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¿Qué es la responsabilidad?

La responsabilidad es la cualidad que tiene aquel individuo que cumple sus


obligaciones o promesas y asume las consecuencias de sus actos, cuando
los realiza de manera consciente e intencionada.

Es una virtud que suele ser considerada como uno de los principios humanos más
significativos, que puede encontrarse prácticamente en cualquier ámbito, ya sea
familiar, político, jurídico, entre otros.

También se emplea el término “responsabilidad” para aquellas situaciones en las


que uno o varios individuos deben responder o hacerse cargo de una situación,
de algo o de alguien. Por ejemplo: Juan es el responsable de traer esta tarde las
maquetas para la exposición oral.

El valor de la responsabilidad
La responsabilidad es considerada un valor del ser humano. A través de ella, los
individuos toman decisiones de manera consciente y se hacen cargo de las
consecuencias que puedan derivar de ellas.

Este valor, además, supone el compromiso de cumplir acuerdos, promesas y


obligaciones. Una persona responsable es aquella que cumple con lo que
prometió y es fiel a sus obligaciones.

La responsabilidad se expresa en muchos ámbitos. Por ejemplo: Un alumno es


responsable cuando estudia para los exámenes, un padre es responsable cuando
cuida de su hijo.

Aunque suele ser un rasgo de la personalidad, la responsabilidad puede trabajarse


y ser incorporada como hábito. Está ligada a otros valores y cualidades como
la honestidad, la justicia, el compromiso y la libertad. Es un valor que permite la
consolidación de ciudadanos comprometidos y sociedades más justas y
ordenadas.

Tipos de responsabilidades
La responsabilidad se puede manifestar en diversos campos en los que actúa el
individuo, algunos tipos de responsabilidades son:

 Responsabilidad social. Compromiso que tiene todo individuo hacia los otros y hacia
la sociedad en su conjunto.
 Responsabilidad civil. Responsabilidad que tiene un individuo de resarcir a otra
persona por el daño causado de manera accidental o intencional.
 Responsabilidad ambiental. Compromiso de todo individuo hacia el medio
ambiente que lo rodea y la naturaleza.
 Responsabilidad moral. Compromiso de un individuo a responder frente a los actos
personales y asumir los castigos, penas o reconocimientos que traigan.
 Responsabilidad laboral. Compromiso que asume todo empleador de garantizar
condiciones laborales óptimas a los trabajadores a cargo.
 Responsabilidad penal. Responsabilidad que debe asumir un individuo frente a un
accionar penado por ley.

Responsabilidades de los niños


La responsabilidad es un valor que debe ser inculcado a todos los ciudadanos ya
que mejora las relaciones interpersonales y contribuye a la armonía en una
sociedad.

Según la etapa de la vida del individuo, asumirá responsabilidades que


respondan a su capacidad de hacer frente a problemas, circunstancias o
decisiones. Al hablar de la responsabilidad de los niños, es importante que se
tengan en cuenta las características propias de ellos, se respeten sus derechos y
se les atribuyan responsabilidades que puedan asumir y cumplir.

Algunas responsabilidades que es importante inculcarles a los niños son:

 El cuidado del medio ambiente.


 La importancia de asistir a la escuela.
 El cuidado de la salud.
 El respeto por el prójimo.
 El cuidado de los bienes propios y ajenos.
 El cumplimiento de los deberes escolares.
 El cumplimiento de algunas tareas del hogar.
 La importancia de la higiene bucal.
 La importancia del cumplimiento de las promesas y compromisos.
 El respeto por las opiniones diferentes.

Responsabilidad social empresarial


Dentro del ámbito empresario se habla de responsabilidad social
empresarial o corporativa
cuando las empresas u organizaciones contribuyen voluntaria y
activamente en mejoras ambientales, económicas y sociales.

La responsabilidad social empresarial incluye acciones que intentan


contribuir con los entornos y el medio ambiente en el que se desempeña la
organización. Suele incluir proyectos o campañas para contribuir al cuidado
del medio ambiente y a grupos sociales determinados.

Algunos ejemplos son:

 Tomar medidas que fomenten el cuidado del medioambiente.


 Trabajar en contra de la corrupción.
 Apoyar a ONG o fundaciones.
 Evitar la contaminación y la generación excesiva de residuos.
 Ahorrar energía.
 Usar responsablemente los recursos naturales.
 Perseguir la continuidad de la empresa.
 Chequear las condiciones de salud y laborales de los trabajadores.
 Implementar formas de colaboración y asociación de empresas.

Responsabilidad y libertad
El valor de la responsabilidad está muy emparentado con el concepto de
libertad, porque actuar con libertad implica necesariamente asumir con
responsabilidad las consecuencias de los actos. El individuo debe
conocer y tener en cuenta el impacto que los actos personales tienen sobre
sí mismo y sobre su entorno.

A su vez, la responsabilidad supone siempre el accionar libre y consciente


de un individuo.

¿Qué es la autonomía?
Se entiende por autonomía a la capacidad de decidir de manera propia,
independiente, sin la coerción o la influencia de terceros. Este término se
aplica dentro del pensamiento filosófico (ética), psicológico (psicología evolutiva) e
incluso legal y político (soberanía), pero siempre con significados semejantes,
vinculados con la capacidad de autogestión y la independencia, cuando no la
libertad.

En el desarrollo cognitivo y emocional de las personas, la autonomía se convierte


en una cualidad cada vez más marcada y esperada del individuo. Quizá
porque de niños (y aún de adolescentes) somos seres vulnerables, que en gran
medida dependen de las decisiones de sus padres (lo que en materia jurídica
consagra la patria potestad) tanto para lo logístico como lo afectivo. Esta última
forma de dependencia es la última en desaparecer, a medida que nos hacemos
más autónomos y empezamos a tomar nuestras propias decisiones.

Los individuos adultos, así, poseen una capacidad de autonomía que los convierte
en sujetos de derecho, o sea, en personas capaces de tomar sus propias
decisiones sin consultar antes a nadie (aunque puedan elegir hacerlo). En este
sentido es lo contrario de la heteronomía o la dependencia. Desde luego, con
la autonomía, como con la libertad, también se adquieren obligaciones y
responsabilidades. En ese sentido es un rasgo de madurez o adultez.

En materia política, similarmente, es un rasgo de soberanía de las naciones como


tales: un país que tenga autonomía en materia legal, económica y cultural será un
país independiente, por ende un país más libre y más capaz de hacer frente a
la comunidad internacional.

Autonomía moral
En la autonomía convergen, desde un punto de vista filosófico, tanto la visión del
individuo ante los demás, como ante sí mismo. Algo vinculado a la noción
psicoanalítica del superyo o superego: el conjunto de normas a las que el
individuo decide ceñirse más o menos conscientemente. Esto se hace
particularmente cierto en asuntos morales, en los que el individuo responde a
una tradición cultural que ha recibido de sus progenitores y su entorno.

La autonomía moral, por ende, será la capacidad de juzgar moralmente una


acción, una situación o un evento, determinando así si se trata de algo
aceptable o no. La moralidad es susceptible a la presión de los pares, claro está,
pero en la medida en que los individuos poseen criterios bien formados y están
conscientes de su capacidad de toma de decisiones, se esperaría de ellos una
fuerte autonomía moral. Lo cual no significa, claro está, que no se pueda cambiar
de opiniones.

Autonomía de la voluntad
La autonomía de la voluntad es un principio básico y primordial del derecho
contractual y de las relaciones entre particulares: el deseo expreso, manifiesto, sin
presencia alguna de coacción u obligación, de decidir por la propia persona o los
propios bienes, y para suscribir los contratos que se deseen, o de negociar sus
contenidos y efectos.
Su fundamento proviene de las legislaciones liberales nacidas de la Revolución
Francesa (1789), que planteaban la libertad e igualdad entre los seres
humanos, bajo ciertos límites impuestos por la mutua consideración. Dichas
limitaciones suelen ser:

 Los términos suscritos de un contrato no pueden firmarse, so pena de romper o


hacer nulo el documento.
 Ninguna cláusula del contrato puede contradecir el ordenamiento legal o la
jurisprudencia del Estado de derecho.

Autonomía y heteronomía
La heteronomía es lo contrario de la autonomía: la necesidad de que los preceptos
y las determinaciones de un individuo, sociedad u organización provengan de otro.
Visto así, se trata de una forma de dependencia, cuando no de sumisión, ya
que los criterios de otro son los que resultan valederos, en ausencia (o en lugar
de) los propios.

Dichos criterios, además, se asumen sin reflexión, tal y como ocurre con
los valores que se nos inculcan cuando somos niños: provienen de afuera, de
nuestros padres, y sólo en la medida en que nos volvemos autónomos podemos
escoger abrazarlos o reemplazarlos por un código propio.

La heteronomía es lo contrario de la autonomía: la necesidad de que los preceptos


y las determinaciones de un individuo, sociedad u organización provengan de otro.
Visto así, se trata de una forma de dependencia, cuando no de sumisión, ya
que los criterios de otro son los que resultan valederos, en ausencia (o en lugar
de) los propios.

Dichos criterios, además, se asumen sin reflexión, tal y como ocurre con
los valores que se nos inculcan cuando somos niños: provienen de afuera, de
nuestros padres, y sólo en la medida en que nos volvemos autónomos podemos
escoger abrazarlos o reemplazarlos por un código propio.

La ética se relaciona muy estrechamente con la moral, pero es diferente a esta.


Mientras la moral se refiere a normas adoptadas por tradición, la ética es una
disciplina que reflexiona sobre cuáles acciones serían correctas.
Diferencia entre Respeto y Tolerancia
Respeto y tolerancia son dos de los valores más importantes para la convivencia
social y humana. El respeto hacia alguien significa reconocer al otro como
una persona válida en la posición que está: de madre, de padre, de pareja, de
compañeros de trabajo o de amigos. El respeto entonces se refleja en la
ponderación de acciones que romperían el vínculo creado.
La tolerancia significa reconocer que todos somos diferentes y aunque no
compartimos las mismas opiniones, no hay juicios ni culpas en cambio, hay un
espacio de libertad para cada punto de vista, raza, cultura y pensamiento en un
espacio de respeto.
Respeto y tolerancia son dos virtudes muy íntimas porque, no existen uno sin el
otro. Respetar al otro y ser tolerante con sus diferencias nos hace seres humanos
más serenos y con mentes más abiertas que nos permiten solucionar
positivamente cualquier tipo de situación.

Por ello, en el lenguaje común, la ética también puede ser entendida como el
sistema de valores que guía y orienta el comportamiento humano hacia el bien.

¿Qué es tolerancia?
Para entender correctamente las diferencias entre tolerancia y respeto,
veamos antes de nada qué es la tolerancia; esta hace referencia al
hecho de soportar alguna situación, a pesar de que resulte adversa para
nosotros.

Es decir, el sujeto tolerante no expresa desacuerdo con las


circunstancias desagradables que tiene que afrontar, en lugar de eso
las soporta, de una manera estoica y sin interferir en las acciones de
otros.

La tolerancia no implica entender que otras personas pueden tener


opiniones diferentes a las nuestras y que lo mejor es aceptarlas de una
manera sana, dentro del marco de las normas sociales. Este término se
enfoca sobre todo en el hecho de aceptar sin entender el porqué de
las cosas.

Por ejemplo, cuando acepto que las personas me griten o me traten mal
de cualquier otra manera, y sin razón aparente, estoy mostrando una
actitud de tolerancia, ya que estoy dispuesto a soportar los malos tratos
de los demás sin oponer resistencia alguna.

¿Qué es el respeto?
El respeto, por otro lado, hace referencia a un proceso de
entendimiento más complejo que el que puede darse cuando somos
únicamente tolerantes. Es decir, cuando respetamos lo hacemos
porque hemos analizado y entiendo que las demás personas tienen
motivos válidos para pensar de una manera diferente.

La actitud de respeto se basa en el valor que tienen las personas por las
opiniones y pensamientos de los demás; es por ello que el respeto en sí
mismo viene a ser un valor fundamental de los seres humanos. Para que
exista respeto debe haber empatía, hace falta ponerse un poco en el
lugar de la otra persona.

El respeto también incluye el hacerse respetar por los demás; la creencia


de "yo respeto pero exijo que también me respeten a mí". De lo contrario,
estaríamos pasando de una actitud de genuino respeto a una de
tolerancia, donde una de las dos partes estaría soportando malos tratos
de parte de los otros, al ser una relación asimétrica.

Diferencias entre la tolerancia y el respeto


Cómo hemos visto anteriormente, el respeto se enfoca principalmente en
la compresión de las necesidades de los demás y en el hecho de aceptar
que esas necesidades no siempre son iguales a las nuestras, mientras
que la tolerancia está enfocada en una actitud de aguantar
incondicionalmente.

A continuación vamos ver de manera más detallada algunas de las


diferencias que hay entre respetar y tolerar, conceptos que tanto se
prestan a la confusión del público.

1. El nivel de empatía
Esto es una de las principales diferencias entre tolerar y
respetar; cuando respetamos lo hacemos porque nos importan las
opiniones de los demás, incluyendo las razones que alguien tiene para
pensar como piensa. Por otro lado, cuando toleramos, únicamente
estamos siendo sumisos, sin tomar en cuenta nada más.

2. La autoestima
Los sujetos que únicamente toleran, sin hacerse respetar, por lo general
presentan algún conflicto con su autoestima. En otras palabras, a
mejor autoestima mayor grado de respeto propio y por los demás;
mientras que aquellas personas con una autoestima mal establecida,
serán solamente tolerantes, porque creen que su posición no merece la
pena ser defendida.

3. Capacidad de análisis
Para respetar una opinión diferente a la nuestra hace falta tener la
capacidad de analizar los distintos factores que rodean esa opinión por
parte de la otra persona. En cambio, si únicamente toleramos las
opiniones que no nos gustan, en realidad no estamos entendiendo los
motivos, solo estamos actuando por la inercia de tolerar y por la
presión social.

4. Autosuficiencia
Puede ocurrir que las personas toleren ciertas conductas de los demás
únicamente por el hecho de que no son capaces de valerse por sí
mismas; en cambio, cuando el sujeto es autosuficiente es capaz de
respetarse más a sí mismo y dejar de tolerar situaciones
incómodas.

5. La necesidad de aprobación
Otra de las diferencias clave entre la tolerancia y el respeto es la
necesidad de aprobación que presentan las personas, aquellas con
mayor nivel de tolerancia ciega por lo general andan en busca de
que las acepten a toda cosa en un grupo social.

6. La influencia cultural
Aquellas personas con un pensamiento cerrado, donde la influencia
cultural es irrefutable, presentan mayor grado de tolerancia ante las ideas
propias de las distintas culturas que existen. Por otro lado, los sujetos
con un pensamiento libre son capaces de respetar las creencias de
los demás por distintas que sean.
7. Habilidades sociales
Las habilidades sociales se ven en mayor medida en quienes tienen un
mejor manejo de sus impulsos, y por ende más capacidad de respetar
los pensamientos ajenos a pesar de no coincidir con ellos.

En cambio, las personas que tienen dificultades constantes para


relacionarse suelen mostrar un nivel de tolerancia excesivo cuando no
saben cómo comportarse ante ciertas personas a las que desean
agradar.

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