EL NACIONALISMO CRIOLLO

Al inicio del siglo XVIII hubo un cambio de casa reinante española, los Habsburgo, de
origen Austriaco eran quienes reinaban en España; hasta que fueron sustituidos por los
Borbón de raíces francesas. La nueva dinastía, los Borbón, realizó una serie de cambios
conocidos como “Las Reformas Borbónicas”; estas transformaron las instituciones de la
Nueva España, teniendo como consecuencia que en las tierras americanas el poder se
concentrará en los Peninsulares -los peninsulares son los españoles que llegaban a
habitar las tierras americanas-. Dejando a un lado el poder de los Virreyes y sin tomar en
cuenta a los Criollos. Como recordaras la sociedad en la Nueva España estaba dividida
en castas, los criollos específicamente eran la casta de los hijos de españoles nacidos en
la Nueva España.

En esta época, al inicio del siglo XVIII, surgió un movimiento ideológico. “El criollismo”.
Del criollo depende la necesidad del ser de América, él es el centro de la vida colonial,
puesto que se ha dado cuenta de su capacidad como ser humano y ha empezado a
tomar conciencia social. Se trata pues, de “destruir esa falsa imagen que lo desfigura,
significa para él reivindicar su verdadera realidad y reintegrarse en su valor natural e
histórico.” En consecuencia, el criollo, dentro de su búsqueda por la identidad desea
dotarse de sentido histórico y retoma elementos culturales que le eran ajenos pero que
en realidad les son propios, los vuelve suyos. Esto quiere decir que los criollos se dan
cuenta de que no que ellos no nacieron en España, que pertenecen a estas nuevas
tierras y que su identidad es diferente a la española; se dan cuenta de que ellos son
quienes deben participar en cómo se gobierna en sus tierras.

Debemos tener claro que esos intelectuales no son producto del azar o de generación
espontánea, más bien son producto de un trabajo cultural que se realizó poco a poco desde la
llegada de los primeros evangelizadores.