Texto: nos encontramos ante un texto de descartes, un fragmento de su obra “meditaciones
metafísicas”. En la época moderna, Siglo XVI-XVII. (conocimiento)
El problema del ser humano
Descartes pone en duda todo el conocimiento y en esta puesta en duda encuentra la primera verdad: el cogito. Todas las dudas solo pueden darse mientras yo sea alguna cosa. Puedo dudar de todo excepto de que soy alguien que duda. El yo pensante, res cogitans, es una idea indudable porque se presenta en la mente de forma evidente, es decir de forma clara y distinta. Es una sustancia cuya esencia consiste en pensar y su atributo es pensamiento. El mundo, es res extensa, una sustancia imperfecta, finita, creada y dependiente. Su atributo es la extensión. Para descartes el alma y el cuerpo son dos sustancias distintas, es dualista. Solo el ser humano tiene alma y la vida del cuerpo pertenece al mundo material por lo que se explica por razones mecánicas. El motor de la vida es el corazón, el órgano central del cuerpo. Descartes explica que de la sangre se generan y circulan por ella unas partículas llamadas espíritus animales. Estas partículas son las intermediarias entre el cuerpo y el alma. En principio, el cuerpo y el alma son autónomos porque el alma es res cogitans, y el cuerpo es res extensa. Los espíritus animales, llegan al cerebro y chocan con las paredes de la glándula pineal. Para descartes, en la glándula pineal es donde reside el alma y es el centro de sus operaciones. De esta manera se produce la comunicación entre sustancias que tienen naturaleza distinta. Los espíritus animales transmiten las modificaciones que sufre el cuerpo hasta el alma, chocando con la glándula pineal y las acciones del alma producen una reverberación (reflejo) de las paredes de la glándula pineal que traspasa al cuerpo. Esta explicación es incompatible con la idea de la independencia entre sustancias, pero Descartes estaba convencido de que debía de haber unión entre ambas. El problema de Dios Dios es res infinita, una sustancia infinita, eterna, inmutable, independiente, omnisciente y omnipotente. Es una sustancia perfecta y creadora. Descartes analiza el origen de las ideas y ve que unas proceden de uno mismo y otras tienen un origen externo. La idea de Dios como un ser infinito y perfecto está en nuestra mente y no parece venir de uno mismo. Descartes da tres pruebas de la existencia de Dios: - El argumento de la infinitud: la idea de infinito es una idea innata. La idea es efecto de alguna causa y no ha podido venir de uno mismo porque uno se conoce como finito, limitado e imperfecto. Por lo tanto, ha de haber una sustancia infinita que haya puesto en la mente la idea de infinito. Esa sustancia es Dios. - El argumento de la causalidad aplicado al yo: cuando me analizo a mí mismo descubro que soy finito e imperfecto. Si yo me hubiera creado a mí mismo, me habría dotado de todas las perfecciones que soy capaz de pensar. Por lo tanto, he debido ser creado por aquel ser que tiene esas perfecciones que pienso. - El argumento ontológico: en la idea de Dios está incluida su existencia, porque no podemos pensar a Dios como no existente, ya que su perfección exige su existencia. Por último, Dios está dotado de todas las perfecciones, incluida la veracidad, pues Dios como ser perfecto y veraz garantiza la existencia del mundo.