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UCENM

Abog. Juan Antonio Carballo.


Alumna:

Alumna:

Andrea Michell Fuentes Menjivar.

N de cuenta:

1204 50047

Asignatura:

Derechos Humanos.

Asunto:

Ensayo.

04/06/2022
INTRODUCCION:

Los derechos humanos tienen como fundamento las necesidades de la


persona humana y de los colectivos sociales en los que se asocia
históricamente, a sus aspiraciones individuales y colectivas de vivir en
dignidad. Esto significa que no derivan de una obra de origen divino o de la
razón, ni tampoco del reconocimiento de un Estado o del derecho internacional,
sino que están vinculados con la existencia física y social, con las condiciones
concretas que requieren las personas, colectivos humanos y pueblos en su
vida cotidiana para vivir adecuadamente. Por lo tanto, se vinculan con la
realidad de los contextos en los que habitan y con la protección de su
autonomía, libertad y bienestar.Los Derechos Humanos como bien sabemos
son todos los derechos que tenemos por el simple hecho de existir, como se
refiere el articulo 5 de la Declaracion Universal de los Derechos Humanos,
nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o
degradantes. Artículo 6 Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al
reconocimiento de su personalidad jurídica. Artículo 7 Todos son iguales ante
la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley.
La lucha de hombres y mujeres por lograr el pleno disfrute de sus derechos
fundamentales, es decir, de aquellos que les corresponden por el simple hecho
de ser personas, miembros de la gran familia humana A esos derechos los
llamamos hoy día "derechos humanos"

Bibliografía
(Tunnerman, 1997)
Aspectos Históricos de los Derechos Humanos.

Los Derechos Humanos, nacen cuando en el año 539 AC, los ejércitos
conquistaban la ciudad de Babilonia, donde liberaron a los esclavos y es aquí
donde empezaron a surgir los derechos Humanos, con una de las primeras
declaraciones, donde todos tenían el derecho a escoger su propia religión, y se
estableció la igualdad racial. Estos decretos fueron grabados en cilindros de
barro cocidos, con escritura uniforme, sin embargo, este cilindro ha sido
reconocido como uno de los primeros documentos de los derechos humanos a
nivel internacional.

Hablando fundamentalmente, Grecia y Roma fueron los primeros países en


donde se estableció el significado de Ley Natural, y las sociedades seguían
avanzando hasta llegar a un momento clave en los derechos humanos.

En el año 1215, luego de que el Rey Juan de Inglaterra violara los primeros
derechos, fue obligado a firmar la famosa CARTA MAGNA, ahora conocida
como los Derechos Humanos. El desarrollo de los mismos, vienen ligados a la
misma historia de la humanidad puesto que los hechos que dinamizan las
diversas luchas sociales políticas, económicas e incluso culturales están
relacionados con todos los principios doctrinarios de estos derechos: la
búsqueda de la dignidad, la libertad, la igualdad, la equidad, el bienestar entre
otros derechos. También se hablo dentro de la CARTA MAGNA que los
ciudadanos no debían pagar impuestos excesivos, ni debían existir sobornos
con las autoridades, esta es aun reconocida como uno de los más importantes
instrumentos del desarrollo de la época moderna.

No siempre se habla del nombre correcto que es los derechos humanos, pero
si conocemos los derechos que tenemos todos que nos permiten disfrutar
plenamente de nuestra condición de seres humanos, de nuestra dignidad,
sabemos que la conquista de todos estos derechos fue siempre conseguido por
el esfuerzo de la humanidad. Durante toda la historia de la población fueron
surgiendo las conquistas de diferentes derechos, empezando por la libertad, e
igualdad que todos merecían poseer, todo esto alla por el siglo XVIII donde se
suscitaron estos acontecimientos históricos.
Hablando de los temas religiosos que también fue uno de los primeros decretos
establecidos en el año 539 mencionado anteriormente, vuelven a surgir ideas
en el año 1689 por Charles Montesquieu en Francia donde se discutió sobre el
abuso de las iglesias en aquella epoca, y que era donde recientemente fue
donde se dieron las formas precisas de la teoría del gobierno, que son
ejecutivo, legislativo y judicial, acabando teóricamente con la concentración del
poder en una misma persona y los consecuentes abusos y atropellos que
históricamente habían producido el irrestricto poder del monarca en contra de
los seres humanos. El 07 de Junio de 1628 se aprobó la petición de derechos
donde se creo un documento constitucional que establece las libertades
específicas de cada uno de los ciudadanos, que la autoridad tiene prohibido
infringir en aquel entonces, asi mismo el 04 de Julio de 1776 el congreso de
Estados Unidos aprobó la declaración de independencia donde se incluyen los
conceptos de derechos naturales y se reconoce que todos los seres humanos
son iguales.

En 1776 la Declaración de Independencia de Estados Unidos, redactada por


Thomas Jefferson y aprobada por los Estados el 4 de julio del referido año,
proclamaba lo siguiente: «Sostenemos como verdaderas evidencias que todos
los hombres nacen iguales, que están dotados por su Creador de ciertos
derechos inalienables, entre los cuales se encuentra el derecho a la vida, a la
libertad y a la búsqueda de la felicidad…», consagrándose algunos derechos
individuales.

Pero el desarrollo conceptual de los derechos humanos individuales alcanza su


mayor riqueza en las ideas liberales de la Revolución Francesa en 1789, con la
Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, en donde se
expresa el carácter universal de los derechos humanos y su pertenencia al
hombre por ser humano. Esta Revolución se dio en momentos en que millones
de personas eran objeto de opresión.

Más tarde, luego del reconocimiento de los derechos individuales, comienza


una nueva lucha. Los movimientos obreros emprenden la defensa de los
derechos humanos desde una perspectiva colectiva, de manera más amplia, es
el momento en el que los trabajadores exigen sus reivindicaciones. Las
revoluciones mexicana y rusa de 1917, constituyen hechos históricos
determinantes para la consagración jurídica de estos derechos colectivos, que
han sido denominados derechos económicos y sociales en las legislaciones
internas. Llevando una cadena de tiempo sobre lo que son los derechos
humanos, no podemos dejar de mencionar a uno de los personajes que forman
parte de los aspectos históricos de los mismos, conocido como el abogado
defensor de los derechos humanos, quien en su tiempo fue reconocido como
uno de los mas grandes políticos y espirituales del siglo XX.

Su nombre, Mahatma quien también fue considerado como el padre de la


nación, fue pionero y fue de los que reaccionaron a la desobediencia civil
masiva no violenta. Mientras lideraba campañas a escala nacional para mitigar
la pobreza, expandir los derechos de las mujeres, crear armonía religiosa y
étnica, y eliminar las injusticias del sistema de castas, Gandhi aplicó de forma
suprema los principios de la desobediencia civil no violenta para liberar a India
del dominio extranjero. Con frecuencia fue encarcelado por sus acciones, a
veces durante años, pero consiguió su meta en 1947, cuando la India consiguió
su independencia de Gran Bretaña. Debido a su grandeza, se le llama
Mahatma, que significa “gran espíritu”. Los líderes de derechos civiles
mundiales desde Martin Luther King, Jr., hasta Nelson Mandela han reconocido
a Gandhi como fuente de inspiración en su lucha para conseguir igualdad de
derechos para su gente.
Hablando de los defensores no solo existio Mahatma, si no también varios
lideres que seguían apoyando los distintos derechos que la población debía
poseer. Los Derechos Humanos de Tercera Generación, también llamadas
Derechos de los Pueblos o de Solidaridad. Surgen en nuestro tiempo como
respuesta a la necesidad de cooperación entre las naciones, así como de los
distintos grupos que lo integran. Derecho a la autodeterminación, a la
independencia económica y política, a la identidad nacional y cultural, a la paz,
a la coexistencia pacífica, al entendimiento y confianza, a la cooperación
internacional y regional, a la justicia internacional, al uso de los avances de las
ciencias y la tecnología, a la solución de los problemas alimenticios,
demográficos, educativos y ecológicos, a proteger el medio ambiente y
patrimonio común de la humanidad, a contribuir al progreso que garantice la
vida digna y la seguridad humana.
En el ocaso de la cultura griega, aparecieron las escuelas éticas que
anteponían a toda investigación política la búsqueda de la felicidad individual.
Dentro de ellas, una de las más destacadas fue la Estoica, que cultivó una
filosofía severa y elevada. Tuvo como ideal al hombre sabio y habló de la ley
natural universal a la que se adhería todo hombre por el uso de su razón. Con
lo anterior, la filosofía estoica abrió nuevas perspectivas al desarrollo humano.
El hombre no fue ya el estrecho ciudadano de la polis, sino el miembro de una
comunidad universal. Además, se acentuó la idea de la dignidad, de que todo
lo que tiene rostro humano tiene el valor natural de la libertad y de la igualdad.
Este pensamiento fue cultivado en Grecia y también en Roma por Cicerón, que
fue su gran divulgador, Séneca y Marco Aurelio. El ambiente espiritual estaba
preparado por el Estoicismo para que se abriera paso a la idea de la dignidad
del hombre como persona, ser racional y libre, con un destino individual, propio
e intransferible, distinto y superior al de la comunidad. Esta idea fue introducida
por el Cristianismo de forma incipiente y difundida por todo el mundo conocido.
A partir de la aseveración enérgica de san Pablo de que ya no hay esclavos ni
hombres libres, sino que todos son hermanos en Cristo Jesús, los hombres ya
no serían cosas ni objetos de posesión por los otros hombres, sino verdaderos
ciudadanos, libres e iguales, del reino de Dios. Esto influyó también en las
relaciones del hombre con su comunidad. Dejó de ser ya parte del todo político
y de participar necesaria e indistintamente en su destino, para gozar de
independencia incluso frente a la comunidad misma. Estas ideas fueron
desarrolladas por los padres de la Iglesia, tanto griegos como latinos y,
especialmente, por el gran obispo de Hipona, san Agustín quien en su Ciudad
de Dios trazó el amplio panorama de la humanidad en su ascensional hacia su
destino eterno. Puestas así las bases filosófico-teológicas de los derechos
humanos, tanto frente a los demás hombres como frente a la comunidad, la
Edad Media, por boca de sus teólogos más preclaros, como santo Tomás de
Aquino, y otros que siguieron sus enseñanzas, se ocupó por delimitar con
claridad los derechos y deberes de los hombres frente a la vida social y política.
Así, en ese orden jurídico era, sin duda alguna, la dignidad del hombre como
hijo de Dios. Del principio de la dignidad se desprendieron consecuencias
jurídicas importantes; si el hombre pertenece al reino de Dios es evidente que
tiene ciertos derechos de los cuales no puede ser despojado por ninguna
comunidad humana, en esta doctrina está la raíz de la afirmación de que el
hombre posee derechos incondicionados, inviolables, oponibles a cualquier
organización social o política nacional y aún internacional. De las ideas
anteriormente expuestas, el doctor Salomón Augusto Sánchez Sandoval,
sostiene lo contrario, en una de sus obras jurídicas al hablar del Cristianismo
indica entre otros aspectos los siguientes: Los pueblos de México prehispánico,
al concebir la conciencia de lo real y el valor de la persona humana, a través de
la razón, tuvieron certeza de ser toda la realidad consciente de sí mismos,
como de su mundo y alcanzaron el precepto de espíritu a la manera de Hegel,
como esencia ética real, como vida ética de sí mismos, como libertad que se ha
vuelto mundo presente y naturaleza de la conciencia de sí. Estas concepciones
ideológicas-axiológicas perdieron toda vigencia con el advenimiento de la
cultura de la sumisión patrocinada por el cristianismo, que al considerar al
mundo y al hombre como productos derivados de la voluntad de ser un
absoluto, les otorga un ser y una identidad, al servicio de otro.

Las primeras causas de los conflictos e injusticias de los Derechos Humanos,


fue porque antes no se les respetaba de democracia, es decir, no tenían
libertad en general, ni libertad para escoger su religión simplemente obedecían
decretos que les favorecían, pero con el tiempo se fueron cambiando las cosas
y los pobladores iban teniendo más derechos.

Del principio de la dignidad se desprendieron consecuencias jurídicas


importantes; si el hombre pertenece al reino de Dios es evidente que tiene
ciertos derechos de los cuales no puede ser despojado por ninguna comunidad
humana, en esta doctrina está la raíz de la afirmación de que el hombre posee
derechos incondicionados, inviolables, oponibles a cualquier organización
social o política nacional y aún internacional. De las ideas anteriormente
expuestas, el doctor Salomón Augusto Sánchez Sandoval, sostiene lo
contrario, en una de sus obras jurídicas al hablar del Cristianismo indica entre
otros aspectos los siguientes: Los pueblos de México prehispánico, al concebir
la conciencia de lo real y el valor de la persona humana, a través de la razón,
tuvieron certeza de ser toda la realidad consciente de sí mismos, como de su
mundo y alcanzaron el precepto de espíritu a la manera de Hegel, como
esencia ética real, como vida ética de sí mismos, como libertad que se ha
vuelto mundo presente y naturaleza de la conciencia de sí. Estas concepciones
ideológicas-axiológicas perdieron toda vigencia con el advenimiento de la
cultura de la sumisión patrocinada por el Cristianismo, que al considerar al
mundo y al hombre como productos derivados de la voluntad de ser un
absoluto, les otorga un ser y una identidad, al servicio de otro. En el
cristianismo existe un sometimiento personal hacia Dios y se hace su voluntad
no porque sea de acuerdo con el rey, sino porque es su voluntad. Así, el
sometimiento, la subordinación y la humillación se elevaron a la categoría de
virtudes. El cristianismo construyó, y continúa reproduciendo, un Hombre que
no logrará llegar a ser persona integral. Una conciencia que no alcanza ese
estado de la autoconciencia. Un ser en sí, que no es para sí. Un individuo
alienado que siempre será un sujeto común aunque busque la santidad, porque
nunca podrá ser un sujeto absoluto. El advenimiento del cristianismo,
institucionalizó la cultura de la sumisión y del miedo, mediante la concepción de
una realidad basada en la existencia de un solo ser absoluto, creador de todas
las cosas y que convierte a los hombres y mujeres en productos accesorios y
derivados de su omnipotente voluntad: siervos y ovejas, de cuyo sacrificio al
Señor, se deriva su salvación eterna, pues la obediencia los hará libres.

El crecimiento en tamaño y número de actividades por parte de Derechos


Humanos de las Naciones Unidas ha ido a la par del aumento de los
mecanismos de derechos humanos desde la aprobación de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos en 1948. Redactada como "un ideal
común para todos los pueblos y naciones," la Declaración establecía por
primera vez en la historia de la humanidad derechos básicos civiles, políticos,
económicos, sociales y culturales que todos los seres humanos, sin excepción
alguna, deben poder disfrutar. La no discriminación y la igualdad se han ido
reafirmando cada vez más como los principios fundamentales de la legislación
internacional sobre derechos humanos y como elementos esenciales de la
dignidad humana.

Hoy en día, el corpus de la legislación internacional sobre derechos humanos


continúa ampliándose y se añaden nuevas normas sobre derechos humanos a
la Declaración Universal para tratar cuestiones emergentes sobre derechos
humanos. En el siglo 21, Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha
contribuido a conseguir una mayor protección de los derechos de grupos de
población desatendidos como son los pueblos indígenas, las personas de edad
avanzada, las personas con discapacidades, y las personas pertenecientes a la
comunidad LGBTI. La Oficina ha sacado a la luz la relación existente entre los
derechos humanos y el cambio climático.

Con el tiempo, se han ido creando una serie de órganos de derechos humanos
de las Naciones Unidas con el fin de responder a los desafíos en constante
evolución para los derechos humanos. Estos órganos delegan en el personal
de Derechos Humanos de las Naciones Unidas para el apoyo sustantivo y de
secretaría en el desempeño de sus funciones. Estos órganos incluyen el
Consejo de Derechos Humanos, y sus expertos independientes con mandatos
temáticos y por países conocidos como procedimientos especiales; además de
los 10 órganos de tratados principales de expertos independientes que vigilan
el cumplimiento por parte de los Estados de sus obligaciones en virtud de estos
tratados. Los derechos humanos han adquirido un papel fundamental en las
conversaciones globales relativas a la paz, seguridad y desarrollo. La
integración de personal de derechos humanos de las Naciones Unidas en las
operaciones de mantenimiento de la paz ha mejorado considerablemente la
preparación de las Naciones Unidas para prevenir y responder a las violaciones
de derechos humanos. Existe también un consenso global en que las
violaciones graves de derechos humanos no deben quedar impunes. La
creación de la Corte Penal Internacional en 1998 a raíz del Estatuto de Roma
ha permitido llevar ante la justicia a responsables de crímenes de guerra y de
crímenes contra la humanidad. Existe ahora un reconocimiento cada vez más
amplio de que las empresas tienen también responsabilidad en cuestión de
derechos humanos. En 2011, el Consejo de Derechos Humanos de las
Naciones Unidas aprobó los Principios Rectores sobre las Empresas y los
Derechos Humanos para la puesta en práctica del Marco de las Naciones
Unidas para "Proteger, Respetar y Remediar", ofreciendo, por primera vez, una
norma global para prevenir y abordar el riesgo de consecuencias adversas para
los derechos humanos en relación con las actividades empresariales.

En 1789, el pueblo de Francia causó la abolición de una monarquía absoluta y


creó la plataforma para el establecimiento de la primera República Francesa.
Sólo seis semanas después del ataque súbito a la Bastilla, y apenas tres
semanas después de la abolición del feudalismo, la Asamblea Nacional
Constituyente adoptó la Declaración de los Derechos del Hombre y de los
Ciudadanos (en francés: La Déclaration des Droits de l’Homme et du Citoyen)
como el primer paso para escribir la constitución de la Republica de Francia.

La Declaración proclama que a todos los ciudadanos se les deben garantizar


los derechos de “libertad de propiedad, seguridad y resistencia a la opresión”.
Argumenta que la necesidad de la ley se deriva del hecho de que “…el ejercicio
de los derechos naturales de cada hombre, tiene sólo aquellos límites que
aseguran a los demás miembros de la misma sociedad el goce de estos
mismos derechos”. Por lo tanto, la Declaración ve a la ley como “una expresión
de la voluntad general”, destinada a promocionar esta equidad de derechos y
prohibir “sólo acciones dañinas para la sociedad”

Los derechos humanos son productos sociohistóricos fraguados a partir de las


distintas luchas populares emprendidas a favor de condiciones de vida digna.
Su formación surge de la toma de conciencia en cada momento histórico de los
valores sociales fundamentales y de las condiciones que los niegan, además
de la necesidad de organizarse para luchar por su concreción en la realidad. Se
corresponden, por tanto, con la búsqueda de cada pueblo para conquistar un
orden social libre de las fuentes de opresión, orientado a lograr la satisfacción
de sus necesidades principales como grupo humano. De ahí que no se pueden
afirmar como naturales, ni eternos, ni absolutos, ni derivados de ciertas
realidades metafísicas o separados de los vaivenes de la historia, sino que son
la esencia de los procesos sociales que expresan e intentan concretar lo que la
conciencia ética de los pueblos reconoce como necesario para vivir con
dignidad. Una visión de los derechos humanos como proyecto a ser con-
cretado en la práctica política y cultural de los pueblos, reivindi- ca el carácter
fundamental que las luchas sociales tienen en su construcción, así como
destaca la influencia de las condiciones históricas en que surgen y se
desarrollan. Reconocer el carácter utópico de los derechos humanos previene
de las falsas seguridades derivadas de las concepciones que los asumen como
algo dado, al margen de la realidad cotidiana de la gente.
Las revoluciones liberales dieron lugar al Estado de Derecho y al
reconocimiento de los derechos humanos legales, que son consecuencia del
reconocimiento jurídico por un determinado sistema político de las demandas
impulsadas por los procesos sociales. No obstante, los derechos humanos no
son concesiones de la sociedad ni prebendas del Estado, ni dependen de su
reconocimiento estatal ni en el derecho positivo (las leyes) para poder
afirmarlos. Defender esa visión formal significaría otorgar legitimidad desde los
propios derechos humanos a sistemas de segregación que han negado
legalmente derechos de sectores enteros de población. Otra cuestión es el
hecho de que haya derechos que para poder ejercerlos, deban estar
reconocidos por la institucionalidad vigente: una población segregada no podrá
ejercer el derecho al voto, mientras no lo reconozcan las instituciones que lo
administran. No obstante, son precisamente sus resistencias y luchas las que
permitirán doblegar los regímenes que niegan derechos. La formulación de
normas y leyes es producto del debate y la confrontación política e ideológica
entre los diversos sectores de un cuerpo social concreto. El orden jurídico
resultante está conformado por las normas e instituciones que viabilizan los
proyectos colectivos de cara a la construcción de un determinado tipo de
relaciones sociales. La historia moderna de las luchas populares permite
constatar que en el marco de la organización sociopolítica del Estado moderno,
es imprescindible que las conquistas en derechos queden claramente
afirmadas en las legislaciones, como medio para que puedan ser exigidos ante
la sociedad y ante los organismos responsables de garantizarlos. Las
conquistas legales expresan los nuevos términos de la relación de poder que
se ha logrado transformar, y representan asimismo el reconocimiento de las
demandas y las condiciones para el respeto y ejercicio de los nuevos derechos.
Los derechos humanos tienen por tanto una estructura ética –los valores a los
que responden; una estructura política– las luchas por medio de las cuales se
reivindican; y una estructura jurídica las normas y leyes que las convierten en
acuerdos fijados por la negociación social. Ciertas formulaciones de derechos
humanos pretenden fundamentar éstos desde una perspectiva meramente
legal, afirmando el presunto carácter neutral de las leyes y asegurando que
deben ser excluidos del debate de las ideas y sólo deben ser sometidos al
escrutinio en función de su naturaleza jurídica. El interés por limitar el ámbito
de los derechos humanos a la formulación de leyes y a su interpretación por los
tribunales y los “profesionales” del derecho responde a la pretensión
deinvisibilizar las desigualdades de acceso y disfrute de derechos, y de
neutralizar la legitimidad de las luchas que protagonizan día a día quienes
enfrentan la desigualdad, la opresión y la exclusión. Se pretende así diluir el
potencial emancipador de los derechos humanos, evitando el debate sobre las
desigualdades que rasgan nuestras sociedades y sobre la instrumentación de
los órdenes político-jurídicos y los mecanismos del Estado de derecho y la
democracia representativa por parte de los sectores de poder. Sólo apostando
por la repolitización del discurso de los derechos humanos podrán éstos ser
efectivamente apropiados por los sectores más vulnerables, y convertirse en el
programa que lleva a activar su participación en la transformación de las
relaciones de poder que niegan su dignidad. El objeto formal de los sistemas
democráticos es asegurar que los intereses y necesidades de todos los
sectores de la sociedad se puedan expresar y sean tomados en cuenta en las
relaciones jurídicas, políticas, sociales y económicas, mediante los
mecanismos para la participación política. Tradicionalmente, este debate se ha
realizado desde la perspectiva de la democracia liberal representativa. No
obstante, gracias al reconocimiento de las luchas por derechos, los límites de la
representación y las libertades se han expandido, ampliando el término de
democracia para abarcar una demanda de participación democrática ciudadana
efectiva y por una democracia social y económica, así como en defensa de la
democracia de lo privado –en la familia y en las relaciones interpersonales– por
la que lucha el movimiento de mujeres.

El derecho de los derechos humanos afirma la conformación de un sistema


jurídico y político orientado a garantizar el respeto de los derechos de las
personas y los colectivos humanos. Para ello, debe regular el ejercicio del
poder en todas sus formas, en la medida que tanto la acción pública como la
acción privada puedan afectar el goce y ejercicio de estos derechos. La
predominancia de los paradigmas liberales y la capacidad de influencia de los
actores privados en el desarrollo del derecho –bien por iniciativa propia o por
intermedio de gobiernos e instituciones que representan sus intereses– ha
buscado limitar el desarrollo de mecanismos internacionales para hacer
efectiva esa responsabilidad y para obligar a que contribuya de la manera más
efectiva posible al logro de la plena vigencia de los derechos humanos. En el
derecho interno de las naciones, los modelos liberales se han caracterizado por
el desarrollo de sistemas de responsabilidad estatal exclusiva en las
violaciones a los derechos humanos derivando la responsabilidad privada
individual al ámbito del derecho penal, y buscando evitar la concreción de
formas de responsabilidad de las empresas y corporaciones (personas
jurídicas). En contraposición, los nuevos paradigmas constitucionales
latinoamericanos vienen propugnando la transformación de este modelo que
promueve la impunidad privada, por medio de los regímenes de
corresponsabilidad en la realización de los derechos humanos y el desarrollo
de mecanismos de democracia directa. En ese sentido apuntan también las
acciones y demandas de organizaciones y movimientos sociales en ámbitos
nacionales e internacionales, en relación fundamentalmente con la actividad de
las corporaciones transnacionales.
Bibliografía
Garcia, B. S. (12 de 4 de 2011). Evolucion de los Derechos Humanos. UNAM, pág. 5.

Pueblo, D. d. (2010). Derechos Humanos y conceptos basicos. caracas, Venezuela: fundacion


editorial el perro y la rana .

Tunnerman, C. (1997). Los Derechos Humanos, Evolucion Historica y reto educativo. caracas:
Enrique Bolaños.

Documental de Youtube, historia de los derechos Humanos, publicado por Andres Lucero S.
el dia 23 de septiembre del 2020.
CONCLUSIONES:

1. Los derechos humanos están llamados a formar parte del contenido de


la noción amplia de paz. En sentido inverso, la paz está llamada a
constituir un valor alcanzable mediante la plena vigencia de los derechos
humanos, pues la observancia de éstos, permitirá el desarrollo, justicia y
bienestar, aspectos que forman parte del contenido de paz.

2. La razón de categorizar a un derecho como derecho humano no radica


en el reconocimiento oficial del mismo, sino en el hecho que éste sea
efectivamente un atributo inherente a la persona. De esa cuenta, es
inferible que si, jurídicamente, lo relevante es que un derecho humano
sea inherente a la persona, ningún derecho que goce de tal
característica debiera estar desprotegido.

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