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ISBN 978-950-592-252-9
Consejo Editorial
María Soledad Herrera
Maura Ooms
Oscar De Majo
Marina Liliana Guidotti
Santiago Marcó.
1.2 La Psicología
Se hace importante entonces definir a la psicología de forma que pueda ser
abordada de forma científica. Desde este punto de vista, la psicología sería el
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Capítulo I. Neurociencia y psicología
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Neurociencias y psicología. Aportes hacia una ciencia de la mente
mos por supuesto al cerebro, pero además a todos los componentes del SN
que son más que el cerebro, como el tronco cerebral, el cerebelo, la médula
espinal, nervios periféricos, etc. (Figura 1). Sin SN no hay conducta ni pen-
samiento posible3.
De acuerdo con el neurocientífico norteamericano Neil Carlson:
3. La relación entre el peso del cerebro y el peso corporal es de 1:5000 en los peces,
1:1500 en reptiles, 1:220 en las aves, 1:180 en mamíferos, y 1:50 en humanos. Indu-
dablemente, las características que nos hacen humanos deben tener relación con el
tamaño de nuestro cerebro, superior al de ninguna otra especie existente.
4. El resaltado me pertenece [N. del Autor].
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Capítulo I. Neurociencia y psicología
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Neurociencias y psicología. Aportes hacia una ciencia de la mente
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Capítulo I. Neurociencia y psicología
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Neurociencias y psicología. Aportes hacia una ciencia de la mente
5. Un ejemplo tan sencillo como la simple supervivencia a una pequeña herida cau-
sada por un corte (antiguamente un corte infectado podía producir la muerte) es un
producto de la aplicación del método científico a la salud.
6. Un dogma es una proposición que se asienta por firme y cierta, como principio
innegable de una creencia. Es un principio o conjunto de ellos establecidos por una
autoridad como una verdad incuestionable. Sirve como parte de las bases fundamen-
tales de una ideología o sistema de creencias y que no puede alterarse o descartarse
sin afectar a todo el paradigma del sistema o la ideología en sí.
7. Falsar una hipótesis significa intentar refutarla mediante un contraejemplo. Si no es
posible refutarla, dicha teoría queda corroborada, pudiendo ser aceptada provisional-
mente, pero no verificada; es decir, ninguna teoría es absolutamente verdadera, sino a
lo sumo “no refutada”. El falsacionismo es uno de los pilares del método científico.
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Capítulo I. Neurociencia y psicología
de las evidencias (p. ej., los fósiles), que la explicación a través de la creación
divina. En física, la aceptación de la teoría de Newton sobre la gravitación
universal, la teoría de la relatividad de Einstein y la teoría cuántica pueden
ser todas entendidas a instancias de la inferencia de la mejor explicación al
menos hasta el momento.
En su libro La ciencia, su método y su filosofia (2018), Mario Bunge propone
que la ciencia es el creciente cuerpo de ideas caracterizado como conoci-
miento racional, sistemático, exacto verificable y, por consiguiente, falible.
Es un sistema de ideas establecidas provisionalmente (conocimiento cientí-
fico) y una actividad productora de nuevas ideas (investigación científica).
Además, según este autor, la ciencia tiene otras características que la dis-
tinguen. Pretende la objetividad, es fáctica, analítica, clara, precisa, comu-
nicable (no se vale de instituciones ni es personal), verificable, metódica,
sistemática, predictiva y útil.
La inferencia a la mejor explicación en ciencia tiene la misma estructura
básica que el razonamiento en la vida diaria. Frente a una incertidumbre,
debemos juntar la mayor cantidad de evidencias posibles, considerar hipó-
tesis principales e hipótesis alternativas y aceptar, finalmente, aquellas que
provean la mejor explicación de la evidencia. Una explicación particular
describe cómo un evento o proceso hipotetizado pudo haber causado lo
que estamos viendo. Sin embargo, los casos científicos de este tipo de razo-
namiento difieren de los de la vida diaria en varios aspectos importantes.
En primer lugar, como dijimos, la psicología es una ciencia empírica.
Eso significa que trata sobre eventos de la naturaleza que son observables a
través de los sentidos y, por lo tanto, pasibles de ser medidos. Esto la ubica
dentro de las ciencias denominadas fácticas. De esta manera, la psicología
sigue todas las fases de cualquier otra ciencia, como el empleo de mecanis-
mos detallados, que son descripciones de sistemas de partes interconecta-
das que producen cambios regulares. De igual forma, las explicaciones en
física identifican partes de cosas como los átomos y partículas subatómicas,
con relaciones entre ellas como fuerzas que conducen al movimiento y otros
cambios. Las explicaciones en biología identifican partes de organismos
(por ejemplo, células y proteínas) cuyas interacciones bioquímicas produ-
cen procesos como la reproducción. Gracias al avance de las neurociencias,
las explicaciones en psicología se están volviendo gradualmente mecánicas.
Las explicaciones biológicas y psicológicas emplean mecanismos que son
mucho más activos, complejos y adaptativos que las simples máquinas fa-
miliares en la vida diaria. De hecho, las similitudes en campos tan diversos
como la física atómica, genética poblacional y psicología experimental son
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Neurociencias y psicología. Aportes hacia una ciencia de la mente
aún mayores, puesto que todas ellas utilizan las matemáticas para repre-
sentar eficientemente las relaciones entre varias cantidades.
En comparación con la vida cotidiana, las estructuras sociales de la
ciencia imponen las prescripciones lógicas de la inferencia a la mejor ex-
plicación con más fuerza. Los científicos, como todas las personas, son pro-
pensos a confirmar sus hipótesis y prestar mayor atención a las evidencias
que confirman sus propias teorías. Pero saben que será difícil publicar sus
puntos de vistas favoritos en una revista con referato8 a menos que tengan
en cuenta un gran número de evidencia relevante e hipótesis alternativas.
Los pseudocientíficos también pueden considerar toda la evidencia y las
hipótesis alternativas, pero frecuentemente lo resuelven con un pensamien-
to más selectivo porque no tienen que tratar con evaluadores ni editores. A
diferencia de organizaciones sociales conservadoras como la mayoría de las
religiones, los cambios en las creencias son no solo tolerados, sino espera-
dos a través de la presentación de nuevas evidencias y explicaciones
Dos características importantes del método científico son: 1) el uso
de instrumentos para observar cosas y eventos que están por fuera del
alcance directo de nuestra experiencia sensorial (desde el siglo xvii, los
científicos han tenido la posibilidad de utilizar telescopios, microscopios,
máquinas de rayos X y muchos otros tipos de instrumentos para lograr
observaciones sistemáticas de aquello muy lejano, pequeño u oculto para
ser directamente observable), y 2) el uso de experimentos. Todas las per-
sonas aprenden de la percepción del mundo y hacen inferencias acerca de
qué es lo que mejor explica lo que uno observa. Pero el uso de experimen-
tos cuidadosamente diseñados y controlados es relativamente reciente en
la historia de la humanidad.
La ciencia pretende, además, predecir situaciones que se apliquen a toda
la población y no a casos particulares. Lamentablemente, una ciencia que
tomara como casos de estudios a todos los sujetos del mundo sería imprac-
ticable. Es por eso que la estadística se convierte en una herramienta indis-
pensable para saber con mayor exactitud hasta qué punto es válido realizar
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Capítulo I. Neurociencia y psicología
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Neurociencias y psicología. Aportes hacia una ciencia de la mente
Las neurociencias alientan el uso del método científico con el fin de con-
firmar o no la eficacia de una psicoterapia. Además, ayudan a los terapeu-
tas a no focalizarse en una mirada estrecha de los trastornos mentales y
promueven la comprensión de que nuestros pensamientos, sentimientos y
acciones influyen en el funcionamiento y hasta en la estructura de nuestro
cerebro, en algunos casos de forma permanente. La utilización del método
científico en elcampo de las psicoterapias es de capital importancia. Según
el psicólogo inglés Hans J. Eysenck (1914-1997):
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Capítulo I. Neurociencia y psicología
Referencias bibliográficas
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Eysenck, H. J. (1988). Decadencia y caída del Imperio freudiano. Barcelona: Nue-
vo Arte Thor.
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Neurociencias y psicología. Aportes hacia una ciencia de la mente
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Capítulo II
Introducción al estudio de la neurociencia
“Los hombres deberían saber que del cerebro
y nada más que del cerebro vienen las alegrías,
el placer, la risa, el ocio, las penas, el dolor,
el abatimiento y las lamentaciones.”
Hipócrates (Grecia, siglo v a.C.)
2.1 La neurociencia
La neurociencia está conformada por un conjunto de disciplinas con base cien-
tífica que tienen un objetivo en común: comprender cómo el Sistema Nervioso
(SN) percibe, interpreta, procesa y actúa sobre el mundo. Nuestros órganos
de los sentidos (oído, nariz, lengua, ojos y piel) informan constantemente al
SN sobre lo que sucede a su alrededor, mientras que el sistema muscular y
glandular nos moviliza o secreta sustancias de acuerdo a los mandatos prove-
nientes del SN (guiñar un ojo, gritar, correr, llorar, estornudar, etc.). Para estu-
diar el SN lo más exhaustivamente posible, los neurocientíficos focalizan sus
esfuerzos en el conocimiento preciso de la neuroanatomía (cada estructura mi-
cro y macroscópica del SN), la neurofisiología (cómo funcionan las neuronas y
demás células que conforman y se relacionan con el SN a nivel molecular y ce-
lular), del resultado de la interacción de ambas (es decir, el funcionamiento de
circuitos cerebrales específicos), o de la relación entre el funcionamiento entre
esos circuitos y la conducta y los pensamientos. Es así que un neurocientífico
puede estudiar la absorción del calcio en células gliales, la actividad neuronal
presente durante la realización de cálculos mentales, como así también la rela-
ción entre la alteración de ciertas estructuras cerebrales y el comportamiento.
El cerebro es el componente más saliente del SN, y el más vistoso. No obs-
tante, como afirmábamos en el capítulo 1, el SN es más que el cerebro. A nivel
de lo que llamamos SN central (SNC), esas estructuras comprenden también
el mesencéfalo, el cerebelo, la protuberancia, el bulbo raquídeo y la médula
espinal. Bajo el el nombre de SN periférico (SNP), tenemos a los nervios que
entran y salen del SNC y le informan constantemente lo que está pasando en
la periferia (p.ej., información luminosa desde la retina del ojo), para que el
SN pueda decidir alguna acción y, nuevamente a través de los nervios peri-
féricos, informe de esos movimientos al sistema muscular (ver figura 1). Su-
pongamos que estamos leyendo este libro en la comodidad de nuestra casa.
De repente, percibimos por el rabillo del ojo el movimiento rápido de un ob-
jeto pequeño en el piso. De forma automática, guiamos nuestra mirada hacia
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Neurociencias y psicología. Aportes hacia una ciencia de la mente
ese lugar y con sorpresa percibimos que se trata de una gran cucaracha que se
dirige hacia nosotros. Sin pérdida de tiempo, damos un salto de la silla y em-
pezamos a elaborar distintos proyectos para eliminar al insecto. Como vemos
en este ejemplo, el órgano sensorial (ojos), envió información visual (en este
caso, percepción del movimiento) al cerebro. El SNC se encargó de procesar
dicha información, interpretarla (el movimiento se trata de un insecto y este
insecto es una cucaracha) y tomar una decisión (saltar de la silla), que debió
informar oportuna y rápidamente a los músculos para que éstos actuaran,
incluso antes de que nos diéramos cuenta de lo que estaba sucediendo.
El SN tiene una serie de características que ha ido adquiriendo a lo largo de
millones de años de evolución y que lo ayuda a generar acciones veloces para
escapar de ciertos peligros, a través de actos reflejos, pero también posee la ca-
pacidad de aprender y adaptarse al medio en el que se ve envuelto. En el caso
de los seres humanos, ese medio es la sociedad y, por lo tanto, el impacto de la
vida en sociedad sobre el SN es también parte del estudio de las neurociencias.
Los psicólogos estudiamos los comportamientos normales y patológicos
de las personas —desde un chico que tiene dificultades para aprender a leer
correctamente, hasta adultos mayores que no pueden recordar eventos que
acaban de vivenciar—, con el fin de comprender sus causas y poder obrar
en consecuencia. Además de las razones psicológicas presentes en todas las
conductas (ya sea emocionales, basadas en la historia del individuo, etc.), el
psicólogo no puede ignorar que la base de nuestros pensamientos, razona-
mientos, emociones, decisiones y habilidades es el SN. Aún estamos lejos de
comprender acabadamente cómo funciona el SN, pero de lo que no hay duda
es que la aproximación científica ha demostrado mejores resultados que cual-
quier otro tipo de aproximación.
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Capítulo II. Introducción al estudio de la neurociencia
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Neurociencias y psicología. Aportes hacia una ciencia de la mente
11. La teoría de los humores sostenía que el cuerpo humano está compuesto de cuatro
sustancias básicas, llamadas humores (líquidos), cuyo equilibrio indica el estado de
salud de la persona. Así, todas las enfermedades y discapacidades serían el resultado
de un exceso o un déficit de alguno de estos cuatro humores. Tanto griegos y romanos
como el resto de posteriores sociedades de Europa que adoptaron y adaptaron la filo-
sofía médica clásica, consideraban a esta teoría como válida.
12. La teoría geocéntrica es una antigua teoría que pone a la Tierra en el centro del
universo, y los astros, incluido el Sol, girando alrededor de la Tierra (geo: Tierra; cen-
trismo: agrupado o de centro). El geocentrismo estuvo vigente en las más remotas
civilizaciones
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Capítulo II. Introducción al estudio de la neurociencia
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Neurociencias y psicología. Aportes hacia una ciencia de la mente
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Capítulo II. Introducción al estudio de la neurociencia
grosor del cráneo no refleja al cerebro en sí. No obstante sus errores, Gall
estuvo acertado al postular al cerebro como el asiento de las funciones men-
tales, idea que se sigue manteniendo hoy en día, denominada “localizacio-
nismo”, aunque no de una manera tan radical, sino que con modificaciones
importantes que veremos más adelante.
Las primeras evidencias claras acerca de la participación del cerebro en
la conducta y la personalidad provinieron principalmente de casos clíni-
cos de pacientes que sufrían distintos tipos de lesiones cerebrales, lo cual
se traducía en la alteración de la conducta del individuo. Uno de los ca-
sos que más impresionó a los médicos a finales del siglo XIX, y aún sigue
haciéndolo cada vez que lo estudiamos, fue el de un capataz de ferroca-
rriles norteamericano llamado Phineas Gage (Capítulo IV), cuyo accidente
develó las funciones mentales relacionadas con un área cerebral conocida
como la “corteza prefrontal”. Otro de estos casos excepcionales fue el del
paciente llamado HM (Capítulo V), a quién se le practicó una cirugía del
cerebro para controlar ataques epilépticos y que, como efecto secundario,
dejó a HM sin la capacidad de formar nuevas memorias, revelando así la
importancia de otro área cerebral llamada “corteza temporal medial” en los
mecanismos subyacentes de la memoria..
En el terreno del estudio de las células que conforman el SN (neuronas
y células gliales), el neurocientífico español Santiago Ramón y Cajal (1852-
1934) es considerado el padre de las neurociencias por sus estudios de las
células del SN. Treinta años después de los descubrimientos que le valieran
el premio Nobel a Cajal, Otto Loewi descubría la transmisión química en
el SN. Así fue posible la identificación de los mensajeros químicos del SN:
los neurotransmisores. También en la década de 1930, surge la idea de que
las neuronas segregaban hormonas, lo que derivó en la noción de sistema
neuroendócrino. En la década de 1980, se abordó la relación entre el SN y
el sistema inmune, y finalmente las técnicas de imágenes cerebrales han
abierto grandes posibilidades al estudio de los correlatos neurales del com-
portamiento, las emociones y los razonamientos.
En resumen, durante mucho tiempo se sospechó la participación del
cerebro en el comportamiento, pero no fue sino hasta la formulación y sis-
tematización del método científico, los avances tecnológicos y el avance en
el conocimiento de las funciones del SN —gracias a los casos clínicos y ex-
perimentación en sujetos no humanos—, que se abrió un nuevo camino
que dio origen a las neurociencias. La psicología científica, despojada de la
especulación y la metafísica, intenta medir lo mental de forma cuantitativa
y busca establecer un vínculo entre lo físico y lo psicológico. La psicología
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Neurociencias y psicología. Aportes hacia una ciencia de la mente
Tabla 2.1
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Capítulo II. Introducción al estudio de la neurociencia
Tabla 2.2
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Neurociencias y psicología. Aportes hacia una ciencia de la mente
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Capítulo II. Introducción al estudio de la neurociencia
Otros métodos indirectos que nos permiten estudiar los procesos men-
tales son la cronometría mental (medida de los tiempos de reacción), y va-
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Neurociencias y psicología. Aportes hacia una ciencia de la mente
Referencias bibliográficas
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