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cesariamente la opinión de los compiladores o de las instituciones titulares de los derechos de autor.
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fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia, o por cualquier otro, sin el permiso
previo, por escrito, de los editores
ISBN 978-607-28-0928-4
Índice
Introducción9
E. Raquel Güereca Torres
PRIMERA PARTE.
Enfoques teóricos y epistemológicos 23
SEGUNDA PARTE.
Metodologías: Estudio de caso, etnografía e
Historia oral y de vida 95
Este libro pretende ser una guía didáctica que acerque al estudiantado de las
diferentes disciplinas de las ciencias sociales y las humanidades al conoci-
miento, uso y reflexión sobre la investigación cualitativa, específicamente a
partir de tres métodos que comparten una veta analítica centrada en los
sujetos sociales y el conocimiento a profundidad de los procesos en que
participan: el estudio de caso, la etnografía y la historia de vida. Como tal, no
busca participar en un debate epistemológico profundo acerca de la meto-
dología cualitativa. Lo que se encontrará en este texto es una síntesis de los
debates teórico-epistemológicos que aportan los enfoques sociocrítico,
etnográfico y feminista al estudio de la sociedad dirigida a estudiantes de
licenciatura para comprender los alcances y posibilidades de la investigación
cualitativa en un contexto mundial y regional marcado por el surgimiento y
*
Profesora-investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (uam) Lerma, adscri-
ta al Departamento de Procesos Sociales. Dra. en Ciencias Políticas y Sociales, con orientación en
Sociología. sni 1. Contacto: e.guereca@correo.ler.uam.mx
12 Guía para la investigación cualitativa...
1
El término alude al surgimiento y desarrollo de nuevos sujetos sociales en la arena política
que no responden a la tradicional “lucha de clases”, sino a la creación de nuevas demandas y de-
nuncias relacionadas con sus condiciones particulares: raza, sexualidad, género, condición étnica,
ideas y relación con el medio ambiente, entre otros. Estos sujetos sociales no siempre exigen es-
pacios para la representación de sus intereses en los partidos políticos, sino que concentran sus
demandas en el reconocimiento de sus diferencias y la transformación de las condiciones opresivas,
que limitan su existencia y los colocan en desventaja social. Lo anterior transforma la dinámica de
las relaciones de poder entre gobernados y gobernantes, así como las discusiones sobre la demo-
cracia como forma de gobierno.
Introducción 13
y la identidad a través de los sujetos sociales que las forman. Dichos ámbitos
temáticos preparan la etapa posdisciplina identificada en el Informe Mundial
2010 y el establecimiento de los vínculos entre las ciencias naturales y las
ciencias sociales, a través de la complejidad.
De acuerdo con Hebe Vessuri y María Sonsiré López (2010), las trans-
formaciones políticas y económicas en la región latino-caribeña2 del último
cuarto del siglo xx se entremezclan con el viraje de las ciencias sociales hacia
temas que consolidaron su reflexión teórica en la década de 1960 y 1970,
pero que hoy presentan reflexiones renovadas: los grupos indígenas, los fe-
minismos, los estudios culturales, los movimientos sociales, la participación
social, el multiculturalismo, la sociología de la educación, la violencia urbana
(hoy marcada por el crimen organizado); temas que comparten reflexiones
con las problemáticas sociales y que se renovaron a partir de las tic: los
medios de comunicación, la democracia y sus formas de participación ciuda-
dana, la construcción del conocimiento y el acceso a la información pública;
dichas temáticas tampoco son exclusivas de la licenciatura en políticas pú-
blicas, por ello esta Guía está abierta a otros campos de formación en las
ciencias sociales y las humanidades.
Así las cosas, la investigación cualitativa establece un puente analítico
entre la formación de las ciencias sociales y las humanidades al posibilitar el
acercamiento a temáticas acerca de la cultura, la alteridad, la formación de
sujetos, la acción colectiva y las relaciones Estado-sociedad, por citar algunas.
Acompañar estas temáticas favorece una formación que trasciende las
2
Tales como el neoliberalismo, los gobiernos de izquierda, la incorporación a la política y a la
economía global, los movimientos sociales, el crimen organizado, entre otros.
Introducción 15
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turas/LPP/Plan_Estudios_Lic_Politicas_Publicas.PDF (último acceso: 12 de oc-
tubre de 2015).
PRIMERA PARTE.
Enfoques teóricos
y epistemológicos
Capítulo 1. El paradigma sociocrítico
en las investigaciones sociales
Ignacio López Moreno*
En cierto sentido podemos decir que un paradigma es una guía sobre qué
se debe mirar e investigar, cómo debe hacerse y cómo se deben entender e
interpretar los resultados obtenidos. Un paradigma es un “modelo” de
conducta para la ciencia, que estructura el proceso científico y le da un
sentido específico tal y como veremos más adelante.
Una de las formas más cómodas para comprender este concepto es el
proceso de cambio de paradigma. Si revisamos la historia de la humanidad,
muy pocas sociedades comprendían la dinámica de los astros en concreto el
hecho de que la Tierra describe un movimiento elíptico alrededor del Sol.
Cuando Galileo Galilei, a principios del siglo xvii demuestra públicamente que
nuestro sistema es heliocéntrico, es decir, que la Tierra y los demás planetas
giran alrededor del Sol, estalla una revolución científica que confirma el giro
copernicano que se había iniciado el siglo anterior. Esto supone un cambio
de paradigma de un impacto enorme en la física en general y de la astronomía
en particular, ya que gran parte de los planteamientos, teorías y proposiciones
sobre el funcionamiento del cosmos debieron ser revisadas y reformuladas.
Otro ejemplo clásico sobre el cambio del paradigma nos viene de la mano
del tiempo. La física newtoniana, aquella que partió de los trabajos de Isaac
28 I. Enfoques teóricos y epistemológicos
Newton a finales del siglo xvi y principios del xvii, dominó la forma en que la
sociedad comprendía el mundo físico hasta la segunda mitad del siglo xx.
Para Newton el tiempo era lineal, unitario y unívoco. Esto quiere decir que
una hora es una hora siempre, y que el tiempo sólo puede ser vivido hacia
adelante. Esta idea sería cuestionada y posteriormente descartada por los
trabajos de Albert Einstein, que demostró que el tiempo y el espacio son
relativos según quién los mide y vive.
Pero retomemos nuestro concepto antes de cerrar este apartado. A modo
de resumen, tanto en la investigación social como en las ciencias sociales
suele decirse que un paradigma es una visión teórica que define la relevancia
de los hechos sociales, proporciona las hipótesis interpretativas y orienta las
técnicas de investigación empírica.
Este paradigma se comprende mejor con un ejemplo clásico sobre el turismo rural.
Una pareja de jóvenes quiere celebrar su aniversario de una manera dife-
rente. Una de ellas decide reservar una cabaña de madera en un precioso
bosque ubicado a unas horas de su lugar de residencia como sorpresa de
aniversario para su compañera. Encuentra un lugar con muy buenos servi-
cios en una bonita página web llena de fotos maravillosas y comentarios
excelentes. Todo parece perfecto, sin embargo, la escapada acaba siendo una
auténtica tortura. En el camino se le poncha una llanta al auto y no consiguen
llegar hasta la noche, era pleno agosto y las lluvias mojaron la leña por lo
que no pudieron encender la chimenea; la luz eléctrica tampoco funcionó
porque un rayo tiró un poste y la cfe no va a pasar por ahí hasta el martes.
La cocina era eléctrica, así que tampoco pudieron preparar esa cena román-
tica que la fecha requería, etc. La celebración del aniversario contaba con
todos los elementos necesarios para ser memorable, pero la realidad vivida,
el fenómeno en sí, ha sido desastroso. El análisis de la historia nos demues-
tra que una cuestión era la realidad en sí, una cabaña, una chimenea, un
bosque... pero la vivencia de la misma fue horrible.
32 I. Enfoques teóricos y epistemológicos
Para comprender mejor la utilidad de estos dos últimos paradigmas -el construc-
tivista y el crítico- pensemos en la forma en que las preguntas suelen construir-
se en las investigaciones que siguen estos planteamientos. Si estamos investi-
gando una cadena agroalimentaria realizaremos preguntas como las siguientes:
Estas preguntas desafían la realidad, ya que se entiende que detrás de cada fe-
nómeno o proceso social hay actores con intereses propios. Es más, una perspec-
tiva crítica podría incluso ayudar a una comunidad a tomar conciencia de pro-
blemáticas y buscar soluciones que mejoren la vida de sus miembros en general.
Aunque existen muchos otros paradigmas este breve resumen nos permi-
te comprender el proceso histórico y reflexivo que dio lugar a la aparición del
paradigma sociocrítico. Antes de pasar al siguiente apartado nos gustaría dejar
claro que no existe una evolución lineal de paradigmas en la ciencia. Por lo
contrario, hoy en día se realizan investigaciones sociales partiendo de todos
ellos. Con esto queremos decir que la ciencia es una forma de conocimiento
viva, y que la elección de un paradigma para una investigación debe responder
al tipo de preguntas y realidades que se busca comprender. Del mismo modo,
tal y como muestra la figura 1, existe una relación directa entre paradigma,
posición ontológica, estrategia metodológica, método y técnica.
34
Cuadro 1
Descripción de lógicas de investigación por paradigma2
Estrategia
Cuantitativas Cualitativas Cualitativas Cualitativas
metodológica
Estudio de caso,
Etnografía, estudio de Interaccionismo Investigación-acción,
experimentación,
Métodos caso, fenomenología, simbólico, teoría investigación-acción
descriptivo,
etc. fundada, etc. participativa
correlacional, etc.
Tests,
Diario de campo, observación participante, Grupos focales,
cuestionarios,
Técnicas entrevista, historia de vida, grupos de campos de fuerza,
observación
discusión, etc. técnica Delphi
sistemática, etc.
2
I. Enfoques teóricos y epistemológicos
En el caso de los paradigmas constructivista e interpretativo las técnicas que emplean sus diferentes métodos son las mismas
I. López: El paradigma sociocrítico... 35
Esta posición está en las antípodas del positivismo. Recordemos que ese
paradigma mantiene que la realidad en sí existe más allá de nuestra obser-
vación, que es objetiva y se encuentra sometida a leyes que debemos
comprender. El positivismo, desde un punto de vista político, es extrema-
damente conservador, ya que si la realidad funciona con leyes causales e
inamovibles cualquier intento humano de alterar el funcionamiento social
es un absurdo. Sin embargo, la historia de la humanidad está cargada de
ejemplos de cambios sociales que contradicen o difieren de las relaciones
anteriores. Según el paradigma sociocrítico esto es debido a que la realidad
es el resultado de una correlación de fuerzas entre actores con intereses
diferentes o divergentes.
Uno de los principales elementos que caracterizan al paradigma socio-
crítico es su concepción del papel de la ciencia. Las personas que trabajan en
la academia y otros espacios de práctica científica son unos actores sociales
más que contribuyen a la construcción de la realidad. Nuestras acciones le-
gitiman o deslegitiman relaciones sociales de dominación o explotación, ya
sea por acción u omisión. Por tanto, su objetivo es promover transformaciones
sociales que partan de la inclusión de los sujetos afectados por estas las
mismas. Este elemento también supone una diferencia importante respecto
I. López: El paradigma sociocrítico... 37
1. Reflexión.
2. Diagnóstico.
3. Ejecución.
4. Evaluación.
Estos cuatro momentos no son lineales, sino que deben realizarse durante todo
el trabajo en sí. Desde el punto de vista político esta metodología es la más
comprometida, ya que produce el conocimiento con base en la reflexión de los
sujetos de la investigación, debido a que son los protagonistas de la misma,
quienes la llevan a cabo, no sobre quienes se lleva a cabo. Esta metodología pro-
duce conocimientos holísticos, integrados y contextualizados que permiten a los
grupos generar un proceso de construcción colectiva y transformación social.
Las técnicas que suelen implementarse en esta metodología son de cor-
te cualitativo, merece la pena destacar la observación participante, el diálogo
coloquial, la entrevista en profundidad, los grupos focales y el sociodrama. El
uso de estas técnicas también debe seguir un estilo especial, pues los sujetos
que forman parte del estudio son quienes marcan los espacios y los tiempos
de su implementación. En este sentido, la persona responsable de la investi-
gación se convierte en una especie de facilitador del proceso colectivo.
I. López: El paradigma sociocrítico... 41
Bibliografía
2.1. Introducción
*
Profesora-investigadora de la uam Lerma, adscrita al Departamento de Procesos Sociales.
Dra. en Socioantropología. sni 1. Contacto: l.blasquez@correo.ler.uam.mx
46 I. Enfoques teóricos y epistemológicos
En los siglos xvii y xviii, los filósofos modernos se adscribían a dos grandes
tradiciones de pensamiento: el racionalismo y el empirismo. Por un lado, los
racionalistas buscaban aplicar el método cartesiano para llegar a la verdad,
es decir, a través de la razón. Por otro lado, los empiristas consideraban que
la experiencia era la única fuente válida para conocer el mundo y desarrolla-
ron el método inductivo. Durante estos siglos los científicos y los humanistas
aportaban conocimiento en diversas áreas sin poner fronteras disciplinarias.
L. I. Blásquez: La etnografía: una aproximación metodológica... 49
Es hasta el final del siglo xix que dichas fronteras van apareciendo. En las
ciencias básicas los científicos experimentales empiezan a distinguirse de los
naturalistas y, a su vez, en las ciencias sociales se empiezan a distinguir las
disciplinas que estudian al hombre en su individualidad como la psicología,
o en su totalidad como la antropología. También se distinguen a partir de sus
métodos de origen, racionalista o empirista. Por ejemplo, Durkheim decide
darle a la sociología un método. Para la antropología este recorrido sucede a
partir de un origen maldito.
Dicho origen lo marca la expansión colonialista moderna cuyo objetivo
era constituir y consolidar imperios. El capitalismo moderno también se
encuentra en plena propagación, por lo que es necesario extraer materias
primas para generar riqueza teniendo como motor el mercado. Las grandes
potencias ya habían conquistado vastos territorios, pero los gobiernos poco
sabían de los recursos encontrados en dichos lugares. Asimismo, se enfren-
taban con numerosas revueltas de los grupos originarios o con conflictos
intergrupales que debilitaban la gobernabilidad de las colonias. Por lo
tanto, se organizaron amplias expediciones naturalistas para realizar censos
e inventarios de los recursos, las especies y demás elementos que pudieran
ser valorizados económicamente. A su vez, se les solicitaba a los oficiales
coloniales, colonos, misioneros y científicos naturalistas recabar información
sobre los grupos originarios. Esta información era enviada a las universida-
des europeas en donde los antropólogos la integraban, la interpretaban y
trataban de explicar los diferentes elementos de las culturas: religión, es-
tructura social, normas e instituciones, etc.
50 I. Enfoques teóricos y epistemológicos
2.3. La etnografía
1
La oposición emic/etic refiere en antropología a la comprensión de una cultura desde dos
ángulos diferentes: por una parte, las representaciones sociales de los actores mismos y, por otra,
las interpretaciones que hacen los investigadores de dichas representaciones.
L. I. Blásquez: La etnografía: una aproximación metodológica... 53
1. Observación.
2. Observación participante.
3. Entrevistas.
4. Grupos focales.
5. Historias de vida.
6. Investigación documental.
Sin embargo, estas no son las únicas técnicas; durante el trabajo de campo
los antropólogos experimentan constantemente con varios medios como la
fotografía, el video o el sociodrama; todo aquello que permita libertad en la
expresión de las personas y, por tanto, nos aporta una visión más clara de
cómo viven y construyen su cultura.
Para llevar a cabo nuestro trabajo necesitamos diversas herramientas
que han variado con el desarrollo de la tecnología, no obstante, algunas
siguen siendo las mismas que aquellas de la época de Malinowski. Necesi-
tamos un cuaderno de notas y una pluma, una computadora portátil, una
54 I. Enfoques teóricos y epistemológicos
grabadora (es mejor utilizar una grabadora digital pues podemos ir descar-
gando diariamente nuestras entrevistas en la computadora), una cámara
fotográfica o una de video.
El cuaderno de notas sirve para llevar
La etnografía se puede definir
nuestro diario de campo y será fun-
como la traducción de las cultu-
ras que se realiza a través de la
damental para la observación y la
observación, la interacción y la observación participante. En él re-
participación en las actividades gistraremos todo lo que observamos:
de un grupo social. Conjuga de hechos, situaciones, actores y datos
manera flexible y creativa una que consideremos clave o significa-
diversidad de técnicas con la fi-
tivos para nuestra investigación.
nalidad de encontrar una estrate-
gia específica para cada trabajo
Podemos adoptar un orden en el tipo
de campo. de datos que recolectamos en nues-
tro diario: en las páginas del lado
derecho anotaremos contactos,
actores y datos concretos que utilizaremos después o que debemos verificar.
Por ejemplo, alguien nos puede sugerir que contactemos a la persona que
más tiempo ha vivido en el lugar y conoce todo lo que ha pasado en la
comunidad. Anotamos entonces su dirección o las referencias para locali-
zarla. En otro ejemplo, alguien nos presta documentos con información
importante que sólo podemos transcribir rápidamente. Tal vez hoy en día,
sea más fácil tomar una fotografía con el teléfono celular, sin embargo, el
diario de campo nos permite anotar aspectos definitorios para nuestro aná-
lisis que van más allá de la reproducción de un documento. En las páginas del
lado izquierdo de nuestro diario podemos hacer descripciones de los lugares
L. I. Blásquez: La etnografía: una aproximación metodológica... 55
que nos interesan. No debemos olvidar que nuestro entrevistado nos está
aportando información y tiempo para nuestra investigación, por lo que de-
bemos ser respetuosos y adaptarnos a los momentos que nos pueda dedicar.
Una buena entrevista no sólo nos aporta datos, sino que debe servirnos
para replantear nuestras preguntas y generar otras. Olivier de Sardan (1995:
75-78) llama a este proceso la recursividad de la entrevista, en el sentido de
que con los nuevos datos que le aporta su interlocutor el investigador re-
flexionará para replantear su objeto de estudio. Ésta es una diferencia cuali-
tativa fundamental, pues cuando hacemos una encuesta las personas que
aplican los cuestionarios no pueden generar dicha retroalimentación. De
Sardan afirma que la entrevista tiene diferentes dimensiones:
ubicarnos en el grupo social y hacer los primeros contactos. Por otra parte,
podemos adentrarnos en la vida cotidiana mediante un ejercicio de observa-
ción no participante, conforme construyamos una relación de confianza con
las personas podemos explicar el tipo de trabajo que haremos y solicitar que
nos permitan incorporarnos a tareas sencillas para poder aprender de ellos.
A veces las situaciones nos permiten integrarnos naturalmente a las activi-
dades, por ejemplo, si estudiamos a los aficionados de fútbol en un estadio,
fácilmente, podemos ser participantes. Sin embargo, en otros contextos
debemos proceder con cautela, ya que las personas pueden ser suspicaces o
no querer que participemos en sus actividades por diferentes razones que
van desde considerar que un trabajo tan sencillo no debe hacerlo alguien
externo; o, si es un trabajo remunerado, pueden sentir que nosotros estable-
cemos una competencia. Temas como tipo de actividad y género también son
sumamente relevantes, pues a veces a una mujer se le dificultará acceder a
espacios netamente masculinos y
viceversa. Por eso es importante que
expliquemos claramente el objetivo Durante el trabajo de campo el
de nuestra investigación, además de etnógrafo puede utilizar diversi-
adaptarnos a las dinámicas propias dad de técnicas como la observa-
ción participante, la entrevista, los
del grupo social. Asimismo, no debe-
grupos focales y la investigación
mos hacer promesas en el sentido de
documental, entre otras. Las
tratar de arreglar un problema fuera técnicas permitirán construir la
de nuestra esfera de acción o hacerle mejor estrategia para comprender
creer a la gente que nuestra investi- los procesos sociales que tienen
gación va a retribuirles un beneficio lugar en el sitio de estudio.
L. I. Blásquez: La etnografía: una aproximación metodológica... 61
Bibliografía
1
Ejemplos notables sobre este debate en la epistemología y la metodología de las ciencias
sociales se pueden encontrar en Teresita de Barbieri (1996 y 2002), Eli Bartra (1999 y 2002),
Sandra Harding (1996), Norma Blazquez (2010) y Patricia Castañeda (2008).
*
Profesora-investigadora de la uam Lerma, adscrita al Departamento de Procesos Sociales.
Doctora en Ciencias Políticas y Sociales. Contacto: e.guereca@correo.ler.uam.mx
70 I. Enfoques teóricos y epistemológicos
que han transformado el conocimiento en las ciencias sociales, así como las
condiciones de vida de las mujeres.
2
Margaret Mead desarrolló una antropología centrada en las mujeres y abarcadora en el
terreno de la sexualidad que posibilitó entender que la sexualidad es una construcción histórica y
variable de cultura en cultura. Publicó Adolescencia, sexo y cultura en Samoa (1928), Creciendo en
Nueva Guinea (1930), La cultura cambiante de una tribu india (1932), Nuevas vidas para lo viejo:
transformación de lo cultural en Manus, 1928-1953 (1956), Gente y lugares (1959); Hombre y mujer
(1961), Continuidades en la evolución cultural (1964), Cultura y compromiso (1970), Invierno de mora
(1972), Ciencia y el concepto de raza, genética y conducta (1972).
72 I. Enfoques teóricos y epistemológicos
segundo sexo de Simone de Beauvoir fueron obras que adelantaron las ex-
plicaciones venideras acerca de la forma en que las sociedades construyen
desigualdades en función del sexo de las personas. El segundo sexo “pone
los cimientos de la interdisciplinariedad como una de las características de
la investigación feminista al abordar desde la historia, la psicología, la
biología o la antropología las causas de la subordinación” (Sánchez, 2001:
68). Si bien no utilizan el concepto de “género”, sí explican la manera en
que las sociedades construyen distinciones entre hombres y mujeres, colo-
cando invariablemente a las mujeres en una posición de subordinación
económica, política, social, cultural, religiosa y lingüística. Con ello, las mu-
jeres son configuradas como “el gran otro” de lo humano.
Los estudios de género, de la mujer y los estudios feministas son parte
de los efectos de las mujeres en la universidad y en las ciencias (Blazquez y
Güereca 2015). La incorporación y presencia de las mujeres en las universi-
dades es un proceso histórico que ha tomado varios siglos en los cuales
lentamente se van superando:
logía, entendida como teoría del conocimiento, estudia los criterios en función
de los cuales un conocimiento científico puede ser considerado verdadero. Al
respecto, Norma Blazquez señala:
3
Esto tiene ya una implicación genérica pues en lo que concierne al desarrollo humano, la
manifestación de las emociones es considerada propia de la experiencia femenina. Aunque en la
explicación de la Psicología Evolutiva, la emoción es la misma: tristeza, alegría, enojo… su ámbito
expresivo está generizado socioculturalmente.
4
Como si fuera un objeto separado del cerebro y cuerpo que lo estudia, como una dimensión
extracorporal y extrasensorial.
E. R. Güereca: Metodología feminista... 79
Resumiendo
El feminismo es:
• Un movimiento social vindicativo de la condición de las mujeres, que
surge con la Ilustración.
• Un paradigma crítico en las ciencias sociales.
• Un enfoque político vinculado con los paradigmas del desarrollo humano,
la igualdad y la justicia.
Tiene un campo de aplicación en la organización de la vida y las políticas pú-
blicas derivado de las responsabilidades del Estado para la promoción y el
desarrollo de formas de vida democráticas.
5
Cfr. Adovasio, Soffer y Page (2008); Blazquez Graf (2008, 2007, 2003, 2001, 1992); Lon-
gino (1995, 1990); Nathan (2002); Pérez Sedeño, Eulalia (1999, 2005); Mosconi, Nicole (1998);
Alic, Margaret (2005); Bustos (2005); Fernández Rius (2005); Braidotti (2004); Wajcman (2002);
Boix (2003); Castaño (1999).
E. R. Güereca: Metodología feminista... 81
[…] busco hacer notar los efectos similares de varias estrategias textuales
utilizadas por escritoras que codifican al Otro como no occidental y por
tanto (implícitamente) a sí mismas como “occidentales”. En este sentido
utilizo el término feminismo occidental. Se puede formular un argumento si-
milar en términos de las académicas de clase media urbana en África o Asia
que producen estudios académicos acerca de sus hermanas rurales o de
clase trabajadora en los que asumen sus culturas de clase media como la
norma y codifican las historias y culturas de la clase trabajadora como el Otro
(Mohanty, 2008: 119).
Resumiendo...
- La teoría feminista es un conjunto de explicaciones sobre la desigualdad de las
mujeres en la sociedad. Por ello se caracteriza por ser: “interdisciplinaria, situa-
da y crítica” (Castañeda, 2008) - La teoría feminista está formada por una
diversidad de enfoques que tienen un origen geopolítico.
- El objetivo de la teoría feminista es develar las causas de la opresión de las muje-
res y contribuir al cambio social.
- La desigualdad de género es un fenómeno multidimensional, por ello se explica a
partir del diálogo entre diversas disciplinas y priorizando la voz y experiencia de
las mujeres.
Para que pueda formarse una oposición efectiva a la vida política y a la cien-
cia y epistemología androcéntricas y burguesas, deben generalizarse las
condiciones en las que contribuyen las mujeres a la vida social de todos los
humanos. Desde el punto de vista político, esto llevará a una sociedad no
estructurada ya por las oposiciones machistas, tanto en su forma burguesa
como en la proletaria; desde el punto de vista epistemológico, conducirá a
una ciencia que dirija y sea dirigida por la lucha política por esa sociedad
(Harding, 1996: 129).
Es en este sentido que dar voz a las mujeres y su experiencia en torno a las
interacciones y movimientos sociales en que participan, es un acto epistémi-
co, teórico y político que las nombra, visibiliza y reconoce como:
90 I. Enfoques teóricos y epistemológicos
• sujetos de conocimiento,
• sujetos sociales,
• sujetos políticos,
• sujetos éticos.
Conclusiones
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Recursos electrónicos
Maffía, Diana (2012), “Alegato desde la periferia”, Memorias IX Congreso Iberoameri-
cano de Ciencia, Tecnología y Género, documento electrónico, http://www.oei.es/
congresoctg/memoria/mesas.php [consultado el 10 de marzo de 2013], Sevilla,
España, oei, aecid, Junta de Andalucía, csic, Universidad de Sevilla.
SEGUNDA PARTE.
Metodologías:
estudio de caso,
etnografía e historia
oral y de vida
Capítulo 4. El método del estudio de caso en la
investigación social
Ignacio López Moreno
1
Las fuentes primarias de información son aquellas que incluimos en nuestra investigación,
los datos que la componen son originales y han sido fruto de nuestro trabajo. Por lo contrario, las
fuentes secundarias son aquellas generadas por terceras personas. Éstas pueden ser fruto de in-
vestigaciones previas o resultado de procesos sociales independientes. Un ejemplo del primer tipo
serían los resultados de una encuesta diseñada o no por el equipo del proyecto, pero implementa-
da por el mismo. Fuentes secundarias pueden ser libros, periódicos, diarios, etcétera.
100 II. Metodologías: estudio de caso,...
Llegados a este punto parece clara la diferencia entre una metodología y otra,
así como la importancia de elegir correctamente, incluso llegar a combinarlas
si es necesario. En el siguiente punto nos vamos a centrar en los métodos
característicos de ambas perspectivas.
Si bien es cierto que existe diversidad de estudios de caso, las etapas que los
forman suelen ser comunes a todos ellos. De manera genérica se suelen de-
finir cuatro etapas: diseño, conducción, análisis de evidencias y escritura de
reporte. A continuación, se describe cada una de ellas.
La etapa de diseño define la forma específica que tendrá el estudio. Sue-
le tomarse en cuenta una serie de factores, como el número de estudios sobre
el tema y la viabilidad de una comparación, el nivel de detalle, el tamaño del
caso, los documentos que se generarán en campo y la finalidad de cada uno,
etcétera. Estas variables se construirán dependiendo de los objetivos que
tenga la investigación, así como los medios y el tiempo de lo que se dispone.
Esta fase suele producir un protocolo del estudio de caso. En este protocolo
se establecen elementos como la unidad de observación, la unidad de análi-
I. López: El método del estudio de caso... 109
sis, el tipo y cualidad de los datos a obtener, las técnicas e instrumentos que
se emplearán, etcétera.
La unidad de observación es la realidad concreta en la que el fenómeno
tiene lugar. Ésta suele estar delimitada por variables espacio-temporales y
tener límites claros. Estos límites son heurísticos; dicho de otro modo, son
definidos por la investigación misma, y no es necesario que coincidan con
límites preexistentes. El objetivo de esta construcción es convertir la realidad
que se quiere trabajar en asible. La delimitación de una unidad de observación
varía si es para un estudio de caso único o comparativo. En el segundo caso
se buscan unidades de observación que compartan algunos elementos y sean
opuestos en otros.
La unidad de análisis es el fenómeno o proceso que se quiere analizar. En
sí no tiene por qué ser una realidad material, como un ritual o una práctica
de intercambio, sino lo que subyace a la praxis. La unidad de análisis nos
marcará fuertemente la selección de la unidad de observación y nos guiará a
la hora de implementar las diferentes técnicas durante las fases de conducción
y análisis que explicamos a continuación.
Durante los años 2011 a 2013 conduje una investigación comparativa sobre
las Etiquetas de Calidad Agroalimentarias (Denominaciones de Origen,
Marcas Colectivas, Agricultura Ecológica) que buscaba comprender los pa-
trones culturales y las lógicas productivas subyacentes que explicaran la
tendencia contrastante entre Europa Occidental y la Europa del Mediterráneo
en el tipo de etiquetado mayoritario. Para ello seleccioné dos unidades de
observación muy parecidas (zonas de protección medioambiental, con
110 II. Metodologías: estudio de caso,...
Una vez que las unidades de observación y análisis están definidas comienza
la fase de implementación o conducción de la investigación. La duración de ésta
dependerá de la cantidad, del tipo de datos y lo inclusiva o excluyente que
sea la población de la unidad de observación. Existe una multiplicidad de
fuentes de datos para esta fase, y su utilización o no dependerá de los obje-
tivos marcados y las preguntas construidas. Los datos pueden obtenerse
mediante entrevistas, observación participante, observación directa, docu-
mentación, charlas informales, fotografía de paisaje, filmación de ritualidades,
etcétera. Esta fase genera un gran volumen de datos que en un primer mo-
mento pueden parecer caóticos e irrelevantes, pero la siguiente fase ayudará
a comprenderlos.
La técnica de la fotografía de paisaje es muy interesante para estudios
longitudinales, ya que nos permite ver cómo una comunidad o su actividad
construye (o destruye) el territorio. Esta técnica puede partir de la búsqueda
de imágenes previas de lugares representativos y la posterior toma de
imágenes actuales. También puede consistir en el ciclo anual y percibir cómo
las estaciones y la acción humana transforman el paisaje. Esta técnica es
I. López: El método del estudio de caso... 111
Bibliografía
Rivera, Gladys y Antonio Tonatiuh (2009), “El método de los estudios de caso”, en G.
Reyes (comp.), Acercamientos conceptuales y metodológicos para el estudio de la
realidad agropecuaria y rural de México, Toluca, México, Universidad Autónoma del
Estado de México.
López, Ignacio y Humberto Thomé (2015), “Los pueblos mágicos como enclaves te-
rritoriales: el caso de Tequisquiapan y la Ruta del Queso y el Vino de Querétaro”,
en Raúl Hernández (coord.), Pueblos mágicos: discursos y realidades. Una mirada
desde las políticas públicas y la gobernanza, México, Universidad Autónoma Metro-
politana y Editorial Juan Pablos.
Capítulo 5. Los métodos etnográficos
como herramienta de la política pública:
el ejemplo de la estrategia de flujos migratorios
en contextos de inseguridad y violencia
Lidia Ivonne Blásquez Martínez
Durante gran parte del siglo xx se concebía que el rol del Estado era generar
las estrategias que permitieran conseguir el bien común desde un marco
jurídico que estableciera derechos y obligaciones de los ciudadanos de una
nación. En este sentido, el gobierno era la guía de los ciudadanos quienes
confiaban la dirección de la Nación a los funcionarios electos y a la burocra-
cia. Los movimientos sociales de la segunda mitad del siglo xx pusieron en el
espacio público la discusión sobre la participación de los ciudadanos en las
orientaciones de los gobiernos, bajo un trasfondo de justicia social y de in-
clusión plena de la diversidad de formas de vida, perspectivas generacionales,
culturales y de género.
Ya en este siglo se incorporó, desde la perspectiva de la gobernanza, la
necesidad de integrar al ciudadano activamente, primero en la deliberación
de las decisiones públicas y como coproductor de las soluciones. Se incorpo-
ra el argumento de que son las comunidades quienes conocen mejor los
problemas que enfrentan y, por ende, para generar estrategias efectivas debe
incorporarse su punto de vista. La deliberación es, por tanto, central para
conseguir una orientación hacia las metas comunes que no necesariamente
pueden ser definidas por unos pocos individuos desde un escritorio guber-
L. I. Blásquez: Los métodos etnográficos... 115
Más tarde ese día llegó una compañera y los consultores salimos en la
noche a recorrer el centro de la ciudad. Llevábamos una imagen estereoti-
pada de la ciudad de antes del huracán Stan. Esperábamos encontrar una
población aterrorizada por las maras. Sin embargo, no fue así; el centro de
Tapachula es muy parecido a las ciudades pequeñas del sur del país, con su
kiosco, el palacio municipal, sus portales con restaurantes y comercios,
además de una multitud de vendedores ambulantes de comida y artesanías.
La ciudad parecía segura. Además, rápidamente nos dimos cuenta de que
la interacción entre tapachultecos y migrantes estaba más que instalada
en la cotidianidad. Difícilmente se podía hacer una distinción aunque, por
ejemplo, se observaban en las calles grupos de niños y niñas que pedían
dinero. Luego me enteré de que eran niños migrantes que se encontraban
120 II. Metodologías: estudio de caso,...
Conclusiones
Bibliografía
DOF (2012), Reglas para el otorgamiento de subsidios a los municipios y, en su caso, a los
estados cuando tengan a su cargo la función de seguridad pública o la ejerzan coor-
dinadamente con los municipios, así como al Gobierno del Distrito Federal para sus
demarcaciones territoriales. Publicado el 15 de febrero de 2012. Disponible en: http://
dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5233990&fecha=15/02/2012 [consulta: 2
de mayo de 2016].
Laplantine, François (2000), La description ethnographique, París, Nathan.
segob (¿año?), Libro blanco, apartado subsemun. Documento pdf disponible en: http://
www.gobernacion.gob.mx/work/models/SEGOB/Resource/1325/1/images/Sub-
sidio_para_la_Seguridad_Publica_Municipal.pdf [consulta: 28 de mayo de 2016].
Capítulo 6. La historia de vida: una metodología
crítica para el análisis de los procesos sociales
Raquel Güereca Torres
1
Véanse Alain Touraine (1985, 1989, 2000) Immanuel Wallerstein (1988), Manuel Antonio
Garretón (2001) y Manuel Castells (1999) para comprender la forma en que la emergencia de
nuevos sujetos sociales en el escenario político (como mujeres, personas de la diversidad sexual,
sujetos de pueblos colonizados, negros, entre otros), con demandas vinculadas a sus identidades,
transforman los procesos de cambio social y acción colectiva, así como el conocimiento que se
tenía acerca de los procesos políticos y sociales.
132 II. Metodologías: estudio de caso...
2
Aquí entramos al terreno de las observaciones de segundo orden, las cuales deben poseer
una sólida base teórica.
R. Güereca: La historia de vida... 133
3
Conjunto de personas a las que se considera representativas del total de la población.
134 II. Metodologías: estudio de caso...
quías sociales, las formas de organización. […] se trata de conocer los signi-
ficados y sentidos que otorgan los sujetos a sus acciones y prácticas”
(Sánchez, 2004: 102)
Tabla 1.
Registro de la observación
1. EVENTO O TEMA A OBSERVAR: FECHA:
1.1. Tópico o subtema (se refiere a las categorías analí- HORA:
ticas que usamos en la investigación y que posibilitan que LUGAR:
nuestra observación esté orientada hacia la búsqueda del FUENTE:
conocimiento sobre algo del mundo social)
PERSONAS PRESENTES:
Entrevistas estructuradas
Entrevistas no estructuradas
a. Entrevista etnográfica
Tabla 2.
Guía de entrevista etnográfica
CATEGORÍA DE ANÁLISIS:
Socialización política en el entorno familiar
b. Entrevista profunda
Entrevistas semiestructuradas
La entrevista enfocada
Recordemos que la historia oral y de vida focalizada explora todos los ante-
riores. La siguiente tabla es un ejemplo de guía de entrevista enfocada.
Tabla 3.
Guía de entrevista enfocada
CATEGORÍA DE ANÁLISIS:
Participación política
4
La historia de vida de una lidereza, por ejemplo, puede requerir un promedio de seis sesio-
nes de dos o más horas de entrevista. En ocasiones, los sujetos nos permiten entrevistarlos en sus
casas y ello implica que nos compartan álbumes fotográficos y archivos personales que acompañan
sus narraciones.
R. Güereca: La historia de vida... 151
ras de las personas con las expectativas que les impone el orden social, la
escisión de los cuerpos producto de una cultura heteropatriarcal. Estas
escisiones nos invitan, como estudiosos de lo social, a pisar terrenos epis-
temológicos poco andados, incluso perderse en ellos y poder elaborar un
mapa que ilustre las diferentes rutas atravesadas por los sujetos en sus
procesos cotidianos. Es necesario recuperar el tiempo y el espacio en feme-
nino, pues la visión masculina de sujeto es fragmentaria con pretensiones
de universalidad. Recuperándonos en ese proceso en tanto que investiga-
doras o investigadores como sujetos de conocimiento.
5
Luis Echeverría Álvarez, presidente de México en 1970-1976, apoyó la iniciativa del entonces
gobernador del Estado de México, Carlos Hank González a fin de crear una “ciudad modelo” para
lo cual envío a un grupo de especialistas a diferentes ciudades modernas -como Washington D.C.;
La Haya, Holanda; Vallingby, Suecia; ciudad Sputnik, Unión Soviética; Kenzo Tangué, Japón; Brasi-
lia, Brasil; así como los planes para crear en Francia un París paralelo, a 50 km. del actual-, para
recabar información pertinente y dar vida al que se considera el proyecto urbanista más importan-
te de la década de 1970: la creación del primer municipio urbanísticamente planeado del país. Para
concretar este proyecto fue necesaria la segregación territorial de tres municipios circundantes:
Cuautitlán de Romero Rubio (hoy Cuautitlán), Tepotzotlán y Tultitlán.
152 II. Metodologías: estudio de caso...
6
El periodo en que se realizó la investigación aquí reseñada fue 2006-2008. A la fecha se
han construido, al menos siete unidades más de condominios.
7
Ecología y Cultura A.C., Unión de Amigos del Medio Ambiente (uama), Aquabiosphera,
Comité Ecológico de Vecinos del Lago de Guadalupe, Consejo de Protección Ambiental de Cuau-
titlán Izcalli, Comité Ecológico Candi de Vent, Grupo 7 Ecología , Asociación de Damas Ecologistas
de Cuautitlán Izcalli, Círculo de Estudios Ecológicos, Amigos del Río Cuautitlán, Movimiento de
Defensa del Lago de los Lirios, Movimiento Ciudadano de Cuautitlán Izcalli “Ecología, Cultura y
Bienestar”, Confederación Nacional de Ecologistas y Floricultores de México (Sección Edomex) y
Movimiento de Defensa de la Laguna de Axotlán.
R. Güereca: La historia de vida... 153
Reflexiones finales
Como puede apreciarse, la historia de vida puede ser una metodología femi-
nista, ya que recupera la experiencia y participación de las mujeres en la
construcción histórica de la sociedad.
Bibliografía
Aceves Lozano, Jorge (1998), “La historia oral y de vida: del recurso técnico a la expe-
riencia de investigación”, en Jesús Galindo Cáceres, Técnicas de investigación en
sociedad, cultura y comunicación, México, Pearson.
Colaizzi, Julia (1990), Feminismo y teoría del discurso, Madrid, Cátedra.
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quez Graf, F. Flores Palacios y M. Ríos Everardo, Investigación feminista. Epistemo-
logía, metodología y representaciones sociales, México, unam, ceiich, crim, Facultad
de Psicología.
Galindo Cáceres, Jesús (coord.) (1998), Técnicas de investigación en sociedad, cultura y
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Rojas Wiesner, Martha Luz (2001), Lo biográfico en sociología. Entre la diversidad de
contenidos y la necesidad de especificar conceptos, México, Flacso.
Ruiz O. José Ignacio (1996), Metodología de la investigación cualitativa, Bilbao, España,
Universidad de Deusto.
R. Güereca: La historia de vida... 159
Vela Peón, Fortino (2001), “Un acto metodológico básico de la investigación social: la
entrevista cualitativa”, en María Luisa Tarrés (coord.), Observar, escuchar y com-
prender. Sobre la tradición cualitativa en la investigación social, México Miguel Ángel
Porrúa.
Bibliografía complementaria