Está en la página 1de 20

2

Protección radiológica
aplicada a pacientes
pediátricos
Marina Cisneros Guzmán, Verónica Garate
tema Molinero y María del Mar Pulido Amate

1. RADIACIÓN ELECTROMAGNÉTICA
Para comprender la naturaleza de las radiaciones electromagnéticas tenemos
que situarnos a finales del siglo XVIII, en el que se creía que la luz estaba formada por
corpúsculos emitidos por los cuerpos luminosos que viajaban a gran velocidad a través de
los medios transparentes y estimulaban la visión al penetrar en el ojo.
Más tarde, en el siglo XIX, se comprobó que la luz presentaba aspectos propios de
los fenómenos ondulatorios.
En 1870 Maxell desarrolló las ecuaciones de propagación de las ondas magnéticas
y se demostró que las ondas luminosas se comportaban de acuerdo con ellas en muchos
aspectos. Se aceptó en consecuencia, que las ondas luminosas eran radiaciones
electromagnéticas.
Onda electromagnética: es toda corriente eléctrica variable o toda partícula cargada
que se propaga a través del espacio, y que produce campos eléctricos y magnéticos
perpendiculares entre sí.
La velocidad de propagación en el vacío de las O.E.M. es una de las constantes físicas
fundamentales de la naturaleza; se designa con “C” y vale aproximadamente:

C= 3 x 108 m/seg.

Tema 2. Protección radiológica aplicada a pacientes pediátricos 1


Toda onda electromagnética supone una propagación de energía a través del espacio
y, por tanto, una transmisión de energía desde el sistema que la produce hasta el sistema
que la recibe, como en el caso de los rayos X desde los átomos que las producen, hasta las
placas radiográficas que se impresionan formando la imagen radiográfica.
Además de las ondas luminosas son también ondas electromagnéticas las ondas
de radio, los rayos X, rayos infrarrojos, rayos ultravioletas y rayos gamma. Se diferencian
unos de otros en la longitud de onda y en la frecuencia.
La longitud de onda y la frecuencia son muy distintas para las diferentes clases
de radiaciones electromagnéticas, así para las ondas de radio y televisión, la longitud de
onda es más larga que para los rayos X pero la frecuencia es mayor en los rayos X que en
las ondas de radio y televisión (fig. 1).

Fig. 1.

2 Tema 2. Protección radiológica aplicada a pacientes pediátricos


2. RAYOS X. MECANISMOS DE PRODUCCIÓN
Los rayos X constituyen la radiación electromagnética correspondiente a una región
del espectro por encima de la radiación ultravioleta. Son las radiaciones más utilizadas
en medicina.
Los rayos X se generan cuando un haz de electrones, emitidos por un filamento
incandescente o cátodo, después de haber sido acelerado por un potencial eléctrico de miles de
voltios, choca con un ánodo formado por una placa metálica de elevado punto de fusión.
Loa electrones al llegar al ánodo son frenados violentamente al pasar por las
proximidades de los núcleos atómicos, transformándose parte de su energía cinética en
energía electromagnética, produciéndose la emisión de fotones de rayos X distribuidos
en un espectro continuo.
A esta radiación se la llama radiación de frenado y forma el llamado espectro
continuo generado en el tubo de rayos X, ya que está formado por una mezcla de fotones
cuyas energías aumentan de forma continua.
Una parte de los electrones incidentes provocan en los átomos del metal el salto
de electrones desde órbitas más profundas a otras más externas y cuando se produce el
salto inverso se origina la emisión de fotones con una energía que es la diferencia entre
los niveles más internos y los más externos de los átomos del metal que forma el ánodo.
Estos últimos fotones tienen energías bien definidas y constituyen el espectro
característico del material que está formando el ánodo del tubo, siendo este espectro
discreto.
El conjunto de todos los fotones producidos en el tubo de rayos X, da lugar a los
espectros de frenado y característico.
Muchos de los fotones producidos son poco energéticos, con lo cuál serán detenidos
por el propio tubo debido a la filtración inherente del mismo, obteniéndose, por tanto, a
la salida del mismo el espectro real.

2.1. Magnitudes que influyen en la calidad y cantidad de un haz


de rayos X.
2.1.1. Influencia de la tensión aplicada.
Al elevar la tensión aplicada entre el cátodo y el ánodo, los electrones que llegan al
ánodo lo hacen con una mayor energía cinética y esto motiva que los fotones de frenado
sean más energéticos.
Al aumentar la tensión conseguiremos:
- Un mayor número de fotones.
- Fotones más energéticos.

Tema 2. Protección radiológica aplicada a pacientes pediátricos 3


2.1.2. Influencia de la intensidad de corriente aplicada.
Al variar la intensidad de corriente, es decir, los mA, lo que varía es la cantidad de
electrones emitidos por el filamento que van a ser acelerados a lo largo del tubo de rayos
X. Sin embargo, la energía de los mismos no ha sido modificada y, debido a este aumento
de electrones, el número de fotones producidos aumentará proporcionalmente con la
intensidad de la corriente. Si se trata de obtener una placa radiográfica, el tiempo afecta
en la misma medida que la intensidad de corriente, pues la cantidad de electrones enviados
al ánodo es también proporcional al tiempo. El producto de la intensidad de corriente por
el tiempo de exposición es la magnitud miliamperios/segundo.

Influencia del material del ánodo.


Al cambiar el tipo de material del ánodo, se ha cambiado la naturaleza de los átomos
sobre los cuales van a incidir los electrones producidos en el filamento. Al ser distinto el
número de protones del núcleo de dichos átomos, habrá una variación en el espectro de
frenado y en la energía de la radiación característica ya que los electrones de las capas
que rodean al núcleo estarán ligados con energías diferentes.

Influencia de la filtración.
La filtración consiste en eliminar la radiación blanda del espectro, la menos
penetrante, que no aportará nada positivo a la imagen radiográfica, y que en cambio
producirá una radiación adicional en el paciente. Se emplean filtros de aluminio que tienen
que tener un espesor mínimo de 2,5 mm de Al.
Con la utilización de estos filtros a la salida del tubo de rayos X, ya estamos teniendo
en cuenta la protección del paciente.
Con el fin de caracterizar numéricamente la capacidad de penetración del haz
de rayos X, se emplea el concepto de capa hemirreductora (CHR) y se define ésta como
el espesor de filtrado necesario para reducir la intensidad del haz de rayos X a la mitad.
Al atravesar el haz este filtro, el espectro se endurece ya que los fotones blandos son
absorbidos por dicho filtro.

3. ATENUACIÓN DE LA RADIACIÓN AL INTERACCIONAR CON LA


MATERIA
Cuando la radiación X atraviesa la materia, su intensidad disminuye debido a
interacciones complejas. Esta reducción de la intensidad se conoce con el nombre de
atenuación. El grado de atenuación depende del tipo de radiación que incide y el tipo de
material sobre el que incide.

4 Tema 2. Protección radiológica aplicada a pacientes pediátricos


Una radiación determinada se atenua más cuanto mayor sea el número atómico y
la densidad del material del blindaje. Así el plomo es un material apropiado para construir
blindajes contra los rayos X.

3.1. Barreras de protección radiológica.


A efectos de protección es importante saber que la radiación puede ser:
- Directa: si proviene directamente de la fuente.
- Dispersa: radiación que se produce cuando el haz útil incide sobre los objetos
que se encuentra a su paso y que motiva reflexiones múltiples, es decir,
cambios de dirección del haz y reducción de su energía.
- Residual: es la fracción útil del haz que emerge desde un medio después de
que el haz incidente lo atraviese.
- De fuga: es aquella radiación que emerge de los blindajes de protección de
una fuente radiactiva.

Para proteger un punto determinado contra la radiación, se usan las barreras de


protección que no son más que materiales interpuestos entre dicho punto y la fuente de
radiación.

Las barreras pueden ser:


1. Primarias: las que se interponen entre el haz útil y un punto determinado
2. Secundarias: se interponen entre la radiación de fuga y la radiación dispersa
y un punto determinado.

4. EFECTOS BIOLÓGICOS DE LAS RADIACIONES IONIZANTES


Los efectos biológicos de las radiaciones ionizantes representan el esfuerzo de los
seres vivos para controlar la energía que han absorbido como consecuencia de su interacción
con algún tipo de radiación ionizante. La radiobiología es el estudio de la serie de sucesos
que se producen después de la absorción de energía procedente de las radiaciones, de
los esfuerzos del organismo para compensar esos efectos y de las lesiones que se puedan
producir en el organismo.
Cuando estudiamos los cambios que suceden en el material biológico después de
una interacción, es importante tener presente las siguientes generalidades:
• La interacción de la radiación con las células es una función de probabilidad,
una cuestión de azar, es decir pueden o no interaccionar y si se produce
interacción, puede o no, producir daños.

Tema 2. Protección radiológica aplicada a pacientes pediátricos 5


• El depósito inicial de energía ocurre muy rápido
• Los cambios visibles producidos en las células, tejidos y órganos no son
específicos, es decir, que no pueden diferenciarse de los daños producidos
por otros traumatismos.
• Los cambios biológicos se producen solo cuando ha transcurrido un
determinado período de tiempo después de la interacción (periodo de
latencia) que depende de la dosis inicial y puede variar desde minutos,
semanas o años.

5. CLASIFICACIÓN DE LOS EFECTOS PRODUCIDOS POR LA


RADIACIÓN
Una primera clasificación sería:
• Genéticos: si afectan a células germinales, ya que afectarán a los
descendientes del individuo irradiado.
• Somáticos: si no se transmiten hereditariamente, es decir, la radiación que
recibe el propio individuo.

Otra clasificación y según la incidencia de la radiación sería:


• Efectos estocásticos. La probabilidad de que ocurran depende de la dosis. Son
de carácter probabilístico. Una vez producidos son siempre graves. No tienen
valor umbral, es decir, que un solo fotón podría producirlos. Un ejemplo de
efectos estocásticos serían la carcinogénesis y las alteraciones genéticas.
• Efectos no estocásticos. Su gravedad depende de la dosis, existiendo un valor
por debajo del cuál es improbable que se produzcan y si se produce, es de
escasa gravedad. Dependen de la dosis de radiación, tienen umbral. Un ejemplo
de efectos no estocásticos serían las cataratas y las lesiones cutáneas.

6. RESPUESTA DEL ORGANISMO A LA RADIACIÓN


6.1. Adulto.
La respuesta de un organismo adulto a una exposición aguda a la radiación en un
tiempo corto, produce síntomas y un cuadro clínico que se conoce como síndrome de
irradiación.
Este síndrome se divide en tres fases:
- Fase prodrómica, que causa con náuseas, vómitos y diarrea y puede durar
desde minutos a varios días.

6 Tema 2. Protección radiológica aplicada a pacientes pediátricos


- Fase de latencia, en la cual hay una ausencia de síntomas y puede durar
semanas
- Fase de enfermedad manifiesta, cuando aparecen los síntomas concretos
y los sistemas lesionados, varía de minutos a semanas.

6.2. Embrión, feto y niños.


Antes de que el óvulo fecundado se implante en el útero puede producirse una elevada
mortalidad pero la irradiación en ese momento no produce anomalías congénitas. Una vez
que se ha implantado y se inicia la diferenciación celular, es menos probable la muerte del
embrión y más probable la aparición de anomalías estructurales y deformidades.
Los huesos de los lactantes y niños pequeños se van desarrollando desde el
nacimiento hasta la adolescencia pasando por diferentes fases. En la pelvis del lactante
por ejemplo, el ilion, isquion y pubis aparecen separados como huesos individuales y a
medida que el niño crece se van fusionando por las regiones cartilaginosas que hay entre
ellos. Estas regiones son especialmente radiosensibles.
Los huesos están formados por una diáfisis o cuerpo y dos epífisis, una en cada
extremo. El espacio que hay entre estas dos regiones se denomina placa epifisaria y está
formada por cartílago. Estas placas se encuentran entre la diáfisis y le epífisis hasta que
se completa la etapa de crecimiento y se llega a la madurez completa de los huesos,
normalmente a los 25 años.
Las epífisis son las partes de los huesos que aumentan en tamaño y aspecto a
medida que el niño crece.

7. PRINCIPIOS BÁSICOS DE PROTECCIÓN RADIOLÓGICA


La constante utilización de radiaciones ionizantes en todos los campos y sobre
todo el uso en medicina, tanto para diagnóstico como para terapia, han hecho necesario
aumentar las medidas de protección radiológica con objeto de evitar posibles daños a la
población actual y a generaciones futuras.
La finalidad de la protección radiológica es proteger a los individuos, a sus
descendientes y a la humanidad en su conjunto, contra los riesgos generados por la
utilización de las radiaciones para actividades humanas.
Sus objetivos se cumplen mediante el establecimiento de normas de protección para
prevenir la producción de efectos biológicos no estocásticos y limitar la probabilidad de
incidencia de efectos biológicos estocásticos, hasta valores que se consideren aceptables
para las personas profesionalmente expuestas y los miembros del público en general. En
términos generales, solamente puede estar justificada aquella actividad cuyo beneficio
sea mayor que el riesgo que implique.

Tema 2. Protección radiológica aplicada a pacientes pediátricos 7


7.1. INFLUENCIA DE LA DISTANCIA, EL TIEMPO Y EL BLINDAJE.
La dosis de radiación recibida por un individuo al permanecer cerca de una fuente
radiactiva depende de tres factores:
- Distancia. Los rayos X se propagan por el aire siguiendo la conocida ley del
inverso del cuadrado de la distancia, es decir, que a medida que nos alejamos
de la fuente radiactiva, la intensidad de radiación disminuye en la misma
proporción en que aumenta el cuadrado de la distancia. Por lo tanto bastará
alejarse lo suficiente de la fuente radiactiva para que el nivel de la radiación
disminuya y se encuentre dentro de los límites establecidos.
- Tiempo. Cuanto menor sea el tiempo de radiación al que tiene que estar
sometida una persona, menor será la dosis recibida.
En algunos casos, una correcta combinación de los dos factores bastará
para proporcionar una protección adecuada.
Al alejarse lo suficiente de una fuente radiactiva, los niveles de radiación
disminuyen por lo que se podrá permanecer ahí por más tiempo. De otro
modo, si se acorta el tiempo de exposición, se podrá trabajar más cerca de
la fuente radiactiva.
- Blindajes. En los casos en los que la distancia y el tiempo no son suficientes
porque los valores de la radiación siguen siendo elevados, habrá que
interponer entre la fuente y el operador un blindaje que tenga el espesor
suficiente de algún material absorbente de la radiación. Cuanto más cerca
esté el blindaje de la fuente radiactiva, más protegerá al operador.
El blindaje protege de la radiación directa pero no de la dispersa.
La forma más eficaz de reducir la radiación dispersa es encerrar la fuente
radiactiva en un blindaje adecuado y con un orificio por donde saldrá
exclusivamente la radiación ya colimada, como ocurre con el tubo de rayos X.
El operador procurará colocarse fuera de cualquier haz de radiación.

8. RADIOLOGÍA DE PACIENTES PEDIÁTRICOS


En un servicio de rayos es muy importante tener en cuenta la radioprotección de los
pacientes, especialmente si éstos son pediátricos ya que son más sensibles a la radiación
y a los efectos que ésta pueden producir.
El riesgo de presentar complicaciones es entre 4-6 veces mayor en los niños que en
los adultos debido a que los niños, por estar en desarrollo, tienen células más radiosensibles
que los adultos, por su corta edad, puede que en el futuro vuelvan a estar expuestos a
la radiación, con lo que las dosis que van recibiendo se acumulan, su desconocimiento y
miedo ante la prueba puede llevar a repeticiones innecesarias. Además los niños son los
portadores del material genético de las generaciones futuras.

8 Tema 2. Protección radiológica aplicada a pacientes pediátricos


El principal objetivo en radiología pediátrica es obtener imágenes diagnósticas de
buena calidad pero cumpliendo el criterio ALARA (As low as reasonalby achievable): la
dosis siempre ha de ser tan baja como razonablemente se pueda conseguir.
En todas las exploraciones radiológicas se deben seguir las siguientes pautas:
• Las exploraciones deben estar justificadas.
• Elegir una técnica correcta para evitar repeticiones innecesarias.
• Inmovilizar bien a los pacientes.
• Colimar para limitar la exposición a la zona de interés.
• Proteger el resto del cuerpo y las zonas radiosensibles con protectores
plomados adecuados al tamaño del paciente.
• Utilizar sistemas radiográficos rápidos.
• Utilizar técnicas en las que se absorba menos radiación: mAs bajo y Kvp
alto.
• No utilizar bucky, salvo excepciones.

8.1. ETAPAS INFANTILES.


8.1.1. Lactantes prematuros.
El mayor riesgo para estos pacientes es la hipotermia, que además es probable que
agrave otras patologías ya existentes. En este caso, si es necesario trasladar al paciente a
la sala de rayos, debería de hacerse en una incubadora y el tiempo que el niño esté fuera
de ésta, deberá ser el menor posible. Estos pacientes no suelen necesitar inmovilización, si
la necesitara , se les aplicará un método suave como saquitos de arena o esparadrapo.

8.1.2. Lactantes jóvenes.


Los niños entre 6 meses y 2 años aproximadamente, suelen reaccionar llorando
ante una prueba radiológica. En este caso, los padres o familiares que están con el niño
nos servirán de ayuda a la hora de distraerlo o calmarlo, ya que con ellos es con quien
más cómodo se sentirá el pequeño. Puede ser necesario a veces sacar al niño de la sala
para que se tranquilice.

8.1.3. Lactantes hasta los 3 años.


Estos niños ya comprenden un poco y casi siempre relacionan el estudio con el dolor,
lo cual llevará a una reacción de llanto incrementada aún más si se les intenta separar
de sus padres y encima inmovilizarles. Habrá que acercarse a ellos de manera tranquila,
sonriente y quizá con algún juguete hablándoles suave para que no se asuste.

Tema 2. Protección radiológica aplicada a pacientes pediátricos 9


8.1.4. De 3 a 5 años.
Los pacientes en edad preescolar son más fáciles de convencer si se les enfoca el
estudio como un juego. Diciéndoles que les haremos una foto que no les va a hacer daño
para ver lo que tienen por dentro. La inmovilización casi siempre es necesaria ya que
estos niños son muy inquietos y curiosos y siempre querrán saber dónde está el técnico,
les resulta sospechoso que salgan y cierren la puerta, pueden pensar que algo malo va a
ocurrir , entonces se giran y se mueven para buscar al personal.

8.1.5. De 5 años en adelante (en edad escolar).


Todos estos niños tiene ya mayor capacidad de comprensión así que tendremos que
adaptar nuestras explicaciones a la edad del paciente. Normalmente todos son colaboradores.
Aunque sean más mayores es importante hablar con ellos durante la preparación del
estudio, ya que esto les dará confianza y estarán más tranquilos porque aunque son más
mayores, no dejan de ser niños. Nunca se les debe obligar a realizarse la prueba, si es por
algo que no entienden habrá que volver a explicárselo con paciencia. Algunos niños son
muy vergonzosos a esta edad por lo que habrá que respetarles exactamente igual que a
un paciente adulto. Normalmente estos pacientes no requieren inmovilización, pero por
supuesto protección radiológica sí.

8.1.6. Adolescentes.
Son prácticamente como pacientes adultos, habrá que respetar su pudor y nunca
forzarles a realizarse una prueba radiográfica. Habrá que resolver, en la medida que podamos
sus dudas. No requieren inmovilización y si han comprendido bien las explicaciones, su
colaboración es total.

8.2. COMUNICACIÓN.
La comunicación con los niños es fundamental para que, según la edad, puedan
colaborar en la realización de la prueba. Cuanta más edad tenga el niño mejor nos
entenderá y más fácil resultará realizar el estudio. Con niños más pequeños la paciencia
es fundamental, ya que por desconocimiento de la prueba, por miedo, o por desconfianza
no resultará tan fácil.
Hay que entender que para un niño pequeño estar en un ambiente extraño, en el
que no está normalmente y con personas desconocidas para él, le resultará difícil confiar
en el personal, ya que cualquier acción realizada por el personal, le resultará extraña o
quizás pensará que es peligrosa.
Hay que intentar hablar normalmente con él, e intentar convencerle de que le haremos
una foto, con una cámara muy grande o alguna cosa similar para que confíe en nosotros.

10 Tema 2. Protección radiológica aplicada a pacientes pediátricos


Los padres no podrán estar en la sala de exploración excepto en caso de fuerza
mayor. En caso de quedarse, se les protegerá con delantal plomado.
Siempre se empleará el tiempo necesario para explicarle lo que se le va a hacer,
anticipándole lo que va a pasar e informarle de que no se le hará daño.
El técnico tiene que aprender a valorar la capacidad de entendimiento y comunicación
del niño así como su madurez para saber cual será la mejor forma en que el niño pueda
colaborar en el estudio.

8.3. COLOCACIÓN E INMOVILIZACIÓN.


La colocación y la inmovilización son dos conceptos que van unidos. Una vez que
el niño esté bien colocado, se le podrá inmovilizar.
La inmovilización es un método de radioprotección en pediatría ya que si el paciente
se mueve interfiere con el resto de medidas que permiten reducir la dosis: repeticiones
por movimiento, pérdida del centrado del haz, mala posición de los colimadores, caída de
los protectores de plomo.
La colocación debe ser precisa tanto si el niño colabora como si no.
Con una buena inmovilización conseguimos:
- Que el niño no se mueva.
- Que el haz de rayos esté bien centrado.
- Que la colimación sea correcta.
- Que la protección, con protectores gonadales también esté bien colocada y
cumpla su función.

Para la inmovilización se puede recurrir a sacos de arena, cintas de velero, sábanas,


planchas de espuma, guantes de plomo, bolsas de suero, esparadrapo, etc. La inmovilización
tiene que ser firme desde el principio, y fijar al niño en una posición cómoda y en la que
no pueda moverse.
En caso de que el niño no colabore, los padres deberán inmovilizarlo, y si se quedan
en la sala de exploración habrá que protegerles con el delantal de plomo.

8.4. PROTECCIÓN GONADAL.


Como hemos dicho antes, las células de los niños están en constante desarrollo y
crecimiento y llevan la información genética de generaciones futuras por lo que es muy
importante proteger la zona de las gónadas.
En el servicio de rayos deben existir protectores de diferentes formas y tamaños
para poder adaptarlo a pacientes pediátricos de todas las edades.

Tema 2. Protección radiológica aplicada a pacientes pediátricos 11


Existen unos delantales protectores que se utilizan para cubrir el cuerpo cuando
los órganos vitales no están expuestos directamente al haz de rayos principal. Son de
caucho plomado y contienen 0,25 Pb. Y también existen los protectores gonadales, que se
utilizan cuando se irradia directamente la zona gonadal, que es en el caso de radiografías
de abdomen, pelvis, fémur, columna…
Es más fácil colocárselos a los niños ya que tienen que estar sobre los testículos y
éstos se ven claramente, en el caso de las niñas es más difícil ya que la colocación de los
ovarios es más variable y al estar en la región pelviana, se pueden ocultar zonas de interés.
En el caso de realizar una radiografía de abdomen a una niña, se haría sin protección
gonadal (fig. 2).

Fig. 2.

12 Tema 2. Protección radiológica aplicada a pacientes pediátricos


8.5. COLIMACIÓN.
Es muy importante colimar bien para reducir la dosis de radiación en el paciente y
a la vez, tener la habilidad suficiente para no cortar u omitir alguna zona de interés.
Si el campo es muy pequeño, puede haber zonas que queden sin explorar y si el
campo es muy grande, la radiación dispersa influirá en la imagen afectando al contraste
e irradiando zonas del cuerpo innecesariamente.

8.6. TÉCNICA RADIOGRÁFICA.


Debido al menor volumen de los niños, y a la menor atenuación de la radiación,
las técnicas radiográficas utilizadas en pediatría serán más bajas.
Lo normal es utilizar mAs bajos y Kv altos para reducir la dosis absorbida. De esta
manera conseguiremos:
• Mayor penetración.
• Menos dosis absorbida.
• Corto tiempo de exposición, lo cual es muy importante porque si el disparo
es corto, no le daremos tiempo al niño a moverse con lo que evitaremos los
artefactos por movimiento.
• Bajo contraste.
Utilizaremos Kv bajos solamente para pequeñas extremidades, partes blandas, alto contraste.
La técnica radiográfica debemos adecuarla a la constitución de cada paciente, así
un niño más gordito, necesitará mayor técnica que uno delgado, pero siempre dentro de
los límites de técnicas para niños.

8.7. PROTECCIÓN RADIOLÓGICA Y PROYECCIONES EN PEDIATRÍA.


8.7.1. Proyección de tórax, A.P./P.A. y lateral.
Al realizar una proyección de tórax a un niño se tendrá en cuenta la protección de
contacto, que debe colocarse sobre el área pelviana con el borde superior a nivel de las
crestas iliacas.
Hay que colimar exactamente sobre los cuatro bordes del tórax, superior, por encima
de los vértices pulmonares, inferior, por debajo de los diafragmas y los bordes laterales
cogiendo ambos ángulos costofrénicos.

8.7.2. Proyección de tórax erecto con pigg-O-stat.


Este dispositivo de fijación dispone de un protector plomado, habrá que asegurarse
de que está elevado 2,5 cm por encima de las crestas iliacas.

Tema 2. Protección radiológica aplicada a pacientes pediátricos 13


8.7.3. Proyecciones de extremidades superiores.
Colocar un protector de plomo sobre toda la región pelviana o incluso sobre todo
el cuerpo, tapando también el tórax siempre que sea posible. En el caso de los hombros
dejar libre esa zona. Colimar exactamente la zona de interés.

8.7.4. Proyecciones de extremidades inferiores.


Utilizar los protectores gonadales masculinos y femeninos correctamente colocados
y adaptados al tamaño del paciente, para no oscurecer las caderas y los fémures proximales
u otras zonas de interés. Colocar también un delantal plomado sobre el tórax y el abdomen
del niño. Colimar bien la zona que se va a explorar.

8.7.5. Proyección de pelvis A.P. y axial.


Los estudios anteriores del paciente pueden requerir que no se utilice protección
gonadal por si se oscurece alguna zona de interés.
En el caso de las niñas se protegerá cuidadosamente el área gonadal colocando el
protector femenino por debajo del ombligo y por encima del pubis. Esto evitará cubrir las
articulaciones de la cadera.
En el caso de los niños colocaremos el protector gonadal con el borde superior al
nivel de la sínfisis del pubis y de ahí hacia abajo para cubrir los testículos.

8.7.6. Proyecciones de cráneo A.P. y lateral.


Fajar el cuerpo y las extremidades si fuera necesario y asegurarse de colocar un
protector de plomo sobre todo el área pelviana o incluso sobre todo el cuerpo fajado,
protegiendo así tórax, abdomen y extremidades. Dejar libre el cráneo y colimar bien.

8.7.7. Proyecciones de abdomen en decúbito y erecto.


En los niños utilizar el protector gonadal de la forma y tamaño adaptadas a él y en
las niñas ninguna protección debido a que los ovarios tienen una situación muy variable
dentro de la pelvis y podríamos ocultar alguna zona de interés.

8.7.9. Proyecciones del tracto digestivo alto. Estudio esofágico o


gastroduodenal.
Colocar un trozo de vinilo de plomo de 1mm de espesor debajo de las nalgas del
niño para proteger las gónadas de la radiación dispersa desde el tubo de fluoroscopia que
está debajo de la mesa.

14 Tema 2. Protección radiológica aplicada a pacientes pediátricos


Si los padres permanecen en la sala se les proporcionarán guantes y delantal
plomados para protegerlos a ellos también.

8.7.10. Proyecciones del tracto digestivo bajo. Estudio de enema opaco.


En este estudio no puede protegerse la zona gonadal ya que se ocultarían zonas
de interés.
Si los padres permanecen en la sala se les dará guantes y delantal plomados para
protegerlos.

8.7.11. Urografías.
Siempre se debe utilizar protección gonadal en los varones, excepto para la
uretrografía miccional.
No se puede utilizar protección gonadal en las niñas excepto cuando se va a estudiar
sólo la zona renal, que entonces sí se utilizará.
Los ovarios en las niñas pequeñas están más altos en el abdomen que en una mujer
adulta y su localización es más variable, por lo que es probable que aunque pongamos el
protector gonadal, no los estemos cubriendo.
El abdomen bajo puede ser protegido en el estudio de los riñones a menos que se
oculte alguna zona de interés. Si los padres permanecen en la sala se les dará guantes y
delantal plomado.

8.8. PROTECCIÓN DE LAS MUJERES EMBARAZADAS.


Las mujeres embarazadas o que pudieran estarlo y las mujeres en edad fértil
requieren de una protección mucho más exhaustiva ya que existen estudios que
demuestran que el embrión es particularmente radiosensible a las radiaciones ya que sus
células por estar formándose, están en constante división y son éstas células mitóticas
las más radiosensibles. Esto es muy importante sobre todo en los 2 primeros meses de
gestación, cuando el feto es más sensible a la radiación y la madre, por lo general, no
sabe que está embarazada ya que si ésta se sometiera a una prueba radiológica hay riesgo
de que sufra los efectos estocásticos (que producirían alteraciones genéticas en el feto)
y los no estocásticos (aborto).
Si se realizaran exámenes radiográficos durante este período es importante recurrir
a todas las prácticas de protección y sobre todo a una colimación adecuada.
En el caso de embarazo conocido, hay exámenes como los de columna lumbar,
sacro, coxis, urografías, pelvis o TAC, que suponen una gran dosis para el feto por lo que
el médico que prescribe la prueba y el radiólogo, tienen que confirmar que el estudio está
indicado.

Tema 2. Protección radiológica aplicada a pacientes pediátricos 15


Existe un valor límite de dosis para el feto (en el abdomen de la madre) para mujeres
profesionalmente expuestas y éste límite ha pasado de ser de 10 mSv durante todo el
embarazo, a 1 mSv.

8.9. LIMITACIÓN DE DOSIS.


Las exposiciones a la radiación pueden clasificarse así:
• Según la actividad que desempeñe la persona.
• Exposiciones profesionales, las que sufre una persona en el desarrollo de su
actividad laboral por ej. un T.S.I.D.
• Exposiciones poblacionales, que son las que recibe el público en general por
ej. un acompañante de un paciente en el servicio de rayos.
• Exposiciones médicas, que son las que reciben directamente los pacientes
como consecuencia de un diagnóstico o un tratamiento.
• Según la zona corporal a la que afecte:
- Exposiciones heterogéneas, que será la dosis recibida en un órgano en
concreto.
- Exposiciones homogéneas, que son las que se reciben por igual en todo
el organismo.
• Según el mecanismo de producción:
• Exposición externa, es la que se recibe desde el exterior y se llama
irradiación.
• Exposición interna, es la que se produce en el interior del organismo, por
ej. por la incorporación de un radionúcllido en medicina nuclear. Se conoce
también por el nombre de contaminación.
Ya que las radiaciones se utilizan cada vez más en las profesiones sanitarias y
conllevan éstos riesgos, como los mencionados anteriormente, es preciso tomar medidas
de prevención para reducir las dosis.
Por ello, es necesario ajustar los límites de dosis permitidos a valores que impliquen
el mínimo riesgo para las personas expuestas a radiaciones ionizantes.
Los límites de dosis tanto a nivel ocupacional como a nivel poblacional, se recogen
en nuestra normativa y en directivas de la Unión Europea (EURATOM). Éstas son las
siguientes:
• Real Decreto 783/2001 de 6 de Julio (BOE 178, de 26 de Julio) se
aprueba el reglamento sobre protección sanitaria contra las radiaciones
ionizantes.
• Directiva 96/29 (EURATOM) de 13 de Mayo, incluye las últimas recomendaciones
de la ICRP relacionadas con la exposición poblacional y ocupacional.

16 Tema 2. Protección radiológica aplicada a pacientes pediátricos


Se establece así que:
• El límite de dosis para una exposición homogénea está en 100 mSv en 5 años
consecutivos, sujeto a una dosis máxima de 50 mSv en cualquier año oficial.
• El límite para exposiciones parciales son referidas a un año oficial.
• Cristalino 150 mSv.
• Piel (1 cm2 ) 500 mSv.
• Manos, antebrazos, pies y tobillos 500 mSv.
• Otro órgano o tejido 500 mSv.
• Mujer fértil 100 mSv en 5 años con un máximo de 50 mSv por año oficial.
• Mujer gestante 1 mSv desde la notificación del embarazo hasta el final del
mismo.
• Mujer lactante debe evitar todo riesgo de contaminación.
• Estudiantes y personas en formación, entre 16 y 18 años, 6 mSv y los mayores
de 18 años igual que el personal profesionalmente expuesto.

Existen dos categorías de profesionales expuestos:


• Categoría A, sí es probable que reciban una dosis efectiva superior a 6 mSv
/año o dosis equivalentes superiores a 3/10 de los límites establecidos para
el cristalino, la piel y las extremidades.
• Categoría B, si no es probable que reciban una dosis efectiva superior a 6
mSv al año o dosis equivalente superior a 3/10 de los límites para el cristalino,
la piel y las extremidades.
Los pacientes pediátricos se encuentran dentro de la categoría de público en general,
pero la protección radiológica es en estos casos especialmente crítica debido a la mayor
esperanza de vida de los pacientes.

8.10. SEÑALIZACIÓN DE ZONAS.


El Real Decreto 783/2001 en su artículo 16, es el que regula la protección sanitaria
contra radiaciones ionizantes e indica que se identificarán y se delimitarán todas aquellas
zonas o lugares de trabajo en los que exista la probabilidad de recibir dosis efectivas
superiores a 1/10 de los límites de dosis para el cristalino, la piel o las extremidades.
La señalización de zonas se efectuará basándose en la norma UNE-73-302.
El símbolo para señalizar las zonas de trabajo con riesgo de exposición a nivel
internacional, es un trébol enmarcado en un rectángulo, y ambos serán del mismo color
dependiendo de la zona que señalen.
En general las zonas de trabajo se dividen en dos grupos:

Tema 2. Protección radiológica aplicada a pacientes pediátricos 17


• Zonas no controladas, que son aquellas que tienen niveles de radiación muy
bajos.
• Zonas de acceso libre, es donde es muy improbable recibir dosis superiores
a 1 mSv . No es necesario el uso de dosímetros personales ni de área. El
trébol es de color blanco o simplemente no se pone nada. En esta zona no
es necesario tomar medidas de protección radiológica.
• Zona vigilada, es aquella en la que no es improbable recibir dosis efectivas
superiores a 1 mSv o una dosis equivalente superior a 1/10 de los límites
anuales de dosis. No es obligatorio el uso de dosímetro personal pero sí de
área. Se señaliza con un trébol gris azulado sobre fondo blanco.
• Zonas controladas, que son aquellos lugares en los que es posible recibir
radiación. Existen diferentes niveles de radiación en estas zonas , por eso se
utilizarán diferentes colores, en ella el trébol será verde.
• Zona de permanencia limitada, es aquella en la que existe el riesgo de recibir
una dosis superior a los límites anuales establecidos (> 20 mSv) . Se señaliza
con un trébol de color amarillo sobre fondo blanco. Es necesario el uso de
dosímetros personales.
• Zona de permanencia reglamentada, es aquella en la que existe el riesgo
de recibir dosis de radiación superiores a los límites anuales pero en un
período de tiempo corto. El trébol será de color naranja sobre fondo blanco.
Es obligatorio el uso de dosímetros personales.
• Zona de acceso prohibido, es aquella en la que existe el riesgo de recibir
dosis superiores a los límites anuales pero en una sola exposición. El trébol
será de color rojo sobre fondo blanco, indicando que no se puede pasar.

8.11. ORGANISMOS RELACIONADOS CON LA PROTECCIÓN RADIOLÓGICA.


Consejo de Seguridad Nuclear.
Es el único organismo competente en materia de seguridad nuclear y protección
radiológica. Ente público e independiente.
Este organismo propone al gobierno la normativa referente a utilización de
radiaciones ionizantes, emite informe al Ministerio de Industria referente a autorizaciones
de instalaciones nucleares y radiactivas. También inspecciona la actividad autorizada con
radiaciones ionizantes.

Ministerio de Sanidad y Política Social.


Este organismo se encarga del reconocimiento oficial, previo informe del Consejo
de Seguridad Nuclear, de los servicios médicos especializados, para la vigilancia médica

18 Tema 2. Protección radiológica aplicada a pacientes pediátricos


de las personas profesionalmente expuestas y de todos aquellos aspectos del reglamento
de protección contra las radiaciones ionizantes que contempla la Ley General de Sanidad
(ley 14/ 1986 de 25 de Abril).

Ministerio de Industria.
La aplicación de los preceptos del Reglamento sobre instalaciones Nucleares y
Radiactivas corresponde al Ministerio de Industria, con el informe respectivo del Consejo
de Seguridad Nuclear. El instituto de estudios de la energía de centro de investigaciones
energéticas, medioambientales y tecnológicas (CIEMAT) es el centro de formación de
técnicos y científicos que trabajan en actividades relacionadas con temas energéticos.
Los estudios en pediatría son en general los mismos que para los adultos con la
diferencia de que en pediatría hay que tener mucho más en cuenta la técnica, la colimación,
la inmovilización y la protección. Hay que intentar realizar imágenes de buena calidad
diagnostica con la máxima seguridad y el menor sufrimiento para el paciente. Reduciendo
al máximo la dosis recibida por los pacientes pediátricos, para cuidar ésta generación y
todas las generaciones futuras.

Tema 2. Protección radiológica aplicada a pacientes pediátricos 19


20 Tema 2. Protección radiológica aplicada a pacientes pediátricos

También podría gustarte