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Protesta, Rebelión y Movilización: de la resistencia a la lucha

armada 1955 - 1973


Mónica B. Gordillo

Características del período


1955-1973.
La “Revolución Libertadora”
que derrocó el gobierno de
Perón tenía como objetivo
principal la creación de un
nuevo modelo de “República
posible”, basada en la
participación de los partidos
que conformaban la oposición
al gobierno. La acción
colectiva fue resultado de la
ilegitimidad de los
gobiernos, el pleno empleo,
la
frustración política y el
movimiento de liberación.
Características del período
1955-1973.
La “Revolución Libertadora”
que derrocó el gobierno de
Perón tenía como objetivo
principal la creación de un
nuevo modelo de “República
posible”, basada en la
participación de los partidos
que conformaban la oposición
al gobierno. La acción
colectiva fue resultado de la
ilegitimidad de los
gobiernos, el pleno empleo,
la
frustración política y el
movimiento de liberación.
Se pueden distinguir tres etapas en las que se observa la inestabilidad política y su
imposibilidad de legitimar un modelo económico y social alternativo al del peronismo.

1) Desde 1959 a 1969 predominaron la resistencia y la protesta obreras que fueron tomando
diferentes formas, también se iban conformando nuevos actores provenientes del sector
juvenil.

2) Entre 1969 y fines de 1970 se produjo un momento explosivo. En este lapso estalló la
rebelión popular, conformándose movimientos sociales en oposición al régimen que ensayaba
nuevos repertorios de confrontación.

3) Período que va de 1971 a 1973, se produjo el pasaje a la acción política, que adoptó
diferentes formas y vías de expresión según los actores involucrados y las alternativas políticas
que cada uno sostenía.

De la Resistencia a las Rebeliones Populares

El gobierno militar que se instaló en 1955 quebrantó la estructura legal dentro de la cual
habían venido funcionando las organizaciones sindicales e intentó desarraigar la ideología
peronista con el decreto 3.855 de 1956, que disolvía el partido, inhabilitaba para ocupar cargos
públicos a todos los dirigentes políticos gremiales que los hubieran ejercido durante los
gobiernos peronistas; también se prohibió el uso de símbolos, incluidas las canciones,
consignas, y no se podía nombrar ni a Perón ni a Evita. Esto logró que la identidad peronista se
reforzara, ya que la idea de retorno sirvió como elemento aglutinante para la resistencia
popular, y se conformó el mito del “avión negro” (sostenido por los partidarios y sus
enemigos). El imaginario del retorno servía para justificar por parte del gobierno la dura
represión que se estaba ejerciendo como el fusilamiento del general Valle y de otros
seguidores, acusados de preparar un golpe de Estado con el objetivo de traer a Perón al poder
nuevamente. De la resistencia individual, que predominó en la primera mitad de 1956 se pasó
a otros repertorios como el de la preparación y colocación de bombas, conocidas como
“caños”, que requerían de mayor organización. Frondizi llegó al gobierno en 1958, gracias al
voto peronista (pacto con Perón previo). Luego del apoyo inicial al cumplir éste su promesa de
restablecer la legislación laboral peronista, comenzaron a verse signos negativos que llevaron a
desvanecer el optimismo de los trabajadores. Un ejemplo importante de la acción
obrera/sindical fue la huelga y ocupación del frigorífico Lisandro de la Torre en 1959, que fue
desmantelada por el ejército, dejando un saldo de 95 obreros detenidos, varios heridos y 5000
cesantes. Ante la continuación del conflicto los sindicatos y organizaciones gremiales
peronistas como las 62 organizaciones decretaron un paro nacional (luego comenzaron a
argumentar que se estaban creando las condiciones para un nuevo golpe y levantaron el paro).
Los marcos culturales que se conformaron hacia fines de los ´50 corresponden a los primeros
inicios de una cultura contestaría, que adoptaba diversas formas según los actores, hasta llegar
a las posiciones insurreccionales de sectores juveniles. Y los factores que ayudaron a esto: la
proscripción del peronismo, exilio de Perón, inestabilidad política, la insatisfacción de los
sectores intelectuales que se sintieron desilusionados por el accionar de Frondizi, y las
influencias de los movimientos deliberación que tornaban las salidas revolucionarias. Un lugar
común fue la aceptación de la necesidad del cambio estructural (peronistas y antiperonistas):
modificar la estructura política; la frágil democracia burguesa, que mantenía al margen a la
fuerza mayoritaria, contribuyendo al descreimiento del sistema democrático-representativo; la
necesidad de modificar la estructura económico y social donde los sectores populares
participaran del gobierno. En la década del ´60 se afianzó el nacionalismo, con diferentes
signos y objetivos según los sectores que lo sostuvieran, relacionado con la idea de liberación,
o sea, la lucha contra el imperialismo, por una nación independiente, encuadrada en los países
del tercer mundo. En el discurso peronista de la resistencia aparece un lenguaje militarista que
aludía a la Argentina como un “territorio ocupado” y a los distintos gobiernos como
representantes del “ejército de ocupación”; la lucha contra esos gobiernos estaba legitimada
porque se estaba luchando por la patria y por liberarla de los invasores. Las divisiones
planteadas dentro del peronismo: “líneas de los duros”, liderados por John W. Cooke, cuando
Perón pacto con Frondizi, esta línea comenzó a declinarse; y los que intentaron posicionarse
dentro del sistema, pos elecciones de 1958. Fracasadas las relaciones con el gobierno, Cooke
alentóy participó en la guerrilla rural peronista dirigida por el comandante Uturunco en
Tucumán, entre 1959 y 1960. Esto marca la aparición de las guerrillas como forma contestaría
al gobierno. La revolución Cubana tuvo un efecto en la intelectualidad izquierdista, pero que
generó diferencias también: aquellos que siguen el modelo de la URSS; los que siguen el
modelo chino, o el cubano. En 1963 se abre una nueva etapa. Los militares luego de derrocar a
Frondizi en 1962 e instalar el gobierno interino de Guido, habían acordado la salida electoral,
manteniendo la proscripción del peronismo, lo que hizo posible el triunfo de la fórmula Illia-
Perrete de la UCRP.

El movimiento obrero

La legitimidad de un gobierno que no representaba la voluntad de la mayoría, los votos en


blanco superaron al ganador. Esto creaba la necesidad por parte del gobierno de atraer al
movimiento obrero, lo cual implicaba aceptar la apertura de ciertos canales por donde se
pudieran expresar las reivindicaciones del movimiento, que había recuperado su estructura
sindical y los mecanismos de negociación colectiva. El movimiento obrero organizado se
convirtió en un actor de poder muy fuerte, y utilizó los planes digitados por la CGT como paros
y movilizaciones al gobierno. Otra variante de protesta fue la lucha por el control de la
memoria tratando de ofrecer una visión alternativa del pasado como el recordatorio del 17 de
octubre, por ejemplo, que habían sido permitidas por el gobierno de Illia. En 1965 terminó con
el cierre relativo de los canales de comunicación con el gobierno de Illia, y se fue creando el
marco para alentar diversas alternativas: la incorporación del movimiento obrero dentro del
sistema político; la salida revolucionaria de izquierda; y una salida autoritaria apoyada por los
dirigentes sindicales, que acordaron mantener los mecanismos para la presión corporativa,
que se concretó cuando Onganía derroca a Illia.

Los sectores juveniles

Otro actor que cobró fuerza fue el sector juvenil que aprovechó la situación política para
expresar su protesta, asumiendo una actitud de compromiso y solidaridad con los problemas
que se vivían en el país. Durante el periodo de Illia se pusieron en práctica la reforma
universitaria, funcionando el gobierno tripartito, la provisión de cargos por concurso, la
libertad de cátedra y la autonomía universitaria, al igual que los centros de estudiantes.
Durante la ocupación de fábricas también los estudiantes procedieron a la toma de facultades
como una muestra de solidaridad. La adhesión estudiantil a los obreros se manifestó con
anterioridad al golpe de 1966. En Córdoba por ejemplo, apoyaron casi todas las medidas de
fuerza de uno de los principales sindicatos como SMATA (nucleaba a obreros de la industria
automotriz). Otra forma de acción era la desplegada por grupos minoritarios que intentaron
fortalecer la alternativa revolucionaria (provenientes del peronismo y sectores de izquierda).

Las cúpulas sindicales pierden poder

Como reacción a las medidas del gobierno, que trataban de limitar la autonomía de las
universidades nacionales, las primeras reacciones vinieron del sector universitario, y fueron
protagonizadas por estudiantes y docentes. La conformación de la CGT de los argentinos y el
impacto del mayo francés durante 1968, produjo en las agrupaciones universitarias un debate
en torno a la alternativa de reforma o revolución. Además la nueva CGT apunta a la
descentralización para jerarquizar el papel de las regionales y permitir una real participación y
expresión de las bases. Esto llevó a que varias seccionales se pronunciaran en contra de las
decisiones por sus dirigencias nacionales, como fue el caso de Luz y Fuerza conducido por
Agustín Tosco en Córdoba. También alentó la acción del movimiento de Sacerdotes del Tercer
Mundo, el cual tuvo su punto de partida en el “Mensaje de los 18 obispos para el Tercer
Mundo” fue lanzado en 1967. El compromiso de estos grupos cristianos se vio reflejada en la
acción contra las políticas autoritarias del gobierno, y en su discurso se reforzó la idea de
Liberación Nacional, entendida como la lucha contra el capitalismo y los imperialismos. En
Tucumán algunos sacerdotes apoyaron las huelgas de hambre y ollas populares que se
organizaron en respuesta al cierre y reestructuración de ingenios. A partir de 1967, cuando el
gobierno militar definió su política, la acción armada empezó a verse como la única estrategia
posible. Por eso se organizaron las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP), que en 1968 realizaron
sus primeras acciones en Tucumán. Este fue desarticulado por los militares rápidamente.
También se produjo un desprendimiento del PC que originó el PC-CNRR (Comité Nacional de
Recuperación Revolucionaria), luego Partido Comunista Revolucionario (PCR). También se
constituyó el Ejército de Liberación Nacional (ELN), cuyo objetivo era confluir con las fuerzas
del Che en Bolivia. En 1968 el Partido revolucionario de los trabajadores (PRT), realizó su 4to
congreso que originó la división: PRT “El combatiente”, conducido por Santucho, que dio un
año después, el nacimiento del ERP (Ejército revolucionario del Pueblo); y PRT “La Verdad”,
conducido por Nahuel Moreno, que confluiría en el partido Socialista de los Trabajadores.
También se organizaron las Fuerzas Armadas de Liberación (FAL).

Las nuevas formas de la protesta obrera y la rebelión popular

El descontento popular fue creciendo y conformando algunos puntos neurálgicos en el interior


del país como Córdoba, que llevaron a que los sectores militantes del movimiento sindical
peronista y el ala política del peronismo revolucionario se reunieron en Córdoba para planear
el accionar a futuro. La CGT emitió un documento (llamado la Declaración de Córdoba), que
alentaba a la formación de un frente cívico opositor al régimen. Sumado a esto la suba de
impuestos generó un clima negativo por parte del sindicalismo. En mayo la UOM convocó a un
paro de 24 hs para protestar por el problema de las “quitas zonales”, sistema por el cual los
trabajadores de Córdoba cobraban menos que sus pares de Bs. As. Luego, el gobierno abolió el
“sábado inglés” (ley provincial de 1932), que otorgaba a los trabajadores el pago de una
jornada completa los días sábados (la jornada real era de 4 hs.). Esto provocó una asamblea
por parte de SMATA que fue disuelta por la policía; estos actos fueron la antesala del
cordobazo, ya que los trabajadores mecánicos tomaron la ciudad por varias horas. El 15 de
mayo, durante las marchas de protestas por el cierre de un comedor estudiantil, fue asesinado
en Corrientes un estudiantes; luego, con las muertes de otros estudiantes en Rosario, cuando
participaban de una marcha en repudio a lo que había sucedido en Corrientes. Esto precipitó la
“semana rabiosa”, en la cual se establecieron: la marcha del silencio en Rosario y el paro
general decretado por la delegación en repudio por los actos de represión y muerte de los
estudiantes. Este hecho fue denominado el “1er Rosariazo”. Luego, las 2 CGT decretaron un
paro de 24hs. En Córdoba, los representantes dela CGT decidieron que fuera de 48 hs, y se le
dio el carácter de paro activo.

El Cordobazo

El abandono de las plantas industriales fue masivo, marcharon hacia el centro de la ciudad
trabajadores de IKA-Renault, Transax, ILASA, División Planta Matrices, Fiat y de las numerosas
empresas metalúrgicas y de otros tipos. También participaron trabajadores públicos y de las
distintas dependencias de la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (EPEC), estudiantes y
ciudadanos se sumaron a la marcha. Casi al llegar al local de la CGT, la policía mató al obrero
de IKI-Renault MáximoPena. Los trabajadores atacaron a la policía, transformándose la
movilización en una revuelta urbana, en la que participó la totalidad de la comunidad
cordobesa. Los símbolos del imperialismo y del régimen sufrieron duros ataques: se
incendiaron oficinas de Xerox. También se destruyó el Club de Suboficiales. Sin embargo, el
protagonismo lo habían asumido los estudiantes, ya que los principales focos de resistencia se
produjeron en los barrios Alberdi y Clínicas. Ante esta situación, intervino el ejército, y se dio la
aparición de francotiradores en los techos, de parte de los grupos revolucionarios. El 30 de
mayo, Córdoba era una ciudad tomada; en el Barrio Clínicas continuaba su resistencia. En este
día se produjeron algunas protestas, y se allanaron los principales sindicatos y fueron
detenidos Torres, Tosco y otros dirigentes sindicales. .El resultado fue la destrucción masiva,
con 12 muertos y 93 heridos. Y el alejamiento del gobernador Caballero, y la posición del
régimen se cuestionó seriamente.

La conformación de un movimiento social de oposición al Gobierno

Luego del Cordobazo se dio un cambio en la estructura de las oportunidades políticas que
tornó vulnerable al sistema político para la emergencia de un movimiento social. La
conformación de este movimiento implicó la utilización de vehículos formales (las
organizaciones constituidas) e informales (redes sociales nuevas y recursos provenientes de
diferentes fuentes); se construyeron socialmente los tres componentes básicos para la acción
colectiva: la percepción de la injusticia, el convencimiento de que se podía revertir esta
situación a través de la acción armada y la construcción de una fuerte identidad (El Nosotros).
Y además, obligó al gobierno a virar sus políticas para frenar el descontento popular, que
buscó la normalización de la CGT dividida para obtener el apoyo para los planes del gobierno, y
restablecer el mecanismo de la concertación colectiva para flexibilizar la posición de los
sindicatos. Montoneros hace su aparición pública con el secuestro y muerte del ex presidente
Aramburu en junio de 1970, lo que condujo al reemplazo de Onganía por Levingston. Este
último, se vio obligado a revisar la orientación de la política económica y social. Los
movimientos de base que tuvieron lugar principalmente en Córdoba en el sector dinámico de
la economía, contaron con el apoyo de otros sectores sociales, entre ellos el de intelectuales
como abogados que iniciaron campañas de reclamos por la liberación de los presos políticos y
sindicales. También de curas tercermundistas y estudiantes.

El Rosariazo

La huelga general decretada por las 2 CGT para agosto de 1969, continua el ciclo de protesta
que había comenzado en mayo. La huelga ferroviaria se expandió hacia toda la ciudad. Esta
coincidió con la ocupación de la fábrica de Grandes Motores Diesel, de Fiat de Córdoba. El
gobierno frente a la situación de paro por parte de los ferroviarios se vio obligada a actuar, y
convocó a la prestación del “servicio civil de defensa”, quedando sometido a la justicia militar
al personal que no se presentara. Esto provocó la solidaridad de otras entidades sindicales,
políticas y estudiantiles con los obreros, la CGT de Córdoba declaró paro general, y el gobierno
provincial decretó feriado para evitar inconvenientes. El 16/09 la CGT de Rosario decretó el
paro activo por 38 hs, los estudiantes adhieren, a pesar de haberse emitido el Estado de sitio;
las fuerzas policiales se reforzaron por la Gendarmería Nacional y por contingentes
especializados en la lucha antisubversiva, y se desplegaron por la zona céntrica y por los
barrios donde se encontraban las principales fábricas y talleres. Sin embargo, los obreros
toman esta zona y construyeron barricadas para impedir el paso de la policía, se atacaron
comercios y se registraron enfrentamientos con la policía. Entre el 17 y 20/09 la lucha
ferroviaria se expandió a otras zonas como Santa Fe, Córdoba, Bahía Blanca y Tucumán, en
donde se realizaban atentados contra el personal que trabajase, descarrilamiento de trenes. La
intervención militar no se hizo esperar y frenó el accionar de este sector.

La irrupción de las bases en las fábricas y la expansión de las protestas

Durante el desarrollo de la protesta se fueron modificando los contenidos de las


reivindicaciones hasta convertirse en un cuestionamiento a la dirigencia sindical, es decir que
se da un proceso de irrupción de las bases sobre los dirigentes. Por ejemplo a comienzos de los
´70: la imposición de una nueva dirigencia en el SITRAC (Sindicato de Fiat Concord).La
movilización fue promovida por las bases a través de las nuevas redes sociales, que se
vislumbra en los sistemas de comunicación utilizados, locales en las facultades para dar a
conocer sus demandas. A partir de los ´70 se observaron distintos repertorios de
confrontación, luego del cordobazo se introdujeron cambios en los que la disciplina y
uniformidad anterior pasaron a ser sustituidas por una creciente demanda de autonomía y
democracia de base, que se afirmó como un código común sobre todo en los sectores
juveniles. Estas transformaciones se evidenciaron en la utilización de mecanismos más
informales para exteriorización de la protesta y en medidas de acción directa como la
ocupación de fábricas con rehenes. También se llevó el conflicto al centro de la producción,
donde los trabajadores sin la mediación del sindicato, debían encontrar las soluciones
disponiendo como elementos de presión de su fuerza de trabajo y de la apropiación de las
herramientas y el espacio de la producción. Otro cambio importante fue el de la aparición de
nuevos espacios como la comunidad fabril, que buscaba implicar a diferentes sectores.
Parroquias, unidades básicas, etc. Con esto se buscó atraer la atención de los medios de
comunicación y la asistencia de los militantes a asambleas estudiantiles para estrechar lazos
con otros sectores sociales.

Las organizaciones armadas

La opción por la vía armada se configuró en Argentina, producto de la cultura política en la


que el adversario político fue reforzando cada vez más las características de enemigo y la
debilidad del sistema de partidos desvalorizaba la democracia representativa. El gobierno de
Onganía fue el precipitador del proceso de conformación de organizaciones armadas
provenientes de diferentes vertientes político-ideológicas. El pos-cordobazo marcó la aparición
de estas organizaciones como alternativa política para el acceso al poder. Dentro de las
organizaciones armadas de raíz marxista, el FAL y el ERP, trataron de ganar espacios en los
sindicatos a través de células revolucionarias en las fábricas. Recién en los ´70, entraría en
escena la organización de la izquierda peronista Montoneros. Además luego de expandirse el
Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo tuvieron un acercamiento a los sectores
desposeídos.

La primera aparición de pública de Montoneros, se efectuó con el secuestro de Aramburu que


fue asesinado luego de ser sometido a un juicio revolucionario. Esto trajo como consecuencia
la destitución de Onganía y su reemplazo por Levingston. En cuanto a sus definiciones
ideológicas, encontramos que luchaba por el retorno de Perón al poder. En su pensamiento,
también se puede apreciar que se subordinaba la lucha de clases a las luchas populares, hecho
que atrajo a muchos jóvenes de clase media. Perón convenció a Montoneros y a otras
agrupaciones como la JP, que la patria socialista se conseguiría con su retorno.

La transformación de la protesta obrera

El año 1971 marcó la transformación de la protesta obrera, ya que buscó trascender los límites
locales para encarar un movimiento nacional. La presión que venían ejerciendo distintos
sectores de la sociedad tuvo que ser asumida por el gobierno de la Revolución Argentina, lo
acontecido en Córdoba fue para decidir el cambio de la actitud del gobierno. Luego del
viborazo, Levingston fue reemplazado por Lanusse, quien lanzó el Gran Acuerdo Nacional
(GAN), prometiendo la convocatoria a las elecciones a corto plazo. En 1970 los partidos
políticos se reúnen, el encuentro se llamó La Hora del Pueblo para exigir la salida electoral y un
cambio del modelo económico-social. Para lograrlo se tuvieron que combinar la protesta social
con las guerrillas para que el gobierno militar decidiera tomar la vía democrática.

El Viborazo

Los problemas comenzaron a partir de la ocupación de las plantas de Fiat que tuvo lugar en
1971 como reacción frente al despido de 7 obreros, y que llevó a la empresa a solicitar la
intervención del ejército para desocupar la fábrica, los trabajadores tomaron como rehenes a 2
funcionarios de la empresa, este conflicto se expandió y los trabajadores mecánicos
convocaron a huelga al día siguiente en solidaridad. El gobernador Bernardo Bas dispuso la
conciliación obligatoria, los obreros se negaron a retirarse de la fábrica hasta que la patronal
cedió a los reclamos. El 1 de marzo, Levingston designó a José Camilo Uriburu como
gobernador de Córdoba en reemplazo de Bas. Este anunció en un discurso que “Dios le había
encomendado la misión de cortarle la cabeza a la víbora venenosa que anida en Córdoba”. La
respuesta de los obreros fue programar una acción conjunta de todos los sindicatos; y se
acordó primero hacer las tomas de las Fábricas y luego marchar al centro. Pero los
trabajadores de Fiat decidieron abandonar las plantas y realizar una manifestación, marchando
hacia los barrios donde lo esperaba la policia, que mató a Adolfo Cepeda; la protesta se
masifico por la ira. Luego se realizó una marcha propuesta por SITRAC y del SITRAM. Luego de
una breve concentración en el centro, los obreros se dispersaron por los barrios, para apoyar
la ocupación que los sindicatos Luz Y Fuerza estaban llevando a cabo en la usina de Villa Revol.
Después se unieron estudiantes y ciudadanos comunes que desató la destrucción en Córdoba.
El fracaso de los sindicatos en la coordinación de la protesta aseguró la represión. En este
marco, se pidió la renuncia de Uriburu y, ante la nueva huelga decretada por la CGT , la ciudad
fue ocupada militarmente. En este momento Levingston fue reemplazado por Lanusse.

Las definiciones políticas

Luego del lanzamiento del GAN se procedió a la detención de varios dirigentes del SITRAC-
SITRAM acusados de subversión. Los distintos actores plantearon la necesidad de un cambio
político. Con el lanzamiento del GAN y la promesa de elecciones sin proscripciones se
comenzaron a movilizar los recursos políticos: en este marco se entregó a Lanusse el proyecto
de ley que reglamentaría su actividad. Luego, se reinició la afiliación en el justicialismo. La
experiencia pasada dejó profundas huellas en marcos culturales que moldearon ciertas
estrategias como la creación de la comisión de Solidaridad por parte de la CGT, que realizó
recitales a beneficio de las familias de los presos gremiales, políticos, etc. En el plenario
Nacional de Gremios Combativos se resolvió emprender la lucha contra el gobierno de
Lanusse. Dentro de los sectores más radicalizados se planteó como salida la vía armada, la cual
no alcanzó a cubrir las expectativas. Hacia mediados de 1971, la transformación dela protesta
en acción política significó la primera declinación de la protesta obrera.

El régimen en retirada y la represión

En el contexto preelectoral de 1972 se combinó la lucha política llevada a cabo por los
diferentes actores con la represión utilizada por el gobierno para sofocar las manifestaciones
de rebelión popular y la violencia desencadenada por las organizaciones armadas. Las acciones
guerrilleras aparecían como definiciones políticas, ya que la mayoría de las organizaciones no
aceptaba la salida electoral como el mecanismo adecuado para acceder al poder, y
argumentaban que la entrega del poder sería condicionada. Por esto montoneros rechazó el
GAN, diciendo que era una trampa del régimen. Recién a mediados de 1972 adquiere
relevancia, esta organización armada, contando con el apoyo de las masas, y sobre todo de los
sectores juveniles. A fines de 1972, Perón regresó al país y terminó de concretar la formación
de un Frente electoral encabezado por Héctor Cámpora- Vicente Solano Lima, ante la
imposibilidad de postularse como candidato. La frase que refleja este hecho es: “Cámpora al
gobierno, Perón al poder”. En el largo proceso abierto con la destitución de Perón muchos
costos sociales se habían pagado, sólo en el período 1966-1973 unas 100 personas habían
muerto y 500 fueron encarceladas por razones políticas. Igualmente, el retorno de Perón no
trajo la paz social esperada.

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