Tarros de cristal. Utensilios para cortar y machacar las hojas (cuchillo, tijeras, mortero…). Tiras de papel de cocina (o de filtros de café o de folios…). Palillos, lápices o depresores. Alcohol. Gafas de plástico, para proteger los ojos de los peques si van a manipular el alcohol.Unas gafas de piscina también valdrían. Pasos 1. Trituramos las hojas de un mismo color y metimos los trozos en un tarro con un poco de alcohol. Hicimos lo mismo con las hojas de todos los colores, dejando un tarro con los trozos de hojas verdes, otro con trozos de hojas amarillas y otro con trozos de hojas rojas. Hubiera sido ideal tener un mortero para triturar las hojas. 2. Machacamos las hojas dentro del alcohol con una cuchara de madera y tapamos los tarros, para evitar que se evaporase el alcohol. Dejamos reposar varias horas. Durante ese tiempo fuimos viendo cómo el color del alcohol iba cambiando de color poco a poco, especialmente el de las hojas verdes.
3. Retiramos las hojas de los vasos dejando el alcohol coloreado.
4. Atravesamos la parte superior de cada tira de papel con un palito. Nosotros usamos palillos chinos pero podéis usar un lápiz, unos depresores, etc.
5. Apoyamos cada palillo en un vaso y lo dejamos toda la noche.
Al día siguiente nos encontramos las tiras de papel así: