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DIÓCESIS DE CUIDAD ALTAMIRANO

SEMINARIO DE “LA ANUNCIACIÓN”.

SINÓPTICOS II: OBRA LUCANA. EVANGELIO DE LUCAS – HECHOS DE LOS APÓSTOLES

PROFESOR: PBRO. LIC. ANTONIO REYNOSO TRANQUILINO.


ALUMNO: GUILLERMO CANO MACEO.

REPORTE DE LECTURA DE LA CRISTOLOGIA DEL EVANGELO DE SAN LUCAS

(LUCAS 1-16)

El evangelio inicia con un prólogo que da razón de poner por escrito las enseñanzas que
Lucas ha recibido. Y a partir del capítulo 5 hasta el 25 narra sobre el nacimiento y vida
oculta de Juan el Bautista, para iniciar a partir del 26 con el anuncio hecho por el ángel
Gabriel a María sobre la encarnación. A partir de este momento, el evangelista deja claro el
origen divino de Jesús, puesto que en versículo 32 dice: “El será grande y será llamado Hijo
del Altísimo”; e inmediatamente aparece su origen humano de la casa de David su padre.
Ante la perplejidad de María sobre este acontecimiento insólito, vuelve a reafirmar el
origen divino “El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su
sombra; por eso el que va a nacer de ti será y santo y será llamado Hijo de Dios. Después
de esto, introduce la narración de la visitación de María a Isabel, así como el nacimiento del
precursor de quién Simeón llama el Señor (Cfr. 76b), luz que nace de lo alto. En el capítulo
2 narra el nacimiento de Jesús según la carne el anuncio el ángel a los pastores que lo
presenta como el Salvador, Cristo el Señor, mismo que encontrarán en la presencia de un
recién nacido envuelto en pañales, un Dios hecho hombre. Del 22 al versículo 38 presenta
la presentación de Jesús en el Templo y el reconocimiento de Simeón como el Salvador de
los pueblos y la Luz que alumbra a las naciones; en este mismo hecho de manera velada
deja en claro la humanidad de Jesús, pues en el anuncio de dolor que sufrirá María por el
martirio del Dios hecho hombre.

Para cerrar ese segundo capítulo presenta a un Jesús siguiendo el proceso de todo humano,
como es el crecimiento físico y espiritual. Una vez dejado en claro el origen Divino y
Humano de Jesús entra al capítulo siguiente y la segunda parte del Evangelio con la
Preparación del Ministerio de Jesús.
El capítulo tres se inicia con la predicación del Bautista y su encarcelamiento. Del versículo
21 al 22 narra el bautismo de Jesús, donde lo presenta como el Ungido y la afirmación del
Padre “Tú eres mi Hijo; yo te engendrado hoy” y para luego describir ampliamente el
origen humano, con la genealogía, que se remonta hasta Adán. El capítulo cuatro, se abre
con las tentaciones de Jesús; donde es presentado como todo hombre mortal, teniendo
tentaciones, pero donde el mismo diablo, lo reconoce como Hijo de Dios, al decirle: “Si
eres el Hijo de Dios” a lo que Jesús le responde en la última tentación “No tentarás al
Señor tu Dios”. Una vez que Lucas ha dejado muy clara la doble naturaleza de Jesús, se
podría decir ya probado y comprobado que es Dios y hombre da pie a la tercera parte del su
Evangelio.

En esta tercera parte presenta el ministerio de Jesús en Galilea.

Sitúa la predicación de Jesús en Galilea, para luego presentar a Jesús en la sinagoga de su


pueblo de crianza, donde a partir del texto de Isaías, el mismo se reconoce como el Ungido,
que viene a salvar; mientras su propia comunidad duda de su origen divino, puesto que solo
ven su origen humano: “¿No es este el hijo de José?”, lo cual, termina en un primer
conflicto y el primer intento por despeñarlo por el desfiladero. Después de esto Jesús
enseña y confirma esta enseñanza con la expulsión del demonio, cura a la suegra de Pedro y
otros muchos enfermos, y la necesidad de seguirlo se hace ya una cuestión dinámica de
parte de la comunidad puesto que “la gente le andaba buscando…” (Cfr. 4, 42).

Una vez que Jesús ha enseñado y hecho milagros, hace la llamada a sus primeros discípulos
a lo que ellos han respondido con prontitud a esta llamada, esto se presenta en el capítulo 5.
En donde Pedro lo reconoce como santo, por el sentimiento de indignidad que él siente ante
la pesca que ha adquirido. Los diferentes milagros que va realizando, hacen que la
comunidad lo reconozca o reconozca en él, el poder de Dios que obra en su persona. En el
capítulo 6, se abre con las discusiones, por no respetar el sábado, pero él responde que el
Hijo del hombre también es dueño del sábado, como para poder hacer el bien aun siendo
sábado.

Después de estos milagros Jesús llamó a los doce, de entre la multitud que le sigue (Cfr. 6,
17ss), para después dar paso a la Bienaventuranzas y lo Ayes, continuando con la
enseñanza de amar a los enemigos, así como la necesidad de ser misericordiosos. Porque
para ser discípulos se necesita la coherencia, y el esfuerzo como el hombre que trabaja duro
cavando en la roca para edificar una casa sólida. En el capítulo 7, muestra su divinidad al
curar al criado del centurión, resucitando al hijo de la viuda de Naim. Responde a las
preguntas del Bautista que manda preguntar si es él que el que había de venir; y la respuesta
que da es el testimonio de las obras. Condena la indiferencia, ante la llama de Juan el
bautista a la conversión y su propio actuar, sin embargo, para quien está arrepentido de todo
corazón, él tiene la capacidad de perdonar como lo hace con la pecadora. En el capítulo 8,
presenta la compañía de los doce en la proclamación del Reino, así como de algunas
mujeres que lo acompañan. El evangelista justifica en boca de Jesús porque habla él habla
en parábolas, mientras presenta el verdadero parentesco de Jesús y su poder sobre la
naturaleza, desde donde surge la pregunta sobre su identidad ¿Quién es este que hasta el
viento y el mar obedece? El mismo demonio se siente atormentado por su presencia, y se va
manifestando como el dador de la vida, al resucitar a la Hija de Jairo. El capítulo 9 está
dedicado a instruir a los doce, a dar de comer a un multitud, después de la cual, Pedro hará
una solemne profesión de fe en la divinidad de Jesús “Tú eres el Cristo de Dios”. Así una
vez afirmada la fe de Pedro, Jesús anuncia su pasión, que como verdadero hombre tiene que
morir, y en una condición igual y solidaria, también el discípulo tiene que dar la vida. Y en
la teofanía de la transfiguración muestra abiertamente su origen divino a sus discípulos,
para superar el escándalo de la cruz, anunciado por segunda vez. Emprende luego la subida
a Jerusalén, mientras es despreciado por algunos (samaritanos), mientras expone la
exigencia del seguimiento, envía a los 72 a la misión, que comparten la alegría de la
participación en la misión, teniendo presente el gran mandamiento del amor, siendo como
el buen samaritano, aprendiendo a orar y orar con insistencia (Cap. 11), a mantenerse
alertas, siendo luz para los demás. El discípulo tiene que ser valiente en el anuncio del
Reino (cap. 12, desprendido, confiado en la providencia de Dios, un hombre que da
limosna, en el cap. 13, invita a dar fruto, compara el reino con el grano de mostaza, la
medida de levadura el esfuerzo por entrar por la puerta estrecha.

El 14 contiene enseñanzas sobre la elección y la capacidad de renuncia para poder ser


discípulo, en el cap. 15 presenta tres parábolas de la misericordia. Y el 16 compara al
discípulo con el administrador versus la actitud de los fariseos que son amigos de las
riquezas, aborda otros temas como la indisolubilidad del matrimonio y el problema de la
avaricia.

En conclusión, se puede decir que san Lucas en sus primeros capítulos, se asegura de
presentar el origen divino de Jesús, como verdadero Dios, pero también, deja muy en claro
su naturaleza humana (como verdadero hombre), fundamentando lo primero, con el
anunció de un ser celestial (anuncio del ángel) y lo segundo con el árbol genealógico,
confirmado con los milagros y enseñanzas, lo que hace que el discípulo tenga un fe segura.

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