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JOSÉ TNGENIEROS
en la
Lucha por la
12* KDICIÓN
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BUENOS AIRES
Talleres Gráficos Schbnone Hnos. » Linari, Pasco 75$
1920
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SEP 181968 1
La Simulación en la Lucha por la Vida
Advertencia de la 11^. edición
Simulación en general
En el mundo biológico
En la vida humana
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Cap. I. — Simulación y lucha por la vida
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L\ SIMUr. ACIÓN EN LA LUCHA POR LA VIDA 35
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elusiva de los animales, ni siquiera de los seres vi-
vos.
Suüuesto que se admite en el mundo inorgánico
la lucha por la existencia,— en el sentido metafórico
de Darwin, ampliamente aplicado por De Lanessan,
— podemos inducir que allí también se encuentran
medios de lucha que implican lo que en lenguaje
humano se llama fraude.
A primera vista, una observación superficial po-
dría encontrar absurda la pretensión de rastrear el
mimetismo en la lucha por la existencia del mundo
inorgánico. Esto débese, máximamente, a que se
tiene la idea de que sólo podemos referirnos a
una simulación o un mimetismo consciente y volun-
tario, tal como en el hombre se presenta; bastarán,
I.A SIMULACIÓN EN LA LUCHA P0« LA VIDA 37
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co, ningún valor selectivo ; sería una exageración no
disculpable por el deseo de aquilatar la tesis sos-
tenida. Queremos, tan sólo, establecer las dos pro-
posiciones siguientes: admitida en sentido metafó-
rico una lucha por la existencia entre los inorgáni-
cos, puede encontrarse entre ellos fenómenos que,
en el mismo sentido, podemos asimilarlos a los que
constituyen la simulación ; y cuando existen, pue-
den ser un medio de lucha por la existencia e in-
fluir sobre sus resultados próximos o remotos.
Pasando al reino vegetal^, encontramos un pano-
rama diverso;, aquí la lucha y la selección obede-
cen a condiciones más similares a las que domi-
nan en el mundo animal, además de estar recípro-
camente condicionada la vida de las faunas y de las
floras. Encuéntranse. en efecto, coloraciones de
X.A SIMULACIÓN EN LA LUCHA POR LA VIDA 39
V. CONCI.USIONES
(1) París),
1903, En su dice récientísimo "Tratado
Le Dantec, de Biología"
concordando (Junio,
con nuestras
ideas :
"Parmi les phénoménes de variation observes sur les di-
verses espéces, quelques-uns sont particuliérement favora-
bles á la discussión des théories darwiniennes et lamarc-
kiennes ; ce sont les faits de inhnétisme, c'est-á-dire de res-
semblance entre les animaux et d'autres objets.
48 JOSÉ INGElTIEHOfí
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de esta índole: tratábase de una araña cuyo víentr-
simulaba perfectamente, por el color y la forma,
un excremento de pájaro: el animal permanecía in-
móvil hasta que algún insecto iba a posarse so-
bre su vientre, cerrando entonces las patas y atrct-
pando a su víctima. Otra especie simula perfecta-
mente por su color, forma, posición y actitud, uria
flor en botón, sobre la cual vienen a posarse incau-
tamente las presas inexpertas. Más curioso aún es
el caso de otra Mántida, áptera, que simula a la
perfección una orquídea rosada, atrayendo sus víc-
tim.as con tal facilidad, que resulta^ una verdadera
trampa de insectos.
Algunos PhyUium están perfectamente colorea-
dos y fileteados, con excrecencias foliáceas sobre
las patas y el tórax, de manera que difícilmente po-
drían distinsfuirse, cuando están inmóviles, de los
finos tallitos de la planta donde se posan. Otrps si-
nmlan fragmentos de madera, con todos los deta-
lles :o bien hojas secas, tallitos, espolones, espinas,
bongfos parasitarios, etcétera. Al,eunas especies de
Cassidce parecen gotas de rocío, por su forma con-
vexa y su color perláceo. Kntre las mariposas de la
India, als^unas tienen la cara inferior de las alas
idéntica al aspecto de una hoja ; posándose sobre
un tallo, cerradas las alas, pasan completamente des-
apercibidas. Del mimetismo de los gusanos con ob-
jetos del medio, trata extensamente Weismann. En-
tre los arácnidos h^y varias especies cuva cara dor-
sal imita con precisión el aspecto de una hoiita, con
sus nervaduras v demás caracteres accesorios.
Por ser, como son, tan interesantes, estos hechos
han alcanzado una rápida difusión, aumentándose
extraordinariamente de año en año el número de loí
conocidos. Es indudable que la forma de los anima-
les mimantes se explica por la selección natural, ca
reciendo por lo tanto de significación psicolóeica:
pero no lo es menos que la actitud de inmovilidar
o de acecho es voluntaria, o lo ha sido en st
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TA aiMtrtjVOIÓN EN lA LUCHA POB LA VIDA 67
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LA SIMULACIÓN EN LA LUCHA POR LA VIDA 59
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resultan falsas cuando se pretende aplicarlas con
tA SiaiULAClÓN EN LA LUCHA POR LA VIDA 62
IX. — CONCI^USIÓN
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pretenden simular superioridad entre los demás
pueblos con que están en más inmediata relación,
proveyéndose de eiércitos y armadas muy superio-
res a su potencialidad económica real y encaminán-
dose por la vía del militarismo hacia la bancarro-
ta. Hay simulación en ostentar un poder despro-
porcionado ala riqueza nacional, gastando lo oue
no se tiene para aparentar una superioridad fic-
ticia, porque la grandeza de un queblo no se mide
solamente por la capacidad militar, y menos cuan-
do ella es desproporcionada a las otras fuerzas mo-
rales y sociales.
En la historia contemporánea es frecuente la
conquista de un pueblo débil por otro, con fines
exclusivos de engrandecimiento económico: estas
conquistas, que a menudo degeneran en formas co-
lectivas de delincuencia brutal, suelen disimularse
como empresas civilizadoras en beneficio de las víc-
timas. Los latinoamericanos, explotados por Es-
paña en otro tiempo, y los boers, depredados hoy
de sus minas de oro por Tnsflaterra, podrían decir
al mundo entero que la pretendida misión civili-
zadora fué ima simple disimulación de la avaricia
nacional. El "nacionalismo", esa forma mórbida
colectiva del patrintismo. es en muchos casos una
simulación de politiqueros hábiles y ambiciosos,
que saben encontrar los resortes de la popularidad
LA SIMULACIÓN EN LA LUCHA POB LA VIDA 75
V. — Conclusiones
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ul simulación en la lucha pos la vida 111
V. — Predominio de la simuIvAción en
IvA PERSONAIvIDAD
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cuyo carácter es esencialmente utilitario. En otro
grupo encontramos a los que simulan por tenden-
cia natural, fruto de misteriosa predisposición he-
reditaria; los llamaremos simuladores congénitos.
Por fin, en otros casos, encontramos simuladores
caracteristicos cuyo carácter se organiza sobre un
terreno mórbido, constituyendo el grupo de los si-
muladores patológicos.
Entre los primeros pueden distinguirse dos va-
riedades principales: el astuto y el servil; entre los
segundos, el fisgón y el refractario; entre los últi-
mos, el psicópata y el sugestionado.
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I Á SlMÜLAClÓX EN LA LTTGltA POB LA VI&A 129
í psicópatas
patológicos
sugestionadas
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des; el que no tiene los defectos, debe simularlos,
para ser tolerado ; la prudencia lo exige. Si naciera
un hombre perfecto no se le permitiría vivir, nadie
:,A SlMULAOIÓN EN LA LUCtíA TOB LA VIDA 14.1
k
vador es reaccionario y se opone a todas las ini-
ciativas de los innovadores.
Psicológicamente, amibos tienen una textura
compleja. En la del primero se fusionan el am-
bicioso, elcobarde y el prudente! en la del se-
gundo el apático, el tímido y el impotente.
Muchos espíritus hermosamente originales, re-
bosantes de jactanciosa independencia, caen al
fin en la simulación servil, adaptándose a las impo-
siciones del ambiente. social que ha neutralizado
su personalidad 'hasta confundirlos con la masa
I
de los amorfos; otros, más hábiles en su docili-
LA SIMULACIÓN EN LA LUCHA POR LA VIDA 143'
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te en la simulación de entermedades mentales con
el propósito de eludir la, acción de la justicia pe-
nal, siendo privilegio de los delincuentes que se
encuentran procesados.
Analizaremos brevemente las dos primeras, li-
mitándonos adar su interpretación general me-
diante un criterio sociológico: lo único original que
cabe a su respecto. De la tercera nos ocuparemos
en la parte especial.
1°. Eludir el servicio militar. — Los estudios
sociológicos demuestran que la fuerza brutal, colec-
tivamente organizada, fué en los siglos pasados el
medio más común de lucha por la vida entre las
tribus, las naciones o las razas. Kn este hecho en-
cuentra su origen el sentimiento patriótico: es la
representación psicológica colectiva del sentimien-
to de solidaridad entre los miembros de un estado.
La organización progresiva de las instituciones
militares tiene por objeto hacerlas más eficaces para
sus fines. En esas condiciones es lógico que todos
los miembros de una sociedad cooperan a la tarea
colectiva de la guerra, cuando los intereses comu-
nes lo exigen. Consecuencia de ello es el derecho
de la sociedad para imponer a los individuos la
obligación del servicio militar; se considera como
un verdadero delito el acto antisocial de simular
una enfermedad para eludir ese deber.
Asi han nacido las disposiciones legales que cas-
tigan alos simuladores de estados patológicos, sien-
do su consecuencia el refinamiento de los medios
empleados para descubrirlos.
Pero todas las instituciones evolucionan. A me-
LA SIMULACIÓN EN LA LUCHA POB LA VIDA 175
- VIL — CONCI^USION^S
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1. Criterio sociológico para abordar lu ©itudio. — 11.
Evolución de la ludia por la vida entre los hom-
bres. — III. Evolución de los medios violentos y
íraudulentos en la luciía por la vida. — IV. Dismi-
nución regresiva de la simulación en las sociedades
kumanas.
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V. — CoNCIvUSIONfíS
Introducción
I. Loi médicos de Moliere, el gusano «imuiador y
la simulación de la locura. — II. Ideas cientí-
ficas directrices; correlaciones biosociológicas;
la filogenia de la simulación en la lucha por la
vida. — III. Desarrollo, en series, de l»os fenó-
menos de simulación
Págti.
En prensa
La evolución de las ideas argentinas
— Vol. II. — ^La Restauración.
PEDIDOS A VACCARO
Avenida de Mayo 638 - Buenos Aires
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BRIEF
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