Está en la página 1de 10

esqueletizar hojas

Descargar el PDF
Coescrito por Claire Donovan-Blackwood
Referencias

En este artículo:

Utilizar carbonato de sodio

Probar otros métodos

Pintar o decolorar las hojas

Decorar o utilizar las hojas

Artículos relacionados

Referencias

Las hojas esqueletizadas son piezas de encaje hermosas y delicadas que se utilizan para
crear álbumes de recortes, decoupage y otras manualidades. Si quieres comprarlas,
pueden resultarte costosas. Sin embargo, son sorprendentemente fáciles de
confeccionar. No solo ahorrarás bastante dinero al confeccionarlas en casa, sino que
además puedes personalizarlas al decolorarlas o teñirlas. Lo mejor de todo es que
puedes escoger la forma y el tamaño de tus hojas.
Parte 1
Utilizar carbonato de sodio
1.

1
Coloca las hojas que deseas utilizar en una cacerola. La cantidad de hojas
que decidas utilizar dependen de ti, pero debes evitar saturar la cacerola. El
objetivo es crear una capa uniforme al fondo de la cacerola como máximo. El
mejor tipo de hojas con el que puedes trabajar debes tener una superficie
cerosa y brillante (como las hojas de magnolia o gardenia).[1]
2.

2
Cubre las hojas con agua y carbonato de sodio. Vas a necesitar de ½ a ¾ de
taza (de 70 a 100 g) de carbonato de sodio y 4 tazas (950 ml) de agua.
Revuelve la solución suavemente para mezclarla.[2]
 Evita el uso de bicarbonato de sodio, ya que no es lo mismo.[3]
 El carbonato de sodio también se conoce como “ceniza de
soda”. Puedes encontrarlo en la sección de lavandería de los
supermercados y las tiendas de comestibles.[4]
3.

3
Cocina las hojas hasta que se ablanden. Primero debes hervir el agua a fuego
de medio a alto. Luego, deja la cacerola a fuego lento. Debes cocinar las hojas
hasta que se vuelvan suaves. Esto te tomará de 90 minutos a 2 horas,
dependiendo del tipo de hoja que estés utilizando.[5]
 El agua se evaporará al cocinarla a fuego lento. Debes agregar
más agua a la cacerola según sea necesario para evitar que las
hojas se sequen.[6]
4.

4
Retira las hojas del agua. Primero colócate un par de guantes de plástico o
goma. Luego, utiliza unas tenacillas o una espátula para extraer las hojas del
agua.[7] Si las hojas lucen pulposas y viscosas, puedes sumergirlas en una tina
llena de agua fría a temperatura ambiente durante unos minutos. Este
procedimiento facilitará su limpieza más adelante.
5.

5
Coloca las hojas en papel absorbente y cepilla suavemente la pulpa. Sujeta
las hojas por el tallo con unas pinzas y utiliza un pincel o un cepillo de dientes
suave para cepillar suavemente la pulpa. Voltea las hojas para raspar el otro
lado también.[8]
 Sería incluso mejor si trabajas mientras las hojas se encuentran
en agua fresca a temperatura ambiente.[9]
 Debes tener mucho cuidado durante este paso, ya que las hojas
se encontrarán frágiles.[10]
6.

6
Enjuaga las hojas en agua fresca una vez más. Las hojas se encontrarán muy
delicadas en esta fase, así que debes tratarlas con delicadeza. Llena una tina
con agua fresca a temperatura ambiente y luego coloca las hojas en el agua.
Agita las hojas suavemente si es necesario. Si las hojas aún presentan residuos
adheridos, debes cambiar el agua y repetir este paso.
 Evita enjuagar las hojas con agua del grifo, ya que la fuerza de
la corriente las dañará.
7.

7
Deja que las hojas se sequen. Coloca las hojas entre dos pedazos de papel
absorbente y luego coloca libros pesados encima. El papel ayudará a absorber
el exceso de humedad, mientras que los libros ayudarán a que las hojas
permanezcan planas. Si no haces esto, las hojas pueden torcerse y enroscarse.
 Si deseas hojas rizadas o torcidas (naturales), deja que se
sequen sobre un pedazo de papel absorbente sin colocarles
nada encima. Dado que no tendrán nada que las aplaste, las
hojas se torcerán de forma natural una vez que se sequen.
Parte 2
Probar otros métodos
1.
1
Remoja las hojas en agua en su lugar. Hierve 2 tazas (500 ml) de agua con 3
cucharadas de carbonato de sodio. Retira el agua del fuego, agrega las hojas y
deja que se remojen de 20 a 30 minutos.[11] Una vez que terminen de
remojarse, puedes retirarles la pulpa como normalmente lo harías.
 Este proceso es similar al método anterior, excepto que no vas
a cocinar las hojas de forma continua.
 Este método es ideal para porciones pequeñas u hojas
delicadas.
2.

2
Remoja las hojas en agua pura si tienes paciencia. Este procedimiento
tardará alrededor de 2 a 3 semanas. Además, debes cambiar el agua cada pocos
días para evitar que se vuelva rancia. Puedes agregar un poco de lejía para
evitar que las hojas se descompongan.[12] Una vez que las hojas se remojen,
debes raspar la pulpa con un cepillo de dientes suave.
 Si vas a agregar lejía, planea utilizar 1 parte de lejía por 30
partes de agua.
3.

3
Prueba con un detergente biológico en su lugar. Mezcla 2 tazas (500 ml) de
agua con 120 g (4 onzas) de un detergente biológico. Agrega las hojas y luego
hiérvelas durante 30 minutos. Enjuaga las hojas y luego ráspalas con un cepillo
de dientes suave. Presiona las hojas entre dos pedazos de papel secante durante
2 semanas.
Parte 3
Pintar o decolorar las hojas
1.
1
Utiliza lejía para hacer que las hojas esqueletizadas se vuelvan
blancas. Vierte 1 taza (240 ml) de agua y ¼ de taza (60 ml) de lejía en un
recipiente. Agrega las hojas y déjalas en el recipiente hasta que se vuelvan
blancas. Esto suele durar unos 20 minutos, pero puede tardar más tiempo si las
hojas son más oscuras o más gruesas.[13]
 Si deseas hacer varias hojas esqueletizadas, es probable que
tengas que trabajar en varios grupos para completar este paso.
No satures el recipiente en el que las vas a decolorar.
2.

2
Enjuaga las hojas con agua fresca. Llena un recipiente limpio con agua fría o
tibia. Sumerge las hojas en el agua una por una y luego colócalas sobre un
pedazo de papel absorbente. El agua eliminará el exceso de lejía y detendrá el
proceso de decoloración.[14]
3.

3
Deja que las hojas se sequen. Si deseas que las hojas se sequen planas, debes
colocarlas entre dos pedazos de papel absorbente. Luego, coloca algunos libros
pesados sobre ellas. Si deseas hojas con un aspecto más natural, deja que se
sequen sobre un pedazo de papel absorbente y no les coloques nada encima.
De esta manera, las hojas se enroscarán y se torcerán ligeramente a medida que
se sequen.
 Este proceso debería tardar unos 20 minutos.[15]
4.

4
Remoja las hojas en colorante alimentario o acuarelas líquidas para
conseguir un efecto teñido. Mezcla el agua con suficiente colorante
alimentario o acuarelas líquidas para conseguir el tono deseado. Remoja las
hojas en la solución por hasta 20 minutos y luego retíralas. Enjuágalas en agua
fresca y luego deja que se sequen empleando el método anterior:
 Si deseas hojas planas, colócalas entre pedazos de papel
absorbente y luego apila libros sobre ellas.
 Si deseas hojas naturales, puedes dejar que se sequen sobre un
pedazo de papel absorbente.
5.

5
Pinta las hojas con acuarelas líquidas o colorante alimentario. Vierte los
colores deseados en tazas o tapas pequeñas. Utiliza un pincel suave para
aplicar el tinte sobre las hojas. Puedes utilizar un color sólido para pintar las
hojas, o aplicar bandas para crear un efecto en degradado.[16] Deja que las
hojas se sequen entre dos libros una vez que hayas terminado.
 Evita el uso de cepillos de cerdas duras, ya que pueden dañar
las hojas esqueletizadas.
6.

6
Rocía pintura sobre las hojas si deseas lograr un efecto metálico. Coloca
las hojas sobre un pedazo de papel absorbente. Rocía ligeramente pintura
metálica en aerosol. Utiliza un par de pinzas para extraer las hojas.
Transfiérelas a un pedazo de papel absorbente limpio y deja que se sequen.
Repite el proceso para el otro lado.
 No dejes que las hojas se sequen sobre el papel absorbente
rociado con pintura, o se quedarán adheridas.
 Utiliza pintura floral en aerosol para conseguir mejores
resultados.
Parte 4
Decorar o utilizar las hojas
1.

1
Aplica abalorios, purpurina o diamantes de imitación para agregar un
poco de brillo. Delinea la hoja o el tallo central con pegamento líquido y luego
espolvorea purpurina extrafina para confeccionar álbumes de recortes.
También puedes utilizar pequeños abalorios de vidrio o diamantes de imitación
en su lugar. Otra alternativa es dibujar diseños sobre las hojas utilizando
pegamento con purpurina.
 El pegamento escolar y el pegamento para manualidades que
tienen una punta pequeña funcionan mejor para este paso.
También puedes aplicar el pegamento con un pincel fino y
puntiagudo.
 No utilices el tipo regular de purpurina, ya que será demasiado
gruesa para este proyecto.
2.

2
Utiliza hojas secas para crear un cuenco o una caja. Cubre el cuenco o la
caja con una envoltura de plástico. Mezcla pegamento escolar y agua tibia en
cantidades iguales. Sumerge las hojas en el pegamento y luego alísalas en el
cuenco o la caja. Deja que se sequen y luego levántalas. Retira cualquier
envoltura de plástico adherida a las hojas.[17]
 Agrega un poco de purpurina extrafina al pegamento para darle
un poco de brillo.
 Si no tienes pegamento escolar, puedes probar con pegamento
para manualidades, pegamento pegajoso o pegamento para
decoupage (como el pegamento para barnizado Mod Podge).
3.
3
Utiliza las hojas para confeccionar álbumes de recortes y tarjetas. Puedes
utilizar pegamento en barra para pegar las hojas sobre tarjetas y papel para
álbumes de recortes. En su lugar, también puedes aplicar una capa delgada de
pegamento líquido sobre la parte posterior de las hojas y pegarla al proyecto.
[18]
 Para lograr un toque más sofisticado, puedes utilizar un
perforador con diseño o un cúter para crear una forma
interesante (por ejemplo, un corazón, una estrella, una luna,
etc.) en el centro de las hojas.[19]
 También puedes utilizar las hojas para hacer estampados. Pinta
la parte posterior con acuarelas, presiónala contra un pedazo de
papel y luego retírala.
4.

4
Crea un decoupage con hojas sobre tarros votivos de vidrio. Limpia
primero el objeto de vidrio con alcohol. Aplica pegamento brillante para
decoupage (como el pegamento para barnizado Mod Podge). Aplica una capa
delgada de pegamento sobre la parte posterior de la hoja y luego aplícala sobre
el objeto de vidrio. Cubre la hoja con una capa final de pegamento.[20]
5.

5
Ensarta las hojas en una cuerda para confeccionar una guirnalda. Debes
ensartar las hojas desde la junta donde el centro del tallo se encuentra con la
base. Incluso puedes confeccionar varias guirnaldas y luego colgarlas de forma
vertical para crear un trasfondo. La cuerda debe ser lo suficientemente delgada
como para atravesar la hoja esqueletizada. Las hojas más delicadas solo
pueden soportar hilos gruesos o cordeles de mimbre. Las hojas más resistentes
pueden soportar tanto hilos gruesos y cordeles de mimbre como cordeles
gruesos, hilos finos o cordones de yute delgado.
 Si deseas que las hojas conserven su posición sobre la cuerda,
puedes hacer un pequeño nudo a cada lado de la hoja.
Consejos
 Las hojas que mejor funcionan para este proyecto incluyen las de gardenia,
acebo, hosta, laurel, magnolia, arce, roble y árbol de caucho.[21]
 Debes tomarte tu tiempo durante el proceso de raspado. De lo contrario, te
arriesgas a romper la hoja.
 No es necesario que raspes toda la hoja. Solo tienes que raspar la mitad para
lograr una apariencia única.[22]
 Si no cuentas con colorante líquido o acuarelas, puedes probar con cualquier
otro tipo de tinte líquido (incluida la pintura floral). Incluso puedes utilizar una
mezcla de bebida en polvo.[23]
 Si deseas hacer hojas de colores brillantes, primero debes decolorarlas. Este
procedimiento hará que los colores luzcan mejor.
 Este proceso se puede volver corrosivo, por lo que debes dejar una ventana
abierta o encender un extractor.
 Puedes preparar tu propio carbonato de sodio al calentar bicarbonato de sodio en
el horno a una temperatura de 205 a 233 °C (de 400 a 450 °F). Espolvorea una
capa delgada de bicarbonato de sodio sobre una charola para hornear. Hornéala
durante aproximadamente 1 hora, revolviéndola a la mitad del tiempo de
cocción. La mezcla estará lista cuando se vuelva granulada.
 Asegúrate de utilizar un cepillo de dientes suave (diseñado para bebés o encías
sensibles), ya que el tipo regular es demasiado rígido.
Advertencias
 El carbonato de sodio es corrosivo. Asegúrate de utilizar guantes protectores
mientras trabajas con esta sustancia.
 Los niños no deben llevar a cabo este proyecto sin la supervisión de un adulto.
[24]
Cosas que necesitarás
 hojas (preferiblemente cerosas o brillantes)

 de ½ a ¾ de taza (de 70 a 100 g) de carbonato de sodio (no bicarbonato de


sodio)
 4 tazas (950 ml) de agua
 una cacerola

 guantes de plástico o goma

 unas tenacillas o una espátula

 unas pinzas

 papel absorbente

 un pincel o un cepillo de dientes suave

 lejía o colorante alimentario (opcional)

También podría gustarte