elegida por el sujeto (CV), no difiere significativamente de
aquella realizada en forma forzada (CVF), con la máxima velocidad espiratoria. En cambio, en
los pacientes obstructivos, la introducción de esta exigencia puede producir colapso espiratorio
bronquial con aumento del VR, y por lo tanto reducción importante de la CVF en comparación
con la CV lenta.
b) Volumen espiratorio forzado del primer segundo (VEF1) o test de Tiffeneau. El
trazado espirométrico se obtiene en un sujeto normal que hace una inspiración máxima y luego
una espiración forzada máxima. En este trazado espirométrico se puede medir el volumen de
aire espirado en el primer segundo, denominado volumen espiratorio forzado del primer
segundo o VEF1. Normalmente la espiración forzada total dura 5-6 segundos y durante el primer
segundo se espira aproximadamente un 70-80% de la CV. Esta medición, de ejecución
simple, es de significación fisiológica compleja debido a que registra los flujos espiratorios
máximos que se suceden a medida que el volumen pulmonar va disminuyendo, con lo que van
cambiando tanto los factores que generan el flujo (presión de retracción elástica) como los que
se oponen a él (calibre de las vías aéreas).
En el 20-30% inicial de esta espiración forzada, el esfuerzo muscular voluntario es un factor
determinante fundamental, ya que a este nivel no se produce compresión dinámica. A medida que
continúa la espiración con reducción del volumen pulmonar, las vías aéreas se estrechan,
haciéndose susceptibles a la compresión dinámica. En esta etapa queda como generador neto del
flujo la presión de retracción elástica, por lo cual, sobrepasado un esfuerzo voluntario crítico, los
dos tercios finales de la espiración se hacen independientes del esfuerzo y el flujo registrado traduce
la interacción entre elasticidad pulmonar y resistencia de la vía aérea.
Debe tenerse presente que un buen rendimiento en la porción esfuerzo-dependiente puede
encubrir una limitación moderada de los factores mecánicos analizados, por lo que la sensibilidad
del VEF1 es limitada para captar obstrucción de bronquios finos que influyen poco en la resistencia
global de la vía aérea. El VEF1 se mide en litros y se expresa como porcentaje del valor teórico normal
determinado por la edad, talla y sexo, y como porcentaje de la capacidad vital forzada (CVF) del
mismo sujeto.
A los 25 años, esta última relación es de 84% promedio, con un límite inferior normal de 73%. 364
Con la edad disminuye, llegando a 79% como promedio con un límite inferior de 68% a los 70 años.
Esta doble forma de presentación para un mismo resultado deriva de que, si sólo se conoce el valor
absoluto, no se puede diferenciar si una reducción del VEF1 se debe a lentitud del flujo aéreo o a una
reducción del volumen de aire disponible para ser espirado, sin que exista reducción del flujo aéreo.
En esta disyuntiva, la comparación entre VEF1 y CVF permite diferenciar los mecanismos
responsables ya que, si el problema es una disminución del flujo, el VEF1 se reduce
proporcionalmente más que la CVF, por lo que la relación VEF1/CVF cae bajo el porcentaje normal;
si la alteración primaria es una reducción de volumen pulmonar funcionante, la CVF y el VEF1
disminuyen en la misma proporción y la relación VEF1/CVF se mantiene normal. Por ejemplo,
obsérvese lo que ocurre con los siguientes pacientes:
PACIENTE A
CVF = 4L = 78% del teórico
VEF1 = 1,82 L = 46,8% del teórico
VEF1/CVF% = 45% = limitación del flujo aéreo
PACIENTE B
CVF = 2L = 39% del teórico
VEF1 = 1,8 L = 46,8% del teórico
VEF1/CVF% = 90% = reducción de volumen con flujo normal
c) Flujo espiratorio forzado entre el 25 y 75% de la capacidad vital forzada (FEF25-75)
o flujo máximo de media espiración. Esta medición se realiza también a partir de la curva
espirométrica de espiración forzada. El flujo espiratorio se mide entre el 25% y el 75% de la CVF,
con lo cual se desecha el primer 25%, que es esfuerzo-dependiente, y el último 25%, que depende
del tiempo que el sujeto sostenga el esfuerzo espiratorio, centrándose la medición en el 50%
central donde los factores determinantes del flujo máximo son las propiedades mecánicas del
pulmón. Este índice funcional es muy sensible a la obstrucción de la vía aérea, pero sus valores
teóricos normales tienen una dispersión demasiado amplia, por lo que su empleo en clínica es
limitado.
365
III. Espirometría
La espirometría es la técnica que mide los flujos y volúmenes respiratorios útiles para el diagnóstico
y seguimiento de enfermedades respiratorias. Puede ser simple o forzada, siendo esta última la más
utilizada.
La espirometría forzada debe formar parte, junto con la radiografía de tórax, de las primeras
pruebas complementarias realizadas para la valoración del paciente neumológico. Es una técnica que
mide de forma global los diferentes factores que determinan la capacidad ventilatoria del individuo.
Es una prueba básica que debe estar al alcance del médico general para la correcta valoración
del paciente con clínica de disnea. Reviste gran importancia para la orientación diagnóstica, permite
establecer el grado de disfunción y, al ser una prueba de realización simple, es útil para monitorizar
la evolución del paciente. Sin embargo, su empleo en la clínica exige la adecuada estandarización de
la técnica de espirometría forzada. Ésta debe llevarse a cabo utilizando como aparato de medición
un espirómetro (medidor de volumen) o un neumotacógrafo (medidor de flujo), siguiendo las
recomendaciones internacionales al respecto.
Indicaciones de espirometría
La espirometría se realiza para:
Diagnóstico de pacientes con síntomas respiratorios.
Valoración del riesgo preoperatorio, principalmente de pacientes que refieran síntomas
respiratorios.
Valoración de la respuesta farmacológica a determinados fármacos.
Evaluación de ciertas enfermedades que presentan afectación pulmonar.
Contraindicaciones
Absolutas. a) Neumotórax; b) Ángor inestable; c) Desprendimiento de retina.
Relativas. a) Traqueotomía; b) Parálisis facial; c) Problemas bucales; d) Náuseas provocadas
por la boquilla; e) Deterioro físico o cognoscitivo; f) Falta de comprensión de las maniobras a
realizar.
Clases de espirómetros
Existen 2 tipos de espirómetros: 367
De agua o de campana: Fueron los primeros utilizados y su uso está prácticamente limitado
a los laboratorios de función pulmonar.
Secos: de los que existen varios tipos:
a) De fuelle.
b) Neumotacómetros.
c) De turbina.
Los dos últimos son los que más usados en Atención Primaria.
Materiales
Para la realización de la espirometría es necesario disponer de:
1. Una habitación cerrada y aislada de ruidos.
2. Tallímetro y báscula.
3. Termómetro para medir temperatura ambiente, barómetro y medidor de la humedad
relativa del aire (a temperaturas <17º C y >40º C se recomienda no realizar
espirometrías).
Procedimiento
Antes de la realización explicar al paciente la razón por la que es preciso hacerla y recordarle que no
utilice medicación en las 6 horas anteriores a la prueba, si utiliza broncodilatadores de acción corta
y 12 horas para los de acción prolongada y metilxantinas de acción retardada. Así mismo no debe
fumar ni tomar bebidas con cafeína en las horas previas.
En el momento de llevar a cabo la prueba el paciente se situará en posición sentada, sin ropa
que le ajuste, se le colocará una pinza nasal y se comprobará que la boca está libre de elementos que
impidan una buena colocación de la boquilla (por ejemplo, dentadura postiza). Se realizará una
inspiración relajada pero máxima, al finalizar la cual se coloca la boquilla bien sujeta, y el técnico
dará la orden de comienzo de la espiración forzada, que durará como mínimo 6 segundos, durante
los cuales el técnico animará al paciente a continuarla, vigilará que expulse el aire continuamente y
asegurará que ésta mantiene un flujo constante.
La realización de la espirometría se dará por finalizada, cuando se obtengan 3 curvas
técnicamente satisfactorias, que serán aquellas que duren más de 6 segundos y con diferencias entre
los CVF y los VEF1 de las tres curvas inferiores al 5% o 100 ml.
Patrones espirométricos
1. Patrón normal. El volumen de aire expulsado durante la maniobra se denomina capacidad
vital forzada (CVF). Los individuos sanos son capaces de espirar al menos el 75% de la CPT
durante el primer segundo (VEF1) y la relación VEF1/CVF debe ser mayor que 0,75 (>75%).
Los determinantes principales de esta relación son el esfuerzo del paciente y la resistencia
de las vías aéreas. Para evaluar las vías aéreas más pequeñas, la medición se realiza a bajos 368
volúmenes pulmonares, como el comprendido entre el 25 y el 75% de la CVF (FEF25-75). La
limitación de esta técnica es que posee mucha variabilidad alrededor de los valores normales.
Además, se debe tener en cuenta que una espirometría forzada anormal es patológica pero
una normal no descarta la enfermedad.
2. Patrón obstructivo. Se caracterizan por atrapamiento de aire. La CPT está alterada a
expensas de la capacidad residual funcional (CRF), que en este caso se encuentra
aumentado, dado que el pulmón no puede eliminar el volumen espiratorio en una espiración
normal. Se presenta con CVF normal, VEF1 disminuido y VEF1/CVF disminuida. A mayor
grado de obstrucción el FEF25-75% estará más disminuido y la pendiente de la curva volumen-
tiempo será menos pronunciada y con una espiración más prolongada.
3. Patrón restrictivo. Se caracteriza por una CPT disminuida a expensas de la capacidad
residual funcional, lo cual tiende a que los pulmones se colapsen sobre todo en la espiración.
Se presenta con CVF disminuida, VEF1 disminuido y VEF1/CVF normal.
4. Patrón mixto. Se caracteriza por presentar una CVF disminuida, VEF1 disminuido y
VEF1/CVF disminuida. En ocasiones es preciso, además, conocer la capacidad pulmonar
total (CPT) y el volumen residual (VR) para diferenciar correctamente los trastornos
obstructivos de los restrictivos. En los trastornos obstructivos no existe disminución de la
CPT y, sin embargo, está aumentado el volumen residual.
“Una vez conocido el tipo de patrón espirométrico, es posible establecer el grado de
limitación al flujo aéreo, en función de los valores obtenidos”.
Test de broncodilatación
Se realiza fundamentalmente:
Para diagnóstico de asma bronquial.
En el paciente con EPOC para establecer el grado de reversibilidad de la vía aérea.
“La CVF y el VEF1 deben aumentar alrededor del 10% y el FEF25-75%, más del 30% para
considerarse significativa”
Interpretación de resultados
Informe
La espirometría es la prueba modelo para medir los volúmenes pulmonares; sin embargo, es incapaz
de ofrecer información sobre el volumen residual, la capacidad funcional residual, y la capacidad
pulmonar total. La prueba más utilizada para obtener información sobre estos volúmenes es la
pletismografía corporal. Es una prueba compleja que permite conocer el volumen residual (VR), es
decir, el volumen que queda en el pulmón después de expulsar todo el aire que se puede.
El sistema de pletismografía corporal se realiza introduciendo al sujeto dentro de una cabina
diseñada para tal fin, allí se pueden realizar dos mediciones principalmente: El volumen del gas
intratorácico y la resistencia de la vía aérea.
Para realizar la pletismografía, se pide al paciente que permanezca sentado en el interior de
una cabina herméticamente cerrada. Una vez instalado, se les solicita que respiren por la boca a
través de una boquilla y con una pinza en la nariz, realizando una maniobra de "jadeo" tranquilo para
que el sujeto se adapte correctamente a la boquilla del pletismógrafo, entonces cada cierto tiempo el
explorador cierra durante unos segundos la entrada de aire al sistema y el sujeto hace esfuerzos
respiratorios para vencer el obstáculo. Cuando la válvula se reabre el sujeto realiza inmediatamente
una espiración forzada seguida de una inspiración forzada hasta su CPT y de nuevo una maniobra 372
espiratoria forzada para después respirar tranquilamente y así terminar la prueba.
En todo momento el explorador ira explicando al paciente en voz alta y tono firme como debe
respirar. Las condiciones que se deben cumplir para realizar una pletismografía son similares a las
mencionadas para la espirometría forzada. Otras técnicas se basan en la respiración de una cantidad
de Helio (método de dilución de Helio) o de oxígeno al 100% (método de lavado de N2) que difunde
por todo el pulmón y posteriormente se recoge para su análisis. La inhalación de dichos gases en
ningún caso supone un peligro para el organismo.
V. Transferencia de monóxido de carbono (DLCO)
373
VI. Actividades
Los riñones son los órganos que desempeñan diversas funciones fundamentales para el
mantenimiento de la vida del individuo; es decir, la homeostasis del medio interno.
Mantenimiento del equilibrio hídrico, mediante la ADH que es regulado por la
osmolaridad plasmática y el volumen circulante efectivo.
Mantenimiento de sodio corporal total, que a su vez se encuentra en estrecha relación con
el volumen del líquido extracelular y que son regulados por la tasa de filtración glomerular,
la reabsorción de sodio, hormonas como la aldosterona y el factor natriurético atrial.
Mantenimiento del potasio corporal total, mediante la aldosterona.
Mantenimiento del metabolismo fosfocálcico, mediante la síntesis de la 1,25-vitamina D y
su interrelación con la parathormona (PTH)
Mantenimiento del equilibrio ácido-base, mediante la secreción de protones y la
producción de amonio.
Mantenimiento del hematocrito normal, mediante la síntesis y secreción de
eritropoyetina. 378
Eliminación de los productos finales del metabolismo proteico.
Eliminación de otras sustancias del cuerpo.
Regulación de la tensión arterial.
El riñón, al estabilizar el volumen y las constantes físico-químicas del líquido extracelular,
también mantiene el equilibrio intracelular de forma indirecta a través de la formación de la orina.
Esto se realiza mediante la conservación de agua y los osmoles presentes normalmente en el
organismo.
La orina es el resultado de una serie de procesos que comprende a la filtración glomerular,
resorción de sustancias y secreción de otras a lo largo de los túbulos renales con la consiguiente
excreción.
El glomérulo renal produce un enorme volumen de ultrafiltrado, sin proteínas, que
representa unos 180 litros por día para ambos riñones, en el sujeto normal. Este ultrafiltrado se
forma simplemente por ultrafiltración a través de la pared de los capilares glomerulares y tiene igual
concentración de cristaloides en la fase acuosa del plasma.
Los túbulos renales tienen a su cargo el procesamiento selectivo de este filtrado, conservando
un 99% del agua filtrada y excretando solo 1 a 2 litros diarios.
Los cristaloides son selectivamente concentrados o excretados mediante la resorción de las
sustancias que resultan útiles al organismo y la secreción y eliminación posterior, a la luz tubular, de
aquellas que deben eliminarse.
Basta conocer el funcionamiento de una nefrona para comprender la función del riñón en su
totalidad.
379
Estructura del riñón. La figura muestra a) una sección coronal de riñón y b) una vista ampliada del contenido de una
pirámide renal. c) Muestra en forma aislada una nefrona que es microscópico en tamaño real.
Cada riñón posee numerosos ovillos microscópicos de capilares sanguíneos arteriales
denominados glomérulos, los cuales reciben sangre de una arteriola aferente y la vierte en otra
arteriola eferente de calibre más pequeño.
El glomérulo está envuelto por una membrana de doble pared que da lugar a la cápsula de
Bowman, que se repliega en el lugar en donde confluyen las arteriolas aferente y eferente. Por el
extremo opuesto, la membrana de la cápsula de Bowman continúa por un delgado tubo de curso
tortuoso denominado túbulo renal. El conjunto de glomérulo y cápsula de Bowman se denominan
corpúsculo de Malpighi.
El túbulo renal que sale de la cápsula de Bowman se denomina túbulo contorneado proximal
(TCP) y se continúa con un segmento en forma de U denominado asa de Henle. Finalmente, al asa
de Henle, sigue el túbulo contorneado distal (TCD) que desemboca en un túbulo colector. La orina
formada en la nefrona se recoge en los túbulos colectores, que representan los conductos en los que
desembocan los túbulos contorneados distales. Los túbulos colectores van confluyendo entre sí a
distintos niveles y van aumentando su calibre a medidas que se adentran en la zona medular.
Finalizan en grandes conductos (conductos de Bellini) que se abren directamente en los cálices
renales.
La nefrona
El conjunto de glomérulo, cápsula renal y túbulos renales compone la unidad funcional del riñón 380
denominado nefrona. Se estima que el riñón humano contiene alrededor de 1 a 1 millón y medio de
nefronas. La mayor parte de la nefrona se encuentra situada en la zona cortical y solo la porción de
la nefrona constituida por el asa de Henle se encuentra en la zona medular.
Las nefronas, aunque son esencialmente similares entre sí, difieren en su longitud. Las más
cortas tienen sus corpúsculos en las capas más superficiales de la corteza y las asas de Henle se
extienden solamente hasta la mitad de la médula. Los glomérulos de estas nefronas reciben el
nombre de glomérulos corticales, mientras que, las nefronas largas comienzan junto a la médula y
sus asas pueden llegar hasta casi alcanzar la papila. Los glomérulos de estas nefronas se denominan
glomérulos yuxtamedulares.
El glomérulo (o corpúsculo renal) consta de una red capilar revestida por una capa de células
endoteliales, una región central formada por células mesangiales, células epiteliales con una
membrana basal asociada que forman la capa visceral y, finalmente una capa parietal de células
epiteliales que forman la cápsula de Bowman. Permite que el plasma se filtre a través de la membrana
filtrante fenestrada compuesta por una membrana basal glomerular periférica y por unas células
epiteliales viscerales especiales denominados podocitos. Entre las dos capas epiteliales (capa visceral
y capa parietal) se extiende una cavidad estrecha llamada espacio de Bowman.
Las células mesangiales son células de forma irregular, con un núcleo denso y unas
prolongaciones citoplasmáticas alargadas. Además, contienen grandes cantidades de
microfilamentos formados por actina, α-actinina y miosina, que les confieren muchas de las
propiedades funcionales de las células del musculo liso. Además de proporcionar un soporte
estructural para las asas capilares glomerulares, las células mesangiales intervienen en la regulación
de la filtración dado que sustancias vasoactivas como la angiotensina II, vasopresina, noradrenalina,
y otros, provocan su contracción mientras que son relajadas por la PGE2, el péptido natriurético
auricular (PNA) y la dopamina (DA).
Los capilares glomerulares están revestidos de una capa de endotelio fenestrado, tienen la
función de sintetizar óxido nítrico (ON) y en su superficie se encuentran receptores para el factor de
crecimiento del endotelio vascular (VEGF) que es un importante regulador de la permeabilidad
vascular. Las células endoteliales constituyen la barrera inicial ante el paso de los componentes de la
sangre desde la luz capilar hasta el espacio de Bowman.
Las células epiteliales viscerales, también llamadas podocitos son las mayores del glomérulo.
Poseen largas prolongaciones citoplasmáticas que se extienden desde el cuerpo celular principal y lo
dividen en apéndices llamados pedicelos.
Circulación renal
Los riñones están irrigados por las arterias renales, ramas de la aorta abdominal. Son muy cortas y
se dividen entre las pirámides de Malpighi, dando origen a las arterias interlobulares. De estas a su
vez a nivel de la zona corticomedular, nacen las arterias arciformes, las cuales se continúan en las
arterias interlobulillares que formarán finalmente las arteriolas aferentes de los glomérulos.
La sangre arterial que llega al riñón por la arteria renal fluye por las arterias interlobulares, 381
arciformes e interlobulillares, arteriola aferente, capilares glomerulares, arteriola eferente y
capilares peritubulares (los verdaderos capilares que aportan al riñón el oxígeno y nutrientes
necesarios para su función). Estos capilares se continúan con las venas interlobulares, arciformes,
interlobulillares para luego finalizar en la vena renal que vierte la sangre a la vena cava inferior.
Debido a que la función de los riñones, de eliminar productos de desecho a través de la orina,
recibe gran cantidad de sangre por gramo de peso. Una forma de expresar el flujo de sangre renal es
considerando la fracción renal o fracción del gasto cardíaco que pasa por los riñones. Por ejemplo,
en un sujeto de unos 60 kg de peso, el gasto cardíaco es de unos 6 litros/minutos, suponiendo la
fracción renal el 20% (1,6 litros/min) de este volumen. Dividiendo este volumen por el peso de ambos
riñones, se obtiene un flujo de sangre de 420 ml/min/100 g de tejido, flujo sustancialmente mayor
que el del hígado, o del músculo en reposo.
La regulación del flujo sanguíneo en los glomérulos se consigue mediante tres formaciones:
el cojinete polar (con células yuxtaglomerulares), las células de Goormaghtigh (células mesangiales
extraglomerulares) y la mácula densa. El cojinete polar consiste en un engrosamiento de la pared de
la arteriola aferente antes de que esta entre en el glomérulo renal. La arteriola pierde su membrana
elástica, el endotelio de vuelve discontinuo y la túnica media se dispone en dos capas, formadas por
células granulares secretoras que producen y liberan la renina.
382
386
II. Función de la nefrona
387
Relación entre la estructura de una nefrona y sus tres funciones principales: filtración glomerular, reabsorción y
secreción tubular. Las sustancias excretadas permanecen en la orina y luego abandonan el cuerpo. Para cualquier
sustancia S, la tasa de excreción de S = la tasa de filtración de S – la tasa de reabsorción de S + la tasa de secreción de S.
Las presiones que tienden a expulsar líquido de los capilares son mayores que las que tienden 388
a retenerlo, por lo cual filtra líquido a través de las paredes capilares glomerulares, hacia la cápsula
de Bowman. Estas fuerzas, aunadas a la permeabilidad hidráulica y el área de superficie de la
membrana de los capilares glomerulares, determinan el flujo neto de líquido, llamado índice de
filtración glomerular (IFG).
Las ecuaciones siguientes expresan todas las fuerzas que participan en la determinación del
IFG.
IFG = (coeficiente de ultrafiltración) (fuerzas que se oponen a la filtración y la
favorecen)
IFG = (coeficiente de ultrafiltración) [(fuerzas que favorecen la filtración) – (fuerzas
que se oponen a la filtración)]
IFG = Kf × [(Pc + πb) – (πg + Pb)]
IFG = Kf × (Pc - πg – Pb)
Kf = coeficiente de ultrafiltración, o sea el producto de la permeabilidad hidráulica (Lp) por el área
de superficie (AS) de la membrana de los capilares glomerulares.
Pc = presión hidrostática de los capilares glomerulares.
πg = presión oncótica de los capilares glomerulares
Pb = presión hidrostática del espacio de Bowman.
πb = presión oncótica del espacio de Bowman.
Las presiones que favorecen la filtración y las que se oponen a ella son:
Presión hidrostática de los capilares glomerulares (Pc): la Pc promedia casi 60
mmHg en el extremo aferente de los capilares glomerulares y cae a 58 mmHg en el extremo
eferente de dichos capilares.
Presión oncótica del espacio de Bowman (πb): en condiciones normales esta fuerza es
insignificante, dado que se filtran cantidades mínimas de proteínas.
Presión hidrostática del espacio de Bowman (Pb): es aproximadamente de 20 mmHg
y permanece constante del extremo aferente al eferente de los capilares glomerulares.
Presión oncótica de los capilares glomerulares (πc): la πc promedia 25 mmHg en el
extremo aferente de los capilares glomerulares.
El líquido se filtra hacia fuera del plasma en los capilares glomerulares, mientras que las
proteínas plasmáticas se quedan en la sangre de modo que la concentración de dichas proteínas y la
presión oncótica aumentan conforme la sangre circula del extremo aferente al eferente de los
capilares mencionados. El cambio de la πg tiene efecto importante en la fuerza neta para la filtración
glomerular.
En el comienzo (extremo aferente) de dichos capilares, la suma de las fuerzas para la filtración
glomerular favorece considerablemente la filtración neta. La presión neta a favor de la ultrafiltración
glomerular (Pnuf) se puede calcular como sigue:
Pnuf = [(Pg + πb) – (πg +Pb)] = [(60 + 0) – (25 + 18)] = 17 mmHg
En el extremo distal (eferente) de los capilares, la π del plasma aumenta hasta 15 mmHg, lo
389
cual modifica en forma notable las fuerzas para la filtración:
Pnuf = [(Pg + πb) – (πg +Pb)] = [(58 + 0) – (40 + 18)] = 0 mmHg
Por lo tanto, la concentración de proteínas en la sangre glomerular tiene efecto considerable
en las fuerzas que operan a favor de la filtración glomerular. Los valores de las presiones son ciertos
si la presión arterial media en la arteria renal es 100 mmHg.
Debido a que la presión efectiva de filtración en el riñón es sustancialmente superior a la
presión de filtración capilar en otras partes del organismo, la velocidad de filtración renal es muy
alta. La mayor presión hidrostática de los capilares glomerulares está condicionada por algunas
particularidades de la circulación renal.
Primero, a la reducida longitud y gran diámetro de las arterias renales. Estas nacen en ángulo
recto, directamente de la aorta, lo que explica la pequeña diferencia de presión entre la aorta y los
capilares renales.
Segundo, a la alta resistencia que encuentra el flujo de sangre en los capilares del glomérulo.
Esta se debe, por una parte, a que el diámetro de la arteriola eferente es menor que el de la aferente;
por otra parte, a que la arteriola eferente se ramifica en una segunda red capilar que representa una
resistencia adicional. Es por ello que la sangre circula por los riñones a alta presión y, en relación a
su peso, son los órganos de más intensa irrigación del cuerpo humano, ya que pasa por ellos
aproximadamente la cuarta parte del volumen-minuto. Esto significa que en 24 horas fluye por los
riñones, cuyo peso conjunto no sobrepasa los 300 g unos 1728 litros de sangre.
De los 1200 ml de sangre que pasan en cada minuto por los riñones, alrededor de 650 ml
corresponden a plasma y 550 ml a los elementos formes. Como sólo el plasma participa en la
formación de la orina, para calcular el volumen total del líquido filtrado, la cantidad de los elementos
formes carece de interés. De los 1200 ml de plasma, filtran hacia la cápsula de Bowman
aproximadamente 125 ml de líquido por minuto, o sea, cerca de 180 litros en 24 horas. Esto permite
a los riñones actuar rápida y eficazmente sobre la composición del LEC y regular así constantemente
su volumen y composición.
Un factor de gran importancia en la filtración, es la permeabilidad de la membrana filtrante
la cual consta de varias capas.
390
Membrana de filtración. El tamaño de las fenestraciones endoteliales y de las hendiduras de filtración están exageradas
para destacarlas.
La membrana filtrante está formada por dos tipos de células: las células endoteliales de la
pared capilar y las células epiteliales de la pared de la cápsula de Bowman, que se adosa a los capilares
en toda su extensión. Entre ambas capas de células se encuentra la membrana basal o lámina densa.
Las células endoteliales glomerulares son bastante permeables porque tienen grandes
fenestraciones (poros) que miden entre 0,07 y 0,1 μm de diámetro. Este tamaño les permite a todos
los solutos del plasma salir de los capilares glomerulares, pero impide la filtración de las células
sanguíneas y las plaquetas. Entre los capilares glomerulares y la hendidura entre las arteriolas
aferente y eferente hay células mesangiales que ayudan a regular la filtración glomerular.
La lámina basal es una capa de material acelular compuesta por fibras pequeñas de colágeno,
proteoglucanos y una matriz de glucoproteínas; las cargas negativas en la matriz impiden la filtración
de proteínas plasmáticas más grandes con carga negativa.
Membrana de filtración
Por su parte, miles de procesos en forma de pie llamados pedicelos (diminutivo de pie) se
extienden desde cada podocito y envuelven los capilares glomerulares. Los espacios entre los 391
pedicelos son las hendiduras de filtración. Una membrana delgada, la membrana de la hendidura,
se extiende a lo largo de cada hendidura de filtración y permite el pasaje de moléculas con diámetro
menor de 0,006-0,007 μm, como agua, glucosa, vitaminas, aminoácidos, proteínas plasmáticas muy
pequeñas, amoníaco, urea y iones. Menos del 1% de la albúmina, que es la proteína plasmática más
abundante, atraviesa la membrana de la hendidura, ya que tiene un diámetro de 0,007 μm y es
demasiado grande para pasar.
Hasta hace poco, la mayoría de los investigadores creía que la membrana basal glomerular
era el filtro primario que excluía a las proteínas plasmáticas del filtrado. Sin embargo, se sabe
actualmente que el diafragma de la hendidura representa la barrera principal al paso de las proteínas
plasmáticas al filtrado, pues defectos genéticos de las proteínas que componen el diafragma de las
hendiduras resultan en una fuga masiva de proteínas hacia el filtrado, y, por tanto, aparece
proteinuria (proteínas en la orina).
La superficie del podocito podría ser dividida en tres dominios con diferentes localizaciones,
componentes proteicos y funciones. En cada dominio existen proteínas, que son fundamentales para
el mantenimiento y la integridad del mismo, más aún, para la estabilidad global de la arquitectura
del podocito:
1. Dominio apical: podocalixina, ezrina, complejo NHERF-2 (cubren la superficie del
podocito).
2. Dominio del diafragma de filtración: la principal responsable de la propiedad de
selectividad del diafragma es la nefrina. A este nivel también se encuentra la P-cadherina,
neph-1, podocina, CD2AP, ZO-1, filtrina, etc.
3. Dominio basal o de anclaje: es el encargado de fijar al pedicelo a la membrana basal
glomerular. Se encuentran el complejo distroglicano, el complejo integrina α3β1 y la
megalina.
Como las células sanguíneas no pueden pasar por la barrera, como tampoco gran cantidad de
las proteínas, la composición del ultrafiltrado glomerular es idéntica a la del plasma.
394
La sangre transporta la creatina hasta los músculos, donde mantiene un equilibrio con la
fosfocreatina (fosfágeno), y representa una fuente de energía inmediata para volver a formar el ATP,
cuando a éste se le transforma en ADP con la contracción muscular. Cada día, casi 2% de la creatina
corporal se convierte en creatinina; los músculos no pueden utilizar ésta y se le elimina en la orina.
La creatina también es un nutriente natural que se encuentra en diferentes alimentos de
origen animal, especialmente carnes, pescados y huevos. Sin embargo, esto no es suficiente para
suplir las demanda metabólicas de los tejidos y se requiere completar con la síntesis endógena de
creatina.
El 95% de la creatina de nuestro organismo se encuentra en el músculo esquelético, sobre
todo en las fibras de contracción rápida, y el resto se encuentra en el corazón y el sistema nervioso.
La fosfocreatina, su forma fosforilada, supone un 65% de la creatina intracelular.
Por deshidratación no enzimática, la fosfocreatina se transforma en creatinina que es el
reflejo de la actividad muscular y, por tanto, no depende de la ingesta de proteínas de la dieta sino
de la masa muscular. Su tenor en orina es prácticamente constante y casi no varía de día en día,
Normalmente se excreta en condiciones fisiológicas entre 1 y 2 g/24 h en hombres, y entre 0,6 y 1,5
g/24 h en mujeres. Estos valores fluctúan con la masa muscular y la actividad, así como también con
el grado de funcionalismo renal.
La creatinina es un compuesto sumamente difusible cuya eliminación del organismo se
efectúa a través del riñón y casi exclusivamente por filtración, con un 10% de secreción en el TCP.
Por este motivo, el clearance de creatinina endógena es uno de los métodos más frecuentemente
utilizados como medida de la filtración glomerular, sopesando el hecho de que se secrete en una
pequeña cantidad.
Los valores normales de creatinina varían poco con el sexo, aunque sí varían con la edad:
Hombres adultos entre 0,7 y 1,3 mg/dl.
Mujeres adultas entre 0,5 y 1,2 mg/dl.
En los niños:
1-30 días: 0,5-1,2 mg/dl
1-12 meses: 0,4-0,7 mg/dl
1-3 años: 0,4-0,7 mg/dl
4-6 años: 0,5-0,8 mg/dl
7-9 años: 0,6-0,9 mg/dl
10-12 años: 0,6-1 mg/dl
13-15 años: 0,6-1,2 mg/dl
16-18 años: 0,8-1,4 mg/dl 395
Los adultos con mucha masa muscular pueden tener más creatinina en la sangre que la
población normal. Las personas ancianas, por otro lado, pueden tener menos creatinina en la sangre
de lo normal por su menor masa muscular. Algunos fármacos pueden producir una elevación
anormal de las concentraciones de creatinina en sangre. Una concentración muy elevada de
creatinina en la sangre puede indicar fallo renal.
Procedimiento
Se determina la superficie corporal (S) mediante el nomograma de Dubois.
Se recolecta orina de 24 h.
La toma de sangre puede efectuarse en cualquier momento de la prueba.
Se determina creatinina en suero (P) y en orina (O).
Valores de referencia: 80 a 140 ml/min por 1,73 m2 con un valor promedio de 125 ml/min, en
adultos hasta 60 años.
Debido a los problemas prácticos inherentes a la determinación de clearance como el de los
valores obtenidos en oliguria, se puede usar la determinación de creatinina sérica (Cr sérica) como
índice de funcionalismo renal, y se puede utilizar la fórmula de Crockroft–Gault:
DCE = (140 – Edad) × Peso/kg
72 × Cr sérica (mg/dl)
En mujeres se multiplica por 0,85 que es la corrección para la superficie corporal. Esta
fórmula se debe utilizar en pacientes entre los 15 y 50 años de edad, aunque puede ser un referente
para pacientes de mayor edad, tomando en cuenta que a partir de la quinta década de la vida se
pierde unos 0,25 ml/min/año.
396
En el túbulo distal se reabsorben Na+ por acción de la aldosterona y H2O por la acción de la
ADH. Se excretan en el túbulo distal los iones K+ y NH4+. El balance acuoso es mantenido por la
excreción de una orina osmóticamente diluida (proceso de dilución o diuresis hídrica), o bien, por
una orina osmóticamente concentrada (proceso de concentración o de antidiuresis).
Normalmente, prevalece el segundo proceso, pues la adaptación de la vida fuera del medio
acuoso obliga al organismo a ahorrar constantemente agua. El mecanismo de dilución prevalece sólo
cuando se ingiere líquido en exceso. Ambos procesos regulan también el balance osmolar, de acuerdo
con la necesidad de eliminar o ahorrar osmoles (solutos).
El principal soluto, para los efectos de la presión osmótica, es el Na+. De acuerdo con las
necesidades del organismo, el riñón es capaz de eliminar orina cuya osmolaridad fluctúa entre 50
mOsm/l y 1200 mOsm/l. Por lo tanto, suponiendo que la ingestión de alimentos sea adecuada, cuali-
cuantitativamente, la menor ingestión de agua se compensa mediante la concentración de la orina y
la sobrehidratación por eliminación de una orina diluida.
Nuestros conocimientos acerca de los mecanismos que regulan la concentración y dilución
de la orina, han variado fundamentalmente con la introducción de la llamada teoría de
contracorriente.
El mecanismo de contracorriente se produce gracias a la peculiar arquitectura de la médula
renal, en la que tanto el asa de Henle como los vasos, siguen recorridos en horquilla. Para
comprender el fundamento del mecanismo en contracorriente y la regulación de la concentración y
dilución de la orina, es necesario conocer que: 1) tanto la rama ascendente, como descendente del
asa de Henle son impermeables para el agua, en ausencia de la hormona antidiurética (ADH), 2) la
acción de la ADH consiste en permeabilizar estas estructuras al paso del agua y, 3) en el túbulo
proximal se absorben en forma obligada las 7/8 partes del agua y del sodio filtrados en el glomérulo
(de los 180 litros de agua filtrados se reabsorben 150 litros, de manera que sólo 30 litros llegan al asa
de Henle).
Como la reabsorción en el túbulo proximal se realiza en forma isoosmótica, sólo estos 30
litros participan en los procesos de dilución y concentración.
Procedimiento
Es similar al clearance de creatinina.
Valores de referencia: en adultos 64 a 99 ml/min., por 1,73 m2 y en niños 41 a 65 ml/min., por
1,73 m2
Mecanismo de concentración de la orina
El Na+ que ingresa de la luz tubular, mediante el cotransportador Na+-K+-2Cl-, es transportado hacia
el espacio intersticial de la médula renal, mediante la bomba de Na+/K+ ATPasa, a través de la pared
de la rama ascendente gruesa del asa de Henle, que es impermeable al agua debido a la densa capa
de glucocálix. La electroneutralidad se mantiene porque el Cl- sigue al Na+. El líquido intersticial se
torna, así, hiperosmótico con respecto al líquido intratubular.
Consecutivamente sale agua (a través de la pared) de la rama descendente del Asa de Henle
hacia le intersticio por efecto osmótico y aumenta la osmolaridad del filtrado a medida que avanza
por el asa. Debido a esto se establece un gradiente osmótico en dirección de la papila renal y el líquido
intratubular en la corteza está más diluido que en las regiones más profundas, cercanas a la médula.
La diferencia de osmolaridad entre el líquido intratubular y el del intersticio es insignificante
cualquiera sea el nivel en que se analice ya que la presión osmótica intersticial se modifica
paralelamente con la intratubular. Por el contrario, la diferencia es considerable si se compara el
líquido del túbulo proximal (isoosmótica respecto al plasma) con el del asa de Henle (marcadamente
hiperosmótico).
La osmolaridad del líquido en los túbulos proximal es de 300 mOsm/l, mientras que en el
túbulo distal es hipoosmótico (100 mOsm/l) debido a la reabsorción activa de solutos en el asa
ascendente gruesa de Henle.
En la conservación de la hiperosmolaridad medular-papilar participan los vasos rectos (vasa 402
recta), que funcionan como otro de los elementos del sistema de contracorriente. En efecto, a medida
que la sangre fluye hacia la profundidad de la médula, capta Na+ y Cl- y entrega H2O al intersticio,
por diferencia de osmolaridad, haciéndose así progresivamente hiperosmótica. Pero al retornar el
vaso recto hacia la capa externa de la corteza, la sangre recorre un tejido renal cuyo líquido
intersticial es pobre en solutos, por lo cual pierde Na+ y Cl- hacia el intersticio y absorbe agua,
disminuyendo gradualmente su osmolaridad. En esta instancia el líquido en el túbulo distal no sólo
no se ha concentrado, sino que se ha hecho ligeramente hipoosmótico.
La concentración del líquido intratubular requiere la presencia de la hormona antidiurética
(ADH) la cual hace permeable para el H2O las paredes del túbulo distal y del túbulo colector. A este
nivel pasa agua del líquido intratubular al intersticio hasta que ambos se hacen isoosmóticos al final
del túbulo distal, para tornarse progresivamente hiperosmóticos en el túbulo colector hasta alcanzar
un máximo a nivel de la papila renal.
Como resultado final de estos procesos iniciados por la ultrafiltración glomerular, se ha
formado la orina, cuya cantidad, en relación con el volumen de ultrafiltrado glomerular, es escasa,
pero cuya concentración es considerablemente mayor.
Es importante notar que el exceso de agua en el compartimiento extracelular, inhibe la
secreción de ADH. Debido a esto se elimina una orina abundante, pobre en solutos, o sea, diluida.
Contribuye a este efecto el hecho de que, a pesar que en los túbulos distal y colector disminuye la
reabsorción de H2O, por la acción de la aldosterona, se mantiene la reabsorción de Na+, con la
consiguiente reducción de los solutos.
403
Mecanismo de concentración de la orina en las nefronas yuxtamedulares de asa larga. La línea verde indica la presencia
de cotransportadores de Na+-K+-2Cl– que reabsorben estos iones hacia el líquido intersticial de la médula renal
simultáneamente; esta porción de la nefrona también es casi impermeable al agua y a la urea. Todas las concentraciones
están en miliosmoles por litro (mOsm/L).
Prueba de dilución
La ingestión y absorción de líquidos, da a lugar a una dilución de la sangre que es detectada por los
osmorreceptores provocando una reducción en la cantidad de ADH liberada por la hipófisis. En
respuesta a esta disminución de ADH, los riñones reabsorben menor cantidad de agua y, en
consecuencia, aumenta el volumen de orina excretada por unidad de tiempo con una densidad baja.
Procedimiento
Dejar de ingerir alimentos o bebidas por lo menos 2 horas antes de iniciar la prueba.
Evacuar la vejiga, desechando esta orina.
Ingerir 1 litro de agua en 30 minutos.
A partir de este momento, se recoge la orina cada 30 minutos en recipientes separados,
marcando la hora de obtención de cada uno, durante 2 horas. (El alumno deberá tener 4
frascos conteniendo las distintas muestras)
Se mide la densidad y el volumen de cada muestra.
Los resultados obtenidos se colocan en la tabla más abajo.
Prueba de concentración
Cuando se ingieren disoluciones hipertónicas o alimentos ricos en sal, los osmorreceptores son
estimulados intensamente y, a través de un incremento en la secreción de ADH, se reabsorbe mayor
cantidad de agua en el riñón y se elimina menor volumen de orina, con densidad elevada.
Procedimiento
Dejar de ingerir alimentos o bebidas por lo menos 2 horas antes de iniciar la prueba.
Ingerir un alimento rico en sal; por ejemplo, papas fritas. (Evitar frutas y verduras).
Evacuar la vejiga, desechando esta orina.
A partir de este momento, se recoge la orina cada 30 minutos en recipientes separados,
marcando la hora de obtención de cada uno, durante 2 horas evitando la ingesta de comida o
bebidas hasta finalizada la prueba. (El alumno deberá tener 4 frascos conteniendo las
distintas muestras)
Se mide la densidad y el volumen de cada muestra.
Los resultados obtenidos se colocan en la tabla más abajo.
405
Función de la ADH
La hormona antidiurética (ADH) o Arginina-Vasopresina (AVP) tiene dos funciones fisiológicas
principales: la primera y más importante es la retención de agua en el riñón y la segunda es la
contracción del músculo liso vascular. Mantiene el volumen del líquido corporal, así como su
osmolaridad, dentro de estrechos límites compatibles con el adecuado funcionamiento del
organismo.
Cuando la osmolaridad de la sangre aumenta 1%, se incrementa la secreción de ADH y el
riñón reabsorbe mayor cantidad de agua; como consecuencia, la osmolaridad del plasma disminuye
y el volumen de orina excretada se reduce.
La ingesta de una gran cantidad de agua da lugar a la hemodilución, con la consiguiente
disminución de la osmolaridad, lo cual disminuye la secreción de ADH. Por lo tanto, el riñón
reabsorbe menor cantidad de líquido, corrigiéndose la dilución del plasma, y el individuo excreto un
mayor volumen de orina, de menor osmolaridad (densidad o peso específico).
Los osmorreceptores están localizados en el hipotálamo anterior, y en los individuos
normales el “osmostato” parece estar ajustado de forma que la secreción de ADH se suprime cuando
la osmolaridad del plasma baja a niveles de 280 mOsm. Por encima de esta concentración, la
secreción de ADH aumenta en proporción directa con la osmolaridad, ejerciendo una antidiuresis
máxima a una osmolaridad del plasma de 295 mOsm/Kg. de agua.
La concentración de sodio en el líquido extracelular determina casi por completo la
osmolaridad de los líquidos extracelulares. Esto se debe a que el sodio es el catión más abundante
del líquido extracelular y representa más del 90% de estos iones. Dado que el sodio y sus aniones
contribuyen normalmente en un 90% de la osmolaridad del plasma, los osmorreceptores funcionan
principalmente en la detección de cambios en la osmolaridad (concentración de sodio).
El centro de la sed, localizado en la región anterolateral del hipotálamo, se trata de centros
distintos de los osmorreceptores. La sed está regulada fundamentalmente por el aumento de la
osmolaridad plasmática y por la disminución del volumen extracelular.
Por otra parte, la disminución del volumen extracelular es capaz de estimula la sed aún en
ausencia de cambios de la osmolaridad plasmática como en las hemorragias. En estas circunstancias
la Angiotensina II, generada por la activación de la renina, parece ser al menos parcialmente
responsable.
La hiposecreción o déficit absoluto de la ADH produce un cuadro clínico denominado
“diabetes insípida central”. Este trastorno se caracteriza por poliuria, polidipsia y tendencia a la
hiperosmolaridad plasmática. Cuando el defecto se encuentra e el receptor V2 de la ADH a nivel
renal, se produce un cuadro similar, pero hay secreción de ADH, aunque no puede actuar
normalmente por lo que se denomina “diabetes insípida nefrogénica”.
Por otra parte, la secreción inapropiada de ADH (SIADH), entidad clínica que se
caracteriza por una hipersecreción de ADH, tiende a producir hipoosmolaridad plasmática también
denominado “intoxicación acuosa”.
406
Fisiología de la micción
La orina llega por los uréteres a la vejiga. Las contracciones rítmicas de la musculatura lisa de los
cálices renales, expulsan la orina hacia los uréteres, cuyos movimientos peristálticos la impulsan
rítmicamente hasta la vejiga.
La vejiga es un reservorio cuyas paredes tienen musculatura lisa dispuesta en 3 capas
superpuestas, que forman alrededor del orificio uretral un anillo muscular que constituye el esfínter
interno. En condiciones normales su capacidad es de 500-600 mL. Desde la vejiga la orina llega al
exterior a través de la uretra. Existe además un esfínter externo, de musculatura estriada, ubicado
alrededor de la uretra, inmediatamente por debajo de la vejiga.
Es importante mencionar que la vejiga no es un simple receptáculo, ya que es capaz de
absorber tanto agua como ciertos solutos. Su musculatura conserva cierto grado de tono aun cuando
está vacía. Este tono depende de impulsos generados en el músculo liso mismo (tono miógeno), pero
la micción está regulada por un centro medular. Además, la vejiga se adapta continuamente,
mediante cambios del tono de su musculatura, a los cambios de su contenido. Así, la presión
intravesical sólo aumenta en grado insignificante al incrementarse su contenido. La presión se
incrementa, sin embargo, durante la micción, lo que facilita el paso de la orina a la uretra y luego al
exterior.
La contracción de la vejiga se produce por mecanismos nerviosos reflejos inducidos por la
distensión de sus paredes. La contracción se acompaña de relajación refleja del esfínter interno. El
esfínter externo, controlado por la voluntad, se relaja y la orina fluye por la uretra hacia el exterior.
Uréteres, vejiga y uretra femenina. La orina se almacena en la vejiga antes de ser evacuada, durante la micción.
La destrucción del centro reflejo sacro produce retención de orina y aumento de la presión
intravesical. En esta condición la vejiga no se distiende, por no producirse la disminución del tono
que, como ya se ha señalado, ocurre normalmente al aumentar su contenido. En este caso el
vaciamiento se hace por rebalse y en el momento en que la presión intravesical vence la resistencia
ofrecida por el esfínter externo (incontinencia pasiva). Al prolongarse esta situación, la elevada
presión intravesical repercute sobre los uréteres, la pelvis renal y el riñón mismo, produciendo
hidronefrosis que altera el funcionamiento renal.
Si se seccionan las raíces posteriores sacras, interrumpiéndose así las fibras aferentes que
transmiten los impulsos generados por la distensión de la vejiga y que van hacia el centro sacro,
desaparece el vaciamiento reflejo, pero se conserva el voluntario. En este caso la micción puede
realizarse de manera dificultosa, aunque ésta mejora progresiva y substancialmente con el tiempo.
Conjuntamente con el centro medular sacro, ciertos centros superiores, situados
principalmente en la región bulbo-protuberancial, ejercen influencia sobre el vaciamiento vesical.
Diuresis y diuréticos
La diuresis es la excreción de orina, tanto en términos cuantitativos como cualitativos. También se
define como la cantidad de orina producida en un tiempo determinado. Por su parte, también se
admite la palabra diuresis como mayor excreción de orina.
Diuresis acuosa. La disminución de la osmolalidad plasmática y/o el aumento del volumen
de sangre disminuyen los niveles de ADH y determinan la excreción de la denominada agua libre.
Diuresis osmótica. Se produce cuando aumenta la cantidad de sustancias no reabsorbibles
filtradas en el túbulo (a nivel terapéutico, manitol 15 al 20%). Estas sustancias retienen el agua por
mecanismos osmóticos. Un mecanismo parecido se produce cuando algunas sustancias
reabsorbibles, como la glucosa, supera la capacidad de reabsorción del túbulo por un aumento de su
concentración plasmática (hiperglucemia). La glucosuria asociada a la diabetes se acompaña de
diuresis y, de forma secundaria, de sed. Un fenómeno parecido se produce para la bicarbonaturia.
Diuresis por presión. Se produce por aumento de la osmolalidad medular cuando
aumenta su circulación, sobre todo como consecuencia de la hipertensión arterial.
Diuréticos. Son medicamentos que provocan diuresis. Actúan inhibiendo la reabsorción de
NaCl, con la excepción de los diuréticos osmóticos, lo que se acompaña de forma secundaria de una
menor reabsorción de agua. El objetivo terapéutico de estas sustancias en los pacientes con edema o
hipertensión arterial es reducir el volumen extracelular (LEC).
Aunque los diuréticos inhiben principalmente el transporte de NaCl en todo el cuerpo, su 409
importante “especificidad” renal se debe a que a nivel tubular se produce su secreción y un aumento
de la concentración por la reabsorción de agua tubular.
Los inhibidores de la anhidrasa carbónica (acetazolamida) reducen el intercambio
de Na+/H+ en el túbulo proximal y la reabsorción de HCO3-. La diuresis obtenida es algo menor,
porque los segmentos distales del túbulo reabsorben el exceso de NaCl y reducen la TFG por la
retroalimentación tubuloglomerular. Además, el aumento de excreción de HCO3- produce una
acidosis metabólica.
Los diuréticos más eficaces son los diuréticos de asa (furosemida, bumetanida, ácido
etacrínico), que inhiben el cotransporte de Na+-2Cl--K+ en la rama gruesa ascendente del asa de
Henle, lo que no sólo impide la reabsorción de NaCl, sino que al tiempo paraliza el “motor” del
mecanismo de concentración. De este modo disminuye el potencial transepitelial, lo que dificulta la
reabsorción paracelular de Ca2+ y Mg2+.
Como se produce una mayor llegada del Na+ no reabsorbido al conducto colector y a este nivel
también se produce reabsorción, aumenta la secreción acoplada a la misma de K+ el cual se pierde,
lo que determina, por la pérdida simultánea de H+, una alcalosis hipopotasémica.
Las tiazidas (hidroclorotiazida) inhiben la reabsorción de NaCl en el túbulo distal y
provocan, igual que los diuréticos de asa, una pérdida de K+ y H+ en el sentido de la corriente por la
mayor reabsorción de Na+ resultante.
La amilorida y el triamterene, bloquean los canales de Na+ de las células principales del
túbulo conector y el conducto colector, reduciendo, además, la excreción de K+, por lo que se le
denomina “diurético ahorrador de potasio”. Este efecto también lo presentan los
antagonistas de la aldosterona (espironolactona), que ocupan el receptor de aldosterona
citoplasmático y lo bloquean.
410
Sitios de acción de los diuréticos clínicos. Los diferentes fármacos diuréticos actúan en diversos sitios de los túbulos de la
nefrona para inhibir la reabsorción de agua. Como resultado de tales acciones, se reabsorbe menos agua a la sangre y se
excreta más en la orina. Lo anterior reduce el volumen y la presión de la sangre.
III. Trastornos de la función renal
Las funciones principales de la diuresis son la eliminación de sustancias del metabolismo (que de
acumularse producirían toxicidad y disfunción de órganos) y el mantenimiento de la calidad y
cantidad adecuada de líquidos corporales.
El síndrome urémico es el generado por el daño de los productos tóxicos del metabolismo
acumulado como consecuencia de la disfunción renal grave.
En el organismo y en relación con la dieta se producen 600 mOsm/día de estos metabolitos.
La capacidad máxima de concentración de la orina con ambos riñones normofuncionantes es de
1200 mOsm/L, por lo que podemos decir que como mínimo un individuo debe eliminar 500 ml de
orina para no retener estas sustancias y evitar su toxicidad.
La oliguria se define como la disminución en la diuresis de 24 h del nivel crítico, expresando
la posible acumulación de sustancias tóxicas derivadas del metabolismo (al inicio esto puede
acompañarse con aumentos de urea y creatinina o no). Cuando el nivel de funcionamiento renal no
alcanza para eliminar estos productos que se acumulan día a día, la situación de ser irreversible, se
torna incompatible con la vida, por lo que debe recurrirse a un riñón artificial (diálisis). El ritmo 411
diurético normal oscila alrededor de 50 ml/h en un paciente adulto normohidratado y 1 ml/Kg/h en
el niño. La disminución del ritmo diurético es el primer indicador de hipoperfusión renal. Tanto la
reducción del ritmo diurético como la oliguria pueden deberse a trastornos en la perfusión renal (de
cualquier etiología), a alguna enfermedad que afecte el parénquima renal o bien a obstrucciones en
el nivel tubular o de la vía urinaria. Tendremos entonces afecciones prerrenales, renales o
postrenales.
En la falla aguda del sistema (insuficiencia renal aguda) estos procesos que no pueden
realizarse amenazan la vida en forma inmediata y constituyen hasta un 5% de las interconsultas
nefrológicas en los hospitales. La falla crónica produce una incapacidad de mantener la homeostasis
del medio interno que requiere medios artificiales (diálisis) o del trasplante renal para vivir.
La falla aguda del sistema renal provoca los siguientes cuadros:
Sobrecarga de volumen.
Hiperpotasemia.
Acidosis metabólica.
Aumento de metabolitos tóxicos.
IV. Examen fisicoquímico de muestras de orina
La técnica de recolección de la muestra de orina varía según el tipo de investigación a realizarse. Para
el examen de rutina se recogerá por micción espontánea en recipientes de vidrio o plástico limpios y
secos. Se indica la recolección de la primera orina de la mañana que estará en condiciones óptimas
de concentración y elementos formes.
Para la recolección de orina en niños, existen colectores de orinas (para ambos sexos) de
polietileno transparente plegable estériles y no estériles. La bolsa se dobla y cierra para su
transporte.
Para determinaciones cuantitativas se recomienda la recolección de orina de 24 h a una hora
determinada (por ej. 8 h de la mañana), orinando a fondo y desechando esa orina. A continuación,
se recolecta toda la orina eliminada desde ese momento hasta la misma hora de la tarde (20 h). Este
volumen se envasa en frasco limpio rotulado como muestra Nº 1 o muestra diurna. A partir de ese
momento (20 h) toda la orina eliminada hasta la mañana siguiente a la misma hora que comenzó la
recolección (8 h), se envasa en un segundo frasco rotulado muestra Nº 2 o muestra nocturna.
Para la conservación de la orina, en general es suficiente el frío, pero pueden utilizarse 412
conservadores químicos como formol (solución de formaldehido al 40%), el cual se usa en la
proporción de 10 ml para el volumen de 24 h; timol, ácido bórico, tolueno.
Examen químico
La composición de la orina humana normal, con emisión de 1 litro en 24 h, se muestra en la
siguiente tabla:
DETERMINACIÓN VALORES
Glucosa 0 (0,1 g/L)
Proteínas 0 (0,5 g/L)
Cuerpos cetónicos 0 (< de 0,05 g/L)
Hemoglobina, nitritos, bilirrubina 0 (vestigios)
Urobilinógeno 1 mg/l
Urea 20 a 40 g/L
Creatinina 1 a 2 g/L
Ácido úrico 0,5 g/L
Fósforo 1 g/L 413
Cloruro 170 mEq/L
Amoníaco 40 mEq/L
Na+ 140 mEq/L
Ca2+ 15 mEq/L
Reacción (pH) 6 (4,5 A 8)
Procedimiento
Se homogeniza la muestra por rotación sobre la mesada y luego se separa 10 ml de la orina,
que se introducen en un tubo cónico de centrifugación.
Centrifugar a 2000 rpm por 5 minutos y luego volcar el sobrenadante límpido dejando solo
el sedimento.
Homogenizar por golpes suaves laterales con los dedos y tomar una gota de la suspensión la
cual se deposita sobre el centro de un portaobjetos y colocándole un cubreobjetos.
Observar al microscopio a 10X y 40X anotando lo observado.
Apellido y nombre:………………………………………………………………………………………………………
Procedimiento
Dejar de ingerir alimentos o bebidas por lo menos 2 horas antes de iniciar la prueba.
Evacuar la vejiga, desechando esta orina.
Ingerir 10 ml de agua por cada Kg de peso y además 50 ml de whisky.
A partir de este momento, se recoge la orina cada 30 minutos en recipientes separados,
marcando la hora de obtención de cada uno, durante 2 horas evitando la ingesta de comida o
bebidas hasta finalizada la prueba. (El alumno deberá tener 4 frascos conteniendo las
distintas muestras)
Se mide la densidad y el volumen de cada muestra.
Los resultados obtenidos se colocan en la tabla más abajo. 415
Efecto de la nicotina
Diversas sustancias, entre las que se encuentran la nicotina, favorecen la liberación de ADH; por
esta razón, después de fumar dos o tres cigarrillos se observa una importante reducción en el
volumen de orina excretado.
Procedimiento
Dejar de ingerir alimentos o bebidas por lo menos 2 horas antes de iniciar la prueba.
Evacuar la vejiga, desechando esta orina.
Ingerir 10 ml de agua por cada Kg de peso y después fumar un cigarrillo.
A partir de este momento, se recoge la orina a los 30 minutos y se fuma otro cigarrillo.
Se repite la operación cada 30 minutos hasta completar la prueba a las 2 horas. (El alumno
deberá tener 4 frascos conteniendo las distintas muestras)
Se mide la densidad y el volumen de cada muestra.
Los resultados obtenidos se colocan en la tabla más abajo.
Efecto del ejercicio
Durante el ejercicio muscular, un 50 % o más del flujo renal son desviados hacia el músculo y la piel,
con objeto de disipar el exceso de calor. La pérdida de líquidos por la transpiración se acompaña de
una disminución de la diuresis.
Procedimiento
Dejar de ingerir alimentos o bebidas por lo menos 2 horas antes de iniciar la prueba.
Evacuar la vejiga, desechando esta orina.
Realizar un ejercicio intenso durante 15 minutos como mínimo (por ejemplo, subir y bajar
las escaleras a la máxima velocidad posible).
A partir de este momento, se recoge la orina cada 30 minutos en recipientes separados,
marcando la hora de obtención de cada uno, durante 2 horas evitando la ingesta de comida o
bebidas hasta finalizada la prueba. (El alumno deberá tener 4 frascos conteniendo las
distintas muestras).
Se mide la densidad y el volumen de cada muestra.
Los resultados obtenidos se colocan en la tabla más abajo.
Apellido y nombre:………………………………………………………………………………………………………
Prueba realizada:………………………………………………………………………………………………………..
Disolución ingerida:…………………………………………………………………………………………………….
Peso corporal:……………………………………………………………………………………………………………..
417
VI. Actividades
ADDH
AAGH
I. El aparato digestivo.
II. Cavidad oral.
III. El esófago.
IV. El estómago.
V. El intestino delgado.
VI. El intestino grueso.
VII. Hígado y páncreas.
VIII. Evaluación del sistema gastrointestinal.
IX. Actividades.
Objetivos del capítulo
1. Explicar las funciones básicas del sistema gastrointestinal.
2. Explicar las alteraciones que pueden producirse como consecuencia de una alteración de la
motilidad digestiva en situaciones concretas.
3. Explicar el papel del estómago en la prevención de anemia perniciosa.
4. Describir los diversos mecanismos de producción de una úlcera péptica.
5. Deducir las consecuencias para la función gástrica, de una gastritis atrófica.
6. Deducir las consecuencias de una insuficiencia pancreática.
7. Deducir las consecuencias de una insuficiencia hepática.
8. Deducir las consecuencias de un trastorno biliar.
9. Deducir las consecuencias de un proceso diarreico.
10. Deducir las consecuencias de alteraciones del tránsito gastrointestinal.
11. Describir las técnicas de exploración gastrointestinal.
422
I. El aparato digestivo
El tubo digestivo es un verdadero sistema ya que se desarrolla a partir de una estructura única y
continua y la totalidad del tubo digestivo, incluidos sus conductos, es endodérmico. Su estructura
básica es la misma en todo su recorrido, presentando una mucosa, una submucosa, muscular y
adventicia o serosa y plexos nerviosos intrínsecos submucosos y muscular (plexos de Meissner y de
Auerbach respectivamente), cuya actividad es regulada por los nervios extrínsecos.
La función principal del aparato digestivo es la de permitir que los alimentos que se ingieren
puedan convertirse en nutrientes, para proveer a nuestro organismo la energía necesaria y los
elementos necesarios para la vida, eliminando los productos de desecho adecuadamente.
El cuerpo, no puede absorber los alimentos en el estado en que se ingieren. Las sustancias
nutritivas tienen que ser digeridas a sustancias químicamente más pequeñas para su absorción y
transportadas a los distintos tejidos del organismo.
Funciones
Casi todas las actividades del aparato digestivo se realizan sin intervención voluntaria. Solamente se
influye en forma voluntaria en los movimientos de su entrada y de su salida. Para ello, se poseen
músculos estriados que son voluntarios, tanto en el extremo proximal del esófago para la deglución
como en el ano para la defecación. Las demás actividades del estómago y del intestino se hacen en
forma autónoma, controladas por el sistema nervioso simpático, parasimpático y por células
nerviosas que están en la pared tanto gástrica como intestinal y que constituyen el sistema nervioso
entérico. Este plexo nervioso parecería tener creciente importancia en la forma de ser percibidas
algunas alteraciones de los movimientos intestinales. Las principales funciones son:
Motora, para transportar en forma caudal los alimentos a través del tubo.
Secretora, para digerir los alimentos recibidos que no pueden entrar a la sangre en la
forma en que se incorpora con la dieta.
Absortiva, para que dichos alimentos ya procesados (digeridos) puedan entrar en el
medio interno para ser distribuidos por el organismo.
La motilidad gastrointestinal tiene funciones esenciales en el tracto digestivo tanto en la
enfermedad como en la salud. En sujetos normales comprende la deglución, la digestión mecánica
y vaciamiento del estómago, la absorción adecuada de los nutrientes y del agua en el intestino
delgado y la defecación. Las células musculares lisas son las responsables de la actividad contráctil
del tubo digestivo. Se pueden distinguir dos tipos de contracciones:
1. Contracciones de corta duración, más o menos rítmicas, llamadas fásicas.
2. Contracciones de larga duración llamadas tónicas.
En el estómago proximal, en la vesícula biliar y en los esfínteres predominan las
contracciones tónicas. En el estómago distal y en el intestino delgado las contracciones fásicas. 425
Ambas están en relación con las cargas eléctricas que tienen las células musculares lisas encargadas
de la actividad contráctil, las que presentan cambios en su carga eléctrica en forma más o menos
constante.
Las contracciones peristálticas son contracciones fásicas de los músculos circulares, que se
propagan a lo largo del tubo digestivo, propulsando el bolo alimentario. La actividad rítmica basal y
las neuronas del Sistema Nervioso Entérico (SNE) tienen un papel importante para la realización de
estas contracciones. Esta onda contráctil se propaga lentamente en sentido distal. Las neuronas del
SNE controlan la coordinación de contracciones y relajaciones de los músculos circulares y
longitudinales.
La inervación extrínseca consiste principalmente en la inervación autónoma
(independientemente de la voluntad) y, en menor parte, en fibras nerviosas voluntarias.
Tradicionalmente se divide al sistema nervioso autónomo en inervación simpática y
parasimpática. La inervación parasimpática se realiza principalmente por medio del nervio vago. Los
cuerpos celulares del nervio vago están en el tronco cerebral.
El nervio vago va del cerebro al esófago donde se ramifica en una especie de plexo de malla
grande, que inerva el esófago. De aquí parten dos fascículos (nervio vago anterior y posterior) que
pasan a través del diafragma y se ramifican hacia el estómago, el intestino delgado y el colon
ascendente.
Asimismo, el vago no consiste únicamente en fibras eferentes (del cerebro al resto del cuerpo)
parasimpáticas sino también gran parte de las fibras del nervio vago son fibras aferentes (del resto
del cuerpo al cerebro) sensoriales, que informan al cerebro sobre el estado del estómago y de los
intestinos.
La inervación simpática viene de la parte tóraco-lumbar de la médula espinal. Las
ramificaciones de esta parte llegan hasta los ganglios simpáticos (entre otros el ganglio celíaco). Aquí
las fibras forman sinapsis con células nerviosas postganglionares, cuyas fibras siguen los vasos
abdominales, y terminan en el plexo intramural. El neurotransmisor más importante de este sistema
es la noradrenalina.
En la pared del tubo digestivo están el plexo mientérico (Auerbach), ubicado entre la
musculatura circular y longitudinal, y el plexo submucoso (Meissner), que forman conjuntamente el
Sistema Nervioso Entérico (SNE). Antes se consideraba al SNE como una simple conexión en el
sistema nervioso parasimpático, donde se transferían los impulsos de las fibras preganglionares a
las postganglionares sin modificarlas; es decir, como una simple prolongación del nervio vago.
426
427
La cavidad oral limita externamente con mejillas y labios. El techo está formado por el paladar. En
el plano posterior comunica con la orofaringe (porción oral de la faringe). Está revestida por la
mucosa oral, compuesta por un epitelio escamoso y tejido conectivo subyacente.
Las principales funciones de la cavidad oral (en relación a función digestiva) son la salivación,
masticación, degustación, y deglución (principalmente en su primera etapa).
Salivación
La saliva consiste en un líquido segregado por las glándulas salivales, de viscosidad variable, según
el estado de hidratación y la fase digestiva; de composición parecida a la del plasma, contiene agua,
iones, mucina, proteínas plasmáticas, leucocitos y detritos celulares.
Sirve para lubricar los alimentos, facilitando su masticación y la formación del bolo
alimenticio e inicia la digestión del almidón gracias a su contenido en α-amilasa. Ejerce además un
efecto de arrastre y limpieza de los dientes y la mucosa bucal.
Las tres glándulas salivales mayores (parótidas, submaxilares y sublinguales) drenan por sus
respectivos conductos hacia la cavidad oral y descargan saliva para humedecer la boca. 428
La salivación se regula mediante del SNA, el simpático tiene la acción de inhibir y el
parasimpático la de estimular la producción de la saliva. Se producen aproximadamente de 1 a 1,5
litros de saliva por día. La saliva es una solución hipotónica respecto al plasma, y con un pH entre
6,8 y 7.
Parótida: que produce 25% de la secreción total y está constituida por células serosas que
producen secreciones acuosas.
Submaxilar: que contribuye con 70% de la secreción total y produce moco (proteínas) y
secreciones serosas (mixta).
Sublingual: que contribuye con 5% de la secreción total y produce secreciones sobre todo
mocosas (proteínicas).
La saliva se compone de aproximadamente un 99,5% de agua y un 5% de solutos inorgánicos;
principalmente sodio, cloruro, bicarbonato y potasio, entre otros como fosfato, calcio y flúor. Tanto
los constituyentes orgánicos e inorgánicos salivales forman una secreción hipotónica porque los
conductos salivales son impermeables al agua.
Las células de los conductos salivales producen un líquido hipotónico de contenido bajo en
NaCl y alto en KHCO3. Ante tasas elevadas de secreción de saliva no hay suficiente tiempo para que
ocurra la absorción normal, de manera tal que aparecen cantidades mayores de Na+, Cl− y HCO3− en
la saliva.
La aldosterona aumenta la resorción de Na+, en tanto la estimulación parasimpática aminora
la absorción de Na+ por las células de los conductos.
Composición de la secreción salival en función de la velocidad del flujo comparada con la concentración de iones en el
plasma. La saliva es más hipotónica que el plasma durante todo su flujo. La concentración de bicarbonato en la saliva es
mayor que en el plasma, excepto para velocidades de flujo muy lentas.
429
Representación esquemática de un modelo de secreción salival en dos pasos. La secreción primaria, rica en amilasas y
electrólitos, se produce en la célula acinar. La concentración de electrólitos en el plasma es similar a la de la secreción
primaria, pero se modifica al atravesar el conducto, que absorbe Na+ y Cl– y excreta K+ y HCO3–.
Las células de los acinos salivales secretan diferentes proteínas, como la ptialina (α-amilasa
salival) que actúa en los enlaces α1−4 glucosídicos del almidón para producir maltosa, maltotriosa y
α-dextrinas límite. La ptialina continúa actuando en el estómago en tanto el bolo alimenticio se
mantenga intacto, incluso si no se mantiene el pH óptimo de la amilasa (6,8 a 7) para su función. Por
su parte, la lipasa lingual inicia la digestión de grasas.
La calicreína es una enzima que fragmenta proteínas vasodilatadoras (como las bradicininas)
del plasma.
Los esteroides sexuales también se secretan en la saliva. Las glándulas salivales secretan
testosterona; por tanto, la concentración de la hormona en la saliva puede indicar el estado
endocrino de un varón. Estrógenos y progesterona también se secretan en la saliva.
Las mucinas son glucoproteínas que lubrican y protegen la mucosa bucal.
Otros componentes incluyen a la lisozima, la cual es una mucoproteína de función bactericida
y antimicrobiana, ribonucleasa, proteína R, lipasa lingual, IgG e IgM. La composición de la saliva
varía según el lugar y el ritmo de producción.
En resumen, las funciones de la saliva comprenden:
1. Digestión: la amilasa salival inicia la fragmentación del almidón, actúa de manera óptima a
un pH de 6,9 y se inhibe una vez que alcanza el estómago dado su pH bajo (∼3,9). La lipasa
lingual inicia la digestión de las grasas.
2. Lubricación: las mucinas proveen la lubricación necesaria para facilitar el habla y la
deglución.
3. Equilibrio del agua: cuando las reservas de agua corporal son bajas, la boca se seca y
estimula la sed.
4. Protección: la saliva tiene una función de limpieza ayudada por inmunoglobulina A,
lisozimas, tiocianato, lactoferrina y HCO3−, este último, que contribuye a neutralizar el reflujo 430
ácido proveniente del estómago, inhibe la formación de caries dentales por neutralización del
ácido producido por las bacterias que actúan sobre los alimentos.
5. Endocrina: los esteroides y péptidos endocrinos aparecen en la saliva en cantidades que
reflejan las cifras plasmáticas. Así, los esteroides sexuales que se encuentran en la saliva
pueden ayudar al diagnóstico de hipogonadismo. También se encuentran el péptido
intestinal vasoactivo (VIP) y el factor de crecimiento epidérmico (EGF) en la saliva. Este
último se relaciona con la erupción dental, la maduración del revestimiento celular del
intestino y la citoprotección del esófago.
6. Excretora: se eliminan sustancias en la saliva. Ciertos síntomas pueden indicar la presencia
de venenos o virus en ella (p. ej., la presencia de encías azules lleva al diagnóstico de
intoxicación por plomo).
El gusto y el olfato activan los quimiorreceptores de la boca y la orofaringe.
La estimulación parasimpática produce una secreción acuosa que se bloquea con atropina,
mientras que la estimulación simpática produce una secreción mucoide espesa.
Las glándulas salivales están controladas sobre todo por señales nerviosas parasimpáticas
procedentes de los núcleos salivales superior e inferior del tronco del encéfalo.
El sistema nervioso central controla la secreción y el centro salival está en el cuarto ventrículo,
aproximadamente en la unión entre el bulbo y la protuberancia, y recibe impulsos del sistema
límbico. Estos núcleos se excitan, tanto por los estímulos gustativos como por los estímulos táctiles
procedentes de la lengua y otras zonas de la boca y la laringe.
431
Muchos estímulos gustativos, especialmente los amargos (causados por los ácidos),
desencadenan una copiosa secreción de saliva, a veces hasta 8 a 20 veces superior a la basal. Además,
determinados estímulos táctiles, como la presencia de objetos lisos en la boca (un botón, por
ejemplo), provocan una salivación notable, mientras que los objetos rugosos la estimulan muy poco
o incluso la inhiben.
Las señales nerviosas que llegan a los núcleos salivales desde los centros superiores del SNC
también pueden estimular o inhibir la salivación. Por ejemplo, cuando una persona huele o come sus
alimentos favoritos, la salivación es mayor que cuando huele o come alimentos que le disgustan.
El área del apetito del encéfalo, que regula en parte estos efectos, se encuentra en la
proximidad de los centros parasimpáticos del hipotálamo anterior y, en gran medida, responde a las
señales procedentes de las áreas del gusto y el olfato de la corteza cerebral o de la amígdala.
La salivación también puede producirse como respuesta a los reflejos que se originan en el
estómago y en la parte alta del intestino, sobre todo cuando se degluten alimentos irritantes o cuando
la persona siente náuseas debidas a alguna alteración gastrointestinal. Cuando se deglute, la saliva
ayuda a eliminar el factor irritativo del tubo digestivo, diluyendo o neutralizando las sustancias
irritantes.
La estimulación simpática, aunque produce vasoconstricción, también puede
incrementar la salivación en cantidad moderada más espesa y viscosa, pero en menor proporción
que la parasimpática. Los nervios simpáticos se originan en los ganglios cervicales superiores, desde
donde viajan hasta las glándulas salivales acompañando a los vasos sanguíneos.
Un factor secundario que también influye en la secreción es el aporte sanguíneo de las
glándulas, ya que la secreción requiere siempre una nutrición adecuada a través de la sangre.
Las señales nerviosas parasimpáticas por los pares craneales VII, IX y XII causa una
secreción acuosa copiosa al dilatar de forma moderada a los vasos sanguíneos. Además, la salivación
produce vasodilatación por sí misma, facilitando así el aporte nutritivo necesario para las células
secretoras. Parte de este efecto vasodilatador adicional se debe a la calicreína secretada por las
células salivales activadas que, a su vez, actúa como una enzima, escindiendo una de las proteínas
sanguíneas, una α2-globulina, dando lugar a la bradicinina, sustancia vasodilatadora potente.
Ocurre salivación excesiva antes del vómito, pues los centros del vómito y de la salivación
se localizan en estrecha proximidad en el bulbo raquídeo.
Procedimiento
Deglutir la pequeña cantidad de saliva presente en la boca, anotar la hora y a partir de este
momento, dejar de deglutir hasta que finalice la prueba.
Por medio de un embudo, recoger la saliva producida a intervalos regulares de 2 minutos, 432
hasta un total de 10 minutos, en la probeta marcada con la letra “B”.
Un minuto después de cada expulsión, leer el nivel alcanzado por el líquido en la probeta,
anotar solamente el nivel alcanzado por el líquido, ignorando la espuma presente en la parte
superior.
Registrar los valores obtenidos en un gráfico cantidad-tiempo.
Procedimiento
Estimulación mecánica, por medio de la masticación de un pequeño tubo de goma y
recogiendo la saliva en la probeta marcada con la letra “M”.
Estimulación química, por medio de un pequeño fragmento o cristal de cloruro sódico
colocado sobre la lengua, recogiendo la saliva en la probeta marcada con la letra “Q”.
Comparar las curvas obtenidas.
Guardar la saliva para las pruebas posteriores.
Viscosidad de la saliva
Procedimiento
Preparar dos tubos de ensayo medianos.
Depositar unos 2 ml de saliva en cada uno de ellos.
Añadir 10 gotas de ácido acético al 5% al tubo N° 1 y 10 gotas de agua destilada al tubo Nº 2.
Agitar bien los tubos y dejarlos en una gradilla hasta que finalice la experiencia siguiente.
Observar el efecto producido por el ácido acético, comparando la viscosidad de la saliva
desprovista de mucina por el ácido acético con la de la muestra normal.
Digestión salival
La α-amilasa, presente en la saliva, hidroliza el almidón y el glucógeno, polisacáridos de procedencia
vegetal y animal, respectivamente. La α-amilasa transforma a estos polímeros en compuestos
intermedios conocidos como dextrinas y, si se permite un tiempo suficiente para completar la
reacción, desdobla las dextrinas en maltosa y maltotriosa.
Procedimiento
Con la ayuda de un embudo y gasa, o algodón hidrófilo, filtrar las muestras de saliva
obtenidas anteriormente, recogiendo el filtrado en recipiente adecuado.
Mientras tiene lugar la filtración, preparar una gradilla con dos tubos de ensayo numerados.
Depositar 2 ml de disolución de almidón hervido al 1% y 2 ml de agua destilada en cada uno.
En un tubo de ensayo grande, hervir una pequeña cantidad de saliva, dejándola enfriar
después hasta temperatura ambiente. 433
Por medio de una pipeta Pasteur, añadir a los tubos 3 gotas de la preparación (enzima)
correspondiente: saliva normal al tubo N° 1 y saliva hervida al tubo N° 2.
Anotar el momento en que se añade la disolución de enzima a los tubos.
Inmediatamente, y a intervalos de 3 minutos, tomar una gota de cada una de las muestras,
empleando pipeta Pasteur distinta para cada tubo, y colocarla sobre una placa de porcelana,
agregar una gota de disolución de Lugol:
a) Prueba positiva (+): Color azul negruzco (indica almidón sin hidrolizar)
b) Prueba negativa (-): Desaparición del color azul (indica almidón totalmente
hidrolizado). La prueba continuará hasta que resulte negativa en dos lecturas
consecutivas o hasta que haya transcurrido un tiempo total de 15 minutos.
Determinar el momento en que la prueba de Lugol se hace negativa y anotar el tiempo
transcurrido.
Tiempo
TUBO Tº SUSTRATO ENZIMA
0 3 6 9 12 15
2 ml de almidón
3 gotas
1 37 +
de saliva
2 ml AD
2 ml de almidón 3 gotas
2 37 + de saliva
2 ml AD hervida
Masticación y degustación
La masticación se lleva a cabo por la acción conjunta de los músculos masticadores (los cuales
mueven la articulación temporomandibular) y los dientes.
La degustación está dada por la acción de los botones gustativos que en su gran mayoría se
encuentran en la lengua. La inervación de estos botones está dada por la cuerda del tímpano (rama
del nervio facial) y el nervio glosofaríngeo.
Deglución
La deglución es una función que está bajo un estricto control cerebral, está representada en la
corteza en forma bilateral. Comprende una acción coordinada de las fases orales, faríngeas
y esofágicas.
La primera fase produce el movimiento de líquidos o sólidos de la orofaringe al esófago.
Depende de la voluntad y tiene una duración de aproximadamente 2 segundos, estando regulado por
influencias de la corteza cerebral, como sucede con el sentido del gusto, la sensación de hambre y la
motivación.
El SNC le envía impulsos sensoriales a través de los nervios craneales V, IX y X, y de las vías
motoras V, VI, IX y XII. Los cuerpos cerebrales de las neuronas motoras que inervan los músculos
que intervienen en la deglución están localizados en la protuberancia (trigémino, facial) y en la
médula (núcleo ambiguo e hipogloso). Los centros cerebrales superiores también influencian la 434
deglución normal.
En la fase de la deglución orofaríngea participan 30 músculos estriados que son: músculos de
la mandíbula, de la cara, intrínsecos de la lengua, extrínsecos de la lengua, del paladar blando, de la
faringe y cricofarínge, intrínsecos de la laringe y supra e infrahioideos.
Para que durante la deglución no penetre líquido o alimento a la vía aérea se eleva la faringe,
el esfínter esofágico superior y la laringe y se cierran tres de las cuatro rutas que conectan la faringe,
es decir: la cavidad nasal, la cavidad oral y la laringe mientras que la cuarta ruta, el esfínter esofágico
superior se abre y el bolo alimentario es transportado al esófago por rápidos y fuertes movimientos
de la parte posterior de la lengua.
1) Fase oral: El alimento entra en la cavidad bucal, se mastica y se forma el bolo. La lengua se
eleva y propulsa el bolo hacia la faringe.
2) Fase orofaríngea: La laringe se mueve hacia arriba y adelante. Se detiene la respiración y se
relaja el esfínter esofágico superior (EES). En reposo el cierre del EES es debido a fuerzas
pasivas como también a contracciones musculares activas. Su relajación requiere inhibición del
cricofaringeo y contracción de los músculos suprahioideos. Su incompetencia puede ser debida
a su descenso de tono o relajación refleja siendo este último factor más importante. La mayoría
de los episodios de regurgitación esófago faríngea ocurren en posición erecta y asociados a
episodios de reflujo gastroesofágico.
3) Fase esofágica: El bolo pasa al esófago superior. El esófago se contrae en forma peristáltica
(contracciones progresivas). Se relaja el esfínter esofágico inferior. El bolo llega al estómago.
Cualquier desorden en esta secuencia de eventos puede llevar a un trastorno de la deglución o a
la aspiración dentro de la vía aérea.
Mecanismo de la deglución.
435
III. El esófago
El esófago, primer órgano del sistema digestivo, es un tubo de unos 20 cm, que está delimitado en
ambos extremos por un esfínter. Pueden identificarse cuatro segmentos: cervical (cuello), torácico
superior y torácico inferior. En su recorrido se marcan distintas improntas debido a su asociación
con estructuras vecinas: el cricoides (cartílago de la laringe), el arco de la arteria aorta, la aurícula
izquierda y el músculo diafragma, que separa el tórax del abdomen.
436
En un corte transversal, la luz del esófago está casi ocluida por un pliegue mucoso. La mucosa
tiene un epitelio escamoso estratificado. Este epitelio está en constante estado de renovación por la
formación de nuevas células de sus capas basales.
Para facilitar la propulsión del alimento hacia el estómago el epitelio está recubierto por una
fina capa de mucus, este mucus deriva de dos pares de glándulas, las cardiales y las esofágicas.
El esfínter esofágico superior (EES), se contrae durante la inspiración, evitando que el aire
entre al tracto gastrointestinal, divide la faringe del esófago y el esfínter esofágico inferior (EEI), lo
separa del estómago.
El EES está formado por el músculo cricofaringeo, que tiene forma de lazo y lo adhiere al
cartílago cricoides. Está formado por músculo estriado y es el que inicia la deglución.
El EEI, se encuentra en la unión del esófago con el estómago y separa estos dos órganos, no
es realmente un esfínter en el sentido anatómico, (pero al medirse tiene una presión elevada en
reposo) es un ensanchamiento asimétrico de la pared muscular que tiene el efecto fisiológico de un
esfínter. Este esfínter disminuye su tono, normalmente elevado durante el reposo del órgano, en
respuesta a varios estímulos: a) la llegada de la onda peristáltica primaria, b) la distensión de la luz
del esófago por el pasaje del bolo alimentario (peristalsis secundaria) y c) la distensión gástrica. La
presión elevada en reposo se mantiene tanto por contribuciones de nervios como de músculos,
mientras que su relajación ocurre en respuesta a factores neurogénicos.
La innervación es diferente en el esófago proximal a la del esófago distal. El músculo estriado
del que tiene el esófago proximal esta inervado por las fibras eferentes que salen del nervio vago. Los
cuerpos celulares de estas fibras se originan en el núcleo ambiguo.
El músculo liso del esófago distal esta inervado por las fibras nerviosas preganglionares y sus
cuerpos celulares están localizados en el núcleo dorsal.
El peristaltismo es el resultado neto de la relajación y la contracción coordinada del esófago
que está mediada por las neuronas inhibitorias y excitatorias de los plexos mientéricos todo a lo largo
del esófago.
En la acalasia la pérdida inflamatoria de las células ganglionares inhibitorias en los plexos
mientéricos, tanto en el cuerpo gástrico como en el esfínter esofágico inferior es una constante y
probablemente el mecanismo primario de la enfermedad. Lo que no es conocido todavía son las
causas que desencadenan este proceso inflamatorio, habiéndose especulado en presuntos orígenes
familiares, infecciosos o autoinmunitarios.
El EEI separa la presión negativa dentro del esófago de la positiva dentro del estómago y
previene el reflujo del contenido gástrico al esófago. La tendencia a regurgitar está directamente
relacionada a la barrera de presión que es la diferencia entre la presión gástrica y esofágica.
Luego de la contracción de la faringe comienza el peristaltismo del cuerpo del esófago. Esta 437
onda peristáltica (contracción secuencial y propulsiva) se moviliza desde la musculatura estriada del
esófago proximal a la musculatura lisa del esófago distal a una velocidad de 2 a 4 cm/s. El músculo
longitudinal del esófago también se contrae al comienzo de la peristalsis. El peristaltismo primario
se inicia mediante la deglución, mientras el secundario puede ser iniciado en respuesta a la
distensión de la luz (lumen) a cualquier nivel del esófago.
El peristaltismo en los segmentos de musculatura lisa del cuerpo del esófago está bajo control
directo del SNE. Las neuronas colinérgicas son las responsables de la amplitud de la contracción.
Las neuronas que liberan óxido nítrico son las responsables de la fase inhibitoria que precede a la
contracción en el cuerpo del esófago.
El EEI es un segmento de músculo liso contraído a nivel de la parte distal del esófago con una
longitud de 2 a 4 cm. Este tono en reposo varía de 10 a 30 mmHg. Las presiones del EEI son más
bajas luego de la comida y más altas durante la noche. Cuando la onda peristáltica del cuerpo del
esófago llega al EEI, éste se relaja en forma transitoria para permitir el paso de los líquidos y
alimentos ingeridos. Luego que pasaron al estómago el esfínter vuelve a la presión aumentada que
tiene en reposo, constituyendo la principal barrera al reflujo del contenido gástrico al esófago.
La presión intraabdominal, la distensión del estómago, la acción de los péptidos, hormonas,
varias clases de alimentos y muchos medicamentos afectan la presión de este esfínter que, al perder
su tono elevado en reposo, facilita el reflujo del contenido del estómago. En condiciones normales,
el esófago efectúa movimientos peristálticos (contracciones coordinadas y propulsivas) para retornar
el ácido al estómago. En las personas sanas casi todos los episodios de reflujo son consecuencia de
relajaciones espontáneas del EEI que durante unos segundos deja de actuar como barrera protectora
para evitar el pasaje del ácido gástrico.
El mecanismo de la contracción tónica del EEI, parece ser una propiedad del mismo músculo.
También está sujeta a influencias tanto adrenérgicas como colinérgicas.
438
Cambios en la presión de las distintas regiones de la faringe, esófago y esfínteres durante la deglución. La curva de
presiones es la representación esquemática de la que se obtiene durante la manometría en un ser humano despierto. La
estimulación de la faringe por la presencia del bolo inicia un descenso en la presión (apertura) del EES y una onda
peristáltica de contracción a lo largo del esófago. La estimulación de la faringe también relaja el músculo liso del EEI para
preparar la entrada de comida al estómago.
El EEI constituye una barrera contra el reflujo del contenido gástrico hacia el esófago y, por
tanto, en estado de reposo mantiene una presión mayor que la gástrica.
Los alimentos que disminuyen la presión de EEI incluyen chocolate, menta y alcohol;
mientras que las comidas ricas en proteínas aumentan la presión de EEI.
Son hormonas importantes que aminoran la presión de EEI la progesterona presente en
cifras más altas durante el embarazo y en la fase lútea del ciclo menstrual y la CCK, una hormona
peptídica gastrointestinal secretado por las células I del duodeno en el intestino delgado en respuesta
a la grasa y las proteínas de los alimentos.
La contracción y relajación de EEI es mediada por neurotransmisores: Ach, que causa su
contracción, VIP y óxido nítrico (ON), que producen su relajación.
Así, la inervación parasimpática de EEI es tanto excitatoria (por secreción de Ach), como
inhibitoria (por secreción de VIP y ON).
Se ha demostrado actualmente que, en condiciones normales, existen relajaciones
transitorias de este esfínter durante el día que producirían reflujo (líquidos y alimentos del estómago
que vuelven a subir al esófago) pero que no se acompaña de síntomas como ser quemazón o pirosis
retroesternal. La frecuencia de estas relajaciones del EEI aumenta cuando el estómago esta
distendido por gas o comidas copiosas.
El estómago es un órgano en forma de saco, cerrado en la parte superior por el EEI y en la inferior
por el píloro. Se divide de proximal a distal en: fundus, cuerpo y antro pilórico. Recibe el alimento
que le llega del esófago y lentamente lo va movilizando hacia las partes distales del aparato digestivo.
Presenta una mucosa de aspecto rugoso con forma de pliegues sobre todo en el cuerpo, lo que
facilita el contacto con los alimentos que recibe. Su epitelio contiene células glandulares que segregan
una capa de moco para proteger la mucosa contra los efectos del ácido y la pepsina del jugo gástrico.
La mucosa en el cuerpo gástrico tiene un aspecto tubular que contiene las células parietales y células
principales. Las células parietales segregan ácido clorhídrico (función principal del estómago). Las
células principales producen pepsinógeno que luego se convierte en pepsina gracias al ácido
clorhídrico, y es necesaria para la digestión de las proteínas. También colabora en la absorción de
hierro, B12 y calcio y, previene la sobrecarga bacteriana.
440
Las tres regiones funcionales del estómago. Las regiones tienen diferentes secreciones luminales y
patrones de actividad muscular indicativas de sus características propias como respuesta a la ingesta.
Motilidad gástrica
A menudo se consumen grandes cantidades de alimentos en una sola comida y el estómago actúa
como reservorio para ellas, liberando el contenido gástrico al duodeno con una velocidad estable.
Después de una comida, las ondas peristálticas se dirigen al antro y el esfínter pilórico, con 441
propulsión lenta de la mezcla de alimentos y ácido gástrico hacia el duodeno.
a) El peristaltismo es controlado por una onda de despolarización parcial conocida como ritmo
eléctrico básico (REB) o de onda lenta.
b) El REB se inicia en un grupo de células marcapasos en la curvatura gástrica mayor y se dirige
hacia el píloro sobre la capa muscular externa longitudinal.
1) El REB pudiese o no acompañarse de una contracción del músculo circular
subyacente.
2) Por ejemplo, cuando se activan las fibras vagales por distensión del estómago, las
células musculares circulares se despolarizan lo suficiente para alcanzar un umbral,
de manera que se presenten potenciales de acción y contracción.
3) Ocurren contracciones del músculo circular en conjunción con la onda de
despolarización inducida por REB que se dirige al antro.
4) Se presentan ondas gástricas sólo cuando las despolarizaciones de REB alcanzan el
umbral de acción para la descarga del potencial.
5) Una combinación de estímulos de distensión, neurales (vagales) y humorales
(gastrina) determina un que REB alcance el umbral.
Las tres principales actividades motoras del estómago después de que recibe alimentos
incluyen relajación receptiva, mezclado y vaciamiento.
a. Con cada deglución, la porción proximal del estómago se distiende para recibir
alimentos provenientes del esófago, lo que implica sólo un pequeño aumento de la
presión intragástrica (relajación receptiva).
b. La relajación receptiva de la porción proximal del estómago es un reflejo de mediación
vagal.
c. La porción distal del estómago tritura y mezcla los alimentos para disminuir el
tamaño del bolo, de manera que pueda trasladarse hacia el intestino delgado a través
del esfínter pilórico.
d. Las contracciones musculares del antro controlan la cantidad de alimento que sale
del estómago, para no sobrecargar la capacidad digestiva del intestino delgado.
e. La cantidad de quimo (material semilíquido producido por la digestión gástrica de los
alimentos) que se produce depende de la fortaleza de la onda peristáltica y del
gradiente de presión entre el antro y el duodeno.
f. El píloro limita el tamaño de las partículas que se vacían y actúa para prevenir el
reflujo de contenido duodenal hacia el estómago.
g. El volumen y la composición del contenido del estómago (es decir, osmolaridad, pH
y contenido calórico) influyen en el vaciamiento gástrico.
El control del vaciamiento gástrico está dado por:
1) Volumen: el vaciamiento de líquidos isotónicos no calóricos es proporcional al volumen o 442
distensión del estómago.
2) Osmolaridad: el líquido hipertónico e hipotónico se vacía más lentamente que el isotónico,
tal vez por factores neurales y hormonales.
3) pH: a menor pH el vaciamiento es más lento.
4) Contenido calórico: el duodeno regula el aporte de calorías.
5) Tamaño de las partículas: las partículas grandes disminuyen la tasa de vaciamiento.
6) Presión intragástrica: ante peristaltismo antral y presión intragástrica mayores hay un
vaciamiento más rápido.
7) Resistencia del esfínter pilórico: una mayor resistencia hace más lento el vaciamiento y
viceversa.
8) Presión duodenal: el aumento de la presión duodenal hace más lento el vaciamiento y
viceversa.
9) Retroalimentación negativa: el control de vaciamiento es mediado por factores neurales
y humorales activados por los nutrientes.
Procedimiento
Se abre longitudinalmente el abdomen de un sapo desmedulado (observar si existen
contracciones peristálticas a lo largo del tubo digestivo).
Se exterioriza el estómago, y haciendo un corte en sus extremos superior (cardias) e inferior
(píloro) se lo extrae, se introduce una cánula de vidrio por el orificio superior fijándola con 443
una atadura, se suspende el preparado de un soporte.
Se introduce en el estómago a través de la cánula solución Ringer coloreada con azul de
metileno a 30º C, observándose variaciones de tono, contracciones espontáneas o provocadas
por estímulos mecánicos (pinzamientos), que harán variar la altura de la columna de Ringer
en la cánula.
A continuación, se verificará el efecto de neurotransmisores, para lo cual se depositan sobre
la pared del estómago gotas de cada una de las siguientes soluciones, lavando con solución
Ringer a 30º C, después de notar el efecto de cada una de ellas:
Solución de acetilcolina al 1%
Solución de adrenalina al 1%.
Solución de pilocarpina al 1%.
Solución de atropina al 1%.
Secreción gástrica
La respuesta secretora ácida a la comida se divide en tres fases: a) cefálica (> 30%), b) gástrica (>
60%), y c) intestinal (5 a 10%).
En la fase cefálica, la secreción ácida en respuesta al olfato, visión, gusto o recuerdo de la
comida está mediada por el nervio vago directa a través del péptido liberador de gastrina. La
estimulación vagal libera histamina, activa directamente las células parietales y produce una
moderada liberación de gastrina.
En la fase gástrica, el alimento llega al estómago y la distensión del mismo estimula la
liberación de gastrina. La distensión estimula una modesta secreción de ácido en forma directa a
través de la liberación de gastrina por mecanismos reflejos neurales (vago-vagal intramural). En
forma más importante los aminoácidos y otras proteínas, productos de la digestión, estimulan a las
células a liberar gastrina, significando entre el 70 y 90% de la fase gástrica de la secreción ácida. La
liberación de gastrina se inhibe a niveles de pH bajos.
La fase intestinal, en circunstancias normales, solo interviene en pequeña proporción en la
secreción de ácido en respuesta a una comida, principalmente por aminoácidos en sangre que
estimulan la secreción de gastrina. El contenido gástrico y los alimentos en el duodeno también
sirven para inhibir la secreción de ácido.
La célula parietal tiene una forma cónico-piramidal, caracterizándose a nivel ultraestructural
por la abundancia de mitocondrias que proveen los altos requerimientos de energía que precisa la
célula para producir HCI, así como por un vasto sistema tubulovesicular apreciable como tal en
estado de reposo. En los períodos de secreción, este sistema es extruido hacia el lumen glandular
convirtiéndose en un sistema de microvellosidades, que incrementa la superficie celular secretora.
Este cambio estructural ocurre en unos 3 min luego de iniciada la estimulación secretora y se
completa en 30 min y persiste hasta que dicha estimulación cesa.
La célula se origina de células mucosas indiferenciadas del cuello de la glándula oxíntica. Su
vida media oscila entre 4 y 6 días, descamándose a un ritmo de 500.000 células/min, donde la 444
gastrina y el factor de crecimiento epidérmico juegan un rol fundamental.
La célula parietal, como el resto de las células de la mucosa gástrica, se halla protegida contra
los efectos potencialmente lesivos de agentes tanto exógenos como endógenos que llegan al estómago
por la llamada Barrera Mucosa Gástrica (BMG), constituida por un conjunto de factores físicos,
químicos y biológicos que, a nivel pre-epitelial o luminal, está integrada por moco, bicarbonato,
surfactante, una capa de agua altamente estable y por radicales sulfhidrilo que poseen la capacidad
de secuestrar H+.
A nivel celular se producen prostaglandinas moduladoras de las que dependen la mayoría de
los factores constituyentes de la barrera, anhidrasa carbónica, la membrana plasmática y el reciclaje
celular constante lo que asegura vitalidad celular anatomofuncional permanente. A nivel subepitelial
o subcelular es importante la microvasculatura que provee, mediante una perfusión sanguínea
adecuada, los factores nutricionales como el oxígeno, necesarios para la supervivencia celular, así
como la vía de excreción de sustancias tóxicas o de desecho producto de su metabolismo. Esta
función incluye la regulación del pH intracelular. Este complejo protector es complementado por
una serie de estructuras que comprenden los desmosomas y las uniones estrechas, las cuales
aseguran la impermeabilidad intercelular.
La célula parietal posee una capacidad secretoria máxima estimada en 1010 H+/segundo por
célula, lo cual ocurre en la membrana apical canalicular que enfrenta al lumen glandular. Los
hidrogeniones son secretados hacia el lumen gástrico mediante transporte activo contra una
gradiente de concentración calculada de tres millones a uno. Por su lado, el cloro es secretado hacia
la luz del estómago en forma activa contra una gradiente de concentración plasma-lumen y un
gradiente eléctrico estimado de -60 mV.
Se estima que la secreción gástrica máxima total, incluyendo el HCI, es de unos 4 ml/min,
alcanzando una concentración máxima de H+ de 150 mEq/I. La secreción de ácido gástrico es
regulada por la histamina (mediador paracrino), gastrina (mediador endocrino) y acetilcolina
(mediador neurocrino), las cuales interaccionan con receptores específicos localizados en el polo
seroso de la célula parietal. La histamina es el más importante de los estimulantes endógenos de
secreción ácida y se produce en los mastocitos y las células enterocromafines (ECL). Una vez que la
histamina alcanza el receptor H2 de la membrana de la célula parietal, activa la enzima adenilciclasa
en el interior celular la cual a su vez convierte ATP citosólico en AMP cíclico que estimula a proteínas-
kinasas que fosforilan proteínas celulares que median la síntesis de H+ y su posterior secreción hacia
el lumen glandular. Los hidrogeniones sintetizados en este proceso provienen de la hidrólisis de
agua.
446
Secreción de HCl (ácido clorhídrico) por las células parietales del estómago.
A diferencia de la bomba de Na+/K+ ATPasa, presente en todas las células del organismo, la
bomba de protones de las células parietales no es inhibida por digitálicos, siendo por otro lado
inactivada por benzimidazólicos como el omeprazol.
Asimismo, la Ach liberada por neuronas parasimpáticas como respuesta a estimulación vagal,
provoca una respuesta secretora por parte de la célula parietal al actuar sobre receptores colinérgicos
muscarínicos tipo M3 presentes en la membrana de ésta. Finalmente, la gastrina producida por las
células G del antro actúa sobre receptores específicos de la célula parietal provocando secreción
directa de ácido, pudiendo producir el mismo efecto secretor al estimular liberación de histamina
por parte de las células enterocromafines y mastocitos cercanos. Tanto la Ach como la gastrina
actúan incrementando la concentración de calcio intracelular de la célula parietal, el cual interactúa
con la calmodulina para estimular a la bomba de protones.
Otras sustancias endógenas juegan un rol en el mantenimiento de la homeostasis secretora
del ácido gástrico, a través de la inhibición de su producción. Estas sustancias incluyen
principalmente a prostaglandinas, somatostatina y secretina. Las prostaglandinas actúan al
acoplarse con un receptor situado en la membrana de la célula parietal, lo cual activa una proteína
inhibidora de separar la adenilciclasa y que reduce el AMPc.
Procedimiento
En un tubo de ensayo, colocar 4 o 5 ml de leche íntegra, cruda, preferentemente fresca.
1 o 2 ml de jugo gástrico y dejar actuar varios minutos (la reacción dependerá de la
temperatura).
Observar la coagulación de la leche por efecto de la renina, que en los mamíferos lactantes
actúa sobre las proteínas de la leche.
Procedimiento
Se preparan pequeños discos de ovoalbúmina (clara de huevo) de aproximadamente 1 cm.,
de diámetro y 1 mm de espesor, coagulados por calor suave.
En una caja de Petri se colocan algunos discos y se les agrega cantidad suficiente de jugo
gástrico.
Se deja actuar 2 a 3 h (o más, depende de la temperatura). La Pepsina, al digerir a la
ovoalbúmina, la trasformará de un color blanco inicial a traslúcido.
Aspectos clínicos
A nivel de la interacción entre el primer mensajero y los receptores específicos, se puede interferir
con el proceso secretor utilizando bloqueadores de los receptores mencionados. A nivel de los
paracrinos esto se puede lograr mediante el uso de los bloqueadores H2 (cimetidina, ranitidina, etc.);
a nivel de los receptores neurocrinos utilizando la pirenzepina que bloquea la Ach; y finalmente a
nivel endocrino bloqueando la acción de la gastrina no existiendo ningún fármaco potencialmente
utilizable. 450
Existen derivados de las PGE y PGI como el misoprostol que poseen la capacidad de inhibir
la secreción ácida basal y estimulada inhibiendo la adenilciclasa y consecuentemente la síntesis de
AMPc, esencial para la producción de ácido.
Un tercer nivel de interferencia con el proceso celular secretor es el correspondiente al de la
bomba de protones dado por el omeprazol por ejemplo y más recientemente el lanzoprazol son los
dos fármacos disponibles, los cuales poseen la capacidad de inactivar irreversiblemente a la bomba
haciéndola incompetente en su función de extruir H+ al lumen gástrico.
Finalmente, se puede lograr la inactivación del HCl secretado mediante el uso de los
antiácidos de primera generación (bicarbonato de sodio y carbonato de calcio) pero presentan
efectos colaterales; los de segunda generación (hidróxidos de aluminio y magnesio) con acción
neutralizadora química y los de tercera generación (magaldrato) con acción físico-química y efecto
prolongado.
Además de las estrategias reguladoras de la secreción de ácido indicadas se puede lograr
efectos semejantes mediante la alteración de la masa parietal total a través de la resección antral o
antrectomía que remueve las células G productoras de gastrina, o mediante irradiación gástrica,
modalidad terapéutica que disminuye directamente dicha masa, pero que ha perdido importancia
desde el advenimiento de los agentes farmacológicos presentados.
El bloqueo de los impulsos nerviosos estimuladores vía vagal, mediante una vagotomía en
cualquiera de sus modalidades (troncular, selectiva o superselectiva) puede lograr una reducción de
los niveles de dicha secreción.
V. El intestino delgado
Anatómicamente, el intestino delgado es un tubo de dos a tres metros de largo en la persona viva, a
diferencia del cadáver, por elongación de la musculatura circular que tiene una longitud de seis a
siete metros. Se extiende desde el píloro hasta la válvula ileocecal. Está contenida en la parte central
y más baja de la cavidad abdominal. Es móvil, salvo el duodeno que, con excepción de los primeros
centímetros, es retroperitoneal y fijo.
El peritoneo, es una membrana serosa, extensa, que reviste las paredes de la cavidad
abdominal y, que desde esta cavidad se refleja para cubrir en una extensión variable las diversas
vísceras contenidas en su interior (peritoneo visceral). Cuando se inflama da lugar a la importante
afección médica quirúrgica conocida como peritonitis.
El mesenterio (membrana del peritoneo) del íleon contiene más grasa y tiene una
distribución más compleja de sus arterias que la nutren en comparación con el yeyuno.
Generalmente, al intestino delgado se lo divide en duodeno, yeyuno e íleon. El duodeno es la
parte más ancha, más corta y más fijada que une al estómago con el yeyuno, de aproximadamente
20 a 25 cm de largo. Tiene la forma de una herradura inclinada con una parte más corta que la otra.
Arbitrariamente se la divide en cuatro partes que corresponden al bulbo duodenal, y a las porciones 451
descendentes, horizontales y ascendentes.
La primer parte o bulbo tiene forma triangular. La segunda parte está próxima a la cabeza del
páncreas y a la papila de Vater (ampolla duodenal). El conducto pancreático y el conducto común,
colédoco, entran al duodeno al nivel de la papila. El aspecto de la mucosa de la segunda parte del
duodeno es bastante diferente de la cubierta lisa del bulbo duodenal por tener pliegues circulares
que caracterizan al intestino delgado, denominadas válvulas conniventes. La tercera parte, también
retroperitoneal como la anterior, cruza la línea media en el nivel de la tercera vértebra lumbar y
continúa próxima a la cabeza del páncreas. La cuarta parte asciende oblicuamente antes de cambiar
bruscamente de dirección para unirse con el yeyuno, y está fija por una estructura fibromuscular
llamada ligamento de Treitz.
La otra porción, mesentérica, comprende el yeyuno y el íleon, el mesenterio consiste en dos
capas de peritoneo; permite que el intestino delgado posea gran facilidad de movimiento. La porción
libremente móvil, se extiende desde el ángulo duodeno-yeyunal hasta donde el intestino delgado se
une al intestino grueso en el orificio íleo-cólico. No existe ninguna línea divisoria entre el yeyuno y
el íleon. La luz del íleon es más estrecha y el diámetro total de su pared es más delgado que la del
yeyuno. Esta porción del intestino delgado tiene una longitud aproximadamente de 2 a 3 m de largo.
El yeyuno es más ancho y más vascularizado que el íleon. Sólo los pliegues circulares bien
desarrollados y numerosos del primero, se hacen menos prominentes en las zonas distales del
intestino y están casi ausentes en el íleon terminal. Los nódulos linfáticos son escasos en el yeyuno,
en contraste con el íleon.
Caracteriza al intestino delgado la disposición de la mucosa en vellosidades con forma de
dedos de guante. La superficie de las vellosidades contiene las células absortivas, con un borde en
forma de cepillo que constituyen las microvellosidades, denominadas enterocitos que se renuevan a
partir de los enteroblastos que migran desde las bases de las criptas, con un promedio de vida de
alrededor de dos días. Esta estructura especializada brinda una superficie total para la absorción de
los nutrientes entre 200 y 500 m2. Dicha estructura no está distribuida uniformemente en el
intestino dado que, aproximadamente, el 50% del área total se encuentra en el 25% de la parte inicial.
La totalidad de la superficie mucosa del intestino delgado está cubierta por las vellosidades
intestinales. Los valles entre las vellosidades albergan a las criptas. La relación de la altura de las
vellosidades y las criptas es de tres a uno. Toda la superficie interna está recubierta por una línea
única de células epiteliales.
El epitelio de las criptas está compuesto por no menos de cuatro tipos celulares diferentes
como las células de Paneth (forman parte de la respuesta inmunológica), caliciformes,
indiferenciadas y endocrinas. Los cuatro tipos celulares epiteliales que forman las criptas son células
secretoras activas.
452
Imagen aumentada de la vellosidad, donde se observan quilíferos, capilares, glándulas intestinales y tipos celulares.
Las células absortivas son cilíndricas, altas con núcleos localizados en su base. La superficie
que presentan al contenido intraluminal aumenta unas 30 veces, por las numerosas
microvellosidades que forman el ribete en cepillo de su superficie luminal. En la membrana de la
microvellosidad se localizan enzimas encargadas de hidrolizar los disacáridos de la dieta a
monosacáridos y polipéptidos a aminoácidos y dipéptidos.
La membrana plasmática que recubre las vellosidades está en contacto directo con el
contenido de la luz. La principal función conocida del epitelio de las criptas consiste en la renovación
celular y secreción endocrina, de agua u electrolitos. La principal función del epitelio vellositario es
la absorción.
453
La función motora del intestino delgado sirve para mezclar el contenido en vías de digestión
con enzimas pancreáticas, bilis y secreciones intestinales y, entonces, propulsar el resultado de dicha
mezcla a través de la mucosa intestinal para ser absorbido. El tiempo de tránsito del quimo por el
intestino delgado es de 2 a 4 h.
Las ondas lentas intestinales determinan la frecuencia y los patrones de contracción. La
frecuencia de ondas lentas es máxima en la porción proximal del intestino delgado (12/minuto) y
hay un decremento gradual en la frecuencia desde el duodeno (12/minuto) hasta el íleon (8/minuto).
Los patrones de motilidad difieren dependiendo de la presencia o no de alimentos. Durante
el proceso digestivo, se caracteriza por movimientos de segmentación (mezcla) que consiste en
contracciones no propulsivas focales que ocurren en forma simultánea a diferentes niveles a lo largo
del intestino, lo cual aumenta la exposición del quimo a las enzimas y su contacto con las células de
absorción y el peristaltismo (propulsión) que impulsa el quimo sólo unos cuantos centímetros cada
vez. La peristalsis refleja la acción de la Ach y la sustancia P liberadas proximalmente a un punto de
distensión intestinal, lo cual sirve para contraer el músculo circular, así como los efectos inhibidores
del VIP y el óxido nítrico en la parte distal. Al igual que la segmentación, la peristalsis se origina
cuando los potenciales de acción generados por la inervación intrínseca se superponen en los puntos
de despolarización celular dictados por el ritmo eléctrico básico.
En reposo predominan los Complejos Migratorios Motores (CMM) que tienen tres fases
distintas: 1) quiescentes, 2) contracciones no propulsivas y 3) conjunto de contracciones que barren
el intestino desde el duodeno hasta el íleon terminal.
La fase I del CMM se caracteriza por una calma relativa que dura unos 45 a 60 minutos,
mientras que durante la fase II comienzan a producirse pequeñas contracciones desorganizadas o
irregulares que dura unos 30 minutos. Durante la fase III, que dura aproximadamente 5 a 15
minutos, la hormona motilina estimula contracciones importantes que se propagan a lo largo del
intestino y barren cualquier resto de contenido gástrico e intestinal hacia el colon. El píloro y la
válvula ileocecal se abren por completo durante esta fase, por lo que incluso productos no digeridos
de gran tamaño pueden finalmente pasar desde el cuerpo gástrico. La motilidad del intestino retorna
posteriormente a la fase I del CMM, siendo la duración del ciclo completo de aproximadamente 90 454
a 120 minutos en los adultos, a menos que se ingiera un alimento, en cuyo caso el CMM se suspende.
Tras la ingesta, los niveles de motilina descienden (aunque los mecanismos no han sido aclarados) y
el CMM no puede reiniciarse hasta que se eleven de nuevo.
Aunque se desconocen los mecanismos fisiológicos encargados del cambio del patrón motriz
en ayuno al de presencia de alimentos; la administración de neurotensina, un péptido GI que se
libera en presencia de alimentos, se vincula con inhibición del CMM en seres humanos.
El intestino debe transformar diariamente una ingesta que es variable en volumen y
composición en una mezcla de líquidos, del que extrae nutrientes, minerales y agua, eliminar
bacterias y antígenos potencialmente agresivos y excretar residuos.
Asimismo, está adaptado funcionalmente para mezclar los nutrientes ingeridos con enzimas
digestivas y para distribuir el contenido luminal (dentro de la luz del intestino) sobre la superficie
absortiva para permitir la absorción de los nutrientes. Este proceso está sujeto a regulaciones por los
sistemas neurohormonales del intestino (nervios entéricos y hormonas).
La región absortiva más importante es el yeyuno, con rápida absorción para el agua y la sal
lo cual aumenta el gradiente de concentración de los nutrientes. El íleon duplica muchos de los
procesos absortivos del yeyuno y, además, tiene procesos especiales para la absorción de vitamina
B12 y sales biliares.
Para que los nutrientes se absorban deben superar las barreras que impiden la mezcla de
aceite y agua. Los nutrientes solubles en agua, como los hidratos de carbono y proteínas, tienen que
encontrar una forma de atravesar la barrera grasa de la membrana celular.
La célula absortiva intestinal recibe un promedio de 9 litros de líquido por día.
Aproximadamente 2 litros provienen de la ingesta oral (agua ingerida) y 7 litros de las secreciones
endógenas de las glándulas salivares, jugos gástricos, bilis y secreciones pancreáticas e intestinales.
Estas secreciones endógenas proveen las condiciones necesarias para una eficiente y rápida digestión
de nutrientes y electrolitos. 455
De los 9 litros que ingresan al intestino delgado, aproximadamente 8,8 litros o más, se
absorben, por lo cual, menos de 200 ml por día son eliminados con la materia fecal; esto es, el
intestino delgado absorbe unos 8 litros de líquido por día y vuelca 1 a 2 litro dentro del colon, el cual
absorbe unos 0,9 litros, eliminando unos 100 ml con la materia fecal.
El volumen del quimo (fluidos y restos de alimentos en vía de digestión) que atraviesan
los distintos segmentos del intestino delgado dependen del tipo de comida ingerida. Si ésta tiene alta
concentración de azúcares, el quimo es hipertónico; por lo tanto, al entrar en el yeyuno el volumen
del material es mayor que el que entró en el duodeno porque arrastra el líquido del medio interno.
Asimismo, luego de una comida hipotónica (como ser carnes o líquidos como el té) el líquido es
menor que el que se recibe en el duodeno.
En el intestino, la absorción del agua sigue a la absorción activa del sodio y de los nutrientes.
El sodio es transportado junto con el cloro y con nutrientes como la glucosa, desde la luz del intestino
hasta el interior de la célula absortiva. Como el mecanismo de cotransporte del sodio y la glucosa no
se afecta, en la mayoría de los casos de diarrea, la administración de soluciones de sales con azúcar
(glucosa), se utiliza clínicamente para el tratamiento de la diarrea y la deshidratación,
independientemente de su causa.
La mucosa intestinal forma una barrera entre el contenido luminal y los espacios
extracelulares (por fuera de las células) del organismo. El transporte de agua y solutos entre el lumen
y los espacios extracelulares está controlado por las propiedades del epitelio que varía en el yeyuno, 456
el íleon y el colon.
En estado de salud, estas diferentes regiones trabajan juntas para cumplir la tarea de
absorber eficientemente los elementos de la dieta. En casos de enfermedad, las diferentes regiones
pueden funcionar anormalmente ocasionando diarrea.
Los mecanismos de importancia, para permitir el paso de los productos de la digestión desde
la luz del intestino al interior de la célula, a través de la membrana de la célula intestinal son: 1)
transporte activo, 2) difusión pasiva, 3) difusión facilitada y 4) endocitosis
Los enterocitos están polarizados, esto es, diferentes proteínas transportadoras se dirigen a
diferentes porciones de la membrana de la célula absortiva y, por lo tanto, las propiedades de
transporte de la zona apical y basal difieren.
462
VI. El intestino grueso
El colon normalmente está formado por cinco partes: el ciego con su apéndice vermiforme, el colon
ascendente, el transverso, el descendente, y la porción sigmoidea. En la unión del colon ascendente
con el transverso se forma un ángulo que, por estar próximo con el hígado, se lo denomina ángulo
hepático. Existe un segundo ángulo en la unión del transverso y el descendente que, por su
proximidad al bazo, se denomina ángulo esplénico. Este ángulo se encuentra más arriba que el
ángulo hepático.
Tanto por su origen durante el período embrionario como por su función, el colon se puede
dividir en dos partes: a) la porción proximal que llega hasta el final del transverso; comparte su
circulación sanguínea con el intestino delgado mediante la arteria mesentérica superior. Su principal
función es la de absorber agua y electrolitos que le llegan desde el íleon, b) la parte distal o izquierda
está irrigada por la arteria mesentérica inferior; tiene menor capacidad absortiva y su principal
función es la de guardar las heces en forma previa a su evacuación.
El colon tiene aproximadamente entre 90 y 125 cm de largo y su diámetro disminuye desde
el ciego hasta el sigmoide. Su pared, al igual que la del intestino delgado, contiene un revestimiento
muscular externo longitudinal y otro interno circular, pero en el colon el músculo longitudinal forma 463
tres bandas separadas, las teniae coli o bandas colónicas, de cerca de 1 cm de ancho que van desde el
extremo del ciego hacia el recto. Entre las tenias hay evaginaciones llamadas haustras que son
saculaciones (forma de bolsa) más o menos prominentes separadas entre sí por estrechamientos
circulares de profundidad variable.
Las haustras dan el aspecto típico al colon que se visualiza al realizar una radiografía
contrastada e insuflada del colon. El estado de contracción de las capas musculares circular y
longitudinal determina el tamaño y la forma de las haustras. Cubriendo la superficie serosa (la
cubierta externa) del colon se observan los apéndices epiploicos que son estructuras adiposas unidas
al peritoneo.
A la inversa del yeyuno y el íleon, el colon no tiene mesenterio en toda su longitud. Sólo el
colon transverso y el sigmoide presentan una estructura de este tipo, de allí su mayor movilidad. El
ciego, ascendente y descendente, y el recto están "fijos" y no se mueven con tanta libertad.
Aunque la mucosa es plana, sus pliegues irregulares llamados válvulas semilunares, por
contracción de las capas musculares adyacentes, le dan el aspecto característico.
La válvula ileocecal se comporta como un esfínter tanto desde el punto de vista anatómico
como funcional. La distensión del íleon terminal provoca relajación de la válvula ileocecal y favorece
el movimiento del quimo hacia el colon. Sirve para regular la llegada del contenido ileal al colon
proximal y minimiza el reflujo del contenido cecal al íleon.
El colon funciona como un reservorio para contener el material fecal y a su vez debe dar
tiempo para la máxima absorción de agua, electrolitos, ácidos grasos de cadena corta y metabolitos
bacterianos. Teniendo en cuenta que recibe contenido intestinal líquido desde el intestino delgado
en forma constante, tanto en el estado de actividad como mediante los CMM durante la etapa de
ayuno, debe ser capaz de retener las heces hasta un momento socialmente aceptable. A pesar de que
los alimentos en vías de digestión demoran menos de dos horas en alcanzar el colon, pueden tardar
de 2 a 5 días hasta ser evacuados en forma de heces.
La motilidad proximal del colon, al igual que la del estómago y la del intestino delgado, está
bajo el control autónomo o involuntario del sistema nervioso.
La evacuación del intestino (defecación) en sí misma está, generalmente, bajo control
voluntario; por lo tanto, los movimientos del intestino grueso pueden ser divididos en los que se
relacionan con la función del colon y los que se vinculan con el ano-recto.
Las paredes musculares del intestino grueso, al igual que las del delgado, están destinadas a
lograr la mezcla del material intestinal y su propagación anterógrada. Los movimientos intestinales
en sentido contrario al tránsito intestinal normal, permiten la retención y acumulación del material
fecal. Los principales puntos de demora son el ciego y el colon ascendente, por un lado, y el recto y
el colon sigmoideo, por el otro. Es decir, el tránsito a través del colon transverso y descendente es
más rápido, pero, aun así, mucho más lento que el del intestino delgado; en estas zonas hay mucha
menos mezcla del contenido intestinal dado que éste se ha tornado más sólido.
Los movimientos del colon pueden ser de dos formas:
Contracciones haustrales, que producen constricciones anulares. Son contracciones 464
“tónicas” por sostenerse en un nivel más o menos estable durante un período prolongado y
por aparecer y desaparecer de manera brusca. El lugar de estas constricciones cambia
permanentemente. Aumentan el área de la superficie para la absorción del agua y retardan el
egreso de la materia fecal.
Contracciones rítmicas en masa que obliteran el lumen por contracción intermitente de
la musculatura circular y sirven para propeler la materia fecal a lo largo del colon.
Las contracciones en masa en el colon sigmoideo pueden producir la evacuación fecal.
Solamente se producen algunas contracciones en masa al día.
Ocurren contracciones segmentarias haustrales en 90% de las ocasiones, impulsando el
contenido con lentitud hacia delante y atrás para incrementar la absorción de agua y electrólitos;
mientras que en 10% de las ocasiones ocurre segmentación de haustras múltiples, donde varias de
ellas se contraen juntas y mueven el contenido por una distancia corta.
Se presentan contracciones rítmicas en masa, por lo general, después de la primera comida
del día y mueven más material a larga distancia, a menudo con estimulación de la urgencia de
defecar.
Los movimientos masivos se vinculan con el reflejo gastrocólico, iniciado por distensión
del estómago por los alimentos, y el reflejo ortocólico, estimulado por la adopción de la
bipedestación después de estar acostado por la noche.
La materia fecal o heces posee una consistencia que no debe ser ni muy dura ni muy
blanda, debiendo ser fácil de evacuar y al ser eliminada adopta un aspecto cilíndrico. Su coloración
varía en la gama del marrón gracias al pigmento estercobilina. Para su formación requiere de fibras
dietarias, líquido, actividad muscular y bacterias intestinales normales, cubierta intestinal del colon
no dañada y un tiempo de tránsito adecuado.
Las heces son partículas de material de desecho que permanecen luego que el cuerpo ha
digerido y absorbido los nutrientes de los alimentos ingeridos. Contienen agua, fibras dietarias, sales
inorgánicas, células intestinales, bacterias y todo aquello que el organismo no absorbe. Las fibras
dietarias y al agua son componentes significativos de las heces. Las fibras insolubles aumentan el
volumen de las heces y ayudan a retener agua, lo cual contrarresta la extracción de agua que
normalmente se realiza en el ciego que endurece la materia fecal ocasionalmente en exceso.
La urgencia defecatoria es estimulada por la distensión de la región del rectosigmoides,
que despierta el reflejo rectoesfintérico, o relajación del esfínter anal interno y la
contracción voluntaria del esfínter anal externo. La urgencia se siente porque al distenderse
el recto se generan impulsos en los nervios parasimpáticos colinérgicos de la pelvis. Estos impulsos
se transmiten a un nervio central en la médula espinal sacra. Se necesita una presión en el recto de
unos 18 mmHg. Los impulsos son transportados entonces hasta centros superiores, permitiendo que
el individuo decida si defecar o no, es decir, si relaja voluntariamente el esfínter externo o no.
Si la defecación no es socialmente apropiada, tanto el esfínter externo como el interno se
contraen y se presenta un reflejo de relajación adaptativo, o disminución de la sensibilidad a la
distensión de la pared rectal. 465
Los mecanorreceptores en la pared rectal pueden discriminar entre sólidos, líquidos y gases,
capacidad que se pierde en personas con colitis ulcerativa por daño de la mucosa.
Si la defecación es socialmente apropiada, los esfínteres anales interno y externo se relajan y
se realiza la maniobra de Valsalva o espiración forzada contra una glotis cerrada. Los músculos del
suelo pélvico se relajan y “descienden”, alineando de este modo el recto y evitando que se produzca
un prolapso rectal. A continuación, se expulsan las heces por el ano.
La actividad contráctil del colon es inhibida por el sistema nervioso entérico, como en el
intestino delgado.
La estimulación de la inervación parasimpática aumenta la contracción del colon, mientras
que la estimulación de los nervios simpáticos del colon suprime la motilidad.
El quimo grasoso en el íleon o el colon da lugar a la secreción de péptido YY, que inhibe la
motilidad de colon y estómago, así como las secreciones gástrica y pancreática.
Para que la relajación refleja se produzca se necesita que los plexos de Auerbach y de Meissner
estén intactos. Así pues, en la enfermedad de Hirschsprung el esfínter interno no se relaja en
respuesta a la distensión colónica debido a una ausencia congénita de células ganglionares en estos
plexos en el recto.
Cuando existe una lesión de los nervios raquídeos, y por tanto del control del esfínter externo,
éste se relajaría cuando la presión en el recto alcanzase unos 55 mmHg.
Existen fármacos que favorecen la motilidad denominados “Laxantes”. Estrictamente, los
laxantes (conocidos también como purgantes) no aumentan la motilidad gastrointestinal, pero
aumentan la velocidad con la que el contenido intestinal pasa a través del intestino, y de ahí la purga.
Hay cuatro clases de laxantes denominados Laxantes osmóticos (p. ej., lactulosa, macrogol),
Laxantes formadores de masa (p. ej., metilcelulosa, salvado), Laxantes estimulantes (p. ej., senna,
picosulfato sódico) y ablandadores fecales (p. ej., docusato sódico).
Los laxantes osmóticos aceleran el tránsito del contenido preservando una alta cantidad
de agua de los residuos del intestino delgado. De este modo se suministra al colon un volumen mayor,
provocando su distensión y causando la purgación. Son solutos cuya absorción es escasa, siendo la
base de su efecto osmótico. El más utilizado es la lactulosa, un disacárido semisintético de fructosa
y galactosa que se degrada en los monosacáridos que lo componen mediante las bacterias
intestinales. Posteriormente estos monosacáridos son fermentados, produciendo lactato y acetato,
que arrastran agua hacia el intestino por osmosis. La lactulosa tarda 2-3 días en hacer efecto.
Otro laxante osmótico sumamente utilizado es el macrogol, que pasa a través del intestino
sin ser absorbido, de manera que el agua se retiene en el intestino reblandeciendo las heces.
Los laxantes formadores de masa son polisacáridos que no pueden digerirse. Actúan
reteniendo agua y favoreciendo el peristaltismo. Sin embargo, tardan varios días en actuar, pero no
tienen efectos adversos importantes. Algunos ejemplos son la metilcelulosa, el salvado y las semillas
de Plantago psyllium.
Los laxantes estimulantes actúan posiblemente estimulando los nervios entéricos
provocando que aumente la secreción de agua y electrólitos por la mucosa. La senna es un ejemplo 466
de esta clase de fármacos. Es un glucósido de azúcares con derivados antracénicos como emodina.
En el colon la senna se hidroliza, liberando los derivados antracénicos, que estimulan a continuación
el plexo mientérico. Como resultado, aumenta la actividad del músculo liso y se produce la
defecación. Otros ejemplos son el bisacodilo y el picosulfato sódico; este último se utiliza
frecuentemente durante la preparación del intestino para la cirugía.
Por su parte, un ejemplo de ablandador fecal es docusato sódico, que actúa mediante una
acción detergente sobre las heces en el intestino. También es un laxante estimulante débil.
Los fármaco estimulantes de la motilidad intestinal son la metoclopramida y la
domperidona. Todos aumentan la motilidad sin tener un efecto laxante. La metoclopramida es
una antiemético; no obstante, la metoclopramida actúa también localmente en el estómago
estimulando la liberación de Ach. Consecuentemente, estimula la motilidad gástrica, acelerando el
vaciamiento gástrico, pero sin el aumento correspondiente de la secreción ácida gástrica.
La domperidona es otro antagonista de los receptores dopaminérgicos. Sin embargo, no se
sabe a ciencia cierta cuál es el mecanismo por el que potencia la motilidad gastrointestinal, aunque
se ha sugerido que actúa facilitando la liberación de Ach desde el plexo mientérico. Sus efectos son
el aumento del vaciamiento gástrico (sin aumentar la secreción ácida gástrica) y del peristaltismo
duodenal, así como el incremento de la presión del esfínter esofágico inferior.
El aumento de la motricidad gastrointestinal puede llevar a la diarrea, que aparece cuando
se produce un aumento del peso de la materia fecal por encima de los 200 g. Habitualmente, también
existe un anormal aumento en el contenido líquido y en la frecuencia de las deposiciones. La
frecuencia normal de la evacuación intestinal es de 1 a 3 veces por día, a 3 veces por semana. La
diarrea debe ser distinguida de la pseudo-diarrea, que consiste en un aumento de la frecuencia de
deposiciones sin aumento del peso de las heces. También tiene que distinguirse de la incontinencia
fecal, que comprende la evacuación involuntaria del contenido rectal y suele reflejar un
funcionamiento anormal de los músculos de la pelvis y del recto-ano.
En la diarrea las heces tienen una consistencia blanda o líquida con sólo un aumento del agua
en materia fecal de unos 100 ml, lo que lleva a un aumento del peso de las mismas por encima de
200 g en 24 h, que es el límite superior de lo normal. Por lo tanto, una disminución de la absorción
de agua del 1 al 2% es suficiente para causar diarrea.
Muchos desórdenes son capaces de modificar la absorción de líquidos y electrolitos. A esto se
debe la frecuencia de la diarrea como un síntoma y, también, a la cantidad de diagnósticos
diferenciales al que se debe enfrentar frente a un paciente con diarrea.
Las personas con diarrea aguda de causa infecciosa, típicamente tienen náuseas, vómitos,
dolor abdominal, fiebre y diarrea de tipo líquida. También puede ser sanguinolenta, de tipo
inflamatorio dependiendo del patógeno específico.
La diarrea puede clasificarse en:
a) Aguda o crónica.
b) Osmótica.
c) Secretora. 467
d) Malabsortiva.
e) Infecciosas: bacterianas (invasiva y no invasiva), virales y parasitarias.
Existen otros trastornos denominados funcionales cuyos diagnósticos de los trastornos
funcionales del intestino, siempre presumen la ausencia de una alteración estructural o bioquímica
que explique la sintomatología. Estos trastornos deben presentarse al menos durante doce semanas
que pueden no ser consecutivas, en los doce meses precedentes, y los mismos incluyen:
a) Síndrome de intestino irritable
b) Distensión abdominal funcional
c) Constipación funcional
d) Diarrea funcional
VII. Hígado y páncreas
El hígado
La función del hígado es regular la composición de la sangre. El hígado es un filtro metabólicamente
activo situado entre la circulación portal y la sistémica. La sangre portal que entra al hígado contiene
una variable concentración de nutrientes (aminoácidos, hidratos de carbono, grasas, vitaminas) y
una cantidad de sustancias foráneas que entran en el organismo con la comida y el agua. La sangre
sistémica que sale del hígado debe tener una composición estable capaz de soportar la vida y el
bienestar de los tejidos del organismo.
Una función principal del hígado es la de la captación de los sustratos desde el intestino y su
subsiguiente almacenamiento, metabolismo y distribución a la sangre y bilis.
Otra función es la biotransformación de las sustancias diversas, medicamentos y
metabolitos endógenos. Estos procesos ocurren en cuerpo de la célula hepática, en el retículo
endoplásmico de la célula y en el núcleo. En este contexto es claro que la verdadera función del
hígado es la de regular la composición de la sangre, rol para lo cual sus estructuras macroscópicas y
microscópicas están perfectamente adaptadas.
468
El páncreas
El páncreas, otro órgano sólido, está primordialmente compuesto por células acinosas que segregan
enzimas digestivas; células centro-acinares y ductales que secretan agua y electrolitos y células en
islotes que secretan hormonas endocrinas (insulina, glucagón, somatostatina, polipéptido
pancreático).
La secreción de agua y electrolitos (como el bicarbonato) es estimulada por la hormona
secretina a través del efecto de nervios colinérgicos.
Una variedad de enzimas digestivas es sintetizada y procesada en las células acinosas y
guardada en gránulos en el páncreas en forma de cimógeno (formas inactivas). Luego de la
estimulación de los nervios colinérgicos y de la hormona CCK se produce la secreción de las mismas.
Cuando se acidifica el duodeno durante la digestión se libera secretina a la sangre, mientras que los
ácidos grasos, aminoácidos y el calcio al entrar en el intestino promueven la liberación de CCK a la
sangre y la activación de reflejos colinérgicos. En conjunto, esto produce un aumento en la secreción
pancreática de enzimas digestivas, agua y bicarbonato al duodeno.
El páncreas exocrino es la principal glándula digestiva del cuerpo. Secreta cerca de 1 litro de
un líquido rico en bicarbonato al intestino delgado todos los días. Este fluido, el jugo pancreático,
contiene las enzimas digestivas necesarias para el desdoblamiento de los macronutrientes
(proteínas, almidón, grasas y vitaminas liposolubles) de la dieta dentro de la luz intestinal para que
luego puedan ser absorbidas por las células del intestino delgado.
El páncreas endócrino (hacia la sangre) segrega la insulina que regula los niveles de glucosa
en sangre y que esta alterado en las personas que padecen diabetes.
469
VIII. Evaluación del sistema gastrointestinal
Percusión
Se percute en los distintos cuadrantes para captar el cambio de sonido mate (cuerpo sólido)
a sonido timpánico (aire). La maniobra implica el uso de la mano no dominante, del cual se apoya el
dedo medio y se golpea con el dedo medio de la mano dominante.
Palpación
El sitio que duele es el último que se palpa. Los tipos son:
Palpación superficial (con los dedos): determina, zona dolorosa, masas, rigidez.
Palpación profunda (se aprieta más fuerte y con toda la mano): determina tamaño de
los órganos, masas, tumoraciones, etc.
471
IX. Actividades
10. Indique con un círculo, si el concepto de la izquierda es mayor (+), igual (=) o
menor (-) que el de la derecha.
Absorción de ácidos grasos en (+) (=) (-) Absorción de ácidos grasos en
estómago. intestino delgado.
Absorción de ácidos grasos cuando (+) (=) (-) Absorción de ácidos grasos cuando
las micelas se encuentran en la luz no hay micelas en la luz intestinal.
intestinal.
CASO PROBLEMA 21
Euclídeo de 39 años de edad, con obesidad mórbida, ingresó al hospital por síndrome febril y cuadro de
astenia, adinamia y pérdida de 40 kilos de peso en los 6 meses previos, habiendo pasado de 155 a 115 kilos.
Registraba tres internaciones previas en otra institución 6, 5 y 2 meses antes de la actual por cuadros de
neumopatía, erisipela y neumopatía respectivamente. En la última de ellas se había constatado ictericia y
ascitis. El enfermo nunca había recibido transfusiones y negó la ingesta de alcohol y de fármacos. El
examen físico al ingreso reveló un paciente lúcido y orientado, con TA de 130/80, FC de 100/min.,
temperatura axilar de 38º C, panículo adiposo uniformemente aumentado, ictericia cutaneomucosa con
lesiones pigmentarias en ambos miembros. Se constata además una hipoventilación, abdomen globoso,
indoloro, no se lograron palpar visceromegalias y el examen cardiovascular sin particularidades. El
laboratorio de ingreso muestra: Hematocrito: 33%, Hemoglobina: 10,8 g/dL, Leucocitos: 9500/mm3,
Plaquetas: 65000/mm3, Tiempo de protrombina: 42%, Tiempo de tromboplastina parcial activada: 42
segundos, Natremia: 127 mEq/L, Kalemia: 3,6 mEq/L, Glucemia: 0,76 g/L, Uremia: 0,14 g/L,
Colesterolemia: 60 mg/dL, ASAT: 161 UI/L, ALAT: 142 UI/L, Bilirrubina total: 4,02 mg/dL, Bilirrubina
directa: 2,23 mg/dL, Fosfatasa alcalina: 280 UI/L, Proteínas totales: 6,01 g/dL, Albúmina: 2,07 g/dL,
Globulina: 1,56 g/dL .
Electrocardiograma: taquicardia sinusal, signos de bajo voltaje. Ecografía abdominal: hígado pequeño,
con bordes irregulares y marcado aumento de la ecogenicidad parenquimatosa. Vesícula de paredes
engrosadas, alitiásica. Esplenomegalia moderada. Vena porta y vena esplénica aumentadas de tamaño.
Presencia de líquido en cavidad peritoneal.
Serología viral: negativo para los virus de la hepatitis B y C. Marcadores inmunológicos: FAN, ASMA, 474
AMA negativos.
El médico tratante indica dieta hiposódica, espironolactona, vitamina K y tratamiento de sostén para la
insuficiencia hepática (restricción de proteínas de la dieta, lactulosa y neomicina).
Discusión
1. ¿Por qué el médico supone una insuficiencia hepática? ¿Cuáles son los datos orientativos de tal
diagnóstico? Enumérelas.
2. ¿Cuál es la relación entre la obesidad y la alteración hepática? ¿Podría estar implicado el descenso
brusco de peso del paciente?
3. De existir alguna relación entre el descenso brusco de peso y la alteración hepática ¿cuál sería el
mecanismo fisiopatológico probable?
4. Justifique cada una de las indicaciones en el tratamiento del paciente.
A los 20 días de su ingreso el enfermo presentó deterioro del sensorio con persistencia de la fiebre y
evolución posterior al estupor y al coma. La determinación de gases en sangre demostró acidosis mixta,
presentando paro respiratorio seguido de óbito. Una biopsia hepática efectuada post-mortem presenta un
cuadro histológico vinculable a esteatohepatitis no alcohólica en estadío de cirrosis en actividad.
475
I. Glándulas suprarrenales.
II. Estrés. Síndrome general de adaptación de Selye.
III. Comprobación del síndrome general de adaptación
en la rata.
IV. Medición del nivel de estrés.
V. Actividades.
Objetivos del capítulo
1) Definir el concepto de estrés y describir las vías aferentes.
2) Describir las respuestas al estrés por parte del sistema nervioso autónomo y médula
adrenal y eje hipotálamo-hipofisario-adrenal.
3) Evaluar las respuestas fisiológicas de los diferentes sistemas al estrés y su relación con las
enfermedades.
4) Aplicar el test de estrés para la evaluación del nivel del mismo.
476
VI. Glándulas suprarrenales
Las glándulas suprarrenales son pequeñas, tienen una forma casi piramidal, con una base de
alrededor de 3 por 4 cm y una altura de 1 a 2 cm, están ubicadas por encima o por encima y detrás
del polo superior renal, por lo general rodeadas por la grasa perirrenal.
El peso aproximado de cada suprarrenal es de 4 g, pero puede incrementarse en forma
apreciable hasta llegar a más de 20 g en sujetos sometidos a estrés muy intenso y prolongado.
La porción externa de la glándula se denomina corteza, y la interna, medula. La corteza y la
médula suprarrenal tienen distintas funciones. La corteza está constituida por tejido endocrino que
secreta corticosteroides; y la medula está constituida por tejido neurosecretor que secreta
catecolaminas.
La corteza se compone de tres capas distintas, la más externa es la zona glomerular que
secreta mineralocorticoides, la zona media fasciculada secreta glucocorticoides y la zona más interna
de la corteza, la zona reticular, secreta pequeñas cantidades de glucocorticoides y andrógenos.
477
Glándula suprarrenal
Hormona Origen Diana Acción principal
Estimula a los túbulos renales a conservar
Zona glomerular de la sodio, lo que provoca a su vez la liberación
Aldosterona Riñón
corteza suprarrenal de ADH y la consiguiente conservación de
agua por el riñón
Influye en el metabolismo de las
Zona fascicular de la
Cortisol General moléculas alimentarias; en grandes
corteza suprarrenal
cantidades tiene efecto antinflamatorio
Órganos
Zona reticular de la Su papel exacto se desconoce, pero puede
Andrógenos sexuales, otros
corteza suprarrenal respaldar la función sexual
efectores
Adrenalina Efectores Incrementa y prolonga los efectos de la
Medula suprarrenal
Noradrenalina simpáticos sección simpática del SNA
II. Estrés o síndrome general de adaptación de Selye
La palabra “estrés” deriva del latín y significa aflicción, carga, opresión, tensión nerviosa, es por ello
que se la utiliza para describir un sentimiento de tensión, tanto emocional como física.
Cualquier agresión emocional, física, social, económica o de otro tipo, que exija una respuesta
o cambios rápidos por parte del individuo, puede desencadenar la reacción de estrés de forma aguda;
como ser la deshidratación que puede conducir a una elevación de la temperatura corporal, o la
separación de un niño de su madre que estimula su llanto.
El estrés es sinónimo de cambio ya que, siendo bueno o malo, afecta de igual manera al
cuerpo. Sin embargo, existen mecanismos que tienden a mantener un estado de equilibrio mediante
la adaptación, este “equilibrio a través del cambio” se denomina “alostasis” el cual es esencial para
la supervivencia del individuo en un mundo cambiante.
Cuando la tensión física o emocional se mantiene por tiempo corto, se habla de un estrés
agudo, mientras que, si éstos son prolongados, se produce un estrés crónico que conduce a un
desequilibrio neuroendocrino y a la enfermedad, puesto que los mecanismos protectores normales
se sobrecargan (carga alostática).
En 1935, el profesor Hans Selye, médico austriaco-canadiense de la Universidad de McGill de
Montreal, realizó un descubrimiento accidental que lo llevó a concebir la idea de estrés, mientras 478
investigaba la existencia de otras hormonas sexuales además de las conocidas hasta el momento.
Durante su investigación con ratas, observó la presencia de cambios idénticos en todos ellos con
hipertrofia de las glándulas suprarrenales, atrofia de órganos linfoides y úlceras gastrointestinales
hemorrágicas; lo cual parecía constituir un síndrome. Como había utilizado distintas sustancias y
agentes tóxicos, tales respuestas no parecían ser específicas de algunos de ellos sino de todos.
Definiendo al estrés, Selye dijo que “cualquiera sabe qué es, pero en realidad, nadie
sabe que es... y lo mismo que éxito, fracaso o felicidad, significan diferentes cosas
para distintas personas”.
Estrés es la condición en la cual, por función o lesión, amplios sectores del organismo se
desvían de su estado de funcionamiento equilibrado. Cualquiera sea la causa determinante, la
reacción de estrés es redundante, con cambios hormonales, químicos y moleculares semejantes,
siendo esta reacción con la cual el organismo responde a las exigencias impuestas.
Según Selye, el estrés es un estado o situación del cuerpo producido por diversos agentes
nocivos y manifestados por un síndrome de cambios. De forma general, podría definirse al estrés
como una respuesta fisiológica, psicológica y de comportamiento de un sujeto que busca adaptarse
y reajustarse a presiones tanto internas como externas.
Es importante destacar que la palabra estrés se suele utilizar de forma indistinta para
referirse a los agentes estresantes (productores de estrés) y a la respuesta del organismo a esos
agentes que el individuo enfrenta (respuesta alostática).
Los sistemas involucrados en la respuesta alostática son el sistema nervioso central (SNC),
representado por el hipotálamo y porciones del sistema límbico que proyectan hacia núcleos
autonómicos del tronco cerebral y a regiones neocorticales. Las vías efectoras comprenden al sistema
nervioso periférico o autónomo (SNA) principalmente por el sistema nervioso simpático (SNS) que
conecta con la porción medular de la glándula suprarrenal (simpático-suprarrenal) y el eje
hipotálamo hipofisario-corticosuprarrenal (HHC).
El agente estresor
Los agentes estresores son estímulos reales o imaginarios percibidos por un individuo. En la mayoría
de los vertebrados, las respuestas a tales estímulos dependen del umbral de detección y la capacidad
de respuesta a un nivel particular una vez detectado el mismo.
479
El agente estresor puede ser un hecho, una situación, una persona, un objeto (elementos
externos) o situaciones internas del individuo, que son percibidos como amenazas a nuestro
bienestar y desencadenan la reacción de estrés (respuesta alostática).
Los estresores externos pueden incluir a estímulos extremos de naturaleza muy variable
como el intenso calor o frío, esfuerzos musculares violentos, estímulos lesivos, desagradables y
dolorosos (accidentes, cirugías, tabaquismo, etc.), malas condiciones de trabajo o relaciones
abusivas.
Los estresores de origen interno pueden incluir shock, infecciones, intoxicaciones
(paradójicamente, otros estímulos como un beso apasionado, alegrías y triunfos pueden ser
estímulos estresantes); estímulos de naturaleza psicológica (real o imaginario) que despierte
ansiedad o miedo, emociones violentas o sentimiento de pena; modificaciones del medio interno
como lesión tisular, hipoglucemia, hemorragia, o factores hormonales como la pubertad, síndrome
premenstrual, puerperio, menopausia.
Los agentes estresores pueden ser definidos también como agudos o crónicos. Los estresores
agudos son aquellos que requieren una respuesta inmediata (de lucha o huida), los más comunes
incluyen a sonidos excesivamente fuertes, apiñamiento de gente, como así también grandes
carencias debido al aislamiento de un individuo, viajes espaciales, aislamiento social (ceguera o
sordera, etc.), arranques de ira, infecciones o imaginarios (recuerdos de eventos peligrosos, etc.)
El estrés crónico se produce debido a que la vida moderna posee situaciones en las cuales
ciertas situaciones de estrés no requieren una acción inmediata de lucha o huida. Incluyen presiones
de trabajo constantes, problemas de relación de larga data, soledad, preocupaciones financieras
persistentes, alergia etc.
Etapas de reacción
El estrés es un fenómeno intangible como la salud o cualquier otro estado o situación; sin embargo,
cada estresor, actúa a su propio tiempo y forma, ocasiona una reacción adaptativa no específica
denominado “síndrome general de adaptación”. Esta expresión se refiere a que el síndrome
(conjunto de signos y síntomas) es producido por agentes con efecto general sobre grandes partes
del cuerpo y permite al cuerpo adaptarse y enfrentarse al estímulo estresor con éxito, para proteger
la salud. De esta manera, el síndrome general de adaptación es una parte fundamental del complejo
mecanismo de defensa del cuerpo.
El concepto desarrollado por Selye revela las etapas fundamentales de la reacción al estrés,
que no se producen simultáneamente, sino que se desarrollan a lo largo de un periodo de tiempo en
forma secuencial. 480
Reacción de alarma
Corresponde al primer momento del estrés agudo, con signos orgánicos bien definidos y todas las
facultades del organismo se encuentran en un estado de alerta general, pero sin que algún sistema
orgánico en particular dirija el proceso. Cuando los estímulos son intensos y agradables, se produce
una descarga adrenérgica, por la activación del SNS, sin la activación del eje HHC y por ende sin
aumento del cortisol en sangre. Esta fase es denominada “catecolamínica”, y los cambios
bioquímicos-fisiológicos que se desarrollan en esta fase comprenden hiperglucemia,
hiperlactatemia, hipobicarbonatemia por el descenso en el pH sanguíneo y aumento de ácidos grasos
libres y cuerpos cetónicos que contribuyen al descenso del pH.
⇑ PAS Aumento y
⇑ Redistribución de la sangre desde órganos menos ⇓ digestión prolongación de las hiperglucemia
activos a los más activos respuestas simpáticas
Todos estos sucesos tienen la finalidad de liberar sustrato energético siendo de corta duración
puesto que se activan enzimas ya existentes, pero una vez que estas dejan de ser secretadas, el
metabolismo se normaliza.
La activación del sistema simpático-adrenal prepara al organismo para soportar mayores
requerimientos, tales como ejercicios pesados de forma fisiológica. Cabe destacar que el estrés ejerce
un efecto catabólico sobre el organismo y la hiperglucemia desarrollada desencadena la secreción de
insulina de las células beta de los islotes pancreáticos; sin embargo, esta hormona anabólica no 481
bloquea ni inhibe la actividad desarrollada por las catecolaminas, sino que el efecto es el opuesto; es
decir, las catecolaminas inhiben a la insulina.
El equilibrio se restablece una vez que disminuye la concentración de catecolaminas en
sangre, pues es en este momento cuando la insulina cumple su papel fisiológico.
Cuando el estrés agudo es intensamente desagradable se produce una descarga
catecolamínica y también se activa el eje HHC, con lo cual aumenta la concentración de cortisol en
sangre. Esta fase es llamada “peptidoesteroidea” y es de mayor duración que la fase catecolamínica,
por lo cual sus efectos metabólicos pueden persistir por horas o días. Tarda más tiempo en ejercer
sus efectos y también en desaparecer. En esta fase se produce la liberación de hormona liberadora
de corticotropina (CRH) del hipotálamo, adrenocorticotropina (ACTH) de la adenohipófisis y
cortisol de la zona cortical de la glándula suprarrenal, además de otras hormonas, que estimulan la
síntesis de enzimas como proteasas, aumentando la degradación proteica en tejidos extra hepático;
y enzimas gluconeogénicas como la enzima piruvato carboxilasa, fosfoenolpiruvato carboxiquinasa,
Fructosa-1,6-bifosfatasa y Glucosa-6-fosfatasa. Los efectos glucocorticoides se sintetizan en la tabla.
INCREMENTO DE LA ACTIVIDAD DE LA GLÁNDULA SUPRARRENAL
HIPERTROFIA DE LA CORTEZA SUPRARRENAL
AUMENTO EN LA SECRECIÓN DE GLUCOCORTICOIDES
⇑ metabolismo de Inhibición de la
Atrofia del timo
grasas y proteínas en tejidos extra hepáticos respuesta inflamatoria
Fase de agotamiento
Solo aparece cuando el estrés es muy grave o se prolonga durante largos periodos de tiempo. La
secreción de glucocorticoides y la adaptación decaen; la función encargada de enfrentar al estrés
queda vencida y se desmorona. El cuerpo ya no puede enfrentarse con éxito a los agentes estresores
y se producen patologías tales como la hipertensión, úlceras, cefaleas persistentes y cuadros que
involucran a todo el organismo lo cual puede, inclusive, producir la muerte.
484
Mecanismos
Los mecanismos por los cuales el estrés provoca la respuesta de adaptación son muy complejos. La
información que llega desde el exterior es tratada de dos maneras según la vía elegida. La vía
subconsciente, controlada por el SNA, comprende a los reflejos físicos y emocionales que intervienen
para preparar al cuerpo para cualquier acción que sea necesaria; esta preparación, que estimula al
organismo, es independiente de la acción final; en cambio, la vía consciente, controlada por centros
superiores del SNC, constituye la vía voluntaria, de la percepción, la evaluación y la toma de
decisiones; es la que determina si la estimulación es necesaria, inadecuada o nocivo.
El sistema neurovegetativo
El SNA está compuesto por dos partes importantes que mantienen al organismo en equilibrio. Este
sistema está a cargo de la musculatura lisa de todos los órganos, de la inervación cardiaca, glándulas
exocrinas y endocrinas, y es la responsable de la regulación del medio interno de una forma
independiente del control voluntario directo.
Pueden distinguirse distintos niveles de jerarquía del sistema nervioso autónomo,
caracterizables de acuerdo a la complejidad de las respuestas autonómicas que coordinan:
A. Medular.
B. Mesencefálico.
C. Diencefálica o hipotalámico.
D. Límbico.
El nivel más periférico de la jerarquía autonómica está constituido por el SNS y sistema
nervioso parasimpático (SNPS). El SNS es responsable de la estimulación o del estrés (aumento de
la frecuencia cardiaca y del inotropismo, aceleración de la respiración, relajación de los bronquios,
reducción de la actividad gastrointestinal, aumento de la reabsorción de líquidos en el tubo
gastrointestinal, relajación de la vesícula biliar, contracción de los esfínteres gastrointestinales y
midriasis); el SNPS “restaura” el estado de reposo disminuyendo la frecuencia cardiaca, haciendo
más lenta la respiración, contrayendo los bronquios y la vesícula biliar, retrasando la transpiración,
aumentando la actividad gastrointestinal en general y produciendo miosis.
Muchos órganos reciben inervación doble, simpática y parasimpática, y en consecuencia, la
actividad puede ser antagónica, o bien predomina uno de los dos sistemas cuando está activado. En
condiciones fisiológicas es siempre la suma de los efectos de ambos sistemas lo que regula la
actividad de los diversos órganos. En general, las respuestas parasimpáticas son de tipo anabólicas,
mientras que las simpáticas tienen un carácter catabólico.
486
490
Trastornos gastrointestinales
El sistema nervioso y el sistema gastrointestinal están estrechamente relacionados. El estrés
prolongado altera el funcionamiento digestivo, irritando al colon y produciendo diarrea,
constipación, calambres e hinchazón.
Es conocido que la mayoría de las úlceras pépticas son causadas por la bacteria Helycobacter
pylori, por el uso de antinflamatorios no esteroideos (AINES) como la aspirina o por el cigarrillo.
Sobre estos, el estrés prolongado puede favorecer a la aparición de úlceras gastrointestinales y
contribuir al mantenimiento de las mismas.
El síndrome del colon irritable está fuertemente relacionado con el estrés. El colon se
encuentra irritado y sus contracciones musculares son espásticas, el abdomen se encuentra hinchado
y el individuo experimenta entumecimientos y periodos alternados de constipación y diarrea. Las
alteraciones del sueño pueden empeorar al síndrome del colon irritable.
Trastornos en la piel
La exacerbación de muchas dermatosis, por el estrés, es muy frecuente. El sistema cutáneo se
encuentra en interrelación con el sistema inmune, SNC, SNA y el sistema endocrino.
Ante el estrés se produce una respuesta semejante al del eje HHC en la piel, el cual sería otro
órgano de respuesta dependiente o independiente de dicho eje.
Muchos son los neuropéptidos sintetizados y liberados en este sistema como ser la sustancia
P, péptido relacionado con el gen de Calcitonina (CGRP), VIP y POMC, con sus derivados α, β, γ-
MSH, ACTH, proteína símil corticotropina (CLIP), β-endorfinas y β-lipotrofina, involucrados en las
reacciones de tipo inflamatorio y de cicatrización.
La CRH se expresa en la piel tanto en situaciones normales como patológicas. In vitro,
estimula la quimiotaxis de células epiteliales, crecimiento tumoral y promueve la angiogénesis. La
respuesta al estrés del sistema cutáneo vía CRH actúa sobre células epiteliales, fibroblastos y 497
melanocitos.
La alopecia areata es la pérdida de cabello que ocurre en zonas localizadas del cuero
cabelludo. Cuando la causa es desconocida, suele constatarse en el paciente un alto nivel de estrés.
Algunas veces suele observarse una pérdida total del cabello.
Alteraciones metabólicas
Además de los episodios coronarios derivados directamente de la actividad simpática, los efectos
neuroendocrinos y metabólicos del sobre-estrés, contribuyen en forma indirecta a una mayor
morbimortalidad cardiovascular.
Los mecanismos neuroendocrinos a través de los cuales el estado prolongado de alarma
genera dicho incremento del riesgo coronario y cerebro vascular, involucran, en primer lugar, la
hiperfunción del eje HHC, y además, la hipofunción de los ejes somatotrófico y gonadal
(principalmente en el hombre).
En conjunción con mecanismos genéticos, esta multitud de cambios neuroendocrinos
conlleva a la insulinorresistencia con hiperinsulinemia compensadora en las alteraciones 498
metabólicas y somáticas que se presentan en el síndrome metabólico-vascular. El componente
somático está representado por la obesidad central o visceral, mientras que las alteraciones
metabólicas más frecuentes desencadenadas por la sumatoria de hipercortisolemia,
hiposomatotrofinemia y disminución de los niveles de testosterona, son la hipertrigliceridemia, la
caída de los niveles de HDL-colesterol con o sin hipercolesterolemia asociada, y el aumento de los
niveles circulantes de ácidos grasos libres.
El estado de insulinorresistencia puede, además, provocar la aparición en los sujetos con
predisposición familiar, de una alteración en la tolerancia a los hidratos de carbono, que se
manifiesta como hiperglucemia postprandial sola o agravada por hiperglucemia en ayunas (diabetes
mellitus).
La hipertensión arterial y las alteraciones de los parámetros de la hemostasia, también
asociadas a la hiperinsulinemia, constituyen elementos decisivos en la patogénesis de la enfermedad
arterial.
La insulina es un potente vasodilatador en la vasculatura del músculo esquelético, mediada
en parte a través de la secreción de óxido nítrico. Además, atenúa el efecto presor de la NA y la AII.
Sin embargo, en los individuos con insulinorresistencia se pierde la acción depresora de la insulina
con lo cual, junto con la obesidad, y la hiperleptinemia, aparece sensibilidad a la sal, mayor actividad
del SNS con retención de sodio y agua que llevan a la hipertensión arterial. A su vez, podría ocurrir
que el incremento de las catecolaminas produzca exacerbación de la insulinorresistencia.
Enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares
El estrés es el principal desencadenante de la angina de pecho puesto que los incidentes agudos se
asocian con alto riesgo de eventos cardiovasculares severos como arritmias, infarto de miocardio y
muerte súbita.
Como se ha visto, la actividad incrementada del SNS produce un aumento en el volumen
minuto y causa vasoconstricción aumentando la tensión arterial y plantea un riesgo de obstrucción
de las arterias coronarias, los efectos emocionales alteran el ritmo cardíaco produciendo taquicardia,
lo cual puede conducir a arritmias en personas que poseen disturbios del ritmo cardíaco, la sangre
aumenta su viscosidad debido al incremento de proteínas de fase aguda que aumentan a su vez el
riesgo de trombosis y obstrucción arterial. A todo esto, se le agrega la hiperlipemia que se produce
durante el estrés, aumentando el riesgo aterogénico, al menos de forma temporal.
En las mujeres se produce un descenso de los estrógenos, llevando a la aparición temprana
de alteraciones cardiovasculares y óseas. Las personas que experimentan constantemente
situaciones de estrés prolongado, desarrollan hipertensión, que, a su vez, produce daño del endotelio
vascular.
Diversos estudios han demostrado que las personas que padecen distrés tienen mayor
probabilidad de sufrir accidentes cerebrovasculares debido a la hipertensión generada durante estos
períodos.
En el estrés, se produce la activación del sistema renina-angiotensina-aldosterona, donde la 499
AII desempeña un papel clave en la fisiología y fisiopatología de la pared vascular. La AII es un
estimulante de la oxidasa vascular que genera iones superóxidos, que, a su vez, bloquean la actividad
de la enzima óxido nítrico sintetasa (NOS). Por otro lado, estimula la expresión de los receptores
para el colesterol-LDL oxidado, denominado LOX, al que se fija dicho colesterol antes de ser
internalizado por la célula. Al transformarse en célula espumosa, esta participa en la generación de
la placa ateromatosa.
La AII también estimula la producción de inhibidor del activador del plasminógeno tipo 1
(PAI-1) y las moléculas de adhesión celular (CAMs) que favorecen al daño vascular.
La enzima convertidora de angiotensina (ECA) no solo produce AII a partir de AI, sino que
destruye a la bradiquinina, sustancia vasodilatadora que favorece la producción de PGI2, factor
despolarizante derivado del endotelio (EDHF) y óxido nítrico (NO), que son sustancias
vasodilatadoras. La terapéutica con inhibidores de la ECA (IECA) produce beneficios sobre la
biología vascular, y, por ende, sobre la evolución de las enfermedades cardiovasculares.
Dolor
Diversas investigaciones tratan de hallar una relación entre el dolor y las emociones, pero se
complica debido a los efectos de los tipos de personalidad, miedo al dolor y el estrés en sí mismo.
El distrés juega un rol importante en el dolor de espalda, principalmente asociados a las
disfunciones de trabajo. La tensión muscular crónica debido al sobre-estrés sería el causante del
dolor.
Dentro de la gran variabilidad de causas que producen migraña, el estrés es uno de los
desencadenantes. Las mujeres tienen mayor predisposición a sufrir migrañas, principalmente si
presentan una personalidad que tiende a ser hiperreactiva frente a los agentes estresante.
Trastorno del sueño
El sueño es una característica de todos los mamíferos. Consiste en una reducción de la respuesta a
los estímulos externos con cambios específicos de la actividad electroencefalográfica. El patrón
normal del sueño es esencial para la salud del individuo, aunque no está del todo claro el porqué de
la necesidad de dormir.
Existen factores internos y externos que influyen directamente en el ciclo sueño-vigilia, como
la actividad del reloj endógeno y el reloj externo. El ciclo luz-oscuridad, horarios laborales y
escolares, horarios de las comidas son algunos ejemplos.
Los factores ambientales que ponen en fase al reloj interno endógeno se conocen como
zeitgeber (del alemán zeit, tiempo y geber, dador, y se refiere a un elemento sincronizador), para los
mamíferos, la alternancia diaria entre luz y oscuridad parece ser el más importante.
Se distinguen cinco fases del sueño que comprenden cuatro sueños lentos, denominados
estadíos 1 a 4 del sueño No MOR, y una de sueño rápido denominado sueño paradójico o estadío
MOR (movimiento ocular rápido).
Existen dos sistemas neuroanatómicos involucrados en el ciclo sueño-vigilia denominados
sistema inductor del sueño y sistema inductor de la vigilia, los cuales se interrelacionan de manera
sincrónica.
La regulación neuronal se realiza a través de dos sistemas antagónicos, un sistema que activa
el estado de vigilia por medio del sistema reticular ascendente (SARA) y del núcleo posteroventral y 501
un sistema que induce el sueño al inactivar el sistema de vigilia que comprende la médula oblonga,
núcleo del haz solitario, núcleo del rafe, hipotálamo ventromedial y núcleo preóptico del hipotálamo.
La secreción cíclica de los neurotransmisores a nivel de los distintos núcleos de estos sistemas
antagónicos conduce al estado de sueño o al estado de vigilia.
Los neurotransmisores y moduladores del ciclo sueño-vigilia comprenden a la 5-HT, NA, DA,
GABA y ACh. Los mecanismos neurofisiológicos que inducen los estados de vigilia tienen su sustrato
anatómico en el sistema reticular ascendente (SARA) donde se encuentra el locus coeruleus,
localizado en el piso del cuarto ventrículo. Este núcleo gris central muy pequeño contiene neuronas
noradrenérgicas ubicadas en el SNC. Se interconectan hacia arriba con la mayor parte de la corteza
cerebral y hacia abajo en forma difusa con el tronco cerebral. Este núcleo responde a oscilaciones
circádicas, con ciclos infradianos de aproximadamente dos horas de duración.
Existe una correlación entre el ciclo circadiano del locus coeruleus con la curva de la
temperatura corporal central, es decir, cuando aumenta la temperatura, aumenta la descarga del
locus coeruleus y viceversa. Esto explica que los periodos de mantenimiento de la atención oscilen
durante el día, donde la mayor capacidad de atención se produce a las 11 horas y a las 17 horas y la
menor capacidad de concentración ocurre entre las 3 y las 5 horas, y alrededor de las 14 horas. Estos
datos se correlacionan de manera directa con la presencia de picos de mayor o menor temperatura
corporal central. La NA y la DA liberadas de las neuronas del locus coeruleus están implicadas en el
mantenimiento de la vigilia.
El sistema inductor del sueño se encuentra en los núcleos grises posteriores del tronco
cerebral. Estos núcleos se conectan con gran parte de la corteza cerebral y con el haz medial frontal.
Los núcleos grises del rafe dorsal secretores de 5-HT y el núcleo gigantocelular de la formación
reticular, productor de ACh, son los implicados en la inducción del sueño. El núcleo gigantocelular
se encuentra junto al locus coeruleus, modulando la actividad de las células noradrenérgicas en
estrecha comunicación neuronal.
La 5-HT es el neurotransmisor implicado en la síntesis de sustancias hipnógenas necesarias,
tanto para el sueño profundo, como para el sueño MOR. El principal oscilador endógeno es el núcleo
supraquiasmático del hipotálamo, el cual muestra una actividad oscilatoria autónoma y posee una
estructura interna relativamente compleja. La mayor parte de sus neuronas son gabaérgicas, pero
también expresan neuropéptidos como la ADH, VIP y SS. Estas poblaciones neuronales están
altamente interconectadas, pero poseen escasa proyecciones dirigidas fuera del núcleo
supraquiasmático. Entre ellas se encuentran conexiones eferentes recíprocas entre los núcleos
supraquiasmáticos de ambos hemisferios, y otras de escasa magnitud dirigidas al núcleo
retroquiasmático, al núcleo ventromedial y al hipotálamo lateral y anterior. Además, posee
aferencias importantes provenientes de la retina, del cuerpo geniculado y de los núcleos del rafe.
La actividad oscilatoria circadiana depende de varios factores. Uno de los descubrimientos
más importante fue la expresión de un gen específico denominado clock que controla los ciclos
circadianos. La acción sincronizadora de la luz depende de una vía retinohipotalámica y de cambios 502
en la expresión de genes en el núcleo supraquiasmático. Los axones de menos de 1% de las células
ganglionares de la retina hacen sinapsis con neuronas del núcleo supraquiasmático. La vía
retinohipotalámica es necesaria y suficiente para que el ciclo luz-oscuridad actúe como zeitgeber.
La glándula pineal es gobernada por afrentes provenientes del ganglio cervical superior. Esta
glándula secreta melatonina, sintetizada a partir de la 5-HT, con un ritmo circadiano que muestra
un pico durante la noche. Esta secreción es inhibida por la luz solar que depende de la vía visual
circádica que pasa por el núcleo supraóptico. Además, este núcleo posee gran cantidad de receptores
para melatonina, por lo cual se supone que se produce una retroalimentación negativa que regula la
función del reloj.
La melatonina es una hormona que induce el sueño y se dice que disminuyen los síntomas
del jet lag (desfase horario). También podría tener cierta importancia en la pubertad ya que en este
periodo se encuentra disminuido en un 75%. La PRL aumenta su secreción en forma continua
durante la noche y alcanza la concentración más alta antes de finalizar el periodo de sueño entre las
5 y 7 horas. Su concentración cae bruscamente una vez que el individuo despierta y mantiene sus
niveles estables durante el día.
La GH tiene un pico máximo coincidente con la presencia de sueño profundo (estadíos 3 y 4
del sueño No MOR). Se conoce la existencia de un pulso de secreción en las dos primeras horas de
sueño que se asocia al sueño lento y profundo. La secreción de GH también depende de la edad, la
cual deja de secretarse luego de los 50 años, coincidente con la disminución fisiológica progresiva
con la edad de los estadíos 3 y 4.
También la secreción pulsátil de la LH y testosterona están reguladas por el sueño. Durante
el proceso de inducción del sueño, la concentración de ATP, ADP y AMP aumentan en las células
cerebrales promoviendo el estado de reposo.
La CRH disminuye el sueño y aumenta la vigilia. Además, podría promover el sueño paradojal
(MOR). Cambios en la relación GHRH/CRH por el aumento de la CRH parece contribuir al sueño
poco profundo o superficial, aumentos de los niveles de cortisol y caída de GH en la depresión y la
edad avanzada.
La ACTH se secreta por medio de una serie de episodios cuya acumulación produce los niveles
más altos al despertar y la secreción de cortisol sigue un patrón similar, el cual disminuye en la noche
a medida que la persona se relaja y se prepara para dormir.
La administración aguda de cortisol incrementa la fase de onda lenta del sueño y GH,
probablemente debido a la retroalimentación negativa de CRH y a la inhibición del sueño MOR. El
sinergismo que se produce por aumento de CRH y cortisol podría contribuir a la desinhibición del
sueño MOR en la depresión.
La vasopresina también está implicada en la regulación del sueño, en conjunto con la ACTH,
pero su rol fisiológico no se conoce.
El NPY tiene actividad moduladora en muchas funciones cerebrales que incluyen a las
endocrinas, comportamiento y procesos circadianos. Además, el NPY es un potente ansiolítico,
mientras que la CRH es un ansiogénico, así que el balance entre estos dos péptidos podría ejercer 503
importantes influencias sobre el comportamiento. Sin embargo, es poco conocido como el balance
NPY/CRH afecta a la excitabilidad general, atención o al sueño.
La regulación exacta del ciclo sueño-vigilia está lejos de ser conocida debido a que en él
intervienen influencias a largo plazo (temperatura, estación del año, ciclo menstrual). Cada 24 horas
el cuerpo tiene ciclos de temperatura con variantes de hasta un grado. Cuando es hora de despertar,
la temperatura de corporal aumenta, en cambio, cuando es hora de dormir, disminuye. Para lograr
el mejor sueño la temperatura corporal debe disminuir por la noche. Esto se logra mediante la
coordinación del reloj endógeno. Se ha observado, que el cortisol y la temperatura están
sincronizados.
Los trastornos del sueño constituyen uno de los síntomas más precoces del estrés. El estrés
prolongado se acompaña de niveles elevados de ACTH circulante que mantienen al organismo en
estado de movilización e impiden el sueño produciendo insomnio. El insomnio no es solamente un
síntoma del estrés, sino que produce un círculo vicioso convirtiéndose en un agente estresor potente.
De este modo, las alteraciones de los ciclos circadiano, que se interrelacionan para mantener
el ciclo sueño-vigilia constante, como ocurre en situaciones de estrés, alterarán una parte
fundamental del individuo que consiste en el sueño reparador.
Trastornos de la memoria, la concentración y el aprendizaje
Las personas que padecen estrés, sufren perdida de la memoria. El efecto inmediato del estrés agudo
se observa en la perdida de la memoria a corto plazo, particularmente en la memoria verbal; sin
embargo, la memoria se recupera luego del control del estrés o en los períodos de relajación.
El estrés crónico produce alteraciones a nivel hipocámpico (centro de la memoria) debido a
los niveles elevados de cortisol. Asimismo, la concentración también se ve afectada por el estrés. En
los niños, la respuesta fisiológica al estrés puede inhibir el aprendizaje. La corteza prefrontal, situada
en el lóbulo frontal, es crítica para el uso de la memoria activa, una forma de memoria necesaria para
dirigir apropiadamente el comportamiento. Los cambios neuroquímicos en la corteza prefrontal
durante los períodos de estrés pueden llevar a la disrupción de esta zona disminuyendo la capacidad
de controlar el comportamiento de un niño, por ejemplo.
Los niveles basales de NA y DA tienen efectos beneficiosos sobre la corteza prefrontal; sin
embargo, se ha demostrado que la liberación excesiva de estas catecolaminas en esta zona, como
ocurre durante el estrés, produce pérdida de la función de la memoria activa. Los niveles
crónicamente altos o bajos de glucocorticoides durante el estrés y el desbalance resultante entre los
receptores MR/GR disminuyen el procesado de la información y aumenta la vulnerabilidad de
neuronas específicas del hipocampo.
La leptina promueve la utilización de ácidos grasos como combustible energético en lugar de 507
los hidratos de carbono. También está implicada en la termogénesis en tejido adiposos. También
podría modular los efectos de la insulina. Sobre el núcleo arcuato, ejerce un efecto inhibitorio sobre
las neuronas secretoras de neuropéptido Y (NPY). Este último, estimula la ingesta y reduce el gasto
energético. Asimismo, la leptina tiene efecto permisivo para que la insulina ejerza su acción
inhibitoria sobre las neuronas secretoras de NPY. También estimula a neuronas que contienen el
péptido regulador de la transcripción de anfetaminas y cocaína (CART) y aquellas que sintetizan
POMC, tienen un efecto catabólico al reducir el consumo y aumentar el gasto energético.
Las neuronas productoras de estos péptidos tienen proyecciones hacia el núcleo
paraventricular, donde se llevaría a cabo la integración de la información provista por estos
neuropéptidos, la CRH y el antagonista de la melanocortina coexpresado en las células secretoras de
NPY.
Asimismo, la actividad del sistema nervioso simpático afectaría la producción de leptinas
mediante receptores β-adrenérgicos en forma directa (o indirecta mediante las catecolaminas de la
médula adrenal). También los glucocorticoides aumentan la secreción de leptinas.
Consumo de tabaco
Es paradójico que las personas recurran al cigarrillo para librarse de una tensión. En el plano
psicológico, el acto de fumar puede ejercer un efecto tranquilizante pasajero, pero en el plano físico,
los efectos del cigarrillo imitan la reacción de estrés. El tabaco contiene nicotina, un agente
simpaticomimético que desencadena, al igual que la cafeína, la reacción de estrés. La nicotina
provoca la liberación de ACTH, la cual estimula las glándulas suprarrenales, y a su vez, éstas liberan
cortisol; también produce una disminución de la temperatura cutánea y un aumento de la actividad
de los neurotransmisores centrales, tales como la serotonina, la noradrenalina y adrenalina que
desencadenan la reacción de estrés con aumento de la frecuencia cardíaca, de la presión arterial y de
la frecuencia respiratoria, además de estimular la liberación de ácidos grasos y de glucosa en sangre.
La exposición crónica a la nicotina procedente del tabaco produce un aumento de la secreción
ácida gástrica; esto, aunado a la obesidad y otras causas de estrés, puede provocar la aparición de
úlceras gastrointestinales.
La relación existente entre la nicotina y la liberación de β-endorfina, acompañada de una
sensación de bienestar y hasta de euforia, constituye el punto de partida de una dependencia.
El cigarrillo causa un daño en la pared vascular que es proporcional a la cantidad de consumo.
Fisiológicamente, el endotelio vascular constituye una capa tromborresistente, regulada por la
prostaciclina (PGI2), el óxido nítrico (NO) y el activador tisular del plasminógeno (tPA), entre otras
moléculas. Asimismo, el endotelio produce moléculas de adhesión celular (CAMs) que controlan la
adhesión de monocitos, los cuales en condiciones normales no se adhieren al endotelio, sino que
continúan su camino en la circulación sanguínea. Sin embargo, cuando se produce un daño de la
pared vascular como ocurre en los fumadores o con alto nivel de colesterol, sus células expresan
CAMs y los monocitos se adhieren a ella iniciando así un proceso migratorio hacia su interior.
Otras sustancias, como el factor de crecimiento vascular derivado del endotelio (VEGF),
estimulan la proliferación de células musculares lisas de la pared vascular. El endotelio también
controla su tono, relajándose mediante la síntesis de NO o contrayéndose mediante la acción de la
endotelina-1 (ET-1). El equilibrio existente entre estas hormonas, secretadas de forma paracrina,
controla no solo la presión arterial general, sino también, el flujo sanguíneo loca.
El hábito de fumar, junto con todos los factores de riesgo coronarios como la edad, la 510
hipertensión, la hipercolesterolemia y la diabetes, alteran la biodisponibilidad del NO y aumentan la
producción de iones superóxidos, el cual es compuesto derivado del oxígeno que lesiona al endotelio
vascular y es el fundamento para el uso de sustancias antioxidantes como la vitamina C, vitamina E
y el selenio.
Se ha comprobado en adolescentes y adultos jóvenes que la función endotelial se compromete
en relación directa con la cantidad de cigarrillos que fuman, es decir que se manifiesta en el
compromiso de la liberación de NO por el endotelio vascular. Cuantos más factores de riesgos
cardiovasculares tiene un individuo, mayor es el compromiso de la función endotelial.
El ruido
Puede ser causa de estrés por estimulación del sistema nervioso simpático, provocando una
irritación y disminuyendo el poder de concentración. Este agente estresante es capaz de producir
cambios en las principales funciones fisiológicas, como, por ejemplo, a nivel del aparato
cardiovascular, conservando niveles altos de hormonas del estrés. Una excesiva estimulación del
sistema simpático contribuye a la aparición de problemas sexuales tanto en el hombre como en la
mujer. 511
El ruido actúa además sobre otras hormonas, como la testosterona, la cual disminuye en
magnitud directa con el tiempo y cantidad de ruido. Esta disminución parcial o total puede llevar a
una serie de trastornos como el envejecimiento prematuro del corazón y del sistema circulatorio,
además puede provocar los mismos síntomas que sufren las mujeres durante la menopausia,
incluyendo depresión, fatiga y falta de energía, en particular una disminución de la libido. En el
hombre, se ha establecido una relación entre la tasa elevada de cortisol y un número reducido de
espermatozoides. En la mujer, la hiperprolactinemia acompaña un retardo de la ovulación, lo cual
reduce las posibilidades de concepción.
Estrés en el trabajo
El tecnoestrés designa el resultado directo del trabajo efectuado en un medio ambiente de tecnología
avanzada. En un principio se creía que la tecnología reduciría a la mitad el tiempo consagrado al
trabajo y que la ganancia de tiempo realizada de este modo podría servir para el tiempo libre. En
lugar de ello, el trabajo se volvió más denso, los plazos más cortos, las expectativas más altas, a la vez
que los contactos humanos y la comunicación se volvieron más escasos.
El impacto del estrés se puede medir, por ejemplo, en personas que trabajan con terminales
de computadoras. Estos sujetos generalmente presentan niveles elevados y constantes de hormonas
del estrés, con signos tales como cansancio ocular, dolores de cabeza, tensión, ansiedad, y
disminución de la agilidad mental. De acuerdo con varios estudios, el 40 % de los trabajadores
estadounidenses describen a sus trabajos como muy estresantes. Este estrés del trabajo tiende a
convertirse en un estrés crónico debido a que forma gran parte de la vida diaria. Todo esto conduce
a una pérdida de la efectividad en el trabajo por perdida de la concentración, cansancio e
incrementando el riesgo de enfermedades.
El estrés en el trabajo puede llevar al hostigamiento o incluso a la violencia. Entre los factores
de gran estrés en el trabajo se observan la falta de participación en decisiones; gran demanda en la
performance; conflictos, falta de comunicación efectiva y de resolución de problemas entre los
trabajadores y empleados; falta de seguridad; horas extras; muchas horas fuera de la casa lejos de la
familia y sueldo no acorde con el nivel de responsabilidad.
Actualmente, el síndrome de burnout, también llamado síndrome de desgaste profesional o
síndrome de desgaste ocupacional (SDO) o síndrome del trabajador desgastado o síndrome del
trabajador consumido o incluso síndrome de quemarse por el trabajo, es un padecimiento que
consiste en la presencia de una respuesta prolongada de estrés en el organismo ante los factores
estresantes emocionales e interpersonales que se presentan en el trabajo, que incluye fatiga crónica,
ineficacia y negación de lo ocurrido.
Se suele presentar en aquellas situaciones laborales en las que los excesivos niveles de
exigencia ya se han vuelto un hábito inconsciente e incluso socialmente valorado. Las consecuencias
en la salud de este padecimiento pueden ser muy graves con deterioro en las relaciones
interpersonales, desgaste o pérdida de la empatía, síntomas emocionales (depresión) y físicos
(insomnio crónico, graves daños cerebrales o cardiovasculares). Los profesionales de la salud como 512
los médicos, son especialmente afectados por este síndrome caracterizado por la presentación de
enfermedades psicosomáticas generado por las malas condiciones ambientales en su lugar de
trabajo, falta de estímulos personales, escasez de tiempo libre y horarios inadecuados, siendo además
factores estresantes crónicos que llevan al individuo hacia un desgaste en el trabajo, su vida y en la
relación con las personas que lo rodean.
Adecuar el ambiente acorde a las necesidades asistenciales con una mayor cantidad de
profesionales o una redistribución de funciones y horarios, fomentar el trabajo interdisciplinario,
dar participación en las decisiones importantes; restructurar el horario de guardia y mejoramiento
de la remuneración para que el profesional pueda aprovechar su tiempo libre y desarrollo personal
son algunas de las propuestas que se deberían tener en cuenta al desarrollar un plan de salud.
En el momento actual no existe ninguna medida paliativa o terapéutica que por sí sola pueda
ser efectiva frente al burnout, sin embargo, existen diferentes abordajes para tener en cuenta, como
técnicas de reducción del estrés como desensibilización sistemática, relajación, meditación, cambios
en la estructura del trabajo, disminución de horas, y flexibilidad horaria.
Procedimiento
1) A una rata se le inyecta por vía subcutánea con 8 UI/L de ACTH /100 g, todos los días durante
una semana previa al trabajo práctico.
2) A una rata se le provoca estrés inmovilizándola durante 24 horas previas al trabajo práctico.
3) Se matan a las ratas previamente tratadas y a una rata sin tratamiento que servirá de control.
4) Se efectúa una laparotomía mediana.
5) Se resecan el estómago y el intestino de cada una abriéndolos longitudinalmente.
6) Se lavan con solución fisiológica y se observan las mucosas que presentan ulceraciones con
respecto a la rata normal.
7) Se reseca el hígado entre ligaduras para evitar la hemorragia. Las suprarrenales aparecen
aumentadas de tamaño y congestionadas comparadas con la rata normal.
8) Continuar la incisión hacia el tórax bordeando el esternón por su derecha hasta seccionar la
clavícula, se separan ambos hemitórax y se observa el timo atrofiado comparado con la rata
normal.
9) Conviene pesar el timo y las suprarrenales de ambos.
515
IV. Medición del nivel de estrés
Una persona con sobre-estrés puede presentar sensación de sueño o insomnio, fatiga matinal
persistente, dolores de cabeza, irritabilidad persistente, apatía, pérdida de la capacidad de
concentrarse, pesadillas, falta de memoria, agresividad, aumento en el consumo de diversas
sustancias como el café, té, alcohol, cigarrillo y pérdida del apetito. Pueden aparecer problemas más
graves como abuso de drogas o alcohol y depresión. De acuerdo a las alteraciones producidas por el
estrés, se pueden presentar signos y síntomas indicadores de estrés resumidos en la siguiente tabla.
A A Muy a
Nunca Raramente
veces menudo menudo
A. Las condiciones del trabajo son
desagradables y/o a veces incluso 1 2 3 4 5
inseguro.
B. Siento que mi trabajo es negativo y me
1 2 3 4 5
afecta física y/o emocionalmente.
C. Tengo demasiado trabajo para hacer y/o
1 2 3 4 5
demasiadas fechas tope irracionales.
D. Encuentro difícil expresar mis opiniones
o sentimientos sobre las condiciones de 1 2 3 4 5
mi trabajo a mis superiores.
E. Siento que las presiones del trabajo
interfieren con mi vida familiar o 1 2 3 4 5
personal.
F. Tengo adecuado control sobre mis
5 4 3 2 1
deberes de trabajo.
G. Recibo el reconocimiento apropiado o
5 4 3 2 1
premios por mi buen desempeño.
H. Puedo utilizar mis habilidades y/o
talentos a la máxima capacidad en mi 5 4 3 2 1
trabajo. 518
Fuente: “The Workplace Stress Scale. The Marlin Company, North Haven, CT, and the American Institute
of Stress, Yonkers, NY. 2001.
Para conocer la puntuación obtenida, sumar los números que contestó en las ocho preguntas
y comparar con la escala siguiente:
Puntaje total de 15 o menos: sin estrés.
Puntaje total entre 16 y 20: estrés bajo.
Puntaje total entre 21 y 25: estrés moderado.
Puntaje total entre 26 y 30: estrés severo.
Puntaje total entre 31 y 40: estrés potencialmente peligroso.
Asimismo, por medio de cuestionario Maslach se puede medir el desgaste profesional. Se
completa en 10 a 15 minutos y mide los 3 aspectos del síndrome: Cansancio emocional,
despersonalización, realización personal.
Se consideran puntaciones bajas las menores a 34. La escala de Maslach de 1986 tiene una
alta consistencia interna y una fiabilidad cercana al 0,9 y Se trata de un cuestionario
autoadministrado, constituido por 22 ítems en forma de afirmaciones, sobre los sentimientos y
actitudes del profesional en su trabajo y hacia los pacientes.
ESCALA DE BURNOUT DE MASLACH
Sexo:
Edad:
Estado Civil:
Años de antigüedad:
Instrucciones: responder frente a cada una de estas afirmaciones, según la siguiente escala.
0 = Nunca
1 = Pocas veces al año o menos
2 = Una vez al mes o menos
3 = Unas pocas veces al mes o menos
4 = Una vez a la semana
5 = Pocas veces a la semana
6 = Todos los días
1. Me siento emocionalmente agotado por mi 0 1 2 3 4 5 6
trabajo.
2. Me siento cansado al final de la jornada de 0 1 2 3 4 5 6
trabajo.
3. Me siento fatigado cuando me levanto por la 0 1 2 3 4 5 6
mañana y tengo que ir a trabajar.
4. Comprendo fácilmente como se sienten los 0 1 2 3 4 5 6
pacientes.
5. Trato a algunos pacientes como si fueran 0 1 2 3 4 5 6
objetos impersonales.
6. Trabajar todo el día con mucha gente es un 0 1 2 3 4 5 6
519
esfuerzo.
7. Trato muy eficazmente los problemas de los 0 1 2 3 4 5 6
pacientes.
8. Me siento "quemado" por mi trabajo. 0 1 2 3 4 5 6
9. Creo que influyó positivamente con mi 0 1 2 3 4 5 6
trabajo en la vida de las personas
10. Me he vuelto más insensible con la gente 0 1 2 3 4 5 6
desde que ejerzo esta profesión.
11. Me preocupa el hecho de que este trabajo me 0 1 2 3 4 5 6
endurezca emocionalmente.
12. Me siento muy activo. 0 1 2 3 4 5 6
4. ¿Qué población puede tener más riesgo de enfermedades específicas ante grados
de estrés elevados, en función de la edad o del tipo de personalidad?
…………………………………………………………………………………………………………………………………..………….
…………………………………………………………………………………………………………………………………..………….
…………………………………………………………………………………………………………………………………..………….
…………………………………………………………………………………………………………………………………..………….
…………………………………………………………………………………………………………………………………..………….
…………………………………………………………………………………………………………………………………..………….
6. Mencione algunos ejemplos de estresantes psicológicos.
…………………………………………………………………………………………………………………………………..………….
…………………………………………………………………………………………………………………………………..………….
…………………………………………………………………………………………………………………………………..………….
3. ¿Cuál de las siguientes actuaciones cree usted que debería realizar el médico en primer
lugar?
a) Cambiar la glibenclamida por insulina corriente.
b) Ayudar al paciente a reconocer los agentes estresantes.
c) Controlar la hipertensión.
d) Enseñar a la hija del paciente a controlar las enfermedades de su padre.
523
524
I. El sistema nervioso.
II. Exploración general del sistema nervioso.
III. Actividades.
Objetivos del capítulo
1) Describir las funciones fisiológicas del sistema nervioso (sensitivo, motor, otros).
2) Examinar el nivel de conciencia de un individuo.
3) Examinar de manera general las sensibilidades somatoestésicas, visual, auditiva, olfativa
y gustativa.
4) Examinar de manera general los reflejos espinales y del tronco del encéfalo.
5) Describir las alteraciones más importantes del sistema nervioso.
525
I. El sistema nervioso
El sistema nervioso tiene la función fundamental de detectar cambios a nivel interno del cuerpo y
externo en el medio ambiente a través del sistema sensitivo, integrándolo y desencadenando una
respuesta motora.
La exploración del sistema nervioso para el diagnóstico se hace relativamente fácil, debido a que en
ella existe una buena correlación entre los síntomas y signos del paciente y las estructuras
anatómicas dañadas. Ello exige que el médico, en función de los síntomas y signos que presente el
paciente, realice, primero, un diagnóstico sindrómico y, seguidamente, determine la localización
anatómica que mejor explique los hallazgos clínicos (diagnóstico topográfico), lo que, a su vez,
permite reducir las causas posibles y dirigir las exploraciones a realizar para confirmar o descartar
las hipótesis diagnósticas sugeridas (diagnóstico etiológico) y proponer el tratamiento más
adecuado.
El examen de este modelo de funcionamiento se realiza de acuerdo al siguiente orden:
1. ESTADO MENTAL:
a) Nivel de conciencia o grado de alerta.
b) Orientación.
c) Lenguaje.
d) Memoria.
e) Cálculo. 528
f) Juicio.
2. SISTEMA MOTOR:
a) Pares craneales.
b) Fuerza muscular.
c) Coordinación y marcha.
d) Reflejos
3. SENSIBILIDAD:
a) Superficial.
b) Profunda.
c) Discriminativa.
1. ESTADO MENTAL
El estado mental es la condición general de funcionamiento del proceso mental y la conducta,
determinados por una evaluación psiquiátrica de diferentes áreas del funcionamiento, tales como la
conciencia, el estado anímico o humor, el afecto, el pensamiento y habla, la conducta motora, el
conocimiento general, la memoria, el cálculo aritmético, el juicio, la abstracción y el insight.
La alteración de la conciencia puede deberse a la afectación del nivel de conciencia o grado
de alerta (somnolencia, estupor, coma) o el contenido de la conciencia o conocimiento de uno mismo
y del mundo exterior (confusión).
La exploración del estado mental empieza desde el mismo instante en el cual el paciente tiene
contacto con el médico; se aprecia su comportamiento, gestos, humor, lenguaje, etc.
529
530
Los principales elementos que se deben buscar en el examen físico se relacionan con los
elementos semiológicos que permiten evaluar las estructuras de los hemisferios cerebrales y el tallo
encefálico (nivel de conciencia y escala de Glasgow, patrón respiratorio, pupilas y reflejo fotomotor,
movimientos óculo-cefálicos y óculo-vestibulares y respuesta motora).
Con respecto a los patrones respiratorios, pueden hallarse:
De Cheyne-Stokes: forma cíclica, con pausas de apnea. En coma superficial por
trastorno metabólico (uremia, insuficiencia cardíaca congestiva, anoxia) o lesión
bihemisférica leve.
Hiperventilación neurógena central: respiración rápida y profunda. En acidosis
metabólica (Kussmaul) y lesiones mesencéfalo-protuberanciales.
Respiración apnéustica: en lesiones en tegmento lateral de la protuberancia
inferior.
Respiraciones en salva: consiste en salvas respiratorias de duración irregular
interrumpidas por periodos de apnea, también de duración irregular. Indica lesión
protuberancial o bulbar alta.
Respiración atáxica (de Biot): lesión bulbar (mal pronóstico).
El examen de los movimientos oculares y de la función pupilar son de gran importancia en el 531
coma, pues las vías que los regulan se encuentran muy cerca de las estructuras que controlan la
conciencia (SRAA).
Desviaciones en plano vertical (desviación sesgada o “skew”): se deben a lesiones de
protuberancia o cerebelo.
Desviación conjugada de los ojos:
• Lesión talámica o mesencéfalo alto: los ojos miran hacia la nariz.
• Lesión hemisférica: desviación conjugada horizontal de la mirada hacia el lado de
la lesión (contrario al lado de la hemiparesia).
• Lesión protuberancial: desviación conjugada horizontal de la mirada hacia el lado
contrario de la lesión (al lado de la hemiparesia).
Oftalmoplejía internuclear (OIN): lesión del fascículo longitudinal medial (une los
núcleos VI y III para la mirada conjugada horizontal). Incapacidad de aducción de un ojo
con nistagmos en ojo abductor. Por ejemplo, OIN derecha: al intentar la mirada conjugada
hacia la izquierda, el ojo derecho no aduce (no se mete) y el ojo izquierdo abduce con
nistagmos (mira hacia fuera con nistagmos). Causas: esclerosis múltiple en jóvenes e ictus
en mayores.
Bobbing ocular o “sacudidas” oculares: sacudidas verticales hacia abajo y vuelta lenta
hacia arriba. Indica lesión protuberancial.
Roving ocular: desplazamiento lento de los ojos de un lado a otro, de forma espontánea.
Indica integridad del tronco.
Reflejos oculocefálicos: en sujetos despiertos se inhiben por la actividad cortical. En el
coma se “liberan” (ojos de muñeca): unos movimientos oculares completos y conjugados
inducidos por las maniobra oculocefálica demuestran la integridad de un extenso segmento
del tronco encefálico y prácticamente excluyen que una lesión primaria de éste sea la causa
del coma.
Reflejos oculovestibulares (estimulación vestibular calórica): ofrece la misma
información. Con agua fría: desviación tónica de los ojos hacia el oído estimulado. Con agua
caliente, al revés. En el paciente despierto, en vez de desviación tónica aparece nistagmos
(el nistagmos huye del frío). La fase lenta está mediada por vías troncoencefálicas (en el
centro de la mirada horizontal protuberancial) y la fase rápida es un movimiento generado
por el lóbulo frontal. En pacientes en coma hay varios tipos de respuesta:
• Si la fase lenta está ausente: significa lesión en el tronco.
• Si la fase lenta es normal pero falta la rápida: indica lesión hemisférica.
• Si ambas son normales debemos pensar en coma histérico.
Reflejos corneales (V par a protuberancia, a VII par): se altera en lesiones
protuberanciales.
Los reflejos pupilares son muy resistentes a la disfunción metabólica, por lo que las
alteraciones a este nivel (sobre todo unilaterales) indican lesión estructural.
Disfunción diencefálica bilateral: pupilas pequeñas reactivas. 532
Lesión hipotalámica unilateral, lesiones laterales en puente, bulbo y médula
cervical: miosis unilateral (síndrome de Horner).
Lesiones mesencefálicas: midriasis arreactiva.
Lesiones pontinas: pupilas puntiformes reactivas.
Compresión o elongación III par: midriasis arreactiva ipsilateral.
Drogas con acción vegetativa: atropina (midriasis), opiáceos (pupilas puntiformes),
cocaína (pupilas midriáticas).
Las respuestas motoras, en general no son muy útiles para el diagnóstico localizador de las
lesiones:
De decorticación: flexión miembros superiores e hiperextensión de miembros inferiores.
En lesiones bilaterales graves de los hemisferios cerebrales por encima del mesencéfalo.
De descerebración: extensión de las cuatro extremidades. Lesión de la vía corticoespinal
a nivel diencefálico bajo o mesencefálico.
2. SISTEMA MOTOR
Para el examen de las funciones motoras del paciente es conveniente seguir un orden de
arriba hacia abajo. Los puntos a evaluar son:
a) PARES CRANEALES
Los pares craneales no son totalmente motores, algunos tienen componente sensitivo que se
explorará en este momento por conveniencia o agilidad del examen.
Hay conexiones cortico-nucleares bilaterales para todos los nervios motores excepto para la
parte del núcleo facial que inerva los músculos de la parte inferior de la cara y la parte del núcleo del
nervio hipogloso que inerva el músculo geniogloso.
Sensitivos puros: olfatorio, óptico, vestibular.
Motores: oculomotor, motor ocular externo, patético, accesorio, hipogloso.
Mixtos: trigémino, facial, glosofaríngeo, vago.
534
Pares craneales y su función
Nombre y tipo de
Par craneal Función general
nervio
I Olfatorio (sensitivo) Olfato.
II Óptico (sensitivo) Visión
Todos los movimientos del ojo (excepto los del IV y VI nervio), elevador
III Oculomotor (motor)
del párpado superior, contracción pupilar y acomodación.
IV Troclear (motor) Movimiento del ojo hacia abajo y medial.
Movimiento de masticación y sensibilidad facial y bucal. (Rama
V Trigémino (mixto)
aferente del reflejo corneal).
VI Abducens (motor) Movimiento lateral del ojo.
Movimiento facial (incluye oclusión palpebral), salivación, lagrimeo,
VII Facial (mixto) sentido del gusto 2/3 anteriores de la lengua (rama eferente reflejo
corneal).
VIII Acústico (sensitivo) Audición y equilibrio.
Salivación, movimiento y sensibilidad de la faringe, gusto y sensibilidad
IX Glosofaríngeo (mixto)
1/3 posterior de la lengua y barorreceptores carotideos.
Deglución, fonación, elevación del velo del paladar, control laríngeo,
X Vago (mixto)
inervación parasimpática de las vísceras torácicas y abdominales.
Espinal accesorio
XI Movimiento de cabeza y cuello.
(motor)
XII Hipogloso (motor) Movimiento de la lengua.
I PAR (OLFATORIO)
Se origina en el neuroepitelio olfatorio de la parte superior de las cavidades nasales, que parte
de las células bipolares receptoras de estímulos olfatorios; sus axones forman el nervio olfatorio que
atraviesa la lámina cribosa y hace sinapsis con la segunda neurona en el bulbo olfatorio; sus
535
prolongaciones van hacia el sistema límbico. Las células bipolares son las únicas neuronas de los
sistemas neurosensoriales que se sustituyen regularmente y se regeneran tras daño neuronal.
Se explora pidiéndole al paciente que cierre los ojos y tapando una de las ventanas nasales se
coloca junto a las otras sustancias olorosas no irritantes y conocidas (café, tabaco, etc.) para que las
identifique.
II PAR (OPTICO)
En el examen del nervio óptico se debe explorar:
Agudeza visual.
Visión de colores. Se investiga preguntando al paciente mientras se le muestran los colores
básicos en una carta. De un modo más práctico, se le pregunta si los reconoce y solo si hay
problema se procede a la exploración.
Campimetría.
Fondo de ojo.
Reflejo pupilar. Está mediado por los pares II y III que se interconectan al nivel del
mesencéfalo (tenga en cuenta que a la vez se evalúa una función motora del III par). Se
exploran dos tipos de reflejos:
1. Directo. Ilumine tangencialmente con una pequeña linterna el ojo derecho del paciente
y observe que la pupila se cierra inmediatamente. Evalúe después el otro ojo de la misma
manera.
2. Consensual. Mientras se examina el reflejo directo se aprovecha para evaluar este
observando la respuesta de la pupila del ojo que no se ilumina, la cual también se debe
cerrar.
III, IV Y VI PARES
Son los motores oculares y se evalúan a la vez. Tienen como función los movimientos
conjugados de los ojos. Recuérdese los músculos que inerva cada nervio:
III par: recto interno, recto superior, recto inferior y oblicuo inferior.
IV par: oblicuo superior.
VI par: recto externo.
No olvidarse, además, que el III par inerva al músculo constrictor del iris que se examinó con
el II par y los músculos elevadores del párpado que se pueden explorar al examinar los movimientos
oculares. Se pide al paciente que mire hacia arriba o también pidiendo al paciente que cierre y luego
abra los ojos. Ambos párpados deben moverse simétricamente.
IX PAR (GLOSOFARINGEO)
Da inervación sensitiva al velo del paladar, faringe y la función gustativa del 1/3 posterior de
la lengua que se evalúa como se explicó para el VII par.
El reflejo nauseoso da información de la función sensitiva del glosofaríngeo y de la motora del
vago (X par). Con un bajalenguas se toca la pared posterior de la faringe y se aprecia el reflejo
nauseoso.
538
X PAR (NEUMOGASTRICO O VAGO)
Lleva fibras motoras somáticas (motilidad voluntaria) para el paladar blando, faringe y
laringe; fibras autonómicas para el músculo de la tráquea, esófago, corazón, estómago e intestino;
fibras sensitivas de la faringe, laringe, bronquios, esófago y vísceras abdominales. Da lugar a una
serie de ramas:
i. Nervio faríngeo: sensitivo y motor. Su lesión produce disfagia.
ii. Nervio laríngeo superior: su lesión produce aspiración de alimentos. Si se lesiona el
vago por encima de la salida de este nervio las cuerdas vocales se mantienen en posición
intermedia (por lesión de los nervios laríngeos superior y recurrente), y aparece disfonía.
iii. Nervio laríngeo recurrente: la lesión unilateral produce voz bitonal y cuerda en
posición paramedia (parálisis de los músculos extrínsecos de la laringe excepto de los
cricotiroideos que están inervados por nervio laríngeo superior). El tratamiento de la
parálisis unilateral será rehabilitación foniátrica y si no se resuelve, inyección de sustancias
o tiroplastia para aproximar las cuerdas. La lesión recurrencial bilateral (de Riegel) produce
cierre de cuerdas vocales con disnea y estridor que precisa traqueotomía urgente. La causa
más frecuente de lesión del nervio recurrente es la cirugía tiroidea, otras causas son el
cáncer de tiroides, aneurismas aórtico, carcinoma bronquial, carcinoma de esófago, y en
general cualquier compresión que se ejerza sobre él en su trayecto. El lado más afecto es el
izquierdo ya que aquí el nervio recurrente tiene un trayecto intratorácico mayor rodeando
al cayado aórtico para ascender por el surco traqueoesofágico.
iv. Inervación parasimpática para tracto digestivo.
Se explora este nervio observando la elevación simétrica del velo del paladar y central de la
úvula mientras el paciente dice AH!!!. Durante la conversación con el paciente se debe apreciar la
tonalidad de la voz.
El vago también da inervación parasimpática al nodo sinusal del corazón. Se pide al paciente
que haga una maniobra de valsalva y se aprecia la bradicardia que se produce.
El IX y X pares son esenciales para la motilidad faringolaríngea. Su lesión produce trastornos
del habla (disartria) y de la deglución (disfagia). Además de las lesiones periféricas, que suponen el
90%, puede haber parálisis centrales: supranucleares, por lesión de las fibras corticobulbares,
con lesión espástica por alteración de primera motoneurona, y nucleares, por lesión del núcleo
motor ambiguo y fibras sensitivas del tracto solitario. En estas últimas, se produce una parálisis
flácida por lesión de segunda motoneurona; aparece disfonía con cuerdas en posición intermedia,
por parálisis del nervio recurrente y laríngeo superior, y disfagia y aspiración por anestesia laríngea.
XI PAR (ESPINAL)
Ofrece inervación motora a los músculos esternocleidomastoideo (ECM) y trapecio. El ECM
se explora pidiendo al paciente que gire la cara hacia un lado contra una resistencia ejercida por el
examinador, se debe apreciar la fuerza y el tono del músculo ECM. El trapecio se explora apreciando
la simetría de la parte superior de ambos hombros. Y la fuerza generada al elevar los mismos 539
mientras el examinador situado por detrás ejerce resistencia con sus manos.
c) COORDINACION Y MARCHA
La taxia o coordinación hace referencia a la ejecución precisa de los movimientos corporales.
Depende fundamentalmente de una integridad del aparato visual, laberinto, cerebelo y vías de
interconexión cerebrales y medulares (sensitivo-motoras).
Se explora mediante las pruebas:
1. Dedo nariz: el paciente de pie con las extremidades superiores en abducción lleva
alternativamente el índice de una mano a la punta de la nariz, luego lo devuelve a
su posición original mientras hace lo mismo con el otro índice. Esto se repite
varias veces a buena velocidad con ojos abiertos y después cerrados.
2. Talón rodilla: con el paciente en decúbito dorsal se le ordena llevar el talón de un
pie a la rodilla del miembro opuesto y deslizarlo por la cara anterior de la pierna.
Esto se debe repetir dos a tres veces. Luego se hará lo mismo con el otro pie. Esta
prueba se hace con ojos abiertos y cerrados.
3. Romberg.
La marcha es el producto de una compleja y delicada integración funcional de los sistemas
nervioso, muscular, esquelético y articular. Es un proceso en parte voluntario y en parte reflejo, dado
que se inicia por un acto voluntario, pero se mantiene de forma refleja. 542
Está mediado por circuitos de neuronas que se activan de forma periódica, estimulando
alternativamente los músculos flexores y extensores de las extremidades. Las neuronas de un lado
de la médula están coordinadas con las del otro lado, para que cuando una extremidad esté en fase
de extensión la contralateral esté en fase de flexión.
Estos circuitos medulares pueden ser activados por centros superiores. Existe un centro de la
locomoción en el mesencéfalo, que activa a los circuitos medulares de la locomoción, a través de vías
descendentes.
Los impulsos que rigen la movilidad nacen en la corteza y para llegar a los músculos efectores
tienen que atravesar la vía piramidal y la terminal común. La vía piramidal (primera motoneurona o
neurona superior) está integrada por las neuronas de la corteza motora y sus cilindroejes, mientras
que la vía terminal común (segunda motoneurona o inferior) está formada por las motoneuronas
que están en el asta anterior, los cilindroejes de estas neuronas que forman parte de las raíces
anteriores, de los plexos y de los nervios periféricos y terminan en las fibras musculares, mediante
las placas motoras.
La unidad motora es el conjunto de una motoneurona y las miofibrillas inervadas por ella.
Sobre ella existe un control suprasegmentario de centros superiores propios de la médula espinal
(p.ej. interneuronas de Renshaw), del tronco encefálico (núcleos vestibulares, sustancia reticular) y
de la corteza cerebral (vía piramidal).
Desde el punto de vista fisiopatológico se puede identificar:
i. Síndrome Piramidal o Corticoespinal: alteración de la vía piramidal desde su
origen en la corteza hasta su terminación en las astas anteriores de la médula.
ii. Síndrome de Motoneurona inferior o Segunda Neurona: alteración de las
motoneuronas del asta anterior o del cilindroeje entre la médula y su terminación en
la placa motora de los músculos.
Aumentado
Tono Disminuido
(Espasticidad)
543
Exploración del cerebelo
En cada una de las pruebas el examinador debe de comprobar si el ejercicio es realizado con facilidad,
sin temblor ni ataxia.
a) Exploración del funcionamiento del vermis cerebeloso.
La observación de la posición que adopta el paciente de pie y sentado, constituye un test
orientativo, aunque grosero, del funcionamiento del vermis cerebeloso.
Test de Romberg. Esta prueba valora el equilibrio del paciente en posición estática con el
fin de poner de manifiesto las lesiones cerebelosa y otoneurológica que pueden alterar la
posición erecta por cambios en el tono postural. En el método estándar, el paciente se
encuentra estáticamente en bipedestación y con los pies juntos para reducir el elemento
propioceptivo de la sustentación, y los brazos a lo largo del cuerpo. Primero se le mantiene
con los ojos abiertos y luego se le ordena cerrar los ojos para suprimir la información visual.
Al cerrar los ojos la prueba elimina el receptor visual reduciendo la información al sistema
vestibular y al propioceptivo. Duración de la prueba, como mínimo 1 minuto, pudiéndola
alargar a 3 minutos. Si antes de este tiempo el paciente cae, mueve los pies, abre los ojos o
extiende los brazos la prueba se considera positiva. Se ha de valorar si la caída es rápida o
lenta, hacia un lado o hacia ambos, hacia adelante o hacia atrás. Se han descrito otros
métodos o variantes de la prueba para hacer la prueba más sensible. Se puede hacer
colocando al paciente en la posición de Mann que consiste en poner un pie delante del otro y
con los brazos cruzados. En el Romberg central, la lateropulsión o caída es inmediata, intensa
y en cualquier dirección. No se modifica con los ojos abiertos y cerrados incluso a veces la
inestabilidad es tan grande que es imposible realizar la prueba pues el paciente es incapaz de
juntar sus pies, cae como el palo de una escoba. No existe armonía con la dirección del
nistagmo si este existe. Se produce en las lesiones de los cordones posteriores, del tracto
piramidal y del vermis ya que el enfermo está privado de los reflejos de enderezamiento. En
las lesiones cerebelosas del vermis y de los núcleos cerebelosos, la caída es fulminante hacia
el lado enfermo, o bien hacia delante o hacia atrás, y en estos casos el Romberg positivo
coexiste con otros signos cerebelosos, como hipotonía y dismetría. En lesiones de la corteza
cerebelosa aparecen hipertonía homolateral con caída fulminante hacia el lado sano, además
de otros signos cerebelosos como ataxia y adiadococinesia.
Prueba de la marcha. También denominada de Babinski-Weil o marcha ciega. Se le pide
al paciente caminar en línea recta hacia adelante y hacia atrás con los ojos abiertos y cerrados.
Si hay espacio se le indica que de unos 10 pasos hacia adelante y hacia atrás. La prueba puede
hacerse más sensible haciéndole caminar en fila un pie tras otro talón-puntera. Como ocurre
con el Romberg se ha de tener en cuenta que la habilidad para la realización de la prueba
disminuye con la edad. En general sólo son valorables las desviaciones notables o caídas. En
las lesiones de los cordones medulares, la marcha se realiza con una gran base de sustentación
separando mucho los pies, mientras que en la lesión cerebelosa aparece una marcha atáxica 544
o incoordinada. En las lesiones unilaterales existe caída hacia un lado. En las lesiones
centrales, la lateropulsión es hacia cualquier lado y suelen aparecer además fallos cualitativos
en la marcha, como marcha atáxica, parética, etc.
b) Exploración del funcionamiento de los hemisferios cerebelosos. En las lesiones de los
hemisferios se podrá observar en todas las pruebas astenia y un temblor fino, intencional o no.
Tono brazos: prueba de los índices. Valora las desviaciones espontáneas y el tono
muscular de los miembros superiores permitiendo diferenciar una lesión de los hemisferios
cerebelosos de una lesión vestibular. Se coloca al paciente sentado con los brazos extendidos
hacia el explorador, con los ojos cerrados, y se valora la desviación de los índices al
mantenerse en esta posición durante un tiempo que como mínimo ha de ser de 15 segundos.
En las lesiones periféricas se produce una desviación uniforme y paralela de ambos brazos
hacia el lado lesionado y lo mismo ocurre en las lesiones cerebelosas del vermis. En las
lesiones de los hemisferios cerebelosos hay una astenia unilateral que hace que el brazo del
lado lesionado caiga de forma muy acusada (hipotonía cerebelosa) pudiendo además apreciar
un temblor intencional. En las lesiones centrales puede aparecer una caída por astenia o
hipotonía del brazo en el lado lesionado.
Past-pointing. Esta prueba examina el tono muscular de los brazos, constituyendo un test
para evaluar además del cerebelo el sistema vestibuloespinal con relación a las extremidades
superiores, si bien su realización requiere una buena integración de la función vestibular,
ocular, propioceptiva y cerebelosa. El paciente se coloca delante del examinador y extiende
sus brazos señalando con su dedo índice; con los ojos cerrados eleva sus brazos hacia arriba
extendidos y rápidamente baja los brazos al punto de origen; la maniobra se repite con la
cabeza en extensión hacia atrás e inclinada hacia cada hombro. Se ha propuesto realizar la
maniobra con estimulación térmica de los laberintos. Cuando la prueba es positiva en
ausencia de nistagmo y con un Romberg normal sugiere patología central. Cuando realizada
después de la estimulación térmica la prueba aparece invertida o ausente en presencia de
nistagmo se ha de sospechar patología central.
Prueba índice-nariz. Con respecto al cerebelo es la forma más rápida y mejor para explorar
la sinergia. El paciente extiende su brazo, con ojos cerrados, y manteniendo el brazo
extendido en posición horizontal dirige el dedo índice a la punta de la nariz. Primero se hace
con una mano y luego con la otra. Hay quien propone hacerlo primero con ojos abiertos y
luego con ojos cerrados para comparar ambas situaciones. Se comienza haciéndolo
lentamente y se irá repitiendo con mayor rapidez. Otra forma muy similar de realizar esta
prueba es con la técnica denominada dedo-nariz, que consiste en que el paciente vaya tocando
sucesivamente la punta de su nariz y el dedo del examinador. La prueba es positiva si aparece
un temblor fino o intencional, astenia y falta de puntería con el índice, ya que la ataxia, la
hipermetría y las alteraciones de la coordinación indican la existencia de lesiones cerebelosas
ipsilaterales. Las dos pruebas anteriores exploran la sinergia, que es la coordinación motora
del cerebelo, y su alteración es la asinergia mostrando temblor fino o intencional, astenia y 545
falta de puntería con los índices. Exploran además la metría que es el control de la actividad
muscular ejercido por el cerebelo, su alteración es la dismetría.
Exploración de la adiadococinesia. La diadococinesia es la capacidad para realizar
rápidamente movimientos alternativos. Para su exploración se indica al paciente que efectúe
con rapidez movimientos alternativos, como golpear sus rodillas con las palmas y el dorso de
las manos, con movimientos de pronación y supinación. Otra maniobra es indicar al paciente
que vaya tocando con la punta de los dedos la punta del pulgar rápidamente y con los ojos
cerrados.
Rebote. La alteración del rebote es indicativa de lesión cerebelosa. Se indica al paciente que
extienda el brazo con los ojos cerrados y el examinador empuja hacia abajo y hacia arriba la
mano del paciente, al dejar de hacer fuerza el examinador, la mano debe de volver a su
posición de comienzo.
a) REFLEJOS
Los reflejos son movimientos involuntarios y estereotipados (que se produce siempre la misma
respuesta ante un estímulo determinado) en respuesta a un estímulo.
El arco reflejo es la base anatómica del reflejo, y consta de un receptor sensorial, una vía
aferente al sistema nervioso central, una o varias sinapsis en el sistema nervioso central, una vía
eferente y un órgano efector, que en muchos casos es un músculo esquelético (a veces puede ser una
glándula de secreción).
El reflejo miotático consiste en que cuando un músculo es estirado, éste se contrae,
oponiéndose al estiramiento. En este proceso, se estimulan a los receptores de los husos musculares,
que son sensibles a la longitud del músculo.
El receptor del huso muscular está constituido por una cápsula fusiforme de tejido conjuntivo
fibroso que rodea a un grupo de 8 a 15 fibras musculares delgadas. Estas fibras se conocen como
fibras intrafusales. Se distinguen 2 tipos de fibras intrafusales:
Fibras de la bolsa nuclear fusiformes con un agregado central de núcleos que responden a los
cambios de longitud del músculo (receptor fásico). Existen 2 tipos denominados fibras de la
bolsa nuclear 1 y 2.
Fibras de cadena nuclear de un ancho uniforme y núcleos dispuestos en cadena que
responden al estiramiento estático del músculo (receptores tónicos).
Los husos musculares, además de mediar el reflejo miotático, informan al sistema nervioso
central sobre la posición de los miembros. De los husos salen fibras nerviosas de tipo Ia y II. La fibra
Ia inerva todas las fibras intrafusales, y por tanto lleva información tanto de los cambios de longitud
como de la longitud estática del músculo. La fibra II inerva a la fibra de bolsa nuclear 2 y las fibras
de cadena nuclear, y lleva información sobre la longitud estática, pero no sobre los cambios de
longitud.
546
547
Reflejo de estiramiento. Este arco reflejo monosináptico presenta sólo una sinapsis en el SNC, entre una única
neurona sensitiva y una única neurona motora. También se muestra en la figura un arco reflejo polisináptico a los
músculos antagonistas, que presenta dos sinapsis en el SNC y una interneurona. Los signos más (+) indican sinapsis
excitatorias y el signo menos (–) representa una sinapsis inhibitoria.
Los órganos tendinosos de Golgi (OTG) son receptores de estiramiento en los tendones. Se
estimulan por la contracción del músculo, que tira del tendón correspondiente. Estos receptores no
se estiran fisiológicamente por un estiramiento pasivo del músculo.
La vía aferente está dada por fibras de tipo Ib, las cuales hacen sinapsis en la médula con
interneuronas de tipo Ib, que inhiben a las motoneuronas del músculo que se ha contraído. Este
circuito forma una retroalimentación negativa, por la que la contracción de un músculo inhibe su
propia contracción, y tiende a mantener la fuerza producida constante.
El reflejo flexor o de defensa consiste en que un estímulo nociceptivo en una extremidad
produce flexión de la extremidad, para apartarla de un posible daño. En un animal espinal este reflejo
está hiperactivo, y puede producirse por estímulos táctiles no nociceptivos.
Los receptores son terminaciones nerviosas cutáneas nociceptivos, táctiles y térmicas. La vía
aferente son fibras nerviosas tipo II (Aβ), III (Aδ) y IV (C). En la médula, a través de varias
interneuronas, estimula las motoneuronas de los músculos flexores e inhibe las de los músculos
extensores. Además, se estimulan los extensores y se inhiben los flexores del miembro contralateral,
para que el otro miembro se extienda y soporte el peso del cuerpo (reflejo extensor cruzado).
El reflejo de defensa puede presentar signo local, lo cual significa que la respuesta depende
del lugar en que se aplicó el estímulo. Un estímulo en la parte interna del miembro produce
separación del miembro del cuerpo, además de flexión, para apartarlo del estímulo.
REFLEJOS PROFUNDOS (OSTEOTENDINOSOS) 548
1. Maseterino.
2. Bicipital.
3. Tricipital.
4. Estilorradial.
5. Rotuliano.
6. Aquiliano
REFLEJOS SUPERFICIALES
7. Cutáneo-abdominal.
8. Cremasteriano.
9. Plantar.
OTROS REFLEJOS
10. Corneano.
11. Fotomotor.
12. Nauseoso.
Para el examen se utiliza el martillo de reflejos.
EXPLORACIÓN DE LOS REFLEJOS
Reflejo Técnica Respuesta Nivel
Percusión del mentón con Ascenso de la
1. Maseterino V par craneal
boca entreabierta. mandíbula.
Percusión del tendón del
Flexión del antebrazo
2. Bicipital* bíceps con el codo flexionado C5-C6
sobre el brazo.
90º.
Percusión del tendón del Extensión del
3. Tricipital* tríceps con el codo antebrazo sobre el C7
flexionado 90º. brazo.
Percusión sobre la apófisis
Pronación del
4. Estilorradial* estiloides del radio, cara C6
antebrazo.
lateral.
Percusión del tendón del
5. Rotuliano cuádriceps con la rodilla en Extensión de la rodilla. L3-L4
flexión de 90º.
Percusión del tendón de
6. Aquiliano Aquiles sosteniendo el pie a Flexión plantar del pie. S1
90º con una mano.
Porción superior del
abdomen
Trazar línea hacia el ombligo Jalonamiento del
7. Cutáneo T8-T10
en la pared abdominal con ombligo hacia el
abdominal Porción inferior del
un objeto romo. estímulo.
abdomen
T10-T12
Trazar líneas sobre la cara
8. Cremasteriano Ascenso del testículo. L1-L2
interna del muslo.
Rayar con la punta de un
Flexión plantar de los
9. Plantar objeto romo la cara externa S1-S2
dedos.
de la planta del pie. 549
* El reflejo bicipital, tricipital y estilorradial se pueden explorar de una manera rápida y cómoda,
tomando con la mano izquierda las dos manos del paciente en posición de pronación máxima. Se
pide al paciente relajación adecuada y con el martillo en la mano derecha se golpea
comparativamente en los sitios tendinosos señalados. Para la graduación de la intensidad de los
reflejos se utiliza la siguiente conversión:
0 = ausencia de reflejos.
1+ = hipoactivo.
2+ = intensidad normal.
3+ = hiperactivos.
4+ = con clonus agotable.
5+ = con clonus permanente.
REFLEJOS PATOLÓGICOS
Son aquellos reflejos que solo pueden ser despertados en condiciones anormales y cuya presencia
indica la existencia de una interferencia orgánica en la función del sistema nervioso.
Signo de Babinski. La estimulación de la planta del pie extiende el dedo gordo,
generalmente asociado a un movimiento de abanico de los demás dedos (abducción y
ligera flexión). No siempre es obvio, es decir, a veces la respuesta es ambigua o
indiferente. En su expresión más patológica se produce la triple retirada: extensión del
1º dedo, flexión de rodilla y flexión de cadera. Si no se obtiene una respuesta, intentar
otras maniobras.
i. De “Chaddock”: se estimula la cara lateral del dorso del pie, desplazando el estímulo
debajo del maléolo externo y hacia los dedos de los pies.
ii. De “Oppenheimer”: Deslizar hacia abajo los nudillos o los dedos índice y pulgar
juntos, sobre el borde anterior de la tibia.
iii. De “Gordon”: oprimir firmemente los músculos de la pantorrilla.
iv. De “Schaeffer”: oprimir firmemente el tendón de Aquiles.
Reflejos involutivos o de liberación frontal. Se trata de reflejos primitivos presentes en el
neonato que desaparecen con la maduración y pueden aparecer de nuevo en caso de
enfermedad cerebral difusa, sobre todo de los lóbulos frontales. Se exploran cuando se
encuentra demencia o alteraciones neurológicas diseminadas.
i. Reflejo de parpadeo. A) Con un martillo de reflejos golpear en forma suave y
repetida entre los ojos del paciente. Al principio el paciente parpadeará, pero pronto
se habrá adaptado. B) Con "liberación frontal" (pérdida de la inhibición normal del
lóbulo frontal), el parpadeo persiste sin que ocurra adaptación.
ii. Reflejo de hociqueo. A) Golpear con suavidad encima de los labios.
Habitualmente la respuesta es mínima o no la hay. B) Con liberación frontal: 1) Los
labios se fruncirán con cada golpe. 2) En caso extremo el paciente hará muecas.
iii. Reflejo de succión. A). Con un depresor de lengua frotar con suavidad los labios. 550
Normalmente no hay respuesta. B) Con liberación frontal, el paciente presentara
movimientos de succión, de labios, lengua, y maxilar inferior. También puede seguir el
depresor de lengua al igual que lo haría un recién nacido.
iv. Reflejo de prensión o grasping. El estímulo de la palma de la mano produce
el cierre de los dedos y la prensión de los dedos del explorador.
v. Reflejo palmomentoniano. Al rascar la eminencia tenar se contrae el mentón
ipsilateral.
3. SENSIBILIDAD
El examen clínico de la sensibilidad está sujeto a subjetividad por múltiples razones. Para hacerlo
objetivo es importante tener en mente las siguientes recomendaciones generales:
a) Instruya al paciente sobre lo que se piensa hacer para lograr una colaboración activa.
b) Es indispensable que no existan alteraciones del nivel de conciencia; el paciente debe
estar alerta.
c) Tenga presente que el nivel intelectual del paciente puede crear dificultad y a veces
impedir el examen.
d) Pida al paciente que tenga los ojos cerrados durante el examen.
e) Es fundamental la habilidad y experiencia del examinador.
La sensibilidad se evalúa en tres modalidades:
Superficial
Profunda
Discriminativa
a) SENSIBILIDAD SUPERFICIAL
La sensibilidad superficial es aquélla recogida por los receptores de la piel y transmitida por los
fascículos espinotalámicos del SNC. En la exploración se debe buscar la sensibilidad:
1. Táctil.
2. Dolorosa.
3. Térmica.
La sensibilidad superficial se distribuye en metámeras (metámera = raíz) circulares
horizontales en la cara, cuello y tronco, y en axiales en las extremidades. 551
1. Sensibilidad táctil. Provéase de una torunda de algodón (en caso de no tenerla puede
usar el dedo) y con el paciente en ropa interior y en decúbito dorsal explore sobando sobre la piel de
áreas simétricas siguiendo un orden. Pida al paciente que responda: ¿Qué siente? ¿Dónde se le está
tocando? ¿Es igual en todos los puntos?
Lo normal es que el paciente sienta el toque suave y la calidad de la sensación debe ser similar en
áreas simétricas.
2. Sensibilidad dolorosa. Se explora con la punta de un alfiler ejerciendo una presión de
intensidad moderada, tratando de ejercer la misma presión siempre. Se explora siguiendo las
mismas recomendaciones que para el tacto y se hacen las mismas preguntas.
Lo normal es que la sensación dolorosa se aprecie igual en áreas simétricas.
3. Sensibilidad térmica. De una manera práctica se evalúa este tipo de sensación con el
martillo de reflejos siendo el mango metálico el objeto frío y el caucho el objeto de temperatura
mayor. Realice el examen en los mismos puntos que para el dolor y el tacto, aplicando
alternativamente el mango y después la porción de caucho en un mismo punto y pidiendo al paciente
que diferencie cuál de los dos estímulos es más frío. El paciente normal diferencia adecuadamente
entre las dos temperaturas.
552
b) SENSIBILIDAD PROFUNDA
Este tipo de sensibilidad viaja por los cordones posteriores medulares. Se evalúan dos tipos:
1. Sensibilidad vibratoria. Se explora con un diapasón de 128 ciclos/s, el cual se hace
vibrar suavemente y se aplica sobre prominencias óseas simétricas. Se pide al paciente que diga qué
siente y en qué parte de su cuerpo. Se deben comparar zonas simétricas.
Lo normal es que el paciente perciba como un cosquilleo y que sea igual en partes simétricas.
2. Propiocepción. Permite al individuo conocer de la posición de cada parte de su cuerpo
y la dirección en la cual se mueven. Se explora a nivel de las manos y de los pies. Tome alguno de los
dedos entre el pulgar y el índice por la cara lateral (no por el dorso ni planta) y movilícelo hacia arriba
o hacia abajo. Pregunte al paciente la dirección de dicho desplazamiento.
c) SENSIBILIDAD DISCRIMINATIVA
Este tipo de sensibilidad requiere de una corteza cerebral íntegra.
1. Localización de dos puntos. Se basa en el conocimiento de que cada neurona sensitiva
da inervación a un área determinada de piel. Se utiliza un compás con dos puntas romas el cual se
abre unos 4 cm, se aplica verticalmente sobre el área a examinar ejerciendo una presión igual con
cada punta; se interroga al paciente cuantos estímulos siente; si señala dos, se va cerrando
progresivamente el compás hasta tanto el paciente señale que no siente sino un estímulo o el compás
no cierre más.
Lo normal es que el paciente perciba los dos estímulos al tiempo con una apertura del compás menor
en las zonas de mayor densidad de inervación (manos, dedos) que en las de menor densidad (dorso);
en esta última zona debe sentir dos puntos con una separación de más o menos 3 cm.
2. Estereognosia. Es la capacidad de reconocer objetos comunes solo por el tacto. Entregue
al paciente para que palpe una llave, una moneda. 553
3. Grafestesia. Capacidad de reconocer lo que se escribe sobre alguna parte de la piel solo
por el tacto. Escriba en la mano del paciente letras, números. Repítalo en otros sitios.
4. Topognosia. Por medio de ésta el paciente es capaz de reconocer el sitio de su cuerpo
donde se lo toque. La exploración es evidente.
5. Barognosia. Capacidad de diferenciar el peso de los objetos. Ponga objetos de diferente
peso en la mano del paciente para que los clasifique.
La médula espinal está constituida por sustancia gris en forma de H, formada por dos astas
anteriores, de donde surgen las raíces motoras, y dos posteriores, donde llegan las raíces sensitivas.
Además, se distinguen tres cordones de sustancia blanca: anterior, lateral y posterior, constituidos
por las vías ascendentes sensitivas y por las vías descendentes motoras.
556
Procesamiento de las aferencias sensitivas y de las aferencias motoras por la médula espinal.
Vía del cordón posterior-lemnisco medial. La vía del cordón posterior-lemnisco medial transmite a la corteza
cerebral impulsos nerviosos asociados con tacto, presión, vibración y propiocepción consciente de los miembros, el
tronco, el cuello y la región posterior de la cabeza.
560
Vía trigeminotalámica. La vía trigeminotalámica transmite a la corteza cerebral impulsos nerviosos asociados con la
mayoría de las sensaciones somáticas (táctiles, térmicas, dolorosas y propioceptivas) de la cara, la cavidad nasal, la
cavidad bucal y los dientes.
Hay muchos tractos descendentes motores, pero el más importante es el tracto piramidal
o vía motora voluntaria (tractos corticoespinal lateral y anterior), que desciende
principalmente por el cordón lateral (tracto corticoespinal lateral), y termina en las astas anteriores
de ese mismo lado (habiéndose decusado más arriba en el bulbo), donde están los cuerpos
neuronales de las motoneuronas inferiores que inervan los músculos.
El control de los movimientos corporales tiene lugar mediante circuitos nerviosos de
varias regiones encefálicas. El área motora primaria (área 4), localizada en el giro precentral del
lóbulo frontal de la corteza cerebral, es una región de control importante para la ejecución de
movimientos voluntarios.
El área premotora (área 6) adyacente también aporta axones a las vías motoras descendentes.
Como en el caso de la representación somatosensitiva del área somatosensorial, diferentes músculos
están representados de manera desigual en el área motora primaria. Gran parte del área cortical está
dedicada a los músculos que intervienen en movimientos de precisión, complejos o delicados. Los
músculos del pulgar, los dedos, los labios, la lengua y las cuerdas vocales tienen representaciones
grandes; el tronco posee una representación mucho más pequeña. El mapa muscular distorsionado
del cuerpo se denomina homúnculo motor.
Los impulsos nerviosos para los movimientos voluntarios se propagan desde la corteza
cerebral hasta las neuronas motoras inferiores, a través de las vías motoras directas. Éstas, que
también se conocen como vías piramidales, están formadas por axones que descienden de las células
piramidales, que son neuronas motoras superiores con cuerpos de forma piramidal, localizadas en
el área motora primaria y en el área premotora de la corteza cerebral (áreas 4 y 6, respectivamente).
Las vías motoras directas comprenden las vías corticoespinales y la vía corticobulbar.
Las vías corticoespinales conducen impulsos destinados al control de los músculos de los
miembros y el tronco. Los axones de las neuronas motoras superiores de la corteza cerebral forman 561
los tractos corticoespinales, que descienden a través de la cápsula interna del cerebro y el
pedúnculo cerebral del mesencéfalo.
En el bulbo raquídeo, los haces de axones de los tractos corticoespinales forman las
protrusiones ventrales conocidas como pirámides.
Alrededor del 90% de los axones se decusan (cruzan) al lado contralateral (opuesto) del bulbo
raquídeo y, luego, descienden hasta la médula espinal, donde hacen sinapsis con una neurona de los
circuitos locales o con una neurona motora inferior. El 10% que permanece del lado ipsilateral
eventualmente se decusa en niveles medulares, donde hacen sinapsis con una neurona de los
circuitos locales o con una neurona motora inferior. Por lo tanto, la corteza cerebral derecha controla
la mayoría de los músculos del hemicuerpo izquierdo, en tanto que la corteza cerebral izquierda
controla la mayor parte de los músculos del hemicuerpo derecho.
562
Las vías corticoespinales conducen impulsos nerviosos para el control de los músculos de los miembros y el tronco.
Existen dos tipos de tractos corticoespinales que son el tracto corticoespinal lateral y el tracto
corticoespinal anterior. Como se observa en la figura anterior, en el tracto corticoespinal lateral, los
axones corticoespinales que se cruzan en el bulbo raquídeo forman el tracto corticoespinal lateral del
cordón lateral blanco de la médula espinal. Estos axones hacen sinapsis con neuronas de los circuitos
locales o con neuronas motoras inferiores del asta anterior gris de la médula espinal. Los axones de
estas neuronas motoras inferiores salen de la médula por las raíces anteriores de los nervios
espinales y terminan en los músculos esqueléticos que controlan los movimientos de las partes
distales de los miembros. Los músculos distales son responsables de movimientos precisos, ágiles y
de alta destreza de las manos y los pies; por ejemplo, los movimientos necesarios para abotonar una
camisa o tocar el piano.
En el tracto corticoespinal anterior, los axones corticoespinales que no se cruzan en el bulbo
raquídeo forman el tracto corticoespinal anterior del cordón anterior blanco de la médula espinal.
En cada nivel de la médula espinal, algunos de estos axones se decusan a través de la comisura blanca
anterior. Luego, hacen sinapsis con neuronas de los circuitos locales o con neuronas motoras
inferiores del asta anterior gris. Los axones de estas neuronas motoras inferiores salen de la médula
por las raíces anteriores de los nervios espinales. Terminan en los músculos esqueléticos que
controlan los movimientos del tronco y los segmentos proximales de los miembros.
Por otra parte, por la médula también van vías que nos permiten controlar voluntariamente
los esfínteres y cuyo centro está a nivel de la médula sacra (cono medular).
Una lesión medular, por lo tanto, puede producir una pérdida de fuerzas, del control de
esfínteres y de la sensibilidad, cuyo nivel superior depende del segmento medular donde se ubica la
lesión. Si sólo afecta a las extremidades inferiores, y la pérdida de fuerzas es parcial, se denomina
paraparesia, y si es total, paraplejía. Si la lesión es más alta puede también comprometer las
extremidades superiores, produciéndose una tetraparesia o tetraplejía. A veces, las lesiones
medulares no comprometen toda la médula, sino parte de ella, o una de sus mitades (hemisección
medular), lo que se manifiesta por pérdida de las fuerzas y de la sensibilidad postural de ese mismo
lado, y pérdida de la sensibilidad superficial del lado opuesto del cuerpo, dado el entrecruzamiento 563
de ésta.
En la sección medular pueden encontrarse las siguientes fases:
Fase de shock. Inmediatamente tras de una sección completa de la médula espinal
desaparecen todos los reflejos por debajo del nivel de la sección. Esta fase dura semanas o meses.
Espasticidad. Pasada la fase de shock, los reflejos espinales por debajo del nivel de la lesión
vuelven a aparecer y son más intensos que en condiciones normales. Los movimientos voluntarios y
la sensibilidad por debajo de la lesión, sin embargo, no regresan si la lesión ha sido completa. Puesto
que el reflejo miotático es hiperactivo, los reflejos tendinosos están aumentados y hay hipertonía.
También está hiperactivo el reflejo flexor. Un estímulo táctil leve puede producir flexión de la
extremidad, a veces el estímulo se propaga a toda la médula y produce flexión de las cuatro
extremidades y descarga vegetativa con micción, defecación, sudoración y aumento de la presión
arterial. Aparece signo el signo de Babinski (es una manifestación del reflejo de defensa) y
desaparecen los reflejos cutáneos superficiales (el reflejo cutáneo abdominal y el reflejo
cremasterino).
Los reflejos vegetativos desaparecen en la fase de shock, pero vuelven pasada ésta. Por
ejemplo, la vejiga se vacía automáticamente cada vez que se llena, pero sin control voluntario.
El sistema extrapiramidal se encarga del mantenimiento de la postura y de la realización
de otros movimientos no tan hábiles como el caminar.
564
Ejemplos de vías motoras somáticas (Comparación entre vía piramidal y extrapiramidal). A, Vía piramidal
por el tracto corticoespinal. B, Vías extrapiramidales por los tractos rubroespinal y reticuloespinal.
3. Describa los requisitos que debe cumplir un estímulo para causar respuesta por
parte del organismo.
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6. ¿Qué sensaciones se conducen por la vía de la columna dorsal y cuáles por la
anterolateral?
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CASO PROBLEMA 24
Ángel, de 74 años, es llevado al hospital por su hijo; 2 h antes tuvo una pérdida súbita de la conciencia que
le produjo una caída. Al recuperar la conciencia presenta dolor de cabeza, incapacidad para caminar y
cuando lo hace se desvía hacia la derecha y refiere que ve doble. Al interrogatorio indirecto su hijo refiere
que el paciente ingiere pulque desde hace 45 años y fuma diariamente. Se le ha diagnosticado hipertensión
arterial desde hace 30 años y diabetes mellitus hace cinco. A pesar de tener un tratamiento, el paciente no
toma sus medicamentos con regularidad. A la exploración presenta PA 180/120, FC 140/min, FR 22/min,
incapacidad para iniciar la marcha, lateralización derecha de la marcha, cefalea holocraneana de intensidad
10/10, vértigo y diplopía, extremidades con reflejos osteotendinosos conservados, fuerza muscular 5/5 en
las cuatro extremidades. A la exploración neurológica presenta nistagmo horizontal (movimientos oculares
involuntarios laterolaterales), dismetría (apreciación incorrecta de la distancia en los movimientos de las
extremidades), disdiadococinesia derecha (incapacidad para realizar movimientos voluntarios sucesivos,
rápidos y antagónicos) y Romberg positivo. Se solicita una tomografía computada (TC2) craneal sin 568
contraste. Con todos los datos anteriores se le diagnostica enfermedad vascular cerebral (EVC) isquémica
de la arteria cerebelar. El paciente es trasladado a la sala de terapia intensiva.
Discusión
1. ¿Por qué la isquemia de la arteria cerebelar produce los cambios que presenta el paciente?
2. ¿Qué produjo el edema cerebral isquémico del paciente?
3. ¿Qué es la enfermedad vascular cerebral?
4. ¿Cómo se explican los signos y síntomas del paciente desde el punto de vista fisiológico y su alteración?
5. ¿Cuál es el tratamiento a llevarse a cabo en este paciente?
569
570
I. El sistema nervioso autónomo (SNA)
En las siguientes tablas se muestran los receptores muscarínicos y algunos fármacos que
actúan sobre el SNPS.
577
Jerarquía del sistema nervioso central que regula las funciones autónomas.
II. Características clínicas de las lesiones del SNA
Las lesiones del SNA pueden ser locales y afectar una estructura anatómica determinada, o
generalizadas y producir una pérdida de todo el sistema causada por un proceso patológico central o
periférico. Las lesiones periféricas focales no son infrecuentes y los déficit que provocan pueden
predecirse con facilidad. Por ejemplo, la pérdida de la inervación simpática del ojo ocasiona
constricción pupilar (miosis), caída del párpado superior (ptosis) y pérdida de la sudación en la zona
que rodea al ojo (anhidrosis), tríada de signos conocida como síndrome de Horner.
578
La fotografía muestra ptosis palpebral y miosis (pupila) del ojo izquierdo en un paciente con síndrome de Horner.
Otros ejemplos son las distrofias simpáticas reflejas, en que existe un intenso dolor y
alteraciones autonómicas confinados a un solo miembro, a menudo en respuesta a una lesión
insignificante. El papel exacto del SNS en la génesis de estas patologías no esta del todo claro, ya que
la simpatectomía no siempre representa un tratamiento eficaz. No obstante, en algunos casos los
nociceptores comienzan a expresar receptores de NA.
La lesión más global del SNA puede suceder cuando se produce la degeneración de las
neuronas centrales, ya sea de forma aislada (p. ej., insuficiencia autonómica pura) o como parte de
un proceso degenerativo más difuso, tal como puede observarse en la atrofia multisistémica (AMS),
en que puede haber pérdida adicional de las células de los ganglios basales y del cerebelo. Otras
veces, la insuficiencia autonómica puede deberse a una pérdida de neuronas periféricas, como sucede
por ejemplo en la diabetes mellitus, el alcoholismo o el síndrome de Guillain-Barré.
En todos estos casos el paciente presenta hipotensión ortostática o postprandial (síntomas
sincopales o presincopales al permanecer de pie, durante el ejercicio intenso o tras una comida
copiosa) con pérdida de la variación del ritmo cardíaco, disfunciones intestinales y vesicales
(micciones imperiosas, aumento de la frecuencia o incontinencia), impotencia y pérdida de la
sudación y de las respuestas pupilares. Estos síntomas a menudo son difíciles de tratar; se emplean
diversos agentes para procurar corregir la hipotensión postural y las alteraciones esfinterianas. Los
fármacos para la hipotensión postural incluyen a la fludrocortisona, la efedrina y los análogos de la
vasopresina (todos los cuales provocan retención de líquidos), en tanto que la cisaprida (un
potenciador de la liberación de ACh) se emplea para la paresia gastrointestinal.
Las neuropatías autónomas son trastornos de los nervios periféricos con una afectación
desproporcionada de las fibras autónomas. Las neuropatías autónomas mejor conocidas son las que
se asocian con neuropatía periférica debida a diabetes, amiloidosis o trastornos autoinmunitarios.
La neuropatía autónoma autoinmunitaria es un trastorno idiopático que a menudo se
desarrolla después de una infección viral; el inicio puede ser subagudo.
La insuficiencia autónoma suele ser una manifestación tardía en la neuropatía alcohólica.
Otras causas pueden incluir las toxinas, los fármacos y los síndromes paraneoplásicos.
Los síntomas frecuentes de las neuropatías autónomas incluyen hipotensión ortostática,
vejiga neurogénica, disfunción eréctil, gastroparesia y constipación intratable.
Cuando están afectadas las fibras somáticas, puede presentarse una pérdida sensitiva con
distribución en bota y en guante con debilidad distal.
El diagnóstico de la neuropatía autónoma se basa en la demostración de una insuficiencia
autónoma y de una causa específica de neuropatía (p. ej., diabetes, amiloidosis). La neuropatía 579
autónoma autoinmunitaria puede sospecharse después de una infección viral. Se presentan
anticuerpos contra el receptor de acetilcolina en alrededor del 50% de los pacientes con neuropatía
autoinmunitaria autónoma y ocasionalmente están presentes en aquellos con otras neuropatías
autónomas.
III. Pruebas clínicas de función autonómica
1. REFLEJOS CARDIOVASCULARES
a) Cambios posturales (Prueba de basculación): Presión arterial y pulso monitoreados
mientras el individuo está en posición supina y luego repetir la medida en ángulo de 60º
(prueba la vía completa del reflejo barorreceptor). Cambios en pulso y NA plasmática en
respuesta a la posición erecta.
b) Respiración profunda: Presencia o ausencia de arritmia sinusal (prueba la vía eferente
vagal).
c) Masaje carotídeo: De ambos lados, con monitoreo de presión arterial y frecuencia
cardiaca; prueba la vía eferente vagal.
d) Hiperventilación: Durante 30 segundos, produce hipocapnia y caída de la presión arterial.
e) Apnea inspiratoria: Produce vasoconstricción refleja de las manos; es un reflejo medular.
f) Estrés: Produce hipertensión y taquicardia; son pruebas de la vía simpática eferente.
Variantes: a) apretarse ambas manos en esfuerzo submáximo durante 90 segundos; b) ruido
explosivo inesperado; c) aritmética mental (resta rápida seriada de 7 desde 100); d) frío
(mano sumergida en agua a 4º C durante 90 segundos). 580
g) Tiempo de apnea: Prueba del control respiratorio central: esta prolongado en la disfunción
vagal aferente.
h) Maniobra de Valsalva: Luego de una inspiración profunda, espiración forzada durante 12
segundos a través de un tubo conectado a un manómetro de mercurio (normalmente se
alcanzan unos 30 mmHg). La respuesta normal consiste en taquicardia durante los primeros
10 segundos de espiración forzada. La presión arterial disminuye inicialmente y se recupera
en unos segundos. Al cesar la espiración hay un incremento de presión arterial, con
bradicardia compensatoria.
i) Pruebas farmacológicas y bioquímicas.
i. NA plasmática en reposo y luego de 5 a 10 minutos de parado o incorporado 60º.
ii. Respuesta opresora y bradicardizante a la infusión de NA; prueba de la sensibilidad
de barorreceptores.
iii. Respuesta presora y de NA plasmática a la infusión de tiramina; prueba de la
capacidad de almacenamiento de NA.
iv. Taquicardia ante infusión de isoproterenol; prueba de sensibilidad de adrenoceptores
β cardíacos.
v. Frecuencia cardiaca pos-atropina; prueba de sensibilidad de receptores M2 cardíacos.
vi. Respuestas hormonales: prueba de hipoglucemia insulínica
2. SUDORACION
a) Prueba cuantitativa del reflejo axónico sudomotor: esta prueba evalúa la integridad
de las fibras posganglionares. Las fibras se activan por iontoforesis mediante el uso de
acetilcolina. Se evalúan sitios estándares en la pierna y la muñeca, y se mide entonces el
volumen del sudor. La prueba puede detectar una disminución o ausencia de sudor.
b) Respuesta al calentamiento del tronco durante 90 segundos por medio de una lámpara.
Respuesta refleja sin involucrar cambios en la temperatura corporal. Prueba de la vía
simpática hipotálamo-piel.
c) Respuesta a la administración intramuscular de pilocarpina. Actúa directamente sobre las
glándulas sudoríparas.
d) Respuesta pilomotora y sudomotora a la administración intradérmica de metacolina (reflejo
adónico); ausente en lesión posganglionar.
e) Distribución anormal de sudoración.
3. RESPUESTAS PUPILARES
a) Instilación de 1:1000 adrenalina. Midriasis en desnervación simpática, sin efectos en el
normal.
b) Instilación de 4% cocaína. Dilatación en la pupila normal; sin cambios en la desnervada.
La cocaína bloquea la recaptación sináptica de noradrenalina y hace que la pupila del ojo no 581
afectado se dilate. Si existe una lesión posganglionar (síndrome de Horner periférico), la
pupila del ojo afectado no se dilata porque las terminaciones nerviosas posganglionares han
degenerado, lo que resulta en un aumento de la anisocoria. Si la lesión está debajo del ganglio
cervical superior (síndrome preganglionar o central de Horner) y las fibras posganglionares
están intactas, la pupila del ojo afectado también se dilata y la anisocoria disminuye.
c) Instilación de 2,5% metacolina; miosis en la desnervación parasimpática, sin efecto en
la pupila normal.
4. RESPUESTAS DE PIEL
a) Inyección de 0,05 ml de fosfato de histamina produce habón rodeado de eritema. Prueba del
reflejo adónico mediado por transmisión antihidrópica en vía sensorial.
b) Prueba de sudoración termorreguladora: La temperatura cutánea es un parámetro
estudiado con frecuencia en psicofisiología. La circulación está bajo control del sistema
nervioso autónomo y varía para regular la temperatura y el oxígeno que llega a los tejidos. La
temperatura cutánea varía entre los individuos de acuerdo con su metabolismo, cantidad de
grasa cutánea y estado de salud general, y también en respuesta a las emociones. Las
situaciones de estrés que activan el sistema nervioso simpático producen vasoconstricción
con disminución de la microcirculación cutánea, lo que origina disminución de la
temperatura de la piel. Por otro lado, un estímulo parasimpático intenso provoca
vasodilatación con aumento de la temperatura cutánea, como ocurre al ruborizarse. La
prueba evalúa las vías preganglionares y posganglionares. Después de aplicar un colorante
en la piel, los pacientes ingresan a un espacio cerrado que se calienta para generar una
sudoración máxima. La sudoración hace que el colorante cambie de color, de modo que se
aprecian áreas de anhidrosis e hipohidrosis y pueden ser calculadas como un porcentaje de
la superficie corporal.
c) Detector de mentiras. Las pruebas con el detector de mentiras son un ejemplo del intento
por interpretar respuestas fisiológicas secundarias a estados emocionales: para esto se hacen
preguntas al sujeto examinado y se intenta determinar, con base en las respuestas
fisiológicas, si el individuo está diciendo la verdad. En este estudio, comúnmente conocido
como prueba del polígrafo, se registran, además de la conductancia de la piel y temperatura
cutánea, la frecuencia respiratoria, movimientos oculares, tono muscular y frecuencia
cardíaca.
Examen físico
Las partes importantes de la exploración incluyen:
Presión arterial y frecuencia cardíaca postural: en un paciente con una hidratación
normal, un descenso sostenido (p. ej., > 1 min) de ≥ 20 mmHg de la presión sistólica o un
descenso de ≥ 10 mmHg de la TA diastólica al pararse indica hipotensión ortostática. Deben
observarse los cambios de la frecuencia cardíaca con la respiración y la bipedestación; si no
hay una arritmia sinusal fisiológica ni aumenta la frecuencia con la bipedestación indican
insuficiencia autónoma. Por el contrario, los pacientes con síndrome de taquicardia postural
ortostática, un trastorno benigno, típicamente tienen taquicardia postural sin hipotensión.
Examen ocular: la miosis y la ptosis palpebral (síndrome de Horner) sugieren una lesión
simpática. Una pupila dilatada y arreactiva (pupila de Adie) sugiere una lesión parasimpática.
Reflejos genitourinarios y rectales: los reflejos genitourinarios y rectales anormales
pueden indicar deficiencias del sistema nervioso autónomo. Su examen incluye el reflejo
cremastérico (normalmente, al rozar el muslo ocurre una retracción testicular) y el reflejo de
contracción anal (normalmente, al rozar la piel perianal ocurre una contracción del esfínter
anal) y el reflejo bulbocavernoso (normalmente, al presionar el glande peniano o el clítoris se
contrae el esfínter anal). En la práctica, los reflejos urogenitales y rectales rara vez se prueban
porque los estudios de laboratorio son mucho más fiables.
Pruebas de laboratorio
Si los pacientes tienen síntomas y signos indicativos de una disfunción autónoma, habitualmente
habría que solicitar pruebas sudomotoras, cardiovagales y adrenérgicas para determinar la gravedad
y la distribución del problema.
Las pruebas sudomotoras incluyen:
Prueba cuantitativa del reflejo axónico sudomotor.
Prueba de sudoración termorreguladora.
La prueba cardiovagal a través de una tira de ritmo de ECG. (respuesta a la respiración
profunda y a la maniobra de Valsalva).
Inclinación hacia arriba de la cabeza (Prueba de la mesa basculante).
Concentraciones plasmáticas de noradrenalina: pueden medirse con los pacientes en
decúbito dorsal y luego después que han estado en bipedestación durante > 5 min.
Normalmente, las concentraciones aumentan después de adoptar la bipedestación. Cuando
los pacientes tienen insuficiencia autónoma, es posible que las concentraciones no aumenten
con la posición de pie y pueden ser bajas en posición de decúbito dorsal, sobre todo en los 583
trastornos preganglionares (p. ej., neuropatía autónoma, insuficiencia autónoma pura).
IV. Actividades
8. ¿Por qué una persona sufre de tos seca y se marea al estimular el conducto auditivo
externo?
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9. ¿Por qué durante un examen oral les sudan las palmas de las manos, pero no las
axilas, cuando le hacen preguntas que no ha estudiado?
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CASO PROBLEMA 25
Tres pacientes esperan en la sala de la guardia y para colmo, una señorita de 17 años que acompañaba a uno
de ellos se acaba de desvanecer. En el examen físico presenta palidez, frialdad y sudación. Su frecuencia
cardíaca es de 57 por minuto regular y su presión arterial es de 70/40 mmHg.
a) ¿Por qué mecanismos el vago puede producir estos síntomas?
b) ¿Qué tipo/s de neurotransmisor/es y receptor/es estará/n involucrado/s?
c) ¿Qué fármacos podrán ser útiles en este caso?
El segundo paciente es un varón de 20 años con antecedentes de asma bronquial, que se presenta con una
crisis de broncoespasmo.
a) ¿Qué fármaco podría ayudar a mejorar?
b) ¿Qué tipo de receptores debe estimular?
El tercer paciente es una señora de 36 años con un embarazo de 30 semanas, que presenta contracciones
que amenazan con un parto pretérmino.
a) ¿Qué fármaco podría administrarle para lograr la inhibición del útero?
b) ¿Qué tipo de receptores involucra?
El cuarto paciente es un señor de 70 años con antecedentes de hipertrofia prostática que le ocasiona
dificultad para orinar. Presenta dolor abdominal intenso de tipo cólico y aumento de la motilidad intestinal.
Usted decide administrarle atropina.
a) ¿Qué efecto tiene la atropina sobre la musculatura lisa intestinal?
b) A la hora, la sintomatología abdominal mejora; sin embargo, ahora nuestro paciente presenta una
retención aguda de orina (la orina se acumula en la vejiga llena pero no puede ser evacuada). ¿Por
586
qué se produjo la crisis de retención de orina?
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