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UNIVERDIDAD

AUTONOMA DE
NUEVO LEON

DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO


ROBO – FRAUDE – ABUSO DE CONFIANZA

DERECHO PENAL- PARTE ESPECIAL

Nombre: Ramsés Moctezuma Sánchez Flores

Matricula: 2016868

Lic. José Luis Hernández Rocha


Introducción
Los delitos contra el patrimonio constituyen una categoría amplia y diversa dentro
del ámbito legal, abarcando una serie de conductas ilícitas que afectan
directamente a los bienes y posesiones económicas de las personas. Estos delitos
se caracterizan por atentar contra la propiedad, ya sea a través de su sustracción,
destrucción o alteración sin el consentimiento del propietario.

La protección del patrimonio individual y colectivo es fundamental en cualquier


sociedad, ya que el respeto a la propiedad privada es un pilar central en el
funcionamiento de la convivencia social. Los delitos contra el patrimonio pueden
manifestarse de diversas maneras, incluyendo el robo, el hurto, la estafa, el
fraude, la extorsión y otros actos que provocan un menoscabo económico para las
víctimas.

La legislación penal de cada país define y tipifica estos delitos, estableciendo las
penas correspondientes con el fin de disuadir y sancionar a quienes infringen la
normativa. Además, el desarrollo tecnológico ha introducido nuevos desafíos en
este ámbito, dando lugar a delitos como el ciberdelito y la usurpación de identidad,
que también afectan directamente al patrimonio de las personas.

En este contexto, la comprensión de los delitos contra el patrimonio resulta


esencial para la aplicación efectiva de la justicia y la protección de los derechos
individuales y colectivos. Este tipo de conductas ilícitas no solo tienen implicaciones
legales, sino que también afectan la confianza y la seguridad en la sociedad, por lo
que su abordaje y prevención son aspectos clave en la construcción de un entorno
más justo y equitativo.
DELITOS PATRIMONIO – ROBO, FRAUDE Y ABUSO DE CONFIANZA
Los delitos “en contra de las personas en su patrimonio”, como los denomina el
código penal, continúan formando la mayoría de los efectivamente cometidos, tanto
en el plano mundial como en nuestro país, lo mismo entre varones que entre
mujeres, adultos y menores. Conforme a la clásica distinción propuesta por los
antiguos criminólogos, entre ellos, figuran los delitos elementales o, dicho de otro
modo, tradicionales, como son el robo y el daño, y los delitos evolutivos o
evolucionados, en los que la astucia juega un papel determinante: el abuso y, sobre
todo, el fraude; otros tipos de esta especie, hay en leyes especiales destinadas a
regular los procesos económicos y financieros en la sociedad contemporánea.
El robo consiste en el apoderamiento “de una cosa mueble ajena, sin derecho y sin
consentimiento de la persona que puede disponer de ella con arreglo de la ley”
(art.367) otros supuestos se equiparan al robo: apoderamiento o destrucción dolosa
de una cosa propia mueble, que se halla legítimamente en poder de otro (art. 368,
fracc. I)
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/4/1913/11.pdf

los delitos contra el patrimonio han ocupado históricamente uno de los primeros
lugares en las estadísticas nacionales de criminalidad. Ellos, además, representan en
los últimos años la imagen social más difundida de la inseguridad ciudadana y del
fracaso de las estrategias estatales para el control de la criminalidad.
También es importante destacar que delitos violentos contra el patrimonio (como el
robo o la extorsión) ha sido objeto de sucesivas modificaciones legales que se han
caracterizado por el aumento continuo de la penalidad y por un incremento
constante de circunstancias agravantes específicas. Algo similar ha ocurrido con
otros delitos patrimoniales de singular significado para nuestra sociedad, como el
hurto, la estafa o la recepción.
El delito de robo, es en gran medida similar a la utilizada en la tipificación del delito
de hurto. De allí que las notas distintivas del robo solo se refieren al medio empleado
para alcanzar la sustracción y el apoderamiento del bien mueble total o parcialmente
ajeno. En efecto, en el caso del robo, es la violencia física o las amenazas los medios
que aplica el agente para cometer este delito.
Derecho penal – Parte especial: los delitos – Víctor Prado Saldarriaga
Delincuencia patrimonial, el término “propiedad” es censurado por la doctrina, por
cuanto los delitos comprendidos bajo este epígrafe no siempre lesionan el derecho
de propiedad, sino que, en ocasiones, atacan a la posesión, o a la mera tenencia de
las cosas, o a los derechos reales en general, e incluso a bienes jurídicos distantes,
como en el caso de los delitos relacionados con los juegos prohibidos. Por ello, la
doctrina se inclina por el epígrafe “delitos contra el patrimonio”; aunque junto a los
intereses patrimoniales vienen en juego otros como, por ejemplo, la vida (robo con
violencia) o la libertad (extorsión y chantaje).
Una característica general de estos delitos es la vinculación de muchos de los
términos usados en este titulo con el derecho privado, incluyéndose elementos
normativos extrapenales dentro de los tipos, como es el caso de “cosa mueble” o
“inmueble”, “derecho penal”, “deposito”, “comisión”, “ comerciante”, “concurso” o
“quiebra”, tema vinculado de la autonomía o accesoriedad del derecho penal,
respecto del cual no pueden darse reglas generales, en cuanto habrá de ser resuelto
por el intérprete en cada caso.
Derecho Penal. Parte Especial – Jueces de Letras – Defensores Públicos

En la construcción de los delitos patrimoniales y en su hermenéutica jurídica


intervienen abundantes institutos del derecho privado, por ello, siempre ha sido un
problema por resolver para el jurista del derecho penal, la interrogante de saber si
los conceptos de los institutos del derecho civil o comercial tienen el mismo
contenido cuando son utilizados en el campo del derecho punitivo, o en su caso,
tienen conceptos diferentes.
Si consideramos que el núcleo o base fundamental de un sistema jurídico nacional
lo constituyen los lineamientos previstos en la constitución política de determinado
estado, por razonamiento lógico debe concluirse que en aras de construir o enarbolar
un sistema jurídico coherente, lógico y que tenga consistencia interna, el legislador
primero al construir las normas y el jurista después al interpretarlas, tienen la
obligación científica de lograr por medio de los métodos de interpretación que los
conceptos de los institutos jurídicos tengan contenidos equivalentes o parecidos en
todas las ramas del derecho.
Es común en el pensamiento penal contemporáneo, afirmar que al derecho penal
le corresponde la función de protección de bienes jurídicos, aun cuando para el
funcionalismo radical impulsado por Günter Jakobs, la función del derecho punitivo
sea la vigencia o estabilización de la norma penal. En este sentido, corresponde
identificar plenamente el bien jurídico que se pretende tutelar o proteger con la
tipificación de los delitos patrimoniales.
A través del tiempo, las diversas legislaciones se han dividido: para unas el bien
jurídico era la propiedad en tanto para otras, lo constituía el patrimonio. Esta
división incluso permanece hasta la actualidad, trayendo como consecuencia lógica
que los doctrinarios del derecho penal también adopten posiciones divididas
Derecho penal – parte especial – Ramiro Salinas Siccha

Robo Abuso de confianza Fraude


Concepto El que se apodera de una Comete el delito de abuso de Comete el delito de fraude el que
cosa ajena, mueble, sin confianza, el que con engañando a uno o
derecho y sin perjuicio de alguien disponga aprovechándose del erro en que
consentimiento de la para si o para otro de se halla se hace ilícitamente de
persona que puede disponer cualquier bien ajeno mueble, alguna cosa o alcanza un lucro
en ella con arreglo de la ley. del que se le hubiese indebido.
transmitido la tenencia y no
el dominio.
Articulo 367, 364 302 386
Características a) que el activo ejecute un la El fraude puede conllevar planes
acto de apoderamiento entrega de la cosa, en virtud sofisticados y cuidadosamente
b) que tal apoderamiento se de la confianza o de un organizados para su ocultación,
realice sobre una cosa contrato que no transfiere tales como la falsificación, la
mueble ajena el dominio; que la confianza omisión deliberada del registro
c) que dicho apoderamiento haya sido alcanzada con de transacciones o la realización
se realice sin el fines distintos del de al auditor de manifestaciones
consentimiento de quien disponer de lo ajeno, y que el intencionadamente erróneas.
tenga acusado disponga de los Dichos intentos de ocultación
fondos para otros pueden ser aún más difíciles de
objetos distintos de los detectar cuando van
indicados, sabiendo que no acompañados de colusión. La
le pertenecían colusión puede inducir al auditor
a considerar que la evidencia de
auditoría es convincente,
cuando, en realidad, es falsa.
Diferencias la tipicidad más relevante en en el abuso de confianza se El robo requiere la toma
el robo es el apoderamiento otorga la tenencia (entrega) intencional de algo sin el
y en el delito de abuso de del bien de buena fe, en el consentimiento de otra persona.
confianza es la disposición delito de fraude su tenencia Por el contrario, el fraude no
para sí o para otro de algo se origina mediante el requiere la toma real de nada. Su
ajeno que lo tiene en su engaño elemento central es la
resguardo. deshonestidad. Lo importante es
el acto deshonesto prohibido,
que podría privar a otra persona.
Sanción Cuando el valor de lo robado sancionará con prisión hasta El fraude se castiga según el
no exceda de cien veces el de 1 año y multa hasta de valor de lo defraudado, con
salario, se impondrá hasta 100 veces el salario, cuando prisión y multa. Esto es, a mayor
dos años de prisión y multa el monto del abuso no valor de lo defraudado, se
hasta de cien veces el exceda de 200 veces el castiga con una pena mayor de
salario. Cuando exceda de salario. prisión y de multa.
cien veces el salario, pero no
de quinientas, la sanción
será de dos a cuatro años de
prisión y multa de cien hasta
ciento ochenta veces el
salario.

En conclusión, los delitos patrimoniales, como el robo, el fraude y el abuso de


confianza, representan una amenaza significativa para la estabilidad y seguridad
de la sociedad. Estos actos ilícitos van más allá de la simple afectación económica,
ya que también erosionan la confianza interpersonal y la integridad del sistema
legal.

El robo, caracterizado por la sustracción ilegítima de propiedad, ataca directamente


el derecho a la propiedad privada, generando un impacto emocional y financiero
en las víctimas. Por otro lado, el fraude implica el uso engañoso de información
con la intención de obtener un beneficio injusto, socavando la honestidad y
transparencia en las transacciones comerciales y personales.

El abuso de confianza, al aprovecharse de la relación de confianza existente entre


individuos, amplifica la traición y la vulnerabilidad de las personas afectadas. Estos
delitos no solo tienen consecuencias individuales, sino que también contribuyen a
la desconfianza generalizada en la sociedad y a la percepción de inseguridad.

La prevención y persecución efectiva de estos delitos son esenciales para


mantener la cohesión social y preservar la integridad del sistema legal. La
educación pública, la concienciación sobre prácticas seguras y la implementación
de medidas de seguridad son herramientas cruciales para combatir estos actos y
fortalecer la resiliencia de la sociedad ante posibles amenazas patrimoniales.
En última instancia, abordar los delitos patrimoniales no solo implica castigar a los
infractores, sino también trabajar hacia la creación de comunidades más seguras y
éticas, donde la confianza y el respeto por la propiedad se promuevan
activamente.

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